Universidad Anahuac
TODO SOBRE TU PERRO LO QUE DEBES SABER MAIRA ZENTENO
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Tabla de contenido Capitulo 1 ............................................................................................................................................ 3 Adiestrar al perro para que no muerda tus cosas .............................................................. 3 Cuando nosotros estemos en casa, debemos dejarlo que juegue y examine todos los rincones, pero siempre bajo nuestra supervisión, un descuido puede ser el momento perfecto para que un perro rompa todo lo que haya a su alcance. Debemos anticiparnos y cuando simplemente este oliendo la pata de la mesa o un zapato, avisarle con un fuerte NO que eso no lo puede hacer. ............................................................................................................................................... 5 En el caso de que nuestro perro tenga más de un año, el comportamiento de morder todo lo que haya a la vista es un problema. Podemos achacar esta conducta a la falta de ejercicio, al aburrimiento y a la ansiedad. Si dejamos a nuestro perro demasiado tiempo sólo es muy posible que debido al aburrimiento, empiece a morder todo lo que tenga a su alcance. Cuando un perro está aburrido es capaz de todo. En este caso, lo único que podemos hacer es ejercitarlo antes de dejarlo varias horas sólo. Un paseo de cinco minutos para que haga sus necesidades no es suficiente para gastar la energía sobrante de un perro. Si queremos evitar que emplee esa energía destrozando nuestra casa, debemos cansarlo y pasear media hora mínimo antes de irnos. Cambiar la rutina de un perro no es fácil, requiere mucho tiempo y dedicación, pero no es imposible. Para estos casos, aunque nuestro perro sea adulto, podemos dejarle juguetes o huesos para que se entretenga. Si nuestro perro, a pesar de dar largos y agotadores paseos, sigue destrozándonos la casa debemos considerar la opción de que sufra ansiedad o algún otro problema más grave. Los perros de avanzada edad pueden sufrir un trastorno llamado Síndrome de Disfunción Cognitiva, es una enfermedad similar al Alzheimer en los humanos. Esta enfermedad afecta entre otras muchas cosas a la capacidad de aprendizaje del perro y a su memoria. Para tratar estas enfermedades es recomendable acudir al veterinario de confianza. ................................................................................................ 6 Capitulo 2 ¿Como elegir un perro? ................................................................................................ 7
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Capitulo 1
Adiestrar al perro para que no muerda tus cosas
Existen varios motivos por los que nuestro perro muerde nuestros objetos más preciados; la ansiedad, el aburrimiento, el dolor de encías o la hiperactividad son los más frecuentes. Si tenemos un cachorro de entre tres y seis meses podemos entender este comportamiento como algo normal, ya que lo más seguro es que les duelan las encías porque le están saliendo los dientes. Para evitar que se acostumbre a morder nuestras cosas es recomendable que le compremos juguetes que pueda morder, huesos, pelotas… Antes de darles cualquier objeto debemos asegurarnos que no sea 3
tóxico ni perjudicial para su salud y que tenga un tamaño adecuado para evitar ahogamientos. Los juguetes que pitan suelen ser sus preferidos, pero pueden volvernos locos. Nunca debemos darle zapatos viejos o cosas nuestras, ya que nuestro perro no diferenciará un zapato viejo de uno nuevo. Si elegimos los huesos naturales para que nuestro perro se desahogue, debemos tener en cuenta que no sean de pollo, ya que pueden astillarse. Los huesos de jamón son los más recomendables siempre que tengan un tamaño adecuado.
Si a pesar de sus juguetes nuestro perro prefiere los objetos de nuestra casa debemos vigilarlo a todas horas para poder reprenderle en el instante que intente mordisquear algo. Si encontramos a nuestro perro mordiendo, por ejemplo la pata de un sofá, debemos ser firmes y contundentes, un fuerte NO le dirá que lo que hace no está bien, seguidamente lo apartaremos de ese lugar y le 4
daremos su juguete para que lo muerda. Esto debe ser suficiente para que nuestro perro no vuelva a morderlo, pero hay que ser constantes, la mayoría no lo aprenderán a la primera. No debemos desanimarnos ni reprenderlo con castigos físicos. Los periódicos enrollados no son un buen método de aprendizaje. Normalmente, nos encontramos que nuestro perro ha mordido muchas cosas cuando nosotros no estábamos en casa, si vemos que ha mordido algo pero no lo hemos pillado infraganti, es inútil y absurdo regañarle o castigarlo por ello. A pesar de los desastres que pueden llegar a causar, los muebles carísimos que pueden romper o los valiosísimos objetos que pueden destrozar, no debemos perder los nervios, los castigos físicos lo único que consiguen es convertir a nuestro amigo en un animal asustadizo. Lo más eficaz para evitar que nuestro cachorro muerda todo cuando no estamos, es dejarlo en una habitación vacía o con cosas que no pueda morder y destrozar, este es el mejor método, pero antes de encerrar a nuestro amigo, es preferible que le demos un gran paseo o que haga algo de ejercicio, así conseguiremos que durante el tiempo que esté en esa habitación no lo tome como un castigo, sino como un descanso. Cuando nosotros estemos en casa, debemos dejarlo que juegue y examine todos los rincones, pero siempre bajo nuestra supervisión, un descuido puede ser el momento perfecto para que un perro rompa todo lo que haya a su 5
alcance. Debemos anticiparnos y cuando simplemente este oliendo la pata de la mesa o un zapato, avisarle con un fuerte NO que eso no lo puede hacer.
