Cuaderno de viaje Primi Cano por
Caminito del Rey y
Parque Nacional de Ardales 5-7 de enero de 2018
El viernes 5 de Enero de 2018 a las 7 de la mañana un grupo de 49 compañer@s, socios y amigos de la Asociación de Senderismo "Molisenda", emprendíamos viaje hacia Andalucía para llevar a cabo en el Parque Nacional de Ardales el recorrido de algunas de las rutas de su entorno y sobre todo, como objetivo principal realizar la del Caminito del Rey. Ruta que levantaba todas nuestras expectativas y que había sido preparada y gestionada por la entrañable compañera Toñi, quien en esta ocasión, por razones de salud, no ha podido acompañarnos pero que ha estado en todo momento del viaje en nuestro pensamiento.
Nos preocupaba y estábamos muy pendientes de las inclemencias meteorológicas ya que las previsiones para la mañana del sábado, día en el que estaba programada dicha ruta, anunciaban lluvia y viento con el riesgo de que no se abriese al público su recorrido. La ruta estaba contratada y pagada con monitores incluidos y de no poder realizarla en este día, tendríamos que intentarlo en otra ocasión que se nos asignara, ya que el dinero de las entradas no podríamos recuperarlo y la distancia dificultaba la posibilidad de volver a desplazarnos para hacerla.
El viaje de ida se presentaba tranquilo y después de la parada habitual, que solemos hacer en los viajes más largos para reponer fuerzas, nos presentamos sin ninguna incidencia, salvo algunas risas y bromas con el conductor "Abi", en el hotel-boutique La Posada del Conde situado en un bonito enclave natural, en la coronación de la Presa del Conde denominada también del río Guadalhorce.
La Posada del Conde
Tras recoger las llaves de las habitaciones, bastante acogedoras salvo alguna excepción y deshacer las maletas pasamos a dar cuenta de la comida en su recóndito comedor. En este viaje, por la variedad de menús que el hotel nos había presentado para su elección, precisaba de un trabajo minucioso que evitara complicaciones en las comidas y cenas. Labor que M. Eugenia sabe perfectamente conjugar, planificando al mínimo detalle los difíciles organigramas que se nos presentan en los múltiples y variados viajes que realizamos, intentando siempre conseguir el mayor equilibrio entre calidadprecio para que todos podamos disfrutarlos en buena armonía.
La tarde se presentaba templada, bajo un sol de neblina que nos invitó a visitar en paseo placentero el vecino pueblo de Campillos. La calle principal nos acogía bajo una estructura de arcos enlazada por tensado ensamblaje de alambre, a la espera de recibir la lámina de un ligero toldo protector. Un pueblo sencillo como tantos otros, donde sus pasteleros elaboran unos buenísimos roscones de reyes.
Buena cena …
… y velada nocturna con la llegada de los tres Reyes Magos, caracterizados por quienes siempre están dispuestos a hacer la vida más agradable a sus semejantes, Paco, Mari Tere y Javi acompañados de sus correspondientes pajes que acobijaron y escucharon las distintas peticiones de algunos de los asistentes.
La fiesta pretendíamos reforzarla con la degustación de tres roscones adquiridos durante el paseo por Campillos y que antes de la cena habíamos pedido a una de las camareras que nos los guardase. Pero... ¡¡¡sorpresa!!! Cuando fuimos a echar mano, nuestro deseo fue imposible de cumplirse porque el personal de servicio se había marchado y a quien se los pedimos no sabía nada de nada del asunto.
Así que... aunque al final nos presentaron unos roscones que no eran los nuestros, optamos por aplazar el asunto hasta aclararlo al día siguiente y conformarnos con el deleite de los fieles karaoquistas Javi, José Esteban y algún que otro atrevido. En el hotel solamente estábamos nosotros y por esta razón la juerga la pudimos prolongar hasta bastante tarde, aunque sin más alcohol que la copa de vino de Rioja que habíamos tomado durante la cena.
