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Editorial
Macarena García Oliver. Directora Movicarga. macarenagarcia@movicarga.com
Para los que me leéis desde Latinoamérica, entiendo que haya veces que os perdéis cuando hablo de política. Pues ahora la que está perdida soy yo. Nos gobierna la izquierda radical, la que se ha juntado con los comunistas. Hasta ahí todo claro, triste, pero claro.
Como última esperanza queda la derecha. A nivel regional, la derecha lo hace relativamente bien, a nivel nacional, suspenden. No son lo suficientemente válidos para saber venderse y desbancar a los mamarrachos de la izquierda que nos gobiernan.
Lo lamentable es que la izquierda ni se tiene que esforzar, ya se suicida la derecha sola, montando un circo, un espectáculo deleznable, de luchas internas y de egos, que hace que solo salgan grietas y más grietas en los votantes de derechas. El PP era un partido que pudo llegar a ser algo y no creo que sobreviva a este huracán, y si lo hace, sus heridas no sanarán rápido. El señor Casado, o “Fracasado” como le llaman algunos, es como Sánchez, no quiere nadie que le haga sombra, porque en el reino de los ciegos, el tuerto es el rey.
La mediocridad es lo que tiene, si detectas un enemigo que pueda superarte o desbancarte, te lo cargas, no intentas hacer un examen de conciencia para saber en que has podido fallar, o en que puedes mejorar, no. Te cargas a esa persona. Casado se quiere cargar a Ayuso, y amigo mío, Ayuso tiene capa de super héroe, es intocable, ha tratado muy bien a los madrileños como para que venga Casado a meterse con ella. Esto pasa con muchos políticos en España. Daros cuenta que España tiene 400.000 políticos, 300.000 más que Alemania y con la mitad de población que ellos. Algo falla. Aquí sustentamos a políticos inhábiles que están retroalimentando su ego constantemente y cargándose a quien se le acerca demasiado.
Más allá de lo que pasará en este duelo Casado - Ayuso, FraCasado está muerto políticamente, es mejor que no siga alargando su agonía, está amortizado. Cuanto antes se vaya, antes comenzará la conquista de Moncloa.
Sánchez tiene que estar haciendo unas fiestas similares a las de Boris Johnson en Downing Street en Londres, riéndose de todos los españoles y dándose cuenta de que no tiene que hacer absolutamente nada para seguir en el poder, sino solo ver como la derecha se desangra en un ring de vergüenza ajena. Como veis, el circo político va por un lado, y las empresas por otro.
Imaginaos que en una empresa, el jefe se cargase a todos los empleados que fuesen válidos, a aquellos que tienen una ideas innovadoras que permitiesen a la empresa progresar y mejorar. Todo porque el ego del CEO de la empresa se viese dañado porque hay gente más válida que él. Quien haga eso, no merece su silla. Cuanto más te rodees de gente capaz, mejor te irá y tus resultados serán cada vez más positivos.
El que se queda en su zona de confort mucho tiempo por miedo a lo que pueda venir, no se da cuenta de que esa tierra que pisa ya no es fértil, que tiene que ampliar su parcela y salir de su zona de confort para seguir sembrando, y continuar recogiendo sus frutos o su zona de confort se convertirá en un erial.
Me hace gracia esos empresarios que dicen que por mucho que digan a sus comerciales que suban el precio, no lo hacen. ¿Y tú para que estas ahí? ¿Para aplaudir sus actos, sean los que sean?
No dejes que sea la competencia la que te marque los pasos de baile. Sé tú el que salga a la pista a darlo todo.
¿Y sabes algo más? Es muy difícil vencer a alguien que nunca se rinde.
FUERZA Y HONOR
Estamos en un momento en que tu competencia puede hacer locuras, puede regalar portes, regalar servicios, pero tú no, y te voy a decir por qué, porque el que regala su trabajo, es que no valora lo que hace, no es consciente de todo el engranaje del que se compone la empresa, y no valora el trabajo de sus empleados.