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Mistah Godeh

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El ragga, aquel estilo que hace años conquistó a miles de jóvenes, parece haber vuelto reencarnado en la figura de Mistah Godeh y su disco Player Z (Guspira Records, 22), una muestra de su vigencia.

Hace ya un par de décadas en España empezó a sonar con fuerza una nueva corriente sonora dentro de la música independiente de aires jamaicanos. Se trataba del raggamuffin, un sonido que, básicamente, fusionaba reggae con rap y que tuvo grandes exponentes como La Puta Opepé, Mr. Rango, Morodo, Chulito Camacho o Daddy Maza entro otros. Sin embargo, y quizá absorbido por la explosión del dancehall, con el paso de los años se fue diluyendo. Hasta hoy, que ha encontrado en Mistah Godeh un nuevo guerrero capaz de luchar por su resurgir. “Sí, creo que el raggamuffin en español partió lejos hace algún tiempo. Pero ya está de vuelta, te lo traigo yo”. Son palabras de un artista al que preguntamos, ¿pero cómo es realmente el raggamufffin?

“Si preguntas en la calle seguramente nadie sepa darte una definición concreta. El ragga es un subgénero del dancehall que es a su vez un subgénero del reggae, en el cual la instrumentación es fundamentalmente compuesta de modo electrónico. Y de modo similar al rap, el sampling ocupa un rol prominente”. Eso a nivel sonoro, porque en cuanto al mensaje “aporta el enfado que una canción de roots no puede expresar. El reggae no es solo one love, fumar marihuana y decir ‘jah rastafari o babylon’, es también estar jodido en una sociedad que no avanza y expresarlo. Look pon Jamaica man! Las cosas por allá no son tan bonitas como los ‘rastafaris’ –hippies– europeos lo pintan. No somos hippies. Estamos jodidos y enfadados. La gente es muy ignorante, pero los vamos a espabilar”. Este despertar del ragga lo encontramos con mucha claridad en Player Z, un trabajo en el que encontramos featurings de raperos como Calero LDN, Dante y Ambkor, “a quienes quise sacar de su zona de confort” y de singjays como Swan Fyahbwoy y Kulto Kultibo, recuperando esa fusión de rap y reggae de la que hablábamos al principio. “Para mí el reggae envuelve lo mismo que el rap, pero con matices. El reggae puede ser místico sin palabras. Da lugar a un abanico de colores enorme, además tiene un mensaje muy positivo y reivindicativo desde el amor y la revolución del alma. El rap es más material generalmente. Me gusta mucho el rap, muchísimo, puedo apreciar el estilo, el mensaje, las rimas bien rematadas, los conceptos que se pueden llegar a hilar (cosa que en el reggae es mucho más difícil), pero cantar con el alma y cantar con la cabeza son cosas distintas. También los diferencia, sin duda, el hecho de que el reggae se toca con banda”. Son músicas hermanas, con la misma raíz. De hecho el rap nació gracias a que Dj Kool Herc adaptó los soundsystems jamaicanos al estilo neoyorquino. Pero es evidente que a nivel de industria viven momentos muy diferentes. “El reggae es un estilo en cambio constante. No atraviesa un buen momento, pero es que nunca lo ha hecho. ¿Cuántos artistas de reggae ves en los festivales en proporción a otros estilos? La respuesta está ahí… y la culpa no es de los festivales, ni mucho menos. Un festival busca atraer a la mayor parte de público posible. Pero el reggae todavía no ha dado con la tecla de atraer al gran público como sí ha hecho el rap”. alfonso gil royo

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