Enero 2003 – El campamento de cierre de las actividades del 2002 fue en Colonia Galland en Enero de 2003. En este Campamento participaron Lobatos y Scouts ya que los Pioneros y Rovers que en aquél entonces conformaban una única Rama, llevarían a cabo la parte final de un proyecto que los había acompañado durante más de medio año. La construcción de una Balsa de considerables dimensiones y su correspondiente puesta a prueba por el Río Negro. Habían estado gran parte del año construyendo la Balsa y había llegado el momento de la ponerla a prueba. Era el último campamento de varios de estos Pioneros – Rovers, de los cuales varios ya tenían la responsabilidad de estar educando en alguna Rama, y había decidido hacer algo grande. Y “La Balsa” lo era. Un catamarán de unos 12 mts de largo por tres de ancho, formado por dos líneas de 10 tanques de 200 lts, unidos por cuatro plataformas de hierro y tablas. Una mole, según cuentan los que la vieron. En ella viajaron “Los Lechones” el equipo de Pioneros de la época, guiados por Gonzalo Atchugarry y Adriana Graña. En total fueron 14 tripulantes, 10 días de navegata, por unos 150km, partiendo desde el triple límite departamental entre Cerro Largo, Rivera y Tacuarembó, el Paso Mazangano, hasta llegar al histórico San Gregorio de Polanco. Una experiencia increíble para todos los que participaron y otro desafío superado en la rica historia del Noveno. De esa forma se cerraba el 2002, ya en 2003 y con un año entero por delante. En marzo de 2003 se iniciaban por cuadragésima vez las actividades en el Pelossi. Mérito y pico ya a esa altura, imagináte. Con Sebastián Flumini, Rodrigo Quijano, el Barba, Mauri Olveyra, quienes venían trabajando juntos desde el año anterior, la Manada incorporaría a Malena García, para mantener la cuota femenina de aquél Equipo de Educadores, tras la salida el año anterior de Nicole Cayssials. Rama Scout funcionó con María Martínez y Marcos Godoy como educadores, tras la ida de Florencia Carbonell, Nando Rosende y Maité Atchugarry. Los Pioneros funcionaron con Cecilia Montes y Tania Pizzorno, pero la Rama se disolvió antes de fin de año. En ese 2003 se visitaron lugares como La Floresta en el Campamento de Julio, La Represa del Canelón Grande, en setiembre, y el clásico “2 puentes” en Solís Grande en Verano. De este Campamento participaron, además de los educadores mencionados, algunos Pioneros que formaron la Fagina, Florencia Martínez, nuestra actual casera, Cocó Atchugarry y Marcos Olveyra, quienes comenzarían a educar al poco tiempo. Algunos pensarán, ¡tres pioneros en la fagina!, Y bueno, no fueron los “Mucho y Mucha” de los noventa pero nadie se quejó.
Es recordada, durante esa semana de Enero, la tormenta que provocó que todos los lobatos y scouts con sus respectivos educadores terminaran bajo el toldo de la fagina, debido a la intensa lluvia y temerosos truenos. Algunos, más bien varios de esos lobatos y troperos siguen hoy en el Grupo, un poco más creciditos inevitablemente, como son los casos de Nacho Martínez, Ramiro Gallarza, Marcos y Pablo Álvez , Andrea Álvarez, Pedro Álvarez, Lucía Fernández, y Pancho Maidana.
El 2004 el equipo de educadores no varió mucho, salvo por los ingresos de Cocó y Maité Atchugarry. Aquel año no hubo Pioneros en el Grupo ya que no se contaba con Educadores para la Rama. Este 2004 fue un año difícil; por decisión del Consejo, las actividades finalizaron unos meses antes de lo habitual. Se realizó un Campamento especial de 4 días en Costa Azul, Canelones, en el mes de Noviembre, que sirvió como cierre prometedor de un año que se había hecho cuesta arriba. Se tomarían unos meses para pensar, planificar y sumar gente a trabajar.
