BIBLIOTECAS PÚBLICAS: TRADICIÓN E INNOVACIÓN
BIBLIOTECAS PÚBLICAS: TRADICIÓN E INNOVACIÓN
Memorias del Primer Coloquio de Bibliotecas del Área Metropolitana de Monterrey
Monterrey, Nuevo León, 29 y 30 de agosto de 2007
ANDRÉS MENDOZA LAURA O`COLUNGA DURÁN (compiladores)
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Diseño de la portada: Mónica Arroyo Foto de Portada: Eric Lara Cuidado de edición: Teresa Cuello, Luis Enrique Gómez
Título original: Bibliotecas Públicas: tradición e innovación. Primera edición: mayo de 2009 Andrés Mendoza Laura O`Colunga Durán (compiladores)
Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del “Copyright”, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos. Impreso y hecho en México Printed and made in Mexico ISBN
Índice Introducción
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Administración de recursos e infraestructura Necesidades de los usuarios, adquisiciones y presupuesto: una relación difícil de armonizar Daniel Sanabria 12 Nuevo León: los archivos en el contexto de la transparencia J. Jesús Ávila Ávila
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Legislación en Nuevo León Israel Cavazos
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Sin memoria organizada y descrita no hay información ni transparencia Patricia Galeana 26 Líneas generales para un programa de desarrollo de archivos en el contexto de la transparencia Jorge Ruiz Dueñas
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¡Ojo!, son sólo herramientas Christian Bustos García
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La biblioteca pública y las nuevas tecnologías para niños Brenda Martínez Camarillo
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Apoyo didáctico y tecnológico a las personas con ceguera y debilidad visual en la Capilla Alfonsina Paula Pérez Salas y Javier Rodríguez Martínez
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Metodología para la creación de nuevos espacios y lectores /D FROHFFLyQ ELEOLRJUiÀFD GH OD VDOD PXVHR GH OD Facultad de Medicina Armando Hugo Ortíz
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Fomento lector, entre tradición e innovación Gisella López Carmona
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Lectura y Futuro Eduardo Núñez
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El Saber y la Cultura en Max Scheler como invitación a la búsqueda de modelos valorativos en la lectura Jorge Ignacio Ibarra
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Proyecto “Bibliotecas de barrio” Andrés Mendoza
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Introducción
L
os conocimientos y la información, como elementos indispensables de la cultura, deben estar a disposición de la comunidad sobre una base democrática y plural que coadyuve a enriquecer la creatividad y recreación de la cultura ciudadana. Los bibliotecarios tenemos la tarea de resguardar y procesar la información, además de promover y ponerla a disposición de los lectores. Sabemos que es una tarea colectiva, por lo que es necesario que exista la comunicación, el intercambio de ideas y visiones que lleven a revisar y mejorar planes, programas y proyectos en los centros bibliotecarios, con el propósito de avanzar sobre bases teóricas y prácticas más sólidas el proyecto cultural de bibliotecas de la zona metropolitana de Monterrey. Es innegable que se ha dado un paso adelante en la calidad y servicios de las bibliotecas públicas y privadas, sin embargo, aún queda mucho por hacer. De ahí la necesidad del intercambio de información para tratar de actualizar las dinámicas, las organizaciones administrativas y la infraestructura de la biblioteca. Éstas son tareas y acciones que no pueden realizarse sin los avances, experiencias y conocimientos adquiridos en los últimos veinte años de experiencia bibliotecológica. Para obtener verdaderos resultados se deben integrar esfuerzos lograr un cambio cualitativo en la infraestructura y recursos para adecuar nuestras acciones a la modernidad y a los retos que nos impone la globalización. Así como homogeneizar el papel de la cultura en el Estado, que no existan grandes sectores de nuestra comunidad inmersas en el rezago, fuera del
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DOFDQFH GH ORV EHQHÀFLRV TXH RIUHFH OD LQIUDHVWUXFWXUD GH ODV bibliotecas públicas y privadas. 6H GHEH KDFHU SUHVHQWH OD GLVFXVLyQ \ OD UHÁH[LyQ FUtWLFD TXH permita la reformulación de la política y planeación bibliotecaria, asimismo, apoyar e integrar nuevas dinámicas académicas y culturales; a aquellos sectores que, ante los retos actuales de información y servicio, se han quedado en el atraso. Impulsar el análisis y el conocimiento de las formas y métodos establecidos en la administración de los centros bibliotecarios, con el propósito de reconocer, sobre todo, los cambios suscitados en nuestra comunidad para actualizar los servicios. Con base en estos argumentos e inquietudes, se llevó a cabo el Primer Coloquio de Bibliotecas Públicas del Área Metropolitana de Monterrey, cuyos ejes temáticos fueron: administración de recursos e infraestructura y las nuevas tecnologías y la discusión de metodologías para la creación de nuevos espacios y lectores.
Andres Mendoza Laura O. Colunga
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ADMINISTRACIÓN DE RECURSOS E INFRAESTRUCTURA
Necesidades de los usuarios, adquisiciones y presupuesto: una relaciĂłn difĂcil de armonizar DANIEL SANABRIA
IntroducciĂłn
E
n la biblioteca del Tecnológico de Monterrey, Campus 0RQWHUUH\ VH DFXPXODQ ORV UHFXUVRV ELEOLRJUiÀFRV ItVLFRV \ los servicios brindados a 17,000 estudiantes de grado y posgrado, a mås de 1,600 maestros y, eventualmente, a 2,000 empleados que trabajan en sus instalaciones.
Contexto Desde hace algunos aĂąos, el modelo educativo del TecnolĂłgico de Monterrey ha rotado a la implementaciĂłn y consolidaciĂłn del trabajo colaborativo, al aprendizaje basado en la soluciĂłn de problemas orientado a proyectos, al estudio de casos, asĂ como al aprendizaje-servicio, basĂĄndose en tĂŠcnicas y mĂŠtodos privilegiados que centran la educaciĂłn en el estudiante y no en el profesor (MartĂn PĂŠrez, 2002). Esto, aunado a la profusiĂłn del uso de laptops y cursos en plataforma Blackboard, ha llevado a los usuarios a una cultura PX\ GHĂ€QLGD XQD FXOWXUD GLJLWDO TXH JHQHUD XQ HQWRUQR DO FXDO la biblioteca se ha ido adaptando progresivamente, utilizando la tecnologĂa como valor agregado para sus servicios y no como un enemigo. Con cerca de sesenta bases de datos, entre locales y del Sistema de Bibliotecas del TecnolĂłgico de Monterrey, en su
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conjunto, aunado a la compra de miles de libros electrĂłnicos y la consolidaciĂłn de un catĂĄlogo con diversas funciones para los usuarios, entre ellas: la renovaciĂłn de material en lĂnea, apartado de material para prĂŠstamo y solicitud automĂĄtica de material de otros Campus, entre otras, se ha conducido al desarrollo privilegiado de una biblioteca digital.
Las necesidades de los usuarios Las necesidades de los usuarios, entendidas como la no expresiĂłn de aquellos recursos que necesita la comunidad de usuarios a la que la biblioteca atiende a efectos de lograr sus objetivos, en este caso, de enseĂąanza-aprendizaje, deben ser satisfechas SRU OD RUJDQL]DFLyQ GH OD PDQHUD PiV HĂ€FLHQWH SRVLEOH &DOYD GonzĂĄlez, 1998). Eso implica, por un lado, responder a las solicitudes explĂcitas de manera rĂĄpida y ĂĄgil. Por ello se tiene una forma de solicitud en lĂnea a la que se puede acceder desde el mismo SRUWDO GH OD ELEOLRWHFD \ HQ OD TXH FXDOTXLHU XVXDULR LGHQWLĂ€FDGR SXHGH H[WHUQDU VXV QHFHVLGDGHV GH UHFXUVRV ELEOLRJUiĂ€FRV PRQRJUiĂ€FRV ([LVWH RWUD IRUPD GH VROLFLWXG WDPELpQ HQ OtQHD pero para solicitar recursos seriados. Estas solicitudes llegan de manera inmediata al Departamento de Adquisiciones, donde son ingresadas al sistema Millenium, de Innovative, para luego ser solicitadas de manera automĂĄtica a los proveedores seleccionados. Pero tambiĂŠn hay necesidades que son detectadas mediante: a. AnĂĄlisis de estadĂsticas de circulaciĂłn. b. Estudio de uso de la llamada colecciĂłn de reserva (material de rĂĄpida y masiva circulaciĂłn).
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c.
Análisis de los préstamos solicitados a otros Campus del Tecnológico de Monterrey. d. Detección del material dejado en los centros de copiado por los maestros. e. Seguimiento de sugerencias o quejas recibidas en un sistema de voz del cliente, implementado a raíz de la FHUWLÀFDFLyQ HQ ISO 9001, en 2005. f. Compartiendo información con los proveedores que visitan a maestros para ofrecerles material y mostrarles las últimas novedades. Con estos y otros métodos se puede recolectar información clave para la satisfacción de las necesidades de los usuarios. Esto se refuerza desde hace varios años con la presencia de un vínculo más estrecho con la academia mediante un enlace directo con los departamentos, a través de los llamados bibliógrafos, bibliotecarios a los que se asigna el seguimiento en particular GH XQD XQLGDG DFDGpPLFD HVSHFtÀFD
Adquisiciones Las adquisiciones de recursos se realizan casi sin restricciones, más que las impuestas por las políticas propias y las políticas de desarrollo de colecciones vigentes en las bibliotecas del Tecnológico de Monterrey desde febrero de 2007 (http://biblioteca.itesm.mx/millennium/manuales/Politica_ Desarrollo_Colecciones.pdf). De este modo, pocas son las solicitudes rechazadas y, en buena parte, porque el material solicitado ya existe en la biblioteca. Para evitar esto y dar mayor difusión al material que se compra en biblioteca, se ha implementado desde hace
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varios años la posibilidad de visualizar, sin mucho costo, esas adquisiciones recientes a través del portal de biblioteca, pues es una transferencia semiautomática desde el sistema Millenium. Las adquisiciones se tramitan en un proceso continuo todo el año, pero la tendencia es otorgar mayor peso y energía a los periodos previos al inicio de los cursos semestrales, ya sea a partir de junio o de noviembre. De este modo, las adquisiciones van siguiendo el ritmo de los periodos académicos, pero sin interrumpir su operatividad todo el año, lo que lleva a adquirir entre diez y doce mil obras al año (incluyendo materiales especiales). Para ello se cuenta con un equipo directo de cuatro personas, más cinco en catalogación, dos en desarrollo de colecciones, dos en publicaciones periódicas y cuatro en el taller de encuadernación.
Presupuesto El presupuesto de la Biblioteca del Campus Monterrey se divide en rubros asignados a las bibliotecas de EGADE, EGAP, EMIS y del propio Campus. Se asigna semestralmente dividido HQ OLEURV LQFOX\H WRGR WLSR GH REUD PRQRJUiÀFD GH FXDOTXLHU soporte) y en revistas (incluidas las bases de datos). La relación de lo asignado a los libros oscila de uno a cuatro con respecto al rubro de revistas. Esto sucede por el constante aumento en los costos, de revistas y bases de datos. Los fondos de libros destinados a Monterrey se dividen entre cincuenta unidades académicas, departamentos, programas y centros de investigación. El reparto se realiza con una ecuación formada por varios criterios, entre los que se prorratean los recursos: 20% cantidad de maestros, 20% cantidad de alumnos, 20% cantidad de grupos,
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10% circulaciĂłn del material del ĂĄrea, 10% acervo existente en el ĂĄrea y 20% destinado a un factor llamado “importanciaâ€?, que en general se resuelve repartiendo, entre centros de investigaciĂłn, algunos programas y la asignaciĂłn a programas acadĂŠmicos de reciente creaciĂłn.
/DV GLĂ€FXOWDGHV Con el panorama antes descrito, parecerĂa que se cuenta con los UHFXUVRV Ă€QDQFLHURV KXPDQRV WHFQROyJLFRV GH LQIUDHVWUXFWXUD etcĂŠtera, necesarios para hacer frente a una tarea de enorme magnitud e importancia para la vida acadĂŠmica del Campus. Sin embargo, existen poderosas ĂĄreas de oportunidad: a. Las necesidades de los usuarios no se reciben de manera explĂcita donde debeUtDQ \ HOOR LPSOLFD XQD GHĂ€FLHQFLD en su detecciĂłn. Y aun con el esfuerzo indicado, hay numerosas ĂĄreas de oportunidad. Por ejemplo, no existe la posibilidad de que la biblioteca participe en un proceso de creaciĂłn o reformulaciĂłn de un proceso acadĂŠmico, eso hace que la biblioteca no se entere, con la antelaciĂłn GHELGD GH ODV QHFHVLGDGHV GH UHFXUVRV ELEOLRJUiĂ€FRV \ HVR conspira contra el servicio que debe ofrecer a sus usuarios, que debe ser oportuno y pertinente. b. La forma de solicitar adquisiciones es muy sencilla, sin embargo, muchos usuarios (incluyendo maestros) PDQLĂ€HVWDQ GHVFRQRFHU HO PHFDQLVPR SDUD KDFHU OOHJDU sus solicitudes. Existen quejas sobre el seguimiento de los pedidos, debido a que el sistema envĂa mensajes automĂĄticos que no son entendidos o ignorados, o bien son individuales por orden de compra, y a veces eso no satisface el seguimiento que el maestro quiere dar a todos sus pedidos. 16
c. En cuanto al presupuesto, no suele ejercerse 100% de lo destinado a libros, pues la participaciĂłn de los maestros es limitada. Por ejemplo, en el semestre enero-junio de 2007, la participaciĂłn de solicitudes de maestros no alcanzĂł 13% del total de los mismos. Al no existir una obligaciĂłn formal del maestro que sugiera la compra de material para sus alumnos, los resultados son los indicados. Este dato es una constante en los aĂąos anteriores y ciertamente expresa que no sĂłlo bastan recursos econĂłmicos, sino que debe existir una sinergia natural entre biblioteca y maestros para lograr la satisfacciĂłn de los alumnos.
ConclusiĂłn De acuerdo con lo anterior, es fĂĄcil concluir que no todo consiste en tecnologĂa y recursos econĂłmicos. Tienen mucho que ver las polĂticas institucionales, el trabajo docente y la exigencia acadĂŠmica. En sĂntesis: no es posible ver a la biblioteca aislada, sino en un contexto (Evans, 2005 HQ HO TXH SXHGH \ GHEH LQĂ XLU Pero tampoco se puede menospreciar la fuerza de factores ajenos D VX IXQFLyQ HVSHFtĂ€FD ORV FXDOHV OD WHUPLQDQ DIHFWDQGR GH XQD manera u otra.
Referencias Calva GonzĂĄlez, Juan JosĂŠ. “Las necesidades de informaciĂłn de la comunidad acadĂŠmica como base del desarrollo de coleccionesâ€?. En Negrete GutiĂŠrrez, MarĂa del Carmen (Coord.), Primer Seminario Internacional Sobre el Desarrollo de Colecciones (pp. 47-56). MĂŠxico: UNAM, 1998. Evans, G. Edgard y Saponaro, Margaret Zarnosky. Developing library and information center collections. (5th ed.) Westport, Conn.: Libraries Unlimited, 2005. MartĂn PĂŠrez, Marisa. El modelo educativo del TecnolĂłgico de Monterrey. Monterrey: Tec de Monterrey, 2002.
