Revista del Real Monasterio de Guadalupe fundada en 1916. Nº 852 Año 2017
El último viaje del Viejo aragonés /9 Fiestas de la Patrona en Badajoz y Cáceres /2 Al rescate del convento de Lobón /19
«Gil Cordero buscó en las sierras de Guadalupe una baca que halló muerta, fue a desollarla y resucito. En esta ocasión la Madre de Dios le reveló que su prodigiosa Ymagen estaba enterrada debajo de la baca y que es su voluntad se venere en el mismo sitio, que con el tiempo sera célebre santuario. Confirmose la revelación con la resurrección de un niño, hijo del mismo baquero, que en el feretro, sin haberlo oído, refirió la revelación que havía tenido su padre. Y pedía lo llevasen a donde estava enterrada la Ymagen de la señora que lo avía resucitado».
Historia de Nuestra Señora Santa María de Guadalupe Imagen y texto: Pedro José de Uceda (1698-1740), subida al camarín Fotografía: Gabriel Sánchez Olmeda
Nigra Sum*
enero - febrero
Núm. 852. 2017 --
Director:
Antonio Arévalo Sánchez, OFM Administrador:
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Cinco números y almanaque de pared Anual ordinaria ........................... 17 E Anual bienhechor........................ 25 E Anual Especial................................60 E Anual extranjero.......................... 25 E
Tallat, honor del Principado
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n las cimas del Tallat (788 m.), cuyo lomo divide las comarcas de Urgell (Lérida) y Cuenca de Barberá (al norte de Tarragona), allí donde se erguía un baluarte antiguo (h. 1081), vino a morar en el siglo XII un grupo de eremitas, émulos de Ramón de Vallbona, fundador del gran monasterio aledaño. Sacralizado el lugar, son los vecinos de Rocallaura quienes, entre 1352 y 1372, edifican la ermita de santa María del Puig del Tallat, que sería arruinada en la revuelta contra Juan II. La nueva, promovida por el señor de Solivella, Ramón Berenguer de Llorac —allí sepultado—, coincide con el hallazgo de la Virgen en 1475 merced a un pastor del señorío, nacido en Rocallaura. La leyenda, plagada de tópicos, luces y hontanar, fue escrita por el monje Pedro Sans en 1629. De la documentación y los restos arquitectónicos —aprovechados en Sitges, Reus y el castillo de santa Florentina (Canet de Mar)— se ve que el cenobio, edificado en sillar de piedra blanca y planta rectangular, tuvo un patio con galería porticada en el costado norte, al que se abría la iglesia, reedificada en 1804-1805. Su exorno en capiteles, portadas y vanos se ajusta al gótico tardío. El rey católico Fernando II de Aragón vio las obras en 1493 y entregó el santuario al abad de Poblet el año 1509. Éste, ya que uno de sus monjes atendía el culto desde el origen con licencia por recaudar limosna en Cataluña y Aragón, erigió en él un priorato, activo hasta la desamortización de 1822. Ésta y la de Mendizábal (1835) dieron a la incuria los edificios, mediante subasta y expolio. De rostro ennegrecido, la figura mínima de la Mare de Déu del Tallat viste túnica y amplio manto con rebozo, que cubre su cabeza coronada y la envuelve, cayendo un extremo sobre el hombro y brazo derecho, el que sostiene una piña. Sobre el otro brazo, porta al Niño, sentado y sosteniendo con ambas manos el Evangelio. Tallada en alabastro, a su tiempo policromado, en el día aciago se trasladó por devoción histórica a la parroquia de san Lorenzo en Rocallaura, aunque el Tallat es jurisdicción de Montblanquet, pedanía de Vallbona de les Monges (Lérida). Fruto del afán de mosén Francesc Benet i Marimon, el año 1970 nació la asociación Amics del Tallat, que recuperó la propiedad del santuario, devolviendo la imagen a la cima el año 1975, quinto centenario de la aparición. A esta Virgen, coronada en 1953, le han escrito himnos y gozos, que los pueblos comarcanos cantan en la romería: «…La Verge és nostra glòria, la joia de la història, l´honor del Principat.» * «Nigra sum» [Soy morena…] es una expresión tomada del Cantar de los Cantares (1,5) que la Liturgia, desde la Edad Media, aplica a las Vírgenes Negras.
Índice I. Nigra sum: Tallat, honor del Principado ..................................... 1 II. Aires morenos [Noticias de la Virgen]............................................. 2 III. Aula capitular [Opinión] - Bitácora del Director................................................................. 5 - Barrera del sol: Francisco de A. Oterino Villasante, OFM......... 6 - De lo mundano a lo humano: Emmanuel Ramiro Fernández. 7 - Pura y limpia: Sor Inês da Santíssima Trindade, OIC .............. 8 IV. Scriptorium guadalupense [Investigación y divulgación] - El último viaje del Viejo aragonés Antonio Arévalo Sánchez, OFM ...................................................... 9
- Al rescate del convento de Lobón Manuel García Cienfuegos ............................................................. 19 - Ordenanza contra los blasfemos (Guadalupe 1473) Manuel Herrera Vázquez ................................................................ 24 - Doce Caminos de peregrinación a Guadalupe (IX) Textos y mapa de APRODERVI ....................................................... 28 V. Plaza Mayor [Noticias del Monasterio y la Puebla] - El Ministerio acabó las cubiertas El Fraile cronista .............................................................................. 34 - Breviario........................................................................................ 37 - Crónicas de la puebla: Antonio Ramiro Chico......................... 38 Portada: Sacristía del Real Monasterio. [Archivo] Contraportada: Cumbres de Guadalupe. G. Sánchez Olmeda
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airesmorenos
Fiestas de la Patrona en Cáceres y Badajoz Con la indulgencia del lector, que ha visto el volumen de crónicas y noticias generado por las Fiestas Mayores, el Día de la Hispanidad y las peregrinaciones de Jóvenes con las últimas del Año Santo Guadalupense, damos cuenta del realce que en el año 2016 adquirieron las fiestas de la Virgen de Guadalupe, Patrona de Extremadura (1907), en las ciudades de Cáceres y Badajoz. Rescoldos de aquella venerable Hermandad de Nuestra Señora de Guadalupe, fundada en el santuario el año 1915, son estos brotes que de continúo nacen en las dos capitales de provincia, aunque ahora se llamen Asociación Nuestra Señora de Guadalupe del Vaquero y Damas Solidarias de Guadalupe, respectivamente. Ermita cacereña del Vaquero Jaleado por el párroco D. Juan Manuel Cuadrado Ceballos, detrás del hecho jurídico (reforma y aprobación de Estatutos efectuada el 3 de mayo de 2016 por D. Francisco Cerro Chaves, obis-
Cartel del Novenario 2016 en la ermita del Vaquero
po de Coria-Cáceres), hay un grupo de la parroquia de Santiago de los Caballeros interesado, por puro compromiso cristiano, en reverdecer o implantar la devoción a la Patrona de Extremadura entre los cacereños. Quien al objeto busque razones ha de saber que la Virgen, según tradición, se apareció a un vaquero nacido en esa ciudad; que en Cáceres hizo la Morenita su primer milagro: resu-
Miembros de la Asociación cacereña en su visita a la Patrona, recibidos por el P. Guardián, Damas y Caballeros
citar al hijo del vaquero, y que fue la clerecía cacereña quien, exhumando la sagrada imagen del seno de las Villuercas, edificó la primera ermita de Guadalupe. Sobre el solar de la casa de Gil Cordero se levantó la ermita el año 1660, en la calle Caleros de la colación santiaguista, aunque la idea venía desde 1612. El mediano edificio de la ermita del Vaquero, de mampuesto y cantería, es de única nave, dividida en tres tramos por arcos fajones sobre pilastras, que se cubren con bóveda de aristas y cúpula semiesférica. La capilla mayor, elevada sobre el pavimento de granito, lleva bóveda de lunetos. Tiene camarín, sacristía y casa de ermitaño. La puerta adintelada, toda ella de piedra, se corona con templete y nicho, que cobija una figura de la Virgen en barro cocido sin policromía. Años más tarde de su edificación, en 1667, D. Juan de Carvajal y Sande, caballero de Calatrava y presidente del Consejo de Hacienda, costeó la talla, dándole
airesmorenos culto el Concejo y el pueblo hasta bien entrado el siglo XX. La bonita imagen negra de Nuestra Señora —muy parecida a la Virgen de Guadalupe de la Burguilla que se venera en Villar del Pedroso— tiene retablo barroco, obra del escultor local Juan Bravo. A ella, después de unas décadas de abandono, los cacereños le dedican sus cultos mensuales y anuales merced a la nueva Junta Directiva que encabeza la mayordoma, Guadalupe Cerrillo. Con la fuerza de la juventud y su formación universitaria, estos directivos han restaurado, al cabo de quince años, la procesión de la sagrada imagen con estación en iglesia parroquial del 6 al 8 de septiembre, y han elaborado un informe técnico del estado de conservación del edificio y sus enseres de arte, cubiertas, filtraciones de agua, termitas… Tras los días de novenario en la ermita, el día 6 de septiembre la Virgen fue trasladada en procesión nocturna a la parroquia, mientras se rezaba el rosario y caían pétalos desde los balcones cubiertos. Y regresó a su ermita el día 8 a mediodía, entre repique de campanas, incienso y el redoblar de los tambores. El pasado 26 de noviembre, con voluntad de estrechar lazos entre la Asociación y el Real Monasterio, la mayordoma y parte de la Junta Directiva celebraron la eucaristía en esta basílica, y fueron recibidos por el padre guardián y algunos miembros de las Damas y Caballeros de Guadalupe. Estela Rubio Cerrillo, secretaria de la Asociación y sobrina de fray Juan Rubio Guillén, párroco que fue de Guadalupe, les presentó el programa de actos litúrgicos y el informe técnico. Parroquia pacense de la Concepción Aunque la ciudad de Badajoz tiene una parroquia con el título
/3 Diario HOY
Procesión de la Virgen de Guadalupe en Badajoz
de Guadalupe y rotulada una avenida (igual que Cáceres), la imagen venerada es la que se encuentra desde principios de siglo en la céntrica iglesia de la Purísima Concepción y san Andrés. Iglesia conventual de san Gabriel, desde 1782 hasta la desamortización de 1835, tiene una original planta elíptica inscrita en un rectángulo. La talla está al lado de la epístola, en un retablo hornacina de madera dorada del siglo XVIII y gusto barroco. Esta Virgen, al igual que la corona de Félix Granda, copia del original de 1928, es fruto de los desvelos de la antigua herman-
dad creada en torno a las peregrinaciones badajocenses guiadas por los canónigos Ramón Alarcón, Manuel Medina Gata y Diego Álvarez Amaro. A finales de los años 70 del siglo pasado, después que los Jesuitas dejaran la tarea pastoral, un grupo de feligresas propuso al nuevo párroco reorganizar el culto a la Virgen de Guadalupe, a fin de atraer personas al templo que no debía estar muy sobrado de ellas. Como lo más actual era la Asociación de Damas, el grupo calcó el modelo añadiéndole — por exigencia del cura, según re-
Ermita cacereña del Vaquero (s. XVII) al que se apareció la Virgen junto al río Guadalupe
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airesmorenos El Periódico Extremadura
Plegaria a la Madre de Guadalupe Ofrenda de Los Monteros del Arte en su peregrinación y montería de noviembre, 2016 Letra: Antonio Álvarez Fernández. Música: José Luis Mejías Ramírez
Nueva Junta Directiva en la ermita del Vaquero (Cáceres)
lata quien fue presidenta— el adjetivo Solidarias: Damas Solidarias de Guadalupe. Vienen en peregrinación cada año al santuario y a ellas se debe ahora el culto de Badajoz a la Patrona de Extremadura. El pasado año (aunque no era la primera vez, como se reitera en la Prensa), en medio del triduo ofrecido del 3 al 6 de septiembre que se abrió con una ofrenda floral, la sagrada imagen desfiló en
procesión por una parte del Casco Antiguo de la ciudad y la plaza Alta (ésta sea quizás la novedad). Era domingo, día 4, después de la misa de 11.30; contaron con la ayuda inestimable de la cofradía de la Santa Vera Cruz (institución medieval de origen franciscano, aunque quizás no lo sepan ellos por ser reciente en Badajoz), ayuda que desde aquí aireamos y aplaudimos. Blog: seguirlashuellas
Ay, Virgen de Guadalupe. Ay, Morenita divina. Ay, Madre de Extremadura, llena de paz y dulzura. Te traemos los cantares de este cachito de España, que te quiere y te venera y han venido hasta tu Casa. Estribillo: Hoy venimos a cantarte desde otra sierra bendita, sierra de jara y romero, sierra norte de Sevilla. Y venimos a postrarnos y venimos a rezarte y a cantarte una plegaria, estos Monteros del Arte. Monasterio de silencio, de trabajo y gloria plena, donde tú eres Reina y Madre con tu carita morena. Tú eres el faro extremeño de la América latina, como Rosa de los vientos fuiste su norte y su guía
Altar de la Virgen de Guadalupe en la iglesia de la Concepción
Bitácora del Director
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e empecinaron en que el bipartidismo era nefasto —mayormente porque ellos no metían los hocicos, claro—, y ahí están los resultados: la izquierda razonable desternillada, la derecha cual Madame Bovary, los asilvestrados cada vez más arriscados, unos batasunos tirando los tejos a Trump y los alcaldes moratones de tertulia en el Vaticano, mientras aquí desprecian a las bases papales y asaltan capillas universitarias a pechos descubierto. ¿Qué aporta Siutadans haciendo de vigilante jurado? Nada que no pudiera hacer la izquierda seria (sin alucinados sectarios). ¿De qué han sembrado las Casas consistoriales y el Congreso los círculos a la greña (¡con el monje de Huerta en retaguardia!)? De todo lo que cualquier contribuyente abomina en su vecindad: mucho humo y mala baba con alguna ordinariez. Pues con tales antecedentes (penales) se han juramentado reformar la santa Constitución del 78, o sea, apuñalarla, mancillarla y emparedarla en el cementerio de las Constituciones decimonónicas (desconocido aún por el plúmbeo Ruiz Zafón); porque hasta lo de hoy no hicieron otra cosa que vilipendiarla, incumplirla y quemarla en la plaza pública con luz y tele (que sustituye al taquígrafo). Y créanme que lo conseguirán, si la izquierda razonable no se aviene a razones y no a gaitas, como en el Ayuntamiento de Madrid. uienes saben más que yo —ante la avalancha que jalea, no una reforma, sino un periodo constituyente para abatir a la Transición y, de paso, ganar la guerra del 36 que perdieron sus abuelos y bisabuelos— avisan de que ningún país de tradición democrática anda enredando en sus leyes cada generación, y son mínimas las adaptaciones precisas. En España todo es posible, pues cualquier pleito u ocurrencia halla bandera y letrado; de modo que reformar la Constitución o liquidar lo que edificaron los predecesores, sea poco menos que obligado para estas generaciones tardoadolescentes. Pido al cielo que no lleguen esos aciagos trances, porque de sobrevenirnos con estas cabezas patrias, ¿qué sería del derecho a la vida (aún con la ley abortista Aído sin derogar), de los amenazados conciertos educativos, de los sentenciados Acuerdos con la Santa Sede y de la libertad religiosa? or otro lado, ni el federalismo ni el Estado plurinacional empotrados en la Constitución darían un panorama diferente al que padecemos. La España de las Autonomías ya es un federalismo, anómalo y sin coto (así nos vemos), cuyo poder transferido no disfruta ningún estado federado, mientras aquí engorda nacioncitas desleales y can Pujol. La reforma que acaso precisa nuestra Carta Magna (que ya amagó la LOAPA en 1982 y que ningún partido reclamará: Rajoy la ha tildado de insensata) atañe al Gobierno de la Nación, si recupera las competencias transferidas sobre Educación, Sanidad y Justicia. De paso, puesto que éste es un estado democrático y no una carlistada foral, urge corregir esa clamorosa tropelía, por mal nombre Cupo Vasco, el Concierto económico o privilegio que disfrutan País Vasco y Navarra, al amparo constitucional de la Disposición adicional 1ª. Y termino —si me deja la risa y los ojos dejan de hacer chiribitas—: la Ley electoral no puede ser coladero ni pedestal de nacionalistas, quienes con un puñadito de votos aldeanos obtienen una representación inflada en las Cortes Generales. Pero de esto no oigo hablar a nadie, si acaso los Siutadans en la intimidad. Ya ven lo que propongo: una insensatez, que dice el tranquilote Rajoy, al que no pueden afearle el vicio de abolir las malas leyes del anterior.
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La jiguera
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Mancillar la Constitución
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Antonio Arévalo Sánchez
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Barrera del sol
La camándula en el carriel Francisco de Asís Oterino Villasante, OFM
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ello, es una populosa e industrial ciudad en el dinámico y pujante departamento de Antioquia; segunda, en habitantes, después de Medellín. Los Paisas, como se conoce a sus habitantes en Colombia, son gente dinámica y laboriosa; pero, además, con profundo concepto de familia patriarcal y religiosidad acendrada, cuya base de sustentación estriba en la devoción mariana. Antioquia constituía, a la sazón, el principal granero de vocaciones religiosas y al sacerdocio. En la década de los sesenta, que rememoro, rara era la Institución religiosa que no tuviese allí su noviciado. Me recordaba aquella Navarra de “antaño…”. El Equipo Misionero para América, peinábamos la región, dentro del programa de preparación al Congreso Eucarístico Internacional de Bogotá y visita de Pablo VI.
Arriero paisa con el típico carriel o cartera de cuero al hombro
A mí, las cuerdas del reparto, dentro del personal del Equipo, me habían señalado la zona periférica e industrial de la ciudad de Bello. Cada jornada amanecía muy tempano con el amplio templo repleto de fieles. Me llamaba la atención, aún en aquellas calendas, dado ya el avance del movimiento guerrillero. Tenía el cura la sana costumbre de despedir en la puerta a los fieles e interesarse por sus cosas. A mí me llamaba la atención, cada mañana, la estampa del anciano que prolongaba, en profundo recogimiento, la cita de oración. Se lo hice observa al cura y, este me invitó un día a despedirle hasta el atrio del templo. Se palpaba mutua
complicidad y confianza, tanta, como para que en un momento dado, y la intención evidente de ayudarme a entrar en la verdadera realidad social del momento, alargó sus manos al “carriel” que cruzaba el pecho del anciano por encima de la “ruana”, ilustrándome acerca del misterio encerrado en el complemento masculino, y definitorio de la realidad regional que empezaban a atravesar. El interior encerraba todo un laberinto de “secretas”, para las más variadas misiones; por supuesto, tres esenciales y comunes a todos: testamento, camándula y revólver; ésta, celosamente camuflada. Una amplia sonrisa cómplice entre ambos, y afectuosa despedida hasta el acto misional siguiente. De vuelta a la sacristía, le hice el comentario que, rosario y revólver estaban en la misma secreta. La respuesta, inmediata: “…Y no están ahí de adorno”… La experiencia acumulada, después de dos años de patear esa entrañable nación, de la que aún sigo enamorado, era que el rezo individual y en familia de la camándula había calado en alma de la población, hasta convertirla en algo sustancial a su cristianismo. Era universal el sentimiento de culpabilidad, olvidar un día, esta devoción mariana. Sueño que, pronto, se consolide en país tan querido, una primavera definitiva de paz; entonces habrá que enmarcar su enseña en una camándula de perlas blancas, e izarla en lo alto del macizo GUADALUPE que arropa a su capital, Bogotá. [NB. La camándula es un decenario o rosario de diez cuentas, y el carriel es un tipo de bolso o cartera de cuero de uso masculino, en la región paisa colombiana desde los tiempos de la Colonia].
