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Las atribuciones presidenciales Daniel Carlos García

M OVIMIENTO C OMUNISTA M EXICANO MAYO 01 La intención sin duda es correcta y necesaria. Lamentablemente hoy no se mantienen las condiciones imperantes cuando se acordó el Presupuesto para el 2020. Nadie imaginaba lo que iba a pasar después, la enorme crudeza de la pandemia por el coronavirus, además de la crisis económica también mundial que postraría a nuestro país. No son suficientes las medidas que hasta ahora se han anunciado y puesto en práctica, pero el gobierno federal y particularmente el Presidente López Obrador debieran considerar las formas con qué tratan de imponer la medida, pues efectivamente, no sólo le darían pretextos políticos a la oposición para colocar piedras en el camino, sino poner en entredicho el equilibrio entre los poderes del Estado. Fortalecer al Estado del desdén que los regímenes neoliberales tuvieron hacia éste sí, sin duda, pero si avanzar a la democratización en el país, sin que ello implique darle más atribuciones al Presidente de la república. El viejo sistema político mexicano tuvo como uno de sus componentes al presidencialismo, donde el Ejecutivo mantenía incluso por encima de la Ley atribuciones omnímodas, que lo convertían en un verdadero emperador. Costó mucho trabajo acabar con esa figura, no pretendamos ahora reverdecerla, sería dar un paso atrás y chocaría con lo que se pretende dar como contenido a la Cuarta Transformación. Según una nota periodística, López Obrador consideró que “los nostálgicos del neoliberalismo inventan (…) se quedaron en el almanaque” o que tienen planteado el interés en las elecciones del año entrante, para oponerse a todo por sistema. No dudo que sea así, pero esto no justifica que las cosas tengan que hacerse a como él considera que son correctas, cuando evidentemente no es así. Para el Presidente de Morena, Alfonso Ramírez Cuellar, la propuesta pretende acabar con la discrecionalidad con que antes se operaunque esté relacionado el tema, no hablaré de la propuesta en si de la reforma de la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, agregándole en artículo 21, que el Ejecutivo federal ha enviado a la Cámara de Diputados, para así poder ajustar al Presupuesto del presente año a las condiciones que impone la actual situación provocada por la pandemia. A Las atribuciones presidenciales

Daniel Carlos García

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Foto: https://www.alternativo.mx/

ba el presupuesto por parte del Presidente de la República, lo cual es cierto, pero la medida en contrapartida no es su legalización, como de alguna manera es como se pretende que quede con el nuevo artículo de la Ley. Si se debe abrir la llave para que haya la posibilidad de que el presupuesto se adecue a partir de situaciones extraordinarias como la que estamos viviendo en estos momentos, pero salvaguardando el contrapeso, en este caso del Poder Legislativo, sin ampliar las atribuciones al Ejecutivo ni legalizar discrecionalidades. El problema es que López Obrador no escucha razones, actúa como caballo lechero, sólo ve de frente como piensa y está convencido. Tiene toda la posibilidad de ganarse sectores, pero mostrando voluntad política. No nos podemos tomar en serio que todo aquel que piense distinto sea conservador, pues esto, en el fondo les hace un favor a ellos. Así como en estas últimas semanas ha reiterado en enésimas ocasiones que los políticos no son todólogos (cuestión en la que tiene razón), para soportar su disposición de entregar

el manejo de la pandemia a los especialistas y científicos (lo cual también es correcto), sin que ello implique hacerse a un lado y asumir la responsabilidad máxima, en el otro punto también debiera ser más dúctil. El Poder Legislativo y específicamente la Cámara de Diputados si se debe reunir y discutir el tema, pero no a raja tabla la iniciativa presidencial. Cuando en la campaña pasada llamábamos a votar en paquete, para asegurar el contenido de ganar también el Congreso y con ello facilitar el proyecto de gobierno a partir de una contraparte legislativa, no queríamos decir que se asegurase la supeditación de un poder a otro. Esto pareciera que está ocurriendo, no por nada la creciente postura discordante con Morena de parte de Porfirio Muñoz Ledo. Ya no es tiempo para que el Presidente reformule su propuesta, pero si, para que la Cámara discuta y resuelva el problema, sin darle mayores atribuciones al Presidente.

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