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Nuevo LeĂłn: los archivos en el contexto de la transparencia
J. JESĂšS Ă VILA Ă VILA
A
ntes de abordar el tema que nos ocupa, es necesario destacar dos acontecimientos de capital importancia en la historia de nuestra cultura regional: el 150 aniversario de la creaciĂłn del Colegio Civil (1857-2007), que constituyĂł un parteaguas en el SURFHVR GH FRQĂ€JXUDFLyQ LQVWLWXFLRQDO GH OD HVFXHOD S~EOLFD 6X LQĂ XHQFLD FXOWXUDO GLR DOLHQWR D YDULDV JHQHUDFLRQHV ODV cuales recibieron en este “asilo de las ciencias, las ventajas de la VDELGXUtDÂľ )XH FUHDGR EDMR HO LQĂ XMR GHO HVStULWX ODLFR DUURSDGR en la ConstituciĂłn liberal de 1857 y tutelado por un hijo de los desiertos norestenses, Santiago Vidaurri; su hechura fue parte sustancial del desarrollo de la secularizaciĂłn de la cultura en el siglo XIX. Veinticinco aĂąos despuĂŠs, el 16 de septiembre de 1882, fue inaugurada la Biblioteca PĂşblica del Estado, cuyo acervo inicial estuvo constituido por la biblioteca particular del canĂłnigo doctor JosĂŠ Ă ngel Benavides, adquirida en subasta por el gobierno estatal. El prĂłximo mes se cumplirĂĄn 125 aĂąos de un suceso que serĂa clave en el proceso de construcciĂłn de la infraestructura del conocimiento en la entidad, para asĂ â€œfamiliarizarse con las ciencias.â€? La Memoria del gobernador Genaro Garza GarcĂa incluye el reglamento expedido por el Ejecutivo para el servicio de la
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biblioteca, el catĂĄlogo de su acervo y otros documentos de valĂa para reseĂąar su historia.1 Las bibliotecas pĂşblicas tienen su antecedente en la suma de esfuerzos desplegados hace 125 aĂąos (1882-2007), en torno D OD Ă€JXUD GHO GRFWRU -RVp (OHXWHULR *RQ]iOH] SDUD LQVWLWXLU OD biblioteca central. La archivonomĂa o archivĂstica naciĂł unida y dependiente a la biblioteconomĂa, de tal suerte que esta sujeciĂłn impidiĂł su desarrollo. Sin embargo, en el momento en que se llevĂł a la prĂĄctica “la teorĂa de que los documentos se deben organizar de acuerdo con la estructura de la instituciĂłn de donde proceden, de forma [muy] diferente a los libros y a las coleccionesâ€? (Amanda 5RVDOHV %DGD VLJQLĂ€Fy XQ SDUWHDJXDV HQ HO SURJUHVR GH HVWH saber humanista. De acuerdo con lo expuesto, “la archivĂstica [‌] se ocupa de la creaciĂłn, organizaciĂłn y servicio [de los archivos], considera a los documentos como un conjunto estructurado procedente de una instituciĂłn. [Por lo tanto, se trata de una disciplina] que estudia la naturaleza de los archivos, los principios de su conservaciĂłn y organizaciĂłn, asĂ como los medios para su utilizaciĂłnâ€? (Amanda Rosales Bada). En principio, la custodia del patrimonio documental debe VHU FRQVLGHUDGD FRPR XQ Ă€Q GHO (VWDGR \ HYLWDU TXH pVWH VHD expuesto al deterioro natural, a la ignorancia y a la negligencia. El patrimonio documental lo constituyen aquellos documentos que reĂşnen informaciĂłn de valor para la comunidad, no importa su soporte material, pueden ser documentos en papel o electrĂłnicos, videos, fotografĂas, mapas, planos, etc. AGENL. Fondo: Gobernadores. SecciĂłn: Memorias e informes de gobierno. Serie: Memoria presentada por el ciudadano licenciado Genaro Garza GarcĂa, gobernador constitucional del estado libre y soberano de Nuevo LeĂłn, informando a la XXII legislatura sobre la situaciĂłn que guarda cada uno de los ramos de la administraciĂłn pĂşblica. Monterrey, imprenta del gobierno en palacio a cargo de Viviano Flores, 1883, veĂĄnse los anexos documentales del nĂşmero 46 al 48. 1
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El carácter patrimonial o histórico de los documentos radica en su importancia social para la colectividad que los regeneró, tan relevantes en la memoria colectiva son los documentos del origen de la ciudad de Monterrey en el siglo XVI, como los del Proyecto de Ciudad del Conocimiento en el siglo XXI. Gracias a los vestigios arqueológicos, conocemos acerca de la existencia de depósitos archivísticos en las ciudades mesopotámicas, los más antiguos en la ciudad de Ebla (4000 a.C.) donde aparecen tablillas de barro con sentencias judiciales, órdenes de gobierno, cuentas, contratos, entre otros. Y los más cercanos a nuestra era, los archivos griegos y romanos. En la Alta Edad Media los depósitos documentales fueron custodiados, principalmente, en iglesias y monasterios. Las revoluciones liberales en Europa les otorgaron un nuevo estatus como archivos nacionales, además de ser considerados como “el laboratorio donde habría de rastrearse la identidad nacional de los pueblos”. La creación de los archivos nacionales se inició en la Francia revolucionaria, que se estremecía con fervor libertario al escuchar los acordes de la Marsellesa, en 1789, y continuó a mediados del siglo XIX en Inglaterra, en 1851; en España, entre 1859 y 1866, y en Italia, para 1871. En el siglo pasado, la preocupación por proteger el patrimonio documental fue motivo de atención de la convención de la Haya de 1954 y la convención de la Unesco en 1970, sobre las medidas que debían adoptarse para prohibir la importación, exportación y transferencia de propiedad ilícita de bienes culturales. La Unesco ha emitido recomendaciones sobre la preservación y conservación de imágenes en movimiento (1980); de la cultura tradicional y popular (1989); y para la protección del patrimonio cultural en peligro como consecuencia de catástrofes naturales o provocadas por la mano del hombre (1996).
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En 1992 surgió el programa “Memoria del mundo”, con el propósito de hacer conciencia del deplorable estado de los archivos, bibliotecas, museos y otros lugares de custodia documental. En México, en el periodo colonial, el conde de Revillagigedo propuso la creación de un archivo general en 1790, y después del movimiento de Independencia se fundó el Archivo Nacional, el 23 de agosto de 1893. En la actualidad, el Archivo General de la Nación se rige por el acuerdo expedido el 14 de julio de 1880, para proteger los bienes documentales, y por el decreto que crea la sección de archivos presidenciales, el 26 de septiembre de 1988. Además existen algunas disposiciones aisladas en la Ley de bienes generales o la Ley federal sobre monumentos y zonas arqueológicas, artísticos e históricos de 1972.
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Legislación en Nuevo León
ISRAEL CAVAZOS GARZA
Antecedentes
E
n Nuevo León, en los últimos 50 años, existen algunos referentes que indican la preocupación social y política por proteger sus bienes documentales. a) Durante el siglo pasado, el acervo estatal permaneció en condiciones poco favorables en el sótano del Palacio de Gobierno, hasta noviembre de 1959, año en que fue FDPELDGR D RWUR HGLÀFLR TXH VH FRQYLUWLy HQ OD VHGH RÀFLDO del Archivo General del Estado. b) El 25 de marzo de 1960, el gobernador Raúl Rangel Frías expidió el decreto número 89, que declaró de interés público para la entidad, la conservación y custodia de los archivos municipales. c) También en la década de los sesenta, bajo el patrocinio del Tecnológico de Monterrey, el historiador Eugenio del Hoyo Cabrera, junto con Luis Astey, organizaron el invaluable Fondo de Documentación del Noreste de México. Don Eugenio lo reseñó de la siguiente manera: “[…] realizando a lo largo de varios años, el salvamento, acomodo y microfilmación […] de los archivos municipales y parroquiales de varios pueblos del
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estado de Nuevo LeĂłn [‌]â€?.2 d.- Durante la administraciĂłn gubernamental de Alfonso MartĂnez DomĂnguez (1979-1985), fueron promovidos FDPELRV VLJQLĂ€FDWLYRV IDYRUDEOHV SDUD HO GHVDUUROOR GHO AGENL, ĂŠstos fueron en el orden siguiente: 1. En 1980 dejĂł de ser jefatura departamental para instituirse como direcciĂłn. 2. En 1982 fue publicado el reglamento interior del Archivo General del Estado de Nuevo LeĂłn con el propĂłsito de “adecuar la fuente documental del gobierno [‌] mediante el suministro, manejo, control, conservaciĂłn y depuraciĂłn GH OD GRFXPHQWDFLyQ RĂ€FLDO Âľ 3. Ese aĂąo se dispuso, por acuerdo administrativo del Ejecutivo Estatal, “la obligaciĂłn de todas las dependencias GHO 3RGHU (MHFXWLYR GH UHPLWLU OD GRFXPHQWDFLyQ RĂ€FLDO que posean hasta con cuarenta aĂąos de antigĂźedad.â€? 4. El citado acuerdo y la creaciĂłn del archivo de concentraciĂłn, en 1984, fueron factores detonantes para el crecimiento de los grupos y fondos documentales en el Archivo General del Estado. 5. El 7 de diciembre de 1984 fue inaugurada la sede actual del Archivo General del Estado, con 2,132 metros cuadrados de construcciĂłn en dos niveles; ocupando el ĂĄrea de acervos 1,004 metros cuadrados, equivalente a 40% del ĂĄrea GHO HGLĂ€FLR DSUR[LPDGDPHQWH 6. En 1984, el acervo contaba con un volumen de 2,400 metros lineales; 23 aĂąos despuĂŠs sus acervos incluyen un volumen de 5,253.36 metros lineales (5,253 km), equivalentes a un crecimiento de 330%, aproximadamente. 7. En el caso del Registro Civil HistĂłrico, hasta el aĂąo 2001, Ă vila, Ă vila, J. JesĂşs. Amante del desierto, Eugenio del Hoyo (1914-1989) CompilaciĂłn y notas. AGENL, ColecciĂłn “Monterrey 400â€?, NĂşm. 1, Monterrey, N.L. 1993, p. 10. 2
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tenĂa un acervo de 4,057 libros registrados, entre 1859 y 1925. En la actualidad este fondo cuenta con 11,003 libros entre 1859 y 1959. La incorporaciĂłn de 6,946 libros mĂĄs, a partir de 2001, trajo consigo un incremento de 171.20%. 8. A estos valiosos fondos documentales hay que aĂąadir el acervo bibliografĂa de la biblioteca “Ricardo Covarrubiasâ€?, creada en 1981 , con la intenciĂłn de reunir textos especializados sobre el desarrollo de la administraciĂłn pĂşblica e historia del noreste de MĂŠxico. Tiene una base de datos denominada Sistema Integral Automatizado de Bibliotecas, en la Universidad de Colima, y cuenta actualmente con mĂĄs de seis mil tĂtulos, ademĂĄs de las colecciones del 3HULyGLFR 2Ă€FLDO GHO (VWDGR desde 1824 a la IHFKD HO FXDO VH HQFXHQWUD PLFURĂ€OPDGR SDUD VX FRQVXOWD y el 'LDULR 2Ă€FLDO GH OD )HGHUDFLyQ desde 1867-1993. $GHPiV FXHQWD FRQ XQ IRQGR ELEOLRJUiĂ€FR HVSHFLDO GRQDGR por la familia del historiador Eugenio del Hoyo Cabrera, que contiene cerca de seiscientos libros, documentos, manuscritos, correspondencia particular y copias de algunas investigaciones referentes a su estado natal. Por otra parte, desde 1991, la Ley OrgĂĄnica de la AdministraciĂłn PĂşblica del Estado de Nuevo LeĂłn estableciĂł la obligaciĂłn de los municipios de remitir al Archivo Estatal, en el curso del primer mes de cada aĂąo, un ejemplar del libro de actas de las sesiones del Ayuntamiento correspondiente al aĂąo anterior (vĂŠase artĂculo 39), ademĂĄs, en esta ley el artĂculo 138 seĂąala: Los libros o los registros contables deberĂĄn de conservarse durante los 10 aĂąos por el Ayuntamiento en su archivo administrativo [mismos] que no podrĂĄn, por ningĂşn PRWLYR PRGLĂ€FDUVH R GHVWUXLUVH $O WpUPLQR GH HVH ODSVR OD documentaciĂłn se remitirĂĄ al Archivo del Estado.
Al esfuerzo realizado por salvaguardar los bienes documentales 24
estatales habría que sumar el interés de la actual administración que creó, en 2003, la Dirección para la Peservación del Patrimonio Cultural, Histórico y Artístico que, por las funciones encomendadas, sería el equivalente a una INAH estatal; esta dirección ha realizado programas para la organización y descripción de nuestros acervos municipales.
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Sin memoria organizada y descrita no hay informaciĂłn ni transparencia PATRICIA GALEANA3
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n la dĂŠcada de los ochenta tuvo lugar una serie de cambios legales y administrativos que le permitieron al AGENL redimensionar sus funciones y polĂticas de desarrollo, lo cual OH KL]R VXSHUDU VX FRQĂ€QDFLyQ HVWiWLFD GH VLPSOH \ PRGHVWR Departamento de Archivo HistĂłrico. Para la dĂŠcada siguiente surgiĂł la necesidad, en el seno de la instituciĂłn, de otorgarle un nuevo estatus legal debido a lo frĂĄgil de su normatividad (para el caso, un reglamento y un acuerdo administrativo), amĂŠn de estar DO GtD FRQ OD FRQĂ€JXUDFLyQ GH QXHYDV UHDOLGDGHV FRPR UHVXOWDGR de la ampliaciĂłn de la cobertura de sus servicios, entre ellos: OD FRQVXOWD GH GDWRV FHUWLĂ€FDFLRQHV ELEOLRWHFD YLVLWDV JXLDGDV apoyo y asesorĂa en archivos a poderes pĂşblicos federales, estatales y municipales; congresos, seminarios, conferencias y semanas de historia; una polĂtica editorial sĂłlida con casi doscientos tĂtulos publicados entre boletines, guĂas, Ăndices, catĂĄlogos y obras de historia regional; participaciĂłn importante en medios impresos y electrĂłnicos, etcĂŠtera. Es asĂ que, como corolario de esta etapa y con el objetivo de responder a las necesidades surgidas entre 1980 y 1997 (ademĂĄs GH VRVWHQHU HO DQGDPLDMH OHJDO \ HO SHUĂ€O SURIHVLRQDO GHO AGENL) la SecretarĂa General de Gobierno convocĂł a la ciudadanĂa al “Foro de consulta pĂşblica para la elaboraciĂłn de una ley
Patricia Galeana. El acceso a la informaciĂłn y la reforma del Estado. Conferencia presentada en Monterrey el 30 de septiembre de 2004, p. 4.
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estatal sobre organizaciĂłn de documentos administrativos e histĂłricosâ€?. En dicho foro se presentĂł un decĂĄlogo de temas que pretendĂan introducir en la agenda polĂtica estatal la centralidad de los archivos como ejes centrales en la modernizaciĂłn de la administraciĂłn pĂşblica. Los temas fueron los siguientes: 1. Archivos de trĂĄmite, administrativos e histĂłricos de los tres poderes. 2. Vigencia fiscal, administrativa y legal de los documentos. 3. Normatividad en archivos municipales, organismos pĂşblicos descentralizados, eclesiĂĄsticos y particulares. 4. Normas internacionales sobre archivos ISAD (G). 5. Responsabilidades y sanciones a servidores pĂşblicos que administran informaciĂłn. 6. Valor procesal de los documentos informĂĄticos. 7. Nuevos usos y soportes de la informaciĂłn (disquetes, GLVFRV FRPSDFWRV UHGHV Ă€EUD ySWLFD HWFpWHUD 8. Uso y abuso de informaciĂłn estratĂŠgica en el sector pĂşblico. 9. ProfesionalizaciĂłn del administrador de documentos. 10. Acta de entrega y recepciĂłn de documentos (archivos). Lamentablemente las expectativas generadas antes de la realizaciĂłn del foro no prosperaron ni se materializaron en un documento o iniciativa de ley estatal de archivos, para que fuera sometido a la discusiĂłn, revisiĂłn y decisiĂłn de la legislatura local. De esa forma fueron postergadas las posibilidades para construir un marco legal que hubiera contribuido a destacar , socialmente, la importancia del patrimonio documental, ademĂĄs de dotar al AGENL de los soportes jurĂdicos para encarar en mejores FRQGLFLRQHV SURIHVLRQDOHV HO FDPELR PLVPR TXH VLJQLĂ€Fy 27
transitar del sigilo y uso discrecional de la información pública a la transparencia y la rendición de cuentas. Cinco años después de este frustrado intento por alcanzar el futuro, el 21 de febrero de 2003 fue publicada, en el Periódico 2ÀFLDO GHO (VWDGR, la Ley de Acceso a la Información Pública de Nuevo León, la cual entró en vigor el 4 de octubre de ese año. Antes que el gobierno federal, el poder había cambiado de partido localmente; para las autoridades estatales en turno, este hecho público implicó que les resultara menos complicada la apertura de los archivos, sin prever o meditar si existía la infraestructura institucional que garantizara el ejercicio democrático del derecho al acceso de la información pública mediante la organización, conservación y descripción de los acervos. /D H[SHGLFLyQ GH HVWD OH\ WUDMR FRQVLJR XQD PRGLÀFDFLyQ radical en la manera de actuar de los servidores y funcionarios públicos, en la que repentinamente se transitó de la reserva y el disimulo, en materia de información gubernamental, al glasnot, fortaleciéndose nuestra cultura democrática. Sin embargo, a casi cuatro años de vigencia de la Ley de Acceso a la Información Pública de Nuevo León, se acentuó la vulnerabilidad de los archivos públicos locales. El artículo 8 de la citada ley dice de la siguiente manera: La autoridad, en forma permanente, tendrá la obligación de mantener a disposición del público, los datos principales de su organización y funcionamiento.