Al final de la fiesta nos retiramos a dormir, albergando en el interior de nosotros la esperanza de que las predicciones del tiempo no se cumplieran y que al día siguiente sábado pudiéramos realizar la ruta del Caminito del Rey
Sábado, 6 de enero Pero nuestros deseos se difuminaron cuando por la mañana el tintineo de las gotas de lluvia era continuo, no paraba de llover y la dirección del hotel nos comunicaba que la ruta no se iba abrir al público. Los pronósticos de lluvia se habían cumplido y aunque el espíritu de superación y esfuerzo de los socios de Molisenda es alto, no cabía duda de que el golpe era difícil de encajar después de un viaje tan largo.
En el transcurso de la mañana y mientras en la puerta de la calle algunos de nosotros contemplábamos el caer la lluvia, la dirección del hotel intentaba negociar la posibilidad de poder realizar la ruta antes de emprender viaje de regreso. Entre tanto los miembros de la Junta, después de unas ligeras modificaciones y una vez conocido el feliz desenlace, acuerdan que después de llover o cuando amaine un poco, hacer la Ruta de la Necrópolis, por la tarde la subida al Pico del Convento y el domingo a las 9 h. la ruta del Caminito del Rey según acuerdo de la dirección del hotel con la Administración.
La lluvia empezaba a debilitarse y el grupo de Molisenda enfundados en su mayorĂa en chubasqueros de un monocolor pardo oscuro, se movilizaba contento para disfrutar y saborear un campo cargado de humedad que empezaba a recobrar su verdadero protagonismo.
El silencio y la paz envueltos por multitud de aromas lo invadían todo, mientras nuestros pulmones preñados del agradable olor a tomillo y romero daban vida, energía renovada a unos cuerpos que pretendían fundirse con la propia Naturaleza, en un bosque de pino carrasco, eucaliptus y un rico matorral de jara y retama.
A lo lejos surcando el celeste azul, un grupo de buitres leonados observaba atentamente nuestros movimientos en una jornada matutina esplĂŠndida que nos hizo disfrutar de la visita a la NecrĂłpolis de la Aguilillas, entre los valles Guadaltaba y del TurĂłn.
Pudimos contemplar sus 7 estructuras funerarias excavadas en roca arenisca del mioceno, cuyos enterramientos en segunda deposiciรณn fueron llevados a cabo en el II milenio antes de nuestra era y donde varios paneles informativos nos ayudaron a conocer parte de la historia de nuestros antepasados.
Las tardes en esta época del año son muy cortas y por esta razón después de la comida nos apresuramos para realizar la subida al Pico del Convento (Sierra de Almorchón), aunque en realidad al final lo que culminaríamos no sería éste, sino el Mirador de las Buitreras desde donde pudimos contemplar sus encantadoras vistas.
No todos decidimos aventurarnos en la brevedad de la tarde, algunos prefirieron descansar en el hotel y otros minimizaron el recorrido que iniciamos adentrándonos por el acceso del túnel más largo. A unos 200mts. de su salida se bifurcaba un camino a la derecha que nos llevaba al objetivo, aunque en sus últimos metros había que acceder por una estrecha y serpeante senda hasta poder arribar el mirador.
De regreso, algunos aprovecharon para acercarse a la puerta de entrada al Caminito del Rey dado que se trataba del mismo recorrido que tendríamos que coger al día siguiente, para estar puntualmente a las 9 h. Empezaba a oscurecer, aún nos quedaba un buen trecho y ciertos temores rondaban nuestras mentes, aunque lo cierto es que siempre los hacemos desaparecer, al depositarlos en la capacidad orientativa de Óscar que en todas las situaciones difíciles nos saca de los apuros. El recorrido era circular, al final debíamos de atravesar otro túnel más corto y al que decidimos renunciar y avanzar unos metros para subir por unas escaleras a la carretera de partida y la presa del rio Guadalhorce, en el justo punto donde se encuentra el Sillón del Rey simbolizando su visita en la inauguración.
Todos sentíamos la necesidad de reposar nuestras ajetreadas nalgas en el confortable sillón pétreo y que muy bien supo inmortalizar nuestra atenta fotógrafa Mari Carmen, en colaboración de Paul. Llegando al hotel la noche oscurecía todo, sólo las luces y farolas del alumbrado público iluminaban nuestros pasos tras la culminación de una jornada completa
En el hotel los compañeros que se quedaron y los que habían regresado antes, nos tenían troceados los roscones de reyes que en esta ocasión sí pudimos disfrutar de su exquisita degustación. A continuación... el placer de una buena ducha, la cena y el descansar para el día siguiente estar preparados. Algunos prefirieron prolongar la jornada con la discokaraoque.
