Las tentaciones de jesus, volumen 1 (En medio de tinieblas)

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Las Tentaciones De Jesús (Un tratado de guerra espiritual)

Vol. 1 En medio de tinieblas Moisés Mena Pérez

Ediciones CABOD 1


Las tentaciones de Jesús “Las Tentaciones de Jesús” (Un tratado de guerra espiritual) Vol. 1 En medio de tinieblas (Moisés Mena Pérez) D. A. R. México, 2017 por Moisés Mena Pérez Incluyendo la edición impresa y digital. 1ª. Edición en español. Diseño de portada: Moisés Mena Pérez Revisión de estilo: Maximiliano Mena Pérez

Hecho en México “Di no a la piratería” Respeta los derechos patrimoniales de autor. El libro es cultura. La Palabra de Dios es Bendición y Vida para tu persona y familia. Se prohíbe la reproducción, fotocopia o transcripción del presente trabajo sin permiso por escrito del autor y editor. En caso de violación a los derechos de autor se procederá legalmente conforme a las leyes internacionales vigentes en materia de derechos de autor. Si le interesa compartir este contenido con otra persona, adquiera libros originales. Pedidos en: proyinmeecc@gmail.com

http://www.edicionescabod.mex.tl Las citas bíblicas fueron tomadas de la versión Reina Valera 1960

ISBN: Impreso en México “on demand”

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Las tentaciones de JesĂşs

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Las tentaciones de JesĂşs

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Las tentaciones de Jesús

Contenido Contenido. Prefacio. Introducción. 1. La tibieza espiritual. 2. Destronando a la tibieza espiritual. 3. El hombre de doble ánimo. 4. El apóstata. 5. Las herejías. 6. Los enemigos del hombre. 7. Dos árboles en el Edén. 8. Iniquidad, concupiscencia, pecado y rebelión. 9. Líneas ley y habitaciones de violencia. 10. La idolatría. 11. Estructura de gobierno del reino de las tinieblas. 12. Palabras finales. Apéndice 1: Esquema Apéndice 2. Imágenes de idolatría religiosa. Apéndice 3. Imágenes y símbolos ocultistas para destruir. Apéndice 4. Áreas para ministración adicionales.

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005 007 015 023 045 057 067 073 083 111 129 139 163 171 181 183 185 185 186


Las tentaciones de JesĂşs

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Las tentaciones de Jesús

Prefacio. Quiero dar gloria y honra a nuestro Padre Celestial, Jehová de los Ejércitos, al Espíritu Santo y a Jesucristo por el inmenso amor y misericordia que desde la eternidad han tenido con su pueblo. Es por esta razón que al día de hoy a través de diferentes personas que le sirven alrededor del mundo, está derramando revelación y entendimiento de las escrituras para que los escogidos de nuestro Abba se liberen y maduren sobrenaturalmente a la estatura de la santidad de Jesucristo, y puedan escapar de la hora de prueba que viene sobre la tierra y hacia todo ser humano que vive en ella y que está apartado de la comunión e intimidad genuina con Él, ignorando la gracia o despreciándola por seguir en sus caminos personales llenos de vanidad, soberbia, arrogancia y muerte. (Ef.1:4, 1Pe.1:1-9, 1Jn.3:6-9, 2Tim.3:16-17) Lo que Dios me ha revelado y permitido comprender para escribir en este libro tiene como objetivo proporcionar a los hijos de Dios recursos y armas para que, como pueblo del Altísimo, se libere de yugos de esclavitud y opresión, que aún hoy, “caminando en Cristo”, prevalecen sobre la vida de casi todos, volviéndonos inefectivos como iglesia para el servicio poderoso en su Reino, ya que continua estancada en áreas de su vida individual, ministerial y corporativa, dominada por miedos, paradigmas y prejuicios. Aunque muchos intentan maquillar sus situaciones personales de vida aparentando que todo está bien, la palabra dice que por sus frutos se conoce el árbol y en la iglesia, la gran mayoría no está dando un fruto digno del Reino de Dios y muchos hijos de Dios han sido inhibidos en su capacidad para darlo santo y en abundancia, permitiendo ser estancados, aprisionados en estados de maldición. Durante el tiempo en el cual estuve escribiendo este libro, Dios permitió que en mi vida se manifestaran circunstancias hacia las cuales he reaccionado de formas diversas determinadas en mi criterio, tomando decisiones que me enfrentaron con pruebas y problemas que sacaron a la luz estados de mi conciencia, alma y espíritu, los cuales estaban torcidos y fuera de la voluntad de Dios, trayendo a luz vicios e iniquidad en mi corazón, probando la veracidad de lo que el apóstol Pablo escribió: “no hay ni un solo justo; por cuanto todos pecamos, estamos destituidos de la gloria de Dios”- (Ro.3:23)-, pero gracias a Jesucristo, por medio de su bautismo en el Jordán y de su sacrificio de sangre en la cruz del Calvario podemos hoy participar de su regalo de la salvación y de su gracia. Salvación y amor recibimos cuando le aceptamos en nuestro corazón y caminamos con Él en fe porque fuimos elegidos para ser pueblo suyo desde antes de la fundación del mundo. Áreas de orgullo y soberbia en mi carácter fueron expuestas,

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Las tentaciones de Jesús confrontándome, y empezaron a derrumbarse fortalezas al ser puestas frente a la verdad de la Palabra de Dios, razón por la cual tuve que volver a refugiarme en la gracia y misericordia del Padre a través de Jesucristo, porque me concienticé de la necesidad que tengo de depender de Jesucristo, renovar mi entendimiento, mente y corazón, quedando demostrado que en mi criterio y fuerza no es posible lograrlo, sino solamente mediante el ejercicio de la fe y la dependencia de Jesucristo. Comprendí que existe una línea muy delgada entre caminar con Jesucristo como nuestro todo confiados en la fe que creemos tener y estar viviendo en nuestro entendimiento personal la Palabra de Dios, ajustándola a nuestra condición de pensamiento y vida caídos, inmersos en corrupción y muerte. La palabra de Dios dice: “el gozo del Señor es mi fortaleza” Neh.8:10, Sal.118:14- y muchos, casi todos, lo tienen como un concepto entendido y no como una vivencia día a día y agobiados algunos, después de haber hecho su confesión de fe en Cristo, y muchos otros ya sirviendo en el ministerio, vienen a los servicios de su congregación buscando ser libertados de sus yugos, casi sin esperanza, moribundos en el espíritu, porque no ha habido una maduración y real entendimiento del nuevo nacimiento por medio del agua y el Espíritu –Jn.3:3-6-, ni una transformación por medio de la renovación del entendimiento –Ro.12:2-, porque se aferran a su pasado, a sus creencias, a sus formas de vida, a sus odios y resentimientos, a sus heridas en sus vidas, anulando el poder vivificador del sacrificio de Jesús en la cruz, y no dan adoración ni alabanza auténtica a Dios el Padre, menospreciando al Hijo y despreciando y desconociendo al Espíritu Santo, teniendo como resultado un entrampamiento en regiones de cautividad, caminos estériles y cielos de hierro, porque deifican más las circunstancias caídas de su vida que las promesas de Dios y su manifestación reservadas desde el trono de Dios para cada uno de los hijos –Dt.28-. Probablemente en la dimensión espiritual la voz de Dios esté llamando a esos “Moisés” de nuestro tiempo para utilizarlos como instrumentos de liberación a su pueblo y nuestro espíritu, tal vez, escuche el susurro: “¡Moisés, Moisés!” esperando quien responda: “¡Heme aquí!”, como en su tiempo el profeta Samuel respondió al llamado de Dios, porque muchos hermanos aún se encuentran cautivos en “Egipto” ó en los asolamientos eternos, o están atravesando el desierto rumbo a hallarse con su “Jetró” y apacentar su espíritu y estar preparados para un encuentro maduro con nuestro Padre Dios, quien nos instruirá para desplegar la batalla -Is.13:2-4- y en éste ejército del Reino de Dios solo se enlistarán “Moisés” maduros, no los “expréss” ó expertos en su propia opinión, los “Róbin Hood”, los “llanero solitario”, los dolidos o rebeldes que se apartan de su casa espiritual movidos por su ego, arrastrando amarguras,

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Las tentaciones de Jesús dolores, vanaglorias y soberbias “en el nombre de Jesús”, o los querellosos que cuestionan o desacreditan el manto de otros como he visto ocurrir entre varios pastores, autonombrándose los únicos portadores de la verdad, buscando errores en ministerios para desacreditarlos, volviéndose éstos siervos críticos en hijos de Satanás, diablos, olvidando que es Dios quien hace el llamado, o actuando como individuos que frenan el ministerio de otros porque se sienten agraviados, disminuidos y menospreciados en su labor ministerial, debido a una falta de misericordia en su corazón. En este mundo no hay hermanos exentos de algunos de estos “bichos espirituales” que afectan a la iglesia. Todos, sin excepción, manifestamos iniquidad y pecamos. Una de las operaciones del Espíritu Santo en nosotros es limpiarnos de ella para que dejemos de pecar. Debemos permitir que el Espíritu Santo traiga a la luz de nuestro entendimiento circunstancias que nos confrontan con su palabra de verdad, con su carácter, posicionándonos fuera de su santa voluntad para que podamos arrepentirnos y volver a su cobijo. Cada hijo de Dios, ya sea congregante o servidor, conforme vaya leyendo el presente trabajo, decidirá si se enlista en las filas del ejército de Jehová de los Ejércitos en forma activa dejando de estar pasivo, conformado, de “calienta bancas”, abortando su llamado y continuando en esclavitud, minimizando la gracia de Dios, aún al costo de sacrificar su propio diseño celestial, según aplique para cada caso. Su vida, indudablemente, va a ser sacudida y el fruto que brote de este sacudimiento determinará su posición espiritual y su utilidad y eficiencia para el Reino de nuestro Dios. En esta exposición Dios lo desafía directamente a usted que se nombra hijo de Dios, porque si somos hijos, es la hora de modelar dignamente a Jesucristo honrando al Padre Celestial con amor y humildad, dejando atrás todas las fábulas y las contiendas entre hermanos para ponerse a trabajar con el Espíritu Santo en la tarea de establecer el Reino de Dios en esta tierra conforme a la voluntad de Abba, honrando la sangre de Jesucristo derramada en el Calvario. Este libro lo va a confrontar. Lo incomodará. A muchos los llevará a levantar voces de protesta para desacreditarlo, pero la palabra de Dios es Fiel y Verdadera, eterna e inamovible y lo escrito en este libro no es mi invención y lo llevará a depender más de la Palabra de Dios. Está sustentado en la revelación del Espíritu Santo y en la Palabra de Dios y dará fruto bueno en aquéllos que tengan un corazón puro y dispuesto. Usted está ingresando al terreno de la guerra espiritual en el nivel personal y familiar. El llamado inicial y principal es a líderes, discípulos, pastores, profetas, evangelistas y apóstoles, gobierno del Reino, de acuerdo con Efesios 4:11 para que tengan herramientas para edificar individuos y familias en libertad espiritual. Es de carácter

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Las tentaciones de Jesús apostólico, es decir, trae poder y unción de Dios para derribar fortalezas y establecer su Reino de Poder y Amor en la vida de todos aquéllos que, en forma activa, demanden la manifestación del mismo en sus vidas. Entonces, usted necesita aplomo para esta incursión militar a nivel espiritual, es decir, estar sereno, ser prudente y actuar con seriedad, sobriedad y madurez, ya que el criterio personal es el que obstaculiza y hasta paraliza el avance y establecimiento del Reino en su vida y región. Sobre todo lo escrito aquí, la Palabra de Dios es el poder. Estas condiciones de carácter las obtendrá a través de cada triunfo que obtenga cuando el Espíritu Santo lo pase por el fuego de la purificación y éstos se verán reflejados en su testimonio. Si aún es congregante o está recién convertido a Jesucristo, entenderá cómo Dios lo irá madurando para que sea útil en la milicia Celestial. No piense que siempre estará en la banca. De hecho, nunca fuimos llamados a estar de holgazanes, apáticos y religiosos. Hemos sido llamados para formar parte del ejército de Dios. Entrará a un fuego de purificación si tiene corazón íntegro y dispuesto, teniendo bendición en su vida ó de corrección si está endurecido, enfrentando mucha confrontación, y si su amor por mi Padre Celestial es genuino, saldrá maduro, restaurado y aprobado para emprender esta travesía. Si usted ya no es congregante y se encuentra desempeñando un oficio de las oficinas de Efesios 4:11 tiene mayor responsabilidad para modelar a Jesucristo honrando al Padre por las vidas que Dios le ha confiado a ministrar y ser instrumento de edificación, no obrando como fuente de estancamiento y destrucción. No olvidemos que frente a Dios todos, sin excepción, somos siervos inútiles y que su Palabra dice que: … “Dios nos ha exhibido a nosotros los apóstoles como postreros, como a sentenciados a muerte; pues hemos venido a ser espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres… nos difaman, y rogamos; hemos venido a ser hasta ahora como la escoria del mundo, el desecho de todos” (Lc.17:10, 1Co.4:1-16) y no hay fundamento en vanagloriarse en el servicio inflándose con ego, de los placeres de la carne y nuestro criterio personal, porque toda la honra, gloria y reconocimiento le pertenecen a Él. Si usted está desarrollando su ministerio de servicio a Dios en el área apostólica debe tener en claro que no está deificado, que no es “altísimo” como muchos que se llaman apóstoles se han creído. No tiene mérito ni razón propia para vanagloriarse, pues no es su logro ni su obra, usted, como yo, solo es obrero del Señor Jesucristo. Su deber y responsabilidad ante Dios es mayor. Su humildad debe ser más grande y su actitud y manifestación de servicio, sobria, sin altanería ni protagonismo, manifestando una actitud de sencillez y servicio íntegro por amor de aquél que nos llamó, si es que realmente hubo el llamado 1Ti.3:1-7-.

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Las tentaciones de Jesús Podemos ver en las escrituras que los llamados apóstoles de Jesucristo no fueron hombres potentados, ostentosos, vanagloriosos, viviendo a expensas de las ovejas gordas como lo hacen muchos en el tiempo actual, –Jer.23:9-40, Ez.13:1-23, 34:1-31-. Al contrario, fueron hombres que en medio de aflicciones y toda suerte de circunstancias adversas, perseveraron hasta la muerte para establecer el Reino de Dios, predicando con denuedo el evangelio y haciendo discípulos para Jesucristo. Aquí hallamos las primeras marcas de un siervo de Jesucristo. La palabra apóstol viene del griego ἀπόστολος (apostolos = enviado), formado del prefijo ἀπό- (apo = aparte, fuera, lejos) y στέλλω (stello = yo envío, yo pongo). Se refiere a los doce discípulos de Jesús, enviados a predicar el Evangelio. (Diccionario etimológico, http://etimologias.dechile.net). Entonces, el que se llama apóstol de Jesucristo debe ser prototipo, punta de lanza, pionero, de acuerdo con la definición de la palabra y al modelo de oficio establecido por Dios a través de Jesucristo, reproduciendo el carácter de Jesucristo, no un individuo infatuado porque varias congregaciones están a su mando y sujeción, teniendo un séquito cerrado de “líderes” y amigos, manteniéndose a distancia de las ovejas, con conductas altaneras y manipuladoras menospreciando a los congregantes por considerar que no fluyen a su nivel de “unción”, “santidad” y “revelación” -Mc.12:41-44-, síntoma de la presencia de ego, soberbia, tibieza espiritual, defectos que trataremos en este libro. Escrito está: “Arrepentíos, porque el Reino de los Cielos se ha acercado” -Mt.4:17-. Este libro podrá leerlo solamente y retener algún dato como conocimiento ó dejar que el Espíritu Santo lo redarguya, lo guíe y fortalezca para enlistarse en la batalla espiritual de este tiempo, ubicándolo primeramente como genuino discípulo de Él. Todo lo expuesto es de guerra espiritual y la batalla iniciará en cada uno de nosotros; solo así se activa esta guerra en el poder de Jesucristo y su sangre. Es necesario arreglar el templo de Dios así como el profeta Elías arregló el altar de Jehová cuando enfrentó a los profetas de Baal, si tenemos como objetivo y anhelo destronar toda obra de las tinieblas de nuestra vida y generaciones - 1Re.18:30-37- y volver el corazón a Dios. ¿Quiere ver la manifestación del Reino de Dios en su vida, en su casa, en su familia, en su barrio, país?, la clave es volver el corazón a Dios en forma sincera y plena sin guardar nada para nosotros, sin maquillar y manipular el evangelio para nuestros fines, sin guardar heridas y afrentas. Estamos viviendo el tiempo del fin y como iglesia estamos fríos, moribundos, peleando porque reconozcan que tenemos la doctrina verdadera y los demás están equivocados, buscando nos aplaudan y festejen como a los grandes líderes y ungidos, cuando el único que

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Las tentaciones de Jesús merece reconocimiento es Dios, Jesucristo y el Espíritu Santo. Hemos olvidado que la iglesia de Cristo es un cuerpo, que no todos son “mano” o “pie” u “ojo” y no estoy promoviendo el ecumenismo el cual es una obra perversa de hombre, llena de un espíritu de anticristo y destrucción repentina. Debemos aprender a discernir el cuerpo de Cristo y desplegar una alabanza genuina sustentada en un espíritu adorador. Si volviéramos al evangelio genuino de Jesucristo, indudablemente este planeta cambiaría de una mejor forma a como la sociedad, en el conocimiento racional y caído, gobernado por el espíritu de Grecia, ha buscado hacerlo. Evidentemente, toda la creación gime a una con dolores de parto y espera la manifestación de los hijos de Dios, pero… ¿en dónde están esos hijos de Dios?, ¿en contiendas, chismes, resentimientos, luchas de poder, unos días en santidad y otros en pecado?, ¿en dónde están los hijos de Dios, si es que realmente son hijos, saliendo en rebeldía de sus congregaciones para plantar su congregación y buscar que Dios les bendiga cuando la raíz está torcida y plantada en rebelión y maldición, o como pastores y líderes, pateando a las ovejas cuando ya no tienen más lana para ser trasquiladas? Hemos olvidado que la Palabra de Dios dice: “Dios no puede ser burlado, todo lo que el hombre sembrare, eso cosechará” (Gal.6:7-8). Estamos actuando como aquéllas vírgenes insensatas que no compraron aceite suficiente para esperar la llegada del novio o como aquél individuo que enterró el único talento que le fue dado, porque les placía la comodidad, su parecer. Ese aceite fresco lo compraremos en medio de oración ferviente, ayuno y estudio de la Palabra de Dios, síntomas genuinos de adoración y alabanza, así como búsqueda constante e intimidad permanente con aquél que nos creó. La religión no sirve, el sectarismo es diabólico, la manipulación de los congregantes peor que suicidio. La nueva era es la herramienta del anticristo para engañar si fuera posible aún a los escogidos implantando métodos y sistemas humanistas, corrompidos, todos maquillados de piedad religiosa, siendo estériles en su fruto y provocando una brecha entre el hombre y Dios. Muchos pregonamos: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas Cristo vive en mi…” -Gal.2:20- y sin embargo, seguimos viviendo nuestras vidas egoístas sin atender a la agenda del Espíritu Santo, porque no hemos entrado a la revelación del Padre en plenitud, por estar adormecidos creyendo ser los ungidos de Dios. Es usted ministro o líder en alguna congregación. Este libro le llevará a exigirse más de lo que se imagina, pero en un espíritu y actitud de amor, humildad y mansedumbre y lo activará para provocar el cambio en usted, su familia, su congregación y región, porque Dios es vida y está en constante movimiento. Él le está llamando para que vuelva su camino hacia su Reino y deje de estar jugando a la “iglesita” y al “pastorcito” si es que se ha conformado a alguna rutina. Si se dice discípulo de Jesucristo deberá dar fruto digno del Rey de reyes, Jehová de los Ejércitos. Entrará a

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Las tentaciones de Jesús un tiempo de negarse a sí mismo hasta la muerte, una temporada de vivir para aquél que nos trasladó de las tinieblas a su luz admirable, si es que realmente ama a Dios y no ha buscado enriquecerse por medio del uso de la Palabra de Dios. Con Cristo no hay títulos, solo unción y poder bajo la obediencia a su autoridad. No hay otro camino; espero en Dios este libro lo sacuda como me ha ido sacudiendo a mi durante todo el proceso de preparación y escritura, trayendo a luz áreas obscuras en su vida que lo han hecho ineficiente para Dios en tiempos pasados, porque le ha dado lugar al diablo al jugar en su terreno, aún en momentos de vida cubiertos de “justicia religiosa”, que son los más peligrosos. El amor de Dios es tan grande que no permite sigamos cómodos en nuestra vana manera de vivir, aunque nos parezca idónea y satisfactoria, ya que debemos ir por los escogidos que aún se encuentran perdidos y esclavos en delitos y pecados lejos de la gracia y misericordia de Dios. Estamos en una etapa especial de la guerra espiritual debido a los tiempos proféticos que se están manifestando, aún cuando hay muchos siervos que niegan esta realidad, lo cual comprueba la veracidad de su existencia, pues el entendimiento de muchos ha sido entenebrecido. Formamos parte de la generación final, la generación del tiempo de la manifestación de la redención total por medio de Jesucristo, la cual culmina en su segunda venida. ¿Viene con Él o se queda? No importa si es hoy o en cincuenta o más años cuando ese evento se manifieste. Debemos morir juntamente con Cristo y a su tiempo resucitaremos a la final trompeta, porque así está profetizado. Es su decisión personal qué camino tomar. He visitado congregaciones diversas predicando sobre el primer libro que escribí, “La música y su gobierno espiritual” y he visto como hay un adormecimiento generalizado, un acomodamiento en espíritus religiosos y algunas congregaciones que se manifiestan medio vivas les falta un rompimiento de ataduras para que el Espíritu Santo se derrame con mayor poder, autoridad y unción y para vergüenza ante nuestro Dios, los pastores y líderes se encuentran muy enterrados en dogmas religiosos y legalistas, entrando en temor y recelo de todo mover que se sale de su forma de vida religiosa que adoptaron, todo porque no se discierne el cuerpo de Cristo. Otros caminan emocionados en cultos sensacionalistas o afanados en un evangelio de la prosperidad sustentado en ideas humanistas maquilladas de Palabra de Dios. ¡La iglesia de Jesucristo, la novia, necesita la llenura de Dios por medio del Espíritu Santo purgando tanto fuego extraño que se ha infiltrado!... estamos aún a tiempo de lograrlo. ¡Adelante, no sea cobarde! No basta con las pocas congregaciones que se han sintonizado con el mover del Espíritu Santo. El libro de revelaciones o apocalipsis hace el llamado a siete iglesias, no a una o a dos. Hace el llamado al ángel de cada iglesia, es decir, al pastor, no al título como en conveniencia para organizar el gobierno de la iglesia se cita en Ef. 4:11. El pastor es responsable ante Dios de la vida de las

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Las tentaciones de Jesús ovejas que tiene a su cargo. No podemos vivir a la ligera el ministerio ni por los hermanos ni por nosotros. Honremos a nuestro Dios desempeñando la tarea para la cual fuimos llamados. Es tiempo de dejar de enarbolar la bandera de “Cristiano”, cuando nuestra forma de vida avergüenza a Dios y pone en tela de juicio la eficacia del evangelio, porque no manifestamos fruto bueno en abundancia. Debemos convertirnos en discípulos íntegros y consistentes de Jesucristo para honra y gloria de nuestro Padre Dios. El discípulo es el que sigue a su maestro, en este caso, Jesucristo, porque hemos creído en Él y aceptado que es el unigénito del Padre por medio de la fe. El discípulo llega hasta el final caminando en su llamado para que el propósito de Dios a su vida sea manifiesto y cumplido, lo cual se va llevando a cabo a través de una renovación y transformación continua. Aún cuando la lectura del presente está al alcance de cualquier persona, está enfocado al cuerpo de gobierno de la iglesia de Jesucristo -Ef.4:11- y en segundo lugar a los congregantes que entienden que la médula vital del cristianismo es convertirse en discípulo de Jesucristo. Se pone una carga en el cuerpo de gobierno encargado de predicar la palabra e instruir al pueblo ya que es necesario sembrar la sana doctrina y llevarlos a la plenitud del Padre, llevándolos a romper cadenas espirituales de cautiverio anulando el yugo el diablo sobre individuos, familias y naciones para entrar a la plenitud de Cristo. Es una faceta de guerra espiritual estratégica que parte a nivel personal. Busca llegar y transformar a la imagen del Reino de Dios a los individuos, familias y territorios. Entonces, para servir a Dios debemos estar conscientes que es necesario equiparse con aplomo, ya que éste está relacionado con el carácter, y con éste, la capacidad de poder ser tierra fértil para manifestar el fruto del Espíritu Santo. El aplomo se refiere a la seguridad y serenidad que determina el actuar de los individuos. Es una actitud apacible y segura ante el conflicto y una situación comprometedora. Consiste en edificar sobre la roca, la cual es Jesucristo, teniendo tranquilidad y mesura de ánimo por confiar en aquél que nos llamó. Es creer en su Palabra, en Él. Esperamos este viaje sea de provecho para todo lector. Que nunca vuelva usted a ser el mismo, que Dios lo toque y transforme para gloria y honra de su nombre, santidad y plenitud.

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Las tentaciones de Jesús

Introducción La Palabra de Dios dice: “el principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.” -Prv.1:7RV60-. Afirmar que tener sabiduría es lo mismo que acumular conocimientos y utilizarlos para fines personales sustentados en nuestro criterio y conforme a nuestro juicio personal es un error grave. La sabiduría significa más que conocimiento, ciencia y prudencia humanas. Consiste en el conocimiento de la voluntad de Dios, obedeciéndola para que desarrollemos una vida conforme a su deseo. Entonces, viviendo en esta actitud conforme a Dios manifestamos el “temor de Jehová”, el cual no se refiere a miedo o pavor, sino a la actitud interna y externa que manifiesta gran reverencia que busca no desagradar a Dios desplegando honra a su paternidad y deidad. El que desprecia la sabiduría es calificado como necio por la Biblia; se convierte en fatuo. La Palabra de Dios dice: “22¿Hasta cuando, oh necios, amaréis la necedad? ¿Hasta cuando los burladores se deleitarán en burlas, y odiarán los fatuos la sabiduría?23. Volveos para oír mi instrucción, y derramaré sobre vosotros mi Espíritu, quiero enseñaros mis palabras” -Prv.1:22-23-. Cuando dejamos de escuchar al Espíritu Santo aún leyendo las escrituras y vivimos conforme a nuestro entender habiendo cesado en la oración o tomándola como algo común y rutinario, estamos despreciando la sabiduría; desacreditamos la verdad de la Palabra de Dios y actuamos como burladores, es decir, anulamos la veracidad y santidad de su Palabra. Nos sentimos seguros y satisfechos en nuestra propia opinión, alejándonos de Dios sin darnos cuenta, aún cuando sigamos sirviendo en el ministerio. Terminamos siendo prisioneros de espíritus religiosos. Perfeccionistas, legalistas, faltos de misericordia. Al volvernos fatuos, quedamos vacios de Dios y no manifestamos nada más de Él y venimos a ser como címbalo resonante, hueco, sin sentido. El libro de Sabiduría dice: “1Amad la justicia, vosotros, los que juzgáis la tierra. Sentid bien del Señor, y buscad con sencillez de corazón. 2Porque los que no le tientan le hallan, y se manifiesta a aquéllos que en Él confían. 3Pues los pensamientos perversos apartan de Dios, cuyo poder puesto a prueba redarguye a los necios, 4porque la sabiduría no entrará en alma maligna, ni habitará en el cuerpo sometido a pecado. 5El Espíritu Santo que la enseña, huye de las ficciones; se aparta de los pensamientos desatinados, y es repelido por la presencia de la iniquidad” -Sab.1:1-5 S.B.-. Es por ello que el Apóstol Pablo nos invita a renovar nuestro entendimiento por medio de la transformación de nuestra mente –Ro.12:2-. A través de la sabiduría de

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Las tentaciones de Jesús Dios caminamos en vida y verdad, porque en el Verbo esta la vida y la vida es la Luz de los hombres –Jn.1:4- y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros –Jn.1:9, 14– y por su obediencia al Padre, cuando caminó sobre este planeta, magnificó la sabiduría de Dios y se convirtió en el camino, la verdad y la vida para todos los escogidos de Dios que escuchan su voz y le siguen –Jn.11:25; Jn.10:27-30-. Todo nuestro ser, espíritu, alma y cuerpo debe volverse a Dios para que seamos llenos de la Sabiduría de lo alto y alejados del mal camino, siendo llenados de vida eterna y protegidos para no caer en las trampas del reino de las tinieblas, las cuales se manifiestan en múltiples facetas y cuando no las discernimos, somos atrapados y aprisionados en regiones infernales de cautiverio, de las cuales solo emana muerte y destrucción. La tentación es una carnada que excita nuestra concupiscencia y, a través de la seducción nos laza para ser llevados cautivos a las habitaciones de violencia que se encuentran en los lugares tenebrosos de la tierra, en donde uno queda atrapado en regiones de desolación y destrucción. Estas regiones de desolación y destrucción se encuentran asentadas en el valle de sombra de muerte, el cual es una región espiritual perteneciente al reino de Satanás, la cual analizaremos posteriormente. Por esto, la Palabra de Dios dice que la paga del pecado es muerte – Ro.6:23-, ya que estas regiones están comandadas por el principado de la muerte. Entonces, cuando tomamos la carnada entramos a un tiempo de cautiverio que se manifiesta con situaciones nefastas en nuestra vida, las cuales no sabemos o entendemos porque ocurren, provocando cielos cerrados, caminos de hierro, los cuales nos hacen desfallecer al vivir en desventura, maldición, destrucción, malas condiciones de vida en todas las áreas de nuestra existencia, enfermedades, etc. –Dt.28-. La muerte como principado y región está contra la vida de Dios y así se manifiesta, porque todo lo que sale de ella busca acabar con el fruto del Verbo eterno, el cual es Jesucristo, ya que se sustenta en iniquidad y rebelión generando pecado y cautiverio. Opera a través de contrataciones. Cuando despreciamos la sabiduría de Dios damos una patada a la vida y a la verdad que vienen de Él hacia nosotros a través del Espíritu Santo. Entonces, un espíritu de error empieza a dirigirnos y aunque en lo natural parecemos vivos, en lo espiritual estamos muertos, porque estamos separados de la fuente de vida que es Dios. Debido a esto vivimos en derrota continua en nuestra vida natural –Jn.15:5-. El reino de las tinieblas nunca podrá producir vida verdadera porque cuando Satanás fue arrojado del Reino de Dios fue despojado del poder para impartir el atributo de la vida divina, porque ésta se halla íntimamente asociada con la verdad y este arcángel, al rebelarse contra Dios, se convirtió en el padre de mentira, colaborador de la muerte,

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Las tentaciones de Jesús repudiando él mismo la verdad, la vida, la sabiduría, la santidad y el temor a Jehová, provocándose una separación de Dios y su Reino. Por todo esto expuesto entendemos que cuando pecamos, tomamos sus carnadas y nos aprisiona. La Palabra de Dios dice que el que peca es esclavo del pecado: –Jn.8:34; Gn.4:5-7; Ro.6:16; 2Pe.2:19; Jn.8:44; 1Jn.3:8; 1Jn.1:5-6-. Al menos hay dos factores iniciales en nuestra forma de vida, los cuales nos posiciona en una situación débil, vulnerable, fácil presa de la tentación: La tibieza espiritual y la ignorancia de la voluntad y conocimiento de Dios, factores por los que entramos en esclavitud y cautiverio espiritual. Estos estados espirituales se hallan asentados en nuestro corazón y operan a través de la mente afectando nuestra conducta y todo nuestro entorno de vida, porque nuestra alma es llevada en cautiverios. Cuando Caín trajo su ofrenda a Dios no fue aceptada y la escritura dice que Caín se ensañó en gran manera y decayó su semblante: Gn.4:5-7. La obstinación y el pecado nos mantienen ciegos a la verdad de Dios, atorados en la realidad pasajera de nuestro vivir en el mundo, en el cual actuamos tomando decisiones de acuerdo con nuestro parecer, traumas, heridas y frustraciones. El pecado se enseñorea de nosotros y en nosotros cuando vivimos con este estilo de vida, independientes de Dios, su sabiduría y voluntad, lo cual nos lleva a ser “sabios en nuestra propia opinión”, que es igual a vivir en tibieza espiritual. Tengamos en cuenta que un factor que refuerza la tibieza espiritual es la ignorancia del conocimiento de Dios, es decir, el desprecio a la Sabiduría de Dios -Os.4:6-8-. La ignorancia se refiere a una falta general de instrucción o conocimiento acerca de una materia o asunto determinado(I). En Oseas 4:6-8 dice: “6Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos. 7Conforme a su grandeza, así pecaron contra mi; también yo cambiaré su honra en afrenta. 8Del pecado de mi pueblo comen, y en su maldad levantan su alma” (Énfasis añadido). Este pasaje no dice que no se tenga conocimiento, si no que faltó y al estar en esta condición se camina en ignorancia en áreas de nuestra vida, pecamos y caemos en iniquidad que provoca que la maldad se dé a luz. La ignorancia inició por desechar el conocimiento de Dios y olvidar su ley, lo cual se traduce en desechar la sabiduría de Dios. En este tiempo, el diablo y el sistema del mundo han sumido a la iglesia en un estado de ignorancia similar a lo descrito en este pasaje y sus ofrendas no son aceptas a Dios para un gran sector del “cuerpo de Cristo”, porque sustentados en su honra como hombres, se empeñan en su

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Las tentaciones de Jesús manera de vivir, ignorando a Dios aún cuando de labios dicen honrarlo – Is.29:13; Mt.15:7-9-. Muchos de los que lideran las congregaciones se hacen sabios en su propia opinión creando y estableciendo doctrinas personales como verdades infalibles, acosta de la veracidad y pureza del evangelio de Jesucristo, anulando su eficacia, pero escudándose en él para sus fines personales y de grupo, argumentando que son los únicos poseedores de la verdad, criticando, anulando y condenando a otros hermanos y ministerios. Gran cantidad de individuos han hecho creer al pueblo que el conocimiento secular es importante para ser apto en un trabajo u oficio honroso en el ministerio y servicio a Dios y han integrado seminarios y completos programas teológicos y filosóficos sin considerar primariamente la sabiduría y el conocimiento de Dios que se obtienen a través de la oración e intimidad con Él, y perecen por falta de conocimiento porque se sustentan en el criterio y entendimiento humano, los cuales son limitados y sujetos a error. La ignorancia del conocimiento de Dios y el desprecio a su sabiduría es un bastión eficaz del infierno que provoca que los individuos sean inefectivos en la verdad de su Palabra, llevándolos a desánimo y destrucción, destruyendo la fe, porque al envolverlos en ella los ha hecho grandes a sí mismos y han pecado contra Dios, creando más iniquidad y alimentando la concupiscencia a través de enseñanzas alejadas del verdadero evangelio de Jesucristo. Por ello, en la actualidad existen diversas corrientes religiosas que usan la Biblia como arma para sus fines de control, más no en forma correcta, convirtiéndose en sectas. Otros canales que provocan ignorancia en los individuos son la nueva era y algunos brujos y espiritistas que también utilizan la Palabra de Dios para sus fines corruptos. Tener ignorancia de la Palabra de Dios se aplica en dos sentidos: 1)

Desconocimiento total de la Palabra de Dios y por consecuencia de sus promesas y voluntad, ó

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Ignorar la palabra misma de Dios aún conociéndola, que es lo que activa y da a luz la tibieza espiritual cuando se pretende utilizarla para fines personales y en apóstatas cuando se desecha.

Embotados en sus razonamientos, se han endurecido al conocimientos de Dios y a la revelación del Espíritu Santo y la prueba de ello es que no lo aceptan; sin embargo, si son capaces de aceptar los

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Las tentaciones de Jesús “dotes de adivinación” de brujos y hechiceros y de esperar milagros de imágenes abominables. También, dentro del caminar ministerial he escuchado a varios predicadores decir que los milagros y sanidades ya no son para este tiempo cuando Jesús mismo dijo: “15… id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. 16El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. 17Y éstas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos y sanarán” -Mc.16:15-18-, y aunque muchos predican, anulan la eficacia del evangelio de Cristo, desechando y desacreditando lo que dice el versículo diez y siete, aún cuando está escrito en presente continuo, condenando a quienes fluyen en la manifestación de éstas señales, operando como sacerdotes del diablo en lugar de sacerdotes de Jesucristo, porque al señalar a otros ignorando la verdad de la Palabra de Dios se vuelven diablos, acusadores. Bien dijo el Apóstol Pablo en el libro de Gálatas, capítulo uno, versículos seis al diez: “6Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. 7No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. 8Mas si aún nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. 9Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema. 10Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo”. Por causa de la tibieza espiritual, ¿cuantos se encuentran caminando fuera del camino verdadero creyendo estar en lo correcto? Con toda honestidad y sinceridad, es decir, siendo íntegros frente a Dios, además de valientes, examinando nuestro corazón y actos, ¿en dónde nos encontramos parados: como discípulo de Jesucristo o como anatema? Recordemos que Dios no puede ser burlado. La ignorancia inicia cuando desechamos el conocimiento de Dios revelado a través del Espíritu Santo y nos olvidamos de su ley. Es decir, despreciamos su sabiduría y dejamos de discernir el cuerpo de Cristo, tomando como verdad cualquier viento de doctrina.

Entonces, la tibieza espiritual viene como resultado de la ignorancia o falta de conocimiento de Dios y su sabiduría, creyendo que

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Las tentaciones de Jesús ya se conoce lo suficiente y tomando dicha “sabiduría” como regla y dogma para “caminar” con Dios, una situación aberrante que nos aparta de su corazón. Después de la tibieza viene la dureza de corazón y viene la herejía y la apostasía. La palabra tibieza hace referencia a tibio que significa indiferente, poco vehemente o afectuoso(I). La tibieza espiritual cobija a espíritus religiosos de poder, control y sectarismo, así como a espíritus inútiles como Moab y Tabel. Todos llevan a los individuos a vivir una religión, ligando una regla con otra sin sentido ni resultado, solo por costumbre o tradición, viviendo alejados de la verdadera bendición que viene de Dios. Debemos erradicar de nosotros toda raíz y semilla que da oportunidad de operación y manifestación en nosotros a la tibieza espiritual, para desarticular la influencia que tiene el reino de las tinieblas sobre nosotros a través de este canal. También es necesario llegar al conocimiento y entendimiento de las características y operaciones de los dos árboles fundamentales e importantes que estuvieron en el Jardín de Edén en la creación: El “árbol de la vida” y el “árbol del conocimiento del bien y el mal”, así como todo lo que se desencadena cuando tomamos del fruto de uno o del otro. Entenderemos la importancia de tener la correcta cobertura espiritual de parte de Dios a nuestra vida. Entraremos al conocimiento de tres potenciales enemigos del hombre y al llegar al final del libro tendremos los elementos necesarios para movernos dentro del fuego del Espíritu Santo en auto liberación, si es que nos hemos negado a nosotros mismos tomando nuestra cruz para seguir a Jesucristo como discípulos aprobados y respaldados por Él, no por hombre. En el tomo segundo entraremos al conocimiento del Reino de Dios y su plenitud en nosotros. Cuando se hayan puesto los fundamentos necesarios de quienes somos en Cristo y fuera de Cristo, estaremos listos para derrotar la tentación totalmente cada vez que nos sea presentada, derribar fortalezas, romper ataduras y caminar como dignos hijos de Dios perseverando en modelar a Jesucristo, sostenidos por la Gracia y Misericordia de aquél que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable. Mi anhelo es que entienda la revelación presentada en este libro como una guía y herramienta de ayuda y, recurriendo a las escrituras con un espíritu enseñable y de oración sea lleno de vida por medio del poder de la resurrección a través del Espíritu Santo, edificado en la Palabra de Dios. Entonces podremos ser instrumentos útiles en las manos de Dios para establecer su Reino en nuestra tierra, destronando a Satanás y su imperio de muerte y destrucción del territorio que Dios nos dio por heredad y que recuperó en la cruz del Calvario, en donde fue entregada la

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Las tentaciones de Jesús vida de su unigénito hijo y derramada su sangre para el perdón de pecados y rescate de muchos, quitando toda llave a Satanás y llevando cautiva la cautividad. No minimice lo que Dios ha traído a su vida a través de este libro y lo que el Espíritu Santo quiera hacer en ella y estudie con espíritu humilde, con oración y ayuno las escrituras las cuales son nuestra norma, guía y principio de fe en nuestro Padre Celestial. Espero en Dios que este trabajo sea herramienta para encender la llama del avivamiento personal, familiar y congregacional para gloria y honra a nuestro Dios, Jehová de los Ejércitos, mi Jehová Tsur, mi roca fuerte.

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Las tentaciones de Jesús

1. La tibieza espiritual En la introducción anotamos que tibieza hace referencia a tibio que significa poco vehemente o afectuoso. Incluye a la inutilidad y mediocridad, al conformismo, la pasividad. El acomodamiento existencial es medido con el rango de conocimientos que consideramos suficientes para vivir, creando un entorno de vida estático sustentado en nuestro criterio personal, siendo en algunos casos, zagas y tramposo. Dios mismo le ha llamado “tibieza espiritual” a esta forma de vivir. La tibieza espiritual establece un estado del corazón en el cual las personas son posicionadas como inefectivas en el Reino de Dios, no eficaces, inútiles, sin capacidad de producir vida a la manera de Jesucristo, razón por la cual son desechados, porque se aferran a su conocimiento y punto de vista, ya que están nulificados en una prisión de menosprecio y depresión, atrapados en celdas de arrogancia y poder, no considerando la voluntad de Dios. No se trata de doble ánimo el cual se describe como inconstancia en todos sus caminos, como el movimiento de la ola de mar. La tibieza espiritual manifiesta una enfermedad grave del alma la cual corrompe al espíritu, considerándose que como hombre él es dios, en tanto que el doble ánimo es una falla en el carácter que no permite que una persona sea firme en la toma de decisiones, debilitando o anulando la fe y frustrando los anhelos, sueños y deseos del individuo. Manifiesta una falta de identidad. Santiago 1:5-8 dice: “5Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. 6Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la ola de mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. 7No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. 8El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos”, Santiago 4:7-8 dice: “7Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo y huirá de vosotros. 8 Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones”. El hombre que vive en tibieza espiritual no se acercará a Dios a pedir sabiduría, porque piensa que con la que tiene es suficiente. No tiene fe porque opera con la certeza de su conocimiento. No es inconstante en sus caminos como el que está atrapado en doble ánimo, porque está definido y seguro en su posición autosuficiente. No se somete a Dios y al aferrarse a su parecer personal sirve al reino de las tinieblas que es rebelde desde su origen, aún cuando esté ignorante de este hecho. No limpia sus manos, sino que a cada paso y acción las mancha con mayor iniquidad. Cuando el corazón de un individuo está aprisionado en la habitación de la tibieza espiritual también empieza a manifestar una actitud justiciera, de juez;

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Las tentaciones de Jesús abre la puerta y da entrada al espíritu fariseo, condenando todo lo que no se hace conforme a su criterio y “sabiduría”. Al hombre de doble ánimo, Dios no le hace un llamado directo a acercarse a Él para adquirir oro refinado y colirio para su vista espiritual. Al indicar que es inconstante en todos sus caminos se nos indica que está dominado por inseguridad, temor, dudas, lo cual es una falta de carácter, de firmeza; una vida dominada por espíritus de temor. La invitación a que purifique su corazón tiene como finalidad que todas las dudas, temores e inseguridades se las entregue al Padre y éste le provea de ánimo nuevo. Purificar el corazón nos permite participar de las bienaventuranzas de Dios, pues al purificarlo adquirimos un espíritu pobre del mundo y estamos preparados para ser llenados por el Espíritu de Dios. La Palabra dice: “2Bienaventuradoslos pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos; 8Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios”. (Mt.5:2,8). El hombre de doble ánimo si se acerca a Dios tendrá por herencia el Reino de los cielos y verá a Dios, en tanto que al hombre en tibieza espiritual le dice: “… te vomitaré de mi boca…”. Aunque ambos casos tienen oportunidad de volver a Dios, el trato divino hacia cada personalidad es diferente. En Ap. 3:14-18 dice: “14Y escribe al ángel de la iglesia de Loadicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios dice esto: 15Yo conozco tus obras, que ni eres frio o caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! 16Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. 17Porque tú dices: “Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. 18Por tanto, yo te aconsejo que de mi compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio para que veas.” (Énfasis añadido). El corazón de doble ánimo solo necesita confesar su pecado, su posición y condición, para que la sangre de Cristo lo limpie y sea restaurado viviendo Ro.12:2, en tanto que al atrapado en tibieza espiritual requiere quebrantamiento de las fortalezas mentales y la dureza de corazón dada a luz por estas estructuras mentales y espirituales, las cuales lo han posicionado en resistir a Dios y su sabiduría. Adquirir oro refinado en fuego implica entrar a proceso de purificación y trituración para que toda impureza, producto del reino de Satanás, sea extirpada del corazón tibio. Este sacrificio debe ser vivo con una renovación de corazón y mente continua. Manifestar humillación bajo la mano poderosa de Dios y morir al yo. Implica nacer a misericordia y piedad. Cuando Dios dio el mensaje a la iglesia de Loadicea reveló las raíces de la tibieza espiritual:

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Las tentaciones de Jesús 1)

Consideración de sentirse rico, es decir, satisfecho y pleno por lo que se tiene hasta ese momento, razón por la cual se llega a la conclusión de plenitud, que no hace falta nada. Por tanto cesa el esfuerzo por buscar lo nuevo de Cristo y el Padre. Nos acomodamos en lo que tenemos y lo convertimos en regla y ritual. Caminamos en nuestro propio criterio y buscamos meter a Dios en este molde. Abortamos el Reino, el conocimiento y la sabiduría y articulamos una religión que es muerta y estéril, aunque sea sensacionalista.

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El sentir interno y hasta la convicción de haber conseguido la riqueza en su habilidad personal, en su capacidad, en su esfuerzo: “me he enriquecido”, haciendo referencia al “yo”, al ego, posicionándose en una actitud de independencia en todos los sentidos en donde la destreza, capacidad y fuerza personales son los ejes existenciales en los cuales se mueven los individuos sin Dios.

