3 minute read

Flecha Valona

Next Article
Interpol

Interpol

Con Los Días Pasarán Ezequiel Márquez se descubre como uno de los compositores de canciones más lúcidos de nuestra escena. Flecha Valona culmina su etapa reina con un disco en el que el pop expansivo y la canción de autor más reflexiva pedalean con la cadencia perfecta.

Advertisement

Ezequiel Márquez es más un escalador que un velocista, aunque de pronto, el nuevo disco y las circunstancias que lo han rodeado, su fichaje por el sello Esmerarte por ejemplo, le han hecho cambiar el desarrollo, apretar los dientes y esprintar. “Creo que soy una mezcla. Llevamos ya tiempo picando piedra y en ese sentido sería más un corredor de fondo, pero creo que hay que echar mano de la velocidad para saltar a por aquella oportunidades que merecen la pena.” Los Días Pasarán es el comienzo de algo, pese a ser el segundo trabajo largo de un proyecto que se fraguó al fuego de ese rock alternativo de los 90. Ezequiel no deja de escuchar el Crooked Rain, Crooked Rain de Pavement y en el esqueleto del álbum siguen crujiendo las válvulas, pero la lírica ahora es otra. En este primer disco en castellano Ezequiel se descubre, incluso asimismo, como un escritor de canciones de puño y letra. “Es cierto que yo no le había dado el valor a las letras que la gente le está dando. Ha sido la sorpresa de Los Días Pasarán. Ese mensaje que subyace en el disco ha llegado, supongo que al escribir en castellano ha sido más fácil, antes el inglés me limitaba mucho a la hora de expresarme” El disco no es ajeno al momento en que el que se compuso, en plena pandemia, y por esto se abre con el corte que le da nombre y que se erige como ese canto de esperanza que desde su ventana imagino Ezequiel en aquellos días. “Tuvimos mucho tiempo para pensar. Se produjo un impasse que algunos lo aprovechamos para componer. Para mi ha sido esencial, seguramente no estaríamos aquí ahora hablando de lo mismo si aquello no hu- biera ocurrido” Y hablando de sucesos impredecibles. “La Profecía” es uno de los temas que marcan esa mirada de Flecha Valona hacia su interior, hacia la música que permanecía en el background de Ezequiel. Un corte que se baña en el Mediterráneo de Serrat o se debate Entre el agua y el fuego de Perales. “Es que también crecimos con aquellos artistas. Yo escuchaba en casa de mis padres La Mujer que yo quiero o Lucía. Es verdad que nos hemos quitado los prejuicios del estilo o la tendencia” Y ahí entra esa conexión con bandas como Los Estanques, sin duda uno de los deslumbramientos que Ezequiel afirma haber tenido y que sin duda le abrió la mente. “Vi a Los Estanques en el Monkey Weekend y fue una descarga musical tal que me voló la cabeza. Luego tuve la suerte de conocerlos y visitar su ensayo en varias ocasiones. De hecho Niño Soy fue para mi inspiración para escribir El Límite” Precisamente este tema que comenta Ezequiel fue el primer single del álbum. Aunque si hablamos de punto de inflexión en Flecha Valona y otro tema capital para entender esa nueva singladura este es sin duda La Fiesta de las Melodías “La letra de esta canción relata el comienzo de esta nueva etapa, cuando me quedo en solitario con Flecha Valona. Yo denomino la fiesta de las melodías a mi música tal y como yo la entiendo. Por otro lado es una letra que como la mayoría de las del disco están abiertas a quien las haga suyas”. Así es, Los Días Pasarán, no es un tratado de autoayuda pero sí son un puñado de emociones que empatizan contigo por alguna razón. Bueno sí, una, su honestidad. A GARCÍA

Los Días Pasarán Flecha Valona Esmerarte, 2022

Que en este disco hayan trabajado Juan de Dios Martín por un lado y Paco Loco por otro ya dice mucho del concepto que Ezquiel Márquez tenía en la cabeza. Un álbum que reuniera todos sus estímulos musicales. Desde Stephen Malkmus a Joan Manuel Serrat. Pero todo unificado en tiempo y espacio en torno a un momento vital que le ha estimulado compositivamente hasta alcanzar la cima en canciones como La Profecía, La fiesta de las Melodías o Los Días Pasarán Canciones que narran etapas, algunas rompepiernas, otras de soledad ante el desnivel y otras al sprint. Pero que todas se reflejan en el que las escucha como algo que algún día nos pasó A.G.

This article is from: