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Fallece Antonio Pol
from MOVICARGA JULIO 2021
by MOVICARGA
Fallece
Antonio Pol
FUNDADOR GRÚAS POL – MALLORCA
Un hombre emprendedor, valiente, un hombre que se forjó a si mismo abriendo caminos siempre a lo desconocido, ya que creó su empresa partiendo desde cero. Él quería ser abogado pero en los años 40 en Mallorca no había universidades e ir a estudiar a la península era un coste demasiado alto para sus padres, por ello siguiendo el trabajo de su abuelo que con carros y caballos hacían transporte el consiguió un camión de la posguerra, lo arregló y así empezó, haciendo la competencia a los carros. Pronto tuvo 3 unidades y ya tuvo que retirarse de chófer para poder gestionar el trabajo. Él siempre nos contaba que en su trayectoria hubo más entusiasmo e ilusión que medios, al principio el negocio se llamaba CAMIONES POL, en el año 1974 se compró la primera grúa móvil pero no fue hasta el año 1981 que se cambió la denominación a GRÚAS POL.
Solo falta un año para celebrar el 75 aniversario de GRÚAS POL, por un año no hemos podido celebrarlo junto a él.
El carisma que tuvo Antonio Pol siempre se respirará, su buen hacer y sobre todo sus valores como honradez y el amor a su familia y a los que forman la empresa siempre estarán presentes con nosotros. Un hombre de antes al que no hacía falta firmar ningún contrato ya que una palabra para él tenía más valor que cualquier papel.
Antoni Pol estuvo al pie del cañón hasta el último día. A sus 94 años seguía viniendo cada día al trabajo y se sentaba en su despacho, quería ver las producciones de todos los vehículos y aún quería hacer cálculos de cuáles eran más rentables.
Su pasión era la empresa a la que la consideraba parte de su familia, pasó por varias crisis fuertes a lo largo de su vida y su mayor preocupación era el personal……. “podréis perdonarme que cometa algunos errores pero no que fracase. Son muchas las familias que viven de esta empresa y por ello hay que tirar para adelante”.
Trabajador y luchador incansable, pero sobre todo generador de amistad con la gente que conocía, era un gran orador y muchos recuerdan sus amenas charlas, padrazo y abuelo en grado superlativo, su ilusión siempre fue que “cuando me vaya a la otra orilla…..” (como decía él), la empresa continúe y así lo van a intentar sus hijos y nietos. El personal de la empresa no tiene más que buenas palabras hacia él, una gran persona, cercano, a cada empleado que empezaba nuevo en la empresa le decía que su despacho siempre tendría la puerta abierta para comentarle cualquier problema. Su lema era que todos navegamos en el mismo barco y que debemos remar en la misma dirección. Esperemos que juntos podamos seguir adelante con el legado que nos ha dejado.