En la actualidad, dentro de las congregaciones, ¿cuántas personas hay que piensan, dicen y están convencidas que son ricos, plenos y dichosos, tal como la iglesia de Loadicea y se han acomodado a una forma de vida que se desarrolla en su criterio personal, abriendo la puerta a la carnalidad religiosa?... “no tengo necesidad de nada más porque ya soy salvo, no debo esforzarme en nada. Dios hace todo. Si peco, Dios me perdona”, etc. y aunque nos perdona, la motivación de nuestro corazón es incorrecta; “conozco tanto de la palabra -aunque no la vivo-, que no tengo necesidad de nada más”; “voy a la iglesia y eso basta”. Actitudes, pensamientos y expresiones como éstas son indicios de estar viviendo en tibieza espiritual. Cuando hemos llegado al punto de conformarnos con lo que sabemos de Dios, de su palabra, creyendo en nosotros que es nuestra plenitud de riqueza entramos a la habitación de la tibieza espiritual. En esta región no hay más prosperidad bajo la gracia de Dios, si es que se puede considerar prosperidad lo que se obtiene en ésta zona y condición. Por el conocimiento, esa riqueza que tenemos de parte del mundo, concluimos como deben ser los métodos del culto y como debe ser el sistema de comportamiento de los congregantes para que vivan en “santidad” -obras muertas-. Operamos en obras en lugar de fe. Somos nosotros y no el Espíritu Santo quienes determinamos todo el sistema de operación de la congregación, de nuestra vida y de la vida de las personas y entonces, buscamos que Dios nos respalde y bendiga. Nos volvemos sectarios y arrogantes. ¡La Palabra de Dios dice que somos salvos por medio de la fe en Jesucristo, no por obras para que nadie se gloríe! Obras,

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Las tentaciones de Jesús penitencias, mandas, juramentos a “santos” o a individuos, tantos vicios ocultos. Todos estos son síntomas de tibieza espiritual y encontramos presentes y manifiestos espíritus religiosos, idolátricos y de hechicería Ro.3:20, 28; 4:1-8-, todos espíritus de control los cuales nos posicionan como “sabios en nuestra propia opinión”, entronando al ego y desechando todo conocimiento de Dios. Pensamos que lo que tenemos y hacemos de ritual en el culto es suficiente para agradar a Dios con nuestra riqueza y eso le ofrendamos; actitud y posición tan falsa y aberrante que nos posiciona fuera de Él por el espíritu de independencia y egoísmo que cobijamos y alimentamos con esta forma de vida. Toda obra basada en auto exaltación, aún encubierta de “humildad”, fundamentada en nuestras consideraciones de conocimiento, es una obra muerta, no de fe y es indicio de la existencia en el corazón de alguna raíz de tibieza espiritual, manifestación de iniquidad y maldad en nuestro corazón. Oseas 12:8 dice: “Efraín dijo: ciertamente he enriquecido, he hallado riqueza para mí; nadie hallará iniquidad en mi, ni pecado en todos mis trabajos”. Obras conforme al entendimiento humano, rasgos de tibieza espiritual de acuerdo a lo que se describe en Apocalipsis 3:14-18. Los logros de Efraín lo envanecieron y determinó su estatus de pureza en función de éstos concluyendo que sus acciones y éxitos lo hacían íntegro, libre de iniquidad y pecado, error grave porque el estándar de Dios es el corazón puro y confiado en Él. Contrito y humillado. El conocimiento racional del hombre le hace concluir en su corazón que con sus condiciones de éxito material está pleno, que no le hace falta nada. No considera a Dios en sus caminos o quiere encuadrarlo a su criterio humano, pensando que se va a ajustar a su sentir y personalidad. En la habitación de la tibieza espiritual nos encontramos conviviendo cara a cara con la idolatría, con espíritus de religión, de dogma, sectarios de acusación y juicio, así como de anticristo. Cuando Caín trajo su ofrenda a Dios no le presentó honra a través de ésta, sino que manifestó la presencia de tibieza espiritual. En apariencia la ofrenda de Caín y Abel eran de la misma calidad, pero no fue así. Abel trajo de lo mejor de su ganado, el cual se obtiene como producto de apareamiento entre ellos, de acuerdo al designio que Dios determinó en su creación, sombra del sacrificio de Cristo y de que se necesita derramamiento de sangre para remisión de pecado y Caín del producto del campo, pues él se dedicó a la labranza, es decir, a transformar la tierra para el cultivo, y la Palabra dice que el altar (y la ofrenda) no debe labrarse. Existe una diferencia entre tener ganado y labrar la tierra. Para labrar la tierra se

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Las tentaciones de Jesús requiere del conocimiento del hombre y que este meta su mano para que se transforme y esté lista para poner la semilla. Se requiere de conocimiento y al producir fruto, la semilla, la calidad del producto, queda determinada por el trabajo sobre la tierra de quien cosecha. Está sujeto a lo que la vista natural y el entendimiento concluye es bueno. De Efraín, Dios dijo: “me rodeó Efraín de Mentira…” (Os.11.12). Efraín determinó que era rico por el conocimiento que acumuló y en su propia opinión se exaltó a si mismo. Su criterio estableció la calidad de su relación hacia Dios, pecando, errando el blanco y produciendo y viviendo en mentira, en justicia propia. El orgullo y la autocomplacencia condicionan la mente y el corazón para actuar y vivir en tibieza espiritual. Rompe nuestra comunión con el Espíritu Santo alejándonos de Él porque ya no tomamos atención a su voz y, por consecuencia, nos alejamos del corazón de Dios. Entonces, por el conocimiento racional humano que tenemos de Él, creamos ritos, actos de culto que son obras muertas, porque no tienen vida y verdad de Él en ellas, aunque pensemos que sí, debido a que mencionamos la palabra Dios en el rito. Se vuelven obras de mentira, aunque por el colorido con el que las rodeamos creamos que tienen la vida de Dios. Efraín se volvió rico en su propia sabiduría y empezó a “adorarse a él mismo”, es decir, idolatrarse, entrando en el estado de tibieza espiritual. Esta condición nos lleva a confiar en nuestros juicios personales, considerándolos como veraces e inconmovibles. Esta actitud nos lleva cautivos a prisiones espirituales como son: impiedad, injusticia, retención de la verdad (Ro.1:18), deshonra a Dios, envanecimiento en el conocimiento personal, corazón necio que es entenebrecido (Ro.1:21), necedad (Ro.1:22), idolatrías (Ro.1:23,25), inmundicia (Ro.1:24), deshonra del cuerpo como homosexualismo, lesbianismo, bestialismo, necrofilia y cosas similares (Ro.1:24, 26-27), fornicación, perversidad, avaricia, maldad, envidia, homicidios, contiendas, engaños, malignidades (Ro.1:30-31, 2Ti.3:2-9) y cosas parecidas a estas, de las cuales está escrito que quienes las practican no heredarán el Reino de Dios porque están atados a regiones infernales de cautiverio, con la consciencia cauterizada y el corazón endurecido. Efraín tropezará con su pecado: Soberbia, (Os.5:5). Junto con Efraín. Israel y Judá prevaricaron. La tibieza espiritual arrastra a los que nos rodean porque contamina y corrompe la consciencia y se establece en el corazón. Al ser sabios en su propia opinión cayeron en abominaciones, crearon iniquidad, fortalecieron su concupiscencia. De Efraín, la palabra dice que se prostituyó, que tiene espíritu de fornicación, no conociendo ya a Jehová, (Os.5:2-4). Efraín vivió actuando en tibieza espiritual y la palabra de Dios dice que quiso andar en vanidades (Os.5:11), en su

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Las tentaciones de Jesús riqueza, en su parecer de la vida, de la existencia. La tibieza lo apartó del camino de Dios y lo llevó al camino de Asiria, siendo infructífero todo lo que hizo por sanar su enfermedad, ya que seguir el camino de Asiria implica ser cruel, despiadado, destructor, explotador, opresor, provocando conflictos, riñas en todo momento como una estrategia para controlar a las demás personas, esto por concluir que estaban amenazados en su forma de pensar y actuar(a), ya que estas características formaban parte de la personalidad de Asiria como pueblo que destruye y oprime. -Os.5:11-13-. Con el reino de tinieblas no hallaremos sanidad, libertad ni vida, porque somos cautivos de pasiones desordenadas que creemos son correctas y admisibles para vivir. Espíritu proviene de las palabras “ruaj” y “pneuma”. “Ruaj” se refiere a viento y movimiento de este así como a coraje y temperamento. También hace referencia a la intención de la mente, a la disposición o temperamento de alguna persona “para hacer algo”, y “pneuma” denota al viento, relacionado con “pneo”, respirar, soplar; también aliento. Este viento puede ser suave o agitado. Derivado de la definición tanto en Hebreo como en Griego, espíritu se refiere a coraje ó fuerza para hacer algo, ímpetu en una o varias acciones, inclinación, actitud, motivación, comportamiento. Como ejemplo tenemos la reacción al miedo, manifestación de un espíritu de temor. Todo lo que está asentado en el corazón determina la calidad de este “pneo”. En la sección citada de Ap.3:16-18, en una parte cita: “…Como no eres ni frío ni caliente, sino tibio, estoy por vomitarte de mi boca”. (NVI). El aliento, la palabra, sale por la boca. Ésta es parte del cuerpo que en lo físico tiene la función de recibir el alimento para ingerirlo. Hacia el exterior, emite palabras que deposita en el ambiente cuando afecta el aire. En ambos sentidos genera vida. En la boca se encuentra la lengua, la cual está dotada de las papilas gustativas. Cuando un alimento o sustancia que ingresa al cuerpo a través de la boca es nocivo para la preservación de los sistemas vitales del cuerpo, amenazando su existencia, el cuerpo en inmediato activa el mecanismo de expulsión. Podemos concluir que todo lo que el cuerpo desecha de esta forma está codificado como: “veneno”, “nocivo”, “inservible”, “altamente peligroso”. El corazón determina la calidad de lo que sale de nosotros hacia el exterior y la lengua es el aparato que determina el establecimiento de palabras; el antídoto para lo nocivo que sale de nosotros es el arrepentimiento y la conciencia limpia. Mt.12:33-37 establece que de la abundancia del corazón habla la boca. Reflexionemos sobre las siguientes citas: Mt15:11 dice: “lo que contamina a una persona no es lo que entra en la boca sino lo que sale de ella”.

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Las tentaciones de Jesús Mt.15:18-20 dice: “18pero lo que sale de la boca viene del corazón y contamina a la persona, 19porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, la inmoralidad sexual, los robos, los falsos testimonios y las calumnias. 20Estas son las cosas que contaminan a la persona, y no el comer sin lavarse la manos”. Mt.5:37 dice: “Cuando ustedes digan “sí”, que sea realmente “si”; y cuando digan “no”, que sea realmente “no”. Cualquier cosa de más proviene del maligno”. Dios creó todo con el poder de su Palabra –Jn.1:1-18; Gn.1:1-31 -, y el hombre, al haber sido creado a su imagen, conforme a su semejanza –Gn1:26- nos dotó del poder de la palabra con la misma capacidad para crear. Nuestra vida está determinada por la calidad de lo que hablamos, porque lo que hablamos está impregnado de nuestro estado del corazón y éste determina nuestra posición en alguno de los reinos mencionados. Cuando la caída del hombre ocurrió en el Jardín del Edén, en la raza humana fue implantada la maldad. A partir de ese momento el ser humano tuvo frente a su vida dos opciones de reino a servir: Reino de Dios ó reino de las tinieblas. Vida ó muerte, santidad ó maldad. Dios o Satanás, caliente o frío. Si se está viviendo en el calificativo “caliente” se tiene la certeza de estar sirviendo al Reino de Dios. Si se opera en el calificativo “frío” es claro que se sirve al reino de Satanás y se vive en esclavitud del pecado, atrapado en la iniquidad, produciendo maldad, estando sojuzgado por este reino por el pecado que practicamos. Cuando uno está en este estado, se tiene la posibilidad de ser redimido por Dios a través su misericordia para activar la regeneración. El “tibio espiritual” no está comprometido en servir a un reino en particular, sino que busca servirse de los dos para obtener su provecho, su “riqueza”. Cuando alguien se acomoda en la tibieza espiritual, en automático se posiciona como “desecho”, “inservible” para ambos reinos. La Palabra de Dios dice: “17Dices:<<soy rico; me he enriquecido y no me hace falta nada>>…”. (Ap3:17a). Dios está hablando a su cuerpo, la iglesia de Loadicea, dirigiéndose al pastor como cabeza, pero su Palabra cubre hasta el menor hijo de esa casa. Entonces, quien está en tibieza espiritual es un individuo que conoce la Palabra de Dios, al menos en el conocimiento racional, no en el espíritu, utilizando su fuerza y criterio para servirse de ella, pero la mezcla con sus maneras de pensar, sus hábitos de vida, tradiciones y costumbres, así como los deseos de su corrupta vida pasada. Se vuelve en inservible, ineficaz para operar conforme a la naturaleza del Reino de

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Las tentaciones de Jesús Dios. Es como un tumor canceroso dentro del cuerpo que altera el correcto funcionamiento del mismo y termina matándolo en una destrucción lenta. A tiempo debe ser desechado para que no pudra el corazón del hombre y termine matándolo espiritualmente. El tibio espiritual no produce fruto digno de arrepentimiento ni honra a Dios en forma alguna, pero tampoco se define a participar abiertamente del reino de Satanás, por lo cual tampoco es de utilidad a este reino caído porque busca utilizar ambos reinos para su fin personal, de acuerdo con su criterio y obtener lo mejor de ambos, sin sacrificio. Desde estas consideraciones de análisis, la frase: “…estoy por vomitarte de mi boca” pone de manifiesto una condición peor que ser nefasto y soez. A continuación voy a anotar una descripción figurativa de la gravedad que encierra la frase citada del pasaje de apocalipsis en cuestión: El estómago es el sitio en donde se procesa todo lo que ingresa al cuerpo a través de la boca. Cuando ha sido descompuesto para separar los nutrientes útiles al organismo lo sobrante continúa siendo procesado para ser desechado del cuerpo como eses fecales, las cuales aún sirven como abono a la tierra, siendo este desecho del cuerpo útil a la creación. Cuando una sustancia ingerida al estómago o solo en la boca es expulsada del cuerpo en forma de vómito, indica que tiene elementos nocivos para el medio en donde iba a colocarse, por lo cual es desechada. No le es dada oportunidad alguna de operar en el sistema. El proceso de vómito lleva implícitas reacciones de asco y repulsión. Esto implica que la sustancia expulsada no tiene oportunidad alguna de ingresar al sistema en ningún momento ni en forma alguna legal. Traslademos esta descripción a la esfera espiritual: Ser tibio espiritual nos convierte en individuos vomitivos, es decir, de desecho, sin oportunidad alguna de ingresar al Reino de Dios una vez que hemos sido etiquetados en esa categoría por el Espíritu de Dios. El tibio espiritual es un “creyente acomodado en sus convicciones sobre la norma santa de Dios”, utilizando la Palabra de Dios para sus fines personales. Tampoco sirve adecuadamente en el reino de las tinieblas porque utiliza el conocimiento de la Palabra de Dios que tiene para sojuzgar al reino de tinieblas a sus intereses personales, pero busca gozar de ciertos beneficios de este reino caído, por lo cual también son vomitivos para Satanás. ¿Capta la gravedad del asunto?... Dios determinó que todo lo que no forme parte activa y santa de su Reino será instalado en el lago de fuego pero la antesala previa a este lugar de fuego eterno y castigo es el infierno; entonces, el tibio espiritual será puesto en el infierno, pero al no ser útil allí será hoyado por el más vil y bajo de los demonios y toda hueste. Se ha convertido en execrable. ¿Puede captar la condición ruin del tibio espiritual al convertirse en

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Las tentaciones de Jesús desecho en medio de lo reprobado de Dios para ser pisoteado? Es una condición indigna y abominable que cuando es condenada por Dios no tiene retorno después que se han hecho oídos sordos a su llamado al arrepentimiento y la transformación del corazón y la mente. El apóstata y el hombre de doble ánimo se engendran en los tibios espirituales. Efraín, descrito en el libro del profeta Oseas, es un ejemplo de tibieza espiritual. Os.12:8 dice: “Efraín dice con jactancia: ¡Cómo me he enriquecido!, ¡he amasado una gran fortuna! En todas mis ganancias no encontrarán que haya pecado en algo”… seguro en su propia fuerza, pero no sujeto a Dios, mas sí religioso. Os.11:12a dice: “Efraín me ha rodeado de mentiras, y el reino de Israel de fraude”; Os.4:8 dice: “El pecado de mi pueblo es su comida; se regodean en su perversidad”. El tibio espiritual busca su comida, no la comida de Dios que es su Palabra viva y eficaz. Utiliza la Palabra logos de Dios para mezclarla con sus pasiones y pensamientos; de esa manera crea su comida, y al comerla, se regodea en su perversidad. ¡Hay codicia en él! El tibio espiritual se descarría al tomar una tendencia continua a prostituirse adoptándolo como costumbre y hábito, que llega el momento en que ya no se da cuenta de su estado espiritual –Os.4:12-. Vive en adulterio continuo –Os.4:13-14, 18; 5:3; Mt.5:28-. Como resultado de todo esto, el tibio espiritual justifica su posición en argumentos de mentira y error envueltos de ritos religiosos y reglas rígidas para seguir posicionado en su estatus de dominio y poder. La vestidura que le pone a su mundo y conducta de religión y piedad la manifiesta como si fuera verdad pero despliega un manto de ceguera espiritual en él y los que le siguen. ¿Cómo puedo identificar si en mi hay semillas de tibieza espiritual, estando a punto de convertirme, en lo espiritual, en agente vomitivo?... <<Dices: “soy rico, me he enriquecido y no me hace falta nada…” (Ap.3:17a, Os.12:8). Cuando el individuo se siente seguro de sí mismo, orgulloso de los logros que ha tenido, vanagloriándose en sus conocimientos y habilidades, manifiesta la existencia y operación en su ser de fortalezas mentales comandadas por el espíritu de Grecia, creyéndose el dios de su vida, estableciendo aún su sistema religioso a través del cual sigue controlando todo lo que entra en interacción con él. Se convierte en tierra fértil para que toda semilla de tibieza espiritual produzca fruto. Quien es susceptible de estar operando en esta condición, aún cuando se considera pleno, Dios revela su condición real: “…pero no te das cuenta de que el infeliz, y miserable, el pobre, ciego y desnudo eres tú” (Ap.13:17b). Infeliz: Se afana tanto en conseguir logros y cuando los tiene, su felicidad se esfuma y vuelve a buscar qué conquistar, todo envuelto en afán buscando llenar sus vacíos espirituales. Es infeliz porque no tiene identidad estable y definida en Cristo Jesús y todo rasgo de identidad que

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Las tentaciones de Jesús manifiesta se encuentra fundamentado en estereotipos sociales y costumbristas, en tradiciones, en principios educacionales y culturales, además de eventos traumáticos y dolorosos en su vida. La infelicidad en el hombre se manifiesta porque se carece del gozo de Dios a través del Espíritu Santo. No hay paz ni saciedad. Se vive con muchos conflictos personales, frustraciones, fracasos, insatisfacciones en todas las áreas de su vida. Jesucristo le dijo a la Samaritana: “…Si conocieras el don de Dios, y quien es el que te dice: Dame de beber, tú le pedirías, y Él te daría agua viva… mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”. (Jan4:10, 14). Cuando Cristo no está en nosotros somos los seres más infelices del mundo. Pobres, ciegos y desnudos es la condición sin Cristo. Miserable: Se define como de escasa cuantía o valor, malvado, perverso. Un resultado de la infelicidad es participar en actos malos, ruines, para lograr sus fines personales corruptos. Por ello se es miserable. El corazón y los ojos están llenos de adulterio y fornicación, deslealtades, mentira, traición, homicidio, etc. Pobre: Ser pobre es tener carencia de todo; aún teniéndolo no se posee, se esfuma. Entonces, todos los logros obtenidos no abundan, no rinden fruto, se esfuman, o si se logran retener, deterioran la salud o provocan conflictos, esfumándose al final, dejando destrucción y desolación en la vida. Ciego: El conjunto de factores anteriores provoca afán, descuido y se cae en ceguera espiritual que aturde el entendimiento empezando a tomar decisiones incorrectas alejándose de Dios, porque se vela el entendimiento de su Palabra. No tener visión y cordura son algunos síntomas de la ceguera espiritual. Desnudo: Todo el conjunto de factores anteriores operando en la personalidad del individuo lo colocan en una actitud egocéntrica, estéril espiritualmente, alejado de Dios, centrado en sus caprichos y afanes y carente de protección de Dios. Sin cobertura, desnudos, porque el Espíritu Santo está lejos de ellos. Cuando uno vive en el Espíritu, manifestando el testimonio de Cristo, Dios, el Padre, nos arropa con un manto de protección. Entonces, la separación de Dios provoca desnudez (Gn.3:6-7); el pecado provoca desnudez porque nos pone fuera del cobijo de Dios, estado contrario al que describe el salmo 91:1-16. Estar inmersos en la presencia de Dios nos viste de su presencia y destruye toda fortaleza. La unción pudre el yugo – Is.10:27 - . Estar fuera de la presencia de Dios provoca el contristar del

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Las tentaciones de Jesús Espíritu Santo trayendo como consecuencia que toda protección de Dios sea quitada, generando desnudez, pues uno queda expuesto a los efectos de agentes externos y ajenos al Reino de Dios. ¿En su mente, qué tipo de pensamientos fluyen de continuo? ¿Cómo maneja la Palabra de Dios en su vida: obedeciéndola o sirviéndose de ella para fines personales? ¿Se siente pleno en su condición de vida creyendo que no necesita más intimidad íntegra con Dios, porque considera que lo que tiene y sabe es suficiente? Contestando con sinceridad y verdad estas preguntas nos podemos dar cuenta si en nuestra vida existen rasgos de tibieza espiritual y hasta qué grado ha crecido su dominio dentro de nosotros. La Palabra de Dios dice: “Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” (Jn.8:32). El médico, para determinar un tratamiento, lleva a cabo una revisión del paciente y análisis de ser necesario para determinar el diagnostico. Jesucristo reveló al Apóstol Juan la enfermedad, los síntomas, el diagnóstico y el tratamiento al momento de establecer sus características: “Por eso te aconsejo que de mi compres oro refinado por el fuego, para que te hagas rico; ropas blancas para que te vistas y cubras tu vergonzosa desnudez; y colirio para que te pongas en los ojos y recobres la vista” (Ap.3:18). Jesucristo, el médico de médicos manifestó la enfermedad, los síntomas, el diagnóstico y el remedio ó tratamiento. El acceso personal al tratamiento para llegar a la sanidad depende totalmente de identificar los síntomas de la enfermedad, reconocerlos y adherirse al tratamiento. Arrepentimiento continúo y renovación de la mente para transformación del corazón es una llave para estar en la intimidad con Dios. La palabra de Dios dice que Efraín tiene “espíritu de fornicación”. Fornicación deriva de la palabra “ekporneuo” (G1608), forma intensificada de “porneuo” que denota entregarse a la fornicación, implicando una indulgencia excesiva y dentro de la doctrina cristiana, en forma figurativa, la asociación de la idolatría pagana con doctrinas de la fe cristiana con la profesada adhesión a ella, como en Ap.14.8; 17:2,4; 21:8 y 22:15. La palabra “fornicación”, del latín, está definida por “fornicari”, que significa “tener relaciones sexuales con una prostituta” que a su vez deriva de “fornix”, zona abovedada en donde en forma común y rutinaria se juntaban las prostitutas romanas; de allí derivó el término “burdel”. Es un término que se utiliza para hacer referencia a la relación sexual fuera del ámbito matrimonial, lo cual implica romper un pacto y exponer públicamente lo que es privado, íntimo, quitando el respeto honra y derecho al otro cónyuge. La mujer prostituta usurpa los derechos y privilegios de las esposas y esposos y roba, no solo el dinero, sino el alma y el corazón –Prv.5:1-23; 6:20-35; 7:1-27-. Debilita, roba y

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Las tentaciones de Jesús destruye sueños y relaciones. Tener espíritu de fornicación nos convierte en usurpadores de lo legítimo, de lo verdadero, de lo honorable. Nos convertimos en homicidas, ladrones, mentirosos, quebrantando nuestra integridad y haciéndonos infieles. Entonces, una persona infiel es tibia espiritual, pues se cree hábil, sagaz. Si es ladrón, mentiroso, corrupto, iracundo, igual lo es, porque la verdad es una, viene de Dios y es Él. Jesucristo dijo: “yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino es por mi” -Jn.14:6-. Todo lo que se manifiesta y opera fuera del modelo de Jesús no tiene verdad. No llega a Dios el Padre como algo genuino y aceptable porque es mentira y por consecuencia, o pertenece a las tinieblas totalmente o se manifiesta en el hombre a través de la tibieza espiritual, estando también en tinieblas. Cuando la verdad de Dios es sacada de su contexto para mezclarse con otras ideas religiosas paganas ó con nuestro criterio personal, estamos fornicando espiritualmente. La tibieza espiritual nos induce a prevaricar, nos enferma y nos lleva a prostituirnos y a fornicar; nos introduce en un mundo lleno de falsedad.

La tibieza espiritual provoca una piedad estéril, no duradera, es decir, impiedad maquillada de piedad, dureza con careta de ternura, manifestación hipócrita, (Os.6:4). Esta “piedad” se vuelve impiedad, resultado de la arrogancia que da ser sabio en la propia opinión, rico, soberbio. Se establecen consejos en el criterio propio y no en el fundamento de Dios y su Palabra. La tibieza espiritual da lugar a muchas cosas nefastas que nos apartan del Reino de Dios como vemos en este capítulo. No está asociada con la indecisión, sino que está establecida en una forma de vida autosuficiente medida en la autovaloración del logro, del éxito y plenitud personal, sin importar nada más fuera de lo que pensamos y creemos. Esta actitud del corazón es la que provocó que los Fariseos y Saduceos crucificaran a Jesucristo, porque en sus juicios personales defendían su riqueza hallada en la ley Mosaica y en la tradición del Talmud, el cual consideraban superior a la Torá y que les posicionó en un lugar cómodo. La ley, la justicia… los escudos de defensa a su comodidad, opinión y sabiduría los hicieron arrogantes, fríos, soberbios. ¡En su perspectiva “mataron” a la personificación del amor, Jesucristo, porque vieron amenazada su riqueza, su tesoro, comodidad, su “YO”! Se prostituyeron con el Talmúd poniendo en segundo lugar la ley de Dios y en consecuencia a Dios mismo, siendo la Torá un libro secundario. Vivían en tibieza espiritual y operaban en espíritu de fornicación. Al ser confrontados por la verdad que es Jesucristo prevaricaron y se levantaron contra Jesús buscando destruirlo, porque su

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Las tentaciones de Jesús presencia evidenció su vida prostituta, su corazón fornicario. Usted podrá decir “Jeshúa Jamasiah”, en lugar de “Jesús” ó “Jesucristo” y tener un corazón fornicario, porque debido a sus estándares de pensamiento y vida vive en tibieza espiritual, rodeado de mentira, religión y tradición. Debemos tener un corazón puro ante Dios para ser libertados de la tibieza espiritual. ¿Cuál es la prevaricación a la que lleva la tibieza espiritual? Traspasar el pacto -Os.6:7; 8:1-. Esto nos conduce a ser hacedores de iniquidad -Os.6:8-, derramadores de sangre; la tibieza espiritual mancha nuestras manos de sangre, porque al apartarnos de la voz de Dios no llegamos a las personas que deberíamos llevar el mensaje de salvación por encomienda y muchos de ellos estarán en camino de la perdición eterna. Ser sabios en nuestra propia opinión nos hace habitar en esta morada espiritual de tibieza y al buscar el don de profecía manifestamos profecías falsas, llenas de arrogancia, carnalidad y llenos de espíritus de adivinación. Se tiende a gobernar las congregaciones con mano de hierro, tomando actitudes sectarias -Jer.5:30-31- y los que caminan en el mismo espíritu creen en sus líderes ciegos. Jesucristo lo dijo claro: “dejad que los muertos entierren a sus muertos” -Mt.8:22, Lc.9:60-. El sacerdote Elí y sus hijos, Ofni y Finees, vivían en tibieza espiritual, prisioneros de la religión y el rito, el poder, la arrogancia y otras inmundicias, manifestando en su vida ceguera espiritual -1Sa.2:12-36-. Otro que operó en tibieza espiritual fue el Rey Saúl; creyéndose sabio en su propia opinión decidió realizar el sacrificio que le correspondía solo al profeta Samuel, acto motivado también por miedo e inseguridad incitado en su mente y “sabiduría” por la deserción de hombres de sus tropas. Esto provocó fuera desechado por Dios. -1Sa.13:5-14-. No solo perdió la batalla, sino el reino, la unción y la bendición de Dios. La Palabra de Dios es certera y veraz. Ésta nos dice como salir de la habitación de la tibieza espiritual. Jehová dice: “porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos” (Os.6:6). ¿Qué es la misericordia? Viene de la palabra “JESED”. Significa bondad, amor constante, fidelidad, devoción, clemencia. La misericordia no hace referencia a una actitud pasiva o indiferente del hombre, sino activa y viva. La fuerza, la constancia y el amor están operando activamente y en forma conjunta en el acto de manifestar misericordia. No solo es asunto de obligación, sino de generosidad. La raíz “Jesed” indica involucramiento y compromiso personal en una relación, la cual sobrepasa los límites de la ley. En el acto de la misericordia está metida la voluntad y el amor.

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Las tentaciones de Jesús En ésta cláusula, “sacrificio” hace referencia a la renuncia voluntaria a algo o privación que uno mismo se impone ó acepta. Entonces, si en un acto de sacrificio no está involucrada la misericordia, en el estándar del Reino de Dios tal acto no sirve, porque la misericordia es amor constante. Los brujos no sacrifican “por” ni “con” misericordia; en ellos no hay amor de Dios. Su acto es frío, calculado para obtener un beneficio de poder, pero como están fuera del estándar de Dios, de quien reciben ese poder es del reino de Satanás y al recibir dicho poder heredan destrucción, condenación y cautiverio, porque en el reino de tinieblas no hay amor. Los cristianos que oran para manipular y doblegar la voluntad de otros se convierten en hechiceros porque sus oraciones se convierten en conjuros, los cuales serán respondidos por el reino de las tinieblas. Holocausto está definido como: 1) Sacrificio, acto de abnegación. 2) Entre los Judíos, sacrificio religioso en el que la víctima era totalmente consumida. De acuerdo con esta definición, un holocausto puede darse sin misericordia. Un ejemplo claro de esto es el genocidio ejecutado por Adolfo Hitler durante la segunda guerra mundial. En la Biblia, las acciones de los hijos del sacerdote Elí estaban vacías de misericordia. ¡Sin misericordia, el sacrificio no sirve, sin conocimiento de Dios el holocausto en vano es! Un arma para empezar a quebrantar la tibieza espiritual es vivir en misericordia continua; para ello, debemos vivir en una auténtica actitud humilde. De esta manera nuestras ofrendas y sacrificios empiezan a ser agradables y aceptadas por Dios. El ego, la soberbia y la autosuficiencia empiezan a morir. Vivir en misericordia continua nos lleva a tener compasión por el prójimo entendiendo sus circunstancias, sueños, temores, dolores, pudiendo ser nosotros instrumentos útiles a Dios para edificar a otros. Vivir en misericordia continua permite al Espíritu Santo activar en nosotros su fruto, dando a luz la paciencia, mansedumbre, dominio propio. Muere en nosotros el espíritu de competencia y de contienda, envidia y celos porque Dios nos da la certeza de que para todos derrama bendiciones únicas y personalizadas y de acuerdo con la justicia de Dios, las bendiciones que Él ha asignado a cada hijo y ser vivo no pueden ser arrebatadas así como yo no puedo arrebatarles sus bendiciones, dones y llamado a otros. Cuando practico la iniquidad acomodándome en tibieza espiritual, yo cedo el uso de mis bendiciones al ladrón, a Satanás – Jn.10:10-. Ocurre exactamente lo que les ocurrió a Adán y Eva que por participar del engaño y la tentación cedieron su herencia, su provisión, su riqueza, siendo sometidos a esclavitud. Debemos tener conocimiento revelado de Dios; esta es otra arma contra la tibieza espiritual. Si practicamos ambas armas, haciéndolas parte de nuestra vida quebrantamos el gobierno de la tibieza espiritual sobre nuestras vidas, ya que ésta opera en ego, arrogancia, autosuficiencia y la valoración del

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Las tentaciones de Jesús conocimiento personal, no de Dios. A continuación cito algunos casos de actitudes ministeriales que reflejan tibieza espiritual: 

Pastor Héctor, (no es su nombre verdadero). Camina sin cobertura de gobierno. Su actitud y posición se gestó por la mala consejería de parte de la asociación de pastores a la que hace algunos años se afilió. Uno de los pastores miembros de esta asociación que asignaron para dar seguimiento a este ministerio del pastor Héctor únicamente se enfocó en asistir un día específico a recoger diezmos y en esas visitas terminó seduciendo a una hermana congregante de éste pastor. Con este actuar tan convenenciero al servicio del dinero y su acción tan corrupta al seducir a la hermana, provocaron que el pastor Héctor y su esposa levantaran quejas ante el consejo de pastores quienes no tomaron cartas en el asunto y el ministerio afectado se retiró de esta asociación. Se rompió el acuerdo de cobertura, si es que esto se puede llamar cobertura. El pastor asignado por esta asociación para este ministerio se movió en forma institucional, como político, sin misericordia ni integridad, sin compasión por las almas. Prevaricó y manifestó la condición de vida de una asociación de pastores que operan en prevaricación y tibieza espiritual. Actualmente, el pastor Héctor no quiere saber nada de coberturas de gobierno ni alianzas con ministerios. La acción irresponsable de un “pastor” dio un triunfo al reino de Satanás al provocar desconfianza y división “justificada”. Se maneja conforme a su criterio y sentir, pudiendo caer en error, pues la Palabra de Dios nos dice que debemos orar unos por otros, que hombre con hombre se aguza, pero muchos “siervos” hieren a los hijos de Dios intencionadamente, acaban con la oveja gorda y patean a la perniquebrada.

Pastor Filiberto, (no es su nombre real). Miembro de un ministerio “grande”. Su prédica está llena de mucha revelación, pero no mantiene acercamiento con los congregantes de manera directa dejando a su equipo de liderazgo esa tarea lo cual provoca una línea divisoria entre la congregación y el oficio de pastor. Muchas personas se han alejado de este ministerio, a pesar de la buena palabra, porque este trato es impersonal, frío, lo que hace semilla seca a la Palabra. No tiene misericordia. Su enfoque como ministerio está atento a la expansión de iglesias descuidando el buen desarrollo de los hijos de Dios. Una manifestación de tibieza espiritual oculta en un convencimiento de que la buena palabra que predican desde el púlpito es suficiente para restaurar y afirmar personas. Se ha olvidado que

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Las tentaciones de Jesús hemos sido llamados a hacer discípulos maduros y establecidos en Jesucristo, no en congregaciones. La práctica continua de la misericordia permite que seamos llenos con el amor de Dios. Que seamos sensibles al sentir del corazón de Dios por medio de la voz del Espíritu Santo. La tibieza espiritual mata al primer amor e hipnotiza a las personas, haciéndolas creer que se encuentran en un avivamiento y activos en el primer amor, pero ya no hay involucrado amor vivo hacia Dios sino solo institucionalismo, métodos rutinarios, religión. La búsqueda del conocimiento de Dios nos lleva a intimidad con su presencia, la cual se fortalece uniéndola con la oración en el lugar secreto. Es un trabajo arduo, constante y diario que nos conviene hacer para reavivar el primer amor en nosotros. La adoración y alabanza genuina en espíritu y en verdad potencian esta libertad, nos regresa al primer amor y nos mantiene vivos en su presencia. No se acomode ni se justifique. La tibieza espiritual se da en el pueblo de Dios en formas tan sutiles, que si caemos en conformismo o heridas, tal como se citó en los casos anteriores, dejando de depender de Dios en un área, podemos ser aprisionados en dicha trampa. Dios está hablando a todos los que pregonamos ser sus hijos. Es el momento de examinar con toda honestidad frente a Él nuestra vida; hacer un alto en el camino y a la luz de la Palabra de Dios, evaluar el fruto del Espíritu en nosotros de manera sincera, sin acomodamientos racionales ni justificaciones vanas. Jesús dijo: “por sus frutos los conoceréis” Mt.7:16,20-. De acuerdo con la santidad de Dios, ¿cuáles son nuestros frutos?, ¿cómo andamos en el amor de Dios?; ¿qué tanto tenemos manifiesto de la paz, paciencia, gozo, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza?, ¿Cómo andamos en enemistades, iras, pleitos, celos, idolatría, hechicerías, contiendas, disensiones, herejías, adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, envidias, homicidios, borracheras, orgías? -Gal.5:19-23-. ¡Seamos honestos con Dios para llegar a libertad! Dios conoce nuestro corazón, pero si nosotros evadimos examinarnos, confrontarnos, no confesar nuestros pecados e iniquidades, nuestra condición con fruto de arrepentimiento no se manifestará nunca y seguiremos siendo esclavos del pecado, atados a iniquidad, porque necesario es confesar lo oculto para que salga a luz, se conozca la verdad y ésta nos haga libres. Es necesario destronar a la tibieza espiritual de nuestra vida, familia, congregación, nación y empecemos por cada uno de nosotros examinándonos. Que el Reino de Dios sea establecido aquí y ahora. Cuando la tibieza espiritual es destronada del individuo, de nuestra vida, inmediatamente ingresamos al avivamiento con el Espíritu Santo como guía. Si los diferentes ministerios de las regiones del planeta, en todos las países del mundo se posicionan en humildad frente a Dios e identifican

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Las tentaciones de Jesús las puertas abiertas a la operación de la tibieza espiritual podrían erradicarla, porque la palabra es clara: “Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” -Jn.8:32-. Las personas, las familias, los ministerios, las congregaciones y por ende, la iglesia de Jesucristo, echarán fuera a la tibieza y el avivamiento será evidente y contundente, además de generalizado. De súbito, preparándose así, iniciará la manifestación poderosa del Reino de Dios en nuestra tierra. Mientras no se purgue de nosotros la tibieza espiritual, indefectiblemente prevaricaremos creyendo que estamos obrando en santidad, justicia y amor de Dios, porque hay ceguera espiritual. Prevaricar significa: faltar voluntariamente a la obligación de la autoridad o cargo que se desempeña, quebrantando la fe, palabra, religión o juramento. Pacto, del Griego “diatheke”, significa primariamente, otorgamiento de propiedad mediante un testamento o por otros medios. Este término, “diatheke”, significa una obligación asumida por una sola persona. De acuerdo con esta palabra griega que define “pacto”, entendemos que fue Dios quien puso el pacto hacia el hombre, pero siendo voluntario sujetarse Él mismo al pacto en beneficio de cada hombre. En el antiguo testamento el pacto fue la ley; en el nuevo es la gracia por medio de Jesucristo, quien dio su vida por la humanidad derramando su sangre en la cruz del Calvario. A este pacto nuevo, el pacto de la gracia, tenemos acceso mediante la fe en Él, siendo Jesucristo el “todo en todo”. (Jn.3:14-21, 36; 5:24; 6:39-40) Es nuestra decisión adherirnos al pacto o seguir por nuestro camino, ser caliente o frío; pero cuando hemos decidido adherirnos al pacto y llegamos al envanecimiento por nuestro conocimiento racional sin desechar el pacto, hemos traspasado el pacto y caído en tibieza espiritual. Prevaricamos porque nuestra razón y juicio se sitúan por encima de la verdad de Dios, no porque sea superior, sino porque obramos en iniquidad.  ¿Ayuna constantemente siendo ya un hábito normal, vacío de intimidad genuina con Dios a través del Espíritu Santo?  ¿Hace oración en determinada hora, cierto tiempo por compromiso, por cubrir una apariencia, no de corazón, con vana palabrería?  ¿Lee la Biblia para jactarse con otros cuánto sabe de ella sin tener intimidad con Dios ni dar fruto digno de la Palabra de Dios?

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Las tentaciones de Jesús  ¿Asiste a las jornadas de oración solo para ser visto?  ¿Se bautizó en agua solo para ser aceptado en el “grupo”?  ¿Estudia escuelas bíblicas solo para escalar posiciones de liderazgo dentro de la congregación?  Si es líder ¿se siente realizado en su puesto y actúa con arrogancia hacia los hermanos menores, considerando que no tienen el mismo valor que usted, porque se siente ungido y elevado de Dios ó menosprecia a algunos congregantes o frena a otros en su crecimiento y servicio a Dios?  Como ministro ¿se siente orgulloso de su “estatus” y de tener la verdad menospreciando a otros ministros, además considerando que nadie le puede decir nada?  Como ministro ¿piensa, cree y está convencido que la verdad de Dios solo la tiene usted y nadie más, que solo usted predica el verdadero evangelio de Jesucristo? (Sea sincero en esta pregunta, no intente justificarse o maquillar la motivación de su corazón)  Como ministro o líder ¿ve con arrogancia y/o desprecio a sus congregantes compadeciéndose de su condición por lástima, en lugar de lleno de amor y misericordia, invertirse en ellos para restaurarlos, sanarlos y liberarlos a través de la guía del Espíritu Santo?  ¿Ve a sus congregantes como fuente de provisión económica y por ello le interesa la asistencia pero no la estatura espiritual de ellos, ni su restauración, aunque hable mucho de ello para mantenerlos unidos a la congregación o en temor para que busquen pastos frescos y buenos, nutritivos? La interrogante puede ser otra diferente a las anotadas pero todas nos llevan a prevaricar, traspasando el pacto, anulando o desechando la fe y terminando en tibieza espiritual gracias al ego, soberbia, envanecimiento, etc. Una vez más, lo invito a ser honesto con Dios, examinar las motivaciones de su corazón para su caso particular y arrepentirse sinceramente confesando el pecado e iniquidad que halle dentro de su corazón asociado con la tibieza espiritual. Cultive y practique diariamente la misericordia y conocimiento de Dios unido a una vida genuina de oración, ayuno y estudio de su Palabra, pero buscando la dependencia del Espíritu Santo para recibir revelación de Dios a través de Él. Renueve su entendimiento hoy. La tibieza espiritual no es adormilamiento, no es doble ánimo, flojera, conformismo pasivo y mediocre ¡no!, es una actitud arrogante que nos lleva a caminar en la vida

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Las tentaciones de Jesús usando la verdad de Dios y su palabra a nuestra conveniencia, conforme al punto de vista de la razón humana estableciendo nuestros estándares de conducta y santidad en nuestro criterio, sin tomar en cuenta la voz de Dios. Nos convierte en sectarios, fríos, sin amor, amadores de nosotros mismos, inmisericordes, falsos profetas, ministros mentirosos, individuos arrogantes e independientes de Dios, perros y abominables. En el seno de la tibieza espiritual toda obra maligna viene a luz cobijada del concepto “justicia de Dios”. ¡Abominación!; espíritus religiosos, de idolatría y de anticristo están involucrados en este estado espiritual matando a hermanos en el cuerpo de Cristo. La tibieza espiritual es un cautiverio que el reino de Satanás ha implantado y busca seguir haciéndolo con la finalidad de hacer inefectivo al pueblo de Dios en el servicio genuino al Padre Celestial anulando el evangelio verdadero y a la iglesia, desenfocándonos en la tarea de predicar e implantar el Reino de Dios. Empieza a inducir este estado en los nuevos convertidos desde el primer instante de su conversión y es responsabilidad de los ministros estorbarlo, no permitirlo, pero si los ministros están cautivos ¿cómo pueden libertar a los bebes espirituales? Cuando la tibieza espiritual está presente en la iglesia, el mundo secular, los perdidos ven a la iglesia como algo abominable, no deseable, nefasto y ponen resistencia para venir a Cristo argumentando juicios como: “para ser como ellos…, mejor me quedo donde estoy”. Por causa de la tibieza espiritual y falta de sabiduría de los ministros muchos convertidos se regresan al “mundo” en rebeldía contra Dios, cuando Dios nada tiene que ver en el asunto. Apostatan por el testimonio malo de otros, normalmente el pastor y los líderes. Medite sobre lo nocivo de la tibieza espiritual y busque a Dios con sinceridad. Ap.3:14-18 dice: “Escribe al ángel de la iglesia de Loadicea…”. El ángel se refiere al pastor de la iglesia y por consecuencia, a su equipo de liderazgo. Espíritus religiosos, sectarios y de orgullo atacan a estos individuos llevándolos a considerar en su corazón que lo que saben y entienden, además del rango alcanzado en la congregación son su riqueza y éxito. Se sienten ricos y plenos. En el orgullo encontraremos a espíritus inmundos de poder que también trabajan para mantener la prisión de los individuos en la tibieza espiritual. Jesucristo dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mi, niéguese a sí mismo, y tome su cruz y sígame” -Mt.16:24-, porque “el que no lleva su cruz y no viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo” -Lc.14:27-. “De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el Reino de los Cielos” -Mt.18:3-. ¿Qué relación tiene esta conducta que

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Las tentaciones de Jesús nos pide Jesucristo con la conducta que describe a la tibieza espiritual?, ¡Ninguna! ¡Hay más!, Mt.20:25-28 dice: “25Entonces Jesús, llamándolos, dijo: sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes, ejercen sobre ellas potestad. 26Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, 27y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; 28como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”. ¿Qué tiene que ver este modelo de vida con el que caracteriza a la tibieza espiritual? Nuestra actitud tiene que ser de servicio humilde y misericordioso hacia los demás hermanos pero en forma sincera, no actuada. No debemos servirnos de ellos porque nos creemos superiores. No debemos manipularlos con el cuento de servir a Dios cuando en realidad los llevamos a servir a intereses de hombre, porque todo esto se convierte en ascuas sobre nuestras cabezas. Pastor, anciano, ministro, obispo, diácono, no importa qué título ostente, ¿cuáles son las motivaciones en su corazón hacia su congregación y en su servicio a Dios? ¿Se ha inflado su corazón con el ego?, ¿su criterio determina como debe fluir la palabra de Dios hacia su congregación, no importando la revelación y voluntad de Dios a través del Espíritu Santo? Es necesario y vital comprender que tomar la cruz es ir personalmente y en forma voluntaria, al sacrificio –Ro.12:1-. Esta determinación nada tiene que ver con avivar el ego u otros frutos de la carne creyéndose espiritual. Es un acto contrario a la exaltación de la carne, al deleite, al posicionamiento, a la adulación. Ro.12:1 dice: “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional”. Este sacrificio vivo es tomar nuestra cruz día a día, negándonos a nosotros mismos, a nuestro criterio, razón, costumbre. No significa doblegar las obras de la carne en nuestra fuerza por medio del autocontrol, la meditación trascendental, el método Silva, la Dianética, metafísica u otras prácticas ocultistas y de la nueva era que las han puesto de moda, porque en estos métodos operan espíritus de error, sembrando engaño a través de las enseñanzas falsas y que establecen espíritus de anticristo. Significa confiar en Dios, buscar vivir en el Espíritu y que sea Dios quien nos purgue de iniquidad y limpie de pecado. (Estudie con diligencia el libro a los Romanos capítulo 8). La tibieza espiritual provoca que no heredemos el Reino de Dios, y aunque le incomode en su sabiduría, perder el regalo de la salvación y vida eterna. Escrito está: 22Muchos me dirán en aquél día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios,

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Las tentaciones de Jesús y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mi, hacedores de maldad” -Mt8:22-23-. Un tibio espiritual no es pobre de espíritu y Jesucristo dijo claramente: “Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos” -Mt.5:3-. Vivir en tibieza espiritual nos convierte en hacedores de maldad, lleva a convertirnos en mentirosos. Nos lleva a ser prevaricadores, terreno fértil para el espíritu de anticristo.

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2. Destronando a la tibieza espiritual. Para destronar algo primero debemos determinar si está entronado; para ello, debemos comprender a plenitud lo que significa “entronado”. Esta palabra se refiere a algo que está instalado en supremacía de autoridad y poder con capacidad para gobernar, asentado en un trono desde donde puede ejercer el poder dado. El trono es el asiento en donde se coloca quien ha sido investido para ejercer autoridad y poder. El hecho de ejercer autoridad y poder lleva implícita la capacidad de promulgar leyes y establecerlas en el territorio de su jurisdicción; éstos deben ser acatados por los que están viviendo en dicho territorio porque están bajo dicha autoridad, bajo el yugo de ese trono determinándose la calidad y forma de vida del reino. Ur de los Caldeos ejerció costumbres religiosas degeneradas en sus habitantes; éstas cobijaban ritos de fetichismo, animismo, totemismo y en su culto incluían magia, astrología y adivinación, en tanto que Abraham mantenía su corazón inclinado al Dios verdadero, Jehová. La familia de Abraham moraba en Ur y la escritura reporta que todos eran idólatras –Jos.24:2 -. Habiendo tenido conocimiento del Dios verdadero adoptaron el paganismo de la región y lo mezclaron en sus costumbres ejerciéndolas en sus regiones. Solo Abraham mantuvo su corazón dispuesto al Dios verdadero y por ello recibió un llamamiento especial de parte de Dios para salir de esa tierra – Gn.12:1-. “El Señor le dijo a Abraham: <<deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre, y vete a la tierra que te mostraré”. En esa región de Ur estaban entronados ritos que sumergían a los pobladores descendientes de Set en tibieza espiritual, porque terminaban haciendo mezclas y viviendo en religión. Las religiones enfocan a sus seguidores a practicar ritos a través de los cuales reciben adormecimiento de sus consciencias, mas no liberación y transformación, cautivándolos en usos y costumbres, lo que permite el establecimiento de un trono de poder religioso que los sojuzga bajo su gobierno. Ya no tienen libertad de pensamiento aunque parezca que si la hay. Abraham obedeció a Dios cuando escuchó su llamamiento. Obedecer la Palabra de Dios es una de las primeras condiciones para empezar a destronar de nuestro corazón a la tibieza espiritual. La Palabra de Dios nos dice que volvamos nuestro corazón y caminos a Dios –Zac.1:3; Joel.2:12; Os.14:1; Job.22:23; Jer.24:7; Lam.3:40-. La Palabra de Dios declara que el tibio espiritual es infeliz, miserable, pobre, ciego y desnudo. El reconocimiento del estado espiritual personal es el primer punto a discernir para determinar hacia dónde vamos y si es hacia donde queremos ir. Después de esto viene el arrepentimiento y la renovación del

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Las tentaciones de Jesús entendimiento. La renovación del entendimiento nos sumergirá en una continua confrontación para arrepentimiento y santificación. Seremos sometidos a una trituración de nuestros esquemas mentales; estaremos viviendo continuamente en confrontación de hábitos, conceptos mentales, tradiciones, y tendremos que decidirnos a seguir por ese camino, en nuestra voluntad o transformarnos para que sea la voluntad de Dios en nosotros. Otra arma poderosa, adicional a las descritas con anterioridad para destruir y destronar de nuestra vida a la tibieza espiritual, consiste en edificar adecuadamente como dice la Palabra de Dios: “20Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra de ángulo Jesucristo mismo, 21en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; 22en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el espíritu” -Ef.2:20-22-. En estos versículos encontramos dos frases que debemos comprender con profundidad: 1) 2)

Fundamento de los apóstoles y profetas, Vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.

Fundamento se refiere a cimiento o base inicial de algo lo cual sostiene todo lo demás. Es lo que da firmeza, consistencia y durabilidad a lo que se encuentra sobre este fundamento, además de dirección a la obra establecida. La Palabra de Dios dice que Jesucristo es la principal piedra del ángulo de este fundamento espiritual. Cristo es el componente del fundamento y además es la piedra que alinea toda la estructura que se construye después de este. No puede haber nada fuera del alineamiento de esta piedra de ángulo. Sobre el punto uno Jesucristo es amor y justicia. Todo se alinea dentro de estas dos cualidades. El fundamento establecido por los profetas fue revelar y establecer la ley de Dios que inició con Moisés. Todo lo que muestra el antiguo testamento desde Moisés, libro de Éxodo, hasta Malaquías, está relacionado con la ley. Entonces, el fundamento de los profetas es la ley. Por inducción, el fundamento de los apóstoles es la gracia a través de nuestro Señor Jesucristo. El fundamento de los profetas es la ley dada a través de Moisés. El fundamento de los apóstoles es la gracia revelada y dada a través de Jesucristo. Ambos fundamentos operan en amor y justicia y su finalidad es establecer el Reino de Dios en la tierra y erradicar el mal para siempre.

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Las tentaciones de Jesús Lleva implícito la reconciliación del hombre con Dios a través de la salvación por gracia y la regeneración. El motor de todo esto es el amor de Dios, porque Dios es Amor -1Jn.4:8-. La revelación de la ley de Dios a los hombres fue necesaria para que conociéramos que en nuestra vida hay cosas que no operan de acuerdo con la Santidad y naturaleza de Dios, a pesar de que en el libro de Génesis se dice que fuimos creados a su imagen, conforme a su semejanza, pues con la transgresión de Eva y Adán nos desalineamos de este diseño y fuimos destituidos de la gloria de Dios y la maldad se entronó en el género humano -Ro.3:21-31-. Dios primero dio a conocer la ley para establecer su justicia y después ejercer el amor y la misericordia a través de la gracia. “Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de Él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado” (Ro.3:19-20). Entonces la ley evidencia al pecado, a todo lo que se produce en el reino de las tinieblas y es contrario a Dios. La gracia establece que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley -Ro.3:28- y por la fe en Jesucristo se es salvo y libre del juicio de la Ley. -Jn.3:16-21, 36; 5:21-29; 6:40-. Funda mento Profetas Apóstoles

Carácter rística

¿Cómo opera?

