La cocina de MOMO
En Momo tenemos cocina propia. Una cocina que nace desde el amor. El amor hacia nuestros hijos, hacia la madre tierra, hacia las personas que la cultivan y hacia nosotros mismos. Ofrecemos alimentos de calidad, integrales, ecológicos y de proximidad. Nuestra dieta está basada en cereales integrales, legumbres, verduras, huevos, pescado, algas, frutas, semillas y frutos secos. Está libre de carne y lácteos. A media mañana ofrecemos fruta de temporada. No la ponemos nunca de postre para no interferir en la absorción de otros nutrientes. A la hora de la comida están presentes los 3 grupos alimentarios: hidratos de carbono en forma de cereales integrales (arroz, mijo, quínoa, cuscús, bulgur, polenta, trigo sarraceno), pasta, harinas, patata; proteína tanto animal (pescado y huevos), como proteína vegetal (legumbres, tofu, seitán) y verduras y frutas de temporada. Teniendo en cuenta la época del año y lo que nos da la tierra durante esos meses, proponemos cocciones, texturas y presentaciones distintas con el fin de dar a conocer gran variedad de productos y diferentes maneras de prepararlos y consumirlos. El momento de alimentarnos en Momo es muy importante. No se trata solo de llenar barrigas, sino de continuar aprendiendo y experimentando. Lo hacemos sentados en un ambiente relajado, acogedor y agradable al lado de las acompañantes de referencia, quienes también están a nuestro lado en este momento tan delicioso.
Nuestra mesa está puesta con platos y boles de cerámica, cubiertos de acero inoxidable, servilletas de tela, vasos de cristal y jarras de agua. La comida se sirve en fuentes y bandejas grandes, con pinzas y cucharones. Cada uno se sirve lo que le apetece comer y puede repetir las veces que desee, siempre teniendo en cuenta al resto. En este momento estamos aprendiendo a autorregularnos y conocer las sensaciones de nuestro cuerpo. Para la merienda preparamos deliciosas recetas sin azúcares refinados. Aprovechamos el dulzor natural de las frutas, las bebidas vegetales, los frutos secos y una gran dosis de creatividad. Sabemos la importancia de las meriendas y como la esperan nuestros niños. Periódicamente preparamos comidas temáticas, picnic para disfrutarlo en el jardín y peticiones especiales (sushi, palomitas…). Para aquellos que lo prefieran, existe la posibilidad de traer la comida de casa. Guardamos los tupper en la nevera hasta la hora de comer y en cocina los calentamos.