Fue así que en 2005 se retomaron las actividades, esta vez con 3 ramas en funcionamiento. Manada, Tropa y Pioneros. Fue Sebastián Flumini quién se animó a llevar adelante la Rama, con el apoyo durante ese año de la “Cuqui” Andrea García. A su vez, nuestra querida Tania Pizzorno agarró como Responsable de Grupo, y fue por aquellos años un referente importante para aquél Equipo de Educadores, principalmente joven y muy joven. En este 2005, entre otras cosas, comenzó el ya tradicional “ChocoBingo del Pelossi”. Una tarde para pasar entre amigos, con una taza de chocolate calentito y unas ricas tortas. Es destacable el constante público de la 3era edad que convocaba este evento, quienes debían luchar contra los más pequeñuelos para ganarse los mejores premios de la mesa. Pero no solo de Chocolate, tortas y premios vive el ChocoBingo. A todo esto se le agregaba además el también tradicional Concurso de Talentos que nos ha permitido ver año tras año, a las más asombrosas destrezas de los más variados participantes. Cómo olvidarse de aquél Primer Premio, aquella lobata y su Cara de Mono, o como la llaman actualmente, Monkey Face. Está también aquél joven del Séptimo que se trajo desde su Punta Gorda natal, a su gruya y su admirable capacidad de armarla con los ojos vendados. Unos cuantos que se animaron a cantar. Punto. El paro de mano, el hombre elástico, La Murgan Friman, el Ruido a Gota, La Foto Panorámica y una gran lista de etcéteras, etcéteras, etcéteras.
El 2005, lo cerramos con el Campamento de Verano en Arequita. “!Ay Arequita Arequita.. Gracias por tanto Arequita!!” Todos los que estuvieron en este Arequita, el de enero de 2006, recordarán el calor agobiante del primer día, en el que no daba para otra cosa más que para estar tumbados, y sobre todo lo recordarán porque la lluvia incesante que cayó durante los seis siguientes días. Y bueno, fue un Campamento distinto, pero un más. El Equipo de Educadores se pudo mantener estable por unos años y sumando algún componente más, como el caso de Andrés Laguna, nuestro actual Responsable de Grupo, se pudo fortalecer lo suficiente como para seguir mejorando la propuesta. También por esos años, incluso antes y hasta estos días, fue y es fundamental, el constante apoyo de nuestros queridos Rata y Mónica, en la siempre difícil tarea de conformar un Equipo de Apoyo, tan fundamental para liberar a los Educadores de algunas funciones permitiéndole a estos centrarse puramente en lo educativo. Mientras tanto se iban haciendo los arreglos que se podían en nuestra tan preciada casa. De a poquito se fueron levantando las paredes del Galpón, poniendo alguna ventana, revocando y pintando. La refacción del techo del Galpón, el bañito que sigue quedando chico, los focos exteriores de la casa y hasta la más reciente renovación del living, además de otras decenas de arreglos, fueron hechos en estas Jornadas en las que participaban padres y amigos del Grupo, los Educadores y los mismos gurises que veían desde chiquitos que el Grupo era algo que lo hacíamos entre todos y que nos pertenecía a todos. Se sabía que aquellas Jornadas servían, no solo para ir dejando más linda y funcional nuestra casita, sino también, y mucho más importante aún, para resignificarla, para que cada uno de los integrantes del Grupo le dé el valor que tiene y entonces cuidemos más de ella, como espacio de trabajo, de encuentro y de reencuentro.
