Título original: Salvadoreños Posclásicos Primera edición, 2014. Coordinadición general Carlos Mario Martínez José Reynaldo Aquino Vanessa A. Gutiérrez Wilber Ernesto Durán Equipo de Investigación Karla Villalta Kenia Castellon Rodrigo Ernesto Mata Estefany García Roberto Perez Ronald Vanegas Jaqueline Garcia Brenda Bautista Ricardo Rivas Tatiana Romero Kevin Guardado Rocio Contreras Rosa de Jesús Carbajal Elizabeth Ayala Diseño y diagramación Carlos Mario Martínez
Los alumnos de la Escuela de Diseño Gráfico e Industrial (EDGI) de la Universidad Don Bosco, de la materia Historia del Arte y del Diseño, agradecen la colobaración de las siguientes personas e instituciones, sin cuya ayuda no hubiera posible realizar este libro: Paul Amaroli
Estilo y redacción Vanessa A. Gutiérrez
Fotografía Brenda Saavedra
Impresión
Los contenidos textuales y gráficos de cada uno de los capítulos de este libro son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Ilustración Carlos López
Empastado Carlos Mario Martínez
Queda prohibida, como lo establece la ley, la reproducción parcial o total de este libro sin previo permiso por escrito del editor, con excepción en breves fragmentos que pueden usarse en reseñas en diferentes usos, siempre que se cite la fuente.
Vista desde la parte superior de la piramide del sitio arqueol贸gico Cihuat谩n. Ubicaci贸n: Aguilares, San Salvador, El Salvador.
SALVADOREÑOS POSCLÁSICOS
CONTENIDO Migrando hacia el olvido Presentación Colapso Maya Contexto 1. Civilización Maya (Contexto - Generalidades) 1.1. Colapso Maya 1.1.1. Teotihuacán “Ciudad de los dioses” -Aztecas/Mexicas 1.1.1.1. Sociedad 1.1.1.2. Economía 1.1.1.3. Religión y teocracia 1.1.2. Migraciones después del colapso 2. Ciudades del Posclásico en México 2.1. Lo de Karla 2.2. Zona Puuc 2.2.1. Península de Yucatán (Altiplano central de México) 2.2.1.1. Chichen Itzá 2.2.1.2. Uxmal 2.2.1.3. Mayapán 3. El Posclásico en Guatemala (Generalidades) 3.1. Ciudades 3.1.1. Cotzumalhuapa 3.1.2. Tikal 4. Posclásico en El Salvador “Nuestros ancestros” 4.1. Ciudades 4.1.1. Cihuatán 4.1.1.1. Ubicación en el Valle 4.1.1.2. Muralla 4.1.1.3. Temazcal 4.1.1.4. Canchas de Pelota
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4.1.2. Las Marias 4.1.2.1. Chambre de la lotificación 4.1.3. Carranza 4.1.4. Nuevo Tazumal 4.1.5. Loma China 5. Descubrimiento de América 5.1. Contexto 5.2. Viajes 5.2.1. Rutas 5.3. ¿Relación entre el descubrimiento y la Conquista? 6. Conquista de Mesoamérica “Un nuevo mundo” 6.1. Conquista de los Españoles en México “Explorando lo desconocido” 6.1.1. Francisco Hernández de Córdoba 6.1.2. 1era expedición 6.1.2.1. Ekab 6.1.3. 2nda expedición 6.1.4. 3era expedición 6.1.5. Hernán Cortés y Pedro de Alvarado 6.1.6. Tlaxcaltecas 6.1.6.1. Lienzo de Tlaxcala 6.1.7. Tenochtitlán (La Ciudad Conquistada - Aztecas/Mexicas) 6.1.7.1. Mexicas (También conocidos como Aztecas) 6.1.8. Hernán Cortés nuevo emperador de México “Un nuevo líder” 6.2. Conquista de Guatemala 6.2.1. Alianza Cachiqueles – Españoles 6.2.1.1. Quiches (Enemigos de los Cachiqueles) 6.2.2. Relación entre Hernán Cortez y Pedro de Alvarado 6.2.3. Viajes de Pedro de Alvarado “Travesías entre pueblos” 6.2.4. Lienzo de Quauhquechollan 6.3. Conquista de El Salvador
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6.3.1. Batalla en Acajutla 6.3.2. Llegada al Señorío de Cuscatlán 6.3.3. 1era Capital (Señorío de Cuscatlán) 6.3.3.1. Diego de Holguín 6.3.4. 2nda Capital (La Bermuda, Suchitoto) 6.3.5. 3era Capital (actual San Salvador)
Migrando hacia el olvido.