Esta información estará en lugar visible del recinto de la autoridad, o en un documento que se proporcionará gratuitamente a las personas interesadas. Además conservará, por el término de diez años, toda clase de archivos, documentos y formas de registro que obren en su poder. Transcurrido dicho plazo se enviará el archivo que corresponda.
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Nuestros legisladores, sin estar conscientes de ello, tomaron partido por la archivĂstica clĂĄsica que pugna por la conservaciĂłn exhaustiva de los archivos. A nivel federal, en la Ley de Transparencia y Acceso a la InformaciĂłn, el artĂculo 32 GHĂ€QH ORV FULWHULRV SDUD OD FDWDORJDFLyQ FODVLĂ€FDFLyQ \ FRQVHUYDFLyQ GH GRFXPHQWRV GH OD administraciĂłn pĂşblica. De algĂşn modo los conflictos existentes en la Ley de Transparencia se han ido subsanando. Por ejemplo, el 20 de febrero de 2004 se publicaron, en el 'LDULR 2Ă€FLDO GH OD FederaciĂłn, los lineamientos generales para la organizaciĂłn y conservaciĂłn de los archivos de las dependencias y entidades de la administraciĂłn pĂşblica federal, ĂŠstos fueron diseĂąados por el AGN conjuntamente con el Instituto Federal de Acceso a la InformaciĂłn PĂşblica (IFAI).4 Pero a nivel local no se realizĂł ningĂşn anĂĄlisis ni diagnĂłstico previo que tomara en cuenta el problema de la acumulaciĂłn indiscriminada de papeles. La Ley de Acceso puso al descubierto nuestras carencias y necesidades, algunas de orden estructural, como la precaria formaciĂłn profesional del personal que labora en los archivos. En la administraciĂłn pĂşblica estatal y municipal, salvo algunas excepciones, muchos servidores llegamos a los archivos sin una “educaciĂłn formal en principios o mĂŠtodos archivĂsticosâ€? (Nacif, 1995) y los conocimientos adquiridos han sido el resultado de la experiencia acumulada. En nuestra entidad, la archivonomĂa, como disciplina acadĂŠmica, se imparte como materia en la licenciatura de bibliotecologĂa, en la Facultad de FilosofĂa y Letras, desde hace cuatro aĂąos.
Archivo General de la NaciĂłn, guĂa para el cumplimiento de los lineamientos generales para la organizaciĂłn y conservaciĂłn de archivos de las dependencias y entidades de la administraciĂłn pĂşblica federal, p. 5. 4
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Se han localizado problemas semejantes en las dependencias del Ejecutivo federal, como la “falta de espacios apropiados… desconocimiento de las normas básicas de archivo; necesidad de FDSDFLWDFLyQ FDUHQFLD GH XQD FXDGUR DUFKLYtVWLFR GH FODVLÀFDFLyQ por funciones…”.5 En 2003 , cuando fue legislada la Ley de Acceso a la Información Pública, este hecho estimuló un proceso intenso de transferencia de archivos semiactivos al Archivo General del Estado. El Archivo de Concentración, creado en 1984, ingresó, hasta el 2002, en promedio 106.37 metros lineales de documentación por año. A partir de 2003, el cociente anual aumentó drásticamente hasta 196.46 metros lineales.
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Ibid. 30
LĂneas generales para un programa de desarrollo de archivos en el contexto de la transparencia JORGE RUIZ DUEĂ‘AS 6
D
e acuerdo con lo expuesto, el AGENL se encuentra en una situaciĂłn lĂmite a dos dĂŠcadas de haber recibido un vigoroso impulso que le dotĂł de instrumentos legales para su GHVDUUROOR \ GH XQ HGLĂ€FLR VHGH TXH IXH HO SULPHUR HQ HO SDtV construido ex profeso. Como mencionamos anteriormente, en la Ley de Acceso a la InformaciĂłn con respecto a que las dependencias, ĂŠstas deben conservar: “Por el tĂŠrmino de diez aĂąos, toda clase de archivos, documentos y formas de registro que obren en su poder [y de que] transcurrido dicho plazo se enviarĂĄn al archivo TXH FRUUHVSRQGD Âľ (VWD GHĂ€QLFLyQ OHJDO KD SXHVWR HO GHGR HQ la llaga, porque desde el seno de la ComisiĂłn de Acceso a la InformaciĂłn PĂşblica de Nuevo LeĂłn surgiĂł el interĂŠs por el derrotero de los archivos. Con ellos coincidimos en que sin la organizaciĂłn y descripciĂłn de los acervos, no puede haber investigaciĂłn histĂłrica ni transparencia. Desde nuestro punto de vista, la sentencia legal de conservar toda forma de registro documental por diez aĂąos y, despuĂŠs de ese lapso, enviarlo “al archivo que correspondaâ€?, ofende los principios, no sĂłlo de la archivĂstica y la administraciĂłn de documentos, sino tambiĂŠn la racionalidad y el sentido comĂşn.
Comparecencia del maestro Jorge Ruiz DueĂąas, director del Archivo General de la NaciĂłn, ante la Primera ComisiĂłn de GobernaciĂłn, Puntos Constitucionales y Justicia de la ComisiĂłn Permanente del Congreso de la UniĂłn, MĂŠxico, D.F., a 16 de agosto de 2005, p. 5. 6
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Para hacerle frente a los desafĂos que trae consigo la transparencia, es necesario promover una serie de medidas que fortalezcan los archivos (en los tĂŠrminos abordados por el maestro Jorge Ruiz DueĂąas). No podemos esperar los diez aĂąos de plazo establecidos en la ley, porque sencillamente el destino ya nos alcanzĂł. Como prioridades planteamos las siguientes: 1. DiseĂąar un programa estratĂŠgico integral de formaciĂłn profesional de los servidores que operan en los archivos de la administraciĂłn pĂşblica estatal y municipal. AquĂ no sĂłlo se trata de realizar cursos de capacitaciĂłn y proyectos especializados a travĂŠs de diplomados avalados por instituciones de educaciĂłn superior, sino que deberĂĄn alentarse, en nuestras principales universidades, programas de educaciĂłn archivĂstica formal, a nivel licenciatura, cuyo modelo de formaciĂłn (como menciona Amanda Rosales) incorpore a la prĂĄctica profesional un planteamiento teĂłrico sobre la ciencia que nos ocupa, un modelo que concilie la lĂnea administrativa y la lĂnea histĂłrica. El propĂłsito esencial serĂa revalorizar, en el ĂĄmbito social y profesional, el papel del archivista para contribuir al desarrollo de una cultura profesional con QRUPDV YDORUHV WHUPLQRORJtD SHUĂ€O \ pWLFD FRPXQHV 2. Aunque es difĂcil, resulta imprescindible motivar la discusiĂłn pĂşblica para la expediciĂłn de una Ley Estatal de Archivos que construya los cimientos legales que garanticen la preservaciĂłn, conservaciĂłn y descripciĂłn del patrimonio documental. Esta ley debe ser prioridad para el Estado; debe gozar del respaldo y compromiso de los actores sociales y polĂticos. Una ley que otorgue a los archivos la posibilidad de contar con los recursos PDWHULDOHV \ Ă€QDQFLHURV SDUD HVWDU D OD SDU FRQ OD FXOWXUD de la transparencia y del acceso a la informaciĂłn. 32
3. Una nueva sede para el Archivo General del Estado de Nuevo León. A veintitrés años de su inauguración, el HGLÀFLR UHVXOWD REVROHWR SDUD HO UHVJXDUGR GH VXV DFHUYRV la estantería donde se almacena la documentación puede sufrir daños irremediables a causa del exceso en las cargas \ VX FRORFDFLyQ LQDGHFXDGD /D VLWXDFLyQ GHVFULWD GLÀFXOWD llevar a cabo proyectos y procesos de modernización a través de la digitalización de los acervos, amén de restringir el crecimiento de los mismos. Al respecto existe el compromiso público del gobernador José Natividad González Parás, por construir una nueva sede durante su administración. En principio no se trata de realizar una mudanza de los acervos ni de la institución centenaria “a donde sea”, si no de considerar los antecedentes históricos, legales, funcionales y las HVSHFLÀFDFLRQHV LQWHUQDFLRQDOHV HVWDEOHFLGDV SDUD ORV HGLÀFLRV GH DUFKLYRV /R TXH HVWi HQ MXHJR HV HO GHVWLQR del principal centro documental del norte del país. 3.1. En relación al mobiliario existente, en nuestros acervos hay una situación que exige una respuesta inmediata; debido a la situación de contingencia, resulta prioritaria la adquisición de un sistema de almacenaje de alta densidad, el cual permita ahorrar hasta un 70% de espacio, según estudios realizados recientemente. 4. Reformar el artículo 8, al menos en sus dos últimos párrafos ya citados, y que se incorporen parámetros similares a los considerados a nivel federal entre el AGIN y el IFAI (a propósito de los Lineamientos Generales para la Organización y Conservación de los Archivos…).
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Desde nuestra perspectiva, éstos serían los cuatro ejes fundamentales en los que debe gravitar el desarrollo del AGENL y los archivos públicos locales en el contexto de la transparencia, para garantizar el acceso a la información y la cultura de la rendición de cuentas, además de preservar nuestra memoria y HVWLPXODU OD LQYHVWLJDFLyQ ELEOLRJUiÀFD
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ÂĄOjo!, son sĂłlo herramientas
CHRISTIAN BUSTOS GARCĂ?A
C
omo es bien conocido y experimentado por todos, los FDPELRV GH ODV QXHYDV WHFQRORJtDV KDQ UHDOL]DGR XQ VLQĂ€Q GH PRGLĂ€FDFLRQHV D OD IRUPD HQ TXH LQWHUDFWXDPRV FRQ HO mundo, desde la manera en que conocemos o nos enteramos sobre los acontecimientos actuales, hasta el cĂłmo adquirimos nuevos conocimientos. Giddens considera que estos cambios de la interacciĂłn del hombre con el mundo comenzaron cuando la televisiĂłn apareciĂł en los hogares familiares. Las tecnologĂas de la comunicaciĂłn (o de la informaciĂłn) se han ido aplicando a diferentes labores; existe software que ayuda a una empresa a tomar mejores decisiones, otros programas de computadora automatizan algunos procesos o resuelven problemas muy complejos en poco tiempo, etc. Las bibliotecas no se han quedado atrĂĄs, estas instituciones tambiĂŠn se han servido de la tecnologĂa, asĂ como de una gran cantidad de programas y equipos modernos que automatizan algunos de VXV SURFHVRV FRPR OD E~VTXHGD FODVLĂ€FDFLyQ \ FDWDORJDFLyQ de los documentos; la adquisiciĂłn de millones de revistas, libros y demĂĄs documentos electrĂłnicos, y la cooperaciĂłn entre bibliotecas que se encuentran en diferentes continentes sin preocuparse por el espacio que ĂŠstas ocupen. Con esto se han resuelto muchos problemas que en el pasado requerĂan mĂĄs tiempo para solucionarse. Por ende, la tecnologĂa ha colaborado enormemente a que se dĂŠ un mayor desarrollo en los servicios bibliotecarios y en el acervo de cualquier biblioteca con acceso internet.
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Como se mencionĂł en el pĂĄrrafo anterior, uno de los mayores impactos de la tecnologĂa en la biblioteca ha sido el cambio en la recuperaciĂłn de informaciĂłn a travĂŠs de Internet. Este medio ofrece cientos de resultados en poco tiempo, los tipos de documentos recuperados dependerĂĄn del motor de bĂşsqueda utilizado, en pocas palabras, si deseamos artĂculos de revistas de LatinoamĂŠrica, tendrĂamos que utilizar la pĂĄgina GH OD 5HG GH 5HYLVWDV &LHQWtĂ€FDV GH $PpULFD /DWLQD HO &DULEH EspaĂąa y Portugal, en cambio, si cualquier pĂĄgina nos puede dar la informaciĂłn que necesitamos, podremos consultar el buscador de Google. La gran cantidad de informaciĂłn, sumada a la rapidez con que se puede recuperar, nos ha colocado en la ĂŠpoca con la que muchos intelectuales soĂąaron y veĂan como utĂłpica: la de una mejor sociedad, esto debido a que ellos pensaron que entre mayor cantidad de informaciĂłn tuviera el ciudadano al alcance de sus manos, ĂŠste podrĂa tener una mejor vida, existirĂa una mejor polĂtica, una mejor sociedad. El escritor argentino Jorge Luis Borges plasmĂł en dos relatos una especie de presagio tecnolĂłgico sobre lo que sucederĂa en estos tiempos. En Ficciones, en el cuento que lleva por nombre “La biblioteca de Babelâ€?, se describe una biblioteca que es un XQLYHUVR LQĂ€QLWR FRPSXHVWR SRU LQWHUPLQDEOHV JDOHUtDV TXH contienen todos los libros posibles o imposibles. En otra de sus obras, titulada El libro de arena, el autor desarrolla una historia en la cual un hombre vende al protagonista el libro de arena, HQ HO TXH ´QL HO OLEUR QL OD DUHQD WLHQHQ SULQFLSLR QL Ă€QÂľ (O relato nos dice que el libro es un documento que contiene SiJLQDV LQGHWHUPLQDEOHV LQĂ€QLWDV \D TXH VLHPSUH TXH VH TXLHUH llegar a la primera o Ăşltima pĂĄgina, inexplicablemente surgen mĂĄs. Esto es muy parecido al hipertexto, pues, al igual que el libro de arena, es la piedra de toque del universo. En Internet una palabra llama a otra, como si fueran parte de una cadena de conceptos interminables. Para el protagonista el tener este 36
OLEUR IXH FDXVD GH GLFKD \ GHVFRQĂ€DQ]D SRUTXH HO GRFXPHQWR QR ´IXHUD YHUGDGHUDPHQWH LQĂ€QLWRÂľ Los relatos de Borges tienen algo de realidad, o acaso, Âżno es LQWHUQHW XQD ELEOLRWHFD YLUWXDOPHQWH LQĂ€QLWD \ XQ FRQHFWRU FRQ otras pĂĄginas o informaciĂłn? Es una Babel sin fronteras, cuyo centro no estĂĄ en ninguna parte, un juego de espejos enfrentados GRQGH WRGRV SRGHPRV UHĂ HMDUQRV La necesidad de informaciĂłn de un usuario es como si tuviera sed y buscara una fuente donde pueda satisfacerla, se acercarĂĄ a la manguera para beber agua, pero la presiĂłn del lĂquido es regulada, aunque podrĂa sucederle que ĂŠste salga a presiĂłn, esto podrĂa ahogar a la persona. Considero que esta analogĂa es muy clara respecto a lo que la informaciĂłn puede llegar a provocar, pues el mismo problema que puede tener la persona al beber de una manguera que envĂa el lĂquido a presiĂłn, es a lo que nos podemos enfentar cuando buscamos informaciĂłn en internet (pues en ella existen millones y millones de pĂĄginas, y cada hora se multiplica a niveles exponenciales, sobre un solo tema R SDODEUD DXQ VLHQGR HVSHFtĂ€FR HQ OD IRUPD HQ TXH VH EXVFD \ en lo que se desea encontrar, los resultados podrĂan llegar a ser cientos de documentos electrĂłnicos. (Q HVWH SXQWR PH JXVWDUtD UHJUHVDU DO Ă€QDO GHO UHODWR El libro de arena, exactamente donde el personaje decide perder esa obra FRQ LQIRUPDFLyQ LQĂ€QLWD \D TXH pO VDEtD TXH HUD XQ PDO ´ ComprendĂ que el libro era monstruoso‌ SentĂ que era un objeto de pesadilla, una cosa obscena que infamaba y corrompĂa la realidad.â€? Por este motivo decidiĂł esconderlo y asĂ asegurarse de que no morirĂa de insomnio y que dejarĂa de vivir con la obsesiĂłn por leer todo lo que el libro de arena le mostrara. En algunas entrevistas el escritor italiano Umberto Eco SRGHPRV YHU TXH pO QR VyOR KDEOD GH ORV EHQHĂ€FLRV GH OD UHG GH redes, tambiĂŠn nos dice que uno de los problemas que podrĂa traer el Internet es que “el exceso de informaciĂłn cambiarĂĄ nuestra cabezaâ€?. AdemĂĄs de que en la red nos encontraremos 37
con una gran cantidad de información de obras, novelas, títulos que han sido digeridos e interpretados por otras personas. Como se ha visto a lo largo de estas escasas líneas, y como se ha comprobado al interactuar con los diferentes buscadores y sorprenderse por la enorme cantidad de resultados, en Internet HV GLItFLO VDEHU FXiO HV OD LQIRUPDFLyQ PiV FRQÀDEOH HVWR hasta antes de que Google sacara su versión de Google School, o de la difusión de algunas bases de datos sobre publicaciones electrónicas académicas). Otro de los problemas que observa el semiólogo italiano es comentado en su libro Cómo se hace una tesis, aquí Eco nos menciona que nos hemos olvidado que la información, o mejor dicho, los datos, necesitan ser pasados por un proceso mental para convertirlo en conocimiento y no únicamente por tenerlos en nuestro poder se da la adquisición del nuevo conocimiento. Eco menciona que este fenómeno se presenta desde la presencia de las fotocopias: “Uno se lleva a casa cientos de páginas fotocopiadas y la actividad manual que ha ejercido sobre el libro fotocopiado le da la impresión de poseerlo. La posesión exime de la lectura. Esto les sucede a muchos, una especie de vértigo de la acumulación, un neo-capitalismo de la información”. Lo anterior queda muy claro con el ejemplo de las reprografías, muchos estudiantes han confundido esta simple herramienta, la fotocopia, con la adquisición del conocimiento, pues al momento de que se fotocopian los libros, revistas, periódicos o cualquier otro material con información, las personas creen que han adquirido el conocimiento que se encuentra cifrado en sus entrañas. Como si el simple hecho de pasar los documentos por la plancha de la fotocopiadora, los datos se cargaran al cerebro 7
VL UHFRUGDPRV TXH OD SDODEUD GDWRV HV GHÀQLGD SRU OD 5HDO $FDGHPLD Española como el “antecedente necesario para llegar al conocimiento exacto de algo...”, la información es la “…adquisición de conocimiento…”.
