La Familia Bibilan MĂşsicos rumanos en las calles de Granada
Presentación Camino por las calles y esquinas granadinas sin rumbo fijo; repentinamente surgen notas en el aire, llenas de melancolía. Allí está el anciano, blandiendo su viejo acordeón, estrujando una melodía. Sus ojos gastados observan la vida pasar, mientras cada moneda que cae le acerca un paso más a su vieja casa, a su mujer enferma, a ese pueblo gris en la lejana Rumanía. A un par de calles de distancia está su hijo, y más allá su nieto siguiendo la misma tradición y el mismo destino. Así, transcurre un día en la vida de esta familia de músicos errantes; entre el café y el pan remojado, recuerdos de una vida lejana que fue mejor. Mientras cada nota se confunde en el humo del último cigarrillo, atrapando el silencio contemplativo de quienes se saben invisibles. Es hora de la siguiente canción.
Introduccion
Agradecimientos
A la familia Bibilan, por abrirme las puertas de su casa, su historia y su memoria; por compartir conmigo anhelos, el cafĂŠ y la sopa.
A Leo Simoes y a todos los del curso de Ensayo FotogrĂĄfico, por aquella amistad que se cultiva desde la mirada.