Un capítulo aparte durante todos estos años, puede tener como protagonista a ese pequeño bólido de unos 60 cm de ancho y el largo a criterio de cada competidor que te trasladaba a unos siempre escasos 5cms del suelo, con el riesgo latente de alojar un dedo debajo del rulemán y tener que abandonar la carrera por riesgo inminente de desangrado. Si señores. . estoy hablando de la Chata. Si hay algo que vuelve loca a la ya bastante loca banda del Pelossi, son las carreras de chatas. Esas carreras de chatas que ya son nuestras, que nos hemos ido ganando año tras año. Algunos nos tildaron de Barra Bravas, de planchas, de poco scouts, pero quién nos va a quitar el sextenio a Mejor Hichada conseguido desde el 2003 hasta el 2008. Gloria absoluta para el Pelossi. “Señores soy del Noveno, vengo cantando desde Sotelo, tocando el bombo y el redoblante, venimo acá hacerte el aguante” es para muchos un himno. Las eternas jornadas junto a la calle al lado de la cancha de Bella Vista, nos han dejado imborrables historias, incapaces de ser
reunidas todas en estas palabras. Solo por mencionar algunas. “El Boxer del Noveno”. Aquél box que preparamos todo limitado con los bóxers de algunos de los miembros masculinos, que además de sentirse más libres y frescos durante las siempre agobiantes Carreras de Chatas, hicieron que ese año el Pelossi, se lleve también el Premio a Mejor Box. ¡Más que merecido! Otras anécdota importante, que quizás algunos no sepan, y que tiene que ver con las Carreras de Chatas, involucra a un miembro importante de este Grupo, uno de los más queridos por todos en estos últimos años, el que siempre está, con su paso tranquilo y su andar silencioso, pero siempre ahí, a donde vaya el Pelossi. ANÍBAL. Así es Aníbal apareció un día en una Carrera de Chatas y desde entonces no se ha despegado nunca de nuestro lado. “La bañadera cósmica”, “La Guitarra”, “La Pantera Rosa” que luego se transformó en “Miguel Ángel” de las Tortugas Ninjas. Son algunas de las chatas míticas de esta última década. Cómo no nombrar a “La Mole”, aquella feroz chata de los Rovers, que con 4 barejones de 2mts, se armaron la chata más intimidante de la historia. Hay historias de las buenas, pero también de aquellas un poco más duras. Porque las chatas eran duras. No cualquiera pueda mantener bajo control durante todos los 40 segundos que dura la carrera, aquella precaria construcción, tras ser empujado por el más fortachón de la vuelta, y descender a todo lo que dá por la pendiente. Hubo accidentes y los seguirá habiendo. Desde la clásica raspadura de rodilla, pasando por el dedo bajo el ruleman, hasta la más extrema y pocas veces vista, fractura de algún hueso infeliz. No voy a dar nombres para no herir sensibilidades. Cada uno sabe.
Los años seguían pasando en el Pelossi. Aquellos lobatos más creciditos o los troperos, aùn inconcientes de su nuevo tamaño, propio de la edad, se siguieron partiendo la cabeza contra la viga a la salida de los locales. Una suerte de iniciación.
Los Campamentos se siguieron sucediendo. Costa Azul en Canelones, Kiyú varias veces, Casupá en Florida, el Camping Barracuda en La Floresta, Nueva Helvecia, Kiyú otra vez, el histório 25 de agosto y Fray Marcos en Florida. Villa Serrana y Penitente, ¡otra vez Kiyú!, Cardal, Arequita, Rincón de Buschentall, Cerro Betete, Parque Bartolomé Hidalgo en Soriano, entre otros, hasta los últimos, hace un par de semanas, en Santa Lucía del Este, Manada y Pioneros y Dos Puentes Rama Scout. Cada uno con mil historias.
Y si de Campamentos hablamos. Hablamos de esos personajes que nos han acompañado durante aquél mágico fin de semana, o toda la semana de los campamentos de verano. Hay personajes que se quedan en la memoria de cada uno de los participantes de cada Campamento. Habrá quienes se acuerden de algunos y otros de otros. Cada uno de estos personajes alegraron día y noche, los campamentos de lo más importante que tenemos en el grupo, nuestros gurises. El mítico “Sandro” con su cara de calavera, los extraños “X, Y y Z”, los indios y los españoles, Asterix y Obelix, El monstruo de la laguna, saliendo debajo del agua para someterse a una pelea a muerte con un lobato valiente, Robin Hood, Peter Pan y Campanita, La vuelta al mundo en 3 días, Los Sentidos, Los detectives en Kiyú, William Wallace, Los Piratas del Martini, La Tribu U Liana, Los Druidas, Harry Potter, con el Señor Tembloroso, la Orden del Fénix y la Bestia de Bieberin. El inolvidable Yayo con su increíble asistente Yayita.
