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Ficciones territoriales de una metrópolis en construcción
DESARROLLO URBANO
Ficciones territoriales de una metrópolis en construcción
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Por: Rafael Téllez Sánchez
Profesor Investigador
La pandemia interpela a las sociedades, los líderes, las organizaciones y al Estado para representar de manera adecuada la compleja dinámica de la vida en el planeta, la necesidad del “conocimiento científico” se popularizó de manera sorprendente asociada a nuevas formas de gestión del orden social y del desarrollo. Una suerte de paroxismo ha envuelto la toma de decisiones ligeras, individuales y colectivas, privadas y públicas, familiares y sociales hasta tocar las fronteras del pánico y el miedo colectivos a la muerte. En efecto, el aislamiento físico que lentificó la produccióndistribución y consumo que fluía como ríos de gente fue represada como las aguas del Sogamoso y las corrientes y contingentes de gente se metieron a fuerza de miedo y espanto en las casas, las personas se volvieron a reconocer como familia. La vida social en estas circunstancias de pandemia indujo variaciones en la forma de habitar el planeta, desde el hogar, el lugar, el territorio la región, la ciudad y desde territorios online, invisibles, dialogantes a veces inaprehensibles.
En estos eriales, sobre todo urbanos, expuestos al sol, a los lunarios y oscuridad como claroscuros de la globalización emergió la nueva geografía del conocimiento, de los saberes ignotos, de los afectos, de las representaciones simbólicas que representan el mapa multicolor de nuevos territorios, recién nacidos y recién mudados. El paisaje, de lejos, muestra el entramado de manchas de tonos verdes, grises, ocres, terracotas, etc., pero por debajo aquellos eriales estériles de calles y avenidas, de carreteras que penetran como navajas los montes cercanos, parecen caminos repletos de señales de “prohibido” soñar de día. Así la ciudad como el panóptico de Foucault se nos presenta y nos desafía.
““La ciudad que se escucha en el radio no es la misma que se ve en barrio ni la vereda de dónde vengo”, dice don Adriano. Y agregó con la intensión de enseñar algo: “todos los días nos dicen y quieren convencer que estamos mal, pero “ que estaremos mejor si otra vez ganamos, … que peor están otros” (fragmento de una conversación con habitante barrial).
Al interior de las aglomeraciones se configuran entramados espaciales de economías del rebusque y ficciones territoriales socioculturales y económicas. Como en la mayoría de las metrópolis, en el AMB la gestión institucional sanitara permitió concebir mapas invisibles de redes virtuales del miedo colectivo a la muerte, traslapados con entramados territoriales de habitación precaria e informal, así como de redes de control y disciplinamiento social. Asistimos a singulares de habitar la ciudad (formas privadas y colectivas) mediante las cuales colonizaron el archipiélago de lugares centrales (Cabecera, Kennedy, ciudadela real, barrio universidad - estadio y centro histórico de Bucaramanga; centro histórico, la Cumbre, el Cacique y Cañaveral de Floridablanca; centro histórico y Guatiguará de Piedecuesta y Centro histórico de Girón) del AMB. Estas se han caracterizado por agudas tensiones y conflictos alrededor de rentas de ubicación, entre establecimientos de comercio fijos y móviles aumentados por la inmigración de contingentes venezolanos. Y entre estos, alrededor de 2.540 habitantes nocturnos/diurnos de calle, de los cuales el 74% vive en Bucaramanga (aprox. 1.650).
Estos conflictos constituyen historias de territorios ignotos de entramados multiculturales que transparentan la planificación del olvido y deterioro de la calidad de vida de más de 250.000 en situación de pobreza en el AMB (Dane, 2020). El argumento de que durante la pandemia aumentó la pobreza y la informalidad, para el caso del AMB, debe ser acotado ya que la metodología DANE excluye lugares, espacios actividades ocultas y no registradas, que en el último año (2020) se hicieron notorias. En este sentido, la compleja arquitectura urbana de la metrópolis es un entramado de realidad y ficción, donde la pobreza coexiste con otras ficciones territoriales “de los parques” o “de oportunidades”, “ciudad bonita”, “próspera” (la tercera según ONU-Hábitat), la más competitiva (CCB), etc.