MIGRANDO HACIA EL OLVIDO “Migrando hacia el olvido” es el concepto de nuestro periodo, su conceptualización se basa en los sucesos principales de este periodo, las diversas guerras internas de este periodo e invasiones con sus conquistas, destruyen muchas civilizaciones y asentamientos en todo Mesoamérica. El Posclásico es la etapa sucesora al Clásico, este último siendo un periodo de gran esplendor, con impresionantes estructuras, alta riqueza cultural y desarrollo en cada ciudad. Durante el Posclásico las civilizaciones migrantes intentan levantar y resurgir con nuevas grandes civilizaciones, pero se en su mayoría de intentos queda reducido en ciudades o pequeños asentamientos. Los diferentes sucesos hicieron que el periodo terminará mal, miles de indígenas desaparecieron, y aún hoy en día se desconoce dónde terminaron. Lo complejo de este periodo es la cantidad de sitios e indicios que se tienen, pero lo complicado es la conexión entre ellos; se logran relacionar y por ellos se determina lo que fue el periodo, pero los vacíos cronológicos imposibilitan en ciertos lapsos de la historia continuar con la investigación, pero tras estos sucesos, en ningún momento dejamos de trabajar para realizar la mejor investigación posible. Lo importante de este libro, es que nunca se ha hecho una recopilación parecida, lo rico e interesante del libro es que podemos conocer con él los orígenes de los pueblos centroamericanos, en especial de El Salvador, lo que hoy en día nos hace a cada uno de nosotros Salvadoreños. Estos sucesos y diversos elementos, deberían ser conocidos por cada uno, pero para ser francos, cuando se inició la realización de este libro, el mismo grupo de trabajo desconocía los verdaderos orígenes y su proveniencia ancestral. Pero gracias a este libro, que es un resultado de todos nuestros esfuerzos, se ha obtenido y reunido los contenidos reales para saber de dónde somos y quienes somos. Lo difícil de aceptar es que estos elementos y sucesos, están presentes y no son reconocidos; o tal vez en un momento los supimos o alguien lo supo, pero no se compartió, ese contenido estuvo claro y viviente durante un tiempo, pero hasta el día de hoy quedo Migrando hacia el olvido.
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1. CIVILIZACIÓN MAYA Mesoamérica1 Región del continente americano conformado por la mitad meridional de México, las tierras de Guatemala, Belice y El Salvador, así como el occidente de Honduras, Nicaragua y Costa Rica.
1.1.
Colapso Maya
En los últimos años del siglo IX, finales del período Clásico, se conocen dos importantes acontecimientos que darían un cambio radical a las sociedades mesoamericanas. En primer momento se vive el colapso de Teotihuacán, la cual se conoce como una de las mayores ciudades prehispánicas de Mesoamérica1, que albergaba diferentes grupos indígenas. El segundo acontecimiento es causa del primero, donde las pequeñas ciudades que estaban bajo el dominio del gran imperio Maya se ven sin líderes y por tanto abandonan los lugares de residencia. Ambos acontecimientos se pueden encerrar en el colapso de la civilización Maya. Los Estados poderosos de las tierras bajas del sur, tales como Tikal, Piedras Negras y Palenque, se desintegraron y las ciudades fueron cubiertas por la selva. En todos los grandes centros del Petén se suspendió la construcción de templos y palacios y dejaron de levantarse estelas con inscripciones jeroglíficas. Las causas del colapso han sido debatidas, pero muchos especialistas sostienen que se trata de una combinación de factores como la presión demográfica, las enfermedades, la degradación del medio ambiente, la mala administración, la inestabilidad política, la guerra intestina y las invasiones de grupos militarizados del extranjero. No se puede saber con exactitud la razón de este gran acontecimiento, actualmente se han
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identificado unas 88 teorías, que intentan explicar el colapso maya del periodo Clásico. La última que se ha estudiado con mayor fuerza y ha tenido mejor aceptación es la de la sequía de los cultivos que servían para alimentar a los pueblos, lo que ocasiono la caída de otras ciudades con luchas y disputas por recursos, alimento y territorio. 1.1.1.
Teotihuacán “Ciudad de los dioses”
Teotihuacán2 fue fundada en una posición poco común en su época con respecto al patrón de asentamiento propio de la cuenca de México durante el Preclásico Medio. La mayoría de los asentamientos de mayor envergadura en la región se localizaban en la ribera del sistema lacustre del Anáhuac o muy cerca de ella. Cui Cuilco y Copilo en el sur; Ticomán, El Arbolillo, Zacatenco, y Tlatilco en el norte; y Tlapa coya en el oriente son ejemplo de ello. En contraste, Teotihuacán se levantó a quince kilómetros de la costa del lago de Texcoco, sobre el río San Juan en el valle que ha tomado el nombre de la ciudad. Fue la primera gran ciudad del centro de México con una población mayor a los cien mil habitantes. Pocas ciudades han sido consideradas dignas de ser habitadas por los dioses, mas habituados a las esferas celestes que a los dominios humanos. Teotihuacán se manifestó desde muy temprana como un gran centro religioso y cultural es aquí en Teotihuacán en donde nace el quinto Sol, el que alumbra al hombre creado por Quetzalcóatl.