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De lo mundano a lo humano
Volver a empezar Emmanuel Ramiro Fernández Periodista
Y la vida siguió como siguen las cosas que no tienen mucho sentido. Joaquín Sabina
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u historia será algún día película. Un drama marcado por la esperanza y por los ejemplos de superación que se desatan tras el golpe de guión que cambió sus vidas. En ellas todo gira alrededor de un campo de fútbol, como en la celebrada película de José Luis Garci, donde “El Molinón”, el estadio del Sporting de Gijón, juega un papel destacado en el filme. El cineasta español nos enseña las consecuencias tras una dictadura. En Chapecó (Brasil) nos muestran estos días cómo se despierta de la mayor pesadilla aérea de la historia. Ni siquiera la consecución de un Oscar aliviaría un dolor que todavía supura. Tampoco lo ha hecho levantar la Copa Sudamericana, entregada recientemente a los supervivientes de la tragedia y a las esposas de los jugadores que murieron en aquel vuelo que les llevaba a la gloria. Gesto dadivoso y edificante promovido por el rival de aquella noche, el Atlético Nacional, que anima a reconciliarse con el balompié. El Chapecoense, un plebeyo en la corte del fútbol brasileño y sudamericano, emborronó abruptamente su cuento de hadas. Justo antes del partido de sus vidas, el avión en el que volaban se estrelló. 71 personas murieron en las colinas colombianas, cerca de Medellín, el pasado 25 de noviembre. Dos meses después se impone la reconstrucción, levantar la persiana y poblar las gradas de un estadio que durante este tiempo ha escuchado más sollozos y gritos de incomprensión que abrazos de gol. Quizá no haya imagen más evocadora de como la vida se intenta abrir paso a través de cualquier tragedia que esos tres hombres en el césped, esas tres historias golpeadas por el destino, esos tres futbolistas intentando honrar a sus compañeros, que los observan desde la tribuna del cielo. Jackson Follman, Helio Hermito Neto y Alan Ruschel son el cordón umbilical entre el ayer y el mañana en Chapecó. Desde la tribuna, en la zona habilitada para la prensa los ojos vidriosos y la voz rota de Rafael Henzel cuenta el resurgir del equipo, también el suyo propio. El periodista era un tripulante más del avión que nunca llegó a su destino. Él es otro de los supervivientes, hilo conductor de una historia que tiene en este trabajador de Radio Oeste Capital al narrador omnisciente de la historia. Nadie mejor que él para poner en negro sobre blanco el recuerdo de este equipo. Nadie como él para relatar la segunda oportunidad que le dio la vida. Algo similar deben sentir los dos últimos supervivientes, dos miembros de la tripulación que también sobrevivieron para contarlo. La azafata Ximena Suárez y el técnico de
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aviación Erwin Tumirik saben hoy lo que es volver a empezar. Lo sabe también una hinchada que volvió a llenar el estadio, que volvió a llorar, que volvió a emocionarse por los suyos y que volvió a cantar gol. Huérfanos de ídolos abrazaron a los nuevos integrantes de un equipo que es hoy otro en todos los sentidos. La plantilla es nueva, lo son sus dirigentes al igual que su cuerpo técnico, pero el espíritu es el mismo y la motivación extra: juegan por los caídos en un combate donde el balón era la única arma. Por eso las muestras de solidaridad y de apoyo no han parado en estas últimas semanas. Desde la ejemplar respuesta del pueblo colombiano instantes después de la tragedia, hasta las facilidades dadas al club para fichar y reconstruir a un equipo roto. Quizá el sentimiento de soledad, esa punzada en el estómago, o ese vacío en el otro lado de la cama sean ya imposibles de arrancar a los familiares, a las esposas y a los hijos de unos jugadores que no volverán a ponerse la camiseta del Chapecoense. Campeones póstumos de un título que no convalida una vida, ni palia ausencias, ni por supuesto llena los momentos robados de todo lo que les quedaba por vivir. Y a pesar de todo, la vida se encarga de recordarles que tienen en esa camiseta verde un motivo de orgullo, un color para la esperanza, una razón, en definitiva, para volver a empezar.
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Pura y Limpia
100 años de las apariciones de Fátima Sor Inês da Santíssima Trindade, OIC
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Monasterio de Campo Maior (Portugal)
e acerca el Centenario de las apariciones de Nuestra Señora en Fátima, Portugal, y con ello va creciendo el júbilo de sabernos tan amados, tan cuidados por la Madre de Dios. Podríamos exclamar como Isabel, cuando la visita la Virgen en Ain Karen: ¿Cómo es que la Madre del Señor viene hacía mí? Sí, creo que es el sentimiento que el pueblo portugués tiene en su corazón, sobre todo en este Año de Gracia en que se celebran 100 años de las primeras apariciones de la Madre de Dios en Fátima. El mensaje de la «Señora más brillante que el sol» vino a traer la brisa del Cielo en un tiempo conturbado, de incertidumbres, grandes sufrimientos y guerras. ¿No estaremos también ahora viviendo tiempos semejantes? ¿No serán actualísimas las palabras de la Virgen a los tres pastorcitos? ¿No necesitaremos ahora, como entonces experimentar la cercanía de la ternura y la compasión de Dios?; ¿de escuchar, como los videntes de los labios del Ángel: «Los corazones de Jesús y de María tienen sobre vosotros designios de misericordia.»? Es un acontecimiento que me desborda, pensar que el mismo Dios envía a la Santísima Virgen para estar con sus hijos, para hablarles, prometerles la paz, pedirles colaboración en la obra de la redención, a través de la oración y la penitencia, para consolarlos y “meterlos” en el mismo corazón de Dios. Confieso que de niña y adolescente no le tenía mucha devoción a la Virgen de Fátima, es más bien un amor que va creciendo a medida que voy compren-
diendo el maravilloso mensaje que la Señora nos dejó y que me gusta resumir en estas palabras que ella misma ha dicho: «Mi Inmaculado Corazón será tu refugio y el camino que te conducirá hacía Dios». María como la puerta, la escalera que me lleva a mi Señor Jesucristo; María, la Madre atenta y cariñosa que conduce a sus hijos al camino del Padre, que apunta inevitablemente a Cristo, como en las bodas de Caná: «Haced todo lo que Él os diga». A mí me ayuda pensar que la Toda Pura, la Inmaculada, en Fátima se hace peregrina en medio de su pueblo, se baja de su trono de Reina Celestial para indicarnos el camino en el mismo polvo de la carretera, en el día a día, en medio de nuestra existencia, en nuestros quehaceres más sencillos, como a los pastorcitos en medios de sus rebaños. Que sepamos estar atentos a su acción maternal que nos apunta al amor del Padre y agradecer todas las bendiciones que nos vienen a través de «la Blanca Señora», en especial a lo largo de este Centenario de las Apariciones de Fátima.
Santuario e imagen de Nuestra Señora de Fátima en procesión. Retrato de los pastorcillos portugueses.
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El último viaje del Viejo aragonés A los 500 años de la muerte de Fernando II el Católico Antonio Arévalo Sánchez Licenciado en Historia Moderna
«El señor de tantos reinos, el adornado de tantas palmas, el propagador de la religión católica y el vencedor de tantos enemigos, murió en una miserable casa rústica y, contra la opinión de las gentes, pobre». Pedro Mártir de Anglería, Opus epistolorum, epist. 566. «Era de mediana estatura; el color, bueno y claro; los ojos, brillantes y animados; la nariz y la boca, pequeñas y bien formadas; los dientes, blancos; la frente, ancha y serena, y el cabello, castaño claro y largo. Sus maneras fueron corteses y su rostro rara vez se veía empañado por la tristeza o la melancolía; era grave en el habla y en los movimientos y tenía una presencia muy digna. Todo su aspecto, en fin, era el de un gran rey». Lucio Marineo Sículo, Cosas memorables, fol. 182.
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ras años de escaramuzas y golpes certeros por atar el reino de Nápoles a la Corona de Aragón, el año 1504 nuestro mítico Gonzalo Fernández de Córdoba (1453-1515), por sobrenombre El Gran Capitán, lograba el empeño de Fernando II de Aragón (1452-1516), con tropas y caudales de Castilla. Sin entrar, porque no es el caso, en las esquinadas relaciones de ambos estrategas ni en el mezquino obrar del rey aragonés con el más laureado de los soldados de Castilla —origen de las legendarias Cuentas del Gran Capitán—, lo cierto es que arrebatar Nápoles a Francia fue de un enorme significado para el viejo rey Católico en su litigio con Luis XII (14621515): «Jugó al más diestro con sus contrarios, ganó, y sus triunfos le atrajeron, como suele suceder, las quejas de los que perdieron. En particular le sucedió esto con los franceses, cuyo rey se había arriesgado más con él»1. Esto ocurría en enero de 1504, cuando Fernando estaba a poco de cumplir los 52 años, en trance de enviudar antes del cabo de año perdiendo el poder en Castilla y probadamente curtido en los frentes de la Corona de Aragón, Navarra y la Castilla de su
Fernando II de Aragón (1859), lienzo de Joaquín Domínguez Bécquer (1817-1879), en el Salón Colón del Ayuntamiento de Sevilla
1. William H. Prescott, Historia del Reinado…, tomo IV, parte II, cap. XXIV, pp. 282-286. 310.
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mujer, de donde era originaria su estirpe, Trastámara, y cuya lengua era la única que hablaba, pese a las deslealtades y encono con que siempre fue distinguido por la nobleza castellana, de natural levantisco, la que le llamaba por detrás el Viejo aragonés. El príncipe maquiavélico Nacido, por expreso deseo de su madre, doña Juana Enríquez y Fernández de Córdoba (1425-1468), en un caserón de Sos (Zaragoza) el 10 de marzo del año 1452, tanto su vida como la de su primera mujer, Isabel de Castilla (1451-1504), estuvo entreverada de señales misteriosas o providentes casualidades. En resumen, a la muerte prematura de su medio hermano Carlos (1421-1461), príncipe de Viana y de Gerona—hijo de la reina Blanca de Navarra, primera esposa de Juan II—, Fernando se convierte en heredero de la corona de Aragón. Su longevo padre, casado en segundas nupcias, le dio el título de duque de Monblanc, conde de Ribagorza y señor de Balaguer contando sólo 6 años (1458), haciéndolo rey de Sicilia a los 16 años (1468-1516).
Poco después, contrajo nupcias sin dispensa pontificia ni licencia regia con la princesa Isabel I de Castilla, su prima segunda, casual aspirante al trono por la concordia que firmó con su hermanastro el rey Enrique IV (1425-1474), previo deceso de su hermano Alfonso el Inocente y la guerra civil que libró (ya casada y reinante) con el bando de Juana apodada La Beltraneja, hija de la esposa del cuarto de los Enrique. Así marcado en los principios, el infante Fernando, con adorno de dotes para gobernar nada comunes —inspiró a Maquiavelo la creación de El Príncipe — y una ambición sin desmayo, llegó a ser rey de Castilla con Isabel (1475-1504); regente (1507-1516) en lugar de su inhabilitada hija Juana, providencialmente viuda de Felipe el Hermoso (1478-1506), rival del Viejo aragonés; fue soberano de la corona aragonesa (14791516)—con los reinos de Aragón, Valencia, Mallorca y Cerdeña—, y por el tratado de Barcelona (1493) recuperó el Rosellón y la Cerdaña, en manos de Francia desde 1463. Promotor de la Liga Santa en 1495 —uno de sus logros internacionales—, consolidó la expansión aragonesa en el mediterráneo a costa de Francia, a quien expulsó de Nápoles, que había formado parte del antiguo reino de Sicilia. Neutralizada Francia, por las armas o mediante alianzas matrimoniales de las infantas, el rey Fernando intervino en la guerra civil de Navarra, como hijo de Juan II de Aragón y I de Navarra, quien había subido al trono de su suegro, Carlos III el Noble, en 1425. Con el apoyo del bando beamontés —linaje de nobles bastardos creado por el suegro de Juan I el Usurpador, su padre—, aliados de Castilla y de los añocinos vascongados, Fernando se anexionó Navarra en 1512 con tropas al mando de Fadrique Álvarez de Toledo y Enríquez, II duque de Alba (1460-1531). Cierra su expediente regio la propagación en Castilla de los corregimientos, la instauración del Santo Tribunal, de los consulados y gremios, ordenamientos peculiares de Aragón. Por la Sentencia Arbitral de Guadalupe —firmada www.escapadarural.com
Palacio y tierras del duque de Alba en Abadía (Cáceres)
scriptoriumguadalupense / 11 en nuestro monasterio el 21 de abril de 1486— mandó abolir en sus Estados los malos usos señoriales mediante la consolidación de contratos enfitéuticos, que puso fin a las revueltas de los payeses de remensa en Cataluña. Expulsados los reyezuelos nazaríes de Granada el 2 de enero de 1492 — según notificó la reina Isabel al prior de Guadalupe en carta que guarda nuestro Archivo—, el rey Fernando, como mucho antes aconteció en otros reinos cristianos verificada la imposible convivencia pacífica, decretó la expulsión de los judíos (3 de marzo de 1492) y posteriormente la de los moriscos (14 de febrero de 1502), aunque esta Pragmática quebrantaba las Capitulaciones de entrega del reino de Granada.
lla y Aragón tras la muerte de su hermano al que sobrevivió sólo un año, y la triste infanta Juana (1479-1555), reina de Castilla (1504-1555), recluida por su padre en un convento de Tordesillas a la muerte del dominante e influyente esposo, Felipe de Habsburgo (1478-1506), hijo del emperador Maximiliano I de Austria, embeleso de la desgraciada hija de los Católicos. Enterrada doña Isabel en Granada y reinando en Castilla su hija Juana — aunque al socaire del marido—, el Trastámara aragonés, cumplidos ya los 53 años, casó con la joven sobrina de Luis XII de Francia, Germana de Foix (1488-1538). Hasta la extenuación forzaba su propio natural por tener descendencia y sustraer la Corona de Aragón al avispado Habsburgo. Murió Felipe el 25 de septiembre de 1506 y el hijo de Germana a las pocas horas de nacer el 3 de mayo de 1509. De modo que sería su nieto, Carlos I el Emperador (1500-1558), un extranjero, quien plasmaría el sueLa difícil sucesión ño unificador de los reinos La unión de dinastías y hispánicos2. Y pudo ejecureinos que con tanto ahíntarlo, gracias a la prudenco fraguó el aragonés Juan cia, nobleza y altura de miII el Grande, padre de nuesras del rey Católico, tantro rey Fernando, muñida to como a la sabiduría de Fernando el Católico, anónimo inglés (1500-1510) del retrato de por los propios Reyes Casu leal Consejo3, al instante M. Sittow, Palacio de St Jame´s (Londres) de otorgar en Madrigalejo tólicos y bendecida por las providencias que llevamos apunta- (Cáceres) su testamento último4�; desmantelando entre lágrimas cuanto el das en ambos lados, se vio truncada afecto dictó en los anteriores a favor de su amantísimo nieto, el infante Feren la descendencia. Desde el malo- nando5, hermano del príncipe Carlos, representado en tan crucial hora por grado infante Juan, príncipe de Astu- Adriano de Utrech (1459-1523), deán de Lovaina6. rias (1478-1497), a la primogénita Isabel de Aragón (1470-1498), des- Muerte del rey en la casa de Madrigalejo Avejentado por las empresas en las que se vio envuelto de continuo, auntinada a matrimoniar con los reyes que resultara ileso de un atentado cuando salía de los palacios de Barcelode Portugal, pero heredera de Casti2. El rey había preferido a Fernando «su nieto, que él quería mucho y tenía voluntad», «porque nunca creyó que el príncipe don Carlos, nuestro señor, viniese a estos reinos, a los regir y gobernar, estando ausente de ellos como a esta sazón estaba. Porque siendo aquellos por quien se regía no naturales de ellos, tenía por cierto que no le aconsejarían que los viniese a regir; ni él, siendo creado en aquellas partes a otras costumbres y maneras, lo querría hacer, en especial no teniendo noticia de ellos»: Galíndez, Memorial…, Año de 516. 3. Véase la admirable plática del rey y sus consejeros, plasmada por uno de los protagonistas: el placentino Lorenzo Galíndez de Carvajal: Memorial…, Año de 516, cap. II. 4. De los muchos testamentos que dicen otorgó, los más señalados son el de Burgos (02/05/1512), el de Aranda de Duero (26/04/1515) y este de Madrigalejo (22/01/1516), de nueva planta. (Cf. Galíndez, Memorial…, año de 516, cap. II.; Zurita, Historia…, tomo VI, lib. X, [XCIX], ff. 402vto.-403vto.). 5. «Oídas todas las razones y otras que le fueron dichas, el Rey, así llorando, dijo que le parecía bien y que ordenasen las cláusulas del testamento. Y pareció que lo que él tenía primero ordenado en Burgos, se debía del todo casar, que nunca pareciese, y escribir de nuevo todo el testamento porque non quedasen testigos de él ni se engendrase ningún mal concepto. Pero esto fue muy secreto, que no lo supo el señor Infante, que estaba en Guadalupe, no Gonzalo de Guzmán, clavero de Calatrava, su ayo, ni fray Álvaro Osorio, obispo de Astorga, su maestro, que estaban con él » (Galíndez, Memorial…, año de 516, cap. II).
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na�, el rey Fernando bajó, a finales de noviembre de 1515, de Madrid a Plasencia por el Campo de Arañuelo. «Los fines que le llevaban —señala J. Zurita, cronista de Aragón— eran por ser aquella tierra más conveniente para su salud, y para proveer de hacer allí una armada de mar, como la otra vez, con publicación de ser contra infieles; porque si el rey de Francia quisiese emprender algo contra el Reino, se pudiese enviar allá con la gente necesaria y comenzaba a señalar los capitanes; y por otra parte, procuraba que el rey de Inglaterra rompiese la guerra contra Francia. Y ya se le acababa la vida con una muy larga dolencia8 y no el dejar de entender por su persona en las cosas del estado y de la guerra. Pasó por aquella comarca por haber en ella muy buenos vuelos de garzas y ser él muy aficionado a la caza de aves sobre todos los otros pasatiempos»9. La ciudad, arrebatada al duque de Béjar, lo recibió con regocijo, aunque «iba tan debilitado y doliente que se tuvo por muy entendido que no podía vivir muchos días»10. Pese a todo, anduvo cazando ciervos y se detuvo en Abadía, señorío del duque de Alba11, que iba en el séquito real junto al infante Fernando (1503-1564) y otros prohombres de Castilla y Aragón12.