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de quien lleva los documentos a fotocopiar. Este fenĂłmeno se puede potencializar en la red de redes, debido a la gran cantidad de informaciĂłn, las creaciones de bibliotecas virtuales, de bases GH GDWRV HWFHWHUD TXH LQĂ X\HQ SDUD TXH ORV QDYHJDQWHV VH dediquen a guardar los textos completos en su computadora y crean que con esa simple operaciĂłn (darle clic en el botĂłn guardar) han analizado y adquirido el conocimiento, aunque en un futuro cercano o lejano no lean el documento del que sĂłlo saben el tĂtulo y quizĂĄ el resumen. Algo similar se presenta cuando las personas adquieren libros y los utilizan sĂłlo para adornar su casa, los libros se han utilizado como un objeto de colecciĂłn o como objetos estĂŠticos y se compran Ăşnicamente para que sean parte de la decoraciĂłn de la sala o de alguno de los cuartos del hogar. Lo anterior se hace sĂłlo FRQ HO Ă€Q GH GHPRVWUDU TXH VRQ XQDV SHUVRQDV FXOWDV DXQTXH nunca hayan leĂdo los documentos que muestran con gran alegrĂa y regocijo. De la misma manera en que el libro suele jugar como un objeto que da cultura por si mismo, en la actualidad, la mayor cantidad de artĂculos y documentos almacenados dan la imagen de que estamos ante un genio. Con todas las buenas virtudes que se han promovido de Internet, ademĂĄs de difundir que hoy un niĂąo puede tener una mayor cantidad de informaciĂłn (Sancho Gil, p.3) que un ciudadano del siglo XVII y que toda esa gran cantidad de informaciĂłn puede estar a disposiciĂłn nuestra sin esfuerzo. ÂĄEstamos mal cuando pensamos que el â€œâ€Śaprendizaje, sea del tipo que sea, no requiere ninguna implicaciĂłn, ni sistema de trabajo o esfuerzo mental (en ocasiones fĂsico) y afectivo‌â€?! (Sancho Gil, p. 4 ). Debemos recordar que para adquirir conocimientos se debe aplicar un esfuerzo intelectual para poder GHFRGLĂ€FDU FRPSUHQGHU DQDOL]DU \ REWHQHU OD LQIRUPDFLyQ TXH FHORVDPHQWH VH JXDUGD FRGLĂ€FDGD Entonces, no importa que hoy en dĂa tengamos un mar de
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informaciĂłn electrĂłnica, que nos gastemos enormes cantidades de tiempo y dinero para obtener la mejor informaciĂłn y que tengamos en la casa los libros mĂĄs raros, antiguos y exclusivos. Todo esto no vale nada si no aplicamos en ellos el proceso mental por el cual podremos conocer lo que nos dice el autor. Antes de terminar, de nuevo me gustarĂa recordarles que un HGLĂ€FLR QR VH FRQVWUX\H FRQ WHQHU PDUWLOOR GHVDUPDGRU SDOD etcĂŠtera, sino con el esfuerzo y el uso de estas herramientas; esto es lo que darĂĄ como resultado la terminaciĂłn de la construcciĂłn GHO HGLĂ€FLR
Referencias electrĂłnicas ƒ Sancho Gil, Juan. Aprendizaje y tecnologĂas de la informaciĂłn y la comunicaciĂłn, [en lĂnea] Disponible en http://www4.ujaen. es/~apantoja/recursos/orie_ntic/apre_ntic.pdf [2007, 10 de julio]. ƒ Entrevista con Umberto Eco. (2006, 24 de septiembre). EL PAĂ?S en entrevista con Umberto Eco. El PaĂs, [en lĂnea] Disponible en http:// www.telefonica.net/web2/pinoalto/umbertoecoelpais 24sep t2006. doc. [2007, 10 de julio]. ƒ Diccionario de la Real Academia EspaĂąola [en lĂnea] Disponible en www.rae.es [2007, 15 de julio] ƒ (2007, 28 de febrero). Ausencia del libro como herramienta cultural. Diario Época [en lĂnea] Disponible en http://www.diarioepoca. com/2007/02/28/opinion/ausencia.php [2007, 20 de julio] ƒ Entrevista con Umberto Eco. (1995, 22 de junio). [en lĂnea] Disponible en http://www.geocities.com/soho/lofts/1034/eco.htm [2007, 20 de julio] ƒ Entrevista con Umberto Eco. (1993, primavera). The Harvard Review of Philosophy entrevista con Umberto Eco. [en lĂnea] Disponible en http://www.ddooss.org/articulos/entrevistas/UmbertoEco.htm [2007, 20 de julio] ƒ Borges, J.L. (1975). El Libro de arena [en linea] Disponible en http:// es.geocities.com/cuentohispano_zip2/texto/borges_libro.html [2007, 20 de julio]
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La biblioteca pĂşblica y las nuevas tecnologĂas para niĂąos
BRENDA MARTĂ?NEZ CAMARILLO
E
l presente trabajo habla sobre el Programa de ComputaciĂłn Gratuito para NiĂąos y JĂłvenes, iniciado y sustentado por la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), la cual es una asociaciĂłn civil fundada en 1959. Desde su creaciĂłn, ha tenido como una de sus funciones principales, construir una identidad sĂłlida entre los FLHQWtĂ€FRV PH[LFDQRV $VLPLVPR HVWi FRPSURPHWLGD D PDQWHQHU en MĂŠxico uno de los mayores logros de la sociedad: la libertad de creaciĂłn y de producciĂłn del conocimiento. Entre sus funciones tambiĂŠn estĂĄ la de contribuir en la construcciĂłn de una sociedad propicia para el quehacer FLHQWtĂ€FR IXQGDGD HQ HO UHVSHWR LQVWLWXFLRQDO HO WDOHQWR FUHDGRU y el esfuerzo personal. Ésta ha sido la esencia de la relaciĂłn de solidaridad entre sus miembros y la norma de conducta FRQ OD FRPXQLGDG FLHQWtĂ€FD D OR ODUJR GH 48 aĂąos desde su fundaciĂłn. Las actividades de la AMC estĂĄn orientadas a desarrollar y FRQVROLGDU OD FXOWXUD FLHQWtĂ€FD DO HQUDL]DU HQ HO LQGLYLGXR ORV valores del intelecto creativo para que la sociedad los considere propios. Asimismo, se ha propuesto impulsar la descentralizaciĂłn GH OD FLHQFLD HQ 0p[LFR LGHQWLĂ€FDQGR ORV IDFWRUHV TXH LQĂ X\HQ en el buen ĂŠxito de este proceso y buscando su implantaciĂłn en varias regiones del paĂs. El patrimonio de la AMC se integra mediante la contribuciĂłn de diversos organismos como la SecretarĂa de EducaciĂłn PĂşblica, el Consejo Nacional de Ciencia y TecnologĂa, la 42
Universidad Nacional Autónoma de MÊxico, la Universidad Autónoma Metropolitana y el Instituto PolitÊcnico Nacional. De igual forma cuenta con donativos de asociaciones particulares nacionales y fundaciones extranjeras, entre las que destacan: la Asociación Mexicana de Amigos del Instituto Weizmenn de Ciencias, la Fundación MÊxico–Estados Unidos para la ciencia, y el Howard Hughes Medical Institute.
Antecedentes DespuĂŠs de haber operado casi dos aĂąos a nivel de plan piloto, la DGB–SEP (DirecciĂłn General de Bibliotecas de la SecretarĂa de EducaciĂłn PĂşblica) y la AIC (Academia de InvestigaciĂłn &LHQWtĂ€FD DKRUD $FDGHPLD 0H[LFDQD GH &LHQFLDV DFRUGDURQ dar inicio, en enero de 1986, a su etapa de implementaciĂłn GHĂ€QLWLYD 'LFKDV LQVWLWXFLRQHV GHVDUUROODURQ FRQMXQWDPHQWH HVWH proyecto convencidas que para el futuro del paĂs es necesario que todos los niĂąos tengan acceso al conocimiento y al uso de las computadoras. La AMC impulsĂł este proyecto consciente de la trascendencia que la computaciĂłn estaba produciendo en todas las esferas de la actividad humana, y de la necesidad de que todos los sectores de la poblaciĂłn lo incorporarĂan a las actividades productivas. AdemĂĄs se considerĂł importante para el paĂs, dado que para ciertos grupos sociales resulta casi imposible tener acceso al conocimiento y al uso de las computadoras, OR FXDO HVWi DFUHFHQWDQGR VLJQLĂ€FDWLYDPHQWH OD SRODUL]DFLyQ de nuestra sociedad. Estas mismas instituciones consideraron que el acceso de todos los niĂąos a los bienes culturales, como las computadoras, abrirĂa la posibilidad de fomentar en ellos el hĂĄbito de la lectura.
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Marco de referencia Este programa quedó enmarcado en la vertiente de concentración que previó, desde 1988, la Ley de Planeación, con el propósito de “ampliar el acceso de todos los mexicanos a las oportunidades educativas y culturales.” Además, se ha tenido el objetivo de “dar mayor acceso a la población a los satisfactores y oportunidades culturales, así como estimular su participación en el quehacer cultural”. Finalmente, este programa se vincula al objetivo de que “las bibliotecas públicas satisfagan las necesidades culturales de las comunidades a las que sirvan”.
Características En función de los objetivos que persigue, el programa se desarrolla exclusivamente en las bibliotecas públicas del país, por lo tanto se puede considerar dicho programa como nacional y descentralizado. Los servicios brindados son gratuitos para todos los niños que cursan la primaria, sin hacer distinción alguna. La Red Estatal de Bibliotecas Públicas y el Programa de Computación Gratuita para Niños y Jóvenes en Nuevo León se formalizaron en 1986. La Biblioteca Central del Estado “Fray Servando Teresa de Mier” ha atendido alrededor de 12,680 niños. La sala infantil ha tenido impacto de provecho, ya que antes de iniciar la sesión del taller los pequeños acuden a esta sala a resolver tareas, a leer o escuchar cuentos, además de participar en alguna actividad manual o taller programado, sin dejar de lado a los padres de familia que hacen uso de las diferentes áreas de biblioteca.
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El desarrollo de estas habilidades les ofrece seguridad en sĂ mismos y los prepara para que, en un futuro, utilicen regularmente la computadora, ya no sĂłlo en el campo estudiantil o laboral, sino tambiĂŠn en el personal. Esto nos obliga a prepararnos mĂĄs como instructores, para no descuidar el lado humano en el trato maestro-alumno. El que instruye debe preocuparse por su capacitaciĂłn y mejoramiento continuo. Es muy importante dar un servicio de calidad a nuestros niĂąos, esto implica enfrentarnos a retos que con informaciĂłn y orientaciĂłn lograremos resolver. Es asĂ que estos talleres contribuyen al desarrollo creativo del niĂąo. Es entonces cuando ĂŠste acostumbra a su intelecto a encontrar diversas soluciones a un problema y a indagar diferentes caminos para llegar a una salida. Los talleres son una opciĂłn para todos aquĂŠllos que desean complementar su educaciĂłn formal. Actualmente, en Nuevo LeĂłn 19 bibliotecas cuentan con este servicio, las cuales estĂĄn distribuidas en 13 municipios. Los instructores, en su mayorĂa estudiantes, pasan por un proceso de selecciĂłn y capacitaciĂłn, el cual es realizado por la AMC. Con el apoyo actual que brinda el Estado a este programa, prĂłximamente se iniciarĂĄ una nueva etapa en cuanto a software VH UHĂ€HUH VH HVWDEOHFHUi XQ PyGXOR GH DSOLFDFLRQHV FLHQWtĂ€FDV mismo que se utilizarĂĄ para fomentar el acercamiento y gusto por la ciencia en los niĂąos, y su aplicaciĂłn se enfocarĂĄ en la experimentaciĂłn y simulaciĂłn de fenĂłmenos, principalmente los mĂĄs cercanos a la cultura. Considerando los avances en el campo de la robĂłtica educativa y las aplicaciones de ĂŠstos en centros educativos, a nivel mundial se desarrolla, en la Academia Mexicana de Ciencias con materiales y tecnologĂa mexicana, la LQWHUID] OODPDGD PyGXOR GH DSOLFDFLRQHV FLHQWtĂ€FDV TXH VH XWLOL]D actualmente como prueba piloto en dos talleres del Programa de ComputaciĂłn para NiĂąos y JĂłvenes en el Museo TecnolĂłgico
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de la CFE en la Ciudad de México y en la Biblioteca Central del estado de Aguascalientes. eVWDV KDQ VLGR QXHVWUDV UHÁH[LRQHV HQ WRUQR D OD JUDWLÀFDQWH labor de instructor de estos talleres, lo que nos lleva a las siguientes conclusiones: Los niños son lo más importante. Debemos capacitarnos constantemente, sin dejar de lado el aspecto humano. El uso de la tecnología es una realidad y debemos aprender a hacer un mejor uso de ella. La sala infantil de las bibliotecas públicas es un aliado para nuestros objetivos.
Fuentes de información: Programa de Computación Gratuita para Niños y Jóvenes. Archivo documental de la coordinación estatal del programa. Entrevistas con excoordinadores. Consulta del Plan Nacional de Desarrollo (1983-1988). Programa Nacional de Educación, Cultura, Recreación y Deporte.(1984-1988). Directrices IFLA/UNESCO.