En alguno de estos campamentos, más específicamente en el ya mencionado Arequita 2006, surgió el Campeonato de Baseball del Pelossi. Básicamente una excusa para tener durante los campamentos de verano, alguna actividad que reuniera a todos los gurises de todas las ramas, los educadores, fagina y todo aquél que anduviera por allí. Participaban todos. Se armaban 4 equipos y se jugaba todos contra todos. El premio, una bolsa de caramelos para el equipo ganador, pero sobre todo, la gloria del campamento. Estas tardes bassebalisticas nos han dejado también jugadas y anécdotas para recordar siempre. El aire que Diego Morales, con apenas 7 u 8 añitos por ese entonces, le propinó a algún bateador con muchísima más experiencia dejó muda a toda la afición. Aire que volvería a repetirá años más tardes demostrando que no había sido casual la proeza de aquella tarde. O cuando Juan Manuel, con 10 añitos más o menos, reculó con la mirada puesta en el balón que venía por el cielo, sin percibir detrás de él una planta repleta de espinas que acabaron la mayoría insertadas en sus partes más delicadas. Pobre niño. Fue Tania quien, con la ayuda de la infaltable pinza de cejas, pacientemente quitó una a una aquellas espinas de las tiernas nalgas de aquél lobato infelíz. Aquél bate perdido hacia atrás que encontró en la frente de Lu Fernández el lugar perfecto para detenerse causó conmoción en el momento pero no fue tan grave. Me acuerdo de Pitsch, o Guilerme Pitsch, en el Camporee, lo invitamos a jugar y calladito, con una sola mano, hizo volar el balón por los aires como hacía tiempo no se veía. Y como estas miles. Al final del Campeonato el Equipo ganador se llevaba la bolsa de caramelos que repartían entre sus integrantes. Alguna vez la bolsa no apareció pero nadie protestó porque lo importante era otra cosa y ya había sucedido.
El número de gurises de a poco fue aumentando y eso motivaba aún más la tarea que se estaba realizando. Es que si aumentaba el número de gurises era porque las cosas se estaban haciendo bien. Tener en nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes una respuesta permanente a lo que se les propone y ver como vuelven al domingo siguiente, es uno de las motivaciones más importante en la tarea de todo educador. La confianza que madres y padres, abuelos y tías ponen sobre los educadores es otro motor fundamental para continuar con esto. Así fue como se siguió sumando gente al Grupo. Y eso es lo más importante para que el Grupo se mantenga. Tener la capacidad de renovarse constantemente. Dar paso a las nuevas generaciones. Tratar si de acumular experiencias y transmitir conocimientos. Pero más importante aún, dar lugar a que cada uno haga su propia experiencia y genere sus propios conocimientos. En 2009 ingresaron tres jóvenes promesas al Equipo de Educadores, provenientes todas de las canteras del Grupo. Andrea Álvarez, Nacho Martínez y Pancho Maidana. Es una alegría inmensa ver como los que hasta hace algunos años eran los beneficiarios de la propuesta, pasaban a ser los encargados de proponer y de llevar adelante alguna rama. Calculo que ese sentimiento está bastante generalizado en el día de hoy, en el que nos encontramos Scouts del Pelossi y otros Grupos, de las más variadas generaciones. En 2009 festejamos el cumple 46 del Pelossi, se realizó el 5to ChocoBingo, y nos fuimos de Campa. Además de muchas otras cosas que no me acuerdo del todo. Lo que si me acuerdo es algo que sucedió en el Campamento de Julio de 2009, cuando un nóvel tropero se vio rodeado por algunas intimidantes vacas. Fue en Ñandubay, en el Departamento de Canelones. Habían pasado aproximadamente unos 40 minutos desde que el bus nos había dejado en el lugar y los troperos habían sido encomendados a escoger un lugar donde comenzar a armar su campamento. Este tropero, que asistía por primera vez a un Campa, se perdió del resto de su patrulla y fue allí cuando sucedió. Él dice que eran muchas e incluso había algún toro. Nadie lo pudo confirmar. Llamó de inmediato a sus padres y estos a los educadores. Finalmente no fue nada. A nuestro querido Martín lo seguimos teniendo en el Grupo, con su metro noventa de estatura, pero admitiendo que las vacas se le siguen apareciendo por las noches.