Ley

Cumplimiento

Gracia

Fe

¿En quién se cumple? Jesucristo La iglesia

¿Cuándo se cumple? Calvario/ resurrección Dispensación de la iglesia

El fundamento completo es ley y gracia. Jesucristo cumplió el fundamento de los profetas y estableció el de la gracia. Su obra de entregar la vida en la cruz del Calvario terminó con el sacrificio continuo, porque toda la creación le fue sujetada bajo el estrado de sus pies. Respecto al punto dos que dice: “Vosotros sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu” tenemos lo siguiente: En este tiempo cada hombre debe ser edificado adecuadamente en el

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Las tentaciones de Jesús fundamento el cual es “ley y gracia”. Cuando hemos sido redimidos por la sangre de Jesús y salvos por gracia lo único que debemos hacer es vivir por fe en Jesucristo, pero conociendo toda la ley -Ro.4:1-25-. “1Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 2por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la Gloria de Dios” (Ro.5:1-2). Cuando estamos siendo edificados en el fundamento de apóstoles y profetas estaremos equipados para identificar las trampas que Satanás nos pone para que caigamos en pecado, activemos la iniquidad y sigamos dando a luz rebelión, quedando sujetos a esclavitud, despojados de nuestra herencia personal, la cual cedemos con nuestra voluntad, viviendo bajo maldición. La ley y su conocimiento se nos hace necesario para poder identificar lo que es contrario a Dios: el pecado, la iniquidad, la maldad, maldición y la rebelión que operan como estorbo para vivir agradándole a Dios por medio de la fe -Ro.7:7-25-. Para ser edificados en el fundamento de los apóstoles y profetas, esto es “ley y gracia”, debemos vivir por medio del Espíritu y al vivir así, Jesucristo viene a ser nuestra piedra de ángulo para edificación. Entramos a una dimensión existencial de constante cambio y renovación de nuestro entendimiento -Ro.12:2-. Inmersos en este mover no podemos quedarnos estáticos, conformes, porque la gracia por medio de Jesucristo nos va transformando de gloria en gloria y la ley nos permite identificar las áreas de nuestro ser que deben ser tratadas por Dios a través del Espíritu Santo para seguir siendo regenerados. Por esto dice la Palabra que todo el que vive por fe ya no está sujeto a la ley -Ro.8:1-17; Ga.5:1-4-, porque por gracia somos salvos, justificados, si nos tomamos firmemente a esta promesa y vivimos conforme a ella, moviéndonos por amor a Dios, no por obligación a cumplir con lo que manda su ley o por temor al castigo por infraccionar los mandatos de Dios. Las personas que están viviendo en tibieza espiritual miden el conocimiento de Dios conforme a su entendimiento y sabiduría humana no edificando ya en el fundamento de apóstoles y profetas sino en el suyo, en el que está comandado por la razón, el criterio personal, el razonamiento, el humanismo y la sociología. Crean su doctrina y concluyen que todo lo que hacen, dicen y establecen es la verdad absoluta, anulando el evangelio genuino y condenando a otros siervos y sus ministerios porque no caminan conforme a su perspectiva personal de ver el evangelio y la palabra de Dios como ellos. Se manifiesta el

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Las tentaciones de Jesús cumplimiento de lo que dice la palabra en el libro de Apocalipsis 3: “… yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad…”, y debido a esa riqueza que consideran su “todo”, su triunfo, su galardón, su coto de poder y dominio, acomodan la palabra de Dios para sustentar su error y mantenerse en su posición ególatra y soberbia. Un siervo que está en tibieza espiritual se sirve de las ovejas, las manipula, desorienta y destruye. Nunca crece su rebaño, no se ven manifiestos los dones ni el fruto del Espíritu Santo, los llevan a ser cautivos de espíritus religiosos que los estancan y dirigen a perdición y si crecen se vuelven sectarios y legalistas, controladores. Como los Fariseos, recorren mar y tierra para ganar un prosélito y una vez hallado lo hacen dos veces más hijos del infierno -Mt.23:15-. Muchos ministros no están en orden en su vida personal y familiar. Son carnales fingiéndose espirituales y éstos son los que más condenan y atacan a los que agradan a Dios manifestando el poder del Espíritu Santo y bajando el Reino de Dios a la tierra. Dios es un Dios de orden y no puede ser burlado; además, no hace acepción de personas. Su palabra dice: “1Palabra fiel es ésta: Si alguno aspira al cargo de obispo, buena obra desea hacer. 2Un obispo debe ser, pues, irreprochable, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, de conducta decorosa, hospitalario, apto para enseñar, 3no dado a la bebida, no pendenciero, sino amable, no contencioso, no avaricioso. 4Que gobierne bien su casa, teniendo a sus hijos sujetos con toda dignidad, 5 (pues si un hombre no sabe cómo gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios?); 6no un recién convertido, no sea que se envanezca y caiga en la condenación en que cayó el diablo.7Debe gozar también de una buena reputación entre los de afuera de la iglesia , para que no caiga en descrédito y en el lazo del diablo.8De la misma manera, también los diáconos deben ser dignos, de una sola palabra, no dados al mucho vino, ni amantes de ganancias deshonestas,9sino guardando el misterio de la fe con limpia conciencia.10Que también éstos sean sometidos a prueba primero, y si son irreprensibles, que entonces sirvan como diáconos.11De igual manera, las mujeres deben ser dignas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo.12Que los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y sus propias casas.13Pues los que han servido bien como diáconos obtienen para sí una posición honrosa y gran confianza en la fe que es en Cristo Jesús.14Te escribo estas cosas, esperando ir a ti pronto, 15pero en caso que me tarde, te escribo para que sepas cómo debe conducirse uno en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios vivo, columna y sostén de la verdad. (1Ti.3:1-15, La Biblia de las Américas). Estas recomendaciones no dan lugar a la tibieza espiritual, sino a la integridad, humildad y servicio.

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Las tentaciones de Jesús En este pasaje citado podemos darnos cuenta de los requisitos que Dios reveló al Apóstol Pablo para el servicio de ministro dentro del cuerpo de Cristo, esto es, la iglesia. Analicemos algunos aspectos:   

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Irreprensible: No hay prueba para ser acusado porque no ha transgredido nada. Marido de una sola mujer: Fiel, la familia es el fundamento. Sobrio: En pleno uso de sus facultades emocionales y mentales. Cuando los frutos de la carne operan en nosotros, gobernando nuestras decisiones y actos, no somos sobrios ni irreprensibles. Prudente: No se es entrometido, inoportuno. Decoroso: Su vestir así como su hablar no es vulgar, provocativo. No induce a indecencia ni a depravación. Que gobierne bien su casa: Y este gobierno debe ser hecho de acuerdo con la Palabra de Dios y el modelo de Jesús. Un gobierno de Reino Celestial, sustentado en amor. No pendenciero: Es decir, dado a pelear, crear conflictos, ya sea verbales, psicológicos ó físicos. No codicioso de ganancias deshonestas: El que sirve a Dios en el ministerio no debe enredarse en los sistemas torcidos del mundo para obtener ganancias en negocios no dignos. Si debe trabajar, pero sin olvidar que la fuente de su provisión y sustento es Dios. Esto implica que al trabajar debe ser una persona de provecho, ya que la palabra también dice que el que no provee para los suyos niega la fe, -1Ti.5:8-, y que el que no trabaja que no coma, -Tes.3:5-12-.

Prv.1:10-19 describe claramente la conducta de las personas que van tras ganancias deshonestas. Debemos depender y esperar en Dios para todo y la provisión económica no queda fuera. Los consejos que el Apóstol Pablo dio a Timoteo respecto a las personas que aspiran a servir a Dios en el ministerio están enfocados al carácter del individuo. La tibieza espiritual no edifica carácter firme para servir a Dios, sino que encubre lo torcido de éste, justificando su posición. Consecuencia de esto resulta el abuso y manipulación en el ministerio sin tener edificación en Cristo Jesús. Este proceder da lugar al establecimiento de espíritus religiosos que gobiernan a los individuos y los someten a esclavitud, consecuencia de pecar, (Gn.4:7). Otra característica espiritual que se manifiesta en medio de la tibieza espiritual es la profecía falsa, resultado de la vanagloria y soberbia

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Las tentaciones de Jesús por el conocimiento adquirido y Dios no pasa por alto esto: “1vino a mi palabra de Jehová, diciendo: 2Hijo de hombre, profetiza contra los profetas de Israel que profetizan, y di a los que profetizan de su propio corazón, oíd palabra de Jehová. 3Así ha dicho Jehová el Señor: ¡Ay de los profetas insensatos, que andan en pos de su propio espíritu, y nada han visto! 4Como zorras en los desiertos fueron tus profetas, oh Israel. 5No habéis subido a las brechas, ni habéis edificado un muro alrededor de la casa de Israel, para que resista firme en la batalla en el día de Jehová. 6 Vieron vanidad y adivinación mentirosa. Dicen: Ha dicho Jehová, y Jehová no los envió; con todo, esperan que Él confirme la palabra de ellos. 7¿No habéis visto visión vana, y no habéis dicho adivinación mentirosa, pues que decís: Dijo Jehová, no habiendo yo hablado?” (Ez.13:1-7). Este pasaje deja en claro que muchas cosas no las hará aún cuando alguien haya decretado la Palabra de Jehová en el supuesto que será hecho porque Dios no se niega a sí mismo y respalda su Palabra. La profecía que sale en medio de la tibieza espiritual lleva a los “profetas” a fluir en espíritus de adivinación, hecho que provoca juicio de Dios, “23porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación” (1Sa.15:23). Se colocan bajo el juicio de Dios. Fluir en adivinación es manifestarse en rebelión. Esperar que Dios confirme la profecía falsa es similar a la obstinación, actitud que Dios ve como ídolos e idolatría porque la obstinación se refiere a terquedad, porfía y pertinacia; es decir, tenacidad, aferramiento en mantener una opinión, una doctrina o la resolución que se ha tomado (RAE electrónico). También se refiere a gran duración o persistencia; es decir, necedad. Esperamos que Dios concederá todo lo que nosotros pensemos es nuestro por derecho racional, sin importar su voluntad. Una vez más se manifiesta la actitud: “… yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad…” (Ap.3:17). Dios llama a estos “profetas”, profetas insensatos porque van tras su propia sabiduría, su propio espíritu, lo cual termina en destrucción del individuo. El falso profeta fluye en un espíritu de adivinación. El profeta de Dios es el vocero de su Palabra ante los hombres. Es el atalaya ante el pueblo. Atalaya se define y hace referencia a una torre hecha comúnmente en lugar alto del campo o hacia el mar. También se refiere a un hombre encomendado a registrar desde la atalaya, avisando de lo que se descubre. Es un hombre que inspecciona o procura inquirir y averiguar lo que sucede (RAE). Debe estar alerta y preparar al pueblo de peligros y ataques, todo fundamentado en el conocimiento de lo que se ve y conoce de Dios. Jesucristo dijo: “yo hago lo que veo hacer a mi

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Las tentaciones de Jesús Padre...” (Jn.5:19) y, No hagáis de la casa de mi Padre, casa de mercadeo…” (Jn.2:16). Ez.13:5 dice: “No habéis subido a las brechas, ni habéis edificado el muro alrededor de la casa de Israel, para que resista firme en la batalla en el día de Jehová”. Dios está acusando a estos falsos profetas de no hacer la tarea que Él les encomendó a sus profetas. Estos, por su falsa profecía llevan al pueblo a una posición vulnerable frente a pruebas y aflicciones, porque no tienen palabra viva y eficaz, voz de Dios que les guíe en medio de tinieblas, ya que profetizan de su propio corazón; andan tras su propio espíritu y nada han visto, todo son imaginaciones de su mente entenebrecida, resultado del corazón endurecido y la ceguera espiritual. El profeta de Dios es el guardia, centinela que está atento a su entorno espiritual para comunicar al pueblo lo que ve y escucha de Dios. Es su instrumento, su vocero. Está capacitado por Dios para discernir, ver y desarmar las obras de las tinieblas. Cuando no escuchamos al profeta de Dios perdemos las batallas, las promesas y las bendiciones. El falso profeta manifiesta visiones falsas, mentirosas, las cuales satisfacen los apetitos caídos de los hombres, llevándolos a mantenerse en derrota continua. (2Cro.18). Toda persona que está viviendo en tibieza espiritual no busca la voluntad de Dios a través de la profecía, sino el apoyo a sus deseos y escucha a espíritus de adivinación. Éstos se convierten en ciegos guiando a otros ciegos quedando atrapados en religiosidad bajo el dominio y opresión de espíritus de poder. Para edificar adecuadamente en el fundamento de apóstoles y profetas debemos obrar en humildad. La humildad se refiere a una virtud que nos capacita en el conocimiento de las limitaciones y capacidades propias, así como fortalezas y debilidades, teniendo la capacidad de obrar sujeto a este conocimiento personal. (Ro.12:3, Ro.12:9-16; 2Co.10:12-13) Es urgente analizar el estado de nuestro corazón para que, fundamentados en este conocimiento, podamos identificar las áreas que el reino de las tinieblas ha establecido como fortalezas de tibieza espiritual dentro de nosotros. Para ello, listaré varias descripciones de conducta o circunstancias que se manifiestan en nosotros cuando vivimos, hay influencia o estamos entrando a este estado espiritual pernicioso: 1.

¿Confío totalmente en mis capacidades y aptitudes para salir delante de cualquier circunstancia, menospreciando consejos de otros?

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Las tentaciones de Jesús 2.

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En la evaluación de un problema, ¿me guío en mi propio criterio o me apego en forma fiel a la palabra de Dios, buscando modelarla con honra? ¿Utilizo la palabra de Dios para imponer un criterio propio, para manipular o para exhortar en mi beneficio personal, aún sobre la integridad y dignidad de otros? ¿Busco establecer mi criterio en cualquier forma, aún utilizando la palabra de Dios, con la finalidad de formarme una imagen intachable, pura, perfecta, aún cuando las circunstancias me señalan lo contrario, llevándome a no reconocer mi estado de vida? ¿Determino el amor de Dios por parte de mi hermano en Cristo de acuerdo con la manera en que viste, condenándolo sino porta un atuendo conforme a mi criterio? (queda excluida la vestimenta erótica, seductora e inmoral que es inaceptable). ¿Asisto al culto y demás actividades de la congregación solo por costumbre, considerándola una actividad social que mantiene la unidad familiar en un acto de diversión y distracción, disfrazado de una actitud y porte de piedad religiosa, provocando que el Espíritu de Dios no esté presente? Durante el tiempo de la prédica en la congregación, ¿estoy presente en cuerpo, pero pensando en otras cosas, atendiendo al celular o distraído? ¿En la iglesia me comporto como intachable frente a los hermanos, lleno de piedad, pero en la casa y la calle soy una persona blasfema, opuesto a como actúo dentro de la congregación?

(Blasfemo: Que dice groserías, injurias, maledicencias, chismes, participa de iras, contiendas, etc.) ¿Considero que mi “valor” ante Dios está determinado por mis triunfos personales y riqueza, por el puesto que desempeño dentro de la congregación y no por mi adoración genuina a Él? 10. ¿Leo la Biblia como cualquier libro sin esperar ni importar lo que Dios me quiera revelar, buscando acomodarla para mis fines personales? 11. ¿Ando de congregación en congregación buscando escuchar lo que me satisface, para seguir firme en mi criterio propio? (cristianos golondrinos) 12. ¿Ofrendo y diezmo con la esperanza que Dios me retribuya al ciento por uno, como si se tratara de una inversión bancaria con rédito alto y preferencial, no importándome la honra a Dios? 9.

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Las tentaciones de Jesús 13. ¿Condeno a otros ministerios porque no se conducen o piensan como personalmente he determinado debe ser el servicio a Dios, sintiendo que estoy en lo correcto y ellos en error? 14. ¿Evito trabajar con ministerios que percibo como amenaza a mi estatus existencial, uniéndome con los que piensan y operan similar a mí, olvidando que la palabra de Dios dice que somos un cuerpo con muchos miembros, huyendo y calumniando incluso a ministerios que producen cosas que no entiendo? 15. ¿Condeno a los hermanos que Dios utiliza para manifestar prodigios, sanidades y milagros, diciendo que lo hacen con el poder del diablo y haciendo campañas para desacreditarlos? (Mt.9:1-7, 11-:9-13, 9:24, 10:1-16, 11:25, 12:22-37, 9:32-34). OBSERVACION: Debe ser sincero con usted mismo ante Dios, pues un espíritu fariseo puede estar gobernando áreas de su mente y corazón, manteniendo su alma en cautiverio y convirtiéndolo en hijo del diablo, aunque predique y con la Palabra de Dios se justifique. 16. ¿Mido mi amor por Dios en relación directa a mi cuenta bancaria, a las posesiones que tengo y al dinero que traigo en la bolsa? OBSERVACION: No implica vivir en pobreza ni miseria, sino a la motivación del corazón del hombre. No olvide que Dios es dueño del oro y la plata, que provee a sus hijos con lo que necesitan y si hay relación correcta, el hijo no tienen necesidad de mendigar el pan. 17. ¿Mi servicio dentro de la congregación, lo realizo para ser reconocido por los hombres o para recibir la bendición de Dios? 18. ¿Mi esperanza está en la congregación y lo que esta puede hacer ó en Dios? 19. ¿Busco posiciones de liderazgo para ser visto y desecho el edificar a otros con amor? (Para responder a esta pregunta debe ser íntegro y sincero para escudriñar su corazón y responderse con verdad). Muchos líderes viven en “influyentismo”, explotando a las ovejas y manteniéndolas desorientadas y sin edificación ni transformación. 20. ¿Se siente perfecto, ungido, porque se le ha llamado a desempeñar un cargo de liderazgo, situación que le hace sentirse superior? 21. ¿Su permanencia en la iglesia depende del hombre que predica y no de Dios, ya que cuando un hermano falla se aparta de ésta, sintiéndose dolido por la acción del hermano, desechando a Dios de su vida? 22. ¿Lo que usted piensa y quiere de su vida es lo más importante y minimiza todo lo demás, ignorando lo que Dios quiere de usted,

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aferrándose a su punto de vista? (Esta actitud es una manifestación de idolatría). ¿Cuándo debo manifestar la verdad, la entretengo, la encubro o la manipulo para lograr fines que beneficien mi imagen y posición, colocándome intachable frente a los hermanos? ¿Deshonro mi cuerpo tatuándolo, poniéndome “percin”, perforándolo, afrentando a Dios, aún cuando nos ha instruido no hacerlo porque somos templo y morada del Espíritu Santo? ¿Me causa incomodidad y enojo que Dios promueva a un hermano al servicio y emito juicios de condena y desaprobación, enmascarados en razones justas por las cuales no debió ser promovido a dicho cargo, sintiendo en lo profundo de mi que ese puesto era mío? ¿Manifiesto y expreso piedad, benevolencia y aprobación hacia los hermanos cuando hacen lo que digo y caminan conforme a mi criterio? En caso contrario los condeno y margino y hasta ejecuto campañas de desacreditación de su persona. ¿He dado palabra a los hermanos diciendo “Dios me dice”, cuando en realidad es la vanidad de mi corazón la que habla? ¿Cuándo ora por algún hermano, expresa su deseo de que el hermano sea transformado conforme a un modelo mental personal que usted considera correcto, ejecutando oración de bruja, o pide que la voluntad de Dios sea manifiesta en el hermano y su vida? ¿En mi corazón se ha manifestado, aún en forma débil, el deseo de ocupar el lugar de mi líder, mentor, diácono, anciano o pastor, considerando que lo haría mejor que él? ¿Me considero mejor que cualquiera para ejercer ministerios, menospreciando a los otros?

Oremos: Padre celestial, en el nombre de Jesús vengo ante tu presencia, reconociendo, confesando y entregándote todo fruto de tinieblas que hasta el día de hoy a estado operando en mi, determinando mi conducta y mi relación contigo y tu palabra, así como con mis hermanos, posicionándome en actitudes, pensamientos y acciones de tibieza espiritual. Reconozco y confieso que he estado escuchando a Satanás y me puse de acuerdo con él y sus sugerencias, reproduciéndolas y manifestándolas en mi vida como lo correcto, lo verdadero, y en el nombre de Jesús declaro y decreto que me arrepiento de estos acuerdos con el reino de las tinieblas y cancelo todo argumento, palabra y pensamiento, así como toda actitud y juicio que ha dado poder a la tibieza espiritual en mi vida.

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Las tentaciones de Jesús Te pido perdón por mis pecados y rebeliones, por haber caminado en iniquidad alimentando la concupiscencia de mi carne. Renuncio a todo acuerdo y contratación con Satanás y su reino y cancelo todo pacto generacional, toda iniquidad generacional y toda maldición generacional sobre mi vida por parte de la línea sanguínea de padre y madre hasta diez generaciones de mis ancestros y cancelo toda herencia de iniquidad y maldición hacia mis generaciones descendientes. Te pido sea la sangre de Cristo la que produzca vida a través de mis huesos purificando mi sangre de iniquidad, pecado y rebelión. Renuncio a la rebelión y a la tibieza espiritual en el nombre de Jesús. Me declaro libre y limpio por medio del poder de la sangre de Cristo y declaro y establezco que todo lo que hoy he confesado, renunciado y entregado, no pasa ni opera hacia mis generaciones, en el nombre de Jesús. Declaro y establezco que a partir de ahora, mi espíritu solo escucha la voz de tu Espíritu Santo y toda puerta abierta al reino de las tinieblas tu Espíritu las cierra ahora, porque a partir de hoy decido ser digna morada y templo de tu Santo Espíritu, amén. EN RESUMEN: Armas para purgar la tibieza espiritual de mi vida:   

Vivir la misericordia continua hacia mí y los demás. Búsqueda diaria del conocimiento revelado a través de la Palabra de Dios. Diariamente presentarme en oración ante el Padre como sacrificio vivo, confesando pecados e iniquidades revelados por el Espíritu Santo a mi entendimiento, tomando arrepentimiento y humildad. Cultivar la adoración genuina a Dios para desplegar alabanza con poder. (Recomendable leer mi libro “La música y su gobierno espiritual).

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Las tentaciones de Jesús

3. El hombre de doble ánimo. El hombre es la cumbre de la creación de Dios. En él se impartió a sí mismo y le puso su sello: “a su imagen, conforme a su semejanza” G.1:26-. En el momento de la creación Dios tri-uno impartió su carácter en el género humano, sin embargo, en el momento de la caída en el huerto del Edén éste fue trastocado, contaminado. El carácter de un hombre es el sello distintivo de su personalidad, aún en la condición caída. Sólo que en la condición caída es corrupto, alejado del carácter de Dios quien lo creo. Dios impartió aliento de vida en el hombre cuando sopló en su nariz –Gn.1:26; Hch.17:26-29-. Nos dotó de voluntad y en su diseño creativo, nos constituyó de tres partes: espíritu, alma y cuerpo, las cuales operan en unidad. Estas tres partes fueron tocadas por la maldad incrustando una cuarta parte que llamamos “cuerpo del pecado” ó “carne pecaminosa”, que en griego se designa por el término “sarxs”. La obra redentora de Dios a través de Jesucristo, a parte de la salvación, lleva incluida la sanidad total y restauración al diseño original. (1Tes.5:23). Está incluida la regeneración, la restauración y el perfeccionamiento. El espíritu y el alma son la parte incorpórea del hombre y además, existe una distinción entre el alma y el espíritu. El alma expresa la parte inmortal del ser humano en donde se encuentran en depósito las emociones, sentimientos, apetitos y deseos. La “carne pecaminosa” ó “sarxs” se anidó en el cuerpo físico “soma”, afectando al alma y modificó nuestra naturaleza original dejando al espíritu en cautiverio. En el alma están impresas las características del carácter; allí también se encuentra el temperamento, que es por donde se manifiesta lo torcido. En el Hebreo, el término para referirse al alma es “nephesh” y el espíritu es considerado la parte más elevada de la persona. Lleva en sí mismo individualidad consciente, lo que le hace distinguirse como individuo entre la creación y otros seres humanos. El espíritu manifiesta nuestra individualidad de existencia como seres vivos. Cuando Dios sopló su aliento en el hombre hecho de barro se estableció la operación de la marca o insignia de relación con Dios, por lo que una separación de Él genera vacíos, desorientación, infelicidad, fracasos y esterilidad, entre otras cosas nefastas ajenas a su naturaleza. Se genera una muerte paulatina y su manifestación primera es la falta de gozo y paz, porque la primera función del alma es dar vida al cuerpo y el gozo nace en el espíritu. – Gn.2:7; Job.33:4, 27:3; 1Co.15:45-49-. Los sentimientos, pasiones, ciencia y voluntad están asentados en el alma. –Gn34:3; Ex.23:9; 1Sa.1:15-16; Sal.6:3, 57:1-2-.

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Las tentaciones de Jesús El alma expresa y manifiesta al hombre entero; por esto, al principio de este capítulo anotamos que en el alma está el carácter como sello distintivo de la personalidad. De hecho, en el pensamiento Hebreo el alma es inseparable de la totalidad del hombre. Físicamente, en la sangre se mueve la vida –Hch.17:25; Lv.17:11; Sal.72:14-. En el Hebreo existen otras palabras que casi significan lo mismo que “nefesh”; éstas son: “nesamah” referida al soplo divino vivificante y se utiliza en Zac.12:1 y Job.12:10, estableciendo que es parte del principio de vida racional, sensitiva e intelectual –Ez.11:5; Is.26:9, 66:2; Prv.15:13, 29:23; Sal.51:14 -. El otro término que designa el soplo vital es “ruah”, el principio de vida y de los sentimientos. En los tiempos del nuevo testamento se empezó a utilizar la palabra “kardia” que significa corazón para indicar la vida psíquica del hombre, el movimiento de las emociones y los sentimientos. En el nuevo testamento, es la parte invisible del hombre en oposición con la carne y la sangre –Col.2:5; 1Co.5:5, 7:34; Jn.6:63-. La “Psyche”, el alma, es el principio de la voluntad y el querer –Mt.26:45; Mc.14:38-, el centro de la personalidad íntima del hombre; nuestro propio yo 1Co.2:1; Ro.8:16; Hch.7:59; Stg.2:26- (Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado, CLIE). Al final de los tiempos el hombre resucitará en el estado en el cual murió, manifestando nuevamente la calidad de su integridad en la cual existió en la vida natural terrenal -1Co.15:45-52; 1Tes.4:16-17-. Este estado determinará su destino final, porque lo llevó a tomar decisiones de vida. –Ap.20:12.15 -. Satanás sabe que la calidad de la integridad del hombre determina a qué reino pertenece, si al suyo o al de Dios. Por el origen de creación, el hombre, como género, pertenece a Dios porque fue creado a “su imagen conforme a su semejanza”. Entonces, aprovechando la voluntad y libre albedrío con el que fuimos equipados, establece estrategias para engañarnos, que es lo que hizo con Eva y Adán. Cuando creemos un engaño de Satanás empezamos a manifestar sus obras, las cuales están sustentadas en el “árbol del conocimientos del bien y del mal”, injertando su diseño contrario al diseño divino, provocando que Dios se separe de nosotros cuando tenemos corrupción, haciéndonos a un lado de su bendición y Reino. Si no nos convertimos a Dios creyendo en Jesucristo seremos desechados eternamente, porque adoptamos formas de vida y conducta contrarias a la santidad y pureza de Dios. Hasta el día de hoy Satanás sigue utilizando la misma técnica que aplicó en el Edén para engañar a los humanos, esclavizarlo, oprimirlo y destruirlo. En el Edén, con Eva, sembró la duda y cuando ella la aceptó en su corazón abrió la puerta a un sinfín de posibilidades y condiciones de vida, alterando su carácter que Dios le impartió. La Palabra de Dios dice que en Él, Jehová, no hay sombra de variación; que Él es el mismo ayer, hoy y siempre, que

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Las tentaciones de Jesús no cambia –Stg.1:17; Heb.13:8; Mal.3:6; Nm.23:19; Sal.102:25-27; Sal.33:11-. Entonces, el carácter de Dios es firme, inmutable, “unidireccional”, en tanto que el carácter del hombre, trastocado por los efectos de la caída en el Edén es fluctuante y caótico, porque opera en suposiciones y posibilidades, productos de la duda. La duda genera insatisfacción y carencia porque establece un estado de inseguridad en el corazón del hombre, erigiéndose como fortaleza y lleva al individuo a jugar en su mente con las posibilidades que le dé su imaginación, generando incertidumbre, temor, frustración, envidia, celos, contiendas, etc., lo cual lo convierte en un individuo indeciso, inconstante en todos sus caminos –Stg.1:8-. Recordemos que en la escritura está documentado que Dios le dijo a Adán que de todo árbol del huerto podría comer excepto del “árbol del conocimiento del bien y el mal”. De hecho, en el nombre de este árbol está manifestada su naturaleza dual, dividida: “bien y mal”, “cierto, falso”, “posible, imposible”. El carácter de la personalidad en “doble ánimo es lo que en la psicología se ha denominado “carácter neurótico”. En el individuo de doble ánimo se dan a luz neurosis, traumas, ansiedades e incluso, enfermedades psicosomáticas y orgánicas. Todo esto inició en el Huerto del Edén: “4Pero la serpiente dijo a la mujer:<< ¡No es cierto, no van a morir! 5Dios sabe muy bien que cuando coman de ese árbol, se les abrirán los ojos, y llegarán a ser como Dios conocedores del bien y del mal” (Gn.3:4-5 NVI). Cuando Eva aceptó este argumento que le plateó la serpiente abrió la puerta de entrada a la inseguridad, la duda, las “posibilidades” y en la actualidad se manifiestan crónicamente como neurosis. Una neurosis está definida como una desviación del patrón normal de conducta. Algunos de sus efectos característicos y distintivos es que provoca rigidez en las reacciones y manifiesta incoherencia entre éstas y las formas y tiempos de reaccionar. Ejemplos: 1)

Debo ir a trabajar, pero no salgo a trabajar porque me ocupo en otras cosas motivado por un nerviosismo interno que no tiene explicación; se hace tarde y no voy o llego desfasado del horario de entrada. Aquí opera inseguridad y/ó temor que inhibe la voluntad para cumplir un deber.

2)

Creo en Dios, pero no estoy seguro que me suministre lo que necesito. Por tanto, planifico qué debo hacer para cubrir mis necesidades. Aquí, la creencia en Dios es racional, en la mente carnal, porque en el corazón se cree y se tiene mucha confianza en uno mismo y nada en Dios.

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Las tentaciones de Jesús El hombre de doble ánimo, que es vaso de neurosis, es la manifestación de un conflicto de voluntades las cuales buscan operar simultáneamente en el individuo pero son antagónicas entre sí, es decir, opuestas, no complementarias y generan inestabilidad en el individuo, no permitiendo tener una vida de ciclos completos, cerrados. ¿En su vida hay etapas inconclusas, ciclos no cerrados?... es una señal de la presencia del doble ánimo en su vida. Toda manifestación inestable de emociones y actos es por la presencia dentro de uno del doble ánimo. Los individuos cautivos en este tipo de afección pueden manifestarla por tiempos de duración cortos y medios/largos. Ejemplos: 1)

Quiero ir al cine (y me arreglo)… siempre no, me quedo a ver televisión. –manifestación corta o inmediata-.

2)

Voy a tomar un curso de inglés que dura seis meses. Lo inicia y a los meses decide abandonarlo para tomar otro diferente, lo cual provoca que no cierre ciclos. Este es un ejemplo de acción a medio plazo. Hay circunstancias de vida que se cambian de improviso por voluntad en años; éstas son manifestaciones a largo tiempo.

El hombre de doble ánimo actúa compulsivamente. No reflexiona. Karen Horney en su libro: “La personalidad neurótica de nuestro tiempo” anotó: “El neurótico es una persona que siempre sufre, y ello es producto de un rasgo común a todo tipo de conflicto neurótico, y que es el de la angustia y las consiguientes defensas que se erigen contra ella.” (Colección obras maestras del pensamiento contemporáneo, tomo 31, pagina III, editorial Origen Planeta, 1985). La personalidad neurótica es una personalidad enferma; la personalidad está en el alma y se manifiesta en las emociones y hechos. El diccionario VINE define “doble ánimo” con la palabra “di-psucos”, que literalmente significa “doble almado”, es decir, tener dos almas. Dos conjuntos de emociones antagónicas. La máxima manifestación de una persona de doble ánimo, doble almado, es la personalidad esquizofrénica. Doble ánimo = doble almado = doble intencionado. El doble ánimo es mal intencionado, malicioso, indeciso, celoso, envidioso, inconcluso, mente dividida crónica, esquizofrénico. El extremo máximo es la demencia total.

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Las tentaciones de Jesús La manifestación no violenta del doble ánimo es expresada en conductas con doble intención. En la doble intención está presente la malicia, la maldad, aún cuando quien la manifieste espere lo bueno – Prv.1:10-19-. Tienen desconocimiento de la justicia de Dios e ignoran que todo lo que se siembra se cosechará –Gal.6:7-10-. Sus pasos van presurosos al mal, pero de sus actos esperan cosechar el bien: actitud “doble almado”. La esquizofrenia es el extremo del doble ánimo y el clímax de ésta es la demencia total, pérdida total de la cordura, la cual es habitación de demonios. Sus puertas de entrada son el dolor, inseguridad e incertidumbre. Una persona con doble ánimo pierde el ímpetu y nunca alcanza nada porque en cualquier momento abandona lo que emprende, quedando inconcluso como ya se mencionó anteriormente, porque está operando en duda, en temor y tiene múltiples intereses. No tiene metas definidas y concretas y si tuviera algunas, éstas no están sustentadas en propósitos definidos; son solo sueños fantasmagóricos en su vida que provocan frustración y derrota, desorden emocional. Las personas “novieras” o los infieles manifiestan doble ánimo. Viven una “realidad virtual” rodeada de mentira que opera como verdad. Gobiernan diferentes espíritus de demencia los cuales hacen perder la verdad y dan poder a la duda, miedo, desorientación, inseguridad, entre otros, provocando diferentes grados de demencia. La paranoia es un grado de demencia que está en la antesala de la esquizofrenia. El padecimiento de Alzheimer es la manifestación de un grado de demencia derivado del doble ánimo durante la vida de una persona que ha vivido en incertidumbre, inseguridad, incapacidad de poder tomar decisiones sin cambio en el tiempo. En una personalidad de “doble ánimo” hay grados de existencia, de realidad, los cuales permiten la edificación de habitaciones de violencia que reflejan sus características particulares de vida y existencia. Una persona de doble ánimo vive frustrada. Su carácter está quebrado y manifiesta temperamentos alterados como amargura, ira, resentimiento, depresión, desesperación, desánimo, celos, envidias, pesimismo, bulimia, anorexia, gula, alcoholismo, drogadicción, lujuria, prostitución, etc. los cuales generan y establecen cuadros de vida muy reales, pero sustentados en mentira y soportados por entidades demoniacas. Dios establece en el hombre propósitos que se llevan a cabo a través del llamado. Satanás, ilusiones que entran en operación a través de la esperanza y el afán de poder, actuando en independencia de Dios, sin

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Las tentaciones de Jesús bases sólidas, porque lleva implícita la incertidumbre; fractura y anula la fe. El llamado de Dios al hombre lleva implícito identidad y unidad de carácter, lo cual manifiesta la integridad. El reino de las tinieblas centra su ataque hacia el hombre en sus emociones para alterar sus deseos y tomar control sobre su vida, llevándolo a esclavitud espiritual. Una vez que logra seducirlo lo aprisiona en regiones infernales, en cárceles que la Palabra de Dios denomina “habitaciones de violencia” –Sal74:20-. El hombre “doble almado” no tiene una porción doble de alma, sino que está disminuido a la mitad de su capacidad, está menoscabado por la doble intención en su corazón, por su doble visión. Esta disminución o menoscabo genera debilidad y derrota. Permite la entrada al “ladrón de nuestras almas”, el cual saquea y establece su trono de gobierno dentro del individuo, edificando fortalezas mentales. Además, el hombre de doble ánimo: 

No camina en fe, sino en esperanza temerosa.

Opera en el recuerdo de sucesos del pasado, en especial los traumáticos y en función de éstos, decide y determina su actuar en el presente.

Es fácilmente manipulable en su voluntad por personas y espíritus fariseos, sectarios y de tibieza espiritual.

No escuchan la voz del Espíritu Santo porque está centrado en su “propia voz turbada”.

Es burlón porque no cree posible nada; se siente un juguete del destino, de las circunstancias y dentro de la vida cristiana, en el evangelio, esperan que en oración, el que ora por ellos “profetice” y “decrete” sobre su vida, con la esperanza de que se manifieste lo establecido, pero como tienen dudas e incertidumbres, no creen posible en su mente y corazón lo decretado sea posible y se manifieste lo que les establecieron en oración (aunque esperan que milagrosamente sea), por lo cual no reciben nada. La escritura dice: “… es indeciso e inconstante en todo lo que hace.” (Stg.1:8 NVI).

Si no se ministra este cautiverio de doble ánimo, como hay una manifestación continua de fracaso y frustración, las bendiciones no fluyen y en un momento determinado abandonan el evangelio motivados por el

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Las tentaciones de Jesús desaliento, decepcionados de Cristo y enojados con Dios. Esto lo aprovecha el diablo para mantenerlos presos y hundidos en supersticiones y religiones, llenos de idolatrías y hechicerías. Mueren en la desesperanza. 

El hombre de doble ánimo es el lacayo del tibio espiritual.

Solo está seguro de su inseguridad y como el avestruz, esconde su cabeza en el “hoyo de sus aflicciones justificadas”.

Comer del “árbol del conocimiento del bien y el mal” nos ha provocado mucho perjuicio. Hemos perdido el contacto de la verdad y es necesario recuperarlo. Para lograrlo se requiere escudriñar nuestro corazón, examinar nuestra conducta y manera de pensar, arrepentirnos, pedir perdón y perdonar para que el Espíritu Santo empiece a liberarnos, porque es éste quien nos guiará a toda verdad –Jn.16:13-15-. Jesucristo dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida…” (Jn.14:6). La verdad es lo que nos libera del doble ánimo y todas las consecuencias que acarrea este cautiverio. En Dios la verdad es absoluta. No hay otras opciones alternas. Lo que determina, así es. Ejemplos: 1.

Mt.5:14.- “Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse”. Si dice que somos luz es así y debemos resplandecer. Para ello debemos limpiarnos por medio de su palabra y por el poder de la Sangre de Jesús.

2.

Mt.7:1.- “No juzguen a nadie, para que nadie los juzgue a ustedes”.

Estos dos juicios establecidos en la Palabra de Dios son reales y no admiten variación con el mismo resultado de bendición, pues se sustentan en la verdad de Dios. Si no somos luz estamos en tinieblas y Dios no está con nosotros. Estar en tinieblas y luego buscar la luz en forma oscilante nos posiciona fuera de la verdad de Dios y no podemos recibir bendiciones de su mano. “7quien es así, no piense que va a recibir cosa alguna del Señor; 8es indeciso e inconstante en todos sus caminos”. (Stg.1:7-8). Debemos ser íntegros, de una sola pieza, porque Dios no tiene variación. Debemos desechar de nosotros toda raíz de doble ánimo. Toda raíz y semilla de juicio, envidia, condenación y esto lo lograremos adoptando un estilo de vida nuevo, fundamentado en un análisis exhaustivo de nuestra condición. Debemos enfrentarnos al reconocimiento, confesión, perdón y arrepentimiento para poder ser liberados y bendecidos.

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Las tentaciones de Jesús a)

Reconocimiento: Es la etapa en la cual evaluamos una circunstancia en forma imparcial, sin justificaciones, objetivamente; es decir, sin favoritismos. Se expresa el hecho tal cual es, tal como ocurrió, sin quitarle ni ponerle nada, dejando que cada parte se responsabilice del área que le corresponda. Esta etapa de reconocimiento aplica a nuestra vida lo que dice la Palabra: Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”. (Jn.8:32). Entonces, si no hemos obtenido libertad en un área de nuestra vida es porque no hemos manifestado en su plenitud la verdad tal como Dios nos lo pide.

b)

Confesión: Es la etapa en la cual exponemos con palabras, en voz alta a Dios o a un siervo de Dios íntegro y aprobado para escucharnos y ministrarnos, la circunstancia que fue reconocida mediante la verdad de Dios. La confesión genuina de un evento determinado por el reconocimiento lleva a libertad, lo cual nos trae perdón, arrepentimiento, sanidad y liberación. Hay confesiones fundamentadas en el remordimiento y la culpa. Estas no llevan a libertad porque al no existir el trabajo del reconocimiento, en el cual se manifiesta la verdad, no se aplica la justicia a los hechos. Quienes confiesan en estas dos condiciones del corazón no tienen arrepentimiento ni llegará a él por sus ocultaciones. Su manifestación de confesión no auténtica ante la verdad de Dios tiene el conocimiento que su pecado provocó daño y por consecuencia viene un castigo y busca evitarlo, mas no busca abandonar su iniquidad. Busca “salvar su pellejo” de las consecuencias, pero no acepta su condición y responsabilidad.

Tal vez en este momento esté comprendiendo porque no ha logrado éxito y libertad en su vida a pesar de ya haber confesado varias veces su pecado. No ha pasado por la etapa del reconocimiento, y no ha salido la verdad única en ello. La confesión motivada por remordimiento y culpa busca que seamos vistos como víctimas aún cuando hayamos sido victimarios. No queremos cambiar nuestra manera de vivir; buscamos ser “justificados” en nuestros actos sin que se nos pida ser responsables de lo que nos toca. Esperamos “comprensión” sobre nuestra condición nefasta, ayudada por el sentimiento de lástima que tratamos de provocar hacia nosotros para eludir el castigo. c)

Perdón: Cuando un pecado confesado ha pasado por el reconocimiento y ha sido confesado genuinamente, provoca que se manifieste el perdón, el cual lleva en sí la liberación de la condenación y prisión, aunque no nos libra de la necesidad de

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Las tentaciones de Jesús reparar el daño, lo cual lleva a la restitución. El perdón auténtico rompe ataduras. La falta de perdón mantiene atadas, prisioneras tanto a víctimas como a victimarios con raíces de amargura. La persona que no perdona se mantiene atada así misma de lo que quiere librarse. Entra en condenación y destrucción. Esto se manifiesta en varios tipos de enfermedades físicas como problemas de circulación, renales, gastritis, cáncer, pérdida de la vista, la memoria, frigidez, impotencia, problemas hepáticos. Quien manifiesta alguno o varios de estos padecimientos, en su vida están operando raíces de amargura generadas por el doble ánimo. (Stg.2:8-10; 3:14-16; 4:1-6; Heb.12:15; Sal.32:3-11). d)

Arrepentimiento: Es una decisión y acción, no un sentir. Este nos lleva a cambios de pensamiento, conducta y sentimientos. Permite empiece a darse a luz en nuestra vida la misericordia y el amor. El arrepentimiento nos ayuda a liberarnos de cautiverios y opresiones. Empezamos a vivir conforme al Reino de Dios, manifestando el corazón del Padre. (Mt.3:1-2; 4:17; 5:3, 23-24,44; 6:14-15; 7:1-5).

Reconocimiento, confesión, perdón y arrepentimiento adoptados como estilo de vida con prontitud nos llevará a erradicar el doble ánimo de nuestra vida, trayéndonos libertad y sanidad, porque el doble ánimo nos hace vivir en duda, temor e inconstancia. Para finalizar este capítulo voy a dejar plasmada una guía que ayudará a despojarnos del doble ánimo. No es un procedimiento “mágico e instantáneo”, es progresivo y dependerá de su anhelo, empeño y sinceridad. Como guía para ministración a continuación anoto una guía que sirva como referencia: a)

Reconocimiento:  Anote qué circunstancia de su vida le producen temor e inseguridad.  Explique los hechos y condiciones que piensa usted provocan ese temor e inseguridad.  Anote desde qué tiempo recuerda vive de esta manera en dicha circunstancia.  ¿Qué acciones tomó frente a la circunstancia, que al ejecutarlas y obtener resultados contrarios a lo esperado, provocó en usted ese temor e inseguridad?  ¿Hubo “razón justificada” para haber actuado así?  ¿Quién tuvo la culpa, usted u otra persona?

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Las tentaciones de Jesús b)

Confesión y perdón:  Si lo que puso en la fase de reconocimiento ya lo tiene expuesto en forma clara y completa, oremos: “Padre Celestial, Jehová Sanador, en el nombre de Jesús y por mediación de su sangre derramada en la cruz del Calvario para el pago de nuestros pecados e iniquidades y por nuestro rescate, vengo ante tu presencia para confesarte (Mencione el hecho a confesar). Perdóname por haber dado lugar al temor, la duda y la inconstancia en mi vida, anulando en mí la fe que tú me impartiste cuando me creaste. Decido perdonar a (nombre completo si hubo involucrado alguien en el hecho confesado), porque (repita que hizo y le dijo). Yo lo perdono y libero de toda deuda. A partir de este momento confieso que no me debe nada y toda raíz de resentimiento y amargura que nos ataba y nos mantenía en cautiverio, muerte y destrucción, en ésta hora se seca por el poder del fuego de tu Espíritu Santo. También, me perdono a mí mismo y dejo de culparme y acusarme, aún de enjuiciarme, cumpliendo así toda justicia, porque tu Palabra dice que si traigo mi ofrenda al altar libre de toda contienda, acusación y fruto contrario al tuyo, seré partícipe de tu misericordia y perdón. Padre, perdóname de mi pecado e iniquidad, así como la rebelión dentro de mí. Perdona a los que me agraviaron, así como yo los he perdonado, en el nombre de Jesús.

INDICACIÓN: Debe confesar un pecado, una ofensa ó una circunstancia por turno, porque Dios es específico, ya que por el acto del reconocimiento, debe ser traído a la verdad cada hecho. Una confesión genuina de pecado.

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Las tentaciones de Jesús

4. El apóstata. La apostasía es una condición lamentable para el individuo, porque habiendo degustado del bien celestial, las delicias del Reino de Dios y su Palabra, renegamos, rechazamos y abandonamos la fe y los principios de vida cristiana, alejándonos de Dios. Es una actitud abierta de oposición a Él y todo lo que se le relaciona. Es una rebelión sostenida en espíritus de anticristo. La apostasía tiene consecuencias graves. El libro de Romanos dice: “18Ciertamente, la ira de Dios viene revelándose desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los seres humanos, que con su maldad obstruyen la verdad. 21A pesar de haber conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se extraviaron en sus inútiles razonamientos y se les oscureció su insensato corazón. 22 Aunque afirmaron ser sabios, se volvieron necios, 23y cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes que eran réplicas del hombre mortal, de las aves, de los cuadrúpedos y de los reptiles. 24Por eso Dios los entregó a los malos deseos de sus corazones, que conducen a la impureza sexual, de modo que degradaron sus cuerpos los unos con los otros. 25Cambiaron la verdad de Dios por la mentira, adorando y sirviendo a los seres creados antes que al creador, quien es bendito por siempre. Amén. Además, como estimaron que no valía la pena tomar en cuenta el conocimiento de Dios, Él a su vez los entregó a la depravación mental, para que hicieran lo que no debían hacer.” (Ro.1:18, 21-25, 28). De acuerdo a la definición del Diccionario Bíblico, “Apostasía” significa “volverse atrás”, “vencer”. En nuestros tiempos, la apostasía también se refiere al abandono del individuo Cristiano a su relación con Dios motivado por una rebelión, sedición o capricho nacido de su corazón humano. La apostasía implica necesariamente una posición de la que se puede caer, una profesión hecha que se abandona de una manera deliberada. No hay esperanza para el apóstata. La persona que sucumbe a la apostasía se ha dejado seducir por espíritus de mentira, error, rebelión y anticristo. 2Tes.2:1-10 dice: “1Ahora bien, hermanos, en cuanto a la venida de nuestro Señor Jesucristo y a nuestra reunión con Él, les pedimos que 2no pierdan la cabeza ni se alarmen por ciertas profecías, ni por mensajes orales o escritos supuestamente nuestros, que digan: << ¡Ya llegó el día del Señor!>> 3No se dejen engañar de ninguna manera, porque primero tiene que llegar la rebelión contra Dios y manifestarse el hombre de maldad, destructor por naturaleza. 4Este se opone y se levanta contra todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de adoración,

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Las tentaciones de Jesús hasta el punto de adueñarse del templo de Dios y pretender ser Dios. 5¿No recuerdan que ya les hablaba de esto cuando estaba con ustedes? 6 Bien saben que hay algo que detiene a este hombre, a fin de que él se manifieste a su debido tiempo. 7Es cierto que el misterio de la maldad ya está ejerciendo su poder; pero falta que sea quitado de en medio el que ahora lo detiene. 8Entonces se manifestará aquél malvado, a quien el Señor Jesús derrocará con el soplo de su boca y destruirá con el esplendor de su venida. 9El malvado vendrá, por obra de Satanás, con toda clase de milagros, señales y prodigios falsos. 10Con toda perversidad engañará a los que se pierden por haberse negado a amar la verdad y así ser salvos. Los apóstatas serán derrocados, desechados, y no tendrán participación alguna en el Reino de Dios. La apostasía es alimentada por el malvado utilizando toda perversidad hacia los que se negaron a amar la verdad, para cegarlos. Conociendo la verdad se niegan a participar de ella, perdiendo la salvación. (Jn.3:19-20). La Palabra de Dios dice: “Por eso Dios permite que, por el poder del engaño, crean la mentira. Así serán condenados todos los que no creyeron en la verdad, sino que se deleitaron en el mal”. (2Tes.2:11-12). En el libro a los Romanos dice: 26Por tanto, Dios los entregó a pasiones vergonzosas. En efecto, las mujeres cambiaron las relaciones naturales por las que van contra la naturaleza. 27Así mismo los hombres dejaron las relaciones naturales con la mujer y se encendieron en pasiones lujuriosas los unos con los otros. Hombres con hombres cometieron actos indecentes, y en sí mismos recibieron el castigo que merecía su perversión. 28Además, como estimaron que no valía la pena tomar en cuenta el conocimiento de Dios, Él a su vez los entregó a la depravación mental, para que hicieran lo que no debían hacer.” (Ro.1:26-28). ¡Nuestro tiempo actual es un tiempo de gran apostasía, pero aumentará más! Si observamos detenidamente lo que en la actualidad está ocurriendo en todos los países del mundo, podremos apreciar que se ha generalizado en el vivir social lo que dicen estos dos últimos versículos citados. El lesbianismo, homosexualismo y todo lo relacionado con la cultura inicua “LGBT” han influido en las leyes del hombre para que sus condiciones de vida sean aceptadas como normales, adecuadas e idóneas para la sociedad. En los programas escolares se ha empezado a incluir sutilmente, en forma muy velada, información perversa para la tolerancia de la depravación y la desviación, llamándola la nueva cultura de la igualdad de género, la cual lleva implícita la permisividad a la maldad sexual y degradación moral de acuerdo al estándar de Dios. La cauterización de la consciencia es evidente y todo esto es rasgo de que la apostasía ya tiene un lugar activo dentro del mundo e irá en aumento. La maldad y la impiedad han aumentado a mayor ritmo que en décadas anteriores. Lo más lamentable

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Las tentaciones de Jesús de todo este panorama mundial es que muchos que han profesado el evangelio genuino de Jesucristo se han dejado desviar y han dado marcha atrás en la fe para participar de estas perversiones y depravaciones, dejando atrás la Palabra de Dios y regresando a sus viejas maneras de vivir (Ro.1:29-32; 2Pe.2:22; Prv.26:11). La escritura dice que estamos viviendo en tiempos peligrosos. Cada uno de nosotros practicamos diversas clases de pecados cuando andábamos extraviados, siendo algunos más predominantes que otros, adoptándolos como estilo de vida, como cultura o como nuestra forma de ser, como el adulterios, sea de hombre o mujer, la trampa, el embuste, el soborno, la glotonería, etc. Debemos estar alerta y velando en unidad con el Espíritu Santo. Si al día que está leyendo éstas líneas aún no ha recibido ministración de liberación y restauración le recomendamos la busque, ya que si se conforma o consiente que esto siga dentro de usted como semilla o huevecillo espiritual, corre el riego que un día den fruto y además de prevaricar y pecar, lo lleve a apostatar de la fe en Cristo Jesús. Cuando estas semillas dan fruto, es decir, germinan, provocan ceguera y sordera espiritual, la cual endurece el corazón y empezamos a ser corrompidos, manifestándose también la cojera espiritual. El libro a los Hebreos dice: “12Cuídense, hermanos, de que ninguno de ustedes tenga un corazón pecaminoso e incrédulo que los haga apartarse del Dios vivo. 13Más bien, anímense unos a otros cada día, para que ninguno de ustedes se endurezca por el engaño del pecado” (Heb.3:12-13). Participar de la apostasía nos impide y priva de entrar en el reposo de Dios: “1Cuidémonos, por tanto, no sea que, aunque la promesa de entrar en su reposo sigue vigente, alguno de ustedes parezca quedarse atrás. 2Porque a nosotros, lo mismo que a ellos, se nos ha anunciado la buena noticia; pero el mensaje que escucharon no les sirvió de nada, porque no se unieron en la fe a los que habían prestado atención a este mensaje. 3En tal reposo entramos los que somos creyentes, conforme Dios ha dicho: <<Así que, en mi enojo hice este juramento: “jamás entrarán en mi reposo”>>… “Esforcémonos, pues, por entrar en ese reposo, para que nadie caiga al seguir aquél ejemplo de desobediencia.” (Heb.4:1-3, 11). Esforzarse para entrar en el reposo de Dios implica la restauración integral y total como individuos por Dios a través del Espíritu Santo, cimentados en el poder de la sangre de Cristo y en el poder de la resurrección. Debemos ser cuidadosos y celosos en cuidar los dones y dádivas de Dios. Es necesario crecer y madurar en la Palabra de Dios y en

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Las tentaciones de Jesús la comunicación con Él para poder distinguir entre lo bueno y lo malo. (Heb.5:13-14). La Palabra de Dios es contundente respecto a la apostasía: “Es imposible que renueven su arrepentimiento aquéllos que han sido una vez iluminados, que han saboreado el don celestial, que han tenido parte en el Espíritu Santo y que han experimentado la buena Palabra de Dios y los poderes del mundo venidero, y después de todo esto se han apartado. Es imposible, porque así vuelven a crucificar, para su propio mal, al Hijo de Dios, y lo exponen a vergüenza pública.” (Heb.6:4-6). Además: “25Tengan cuidado de no rechazar al que habla, pues si no escaparon aquéllos al que los amonestaba en la tierra, mucho menos escaparemos nosotros si le volvemos la espalda al que nos amonesta desde el cielo. 28 Asi que nosotros, que estamos recibiendo un Reino Inconmovible, seamos agradecidos. Inspirados por esta gratitud, adoremos a Dios como a Él le agrada, con temor reverente, 29porque nuestro Dios es fuego consumidor.” (Heb.12:25, 28-29). Rechacemos la apostasía, porque ésta nos llevará a condenación eterna. Vuelvo a indicar: Estamos viviendo tiempos peligrosos. En 1Ti.4:1-3 dice: “1El espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos abandonarán la fe (apostatarán) para seguir a espíritus engañosos y doctrinas diabólicas (doctrinas de demonios). 2Tales enseñanzas provienen de embusteros hipócritas, que tienen la conciencia encallecida (cauterizada). 3Prohiben el matrimonio y no permiten comer ciertos alimentos que Dios ha creado para que los creyentes, conocedores de la verdad, lo coman con acción de gracias.” Aquí encajan todas doctrinas de la nueva era, metafísica, yoga, mentalismo, Dianética y Cienciología, fundamentadas en ideologías humanistas tintadas de divinidad y espiritualidad, así como también algunas corrientes religiosas como Testigos de Jehová, Mormones, Séptimo Día, Catolicismo, sustentadas en doctrinas erróneas, manipuladas, las cuales se convierten en herejías, nido de idolatrías. Hablan de Dios pero niegan su presencia a través del Espíritu Santo. Cuestionan las manifestaciones de su poder, siendo éstas corrientes religiosas ineficaces para el Reino de Dios. El Evangelio de Jesucristo es uno, claro y contundente –Gal.1:6-10-. Algunas de sus características son: 1)

Arrepentimiento de obras muertas o que conducen a la muerte. (Heb.6).