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Claustro del palacio de Abadía, donde se alojó el rey Católico
De Plasencia salió el rey en andas, con gran fatiga y dolor, el 27 de diciembre de 1516, y pasando por Jaraicejo llegó a Trujillo, deteniéndose hasta la Epifanía, y de allí, agravado el padecer, al lugar de Abertura, donde estuvo cinco o seis días. A medio camino de Trujillo y Guadalupe — donde Fernando debía presidir el capítulo de la orden de Calatrava—, el monarca se alojó en la granja que los jerónimos guadalupenses tenían en Madrigalejo, aldea de Trujillo. Al llegar a la Casa de santa María acudió el de Utrech desde Guadalupe, lo que enojó mucho al rey, a sabiendas de que venía a certificar su muerte y ejecutar los poderes que traía de Flandes. Habiendo lugar a rehacer el testamento definitivo, absuelto y oleado por el su confesor el dominico fray Tomás de Matienzo, visitado por al joven reina, allí entregó a Dios su alma el rey Católico, la madrugada del 23 de enero de 151613, a resultas de una hemorragia cerebral provocada por la hidropesía y las afecciones cardíacas que padecía. El jerónimo Gabriel de Talavera lo consignó en su magistral Historia de Nuestra Señora de Guadalupe al escribir del palacio y hospedaje de los reyes en el monasterio. Antes de reconocer que «tratar de sus grande-
6. Según Zurita enviaron desde Flandes al maestro del Príncipe y deán de Lovaina « muy docto en la Sagrada Theología, que después fue obispo de Tortosa, Inquisidor general, cardenal y Sumo Pontífice», porque tenían conocimiento del estado de salud del rey y porque se sospechaba que Fernando actuaría en detrimento de Carlos para favorecer a su hermano, lo que trataría de evitar la embajada de Adriano ante los Grandes de Castilla. Los poderes se dieron en Bruselas a mediados de octubre de 1515, y el deán llegó a la Serena (¿?) en el mes de diciembre y fue recibido por el rey en Abadía (lo notifica Pedro Mártir de Anglería). (Cf. Zurita, Historia…, tomo VI, lib. X, [XCVIII], ff. 400vto.). Véase pormenorizado el concierto entre el rey y el príncipe que produjo la embajada: 401-402. El empeoramiento del rey y su previsto paso por Guadalupe para proveer la encomienda mayor de Calatrava, hizo que el deán se hallara en Guadalupe, viajase de allí a Madrigalejo (encorajinando al rey que lo distinguió con un desplante) y asistiese, finalmente, en esta villa a la apertura del testamento. (Galíndez, Memorial…, Año 516, cap. I y III). 7. «En fin de este año [1492] viernes a VI de diciembre, víspera de nuestra Señora de la Concepción, fue herido en Barcelona el Rey, nuestro señor, por el famoso loco Joan de Cañamares, que es de tierra que se llama de remieca [sic: remença], natural de Cataluña»: Galíndez, Memorial…, Año de 92. Así lo recoge el Libro de las capellanías, lámparas y bienhechores: «El católico rey D. Fernando, cuando en Zaragoza [sic: Barcelona] le dieron una cuchillada, dio a esta santa casa una lámpara de plata, que pesa veinte y tres marcos y cuatro onzas, la cual arde siempre delante de Nuestra Señora (aunque no la dotó) por respeto de otras muchas limosnas que hizo a esta santa casa. Así mismo la católica reina Dª Isabel, su mujer, ofreció otra lámpara de plata que pesa diez marcos, la cual arde siempre por el mismo respeto». AMG. C.- 90, f. 6. 8. Malmete la alcahuetería, que tupido de afrodisiacos y deleites amatorios, como dejó escrito Galíndez de Carvajal: «Este año [1513] por el mes de marzo, adoleció el rey católico en Medina del Campo [ ], que se había ido a holgar con la reina Germana, su mujer, de un potaje feo que le hizo dar la dicha reina porque la hicieron entender que se empreñaría luego. A lo cual se halló doña María de Velasco, mujer del contador Juan Velázquez, de la cual enfermedad al cabo hubo de morir el dicho rey católico». Al margen hay una llave, quizás del copista, con la palabra abreviada: Inf[ami]a. Galíndez, Memorial…, Año de 513. Por el mismo sabemos que el rey sufrió agravamientos de su mal los primeros meses de 1514, en León, Medina del Campo y La Mejorada; en Burgos, la noche del 27 junio de 1515, y en el convento de los dominicos de Segovia, el lunes 27 de agosto del mismo año. (Cf. Zurita, Historia…, tomo VI, lib. X, (LV), f. 347).
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Salón de la casa de Santa María, en Madrigalejo, donde falleció el Rey
zas, de su celo, de su cristiandad, de los servicios que hicieron a la Iglesia, de los templos que levantaron, de sus victorias y de sus gloriosísimos triunfos, adquiridos con tanto honra de España y valor suyo, es negocio mayor que nuestras fuerzas y caudal», dijo que «estos príncipes [Isabel y Fernando] mandaron levantar el palacio y suntuoso edificio de nuestra hospedería»; por lo que nuestros monjes «sembraron por toda la casa y palacio dos letras de oro F.Y», y concluye « no es mucho hayamos hecho esta memoria de los que, hasta la muerte, nos hicieron singulares beneficios y mercedes»14. «Remató el último trance de la vida —sigue Talavera— el católico rey en una granja, casa nuestra, como parece del letrero que la honra por estas palabras: “Falleció el muy alto y poderoso rey don Fernando [ ], en la casa de santa María de Guadalupe, miércoles, día de san Ildefonso...”»15�. Aún más preciso, si cabe, es el relato del Códice 13 del archivo guadalupense: «En este su primer año —se refiere al prior fray Juan de Siruela— fue el Señor servido de llevarse a su reino en nuestra casa de Santa María, del lugar de Madrigalejo a nuestro gran bienhechor el rey católi-
co don Fernando el Quinto. Testifícalo una lámina antigua en que están, sobre sus armas, las razones siguientes: —En este salón y capilla de Nuestra Señora Santa María murió el rey católico don Fernando el Quinto, cuya memoria durará eternamente por sus altas y loables virtudes: fue muy celoso de la honra y gloria de Dios; devotísimo de la Virgen de Guadalupe, a 23 de enero, entre la una y las dos de la mañana, en el año del Señor de mil quinientos y diez y seis—. Algunos historiadores dicen que murió en un mesón, otros que en nuestra casa de Madrigalejo, donde le cogió la última enfermedad, viniendo a visitar esta santa Imagen. No tuvo la suerte de llegar a tomar el último reposo donde siempre había tenido su corazón, más la Virgen le previno casa y templo propios y de su advocación para que al fin de sus días no le faltase ese consuelo a quien tanto había aumentado la gloria de Dios»16. Exequias y sufragios del rey Fernando en Guadalupe Muerto el rey y amortajado con hábito de fraile dominico, muy desfigurado por la cámaras que le sobrevinieron17, el Consejo y el resto de asistentes acordaron que Galíndez de Carvajal y el licencia-
9. Ibídem , tomo VI, lib. X, (XCIX), ff. 400vto. 10. Ibídem, lib. X, (XCVIII), ff. 400vto. 11. Escribe Zurita, que el 11 de diciembre el 1515, el rey Fernando juró en Abadía, por su nombre y el de la reina Juana, su hija, guardar la concordia asentada con el rey de Inglaterra. Lo hizo ante los nuncios pontificios Juan Rufo, arzobispo de Cosenza, y Micer Galeazo; del marqués de Denia, Bernardo de Sandoval, y de Hernando de Toledo, comendador mayor de León. (Ibídem, tomo IV, lib. X, [XCVIII], f. 400vto.). 12. Con el rey y su nieto el Infante iban Fadrique Álvarez de Toledo y Enríquez, II duque de Alba, y Fadrique Enríquez de Velasco, IV almirante de Castilla; Bernardo de Sandoval y Rojas, II marqués de Denia y mayordomo mayor del Rey; Antonio de Fonseca, hermano del obispo de Burgos, y Juan Velázquez, contadores mayores de Castilla; el jurisconsulto Luis Zapata (natural de Llerena), el doctor Lorenzo Galíndez de Carvajal (natural de Plasencia) y el licenciado Francisco de Vargas, canciller mayor, todos del Consejo Real. Les acompañaban el nieto bastardo Hernando de Aragón; Luis Sánchez, tesorero general de Aragón; el protonotario Miguel Velázquez Clemente; Juan de Fonseca, obispo de Burgos, y Fadrique de Portugal, obispo de Sigüenza, el caballero aragonés Pedro Sánchez de Calatayud, el capitán de la guardia real Jerónimo de Cabanillas y Martín Cabrero, camarero del Rey, y su confesor, el dominico fray Tomás de Matienzo. Al séquito se unió el deán de Lovaina, el cual vino desde Plasencia a Guadalupe, sin pasar por Madrigalejo, junto al Infante Fernando, a quien acompañaban su ayo Pedro Núñez de Guzmán, clavero de Calatrava, y su maestro fray Álvaro Osorio y Guzmán, OP, obispo de Astorga. (Cf. Galíndez, Memorial…, Año 515, cap. III; Zurita, Historia…, tomo IV, lib. X (XCIX), f. 402). Junto a ellos debía cabalgar el presidente del Consejo Antonio de Rojas Manrique, arzobispo de Granada, quien siguió con otros hasta Sevilla, donde debía llegar el rey (Cf. Galíndez, Memorial…, Año de 516, cap. V y VI). 13. Cf. Galíndez, Memorial…, cap. II. 14. Véase una relación completa de ellos en el Libro de las capellanías, lámparas y bienhechores AMG. C.- 90. Ms. [1664], (ff. 27-28), y José de Alcalá, OSH, Noticias y adiciones…, citando el Libro de Bienhechores. AMG. C.-14, f. 7vto.-11.
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do Vargas viniesen a Guadalupe a notificar el óbito al embajador del Príncipe y llevarlo a Madrigalejo para abrir y publicar el testamento en su presencia, como se hizo con gran premura dicho miércoles 23 de enero, entre las 9 y 10 de la mañana18. Llegada la triste nueva al monasterio, donde moraba el Infante con el ayo y el maestro, trece monjes partieron de él a Madrigalejo para oficiar las exequias y formar el séquito que trasladara el cuerpo «con toda la honra posible, hasta dejarle en la alhambra»19. Cortejo en que figuró Bernardo de Sandoval y Rojas, II marqués de Denia y mayordomo mayor del Rey, con algunos monteros y pocos más20. Cierta peripecia del camino y la entrega del cadáver en el convento de la Alhambra a media noche del 6 de febrero, se conocen por un testimonio jurídico que guarda nuestro Archivo21. El infante Fernando, de once años de edad, se mantuvo en el palacio de Guadalupe, desde donde escribió cartas convocando al Consejo por creer había heredado la gobernación de los reinos, hasta que uno del Consejo —quizás el propio Galíndez— desengañó al
secretario que enviaba las cédulas22. Los del Consejo que estaban en Madrigalejo subieron a Guadalupe con el embajador del Príncipe, Adriano de Utrech, a la espera de recibir al presidente del Consejo Real, Antonio de Rojas Manrique (c.1458-1526), arzobispo de Granada, y los consejeros que con él se habían adelantado al Rey en Sevilla23. Pero, sobre todo, esperaron a quien el testamento designaba regente de Castilla hasta la venida del príncipe Carlos: fray Francisco Jiménez de Cisneros (14361517), cardenal de España y arzobispo de Toledo24. Todos estuvieron presente cuando se oficiaron las exequias del Rey Católico o funerales de Estado (que se diría hoy), a las que se unió el convento con su prior, fray Juan de Siruela25, y quizás los comendadores de Calatrava, que habían sido llamados a capítulo electivo del comendador mayor, tras la muerte de Gutierre de Padilla26. Sufragios por tan altos bienhechores siguieron ofreciendo aquí perpetuamente, como se lee en la memoria de Capellanías27. Guadalupe, baluarte de la Monarquía hispánica Aunque sea el rey Fernando el causante de que el testamento de su primera mujer no se conserve en este monasterio como dispuso la reina Isabel, siempre será una prez para el convento haberle alojado en una de sus granjerías la hora de su partida final, después de haber otorgado y firmado en ella el testamento que uniría las Españas en la persona de Carlos I, hecho de mayor relevancia para Madrigalejo y el monasterio que la muerte en sí. La presencia de los frailes de Santa María de Guadalupe en Granada testificando la entrega del cadáver del Rey; las exequias de Estado tenidas en la iglesia monástica con asistencia del regente de Castilla, del embajador del Heredero y el Consejo Real; la elección del comendador mayor de Calatrava según dictado del Príncipe , sitúan al monasterio en primerísima fila en la consolidación de la Monarquía hispánica, cuyo origen viene situándose en 1478 por la unión dinástica de los Reyes Católicos. Lo confirma la calidad y relevancia de las juntas que tienen lugar en el ilustre cenobio, sobre todo entre el cardenal Cisneros y el deán de Lovaina, embajador del Príncipe, cuyas diferencias eran manifiestas28. Esgrimía el de Utrech que la gobernación de los reinos le pertenecía a él, por
15. Talavera, Historia de nuestra Señora de Guadalupe (Toledo 1597), cap. XII, lib. IV, f. 213vto-214. El P. José de Alcalá (al que se viene atribuyendo el C.-14 titulado: Notas y adiciones…) yerra al afirmar que el rey iba de Guadalupe a Madrigalejo cuando murió: «Hallándose en Castilla muy enfermo el rey Católico don Fernando, se puso en camino para la Andalucía, llegó a este monasterio, acompañado del cardenal Adriano, maestro de Carlos 5º y después Papa, y otros grandes, salió de aquí para el lugar de Madrigalejo, aldea de Truxillo, se hospedó en la casa de santa María, propia de este monasterio, donde murió, y no en un mesón como dicen algunos historiadores. Consta de una tabla que en 1801 existe en el oratorio de dicha, que fue el cuarto donde murió el rey, que dice murió allí el 23 de enero día de santi Ildefonsi 1516; hizo testamento, se mandó enterrar en Granada; condujeron su cuerpo, con otros Grandes, 13 religiosos de este monasterio, consta de un testimonio de la entrega del cuerpo del Rey en Granada, en 6 de febrero 1516 por Juan Ramírez y fray Antonio de san Gabriel y otros 12 religiosos del monasterio de Guadalupe, firmado en Granada por Jorge de Baeza, escribano del ayuntamiento». (AMG. C-14, Ms., ff. 10-10vto.). 16. AMG. C.-13, Historia del santo templo de Guadalupe, maravillas de Nuestra Señora y grandezas de su casa. Ms., tomo II, lib. II, cap. XII, ff. 601-601vto. 17. «Estaba muy deshecho porque le sobrevinieron cámaras [diarreas agudas], que no sólo le quitaron la hinchazón que tenía de la hidropesía, pero le deshicieron y desmejoraron en tal manera que no aparecía él; porque, a la verdad, su enfermedad era la hidropesía con mal de corazón, aunque algunos quisieron decir que le habían dado hierbas» y repite lo del feo potaje, las causas y sus causantes. (Galíndez, Memorial…, Año 516, cap. I). 18. Ibídem, Año 516, cap. III; AMG. C.-13, f. 602vto. 19. Talavera, Historia…, cap. XII, lib. IV, f. 214.; AMG. C.-13, f. 603 y C.-14, f. 10vto. y Leg. 4, doc. 144 y 144 bis, 20. Zurita nombra al nieto bastardo Hernando de Aragón en el cortejo (Zurita, Historia…, tomo IV, lib. X (C), f. 405). Y tanto él como Galíndez elogian los honores recibidos en Córdoba por quien nada debía al rey (pero lo esperaba). Dice el cronista aragonés que allí se unieron al luto los obispos de Córdoba y Canarias con veinticuatro frailes dominicos de la ciudad, y que en Granada salieron en cortejo la Ciudad, el Clero y la Cancillería, celebrando exequias durante tres días. A quien echen de menos en el séquito al Infante y a los Grandes del Reino que le venían acompañado, diremos que el nieto contaba sólo 11 años; por su parte, los del Consejo prestaron mejor servicio al Rey en Guadalupe que en Granada, y no por evitar los celos de Carlos, como cree Prescott y reprocha Zurita amargamente («Puesto que los más le desampararon; porque desde que expiró, cada cual pensaba que tendría menor lugar en lo porvenir con los que tenían cargo del gobierno de la persona del Príncipe, cuanto más hubiesen perseverado en el servicio de su abuelo» (f. 405). 21. Este testimonio se guarda en el AMG, leg. 4, doc. 144 y 144 bis, junto a una copia simple quizás del siglo XVIII. Transcrito de nuevo a la vista del original en Guadalupe 847 (2016) 28, lo incluyo en el apéndice.
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Joan Llorens y los agermadados de Valencia ante Adriano de Utrech (1872), lienzo de José Benlliure Gil (1855-1937)
estar investido de poderes bastantes del Heredero — como Fernando y los del Consejo sospechaban— para tomar posesión de ellos si fallecía el Rey. A lo que el fraile le respondía que un extranjero como él no podía gobernar Castilla, según cláusula testamentaria de la reina Católica y disposición de las leyes del Reino.
Y que el poder que alegaba, dado en vida del rey Fernando, no valía por otra disposición del testamento de la Reina, propietaria de estos reinos, por la que el gobierno pertenecía a su esposo hasta que el Príncipe alcanzara los 20 años. Dado que el Rey dispuso dejarle el gobierno de Castilla hasta que viniese el Heredero,
22. Cf. Galíndez, Memorial…, Año 516, cap. V. 23. Ibídem, Año 516, cap. VI. 24. «En sabiéndolo el cardenal, vino luego a Guadalupe, donde con su asistencia, el Infante, deán y consejeros, duque de Alba, obispo de Sigüenza, el de Burgos, y otros grandes personajes, se celebraron las honras con la mayor grandeza de autoridad y devoción que jamás se vio en Guadalupe, después de haber despachado el cuerpo del Rey a Granada» (AMG. C.-13. Ms. ff. 602vto.-603). 25. «Era el padre fray Juan de Siruela muy cumplido en todas sus cosas, debía mucho a este poderoso Rey desde el tiempo de sus primeras romerías, favoreciéndole mucho en la fundación de Nuestra Señora de la Luz y no poco en la Concepción de Granada, y así ahora procuró cumplir con lo que este monasterio debía a tan esclarecido y piadoso príncipe. Con el cuerpo difunto despachó doce [sic: trece] religiosos, aplicándose dentro de la casa muchos sacrificios y oraciones. También cuidó de regalar y asistir al infante don Fernando y a todos los demás que asistieron a las honras del Rey». (AMG. C.-13. Ms. ff. 602vto.-603). 26. La elección recayó —previa intervención del embajador en nombre del Príncipe— en Gonzalo Núñez de Guzmán, ayo del infante Fernando. (Cf. Galíndez, Memorial…, Año 516, cap. VI). 27. El 1 de marzo se decía una misa cantada de la Santísima Trinidad y sermón, con diácono y subdiácono, a la que debe asistir el convento, haciendo conmemoración de san Miguel y Santiago, en acción de gracias por la victoria de los Reyes Católicos en la batalla de Toro (1476), por disposición testamentaria dotada. Por lo mismo, el día de san Juan ante portam latinam, 6 de mayo, se celebra solemnemente, haciéndose conmemoración de san Miguel y Santiago en las I y II vísperas y en la misa. El convento debía hacer, también, procesión (f. 3) y entrar «el preste, que va revestido de capa, a decir la conmemoración en la capilla de san Juan que está en el claustro» (f. 3vto.). Perpetuamente debía celebrarse con gran solemnidad, también, del día de la Concepción de Nuestra Señora, «porque así lo dejaron mandado los católicos Reyes de España, D. Fernando y Dª Isabel, y ruégase en esta fiesta a Dios por sus ánimas y de sus hijos y difuntos y por la paz de estos Reinos» (f. 4). Los monjes de Guadalupe estaban obligados, además, a ofrecer otros sufragios perpetuos por los bienhechores, vivos y difuntos en general, y en especial, entre otros más, «Los católicos Reyes de España, D. Fernando y Dª. Isabel, y sus hijos y antecesores y todos los que de ellos descienden». Los sufragios obligaban desde la toma de hábito y consistían: Si el novicio era presbítero, durante el año de noviciado decía diez misas, y si no podía lo cumplirá ya profeso; si no era sacerdote, el novicio decía por cada misa una agenda [maitines, laudes y vísperas de difuntos] y los legos, 300 Padrenuestros y otras tantas avemarías. Después de la profesión, cada uno de los monjes no clérigos (coristas sin órdenes y legos) decía a diario quince Padrenuestros con el avemaría, y los clérigos, las memorias obligadas (4vto.-5). Cf. AMG. C.- 90, Libro de las capellanías, lámparas y bienhechores, trasladado por mandato de fray Jerónimo de Ciudad Real en 1664. Ms.; C.- 85, Libro de las fundaciones de capellanías, memorias de misas de bienhechores y lámparas, año 1767, Ms., ff. 22-23. 28. Cf. Galíndez, Memorial…, Año 516, cap. VII y IX.