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Apoyo didĂĄctico y tecnolĂłgico a las personas con ceguera y debilidad visual en la Capilla Alfonsina
PAULA PÉREZ SALAS Y JAVIER RODR�GUEZ MART�NEZ
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iendo conscientes de la importancia que poco a poco ha ido FREUDQGR OD WHFQRORJtD HQ QXHVWUD VRFLHGDG \ GH VX LQĂ XHQFLD en los recursos didĂĄcticos para alumnos con necesidades educativas especiales, pensamos que nuestros alumnos con discapacidad visual deberĂan tener la garantĂa de que, junto con los apoyos educativos proporcionados por los maestros, recibirĂĄn OD DVLVWHQFLD EiVLFD FXDQGR VH HQFXHQWUHQ FRQ GLĂ€FXOWDGHV HQ VX tarea diaria al utilizar tecnologĂa adaptada en cualquiera de sus diferentes ĂĄmbitos. 6REUDQ DUJXPHQWRV SDUD MXVWLĂ€FDU OD DFXxDFLyQ GH ORV WpUPLQRV de “sociedad de la informaciĂłnâ€? y “sociedad del conocimientoâ€?, para referirse al volumen de acontecimientos, informaciĂłn y datos con que somos bombardeados diariamente. Cada vez con mayor profusiĂłn, la informaciĂłn se trata y se intercambia en formato digital. Esto provoca que utilicemos dispositivos digitales si queremos acceder y procesar informaciĂłn rĂĄpida y GH PDQHUD HĂ€FD] Recientemente se habla del tĂŠrmino “brecha digitalâ€?, e incluso “infoexclusiĂłnâ€?, haciendo referencia al riesgo que corremos de quedar culturalmente aislados si no somos capaces de adecuar y actualizar nuestros mĂŠtodos y procedimientos para trabajar HQ FRQGLFLRQHV GH HĂ€FDFLD FRQ ORV PHGLRV WpFQLFRV 3RU WDQWR D diferencia de otro tipo de conocimientos que podemos adquirir o
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no, en el caso de la tecnología no parece que sea de libre elección su aprendizaje, ya que está presente en todas las actividades de la vida y es el vehículo a través del cual accedemos a la mayor parte de la información. /D WLÁRWHFQRORJtD HV OD GLVFLSOLQD TXH D\XGD D ODV SHUVRQDV con problemas de invidencia o debilidad visual a conseguir una participación plenamente activa en la sociedad y en la vida cotidiana como individuos no limitados; para lo cual hacen uso de dispositivos tecnológicos y de recursos humanos. A través de la Capilla Alfonsina, la Universidad Autónoma GH 1XHYR /HyQ KD SXHVWR HQ VHUYLFLR OD 6DOD 7LÁRWpFQLFD SDUD Invidentes y Débiles Visuales, la cual permite a personas con este tipo de capacidad diferente desarrollar sus actividades académicas y laborales. Y aunque la sala fue diseñada particularmente para el servicio de invidentes y débiles visuales que cursan alguna carrera profesional en escuelas y facultades de la UANL, el uso de estas instalaciones se ha extendido a otras instituciones educativas, incluso a quienes no siguen algún estudio profesional. La sala inició sus actividades el 13 de marzo de 2002, con un horario de 8:00 a 22:00 horas, de lunes a viernes. Su propósito es mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad y colaborar en su integración social, educativa y laboral mediante el uso de herramientas que les faciliten el manejo de información. Entre sus objetivos se encuentra el reforzar la participación y rendimiento social, cultural, académico y laboral de personas invidentes y débiles visuales. Así como impulsar sistemáticamente la competitividad entre ellos.
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6XV REMHWLYRV HVSHFtĂ€FRV VRQ ƒ Poner a la disposiciĂłn de los invidentes y dĂŠbiles visuales HO PDWHULDO ELEOLRJUiĂ€FR KHPHURJUiĂ€FR \ DXGLRYLVXDO con que cuenta la Capilla Alfonsina. ƒ Consolidar la relaciĂłn de las asociaciones de invidentes con empresas de responsabilidad social y sociedades humanitarias de Nuevo LeĂłn. ƒ Promover entre la familia universitaria y la sociedad nuevoleonesa, a travĂŠs de los medios de comunicaciĂłn, una cultura que posibilite el desarrollo e integraciĂłn social, educativa y laboral de las personas invidentes y dĂŠbiles visuales. ƒ Vincular sistemĂĄticamente a la comunidad universitaria los servicios de rehabilitaciĂłn que proporcionan las dependencias de la UANL. Este espacio fue posible gracias a la inversiĂłn realizada en mobiliario y equipo, asĂ como la adaptaciĂłn del local a los requerimientos de personas con discapacidad visual. Su inversiĂłn total fue de 833 mil pesos. De esta cantidad, 628 mil 532 pesos fueron aportados por la Universidad AutĂłnoma de Nuevo LeĂłn, y 204 mil 532 pesos por empresas privadas. Las aportaciones privadas que hicieron posible la creaciĂłn GH OD VDOD WLĂ RWpFQLFD FRUUHVSRQGHQ D 9LOODFHUR HEB, Banorte, Antarq. Tecnosoluciones y el Club de Leones Monterrey Poniente. El equipo con que cuenta la sala consiste en lo siguiente: 1. Quince programas de lector de pantalla, denominado Jaws estĂĄndar, con tecnologĂa de voz para trabajar en plataforma Windows.
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2. Quince programas denominados Open Book, para reconocimiento Ăłptico de caracteres y su interpretaciĂłn en voz. 3. Un programa llamado Duxbury DBT Win, que traduce un texto normal a un texto en braile, indistintivamente del idioma en que estĂŠ redactado. 8Q SURJUDPD DPSOLĂ€FDGRU GH SDQWDOOD Lunar Plus para :LQGRZV HQ HVSDxRO HO FXDO DPSOLĂ€FD LPiJHQHV KDVWD 32 veces su tamaĂąo. Es idĂłneo para que los dĂŠbiles visuales puedan leer o apreciar imĂĄgenes a las que, de otra forma, no tendrĂan acceso. 5. Una impresora braile de interpunto INDEX 4X4 pro. Este aparato imprime en papel tamaĂąo doble carta por ambos lados, compagina y engrapa. 6. Una impresora braile de interpunto Everst-D de INDEX. Imprime el texto e imagen en uno o ambos lados y en papel tamaĂąo carta 7. Una impresora HP Laser Jet 1200 para imprimir documentos en tinta. 8. Dos cĂĄmaras de televisiĂłn de circuito cerrado a color Telesensory, TXH DPSOLĂ€FD WH[WR H LPDJHQ KDVWD 64 veces su tamaĂąo. 9. Dos mĂĄquinas Perkins, elĂŠctricas, para escribir en EUDLOH FRQ FXEUHSROYR SXQ]yQ GH ERUUDGRU \ Ă€HOWUR antirruido. 10. Dos sistemas de lectura Galileo RobotrĂłn, actualmente FRQĂ€JXUDGRV HQ HVSDxRO \ HQ LQJOpV SHUR VH SXHGHQ FRQĂ€JXUDU WDPELpQ SDUD OHHU HQ IUDQFpV DOHPiQ JULHJR italiano, sueco y danĂŠs. En estos sistemas, el libro o el texto de que se trate se escanea en el aparato y ĂŠste lo traduce en voz en cualquiera de los idiomas mencionados. Para el uso de estos equipos no se requiere computadora, SHUR VH SXHGH JUDEDU OD LQIRUPDFLyQ HQ GLVFR Ă H[LEOH GH
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11.
12. 13. 14.
3.5. Es importante que el texto a escanear sea original SDUD XQD OHFWXUD HÀFD] Una máquina realzadora de imagen o texto repro-tronics, con termo–pen, para el realce de cualquier dibujo o JUiÀFR HQ UHOLHYH VREUH SDSHO HVSHFLDOPHQWH WUDWDGR para elaborar mapas, notas musicales, operaciones matemáticas, textos, arte y ciencia. Nueve escáneres HP Scan Jet 5490C. Trece computadoras Pentium con unidad de CD y Modem. Dos televisores de 20 pulgadas para ser utilizados en el Telesensory.
El número de personas que recurre a esta sala varía y depende generalmente de la habilidad del usuario en el manejo de la lectura en braile, de un comportamiento independiente y del tiempo disponible para asistir a la biblioteca. Desde su puesta en marcha se da servicio a 102 usuarios en forma regular, de los cuales 52 son invidentes y 50 débiles visuales. El promedio de visitas es de diez a doce personas por día. /D FODVLÀFDFLyQ GH ORV XVXDULRV SRU QLYHO GH HVWXGLRV HV OD siguiente: Nivel básico, desde preescolar hasta secundaria: 31 usuarios de los cuales quince son débiles visuales y diesciseis invidentes. Nivel medio superior: ocho usuarios, de los cuales siete son débiles visuales y uno invidente. Nivel superior: diescisiete usuarios de los cuales ocho son débiles visuales y nueve invidentes. Maestría: cuatro usuarios, de los cuales dos son débiles visuales y dos invidentes.
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ƒ Otros: 42 usuarios de los cuales 18 son dĂŠbiles visuales y veinticuatro invidentes. La consulta de informaciĂłn es de temas de interĂŠs general y estudios acadĂŠmicos que van desde preescolar hasta trabajos universitarios. /D VDOD WLĂ RWpFQLFD RIUHFH VXV VHUYLFLRV HQ IRUPD JUDWXLWD entre ellos estĂĄn la enseĂąanza de computaciĂłn, el uso y el PDQHMR GH ORV HTXLSRV WLĂ RWpFQLFRV LPSUHVLyQ GH GRFXPHQWRV en braile y la enseĂąanza de la lectoescritura en braile. Para prestar el servicio se cuenta con tres personas encargadas de la atenciĂłn al usuario, mĂĄs el apoyo de la DirecciĂłn General de InformĂĄtica de la Universidad AutĂłnoma de Nuevo LeĂłn en el soporte tĂŠcnico del equipo. Es importante recalcar que uno de los tres encargados del ĂĄrea es dĂŠbil visual y licenciado en ciencias computacionales por la Facultad de Ciencias FĂsicoMatemĂĄticas y otra de las encargadas es invidente y licenciada en pedagogĂa por la Facultad de FilosofĂa y Letras. La promociĂłn del servicio es mediante nuestra pĂĄgina web y a travĂŠs de mecanismos internos de nuestra universidad.
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METODOLOGÍA PARA LA CREACIÓN DE NUEVOS ESPACIOS Y LECTORES
/D FROHFFLyQ ELEOLRJUiÀFD GH OD 6DOD 0XVHR GH la Facultad de Medicina ARMANDO HUGO ORTIZ GUERRERO
E
l Hospital Universitario Dr. JosĂŠ Eleuterio GonzĂĄlez, abierto en 1938, y la Facultad de Medicina de la Universidad AutĂłnoma de Nuevo LeĂłn, en 1952 IXHURQ ORV HGLĂ€FLRV LQLFLDOHV del actual Campus Salud de la Universidad AutĂłnoma de Nuevo LeĂłn, asĂ como el Departamento ClĂnico de la Facultad de Medicina, cuya poblaciĂłn escolar actual es de alrededor de 4500 DOXPQRV 3DUWH IXQGDPHQWDO HV HO HGLĂ€FLR GH OD %LEOLRWHFD &HQWUDO que aloja al Centro Regional de InformaciĂłn y Documentos en Salud (CRIDS). (O DFHUYR ELEOLRJUiĂ€FR VH ORFDOL]D IXQGDPHQWDOPHQWH HQ tres salas: Hemeroteca, ColecciĂłn general y de referencia, y Servicios automatizados, que en conjunto alojan poco mĂĄs de 18 mil volĂşmenes y mil 630 tĂtulos de revistas mĂŠdicas, ademĂĄs de la Biblioteca Virtual. (O DFHUYR ELEOLRJUiĂ€FR KLVWyULFR VH HQFXHQWUD XELFDGR HQ la Sala Museo Dr. Ă ngel Ă“scar Ulloa Gregori, inaugurada en 1993 (O 0XVHR FXHQWD FRQ LPiJHQHV FRQ OD KLVWRULD JUiĂ€FD GHO Hospital Universitario y la Facultad de Medicina, y una colecciĂłn de mĂĄs de 900 instrumentos, estuches y aparatos mĂŠdicos utilizados y fabricados en el intervalo de 1750 a 1950. En el paĂs VyOR KHPRV ORFDOL]DGR XQ PXVHR GHO PLVPR SHUĂ€O HO 3DODFLR GH la Medicina de la Universidad Nacional AutĂłnoma de MĂŠxico en el Distrito Federal, el cual consta de 23 salas de exhibiciĂłn y un pequeĂąo museo en la Escuela de Medicina Universidad Michoacana de San NicolĂĄs de Hidalgo; de igual manera, en AmĂŠrica Latina, sĂłlo en la Universidad Nacional de Chile se localiza otro museo de medicina. 55
Un poco de historia de la Biblioteca de la Facultad de Medicina En 1859, la escuela se instalĂł en una sala del antiguo Hospital &LYLO 3XHGH DĂ€UPDUVH TXH HO SULPHU DFHUYR ELEOLRJUiĂ€FR GH OD facultad consistiĂł en la colecciĂłn personal de su fundador, Dr. JosĂŠ Eleuterio GonzĂĄlez y de los catedrĂĄticos fundadores. Ignacio MartĂnez, primer alumno que presentĂł examen profesional en 1865, apuntĂł en el proemio de su disertaciĂłn: Por consiguiente, hemos tenido que luchar con toda clase de inconvenientes. La escasez de obras de texto, pues ha habido ocasiones en que toda la cĂĄtedra hayamos tenido que estudiar en un solo ejemplar y otras que hemos tenido que escribir lo que despuĂŠs debĂamos aprender.1
Las contingencias iniciales se fueron superando, y en el informe anual de 1886 ya se menciona la habilitaciĂłn de un espacio para iniciar una biblioteca mĂnima. El reglamento de la Escuela de Medicina, en 1889, estipulaba, entre las obligaciones del secretario de la misma, inventariar los libros y cuidar que se conservaran en buen estado. En 1892 OD HVFXHOD VH WUDVODGy D VX HGLĂ€FLR SURSLR HO FXDO IXH construido con parte del legado del Dr. GonzĂĄlez y contaba con XQ iUHD HVSHFtĂ€FD SDUD OD ELEOLRWHFD $xRV GHVSXpV OD FROHFFLyQ incluĂa mĂĄs de 518 volĂşmenes, entre libros y revistas. Una relaciĂłn detallada del inventario se incluye en la Memoria del Gral. Bernardo Reyes, periodo 1895-1899 (O HGLĂ€FLR RULJLQDO IXQFLRQy KDVWD 1948, aĂąo en que la escuela se trasladĂł a otro provisional, durante mĂĄs de tres aĂąos. En 1952 la facultad se ubicĂł en su actual sede. Carlos E. Medina, Armando Hugo Ortiz, “Tesis siglo XIX, Primeros egresados de la Facultad de Medicinaâ€?. Revista Deslinde, p. 86, Monterrey, enero-diciembre 1999. 1
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La biblioteca se instalĂł en el sĂłtano de la llamada secciĂłn oriente de la facultad, donde permaneciĂł hasta 1991, aĂąo en que ocupĂł las actuales instalaciones ya con su estructura de CRIDS, FX\DV WDUHDV \ VHUYLFLRV VH KDQ KHFKR PiV HĂ€FLHQWHV
El acervo histĂłrico de la biblioteca de la Facultad de Medicina Por una convenciĂłn estrictamente interna, se localizan en la Sala Museo publicaciones anteriores a 1952, el aĂąo de impresiĂłn del volumen mĂĄs antiguo data de 1832. Se puede hablar de tres apartados: libros de texto, revistas mĂŠdicas y manuales de referencia; todos relativos a la medicina. Una estimaciĂłn arroja un mĂnimo de tres mil quinientos volĂşmenes en estanterĂa, la procedencia de este material es de compras hechas por la misma instituciĂłn desde el siglo XIX y donativos de personas e instituciones de diferente Ăndole, sujetos a los criterios marcados por el CRIDS. Una parte considerable de la colecciĂłn estĂĄ en francĂŠs, pues aproximadamente hasta 1940 la doctrina francesa fue la predominante en la medicina mexicana. El resto de la colecciĂłn la conforman publicaciones en inglĂŠs y espaĂąol. Toda la colecciĂłn estĂĄ catalogada bajo la normatividad bibliotecaria a cargo del CRIDS y su referencia se encuentra en el catĂĄlogo electrĂłnico La mayorĂa de los libros se encuentran en buenas condiciones, para que los pueda manipular el usuario comĂşn, por lo que se encuentran en el sistema de estanterĂa abierta; salvo algunos TXH SRU VX DQWLJ HGDG HVWDGR PDWHULDO \ YDORU FLHQWtĂ€FR VH encuentran bajo llave, disponibles sĂłlo para investigaciones. Debe precisarse que no es un acervo de libros de historia de la medicina, sino de libros antiguos (y otros en proceso de serlo) de medicina, que sobre todo muestran un panorama de la ciencia
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mĂŠdica en su ĂŠpoca de publicaciĂłn. Una parte considerable de la colecciĂłn corresponde al periodo de nacimiento y evoluciĂłn de la llamada nueva medicina o medicina moderna, aproximadamente de 1750 en adelante. Sin embargo, en algunos textos aparecen conceptos arcaicos GH VLJORV DQWHULRUHV FRPR PLDVPDV HĂ XYLRV KXPRUHV HWF
Utilidad extra de la biblioteca histĂłrica Pese a la accesibilidad de esta colecciĂłn, es necesario reconocer que ha sido poco consultada, al extremo de que a 14 aĂąos de la apertura de la Sala Museo, algunos libros nunca han sido abiertos, salvo por las personas encargadas de la catalogaciĂłn. Muy contados son los casos de consulta hecha para una investigaciĂłn formal; la mayorĂa es por curiosidad, en particular de estudiantes de medicina. Estimamos que esta situaciĂłn no es exclusiva de nuestra Sala Museo, sino de todos los acervos de libros antiguos. La utilidad ideal de esta colecciĂłn serĂa servir de fuente para la historia de la medicina y no tanto para la medicina actual; en Ăşltima instancia, tal vez sea tarea para los historiadores o, mĂĄs bien, mĂŠdicos-historiadores. 6LQ HPEDUJR FRQVLGHUDPRV TXH OD FROHFFLyQ ELEOLRJUiĂ€FD cumple otra utilidad. En conjunto con el instrumental mĂŠdico \ ODV UHSURGXFFLRQHV JUiĂ€FDV GDQ XQD DWPyVIHUD \ YLVLyQ GH XQD SDUWH GH QXHVWUR SDVDGR HVWR HQ VX HQIRTXH PXVHRJUiĂ€FR OR que ayuda a uno de los propĂłsitos de la Sala Museo: “Mostrar a la sociedad una panorĂĄmica de la historia de la facultad y el Hospital Universitario, la evoluciĂłn de la medicina y los avances trascendentes de la ciencia mĂŠdica.â€? Puede considerarse como un logro de la Sala Museo que el visitante, al hojear algĂşn volumen antiguo de medicina, valore
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–aunque sea por unos minutos– las aportaciones que los mÊdicos, investigadores e inventores de esta ciencia han hecho a travÊs del tiempo, y la fortuna de que nosotros tengamos una Medicina tan avanzada, pero, sobre todo, que pueda ser accesible a toda la humanidad. $XQTXH OD FROHFFLyQ KLVWyULFD ELEOLRJUiÀFD GH OD 6DOD 0XVHR no cumpla su propósito original como fuente de consulta, concluyo que vale la pena preservarla y exhibirla como WHVWLPRQLR PXVHRJUiÀFR XQD SURORQJDFLyQ GH VX XWLOLGDG
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Fomento lector, entre tradición e innovación
GISELLA LÓPEZ CARMONA
S
i analizamos objetivamente las últimas estadísticas mundiales relacionadas con la lectura, México ocupa uno de los últimos lugares, debido a que la mayoría de los mexicanos no lee nunca y el porcentaje de personas que acude a una biblioteca es muy bajo. La mayoría de la gente no lee porque dice “no tener tiempo para hacerlo”, aunque los caballeros son muy dados a no dejar de lado la sección deportiva de los diarios ni las damas la sección de sociales. Las estadísticas de las bibliotecas públicas son verdaderamente alarmantes, ya que la introducción de Internet WLHQH DSHQDV LQÁXHQFLD SDUD IRPHQWDU DO KiELWR GH OD OHFWXUD < es aquí donde la presencia del bibliotecario se convierte en algo realmente importante. Para el bibliotecario la lectura es el objetivo principal de su profesión. A través del tiempo, la lectura se ha convertido en un acto de búsqueda hacia el interior del propio lector, aunque el debate sobre la necesidad de leer sea constante, bien SRFRV VDEHQ TXH HO REMHWLYR ÀQDO GH OD OHFWXUD HV HQFRQWUDU HQ ella algo de nosotros mismos que nos es desconocido o que subyace en el fondo del inconsciente. La biblioteca, por tanto, se convierte en un centro de proximidad no sólo con el resto del mundo, sino con el propio individuo para descubrir aspectos ocultos de su personalidad, potencialidades o necesidades. Así, la biblioteca debe asumir, responder y adelantarse a las necesidades de los usuarios reales o potenciales, cubriendo ámbitos formativos, informativos, de desarrollo personal e integración sociocultural.
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La tarea de las bibliotecas no se reduce al simple apoyo escolar, sino que debe avizorar las necesidades y los retos, tanto educativos como extraescolares, en pocas palabras, incorporarse a los nuevos soportes y contenidos de la sociedad de información y en este renglón es fundamental que las bibliotecas estén preparadas para promover y fomentar la lectura entre los habitantes de áreas aledañas a las de su ubicación. En la actualidad, los medios audiovisuales condicionan nuestra realidad, así la lectura va quedando de lado, tanto para los adultos como para los niños, sometiendo poco a poco la capacidad de pensar que la lectura es capaz de permitirnos, es decir, adquirir una conciencia más profunda de nosotros mismos y del entorno. Para la mayoría de la población, la sobreinformación proporcionada por los medios electrónicos le permite estar al día de lo que sucede en cualquier parte del mundo, sin embargo, no le permite saber qué pasa realmente dentro de sí mismo, ni si tiene otras necesidades separadas del consumismo alentado por la publicidad. La lectura abre la puerta del conocimiento que ayuda a eliminar las desigualdades sociales, pero es difícil, aun para los propios bibliotecarios, demostrar que vale la pena ser lector y que, de ninguna manera, leer es una pérdida de tiempo. Quien labora en una biblioteca pública –bibliotecario profesional o no–, debe tener muy en claro que entre muchas otras actividades propias de su trabajo, una de las más importantes es hacer que los hábitos de lectura de la población adquieran un valor de apoyo al proceso educativo-formativo de cada persona. La mayoría de los bibliotecarios saben que el hábito de la lectura es importante, pero no siempre se tiene la experiencia del por qué es importante, ya que para trasmitir el amor por la lectura es preciso experimentarlo personalmente. &RQ HO ÀQ GH TXH GHVGH ODV ELEOLRWHFDV S~EOLFDV VH IRPHQWH el hábito lector, el propio bibliotecario debe amar y disfrutar la lectura, aparte de las actividades que conforman el proceso 61
VHOHFFLRQDGRU \ FODVLĂ&#x20AC;FDGRU GHO PDWHULDO ELEOLRJUiĂ&#x20AC;FR (O XVXDULR tiene, por lo general, la visiĂłn comĂşn de que el bibliotecario se la pasa leyendo todo el dĂa, sin embargo, se sorprende cuando se le contesta que no queda tiempo para leer debido a diversas actividades de procesos tĂŠcnicos, caso que resulta muy comĂşn en bibliotecarios que se han formado recientemente al amparo de las tecnologĂas de la informaciĂłn, cuyo bagaje cultural estĂĄ lleno de datos frĂos, escasos de conocimientos y que, a pesar de acceder a innumerables sistemas de informaciĂłn, son incapaces de leer alguna obra literaria o un simple libro de poemas. En el medio de las bibliotecas pĂşblicas es muy raro el hecho de realizar pruebas de selecciĂłn para analizar la experiencia del personal bibliotecario, no tanto para demostrar si tiene conocimientos teĂłricos, sino para determinar si es o no adicto a la lectura, lo que deberĂa tomarse como un requisito para su contrataciĂłn y saber que el trabajo le serĂĄ placentero y no una simple obligaciĂłn para cubrir una necesidad. AsĂ, cualquier evento para el fomento de la lectura siempre podrĂa tener mejores resultados. El fomento a la lectura, especialmente en las bibliotecas S~EOLFDV GD tQĂ&#x20AC;PRV UHVXOWDGRV VL VH FRPSDUD FRQ HO HVIXHU]R que representa su organizaciĂłn. Fernando Savater comenta sobre el acto de leer: es â&#x20AC;&#x153;una pasiĂłn que se explica muy difĂcilmenteâ&#x20AC;?, tal vez por eso, el fomento a la lectura es tan difĂcil de realizar, porque la sensaciĂłn de placer que produce es muy diferente a cualquier otra. MĂĄs allĂĄ de las campaĂąas, programas de actividades y demĂĄs esfuerzos animadores que realicen las bibliotecas pĂşblicas, debe existir la sensaciĂłn placentera de saborear un libro. En el presente, la educaciĂłn tiende a formar individuos que leen para acreditar sus estudios, donde la lectura se orienta generalmente a temas mĂĄs especializados ya que en los programas educativos la lectura es por obligaciĂłn. Del Quijote, por ejemplo, sĂłlo se lee alguna de sus partes porque asĂ lo recomienda tal 62
o cual sección de la materia de literatura, pero no se enseña el placer de leer la obra de Cervantes en el contexto histórico que le dio origen, o desde el punto de vista del contexto social que lo inspiró. La lectura como obligación hace que el escolar odie leer, pero si el escolar que llega a la biblioteca pública encuentra que el bibliotecario tiene, quizás hasta unos títeres que le ilustrarán graciosamente algún pasaje de don Quijote y su escudero Sancho Panza, la lectura que tenga que hacer para cumplir con lo marcado en su programa educativo será ahora amena y llena de imaginación. El fomento a la lectura debe llevar, como en los sistemas de calidad, un producto agregado que, además, enriquezca la imaginación. Los niños, especialmente los que empiezan a aprender a leer, deben alimentar su imaginación y creatividad leyendo al azar, sin imposiciones y sin que se les inculque la lectura como obligación, sino como un derecho que pueden ejercer cuando les plazca. A los jóvenes se les tiene que impulsar por imitación, por contagio, casi por la envidia de ver cómo el adulto disfruta la lectura. Bien sea por la recuperación de los textos de Tolkien y por la pródiga fantasía de Rowling que, a través de El Señor de los Anillos y Harry Potter respectivamente, han permitido ampliar las estadísticas de niños y jóvenes lectores, así como muchos adultos; devolverles el gusto por los cuentos fantásticos que alguna vez llenaron ratos de infancia. El bibliotecario tiene entre sus tareas la de provocar que los lectores descubran la vida en la lectura y sus autores. Y, ¿por qué no? fomentar nuevas formas para la enseñanza de la literatura. Son muchas y muy variadas las formas de fomento a la lectura, desde talleres de expresión escrita hasta clubes de lectura especializados y grupos de intercambio de idiomas. El problema no versa exclusivamente en el qué, sino en el cómo. Y es que la biblioteca pública carece generalmente de recursos SDUD HO IRPHQWR GH IRQGRV ELEOLRJUiÀFRV \ SDUD OD UHDOL]DFLyQ GH actividades de fomento lector, a lo que se suma la falta 63
de profesionalización del personal, sobre todo en aquéllas que dependen de las administraciones públicas. En este caso, es importante considerar que el personal debe ser tomado en consideración por el área de recursos humanos, misma que se encarga de promover la capacitación de servidores públicos. Las áreas de las que dependen las bibliotecas, generalmente áreas de desarrollo social, educación o cultura, deben discurrir en sus presupuestos la necesidad de contar con recursos para el mejoramiento de las mismas, considerándolas como centros de enlace entre la ciudadanía y la autoridad, lo que permitirá que dejen su papel de simples almacenes de libros par adoptar la forma de verdaderos lugares de encuentro ciudadano que consoliden una bien estructurada oferta de formación poblacional, en la que la lectura tenga una posición privilegiada en el aspecto formativo extraescolar. La formación de usuarios lectores, y no sólo consultantes, debe ser una de las prioridades en la misión del bibliotecario, tampoco debe limitarse al apoyo educativo, sino también a la incorporación de a la ciudadanía a la nueva sociedad de información en su preparación para enfrentar los retos globales del futuro.
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Lectura y futuro
EDUARDO NĂ&#x161;Ă&#x2018;EZ BECUAR
C
ada vez que se detecta una carencia la catalogamos como necesidad. Nuestra herencia es a menudo poco comprendida, pero se toma como un hecho real e incuestionable el sistema de comportamiento heredado. Muchas veces desconocemos los principios y propĂłsitos de sus actores, sin embargo, aceptamos las cosas como son. La lectura es una herramienta que la sociedad posee, aunque en el presente un 97% de la poblaciĂłn mexicana padece de analfabetismo funcional, el cual es la naturaleza del problema que enfrentamos como instituciones de informaciĂłn encargadas de eliminar esta patologĂa social. Tal visiĂłn, estrategia del combate a la cultura no lectora de informaciĂłn estructurada, da origen a necesidades tanto en el plano conceptual como en las herramientas y los materiales, para que en un futuro se cuente con una mayor poblaciĂłn lectora. )XWXUR \ QHFHVLGDG YDQ GH OD PDQR XQD YH] GHĂ&#x20AC;QLGR FXiO HV HO Ă&#x20AC;Q GH QXHVWUR DFWXDU FRWLGLDQR (V D FDXVD GH OD SUHGRPLQDFLyQ de la cultura del analfabetismo funcional que las direcciones de las bibliotecas pĂşblicas se reducen a proporcionar servicios HVFRODUHV OR FXDO SURYRFD TXH QR VH WHQJD GHĂ&#x20AC;QLGD XQD YLVLyQ sobre la funciĂłn de las bibliotecas pĂşblicas. ÂżPara quĂŠ nos sirve una poblaciĂłn mayoritariamente lectora de recursos de informaciĂłn sistemĂĄticamente estructurada y procesada por instituciones acadĂŠmicas y autores que dedican su vida al registro de sus pensamientos en soportes de papel o
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metálicos? Sirve para que la inteligencia social cuente con datos sistematizados, compartidos a través de la lectura colectiva que permita diseñar un sistema de vida de alta calidad. En la medida que se comparte información se logran incorporar modelos de cooperación social que generen mucha más riqueza material e intelectual que con la que se cuenta ahora. El atraso social se debe, en gran medida, a la individualización de los asuntos sociales promovidos por una cultura que hace parcial la información, y cuyo móvil central es la ausencia del hábito de la lectura. La estrategia, es el impulso de la política hacia un país de lectores, lo cual suena hasta cierto punto equivalente al discurso de la república ideal sostenida por los pensadores de la Grecia clásica, sin embargo, es posible que se logre avanzar en la medida en que la población pueda leer por lo menos cinco libros al año como estándar en los próximos diez años, expectativa utópica, lo cual se quedará al continuar con la tradicional forma de entender los servicios bibliotecarios públicos, sólo como escolares, GHMDQGR ORV SURJUDPDV GH OHFWXUD VyOR SDUD GtDV GH ÀHVWD La falta de lectores no se ve como problema social, sino como un asunto decorativo. Otras problemáticas, como la drogadicción o la violencia, se les consideran serios; en cambio, el analfabetismo funcional no tiene consecuencias, a menos que sea académica, que desde luego para eso están los profesores, no obstante, las bibliotecas son eximidas de dicha problemática. La responsabilidad de las bibliotecas en la no erradicación de la cultura no lectora es total e innegable. ¿Qué se hace para HOLPLQDU WDO VLWXDFLyQ" 6H EXVFDQ MXVWLÀFDFLRQHV KLVWyULFDV \ VRFLDOHV HVSHUDQGR WLHPSRV PHMRUHV TXH GHQ ÀQ D HVWH GLOHPD No se consideran las ventajas que la lectura puede ofrecer a la sociedad, sólo se ve como una actividad ociosa. Debería integrarse en los planes nacionales, estatales y municipales de desarrollo humano y no dejarse a un lado de las funciones de las bibliotecas públicas. 66
La futurología es clave para definir los rumbos de la institución de información y cultura, tanto empresa de primer orden como impulso de la vida sustentable y la eliminación de la pobreza espiritual y económica. Empresa relegada no por el conjunto de la población, sino por la conciencia que tienen de ella las personas que ejercen sus servicios diariamente. Desde luego que existen bibliotecarios que tienen una preocupación al respecto, sin embargo, no cuentan con políticas orientadas a desarrollar la cultura lectora. La participación ciudadana es una buena herramienta para la promoción del pensamiento crítico, cuyo recurso principal es el hábito lector ya que incrementa sus posibilidades de permanencia. Los planes estratégicos que se pueden diseñar en este terreno no deben ser para asuntos de quejas y votaciones electorales, sino para la participación ciudadana en los aspectos de la construcción del conocimiento basado en la utilización de la Biblioteca Universal Virtual Internet y las bibliotecas de libros de papel. Las implicaciones de tal orientación profundizan la cultura de la democracia, no exclusivamente electoral, sino de la vida cotidiana, construyendo verdaderas sociedades del conocimiento, pues ésta consiste en la elaboración y ejercicio de conocimientos compartidos, lo cual genera la fraternidad como oposición al actual estado de ultra individualismo. La visión a futuro puede incorporar la sociedad del conocimiento en conjunto con las ciudades internacionales del conocimiento como piedras angulares para la elaboración de los planes estratégicos. La Biblioteca Universal Internet, a partir de 1993, ha rebasado a las bibliotecas tradicionales, esto implica el replanteamiento del concepto actual de biblioteca, la cual ya está, a mi juicio, al nivel de los museos donde se exhiben libros como cualquier otra pieza, esto es posible debido a la poca utilización de los
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UHFXUVRV ELEOLRJUiÀFRV HQ VRSRUWH GH SDSHO (O VLVWHPD GH consulta ahora le corresponde a Wikipedia. Con el transcurso del tiempo, esta tendencia se acentuará, de modo que el concepto tradicional de biblioteca se habrá convertido en una carga para el desarrollo de la cultura lectora. Son ya catorce años de esta nueva circunstancia donde la renovación del concepto biblioteca brilla por su ausencia.
