LA SUMA DE TODOS LOS OTOテ前S | Mテウnica Morales Rocha
La suma de todos los oto帽os M贸nica Morales Rocha
Foto de Portada: Fall Colors de Alessandro Grussu Fotos de interiores: M贸nica Morales Rocha
Tijuana, M茅xico
En tu cuerpo hay cal viva, hay seda que no quiere dormirse, hay cosas valuadas por el mar, y en tu corazón es más poderoso el otoño. José Carlos Becerra
Índice La suma de todos los otoños ................................................................................................................... 9 Tú y las nubes, otoño ............................................................................................................................ 21 Ménage à trois ........................................................................................................................................ 35
La suma de todos los oto単os
Tu carne olía ricamente a otoño, a húmedas hojas muertas, a resinas, a cítricos aceites y a glicinas y a la etérea fragancia del madroño. Tomás Segovia
Que en vez de pijama pudiera vestirme el atardecer de hoy para ir a la cama y así soñar los deseos más retorcidamente sepia del otoño.
Delirio otoñal
El otoño y su tendencia a desvestirnos lo mismo a los árboles que a mí.
El otoño de hábitos fascinantes y modales exquisitos [suspiro] también despeina.
Algunas tardes el otoĂąo se exhibe ante mĂ zalamero inunda con su aroma mi espacio vital entonces me da por sentirme enamorada.
Entrada la noche oto帽o y yo somos tan s贸lo
(tan solos)
un par de ansiedades desnudas.
Otoño y yo en mutua contemplación aproximándonos.
Yo le dibujo caminitos con los dedos.
Le escribo un poema por cada beso que soñamos.
sobre el arenoso cuerpo
Aquí siempre llueve aquí todo es dulce lluvia, un llover almibarado. El otoño sabe exactamente qué hacer con mis piernas, provocar los más íntimos silencios, las estridencias más calladas, a ojos cerrados, detrás de las puertas. Conoce las rutas secretas que conectan uno a uno mis lunares. Surca mis océanos por las noches. Deja, tras de sí, fluorescentes rastros de sal. Al otoño vuelvo atravesando el tiempo, derribo inviernos, primaveras y veranos, todo por el infame sabor de su regazo. Me lo invento entre las manos y me acicalo el cuerpo, de vez en vez, con la punzante y afilada lengua que me ofrece su recuerdo. Aquí siempre llueve aquí, el otoño es.
"Debes buscar otro amor para el invierno" murmura suave entre las hojas que no terminan de caer.
Yo hago que no lo escucho.
Y comienza a dejar rastros por toda la casa fragmentos
pistas
seĂąuelos que me hagan caer en algĂşn recuerdo ya entrado el invierno.
parece
El otoño y yo no hacemos planes a futuro tenemos
si acaso
un acuerdo tácito de pasar de nuevo a deshojarnos el próximo año.
Tú y las nubes, otoño
En mi cielo al crepĂşsculo eres como una nube y tu color y forma son como yo los quiero. Pablo Neruda
El otoño con sus nubes —y su promesa de lluvia— me trae de un ala.
Ver las nubes e irremediablemente pensarte oto単o.
Tengo tanta nube entre las manos ¡si vieras! Tanta nube entre las manos como para no dejarte ni el último rincón de los sueños, sin nublar... como para que vuelvas cada vez en busca de mi cielo.
Nace un poema y yo —tiempo después— contaré: era otoño y escuchaba a Piazzolla...
El punto
Cuando el punto no es el deseo sino lo inconmensurable
y crónico del mismo.
Cuando el punto no es el deseo ni los cuerpos con sus ansias... ni siquiera las palabras sino éso que yace en el más sórdido fondo de nuestro ser.
Cuando el punto no es el deseo subcutáneo
latente
nos consume el pentagrama invisible sobre el cual se escriben nuestros pasos.
No podemos verlo desde el deseo no podemos verlo,
pero ahí vamos
al encuentro
bailando.
Esas nubes gigantescas bien podr铆an caer sobre nosotros y aplastarnos pero es tal su gentileza y su compasi贸n tan dulce que no prestan atenci贸n a la barbarie de aquellos que pasan el d铆a sin levantar la mirada del suelo.
Ménage à trois
Since you went away the days grow long and soon I'll hear old winter's song but I miss you most of all my darling when autumn leaves start to fall Johnny Mercer1
1
Favor de escuchar Autumn leaves en la versión de Cannonball Adderley con Miles Davis, del disco Somenthin’ Else (1958), que ilustra mejor el ‘mood’ del libro.
Pentagramas urbanos de oto単o.
Ménage à trois
El otoño se niega a compartir mi cama con otra piel sólo el jazz tiene cabida en este triángulo en sepia. Y es que otoño
jazz
y yo somos estos tres que se aman de forma profunda lo mismo sórdidos que apacibles navegamos el sepia de los días Y es que el otoño es Miles
gozosos. Dexter
Coltrane envolviendo recuerdos como bocaditos dulces que se comen con las manos. Y en la experiencia íntima de devorar nostalgias nos chupamos los dedos
mutuamente.
En tardes como ésta el otoño y yo nos amamos en formas silenciosas al jazz lo llevamos —juguetón, revoltoso— en la arrítmica frecuencia cardiaca como caricia en los suspiros.
Esta noche
como es costumbre
me guardo.
Otoño y yo —agorafóbicos— nos procuramos intimidad entre cuatro paredes
el jazz lo sabe
y sonríe.
Cuando no quedan sino restos desnudos de la noche abrazados huérfanos del mundo
ahí, otoño jazz y yo
navegamos el mismo sueño en sepia.
¿De quién escribiré el 29 de diciembre el 15 de enero el 3 de febrero?
Entre suspiros
sí
aún de ti.
El jazz lo sabe nos mira en la frontera de un beso y atisba el sabor a despedida.
Notas para una despedida
El otoño se despide con dulzura sabiendo que siempre habrá septiembres nuevos
para nosotros
Dejo libre mi cabello para que escurran las más rojas nostalgias ¡Ay, otoño, cuándo será septiembre para que vuelvas! ¿Cuándo será de nuevo sobre mi cuerpo tu beso sepia?
Este otoño era la suma de todos los otoños y todos los otoños se anidaban en él. Voy a restregar mi nostalgia en las paredes y el mundo sabrá cuánto he amado a este otoño.
Mañana no tendré más remedio que amanecer en brazos del invierno no será por soledad ni despecho será por el frío.
El jazz y yo, hasta que vuelvas.
M贸nica Morales Rocha Tijuana, B. C. 2013.