En el caso de que nuestro perro tenga más de un año, el comportamiento de morder todo lo que haya a la vista es un problema. Podemos achacar esta conducta a la falta de ejercicio, al aburrimiento y a la ansiedad. Si dejamos a nuestro perro demasiado tiempo sólo es muy posible que debido al aburrimiento, empiece a morder todo lo que tenga a su alcance. Cuando un perro está aburrido es capaz de todo. En este caso, lo único que podemos hacer es ejercitarlo antes de dejarlo varias horas sólo. Un paseo de cinco minutos para que haga sus necesidades no es suficiente para gastar la energía sobrante de un perro. Si queremos evitar que emplee esa energía destrozando nuestra casa, debemos cansarlo y pasear media hora mínimo antes de irnos. Cambiar la rutina de un perro no es fácil, requiere mucho tiempo y dedicación, 6
pero no es imposible. Para estos casos, aunque nuestro perro sea adulto, podemos dejarle juguetes o huesos para que se entretenga. Si nuestro perro, a pesar de dar largos y agotadores paseos, sigue destrozándonos la casa debemos considerar la opción de que sufra ansiedad o algún otro problema más grave. Los perros de avanzada edad pueden sufrir un trastorno llamado Síndrome de Disfunción Cognitiva, es una enfermedad similar al Alzheimer en los humanos. Esta enfermedad afecta entre otras muchas cosas a la capacidad de aprendizaje del perro y a su memoria. Para tratar estas enfermedades es recomendable acudir al veterinario de confianza. Capitulo 2
¿Como elegir un perro?
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Todos los perritos son adorables y nos enternecen, pero a la hora de escoger uno, debemos fijarnos en muchas más cosas que su en dulce mirada y su preciosa carita. No es recomendable adquirir un cachorro de menos de seis o siete semanas, ya que aún no es autosuficiente y necesita que su madre lo termine de sociabilizar y de formarle un buen carácter para que podamos tener un cachorro feliz. Para esta elección, debemos tener claras nuestras preferencias sobre el sexo, el tamaño, la raza, el tipo de pelaje, las funciones que va a realizar a nuestro lado... En cuanto al sexo de nuestro futuro perro, tanto machos como hembras tienen sus pros y sus contras: Los machos pueden ser más dominantes e independientes, además necesitan orinar para marcar su territorio. Las hembras tienen el celo cada seis meses de media (depende de cada raza, los caniches, por ejemplo, tienen el celo cada 250 días aproximadamente), y corremos el riesgo de embarazos no deseados o embarazos psicológicos.
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Según nuestras necesidades, nuestro modo de vida y el espacio en el que vivimos, elegiremos el tamaño, la raza y el pelaje del cachorro. No es recomendable, por ejemplo, comprar un mastín para un piso pequeño. Si a pesar de esto seguimos queriendo un perro grande, debemos responsabilizarnos de darle la cantidad de ejercicio que requiere su raza y cubrir sus necesidades. Asimismo, si somos personas poco activas o nos gusta una vida tranquila y calmada, no deberíamos elegir una raza de perros cazadores, muy activos o Terrier, ya que podríamos llegar a volvernos locos. Una vez decidido todo esto, lo primero que hay que hacer, es ver dónde podemos conseguir un cachorro que se adapte a nosotros. Es recomendable visitar varios criaderos o tiendas, hasta encontrar el adecuado y comprobar que es un sitio limpio y con buenas instalaciones para los animales. Asimismo, debemos ir a ver la camada, para decidir cual de los cachorros será nuestro fiel compañero. Una vez allí, 9
comprobaremos que no tienen problemas de salud: no tosen, no tienen descamaciones en la piel, ni malformaciones. Es bueno comprobar sus reacciones ante diferentes estímulos, si damos palmadas se giran, si nos acercamos vienen a vernos y a curiosear, o si corremos nos siguen. No debemos elegir a un cachorro tímido o apartado del grupo, aunque nos de pena, ya que puede darnos problemas por ser inseguro, miedoso, tímido y convertirse, al final, en un perro agresivo. Tampoco debemos elegir al más activo de la manada, podría llegar a ser un perro dominante e hiperactivo, y en un futuro nos daría problemas. Si vemos un perrito que nos gusta más que el resto, lo apartaremos del grupo para comprobar que es el adecuado. Físicamente debemos fijarnos sus ojos, para que no tengan mucosas y sean brillantes; sus orejas, deben estar limpias y rosadas; los dientes blancos; sus encías, rosadas y fuertes; su pelaje limpio y brillante (el pelo de los cachorros suele ser mas opaco y suave que el de los adultos). Respecto a la complexión del perrito, debe tener unas patas firmes y paralelas a las demás (algunas razas no cumplen esta premisa, por ejemplo los Bulldog), para las razas grandes, tenemos que fijarnos en que las patas delanteras sean de un buen tamaño. En la mayoría de las razas, el rabo tiene que ser recto y no curvarse para ningún lado. La barriga no debe estar distendida, salvo si acaba de comer, ya que esto podría significar que tiene parásitos. En el caso de los machos, también debemos comprobar que tiene los dos testículos.
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Asimismo, dependiendo de la raza que elijamos, tendremos que tener diferentes consideraciones, por ejemplo, los Dálmatas tienen tendencia a la sordera y los Pastores Alemanes o los Labradores a la displasia de codos y cadera. Si tenemos la posibilidad, es conveniente ver a los padres, su tamaño, forma física, aspecto y su salud. Esto nos ayudará a predecir como podría ser nuestro cachorrito el día de mañana.
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Si escogemos un cachorro con pedigree, debemos asegurarnos de llevar todos los papeles que lo certifican, o en su lugar, enterarnos de los trรกmites a seguir para inscribirlo. Una vez elegido el cachorro, lo llevaremos nuestro veterinario de confianza para que le haga un anรกlisis exhaustivo, revise sus vacunas y le ponga el chip en caso de que no lo lleve puesto.
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