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Jóvenes, viejóvenes SERÁ QUE LOS REDACTORES de esta santa casa nos estamos haciendo mayores. Así se explica que la comedia empresarial “El buen patrón”, del joven veterano Fernando León de Aranoa, se haya encaramado en la primera posición. Cine competente con y otras especies 1 Que los Goya no nos lleven a un guión en el que encajan todas las piezas, un modelo tan seguro como error, “El buen patrón” es un poco arriesgado. Le sigue la hermosa “Maixabel”, que aborda (otra vez) peliculón, una de las mejores la violencia de ETA, tema que no hay que olvidar, pero que está en la de su director, y una de las agenda cinematográfica española desde los años ochenta. Hay poco en películas españolas más dila lista a lo que se puedan agarrar nuestros lectores más jóvenes: ocupa vertidas de los últimos años. el tercer lugar el alabado retrato generacional que de ellos hace, tal vez Aunque Javier Bardem cuenta para quitarse la etiqueta de viejoven, Jonás Trueba en “Quién lo impide”, ya con muchas interpretaseguido de la conflictiva relación de amistad adolescente de la brillante ciones memorables, Julio, su “Libertad”, debut de la guionista Clara Roquet. Y en octava posición aso- personaje en esta película, ma el pertinente documental “Sedimentos”, de Adrián Ortega, sobre seis se une a ellas, y lo hace por mujeres trans. Y sí, de jóvenes va “Las leyes de la frontera”, pero de los la parte de arriba de la tabla. de los años ochenta. No obstante, veteranía no es sinónimo de comodi- En esta ocasión, Bardem dad: Almodóvar hace un salto mortal en el guión de sus “Madres parale- interpreta a un empresario las”, Agustí Villaronga regala con “El vientre del mar” la cinta más atre- que intenta mantener su vida del listado y Juanjo Giménez juega con el sonido en “Tres”. Cierra compañía en las mejores el thriller “Bajocero”, de Lluís Quílez. Buenas películas que no nos han condiciones posibles durande hacer olvidar que también se vieron en 2021 “Corten!” de Marc Ferrer, te una semana crucial para “Magaluf Ghost Town” de Miguel Angel Blanca; “Sis dies corrents” de recibir un premio, pero justo Neus Ballús, y “Espíritu sagrado” de Chema García Ibarra, premiadas en se le acumulan esos días Locarno; el sensible documental “El niño de fuego”, de Inacio Acconcia; y diferentes circunstancias el trío “Ama”, de Júlia de Paz Solvas, “Chavalas”, de Carol Rodríguez Colás que pondrán a prueba esa y “Destello bravío”, de Ainhoa Rodríguez, revelaciones del festival de imagen que quiere dar de
empresario diferente. Julio Blanco es ese jefe que dice “esto no es una empresa, es una familia”, pero que, a la hora de la verdad, no ve a sus trabajadores como “familia” sino como trabajadores y, si le apuras, como súbditos. Pero, aunque desde el primer momento vemos venir esto, el ganador del Oscar por “No es país para viejos” se las arregla para que Blanco nos caiga simpático... al menos hasta cierto momento de la obra. “El buen patrón” supone casi un reverso cómico (no por ello menos tenebroso; quizás, incluso más) de “Los lunes al sol”, con un guion que pone toda su artillería al servicio del humor y de la ácida críti-
El buen patrón
Fernando León de Aranoa
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2
Maixabel
Icíar Bollaín
A estas alturas tenemos ya muy claro que el cine de Icíar Bollaín siempre ha sido valiente y rebelde. Y “Maixabel” no es una excepción. La propuesta es tan intensa como los personajes que la protagonizan y tan arriesgada como la situación que vivieron. Bollaín dibuja a los personajes con delicadeza, buscando siempre el porqué de la violencia, del odio, de la venganza, iluminando hasta la esquina más oscura del barrio. —NOEMÍ VALLE
3
Quién lo impide
Jonás Trueba
Es complicado salir de lo nuevo de Jonás Trueba sin tener la sensación de haber experimentado una rara avis dentro del circuito de exhibición nacional. En esta relectura cinematográfica del mítico tema de Rafael Berrio, los minutos se vuelven vaporosos, completamente ausentes de carga,. Porque “Quién lo impide” no es más que un monumento sobre el tiempo.