2)

Creer que Jesucristo es el Hijo unigénito de Dios y que por su sangre derramada en el calvario fuimos salvos.

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Las tentaciones de Jesús 3)

Recibir y honrar al Espíritu Santo como el abogado, consejero, paracleto, una personalidad de Dios, no una fuerza activa.

4)

Nacer en la fe en Dios.

5)

Recibir, madurar y crecer en la instrucción de bautismos mencionados en la Biblia que indican ser bautizados en el nombre de Jesús ó en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y no es válido el bautismo por los muertos ni el de niños.

6)

Santificarse para ser instrumentos de Dios por medio de la imposición de manos.

7)

Creer en la resurrección de los muertos y el juicio eterno, lo que no da lugar a la reencarnación.

8)

Caminar con Jesucristo como modelo, porque Él es “el camino, la verdad y la vida, y nadie viene al Padre si no es por Él. (Jn.14:6).

Desechemos de nuestra vida, espíritu, alma y cuerpo, toda idolatría, rebelión, iniquidad y pecado que pueda activar la semilla de la apostasía en nosotros, llevándonos a perdición eterna. Debemos afianzarnos en Dios, Jesucristo y el Espíritu Santo, conociéndolos en forma integral a través del estudio ferviente de la Palabra, expectantes de la revelación del Espíritu Santo, creciendo en intimidad con Él a través de la oración. Debo decirle que en toda congregación siempre hallará detalles en los hermanos, incluyendo liderazgo y pastores. Que esto no sea motivo para que apostate de la fe. La incredulidad en Jesucristo no permite que entremos en el reposo de Dios y anula la fe. Nunca baje la guardia en oración. Tenga intimidad continua y total con Dios. Así, cuando algún hermano haga algo que nos afecte, podremos perdonar rápidamente, liberarnos y seguir adelante con Dios, cerrando la puerta a la apostasía. La oración es el arma eficaz contra las acechanzas del maligno. Si se siente débil, el ayuno le ayudará a fortalecer su espíritu y sujetarlo a la voluntad de Dios. Espero en Dios que no aborte el evangelio, que si se ha desviado un poco, rectifique el camino, se ponga a cuentas con Dios y camine como vaso de honra. Sea bendecido en el nombre de Jesús.

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Las tentaciones de Jesús

5. Las herejías. El diccionario Bíblico Nelson define la herejía como cualquier desviación de la ortodoxia. La ortodoxia se refiere a todo el conjunto de doctrina aceptado por un gobierno religioso o presbiterio. Incluye hábitos y costumbres admitidas. El término herejía comenzó a utilizarse tan pronto como la iglesia se estableció como tal. La herejía tiene su origen en las “obras de la carne”. Encuentra su incubación y fuerza cuando la ortodoxia se hace rígida, y termina oponiéndose a Dios “en el nombre de Dios”. En la edad media, el catolicismo etiquetó de hereje a todo aquél que se oponía a su reglamentación y dogma establecido, aún cuando éste fuera en contra de Dios, su santidad y la verdad y eficacia de su Palabra. La herejía es el lugar idóneo para que la blasfemia se dé a luz. Una herejía altera la verdad, la manipula y controla todo lo que se adhiere a ella. Fomenta el sectarismo. No activa ni desarrolla el discernimiento y la revelación espiritual asociada con el Espíritu Santo y provoca ceguera y sordera espiritual en los individuos, atándolos por medio de espíritus religiosos a prácticas muertas, esclavismo emocional y espiritual, reduciéndolos a la práctica de una religión sin vida, sin verdad ni transformación. Mueren en delitos y pecados, pues la herejía apostata de Dios. Analicemos en el espíritu algunas citas bíblicas: Ti.3:5-7 dice: “5Él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia sino por su misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación del Espíritu Santo, 6el cual fue derramado abundantemente sobre nosotros por medio de Jesucristo nuestro salvador. 7Así lo hizo para que, justificados por su gracia, legáramos a ser herederos que abrigan la esperanza de recibir la vida eterna.” “Nadie será justificado en presencia de Dios por hacer las obras que exige la ley; más bien, mediante la ley cobramos conciencia de pecado.” (Ro.3:20). No es por obras, mandas, ritos, sacrificios, rezos, etc. La justicia de Dios llega por medio de la fe en Jesucristo cuando creemos y por su gracia somos justificados. No por obras ni rituales – Ro.3:22-26, 28-. “…24Dios tomará en cuenta nuestra fe como justicia, pues creemos en aquél que levantó de entre los muertos a Jesús nuestro Señor. 25El fue entregado a la muerte por nuestros pecados, y resucitó para nuestra justificación.” (Ro.4:24-25; 11:6).

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Las tentaciones de Jesús Las herejías son dadas a luz por gente carnal que busca que Dios obre conforme a su capricho y apetitos animales –Gal.5:16-21-. “5Los que viven conforme a la naturaleza pecaminosa fijan la mente en los deseos de tal naturaleza; en cambio, los que viven conforme al Espíritu fijan la mente en los deseos del Espíritu. 6La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz. 7La mentalidad pecaminosa es enemiga de Dios, pues no se somete a la ley de Dios, ni es capaz de hacerlo. 8Los que viven según la naturaleza pecaminosa no pueden agradar a Dios.” (Ro.8:5-8). Los herejes viven conforme a la naturaleza pecaminosa. Buscan satisfacer sus apetitos sensuales cobijados de religión para no ser juzgados –Ro.8:12-16-. Todo individuo o grupo de individuos que someten a la gente a rituales y miedo, se convierten en hacedores de iniquidad y herejes, y por lo general, atan a la idolatría. Crean sectas. La herejía es peligrosa porque es una opinión doctrinal desviada de la verdad, la cual está fundamentada en falsa enseñanza. Jesucristo es nuestra verdad y nuestra esperanza: “17Dios no envió a su hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de Él. 18El que cree en Él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en nombre del hijo unigénito de Dios.” (Jn.3:17-18). Pastores, hijos del Dios altísimo; seamos cuidadosos con nuestros hermanos. Obremos con temor ante Dios honrándolo siempre en nuestra manera de dirigirnos y dirigir a su pueblo, sin vituperar a Cristo y corromper la Palabra de Dios. El apóstol Pablo dejó la siguiente exhortación: “28Tengan cuidado de sí mismos y de todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo los ha puesto como obispos para pastorear la iglesia de Dios, que Él adquirió con su propia sangre. 29Sé que después de mi partida entrarán en medio de ustedes lobos feroces que procurarán acabar con el rebaño. 30Aún de entre ustedes mismos se levantarán algunos que enseñarán falsedades para arrastrar a los discípulos que los sigan.” (Hch.20:28-30). En la época de los Reyes de Israel, después de la muerte de Salomón, el Reino de Israel fue dividido y a Jeroboam le fueron dadas diez tribus. Ahías le dijo a Jeroboam: “Toma para ti diez pedazos del manto nuevo que he rasgado porque el Dios de Israel decidió quitar de la mano de Salomón el reino y darte diez tribus a ti -1Re.11-. Esto ocurrió porque Salomón apostató de la ley de Dios al adorar a Astarté, diosa de los Sidonios, a Quemós, dios de los Moabitas y a Moloc, dios de los Amonitas. Cuando esto ocurrió, Dios le dijo a Jeroboam a través del profeta que extendería el reino a su gusto y si éste estaba con Él, tendría que hacer todo lo que Dios le ordenara y seguir en sus caminos, lo cual

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Las tentaciones de Jesús lograría cumpliendo los decretos y mandamientos de Dios. Sin embargo, este personaje falló y por temor a perder el reinado mandó hacer dos becerros de oro, colocando uno en Betel y otro en Dan, diciéndole al pueblo que éstos eran sus dioses. Con esta acción incitó al pueblo a pecar llevándolos tras una herejía. “31Jeroboam construyó santuarios paganos en los cerros, y puso como sacerdotes a toda clase de gente, hasta quienes no eran levitas. 32 Decretó celebrar una fiesta el día quince del mes octavo, semejante a la que se celebraba en Judá. En el altar de Betel ofreció sacrificios a los becerros que había hecho, y estableció también sacerdotes para los santuarios paganos que había construido. 33Así pues, el día quince del mes octavo Jeroboam subió al altar que había construido en Betel y quemó incienso. Ese fue el día que arbitrariamente decretó como día de fiesta para los Israelitas.” (1Re.12:31-33). Jeroboam alteró lo establecido por Dios a través de Moisés. Modificó todo y además ofreció él mismo sacrificio sin ser sacerdote. Se desvió de la verdad establecida por Dios rodeándola de falsedad. En su herejía fomentó la idolatría e hizo caer en maldición a las tribus que gobernaba. La idolatría provoca la furia de Dios. La herejía nos pone bajo juicio. Es darle la espalda a Dios: “… te has portado peor que todos los que vinieron antes de ti, al extremo de hacerte otros dioses, ídolos de metal; esto me enfurece, pues me has dado la espalda.” (1Re.14:9). Nosotros que hemos conocido a Cristo le hemos aceptado y buscamos caminar conforme a su voluntad, debemos estar atentos, alertas. Velando y orando como Jesús invitó a sus discípulos en el huerto de Getsemaní. Si no velamos y oramos, si estamos descuidados de su Palabra y no nos mantenemos en intimidad con Él, nos colocamos en una situación vulnerable en la cual podemos tergiversar la sana doctrina y crear ídolos, aún en forma inconsciente, becerros de oro que se convierten en religión que actúa en nuestra mente y corazón. Por ejemplo: la vestimenta como símbolo de santidad, la forma de orar; también podemos colocar como ídolos a los líderes y pastores y a lo que nos digan sin pasarlo por la prueba de la Palabra de Dios, poniendo en segundo término al Padre y su Palabra para nuestras vidas. Cuando esto ocurre perdemos la libertad en el espíritu; entra la ceguera y sordera espiritual y empezamos a ser manipulados porque ya no distinguimos ni discernimos la veracidad de lo que nos imparten, perdimos conexión con el Espíritu Santo, que es Dios. Esto altera la verdad. Nos desviamos porque la doctrina está contaminada y estamos en una posición en la cual podemos deslizarnos lentamente a la práctica de herejías, aún cuando nos proclamemos cristianos.

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Las tentaciones de Jesús La herejía provoca juicios tremendos. Examinemos lo que le sucedió a Jeroboam cuando cayó en herejía: “10Por eso voy a enviarle una desgracia a la familia de Jeroboam. De sus descendientes en Israel exterminaré hasta el último varón, esclavo o libre. Barreré la descendencia de Jeroboam como se barre el estiércol, hasta no dejar rastro. 11A los que mueran en la ciudad se los comerán los perros, y a los que mueran en el campo se los comerán las aves del cielo. ¡El Señor lo ha dicho!” (1Re.14:10-11). Si todo le sale mal, sufre destrucción, pérdida, robo, enfermedad continua, accidentes, pérdida de bienes, dificultades para establecerse en paz en la tierra, seguramente hay ídolos en el corazón y doctrina incorrecta, raíces de herejía. Es importante tomar un tiempo de oración y ayuno y pedirle al Espíritu Santo nos muestre éstas raíces para desarraigarlas, arrancarlas y destruir toda obra edificada en éstas – Jer.1:10-. Debemos arrepentirnos y pedir perdón, cancelar sus efectos y pedir la transformación de nuestro corazón y ser llenados de la genuina Palabra de Dios. (1Re.14:14-16; 1Re.14:22-27). Realizando un estudio minucioso del primer libro de los reyes, desde el capítulo doce al diez y siete, entre tanta calamidad, podemos apreciar que el pecado de Jeroboam, su herejía, tuvo trascendencia generacional, refrendando la misma maldición de exterminio. En el reinado de Acab la herejía tuvo su clímax, porque además de cometer los mismos pecados de Jeroboam, se casó con Jezabel y se dedicó a servir y adorar a Baal. La herejía sigue viva y vigorosa en nuestro tiempo dentro de la iglesia. ¿Venera a un ídolo o deidad femenina con un niño en los brazos, sea cualquiera su nombre? Es un indicio que se está caminando gravemente en herejía. ¿Acomoda la Palabra de Dios a su conveniencia? Está caminando en herejía. En el libro de revelaciones o Apocalipsis Dios indicó y mandó al Apóstol Juan escribir exhortaciones a siete iglesias, incluyendo a sus pastores: Esmirna: Sé cómo te calumnian los que dicen ser Judíos pero que, en realidad, no son más que una sinagoga de Satanás. Pérgamo: Toleras a los que se aferran a la doctrina de Balaam, el que enseñó a Balac a poner tropiezos a los Israelitas, incitándoles a comer alimentos sacrificados a los ídolos y a cometer inmoralidades sexuales. Toleras así mismo a los que sostienen la doctrina de los Nicolaítas. Tiátira: Toleras a Jezabel, esa mujer que dice ser profetiza. Con su enseñanza engaña a mis siervos, pues los induce a cometer inmoralidades sexuales y a comer alimento sacrificado a los ídolos.

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Las tentaciones de Jesús Sardis: Tienes fama de estar vivo, pero en realidad estás muerto. No he encontrado que tus obras sean perfectas delante de mi Dios. Así que recuerda lo que has recibido y oído; obedécelo y arrepiéntete. Éfeso: Has abandonado tu primer amor. Filadelfia: Fue elogiada por Dios aún cuando se ha debilitado. Loadicea: No eres ni frío ni caliente; eres tibio y te vomitaré de mi boca. Podemos apreciar cómo en tres de las iglesias la doctrina hereje de Balaam se mueve; en una hay obras muertas, en otra hay tibieza espiritual y otra ha sido debilitada. Nosotros somos la iglesia y debemos velar y orar. Examinarnos continuamente y erradicar todo lo que no es conforme a Dios. Así como leemos sobre las fallas y deficiencias que Dios marca a cada iglesia, podemos ver cómo las invita al arrepentimiento y santidad. Como hijos de Dios debemos estar siempre vigilantes para desechar de nosotros toda obra de las tinieblas que a través de manipulación de la Palabra de Dios busque alterar el genuino evangelio de Jesucristo. En el libro de Revelaciones ó Apocalipsis, capítulo dos, versículo seis, menciona a los Nicolaítas. Estos individuos eran creyentes que acomodaron su fe para gozar las prácticas del pecado en Éfeso. Cuando obraron de esa manera cayeron en herejía. En el capítulo dos, versículo catorce del mismo libro menciona a Balaam y a Balac. Balac fue rey de Moab y pidió a Balaam maldijera al pueblo de Israel. Sin embargo, el Ángel de Jehová resistió a Balaam y le dijo: “…¿Por qué has azotado tu asna tres veces? He aquí yo he salido para resistirte, porque tu camino es perverso delante de mí.” –Nm.22:32-. La vida de Balaam tenía fachada de espiritualidad la cual cubría una vida corrupta en el corazón. El corazón de este hombre siempre corrió tras la riqueza y el aplauso. No era íntegro ante Dios. Caminaba en herejías. En 2Pe.2:15-16 dice: “Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad y fue reprendido por su iniquidad; pues una muda bestia de carga, hablando con voz de hombre, refrenó la locura del profeta”. Como Balaam, en la actualidad, toda persona que busca ser bendecida en lo material utilizando la Palabra de Dios, dejando para después la búsqueda del Reino de Dios y su Justicia, está caminando en herejía. Los pastores que solo tienen como meta hacer crecer numéricamente la congregación que tienen a su cargo para aumentar sus ingresos a través de ofrendas, primicias, diezmos y eventos especiales, dejando de lado los fundamentos del cristianismo, la sanidad interior, la

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Las tentaciones de Jesús liberación de los individuos y la restauración de la familia, todo fomentando el amor al Dios y a su Palabra, están caminando por recompensa tal como Balaam, lo cual es hacer iniquidad y crear herejía. Si usted como cristiano se ha enfocado en asistir a la iglesia con la única finalidad de ser bendecido con bienes materiales y abundancia de dinero está caminando en herejía y tiene un ídolo de codicia en su corazón. Los pastores que predican y enseñan a sus congregantes que al seguir a Jesucristo recibirán primeramente abundancia de bienes, poder, gloría y bienestar están fomentando una herejía al poner éstas circunstancias como ídolos en el corazón de la gente. A través de la herejía los están entregando a cautiverio con Faraón. Jesucristo dijo: “4… Escrito está: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mt.4:4). “Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos” (Mt.5:3). “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios” (Mt.5:8). “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios” (Mt.5:9). “19No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; 20sino haceos tesoros en el cielo, donde la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. 21Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Mt.6:19-21). “Ninguno puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas (mamon)” (Mt.6:24). Jesucristo nos ha indicado el camino a seguir después del encuentro personal con Él y abrazar el arrepentimiento como estilo de vida. Como prioridad, buscar el Reino de Dios y su justicia. Todas las demás necesidades serán cubiertas por añadidura –Mt.6:25-34-. Si corremos tras las riquezas, los bienes materiales, éstas cosas se erigen en ídolos. Nos alejamos de la comunión del Espíritu Santo y empezamos a caminar en herejía, porque la Palabra de Dios se empieza a ajustar a nuestra cosmovisión, empezando a caminar en oposición a Dios como Nimrod, sin darnos cuenta, porque al entregar nuestro corazón a éstos ídolos, caemos en ceguera y sordera espiritual.

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Las tentaciones de Jesús Mi.6:8 dice: “Oh, hombre, Él te ha declarado lo que es bueno; y qué pide Jehová de ti: Solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante Dios.” “Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos.” (Os.6:6). Cuando dejamos de tener conocimiento de Dios y abandonamos la misericordia, la piedad y el amor, todo lo demás que hagamos son obras de maldad, iniquidad activa, Caemos, por este camino inicuo, en un caos espiritual, en desorden, vacío y tinieblas. Un predicador de nuestro tiempo ha escrito: “El sacrificio que más complace a Dios es el sacrificio de la justicia de la gente de fe, cuando ha recibido la remisión de pecados con fe en el evangelio del agua y el Espíritu.” (Rev. Paul C. Jong) Ro.12:1-2 dice: “1Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpo en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 2No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” En estos dos versículos, una vez más, se nos está indicando como no dar lugar a la herejía en nuestras vidas y si nos hemos descuidado y caído en ella, tenemos el camino a seguir, la forma de proceder para volver al evangelio genuino de Jesucristo. Como dice el Salmo 91:1, debemos guardarnos en la presencia de Dios. Pidamos al Espíritu Santo con humildad cómo allegarnos a este cobijo de Dios de acuerdo a como lo describe este salmo. Debemos someternos bajo la poderosa mano de Dios y su voluntad. Debemos ser edificados juntamente con Cristo para gloria, honra y alabanza de Dios el Padre y para bendición y vida eterna a nosotros -1Pe.2:1-10-; Is.54:6-13-. Vayamos al lugar secreto en oración e intimidad con el Espíritu Santo para que nos permita discernir la plenitud del misterio encerrado en la frase: “mas buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” –Mt.6:33-, para no caer prisioneros en las trampas del reino de las tinieblas. EXAMINANDO MI CORAZON: 1. 2.

¿Prefiero bienes materiales antes que a Dios? Mientras tengo beneficios materiales asisto a la iglesia y tengo buen ánimo, pero cuando viene alguna prueba y me veo afectado en lo que considero la bendición de Dios para mi vida, reniego y me aparto de Él?

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Las tentaciones de Jesús 3. 4.

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6.

7. 8.

¿Cuáles son los ídolos en mi mente y corazón que me apartan de Dios? ¿Asisto a la iglesia solo por el interés de ser promovido a un puesto de servicio ó liderazgo, sin importar si tengo un buen fundamento bíblico y sana comunión con Dios? ¿Asisto a la iglesia tratando de pasar desapercibido con la finalidad de no ser llamado a servir y no tener compromiso de servicio en la congregación ni con Dios? ¿Admiro tanto a pastores y líderes por la forma que predican y por lo que predican, que todo lo que dicen lo acepto como palabra de Dios sin pasarlo por el filtro de la escritura (Biblia)? ¿Considera que sin ofrenda, primicia y diezmo su ministerio dejaría de existir o se ve imposibilitado de florecer? ¿Considera que dar ofrenda, diezmo y primicia es incorrecto y contra la biblia?

Oro y espero en Dios que al contestar estas preguntas lo haga con total honestidad y sin pretender justificarse en su posición. Que pueda evaluar su real estado espiritual ante Dios y caminar en más santificación. (1Jn.1:5-10). Nuestro pan diario es la Palabra de Dios y la santificación por medio de ella. Otra forma de caer en herejía siguiendo el camino de Jeroboam es a través del servicio, teniendo un corazón corrupto. Muchos individuos que se llaman pastores ó apóstoles van corriendo tras los beneficios materiales del ministerio como son el dinero, la fama, el poder, entre otros. Buscan hacer crecer la congregación para que aumente su ganancia financiera; crecen en ego, soberbia, vanidad, vanagloria; se crean una imagen de prestigio al estilo mundo ejecutivo, y para sostener su herejía, sus prevaricaciones, amontonan ascuas de fuego sobre su cabeza, pues también promueven como personas de apoyo al servicio, para ejercer liderazgo, a individuos no nacidos en Cristo o si han nacido, sin restauración ni madurez. El error de Jeroboam está manifiesto en nuestros días al creer que cualquiera que se gradúa de un seminario puede ser pastor conforme al llamado de Dios. Han metido el evangelio y los ministerios en el molde del mundo a través del humanismo y el racionalismo. Han revestido al cristianismo, los cultos, con espectáculos que agitan las emociones carnales, pero no edifican en el Espíritu. El objeto de su fe no es Jesucristo, ni Dios, menos el Espíritu Santo, aún cuando los mencionan; no importa honrar la palabra de Dios y vivirla. Sus móviles son ídolos carnales recubiertos de espiritualidad y justicia. Es necesario volver a la senda antigua. Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. Caminar en humildad, honra y respeto a Dios.

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Las tentaciones de Jesús Mientras sigamos ciegos a la revelación de la Palabra de Dios que dice que Dios es Espíritu y que busca a adoradores en Espíritu y verdad, se seguirá caminando en herejías y derrota continua, controlados por espíritus religiosos. De acuerdo con los principios de Dios y su naturaleza, todo lo creado se resuelve desde el ámbito espiritual y esto se activa a través de la oración de fe en Jesucristo. Solo de esta forma podremos impactar a la creación con bendición y liberación. La oración va a ser altamente poderosa y letal para el reino de las tinieblas cuando tengamos un profundo conocimiento y comunión de Jesucristo y con su naturaleza. Entonces también la oración será altamente benéfica y llena de bendición.

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Las tentaciones de Jesús

6. Los enemigos del hombre. De la lectura de la Palabra de Dios podemos darnos cuenta que estamos formados de espíritu, alma y cuerpo. 1Tes.5:23 dice: “Que Dios mismo, el Dios de paz, os santifique por completo, y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo, (énfasis añadido). Como individuos operamos en tres canales, pero, ¿qué es el espíritu, el alma y el cuerpo? De esta pregunta se desprende otra: ¿qué es la carne cuando se asocia al pecado? Iniciemos nuestro camino por comprender nuestra estructura tripartita como creación. Dios creó al hombre a su imagen, conforme a su semejanza -(Gn.1:26-27)- dándole poder y autoridad sobre la tierra y bendiciéndolo, porque los pensamientos de Dios son de bien y no de mal (Is.55:8-9, Jer.1:5)-. Cuando Dios nos hizo seres vivientes nos dotó de lo mejor de sí mismo. La frase: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” -Gn.1:26- tiene en sí misma un gran peso y medida de poder, autoridad y responsabilidad y es de vital importancia comprenderlo ya que muchos, por ego, se hipnotizan en la capacidad de utilizar la autoridad y el poder sin considerar la responsabilidad que esto conlleva. De acuerdo a la definición de la Real Academia Española, RAE, imagen se refiere a figura, representación y apariencia de algo, como el reflejo de una persona u objeto en el espejo o cualquier superficie reflejante y semejanza a la cualidad de semejante, es decir, que se parece a alguien o a algo, aunque no necesariamente es idéntico, pero sí porta cualidades de quien es semejante. Es decir, en una frase corta: imagen igual a reflejo, semejanza igual a características comunes que emparentan. La palabra “ser” está definida como: 1) principio activo y constitutivo de las cosas. 2) (en filosofía): Existencia. 3) (en filosofía): Esencia. 4) (en filosofía): Lo que no se identifica con la nada y es apto para existir. (Diccionario enciclopédico 2002 de Larousse). Es decir, un ente que existe. Para poder comprender con mayor claridad los conceptos, tomemos la forma en que aparece este versículo en la versión Reina Valera Gómez: “Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida; y fue el hombre un alma viviente”. Al ser creados a la imagen de Dios y conforme a su semejanza, tenemos naturaleza espiritual porque Dios es espíritu y en Gn.2:7, dice que cuando Dios sopló en el hombre que formó del polvo de la tierra este se convirtió en un alma viviente.

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Las tentaciones de Jesús Entonces tenemos las siguientes definiciones: 1.

Espíritu: Se refiere a la parte más sublime y elevada del ser humano. Hace al hombre un individuo consciente. Los términos utilizados son, en hebreo “ruach” y en griego “pneuma” siendo los mismos que designan al espíritu de Dios, al Espíritu Santo, a los seres angelicales, tanto buenos como caídos, de acuerdo a lo definido en el nuevo diccionario bíblico ilustrado de VilaEscuain.

2.

Alma: (heb., nephesh; gr., psyche). Es el ego inmaterial del hombre en sus relaciones normales con cosas terrenales y físicas. La “mente” (nous) es el yo en sus funciones racionales. Nuevamente, la “mente” (phronema) es el yo cuando se contempla profundamente. El “corazón” (kardia) es el yo cuando manifiesta una complejidad de actitudes. La “voluntad” (thelesis) es el yo cuando elige y decide. (Diccionario Bíblico mundo Hispano, tomo I).

3.

Cuerpo: Parte material del individuo que lo hace visible en este universo. Es templo y morada del Espíritu Santo. Es el vehículo para vivir en este planeta y está constituido por órganos, sistemas y aparatos.

¿Qué podemos conocer de Dios a través de las escrituras? que tiene atributos y fruto, aspectos que definen a nuestro entendimiento su esencia y naturaleza. Algunos de sus atributos son los siguientes: amor, omnipotencia, omnisciencia, omnipresencia, poder, autoridad, soberanía, eternidad, infinitud, inmutabilidad, justicia-equidad, libertad, santidad, simplicidad, unidad, verdad. Cuando Dios decidió crearnos nos impartió algo de estos atributos para que fuéramos semejantes a Él. Describiré en forma básica que característica tiene cada uno de estos atributos también conocidos en teología como perfecciones de Dios, para después entender como nos fueron impartidas. 1.) Amor: Consiste en afecto y corrección. En darse a sí mismo a otro. El amor busca el bien del objeto o persona amada. Es la perfección de la santidad y todo lo que esto implica. El amor excluye todo egoísmo. 1Co.1-8 nos presenta una descripción precisa del amor de Dios y cómo debemos vivirlo y manifestarlo nosotros como sus hijos. Los versículos 4 al 8 dicen: “4El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene

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Las tentaciones de Jesús envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5No hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7Todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.” Aunque en estos versículos están claramente especificadas las características del amor y permanecen para siempre, muchos se atan a las profecías, a los dones de lenguas, a la ciencia, etc., como lo eterno, cuando éstos solo son atributos temporales y pasajeros. Lo que al final prevalece es el amor, porque Dios es amor -1Jn.3:8-. ¿Cómo nos damos nosotros mismos buscando el bien de lo amado? Siendo benignos, sin envidia, sufridos, sin vanidad ni jactancia, no buscando nuestro provecho, no siendo egoístas, injustos. ¿Cómo nos damos a nosotros mismos, con amor, al servicio de Dios? negándonos al YO. Un defecto que he visto manifiesto en estas acciones de amor es una actitud pervertida de los mismos, porque quien se dirige en esta forma muestra ego, soberbia, una búsqueda incansable de lo suyo aún a costa de otros, sin importarle nada las otras partes, fundamentando su actitud en las frases que dicen: “todo lo sufre, todo lo cree, todo lo soporta”. En forma recurrente se manifiesta esta actitud en las mujeres aunque no se excluyen algunos hombres, manifestando una conducta errada en una actitud Jezabélica, utilizando manipulación religiosa, falsa piedad y compasión con la finalidad de someter a los demás a sus deseos por medio de la culpa, tratando de llevarlos a un estado emocional de autoacusación e incomodidad al no vivir conforme a la palabra de Dios presentada por este estado pervertido, aún cuando las partes afectadas estén conforme a la palabra de Dios. He escuchado de labios de varias mujeres juicios hacia su cónyuge tales como: “si me amas, sopórtame como soy, pues el amor todo lo sufre…” Esto es actuar de manera egoísta y manipuladora porque la palabra de Dios también dice que no hagamos a otros lo que no queramos que nos hagan. Todas las partes en el trato social y familiar debemos dirigirnos y vivir en integridad y verdad, honrando a Dios al vivir su palabra y no utilizándola para nuestro provecho egoísta, posicionándonos como bastardos, en lugar de hijos. Este es uno de los problemas actuales que tenemos como “iglesia”. Nos movemos más en amor propio que en amor de Dios, si es que el amor de Dios está presente en nuestros corazones. Esto nos hace vulnerables a los dardos del diablo, presas fáciles de caer en sus trampas. La palabra dice que el amor de muchos se enfriará y esto debido a que ponemos más

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Las tentaciones de Jesús atención a las voces del mundo, del “yo” o del diablo que a la del Espíritu Santo. Debemos buscar reproducir el amor de Dios, pidiéndole nos capacite a través del Espíritu Santo para dar a luz cada una de sus características distintivas, porque el enfriamiento del amor indica la existencia de una brecha entre Dios y nosotros, la cual incluye rompimiento de comunicación e intimidad. Describamos un poco sus características:  

Benigno: Que hace bien, que es inofensivo, piadoso, suave, apacible. No tiene envidia: Es decir, tristeza o pesar del bien ajeno, o deseo de algo que no se posee pero posee otro, provocándonos un sentir de despojo, generando alteración en nuestra paz, provocando que andemos irritados e intolerantes, al ataque y al acecho. Sufrido: Que sufre con resignación; es decir, soporta las circunstancias molestas porque hay una comprensión que éstas no son eternas sino pasajeras. Ser sufrido no implica soportar actitudes negativas persistentes en forma deliberada, premeditada y alevosa sin tomar acción de llevar un cambio de actitud a la otra parte. Esta actitud se refiere a la convivencia entre hermanos en Cristo que corren la carrera de la regeneración, edificación y transformación, dejando atrás toda obstinación carnal porque se busca modelar a Jesucristo, aún cuando en esta carrera se pueda caer de manera incidental. Al enemigo lo debemos amar pero a veces es necesario mantener distancia necesaria. No es jactancioso: La jactancia consiste en alabarse uno mismo en forma desordenada y presuntuosa; es decir, darse uno mismo un valor o una imagen que no se tiene en la creencia que sí se posee. No se envanece: Es decir, no tiene vanidad. Una persona vanidosa es arrogante, presumida; se siente lo mejor del universo viendo con menosprecio a otros. La vanidad es una fantasía, una representación de una ilusión o concepto imaginario. No hace nada indebido: Camina en justicia y equidad, dependiendo del Espíritu Santo en la toma de decisiones. Lo indebido siempre va a provocar lesión y menoscabo a nosotros y a quienes dirigimos la acción. No busca lo suyo: La Palabra de Dios dice que es mejor dar que recibir y esto es porque en el dar por y con amor hay recompensa de Dios, porque rompemos el apego a lo

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Las tentaciones de Jesús material, a lo que vemos. 1Co.10:24 dice: “ninguno busque su propio bien, sino el del otro”. La corrección está incluida como parte del amor. No debemos enojarnos ni resentirnos cuando nos corrigen. El equilibrio a todas éstas características del amor, el Apóstol Pablo las dejó plasmadas en Ro.15:1-2,5: “1Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos. 2Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación… 5Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os de entre vosotros un mismo sentir, según Cristo Jesús. (Ro.14:19) “Así qué, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación”. Si se manifiesta una actitud o conducta que no contribuye a la mutua edificación, con amor y espíritu afable, debemos confrontarla y pararla para no caer en destrucción ni participar en la destrucción de otros, lazados en las obras de las tinieblas. 

No se irrita: No da lugar a la ira ni a la contienda, porque se sabe que lo natural es pasajero pero lo eterno es para siempre. De esta forma se cierra una puerta al pecado.

No guarda rencor: Es decir, no se ata a la ofensa. Cuando no perdonamos y retenemos la ofensa en nosotros abrimos puertas a espíritus de destrucción, ira, resentimiento y además de alterar nuestra conducta, la mayoría de las veces daña al cuerpo a través de la artritis, el cáncer, presión alta, arterioesclerosis y otras enfermedades diversas.

No se goza en la injusticia: No celebra la opresión, el robo, la venganza, el vituperio, el abuso, la manipulación, el control, el chantaje, etc., dando lugar a la destrucción.

Se goza en la verdad, esa verdad que viene de Dios, no en la que establece la realidad, la cual es una manifestación de las verdades temporales que hemos creído y aceptado hasta el día de hoy. Después de un tiempo, dejan de ser, dando paso a otras realidades. El amor nunca deja de ser. (1Co.13:8) “7Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquél que ama es nacido de Dios, y conoce a Dios. 8El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor”. (1Jn.4:7-8).

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Las tentaciones de Jesús “Porque éste es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros” (1Jn.3:11). “En esto hemos conocido el amor, en que Él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos” (1Jn.3:16). “Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad” (1Jn.3:18) “El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno” (Ro.12:9) “Amar los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros” (Ro.12:10). Espero que con toda esta exposición del amor y las citas bíblicas asociadas, contemos con una dirección y guía para que en Cristo Jesús seamos bautizados en su amor a plenitud, ese amor ágape que emana desde su corazón. Es recomendable analizar nuestra vida con la guía del Espíritu Santo, poniéndola en balanza para detectar las áreas de nuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, así como de nuestra conducta, que nos ha impedido y alejado de manifestar el amor de Dios. Vengamos con verdad, sinceridad y con un corazón contrito y humillado ante nuestro Dios y en el nombre de Jesús, declaremos y confesemos todo lo que nos ha impedido e interferido manifestar el amor de Dios. Si hemos detectado resentimiento, odio, deseo de venganza en nosotros, decidamos perdonar y desligarnos de las personas y circunstancias a las cuales atamos estos sentimientos. Reconozcamos y confesemos todo ánimo de competencia inicua en nosotros, librándonos de esos sentimientos. Después de llevar a cabo todo este examen, te invito a realizar la siguiente oración: Padre celestial, en el nombre de Jesús vengo ante tu presencia confesando todas mis transgresiones que han impedido la manifestación genuina y poderosa de tu amor en mí y a través de mi. Perdóname por haber retenido el perdón y la misericordia hacia mi prójimo, recordando ofensas y menospreciando tu mandato de amarnos unos a otros como tú nos has amado. En el nombre de Jesús, me desligo en espíritu, alma, cuerpo y corazón de (nombre de cada una de las personas que perdonó) y declaro

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Las tentaciones de Jesús que estoy en paz con ellas, no me deben nada. Las pongo en lugares celestiales ante tu presencia y las bendigo en el nombre de Jesús. También, en esta hora, te entrego mi corazón para que lo limpies y lo sanes, en el nombre de Jesús. Padre celestial, declaro y decreto que toda puerta que abrí al enemigo por menospreciar tu amor la cierro ahora, y en el nombre de Jesús te pido que con el fuego y poder de tu Espíritu Santo las selles y nunca más se abran a las voces del infierno y el reino de Satanás. Declaro que a partir de hoy camino al cobijo de tu presencia, porque escrito está que el que habita al abrigo del altísimo morará bajo la sombra del omnipotente. Padre Celestial, cubre mi mente y corazón. Te doy gracias por ser desde hoy mi refugio, mi paz y la fuente del amor que honraré y dignificaré con mi testimonio, amén. 1.

Omnipotencia: Deriva de la palabra omnipotente; es decir, que Dios es todo poderoso y capaz de hacer cualquier cosa de acuerdo con su propia naturaleza. Por este atributo entendemos que tiene la capacidad y autonomía de decidir qué hacer y qué no hacer. (Gn.1:1, 17:1; Ex.6:3; 2Co.6:18; Ap.1:8, 19:6).

2.

Omnisciencia: Conocimiento y sabiduría de todas las cosas, lo posible e imposible para nosotros. En Él está todo conocimiento y sabiduría. (Sal 139:1-7, 16; Sal.147:4; Heb.4:13)

3.

Omnipresencia; es decir, omnipresente, que está presente o se encuentra siempre en todo lugar y momento con la totalidad de su ser. No significa que Dios esté difundido por todo el universo como si una parte de Él estuviera aquí y otra allá. Todo su ser está en todo lugar, pero diferente al panteísmo que afirma que el universo es Dios. La omnipresencia significa que Dios está presente en todo lugar pero no difundido por todo ó penetrando el universo. Dios no está en desarrollo como enseña una rama de la teología. Dios es el YO SOY EL QUE SOY. (Sal.139:711; Sal.90:2; Gn.21:33; Ap.1:8).

La omnipotencia, omnisciencia y omnipresencia, junto con el amor, operando juntas, manifiestan la Gloria de Dios en su plenitud (Ez.1:4-28; 2:12) y esta gloria es la que lo hace único, eterno, creador, fuente, padre. Su gloria completa se manifiesta por amor, que es Él en toda su plenitud, a toda la creación, y expresa los siguientes atributos en forma unificada con su esencia: 1.

Poder: Es la facultad de hacer algo. El poder de Dios está íntimamente relacionado con la omnipotencia. La palabra

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Las tentaciones de Jesús Hebrea para poder es “koaj” (H3581), que significa fortaleza, poder, fuerza, capacidad, aptitud, siendo además su significado básico, “la capacidad de hacer algo”. En el Griego es “dunamis” (Gr.1411) y denota una capacidad inherente de llevar a cabo cualquier cosa. Es decir, que por su naturaleza está de tal manera unido a una persona o cosa que no se puede separar de Él y por su voluntad o decisión puede compartir su poder con quien Él quiera, pero no separarse del mismo. Por consecuencia lo puede retirar cuando lo determine. 2.

Autoridad: Consiste en el derecho y capacidad de mandar y hacerse obedecer. Se manifiesta en el poder que tiene uno sobre otro que le está subordinado. Por consecuencia, quien no se mantiene en autoridad y obediencia a Dios no puede ejercer una auténtica autoridad porque Él no se niega a sí mismo y no comparte su autoridad con quien no le modela. Autoridad en las escrituras se refiere a la palabra “exousia” (Gr.1849) que denota la capacidad o poder con el que uno ha sido investido (Mt.9:6, 21:23; 2Co.10:8) o el poder de regir o gobernar, el poder de aquél cuya voluntad y mandato deben ser obedecidos por los demás, incluyendo la autoridad apostólica (Mt.28:18; Jn.17:2Jud.25; Ap.12:10, 17:13; 2Co.10:8, 13:10; ).

3.

Soberanía: Es la dignidad de autoridad suprema. Deriva de soberano que designa a quien ejerce o posee la autoridad suprema o independiente porque en rango es lo máximo, no superado. La palabra griega que lo designa es “arcon” (Gr.758), que significa gobernante y se traduce como soberano. También, la palabra “despotes” (Gr.1203) se refiere a amo, señor, poseyendo una autoridad suprema. Entonces, Dios es el principal jefe supremo y esta cualidad habla de su posición y poder. Dios es el ser espiritual principal del universo y es el supremo en poder y autoridad en él. Por este atributo, Dios ejerce el poder sobre Él mismo y todo lo que emana de sí mismo para mandar, prohibir, reprimir, edificar, crear, construir, dar y quitar sin menoscabo a su naturaleza divina y sin violar su misma esencia. (Job.1:6-19, 2:1-9, 37:23, 38:1-41; Ap.19:1516). La soberanía es la capacidad de establecer la ley y el orden por medio de la autoridad y ejercicio del poder dentro de un territorio. En la naturaleza divina esto se manifiesta en forma perfecta en Dios porque Él es justo y opera en justicia-equidad. (1Tim.6:15; Hch.4:24, 15:18; Lc.1:52; Ef.1:11,14).

4.

Justicia-equidad: La palabra justicia en el Hebreo se designa por “tsadaq” (H6663), que implica ser recto, tener razón, ser

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Las tentaciones de Jesús justificado, ser justo. Es un término jurídico que involucra todo el proceso de justicia. Dios es justo en todas sus relaciones, es decir, no le falta ni le sobra nada, no actúa en error, en pecado. Por esto, la iniquidad no está en Él ni hallará un lugar de honor y alabanza en su esencia y su Reino. Su perfección y justicia es eterna. En el Griego tenemos la palabra “dike” (Gr.1349) que denota lo que es recto, una audiencia judicial, así como la ejecución de una sentencia. (2Tes.1:9; Jud.7; Gal.6:7; Ap.21:18). La palabra griega “dikaiosune” (Gr.1343) designa la cualidad de ser recto o justo, haciendo referencia a la justicia de Dios que, en esencia, significa lo mismo que su fidelidad, veracidad y todo aquello que es consecuente con su propia naturaleza y promesas. ( Mt.5:6, 10, 20; 3:15; 21:32; 6:1, 33; Ro.3:25-26; Stg.1:20-21, 3:18; 2Pe.2:23; Ef.6:14; 2Co.5:21; Ro.4:3) La palabra “equidad”, del Griego “euthutes” (Gr.2118) deriva de “euthus”, que significa recto. (Heb.1:8). “epieikeia” (Gr.1932) denota justicia, moderación, gentileza (Hch.24:4). Expresa un trato activo para con los demás. Acción inmediata, sin demora. Por ello, la justicia de Dios opera en forma inmediata y se manifiesta en equidad porque se imparte a cada quien conforme a sus hechos y obras. Este atributo está íntimamente relacionado con la santidad de Dios que designa una separación de todo lo corrupto, torcido y pecaminoso. Está involucrada su justicia y rectitud. Por tanto, podemos decir que Dios es justo porque no hay ley en su propio ser u obrar que sea violada por algo que haya y pertenezca a su propia naturaleza. Esto incluye las acciones tomadas hacia su creación. En la definición actual de “equidad” se hace referencia a igualdad de ánimo. Es la cualidad que consiste en atribuir a cada uno aquello a lo que tiene derecho, pero en relación con Dios y su creación, recibir lo que nos corresponde, resultado del fruto de nuestros hechos y acciones, sin violar la naturaleza de Dios y su santidad. Por esto la palabra de Dios dice que el hombre cosechará todo lo que siembre. (Gal.6:7-8) Por la operación activa de este atributo de Dios es que algunas personas en aparente igualdad de circunstancias reciben diferente tipo de bendición ó sufren diferentes problemas, tanto en calidad como en cantidad y tiempo. ¡Todo lo que el hombre sembrare, eso cosechará! (Gal.6:7-8; Job.13:9; Prv.11:18-19; Is.32:17). Entonces, cuando esperamos algo de Dios y no lo recibimos tal como lo deseamos, imaginamos y pedimos, recibiendo algo diferente al anhelo de nuestro corazón. Es necesario examinarnos porque seguramente hay algo

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Las tentaciones de Jesús pervertido, torcido en nosotros. Debemos recurrir a la guía del Espíritu Santo para ser ayudados a detectar esa área torcida, confesarla, arrepentirnos, pedir que con el fuego de su presencia queme toda semilla de esa condición caída en nosotros, anulando ligaduras con el pasado y los ancestros, pedirle su llenura y restauración de nuestra relación con él, afectada por la existencia de lo que se haya confesado. Desde el principio de este libro hemos estado indicando actividades que ayudarán a destruir fortalezas, romper ligaduras y anular maldiciones y en este y los capítulos posteriores iremos presentando acciones para auto ministración, ministraciones individuales o grupales, porque la finalidad es volver a entrar en la justicia equidad de Dios, pero en santidad, no en condenación y cautiverio. (Dn.9:7; Sal.19:9; Hch.17:31) 1.

Santidad: Se refiere a la calidad de santo; es decir, inviolable, absolutamente perfecto, íntegro, totalmente justo. De acuerdo con la palabra “qadash” (Gr.6942), la raíz principal de este verbo determina el acto o estado por el cual las personas se apartan para el culto y servicio de Dios; es decir, se consagran o se “hacen sagradas”. Dios se consagra a sí mismo por su naturaleza. (Heb.6:10-12; Gn.22:16-18). Por consecuencia, las imágenes e ídolos que muchos consideran santos son en realidad abominaciones e insulto a Dios.

¿Cuánto hemos dejado de participar en los sistemas inicuos del mundo?, ¿cuánto de nuestra mente y corazón está enfocado y determinado a seguir a Dios, imitando su naturaleza para honrarlo? Haga una lista honesta de todo lo que hace, piensa, acepta y que es contrario a la naturaleza santa de Dios. Confiésela, arrepiéntase y santifíquese. 2.

Libertad: En lo que se refiere a Dios significa que Él es independiente de sus criaturas y de su creación, y en lo que se obliga a sí mismo a ello, queda determinado por su santidad y lo lleva a cabo mediante pactos, pero nunca estará posicionado como deudor obligado nuestro, razón por la cual podamos considerar que podremos forzarle a obrar en favor nuestro, de acuerdo a nuestro criterio. (Sal.99; Is.40:13-14)

3.

Verdad: Significa armonía con lo que se representa. Incluye las ideas de veracidad, fidelidad y consecuencia. Decir que Dios es verdad, significa que es consecuente consigo mismo. Que es todo lo que debe ser, era y será. En el Griego “aletheia” (Gr.225) significa verdad. Cuando se emplea objetivamente, se refiere a la realidad que se encuentra en la base de la apariencia;

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Las tentaciones de Jesús es decir, la esencia manifiesta y veraz de algo. Lo que es, sigue siendo y será a pesar de todas las apariencias temporales que pretenden operar como verdad. La realidad no es verdad en Dios en forma necesaria y absoluta. (Ro.3:4, 9:1; 2Co.11:10; Jn.14:6, 17:3, 17; Ti.1:2; Heb.6:18). 4.

Inmutable: Significa que Dios es inalterable, no cambia, pero no implica que esté inmóvil o inactivo. Dios nunca es inconsecuente ni sujeto a proceso de crecimiento o desarrollo. El plan eterno de Dios es inalterable como lo es Él mismo. (Mal.3:6; Ex.3:14; Heb.13:8; Stg.1:17)

5.