Al año siguiente continuamos con la incorporación de educadores como los casos de Pablo Centurión y Christian Oliver Brown, el Bazzi, quien había pasado una etapa como tropero en el grupo, y luego de alejarse por un tiempo, nos encontró en una carrera de chatas y el Grupo le volvió a picar.
Estamos en 2010... por si alguno se perdió. En aquél 2010 participamos como en alguna otra oportunidad de las colectas y construcciones de Un Techo para Mi País, con los Pioneros del Grupo, quienes también ese año llevaron a cabo una actividad de Servicio con niños del Pueblo Gregorio Aznárez. Este 2010 también participamos en varias instancias de programación de lo que iba a ser el Campamento Nacional de SDU, el Camporee, en Enero de 2011, del cual participó todo el Grupo. Un Campamento con casi 400 scouts durante 9 días, en el que se podría decir, que sucedió alguna que otra cosita. Martín Bula le puso nombre a Kikiú, el Bazzi salió en sunga a hacer canaletas el día de la tormenta, la carpa de Torchiana casi se vuela, en el fogón hicimos cientos de danzas, el equipo marabunta cocinó para el Equipo Nacional, hubo algún enamoramiento, los pioneros armaron como tres pisos de hamacas paraguayas, había una roldana gigante, Baloo y Bagueera buscaron con un farol por todo el monte a una lobata que estaba en el baño, se pinchó un tractor, los más de 100 lobatos invocaron la hermandad Scout en un fogón en la Playa y etc, etc, etc. El 2011 fue un muy buen año para el Grupo. Fue la confirmación de la constancia que se había logrado durante algunos años y que permitió que el Grupo pudiera crecer exponencialmente. Por primera vez en muchos años pudimos reabrir la Rama Rover con un grupo de gurises que hacía años venían remándola y se merecían tener la posibilidad de realizar esta última etapa en el Grupo y en el Escultismo. Fue el Negro Miguel junto a Susan, quienes se hicieron cargo de la Rama. De esta forma el Grupo volvió a tener sus 4 Ramas luego de varios años. Las otras ramas también crecieron, se sumaron más educadores Sofi Zanolli, Pame González en Manada, Lorena Pittamiglio en Rama Scout y Sofía Martínez y Jimena Paganelli en Pioneros, además del Negro y la Susan. El número de gurises creció bastante en todas las Ramas. Ingresó gente nueva y se mantuvieron quienes hacía tiempo seguían viniendo. También se arrimaba más gente a dar una mano en distintas cosas que se precisaran. Luis fue siempre un constante apoyo en lo que tenía que ver con los arreglos que se hacían y Sylvia también nos daba su completo apoyo en lo que se precisara. Primero a los educadores de Manada y luego también a todo el Grupo. Muchos otros padres y amigos también se acercaron a dar una mano en lo que se precisara. Más allá de la tarea estrictamente educativa, el Grupo quería y quiere tener otros espacios en los que se pueda participar desde las más variadas disciplinas. Ayudando al Grupo desde distintas puntas y generando otras actividades para la Casa. Este 2011 se cerró con un Campamento de Fin de Año accidentalmente divido. Teníamos todo planeado para ir a un lugar que nunca habíamos ido y que prometía. Era lejos. En Soriano. Más precisamente en el Parque Bartolomé Hidalgo, por el Palmar, Río Negro, a pocos kms del Parque Andresito. Los Rovers fueron una semana antes y el resto del Grupo se sumaría después. A su vez hermanos de los Grupos 45 y 7mo también estarían por allí.