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convenía que se informase a Carlos del testamento y esperar a que viniese de Flandes. A consecuencia de estas pláticas, en la que imagino estarían presentes los del Consejo, ambos acordaron consultar al Príncipe y, entre tanto, gobernar y firmar juntos. El Infante, los gobernadores y los del Consejo Real partieron de Guadalupe a principios del mes de febrero (que es el tiempo en que escribo) del año 1516; en Calera (Toledo) tuvieron carnestolendas y, cruzando Talavera, llegaron a Madrid aposentándose en las casas de Pedro Laso, donde estuvieron veinte meses. Bibliografía básica
Apéndice documental
1. Memorias de bienhechores AMG. C.-90,1664, Libro de las capellanías, lámparas y bienhechores, Ms. ff. 27-28. [f. 27]«Los cathólicos rey y reyna de Castilla, de Aragón, Sicilia, Nápo/les y Nauarra, D. Fernando (5º de este n[ombre]), hijo del rey de Aragón D. Ju[an]/ el 2º, y doña Ysabel, su mujer, hija del rey de Castilla, D. Ju[an] el 2º, herede/ra de sus reynos, tuvieron muy gran devoçión a esta casa de N[uest] ra S[eñor]a de Guadalupe y la hi/ çieron muchas y muy grandes limosnas y mercedes confirmado todos los pri/vilegios y cartas con muy favorables aumentos y concedieron otros de nuevo. Especial/mente dieron estos cathólicos reyes a este monast[eri]o un privilegio el año 1477/ y después [f. 27vto.], acrecentando algunas cosas en él, fue aquel rasgado y dieron otro año 1479 por el/ qual hicieron merçed y li1. Lorenzo Galíndez de Carvajal, mosna perpetuam[en]te a este Memorial o Registro breve de monast[eri]o delas tercias realos Reyes Católicos, ed. Facsí- GUADALUPE, La Reina de los Ángeles venerada por los Reyes Católicos, les entera/mente de s[an] AnLibro de Coro 46, f. 8 mil, Segovia (Academia de Artidrés, q[ue] es de su yglesia, y de llería) 1992, año de 516 [BMG/ Ex. las yglesias de santa Cruz y de santo Domin/go y de san Clemente, colaciones 4020]. de la ciudad de Tux[ill]o, y de los lugares de Malpartida, Aldea/ Nueua, Açede2. Jerónimo Zurita, Historia del ra, Navalvillar, Madrigalexo, Alcollarín, el Alguijuela, con el derecho de/ la porterey don Hernando el Católico, de las ra santa Cruz de la Sierra, Búrdalo, el Escurial, Robledillo, Ruanes, Plasençuela/, empresas y ligas de Italia, (Zarago- q[ue] son tierras de la Ciudad de Trux[ill]o, y de entrambas las Orellanas, que za 1560), tomo VI, lib. X, (XCIX), ff. son por todas cinco co/laciones de la ciudad de Tux[ill]o, y de su tierra treçe lugares, con el derecho de la portera con/ las dos Orellanas, con tanto q[ue] pa402vto.-403vto. [BMG/ B. 130]; 3. William H. Prescott, Historia gasse este monast[eri]o çien fanegas de trigo cada año/ a las beatas de la ciudel Reinado de los Reyes Católicos, dad de Plasencia, q[ue] tienen situadas perpetuam[en]te de limosna en/ las di(Madrid, Rivadeyra, 1846), tomo IV, chas tercias, porq[ue] los treinte mil m[araved]ís q[ue] en ellas tenía el docparte II, cap XXIV, pp. 282-286. 310. tor de Talav[er]a Ro/drigo Maldonado, le dio por ellos este monast[eri]o otros treinta mil maravedís de juro/ que tenía en Çamora, y así quedaron enteram[en] [BMG/ H472] 4. Henry Kamen, Fernando el Ca- te todas estas tercias dichas a/ este monast[eri]o, excepto las çien fanegas de tritólico (1451-1516). Vida y mitos de go q[ue] han de aver cada año las beatas/ de san Ilefonso de Plasencia. Lo qual uno de los fundadores de la España estos cathólicos reyes ofrecieron a N[uestr]a S[eñor]a en/ hacim[ien]to de gramoderna, Madrid (La Esfera de los li- cias por las victorias que Dios, N[uest]ro S[eño]r, les dio contra sus adversarios año/ 1476, al principio de su reynado. Y q[ue] el prior y monges de este convenbros) 2015. to celebren/ conventualm[en]te cada un año la fiesta dela Conçepçión de N[uest] 5. Miguel A. Ladero Quesada, Los ra S[eñor]a solemnem[en]te, a 8 días/ del mes de diciembre, y que rueguen a últimos años de Fernando el Católi- N[uest]ro S[eño]r y a su M[a[d[re] Santíss[im]a por la paz y tranquili/dad deesco (1505-1517), Madrid 2016. tos reynos y por las sus almas y de sus hijos, y q[ue] digan cada año el prim[er] 6. Fernando Rodríguez Amores, Fer- o día/ de março una missa solemne a la Santíss[im]a Trinidad con sermón y connando el Católico en Madrigalejo memoración de s[an] Miguel y del apóstol Santiago, Patrón de España. Y que çe(in memoriam), Badajoz 2016. lebren fiesta so/lemne el día de san Ju[an] ante portam latinam, y hagan aquel 7. Antonio-Miguel Bernal (Ed.), día procesión, y a las prim[er]as y segundas vísperas y missa, conmemoración de Fernando el Católico, rey. (Jorna- s[an] Miguel y de Santiago Pa[trón] de España. Todo lo qual se cumple así codas celebradas en Guadalupe, Trujillo mo lo mandaron, y después q[ue] estos reyes ca/thólicos hubieron conquistado y Madrigalejo con motivo del V Cen- el Reyno de Granada, el qual ganaron de los enemigos de/ n[uest]ra fe cathólitenario de la muerte del rey), Madrid ca, vinieron a visitar a esta s[an]ta cassa y a haçer gracias a N[uest]ro S[eño]r y a su ben/dita M[adre] por la maravillosas victorias q[ue] avían havido, y dieron 2016.
scriptoriumguadalupense / 17 a este monast[eri]o el/ año 1492 otro privilegio de quarenta mil marauedís de renta de juro perpetuo en los/ alcabalas de la ciudad de Toledo. Ytem offreció este cathólico rey D. Fernando/ a N[uest]ra S[eñor]a en esta su santa cassa una capa muy rica de brocado carmesí y dos coronas de oro,/ una para la ymagen de N[uestr]a S[eñor]a y otra para el Niño, con muchas piedras preciosas orientales/ [f. 28] y unas ricas quentas de oro esmaltadas de muy buena hechura y una muy rica cruz de oro/ de peso de veinte marcos, de mucho valor y el crucifixo esmaltado de blanco, y otras muchas/ ymágenes esmaltadas al pie de la cruz, con un engaste en ella de un camafeo, y otras muchas/ reliquias. Asimismo ofreció una muy grande ymagen de n[uest]ra S[eñor]a de plata dorada, de peso de/ veynte marcos. Estas dos pieças muy ricas de oro, cruz de oro y ymagen de plata ofreció a N[uest]ra S[eñor] a/ la cathólica Reyna, por promessas q[ue] hiço, de dos veçes que tuvo malo a su primogénito hijo, el/ príncipe D. Ju[an], al qual N[uest]ra S[eñor]a dio la salud. Después de esto, ofreció a N[uest]ra S[eñor]a otra ymagen de plata do/rada, de pesso de onçe marcos, de muy graciosa hechura q[ue] está metida en un encasamento de/ quatro colu[m]nas esmaltadas y la cobertura de una concha muy bien labrada; tiene la ymagen/ muchos engastes de piedras preciosas orientales. Ytem ofreció un muy rico dosel de brocado car/mesí. Y todas las veçes que hubo subsidio en las yglesias y monast[eri] os de estos reynos, hicieron/ limosna estos devotos reyes a este monast[eri] o de lo q[ue] le era repartido y cabía pagar, y asimismo/ le dieron los bienes de los herejes q[ue] se confiscaron en la puebla de Guad[alup]e, q[ue] pertenecían al/ fisco real y Cámara, para q[ue] de ellos se labrasse la hospedería r[ea]l desta s[an]ta cassa. Ytem/ mandaron librar cada año veinte mil maravedís de las rentas del Maestrazgo de Calatraua,/ para ayuda al dote de las cappellanías deel rey D. Enrique, su hermano. Ytem, los quinçe mil/ maravedís de juro q[ue] Rodrigo de Ulloa tenía situados en las tercias de Talavera y después se mudaron a/ las alcabalas
de Halía, q[ue] nos fueron quitados y revocados por las cortes de Toledo y sus decla/ratorias, el año 148[9] hiçieron estos cathólicos reyes nueva merçed deestos quinçe mil mara/uedís de juro perpetuo a este monast[eri]o. Y dieron nuevo privilegio de ello en Segovia el año 1503/ porqu[ue] huviesse cargo el monasterio de rogar a Dios por ellos y por sus antecessores, sucessores/ y descendientes. Y todo el tiempo q[ue] vivieron estos cathólicos reyes hicieron otras muchas mer/cedes y limosnas a este monast[eri]o y fueron por ellos muy miradas y favorecidas todas sus cosas./ Todos los monjes sacerdotes de este monast[eri]o tienen especial mem[ori]a en todas las missas q[ue] di/cen de estos cathólicos reyes y de sus hijos y antecesorres, sucesores y descendientes».
El monasterio de Guadalupe, según grabado de Víctor Balaguer (1851) en el que aún figura el palacio real poco antes de ser derribado.
Recreación del palacio según Miguel Sobrino González (2004)
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2. Testimonio de la entrega rrasen, para ver sy era aquel el cuerpo de su Altesa, por/que asý convenía a esdel cadáver del rey ta dicha cibdad. Fernando en Granada A luego, el dicho Juan/ Remires hizo abrir un pedaço de la caxa donde estava/ AMG. Leg. 4, doc. 144 y 144 bis, [f. 1vto.] el cuerpo de su Altesa, y el dicho fray Antonio con sus/ manos le descuMs., dos hojas de papel 315x222 brió el rostro, de las narices arri/ba, y el señor marqués y los dichos caballeros e mm., junto a la copia simple proba- yo, el/ dicho escribano, e los testigos de yuso escriptos, vimos el rostro/ de su Alblemente del siglo XVIII. tesa, el qual, por haver tantos días que avía fallesçido,/ estava dañado; e porque no [f. 1]«En el Alhambra de la muy se podía conosçer claramente/ ser aquel el Rey nuestro señor para yo dar fe denombrada e grand cibdad/ de Grana- llo, el dicho/ Juan Remires dixo e juró, en forma devida de derecho,/ que aquel da, dentro, en la yglesya de san/ Fran- era el Rey don Fernando nuestro señor, e que lo sabía/ porque lo puso en el ataúd cisco, miércoles seys días del mes en el lugar de Madrigalejo/ donde fallesçió; e asý mesmo después, quando se muen el lugar de la Hinojosa en este ataúd donde agora está./ Y el dide febrero, año del/ nasçimiento de d ó / cho fray Antonio dixo e juró por las hórdenes/ que había resçinuestro Salvador Jesuchristo de mil e bido que aquel era el cuerpo del Rey/ nuestro señor, e que quinientos/ e diez e seys años, entre lo sabía porque, cuando se/ mudó en el lugar de la Hinolas onze y las doze oras/ de la noche, josa del ataúd de donde se/ puso en Madrigalejo en el que estando ende el ylustre y muy magagora está, e él lo mu/dó e puso del vno al otro e nífico señor/ don Luys de Mendoça, avía venido con él hasta/ esta cibdad syn semarqués de Mondéjar, conde de Tenpararse dél. E los dichos monteros/ dixeron dilla,/ alcaide e capitán general desta que aquel era el cuerpo del Rey nuestro dicha cibdad de Granada/ y su reyno señor,/ e que lo savían porque ellos estae provinçia del Andaluzía; y los señovan con su Altesa en Madri/galejo donres don/ Antonio de Mendoça y don de fallesçió e lo vieron poner en el Bernaldino de Mendoça y Lá/zaro a/taúd que primero se puso y desHernández de Peralta, veyntie e quapués, en el lugar de la Hino/josa, tros desta dicha/ cibdad; e Arias de mudallo en el que agora está, e Mansilla e Garçía Remires e Juan Pélo avían guar/dado de noche e rez de/ Córdova, jurados della; y Juan de día, hata la ora de enton/ces Remires de Ysierre, lugar/ tenienconmo eran obligados. E los dite de maiordomo maior de la casa chos Juan Remires y fray Antonio del muy cathólico/ y muy poderoso lo firmaron de sus nombres./ señor el Rey don Fernando nuestro señor,/ que esté en gloria; e Pedro A luego, el señor marqués dixo García de Atienza, capellán maior/ que pedía e pidió a mí, el/ dicho esde la capilla del los Reyes desta cibcrivano, se lo diese ansý por testimodad, e Juan Po/rras, uno de los canio;/ e el dicho Juan Remires dixo pellanes de la dicha capilla y fray/ que asý mesmo lo pedía e pidió por Antonio de san Graviel [sic], frayle testimonio;/ [f. 2] e los dichos monpresbítero, profeso de la/ horden teros dixeron que ansý mesmo lo pede señor san Jerónimo, de Nuestra dían/ y pidieron por testimonio. Señora de Guada/lupe; y Diego LóTestigos que fueron presentes: pez e Juan Saravia e Gómez de LleJuan/ de Mendoça, maestresala del rena e Gar/çí Sánches y Juan Guseñor marqués, e Juan/ de Luz, su setierres y Sancho Hernández y Hercretario, e Gómez Peres de Çamora y nando / de Bivanco e Pedro Ruys, Estevan/ de Torrejeña, vesinos de Gramonteros de su Alteza; y en pre/ nada, e Lorenzo Fernán/des de Palma, sençia de mí, Jorge de Baeça, esbeneficiado de Cogollos, alque/ría desta crivano maior del Cabildo e A/yuncibdad. Va scrito sobre raýdo do dize:/ e tamiento desta dicha cibdad de Gralos dichos Juan Remires, vala. E yo, Jornada, e de los testigos/ de yuso esge de Baeça,/ escrivano mayor del Cabcriptos, el señor marqués dixo quél yldo e Ayuntamiento de la dicha/ cibdad y los veynte/ e quatros e jurados que de Granada, fui presente en uno con estavan presentes, por acuerdo/ los/ dichos testigos a lo que die comisión de Justiçia e cho es. Y lo fyze escrevyr/ y fys Regimiento desta dicha aquí este my signo, en testimocibdad,/ venían a ver el nio de verdad. Jorge de Baeza» rostro del Rey nuestro Rubricado y signado. señor antes que le en/teFernando el Católico, escultura de Juan de Ávalos, Zaragoza
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Al rescate del convento de Lobón Fundación franciscana de 1562 dedicada a Santiago Apóstol Manuel García Cienfuegos
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a condesa doña Elvira de Figueroa1, señora de Lobón (Badajoz), heredó de sus padres —II condes de Feria— la devoción a la Orden de los frailes menores, hijos de san Francisco de Asís. Al adquirir la villa2 mostró sus intenciones saludables para que los franciscanos observantes de la provincia de san Miguel abrieran casa en ella. El lugar elegido fue una hondonada, pequeño valle en el que afloran varios manantiales alimentados por torrenteras, situada al mediodía de la población, en medio de algunos restos arqueológicos que testifican presencia romana. Las crónicas santiaguistas cuentan que en ese lugar hubo una capilla que tuvo adosada un hospital bajo la advocación al señor Santiago. «Una capilla cubierta donde está un altar con una ymajen de nuestra señora, buena, dorada muy perfeta e devota, y el dicho altar, adornado de sus frontales e manteles; en la dicha capilla una pila de aliox para agua bendita, y a la puerta de la dicha capilla una red de madera con su çerradura y llave, y en la dicha capilla está enterrado el dicho Diego de Alvarado y su muger»3. Capilla y hospital de Santiago Son los hospitales los que a lo largo de la Edad Media tienen la
Cronista Oficial de Montijo y Lobón
función de albergue para los indigentes. En ellos prevalece la ayuda espiritual y material. La atención al enfermo, como tal, está dentro del conjunto de los auxilios que dispensaron. En ellos se sustentaron y cobijaron a pobres y mendigos, se socorrieron a abandonados e impedidos4. La fundación de este hospital y su ubicación se debieron a la voluntad del comendador santiaguista don Diego de Alvarado, «y por bula espeçial labró para hospital la iglesia que oy sirve al convento de San Françisco de aquella villa»�. El comendador quiso que reposasen sus restos, edificando una «capilla de bóveda e un altar, muy bien ataviado, ante el qual está sepultado el dicho Diego de Alvarado, e cada día çelebra un capellán en ella»6. Los visitadores de la Orden de Santiago dejan, en su visita de 1494, constancia del hospital de Santiago: «Tiene fechas las paredes de alredor de altura de tres tapias… El cuerpo de la yglesia es bien largo e de ancho tiene treinta e tres pies. Tiene començado cimientos, en algunos cabos, para façer claustro en torno de la yglesia. Todo lo que pareçe obrado en ella está fecho de cal e canto. Tiene una buena huerta con algunos naranjos»7.
Ruinas del convento de Lobón con la parroquia al fondo
1. Hija de don Gómez Suárez de Figueroa y de doña María de Toledo. Viuda de don Alonso de Cárdenas, I conde de la Puebla del Maestre, comendador de la Orden de Santiago, que falleció en 1541. 2. El 11/IX/1551. Cf. AHN. Sección Nobleza. Ducado de Frías. C-1647, D.13. 3. Archivo Histórico Provincial de Badajoz (AHP). Órdenes Militares. OOMM. Santiago. Libro 1109-C. año 1515. M.F. 38. f. 617. 4. Ruiz Mateos, A., “Hospitales extremeños en la Baja Edad Media”. en Revista de Estudios Extremeños. T. XLI-III. Badajoz 1985. p. 539. 5. Solano de Figueroa, J., Historia eclesiástica de la Ciudad y Obispado de Badajoz. Edición anotada de Francisco Tejada Vizuete. Badajoz 2013. p. 34. 6. AHP. OOMM. Santiago. Libro 1101-C. M.F. 33. Año 1494. 7. Ibídem.