Unidad: Dios es uno, único e indivisible. El único Dios que existe es aquél que se revela primordialmente en la Biblia. Toda su creación está unida a Él y debe ser uniforme, sin cambio, mancha ó alteración alguna. (Jn.3:35, 5:23, 26-27, 43, 6:44, 57, 7:28-29, 8:16, 29, 42, 10:15-16, 30, 14:10-11, 15:26, 17:5, 21, 20:22; Dt.6:4; Ef.4:6; 1Co.8:6; 1Tim.2:5)

6.

Simplicidad: Significa que Dios no es un ser compuesto o con mezclas. La simplicidad tienen que ver con su esencia. Él, siendo Dios tripartito, no es divisible o compuesto de partes ó sustancias múltiples, considerando que si fuera así y se quitara una de éstas dejaría de ser Dios, lo cual no es verdad. (Jn.4:24).

7.

Infinitud: Se refiere a que Dios no tiene linderos, límites. Todo lo creado por Él no puede limitarlo en forma alguna porque es Dios. Su presencia se extiende en toda su creación en el tiempo pasado, presente y futuro, sin difundirse en la creación. (1Re.8:27; Hch.17:24-28).

8.

Eterno: Dios es y habita en un eterno presente. Dios existe y ha existido sin límite de tiempo y no hay en Él alteración ni interrupción por el paso del tiempo. (Sal.90:2)

La eternidad es aquélla perfección de Dios por medio de la cual Él se eleva por encima de todos los límites temporales y la sucesión de los momentos, poseyendo el todo de su existencia y naturaleza en un presente indivisible y continuo. Dios depende de sí mismo y de nadie más. Él es auto existente, sin límite de tiempo. Su creación tiene carácter eterno y calidad de existencia en un continuo presente. El pasado es resultado de la condición caída, pero solo opera en el hombre, porque en Dios todo es aquí y ahora. El futuro es una manifestación del tiempo que denota la esperanza del hombre por algo mejor que su pasado; también es producto de la condición caída. En Dios, el hombre sigue existiendo en la

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Las tentaciones de Jesús eternidad, pero en el hombre existe esta condición que llamamos tiempo, la cual Dios ha utilizado para restaurarlo a su estado original. Entonces: Yawe = YO SOY EL QUE SOY = Eterno presente = ES Expuestas las características esenciales de estas perfecciones de Dios, llamados también atributos, recomendamos busque el pleno entendimiento en su corazón y espíritu para que deje de estar en conflicto con Dios por circunstancias que no se han podido alcanzar, no por capricho de Dios, sino por nuestra imperfección que hace operar la justicia de Él, de tal forma que por nuestras semillas no alcanzamos la bendición que pedimos. A continuación expondremos cómo éstos atributos de Dios fueron impartidos a nosotros para que la semejanza con Él se manifieste, así como el por qué y para qué de esto. Antes de que Dios decidiera crearnos, primero construyó la habitación en la cual nos pondría para existir y vivir. Para ello, simplemente impartió a su diseño de creación todas las perfecciones y atributos y por medio de la palabra llevó a cabo todo lo que pensó, tal como lo pensó. Al ver el resultado creativo de su pensamiento declaró que todo era bueno en gran manera y lo bendijo. Lea detenidamente los capítulos uno y dos del libro de Génesis. Cuando Dios terminó de crear el territorio que nos designó como habitación fue cuando dijo: “26hagamos al hombre a nuestra imagen y conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. 27Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. 28 y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla, y señorear en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra” (Gn.12:26-28). ¿Cómo es que impartió en nosotros sus perfecciones o atributos para que le modeláramos en la tierra, dando testimonio de Él? Veamos la tabla que aparece en la siguiente página para comprender un poco cómo es que recibimos esta impartición de sus atributos. Por la impartición de Dios a nosotros de estos atributos es que podemos señorear, sojuzgar, fructificar y llenar la tierra. Esta impartición nos permite operar y llevar a cabo el mandato de Dios en el territorio que Él mismo nos asignó. Personalmente decidí hacer la clasificación de los atributos expuestos anteriormente en tres grupos, los cuales me han permitido apreciar el regalo tan grande que Dios nos dio. Esta clasificación sigue tres áreas de dominio del hombre:

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Las tentaciones de Jesús a) b) c)

Unidad con la creación, comunión. Gobierno sobre la creación. Estado del corazón del hombre.

Ver la tabla siguiente: Atributo o perfección de Dios Amor

Impartición al hombre

Cualidad de carácter desarrollado

¿Cómo se pone en operación?

Amor (ágape, fileos, eros y Unidad con Por medio astorgos) el creador de la palabra Omnipotencia Fuerza (Pensada y Omnisciencia Inteligencia y revelación expresada, Omnipresencia Vida porque son Poder Poder, capacidad cualidades de hacer. creadoras de Autoridad Autoridad, Dios derecho legal. también Soberanía Soberanía Gobierno impartidas a territorial, nosotros) gobierno. Justicia Equidad La palabra Infinitud Temporadas Eternidad Durabilidad pone en Santidad Unión y pureza operación la Libertad Albedrío rueda de la Estado del Verdad Verdad creación. Inmutabilidad Firme, íntegro corazón Unidad Compañerismo Simplicidad Humildad (Tabla esquemática de los atributos de Dios impartidos al hombre en la creación) Los atributos que enmarqué en cada clasificación están fundamentados en el siguiente entendimiento: ESTADO DEL CORAZÓN: Estos atributos se encuentran asociados a nuestra personalidad interna y externa como individuos. La santidad la manifestamos con esa unión pura, no corrupta, con Dios y todo lo que este es. Dios nos dotó de libertad al darnos albedrío y somos nosotros los únicos responsables de

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Las tentaciones de Jesús nuestras decisiones, así como del efecto y resultado de éstas sobre nosotros y nuestro territorio. La verdad en nosotros está asociada a manifestar siempre y en toda circunstancia lo que Dios es en nosotros y a través de nosotros. La firmeza e integridad nos permiten mantenernos invariables al diseño que Dios hizo de nosotros, y a no errar en la asignación determinada para cada uno. La unidad la manifestamos por medio del compañerismo con los demás no dando lugar a la competencia, contienda, envidia, división ni sensualismo en ninguna de sus manifestaciones. La simplicidad de Dios nosotros la manifestamos a través de la humildad, lo cual impide que nos inflemos en ego y seamos orgullosos o nos menospreciemos anulando nuestras capacidades innatas, degradando el valor que Dios nos asignó al crearnos, creando infinidad de diseños mentales de nuestra personalidad, todos ajenos al diseño único de Dios, los cuales se convierten en contrataciones que Satanás aprovecha para aprisionarnos. Vamos a profundizar en este grupo clasificado antes de explicar los otros dos. Cuando Dios creó al hombre, lo constituyó de espíritu, alma y cuerpo, trabajando las tres partes en unidad. El espíritu a su vez tiene tres características distintivas: Comunión, intuición y consciencia. La comunión es el medio que Dios usa para estar en comunicación con nosotros. Significa participar de cosas, circunstancias, pensamientos similares o iguales, incluyendo formas de sentir y actuar. Es estar en la misma sintonía, sin obstáculos ni barreras, (Ro.8:14). La intuición es el conocimiento inmediato de una cosa, idea, verdad o circunstancia, en donde el razonamiento no participó. Por la intuición se hace manifiesta la revelación de Dios al hombre. (Ro.8:16; 2Co.1:22) Cuando está torcida, en yugo de esclavitud por el pecado lo que opera es el reino de las tinieblas a través de espíritus de adivinación. La consciencia está relacionada con la inteligencia y la capacidad de tener conocimiento. Por la consciencia, el espíritu humano sabe que existe y está equipado para saber las cosas y circunstancias, conociéndolas como Dios las conoce. Aquí está la habilidad para distinguir entre el bien y el mal. Cuando no hay conciencia, la comunión con Dios está rota. Se manifiesta la existencia de un corazón endurecido, consciencia cauterizada y esterilidad espiritual, expresada por necedades, lo que da luz a ceguera y sordera espiritual. El alma está constituida de voluntad, emociones y mente. La voluntad es una capacidad y habilidad que nos fue dada para tener la

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Las tentaciones de Jesús determinación o decisión de hacer o no hacer algo. Esta capacidad tiene la firmeza para ejercer lo que se ha determinado. (Gn.3:6; Jn.10:17-18). La emoción se define como el estado afectivo que altera en forma brusca o agitada el equilibrio psicofísico del individuo. Su manifestación es impetuosa y puede mantenernos alterados o agitados por un periodo de tiempo largo. La mente es el elemento que nos permite pensar, razonar, determinar o enjuiciar hechos. En la mente se halla el entendimiento, la intención y propósito. Opera junto con la consciencia echando mano de la inteligencia. El entendimiento es una facultad o capacidad para conocer y comprender. Nos permite emitir y establecer juicios, acuerdos, relaciones; el entendimiento nos lleva a la convicción sobre lo que conocemos y a nuestra posición como hijos de Dios en el Reino. La intención se refiere al propósito de hacer algo o conseguir un objetivo. Así manifestamos el modo de proceder en nuestra vida diaria. Determina o participa a establecer nuestra conducta. El propósito manifiesta la energía para accionar lo que se ha determinado hacer. Da dirección y sentido a nuestro objetivo y finalidad. Pone rumbo a nuestro sentido de acción; involucra el asunto que hemos decidido tratar, ejecutar ó vivir, sea para bien o para mal. El cuerpo es el asiento de todo lo que hay en el alma, además de ser la morada del espíritu humano. Es el vehículo que permite tengamos contacto con el mundo físico. Este contacto se lleva a cabo a través de los cinco sentidos los cuales nos permiten tener percepción del entorno. Estos son: vista, tacto, oído, olfato y gusto. Envían señales al cerebro lo que provoca que la mente se ponga en funcionamiento activo, llevando a cabo la conexión entre el interno y lo externo, entre lo que conocemos como tangible y lo espiritual. Todo funciona en unidad: espíritu, alma y cuerpo. Los cinco sentidos físicos son los transmisores y receptores externos del cuerpo. Están conectados a una extensa red interna de sensores que conforman el sistema nervioso. El sistema nervioso está dividido en sistema nervioso central, autónomo ó vegetativo y periférico. El sistema nervioso central está integrado de la médula espinal, el conducto vertebral y el encéfalo junto con el tronco del encéfalo. El sistema nervioso autónomo ó vegetativo es el encargado de regular y mantener en funcionamiento todos los aparatos y sistemas que integran al cuerpo, sin tomar en cuenta la voluntad del individuo, manteniéndonos vivos.

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Las tentaciones de Jesús El sistema nervioso periférico está constituido por todas las redes nerviosas que parten desde el sistema nervioso central hacia todo el organismo. En este sistema se encuentran los nervios y neuronas que se conectan con la vista, el olfato, el gusto, el oído y el tacto que incluye a toda la piel, no solo a las manos y los pies. En su totalidad, el sistema nervioso es el encargado de mantener a todo el cuerpo en funcionamiento. Mantiene operando la capacidad sensitivo-corporal del individuo. El registro de sensaciones enviadas al cerebro desde los cinco sentidos y almacenados en los centros de memoria es lo que permite que la mente proporcione herramientas al alma y al espíritu de lo que es agradable o desagradable, útil o inútil, nocivo o benéfico, información que determina estados de supervivencia o muerte. El orden que Dios determinó para que el hombre gobernara fue espíritu, alma y cuerpo; es decir, desde la información revelada a nuestro espíritu determinar o dar dirección al estado del alma y direccionar el uso de los sentidos para vivir en el entorno físico. Esto incluye la obtención de información sensorial externa, todo sujeto, primeramente, a la operación de la consciencia e intuición, manteniendo la comunión con Dios, nuestro creador, aunque por la existencia de la iniquidad dentro de nosotros, esta comunión está alterada o rota. Como podemos comprender, fuimos dotados por Dios totalmente completos y capacitados para estar en unión con Él y obedecer sus órdenes de fructificar y multiplicarnos, así como de señorear, sojuzgar y gobernar. Antes de la caída en pecado, la raza humana solo debía escuchar la voz de Dios y obedecer, y dentro de este marco, que llamaré comunión y obediencia, desarrollar la vida personal, familiar, de comunidad, etc., administrando el mundo como mayordomos de Dios y manifestando la naturaleza de Dios en la creación. Cuando Adán y Eva fueron engañados y cayeron en la tentación a través de la trampa de seducción de Satanás, no solo perdieron el gobierno que Dios les dio como humanidad cediendo la soberanía, poder y autoridad a éste, sino que quedaron esclavos del pecado por la iniquidad que les fue impartida, convirtiéndose en recipientes receptores de toda estructura creada por Satanás para operar su reino a través de cada uno de nosotros. Esto lo logró desenfocándonos de la consciencia e intuición, rompiendo la comunión con Dios y llevándonos a centrarnos en las emociones y sensaciones del cuerpo modificando la voluntad y la mente, alterando el entendimiento, intuición y propósito como hombres frente a Dios. Este evento provocó que el hombre tomara como fuente de

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Las tentaciones de Jesús información solamente las sensaciones externas, lo que llevó a toda la demás estructura citada para ejercer gobierno en la creación, fuera llevada como rehén del cuerpo y las sensaciones registradas, a partir de lo cual el alma fue el centro principal de toma de decisiones, impulsada por los cinco sentidos. Entonces, el hombre empezó a operar en el orden: carnealma-espíritu. El hombre empezó a vivir de lo temporal y limitado. Fue sacado del ámbito de la eternidad. (Gn.6:3). Tomar del árbol del conocimiento del bien y el mal es operar de “afuera hacia adentro”, desde lo creado hacia el espíritu humano, por ello es pasado por el alma. El conjunto de información que alteró al hombre en su estructura de creación de Dios es lo que ahora se llama “carne” ó “cuerpo del pecado”, haciendo referencia a todo lo que se origina en la naturaleza carnal, es decir, a través de los cinco sentidos físicos. La palabra griega para carne es “sarx” (Gr.4561) teniendo un significado más amplio que la palabra Hebrea “basar” (H1320) que hace referencia a la parte corporal orgánica ó física del ser humano. “Sarx”, además de referirse al cuerpo humano como estructura señala la parte no regenerada del hombre, la parte afectada por el pecado original en donde ingresó la iniquidad para instalarse en la estructura del humano. Por tanto, “sarx” se refiere también al asiento del pecado en el hombre que no es lo mismo que el cuerpo orgánico, sino todo lo que tiene su origen en la maldad y su existencia fundamentada en lo externo de la vida. (2Co.7:1; Ef.6:5; Heb.9:13). Por ejemplo, en Col.2:18, “sarx” es utilizada en la frase con el significado: “por su propia mente carnal”, que es lo mismo que “por la mente de su carne” (Diccionario VINE). Es decir, por su naturaleza caída. Relacionado con “sarx” tenemos la palabra “sarkikos” (Gr.4559) que significa: posesión de la naturaleza de la carne, sensual, controlado por los apetitos animales, gobernados por la naturaleza humana (orgánica) y no por el Espíritu de Dios, teniendo su asiento en la naturaleza animal o siendo excitado por ella (Diccionario VINE), (1Co.3:3; 1Pe.2:11). Cuando Adán y Eva cedieron a la tentación, al romperse la comunión con Dios se modificó el estado del corazón del hombre y todos los atributos dados por Él asociados al corazón empezaron a operar conforme a la naturaleza carnal ó animal, viciándose. Satanás tomó posesión del gobierno de este mundo y se colocó como dios, amo y señor de la humanidad “sensorial”. Hasta aquí podemos entender que los enemigos del hombre son la carne, “sarx”, el mundo y el Satanás.

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Las tentaciones de Jesús Satanás pervirtió y rompió la comunión y unidad del hombre con el creador, posicionándose como dios para el género humano y ser que se adora como tal en lugar del único Dios verdadero, Jehová de los Ejércitos. El mundo, gobernado por Satanás, el príncipe de la potestad del aire, es enemigo del hombre porque a través de él se han establecido los sistemas corruptos y perversos en este “kosmos” directamente del reino de Satanás, proveyendo “alimento” lleno de iniquidad, con el cual continua manteniendo cautivo al hombre a través de los sentidos, cuando este no busca depender de Dios nuevamente y persiste en su pensamiento y criterio propio ya contaminado por la corrupción y la maldad. El maligno aún interfiere a través de la palabra metiendo doctrina falsa como si fuera verdadera, y si no dependemos del Espíritu Santo, caminamos en engaño. La carne, “sarx”, ó “cuerpo del pecado” es enemigo activo del hombre porque está morando dentro de uno y depende de la información recibida por los cinco sentidos del cuerpo, que alimenta lo torcido que tenemos dentro del alma y opera en todo su poder, mientras no dependemos correctamente de Dios a través del Espíritu Santo, porque se alimenta de la maldad. “Sarx”, el cuerpo del pecado, es el enemigo principal, que como hijos de Dios, debemos derrotar y extirpar de nosotros y es lo que en este tratado comprenderemos como empezar a hacerlo, e iremos indicando como hacerlo a todo aquél que quiera transformarse al diseño original de Dios con la ayuda y guía total del Espíritu Santo. Analicemos ahora lo relacionado a haber sido creados a imagen de Dios. Simple y llanamente, la imagen es el reflejo de algo con nitidez y en forma completa. Dios nos impartió sus atributos o perfecciones parcialmente ó con medida para que fuéramos semejantes, pero no iguales. En la cualidad de imagen, Dios se impartió en forma total y completa a nosotros en nuestro espíritu. Entonces, en la imagen original debemos reflejar a Dios plenamente. La imagen nos da identidad con nuestro Padre Celestial. Es la manifestación de la semejanza perfecta o igualdad. En el Griego, “eikon” (Gr.1504) designa imagen, incluyendo la idea de representación y manifestación. No se trata de una semejanza ó parecido y se designa a los descendientes de Adán como “portadores de su imagen” (1Co.15:49) siendo cada uno de ellos una representación derivada del prototipo, así como de cosas relacionadas con cosas espirituales (Heb.10:1). La imagen es la forma esencial y sustancial de ellas (VINE).

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Las tentaciones de Jesús El hombre fue creado como un ser que corresponde con el original, en representación visible (VINE) (1Co.11:7; Gn.5:3; Ro.8:29; 1Jn.3:2). Cuando hacemos nuestra profesión de fe con convicción, en forma genuina y el Espíritu Santo viene a morar dentro de nosotros, nos imparte su fruto. En Gálatas 5:22-23 dice: “22Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”. El Espíritu de Dios es uno y su fruto es uno que se manifiesta en nueve cualidades como indica este pasaje bíblico citado. El fruto brota íntegro, de manera constante y regular y en forma natural, porque tiene una fuente que le da vida. El diccionario enciclopédico de Larousse 2002, define fruto como (1) órgano que contiene semillas de una planta y que procede, generalmente, del ovario de la flor. (2) Hijo que lleva la mujer en su seno. (3) Productos regulares y periódicos que dan las cosas de acuerdo con su destino, sin pérdida de sustancia; es decir, conserva todas las características de la fuente de donde proceden y son engendrados. Entonces, el fruto del Espíritu Santo es constante e invariable, así como sus cualidades. Estudiemos qué significa cada cualidad del fruto del Espíritu Santo: 1)

Amor: Darse a sí mismo por otro en forma total. (1Co.13:4-8).

2)

Gozo: Sentimiento de placer originado, generalmente, por una viva satisfacción, o por la esperanza de tener cosas halagüeñas y apetecibles.

3)

Paz: Acuerdo de concordia, calma, silencio, reposo, emoción uniforme. Relación armónica (armonía); ausencia de discordias y estados de ánimo que alteran la conducta en forma negativa.

4)

Paciencia: Capacidad de soportar molestias sin rebelarse. Facultad de saber esperar y contenerse. Aptitud para realizar trabajos pesados o entretenidos el tiempo necesario, sin perder la paz, llevándolos a su término. Implica ser sufrido.

5)

Benignidad: Afable, benévolo; agradable, suave en conversación y trato. De buena voluntad o afecto. Indulgente y tolerante. No nocivo, bueno, edificante.

6)

Bondad: Calidad de bueno y generoso. Inclinación natural a hacer el bien. Blandura y apacibilidad del genio y del carácter. La bondad nos da la capacidad para ser misericordiosos.

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Las tentaciones de Jesús 7)

Fe: Creencia no basada en argumentos racionales, de conocimiento, visibles. (Mt.21:21-22; Stg.1:6; Heb.11:1-3) (En un capítulo posterior, volumen 2, estudiaremos a mayor profundidad la fe).

8)

Mansedumbre: Manso. No dado a pleitos, chismes, querellas o divisiones. Libre de envidias, soberbias, celos, iras, vanaglorias.

9)

Templanza: Moderación, sobriedad y continencia. Moderación de los apetitos de la carne y los sentidos. Benignidad y armonía de ánimo frente a circunstancias.

De estas definiciones podemos apreciar que el fruto del Espíritu Santo manifiesta el carácter de Dios. En el principio, Dios dotó al hombre con éste carácter para que lo manifestara como si fuera Dios mismo actuando en la creación, y no estoy diciendo que el hombre sea Dios, (Sal.82:5-7); pero cuando por causa de la caída del hombre en el jardín del Edén se rompió la comunión con Él, quedamos imposibilitados para manifestar a voluntad y en forma automática el fruto del Espíritu Santo. La imagen que el hombre empezó a proyectar después de este suceso fue la de la naturaleza caída, fundamentada en lo definido en griego por la palabra “sarks”. Gálatas 5:19-21 dice: “19Y manifiestas son las obras de la carne (sarks), que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a éstas; acerca de las cuales os amonesto, y como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el Reino de Dios”, (énfasis añadido). Notemos que dice “obras” no “frutos”. La definición de obra es: (1) Cosa producida por un agente, (2) Producto resultante de una actividad (artística o pictórica). Obra es lo mismo que acto; es un hecho o acción y está asociado con su autor o ejecutante. Algo que se produce a voluntad, de acuerdo con puntos de vista, criterios, no dependiendo de la verdad y voluntad de Dios. El Espíritu de Dios tiene un fruto con nueve cualidades; mantiene unidad. Las obras de la carne son diversas y se originan en diferentes “semillas” provocando división, fragmentación, situación por la cual cuando vivimos en la “carne” estamos fragmentados en todo nuestro ser y no tenemos contentamiento, paz ni felicidad.

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Las tentaciones de Jesús Esta fragmentación nos mantiene en un estado de esclavitud en el reino de las tinieblas y somos ministrados desde allí para ser llevados a más fragmentación, destrucción y esclavitud, hasta que, el que no es redimido por la sangre de Cristo, a su muerte física va a morar al infierno por la eternidad. Las obras de la carne nos fueron heredadas por una decisión tomada por Adán y Eva y nos las endosaron a toda la humanidad. Estas se originan al no haber comunión ni unidad con Dios. Caminamos en independencia y por el conocimiento externo adquirido a través de los cinco sentidos físicos, empezamos a establecer conclusiones fundamentadas en el “yo”, las cuales, como satisfacen nuestros apetitos carnales, sensuales y animales, se establecen como fortalezas espirituales manifestándose en patrones de pensamiento y conducta. Como todo esto nos proporciona un bienestar sensorial que nos adormece en un parecer “animal”, buscamos acrecentarlo y no hay interés en buscar a Dios, porque estamos infectados con una fuente de poder y corrupción anclada en lo que percibimos por nuestros cinco sentidos. Esta fuerza es lo que llamamos “concupiscencia”, la cual se manifiesta como una codicia, algo ilegítimo. (Ro.1:24, 6:12; 1Tes.4:5; Stg.1:14-15; 1Pe.4:2-3; 2Pe.1:4, 2:10,18; 3:3). La concupiscencia es la manifestación de la condición corrupta del corazón, del alma. Es como esa “pus” en las heridas resultado de la infección y que la mantiene. La palabra “concupiscencia” proviene del latin “concupíscentia”, de “cupere”: desear, reforzado con el prefijo “con”, que define la inclinación habitual y “natural” de los seres humanos a obrar el mal, resultado del pecado original. Es un deseo fuerte y desordenado que está en el alma, y se manifiesta cuando las emociones son agitadas por el deseo de alcanzar aquello que le produce placer a través de los sentidos físicos, con el fin de obtener una saciedad emocional de lo deseado. La manifestación de la concupiscencia no respeta la razón. La anula elevando el deseo para activar la acción de alcanzarlo. Después de haber sido alcanzado y satisfecho su acción desaparece temporalmente, pero deja en el individuo huellas de vacío, insatisfacción y culpa, además de la necesidad de recurrir nuevamente a ella. Es un círculo vicioso, una cárcel, una esclavitud. Por la ejecución del deseo que activó la concupiscencia puso en operación la iniquidad y se dio a luz al pecado. Todo este sistema corrupto es lo que afectó al estado del corazón del hombre desde el momento en que Adán y Eva pecaron. Esta afectación modificó nuestra capacidad para ejercer gobierno, porque al ceder a la tentación y caer en pecado, rompiendo la comunión con Dios, cedimos la

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Las tentaciones de Jesús autoridad al agente seductor y a su fuente de origen, esto es, a Satanás. El que peca es esclavo del pecado. (Jn.8:34). SECCION PARA MINISTRACIÓN. La Palabra de Dios dice en Juan 8:32: “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Muchas personas afirman conocer la verdad solo porque han visto u oído de algo, sabiendo que existe y eso es erróneo en el mundo espiritual. Conocer significa tener noción y entendimiento de una cosa o circunstancia, utilizando las facultades intelectuales que nos permiten saber, distinguir y percibir con detalle todo lo relacionado con la cosa o circunstancia en busca de su verdad. Primeramente, para llegar al cumplimiento de este versículo en nuestra vida, debemos identificar los pensamientos que se manifiestan en la mente, así como concientizarnos de nuestras actitudes y conducta. Se sugiere empezar a hacer un registro escrito de todo lo que se va a indicar a continuación. Debe ser sincero con Dios y con usted mismo, porque si no, seguirá viviendo en mentira y continuará atado. Oremos: Padre celestial. En el nombre de Jesús, tu unigénito, vengo ante tu presencia para pedirte que guíes a mi espíritu con tu Espíritu Santo. Trae a mi memoria todo hecho, acción, pensamiento o palabra que me tenga atado en las obras de la carne para que lo exponga a la luz de tu presencia y conozca la verdad y ésta verdad que viene desde tu corazón me haga libre. Amén. 1.

Borracheras: Escriba en orden consecutivo si se ha emborrachado. Ejemplo: a) Cuando cursaba el primero de secundaria tomé una cerveza (cuba, etc.) cuando estaba con mis amigos; b) En una fiesta a la que asistí tomé cerveza, vino, me embriagué y me alteré provocando peleas, etc. Haga su registro de eventos en forma progresiva hasta agotar todos los que el Espíritu Santo le traiga a memoria, relacionados con la borrachera.

2.

Orgías: Escriba todas las veces en que participó.

3.

Homicidios: Liste las veces que cometió homicidio material, incluyendo su motivo para ejecutarlo. Liste las veces que deseó que alguien muriera, escribiendo específicamente el nombre de la persona a la que se lo deseó y el motivo que lo causó. Indique si solo lo pensó o también lo expresó con palabras.

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Las tentaciones de Jesús 4.

Envidias: Como en el caso anterior, liste los momentos y circunstancias que le provocaron envidia, así como la razón de ello que justificó usted operara en envidia material, verbal o mental. (Vea el punto 8 para complementar este).

5.

Herejías: Una herejía es una opinión religiosa contraria a la naturaleza de Dios tal como está revelada en la Biblia. Tenemos las falsas doctrinas como:     

  

Catolicismo: Liste los sacramentos que pactó con esta corriente, las promesas a sus santos, etc. Testigos de Jehová: Liste los pactos y convenios que realizó con ellos; incluye bautismos y confirmaciones. Séptimo Día: Lo mismo que para los testigos de Jehová. Rosacruces: Liste los pactos que realizó, las oraciones y velaciones que realizó. Método Silva del Control Mental: Liste los ritos hechos con sus sistema a través de ejercicios de mentalización, proyección, imaginación, mentalización de realidades y circunstancias sobreponiéndolas sobre su percepción de la realidad actual de su vida, fundamentadas en el criterio personal de bienestar y progreso. Si en los ejercicios de mentalización llevó a cabo diseños sobre personas, escriba el nombre de la persona sobre la cual hizo dicho diseño, describa el diseño que en su entendimiento quiso modificar y el diseño que estableció en su mente sobre dicha persona hecho en su pantalla mental dentro de su laboratorio mental, esto para cada persona y cada diseño. Así mismo liste las veces y motivos por los cuales entró en sugestión a sus niveles de relajación alfa para romper ataduras del entendimiento y anulaciones de su capacidad de decisión. Dianética y Cienciología: Liste los procedimientos que le practicaron o practicó en otros, el motivo o causa por las cuales le fueron practicados. Metafísica: Liste las oraciones y decretos metafísicos que llevó a cabo. Masonería: Liste los pactos, conjuros y acuerdos que estableció con esta rama.

NOTA: Si practicó alguna secta o herejía no listada, y quiere exponerla ante Dios y traer al conocimiento de la verdad todo lo que en ella practicó, proceda de manera similar a lo listado en las herejías listadas.

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Las tentaciones de Jesús 6.

Disensiones: Un disensión es una contienda, riña, es decir, una resistencia a ajustarse al parecer de otros u opinar de modo distinto, manteniéndose en contienda. 

7.

Contiendas: Tiene una pequeña diferencia con la disensión. La contienda es una actitud de riña que involucra actos físicos como golpes o señas, palabras y violencia psicológica para anular una ordenanza, porque nos perturba en nuestra comodidad. 

8.

Liste toda contienda que recuerde y el Espíritu le traiga a memoria. Incluya las que tienen actualmente. Anote en cada una la razón personal por la cual mantuvo o mantiene esa contienda y contra quien fue ó es.

Iras: La ira es una condición agitada de los sentimientos y emociones. Es lo mismo que enojo, y “aganakteo” (Gr.23) significa sentir una violenta irritación física con origen emocional, lo que lleva a luchar con fuerza y decisión: La ira surge por un estado de indignación interna. Es la raíz de la contienda y la disensión. 

9.

Liste uno por uno los motivos que a su parecer son válidos para estar en contienda, con quien y contra quien está en contienda, así como el tiempo que lleva sosteniéndolas. En cada caso escriba el porqué quiere imponer su punto de vista.

Haga una lista de todos los motivos y circunstancias que le hacen operar en ira. Ejemplo: Que lo ignoren, que le prohíban, que le pidan, etc. En este apartado solo liste motivos que hace que entre en ira. La ira indica la presencia de contienda y disensión.

Celos: Es un temor e inseguridad de que otros tengan preferencia en lugar de nosotros. Existe una sensación de desplazamiento. Emoción negativa que provoca molestia por el disfrute de otra persona de algo que uno quiere para sí.

10. La envidia se define como un padecimiento que tiene una persona porque otra consigue ó posee cosas que ella no tiene o no puede conseguir, así como el deseo de hacer o tener lo mismo que hace o tiene el otro. (Diccionario Enciclopédico Larousse 2002).

106


Las tentaciones de Jesús 

Liste los motivos y /ó circunstancias que le han provocado celos y envidia, así como la razón de dicha sensación o sentimiento.

11. Enemistades: La enemistad es un odio entre dos o más personas, lo cual lleva a que estén distantes entre ellas. Se consideran enemigos porque tienen puntos de vista diferentes ó contrarios a los de uno y quieren que su punto de vista prevalezca sobre cualquier otro. En la enemistad está latente la contienda, la condenación y el enjuiciamiento. 

Liste por nombre cada persona con la cual está en enemistad hasta el día de hoy y anote la causa del origen de dicha enemistad.

12. Hechicerías: La hechicería es un acto que cautiva la voluntad; la seduce y atrapa haciéndola manipulable. Es un acto para ejercer control sobre otros. Echa mano de seducción, manipulación y entidades espirituales para someter al espíritu, alma y conciencia de la persona a la cual se dirige el hechizo. En su modalidad más grosera y ruin utiliza amuletos, muñecos y prendas para realizar sortilegios y establecer maleficios o maldiciones para someter la voluntad de otros y controlarlos. 

Liste las veces que echó mano de la coquetería, la seducción por miradas, gestos, palabras, así como en la forma de vestir, hablar y saludar. Indique con quién se manifestó así usted y sus motivos e intenciones.

Liste las veces que practicó hechicería, los “trabajos” y conjuros que realizó y contra quien fueron ejecutados. Incluye visitas a brujos y “trabajitos” solicitados.

Liste las veces que echó mano de la política para manipular a otros y escriba sus motivaciones en cada caso.

13. Idolatría: Está relacionada con adorar y amar ídolos en fotografías, estatuas, personas, cosas ó circunstancias en forma excesiva. Al ídolo se le atribuyen poderes o cualidades especiales ó sobrenaturales, ante las cuales rendimos nuestra voluntad y razón, dándoles carácter de deidad (dios).

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Las tentaciones de Jesús 

Liste todo ídolo llamado “santo” que adoró y con el cual pactó promesas así como la razón de su inclinación y aceptación a adorarlo.

Liste objetos, lugares, libros, trabajos que tuvo o tiene como lo mejor, en un lugar especial o inamovible como si fuera su “deidad”. Una forma de identificar este punto es analizando lo que tiene y entendiendo la razón por la cual no lo tiraría. Muchos objetos no se tiran porque los idealizamos como recuerdos de circunstancias del pasado. Esa es una forma de deificarlos.

Liste el nombre de las personas y los motivos por los cuales los posicionó como ídolos ó héroes.

Gálatas 5:19 lo abordaremos más adelante. Lo que se le ha llevado a realizar en este apartado de ministración tiene como objetivo que usted identifique sus motivos por los cuales ha dado lugar para que el cuerpo del pecado opere en usted activando la concupiscencia; traerlos a memoria y a la luz para empezar a manifestar la verdad sobre dichas circunstancias y pedir perdón a Dios por haber estado permitiendo que el cuerpo del pecado se manifieste a través de nosotros. Terminado esto, oremos nuevamente: Padre Celestial, en el nombre de Jesucristo tu unigénito y en el poder del Espíritu Santo, confieso que he participado de todas estas obras de la carne, que me he deleitado en ellas y que he retenido falta de perdón. Ahora decido desligarme de estas obras de la carne, pido perdón por mis pecados e iniquidades y perdono a todas las personas que fueron utilizadas para agraviarme. Declaro que ya no me deben nada y que no les debo nada. Declaro que cancelo todo acto de hechicería que haya realizado a través de la práctica de métodos de meditación en falsas doctrinas y rompiendo toda atadura, declaro libertad a las personas sobre las cuales realicé tratamientos mentales. Tomo autoridad sobre todo espíritu inmundo que operaba en estas causas expuestas de pecado y rebelión y les ordeno, en el nombre de Jesús salir de mi vida, de la vida de mis generaciones, y nunca más vuelvan. Me declaro limpio y cubierto por medio de la sangre de Cristo, así como cubiertas a mis generaciones descendientes y establezco que las maldiciones que el diablo me había puesto y han sido anuladas en esta hora y ya no operan más en mi ni en mis generaciones, en el nombre de Jesús, amén.

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Las tentaciones de Jesús Como podemos comprender, el estado del corazón es de vital importancia. Para Dios es importante nuestro corazón. Prv.4:23 dice: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida”. También tenemos como referencia Mt.15:18-19. Si Satanás perturba y conquista nuestro corazón logra acceso en nosotros y acaba nuestra pureza y comunión con Dios, nos hace esclavos, nos sitúa en productos de mentira y muerte, falsedad. Anula nuestra identidad, tocando y quebrantando nuestra firmeza e integridad. Nos aísla rompiendo el compañerismo con los hermanos y anula la humildad en nosotros, convirtiéndonos en personas vanagloriosas, orgullosas y soberbias. Cuando Satanás conquista nuestro corazón, usurpa el gobierno que nos pertenece tomándolo para sí mismo y es él quien lo ejerce en perjuicio nuestro; se coloca como nuestro dios logrando le tributemos todo honor, gloria y alabanza, toda honra al ejecutar sus obras perversas, a pesar de ser nuestro verdugo destructor. Este dominio satánico lo romperemos al someter nuestra voluntad a la voluntad de Dios a través del Espíritu Santo y, mediante ayuno y oración, someter a muerte al cuerpo del pecado, “sarxs”. Sujetarnos totalmente a Cristo.

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7. Dos árboles en el Edén. La Palabra de Dios dice: “Y Jehová hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal” (Gn.2:9). El árbol nace de una semilla específica. Si es un mango, al crecer y madurar dará mangos, no ciruelas, peras, naranjas, manzanas, etc. Entonces, el fruto del árbol está definido por la naturaleza de su semilla. El árbol de la vida fue manifestado y creado por una semilla que salió del corazón mismo del Padre Dios, Elohim, porque Él es vida. El fruto del árbol reacciona y se manifiesta en forma directa de acuerdo a la naturaleza de la semilla. La naturaleza del árbol de la vida es el corazón mismo de Dios Padre, porque es una figura de Él mismo en el huerto. En el capítulo anterior se expusieron algunos de los atributos de Dios, así como las cualidades del fruto de su Espíritu. Todo esto, al menos, está contenido en la semilla que dio a luz al árbol de la vida. Dios se hizo manifiesto a sí miso en la creación y sobre la creación a través del árbol de la vida. “1En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2Este era en el principio con Dios. 3Todas las cosas por Él fueron hechas, y sin Él nada de lo que ha sido hecho fue hecho” (Jn.1:13) “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Gn.1:1) “Porque así dijo Jehová, que creó los cielos; Él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano, para que fuese habitada la creó. Yo soy Jehová y no hay otro” (Is.45:18). “Así dice Jehová Dios, Creador de los cielos, y el que los despliega; el que extiende la tierra y sus productos; el que da aliento al pueblo que mora sobre ella, y espíritu a los que por ella andan” (Is.42:5). El árbol de la vida, su unigénito, Jesucristo, es la Palabra de Dios, la semilla de la cual proviene; refleja al Padre mismo. De la concordancia tenemos el vocablo “zoe” (Gr.2222) el cual hace referencia a la vida como principio, vida en el sentido absoluto como la tiene Dios. Aquello que el Padre tiene en sí mismo; ¿y qué es lo que el Padre tiene en sí mismo? Además de los atributos citados en el capítulo anterior, Dios el Padre es creador y lo podemos apreciar en lo que describen de Él las citas bíblicas anotadas párrafos anteriores. Él produce cosas nuevas cada mañana.

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Las tentaciones de Jesús Cuando creó al hombre lo dotó de elementos similares a los de Él en las características distintivas de “imagen”, “conforme a nuestra semejanza”; además, también nos equipó con el poder de la palabra y nos infundió su aliento de vida. Por medio de este equipamiento tenemos la capacidad de manifestar vida de la misma calidad a la producida por Él, pero en nuestro hogar. Empecemos por algunas de las características de la vida del Padre que encontraremos manifiestas en el árbol de la vida. En Él existe:        

  

Poder de producir y permanecer, de generar, capacidad de manifestar cosas nuevas conforme a su naturaleza. Todo lo hace por medio de la palabra. (Jn.1:4; Sal.104:13-28; Sal.111:6) Identidad; capacidad de ser, lo cual en nosotros se manifiesta bajo el espíritu de adopción y la unción de paternidad. (Jn.1:12) Capacidad y poder para hacer aparecer la palabra. Es la herramienta creadora de Dios y del hombre. (Jn.1:14) Plenitud y gracia en su presencia. (Jn.1:16) Verdad. (Jn1:17) Cielos abiertos y ángeles sirviendo. (Jn.1:51) Manifestaciones de la Gloria del Padre y por consecuencia, de sus bendiciones. (Jn.2:11) Limpieza del templo, mi cuerpo en espíritu, alma y parte material, terminando con el mercadeo del reino de las tinieblas en nosotros, anulando las contrataciones y su efecto adverso hacia nosotros en áreas que Satanás tenía derecho. (Jn.2:13-17) Se manifiestan señales de restauración y edificación. (Jn.2:23; 3:2) Manifestación del nuevo nacimiento con perdón de pecados y renovación del entendimiento. (Jn.3:3, 5-6; Ro.12:2) Nos es dada la salvación. (Jn3:15,21); es decir, cuando uno se alimenta del árbol de la vida somos removidos de los lugares y situaciones de peligro, obscuridad y derrota, siendo trasladados a sitio seguro, libre de todo mal, llevados a una transformación del entendimiento por medio de la renovación de nuestra mente, tal como lo dice Ro.12:2. El salmo 91:1 dice: “El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del omnipotente”. (RV60).Pero no olvidemos que nada inmundo puede entrar en su presencia.

Habitar al abrigo es comparable a vivir en su regazo, cubierto de su túnica, sus vestiduras, siendo abrazados por Él, tal como el bebé es cubierto por su madre; es decir, significa vivir bajo su cobertura, su esencia. Morar bajo la sombra del omnipotente hace referencia a tener la

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Las tentaciones de Jesús certeza que la cobertura de Dios se extenderá sobre nosotros a donde quiera nos movamos conforme a su voluntad. Implica que los territorios en los cuales permanezcamos o pongamos la planta de nuestros pies para permanencia, al igual que nosotros, estarán gozando de su cobertura que va con nosotros, incluyendo todo lo que pertenezca a dichos territorios, aniquilando las tinieblas y trayendo bendición a la tierra. La versión nueva traducción viviente dice así: “Los que viven al amparo del Altísimo, encontrarán descanso a la sombra del todo poderoso”. (NTV). Amparo por abrigo; de acuerdo a la definición de la palabra “amparo”, hace referencia a dependencia total en el sentido de protección, verse favorecido, defendido, tener donde guarecerse o esconderse. También significa auxilio. Es decir, tener un lugar de refugio garantizado. Cuando vivimos la palabra de este versículo, realmente encontramos descanso, porque ese amparo de Dios, su cobertura, nos libra de trabajar en nuestra fuerza porque Él se convierte en la fuente de provisión. Quienes aman más las tinieblas que la luz, tal como lo describe Jn.3:18-20 no buscan habitar al abrigo del altísimo, aún cuando en su vivir se enfrentan a circunstancias dolorosas y buscan la bendición de Dios, pero no a Él como tal, pues todo lo ajustan a su perspectiva personal, no siendo humildes para reproducir la visión de Dios. Su espíritu está lleno de orgullo y del mundo. Buscando la bendición de Dios sin tomarlo en cuenta como Dios, sustentados en nuestro parecer y criterio, participando de pecado e iniquidad, nos convierte en hacedores de maldad. La vida impartida por Dios está en continuo movimiento; siempre está produciendo. (Jn.4:10,14): “14Pero al que beba del agua que yo le daré, no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna” (Jn.3:4 N.T.V.) “Manantial” está definido como “el afloramiento a la superficie terrestre de las aguas que circulan en forma subterránea”. El agua que Dios nos da a través de su Espíritu Santo es su Palabra viva que vivifica el logos de la palabra escrita en la Biblia. Imparte su esencia en ella hacia nuestro entendimiento poniéndola dentro de nosotros como semillas de vida, dando a luz su efecto creativo, si es que su Espíritu mora en nosotros. Este manantial no tiene fin porque Él es eterno y nunca se detiene, porque el Espíritu Santo siempre se encuentra en movimiento, creando a voluntad del Padre. (Ex.1:4-21).

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Las tentaciones de Jesús Comer del árbol de la vida nos mantiene inmersos en el manantial de su voluntad, sosteniéndonos con su esencia, la cual es eterna. Si decimos y afirmamos que tenemos vida eterna en Él y la revelación del Espíritu Santo no fluye a través de nosotros, es evidencia de obstrucción espiritual en un área de nuestra vida en la cual no tenemos comunión con el Padre. La revelación nos lleva a ver y entender su Palabra como Él es, la ve y la manifiesta, llevándonos a una transformación de nuestro carácter y temperamento conforme a su santidad, además de mostrarnos raíces de amargura, ataduras, perversiones, iniquidad, pecado, falta de perdón en nosotros y en otros. Si usted fluye en esto segundo sin ver y entender la Palabra de Dios como Él la da a través de la revelación, el Espíritu Santo no está en uno plenamente, sino que el Espíritu Santo está mostrando las tinieblas que se tienen para que sean entregadas al señorío de Jesucristo. Manifiesta en este caso la revelación viciada, la presencia de un espíritu de adivinación, el cual está al servicio del reino de tinieblas. La revelación es un don de Dios dado a nosotros en forma natural, resultado de nuestra auténtica y sincera vida de comunión y adoración a Él a través de la oración y estudio de su Palabra, bajo la dirección del Espíritu Santo. Este don nos permite tener acceso a la eternidad y ver como Dios ve, trayendo a la manifestación natural los diseños eternos. El árbol de la vida produce obediencia en nosotros, porque nos alimenta de su amor y respondemos con amor: “… os digo la verdad, el Hijo no puede hacer nada por su propia cuenta; solo hace lo que ve que el Padre hace. Todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo”. (Jn.5:19 N.T.V.) Antes de la venida de Cristo como hombre a la tierra, en el antiguo pacto o testamento, Dios reveló a su pueblo los beneficios de comer del árbol de la vida; he aquí algunos:      

Ser bendito en la ciudad y en el campo. Bendito en el fruto del vientre, de la tierra, de las bestias y del ganado. Bendita la canasta y la artesa de amasar, es decir, la despensa y la cocina. Bendita nuestra entrada y salida, nuestro caminar en la vida, libre de calamidades de cualquier tipo y en cualquier área. Dios peleará por nosotros contra los enemigos. Dios enviará bendición sobre nuestros graneros, sobre todo aquello en lo que pongamos nuestras manos y nos bendecirá en la tierra que Jehová no dé; es decir, poniéndolo en lenguaje

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Las tentaciones de Jesús moderno para los religiosos y no religiosos: la bendición de Dios estará en nuestros negocios, empleos, cuentas bancarias, , proyectos y obras, creaciones, posesiones y herencia, sin excluir a nuestra familia como individuos. Esto concuerda con lo analizado párrafos arriba sobre el salmo 91:1. Aún más: aquí podemos ver claramente que Dios no nos manda a vivir en miseria como muchos hombres han torcido la Palabra de Dios, haciéndoles creer a pueblos enteros que entre más pobres y miserables mayor favor de Dios se tiene, así como que no deben diezmar, creyendo en el fondo de su corazón que ese dinero los hará más prósperos cuando la bendición viene de Dios. Esta forma de pensar y manipular a las personas es mentirosa y detestable abominación que se contrapone a la naturaleza soberana de Dios, quien es dueño de todo, incluyendo el oro y la plata. Dt.28:11-14 dice: “11Y te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que Jehová juró a tus padres que te había de dar. 12Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado. 13Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y los cumplas, 14y si no te apartares de todas las palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra, para ir tras dioses ajenos y servirles”,. (R.V.60, énfasis añadido). Entonces, además de lo ya enumerado párrafos arriba, en el árbol de la vida también hay:        

Vida eterna garantizada en Él. (Jn.4:14). Manifestación de la verdad. (Jn.4:16-18) Manifestación de la adoración. (Jn.4:23-24) Manifestación de la redención total. (Jn.4:25) En Él se manifiestan señales y prodigios. (Jn.4:48) La palabra, fruto del árbol de la vida, es instantánea en su manifestación. (Jn.4:50, 52-53) Hay sanidad instantánea, conforme a la voluntad de Dios. (Jn.5:8-9) Hay conocimiento instantáneo por la conexión con el árbol de la vida que gobierna sobre el conocimiento, gracias a la revelación de Dios hacia nosotros, (Jn.14:26).

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Las tentaciones de Jesús Al operar hacia nosotros la revelación desde el árbol de la vida, la sabiduría de Dios, el Padre, es manifiesta a través de Él y es derramada hacia nosotros. También se manifiesta la paternidad, el Abba y el “Patter”, protector y gobierno y por consecuencia, dependiendo de Dios a través del árbol de la vida, todo conocimiento es manifiesto en automático por la sabiduría de Dios, libre de toda acción nociva. Como el Padre es progenitor, creador, originador, Él es quien establece la genética y en Jesucristo se manifiestan todas éstas cualidades o atributos. Dios es el único y primer Padre, modelo de paternidad, es real, verdadero y genuino. Lo que dice es, lo que determina se hace: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra…” (Gn.1:1; Sal.8:1; Is.44:24, 42:5, 45:18). A través de Dios Padre se manifestó el Verbo: “En el principio era el verbo, y el verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios” (Jn.1:1-3; Col.1:17; Jn.1:10) Ya expusimos que la Revelación de Dios nos mantiene conectados con la eternidad de Dios, en su morada; por esta circunstancia, Jesús dijo: “Estamos en el mundo, pero no somos del mundo”. (2Co. 10:3; Jn.15:19). A través del árbol de la vida todo se manifiesta hecho en la perfección del Reino de Dios y su creación: “… Yo soy el que soy…”. (Ex.3:14). El árbol de la vida también es luz, (Jn.1:4-5). En la actualidad se manifiesta por y a través de la fe. Revela el amor porque es el amor. (1Jn.4:8). Establece relación, paz, poder y gobierno, y como hijos de Dios, nosotros debemos reproducir lo mismo. Por medio de la íntima comunión nuestra con Él nos convertimos en luz en medio de tinieblas, la sal de la tierra (Mt.5:13-16; Lc.14:34-35; Mc.4:21-22; Lc.8:16-17). Primero debemos gobernarnos a nosotros mismos (Mt.7:1-6; Stg.3:2-12). Luz se define como la radiación emitida por los cuerpos calentados a altas temperaturas o por cuerpos excitados. Entonces, para que nosotros podamos ser esa luz de Dios en la tierra debemos operar en una manifestación alta de su presencia la cual abate las tinieblas hasta sus raíces en nosotros y nuestro entorno. El lazo de unidad entre el árbol de la vida y nosotros se halla en la intuición y comunión espiritual. El árbol de la vida fue puesto en el jardín del Edén para que nunca perdiéramos esa comunión con el Padre. La intención de Dios fue que todo lo que determináramos hacer lo ejecutáramos dependiendo de Él, no de otro u otro camino, porque Él es la vida. Sin embargo, por la caída de Adán y Eva en la trampa de Satanás, esa comunión con Dios el Padre, fue rota.