El tema fue que, debido a la extrema sequía y a algún descuido, el Parque se incendió en un par de ocasiones. La primera pasó pero la segunda hubo que evacuar. Obviamente no podíamos ir a ese lugar con el peligro del fuego. Rápidamente nos contactamos con los Responsables del predio de Casupá en Florida y para allá fuimos. Aquél año los Rovers y Pioneros habían llevado a cabo un proyecto en conjunto que consistía en la realización de una balsa, que otra vez, tenía un tamaño importante. Los Rovers pasaron su semana en la Balsa en el medio del Río Negro, con incendio, tormentas, otro incendio, y cientos de cosas que solamente las saben quienes estuvieron allí. Al terminar su Campamento, le alcanzaron la Balsa a los Pioneros hasta Casupá, quienes volvieron a armarla y pasaron su semanita arriba de ella. Rama Scout también armó unas balsas con el tradicional modelo de las gomas, con algunas patrullas con más suerte que otras. Los lobatos revolucionaron la Manada y disolvieron las Seisenas y además el Telletubi violeta hizo sus primeras apariciones en aquellas noches de Campamento. Así llegamos a 2012, otro año bien movidito en el Grupo. El número de gurises rondaba los 80 y más los educadores éramos como 100! Este año se sumaron al Grupo educadores como Lucía Ezquerra, Hernán Moreira y Pablo Menese. Hubo varios acontecimientos importantes. El primero tiene que ver con el cambio de Institución. Desde el año anterior, en distintas instancias de reunión, fuimos debatiendo sobre este tema. Al principio los integrantes del Consejo recabaron información y debatieron. Luego la discusión se llevó también a las Ramas mayores del Grupo y al Equipo de Apoyo. Finalmente en una Asamblea dónde nos encontrábamos los educadores, los Rovers y algunos padres se votó por unanimidad la desvinculación de SDU y el inicio de la integración al Movimiento Scout del Uruguay. Participamos de los festejos de los 100 años del Escultismo en Uruguay, en una Jornada histórica dónde nos reunimos con más de 2mil Scuots de todo el país en la Explanada de la Intendencia. Se reflexionó también sobre las Responsabilidades del Casero, creando algunos documentos para su selección, los objetivos como Casero y la rotación. Finalmente se cambió de Casero pasando a vivir en la casa del Grupo Florencia Martínez, un referente para muchos desde su rol de educadora y a partir de entonces como casera. Se participó del Campamento de Revisión Metodológica de MSU, instancia de la que participaron varios educadores y rovers del Grupo. Una actividad también muy importante teniendo en cuenta la reciente incorporación a la Institución.
Los Rovers del Grupo propusieron realizar la Cabanga Rover en nuestra Casa y fue así como decenas de Rovers de varios Grupos se juntaron durante un fin de semana en el Pelossi a intercambiar ideas y propuestas sobre distintos temas. Y finalmente llegamos a 2013 y el Pelossi inicia sus actividades por quincuagésima vez. Se siguen renovando los Educadores. Aparecen nuevos como el Gordo Martín, Sofía Trelles y Camila Gorostidi. Hay unos 30 lobatos, otros tantos scouts, unos 15 pioneros y también unos 15 Rovers. Cerca de 90 gurises que significan lo más importante que tenemos en el Grupo. El año más importante de todos. Este. El que está pasando. Con los educadores y educandos más importante de todos, los de ahora. Los que permiten que hoy el Grupo siga funcionando luego de 50 años. Así como cada generación fue la más importante en su momento. Cada generación, que aportaron todas, su gran grano de arena para poder hacer realidad el sueño de muchos. Aquél sueño que se inició en 1963 y que hoy cumple sus primeros 50 años. Fue así que el domingo 21 de julio de 2013, un día bastante frío, según los que estuvieron allí, todos los que alguna vez participaron de esta familia, se juntaron para celebrar. Se abrazaron, se besaron, recordaron viejas y no tan viejas historias. Se rieron y se emocionaron. Algunos se reencontraron luego de mucho tiempo, otros se conocieron por primera vez, los más viejos recordaban anécdotas, los más nuevos contaban las suyas. Todos mesclados. Los de hoy y los de ayer e incluso los de mañana, esos que harán que el Noveno, siga su marcha por muchos años más.