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CAMBIEMOS DE ACTITUD

POR MÓNICA BULNES P.

Ser optimista y alegre también podría considerarse una vocación. Tras obstáculos, pruebas y retos, tenemos un llamado que dirige nuestra atención hacia lo que queremos considerar importante y valioso

Psicóloga y conductora www.preguntaleamonica.com

Hay quien nace optimista. Quien tiende a ver cualquier escenario con esperanza y a tener una personalidad alegre. Existen otras personas a las que esta perspectiva no les es tan natural y, al contrario, suelen ser pesimistas y ver los problemas y obstáculos que se presentarán en el camino. Ambas posturas tienen ventajas, por supuesto.

La optimista suele motivar a continuar y seguir adelante, mientras que la pesimista tiende a ser preventiva, preparándose para lo que pudiera salir mal, evitando un posible fracaso. Sin embargo, como muchas investigaciones lo avalan y Shawn Achor lo explica en su conferencia TEDx, te da una ventaja en la vida tener una actitud alegre, ya que le ayuda al cerebro a ser más productivo, incrementando la energía y la creatividad; promueve la resiliencia en las personas y suele ayudar a construir mejores relaciones interpersonales, entre otras cosas. Pero quién no ha nacido optimista podría sentirse despojada de esta ventaja desde el arranque, pensando que tendrá más dificultades en su camino al no contar con las virtudes de los alegres. No podría estar más equivocada y esto es gracias a la plasticidad del cerebro, es decir, su asombrosa capacidad de cambiar a lo largo de toda su vida, formando nuevas conexiones constantemente.

Es de esta manera que, si no eres particularmente alegre u optimista, puedes “entrenar” a tu cerebro a serlo cada vez un poco más, a base de pequeñas decisiones diarias que dirijan tu atención hacia esa dirección.

Como un ejemplo está la sencilla propuesta que el mismo Achor explica en su conferencia: los 3 agradecimientos diarios. Para esta tarea solo requieres de una pequeña libreta y un lápiz en tu mesa de noche.

Se trata de anotar cada noche tres situaciones o cosas por las que estás agradecida diariamente. Pueden ser pequeñas cosas como “Encontrar las llaves rápidamente”, como cosas más importantes como “Encontrar trabajo el día de hoy”.

Escribir lo que te resulta agradable desatará una respuesta química de bienestar en tu organismo. Al escribirlo, revivirás el momento y si se trata de algo muy bueno, podría hacerte sonreír. Y hará que tu atención esté enfocada en lo positivo que te ocurre durante el día porque en la noche tendrás que anotar las tres cosas buenas que te pasaron durante el día de las cuales te sientes agradecida: “Mi esposo me preparó un café cuando fue a la cocina a prepararse el suyo. ¡Eso definitivamente irá a la libreta!”

Todo esto irá haciendo que ver lo alegre, lo bueno y positivo sea más fácil para quien no suele serle sencillo.

Desde luego – y esto es importante – no quiero decir que las personas pesimistas o negativas no tienen momentos alegres. Espero que esto no sea lo que se haya leído en el artículo. Puedes ser pesimista y tener un excelente sentido del humor, saberte divertir, etc. El pesimismo se refiere solamente a la actitud mental en la que se anticipa un resultado negativo a una situación determinada.

También es importante aclarar que el “entrenamiento” que aquí propongo no convierte a un pesimista en un optimista. Estas son características de personalidad que suelen acompañar toda su vida a quien las posee.

JUSTO BALANCE

Como dije anteriormente, necesitamos del pesimismo para pensar en los problemas y obstáculos que podemos enfrentar en un proyecto, en un viaje o cualquier otra situación a la que nos enfrentemos. No es bueno querer eliminar lo negativo. Ya sabes, también nos ayuda a valorar aún más lo bueno.

Sin embargo, cuando el pesimismo es tan pronunciado en nuestra forma de ser, puede llegar a ser un obstáculo en nuestra vida personal o profesional. Si nuestras relaciones se ven afectadas por que nuestra primera reacción es hacia ver el lado malo de la situación, tal vez sea necesario aplicar algunas estrategias que nos ayuden a dirigir nuestra atención hacia lo bueno que nos pasa durante el día, hacia el “SÍ”, hacia lo que tenemos y no lo que nos falta, hacia lo alegre y no lo que nos hace fruncir el ceño.

Poco a poco nos vamos a ir sintiendo más tranquilos y, por lo mismo, más alegres. Cuando haces de la alegría una vocación, un llamado poderoso que te obliga a poner este sentimiento como parte de la actitud de todo lo que haces, se irá modificando la mirada que tienes a todo lo que te rodea y tu vida cambiará para siempre.

SER ALEGRE

La conferencia en TEDx de Shawn Achor: BIT.LY/TEDSHA

POR MÓNICA BULNES P.

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