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El saber y la cultura en Max Scheler como invitaciĂłn a la bĂşsqueda de modelos valorativos en la lectura JORGE IGNACIO IBARRA
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e gustarĂa comenzar con un breve comentario sobre el tiempo, en el cual Max Scheler viviĂł y realizĂł su obra para entrar, posteriormente, en la relaciĂłn de los modelos valorativos en la lectura. 6FKHOHU Ă&#x20AC;OyVRIR DOHPiQ TXH SRGHPRV LQFOXLU GHQWUR GH OD corriente fenomenolĂłgica inaugurada por Husserl a principios del siglo XX, librĂł, al igual que otros intelectuales alemanes de aquella ĂŠpoca, una lucha en el campo de las ideas por demostrar que el espĂritu debĂa superar cualquier determinaciĂłn de la materia y la naturaleza, asĂ como la convicciĂłn de que su triunfo era inevitable. Scheler pensaba que el auge de la tĂŠcnica y las ciencias exactas, en desbocada carrera, llevarĂan a la civilizaciĂłn al colapso, en su afĂĄn de controlar todos los procesos de la naturaleza y del HVStULWX KXPDQR 3DUD OD Ă&#x20AC;ORVRItD RFFLGHQWDO QR HV FDVXDO TXH OD Ă&#x20AC;JXUD GH 1LHW]VFKH VXUMD HQ HO PRPHQWR GRQGH HVWD YLVLyQ se hacĂa realidad, esto es, cuando la era de la tecnologĂa se encontraba plenamente encaminada a su explosiĂłn a principios del siglo XX. La civilizaciĂłn europea llegĂł a su punto ĂĄlgido en 1914 y a partir de ahĂ comenzarĂa una ĂŠpoca de luces y barbarie que culminarĂa con el holocausto nazi. Para Scheler, como para todo intelectual europeo, estos acontecimientos tienen una importancia central, pues con ellos se inaugura un proceso de
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decadencia inevitable para las naciones del viejo continente, asĂ como el surgimiento de un nuevo orden mundial. Ă&#x2030;sa era la situaciĂłn del pensador alemĂĄn respecto a su tiempo, toca ahora entrar a su concepto de cultura y cĂłmo podemos OLJDUOR D XQD UHĂ H[LyQ VREUH OD LPSRUWDQFLD GH OD OHFWXUD HQ ORV tiempos de la posmodernidad.1 Los puntos de vista de Max Scheler son relevantes para un anĂĄlisis de la cultura en general como para cualquier proyecto que busque la promociĂłn de la lectura como actividad formativa que contribuya a la consolidaciĂłn de la persona, asĂ como de la sociedad. La situaciĂłn histĂłrica de Scheler nos parece cercana por ser un resultado directo de ese mundo que surge de las ruinas de Europa al cual hoy llamamos posmodernidad, globalizaciĂłn o sociedad informĂĄtica. Sin duda una descripciĂłn de la sociedad de nuestro tiempo WHQGUtD PXFKR HQ FRP~Q FRQ OD UHDOL]DGD SRU ORV Ă&#x20AC;OyVRIRV alemanes y franceses de principios y mediados del siglo XX. En muchos casos se predicen con escalofriante precisiĂłn, algunos de los fenĂłmenos que vivimos. De alguna manera las predicciones hechas por ellos se encuentran aĂşn en proceso de cumplirse, pero podemos apreciar algunos de sus rasgos mĂĄ s notables: la amplia difusiĂłn de la ciencia como recurso explicativo del mundo, criterios de mediciĂłn y estandarizaciĂłn para los procesos industriales y tĂŠcnicos, igualmente la estandarizaciĂłn de la vida social, la banalizaciĂłn de la polĂtica por acciĂłn de los medios masivos de comunicaciĂłn, la manipulaciĂłn de la masas a travĂŠs de la mercadotecnia, incluyendo tambiĂŠn el alejamiento de la Empleo aquĂ el tĂŠrmino posmodernidad en el sentido que le otorga Lyotard, al referirse principalmente a un quiebre de paradigmas fundamentados en OD LOXVWUDFLyQ FRPR HO SURJUHVR R OD OLQHDOLGDG GHO WLHPSR $ Ă&#x20AC;Q GH FXHQWDV el tĂŠrmino permanece ambiguo y sĂłlo sirve para designar los factores que se transforman en los ĂĄmbitos polĂtico, econĂłmico, social y cultural de las sociedades contemporĂĄneas.
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poblaciĂłn de la formaciĂłn educativa a favor del entretenimiento y la frivolidad, entre otros. Scheler, en su libro El saber y la cultura, pequeĂąa pero densa obra, concluye que la cultura de su tiempo, tanto en Europa como en el resto del mundo, se encuentra en decadencia por obra de la estandarizaciĂłn y la homogeneidad de las sociedades LQGXVWULDOL]DGDV &RQVLGHUD TXH HO PD\RU SHOLJUR HV OD WHFQLĂ&#x20AC;FDFLyQ y la ideologizaciĂłn extremas, factores que impiden el desarrollo intelectual de las naciones asĂ como de los individuos. Para nuestro caso, dirĂamos, los sĂntomas que Scheler advierte en su tiempo se prolongan aunque con caracterĂsticas diferentes a nuestros dĂas. Ejemplo de ello es el efecto de los medios de comunicaciĂłn masiva que paulatinamente toman el lugar de la religiĂłn (fenĂłmeno que se encarga de seĂąalar el sociĂłlogo francĂŠs Lipovetsky)2 al presentarse como catalizadores de las masas, asĂ como presentar a los modernos sacerdote mediĂĄticos que explotan el morbo y moralizan en los talk shows. La sociedad de la informaciĂłn y la globalizaciĂłn opera un dominio de la imagen sobre la letra. La lectura se enfrenta a lo virtual y lo espectacular, se pasa del contenido estructurado a la intuiciĂłn, los tiempos actuales UHFODPDQ OD DOHUWD GH ORV VHQWLGRV HQ OXJDU GH OD UHĂ H[LyQ \ OD meditaciĂłn. El Homo Videns de Sartori es el hombre del siglo XXI HV GHFLU S~EOLFR FRQVXPLGRU GH LPiJHQHV HVWR VLJQLĂ&#x20AC;FD el fracaso de la educaciĂłn moderna, aquĂŠlla que se acuùó en la ilustraciĂłn europea y fue perseguida por los regĂmenes liberales y democrĂĄticos en el siglo XX, educaciĂłn que sĂłlo en contados lugares ha podido darse. Lo que domina es el consumidor de lo inmediato, que rechaza el trabajo de la lectura como actividad intelectual que exige concentraciĂłn y habilidad para captar la XQLyQ HQWUH GLYHUVRV yUGHQHV GH VLJQLĂ&#x20AC;FDGR DVt FRPR OD UHODFLyQ entre expresiĂłn y contenido. 2
Lipovetsky, Gilles. Le crĂŠpuscule du devoir. Francia, Gallimard, 1992. 71
Los procesos por los cuales se informa la persona hoy en día son la sensación y la virtualidad. La escritura ocupa un espacio relativamente reducido como fuente de formación intelectual e informativa. Las sociedades ágrafas recurrían a la pintura y los sonidos para comunicar, bien podríamos decir que ésta es una forma de escritura, sin embargo, esta forma de comunicación implica la sensación y la intuición en un porcentaje importante y no es tan cerebral como la escritura de grafías. La dimensión de la sensación es impulsada por los medios de comunicación actuales que han desplazado en buena medida el papel de la lectura alfabetizada. Esta situación nos impulsa a cuestionarnos cuál es el papel que debemos asignar a la lectura en la construcción de la cultura y la sociedad, así como el lugar que ocupa entre las diversas formas en que el individuo expresa y se comunica en el siglo XXI. Para ello es pertinente ver cómo se desarrolla la lectura dentro de la educación como proyecto modernizador de la sociedad de Occidente. Con el inicio de la Modernidad en el siglo XVIII, se comenzó a crear una conciencia del progreso como realidad alcanzable por medio de la ciencia y la tecnología. Junto con este proceso la educación forma al ciudadano en las habilidades y conocimientos necesarios para ser un sujeto autónomo que colabora así al progreso social. En tales proyectos se encuentra la alfabetización como punto clave para lograr el éxito en las empresas estatales de desarrollo. Este fenómeno de una sociedad volcada sobre la sensación y la virtualidad es relativamente nuevo. Muchas son las caracterizaciones que ha recibido, desde la cultura light hasta lo efímero de Lipovetsky, o bien el Homo Videns de Sartori, quienes con distintos enfoques y resaltando diversos matices encuentran que nuestros tiempos se distinguen por una velocidad y afán de placer sin igual. Atrás han quedado estos ideales modernos GH XQ SURJUHVR LQGHÀQLGR GH OD KXPDQLGDG SDUD GDU OXJDU DO SURJUHVR LQGHÀQLGR GH ODV QRYHGDGHV GHO FRQVXPR (O SUR\HFWR
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GH OD 0RGHUQLGDG VH HQFXHQWUD GHVYLDGR SRU OD LQĂ XHQFLD GH una sociedad de consumo que exige habilidades y valores diferentes. Es por este tipo de realidades culturales que la lectura de Scheler adquiere gran relevancia para explicar y proponer una alternativa al lugar en el que se encuentra la cultura contemporĂĄnea, especialmente en el caso de nuestro paĂs donde el atraso educativo aunado a la pĂŠrdida del mundo tradicional se han combinado para la creaciĂłn de una realidad social caracterizada por la fractura y el desamparo. Para Scheler, la idea de cultura es en primer lugar: la apreciaciĂłn de las formas permanentes en lo evanescente, esto es, del espĂritu que todo lo inunda. Cultura es, ademĂĄs, la conversiĂłn del hombre en Dios asĂ como colaborador en la FRQVWUXFFLyQ GH OD LGHD GH GLYLQLGDG DVLPLVPR DĂ&#x20AC;UPD TXH HO concepto de religiĂłn se encuentra equivocado desde el momento que se presenta como una instancia redentora y concibe a un Dios trascendente a la naturaleza humana. Las palabras de 6FKHOHU HQ VX GHĂ&#x20AC;QLFLyQ GH FXOWXUD QR GHEHQ VHU WRPDGDV HQ HO sentido comĂşn del tĂŠrmino Dios, pues considera una divinidad que se encuentra en creaciĂłn por acciĂłn del hombre. Es un concepto polĂŠmico, pero debemos entender que la idea de Scheler es atractiva en el sentido de que invita al hombre a ser el conductor de su existencia, ĂŠse es el sentido profundo de cultura, una constante bĂşsqueda de aquello que somos, no sĂłlo informaciĂłn, o bien, sĂłlo cultivo en las artes. La visiĂłn de Scheler tanto para su patria como para la humanidad es la construcciĂłn constante de algo que nos supera en nuestra limitaciĂłn temporal. Para Scheler el descubrir que estamos revelando nuestra esencia a travĂŠs de la historia es el sentido Ăşltimo de la cultura. Podemos entender tambiĂŠn que no se habla aquĂ de la Cultura sĂłlo en mayĂşsculas, sino de las culturas en plural, pues toda cultura proyecta esta bĂşsqueda constante del VHQWLGR ~OWLPR $GHPiV ODV IRUPDV D TXH VH UHĂ&#x20AC;HUH 6FKHOHU FRQ 73
VX GHĂ&#x20AC;QLFLyQ VRQ ORV SURGXFWRV GHO HVStULWX KXPDQR HQ VX PiV DFDEDGD H[SUHVLyQ /D Ă&#x20AC;JXUD GHO %DUURFR SRU HMHPSOR R ELHQ del neoclĂĄsico, son formas porque encarnan esta bĂşsqueda. AsĂ, OD FXOWXUD HV VLJQLĂ&#x20AC;FDWLYD HVWR HV VLJQLĂ&#x20AC;FD SDUD 'LRV \ SDUD HO hombre mismo, no es un juego sin mayores consecuencias sino XQ VLJQLĂ&#x20AC;FDGR TXH HVWi FRQVWUX\pQGRVH Saber, conocer y actualmente informarse, son actividades o SURFHVRV TXH GHĂ&#x20AC;QHQ \ D\XGDQ HQ OD FRQVWUXFFLyQ GH OD FXOWXUD 2 ELHQ FRPR HO PLVPR 6FKHOHU OR GHĂ&#x20AC;QH Cultura no es educaciĂłn para algo, para una profesiĂłn, para una especialidad, o un rendimiento GH FXDOTXLHU JpQHUR QL VH GD WDPSRFR OD FXOWXUD HQ EHQHĂ&#x20AC;FLR GH WDOHV DGLHVWUDPLHQWRV VLQR TXH WRGR DGLHVWUDPLHQWR ´SDUD DOJRÂľ H[LVWH HQ EHQHĂ&#x20AC;FLR GH OD FXOWXUD ÂłFDUHFH GH WRGD Ă&#x20AC;QDOLGDG H[WHUQDÂł(Q EHQHĂ&#x20AC;FLR GHO KRPEUH perfecto.3 Se trata no sĂłlo del puro individualismo, o bien de la subordinaciĂłn de toda actividad educativa a la cultura, sino que la actividad de la educaciĂłn debe revestirse de libertad y tener FRPR Ă&#x20AC;Q ~OWLPR OD FRQVWUXFFLyQ GH OD FXOWXUD (Q HVWH VHQWLGR la idea de Scheler toca nuestras sociedades contemporĂĄneas muy de cerca pues las tendencias en este sentido se dirigen hacia un utilitarismo de la educaciĂłn, o bien una orientaciĂłn meritocrĂĄtica que olvida precisamente la integridad del individuo, que ĂŠste no es sĂłlo un consumidor, o bien un escalador de puestos. La formaciĂłn educativa debe dar al individuo un sustento y la capacidad de adquirir habilidades para sobrevivir, asĂ como para realizar un proyecto de vida. Tal concepto no se opone a la trascendencia en el sentido que lo menciona Scheler, sino que el ĂŠnfasis debe ser puesto, segĂşn el pensador alemĂĄn, en OD FRQWULEXFLyQ D OD FXOWXUD DO ORJUR GH Ă&#x20AC;QHV PiV DOWRV &RQ ello tampoco debe entenderse que estamos ante una apologĂa del ascetismo, pues algo de esto ronda en el pensamiento de Scheler a veces inclinado al misticismo, se debe entender que
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Scheler, Max. El Saber y la Cultura. Chile, Editorial Cultura, 1935 pp. 40, 41. 74
ejercer la libertad es el desarrollo de las capacidades intelectuales y fĂsicas que no parten de la nada, sino de la educaciĂłn, pero no se encuentran sujetas a un sistema, encerradas en una profesiĂłn, sino que desbordan los lĂmites impuestos por ĂŠstas para encontrar su propio camino y contribuir de esta manera a la cultura. Una observaciĂłn importante de Scheler es que este contribuir a la cultura no es intencional o voluntario, a la manera de querer decir: yo quiero, es mi deseo, o bien mi voluntad. Toda contribuciĂłn a la cultura es involuntaria o bien inconsciente, es una entrega absoluta a la actividad creativa y el WUDEDMR 6FKHOHU UHDĂ&#x20AC;UPD OR VLJXLHQWH El hombre no es una obra de Arte, no debe serlo. En el proceso de su vida, dentro del proceso del mundo y con el mundo; en el diligente vencimiento de las pasiones y las resistencias, tanto propias como del mundo; en la acciĂłn y el amor, ya sea referido a las cosas, al prĂłjimo o al Estado; en el duro trabajo que al producir rendimiento, acrece, eleva y amplia las fuerzas y el propio yoâ&#x20AC;Ś4