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Varias son las fuentes bibliográficas que también confirman la presencia de la capilla y hospital, entre otros historiadores, Moreno de Vargas8, Reyes Ortiz de Tovar, Pascual Madoz, Aurora Ruiz Mateos y Navarro del Castillo. Edificios que deben su fundación al comendador Diego de Alvarado, siendo cedidos en 1562, con una huerta, para que allí se levantara el cenobio franciscano, aunque puso algunas condiciones que fueron hechas públicas el 8 de abril de 1562: «Que el convento sea ocupado por frailes recoletos descalzos de san Francisco, no pudiendo ser de otros religiosos. Que la iglesia que se edifique sea la principal y en ella no se entierre a nadie, ni se hagan obras, ni cosa alguna sin su licencia o de sus sucesores. Que los frailes digan al año, el día tres de noviembre, un aniversario con vigila y misa cantada por él y sus difuntos. Que los capellanes que deja celebren libremente y guarden sus ornamentos en la iglesia. Que él y sus descendientes sean patronos de la iglesia. Que si no se cumple alguna de las anteriores condiciones pasará a él la posesión de la iglesia y todo el lugar»9. Los comienzos El mismo año de la donación comenzó su fábrica, consignando la condesa mil ducados. A medida que avanzaban las obras ordenó, al ver que la cantidad entregada no era suficiente, se terminase a cuenta de sus bienes y hacienda. La primera comunidad de franciscanos llegó a Lobón en 1564, «este convento está dedicado al apóstol Santiago y fue construido en el año 1564. De esta provincia habitan en él trece frailes, aunque aún falta la
última mano del artista, siendo el lugar muy silvestre, que ahí no pueden vivir muy cómodamente ni se sustenta abundantemente»10. La fundación obedece a la devoción de la señora de Lobón y al contexto del florecimiento del franciscanismo en Extremadura, que a finales del siglo XVI, llegó a contar la Orden (Provincias de san Miguel, Los Ángeles y san Gabriel) con 58 conventos y 1.348 frailes11. La economía del convento de Santiago nunca fue demasiado buena. En las guerras entre Portugal y España apenas pudo sustentar quince frailes12, pero sus caridades buscaron y procuraron socorro a sus necesidades. El Vicario y Juez Eclesiástico Ordinario de la Provincia de León, Bernabé de Chaves y Porras, en la visita pastoral que realizó a Puebla de la Calzada el 23 de mayo de 1724, mandaba que las misas de difuntos se dijesen por los sacerdotes de la villa y, en su defecto, por los frailes del convento de Lobón, en atención a la asistencia que hacían a la iglesia de Puebla de la Calzada13. De los ingresos que percibía el convento, el 45,2% provenían de misas y sermones. Los franciscanos, con una forma de vida marcada por la pobreza, predicaban y confesaban, recibiendo lo que le entregaba de limosnas. Las puertas de sus conventos siempre estuvieron abiertas para los menesterosos. Fueron para aquella sociedad compleja un rezumo de espiritualidad y modelo de cómo había que entender el evangelio. El edificio era de estilo mudéjar, su principal material empleado fue el ladrillo en arcos, pilares y elementos decorativos, además de piedra y adobe en el resto. Sus naves estaban separadas por arquerías longitudinales de arcos apuntados sobre gruesos pilares con ángulos en chaflán. Las naves laterales remataban en muros rectos, mientras que la central lo hacía con presbiterio poligonal cubierto con crucería de ladrillo. La iluminación era escasa y los accesos eran a los pies y a un lateral. Las naves se cubrían con techos de madera y al exterior era muros lisos sin contrafuertes ni decoración. COLEGIO DE ARTES Los franciscanos de Lobón participaron activamente en las comunidades parroquiales de su entorno. Así, hemos localizado en los libros de cuenta de las cofradías de Montijo y Puebla de la Calzada varias datas que hacen referencias a la intervención de estos religiosos como predicadores cuaresmales, en los sermones a los disciplinantes de la procesión de la sangre de la cofradía de la Vera-Cruz y Santo Entierro, hospital Jesús Nazareno y cofradía del Rosario, que alternaban con los franciscanos descalzos, reformados alcantarinos, del convento de san Isidro de Loriana, situado entre Puebla de Obando-La Roca de la Sierra-La Nava de Santiago. Hay constancia también de la presencia de los franciscanos en la ermita de Ntra. Señora de la Rivera, de Talavera la Real y en Solana de los Barros. A pesar de las contrariedades marcadas por la precariedad de su economía, no fue óbice para que el convento fuese colegio de Artes. Entre sus moradores distinguidos figuran, fray Baltasar Pacheco, profesor de Artes; fray Juan Mateo Reyes Ortiz de Tovar, natural de Horna-
8. El historiador emeritense que vivió algunos años en Montijo, escribe que «fama es que en él hubo casa de templarios y que la iglesia es de aquel tiempo; lo cierto es que allí hizo hospital el maestre don Alonso de Cárdenas para curar los soldados que salieron heridos de la batalla del Albuhera». Cf. Moreno de Vargas, B.: Historia de la ciudad de Mérida. Mérida 1981. p. 463. 9. Ámez Prieto, H. ofm, La Provincia de San Miguel de la Observancia franciscana extremeña. Cáceres 2002. p. 502. 10. Ibídem. p. 504. 11. Fernández Nieva, J.: La Sociedad. Historia de Extremadura. Tomo III. Badajoz 1985. p. 585. 12. Santa Cruz, J., ofm, Crónica de la Santa Provincia de San Miguel de N. Seráfico Padre San Francisco. Madrid 1671. p. 466.
scriptoriumguadalupense / 21 chos, donde nació en 1725, autor de la obra Partidos triunfantes de la Beturia túrdula14, obra redactada en 1779, de utilidad para los estudios locales. Dentro de la jerarquía franciscana, Reyes Ortiz de Tovar fue lector de casos (de conciencia) y visitador de la Provincia de san Miguel. Aunque su figura más relevante fue fray Juan Blanco, natural de Valverde de Mérida, lector de Teología, calificador del Santo Oficio de la Inquisición y guardián del convento de Lobón. Fue designado en 1620 para hacer las Memorias de la Provincia, en la que se describían a los religiosos que habían destacado por su virtud y algunas otras noticias de las fundaciones. Fray Juan Blanco fue elegido, en el año 1638, trigésimo primer ministro provincial de la de san Miguel15. A los treinta años de su fundación, el 10 de diciembre de 1592, dos religiosos franciscanos, fray Antonio de San Pablo y fray Bartolomé de Rivera, que moraban en el convento de Lobón, figuran en la expedición encabezaba por fray Cristóbal Martínez, como pasajeros de Indias, con destino hacia la ciudad de Quito. La lista está formada por veintiún franciscanos procedentes de diferentes conventos extremeños16. SIGLO XVIII El número de frailes varió en sus prácticamente tres siglos de historia. A mediados del siglo XVII, formaban la comunidad catorce frailes. A mediados del XVIII, en 1753, habitaban en él trece sacerdotes, cinco legos, un corista y dos donados17.
Los franciscanos y la iglesia parroquial de Lobón mantuvieron varios pleitos ante la negativa, por parte del párroco, de que los frailes saliesen con cruz alzada a los entierros, procesión del Corpus y otras procesiones públicas, siendo sentenciadas por los tribunales a favor de la comunidad franciscana. Fricciones que se mantendrían en el tiempo, ya que en 1710, Pedro Barrena, mayordomo de Ntra. Señora de los Remedios, dice pagar «sesenta reales que se dieron al predicador que vino de Badajoz por no aver querido el padre Guardián del convento de esta villa que predicara ninguno de la casa»18.
Estevao, caballero de Santiago, ilustración de Darren Tan Wraithdt
13. García Cienfuegos, M., Puebla de la Calzada en el Antiguo Régimen. Análisis demográfico social. La muerte durante los años 1656-1785. Puebla de la Calzada 1999. p.67 14. Término que designa el sector oriental del territorio prerromano comprendido entre las cuencas del Guadiana y Guadalquivir. 15. Barrantes, V.: Aparato bibliográfico para la Historia de Extremadura. Tomo II. Badajoz 1999. p. 173. 16. AGI. Catálogos de pasajeros. Volumen VII. 17. Archivo Parroquial de Lobón (APL). Catastro Ensenada. Respuestas Generales. Respuesta 39. 18. APL. Cofradía Ntra. Sra. de los Remedios. Libro de cuentas, años 1655-1733, fol. 197.
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El franciscano Hipólito Ámez Prieto19 publicó el informe que hizo fray Domingo Benito, guardián del convento de Lobón, enviado al Capítulo celebrado en el año 1764 en la ciudad de Béjar, por el que se puede colegir la situación por la que atravesaba el cenobio. Mediante ese informe sabemos que el edificio conventual contaba con una iglesia, oratorio, dos coros (bajo y alto), un atrio, osario, portería, enfermería, celdas, cocina, alacena, refectorio, cuarto de estudio, patio, caballerizas, azotea, fuente, huerta y cerca. La administración del convento, su manejo económico, recaía en la función del síndico. En 1797 lo era el vecino Juan Caballero20. A finales del siglo XVIII recibían culto en la iglesia del convento las imágenes de Ntra. Señora del Rosario, San Francisco y el Santísimo Cristo de los Desamparados21. Muchos fueron los vecinos22 y algunos forasteros que desearon descansar en el convento, así, Mateo Cuéllar, primer teniente de la primera compañía de Granaderos del Regimiento de Infantería de Aragón, declaraba en su testamento «es mi voluntad que cuando Dios N[ues]tro. S[eño]r fuera servido sacarme de esta presente vida para la eterna, mi cadáver vestido a lo militar, sea sepultado en la iglesia de N.P.S. Francisco de esta villa»�. SIGLO XIX Las fuentes parroquiales nos informan que en el año 1806, el cura párroco Antonio Peñaranda, marcha de Lobón y no es sustituido hasta el año 1816 por el nuevo pá-
rroco, Juan Balsera Quintana. Fueron diez años en los que la parroquia estuvo dirigida por los guardianes del convento de Santiago. Los religiosos administraron los sacramentos y ejercitaron la labor pastoral. Un rastreo por los libros sacramentales de la iglesia parroquial Ntra. Señora de la Asunción, de Lobón24 nos informan de los nombres de tres de sus guardianes, fray Juan Testal, fray Pedro Ramos y fray Salvador de Silva. También hemos localizado algunos de los nombres de los frailes: José Vaca, Juan Cuesta, José Ponce, Eugenio Fuentes, Sebastián Navarro, Pedro Gento, Vicente Fondón, Agustín Garzo, José Gausín, José Garrido, Juan Caballero, Tomás del Almendral, José Amigo, Diego Jara, Manuel Paredes, Esteban Núñez, Juan Parra, Pedro Ramas, Juan Carranca y Vicente Muñoz.
Muros y restos del ábside del convento de Santiago
Tras el levantamiento en Madrid contra las tropas invasoras del ejército de Napoleón, los alcaldes, regidores y justicias, en presencia de los vecinos, juraron fidelidad a Fernando VII, celebrándose en el templo parroquial una misa en acción de gracias, a la que asistió la comunidad franciscana del convento, predicando su guardián, el padre Juan Testal quien, según las crónicas, animó a los asistentes a tomar las armas para defender la Religión, el Rey y la Patria25. La guerra de la Independencia causó graves secuelas en las vidas, en las instituciones y en el patrimonio civil y religioso de Lobón. En la sesión celebrada el 20/IX/1817, los capitulares de la villa, bajo la presidencia de los alcaldes Pedro Pizarro Barrena y Juan Lucas Lozano, dieron a conocer un informe presentado por el padre guardián en el que señalaba que era imposible establecer en él la escuela caritativa de primera educación para instruir la doctrina cristiana, las buenas costumbres y primeras letras por encontrarse el convento arruinado por los franceses, («Manifestando, al mismo tiempo, dicho R. P. Guardián la imposibi-
19. Améz Prieto, H., La provincia de San Miguel…, p. 506-514. 20. Archivo Municipal de Lobón (AML). Legajo 4, Carpeta 12. 5/IX/1797. 21. AML. Legajo 5, Carpeta 2. 20/XI/1799. Testamento de Eugenio González. 22. Tomamos como ejemplo el testamento de José Santos, fechado el 5/VI/1804, en el que desea ser sepultado en la iglesia del mismo convento. AML. Legajo 6, Carpeta 5. 23. Ibídem. 5/X/1804. 24. He consultado el Libro VI de Bautismos (Años 1804-1828), Libro IV de Matrimonios (Años 1803-1828) y los Libros IV y V de Defunciones (Años 1770-1807 y 1807-1841). 25. Rodríguez Grajera, A. y Ortiz MAcías, M.M. Una ciudad en guerra, Mérida, 1808-1812. Badajoz 2008. p, 60.
scriptoriumguadalupense / 23 lidad del Establecimiento de dicha Escuela, mediante hallarse el Combento arruinado por los Franceses y no tener pieza en donde poder colocar los niños»)26. El convento de Santiago siguió con muchas dificultades hasta los días en los que la Revolución Liberal proclamó la exclaustración junto a los primeros decretos desamortizadores, abandonando los frailes el convento en el que habían vivido cerca de tres siglos. PUESTA EN VALOR DEL CONVENTO Los franciscanos observantes del convento de Santiago de Lobón propagaron la devoción a la Inmaculada Concepción, con la finalidad de lograr la declaración dogmática, pues de ella se contaba que «hay en este convento una imagen de María Santísima de la Concepción, muy hermosa y tanto que dicen las gentes este refrán: Santa Rosa la de Hornachos, San
Diego el de Fuentes y Concepción la de Lobón»27. Lobón tuvo por Patrona a la Inmaculada Concepción, haciendo que los regidores municipales emplearan esta fórmula, décadas antes de que se promulgase la Bula Ineffabilis Deus el 8/XII/1854 por el Papa Pío IX, «recibieron juramento, que hicieron por Dios y una Cruz conforme a derecho, bajo del qual prometieron, en primer lugar, defender la pureza de María Santísima, cumplir bien y fielmente con sus respectivos cargos, atender y conservar los derechos y privilegios de esta villa y su común y mirar por los pobres de solemnidad, y, en segundo, observar y hacer que se cumplan las Leyes y Pracmáticas de estos Reynos»28. Cuando Pascual Madoz hace referencia al convento en su obra Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus Posesiones de Ultramar, publicada a mediados del siglo XIX, dice «a 100 pasos al E. está el ex convento de Franciscos, que antes fue hospital de Santiago y se halla reducido á escombros». Esos escombros han ido con los años desangrándose, para ser visibles las ruinas de algún paredón y escasos restos de su iglesia29. En diciembre de 2015 el Servicio Extremeño Público de Empleo (SEXPE) a petición del Ayuntamiento de Lobón que preside el alcalde Roberto Romero Gragera30, le fue concedido el Proyecto @prendizext Iuvenalis Plus con la finalidad de una primera actuación sobre las ruinas del convento franciscano. Los usuarios de este Taller con el arqueólogo José Ángel Salgado Carmona comenzaron las excavaciones en el pasado mes de marzo, delimitando el área de excavaciones, desescombrado, desbrozado y limpieza de una zona que, lamentablemente, ha servido de escombrera y basurero durante muchos años. Sacando a la luz los derrumbes de los muros de lo que fue centro de espiritualidad, escuela de artes y cultura.
Fragmentos de pinturas entre los escombros
26. AML. Legajo 28, Carpeta 13. 27. Reyes Ortiz de Tovar, J.M., Partidos triunfantes de la Beturia Túrdula. Madrid 1998. p. 78. 28. AML. Legajo 28, Carpeta 5. Sesión 12/IV/1812. 29. García Cienfuegos, M., Lobón en su historia. Mérida 2014. p. 117 30. La Alcaldía de Lobón ha informado que solicitará un nuevo taller para continuar con las excavaciones, con la finalidad de recuperar el patrimonio histórico, religioso y cultural del convento franciscano de Santiago.
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Ordenanza contra los blasfemos (Guadalupe 1473) Manuel Herrera Vázquez Doctor en Filología Hispánica
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n el Congreso celebrado en Andújar en marzo de 2015 sobre Los reinos peninsulares en el siglo xv. De lo vivido a lo narrado, presenté la ponencia titulada «Las primeras inquisiciones en Guadalupe», donde intenté demostrar que, antes de los importantes procesos de 1485, habían tenido lugar, al menos, otras tres inquisiciones más en Guadalupe1. Algún tiempo después, hallé un documento que desconocía entonces y que aporta información interesante relacionada con el tema de dicha ponencia. Se trata de una ordenanza contra los blasfemos publicada el domingo 22 de agosto de 1473 en Guadalupe, que se halla en el Archivo Histórico Nacional, Sección Clero Secular y Regular, legajo 1430, expediente 1-c. El documento consta de dos hojas, que miden 220 x 150 mm2; en la primera se halla la ordenanza propiamente dicha, escrita con limpia y esmerada letra redonda, casi sin errores; y en la segunda, la certificación, firmada por el notario, de haberse publicado en la fecha indicada, con letra cortesana. La ordenanza y los castigos El contenido de la ordenanza es como sigue: al comienzo del priorato de fray Juan de Guadalupe el Viejo, esto es, el último trimestre de 1469 y principios de 14703, las buenas formas en el hablar se habían relajado tanto en la puebla de Guadalupe, que fray Juan tuvo que hacer algunos castigos a los blasfemadores4. Con ello logró, al menos, disminuir tales irreverencias y vituperios. Sin embargo, pronto cayeron en el olvido tales correctivos, de modo que, poco tiempo después, el 22 de agosto de 1473, el mismo prior hizo publicar en la plaza de la puebla —seguramente después de la misa mayor— una constitución y ordenanza contra los muchos blasfemos que, sin temor a Dios y a los castigos temporales y eternos, prorrumpían, tanto en público como en privado, en tales pecados diciendo «Pese a Dios» y otras expresiones condenadas por las leyes divinas y humanas. La ordenan-
za, que, como veremos en el Apéndice, se fundamenta en el derecho civil justinianeo, fue leída por el pregonero Juan de Berzocana en presencia del notario Fernando Alfonso. Como testigos actuaron el alcalde Andrés González, el alguacil Alfonso Vázquez y los vecinos Alfonso Rodríguez de Zalamea y Juan González de la Cilla. Para frenar dichas blasfemias, el prior establecía las siguientes penas progresivas: Primera vez: diez días en el cepo y 500 maravedíes para los pobres. En caso de no poder pagarlos, que el culpable sea desterrado de la puebla por medio año. Segunda vez: el doble de la primera; es decir, veinte días en el cepo y 1000 maravedíes de multa. Si no pudiera pagarlos, que sea desterrado por un año. Tercera vez: cuarenta días en la cadena y 2000 maravedíes para los pobres. Si no pudiera pagarlos, que sea desterrado por dos años. Y en adelante, las condenas se impondrían de acuerdo con el criterio de multiplicar la pena según se multiplique el delito. Si el blasfemo lo hacía contra los santos y santas, se le impondría la mitad de las penas anteriores. Si renegaba de Dios y los santos, como si fuera infiel o pagano, se ejecutaría el más grave castigo que en los derechos se determinara. CONVERSOS BLASFEMOS Aunque en la ordenanza no se menciona a ningún culpable en particular, creo que iría dirigida en parte contra los conversos de la puebla que proferían palabras blasfemas, en especial, contra la virginidad de María, pues este fue uno de los motivos porque los judíos, desde muy antiguo, hicieron burlas a los cristianos, de cierto basándose en el pasaje de san Mateo donde se dice que María estaba embarazada antes de convivir con José (Mt 1,18-19); y que, asimismo, la Virgen había tenido más hijos además
1. «Las primeras inquisiciones en Guadalupe», en Los reinos peninsulares en el siglo xv. De lo vivido a lo narrado. Encuentro de investigadores en Homenaje a Michel García, Andújar 2015, pp. 137-158. 2. Luis de la Cuadra Escrivá de Romaní, Catálogo-inventario de los documentos del Monasterio de Guadalupe, Madrid 1973, n.º 509, p. 129. 3. Fue prior durante dos trienios seguidos, desde el 26 de septiembre de 1469 a mayo de 1475. 4. Véase la biografía que de él dejó fray Diego de Écija, Libro de la invención de esta santa imagen de Guadalupe, y de la erección y fundación de este monasterio, Cáceres 1953, cap. lviii, pp. 291-311.