—DANIEL GRANDES
5
Tres
Juanjo Giménez
El director barcelonés confirma en su segundo largometraje su vocación de investigador de los recursos expresivos cinematográficos que ya había apuntado en “Timecode” (Ganador de la Palma de Oro de Cannes al Mejor Cortometraje ) con la incorporación de la danza como elemento narrativo. La premisa de “Tres” es original y fascinante, y más al desarrollarse a partir del propio proceso creativo cinematográfico. —J. PICATOSTE VERDEJO
6
Madres paralelas
Pedro Almodóvar
“Madres paralelas”, película sobre la identidad y la maternidad, sobre el dolor y la responsabilidad, tiene una trama principal melodramática que responde al título: dos mujeres que dan a luz el mismo día en el mismo hospital, lo que ligará sus vidas para siempre. Almodóvar sitúa la subtrama de la memoria histórica como germen de todo, porque sin ese prólogo no existiría el resto; del mismo modo, sin aquella contienda nada sería como es. —J. PICATOSTE VERDEJO
8
Sedimentos
Adrián Silvestre
“Sedimentos” no solo es muy interesante sino también tremendamente entretenido y divertido, y quizás esto viene influido por la decisión de Silvestre de no limitarse a hacer un documental al uso. El director no ha sentado frente a la cámara a personas con experiencias ajenas a la suya para crear “su película”, sino que ha querido acompañarlas, escucharlas, aprender, conectar con ellas, y volcar en “Sedimentos” el resultado de todo ese proceso. —PABLO TOCINO
9
Las leyes de la frontera
Daniel Monzón
Daniel Monzón ha vuelto con “Las leyes de la frontera”. El director de dos taquillazos como “Celda 211” y “El niño” podría sumar otro éxito a su filmografía con esta entretenidísima cinta de acción que adapta el libro homónimo de Javier Cercas y que supone también un homenaje al cine quinqui de los setenta y ochenta. Además es la presentación al gran público de Marcos Ruiz.
4
Libertad
Clara Roquet
El primer film como directora de Clara Roquet, que entronca temáticamente con la brasileña “Una segunda madre” (15) de Ana Muylaert, aborda las diferencias de clase a través de la mirada femenina. Tres madres y tres hijas, siendo dos de ellas la misma. La maternidad como oficio de riesgo. No es casualidad que sea una mujer quien dirige y quien huye del culebrón sentimental y de los planteamientos
televisivos. —J. PICATOSTE VERDEJO
7
El vientre del mar
Agustí Villaronga
¿Cuál es la verdadera naturaleza humana? ¿En que situaciones aflora? “El vientre del mar” (“El ventre del mar” en su versión original en catalán) viene a responder de manera contundente y pesimista, sin concesiones. Osada, grave, desesperanzada, irrumpe insólitamente en el panorama cinematográfico español con su mirada implacable sobre la insignificancia del ser humano, sea o no, ante la inmensidad del mar. —J. PICATOSTE VERDEJO
10
Bajocero
Lluís Quílez
La película de Lluís Quílez apuesta por mantener una tensión cortante, apoyada en una estupenda música y ambientación, que funcionan a la perfección, sobre todo en su primera mitad, incluso cuando se vuelve una especie de slasher. Un blockbuster cargado de testosterona e incongruencias que, a pesar de todo, resulta magnético. Una muestra más de la calidad técnica que han alcanzado las producciones españolas en los últimos años. —JESÚS GARCÍA SERRANO
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Una salud de... titanio