1. Según el Dane, para el Gobierno una persona es pobre si gana menos de $12.000 al día y vulnerable a quien recibe entre $12.000 y $30.000, y una persona no es pobre si tiene ingresos diarios de $15.000. También de acuerdo al Observatorio Metropolitano del AMB, el 33% de la población ocupada tiene ingresos por debajo del salario mínimo, lo indica que indicaría que cerca de 110 mil trabajadores en Bucaramanga y su área metropolitana viven con un ingreso mensual cercano a $828.116, y más de 74 mil ciudadanos no devengan ni si quiera un salario mínimo al mes. 32
En la periferia de los lugares centrales y/o las centralidades tradicionales y nuevas se habrían consolidado, en los últimos cincuenta años, alrededor de 234 asentamientos precarios, informales y subnormales habitados por alrededor de 300.000 personas en la región metropolitana. Algunos estudios reconocen la informalidad en cuando a su ilegalidad por tratarse de invasiones o formas de ocupación en zonas de alto riesgo de inundación y erosión; pero también la precariedad en términos de las viviendas frágiles sin accesos ni conexiones de servicios de agua y electricidad. La subnormalidad de los asentamientos refiere al conjunto de rasgos físico, inmobiliarios y de obras urbanísticas que están por debajo de los llamado barrios formales y legalmente construidos con proyectos de vivienda VIS o VIP (estratos 1, 2 y 3)
Una mirada territorial de la región metropolitana permite subrayar los asentamientos mencionados como territorialidades conformadas por iniciativa comunitaria o como respuesta estatal a la demanda de derechos a la vivienda de estratos socioeconómicos. En el primer caso, generalmente refiere a contingentes de desplazados por el conflicto armado interno organizadores de invasiones de autoconstrucción que luego son legalizadasformalizados por las autoridades en cumplimiento de garantías de derechos. Se ha constatado empíricamente en algunos estudios que estos inmigrantes forzados constituyen progresivamente comunidades con rasgos de cooperación y asociatividad y solidaridad, cercanas a territorio de comunidades de desarrollo armónico.
En el caso de los asentamientos (o barrios) resultado de proyecto de vivienda VIS, se ha encontrado que estos asentamientos suelen registrar mayores indicadores de conflictos con violencia familiar y social. En este sentido, encontramos dos formas diferentes de habitar y construir los territorios de la metrópolis y, por tanto, identidades territoriales cuyas representaciones simbólicas refieren a tales maneras de ocupación y apropiación.
Este es un intento por superar el determinismo económico o rentístico de percepciones asociadas a los costos de las restricciones espaciales como transporte y comunicaciones, en cuyo caso la geografía del poder está ligada más a la competencia por riqueza física (dinero y bienes) condicionada o determinada por las restricciones presupuestarias, lo cual sigue siendo importante y necesario. En este artículo, además de esas nociones, se añade a las relaciones sociales de producción las sensaciones subliminales intersubjetivas que invisibilizan la alienación del trabajo y de los trabajadores. La fábrica, las calles y los parques como expresión espacial de subjetividades políticas que materializa proyectos políticos en pugna, están permeados por hiper-vigilancia, funcional en modo pandemia a actividades de rentabilidad selectiva.
Los alcaldes, como monarcas de ciudad medieval, populares, esperados, necesarios e intangibles, a diferencia de aquellos, controlan casi todo desde comandos y servidores con simuladores prototipo de toma de decisiones para el éxito individual (Nash. J, 1993) en condiciones de competencia y equilibrio, un modelo juegos, lo cual es otra ficción, de la racionalidad económica. Así los modelos de gestión online buscan desplazar la democracia participativa a las plataformas digitales, lo que podría potencializar las ficciones territoriales surgidas de las estrategias de sobrevivencia, de resistencia y emancipación de los habitantes de aquellos territorios llamados asentamientos, precarios, informales y subnormales. Falta integrar al análisis (la próxima entrega), el lugar, como unidad espacial de reproducción y valorización económica como una estrategia diferente para ubicar el papel o rol de la constelación de informales dispersos en el firmamento urbano de la metrópolis.