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El blasfemo lapidado, de G. Hoet y A. de Blois (Figuras de la Biblia, La Haya 1728)
de Jesús, apoyándose en dos lugares de san Mateo (Mt 1,25, también Lc 2,7; y Mt 13,55-56, también Mc 6,3). Pero como mudar costumbre es a par de muerte, los guadalupenses continuaron con su mal hábito de blasfemar, tanto dentro como fuera del monasterio. Por ello, fray Diego de París, prior que tuvo el regimiento del monasterio después de fray Juan de Guadalupe el Viejo5, se vio en la obligación de continuar imponiendo severos castigos contra los juramentos. Así lo manifiesta el cronista fray Diego de Écija: «Tuvo, asimismo, este santo varón cuidado en poner buenas costumbres en los oficios de esta casa y en la gente que está en ello, así en la manera de vivir como del hablar, castigando con severidad los juramentos, con deseo que el nombre de Dios fuese reverenciado, en especial en esta santa casa de religión, co-
mo se solía hacer otro tiempo antiguo, que el mayor juramento era a los criados de este monasterio, jurar por su conciencia. Y por esto puso graves penas a los delincuentes, y porque mejor fuese guardado lo que mandaba, mandó que fuesen escritas unas tablas que fuesen leídas en la compaña, una vez en el mes, en día de fiesta, porque como aquellos días se llega toda la gente del monasterio a comer allí, fuesen oídas de todos. Lo cual se hace siempre hasta el día de hoy»6. Volvamos en este punto a la ponencia del Congreso de Andújar de 2015. Como hemos dicho al principio, en Guadalupe se habían realizado, al menos, tres inquisiciones antes de 1485: «La primera tuvo lugar en fecha incierta antes de 1462; la segunda, hacia finales de 1461 o principios de 1462, siendo prior fray Gonzalo de Madrid; y la tercera, en 1475, durante el priorazgo de fray Juan de Guadalupe el Viejo. Todas fueron de carácter eclesiástico y pertenecientes a la llamada Inquisición medieval»7. También expusimos que el escribano guadalupense Fernando González Gigante fue condenado por blasfemias en las dos primeras inquisiciones; y que el trapero Martín Gutiérrez fue procesado por el mismo motivo en la segunda. Sin embargo, la calificación del delito en ambos casos fue diferente, como diferentes fueron también sus condenas. En resumen, hasta lo que sabemos, una de las razones principales, o la principal, por la que se condenó a los únicos culpables conocidos en las dos primeras inquisiciones en Guadalupe —que, curiosamente, eran conversos—, fue por blasfemar. LA BLASFEMIA Y SU REPRESIÓN EN LA HISTORIA La blasfemia es pecado más viejo que el propio cristianismo. A pesar de las severas condenas que se le ha impuesto a lo largo del tiempo, nunca se ha conseguido extirpar. Hagamos un breve repaso. Ya en el Antiguo Testamento, Lev 24,16, se menciona la costumbre judía de castigar a los blasfemos con la muerte por lapidación: «Et qui blasphemaverit nomen Domini, morte moriatur: lapidibus opprimet cum omnis multitudo, sive ille civis, sive peregrinus fuerit»8. Se cita la misma práctica en el Nuevo Testamento, Jn 10,33: «De bono opere non lapidamus te, sed de blasphemia». También el derecho civil romano infligía la pena de muerte a los blasfemos, según se echa de ver en la «novella» lxxvii de Justiniano: «Sin autem et post huiusmodi nostram admonitio-
5. Fray Diego fue elegido prior tres trienios seguidos, desde el 27 de mayo de 1475 hasta el 1 de julio de 1483, día en que falleció. 6. Libro de la invención de esta santa imagen de Guadalupe…, p. 317. Fray Gabriel de Talavera reproduce este párrafo así: «Daua también reglas de buen biuir a los que seruían en el monasterio; especialmente cuydó que se desterrassen juramentos, de que ellos hazían poco caso. Y porque la ignorancia no les fuesse ocasión de culpa, mandó que en la compaña, donde todos acuden y se juntan, se les leyessen vna vez al mes las constituciones y premáticas que auían de guardar, quedando en perpetua costumbre hasta aora este decreto» (Historia de Nvestra Señora de Gvadalvpe, Toledo 1597, f. 87r). 7. «Las primeras inquisiciones en Guadalupe», p. 138.
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nem inveniantur aliqui in talibus permanentes delictis, primum quidem indignos semetipsos faciunt dei misericordia, post haec autem et legibus constitutis subiciuntur tormentis»9. La censura contra la blasfemia aparece, por supuesto, en los Padres de la Iglesia. San Jerónimo decía de ella que «Ad populum horribilem; nihil enim horribilius blasphemia, quae ponit in excelsum os suum. Post quem non est alter populus: omne quippe peccatum comparatum blasphemiae, levius est»10. En contra del derecho civil, el canónico imponía castigos suaves, como se expone en las Decretales del papa Gregorio IX, consistentes en estar de pie durante siete domingos a las puertas de la iglesia, al descubierto mientras dure la misa, y, el último día, con los hombros desnudos, los pies descalzos y un cordel colgado al cuello; y en los siete viernes precedentes a los domingos, ayunar a pan y agua, sin entrar en la iglesia; y en cualquiera de dichos días, dar de comer si le sobra; y en caso de personas ricas, multa pecuniaria; pero nunca la pena de muerte11. Por su parte, en la antigua legislación castellana se establecían diferentes castigos en función de la calidad del blasfemo, de su reincidencia o de su pertenencia a otras religiones. Así se recoge en el tít. xxviii de la Partida VII, todo él dedicado a «los que denuestan a Dios, e a santa María, e a los otros santos»12. Prueba de lo arraigada que estaba entre los españoles tan fea costumbre, son las repetidas pragmáticas reales y peticiones de las Cortes a los monarcas para que proveyeran de remedio conveniente. Esta reiteración de normas prohibiéndola y castigándola demuestra el escaso éxito obtenido para eliminarla o, al menos, refrenarla. Sin exceder del siglo xv, podemos citar las siguientes. En las Cortes de Briviesca, en 1387, el rey Juan I mandó que se aplicaran las leyes establecidas contra los blasfemos en las Partidas de Alfonso X13. Las Cortes de Toledo en 1462 solicitaron a Enrique IV que castigara a los blasfemadores, además de con las penas que, según las leyes, les corres-
pondía, cortándole la lengua y dándole cien azotes o perdiendo la mitad de sus bienes14. Las de Madrigal, en 1476, solicitaron a los Reyes Católicos que se guardaran y ejecutaran las leyes del reino al respecto, e incluso que cualquier persona pudiera detener al blasfemo y llevarlo a la cárcel; lo cual fue otorgado por los monarcas15. En la pragmática dada en Valladolid a 22 de julio de 1492, los Reyes Católicos añaden nuevas penas a los que blasfemaren; entre ellas, treinta días de prisión por la primera vez; destierro de seis meses y multa de 1000 maravedíes por la segunda; y clavar la lengua por la tercera, si fuera persona de menor condición16. Por último, los Reyes Católicos, en la pragmática dada en Sevilla el 9 de junio de 1500, los Capítulos de Corregidores, ordenan que se ejecuten las penas contenidas en la pragmática anterior, sin excepción de personas de mayor o menor condición17. La legislación inquisitorial castellana seguía, en lo tocante a las penas, el derecho canónico y el civil18. Como se ha podido apreciar, la ordenanza promulgada por fray Juan de Guadalupe el Viejo en agosto de 1473, es un eslabón más en la cadena de intentos por eliminar el feo hábito de ofender a Dios, a la Virgen María, a los santos y a la religión católica, en general, y viene a confirmar el grave problema de blasfemias e injurias que existía en Guadalupe, contra el que, durante años, varios priores llevaron a cabo acciones represivas sin resolverlo. Incluso los reyes, con todo el poder legislativo y ejecutivo de que disponían, tampoco consiguieron erradicar los habituales «Por vida de…», «Pese a…», «Voto a…», «Mal haya…», «Reniego de…», etc. Ni la Inquisición pudo lograrlo. Por todo ello, me parece razonable admitir que la antedicha «inquisición» de 1475, promovida por el mismo fray Juan, supuso un nuevo intento de promover las buenas costumbres entre los habitantes de la puebla, en especial, sin duda, entre los conversos, que mostraban escaso respeto por ciertos aspectos de la religión católica.
8. En Tob 13,16 se indica que «Maledicti erunt qui contempserint te: Et condemnati erunt omnes qui blasphemaverint te». En Dan 3,96 se dice que el rey de Babilonia Nabucodonosor decretó pena de muerte contra el blasfemo y que su casa fuera derribada. 9. Corpus Iuris Civilis. Volumen tertium, Berlín 1895, pp. 381-383 (la cita, en la p. 382b). 10. Commentariorum in Isaiam prophetam libri duodeviginti, lib. VII, cap. xviii; en Opera omnia. Tomus quartus, París 1865, col. 247 (Patrologiae Latinae tomus xxiv). Por ello, no es de extrañar que Sto. Tomás de Aquino dijera que «ideo, cum blasphemus intendat nocumentum inferre honori divino, simpliciter loquendo gravius peccat quam homicida» (Summa theologiae, II-IIae, q. XIII, art. iii; en Opera omnia. Tomus octavus, Roma 1895, p. 110b). 11. Lib. V, tít. xxvi, cap. 2, Statuimus. Véase en Corpus Iuris Canonici. Pars secunda, Graz 1959, cols. 826-827. 12. Alfonso X, el Sabio, Las siete Partidas del Sabio Rey, don Alonso el Nono, nueuamente glosadas por el licenciado Gregorio López, del Consejo Real de Indias de Su Magestad. Setena Partida, Salamanca 1555, ff. 81v-83r. 13. Cortes de los antiguos reinos de León y de Castilla. Tomo segundo, Madrid 1863, pet. 4, p. 364. 14. Ibídem. Tomo tercero, Madrid 1866, pet. 16, pp. 712-713. 15. Ibídem. Tomo cuarto, Madrid 1882, pet. 33, pp. 100-101.— Las disposiciones mencionadas fueron recopiladas por Alfonso Díaz de Montalvo en las conocidas como Ordenanzas reales de Castilla, Huete 1484, lib. VIII, tít. viii, ff. sign. y5rb-y6ra. 16. Libro en que están copiladas algunas bullas…, Alcalá de Henares 1503, ff. 1r-2r. Esta pragmática fue incluida en otra sobre el mismo asunto que los Reyes Católicos dieron en Sevilla el 2 de febrero de 1502 para que, cuando algún esclavo dijere alguna blasfemia, el dueño pudiere elegir entre darle cincuenta azotes o llevarlo a prisión durante treinta días (Ibídem, ff. 2r-3v). 17. Ibídem, f. 111v [cap. 25].
scriptoriumguadalupense / 27 Apéndice documental Ordenanza contra los que blasfeman publicada en Guadalupe el domingo 22 de agosto de 1473. Fuente: Archivo Histórico Nacional, Sección Clero, leg. 1430, exp. 1-c19. (f. 1r) Por quanto las blasfemias o vituperios dichos contra los ombres non suelen ser dexados sin punición, en especial contra los reyes e príncipes o otros señores temporales, pues mucho más son dignos de penas grandes quando se dizen contra el omnipotente príncipe e rey eterno, Dios, nuestro señor, commo sea sin alguna conparación más graue offender la magestad eternal que qualquier potestad temporal20. Por ende, el reuerendo padre prior, acatando commo, por algunos castigos por él fechos en principio de su gouernaçión, se avían refrenado en esta puebla de las dichas blasfemias e vituperios, e, agora, le es denunçiado que muchos, pospuesto todo themor de Dios y, por consiguiente, de toda pena temporal e eterna, con desenfrenadas lenguas prorrunpen, asý en logares públicos commo en abscondidos, en tales offensas e graues pecados, diziendo «Pese a Dios», e otras palabras muy reprouadas por toda ley diuina e humana; considerando que, por los tales delictos, Dios, nuestro señor, es mucho prouocado a yra e yndignaçión, e avn, segund es escripto21, vienen muchas vezes terremota, hanbres e pestilençias en los logares, e porque a los que el themor de Dios non reffrena de palabras tan locas e desordenadas, el miedo de la pena los haga abstener y refrenar, manda y ordena el dicho señor prior que qualquier que dixere «Pese a Dios» o otras palabras semeiantes, en público o en priuado, que, por la primera vegada, esté x22 días en el çepo e pague quinientos maravedíes para los pobres, e, si no touiere bienes de que lo pagar, que sea desterrado por medio año. E, por la segunda, que sean las penas dobladas. (f. 1v) E, por la terçera, que esté quarenta días en la cadena e paguen dos mill maravedíes para los pobres. E, si non touiere bienes para los poder pagar, que sea desterrado por dos años. E, por este respecto, multiplicado el delicto, sea multiplicada la pena. E, si dixere las dichas palabras contra qualquier santo o santa, diziendo «Pese a sant Pedro», o a otro santo, aya e pague la meytad de la dicha pena23. E, pensado el logar del delicto e la culpa del
delinqü[e]nte24, quede en aluedrío del uisitador dar mayor pena por qualquier de los dichos casos. Otrosí, qualquier o qualesquier que dixeren otros modos de blasfemias contra Dios25, nuestro señor, o contra sus santos, es a saber, diziendo, assý commo infiel o pagano, «Reniego de Dios», o diziendo «Reniego de tal santo, o santas», o otras blasfemias semeiantes26, sepa que el dicho señor prior entiende mandar executar en ellos las más graues penas que por lo tal fueren hallad[a]s27 en los derechos, en tal modo, que a otros sea escarmiento e enxenplo de castigo. (f. 2r) En veynte e dos días del mes de agosto año del nasçimiento de nuestro saluador Ihesuchristo de mill e quatroçientos e setenta e tres años, estando en la plaça pública d’esta dicha puebla muchas personas, en presençia de mí, Fernand Alfonso, bachiller, escriuano e notario público en esta dicha puebla, e de los testigos yuso escriptos, Iohán de Verzocana, pregonero, pregonó a alta e inteligible boz la constituçión e ordenança de suso escripta. Testigos que fueron presentes a esto que dicho es: Andrés González, alcalde, e Alfonso Vásquez, alguazil, e Alfonso Rrodríguez de Çalamea e Iohán28 Gonçález de la Çilla, vezinos d’esta dicha puebla. Fernand Alfonso, escriuano. (Firma autógrafa.)
Cepo para judaizantes. Museu d’Història dels Jueus/ Museo de Historia de los Judíos (Gerona)
18. M.ª del Camino Fernández Giménez, La sentencia inquisitorial, Madrid 2000, pp. 213-219. 19. Transcrito parcial y fragmentariamente por Alfonso Domínguez de la Concha en su tesis doctoral Oligarquía rural y régimen señorial en Extremadura en la baja Edad Media. El ejemplo de Guadalupe, UNED 2015, t. ii, doc. 78, pp. 942-943.— A esta ordenanza sigue en el legajo otra, acerca del arrendamiento de bueyes y colmenas, que al vuelto tiene esta portada común: Ordenança sobre el arrendamiento de colmenas y bueyes. Otra ordenança, pregonada, que pone las penas de los que blasfeman. 20. Como indicamos al comienzo, la ordenanza toma como base el derecho civil justinianeo, en concreto la «novella» lxxvii, §1: «Si enim contra homines factae blasphemiae impunitae non relinquuntur, multo magis qui ipsum deum blasphemat dignus est suplicia sustinere» (Corpus Iuris Civilis, p. 382b). 21. En efecto, lo es en la «novella» lxxvii, §1: «Propter talia enim delicta et fames et terrae motus et pestilentiae fiunt, et propterea admonemus abstinere ab huiusmodi praedictis illicitis, ut non suas perdant animas» (Ibídem, p. 382b). 22. A. Domínguez de la Concha, Oligarquía rural …, p. 943, transcribe, por error, «v». 23. Al igual que hay diferencia en especie en el culto que se da a Dios (latría), a la Virgen María (hiperdulía) o a los santos (dulía), del mismo modo también hay diferencia en especie en las penas que se imponen a quienes blasfeman. 24. La e segunda está hecha sobre una n. El copista, al corregir la palabra, olvidó quitar de encima de la q la i (= ui), ya ociosa. 25. Después de la s, seguido, va el signo de abreviación, que es superfluo. 26. Este último tipo de blasfemia es la que se denomina heretical, pues, además de ser palabras injuriosas contra Dios o sus santos, contiene error interior en la fe. 27. La a tercera está hecha sobre otra letra. 28. Antes de este nombre, se encuentran tachadas con una línea horizontal las letras ih, que son el comienzo del Ihesus.
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Doce caminos de peregrinación a Guadalupe (IX)
Camino VISIGODO Textos y mapa de APRODERVI Revisados por nuestra Redacción
Bibliografía, Naturaleza, Aspectos Etnográficos y Equipamientos, en http://www.aprodervi.com/
Datos: Poblaciones: Vía de la Plata, Alcuéscar, Arroyomolinos, Almoharín, Miajadas, Escuriel, Abertura, Alcollarín, Zorita, Logrosán Cañamero y Guadalupe: 134 Km. Comarcas que atraviesa el camino: Montánchez y Tamuja: 869 km², 19.184 hab.; MiajadasTrujillo: 2.518,3 km², 38.909 hab.;Villuercas-Ibores-Jara: 2.245 km², 16.800 hab. Orígenes del camino La escasa información documental o arqueológica y el gran vacío historiográfico que la etapa visigoda sufre en nuestra región, no permiten
conocer en profundidad a estos pueblos —a los cuales desde Roma llamamos “bárbaros”—, que procedentes del centro y norte de Europa ocuparon la Península Ibérica allá por el siglo V de nuestra era, tras la crisis y posterior caída del Imperio Romano. El itinerario de peregrinación que nos ocupa toma nombre del Reino visigodo (s. V-VIII), y en el que destaca la basílica de santa Lucía del Trampal, en Alcuéscar (Cáceres). Edificio visigótico, único por sus rasgos arquitectónicos y por ser uno de los pocos del sur peninsular que hoy se mantienen en pie. Desde tiempos prerromanos, en esta zona de España se rendía culto a la deidad Ataecina, a quien se representaba en forma de cabra. De ella se conservan muchos epígrafes en Extremadura, aunque la mitad de ellos se encontraron aquí, en El Trampal. Ignoramos los motivos que atraían devotos al lugar, aunque dado el carácter vengador del ídolo puede que fuera para rogar el castigo por robo: así lo confirma la placa del Museo de Mérida, en la que se invoca el castigo de la deidad para el autor de un hurto. Al igual que Guadalupe, la basílica visigótica de santa Lucía es un santuario de difícil acceso, buscando quizás el misticismo de lo oculto en la profundidad del bosque. Lo que acentúa el carácter sagrado e ignoto del sitio, al que los fieles acceden en una suerte de peregrinaje iniciático paralelo al de su búsqueda y hallazgo espiritual.