UNA PROMESA DEL CINE y una leyenda son las encargadas de coronar nuestro top: la excelente “Titane”, con la que Julia Ducornau ha ganado la Palma de Oro en Cannes, despertando amores y odios mientras habla de humanos, bestias, máquinas, soledad y género, es la mejor película de 2021 para la redacción de Mondo Sonoro, siendo la segunda en disputa “Benedetta”, el regreso del maestro Verhoeven con una historia cargada de sexo, culpa, religión, hipocresía y (mucho) humor negro. Y es que el cine de autor ha vivido un buen año también con “Petite Maman”, “First Cow”, “Fue la mano de Dios”, “Quo Vadis, Aida?” o “La rueda de la fortuna y la fantasía”. Por supuesto, la música ha estado muy presente, desde el relato del Festival de Harlem en “Summer Of Soul” a dos musicales tan distintos como el de Leos Carax (“Annette”) y el de Lin-Manuel Miranda (“tick tick boom”), un musical-que-no-es-un-musical (“Inside”) o las magníficas colaboraciones de Johnny Greenwood (Radiohead) para las nuevas películas de Campion (“El poder del perro”) y Larraín (“Spencer”). Y no perdamos de vista el cine de género ni el sentido comercial, como la estupenda revisión de “Dune” realizada por Denis Villeneuve, o las nuevas incursiones en el terror de grandes como Blomkamp (“Demonic”) o Shyamalan (“Old”), además de la fiesta de James Wan en “Malignant” o el cruce entre Michael Myers y Trump (con Jamie Lee Curtis como nexo generacional) en “Halloween Kills”. Una prueba de lo fantástico que ha sido este año es que nos dejamos muchas; entre ellas, tres esperadísimas: “Matrix Resurrections”, “Spiderman: No Way Home” y el remake de “West Side Story” a cargo de, ojo, Steven Spielberg. —PABLO TOCINO
1
ESTE TEXTO está concebido más como lectura tras ver “Titane”, que como recomendación (o no) antes de verla. Pero, ¿la recomiendo? Si no has ido a verla y tienes en cuenta el “9” que le pondría como calificación, lo racional es que pienses que sí. Pero, como en tantas otras cosas en esta película, lo racional no es lo que impera. “Titane”, que viene de ganar la Palma de Oro en Cannes, no es una película para todo el mundo. Y esta frase no es un eufemismo para mirar por encima del hombro a quienes no les ha gustado, o a quienes no han podido acabarla. Es, simplemente, la verdad. Es una película tremendamente desagradable e incómoda, bastante más que su anterior “Crudo”. Y también es magnífica y fascinante, claro. Como las interpretaciones de Agathe Roussel y Vincent Lindon. Es cierto que el mensaje y el fondo puede perderse y despertar rechazo con unas formas tan bestias, tan crueles y, quizás, innecesarias. Es cierto que el desarrollo de sus personajes no está tanto en lo empático y en nuestra conexión con ellos, sino en lo simbólico, en provocar emociones y provocar a su público. Porque Julia Ducournau no está interesada en dar respuestas sino en crear preguntas, en provocar debates. Si pensamos que el cine, como todo arte, tiene que provocar emociones, desde luego “Titane” es una de las películas que más emociones provoca –¿“provocadora” sí o no?– de los últimos tiempos. —PABLO TOCINO
Titane
Julia Ducournau
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2
Benedetta
Paul Verhoeven
Se inicia como si fuera una entrega paródica de “Vidas ejemplares” de una posible santa con un episodio infantil en que Dios se comunica a través de las deposiciones de un ave aterrizadas en el rostro de un agresor. Esta irreverencia escatológica marca el tono de un relato que va a ser la refutación de todo lo que se supondría en una biografía inmaculada: represión sexual, hipocresía religiosa, manipulación de las masas... —J. PICATOSTE VERDEJO
3
First Cow
Kelly Reichardt
“First Cow” es la deconstrucción perfecta del paradigma del western clásico justamente porque no necesita referenciarlo para dinamitarlo. Es tan reconfortante esta bofetada que la cineasta propina a la tóxica noción de la masculinidad que el género ha dibujado, en menor o mayor medida, a lo largo de su trayectoria que prácticamente nos la hace imperceptible. Es decir, “First Cow” es un western que trasciende su propia condición de western. —DANIEL GRANDES
5
Quo Vadis, Aida?
