Lunes 14 de diciembre de 2015
Jafeth Ernesto Cabrera Franco es médico y cirujano de 65 años, exrector de la estatal y autónoma Universidad de San Carlos de Guatemala (1994-1998), se convirtió en el Vicepresidente electo de Guatemala.
Jafeth Ernesto Cabrera Franco, Vicepresidente electo de Guatemala
“En cualquier decisión que se tome, el error va a ser del Presidente y de mi persona” El Vicepresidente electo de la República, hace un repaso de los problemas más acuciantes del gobierno que junto a Jimmy Morales iniciarán el próximo 14 de enero: unas finanzas públicas en crisis, un panorama político incierto, la amenaza de ingobernabilidad y los retos para fortalecer la transparencia en un sistema político sobre el que pesa la desconfianza. Los tanteos del próximo gobierno en una ruta, hasta el momento, desconocida para el FNC-Nación, el partido que los llevó al poder.
L
Bill Barreto Entrevista
a carrera política de Jafeth Ernesto Cabrera Franco ha sido, cuando menos, meteórica. En mayo de 2015 se adhirió al Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación); semanas después fue designado como compañero de fórmula de Jimmy Morales; el 6 de septiembre, con amplia ventaja pasan en primera posición a la segunda vuelta electoral, y el 25 de octubre ratifican el triunfo. Así, en cinco meses, este médico y cirujano de 65 años, exrector de la estatal y autónoma Universidad de San Carlos de Guatemala (1994-1998), se convirtió en el Vicepresidente electo de Guatemala. A partir del próximo 14 de enero, cuando asuma el cargo,
este “socialdemócrata” de “centro derecha”, como él mismo se define, será el encargado de dirigir, junto al presidente Morales, los destinos de Guatemala durante los próximos cuatro años. El Vicepresidente electo recibe a Plaza Pública en sus oficinas particulares. En la impersonal sala de espera, representantes de diversas instituciones, inquietos por la asignación de recursos del próximo gobierno y apertrechados con informes y carpetas, aguardan impacientes a ser recibidos por el Vicepresidente electo. En las próximas horas el Congreso aprobará el Presupuesto General de la Nación de 2016, y quienes formarán parte del próximo Gobierno quieren estar seguros de que habrá recursos para sacar adelante sus proyectos. En el pequeño espacio destaca la presencia de los agentes de la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad de la Presidencia, que desde la noche del 25 de octubre son los responsables de su seguridad.
Ideología, conflictividad social y peso del sector privado
E
l partido FCN se definía en 2008, al momento de su inscripción y antes de unirse con el Movimiento Nación, como integrada por “libertarios, colocados a la derecha en el cuadrante ideológico”, “una derecha abierta, no mercantilista ni recalcitrante y que ubicaba entres sus fuentes ideológicas Dios, la patria, la familia, la nación, el honor y la individualidad, según la Monografía de los partidos políticos 2004-2008, elaborada por la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES). Desde su fusión como FCN-Nación, al menos discursivamente según el exjefe de campaña, Javier Hernández, la línea del partido ha cambiado: “Ha terminado la agenda de FCN y se ha creado la agenda de FCN-Nación, enfocada en el nacionalismo: Generar identidad, pertenencia, reivindicar héroes nacionales olvidados. Recuperar símbolos patrios, hoy irrespetados”, defiende Hernández. ¿Usted cómo se definiría ideológicamente? Yo siempre he sido un pensador socialdemócrata desde muchos años atrás. Porque la socialdemocracia lo que buscaba era la resolución de conflictos a través de las leyes, de los Congresos, de los Parlamentos y que dignificaron los procesos de guerra. Alemania inició con ese precepto, lo instituyó, muchos países de Latinoamérica lo agarraron, pero muchos políticos no entendieron el proceso y pensaron que decir socialdemocracia era decir soy de izquierda. Lo cual es irónico porque en otros países es casi decir una centro-derecha. También es cierto. Pero para nuestro país muchos que lo tomaron eran de izquierda radical. Respecto a la polarización social, por un lado se ha mencionado que en los conflictos alrededor de las industrias extractivas, como la minería, y en el caso de la hidroeléctricas que se ha llegado a criminalizar a los activistas sociales. ¿Ustedes consideran que ha habido alguna política para criminalizar a estos sectores sociales? Bueno yo de momento le diría que tendría que hacerse un análisis muy profundo. ¿De parte del Ejecutivo, de los Gobiernos sucesivos, usted