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Basílica visigótica santa Lucía del Trampal (s. VII), Alcuéscar (Cáceres)
Pero los visigodos españoles no sólo dejaron vestigios y estas joyas arquitectónicas, también nos legaron muestras de su paso por tierras villuerquinas. Y es que, según la Leyenda de la Virgen de Guadalupe, las reliquias de los santos Fulgencio y Florentina que hoy se guardan en Berzocana —hermanos de los santos arzobispos Leandro e Isidoro de Sevilla, a quienes el papa Gregorio Magno envió la sagrada imagen negra—, fueron traídos desde Sevilla, junto a la talla de la Virgen de Guadalupe, por los cristianos visigóticos, en huida al norte por la Vía de la Plata tras la invasión musulmana del año 711. Escondidos la efigie de la Virgen y las reliquias de los Santos en la abrupta serranía de las Villuercas, dice la tradición, que, a finales del siglo XIII, la talla mariana es hallada, junto al río Guadalupe, por el vaquero cacereño Gil Cordero, mientras las reliquias de los Santos fueron descubiertos por un labriego de Berzocana el 26 de octubre de 1223, cuando el arado que uncía a los bueyes enganchó el arca que las contenía. Sin duda es visigótico el sarcófago de mármol que se muestra en el altar de los Santos, de la iglesia de Berzocana, aunque la imagen de la Virgen es románica, de la serie de vírgenes negras de la Europa Occidental
pertenecientes a finales del siglo XII. En resumen, un camino de peregrinación que no se entendería sin la impronta que dejaron los cristianos visigóticos, romanizados aunque no supieron abandonar las banderías, causa de su desaparición a manos de los musulmanes. La basílica visigoda de santa Lucía del Trampal Probablemente está construida sobre el solar de un santuario pagano anterior, como indican algunas de las muchas inscripciones romanas allí encontradas. La basílica del Trampal, acompañada de otra construcción a 200 m. quizás también religiosa, se considera un templo monástico y data del siglo VII. A pesar de que el edificio siempre ha estado a la vista y era conocido por los lugareños, fue dado a conocer el año 1980 por Juan Rosco Madruga y su esposa. Como estaba en finca privada a la que raramente se acercaba alguien ajeno, hacia 1945 estuvo habitado por una familia montanchega al D. Fernández Vaquero
Interior la basílica visigótica cacereña
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cuidado de vacas. En el momento de su redescubrimiento presentaba un aspecto ruinoso a punto de perderse para siempre. No sólo le faltaba casi toda la estructura superior —sustituida por tejado en la zona de los ábsides y el resto a cielo abierto—, sino que, además, se había construido una vivienda de mayoral adosada al extremo norte, las ventanas estaban tapiadas, y establos, cuadras y abrevaderos ocupaban todas las estancias. El extraordinario valor del hallazgo fue reconocido inmediatamente por la autoridad y la intervención no se hizo esperar. Se aseguraron las ruinas y la zona; se limpió el edificio de todos los elementos añadidos, y en el plazo de unos quince años se reconstruyó la basílica como se ve hoy día. Muy recientemente, incluso se ha celebrado la misa en el rito mozárabe, propio de los monjes que allí moraron. El entorno natural de la zona es muy bello. Toda la falda de la sierra del Centinela está cubierta por grandes dehesas de alcornoque. En la parte superior de la sierra, al lado de Alcuéscar, se levanta la ermita del Calvario, junto a la que hay dos miradores naturales desde los que se ve la sierra de Montánchez a un lado, y las grandes llanuras de Cáceres, al otro. DOCE MUNICIPIOS HASTA GUADALUPE En sus 134 km. de recorrido, nuestro camino atraviesa un total de doce municipios por una línea diagonal ligeramente inclinada que va del centro de la provincia cacereña hacia el noroeste, ya en plena sierra de las Villuercas. La peregrinación empieza en la comarca extremeña de Montánchez y Tamuja, una de las comarcas que se dado en llamar vulgarmente “El Triángulo de oro”, por su situación estratégica entre tres ciudades de significación histórica: Mérida, Cáceres y Trujillo. Comarca que se halla en el centro físico de Extremadura, en su corazón
(de ahí deriva el lema: Extremadura desde el corazón). La diversidad paisajística que ofrece corresponde a la riqueza de su entorno natural, caracterizado por los tres ecosistemas que definen la región extremeña: el llano, la sierra y la dehesa. www.turismoextremadura.com
Retablo Mayor (s. XVI). Iglesia de Alcuéscar
Partiendo, pues, de la basílica visigótica —ubicada en un entorno de sierras alomadas donde crecen el alcornoque y la encina, y que enlaza con la otra gran ruta de peregrinación: la Vía de la Plata o el camino Romano—, dirigimos los pasos hacia Alcuéscar, un camino apacible y agradable de seguir por sus espacios abiertos, la multitud de olores y sonidos, sobre relieves ondulados. Ya en Alcuéscar —que, arabizada, proviene del latín Al-Quercus, por el encinar que la rodea— vamos a la iglesia parroquial de la Asunción, templo gótico-renacentista edificado entre los siglos XV y XVII sobre otro anterior del siglo XIII, y remodelado con mezcla de otros estilos que lo enriquecen. Desde Alcuéscar partimos a la cercana Arroyomolinos, cuna del fruto de la higuera en Extremadura, primer productor regional, por delante de las vecinas localidades de Almoharín y Alcuéscar. En su término, cercano a la ribera de la garganta de los Molinos, hallamos varias ruinas de estas edificaciones que dan nombre al pueblo. Algunos eruditos los han atribuido a la época romana, aunque fueron reutilizados en los siglos XVIII y XIX, hasta que la llegada de la electricidad los dejó inútiles y el abandono los dejó arruinados entre la maleza. No podemos salir de la población sin visitar la iglesia de la Consolación, una de las joyas arquitectónicas de la diócesis de Coria-Cáceres, iniciada en el siglo XVI al gusto gótico y renacentista. Abandonaremos el municipio por la calle Corredera y, entre higueras, encinas, alcornoques, olivares aislados y zonas arbustivas —dejando a nuestra izquierda la charca de las Curanderas—, pisamos Almoharín, conocida como “Tierra de higos”, debido a la comercialización nacional de los productos derivados de esta fruta: bombones, bizcochos y tartas. La ermita de Sopetrán y la iglesia parroquial de El Salvador son los edificios más destacados de Almoharín. Esta última tiene una magnífica galería de dos pisos, que contribuye a que la plaza Mayor sea uno de los rincones artísticos más notables de la comarca. El siguiente paso es Miajadas. Para ello cruzamos las aguas del río Búrdalo, afluente del Ruecas, que divide esta comarca de la de Miajadas-Trujillo, con un entorno donde se alternan los afloramientos graníticos y las vegas, de abun-
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Almoharín (CC). Pórticos de la parroquia y Torre (s. XV-XVIII)
dante regadío. Por esta comarca atravesamos espacios protegidos de valor especial, como es el caso de las ZEPAS (Zonas para la Especial Protección de Aves) de los arrozales de Palazuelo y Guadalperales, zona húmeda en la que destaca la avifauna acuática, y los llanos de Zorita con el embalse de Sierra Brava, que lleva camino de convertirse en referente ornitológico mundial, debido a las espectaculares cifras de aves visitantes. Ello supone que sea el tercer destino de aves a nivel nacional, equiparable a parajes de gran tradición ornitológica como Doñana o el delta del Ebro. A medida que nos vamos acercando a Miajadas, el terreno se vuelve más llano debido a la depresión que causa el río Guadiana. Se aprovechan sus fértiles vegas y suelos profundos para el cultivo que hace famosa a la
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Ermita de Nuestra Señora de Belén
ciudad, el tomate; siendo conocida como la capital europea de este producto. Actualmente, Miajadas tiene 741 licencias de empresas dedicadas al sector industrial, lo que la sitúa a la cabeza de la provincia, gracias a dos multinacionales exportadoras de pastas de tomate, derivados de conserva y a las empresas cárnicas. Esto la convierte en líder regional en cuanto a exportación se refiere. De su patrimonio histórico artístico sobresalen tanto edificios religiosos como civiles, destacando la iglesia parroquial de Santiago Apóstol (BIC), la ermita de san Bartolomé, ambos del siglo XVII, y los palaciegos dieciochescos del obispo Solís y los Casillas, con gran número de frescos en su interior. Tras conocer Miajadas, nuestro camino mariano, se dirige a la localidad de Escurial, recorriendo a penas dos kilómetros entre fincas pequeñas dedicadas al cultivo de regadío. Tras una breve parada para reponer fuerzas, el itinerario sigue por terrenos llanos, ligeramente ondulados, con vegetación de encinar y matorrales de jaras y aulaga. Poco a poco iremos divisando una población antiguamente trashumante, que recibe el nombre de Abertura. Fue durante siglos paso obligado del ganado lanar, vacuno y caballar que bajaba del norte de España. De su patrimonio monumental destacamos la iglesia de san Juan Bautista, obra del siglo XVI, y la arquitectura popular que embellece alguna de sus calles, con portadas típicas formadas por pilastras y ménsulas. Abandonando el poblado, nos dirigimos hacia Alcollarín, de cuya fundación u origen existen varias teorías. Unos lo atribuyen al establecimiento los
Arroyomolinos (CC). Iglesia de la Consolación (s. XVI) con paisaje
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Embalse de Alcollarín
Llanos de Zorita y Sierra Brava
descendientes de Diego Pizarro de Carvajal y su esposa Francisca de Orellana, ción guadalupense, destacamos la señores de Alcollarín y condes de Torrejón, que son quienes, a finales del siglo iglesia de san Mateo, en Logrosán, XV, edificaron el palacio y la iglesia; otros se inclinan a pensar que el origen es- y la de santo Domingo de Guzmán, tuvo en Las Ventas del Collado, destinadas a dar posada o albergue a los pe- en Cañamero, ambas de finales del regrinos que iban a Guadalupe. Sea cual sea su origen, Alcollarín merece que siglo XV. nos detengamos, no solo por la cordialidad de sus gentes o por sus sabrosos Por último, dejaremos atrás la loguisos de cabrito, cordero y puerco, sino también por visitar la casa palaciega calidad de Cañamero, apurando un de Diego Pizarro, hermano del conquistador del Perú. En ruinas y rodeado de vaso de vino de pitarra, para subir maleza, se encuentra a la entrada del pueblo. nuestros últimos pasos, entre desfiDe la noble villa de Alcollarín, la vía se adentra en los llanos de Zorita, laderos y sierra de gran belleza, hasgrandes praderas de quercíneas y explotaciones de ganadería extensiva que ta el puerto Llano, donde a lo lejos se sobrevuelan los sisones, avutardas y grullas. Zorita, cruce de las rutas e iti- divisa la meta de nuestro itinerario, nerarios antiguos que iban de Mérida a Toledo, de Córdoba y Ciudad Real aunque todavía falten unos kilómea Trujillo, y cordel de la caña real de merinas, fue un importante latifundio tros para alcanzarlo. de los Jerónimos de Guadalupe, en el que establecieron una parte del ganawww.miguelurbina.com do aprovechando sus buenos pastos. Tampoco debemos dejar su encalado callejero sin probar la cocina zoriteña, el ajoblanco y la rosca de muégado, dulce de sartén aderezado con aceite de oliva virgen extra, rociado con miel de los Ibores. No lejos del pueblo, aunque en dirección a Trujillo, tiene Zorita el santuario de la Fuente Santa, en el sitio donde fue socorrido por la Virgen un romero de Guadalupe. Saliendo de Zorita, giramos a la derecha y continuamos nuestra peregrinación hasta Logrosán, puerta de las Villuercas, para enlazar desde su antigua estación de Logrosán (CC). Ermita de la Consolación sobre el cerro de san Cristóbal ferrocarril con el ya conocido camino natural de esta www.edueriviajes.com comarca, que une este pueblo con Cañamero y Guadalupe. En esta última etapa de nuestro itinerario veremos buenos enclaves naturales y piezas de museo, como el abierto recientemente en la antigua mina de fosforita de Logrosán, o el centro de interpretación de las ZEPA sierra de las Villuercas y valle del Guadarranque, situado en las inmediaciones del embalse cancho del Fresno, del término de Cañamero, dotado de maquetas interactivas, expositores didácticos, audiovisuales y un telescopio en la terraza del edificio. Del patrimonio de estas dos localidades, donde confluyen varios caminos de peregrinaMina Constanza, en Logrosán
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La Virgen de Guadalupe EN DOS LIENZOS DE Valdés Leal Fundado en 1414 por el aristócrata hispalense fray Diego Martínez de Medina (†1446), fraile de Guadalupe, el monasterio san Jerónimo de Buenavista (Sevilla), al norte de la ciudad, estuvo sujeto al nuestro hasta 1426. Mantuvieron estrechos lazos, hasta el punto que fueron monjes del sevillano quienes representaron a éste en el contrato de las pinturas de la sacristía. Pues, al igual que hizo Francisco de Zurbarán (15981664) en el ángulo derecho de Las tentaciones de fray Diego de Orgaz (1639) en la sacristía guadalupeña, el sevillano Juan de Valdés Leal (1622-1690) pintó a nuestra Virgen Negra en dos cuadros de su
Fray Fernando Yáñez de Figueroa, óleo de Juan de Valdés leal
serie para la sacristía de Buenavista: se trata del retrato de fray Fernando Yáñez de Figueroa y éste de fray Alonso de Ocaña. De Enrique Valdivieso González (Valdés Leal, Sevilla 1988) es la siguiente ficha técnica: «Lienzo: 250 x 131 cm. Museo de pintura y escultura de Grenoble. Inscripción: El V. hermº Fr Alonso de Ocaña (h. 1656-1657). Procedencia: De la sacristía del convento de san Jerónimo pasó en 1836 a la colección Louis Philipe de Orleans, de París. Vendido en Londres en 1853 sucesivamente por la colección Rothan, Duque de Dino y Ferai. De esta última, fue adquirida en 1901 por el general Beylie, quien la regaló al Museo de Grenoble (Francia). Una de las figuras más dignas de la serie de la sacristía de San Jerónimo es el retrato de Fray Alonso de Ocaña, quien fue tan sólo hermano lego de la Orden Jerónimo, ya que nunca recibo órdenes mayores; por ello se ocupó siempre de realizar labores secundarias dentro de la vida cotidiana en el Monasterio de Guadalupe, al que perteneció durante toda su vida religiosa. Según el Padre Sigüenza, una de las ocupaciones más gratas y que con más devoción realizó fue la de ayudar a misa, lo que justifica que en el retrato aparezca vestido de acólito, recubierto con un roquete y llevando el misal y las vinajeras. En el suelo aparece una lanza partida, atributo que tiene una directa relación con la escena que se desarrolla en el fondo de la pintura. Dicha escena narra el milagroso suceso acontecido a Fray Alonso un día en el que, yendo a
Fray Alonso de Ocaña, óleo de Juan de Valdés Leal
caballo, fue acometido por un mayoral que también a caballo quiso asustarle, atacándole lanza en ristre con la intención de desviar el arma antes de alcanzar el cuerpo del fraile; sin embargo el mayoral midió mal la distancia, y alcanzó el pecho de fray Alonso con tanta fuerza que la lanza se partió en dos pedazos, aunque la intervención de la Virgen de Guadalupe, que aparece en la parte superior de la pintura, propició que su cuerpo quedara incólume. El rostro del fraile refleja facciones populares y un talante humilde, que probablemente fueron tomados por Valdés Leal de alguno de los legos del convento de los Jerónimos de Sevilla.»
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El Ministerio acabó las cubiertas [El Fraile cronista] El 11 de octubre pasado, directivos de «CABERO. Edificaciones S.A.», empresa vallisoletana adjudicataria de la reparación, saneamiento e impermeabilización de las cubiertas de este Real Monasterio, procedieron a la entrega de la obra (Exp.J.150006) al representante del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (=MECD), D. Aurelio Miguel del Hoyo, arquitecto del Instituto del Patrimonio Cultural de España. Se hizo en presencia del arquitecto, D. Jorge Manuel Viola Nevado, autor del proyecto, y del contratista, D. Alberto Peinado Reinoso, de «Construcciones Peinado Olmeda, SL», a quienes se subcontrató la obra de albañilería necesaria. Como ya informamos en su día [Cf. Guadalupe 844 (2015) 33-34], se trataba de la «restauración general de la cubierta inclinada de pizarra del camarín, revisión y reparación parcial de la cubierta inclinada de teja y la reparación general de la cubierta plana». Ésta última ha sido, quizás la más costosa y también la más vistosa. El coste total de la obra, según presupuesto, asciende a 690.396,56 €. A falta del informe técnico que todavía no obra en nuestro Archivo, diré que una vez se terminaron los saneamientos y trabajos previos de albañilería —no sin algún sobresalto—, se empezó el curioso entramado de lonas impermeabilizantes, cubierta de madera tratada, láminas corcho sintético y revestimiento final de cobre, a cargo de la empresa «Quinta Metálica», puntera en el sector, y la subcontrata de «Amando Ramos H. SL». Este es el tratamiento aplicado en las azoteas del hastial de los pies, capilla de santa Ana, nave de Santiago, presbiterio, crucero de la nave de san Pedro, capilla de san Gregorio, girola, capilla de santa Paula. Para la nave de Santiago, cuyas gárgolas vertían al tejado meridional del claustro mudéjar, se ha preferido colocar losa pisón encima de las lonas impermeables, aunque es la azotea más grande. Ahora el agua desemboca en un pesebrón —objeto de discusión con el jefe de obras de CABERO— que desagua por nuevas tuberías al tejado, y de allí a otro gran canalón de cobre con bajantes a las atarjeas del claustro. Se han inutilizado así las gárgolas del claustro, no así las de la fachada principal que se han restaurado y consolidado. Mientras el cobre, coincidiendo con la estación estival, se mantuvo en
Estado en el que estaban algunos tramos de azoteas
Reparación de la cubierta inclinada de teja, a cargo de «Construcciones Peinado Olmeda, SL»
Encima de las capas impermeables y la madera, canales de cobre y planchas de corcho
plazamayor / 35 esplendente su color, el rosetón y las arquerías que miran al sur se veían encendidos. Admira la obra de artesanía de cobre realizada, y la dedicación y pericia de los obreros pese a las muchas horas de inclemente solanera. Me falta destacar la instalación de una gigantesca grúa delante de la torre del reloj, con que subir los materiales, y el gran andamiaje levantado en el claustro mudéjar y en la fachada poniente de la iglesia. Después de esta gran acometida, había rumores de que el MECD andaba interesado en seguir interviniendo aquí, lo que nos llevó a sugerir la restauración de retablo Mayor, cuyos lienzos (Eugenio Cagés y Vicente Carducho) avanzan su deterioro, mientras el proyecto lleva empolvado más de una década. La basílica precisa, además, la restauración de las bóvedas de la nave central, las del crucero con el cimborrio y el primer tramo de la nave de Santiago. La mayor parte de éstas llevan una red hace quince años, evitando el presunto desprendimiento de adornos de madera que Churriguera adosó a las nervaduras. Habría que saber qué se hace con ellos y cuándo se rescata la pintura de los arcos. Tanto los frisos como el pavimento, sucio y destrozado, merecen atención prioritaria; sobre la que algún paso abríamos dado si no creciese sin parar el celo de la burocracia inane. Y ya que estamos, en el haber de la Junta de Extremadura —tan eficiente y espléndida en otros gobiernos lejanos— no hallamos otra cosa que la restauración a medias de la capilla de santa Ana, y esto con el presidente José A. Monago.