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Las tentaciones de Jesús El árbol del conocimiento del bien y el mal también fue puesto por Dios en el Jardín del Edén. Gn.2:9 habla al respecto. Citaré a continuación este versículo en siete versiones bíblicas diferentes para poder apreciar la revelación oculta de los hechos narrados: a)

“Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de la vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y el mal” (RV60).

b)

“Y había Jehová Dios hecho nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer: también el árbol de la vida en medio del huerto; y el árbol de ciencia del bien y del mal” (RV1909).

c)

“Así Jehová Dios hizo crecer del suelo todo árbol deseable a la vista de uno y bueno para alimento, y también el árbol de vida en medio del jardín, y el árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo” (TNM).

d)

“El Señor Dios hizo que crecieran del suelo toda clase de árboles: árboles hermosos y que daban frutos deliciosos. En medio del huerto puso al árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal” (NTV).

e)

“Dios el Señor hizo que creciera toda clase de árboles hermosos, los cuales daban frutos buenos y apetecibles. En medio del jardín hizo crecer el árbol del conocimiento del bien y el mal”. (NVI, Proyecto Felipe)

f)

“El Señor Dios había hecho germinar de la tierra toda clase de árboles de bella forma y de sabroso fruto para comer, y aún el árbol de la vida, que estaba en el centro del paraíso, y el árbol de la ciencia del bien y del mal”. (Sagrada Biblia, Ediciones Paulinas).

g)

“Yahvé Dios hizo brotar de la tierra toda clase de árboles de hermoso aspecto y (de frutos) buenos para comer, y en medio del jardín el árbol de la vida, y el árbol del conocimiento del bien y del mal”. (Sagrada Biblia, Edición Guadalupana, 1956).

De la forma en que se encuentra redactado el versículo en cada versión apreciamos que el árbol de la vida, así como el árbol del conocimiento del bien y del mal fueron puestos por Dios en el centro del

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Las tentaciones de Jesús jardín del Edén, de acuerdo con tres de las versiones citadas, y en las otras cuatro no lo especifica, pero tampoco desecha el lugar donde fue puesto o en forma ambigua nos deja suponer que estaba al lado del árbol de la vida. El hecho es que ambos al centro o uno al centro, el de la vida y junto a éste el otro, no altera los efectos finales que escribiremos a continuación. Otro aspecto que podemos notar en estas versiones es la asignación: “árbol de la ciencia del bien y el mal” en tres versiones y en las otras cuatro “conocimiento del bien y del mal”. Existe una estrecha relación del fruto del árbol del conocimiento o ciencia del bien y del mal con el árbol de la vida porque proviene de Dios. Por esto, ambos estaban en lugares o sitios bien definidos en el Edén, pero teniendo primacía de derechos el árbol de la vida, porque es la fuente creadora de todo lo que existe o existirá, incluyendo el otro árbol, el cual estaba sujeto a Él. Por consecuencia, si hacemos algo sin acudir primero al árbol de la vida no obtendremos fruto bueno ya que el conocimiento es una cosa y la sabiduría es otra, y la segunda solo se obtiene a través del árbol de la vida. Esa es la razón por la cual la escritura marca enfáticamente que el árbol de la vida fue colocado primero y además en el centro del Edén. Es el primer paso para todo; al menos así ha sido determinado por Dios. Para el Padre, la vida, la palabra acorde a su corazón y naturaleza es lo primero sobre todo lo demás, porque Él es vida. Por ello, el conocimiento está sujeto a la sabiduría de Dios y fluye hacia nosotros con el poder de la vida cuando dependemos de Dios a través del árbol de vida. Cuando no dependemos del árbol de la vida desechamos la sabiduría de Dios. Puede haber conocimiento, pero no sabiduría. Entonces, todo lo que hagamos estará desalineado de las perfecciones de Dios, de su naturaleza. En Gn.2:19-20 leemos que Dios asignó la tarea de poner nombre a todos los animales creados a su obra hecha conforme a su imagen y a su semejanza: El hombre, Adán. En ese momento histórico, él estaba en comunicación interna y estrecha con Dios; comía del árbol de la vida. Entonces los nombres fluyeron del Espíritu de Dios al espíritu del hombre a través de la revelación y se manifestó la sabiduría de Dios. Adán se puso de acuerdo con Dios y adoptó el conocimiento revelado y así se establecieron los nombres y se llevó a cabo la tarea asignada. El conocimiento fluye de Dios hacia nosotros por medio de su Espíritu a través de la revelación. Al operar así, recibimos sabiduría de Dios y se preserva la vida de Dios en nosotros. Cuando buscamos acceso a este “árbol del conocimiento del bien y del mal” por otro camino distinto al puesto por Dios obtenemos caos y muerte, obscuridad, que es

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Las tentaciones de Jesús lo que ocurrió cuando Adán y Eva cedieron a las propuestas de Satanás a través de la serpiente. ¿Cómo podemos determinar características del árbol del conocimiento o ciencia del bien y del mal? Primeramente debemos entender el significado de las palabras “conocimiento” y “ciencia” desde el punto de vista del entendimiento humano: 

Conocimiento implica la acción y efecto de conocer; se apoya en el uso de la inteligencia, la razón natural y la facultad del entendimiento. Deriva de la acción de conocer, que significa averiguar. Tener “noción” de algo por el ejercicio de las facultades intelectuales, de cualidades y relaciones de objetos y circunstancias, conjeturando o suponiendo lo que puede suceder. Está sujeto a las conclusiones personales y en la gran mayoría, los cinco sentidos físicos están presentes, operando como fuente primaria de información. Opera como la base del conocimiento empírico que luego deriva al científico a través de la experimentación.

Ciencia: Se refiere al conjunto ó agrupación coherente de conocimientos relativos a ciertas categorías de hechos, objetos ó fenómenos y socialmente hace referencia a cada rama de ese conocimiento que se considera en disciplinas separadas como la física, matemáticas, química, medicina, biología. Básicamente conocimiento, erudición, no sabiduría. Designa al conocimiento sistemático, ya hecho para utilizarse. Además:

Bien: Hace referencia a los actos, hechos, cosas ó circunstancias que están determinados de manera razonable, acertada o perfecta, sin inconveniente o dificultad, según se apetece o se requiere. Engloba lo que es bueno, útil o agradable, ofrecido a la voluntad como fin propio.

Mal: Hace referencia a todo lo que opera de forma contraria a la debida, sin acierto, de manera impropia o inadecuada. Engloba todas las cosas que son malas, porque cuando se entra en contacto con ellas son dañinas porque lesionan o son contrarias a la moral.

Por consecuencia, en el árbol del conocimiento del bien y del mal se encuentra todo fruto que da conocimiento de bien o mal y a través del árbol de la vida obtenemos el bien, virtud de la sabiduría que fluye por este. De hecho, la escritura dice que Dios tiene pensamientos de bien y no de mal. Textualmente dice: “Porque yo sé muy bien los planes que tengo

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Las tentaciones de Jesús para ustedes -afirma el Señor-, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza”. (Jer.29:11, NVI). Dios hizo uso del fruto de éste árbol cuando creó los cielos y la tierra y todo lo que hay en ella, (Gn.1:1-25). Al término de cada acción creativa que se llama “día”, Dios consideró que lo hecho era bueno, y bueno en gran manera. Todo ha estado impregnado de vida, que es su esencia y todo el conocimiento fue coordinado con la sabiduría de Dios para generar el fin determinado por Él mismo. El conocimiento, la ciencia, para operar en vida, sin variación alguna, debe fluir a través del árbol de la vida porque en éste árbol se encuentra la sabiduría que es la que da sentido al conocimiento; es decir, en este árbol hallaremos la capacidad de pensar, determinar, juzgar u obrar con prudencia y equidad, porque tiene posesión de conocimientos profundos sobre toda materia y su producto final siempre es de bien, no de mal, porque produce conforme a la naturaleza de Él. En virtud de la sabiduría de Dios, éste le ordenó al hombre: “puedes comer de la fruta de cualquier árbol del paraíso; pero no vayas a comer la fruta del árbol de la ciencia del bien y del mal; pues el día que de él comas, morirás seguramente”. (Sagrada Biblia). Esta restricción podemos entenderla y considerarla como orden de preservación, ya que el hombre fue creado a imagen de Dios, conforme a su semejanza, no teniendo la total sabiduría de Dios para discernir adecuadamente de lo provechoso y no provechoso, pero con la “esperanza” de que siempre obedeciera a Dios, a pesar de la capacidad de libre albedrío de que fue dotado cuando se le creó. Su tarea principal era ejercer gobierno y mayordomía en la creación dependiendo de la dirección de Dios revelada a través de la comunión. Fructificar, sojuzgar, gobernar y cuando deseara tener conocimiento, recurrir a Dios para obtenerlo. Dios “esperó” la obediencia de Adán reconociéndolo como Padre creador, fuente de todo lo que él necesitara y que utilizara el don de la palabra acorde con la naturaleza y esencia de su padre creador y que por el libre albedrío, se mantuviera en obediencia respetando la orden restrictiva que le dio para que fuera lleno de sabiduría y continuara en vida con Él, no meramente conocimiento como ocurre hasta hoy en los que están separados de comunión e intimidad. Anotemos algunas características de este segundo árbol cuando opera sin Dios:  

Opera en el establecimiento de puntos de vista personales fundamentados en nuestra voluntad y pensamiento, cuestionando y haciendo a un lado la voz y voluntad de Dios. Desecha a Dios como padre, estableciendo su criterio personal, posicionándose el hombre como Dios. Si acepta la existencia de

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 

Dios busca que se ajuste a su voluntad, no considerando la voluntad del creador, condicionándola y/ó anulándola. Nos mantiene inmersos en lo temporal y cambiante, por lo que siempre estamos vacios, en insatisfacción, lo cual es un síntoma de muerte. El fundamento de operación del conocimiento sin la sabiduría de Dios es la duda, lo verdadero y falso. Busca justificar el conocimiento cuestionando la verdad para establecer el punto de vista humano como verdad. Este árbol se convierte en tinieblas para nosotros, muerte, cuando desechamos el canal original y abortamos el derramamiento de la sabiduría en nosotros. El hombre, una vez más, termina haciendo todo en su pensamiento limitado, caminando en independencia. Tener acceso a este árbol por otro camino diferente al establecido por Dios provocó que se estableciera la ley, resultado de la desobediencia del hombre que se transformó en rebelión. Usa la razón y anula la intuición. En casos extremos, espiritualmente enfocado, da lugar a espíritus de adivinación, los cuales comanda el reino de tinieblas, siendo Satanás su rey y dios.

En Ez.28:12-14,17 podemos apreciar que Dios utilizó el fundamento del árbol del conocimiento del bien y del mal cuando creó a Luzbel. Dice en éstos versículos: “12…Eras un modelo de perfección, lleno de sabiduría y de hermosura perfecta. 13Estabas en Edén, en el Jardín de Dios, adornado con toda clase de piedras preciosas: rubí, crisólito, jade, topacio, cornalina, jaspe, zafiro, granate y esmeralda. Tus joyas y encajes estaban cubiertos de oro, y especialmente preparados para ti desde el día en que fuiste creado. 14Fuíste creado querubín protector, porque yo así lo dispuse. Estabas en el santo monte de Dios, y caminabas sobre piedras de fuego. … 17 A causa de tu hermosura te llenaste de orgullo. A causa de tu esplendor, corrompiste tu sabiduría…” Luzbel fue creado con sabiduría -(H2451)- que se refiere a ser sabio en la mente, palabra o acto, excediéndose en la enseñanza de la sabiduría, acción de ser (que uno mismo, los exhibió), saber mucho, nunca menos, sabiamente, haciéndose más prudente. Al haber sido creado como querubín protector –Ez.28:14- fue dotado de sabiduría para que tuviera capacidad de cuidar la santidad de Dios. Esa fue la asignación dada por Dios a este ser y al crearlo, lo dotó de lo necesario para desarrollar esa función. Al tener sabiduría contaba con “licencia” para tener acceso al árbol del conocimiento del bien y del mal. El hombre no

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Las tentaciones de Jesús fue equipado con sabiduría como este ser. El hombre debe recurrir a Dios para obtener la sabiduría. Puede tener conocimiento más no sabiduría. Dios puso esta restricción en el hombre para que no caminara en independencia de Él como creador. El hombre, cuando fue creado, no tenía la capacidad de discernir entre el bien y el mal, porque no tiene una visión de la eternidad, de la totalidad, como la tiene Dios. Por ello el mandamiento de restricción de Dios a Adán como instrucción de preservación de no tocar dicho árbol. Ez.28:12 dice que Luzbel era el sello de la perfección, siendo lleno de sabiduría y acabado de hermosura. Ez.28:15 dice que él fue perfecto en todos sus caminos hasta que en él se halló maldad. Este ser no fue capaz de operar en obediencia a la fuente de vida, verdad y santidad, que es Dios y se sedujo a sí mismo participando de la maldad; es decir, jugando con lo que se produce del conocimiento del mal y le pareció atractivo para ejercer poder y gobierno sin sujetarse a Dios. Maldad hace referencia al producto o calidad de malo, es decir, dañoso o perjudicial. Que se opone a la razón o a la ley, algo que es desagradable, molesto, que enferma y destruye. Que rompe la armonía y comunión con lo correcto y verdadero. Al provocar este rompimiento, se corta la relación ó comunión con la vida y la verdad. Dios el Padre es el Dios de la vida y de la verdad, de la luz. Es el Padre de todas las luces. Él no da fruto diferente a su naturaleza –Stg.1:16-18- aunque conoce también lo que hay en el mal porque Él es la fuente de sabiduría y solo a través de Él podemos tener acceso al conocimiento regulado por su sabiduría –Ex.31:3,36:1; 1Cr.1:10-12; Prv.2:6- Todo lo que el hombre obtenga por otro camino que no sea a través del árbol de la vida es conocimiento sin vida, por lo que el producto final obtenido será muerte ya que nace separado de Dios quien es fuente de vida. Luzbel fue creado perfecto hasta que se halló en él maldad. Para comprender esto, vamos a investigar y entender lo hallado en los libros de los profetas Ezequiel e Isaías. De acuerdo con el Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado, editorial CLIE, maldad se refiere a un estado mental de desprecio hacia la justicia, rectitud, verdad, honor y virtud. Anota que la maldad inicia con una disposición de la mente, lo que después se exterioriza en actos, los cuales moldean el carácter de quien se da a ella, marcando su destino, llegando a un punto sin retorno, con una total perversión de los valores, la moral, la perfección y naturaleza de Dios. Isaías 14:13-14 dice: “13Tú que decías en tu corazón: subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el

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Las tentaciones de Jesús monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; 14sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al altísimo”. Analizando linealmente estos dos versículos, es decir, tal como se entienden al leerlos, podemos comprender que este querubín dejó de hacer lo que Dios le asignó como tarea y empezó a errar en su mente queriendo tener poder y autoridad como Dios, resultado de trabajar con el conocimiento del mal, el cual generó maldad en él, por la cual determinó levantar su trono para ser semejante al altísimo. Definitivamente algo halló en el mal que lo movió a tomar esta posición. Antes de llegar al análisis de éstos dos versículos a la luz de las definiciones de la Concordancia Strong Concisa, anotaré el mismo versículo en tres versiones más, las cuales nos ayudarán a comprender la visión y alcance del asunto en cuestión: a)

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b)

13

c)

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Pues te decías a ti mismo:”subiré al cielo para poner mi trono por encima de las estrellas de Dios. Voy a presidir en el monte de los dioses, muy lejos en el norte. 14Escalaré hasta los cielos más altos y seré como el Altísimo”. (NTV). Tú que pensabas en tu alma:”treparé hasta los cielos, encima de las estrellas de Dios asentaré mi trono; me sentaré en el monte de la asamblea, allá en el norte profundo; 14subiré sobre las montañas de nubes, me pareceré al Altísimo”. (Sagrada Biblia, Ediciones Paulinas). TúH859 que decíasH559 en tuH859 corazónH3824: SubiréH5927 al cieloH8064, en lo altoH4605 junto á las estrellasH3556 de DiosH410 ensalzaréH7311 mi solioH3678, y en el monteH2022 del testimonioH4150 me sentaréH3427, á los ladosH3411 del aquilónH6828; 14SobreH5921 las alturasH1116 de las nubesH5645 subiréH5927, y seré semejanteH1819 al AltísimoH5945. (SRV+, 1909 Con referencia Strong).

Identificamos que su intención fue poner su trono sobre las estrellas. De la concordancia, H3556 nos dice que figurativamente, estrella, hace referencia a un príncipe. Escribiendo la frase nuevamente con el significado de esta referencia, leeríamos así el versículo: “subiré al cielo para poner mi trono por encima de los príncipes de Dios. Entonces, primero intentó ejercer poder sobre los príncipes de Dios y acto seguido, ser semejante al altísimo posicionándose como Dios –Is.14:14-. (Aquí se revela la huella de porqué la tercera parte de los ángeles del cielo le siguió).

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Las tentaciones de Jesús También leemos: “en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte…”; “me sentaré en el monte de la asamblea, allá en el norte profundo…”; “voy a presidir en el monte de los dioses, muy lejos en el norte…”. Tres formas distintas, coherentes y relacionadas, qué nos permiten entender como Luzbel llegó a determinar tener y ocupar el puesto, lugar o rango más importante y de mayor autoridad en la asamblea de Dios. Determinó en su corazón estar presente como elemento dominante con el poder y capacidad de influir en los demás, que es lo que significa la palabra “presidir”, y al querer ejecutarlo, anular la voluntad de Dios, sometiéndola a su voluntad. Leemos también en estos versículos que estableció el lugar desde el cual presidiría: “a los lados del norte”, “muy lejos en el norte”, “allá en el norte profundo”. De H3411, lo que significan estas frases se refiere a la parte trasera, frontera, cuarto de lado, es decir, lo que no está de frente, sino detrás de uno, y de H6845 tenemos el significado de adecuadamente oculto, es decir, en lo obscuro, utilizando solo una cuarta parte del norte sombrío, de su frontera, lo cual es desconocido, como una región no conocida. Esto se refuerza con Is.14:14, en donde la palabra “nubes” está definida por H5645, refiriéndose a lo que está adecuadamente sobre la obscuridad o la densidad, relacionado con H5743 que se refiere a ser denso u obscuro, es decir, no visible, oculto en extremo, a cubrirse con un velo, para, relacionado con H5753, a las malas, hacer mal, inclinándose a hacer lo torcido, la maldad, lo pervertido; es decir, Luzbel determinó presidir en la asamblea de los dioses pretendiendo anular la autoridad, poder y voluntad de Dios actuando encubiertamente, de manera clandestina y oculta, bajo las sombras, alimentándose del conocimiento del mal, el cual, al parecer, consideró Dios lo olvido para usarlo dentro de la creación, razón por la cual pensó en su corazón podría ejercer gobierno desde ese conocimiento, tener poder e igualarse a Dios. Por ello, Ez.28:15 revela que en él se halló maldad. Pretendió poner lo obscuro, la maldad, por arriba de la luz, más alto de lo alto, de H5927, aunque suene redundante. Las características de éste trono se vislumbran de H3678, que hace referencia a lo que está adecuadamente cubierto, y de H3680, rellenar correctamente huecos. Su trono lo quería tener junto al trono de Dios, operando de manera oculta, queriendo llenar un vacío que consideró existía en la creación. En su actuar quiso esconder y abrumar; es decir, oprimir. Este querubín concluyó en su corazón que el mal debería actuar a la par del bien, teniendo él poder sobre este conocimiento. La maldad lo llevó a generar contrataciones. Una contratación es un acto o acción que lleva a cabo efectos de contratar. Con esta palabra está asociada una serie de términos que voy a citar para llegar a un entendimiento amplio de lo

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Las tentaciones de Jesús que significó el término “la multitud de tus contrataciones” que ejecutó Luzbel, hoy Satanás. Contratar define y establece el acto de pactar y/ó convenir en un hecho o asunto, haciendo contratas o tratos, con el fin de llevar a cabo operaciones de comercio. Es decir, ajustar, mediante convenio, un servicio. La palabra contrata hace referencia a un contrato hecho para actuar o ejecutar una obra material o prestar un servicio por precio determinado. “yo te doy si tú me das…”, “te comparto de lo mío si soy partícipe de lo tuyo”, etc. Ez.28:16-18 dice: “16A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del santo monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras de fuego, oh querubín protector. 17 Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojé por tierra: delante de los reyes te pondré para que miren en ti. 18Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario; yo pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran”. La palabra de Dios dice que la tercera parte de los ángeles se unió a su “causa” y esto es entendible por la gran cantidad de acuerdos y pactos que hizo con ellos tal vez prometiéndoles prebendas y empezó a generar iniquidad, pues operó en maldad, ya que al utilizar el conocimiento del mal, pecó, es decir, erro. Corrompió su sabiduría profanándose, es decir, sin respetar su santuario, haciendo uso indigno de todo con lo cual fue dotado en el momento de su creación y en esta condición y posición, “secuestró” el árbol del conocimiento del bien y el mal utilizándolo para sus fines personales -Ap.12:4-. Con este equipamiento perverso y con los ángeles seducidos a su servicio llegó a la tierra e hizo presencia en el jardín del Edén con la finalidad de hacerse de un territorio y de un pueblo a gobernar para que reprodujera lo que se apropio indignamente. Por ésta rebelión se manifestó en oposición directa a la voluntad de Dios, enarbolando su bandera de independencia, no considerando al creador en sus caminos, herencia que claramente vemos manifiesta en nuestra cultura actual. El humanismo ha posicionado al hombre en vivir conforme a la percepción sensorial, el realismo ha reforzado esta posición llevando a la humanidad a creer que lo que percibe con su mente y sentidos es lo real y definitivo de la existencia, desechando a Dios y creyendo que lo espiritual que ha aceptado se origina en procesos mentales personales. Su conclusión actual es: “no hay Dios”. El romanticismo condicionó al hombre a responder a sus sentimientos, fueran éstos de naturaleza diversa, motivados por emociones personales sin consultar a Dios. Satanás indujo al hombre a aceptar su error y a caminar en él; luego se ocultó. En la

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Las tentaciones de Jesús actualidad, casi la totalidad de la humanidad no cree en la existencia de Satanás y su reino, incluyendo los demonios y el infierno; además, muchos no creen en Dios, afirman que no existe. Que el hombre es el dueño de todo, de su destino. La humanidad fue hábilmente engañada y aún cuando dice que no existe el mal como lo describe la Biblia, hace sortilegios, practica la adivinación, los horóscopos, trae amuletos, consulta brujos y chamanes para que le hagan trabajos de buena fortuna, ¡menuda contradicción de hombres que afirman que no existe lo sobrenatural y lo practican en el lado del reino de las tinieblas, sustentando su vida en orgullo, soberbia y vanagloria! Volvamos ahora al libro de Génesis. Leemos allí que Dios puso ambos árboles en el jardín del Edén y que además dio un mandato al hombre diciendo: “De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y el mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás” -Gn.2:16-17-. Lo que Dios prohibió fue crear accesos directos a este árbol diferentes a su presencia y voluntad, no el hecho de tener conocimiento, ya que todo saber, toda ciencia, Dios la iba a revelar al hombre de acuerdo con su voluntad y a través de su sabiduría y en el tiempo preciso y correcto. Cuando el hombre, Eva primero, Adán después, cedieron a la sugerencia de lograr acceso directamente a éste árbol sin obedecer ni tener en cuenta a Dios, quien revelaría todo conocimiento directamente a través del árbol de la vida, lleno o reforzado con la sabiduría de Él, operando siempre para bien, abiertamente lo rechazaron, separándose de Dios. Recordemos que en el relato de la creación en el capítulo uno del libro de Génesis, Dios clasificó a su trabajo “bueno en gran manera”. Por los caminos diferentes al árbol de la vida se inicia la independencia de Dios y lo que obtenemos de conocimiento se vuelve letal para nosotros, porque empieza a construirse en nuestro entendimiento sin considerar la sabiduría de Dios y, al alejarnos de Él, nos alejamos de la vida que es eterna en su presencia. Esto ocurrió en el Edén cuando se dejaron influenciar y convencer por la serpiente, el diablo, llevándolos a caminar en el camino que éste les marcó, siendo el argumento principal: “seréis como Dios conociendo el bien y el mal”. Este deseo de ser como Dios los llevó a participar con agrado del conjunto de contrataciones propuestas, participando de la maldad de Satanás, llenándose de su iniquidad y creando la propia, empezando a pecar desde ese momento hasta el día de hoy. A partir de ese momento histórico de la creación, trágico, con efectos nocivos hasta este tiempo, Satanás tomó el derecho a gobernar sobre todo

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Las tentaciones de Jesús lo creado incluyendo al hombre que le entregó el poder delegado por Dios a éste, sometiéndolos a esclavitud, todo obtenido por la seducción a través del engaño. Por medio del conocimiento del bien y el mal sojuzgó y esclavizó al hombre cuando lo llevó a codiciar algo diferente que Dios no le había dado hasta ese momento. La iniquidad ha prevalecido desde entonces, alimentada por la maldad, provocando continuo pecado. Jesucristo vino, entre varias asignaturas, a quitarle a Satanás el gobierno y señorío que desde ese tiempo tomó en el Edén sobre este mundo para devolverlo al hombre y así, restablecer el orden original en donde el conocimiento se obtiene a través de la revelación de Dios, resultado de obedecer su voluntad a través de Jesucristo en este tiempo. “9¿A qué conclusión llegamos?, ¿acaso los Judíos son mejores?¡De ninguna manera! Ya hemos demostrado que tanto los judíos como los gentiles están bajo el pecado. 10Así está escrito: <<No hay un solo justo, ni siquiera uno; 11no hay nadie que entienda, nadie que busque a Dios. 12 Todos se han descarriado, a una se han corrompido. No hay nadie que haga lo bueno; ¡no hay uno solo! 13Su garganta es un sepulcro abierto; con su lengua profieren engaños. >> << ¡Veneno de víbora hay en sus labios!>> 14<<Llena está su boca de maldiciones y amarguras.>> 15 Veloces son sus pies para ir a derramar sangre; 16dejan ruina y miseria en sus caminos, 17<<y no conocen la senda de la paz.>> 18<<No hay temor de Dios delante de sus ojos.>> 19Ahora bien, sabemos que todo lo que dice la ley, lo dice para quienes están sujetos a ella, para que todo el mundo se calle la boca y quede convicto delante de Dios. 20Por tanto, nadie será justificado en presencia de Dios por hacer las obras que exige la ley; más bien, mediante la ley cobramos consciencia del pecado… 28 Porque sostenemos que todos somos justificados por la fe, y no por las obras que la ley exige. (Ro.3:9-20,28 N.V.I.; Is.29:14; Sal.5:9, 10:7, 14:13, 36:1, 53:1-3, 140:3; Ecl.7:20; Is.59:7-8) Debemos determinar regresar al camino de Dios, siguiendo las huellas de Jesucristo para volver a vivir bajo la bendición del Reino de Dios y apartados de las maldiciones del reino de las tinieblas.

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8. Iniquidad, concupiscencia, pecado y rebelión. En capítulos anteriores hemos visto que los enemigos del hombre son la carne –sarks-, el mundo y Satanás. En el capítulo anterior se expuso cómo Satanás utilizó el conocimiento del bien y el mal para sus fines personales y a partir de allí buscó implantar su gobierno en la humanidad con el mismo poder y autoridad que Dios tiene, y los detalles de cómo llevó a Adán a fallar a través de Eva, rompiendo su comunión y relación con Dios. A través del engaño implantó su gobierno de muerte en la humanidad y el hábitat de ésta dejando infectada a la creación con su maldad. En este capítulo vamos a comprender la estructura de esa infección. Ez.28:15-18 dice: “15Perfecto eras en todos tus caminos desde el día en que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. 16A causa de la multitud de tus contrataciones, fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras de fuego, oh querubín protector. 17Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti. 18 Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran” (RV60, énfasis añadido) La Nueva Versión Internacional, N.V.I., dice: “comercio” en lugar de “contrataciones”, “violencia” por “iniquidad”. El proceso de la muerte es: maldad, iniquidad (producto de contrataciones), pecado. Maldad, iniquidad y pecado es el círculo de gestación del mal y provocan enaltecimiento de corazón u orgullo, corrupción, resultado de corromper la sabiduría, llevándonos también a profanar nuestra naturaleza como individuos y a manchar nuestro cuerpo, mente y espíritu. Apoyados en el Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado, VILA-Scuain, podemos establecer las siguientes definiciones: MALDAD: Es un estado mental de desprecio hacia la justicia, rectitud, verdad, honor, virtud. Empieza por una disposición de la mente, la cual ha sido influenciada por conocimiento, el cual se exterioriza en actos que provocan perversión y degradación de valores, porque son gestados en fundamentos contrarios al carácter y naturaleza de Dios. La maldad es totalmente opuesta a la santidad y pureza del Padre. El producto resultante de la maldad, sin excepción, es muerte. (Is.5:20).

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Las tentaciones de Jesús INIQUIDAD: es injusticia. Es la condición de no ser recto, leal y veraz con Dios. Llanamente, la iniquidad es lo torcido; por consecuencia, corrupto y dañino para uno. La iniquidad se asienta en el corazón junto con la maldad, pues ésta última pone la semilla para generarla y la alimenta. Cuando da a luz el contenido de la semilla, afecta a todo lo que forma al hombre y a su entorno -Sal.58:2, 36:11-12. Los actos injustos son resultado de la iniquidad en nosotros. PECADO: Es la manifestación, en actos, de la iniquidad dentro de nosotros. Esa iniquidad es la que provoca se manifieste la maldad que tenemos arraigada en el corazón. Se entiende como un desorden que rechaza la ley -en griego: “anomia”-. El pecado es infracción de la ley de Dios y rechazo de su voluntad viviendo y actuando contrario a esa voluntad. El pecado es la acción que manifiesta que sobre cualquier circunstancia hacemos nuestra voluntad en contra de la voluntad de Dios, ya sea ignorándola o tratando que la voluntad de Dios se amolde a la nuestra. Es caminar en error y obstinación, en nuestros propios caminos, eliminando el diseño y voluntad de Él en nosotros y haciéndonos unos con Satanás y su reino. El pecado es el fruto de la iniquidad que gesta la maldad en nosotros. Este fruto son actos que hacemos y al concretarlos, provocan juicios de Dios hacia nosotros. En el nuevo testamento tenemos los siguientes términos para pecado que se refieren a desviaciones de un curso recto: “hamartia”, “hamarteina”, “hamartaño” y para transgresión, refiriéndose a cruzar o esquivar un límite: “parábasis”, “parabates”, “parabaino”. Otras definiciones para pecado son: “errar el blanco”, “error”, acciones asociadas a la condición corrupta y torcida del alma respecto a la santidad de Dios y sus caminos. El pecado se originó con Satanás, en su corazón -1Jn.3:8-, pues fue él quien buscó un rumbo lleno de acciones (contrataciones) que rivalizaron con la esencia y voluntad de Dios. Cuando Adán y Eva aceptaron las “razones” de Satanás, el pecado fue introducido a la humanidad y al mundo, junto con su efecto resultante: la muerte eterna -Ro.5:12-. Desde la caída en el Edén, todo lo que constituye al hombre como individuo está contaminado por el mal, el cual se refleja a través de nuestros pensamientos, palabras, acciones, sentimientos y voluntad. (Gn.6:5, 8:21; Mt.15:19; Ga.5:19-21; Ro.7:14-23). La paga del pecado es muerte –Ro.6:23- porque su origen fue en una decisión y acción de participar en una fuente, que independiente de Dios, da a luz muerte –Gn.2:17-. Por la obstinación de la humanidad de continuar por este camino de independencia de Dios, la muerte pasó y ha continuado dominando a toda la humanidad hasta el día de hoy –Ro.5:12-.

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Las tentaciones de Jesús Por la educación heredamos la iniquidad y la maldad a las nuevas generaciones, pues con la educación transferimos nuestros patrones de pecado que se manifiestan como hábitos, costumbres, tradiciones y cultura. Sin Cristo, el hombre está muerto en sus delitos y pecados -Ef.2:1-. Nuestras iniquidades provocan que estemos separados de Dios. Sin embargo, el Padre, desde el huerto del Edén estableció la redención para el hombre como género a través de la naturaleza del mismo hombre, pero con intervención divina: “Y pondré hostilidad entre tú (Satanás) y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Su descendencia te golpeará la cabeza, y tú le golpearás el talón” (Gn.3:15 N.T.V., énfasis añadido; Is.59:2-8). Esta palabra se cumplió con Jesucristo y sigue activa en la actualidad para todo aquél que quiera volver al Reino de Dios y sacudirse el yugo de Satanás. Jesucristo re estableció el acceso al Padre. Para gozar de ello, cada persona debe nacer de nuevo, aún los que se nombran “nacidos en cuna cristiana”. En Jesucristo está la salvación, el perdón de pecados y la limpieza de iniquidad anulando la influencia y el efecto de la maldad en nosotros, el cual es la generación de iniquidad (Lc.19:9; Jn.3:1-8, 1:29; Ro.10:9-13). Jesucristo abolió el pecado (e iniquidad) por su único sacrificio. (He.9:26; 1Jn.1:17). Este sacrificio inició en el Jordán cuando fue bautizado por Juan el Bautista, el último profeta del tiempo antes de Cristo pasando todos los pecados del mundo a Jesús cuando lo bautizó e impuso sus manos sobre éste, y su sangre derramada en el Calvario pagó toda deuda de la humanidad anulando todo contrato que nos era contrario, rompiendo las cadenas de esclavitud -Col.2:14-15-. La Palabra de Dios dice que descendiendo a lo más profundo de la tierra, llevó cautiva la cautividad, ascendiendo al trono a la derecha de Dios el Padre, por lo cual, la cautividad no tiene derecho legal de operar más en la creación porque el reino de las tinieblas ha sido despojado por Jesucristo y declarado ilegal en la creación -Ef.4:8-10-. Para llegar a una condición de arrepentimiento genuino debemos identificar las manifestaciones de pecado en nosotros; entonces, después, podremos determinar las raíces de iniquidad que están operando en nuestro interior como individuos, matrimonio, familia, sociedad. Por medio del poder de la redención iniciada con el bautismo de Jesús y pagada con el derramamiento de su sangres, a través de la operación del Espíritu Santo en nosotros, y confesando toda nuestra corrupción con total verdad, integridad y sinceridad ante Dios, seremos libres. Terminando la confesión viene el proceso de desarraigar la iniquidad de nosotros, permitiendo que el Espíritu Santo haga la obra completa en nosotros. Entonces, la maldad queda inefectiva de operar, a menos que le demos

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Las tentaciones de Jesús cavidad nuevamente por decisión personal inclinándonos al mal, cediendo a la concupiscencia. Cuando decidimos adherirnos a la justicia de Dios, la regeneración inicia en nosotros efectuada por Dios mediante la operación del Espíritu Santo en nuestro corazón. Por esta conversión, la Palabra de Dios dice que en Cristo somos nueva criatura. Para conquistar esta condición, debemos arrepentirnos, confesar nuestros pecados e iniquidades y nacer de nuevo por medio del agua y el Espíritu -2Co.5:17; Jn.3:1-3-. Continuar viviendo de forma contraria a la voluntad de Dios nos marca como rebeldes porque preferimos nuestros propios caminos a los de Dios. La rebeldía es una manifestación de la naturaleza caída y se expresa como una oposición manifiesta a la voluntad de Dios en o a través de nosotros. La maldad se oculta atrás de la rebeldía que cobija a la iniquidad en “razones válidas” para manifestarse. La maldad es la semilla diabólica que tuerce las verdades de Dios. La transmisión de la maldad a través de la iniquidad es generacional y está presente en el feto al momento de la fecundación del óvulo por el espermatozoide -Ex.20:5; 1Sa.15:23- porque se estableció en lo orgánico a través de lo sensorial. Sin embargo, debemos tener cuidado de escuchar la voz de Dios, pues en los tiempos actuales he hallado congregaciones que oprimen a sus congregantes a través de una obediencia obsesiva que los mantiene presos de un control robotizado, y si se salen de sus parámetros, los califican de rebeldes, cuando muchas veces no es así. La Palabra de Dios dice que es preciso obedecer a Dios antes que a los hombres. También nos creó con libre albedrío –Dt.28- y no estamos ordenados por Dios a que individuos ejerzan control que nos esclaviza sobre nosotros en el “nombre de Jesús”. Esto se da porque los hermanos no leen la palabra ni la reflexionan. Recuerde que el pueblo de Dios perece porque le falta conocimiento –Col. 2:8-16, Os.4:6-. Unido a todo lo biológico y genético que se transfiere al nuevo ser en el momento de la concepción, también va un regalo con toda la maldad que portan los padres, heredando sus iniquidades respectivas, que en el nuevo ser se “suman” generando una nueva calidad de iniquidad, la cual tiene mayor poder y, por consecuencia, las maldiciones y cautiverios que poco a poco destrozarán la vida espiritual y natural de este ser serán más abundantes y rudas en su manifestación, y si Cristo no llega a redimirlo terminará en condenación. La maldad se aloja en el corazón espiritual del individuo, impregnándolo con pensamientos e intenciones de acuerdo a la naturaleza de su esencia, motivaciones torcidas y depravadas. Se activa por la educación de los padres y la sociedad y luego fluye sola por la voluntad del individuo estableciéndose como cultura Jer.17:1-. Las leyes de los hombres, aún cuando parecen justas, están

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Las tentaciones de Jesús sustentadas en iniquidad y rebelión, aunque no le guste y lo intente refutar. La maldad contamina al espíritu humano en el momento de la concepción y la iniquidad se establece en el individuo. Con la educación y la cultura empiezan a operar, manifestando pecado continuo en la vida del individuo. Entonces, el cuerpo del pecado, “sarks”, tiene su establecimiento en el espíritu humano, invadiendo al alma y al cuerpo. Es como un líquido viscoso y aceitoso, lodo pastoso que lo impregna todo. Por la presencia de la iniquidad es que se manifiestan enfermedades hereditarias, orgánicas y mentales, lo cual se convierte en una maldición generacional como la diabetes, cáncer, artritis y casi la totalidad de enfermedades del Hombre. Circunstancias malas de manifestación continua que parece nunca podrán superarse, como la miseria, el carácter malo, la lascivia, problemas de adaptación y comunicación, trastornos mentales como la esquizofrenia, paranoia, las psicosis y muchas otras circunstancias adversas. Por la iniquidad fluye la maldad que la sostiene operando a través del pensamiento de “buenas razones”, producto del conocimiento del bien y el mal y va a parar en el corazón del hombre, generando todo tipo de deseos perversos, pecaminosos y desordenados. Este apetito malo es lo que se llama concupiscencia y se manifiesta como la inclinación a practicar el mal -Stg.1:14-15-. Debemos tener presente y en consideración, para liberación, sanidad y santificación, que Dios perdona el pecado pero visita la iniquidad y mientras no le pidamos al Espíritu Santo que la purgue de nosotros nos meterá en juicios de Dios –Ex.34:6-7-. Además del pecado, debemos confesar la iniquidad. El pecado es perdonado, pero la iniquidad debe purgarse, raíz por raíz, pidiendo a Dios lo haga, hasta lo más profundo, después de renunciar a ella y a las maldiciones asociadas, con firme convicción de arrepentimiento. De esta forma, cortaremos canales de acción a la maldad del infierno hacia nuestra vida y poco a poco dejará de fluir a través de nosotros, cambiando nuestros resultados de vida. La confesión de iniquidad a Dios debe ser hecha en forma específica, no genérica. Se entrega rama por rama, hasta la raíz y su semilla para entonces, ser lavados con el poder de la Sangre de Cristo y llenos del Espíritu Santo en el área en donde operaban dichas ramas de iniquidad. Así, la maldad dejará de tener influencia en nosotros, entrando paso a paso la plenitud del Reino de Dios en nosotros. Desafortunadamente, el cristiano actual está en pasividad, conformándose y contentándose solo con repetir la oración de fe, pedir perdón por sus pecados e ingresar a las escuelas bíblicas para empaparse de la visión de

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Las tentaciones de Jesús la congregación, pero cargando el muladar de maldad que recibimos desde la concepción, pues no se trata con la iniquidad y la maldición. Por consecuencia, la renovación del entendimiento es lenta o no se da a la manera de Dios, si no a la manera de la doctrina personal del ministerio en cuestión, exponiéndonos a ser desechado porque caminamos en ceguera espiritual -Ro.12:2; 1Co.7:1; Gal.5:19-21-. Debemos tener claro que la redención se da por el nacimiento a través del “agua y el espíritu” – Jn.3:5-6-. Tenga presente esto: La salvación y el acto de ser redimidos por Dios a través de Jesucristo es completa y real porque su palabra fue manifestada en acción. Porque toda palabra que Dios hable deberá de producir el fruto que determina. Jesucristo, la palabra de Dios hecha hombre, recibió todo el pecado del mundo en el acto del bautismo del Jordán por Juan el Bautista erigiéndose como holocausto -“este es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo”-, y muriendo en la cruz, pagando con su sangre toda deuda por el pecado, terminando de validar el nuevo pacto a través de su resurrección, venciendo a la muerte y al imperio de diablo –Col.2:11-16-. Lv.16:21 define claramente que se debe confesar toda la perversidad, rebelión y pecados. En esta etapa de la gracia, el sacrificio de Jesús es suficiente y nosotros debemos acudir a su trono de misericordia como sacrificios vivos ante Él, a plenitud, para liberación, sanidad y regeneración, porque Jesucristo fue y es el cordero de Dios inmolado para quitar el pecado del mundo y esto hecho de una vez y para siempre. (Heb.2:10-18, 4:14-16, 7:24-25, 8:12, 10:1-14; Ro.12:1). Debemos ser honestos, íntegros y responsables frente a Dios (Padre, Hijo–Jesucristo y Espíritu Santo).- Gal.6:4-5, 7-8 dice: “4Presta mucha atención a tu propio trabajo, porque entonces obtendrás la satisfacción de haber hecho bien tu labor y no tendrás que compararte con nadie. 5Pues cada uno es responsable de su propia conducta… 7No se dejen engañar: nadie puede burlarse de la justicia de Dios. Siempre se cosecha lo que se siembra. 8Los que viven solo para satisfacer los deseos de su propia naturaleza pecaminosa, cosecharán, de esa naturaleza, destrucción y muerte; pero los que viven para agradar al Espíritu, del Espíritu cosecharán vida eterna.” (N.T.V., énfasis añadido) Para poder cambiar de vida y permitir que el Espíritu Santo nos transforme, primero debemos reconocer la condición real de nuestra consciencia, no importa lo vil y nefasta que se nos manifieste y luego venir con humildad y humillación ante Dios para confesar todo pecado e iniquidad que hemos alimentado y permitido se manifieste a través de nuestra vida para que se corten las ataduras que utiliza el reino de las tinieblas para mantenernos cautivos en delitos y pecados, aún cuando ya hemos sido perdonados y redimidos. ¿Quiere usted ser limpiado, liberado

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Las tentaciones de Jesús y santificado? a continuación expondré una guía para ayudarle a ministrarse y avanzar en libertad y sanidad por medio de la auto liberación. SECCION DE MINISTRACION:

1. Reconociendo fallas en el carácter. El carácter está definido como el “conjunto de cualidades psíquicas y afectivas que condicionan la conducta de cada individuo humano, distinguiéndolo de los demás” (Diccionario Enciclopédico 2002, Larousse). Es un grupo de conductas que distingue a una persona de otra en su forma de pensar y actuar. Este conjunto de cualidades provoca que los individuos seamos distintos entre nosotros. El temperamento está íntimamente relacionado con el carácter y se encuentra unido a la forma de reaccionar de las personas frente a las diferentes circunstancias. Básicamente, podemos establecer que opera en el principio de causa y efecto, es decir: ¿qué se genera en el exterior y cómo reaccionamos frente a la circunstancia? Gal.5:22-23 dice: “22Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.” El Espíritu de Dios es uno y no tiene divisiones. Si Él está en nosotros vivificando a nuestro espíritu debemos permitir hacernos uno con Él y manifestar en toda nuestra vida las cualidades de su fruto, pero no es así como vivimos. Normalmente en el proceso de regeneración se siguen manifestando actitudes, actos y pensamientos de la naturaleza caída, “sarx”, los cuales mantienen dividido al espíritu humano y al alma porque encontramos deleite en seguir practicando muchas obras caídas. Gal.5:19-21 enumera muchas de las obras de la carne y concluye diciendo que quienes practican dichas obras no heredarán el Reino de Dios. En ésta sección, guiándonos primeramente en las obras citadas en dichos versículos, identificaremos cuales nos dominan y se manifiestan en nosotros por nuestro propio deseo y complacencia y cuales en forma compulsiva y no controlada, haciéndonos débiles en la vida por fe en Jesucristo y posicionándonos bajo el juicio de la Ley Mosaica. Con esta inspección identificaremos las fallas en nuestro carácter que nos han mantenido vulnerables y débiles ante los ataques del reino de las tinieblas, provocando que aún participando de la salvación por gracia, manifestemos lo corrupto, en lugar de lo que honra a Dios. Le recomiendo tenga a la mano un cuaderno destinado al uso de las ministraciones de auto liberación y allí, para esta sección, anote de cada

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Las tentaciones de Jesús vicio listado, cuanto lo practica y desde cuándo. Deberá marcar todos los que se encuentren activos y operando en su vida, incluyendo aún en cuales se goza usted en buscar y practicar, a pesar de conocer de la palabra. Haga este ejercicio con sinceridad, lleno de arrepentimiento y verdad si quiere ver manifestados cambios en su vida. Recuerde que el arrepentimiento es la convicción de estar caminando en pecado, detenerse, dejar de practicarlo y cambiar a la dirección correcta a partir de haberlo confesado con corazón contrito y humillado.  -

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Compulsiones:

Ira. Ver pornografía o leer revistas pornográficas. Leer revistas inmorales, de albures o ver programas de televisión similares. Ver telenovelas (sintiéndose vacío si pierde ver un capítulo ó dejar de verla). Ser adicto a televisión. Ser adicto a estar en las redes sociales. Ser adicto a estar en el celular y las redes sociales. Ser adicto a los partidos de football. Leer revistas o libros obscenos (cuentitos de los que venden en puestos de periódicos) Mirar con lujuria, morbo y deseo a otros u otras. (Aquí anote si maquina actos de inmoralidad sexual). Hablar palabras injuriosas, ya sea en forma directa o velada. Ejemplos: “idiota” es en forma directa. “no la manches” forma alterada de la expresión obscena “no la mames”. Ambas son injurias. Denota la presencia de espíritus de chisme, calumnia, injuria, maldición, odio, orgullo, desenfreno y frustración. Pláticas con doble sentido. Incluye albures en todos sus contextos. Manipular en forma verbal, visual o sometiendo a través del sexo, condicionando las relaciones sexuales del cónyuge al cumplimiento de caprichos. Extorsionar y robar. Comer en exceso, manifestación de la presencia de espíritus de gula, soledad, depresión y aislamiento. Dejar de comer por sentirse obeso, aún cuando se está delgado. Indica presencia de opresión de anorexia. Crítica y enjuiciamiento continuo. Envidias. Busca estar solo, en aislamiento. Busca la compañía de personas para no sentirse solo.

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Las tentaciones de Jesús 2. Ubicando conductas pecaminosas. -

Mentira. Chisme. Contienda. Rencillas continuas. Masturbación. Fumador. Tomador. Uso de drogas. Prostitución. Adulterio. Fornicación. Palabras obscenas. Celos. Injurias. (La lista continúa con muchas cosas similares)

3. Identificando vicios, enfermedades y maldiciones. -

Diabetes. Cáncer. Candidiasis. Ceguera. Alergias olfativas. Asma. Alergias de la piel. Problemas de circulación. Artritis. Adicción al tabaco (cigarro). Adicción a diversas drogas y estupefacientes.

Cuando haya terminado de anotar todas las cosas que se manifiestan en usted de las listadas, ore con firmeza y convicción lo siguiente: “Padre celestial, en el nombre de Jesús vengo ante tu presencia para confesar públicamente que hasta este momento he dejado fluir en mi vida, que den fruto y que marquen mi conducta a (menciones cada una de las cosas que anotó en su cuaderno). Reconozco que he sido complaciente con practicar esto, pero hoy, al conocer que no son de tu agrado, que te ofenden y manchan tu santidad a la cual me has invitado y llamado a participar, decido y declaro que freno su actividad en mi vida. Rompo toda cadena de acuerdo, placer y aprobación con cada una de éstas conductas pecaminosas. Espíritu Santo, te pido en el nombre de Jesús que quemes toda raíz de iniquidad de cada una de estas conductas que

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Las tentaciones de Jesús practicaba, que consumas todo huevo de áspid de ellas en mí y consumas con tu fuego todo nido de culebras en mi corazón y todo mi ser que daban a luz estas conductas. Purifica mi espíritu, alma y cuerpo, mi mente y corazón. Borra de mi memoria todo rastro de iniquidad y fortaléceme en tu presencia a través de la llenura de tu Espíritu Santo, cerrando toda puerta abierta en mi espíritu, alma y cuerpo. Sé y entiendo que la sangre de Cristo ha cubierto el pago por éstos pecados e iniquidades, purga de todo mi ser la iniquidad y sana mi cuerpo limpiándome de concupiscencia, en el nombre de Jesús, Amén. Cuando haya terminado de orar con sinceridad y verdad todo lo que identificó usted, con un espíritu contrito y humillado, lleno de arrepentimiento, desprenda las hojas de su cuaderno y quémelas, porque lo que Dios ha perdonado y cubierto con la sangre de Jesús no lo recuerda más y usted no debe recordarlo más. Lo que sigue, es que diariamente tome tiempos de oración y estudio de la Palabra de Dios. Cuando vengan a su mente los dardos del maligno trayendo a memoria algo de lo que ha entregado, con firmeza declare que ha sido limpio por el poder de la sangre de Cristo y que toma todo pensamiento cautivo y lo lleva sujeto a la obediencia a Cristo.

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Las tentaciones de Jesús

9. Líneas ley y habitaciones de violencia. El concepto de “línea ley” es un término convencional que decidí utilizar para explicar cómo opera el reino de las tinieblas para establecer su gobierno de destrucción y muerte en la tierra. El sistema de este gobierno esclaviza y entra en operación en nuestro mundo y vidas a través del pecado que ejercemos diariamente y que heredamos a las generaciones: “Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? Y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.” (Gn.4:7). “34Jesús respondió: <<de cierto, de cierto os digo, que todo aquél que hace pecado, esclavo es del pecado. 35Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre.” (Jn.8:34-35). “No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquél a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia.” (Ro.6:16). Cuando cometemos un pecado, obramos en maldad y activamos iniquidad. Entonces una parte de nuestra alma es puesta en cautiverio, anclada a obedecer a la pasión desordenada que se ejecutó. Nos es colocado un espíritu inmundo, un demonio, como guardia, centinela, señor de nuestra vida en ésa área. En el capítulo ocho estudiamos acerca de la iniquidad la cual es alimentada desde el infierno por la maldad, dando a luz al pecado. Para desarticular todo yugo de las tinieblas de nosotros, de nuestras familias y territorios debemos traer a la luz y a la verdad nuestra corrupción interna, la cual se manifiesta y hace evidente a través de nuestros pecados. Designo como “línea ley” al camino espiritual a través del cual se desplazan entidades espirituales, las cuales llevan fruto de su reino para establecerse en territorios y tener control y gobierno, tanto de caminos como de comunidades o territorios específicos. Están esparcidos por todo el mundo contaminando los aires, la tierra y toda la atmósfera física y espiritual, y desde el infierno han tenido acceso a nuestro mundo por causa de nosotros al practicar pecados y activar la iniquidad. Cuando Satanás esclavizó a la humanidad, resultado de la caída de Adán y Eva, estableció centros de mando y gobierno sobre los hombres. En el presente capítulo expondré la forma en la cual Satanás esparce su

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Las tentaciones de Jesús reino para controlar, esclavizar y destruir al hombre. He concluido que al menos existen dos formas en las cuales lo hace: 1)

En el territorio en donde se establece como centro de gobierno,

2)

Los canales o caminos de comunicación a través de los cuales se desplazan los espíritus para esparcir maldad y generar iniquidad.

