El teletrabajo como herramienta para “atraer y retener talento” Por Antonio Gómez de la Vega
¡El teletrabajo es nuestro aliado! Antes de entrar en detalles sobre las bondades y peligros del teletrabajo -ese concepto que se ha puesto forzosamente de moda durante esta pandemia-, querría saber si vosotros pensáis que el teletrabajo ha venido para quedarse … Para ayudaros a resolver esa duda, os daré un dato estadístico, pero que es muy explicativo. Según la EPA (Encuesta de Población Activa); en 2019, no más del 5% de la población activa teletrabajó en nuestro país. Mientras que en 2020, ese porcentaje se duplicó, hasta exceder el 10% de media (con picos cercanos al 20% durante lo peor de la pandemia -de marzo a mayo de 2020-). Así pues, y teniendo en cuenta lo anterior, en mi opinión, el teletrabajo ha venido para quedarse. Ahora bien. Esto no es ninguna novedad. La mayoría de nosotros sabíamos que la forma de trabajar, más pronto que tarde, tenía que cambiar. Y, en este sentido, dos han sido los factores fundamentales que han contribuido a este cambio de modelo laboral a futuro (pero que ya es presente): 1º - Las nuevas herramientas laborales: me refiero a la tecnología, a la informática y al rápido y constante avance de ambas en esta nuestra época. ¿Cuántas cosas podemos hacer hoy, con nuestros ordenadores personales, sin necesidad de estar presencialmente en la oficina? Y, además, ¿cuántas de esas cosas las podemos hacer, simultáneamente, con otros miembros del equipo que tampoco se encuentren en la oficina -mediante plataformas colaborativas online-?
El teletrabajo, lejos de ser una amenaza para nuestro futuro laboral, es una herramienta estupenda para atraer y retener talento. Forma parte de lo que podemos llamar “salario emocional”. Es una forma de pagar al empleado complementaria y distinta al dinero y consistente, entre otras cosa, en ofrecer un horario flexible y un variado ambiente de trabajo. Los jóvenes tienen esto muy en cuenta … así que, si queremos no solo retener talento, sino también atraer talento a nuestras empresas, debemos ofrecer una formula de teletrabajo que aporte flexibilidad laboral y permita esa tan ansiada conciliación de vida laboral y personal. Ahora bien, no todos son bondades en el Teletrabajo. Mal gestionado, el teletrabajo también tiene riesgos, siendo el principal la dificultad de desarrollar vínculos entre empleado y empresa. ¿Cómo mitigamos dicho riesgo? … De dos maneras: 1ª - Las empresas tienen que entender qué necesitan los empleados, tanto laboral como emocionalmente. En este nuevo entorno digital y en remoto, el líder tiene que hacerse más cercano y ser más empático. Debe desarrollar la inteligencia emocional para sacar todo el talento de su equipo al completo. 2ª - Necesitamos desarrollar nuevas formas de trabajo que sean más ágiles, más planas y sin tanta jerarquía. Necesitamos trabajar con equipos multidisciplinares y con dinámicas que nos hagan sentir como si estuviéramos juntos en la oficina (lo que nos permitirá conseguir objetivos comunes).
2º - La nueva idea de sostenibilidad global: responsable de que nos cuestionemos nuestra forma de trabajar e interactuar con el planeta. ¿Es necesario desplazarse diariamente a la oficina? (gastando combustible y emitiendo gases a diario) O, ¿es necesario viajar a ver a clientes y proveedores con tanta frecuencia? (cuando las videoconferencias y plataformas colaborativas podrían evitar muchos de esos desplazamientos -beneficiándose de ello tanto el planeta, como nuestra salud-).
En definitiva, hoy necesitamos más “mentores y coaches” que “jefes jerárquicos y presenciales”. Necesitamos líderes capaces de entrenar equipos para trabajar y sentirse vinculados en remoto.
Tras esta introducción -necesaria para poner el tema en perspectiva-, me centraré ahora en por qué creo que el teletrabajo es nuestro aliado.
Aún a riesgo de simplificar mucho la cuestión, hoy existen tres modelos laborales o de trabajo que podemos considerar vigentes; el modelo presencial, el modelo a distancia y el modelo mixto.
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Por otro lado, el teletrabajo es un concepto en sí mismo, pero, a la vez, forma parte de un modelo laboral más amplio y en constante evolución. Pues bien, es de eso de lo que os quiero hablar a continuación.