Pavimento sobre la nave de san Pedro
Cubierta de madera tratada
Tres etapas del proceso de impermeabilización sobre la nave de Santiago
Artesanos del cobre en el último estadio del proceso
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La Concepción del coro, restaurada La imagen de Nuestra Señora de la Concepción, situada en el testero del coro guadalupense desde 1499, ofrecía hasta el pasado mes de julio un estado de conservación deficiente. La preciosa talla de escuela flamenca — atribuida por unos a Guillemín de Gante y otros al maestro Egas Cueman—, estaba cubierta de polvo y humo, cuarteada su pintura y, en varios sitios, perdida, levantada o desprendida, según la memoria que presentó la restauradora Paloma Monedero Trujillo. Debemos aclarar que este grupo escultórico tiene parte del siglo XV (talla de la Virgen en madera de pino y respaldar con los rayos y doce estrellas); y otros, añadidos en el siglo XVIII por instigación de Manuel Lara Churriguera (dosel con los ángeles y el escabel compuesto por un querubín atlante, que sostiene la media luna entre nubes argentinas y rayos). Se sabe que las intervenciones churriguerescas en el templo y el coro también alcanzaron a esta talla, la segunda de más mérito y antigüedad del santuario. Desmontada el 12 de marzo de 1743 se retocó en Salamanca, de donde volvió el 27 de mayo de 1744. Repasando la descripción que el P. Francisco de san José (Madrid 1743) hizo de ella, nos haremos cargo del estropicio: «El color de nuestra imagen es trigueño oscuro; el rostro, lleno y hermoso, frente espaciosa, ojos grandes, inclinados a la tierra; la nariz, seguida en proporción; los labios, delgados y juntos; el cabello es una madeja de oro muy poblada y partida en dos mitades desde el medio de la frente. La escultura es de seis palmos y un jeme, que no desdice un ápice de esta medida. Mantiene real corona
Imagen de la Concepción según se veía en los orígenes, excepto el pedestal del querubín que sostiene la media luna
Concepción del coro tras la reforma sufrida en Salamanca (1743-1744) sin restaurar
en su cabeza y, más alta que la corona, le sirven de diadema doce estrellas grandes. El vestido es honestísimo, consta de manto y túnica talares y el manto alarga más, recogido mucho airosamente debajo de ambos brazos, entre estos y la cintura que tiene al parecer ceñida. Y por todo el vestido se derraman diversas flores de oro, a imitación del damasco. Descubre la punta del pie derecho, calzado pulidamente. Tiene el sol a las espaldas, como debido dosel a tan gran Majestad, cercándola toda con sus dorados rayos y Así luce la talla tras la restauración elevándose como corona sobre su cabeza; hace asiento sobre la luna, que la recibe en su mitad gustosa y festeja con sus puntas hacia arriba. Toda está como en el aire, pues no tiene repisa ni pedestal que la mantenga. Y dale mucha gracia un arco en que está elevada, hermoseando con listas como el iris, de diferentes colores, y cuarenta y dos estrellas de oro que llenan, en proporción igual, el medio círculo» (Cf. Historia Universal…, Madrid 1743, cap. XXI, núm. 16, p. 145). De modo que el rico estofado gótico se cubría de añil, sobre el que pegaron a la cera las estrellas doradas, evocación de las que estaban en el arco derribado por Churriguera sobre la silla prioral, dejando ver el estofado de la túnica que no cubre el manto. Los cabellos de la Virgen no son rubios sino castaños, y el color trigueño oscuro del rostro era tributo del polvo y las humaredas que la tenían renegrida. Corona nunca le hemos visto. Amén del manto azul estrellado, resulta sospechoso el pedestal con el querubín portante añadido, réplica de la imagen mejicana, y mutilado para que asiente el borde saliente del manto y la media luna. La reconstrucción de elementos desaparecidos, como varias estrellas y una alita de los angelotes, junto al reforzamiento de los anclajes de la peana mediante ángulo de hierro, estuvieron en manos del maestro ebanista Francisco Encinas Gamino. El patrocinio, por acuerdo con el monasterio, corrió a cargo del «Stiftung Museum Kunstpalast», Dusseldorf (Alemania). Deferencia que la Comunidad franciscana del Real Monasterio agradece públicamente.
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Breviario Recuerdo agradecido de Felipe Trenado
Asistido por el amor sin desmayo de su esposa, Pauli, el 29 de mayo de 2016 falleció en Madrid nuestro compañero y amigo Felipe Trenado. Lejos del hogar en el Guadalupe que tenía injertado donde más hondo se quiere, una enfermedad lo reclamó allí, herido de muerte, junto a su hijo y demás familiares. Hondamente se sintió esta pérdida en el monasterio, que fue morada y pasión suya durante una etapa fecunda de su itinerario, que es la que aquí se quiere evocar con agradecimiento. Había nacido el 17 de junio de 1938 en Puebla de Alcocer (Badajoz), el pueblo de Gutierre de Sotomayor, maestre de Alcántara; del reformador fray Juan de la Puebla y del jurista y político Antonio Hernández Gil, entre otras celebridades. Se sintió llamado a la vida conventual ya talludito, y fue dentro de la Provincia Bética cuando, advertida su capacidad, los frailes le orientaron a la vida sacerdotal, que inició en el colegio seráfico de Fuente del Maestre (Badajoz), donde cursó las Humanidades. El 15 de agos-
to de 1960, concluido el año de noviciado en Loreto (Espartinas, Sevilla), hizo la profesión temporal, que renovaría cada año hasta la profesión solemne, justo un trienio después, otro 15 de agosto. Adquirida la formación pertinente y concluidos los estudios eclesiásticos en este Real Monasterio, recibió la ordenación de presbítero el 25 de agosto de 1966. Dos años después, en 1968, era alumno de la Universidad Gregoriana de Roma, donde se tituló en la especialidad de Historia de la Iglesia. De regreso a la Provincia franciscana, el año 1971 viene destinado a Guadalupe con el cargo de coadjutor parroquial (1971-1980) y director de la revista Guadalupe (19711979), accediendo luego al de bibliotecario que regentaba el P. José Perea Díaz. Aprovechando su cargo de bibliotecario provincial (19741979), el P. Felipe organizó el traslado a Guadalupe de las librerías de Fuente del Maestre y de El Palancar, estableciendo en el Real Monasterio una biblioteca de tema extremeño, que continúa hasta el presente con la rica hemeroteca por él catalogada. A este periodo corresponde su búsqueda y rescate de libros extremeños en otras bibliotecas béticas, con el hallazgo, en la de Loreto, del segundo volumen del P. Diego de Montalvo, que Vicente Barrantes daba por no editado. El trienio que empieza el año 1977, sumó a los cargos anteriores el de archivero del Real Monasterio y miembro del Discretorio. Aquellos años — los de la Transición política española—, Felipe participó muy activamente en los preparativos y celebración del Cincuentenario de la Coronación Canónica (1928-1978), que
tuvieron al monasterio en tensa agitación: obras de restauración de la iglesia Nueva, edición de libros, visita de la Casa Real… A mediados de 1979 deja la dirección de esta revista, que durante un año se dirige en Sevilla, aunque sigue en Guadalupe ejerciendo sus otros oficios hasta el capítulo de 1980. Desilusionado con los aires que soplaban en la Bética y en el propio monasterio, cuya comunidad fue renovada, nuestro hermano siguió al frente del archivo y la biblioteca hasta que en 1981 pidió a Roma las dispensas, iniciando los trámites de reducción al estado laical. Obtenidas estas licencias, el 30 de julio de 1983 contrajo matrimonio con Paula Torrejón Collado, de la que tuvo un hijo dotado de una inteligencia poco común, fuente de grandes satisfacciones. Durante un tiempo fue secretario del Ayuntamiento de Alía, y de 1984 a 2005 trabajó como administrativo en el de Guadalupe. La Coral Santa María de Guadalupe, de la que llegó a ser secretario, era una de sus ocupaciones más queridas desde que fuera reorganizada por P. Serafín Chamorro; y la Ilustre Asociación de Damas tuvo en él un eficiente colaborador y paladín. Archivero parroquial en las cuatro últimas rectorías, Felipe impartió catequesis al igual que cuando, en los años de su coadjutoría, guiaba un activo grupo de jóvenes feligreses, impartía clases de bachillerato radiofónico y llevaba el consuelo espiritual a los enfermos del barrio de abajo. Santa María de Guadalupe, estrella y norte de sus afanes, pague largamente la generosidad de este hombre prudente y sencillo, noble y recio como los picos de las Villuercas que lo cobijan para siempre.
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Crónica de la puebla Antonio Ramiro Chico Cierto es, que en Guadalupe siempre es Navidad, por aquella gracia que a finales del siglo XII tuvo a bien bendecir la Madre de Dios en este monte santo, para mostrarnos desde su maternal regazo al Hijo de Dios, cuyo programa iconográfico se repite maravillosamente desde la puerta basilical del Evangelio hasta el Camarín de Nuestra Señora, pasando antes por el templo o cuerpo de Cristo durante todo el año. Cierto es también, que este año, no sabemos si por lo atípico del mismo, el tempus natalitium ha estado más apagado, quizás porque cada vez hay menos niños que salgan por las calles de la Puebla a cantar la Navidad y a pedir el tradicional aguinaldo, o simplemente porque no hemos podido recorrer las calles de la ciudad de Belén y Judea que todos los años, bajo la sabia dirección de fray Javier de Córdoba, tenía dicho tiempo con esta bella tradición franciscana, costumbre que este año no se pudo materializar y los niños de la Puebla y de otros pueblos de la comarca se tuvieron que conformar con presenciar el Misterio de la Navidad o acudir a la calle Corredera para ver el Portal de Belén de la familia Barba González y sentir el aliento y el calor de buey y de la mula, así como presenciar la adoración de los pastores o visualizar esa estrella que guió a sus majestades los Reyes de Oriente. Asamblea de Extremadura Con motivo del Año Santo y de la Fiesta de la Hispanidad, declarada Fiesta de Interés Turístico, la Mesa de la Asamblea de Extremadura se reunió en Guadalupe el día 11 de octubre, en el salón de plenos del Ayuntamiento, aceptando así la invitación cursada por la actual Corpora-
ción municipal. Según su presidenta, Blanca Martín, dijo: «Hemos aprovechado esta fecha para celebrar la Mesa y acompañar a la Corporación y Alcalde de Guadalupe para visitar el Monasterio y la Virgen». Tras la firma de todos sus miembros en el Libro de Honor del Ayuntamiento de Guadalupe, dio comienzo la Mesa que tuvo carácter ordinario, en la que se tramitaron diferentes cuestiones e iniciativas presentadas por los grupos parlamentarios. Terminada la reunión, la Mesa al completo visitó el Monasterio y el Camarín de Nuestra Señora, Patrona de Extremadura y Reina de las Españas, actuando de cicerón fray Antonio Arévalo Sánchez, guardián del Real Monasterio. Discapacidad Durante los días 20 al 23 de octubre, Guadalupe acogió el II Congreso Iberoamericano y II Seminario Internacional sobre Cooperación, Investigación y Discapacidad, organizado por el Instituto Iberoamericano de Investigación y apoyo a la Discapacidad Intelectual, Ayuntamiento de Guadalupe, ASDIVI, FUNDHEX, Plena Inclusión y APAMEX, con motivo del X Aniversario de la Convención ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, en el que participaron expertos de ambos continentes americano y europeo. Después de una década de debates sobre cómo aplicar los Derechos reconocidos por la propia ONU, con escasos avances en su trasposición a las distintas legislaciones nacionales y aún más escasa eficacia jurídica en la práctica, los participantes llegaron a la conclusión que es necesario pasar de los “Derechos a los hechos”. El Congreso por segundo año consecutivo fue clausurado por el guardián del Real Monasterio en una recepción habida en el Auditorium mudéjar.
plazamayor / 39 Mujeres Rurales El día 25 de octubre, con motivo del Día Internacional de las Mujeres Rurales y bajo el lema: “Las mujeres piezas claves en el desarrollo rural”, la Comarca VilluercasIbores-Jara acogió en la Casa de Cultura de Guadalupe uno de los seis grupos de trabajos que se han desarrollado en Extremadura, con el objeto de analizar el grado de implementación de la igualdad en el contexto rural, a fin de completar el diagnóstico que la Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio lleva a cabo para elaborar el Plan de Igualdad en el Medio Rural, en el que participaron colectivos de la Mancomunidad, política importante para que la población no siga decayendo en las zonas rurales, cada vez más despobladas.
Geodisea Por segundo año consecutivo, la Consejería de Economía e Infraestructuras de la Junta de Extremadura organizó Geodisea, un viaje por la historia de la tierra con el objeto de promocionar el Geoparque VilluercaIbores-Jara, con un nutrido programa de geoventura, geocultura y geosabor que se han desarrollado en las localidades de la comarca durante los días 22 de octubre al 6 de noviembre de 2016. Guadalupe, en concreto, acogió varias rutas dramatizadas y guiadas de Isabel la Católica, al pico de las Villuercas, al Arca del Agua y Pozo de las Nieves, senderos de castaños; la celebración del IV Mercado artesanal en la calle Sevilla y plazuela de los Tres Chorros; demostración de oficios artesanales, como el cobre y el bordado; Rondalla musical y degustación de productos típicos y cocina en vivo. Cambio climático El cambio climático avanza paulatinamente año tras año. La Tierra batió en el 2016 el récord de temperaturas, registrando los niveles más altos, por tercer año consecutivo, desde que comenzaron los registros en 1880, siendo las emisiones de gases de efecto invernadero las principales culpables del calentamiento global, al mismo tiempo que el grosor del hielo en los polos ha alcanzado un mínimo histórico. Por este motivo nuestra Universidad Popu-
lar “Gregorio López”, se unió el pasado 11 de noviembre, al proyecto de Educación para el Desarrollo puesto en marcha por AUPEX (Asociación de Universidades Populares de Extremadura), con el que se pretende concienciar sobre la importancia del cambio climático, que tanto afecta al territorio como a las personas, llevando a cabo varias actuaciones (charlas, exposiciones y película) en la Casa de Cultura durante los días 11 al 18 de noviembre.
Navidad El Ayuntamiento de Guadalupe quiso celebrar las fiestas de Navidad estrenando un nuevo alumbrado más artístico y acorde con la arquitectura de la Puebla, así como una nueva iluminación para el árbol, siguiendo el color corporativo del nuevo Consistorio, cuyo programa comenzó el jueves, 22 de diciembre con el Festival del Colegio Reyes Católicos en el Centro Cultural donde los niños cantaron un amplio repertorio de canciones de Navidad. Igualmente, el Ampa del CEIP. Reyes Católicos, organizó un pasacalles navideño por el barrio de abajo y de arriba, con la petición del aguinaldo, siguiendo la tradición de popular. En la programación tampoco faltó el ya clásico Certamen de Villancicos, aunque en esta ocasión se realizó en el auditórium de la Casa de Cultura, en el que participaron la Coral Santa María de Guadalupe, la Escuela de Música de Guadalupe, la Asociación de la Tercera Edad y otros grupos de la Puebla dirigidos por las hermanas “Pachi”, todos ellos, admitidos según las bases publicadas por la actual Corporación municipal. Sus Majestades los Reyes Magos, este año se hicieron de esperar, precediendo a la cabalga, que abría la marcha con distintas carrozas donde la magia e ilusión despertaba la atención de los más jóvenes, llegando a la plaza mayor sobre hermosos rocinantes, cargados no sólo de mirra, oro e incienso, sino también con muchos regalos para todos los niños de Guadalupe. También hubo, además, como recoge el programa de fiestas, actuaciones lúdicas y deportivas, como concurso de pintura, talleres y torneos de futbolsala y marcha cicloturística y senderista solidaria.
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Unión Olivarera A pesar del escaso término municipal que Guadalupe posee, su actividad agraria es bastante productiva, por contar con dos explotaciones recolectoras como son el castañar y el olivar. Aunque son pocos los agricultores que viven exclusivamente de dichas explotaciones, todavía se mantienen ambas bastante activas, presenciando largas colas por estas fechas para depositar el fruto. Este año bisiesto ha sido poco productivo en cuestión de frutos. La campaña de castañas sufrió una mengua muy considerable respecto al año anterior (281.369 kg), recogiendo una tercera parte menos, es decir 92.300 kilogramos, aunque de muy buena calidad, lo que se vio reflejado en el precio, obteniendo por su venta la cantidad de 134.388’80 euros. Igualmente, la producción de aceitunas, según nos informa, José Luis Tello, presidente de la Cooperativa Unión Olivarera de Guadalupe, ha sufrido también un descenso considerable, recogiéndose cerca de la mitad del pasado año, unos 900.000 Kg. , cuyo coste también se prevé supere al del pasado año. Además, por primera vez, se llevó a cabo la separación del “vuelo y suelo”, lo que redundará en la calidad del aceite. La Cooperativa, con el fin de dar una mayor prestación a sus socios y obtener el mayor rendimiento de sus productos ha llevado a cabo una serie de mejoras en sus infraestructuras, al mismo tiempo que ofrece cursos y charlas a los agricultores, destinando para ello 75.000 euros de sus propios fondos.
ASDIVI El pasado 16 de enero, la Diputación de Cáceres, en colaboración con los ayuntamientos de la Comarca Villuerca-Ibores-Jara, entregó en la Plaza de Santa María de Guadalupe a la Asociación de Discapacitados Físicos y Psíquicos de las Villuercas (ASDIVI) un vehículo adaptado, con el fin de que este colectivo y sus respectivas familias tengan los mismos derechos y posibilidades de desarrollo y facilitar así su desplazamiento desde sus puntos de orígenes hasta el centro de Guadalupe. Gracias a este convenio de “Urgente necesidad de adquisición de transporte”, la Diputación de Cáceres ha aportado 18.000 euros, con el que se pretende “defender la dignidad y los derechos de las personas con discapacidad, al mismo
tiempo que se apoya a estas familias para conseguir mejorar las condiciones de vida de estas personas”, como afirmó su presidente, Crescencio Jiménez. El acto asistió la Presidenta de la Diputación de Cáceres, Charo Cordero a la que acompañaron los alcaldes de la Comarca, ASDIVI, familiares, amigos, cooperantes y fray Antonio Arévalo, quien bendijo el nuevo vehículo.
Hijo Adoptivo de Toledo El día 23 de enero, con motivo de la festividad de San Ildefonso de Toledo, patrón de la archidiócesis y de la Ciudad imperial, el Ayuntamiento toledano celebró solemne acto cultural en San Marcos, presidido por su alcaldesa, Milagros Tolón con asistencia del presidente de Castilla-La Mancha, Emilio García-Page, el arzobispo Primado, el alcalde de Guadalupe, Felipe Sánchez Barba, autoridades, familiares y amigos, donde se hizo la entrega de Honores y Distinciones de la ciudad, concediendo al sacerdote guadalupense, Juan Sánchez Rodríguez, deán emérito de la catedral, la honrosa distinción de Hijo Adoptivo de Toledo, por lo que ha representado su etapa al frente del Cabildo Catedralicio de apertura e impulso de los valores y riqueza patrimonial del Templo Primado, liderando la renovación de la Sacristía, de la nueva pinacoteca y la inauguración del Museo de Tapices, Orfebrería y Textiles, con motivo del IV Centenario de la muerte del Greco, contribuyendo así a que “nuestra ciudad haya consolidado uno de los principales destinos del turismo cultural”. Persona sumamente querida en la ciudad de Toledo, cercana y afable en todos los círculos, inició su carrera eclesiástica en el Seminario de Toledo. Siruela y Talavera de la Reina se gozaron igualmente de su ministerio pastoral. Ecónomo diocesano durante el pontificado de D. Marcelo González Martín, llegó en el 2007 hasta el deanato, gracias al nombramiento del cardenal D. Antonio Cañizares, cargo que ha desempeñado hasta el 2016. Este guadalupense que en sus bodas de oro nos recordaba que siempre “hay que tener el oído cerca del corazón de Dios y las manos en el corazón de la gente”, recibió en el 2015 el Premio Guadalupe-Hispanidad, otorgado por la Real Asociación de Caballeros de Santa María de Guadalupe.
Escrita por el P. Fray Alonso de la Rambla, monje jerónimo de esta Casa, fallecido en 1484, y transcrita por el P. Fray Arcángel Barrado Manzano, ofm (1907-1971), Archivero y Bibliotecario que fue de este Real Monasterio. Edición y notas a cargo de fray Antonio Arévalo Sánchez, ofm. Edición patrocinada por el Ayuntamiento de Guadalupe. Sevilla 2016. «Ni el autor ni su transcriptor titularon la Crónica como aquí aparece. Me decido hacerlo así por brevedad, para distinguirla de otras existentes y para llamar la atención del lector sobre su antigüedad. Es frecuente, no obstante, entre los historiadores de la santa casa de Guadalupe citar el Libro Viejo como la fuente más antigua de donde beben sus noticias. Ésta del siglo XV no es exactamente el Libro Viejo, pero lo contiene enriqueciéndolo. La Crónica que editamos es la Vita Patrum de santa María de Guadalupe, el memorial del convento y, finalmente, un necrológico primitivo. En ella se apoyaron los arribistas monásticos del siglo XVII que pretendían restablecer la gloria de los orígenes en la sacristía». (de la Presentación del Editor)
Pedidos: Tienda del Real Monasterio 10140 GUADALUPE (CÁCERES) rmsmguadalupe@planalfa.es
Soledad de altura
Gabriel Sรกnchez Olmeda [Guadalupe, 1968]