Como ya estudiamos, la iniquidad no es algo exclusivo y perteneciente al hombre porque no tuvo su origen en él sino en el cielo, en el corazón de lucero de la mañana, ese querubín protector que ahora es Satanás –Ez.28; Is.14-. La iniquidad es la que establece la huella del reino de Satanás en la humanidad y en la tierra, y lo logra a través de la cooperación de nosotros cuando practicamos pecado, pues Dios decretó que todo lo que la planta del pie de hombre toque, le será dado por heredad – Dt.11:24-, y entonces lo impregna de lo que porta en su corazón y en su alma. Del Reino de Dios santidad, verdad y vida; del reino de tinieblas maldad, iniquidad y destrucción, porque así como es el hombre en su corazón así es él – Prv.23:7- y es lo que manifiesta en su mundo natural. El salmo 74:20 dice: “Mira al pacto, porque los lugares tenebrosos de la tierra están llenos de habitaciones de violencia”. Este versículo forma parte del salmo setenta y cuatro, cuya autoría está asignada a Asaf. Este hombre fue uno de los tres personajes principales de la música sagrada, asistentes del Rey David. Todos los levitas y los músicos estaban dirigidos por Asaf -1Cr.16:4-6; 39-42y tenían como asignación alabar a Dios en forma musical delante del arca. En este salmo quedó plasmada una súplica para que Dios ayude a su pueblo a defender su causa y a recordar sus promesas; sin embargo, también describe lugares en los cuales el espíritu y el alma son hechos prisioneros por el reino de Satanás. El versículo veinte menciona los lugares sojuzgados por este querubín caído y su reino, los cuales están llenos de habitaciones de violencia. Este versículo inicia con la frase de súplica: “mira al pacto”. ¿Primeramente qué clamaron a Dios éstos hombres? “mira al pacto”. ¿Cuál pacto? Gn.12:1-3 dice: “1Pero Jehová había dicho a Abraham: vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre a la tierra que te mostraré. 2Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. 3Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las naciones de la tierra.” Desde este momento del llamamiento, Dios inició un pacto con Abram, el cual se afirmó

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Las tentaciones de Jesús con su obediencia a la Palabra de Dios, resguardándolo como individuo, descendencia, territorio y nación. En Gn.15:18-21 Dios afirma el pacto con él y en Gn.17:3-22 revela más detalles de este pacto. Entonces, es evidente que cuando clamaron a Dios: “mira al pacto” se refería a este pacto el cual incluye la entrega de un territorio a la descendencia de Abram unido a la promesa de bendición. El salmo setenta y cuatro es una súplica a Dios pidiendo auxilio y restauración porque se sentían despojados de su heredad y aprisionados, en cautiverio, por el opresor. Estaban viviendo momentos de aflicción y prisiones, privados de la heredad y de la promesa, despojados de la bendición de Dios. En la actualidad ocurre lo mismo en la humanidad. Cuando caminamos como hijos de desobediencia nuestra alma es dividida en tantas partes como raíces de iniquidad activamos. Cada fragmento de nuestra alma es colocado prisionero en una región infernal dentro de una cárcel espiritual que de acuerdo con Sal.74:20 se llama “habitación de violencia”. Estas prisiones provocan cambios de percepción en la conciencia de los individuos y les induce a generar realidades totalmente ajenas al diseño de Dios para cada vida. Como la percepción está modificada de la verdad, viven en un círculo continuo de pecado que empodera más a la iniquidad y fortalece las prisiones asfixiando el espíritu del hombre, hundiéndolos rumbo al infierno. Esta espiral descendente de iniquidad ha establecido ceguera y sordera espiritual en los cautivos. El fin de esta sordera y ceguera es que estemos desconectados de Dios. Desmenuzaremos el salmo setenta y cuatro, versículo veinte para entender todo lo que este encierra y hallar liberación y restauración de parte de Dios a través de la guía y ayuda del Espíritu Santo. Empezará con las habitaciones de violencia y todo lo asociado con éstas para explicar cómo entran en operación las líneas ley y al final, volveré a la frase “mira al pacto” con la cual inicié el análisis de éste capítulo. ¿Qué entendemos por habitación? Básicamente un lugar en el cual podemos establecernos para vivir en forma regular, con seguridad y resguardo. En algunos casos una vivienda es de forma permanente, como quien después de haber comprado una casa no la abandona hasta que muere. Una habitación básica es una construcción con cuatro paredes, una puerta y al menos una ventana. Dentro de la habitación básica él o los individuos se adaptan para habitar y vivir plácidamente. Si tienen opción de crecer a más habitaciones es con la finalidad de obtener mayor confort y bienestar. Para edificar una habitación primero debemos elegir el terreno y luego se desarrolla el diseño para preparar el terreno y edificar. La

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Las tentaciones de Jesús edificación también tiene sus etapas: cimentación, cadenas de amarre, columnas de carga, través de cerramiento, losa-techo, paredes colindantes, puerta, ventana y en el interior, los acabados. Esta descripción simple busca indicar de manera general los procedimientos constructivos de una vivienda en nuestro mundo cotidiano. Con estas figuras descriptivas, nos trasladaremos al área espiritual para explicar lo referente a las “habitaciones de violencia”: “Mira al pacto, porque los lugares tenebrosos de la tierra están llenos de habitaciones de violencia.” (Sal.74:20) La Palabra de Dios dice que el diablo vino a matar, robar y destruir –Jn.10:10-. Primero robó a Adán y Eva su autoridad, dominio y territorio que Dios les entregó. Este querubín al ser el padre de mentira, el homicida desde el principio, hizo descender su esencia a la tierra corrompiéndola en lo material y espiritual – Jn.8:44-. Cuando la iniquidad manchó e impregnó al hombre surgió el pecado, provocando que Dios se separara del hombre –Gn.3:2324-. El reino de las tinieblas tomó posesión de la tierra y la desoló – Gn.3-6. Entonces, el reino de las tinieblas estableció los “lugares tenebrosos de la tierra”. Estas regiones, aunque son espirituales, impactan a la tierra en lo natural y están auspiciadas desde el infierno. ¿Qué significa tenebroso?: Oscuro, sombrío, desolado, cubierto de tinieblas, tétrico, negro, solo, muerto, estéril, sin fruto. Tiniebla se refiere a falta de luz, obscuridad en lo moral y abstracto, ignorancia, confusión, ceguera espiritual. Entonces, los “lugares tenebrosos de la tierra” son porciones de espacio, sitios, parajes, colonias, ciudades, aldeas, poblaciones de diferente tamaño, sombríos, muertos, desolados, tétricos, llenos de espanto y terror, oscuros, inmorales, con ceguera espiritual; sitios en donde no hay vida en bendición. Los efectos en lo natural de estos lugares tenebrosos de la tierra son iras, contiendas, inmoralidades, guerras, destrucción, narcotráfico, secuestros, homicidios, robos, adulterios, hechicerías, idolatrías, depravaciones, anarquía, autoritarismo, dictaduras, opresión, y todo lo que se le parezca, manifestando desordenes familiares, sociales y nacionales. Podemos comprender ahora porqué en diferentes países del planeta hay manifestaciones diversas de desórdenes sociales, económicos, políticos y ambientales. Los lugares tenebrosos de la tierra se han expandido. Esto significa que el aprisionamiento espiritual de la humanidad ha aumentado, lo que da estabilidad y dominio al reino de las tinieblas sobre la tierra en el territorio que tiene sojuzgado, resultado de tener cautivas a las comunidades –Ro.6:1-2-.

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Las tentaciones de Jesús Si analizamos con detenimiento alguna comunidad identificaremos rasgos de vida y conducta comunes. Éstos determinan el “clima espiritual” de la comunidad y es una radiografía de las habitaciones de violencia que operan sobre dicha región. El conjunto de todos los “climas espirituales” de las regiones que conforman un país integran el “rostro espiritual” del país. Si tuviéramos un microscopio que pudiera ver en lo espiritual, aumentando la resolución, podríamos analizar el “clima espiritual” a nivel familiar; aumentando más la resolución, podríamos analizarlo a nivel personal, a nivel individuo. Por este camino de análisis podemos apreciar que el orden de formación ó integración de las “habitaciones de violencia” es concéntrico. Partiendo desde la perspectiva de un individuo, se va generando un encarcelamiento espiritual que le impide operar en libertad, pues la maldad de todo el planeta coopera a oprimirlo. Si lo representamos con círculos, éstos se ordenarían en forma concéntrica, tal como se muestra en la figura siguiente:

Individuo Familia

Comunidad

Nación Continente

Mundo o planeta Ahora, el círculo esquemático para la persona está integrado de muchos círculos personales más, de acuerdo con este modelo

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Las tentaciones de Jesús esquemático, tal como las pompas que se forman al burbujear detergente en agua. Cada burbuja representaría una habitación de violencia en el individuo lo cual implica una fragmentación de su alma cautiva en una habitación diferente para cada fragmento de alma. Debido a la forma en que se van formando estas habitaciones y estableciendo a lo largo de la vida de los individuos, es que muchos no encuentran como salir de sus caminos adversos, de sus calamidades. En este punto del libro, antes de continuar, quiero dejar escritas las siguientes palabras de oración para que su espíritu se sintonice con el Espíritu Santo y Dios lo guarde de todo ataque del reino de Satanás. Declaro que en el nombre de Jesús, todo espíritu de maldad, de tinieblas, de cautiverio, es atado, debilitado, amordazado, enmudecido y no tiene mayor potestad sobre su vida y espíritu, alma, mente, corazón y cuerpo. Quedan libres para empezar a caminar en la voluntad de nuestro Padre celestial, Jehová de los Ejércitos, de escuchar la voz del Espíritu Santo con claridad, sin interferencia alguna. Sea establecido así para todo lector de estos libros hasta el tiempo de la venida de Jesucristo, trayendo libertad, sanidad y amor por el servicio a Dios en compasión por los cautivos, en el nombre de Jesús. Amén. Hasta este punto del libro, el Espíritu Santo ha ido mostrando las formas en que el pecado ha sido instrumento para lograr poner bajo cautiverio a varias personas estableciendo puertas de entrada y centros de mando en su vida para mantenerlo sojuzgado, en destrucción, derrota y muerte, lejos de la presencia de Dios, cautivo en prisiones espirituales, sin gozo ni éxito en su vida diaria. Si hasta este momento su lectura ha sido de corrido y con rutina, leyendo solamente los procedimientos de ministración y las actividades sugeridas sin realizar nada, le invito no continúe leyendo. Vuelva al principio del libro y empiece a leer con atención y discernimiento, escudriñando cada cita bíblica y llevando a cabo cada sección de ministración indicada así como las actividades sugeridas. Lo que continúa de este tomo primero va a enfocarse no solo a nivel personal, sino, en una perspectiva básica, a nivel territorial. El nivel de enfoque de guerra espiritual sube a un nivel mayor, pero no se atemorice, haga lo que se le indica y triunfará. La oposición que se manifieste es como la oposición que puso faraón hacia Moisés porque no quería dejar en libertad al pueblo de Israel. Satanás intentará que deje usted de avanzar buscando atemorizarlo y que entre en inseguridad, porque sabe que Dios ha determinado el tiempo de su liberación; pero gozar este beneficio de bendición depende de su voluntad y fe en Dios. El maligno sabe que si Dios logra llevarle a

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Las tentaciones de Jesús libertad y lo aviva en el espíritu, la iglesia de Jesucristo ingresará en un avivamiento poderoso que le arrebatará más almas cautivas a las que se han arrebatado hasta hoy, y al empezar a sanar la tierra se le pondrá en fuga a él y a sus huestes infernales. No desista. Continúe y disciplínese conforme a la voluntad de Dios a través del Espíritu Santo y siga hasta haber hecho la perfecta voluntad de Dios para su vida. Anotadas estas recomendaciones, continuemos. Ya expusimos esquemáticamente una forma de describir como se agrupan las habitaciones de violencia para oprimir las vidas cuando el alma de un individuo ha sido fragmentada. Después son maldecidas y llevadas a cautiverio y perdición. Voy a tratar de explicarle cómo he entendido la formación de una habitación de violencia. ¿Recuerda los elementos descritos para la edificación de una habitación básica en nuestro mundo natural, los cuales fueron expuestos con anterioridad? Utilizaremos este ejemplo como guía para entender la formación de una habitación de violencia. No es que sea así, es solo para entenderlo. Los elementos citados son: a) b) c) d) e) f) g) h) i)

Cimentación, fundamento o cimiento = pecado personal o generacional. Cadenas de amarre = justificación y búsqueda de culpables. Castillos de carga = argumentación de posición y puntos de vista personales. Paredes o fronteras = Aislamiento por defender el error en el cual nos encontramos. Trabes de cerramiento = Castigo legal por estar fuera de la santidad de Dios. Losa techo = Cielos de bronce, aprisionamiento. Puerta = Canal de acceso, pero no de salida en nuestra fuerza. Ventana = Vista al “futuro”. Acabados y decoración = Pecado recurrente.

Cimentación, fundamento ó cimiento. El Diccionario Larousse 2002 nos da las siguientes definiciones de cimiento:    

Parte del edificio que está debajo de la tierra y sobre el que se asienta toda la construcción. Terreno sobre el que descansa el mismo edificio. Principio y raíz de algo. Fundar y edificar.

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Las tentaciones de Jesús 

Establecer o asentar los principios de algunas casas espirituales.

Echar o poner los cimientos de una cosa o circunstancia es disponer ó hacer los procedimientos necesarios para que puedan llevarse a cabo las bases para la edificación asignada, acorde con el molde, proyecto o diseño determinado. Los sinónimos para cimiento son fundación ó fundamento. ¿Cuál ha sido el fundamento de su vida, el de su educación familiar y escolar, el de su país en tradiciones? En el área de la ingeniería civil y la construcción, la construcción de un edificio no puede efectuarse sin un reconocimiento previo del terreno. Practicado sondeos y análisis de la calidad del suelo, podremos conocer sus características y establecer y determinar del tipo de cimentación necesaria. En el área espiritual, el terreno ya está determinado para bien o para mal, a nivel personal, y su calidad está determinada por la herencia generacional de bendición o maldición endosada por nuestros padres y ancestros a través de ellos. –Ex.20:5-6-. Cuando caminamos como “hijos de desobediencia”, individuos aún no redimidos por el sacrificio de Jesucristo y su sangre, los fundamentos para los cimientos son las herencias generacionales de maldición. Éstas permiten al reino de las tinieblas edificar las habitaciones de violencia que nos aprisionan desde nuestra niñez. Algunos de los elementos del cimiento son el miedo, fobias, terror, inseguridad y vergüenza. La Palabra de Dios dice que Dios es vida, la fuente de vida – Jn.5:26, 39-40; 6:27, 35, 39-40, 47-48, 51, 54-57; Jn.20:22-. Esa fuente que mana vida a su creación y a sus hijos derrama bendición sobre bendición, gracia sobre gracia. Por esto la escritura dice que Dios hace salir el sol sobre justos y pecadores, para buenos y malos. Esta vida es impartida a través del Espíritu Santo y manifiesta su fruto único con sus nueve características: Amor, gozo, paz, paciencia, mansedumbre, templanza. Cuando estamos fragmentados en el alma y prisioneros en habitaciones de violencia, no tenemos ninguna de las manifestaciones del Espíritu Santo. Se vive en zozobra continua, preso en tinieblas. Gal.5:19-21 dice: “19Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes

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Las tentaciones de Jesús a éstas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el Reino de Dios.” 1Co.6:9-10 dice: “9¿No sabéis que los injustos no heredarán el Reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores heredarán el Reino de Dios.” 1Ti.1:9-10 dice: “9Conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, 10para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina.” Ti.3:3 dice: “Porque nosotros también éramos en otros tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles y aborreciéndonos unos a otros.” Col.3:5-6, 8-9 dice: “5Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; 6cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia… 8Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. 9No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos.” La Palabra de Dios dice que una misma fuente no puede dar agua dulce y amarga al mismo tiempo –St.3:11-12; Mt.7:16-. Que los deseos de la carne se contraponen con los del espíritu –Gal.5:17; Ro.8:59-. Como lo describen las citas bíblicas anotadas, todas son obras de la carne impulsadas por el cuerpo del pecado que he convenido denominar “sarx”, manifestando sus frutos y mostrando las características de las habitaciones de violencia en las cuales nos hallamos prisioneros. Regresemos al cimiento de éstas. Indicamos que uno de los principios del cimiento son miedo, fobia, terror, inseguridad y vergüenza. Estas sensaciones se originan cuando comemos del árbol del conocimiento del bien y el mal. Eva entró en inseguridad cuando la serpiente refutó su argumento –Gn.3:4-5-. Cuando Eva y Adán comieron del fruto prohibido les fueron abiertos los ojos, conociendo que estaban desnudos, por lo cual permitieron que la vergüenza empezara a operar en ellos. Cuando la inseguridad y la

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Las tentaciones de Jesús vergüenza operan, después, viene la culpa, la cual lleva al miedo ya que desconocemos el efecto que provocará nuestra acción o decisión. Al dejar la verdad de Dios no hay más certeza –Gn.3:10-. El cimiento fue establecido. Se ha sembrado la base para la edificación. El cimiento espiritual determina la calidad y características de toda la habitación espiritual. La siguiente etapa de edificación, de acuerdo con nuestro ejemplo de análisis son las cadenas de amarre. En lo espiritual ésta etapa se manifiesta en la justificación y culpar a otros de nuestros actos para mantener nuestra reputación limpia, tal como ocurrió con Eva y Adán después de que Dios los confrontara – Gn.3:11-13-. Esta actitud lleva a encubrir nuestro pecado, por lo cual se da a luz la siguiente etapa y el aprisionamiento continúa porque operamos en mentira. La etapa de edificación de los castillos de carga entra en operación por la obstinación en caminar en pecado encubierto. Esto trae consecuencias –Gn.3:16-19-. Estas cambian el rumbo de nuestra vida alterando el diseño divino y permitiendo se desarrolle el diseño infernal. El castillo de carga representa la obstinación a defender nuestra posición por medio de la justificación, acusación, etc. Cargamos con el peso de nuestros pecados. La siguiente etapa corresponde a las paredes colindantes ó fronteras. Su finalidad es el aislamiento –Gn3:21-24-. En el caso de Adán y Eva, Dios puso el aislamiento. En los casos posteriores, el hombre permite que sean edificados al practicar pecado y activar iniquidad, provocando aislamiento de Dios. A éstas paredes o aislamiento, algunos hermanos lo han llamado “brecha” entre Dios y el hombre, creada por el hombre mismo. Este aislamiento lo conforman todos los juicios y realidades establecidos por el individuo cautivo en su ignorancia y afán por mantenerse sin culpa, aun habiendo transgredido. La etapa de la edificación de las trabes de cerramiento es para mantener consistente todo lo anterior y que no se caiga. Argumentamos razones por las cuales somos tal cual nos comportamos y pensamos como lo manifestamos, negándonos a aceptar nuestra condición errada. Como en el caso de las habitaciones de violencia éstas afianzan lo torcido, viene la manifestación del juicio divino a nuestra vida por causa de nuestra transgresión y pecado. Agrava nuestra circunstancia de vida –Gn.3:17-19. El arrepentimiento, confesión y en algunos casos la restitución, impiden que esta fase de la edificación prosiga o si ya está construida, sea quebrada para destruirla y echar abajo la habitación de violencia – Jer.1:10-. La etapa de la edificación de la losa-techo tiene por finalidad aislarnos de Dios y sus bendiciones. Dejamos de ver a Dios, solo vemos

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Las tentaciones de Jesús lo torcido, lo malo y nos enfocamos a vivir en pecado y se nos hace común y habitual esta forma de vida caída. Dejamos de ver la bendición que Dios nos da por su misericordia y empezamos a buscar por nuestras propias fuerzas porque hemos caído en servidumbre. Somos inducidos a caminar en independencia, llenándonos de ego y soberbia. Alejados de Dios somos instalados en regiones infernales, lugares tenebrosos de la tierra. La puerta en una habitación sirve para tener acceso al interior. En las habitaciones de violencia, después que hemos ingresado es cerrada y sellada para que el fragmento de alma en cautiverio no pueda salir. Al exterior estará al menos un demonio como guardia. Al interior habrá espíritus torturadores y perversos que irán llevando a más degradación al fragmento del alma cautiva, induciéndolo a practicar más pecado de acuerdo a las características de dicha prisión, seduciéndolo con un deleite temporal, pero una amargura posterior después de haber terminado de ejecutar el pecado. La práctica de más pecado en estado de cautiverio aumenta las contrataciones en nuestra contra agravando el peso del mismo. La puerta de una habitación de violencia siempre estará a nuestra espalda, porque viene de actos ejecutados ubicados temporalmente en el tiempo pasado pero alterando nuestro presente y futuro. La ventana en una habitación de violencia estará hacia el frente de nosotros. Tiene por finalidad brindarnos esperanza, una vista al futuro, pero como está anclada en los lugares tenebrosos de la tierra, lo que percibiremos será desolación, porque allí fuera están los asolamientos eternos. Nuestro estado es malo. No encontramos la salida. El agobio se agrava. Todo esto nos provoca sensaciones de terror, espanto e impotencia y nuevamente nos replegamos al interior de la habitación, en donde, al estar cegados y sordos por el pecado practicado, los espíritus torturadores nos inducen a caminar en independencia de Dios. Allí cautivos obramos más pecado generando mayor iniquidad activa y aumentando el peso del cautiverio. Un resultado natural de nuestra situación de vida en cautiverio es el endurecimiento del corazón hacia Dios y la cauterización de nuestra consciencia por tanta maldad que estamos cargando, lo cual nos mantiene obrando en nuestro criterio, alejados de Dios. Ni siquiera recurrimos a Dios, hasta que lleguemos al clímax del cautiverio entendiendo que la misericordia de Dios obra a nuestro favor y como el hijo pródigo podemos volver a la casa del Padre por medio del clamor. Cuando nos encontramos prisioneros en una habitación (o varias) de violencia, nos acomodamos a vivir en maldad, pecado, iniquidad, hundiéndonos en desesperación y desaliento, resignándonos temporalmente a nuestra condición de verdad y destino. Eso termina cuando somos rescatados por Jesucristo.

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Las tentaciones de Jesús Satanás es un imitador. En Ezequiel 1:8-9,12 dice: “8Debajo de sus alas, a sus cuatro lados, tenían manos de hombre; y sus caras y sus alas por los cuatro lados. 9Con las alas se juntaban el uno al otro. No se volvían cuando andaban, sino que cada uno caminaba derecho hacia adelante… 12Y cada uno caminaba derecho hacia adelante; hacia donde el Espíritu les movía que anduviesen, andaban, no se volvían.” Los cuatro seres vivientes y el Espíritu de Dios siempre van hacia adelante, nunca hacia atrás. En nuestra línea de tiempo, hacia adelante es futuro, hacia atrás pasado. Por ello, en la habitación de violencia la puerta queda atrás del cautivo y la ventana al frente. A pesar de tener entrada y una ventana, el cautivo no halla salida a libertad, sabe que está atrapado, pero no está consciente de que su corazón está endurecido y que ese endurecimiento lo mantiene alejado de la presencia de Dios, incomunicado de Él por elección propia al creer, practicar y apropiarse de las mentiras del reino caído, adoptándolas como estilo de vida. Tomando como referencia el esquema utilizado para ejemplificar como se genera una habitación de violencia, apliquémoslo para describir como se edificó la habitación de violencia para la vida de Caín: a)

b)

c)

d)

e)

f) g)

h)

“Cimiento” o fundamento: Ofuscación y ofensa porque Dios no vio con agrado su ofrenda. Esto provocó que decayera su semblante y en su corazón se gestaron sentimientos variados, pero todos perversos, entre ellos: ira, venganza, homicidio, celos. (Gn.4:5-7) “Cadenas de amarre”: La emboscada y el homicidio de su hermano Abel –Gn.4:8-, las cuales se afirmaron con el derramamiento de la sangre de su hermano en tierra. “Castillos de carga”: Evasión y justificación tratando de encubrir su pecado –Gn.4:9- resultando endurecimiento de su corazón y obstinación. “Cadenas de cerramiento”: Gn.4:10. El clamor de justicia por la sangre derramada, la cual le trajo el juicio de Dios sobre su vida –Gn.4:11-. “Losa techo”: Retiro de la bendición de Dios a su vida – Gn.4:12-13-. Brecha entre él y Dios, errante en todos sus caminos. “Paredes colindantes o fronteras”: Excluido por Dios mismo. (Gn.4:14-16). “Puerta de acceso” a la habitación de violencia: Enojo, celos y envidia que llevaron a cometer homicidio (Gn.4:56, 8). “Ventana”: Su descendencia fue establecida en su pecado e iniquidad. (Gn.4:17-23). Generaciones de corta duración.

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Las tentaciones de Jesús SUGERENCIA: Realice este ejercicio de cinco puntos para la vida del rey Saúl, el rey Acab y el rey Salomón. Desarrolle a conciencia el análisis de éstas tres vidas. Así comprenderá como identificar las habitaciones de violencia en su vida de una manera práctica, empezando a ver cómo se originaron. No continúe leyendo este libro hasta que haya terminado de estudiar y analizar en la Biblia la vida de éstos tres personajes, realizando los ejercicios sugeridos. La Palabra de Dios dice que conoceremos la verdad y ésta nos hará libres –Jn.8:32,36-. Que Dios no escucha a los pecadores –Jn.9:31; 11:9-10-. Es necesario conocer la verdad de nuestras circunstancias y realidades para dejar de caminar en pecado y volver a ser escuchados por Dios. En la sección anterior vimos lo referente a la creación de las habitaciones de violencia, resultado del pecado que cometemos. Desafortunadamente, todos nacemos prisioneros en habitaciones de violencia heredadas generacionalmente a través de la herencia espiritual de nuestros padres carnales y sus antepasados. Nacemos y vivimos en corrupción y por la forma en que somos educados en casa y la escuela, se activan en nuestra vida algunas de esas habitaciones heredadas. Conforme vamos creciendo y viviendo el “mundo”, activamos otras más. ¿Podemos entender hasta este punto que si Dios no hubiera provisto la redención mediante Jesucristo, su unigénito, nunca hubiéramos podido ser librados de la condenación eterna? Los cautiverios espirituales nos generan un carácter quebrado. Somos, en esa condición, vasos de deshonra, aunque en nuestra mente carnal consideremos otras circunstancias. Seguramente alguna vez en su vida ha tenido sueños o pesadillas en donde usted se ve caminando y/ó ingresando a lugares de los cuales ya no puede encontrar salida o retorno hasta el punto donde partió, y en algunos casos se vio atrapado en un laberinto que conforme lo recorría se sentía más extraviado y atemorizado, o sucesos similares. Es la revelación a nuestro espíritu humano del ingreso de una parte de nuestra alma a una habitación de violencia. Tal vez haya soñado recurrentemente que caminaba en medio o a la orilla de canales de aguas negras y por más que intentaba salir o alejarse de allí menos podía y más atemorizado se encontraba conforme se hundí un poco más cada vez, pero sin hundirse por completo. Regularmente este tipo de sueños no gratos indican la existencia de cautiverios en nuestra alma, la cual se halla fragmentada y prisionera en habitaciones de violencia por derechos generacionales de maldición. En algunos otros casos, la práctica continua de pecados por nosotros provoca estos cautiverios. Entre más fragmentada esté nuestra alma, prisionera en múltiples habitaciones de violencia, en nuestra vida

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Las tentaciones de Jesús cotidiana empezamos a manifestar conductas erradas, locura, esquizofrenia, paranoia, psicosis, demencias, enfermedades orgánicas, etc. Nuestra voluntad únicamente obedece al reino de las tinieblas y su esencia cuando estamos en cautiverio. Todo lo que se ha anotado hasta este momento lo encontramos expresado en el salmo setenta y cuatro. Habla de un abandono, un juicio (v1). Claman pidiendo a Dios misericordia y liberación, perdón y redención. Hay gran aflicción. En éstos lugares tenebrosos de la tierra se encuentran los “asolamientos eternos” desde y en donde el enemigo despliega todo el mal a los cautivos espirituales. En los asolamientos eternos reina la devastación. Todo lo que sea llevado allí debe arruinarse o destruirse; forzosamente debe haber pérdida, decadencia y al final, perdición total. Estos asolamientos eternos forman parte de los lugares tenebrosos de la tierra e imparten su esencia dentro de las habitaciones de violencia. Estas operan en el ámbito espiritual del reino de las tinieblas y echa mano de espíritus atormentadores y de regiones específicas como el labadón, región de chacales y región de sombra de muerte entre las principales provocando aflicciones y tormentos en los cautivos, aún en vida de éstos. Las habitaciones de violencia son prisiones espirituales edificadas para aprisionar fragmentos del alma humana haciéndoles perder identidad e integridad. Están ancladas en la tierra y gobernadas y controladas desde el infierno. Manifiestan una combinación de efectos espirituales, emocionales y materiales específicos y desordenados. Como el aprisionamiento de las almas se hace por fragmentos, al fragmentar el alma, una de las puertas por donde el reino caído tiene acceso al alma del hombre, es a través de las emociones. Esta provoca el movimiento del alma y la inclina hacia la pasión que se le presentó, le excitó y sedujo, en la cual se encuentra atrapada. Las habitaciones de violencia existen por causa de nuestra negligencia y debilidad frente al pecado. Cuando tomamos gusto y costumbre de practicar el pecado, activamos iniquidad. La definición de la palabra “violencia” describe: 1) cualidades de violento, lo cual manifiesta agresión. 2) Acción y efecto de violentar o violentarse; es decir, perder la paz y el sosiego ó despojar a alguien de ella, como lo ejecutan los iracundos, mercenarios o guerrilleros. 3) Acción violenta o contra el modo natural de proceder. Es decir, levantar oposición y obstáculo contra algo a lo que nos oponemos. 4) Acción de violar a una persona. Abuso físico y emocional.

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Las tentaciones de Jesús La palabra violar se define de tres formas: a) Infringir, obrar en contra de alguna ley, precepto, etc., b) Cometer violación sexual. C) Profanar un lugar sagrado. La acción de violar rompe con la estructura, armonía, perfección, pureza de algo ó alguien. Es un atentado contra la dignidad. Se ejecuta a través del uso de la violencia, violentando al foco del atentado. Violentar se define de las siguientes maneras: 1) Hacer que algo ceda, doblar, quebrar, vencer su resistencia mediante la fuerza o la violencia. 2) Entrar en una casa u otra parte ó propiedad por medio del uso de la fuerza, contra la voluntad de su dueño. 3) Obligar a alguien que haga alguna cosa contra su voluntad. 4) dar una interpretación forzada o falsa de un texto; levantar falso testimonio.5) Violentarse: vencer alguien su resistencia o repugnancia a hacer algo. Todo esto se manifiesta en el reino de las tinieblas. Cautivos en estas habitaciones no podemos esperar nada bueno. La violencia es característica de estas regiones, porque los demonios se ensañan contra los cautivos, porque se deleitan en hacer daño, en destruir y matar, y una manera de hacerlo es enfermando el cuerpo físico. En los lugares tenebrosos de la tierra nunca cesa la violencia, la destrucción ni la maldición. En general, nuestra fuerza decae, tanto física como moralmente, y cedemos a la voluntad impuesta. Como no tenemos pleno conocimiento de la Palabra de Dios en nosotros, caminamos en ignorancia de la verdad y naturaleza de Dios, y obramos en contrataciones que cada vez nos hunden más en maldad y perdición. Lo tenebroso nos ha cubierto de tinieblas, sombras, obscuridad y turbiedad espiritual. Se nos hace difícil conocer o comprender algo, y mayormente si es conocimiento de Dios. Empezamos a vivir por impulsos. Nos sentimos abandonados y desechados de Dios –Sal.74:1-3-. Leamos salmo 74:3-10: “3Dirige tus pasos a los asolamientos eternos, a todo el mal que el enemigo ha hecho en el santuario. 4Tus enemigos vociferan en medio de tus asambleas; han puesto sus divisas por señales. 5Se parecen a los que levantan el hacha en medio de tupido bosque, 6y ahora con hachas y martillos han quebrado todas sus entalladuras. 7Han puesto fuego a tu santuario, han profanado el tabernáculo de tu nombre, echándolo a tierra. 8Dijeron en su corazón: Destruyámoslos de una vez; han quemado todas las sinagogas de Dios en la tierra. 9No vemos ya nuestras señales; no hay más profeta, ni entre nosotros hay quien sepa hasta cuándo. 10¿Hasta cuando, oh Dios, nos afrentará el angustiador? ¿Ha de blasfemar el enemigo perpetuamente tu nombre?”

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Las tentaciones de Jesús ¿Qué ocurre cuando estamos cautivos en las habitaciones de violencia? Somos la burla del reino de las tinieblas, porque la fragmentación de nuestra alma provocó gran mal en nosotros (v3). El santuario es el cuerpo del hombre en cuyo interior habita su espíritu y alma. El mal de ésta región espiritual es traído al hombre. Las emociones operan como puertas de ingreso. En los asolamientos eternos se encuentran demonios, los enemigos de Dios, los cuales se manifiestan en medio de las asambleas de Dios (cultos); ¿cómo lo hacen? Provocando alteraciones en el carácter de los individuos, enfermando al cuerpo, posesiones, actitudes religiosas y cosas semejantes. Éstas son las divisas que ponen en el santuario, su sello distintivo. El lema o la sentencia que es el calificativo que pone el infierno sobre los individuos es “fracasado”, “feo(a)”, “celoso”, “miedoso”, “depresivo”, “adúltero”, “diabético”, “borracho”, “fumador”, etc. (v4). El hecho de que el salmo diga que han sido quebradas sus entalladuras –v.5, 6-, significa que nos han llevado a un estado de incircunciso y bastardía, borrando las señales del Espíritu Santo en nuestro ser, manteniéndonos en aturdimiento espiritual. La definición de entalladura tiene tres partes: 1) Acción y efecto de entallar, 2) corte que se hace en los pinos para resinarlos, 3) corte que se hace en las maderas para ensamblarlas. Entallar también se define como hacer figuras de relieve en materiales como madera, bronce, mármol, etc. De acuerdo con lo establecido por las definiciones, quebrar la entalladura significa borrar, desaparecer toda marca del creador de nosotros, desarticularnos de la unidad con la cual nos creó Dios, lo que hace referencia a fragmentación del alma. Quebrar el corte para resinar hace referencia a extraernos el gozo para que se pierda todo motivo de alabanza y adoración a Dios, porque lleva a sequedad a nuestro espíritu y a pérdida gradual de la vida espiritual y física. Es estar en el blanco de la embestida total de los asolamientos eternos. El fuego del infierno se desata contra nosotros con la consigna: “destrucción total” (v.8). Muerte eterna. Como los asolamientos eternos se encuentran en el ámbito espiritual y nuestra alma está fragmentada y el cautiverio opera en el orden “carne-alma-espíritu”, no discernimos todo lo que el reino caído trae en nuestra contra, pero sí vivimos infortunio y mala racha en lo natural. Los efectos de los lugares tenebrosos de la tierra y los asolamientos eternos ingresan al mundo material a través del hombre, contaminando la tierra –Gn.3:14, 16-19; Dt.11:24- permitiendo esta

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Las tentaciones de Jesús contaminación sea esparcida a la creación a través nosotros, y el establecimiento de gobiernos territoriales. Esta infección y contaminación se propaga y establece desde el hogar del individuo cada vez que este cede a participar de las tentaciones que se le presentan a través del mundo sensorial. Cuando un individuo ha sido afectado por ceder a una tentación, en inmediato su alma es fragmentada y llevada a una habitación para cautiverio la cual se manifiesta como una prisión de obscuridad en su vida. Este cautiverio espiritual se “anida” en la tierra creando una región material “híbrida” que manifiesta en lo natural todo lo que opera en los lugares tenebrosos de la tierra. Debido a esto es que hay comunidades en donde impera el robo, el homicidio, el adulterio, el alcoholismo, el narcotráfico, el secuestro, la prostitución, el lesbianismo, homosexualismo, corrupción, guerra, terrorismo, hambrunas, pandillerismo, miseria y cosas parecidas. El conjunto de habitaciones de violencia anidadas en una comunidad determinan las características de la maldad que ha sido establecida en esa región territorial y el tipo de gobierno que será establecido en lo espiritual y que se reflejará en áreas del gobierno natural de los hombres. También determina el tipo de personas que habitarán en esas regiones territoriales. Esto permite a Satanás establecer un gobernador de maldad local pudiendo establecer su estructura de gobierno a lo largo y ancho del mundo, resultado de estos cautiverios. La interconexión entre cada centro de gobierno de las tinieblas es lo que determina la “línea ley”, avenida espiritual por donde se desplazan los demonios, entidades espirituales. El reino de las tinieblas fue derrotado y despojado por Jesucristo, pero cuando nosotros cedemos a la tentación, le damos poder en nuestra existencia. Nos hacemos uno con él y nos convertimos en “despojados”, esclavos. Ese extravío espiritual, el cual dio a luz la ceguera y sordera espiritual provoca que ya no percibamos el fruto del Espíritu Santo en nosotros, que no oremos ni leamos la Biblia, que no ayunemos, que no nos ocupemos de las cosas de Dios, que estemos en servidumbre al reino de Satanás, incluso a través de la religión que utiliza prácticas inútiles y groseras frente a la santidad de Dios. No escuchamos la voz del Padre, ni del Hijo ni del Espíritu Santo ni tenemos noción de cuando vendrá a nosotros la libertad.

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Las tentaciones de Jesús El Salmo 74:18 dice: “Acuérdate de esto: que el enemigo ha afrentado a Jehová, y pueblo insensato ha blasfemado tu nombre.” El estado de cautiverio del individuo lo vuelve insensato y emite blasfemias hacia Dios, producto del reino que lo tiene sojuzgado, lo cual permite que el reino del mal afrente a Dios incluso a través de lo que sale por nuestros labios. Las habitaciones de violencia están atadas a las almas humanas fragmentadas y en cautiverio, y permiten al reino del mal contaminar e influenciar los territorios en donde vive su vida natural cada individuo: su casa, trabajo, escuela, etc. “17Y al hombre dijo: por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol que te mandé diciendo: no comerás de él, maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.” Los gobiernos territoriales establecidos en la tierra, resultado de las habitaciones de violencia en las cuales están cautivos los individuos, regulan las conductas, pensamientos y formas de vida de las comunidades para que éstas sigan pecando en pecados específicos por zona, obrando iniquidad, generando más maldición sobre sí mismos y sobre la tierra o territorio –Dt.28:15-45-. Sin embargo no hay restricción para que el tipo particular de maldad de una región no se mezcle con el tipo particular de otra región generando una nueva variedad de maldad (resultado de las contrataciones). El reino de las tinieblas es un reino organizado y no aislado. Entre ellos existe una completa entrega a practicar la maldad para mantener en operación su dominio. Existe una comunicación entre los gobiernos territoriales para mantener el sojuzgamiento de la tierra y los pueblos, y todos los canales espirituales por donde se mueven están contaminados con su maldad. Nosotros somos los vehículos de transporte de estos espíritus. La línea ley es un camino o avenida espiritual que permite el desplazamiento y operación de entidades espirituales que manifiestan y establecen los frutos del reino al cual sirven y se establecen por el hombre cuando toca la tierra y la contamina con lo que porta. Ese dominio territorial lo entregamos nosotros por nuestra forma de vida. Al pecar y obrar en maldad generando iniquidad, otorgamos el derecho legal de dominio territorial y nos esclavizamos. Los elementos que contribuyen al establecimiento de una línea ley son: 1)

Pacto inicial: Establece las características del tipo de gobierno espiritual que será establecido en el territorio donde se originó el pacto. Por ejemplo, una familia practica en forma habitual el ingerir bebidas alcohólicas. Esto da derecho legal a vicios de alcohol y drogas primariamente para operar en el territorio. El

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Las tentaciones de Jesús

2)

3)

pacto inicial establece la maldad que operará como catalizador y agrupador de iniquidades, y entonces, los individuos que formen la comunidad manifestarán algún tipo de vicio. En los caminos físicos aparecerán centros de vicio como bares, discotecas, salones de baile, tiendas con venta de vicios, etc. Altares: Monumentos que sirven como señalamientos a los demonios para ejercer poder y ministrar, controlar y sojuzgar los territorios obtenidos. Aquí encontraremos altares paganos, de “santos”, ídolos, personajes históricos. Una forma sutil de establecer altares es a través de anuncios. Fotografías de bebidas alcohólicas o productos nocivos para la salud, como cigarros, operan como altares al vicio. Pecado recurrente: Permite el establecimiento de fortalezas demoniacas territoriales que influyen en la mente y pensamientos de los individuos para seducirlos y atarlos a participar de más iniquidad. El pacto con el reino de las tinieblas inicia cuando cedemos a una tentación que baja al corazón, lo seduce, lo induce y provoca que accionemos a su sugerencia. Entonces da a luz al pecado y activa iniquidad y manifiesta la maldad.

Entonces, podemos comprender que la línea ley originada en maldad, se construye mediante pactos y se establece en raíces de iniquidad alimentadas por la maldad del reino de las tinieblas. Estas raíces de iniquidad provocan pecado recurrente, lo cual permite el establecimiento de habitaciones de violencia que son ancladas en los lugares tenebrosos de la tierra, desde donde operan los asolamientos eternos y el valle de sombra de muerte como regiones principales de opresión. Son avenidas espirituales por donde circulan los espíritus que tienen el poder del pacto otorgado, y afectan territorios. Las raíces de iniquidad se agrupan formando cadenas de iniquidad que permiten la transferencia de iniquidad entre regiones, gobernadas por gobiernos de tinieblas, tal como las redes de telecomunicaciones entre regiones. Quebrantar la línea ley espiritual consiste en romper su influencia en personas y territorios. Romper estructuras malignas y destruir el mal para libertarnos y limpiar el territorio. Se logra quebrantando pactos, anulando decretos y derribando altares. Empieza cuando confesamos los pecados y obramos en arrepentimiento. Esto va a provocar incomunicación y un aislamiento de autoridades, además de la interrupción del flujo de iniquidad entre regiones. Por consecuencia, el reino de las tinieblas pierde poder de

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Las tentaciones de Jesús asociación, se aíslan sus gobernadores locales y se vuelve más sencillo destronarlos y arrojarlos de nuestros territorios y vida. Ef.6:12; Jer.1:10; Mt.10:7-8; Mt.18:18-20; Mt.28:17-20. No olvidemos que el reino de las tinieblas opera a través de contrataciones; éstas son temporales y generacionales, pero no forman parte de la eternidad de Dios. Para destronar a las tinieblas debemos estar genuinamente arrepentidos. Contritos y humillados confesar pecados, iniquidades y rebeliones. Entonces seremos investidos de poder y autoridad por mediación de Jesucristo y el Espíritu Santo. Las tinieblas no prevalecerán sobre la luz que habita en nosotros, porque al venir a Cristo, somos templo y morada del Espíritu Santo. Los pecados que cometemos nos ayudan a identificar las fallas en nuestro carácter; estos pecados nos dan pista y revelan las líneas de iniquidad que operan en nuestra vida, familia y territorio. Conociendo la iniquidad podemos identificar las maldiciones que operan en y hacia nosotros. ¿Qué pecados comete? ¿ira, malas palabras, chisme, mentira, calumnia, robo, homicidio, adulterio, fornicación, vicio como tabaco, mariguana, cigarro, cocaína, cristal, prostitución, pedofilia, incesto, codicia, etc.? ¿Pecado chiquito, piadoso o grandote y escandaloso?, es igual el resultado. Anote en hojas qué pecados comete y ha cometido en el pasado. Identifique cuales son los que practica, cual o cuales le provocan deleite y no se decide a abandonarlos porque le gusta practicarlos. ¿Qué sentimientos y sensaciones se movieron en usted cuando estaba reconociendo y anotando cada pecado que está grabado en su corazón? El sentimiento y la sensación correcta manifiesta culpa por haber manchado el ágape que Dios nos dio. Nuestro espíritu, mente y corazón debe tener la actitud de contrito y humillado. Si no es así, debemos agregar a la lista el pecado de orgullo y soberbia, de oposición y resistencia a la voluntad de Dios. Revise una vez más cada pecado y analice el estado de su corazón respecto a cada uno. Una vez terminada esta revisión, ore para cada pecado anotado de la manera siguiente: “Padre Celestial, en el nombre de Jesucristo, tu unigénito, mediante el cual fuimos redimidos por medio de su sacrificio que culminó con el derramamiento de su sangre en la cruz del Calvario, en donde entregó su vida para pagar el acta de decretos que me era contraria, y que inició su obra redentora cuando fue bautizado en el Jordán por Juan el Bautista, adjudicándose todo el pecado del

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Las tentaciones de Jesús mundo, para cumplir toda justicia y hacernos libres de condenación y partícipes de la vida eterna contigo, confieso públicamente que he retenido en mi corazón, mente y alma el pecado de ______________. El día de hoy, en esta hora, Padre, me arrepiento de la actitud sostenida en mi vida la cual dio lugar y cobijo a que continuara practicando dicho pecado, a los sentimientos generados por él en todo mi ser, y rompo todo acuerdo con el reino de las tinieblas de seguir practicando dicho pecado. Me desligo de la iniquidad asociada a este pecado que he confesado ahora, y me declaro libre de toda influencia de pecado en mi mente, corazón y cuerpo. Echo fuera de todo mí ser la maldad asociada con ese pecado. Tomo autoridad sobre todo espíritu inmundo que permití controlara mis emociones, pensamientos, sentimientos y cuerpo físico para que me sedujeran a seguir practicando dicho pecado; los ato en el poderoso nombre de Jesús, y anulando todo derecho legal otorgado por mí a ellos en cualquier etapa de mi vida, los arrojo fuera de mi ser, de mi espíritu, alma y cuerpo, de mi mente y corazón, y les ordeno no volver jamás a mí ni a mis generaciones, en el nombre de Jesús, amén.” NOTA: Recuerde que esta oración la llevará a cabo para cada pecado anotado. OBSERVACION: Las oraciones anotadas son modelos guía. No los tome como absolutas y rituales. Son guías. Apreciable lector, si usted ha llegado hasta este punto y ha venido realizando cada sección de ministración pero nunca ha hecho su profesión de fe para nacer de nuevo en Cristo Jesús, le pido que haga con toda convicción y fe, la siguiente oración: “Poderoso Dios, Jehová, creador de los cielos y la tierra, de todo lo visible e invisible, vengo a ti en ésta hora para confesar públicamente frente a toda la creación, que reconozco a Jesucristo, tu unigénito, como mi único y suficiente Señor y salvador, como Dios de mi vida y Padre. Lo recibo en mi corazón y renuncio públicamente a todo pacto hecho con el hombre, con el mundo, con Satanás y su reino y conmigo mismo, y declaro que el único pacto vigente en mi vida, de hoy en adelante es el de Jesucristo, mediante el cual me hace ahora partícipe de la vida eterna a tu lado, porque me limpió de pecado cuando fue bautizado en el Jordán por Juan el Bautista, tu siervo, para cumplir toda justicia, y pagó la deuda de todo pecado del que fui despojado en el momento de su bautismo, cuando derramó su sangre en la cruz del Calvario y entregó su vida

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Las tentaciones de Jesús por mi salvación. Padre eterno, te doy gracias, gracias Señor Jesucristo por el regalo de la salvación, y porque ahora mi nombre está escrito en el libro de la vida. Padre Celestial, en el de Jesús te pido derrames sobre mí la presencia de tu Espíritu Santo y me selles con fuego en ti, en el nombre de Jesús, amén.” Cuando haya terminado de hacer esta oración de aceptación de Jesús, ore lo siguiente: “Padre Celestial, en el nombre de Jesús declaro públicamente que renuncio a toda maldición generacional sobre mi vida que vino por mi padre y por mi madre, hasta diez generaciones de mis ancestros. Me desligo de mis generaciones pasadas, de sus maldiciones, pactos e iniquidades, y te pido que por el poder de la sangre de Cristo sea libre todo mi ser de ataduras con el pasado, por causa de la herencia espiritual generacional. También te pido que se manifieste tu poder y bendición a mi vida en toda acción de liberación a mi espíritu, alma y cuerpo, que he ejecutado hasta este momento a través de la confesión, en el nombre de Jesús, amén.” Hasta este punto, Dios, a través del Espíritu Santo ha estado obrando poderosamente en su vida. Los efectos de la liberación deben estar manifestándose ya en usted, pero no es todo. Continuemos para que la bendición sobreabunde. Si cuando realizó su lista de pecado activo en su vida identificó pecados que no le llevan al arrepentimiento y le causan cierto placer o satisfacción aún, allí hay ego y/ó soberbia entronada. Medite y reflexione sobre lo grave de este sentimiento respecto a su santidad personal y a su relación con Dios. Le invito a realizar la siguiente oración para cada pecado adicional identificado: “Padre Celestial, en el nombre de Jesús, vengo a tu presencia para confesarte públicamente que en mí tengo operando fortalezas mentales que en el corazón entronan al pecado de: _____________ como deleite para mi vida y practico sin convicción de maldad. Señor, yo entiendo ahora que esto te deshonra y ofende, porque como tu hijo, mancho tu santidad y te deshonro como mi Padre. Te confieso que me domina y me rebasa. Por esta situación, decido entregarte este pecado junto con toda soberbia y ego oculto en mi corazón, así como mi mente, corazón y alma, para que seas tú quien me traiga a libertad de este cautiverio rompiendo toda atadura y yugo que me mantiene atado a este pecado. Padre celestial, en el

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Las tentaciones de Jesús nombre de Jesús abre mi mente, libera mi entendimiento y despierta mi conciencia para que mi voluntad y vida quede libre de estos actos que te ofenden”. El carácter es el sello de nuestra personalidad. Cuando la gente no ve a Jesucristo manifestado en nuestro carácter es un indicativo de la existencia de fallas o cuarteaduras en él. Algunos indicativos de la existencia de fallas o cuarteaduras son: inseguridades, iras, miedos, nerviosismo, celos, chisme, contienda, pleitos, injurias, actitudes introvertidas, manipulaciones, pasividad, mediocridad, lujuria, gula, obsesión por ver, oír, tocar u oler, soledad, compulsiones como tomarse fotos por y para todo, masturbación, pereza, codicia, avaricia, ser tramposo, corrupto, no bañarse, falta de metas, frigidez, impotencia sexual, obstinación, necedad, acciones destructivas de las relaciones como amistades, matrimonio, relaciones sanas entre hermanos, vagabundear ó vagar y cosas parecidas. Las fallas en el carácter, una vez identificadas, las trataremos de la siguiente forma: Tomemos como ejemplo la inseguridad. Como en los casos anteriores, se recomienda y es conveniente anotar todos los momentos cuando se manifiesta esta sensación. Ejemplo: a)

En el momento que debo salir al trabajo, en mi estómago siento sensaciones raras y me surge el deseo de no salir aunque debo hacerlo, y se manifiesta temor.

b)

También, cuando debo tomar una decisión, la inseguridad se manifiesta con temor y nerviosismo, porque no tomo decisión.

