Domingo 20 de diciembre de 2015 Editorial
Urge algo más que el diálogo para evitar conflictos sociales
L
as estadísticas son claras y reflejan que los conflictos sociales, en lugar de disminuir, van en aumento. Estas son una alerta para el futuro gobernante, cuya administración sin duda deberá enfrentar los que surjan y dar solución a unos que tienen años de estar vigentes, de los cuales una buena parte está relacionada con demandas de tipo agrario.
Es necesario que se ataquen las causas de la conflictividad.
La población demanda acciones concretas, la historia nacional está plagada de ofrecimientos políticos y buenas intenciones, pero que nunca se convierten en hechos que signifiquen cambios al tradicional modelo del Estado, un Estado diseñado para servir a los intereses de grupos de poder y no a las necesidades de la población.
Por ello es primordial, lo cual es una de las tareas del futuro gobierno, desarrollar políticas que, en el corto plazo, generen resultados que permitan atacar los problemas de fondo que causan los conflictos sociales, sean por hidroeléctricas, minería, agrarios, o de otro tipo.
Si el Gobierno cuenta con un sistema de Alerta Temprana manejado desde la Comisión Presidencial de los Derechos Humanos (Copredeh), que opera por medio de los Consejos Departamentales de Desarrollo y que fue desarrollado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), atacar el origen de los problemas no El extinto sistema nacional de diálogo mostró diversas debería ser, en teoría, tan difícil, pero lo es. falencias en los procesos en los que intervino, en algunos fracasó y, en otros, fue una buena herramienta en su Lo es, porque algunos conflictos tienen un origen que se solución. Sin embargo, está demostrado que si bien el remonta a épocas en que, en el caso de las demandas de diálogo es la herramienta adecuada para encontrar una tierra, el historial de abusos y despojos a las poblaciones de sus áreas comunales era concebido como algo normal. solución, no es lo único que se necesita.
Analistas consultados en nuestro reportaje de este domingo señalan que existen innumerables razones para que el panorama futuro se vislumbre nuboso, es decir, que los problemas no se terminarán y las perspectivas de que continúen y aumenten están latentes.
Y dentro de estas políticas, sin duda está el reactivar los procesos de diálogo, pero que sean efectivos y que conduzcan a soluciones, o cuando menos lo espere el futuro gobernante, tendrá que solventar ocupaciones, bloqueos o manifestaciones frente al Palacio Nacional de la Cultura.
FUENTE: Editorial publicado en la página 08 del diario Siglo 21.