Jasmila Žbanić
Todo conflicto del siglo XX suele tener una suerte de cronista cinematográfico. Jasmila Žbanić se está erigiendo como una custodiadora de la memoria de la cruenta guerra de Bosnia y una notaria de la huella que dejó en la sociedad. “Quo Vadis, Aída?”, constituye la primera vez en la que Žbanić sitúa la acción plenamente en los años de la guerra sin mediar una referencia directa al presente. Equilibrio formal sin dejar de ser implacable. —J. PICATOSTE VERDEJO
6
Inside
Bo Burnham
El principal objetivo de este especial (o lo que sea que es esto) es alejarse de su etiqueta de contenido digital para abrazar su condición de testimonio. Porque al final pocas cosas más humanas hay que el temor al tiempo, y es ese mismo tiempo el que acaba desmontando esta performance para convertirla progresivamente en un diario indefinido por una temporalidad que absolutamente todos, dejamos de comprender durante unos meses. —DANIEL GRANDES
8
Annette
Leos Carax
“Annette”es el único de los largometrajes de Leos Carax en que el director francés no firma el guion, sino que la autoría pertenece a los hermanos Mael (Sparks), quienes han compuesto una cuarentena de canciones, que son el motor narrativo de este musical oscuro e irregular. No puede empezar de mejor manera: un plano secuencia de los actores y los compositores cantando “So May We Start?”, incitando al arranque inmediato de la acción. —J. PICATOSTE VERDEJO
9
Petite Maman
Céline Sciamma
El autoconocimiento del coming-of-age, esencial en la filmografía de Sciamma, se transforma en el momento en el que se articula desde la mirada infantil en un cuento de desdoblamientos. Cimentado desde la fantasía más cristalina, donde toda forma de otredad (el pasado, la figura materna, la muerte) se unifica para que la inocencia pueda dialogar con ella de tú a tú. “Petite Maman” es el realismo mágico y un envidiable ejercicio de cine. —DANIEL GRANDES
4
Dune
Denis Villeneuve
“Dune” es una enmienda a la infantilización del fantástico y de los grandes espectáculos. Es sobria y también es cruel con otros cineastas surgidos fuera de Hollywood que no han sabido mantener su idosincrasia una vez succionados por las majors. Villeneuve se toma su tiempo y la presentación es de una claridad admirable. Esa sencillez que te hace sentir mal por entenderlo a la primera. Tiene el talento de
los clásicos. —J. PICATOSTE VERDEJO
7
Summer Of Soul
Questlove
Uno de los documentales mejor facturados de los últimos tiempos. Las imágenes, todas de 1969, y filmadas al estilo de la época, son, ¿paradójicamente?, mucho más interesantes y frescas que las sobrecargadas realizaciones actuales de eventos musicales. El resto del trabajo está a la altura de la herencia recibida. Una joya, un documento con un valor incalculable que, hacia el final, se centra en todo el aspecto social y político del evento. —LUIS M. MAÍNEZ
10
Fue la mano de Dios
Paolo Sorrentino
Probablemente la mejor cinta de Paolo Sorrentino (“La gran belleza”). En esta ocasión, menos exuberante a nivel visual, más íntimo y centrado, pero con la misma sensibilidad embriagadora, con la misma afanosa búsqueda estética. “Fue la mano de Dios” es una película extremadamente emotiva y sensual, llena de amor al cine italiano clásico, habitada por unos personajes de una tremenda