Y así se continúa hasta anotar todos los eventos en nuestra vida en los cuales se manifiesta la inseguridad. Se procede de la misma forma para cada falla del carácter. Por cada listado desarrollado para cada falla de carácter, oramos lo siguiente: “Padre Celestial, en el nombre de Jesús vengo a tu presencia para entregarte todos éstos eventos de mi vida en los cuales se ha manifestado _______________. Te pido libres mi alma de los cautiverios a los que ha sido sometida, que rompas todo grillete y cadena de cautiverio. Que con el resplandor de tu presencia se rompan los candados que han tenido cerradas las puertas en donde mi alma está aprisionada y con el poder de tu Espíritu Santo tomes mi alma en ti y la saques a libertad de dichas regiones. También te pido que restaures toda

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Las tentaciones de Jesús mi alma y la pongas en lugares celestiales, al cobijo de tu presencia, liberándome de fragmentación. Sana mi corazón y conciencia borrando toda memoria obscura del pasado y sanándome en todo mí ser con la potencia de tu amor. Sea esto hecho en todo mi ser, en el nombre de Jesús, amén.” En esta etapa le invitamos a establecer en su vida un tiempo devocional diario al menos con duración de una hora, tiempo en el cual adorará y alabará a Dios nuestro Padre y creador y leerá su Palabra. Ore quince minutos mínimo y al menos veinte minutos lea la Biblia. Es importante también memorice versículos bíblicos. A continuación le sugerimos algunos: Sal.3:3 Sal.4:8 Sal.91:1

Sal.3:4 Sal.5:3 Sal.23:1-6

Sal.3:5 Sal.5:7 Sal.6:9

Sal.3:8 Sal.5:8 Sal7:1

Sal.4:3 Sal.5:11 Sal.7:10

Sal.4:7 Sal.5:12 Sal.8:1

Las instrucciones del próximo capítulo le ayudarán para terminar de destruir habitaciones de violencia en las cuales ha estado cautiva su alma. “8No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice Jehová. 9Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca. 10Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar.” (Jer.1:8-10)

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Las tentaciones de Jesús

10. La idolatría. “3No tendrás dioses ajenos delante de mí. 4No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra. 5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque Yo Soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, 6y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.” (Ex.20:3-6). La idolatría es un estado de nuestro corazón que afrenta al corazón de Dios. Este asunto ha provocado mucho mal a los hombres; fractura nuestra relación con Dios y agrava la servidumbre en cautiverios espirituales. Por causa de la idolatría, muchos cautiverios de nuestra alma no pueden ser quebrantados. Idolatría se define como adoración que se da a los ídolos y falsas divinidades, generalmente representadas en estatuas y otras imágenes. También se define como amor excesivo y vehemente a una persona o cosa. Adoración deriva de adorar que significa reverenciar a Dios, reverenciar a un ser como cosa divina, postrarse ante alguien con autoridad. Venerar se define como respetar en sumo grado a una persona por sus méritos o virtudes o a una cosa por lo que representa. Dar culto a Dios, a los santos o a las cosas y/ó lugares sagrados. Dentro de la cultura católica se argumenta que ellos no idolatran a las imágenes, sino que solo las veneran. Entonces, de las definiciones aportadas por el diccionario de la Real Academia Española, entendemos que idolatrar, adorar y venerar hacen referencia al mismo acto de rendir culto y postrarse ante el ídolo, contraviniendo lo escrito en Ex.20:3-6. Son palabras sinónimas. Vamos a estudiar la idolatría desde dos posiciones: a)

Enfocada a lo religioso, dioses falsos, imágenes y estatuas, desplazando al Dios verdadero en nosotros.

b)

Enfocada a personas o cosas, resultado de un fuerte apego y admiración.

El aspecto enfocado a ídolos utilizados en hechicería y ocultismo lo trataremos posteriormente, en el volumen dos.

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Las tentaciones de Jesús La idolatría se manifestó desde los orígenes de la humanidad, resultado de la caída del hombre en el huerto del Edén. En Gn.31:19b dice que Raquel hurtó los ídolos de su padre. El padre de Raquel al reclamar sus ídolos dijo: “Y ya que te ibas, que tenías deseo de la casa de tu padre, ¿por qué me hurtaste mis dioses?” (Gn.31:30). Para Labán Arameo, padre de Raquel, Jehová no era su Dios. Él tenía sus dioses a los cuales adoraba y veneraba. Dios dio instrucciones a Moisés de no hacerse dioses de plata y oro, ni labrar las piedras de los altares –Ex.20:23-26-. A pesar de estos mandatos, el pueblo de Israel inclinó su corazón a la idolatría –Ex.32:1-7; aún Aarón prevaricó y cayó en herejía (v.5). Jehová dijo a Moisés que raería de su libro al que pecare contra Él –Ex.32:33,35- e hirió al pueblo, porque habían hecho el becerro que formó Aarón. Podemos notar aquí que aún los sacerdotes (pastores) podemos ser cegados y caer en idolatría y herejía. Cuando esto ocurre, en nuestros actos de ofrenda a Dios ofrecemos fuego extraño que nos provoca muerte –Lv.10:1-3-. Debido a esto, en los primeros párrafos anoté que el acto de la idolatría ó veneración trae mucho mal sobre quien lo practica y agrava su estado de cautiverio, imposibilitando su libertad en muchos casos, hasta que se manifiesta el arrepentimiento genuino y la confesión pública de pecado, con un corazón contrito y humillado. La idolatría nos acarrea castigo porque actuamos en desobediencia y caemos en herejía –Lv.26:14-41-. Dios destruirá los lugares altos de los idólatras, desobedientes, destrozando todo ídolo y abatiendo toda idolatría (v.30). El cautiverio es inevitable: “39Y los que queden de vosotros decaerán en las tierras de vuestros enemigos por su iniquidad; y por la iniquidad de sus padres decaerán ellos. 40y confesarán su iniquidad, y la iniquidad de sus padres, por su prevaricación con que prevaricaron contra mi; y también porque anduvieron conmigo en oposición.” (Lv.26:39-40). Dios aborrece la idolatría y no importa cuánto intenten justificarla y maquillarla algunos sacerdotes. Moisés le reiteró al pueblo esa prohibición: Dt.4:15-20. “23Guardaos, no os olvidéis del pacto de Jehová vuestro Dios, que Él estableció con vosotros, y no os hagáis escultura o imagen de ninguna cosa que Jehová tu Dios te ha prohibido.24Porque Jehová tu Dios es fuego consumidor, Dios celoso.” (Dt.4:23-24). Todo dios hecho de manos de hombres no ve, ni oye, ni come, ni huele –Dt.4:28-. ¿Quiere ser bendecido por Dios a plenitud? Con todo lo que se ha venido exponiendo desde el principio de este libro hasta este párrafo,

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Las tentaciones de Jesús propóngase también desechar de su corazón y mundo la idolatría arrojando a la basura, totalmente destrozados imágenes e ídolos y aprenda de memoria los siguientes dos versículos: “39Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro. 40Y guarda sus estatutos y mandamientos, los cuales yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y prolongues tus días sobre la tierra que Jehová tu Dios te da para siempre.” (Dt.4:39-40). No debemos andar tras dioses ajenos, extraños, ídolos de aquéllos que no conocen a Jehová y que caminan en oposición a Él –Dt.6:14-18-. Dios nos mandó no hacer alianza con los paganos, porque caeríamos en el lazo de la idolatría, en la práctica de sus costumbres –Dt.7:1-5-. Debemos destruir toda efigie, tenga esta la forma que sea -Dt.7:5-. “25Las esculturas de sus diseños quemarás en el fuego; no codiciarás plata ni oro de ellas para tomarlo para ti, para que no tropieces con ello, pues es abominación a Jehová tu Dios; 26y no traerás cosa abominable a tu casa, para que no seas anatema; del todo las aborrecerás y las abominarás, porque es anatema.” (Dt.7:25-26). No hallamos en la escritura, en la Palabra de Dios nada que diga: venera, adora, idolatra a las imágenes, inclínate ante ellas. ¡No lo dice!; ¿entonces por qué nos obstinamos en hacer lo que a Dios no le agrada? Este mal espiritual entrona al ego, nos hace soberbios y provoca que desechemos a Dios de nuestras vidas –Dt.8:17-20-. La idolatría manifiesta nuestra corrupción interna –Dt.9:12-. Deja descubierto que somos duros de cerviz, obstinados, necios, aunque aparentemos piedad. ¿Cómo debemos proceder con la idolatría?: Arrepentirnos, confesar nuestro pecado y destruir toda imagen y escultura, así como derribar los altares que les hicimos –Dt.9:21-, no solo físicamente, sino primeramente en nuestro corazón. Es necesario exprimir de nuestro corazón y mente, de nuestro ser, toda impiedad y obstinación, toda rebeldía. Tenemos que estar siempre alertas de lo que ocurre en nuestro corazón, en nuestro interior, para que no nos enorgullezcamos y vayamos tras dioses ajenos, inclinándonos ante ellos –Dt.11:28-. Una vez destruidos todos los símbolos idolátricos en nuestro corazón, debemos hacer una total limpieza de objetos paganos en nuestro hogar –Dt.12:2-3, 29-31-. Ser leales a Dios, amarle de todo corazón y no dar lugar alguno a ningún tipo de idolatría en nosotros para no traer maldición y muerte sobre nuestra vida y asuntos, familia, pueblo y nación. Antes de continuar leyendo, estudie y medite en el capítulo trece del libro de Deuteronomio, así como Dt.16:21-22 y 17:25. Debemos grabar bien en el corazón: La paga de la idolatría es

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Las tentaciones de Jesús muerte, destrucción y exterminio. La idolatría traspasa el pacto de Jehová. (Jos.23:16). Cuando nos olvidamos de Dios, de su palabra y mandamientos, nos corrompemos y empezamos a caminar en idolatría. Un ejemplo de esto está en el libro de los Jueces, capítulos uno a tres. Estúdielos diligentemente, medite en ello y afine su corazón hacia Jehová. Busquemos el rostro de Dios y caminemos en obediencia a Él y su Palabra: “22Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas como en que se obedezca a las Palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. 23Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría, la obstinación…” (1Sa.15:22-23a). ¿Es usted obstinado? De acuerdo con la Palabra de Dios en su corazón hay ídolos e idolatría. Obstinación se refiere a la actitud de no cambiar de opinión o proceder a pesar de las razones en sentido contrario. Implica que se tiene ira, enojo, furia interna. (Diccionario electrónico en Español). Estudie Dt.32:16-17, 21-25; 1Co.8:1-13,10:1-22,28, poniendo atención en el versículo 20; Mc.7:5-13, Col.3:5-6 y en versiones católicas: Baruc 6, Sabiduría, capítulos 13, 14 y 15. ∞ ¿Cuál es el estado de su corazón?, ¿cómo se siente?, ¿en relación con Dios, cuál es su posición? Anote en su libreta de ministración las respuestas claras y sinceras a estas preguntas. Es importante para que vea y comprenda el estado real de su corazón. ¿Qué circunstancias le provocan ira, enojo, furia?, ¿qué circunstancias de su vida le incomodan y enfadan, llevándolo a tomar una actitud de oposición continua y aferrada contra dichas circunstancias? ¿Qué estatuas, ídolos, imágenes tiene en su casa? ¿Por qué las tiene? ¿Son más poderosas que Dios o cree que Dios necesita ayudantes? ¿Qué altares tiene en su casa? Lo que usted tiene en su casa y como se comporta manifiesta los ídolos que tiene en su corazón. De acuerdo con los últimos versículos estudiados, debe tener claro que detrás de cada ídolo hay un demonio asignado, y detrás de cada altar, hay un trono de poder otorgado a ese demonio que lo aprovecha para generar una puerta de acceso espiritual a su hogar y establecer guaridas de demonios. Al participar de la idolatría ha permitido que esos

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Las tentaciones de Jesús portales demoniacos sean establecidos en su hogar, los cuales para mal, afectarán su vida, familia, mundo y negocios. Resultado de esto es que muchas áreas en las cuales se encuentra cautiva el alma en las habitaciones de violencia, será más acentuada y grave. Es necesario que nuestro corazón sea purgado de idolatría y acto seguido, destruyamos todo ídolo, imagen, escultura y altar, quemándolo al final -1Co.8:1-7, 10:14, 922-. Antes de iniciar con la destrucción de todo lo relacionado con la idolatría dentro de su hogar, convénzase de pecado en su corazón y oremos: “Padre Celestial, en el nombre de Jesús vengo ante tu presencia para abrir mi corazón ante ti. Confieso que en mi corazón he guardado iras, contiendas, resentimientos y rencores por las siguientes circunstancias: _______________________. También confieso que estas circunstancias me han alterado provocándome: __________________. En esta hora decido terminar todo acuerdo con ellas y apagar todo sentimiento que les ha dado vida en mí; me desligo de cada circunstancia y perdono a cada motivo y persona que la provocaron. Así mismo, me perdono yo por haberme obstinado en estas actitudes y formas de pensar, sentir y vivir. Perdóname, libra a mi alma de toda atadura en la mente, en el corazón. Abre mi mente, despierta mi consciencia y libera mi voluntad, para que de ahora en adelante pueda vivir conforme a tu naturaleza y santidad. Llena todo mi ser con la presencia de tu Espíritu Santo y sella en mi toda puerta que haya estado abierta al servicio del reino de las tinieblas en éstas áreas de mi corazón, en el nombre de Jesús. Padre celestial, también confieso que he dado lugar en mi corazón a la idolatría, permitiendo el acceso a dioses falsos; que he permitido que en mi hogar ingresen ídolos, estatuas e imágenes a las cuales les edifiqué altar de adoración y que les ofrecí ofrenda. Perdóname Padre por haber desviado mi corazón lejos de ti, yendo tras la vanidad de la idolatría. En esta hora decido echar fuera de mi corazón, de mi mente y de todo mi ser todo apego a ellos. Decido destronarlos de todo mi ser, los echo fuera de mi hogar destruyéndolos y quemándolos como indica tu Palabra, no dejando ni siquiera un altar en mi corazón ni dentro de mi hogar y oficina. Todo utensilio utilizado en los altares para ofrecer ofrendas a estos dioses falsos y demonios también lo destruyo porque son anatema. Decido empezar a caminar bajo tu presencia para que me santifiques, perfecciones en ti y me bendigas. Así mismo, en el nombre de Jesús, tomo autoridad hacia todo espíritu inmundo que permití ingresara a mi hogar y vida a través de estos ídolos, imágenes, estatuas y altares, y les ordeno, en el nombre de Jesús, salir de mi corazón y vida, de mi casa, familia, trabajos y negocios para siempre, y nunca más

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Las tentaciones de Jesús vuelvan ni a mí ni a mis generaciones. Tomo autoridad contra todo espíritu familiar generacional, contra todo espíritu vigía heredado por mis ancestros y rompo su cetro de poder en mi vida y en la vida de mi familia y generaciones con el poder de la sangre de Jesús. Declaro que hoy se acaba su influencia en nuestras vidas y no vuelven más, en el nombre de Jesús. Padre celestial, te pido, en el nombre de Jesús, que con el poder de tu Espíritu Santo limpies todo mi ser: espíritu, alma y cuerpo, mente y corazón, de toda semilla y huevo de idolatría, hechicería, rebeldía, rebelión y obstinación. Toda iniquidad asociada con estos pecados sea purgada de todo mí ser. Lléname del fuego de tu presencia y sella toda puerta que estaba abierta en mi a la idolatría y al servicio de Satanás y su reino, en el nombre de Jesús, amén.” Si hasta este momento ha venido participando activamente en las actividades de liberación sugeridas con sinceridad e integridad y un genuino arrepentimiento, después de haber hecho con ánimo pronto y verdad hacia Dios esta última oración, saque de su hogar todo ídolo, imagen y altar hecho a ellos, así como todos los utensilios utilizados para ponerles sus ofrendas; destrúyalos y quémelos. Después, tírelos a la basura, fuera de su hogar. En esta limpieza están incluidos crucifijos de todo tipo, rosarios, escapularios, palmas benditas, veladoras “bendecidas”, hábitos de ídolos para mandas, velas, sirios, aceites y aguas “benditas”. Todo lo utilizado en ritos religiosos. También saque toda imagen ó estatua, libro o simbolismo relacionado con los mormones y testigos de Jehová, los ángeles decorativos que se han vuelto tan populares en el mercado, hadas de cristal, cuadros decorativos con imágenes de círculos negros o concéntricos como los utilizados para hipnotizar, símbolos del ying yang, cuadros de paisajes desolados, etc. Incluye todo lo relacionado con “santos”, “vírgenes”, libros de magia y hechicería, libros de rezos, novenas, mandas. Saque todo el anatema de su hogar y corazón. Cuando haya terminado de destruir todo lo pagano e idolátrico, dé gracias a Dios por haber estado con usted echando fuera todo espíritu inmundo y libertando y sanando su tierra. Pídale que llene con su presencia, con el Espíritu Santo, todo su hogar y que lo selle con el fuego de su santidad. Ahora unja marcos y dinteles de puertas y ventanas con aceite de oliva y declare que su hogar está santificado en Cristo porque lo ha entregado a Dios en el nombre de Jesús. Hasta aquí hemos tratado todo lo relacionado con la idolatría religiosa. A continuación abordaremos la idolatría del hombre al género humano y al mundo. Dentro de la cultura actual se ha hecho normal el apego afectivo, emocional y mental hacia personajes que desempeñan actividades artísticas y del espectáculo y deportes, así como a lugares, equipos deportivos, modelos, libros, películas, productos, etc. También

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Las tentaciones de Jesús hacia personas que deificamos y entronamos como perfectas, intocables e irreprochables como cónyuges, hijos, amigos, parientes, figuras públicas, etc. Estas aficiones y comportamientos son otra manifestación de la idolatría, ahora sustentada en el humanismo, el cual se enfoca al “yo”. Analice su hogar. Tiene colecciones de fotografías de personajes específicos, artistas, deportistas, equipos, modelos, cajas vacías de cigarros, cereales, botellas y botes de bebidas, colecciones de timbres postales, revistas, incluyendo Playboy y similares, carteles de rock, discos, DVD´s de rock. Estampas o fichas de pockemón, bob espoja, etc. Esto manifiesta que su corazón está inclinado a esto y que Dios no es el centro de su vida, aunque de labios lo pregone. Operan como altares y puerta de entrada a toda manifestación del espíritu de Grecia, Persia, sensualismo, depravación, vicios, rebeldía, etc. Y son actos de idolatría. Es necesario que también elimine esto de su hogar, destruyéndolo y orando a Dios en arrepentimiento y perdón por haber dado su corazón a la creación y al mundo –Ro.1-. Si ha entendido y decidido sacar este tipo de objetos de su casa para que la bendición de Dios lo cubra, ore lo siguiente: “Padre celestial, en el nombre de Jesús vengo ante ti y reconozco que no te he honrado como al Dios supremo y único, creador de todo lo que existe, padre eterno, y que he permitido que hombres, mujeres y objetos del mundo hayan ocupado en mi corazón y mente el lugar que a ti te corresponde. Hoy decido destronarlos de mi corazón y mente y los saco de mi vida, y aún destruyo todo objeto relacionado con esta afición e inclinación idolátrica. En el nombre de Jesús tomo autoridad contra toda entidad espiritual que yo permití ingresara a mi vida y hogar a través de estos pecados, y les ordeno salir de mi corazón, de mi vida, de mi familia y generaciones, de mi hogar, y no vuelvan nunca más. Padre celestial, limpia mi corazón y mente de toda obsesión y enajenación. Libra mi espíritu, alma y cuerpo de todo cautiverio emocional y afectivo que me ha mantenido atado a éstas aficiones. Satúrame con tu Espíritu Santo y hazme rebosar de amor por ti y santifícame, en el nombre de Jesús, amén.” Si su ídolo es su cónyuge, hijo, hija, pariente ó alguna otra persona, reconozca que ha desplazado a Dios como fuente y centro de su vida, arrepiéntase y pida perdón. Rompa toda ligadura emocional y de carne con ellos. La Palabra de Dios dice.

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Las tentaciones de Jesús “37El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mi; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mi; 38y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mi.” (Mt.10:37-38). “25Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mi, la hallará. 26Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?” (Mt.16:25-26). “29Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es 30y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. 31Y el segundo es semejante: amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro andamiento mayor que éstos.” (Mc.12:29-31). Dios siempre debe ser el primero en nuestro corazón y pensamiento; debemos creerle a Dios, creer en su palabra y obedecerle, no solo creer en Él. Amando a Dios Él nos saturará de su esencia y podremos amar correctamente a nuestros semejantes. Lo invito a ponerse a cuentas con Dios y a destronar de su corazón a toda persona que usted entronó, desplazando al Padre eterno de su corazón y vida. Oremos: “Padre Celestial, vengo ante tu presencia a confesar que he tenido entronado en mi corazón a:________________. Rompo y anulo toda cadena de dependencia afectiva y emocional a ésta(s) vida(s). La(s) bendigo y pongo ante tu presencia para que la(s) bendiga(s), en el nombre de Jesús, amén.” “20He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. 21Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.” (Ap.3:20-21)

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11.Estructura de gobierno del reino de las tinieblas. “Perjurar, mentir, matar, hurtar y adulterar prevalecen, y homicidio tras homicidio se suceden.” (Os.4:1). Todo esto nace y se produce en el reino de las tinieblas. Esto opera en el mundo aún en nuestros días. Muchos participamos de negocios similares, y algunos aún batallan con prácticas en su vida, estando en antagonismo contra Dios. La palabra “reino” se refiere a territorio y estado sujeto al gobierno de un rey, de acuerdo con la definición del Diccionario Enciclopédico 2002 de Larousse. No hay rey si falta el territorio y los súbditos para ejercer el gobierno sobre ellos. El rey es la suprema autoridad dentro de su territorio, al cual se denomina “reino”. Satanás engañó a Adán y a Eva porque quería ser rey como Dios y le arrebató la autoridad y el territorio que Dios les dio por heredad. Sin embargo, a pesar de esta artimaña de Satanás perpetrada sobre la humanidad, él no es rey, pues Dios es el supremo, el todo poderoso. Jesucristo así lo declaró y estableció: “31Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.” (Jn.12:31). “30No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mi.” (Jn.14:30). “11…, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado.” (Jn.16:11). “4En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos…” (2Co.4:4a). “2en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia.” (Ef.2:2). Satanás no es rey, es príncipe, gobierna un reino pequeño comparado con la bastedad del Reino de Dios y se ha colocado como el dios de este mundo, lo cual implica que su reinado es temporal y tiene término, más cuando ya ha sido declarado que el juicio sobre él fue ejecutado y la sentencia dada. Satanás y su reino están sujetos a la voluntad de Dios y a su justicia y no pueden obrar a su arbitrio; sin embargo, cuando logra engañarnos y hacernos partícipes de sus obras, consigue que Dios le permita tocarnos porque nuestro Padre Celestial es justo. Si Satanás tiene poder sobre nosotros es porque hemos decidido participar de su naturaleza

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Las tentaciones de Jesús al creer sus mentiras. Nos alejamos de Dios por nuestro ego y voluntad ensoberbeciéndonos en el espíritu. Entonces, al pecar, quedamos en esclavitud, a disposición del reino caído. A pesar de que Satanás está sometido a la voluntad de Dios, tiene una estructura de gobierno bien definida para mantener sojuzgada a la humanidad que escucha su voz y le sigue y de esa forma mantiene maldecida la tierra. Ef.6:12NVI dice que nuestra lucha no es contra carne y sangre, sino contra principados, gobernadores de las tinieblas, potestades y huestes de maldad, todas en las regiones celestes. La lucha es nuestra. En Col.2:10 dice: “Y vosotros estáis completos en él (Cristo), que es la cabeza de todo principado y potestad.” Todo fue creado por Él y para Él y está sujeto a su reinado, aún cuando estén en rebelión. (Col.1:16). ¿Cómo surgió este reino de Satanás? En su corazón –Ez.28:15-18-. Cuando acceso al árbol del conocimiento del bien y el mal se llenó de maldad (v15). Esa maldad lo llevó a hacer contrataciones, pactos, acuerdos y éstos fueron hechos fuera de la voluntad de Dios, desprovistos de su naturaleza y la sustancia que las sustenta es la iniquidad, (v16), lo cual los llevó a errar, pecar. Satanás enalteció su corazón, corrompió su sabiduría (v17) y profanó su santuario (v18), haciéndolo inmundo. Sus primeros acuerdos y contrataciones los llevó a cabo con la tercera parte de los ángeles del cielo que sedujo y le siguieron en su proyecto de emancipación de Dios –Ap.12:4; Dn.8:10-. Principados, gobernadores de las tinieblas ó señores de este mundo, potestades, huestes de maldad o milicias espirituales en los aires, son de los principales rangos de gobierno del reino de las tinieblas. ¿Cómo operan, qué son? Son legalistas, opresores, rutinarios. Son espíritus en rebelión contra Dios que van tras un sueño personal de reinado. Están agrupados en niveles de poder y desde esas posiciones esparcen su maldad a toda región en donde operan y se establecen. Una vez que han esclavizado al individuo ó región territorial sobre la que consiguen tener derecho legal de gobierno sobre la tierra de parte de Dios; a través de haber seducido y engañado al Hombre –Gn.1:26-27-, instalan sus fortalezas de poder. Cuando el primer hombre, Adán, escuchó a Satanás y le siguió en su sugerencia escuchando a Eva, la tierra cayó en maldición –Gn.3:17-19-. La estructura del mal entró en la tierra, se estableció y empezó a operar conforme a sus maldades e iniquidades –Is.14:4-23-, pero Jehová determinó la finitud de su reinado sobre el hombre (v15) y nosotros tenemos que limpiarnos de su naturaleza y santificarnos para participar de la naturaleza santa de Dios y su Reino.

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Las tentaciones de Jesús Tomando como guía y apoyo Dn.10:20-21, Col.1:16 y Ef.6:12, la estructura del reino de las tinieblas es: 1)

Satanás: El jefe máximo de la rebelión, el que dio lugar a la maldad en su corazón y operó en iniquidad, seduciendo a la tercera parte de los ángeles del cielo.

2)

Principados: Espíritus asignados a territorios vastos, grandes. Tienen la autoridad y derecho legal dado por el hombre a través del engaño y seducción para afectar la tierra y las sociedades humanas del territorio que sojuzgan, implantando maldad y destrucción. La tradición, la cultura, la religiosidad y las filosofías son canales que utilizan para esparcir sus métodos, mecanismos de control y pensamientos perversos y malévolos. Un fuerte espíritu de anticristo es esparcido por ellos y han creado el ateísmo, las filosofías de la nueva era y todo rito y forma de pensamiento alejado de la Palabra de Dios, presentándola como verdad. Aquí se incluyen las herejías y apostasías.

3)

Gobernadores de las tinieblas ó señores del mundo: Apoyan a los principados en el sojuzgamiento de los territorios, operando en los hombres y mujeres en autoridad gubernamental ó similar. Afectan todas las esferas de gobierno de los territorios, induciendo a los gobernantes a pensar, actuar y vivir fuera de la voluntad y justicia de Dios, estableciendo leyes, normas y costumbres impías, corruptas y depravadas, las cuales dan honra a las pasiones desordenadas y carnales, anulando las virtudes y perfecciones del Espíritu Santo. Estos gobernadores tienen rango, y queda establecido por la esfera de gobierno que afectan, pues influyen a reyes y presidentes, a congresos, a gobernadores de estados o condados, presidentes municipales, etc. En la ONU hay asignado un gobernador de tinieblas mundial; en todo grupo comercial de naciones también hay gobernadores de tinieblas asignados. En toda asociación humana para ejercer poder y manejar multitudes de hombres, Satanás envía espíritus malignos para que se establezcan como gobernadores, pervirtiéndolos y corrompiéndolos.

4)

Potestades: Son como los generales del ejército, comandantes de policía y alguaciles. Son espíritus de poder asignados para influenciar las mentes para que se cumplan los designios establecidos por los gobernadores o principados. Su influencia es territorial y su grado de autoridad está determinado también

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Las tentaciones de Jesús por la extensión del territorio asignado, a través de su influencia en las esferas de gobierno. Estas potestades las encontraremos atrincheradas en los edificios de gobierno de los países; Dentro de todo inmueble en donde se lleven a cabo reuniones religiosas, sean o no conforme a la palabra de Dios. También en sitios en donde se reúnen los malhechores como secuestradores, sicarios, narcotraficantes, tratantes de blancas, etc., que engloban los inmuebles dedicados a vicio como bares, casas de citas y cárceles. También hay potestades asignadas a escuelas y hospitales. Estas operan creando y fomentando la adopción de pensamientos torcidos que poco a poco se van agrupando como fortalezas mentales, contaminando a todos los individuos en su esfera de influencia para así derramar maldad y destrucción, esparciendo iniquidad a los pueblos a través de leyes, reformas educativas y tradiciones que norman la conducta de la población. Estas fortalezas mantienen activa la concupiscencia de los hombres cautivos, conservando atada su mente a pensamientos torcidos y depravados, fragmentada su alma, prisionera en habitaciones de violencia. 5)

Hombres fuertes: Grado menor de gobernador establecido en hogares y lugares de trabajo en los niveles directivos. Operan seduciendo e incitando a las personas en autoridad a adoptar lo que los gobernadores derraman y esparcen en las esferas de gobierno hacia la sociedad. Los inducen a adoptar fortalezas mentales como si fueran conocimiento de vida, cultura y civilización, manteniendo ceguera y sordera espiritual, rebeldía contra Dios.

6)

Huestes de maldad ó milicias espirituales en los aires: Son los espíritus malos asignados como apoyo a las potestades. Estos son los que operan por los caminos pactados –líneas ley-, son guardianes y mensajeros, ejecutores de maldad y perjuicio y van induciendo a las personas a edificar altares idolátricos y satánicos. Afectan en forma más directa la mente y el alma de las personas cuando están en la calle o trato social. La vagancia y la ociosidad son tierra fértil para que éstas huestes afirmen sus derechos en los caminos, resultado de hacer obrar iniquidad al hombre que anda en la calle. Utiliza todo tipo de publicidad para esparcir su “cultura” y corromper al género humano cuando sale a la calle; utiliza la radio y la televisión, así como las redes sociales en la actualidad. A través de todos estos canales influencian la mente y condicionan la vida de los individuos, llevándolos a cautiverios espirituales. Las huestes rara vez vienen contra individuos o familias en particular; para

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Las tentaciones de Jesús ello se sirven de los demonios, pues ellas están asignadas a los caminos, los aires, todo canal de comunicación masiva. Son como la policía y el ejército. Cuando vienen contra un individuo o familia es porque Satanás mismo lo ha ordenado, pues se han levantado conforme al corazón de Dios contra su estructura y buscan destrozarlos, destruirlos, pero antes que operen directamente, empiezan a dar instrucciones a los demonios asignados y manipulan a los tronos visibles para que los ataquen a través de diferentes ritos de hechicería. Todos los que predicamos el evangelio de Jesucristo y la liberación estamos en su mira. ¿Es usted un cristiano conforme al corazón de Dios? Está en la mira de este reino. 7)

Demonios: Son espíritus inmundos asignados directamente a las familias y a los individuos integrantes de las mismas. Muchos están allí desde generaciones pasadas y continuarán de generación en generación hasta que el evangelio resplandezca en esas familias y sean expulsados. Aquí hallamos a los espíritus familiares. Otros se agregan por los pecados actuales cometidos, y son resguardados por el hombre fuerte asignado en la familia permitiendo así el establecimiento de guaridas de demonios familiares, los cuales establecen columnas de iniquidad que provocan pecados constantes y recurrentes así como enfermedades hereditarias y crónicas. Todo esto permite que los demonios fragmenten el alma de los individuos en las familias, llevando cautivo cada fragmento a diferentes habitaciones de violencia. Influencian con pensamientos, sueños, deseos desordenados, pasiones viles, etc. (Ro.1:18-32).

8)

Tronos visibles: Están integrados por todos los individuos, hombres y mujeres que practican la brujería, hechicería, chamanismo, rosacruces, satanismo, masonería, espiritismo, cartomancia, quiromancia, adivinación, horóscopos, tarot, santeros, aún masones. Son los servidores de Satanás, sus correligionarios. Siguen todas las corrientes de la nueva era. Estos obran maldad contra la gente por medio de prácticas ocultistas y aún con el engaño de hacer “curaciones” y mejorar la suerte, atraer la fortuna y el amor, atan a los individuos a maldición y los demonios que les asignan a través de sus trabajos; sus almas empiezan a ser fragmentadas y llevadas en cautiverio. Son los conductos humanos que Satanás utiliza para mantener activa su opresión y esparcir su iniquidad y manifestar su maldad en la tierra y las sociedades.

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Las tentaciones de Jesús Los trabajos que estos individuos llevan a cabo también provocan el establecimiento de guaridas de demonios en los individuos y en los lugares en donde hacen sus ritos y colocan sus amuletos. Establecen guaridas de demonios en montes, caminos, ríos, bosques, barrancas, etc., en donde hacen ritos y dejan sus “trabajos”. Todo lo que estos individuos hacen establece portales de acceso a las entidades espirituales malignas en nuestro mundo. Sus amuletos y fetiches son divisas, señalamientos que operan como puertas de acceso del infierno a nuestro mundo. Establecen derecho legal en el territorio en donde se encuentran los amuletos y todo lo que estos individuos utilizan. Dentro del área de la guerra espiritual, los principados, gobernadores de las tinieblas y potestades están dentro de una esfera que se denomina territorial. Comúnmente son llamados espíritus territoriales. Las huestes de maldad están en una clasificación de transición entre los rangos territoriales y los personales o individuales. Son como los intermediarios entre un nivel y otro. Los demonios y guaridas de demonios están en la clasificación de espíritus familiares, incluyendo a los hombres fuertes de este rango. Los tronos visibles son todos los individuos servidores de Satanás. Aquí también están los perros y abominables que cita Ap.22:15. Un perro, de acuerdo con esta cita, se refiere a individuos que ejercen el ministerio o predican la palabra sirviéndose de ella, utilizándola para sus fines egoístas sin importarles en nada la edificación espiritual de la gente que los sigue y se permiten vivir en inmundicia y pecado continuo, llevando a quienes lo siguen al infierno. Muchos perros son abominables por su forma de vida y afectan a otros. Los abominables son los individuos que practican toda obra perversa y degenerada. (Prv.26:11; 2Pe.2:22; Lv.18; Sal.22:16; Sal.59:6, 14; Is.56:10-12; Fil.3:2). Contra los tronos visibles es hacia donde se despliega una guerra espiritual férrea, cerrada y enconada, pues como son individuos, humanos, operan en ego y soberbia y deseos de venganza y competencia. Cuando ministramos liberación, contra ellos no podemos obrar reprendiéndolos y enviándolos a prisiones de obscuridad, sino que debemos predicarles la verdad del evangelio de Jesucristo, atar a los espíritus que los guían y poner sus vidas en las manos de Dios para que sea Él quien decida su destino y la forma de quebrantamiento de su forma de vivir y actuar. Expuesta la estructura, orden y operación del gobierno del reino de las tinieblas, es necesario entender como nos atacan. Los rangos

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Las tentaciones de Jesús territoriales van tejiendo una estructura de maldad, opresión y depravación en los aires y la tierra sobre los territorios asignados. También contaminan la tierra del territorio asignado. Para que su control permanezca, los demonios asignados a individuos y familias atacan con desánimo, depresión, confusión, tristeza, pérdida de visión, desorientación, iras, alejamiento o aislamiento, desesperación, derrota, ansiedades, esquizofrenia, fobias, enfermedades y cosas semejantes. En algunos casos, el ataque es rápido y fulminante, concluyendo en ataque cardiaco, suicidio, muerte, pero la mayoría de las veces opera lentamente, minando poco a poco la voluntad, ánimo y ganas de vivir del individuo, anulando la voluntad y entendimiento, induciendo a la derrota, desánimo y muerte. El desánimo tiene como objetivo minar nuestras fuerzas, fe y persistencia en nuestra vida diaria. Los dardos que lanzan los demonios se manifiestan con sensaciones continuas de incapacidad, impotencia, falta de habilidad. Buscan llevarnos a la derrota. La derrota inicia con la adopción del estado emocional y la actitud física de incapacidad. Hay sensación de ser inútiles y no tener fuerza. No hay ánimo ni visión. Hay sensación de incapacidad y entramos en inactividad. Confusión: Estado mental en el cual ya no tenemos certeza o seguridad de saber qué decisión ó acción tomar frente a las circunstancias de la vida. Depresión: Estado de la mente y el corazón, por consecuencia, el alma, en el cual se manifiesta una incapacidad grande frente a las circunstancias con una ausencia de gozo y un temor oculto. Hay un gran sentimiento de inutilidad. Tristeza: Pérdida súbita del ánimo y gozo provocada por la manifestación inmediata de un suceso. Varias veces va acompañado de dolor físico y emocional. Ejemplo: La muerte de un ser querido, el rompimiento de una relación como amistad, noviazgo, matrimonio. Pérdida de visión: Esta se manifiesta como resultado de los ataques anteriores provocando un estado de desorientación e impotencia continua, sembrando inseguridad sobre la toma de decisiones y metas a cumplir.

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Las tentaciones de Jesús Desorientación: Manifestación, en grados, de la pérdida de cordura. El entendimiento no opera con lógica y sensatez, sino por medio de impulsos, siempre ilógicos. Iras: Reacción inmediata, impulsiva y agresiva del ánimo y las emociones; algunas veces destructiva y violenta. Normalmente se manifiesta cuando nos sentimos contrariados. Enfermedades: Manifestación física de la existencia de uno, varios o todos los ataques emocionales antes citados. Muchas veces se manifiesta en forma crónica. La manifestación y aparición de enfermedades graves, crónicas, hereditarias son indicativos de que hay maldiciones generacionales operando en la vida del individuo. También surgen como resultado de los ataques emocionales citados, pero sustentados en iniquidad generacional. Es de suma importancia analizar el estado del corazón y la naturaleza de nuestros pensamientos. Esto se determina por la forma en que hablamos y por las palabras que utilizamos; por nuestros comportamientos. Haciendo este auto análisis, podrán, con la dirección del Espíritu Santo, discernir la raíz para iniciar la ruta de ministración. Lo que hablamos manifiesta lo que pensamos y sentimos. Asociado a cómo hablamos, exponemos el estado de nuestro corazón. Examinando lo que sale de la boca cuando se habla, lo que se piensa y como se vive, también se podrán identificar las heridas del alma y entonces empezar a discernir las regiones de cautiverio en donde se encuentra encarcelada el alma. La Palabra de Dios dice: “17¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es echado en la letrina? 18Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. 19Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.” (Mt.15:17). Es de vital importancia empezar a santificarnos para Dios. No se podrá tener triunfo en la vida espiritual y natural si no se manifiesta el diseño de Dios. La honestidad, integridad y verdad frente a la conciencia y frente a Dios es lo que va a permitir vencer al maligno y su dominio sobre la vida personal y familiar. Todo lo que se ha escrito desde el prefacio hasta el capítulo once ha tenido como objetivo poner fundamento de la forma en que el reino de las tinieblas lleva a los individuos a cautiverio, quedando prisioneros en el reino caído para ser ministrados desde allí. También

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Las tentaciones de Jesús ha sido expuesto qué hacer y cómo proceder para empezar a quebrantar ese sojuzgamiento del alma y entrar a libertad en Cristo Jesús, trayendo vida nueva al espíritu humano y restaurando el alma en lugares celestiales. El capítulo once, este que estoy por concluir, tiene como objetivo que se comprenda como está conformado el gobierno del reino caído y la forma en que se ha establecido para dominar a la humanidad y al mundo. Las actividades de auto liberación sugeridas en este libro tienen como finalidad expulsar a todo demonio de la vida personal y familiar de los hogares y lugares de trabajo, desarticulando las fortalezas espirituales, mentales, las guaridas de demonios, los hombres fuertes y sacando de cautiverio los fragmentos del alma. El nivel de guerra espiritual en este libro está enfocado al nivel personal. Lo territorial se tratará en otro trabajo posterior. Los triunfos logrados en esta guerra espiritual personal cortarán toda influencia directa de las huestes de maldad a través de los demonios, porque éstos y los hombres fuertes que estaban asignados a la opresión personal y familiar, a la destrucción y a maldecir, habrán sido destronados y arrojados de las vidas y territorio inmediato. Toda guarida de demonios habrá sido quemada por el fuego del Espíritu Santo; por esto, las fortalezas malignas que habían sido edificadas habrán sido destruidas, arruinadas y arrancadas. Si hasta este párrafo su lectura ha sido indolente, de rapidez, descuidada y realmente quiere participar de la bendición de Dios a través de la liberación, vuelva a iniciar la lectura desde el principio y lleve a cabo cada ejercicio de auto liberación, pero sea celoso y exigente con sus logros; no olvide que cuando un espíritu inmundo ha sido echado fuera, anda vagando y si encuentra puerta abierta regresará con siete peores –Mt.12:43-45-. No sea parte de la mala generación. Cuide su liberación, sus triunfos en Cristo Jesús. No tenga desocupada la casa, no esté ocioso, cambie los hábitos malos por buenos. Llénese de la Palabra de Dios diariamente. Abandone las malas conversaciones y costumbres como corresponde a dignos hijos de Dios. Si usted se encuentra en un grado de cautiverio espiritual en el cual todo su ser y voluntad está sujeta al dominio de los demonios, busque en su región un ministerio de liberación aprobado por Dios. Si no lo hay, póngase en contacto con nuestro ministerio enviándonos un correo electrónico a: proyinmeecc@gmail.com Medite en la Palabra de Dios. Es viva y eficaz. Le sugiero escudriñar los siguientes pasajes bíblicos como inicio: Mt.9:13; Mt.12:27; Mt.5:1-16; Mt.22:37-40; Jn.1:1-18; Hch.1:1-11; Hch.2:1-47; Ro.1:1-32; Ro.8:1-39.

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12.Palabras finales. Evidentemente este es un libro enfocado en la guerra espiritual activa a nivel personal. Su esfera de influencia inicia en un individuo y busca abarcar hasta su familia directa e inmediata. Tiene como objetivo servir como guía y herramienta para traer luz y libertad a los hogares en Cristo Jesús para convertirse en una antorcha encendida en medio de tantas tinieblas. En nuestro tiempo, la maldad se está manifestando con violencia y rapidez, cauterizando la mente y endureciendo el corazón de los individuos, llevándolos a llamar malo a lo bueno y bueno a lo malo –Is.5:18-24-. Las comunidades en el mundo entero están sujetas a yugos de iniquidad. Los pecados que se practican desde la infancia activan y fortalecen la iniquidad generacional y es la materia prima que Satanás utiliza para tomar en cautividad las almas llevándolas a morar espiritualmente en territorios pactados y maldecidos con la naturaleza de la iniquidad activada. Crea así un yugo comunitario y establece las habitaciones de violencia en los lugares tenebrosos de la tierra en donde entran en operación los asolamientos eternos sobre los hombres y sus territorios. La iniquidad contamina todo y permite que sigan operando lazos de cautiverio. Se establece como un sojuzgamiento territorial. La iglesia de Jesucristo en su mayoría no tiene poder porque los individuos y familias que la integran aún continúan en cautiverios, y en lugar de vivir conforme a la naturaleza del Espíritu Santo, viven en carnalidad, manifestando ritos y dogmas que solo excitan a la carne pecaminosa, pero no edifican al espíritu humano. La liberación no se da plena ni opera correctamente en las personas, debido a que la gran mayoría no creen en esta ó no están en convencimiento total a Dios y su palabra para romper sus ataduras y terminar sus cautiverios, ya que las ligaduras atenuadoras y preservadoras que mantienen al alma y la conciencia del individuo atadas al deleite animal y diabólico del cuerpo del pecado les resultan deleitosas. Quieren, anhelan y piden a gritos ser librados de las aflicciones y cautiverios que los oprimen porque resultan molestas a sus vidas, pero no se arrepienten en algunas de sus áreas corruptas porque les agrada el pecado que practican. No perdonan genuinamente ni quieren transformar su mente, forma de hablar y pensar y tampoco quieren sacar de su hogar y oficina ó negocios objetos maldecidos. Solo buscan el “mejoral” que atenúe su aflicción. Están aferrados a las semillas y raíces que dan su fruto malo en el cual se deleitan, porque hay amor hacia ellas, desamor hacia Dios –Jn.3:17-21-. Retienen en su corazón la idolatría. Caminan en soberbia y ego y aún así, esperan recibir la bendición de Dios. Jesús dijo que en estos tiempos finales el amor de muchos se enfriaría –Mt.24:12- y no habla de los

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Las tentaciones de Jesús incrédulos, sino de los creyentes. Un gran sector de la iglesia de Jesucristo ya se halla viviendo en amor frío ó desamor. El redargüir del Espíritu Santo viene ahora para nosotros, los ministros de Jesucristo incluidos, porque como ministros hemos sido llamados para anunciar las buenas nuevas de la Palabra de Dios, para libertar al cautivo y edificar al cuerpo de Cristo en humildad, amor y mansedumbre –Ef.4:10-13; 22-25; 5:1-17-. Caminemos con temor y temblor santo al cuidado de nuestra salvación. No permitamos convertirnos en perros o abominables, estemos en guardia continua manteniendo una intimidad genuina con el Espíritu Santo. Que las obras infructuosas de las tinieblas que en un tiempo practicamos no sean más ya en nuestra vida presente. Desempeñemos con honra y dignidad a nuestro Padre Celestial, Jehová, el supremo llamamiento que nos ha hecho. Como ministros de Dios de lo único que tenemos que gloriarnos es de ser siervos inútiles a su servicio. Dejemos fuera toda arrogancia y jactancia. Si Él nos ha llamado, Él mismo nos equipa para su obra. Si usted como ministro aún batalla con ataduras y cautiverios, busque la liberación completa y pídale a Dios lo haga volver a su primer amor y que sature su espíritu con su Espíritu. Debemos ser veraces y trasparentes ante Dios para que en su misericordia podamos ser ungidos como vasos de honra, dignos siervos inútiles a su servicio haciendo la tarea encomendada con humildad, amor, paciencia y mansedumbre. No olvidemos que por su amor fuimos trasladados de las tinieblas a su luz admirable, no por merecerlo, sino por su misericordia y gracia. No tenemos nada de que vanagloriarnos. El avivamiento que tanto se espera y se proclama y se clama tomará forma y manifestación cuando los individuos hayan sido liberados y restaurados, extendiendo esto hasta su familia. Familias sanas manifestarán congregaciones sanas y poderosas en Cristo Jesús, e indudablemente, el avivamiento se manifestará, será inevitable. Ministro, hermano en Cristo, ¿está usted preparado para esta empresa de nuestro Dios? La expansión y establecimiento del reino de Dios es con amor, misericordia y poder. ¿Su corazón aún tiene áreas enfermas, su alma está fragmentada? Para usted también fue escrito este libro. A Dios el Padre sea toda la gloria, la honra y el honor, en el nombre de Jesucristo, su unigénito, por mediación de su Espíritu Santo, amén. P. Moisés Mena P. “Jehová Tsur” Ministerio Apostólico y Profético. E-mail: proyinmeecc@gmail.com

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ApĂŠndice 1: Esquema.

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Apéndice 2: Imágenes de idolatría religiosa. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10.

Toda imagen o escultura de santos. Todo busto o fotografía de personaje religioso “virtuoso”. Cruces. Rosarios. Escapularios. Ojos de buey. Palmas benditas. Medallas de “santos”. Todo tipo de altar religioso con esculturas ó imágenes. Imágenes o maquetas de iglesias ó catedrales.

Apéndice 3: Imágenes y símbolos ocultistas para destruir. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12.

Poster de rockeros. Discos de Rock. Imágenes de hadas. Esculturas de hadas. Esculturas e imágenes de la muerte. Esculturas o imágenes de Jesús Malverde. Imágenes o esculturas del indio Jerónimo. Imágenes o esculturas de ranas verdes. Imágenes o esculturas de ranas chinas. Amuletos chinos ó indúes. Amuletos de herraduras con costales de la suerte. Amuletos con cuchillos o cruces.

Todo tipo de imagen o amuleto utilizado por brujos o hechiceros. 13. Esculturas o imágenes de duendes. 14. Esculturas de elefantes para la suerte. 15. Sábilas para la suerte (si son de adorno no, solo la utilizadas en ritos). 16. Mezclas de semilla para la fortuna. 17. Animales muertos disecados. 18. Ruda para hacer limpias. 19. Pirúl para hacer limpias.

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Apéndice 4: Áreas para ministración adicionales. 1.

La mente:         

2.

Sexuales:        

3.

Fantasías recurrentes. Mentira (cadenas de…). Calumnia (cadenas de…). Chisme (cadenas de…). Obsesión por acumular cosas. Obsesión por el dinero. Celos enfermizos. Malas palabras (Groserías, injurias, maldiciones). Voces (varias).

Fantasías sexuales. Cadenas de pornografía tanto de video como fotos y escrita. Relaciones contra naturaleza (Homosexual, lésbico, bisexual, anal, zoofilia, necrofilia, sado-masoquismo). Cadenas de masturbación. Cadenas de abuso sexual. Cadenas de violación (como violador). Cadenas de incesto. Cadenas de bestialismo.

Integridad:     

Fraudes. Robos. Abusos de confianza. Engaño. Infidelidad.

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Ediciones CABOD, México. Contacto: proyinmeecc@gmail.com

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