Domingo, 7 de enero El domingo por la mañana los despertadores móviles empezaron a sonar sobre las 6,30 h. Las maletas había que hacerlas para meterlas en el autobús que nos debía de esperar al final de la ruta, para emprender la vuelta a casa. El desayuno estaba acordado a las 7,30 h. y sobre las 8 h. o las 8,15 h. había que ponernos en marcha para estar a la hora prevista en la puerta de entrada del Caminito del Rey, donde nos estarían esperando los guías y el personal responsable facilitándonos el casco y los audios necesarios para efectuar el recorrido.
La maĂąana se presentaba serena, tranquila, un poquito fresca pero todos muy contentos porque el objetivo principal de nuestro viaje se iba a ver realizado. Los guĂas nos distribuyeron en dos grupos y despuĂŠs de darnos a conocer las normas y advertencias de comportamiento, por tratarse de un espacio protegido, nos dispusimos a emprender la tan esperada y deseada ruta.
La mayor parte de su recorrido discurre por el margen derecho del río Guadalhorce acompañando la conducción del canal de agua que construyeron a principios del siglo XX, aprovechando el desnivel existente entre la entrada y la salida del desfiladero para producir electricidad. Por debajo del reciente y muy seguro camino adosado a las rocas con resistentes cables y profundos anclajes por el que nos desplazábamos, se podían apreciar pequeños balcones también adheridos a la propia roca pero deteriorados por el transcurso del tiempo. Su impresionante altitud, su estrechez, la construcción con escasez de medios en un tiempo pasado venían a poner al descubierto la inseguridad y el alto riesgo del personal encargado de las tareas de mantenimiento de esta sencilla pero complicada obra.
Antes un obligado paso de alto riesgo, hoy un paseo de riesgo seguro. Un camino que se inició para favorecer la construcción del ferrocarril que discurre por la parte izquierda del río, un paso obligatorio para los miles de obreros que trabajaron a lo largo de toda la obra. Un lugar de ensueño y película donde la sensación emocional en cada paso, en cada instante, te hacen más pequeño, reduciéndote a la mínima expresión en contraste y comparación con la altura majestuosa y la profundidad abismal de sus rocas.
A lo largo del trayecto existen momentos de reflexión profunda, de silencio, de comunicación directa entre el visitante y la rugosidad pétrea que rasgada y herida por la fuerza del agua soporta con serenidad y firmeza una lucha inevitablemente eterna y perdida. Una pugna que asume con valor y complacencia porque reconoce que su daño, le deja al descubierto su mayor belleza y elegancia.
El paso del tiempo se ausenta, dejas de existir evadiéndote de la realidad para dar paso a la confluencia del TODO y la NADA que te va acompañando a lo largo del recorrido. Altura y profundidad fundidas en una única condición visual que deja perplejo a quien tiene la oportunidad de poder contemplarlo.
En el final del recorrido, los avances tecnológicos nos dan la oportunidad por una pasarela enrejillada de poder acariciar ambos lados del mágico y fantástico desfiladero. En el transcurso de este magnífico puente colgante tienes la posibilidad (no sin antes haber vaciado de tus bolsillos algunas dosis de vértigo y adrenalina) de detener los deambulantes pasos en su justa mitad, girar tu cuerpo y volver la mirada para contemplar el paraíso natural que empiezas a dejar atrás.
A un breve paseo "Abi" nos esperaba con el autobús. Durante el trayecto de regreso no escuche ni el más mínimo comentario, tal vez por cansancio o porque necesitábamos tiempo para procesar la maravilla que acabábamos de ver.
Ningún camino es largo con buena compañía Proverbio turco
Muchas gracias por formar parte de este grupo
CREDITS
Special thanks to all the people who made and released this awesome trip. ◈ Text by Primi Cano ◈ Photographs by M. Carmen Morata, José Ignacio & Javi Morales