cree que sí ha habido esa intención? Yo lo que creo es que sabemos, por ejemplo, en la extracción minera, de que se condonaron dentro de la extracción, algunas normas de extracción que solo conllevaban beneficios para las compañías, no a la población guatemalteca. Eso es lo que realmente hay que buscar, porque los países que tienen extracción minera ¿qué han hecho?; poner en los reglamentos y las normas de extracción un porcentaje de beneficio para el país, que es lo que no se dio aquí. O sea, el 1%, las mineras dicen que no es cierto, que han dado hasta el 9% pero no está determinado y ese es uno de los problemas de la conflictividad que hay. La otra conflictividad seria es la propiedad de la tierra, la ocupación de fincas, a eso hay que entrarle de forma
frontal. Hay fincas que han sido ocupadas porque los dueños no les pagan los salarios a los trabajadores y a ellos no les queda a otra opción que tomar la finca. Eso es una irresponsabilidad de los actores que son los contratantes Y también es consecuencia de los retrasos del Estado para alcanzas soluciones, como en el caso del Sistema Nacional de Diálogo que durante años ha sido visto como inefectivo. Eso también es cierto. Fíjese que hay ahorita una propuesta de una serie de actores sociales en donde están planteando que se reforme la Secretaría de Asuntos Agrarios y que se haga solo una institución en la cual converja la conflictividad a través de una organización estatal que permita que vayan cumpliéndose los pasos. ¿Han tenido acercamientos con la Cámara del Agro para tratar este tema? Respecto a la conflictividad no. Yo tuve una reunión con actores sociales que han indagado en solicitar que se respeten los Derechos Humanos de los trabajadores, que se respete la conflictividad agraria. ¿Van a cogobernar con el sector privado organizado? Se habla de que FUNDESA es uno de los grandes aportes para el gobierno, en términos de funcionarios… Para el Gobierno solo ha sido evidentemente especulaciones. En el momento en que ustedes vean cómo están los gabinetes puede ser que confirmen lo que yo les estoy diciendo. Y hay algunos factores que son inevitables, si no recordemos lo que pasó hace poco con la designación de Óscar Germán Platero Trabanino como subdirector de Inteligencia Civil, vinculado a la Fundación Contra el Terrorismo y retirado del cargo por su mala relación con CICIG. Que allí nos habían involucrado a nosotros y nada tuvimos que ver. El Vicepresidente actual, me le preguntó. Alfonso Soría, me llamó y me dijo: “Mirá vos, quieren proponer a alguien”. “No”. le dije. “Eso es responsabilidad de ustedes. Yo allí lo que haría es no nombrarlo y dejar el espacio abierto. Porque nos quedan dos meses. Eso con toda responsabilidad la Ministra lo puede dirigir”. Es el propio gabinete el que está viendo opciones. Sin embargo, ya nos estaban involucrando a nosotros que lo habíamos propuesto. Y el propio presidente Alejandro Maldonado salió desmintiendo esto. ¿Cómo elegirán a los funcionarios de seguridad de su gobierno? Nosotros le hemos estado pidiendo a la CICIG que incluso investigue a los que van a estar en las carteras, para que no haya ningún problema para nosotros mismos como funcionarios. Para ese puesto no se necesita ser militar: mayor de 40 años y una licenciatura, eso es lo que dice el perfil del puesto. Es complicada la situación, yo creo que entre más actores haya para tomar la responsabilidad es un error. El error va a ser del Presidente y de mi persona en cualquier decisión que se tome. Y la sociedad, los medios de comunicación deberían de dejar que nosotros hiciéramos nuestro trabajo, para que se cargue con responsabilidad, porque para uno es fácil decir que la CICIG investigue. De allí uno no tiene nada que ver, es salvarse salomónicamente, cuando no debiera de ser así. Entonces la responsabilidad es de los que ganamos la elección. Esa es mi manera de pensar. ¿Y en otros puestos claves en materia de Gobernación, inteligencia y seguridad sí se podría contemplar gente proveniente del Ejército? Para mi manera de pensar, no. Para la manera de pensar de las gentes que están alrededor mío que es el mismo Presidente y otras instancias partidarias, no lo hemos dialogado. Pero yo en particular le diría que no. NOTA: Entrevista publicada en el diario digital Plaza Pública, extrayendo unicamente lo que respecta al tema agrario. Para leer la entrevista completa, visitar la siguiente página web. http://www.plazapublica.com.gt/content/en-cualquier-decision-que-se-tome-el-error-va-ser-del-presidente-y-de-mi-persona