Lunes 28 de marzo de 2016 Editorial
Las confesiones de un comisionado adjunto
M
ás de una vez se ha intentado ilustrar el estancamiento histórico en que se encuentra Guatemala utilizando la imagen, más que metafórica, de un autobús paralizado en medio de una carretera estrecha, de un solo carril, al cual unos empujan hacia adelante mientras otros lo hacen en sentido contrario, sin contar a quienes cómodamente se recuestan en los costados del automotor, condenado a la parálisis a causa de la incomunicación de los voluntariosos empujadores.
Con su conocida locuacidad, equiparable a la de Mario Taracena, presidente del Congreso de la República, Godoy García-Granados reveló que “antes de tomar posición del cargo ya me había reunido con el embajador de Estados Unidos y la gente de la DEA que trabaja en puertos y aeropuertos. Les expliqué que la estrategia es llegar a ordenar y limpiar los puertos y aeropuertos”. Otro tanto hizo, añade más adelante en la entrevista, “con la fiscal general del Ministerio Público, Thelma Aldana (y) el comisionado Iván Velásquez, de la Cicig”.
Puede discutirse si esa lamentable, pero cierta, descripción aplica cabalmente a Guatemala. Pero hay señales preocupantes de que está ocurriendo en el actual gobierno de la República. Botón de muestra es la entrevista concedida a Siglo.21 por Enrique Godoy García-Granados, coordinador general adjunto del comité ejecutivo del Programa Nacional de Competitividad (Pronacom), la cual se publica en nuestra edición de hoy.
Pero las confesiones de Godoy García-Granados no paran en esa admisión de la tutela foránea. También se explaya en asuntos delicados de gobernabilidad doméstica, entre ellos los relativos a la autonomía municipal y el futuro, al parecer ya decidido, de la orientación que se desea pautar para aquellos municipios que, según la visión del funcionario, “serán ciudades intermedias y serán la base para que se vuelvan competitivos y que atraigan Sucede que durante las dos semanas previas al asueto inversiones”. veraniego, el gobierno, apalancado por la Nunciatura Apostólica y el Arzobispado de Guatemala, se desgañitó No oculta su certeza de que, hacia el último trimestre pidiendo a ciertas representaciones diplomáticas evitar del año, el Congreso aprobará una ley de ordenamiento tener injerencia en los asuntos internos de nuestro país. territorial y de “apoyo al desarrollo urbano sostenible”. A despecho de esa clara línea gubernamental, el comisionado adjunto, puesto en ese cargo por el presidente Jimmy Morales, no tuvo reparo en confirmar que uno de los ámbitos de su labor, “limpiar puertos y aeropuertos”, se hace con conocimiento de un gobierno foráneo.
Aunque sin decirlo y con el aparente apoyo presidencial, el diseño está hecho y, de paso, se echa al olvido la tantas veces postergada Ley de Desarrollo Rural Integral. En otras palabras: la fórmula perfecta para que unos empujen de atrás para adelante y los demás, tal vez, del frente para atrás.
FUENTE: Artículo publicado en la página 5 del diario Siglo 21.