Quiero subrayar de nuevo que Scheler se inclina por el lenguaje mĂstico, cuasi religioso, el cual impregna sus escritos y es caracterĂstico de su estilo, sin embargo, sus ideas tienen mucho GH SURIXQGLGDG WDQWR Ă&#x20AC;ORVyĂ&#x20AC;FD FRPR VRFLROyJLFD $O GHFLU TXH el hombre debe perderse en la actividad creadora no con miras D XQD LQWHQFLyQ R YROXQWDG HVSHFtĂ&#x20AC;FDV 6FKHOHU LQYLWD D XQD vida individual que nos lleva a lo colectivo, a la realizaciĂłn de la humanidad. ÂżQuĂŠ puede convencernos de aceptar esta invitaciĂłn que nos parece hoy en dĂa tan lejana y extraĂąa? Pues parece que la exigencia de la vida moderna; la vida actual, apresurada y centrada en el mĂŠrito y la ganancia personal, es extraĂąa a toda idea de entrega o de concentraciĂłn desinteresada en un 4
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objeto o actividad, aun es extraĂąa a la idea de trascendencia; la invitaciĂłn debe venir, dice Scheler, de los modelos o, en sus propios tĂŠrminos, de un modelo valioso de persona. Con ello TXLHUH VLJQLĂ&#x20AC;FDU HQ HO HVWLOR IHQRPHQROyJLFR QR WDO R FXDO persona en particular de carne y hueso, sino la idea de ciertas personas o personajes que reĂşnen caracterĂsticas intelectuales, fĂsicas o morales sobresalientes. Incluso no sĂłlo personas, sino organizaciones, naciones y obras de arte. Todos ellos serĂan estos modelos valiosos que sirven de invitaciĂłn para llegar a esta vida de entrega y bĂşsqueda de la individualidad que contribuye a la cultura. La exaltaciĂłn de tales figuras puede hacernos pensar en el fanatismo que toma a los lĂderes y caudillos como modelos, no para la inspiraciĂłn de acciones constructivas, sino como redentores o mesĂas a los cuales se les rinde culto dogmĂĄticamente. Nada mĂĄs lejos de la intenciĂłn de Scheler que piensa en modelos que orientan la conducta del individuo, hacia la realizaciĂłn de su vida y a la construcciĂłn de una sociedad mejor. ÂżEn dĂłnde podemos encontrar tales modelos? Sin duda OD OHFWXUD FRPR DFWLYLGDG GH UHĂ H[LyQ FUtWLFD \ GLVFHUQLPLHQWR es donde el lector, tanto del sistema educativo como el que se encuentra fuera de ĂŠste, puede encontrar tales modelos. Las experiencia en materia de promociĂłn de la cultura en nuestro paĂs y en nuestro estado, en los cuales se invita a la lectura como recurso fundamental para la educaciĂłn, muestran que en el avance de la promociĂłn de esta actividad nos encontramos rezagados o que no se ha encontrado la fĂłrmula para combinar las nuevas tecnologĂas y la lectura. El incremento de las bibliotecas pĂşblicas en el estado de Nuevo LeĂłn, por ejemplo, que en 2003 tenĂa 283 y en 2006, 313, muestra una expansiĂłn lenta pero constante de los centros de consulta e LQIRUPDFLyQ 3RGHPRV DĂ&#x20AC;UPDU TXH OD PLVPD VLWXDFLyQ VH GD HQ OD
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mayorĂa de los estados del paĂs, y es aĂşn mĂĄs pronunciado en las zonas rurales, asĂ como en las periferias de los centros urbanos. Pero debemos preguntarnos, mĂĄs allĂĄ de la consideraciĂłn FXDQWLĂ&#x20AC;FDEOH OD FXDO HV FR\XQWXUDO ¢FXiO HV HO XVR TXH UHFLEHQ estos centros de lectura, de quĂŠ manera son aprovechados por los estudiantes, profesionistas y, en general, por lo usuarios de las bibliotecas pĂşblicas? Sin duda la realidad de un sistema HGXFDWLYR TXH VH Ă&#x20AC;QFD PiV HQ ORV ORJURV FHUWLĂ&#x20AC;FDEOHV R HQ ORV estĂĄndares no permite a muchos lectores disfrutar de una lectura mĂĄs allĂĄ de lo que exigen sus materias escolares o bien de las exigencias sociales del momento, sin duda, el lector promedio tiene en mente una utilidad prĂĄctica o bien una utilidad personal, DVt FRPR UHVROYHU XQD GXGD HVSHFtĂ&#x20AC;FD OR FXDO VLQ GXGD HV DOJR en lo cual la lectura nos ayuda, pero se ha dejado de lado la bĂşsqueda del conocimiento por sĂ mismo, la curiosidad y el deseo de aprender. Como bien lo seĂąala el investigador Ariel GutiĂŠrrez, es incomprensible que teniendo un paĂs con un VLVWHPD GH ELEOLRWHFDV WDQ H[WHQVR DXQTXH QR VXĂ&#x20AC;FLHQWH GHO todo) seamos un paĂs de no lectores,5 sĂłlo lectores de fotocopias, libros religiosos, de texto y si acaso de best sellers comerciales. Con Scheler, dirĂamos, la cultura se conforma de un saber culto que asimila el conocimiento formando una segunda piel con la persona, ademĂĄs que este saber es el descubrimiento de lo conceptual dentro de lo cambiante. Es ademĂĄs un saber que WUDVFLHQGH SDUD DOJR QR XWLOLWDULR SHUR TXH WLHQH Ă&#x20AC;QHV /D OHFWXUD en MĂŠxico deberĂa posibilitar la realizaciĂłn del individuo y el fortalecimiento de las instituciones. La lecciĂłn que deberĂamos tomar del pensamiento de Scheler es que la conformaciĂłn de XQD QDFLyQ VyOLGD UHTXLHUH XQD GLUHFFLyQ KDFLD Ă&#x20AC;QHV PiV DOOi GH
GutiĂŠrrez Valencia, Ariel. La lectura: una capacidad imprescindible de los ciudadanos del siglo XXI. El caso de MĂŠxico. Anales de DocumentaciĂłn, revista electrĂłnica. NĂşmero 8, 2005, pp. 91-99. 5
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lo inmediato, establecer asimismo que una realizaciรณn individual conlleva o implica una realizaciรณn de lo colectivo. Finalizo esta intervenciรณn con la observaciรณn de que la lectura en nuestro paรญs y en nuestro estado se encuentra rezagada por la acciรณn de los medios masivos de comunicaciรณn, pero tambiรฉn por la falta de una convicciรณn en que las letras pueden coadyuvar a los esfuerzos de una sociedad por superar los eventos DPHQD]DQWHV SDUD VX FRQYLYHQFLD SDFtร FD \ VX GHVDUUROOR TXH la lectura es, como dice Scheler, tanto saber para la vida, para la salvaciรณn como para el progreso.
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Proyecto â&#x20AC;&#x153;Bibliotecas de barrioâ&#x20AC;?
ANDRĂ&#x2030;S MENDOZA
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as bibliotecas de Monterrey se encuentran en un periodo de retos y cambios ante las crecientes necesidades de la comunidad, por lo que se hace necesario diseĂąar nuevas estrategias para mejorar la calidad y tener mayor alcance en sus programas y servicios. La DirecciĂłn de Bibliotecas del municipio de Monterrey cuenta actualmente con setenta espacios pĂşblicos de lectura, cumpliendo asĂ con el compromiso de ofrecer informaciĂłn ELEOLRJUiĂ&#x20AC;FD D TXLHQ OD VROLFLWH (VWD WDUHD KD VLGR WUDVFHQGHQWH y una buena cantidad de lectores han pasado por sus recintos, enriqueciendo la cultura y la educaciĂłn de la comunidad. Sin embargo, a pesar de contar con una regular infraestructura en HTXLSR \ DFHUYRV ELEOLRJUiĂ&#x20AC;FRV H LQIRUPiWLFRV HO PXQLFLSLR GH Monterrey sigue teniendo bajos Ăndices de lectura, sobre todo en los sectores social y econĂłmicamente vulnerables. El fomento de la lectura es un problema que no estĂĄ relacionado directamente con la funciĂłn de la biblioteca, creemos que estĂĄ relacionado con una situaciĂłn estructural e histĂłrica, y para resolverlo se tendrĂĄn que ajustar primero todos y cada uno de los esquemas educativos. Pero la funciĂłn y la responsabilidad de las bibliotecas hacia la comunidad no pueden aplazarse, es una realidad a la que debemos encontrar soluciones factibles y a corto plazo. Estamos conscientes que en esta actividad la comunidad deberĂĄ cumplir un papel importante en la promociĂłn de la
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lectura, tambiĂŠn se requiere de la colaboraciĂłn del municipio y de la biblioteca. QuiĂŠn mejor que la poblaciĂłn misma apoyada por un programa previamente diseĂąado, que contribuya al impulso de nuevos espacios educativos y culturales a travĂŠs de la lectura e informaciĂłn. Se ha observado que parte de los usuarios de la biblioteca son de nivel educativo bĂĄsico y medio, y utilizan los acervos ELEOLRJUiĂ&#x20AC;FRV \ ODV QXHYDV WHFQRORJtDV ,QWHUQHW FRPR PDWHULDO de apoyo para la elaboraciĂłn de tareas escolares. $ PRGR GH UHĂ H[LyQ GHEHPRV VHU XQD H[WHQVLyQ GH ODV WDUHDV del aula o promotores de la lectura hacia la comunidad para crear nuevos lectores, hay quien seĂąala que se pueden hacer las dos actividades y ĂŠsa es la forma en que se han desarrollado los programas de atenciĂłn a los lectores, pero no podemos sĂłlo observar que mĂĄs de 90% de los usuarios de nuestras bibliotecas emplean sus espacios como recintos de tareas escolares y sĂłlo un pequeĂąo porcentaje lo utilizan como lectura recreativa, si bien en este sentido la tarea de las bibliotecas pĂşblicas ha sido importante, en las nuevas condiciones socioeconĂłmicas \ FXOWXUDOHV JOREDOL]DGDV HV LQVXĂ&#x20AC;FLHQWH \ VH UHTXLHUHQ QXHYDV estrategias. La realidad actual requiere un cambio de esquemas con el propĂłsito de integrar el circuito de la informaciĂłn y la lectura a OD FRPXQLGDG ¢4Xp KDFHU SDUD PRGLĂ&#x20AC;FDU HVWDV FLUFXQVWDQFLDV y para que la comunidad, a travĂŠs de la lectura, fortalezca sus actividades cotidianas y educativas? A poco tiempo de haber iniciado en nuestra ciudad el Forum Universal de la Culturas 2007, estamos convencidos que, tanto bibliotecas como bibliotecarios deben jugar un papel importante no sĂłlo como centros de informaciĂłn y promociĂłn de la lectura, sino como enlaces de esos procesos de informaciĂłn con la comunidad. Hay que llevar la lectura a la gente, con el propĂłsito GH HQULTXHFHU HO OHQJXDMH SRSXODU FRQ QXHYRV VLJQLĂ&#x20AC;FDGRV TXH trasciendan en las vivencias cotidianas y permitan ampliar los 80
conocimientos, cultura y formación crítica, por lo tanto, se requiere establecer nuevos métodos y estrategias. Los programas que se han implementado hasta la fecha son los servicios básicos, préstamo interno y externo, estantería abierta, orientación a los usuarios y la biblioteca como centro de cultura e información. Sin embargo, este sistema tiene sus límites, ya que al considerar que el usuario por interés propio acudirá a los centros de información, y en efecto, así sucede en la mayoría de los casos, por lo general los asistentes son estudiantes, por lo que esta dinámica deja sin atención a un gran porcentaje de la población que, por motivos diversos, no son atraídos por la biblioteca, creemos que este esquema debe superarse por otros medios. Con el propósito de establecer nuevas estrategias para fomentar la lectura, se contempla la proyección de la Biblioteca de barrio, cuyo objetivo es constituir espacios de desarrollo cultural, educativo y recreativo. La dinámica general consistirá en implementar programas y actividades de lectura que se aplicarán directamente en la comunidad, con la intención de introducir nuevos discursos en la cultura popular. De esta forma se pretende contrarrestar y mediatizar los fenómenos de violencia intrafamiliar, delincuencia juvenil y encauzar el ocio hacia actividades recreativas y de sana convivencia familiar y vecinal. El proyecto consiste en desarrollar, en una primera fase, un total de diez bibliotecas de barrio que estarán ubicadas, previo estudio, en colonias económicamente vulnerables. Se establecerán en domicilios particulares que serán seleccionados y adecuados para albergar el acervo y equipo. Las bibliotecas estarán integradas por un acervo de cien a quinientos libros por módulo, el catálogo será seleccionado de acuerdo a lecturas de interés general: cocina, deportes, educación para la salud (nutrición, sexualidad, primeros auxilios), historia
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y cultura de Nuevo León, mecánica automotriz, ecología, entre otros. La biblioteca ofrecerá los servicios básicos de préstamo interno y externo, estantería abierta y catálogo al público. El centro contará por lo menos con una computadora con servicio de internet y enciclomedia. La persona responsable de otorgar el servicio será seleccionada entre los habitantes de la comunidad, a la cual se le otorgará una capacitación adecuada a las necesidades del proyecto, esto con el propósito de que exista una mayor LGHQWLÀFDFLyQ HQWUH OD ELEOLRWHFD \ OD SREODFLyQ FLUFXQGDQWH Las bibliotecas funcionarán como centros de enlace para los lectores o estudiantes interesados en la información o investigación, y a su vez canalizarlos con otros centros cercanos FRQ PD\RUHV UHFXUVRV ELEOLRJUiÀFRV La tarea básica del bibliotecario será la de prestar servicio de difusión y promoción de la lectura, haciendo recorridos casa por casa a determinadas horas del día, ofreciendo la colección disponible en la biblioteca. El libro será llevado hasta el propio domicilio del interesado. El centro también promoverá campañas, implementadas por el estado, de promoción de la salud, educación, cultura y civismo. Los promotores del proyecto podrán ser las bibliotecas públicas ya existentes y los centros de difusión podrán realizarlas por medio de la asamblea de vecinos, clubes sociales, asociaciones civiles y la junta de mejoras materiales. Con el propósito de tener control del proyecto y obtener resultados, se establecerá una coordinación del programa integrado a la biblioteca pública central o municipal, la cual se encargará de seleccionar, capacitar y organizar a los equipos de WUDEDMR /D ÀQDQFLDFLyQ GHO SUR\HFWR VHUi PHGLDQWH XQD SDUWLGD especial del estado o municipio, por apoyos de la iniciativa privada y por organizaciones civiles.
Bibliotecas públicas: Tradición e innovación Memorias del Primer Coloquio de Bibliotecas del Área Metropolitana de Monterrey por
ANDRÉS MENDOZA LAURA O. COLUNGA DURÁN (Compiladores) Se terminó de imprimir el mes de mayo de 2009. El tiraje constó de mil ejemplares más sobrantes para reposición. Cuidaron la edición: José Antonio Olvera y Ernesto Castillo. Corrección de estilo: Teresa Cuello, Luis Enrique Gómez.