Teotihuacán2 Su traducción del náhuatl es: “Lugar donde los hombres se convierten en dioses”; Lugar donde fueron hechos los dioses; ciudad de los dioses.
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A Quetzalcóatl le corresponde el poniente y su glifo es casa (calli) y su color es el blanco; se le conoce como Cihuatlampa o lugar de las mujeres y se cree que las mujeres muertas en parto acompañaban al sol en su recorrido, desde que sale hasta que se oculta.
Figura 1: Ilustración de Tonatiuh, el dios del Quinto Sol, en la Lámina 71 del Códice Borgia.
A ciencia cierta no se sabe cuál es la identidad del pueblo que fundó Teotihuacán. La ciudad había sido abandonada mucho tiempo antes del arribo de los españoles a Mesoamérica, de modo que las escasas referencias a la ciudad que se conservaron en las fuentes históricas producidas en los años posteriores a la Conquista de México no hablan propiamente sobre los habitantes de Teotihuacán, sino de la representación que de ellos tenían quienes vivieron en el Anáhuac después del colapso teotihuacano. El nombre de Teotihuacán le fue dado por los aztecas mucho tiempo después de su fundación y de su destrucción, y ya que el anterior no se conoce se utiliza este, que quiere decir: “El lugar donde son
hechos los dioses”, debido a la grandiosidad de la abandonada ciudad que se encontraron. La historia de Teotihuacán se inicia hacia el año 600 a.C., cuando algunas de las pequeñas aldeas agrícolas del Valle de México empezaron a especializarse en la elaboración de diversos productos, que con el tiempo, empezaron a intercambiar con los pueblos vecinos y ya para el año 200 a.C. esos pueblos se asentaron en la zona aportando sus respectivas filosofías y conocimientos en la elaboración de joyas, vasijas, herramientas, etc., lo que generó una gran efervescencia cultural y comercial que con el pasar de los años, motivaría que la influencia de la cultura teotihuacana se extendieran por todos los rincones de Mesoamérica. Como muestra del alto grado de civilización que alcanzó esa cultura, hoy en día perduran algunos de las edificaciones prehispánicas más impresionantes del mundo, como la Pirámide del Sol (La segunda más grande de México), La Pirámide de la Luna, el Templo de Quetzalcóatl, entre otros, todos alineados alrededor de una gran avenida de más de 2 kilómetros que se ha dado por llamar “La Calle de los Muertos” (Figura 2) debido al gran número de pequeñas pirámides que se encuentran a su paso, lo que hizo creer a los primeros arqueólogos de la zona que se trataba de mausoleos.
Figura 2: Recreación de la calle de los Muertos.
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Figura 3: Fotografía panorámica de Teotihuacán. Vista desde la cima de la Pirámide del Sol del eje de la calzada de los muertos, a la izquierda se halla el templo de Quetzalcóatl y a la derecha la Pirámide de la Luna.
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En esta zona arqueológica se encuentra un gran número de palacios como el de Quetzalpapalotl y varios murales muy bien conservados que nos narran de una manera muy refinada y bella la forma de ver el mundo de esta cultura, misma que desapareció de forma misteriosa, al parecer, por una serie de factores climáticos y sociales que provocaron su caída hacia el siglo VIII d.C. Hacia el año 700 existen en el valle de México una serie de pequeñas tribus que comienzan
a unificarse hasta alcanzar en el año 500 a.C. unos 7000 habitantes. Dada que la zona es propicia a los manantiales, que existían numerosas vetas de materiales, comienza una peregrinación de gente que duraría casi mil años. A partir del 100 d.C. Teotihuacán puede ser considerada como una ciudad en toda regla. Se construyen los principales edificios, se drenan más manantiales y se comienza a trabajar con un mineral que supondría la base de la economía teotihuacana: la obsidiana. A partir de aquí se abre un proceso de expansión y esplendor que duraría hasta comienzos del siglo VII, con una población de 150.000 habitantes, y que alcanza su punto más álgido en torno al año 250.
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Enfermedades endémicas3 Son aquellas enfermedades infecciosas que afectan de forma permanente, o en determinados períodos a una región. Se entiende por endémica una enfermedad que persiste durante un tiempo determinado en un lugar concreto y que afecta o puede afectar a un número importante de personas.
En poco más de un siglo se pasa del esplendor a las ruinas: la población se reduce hasta los 30.000 habitantes, debido a la escasez de agua, el agotamiento de las minas y una serie de enfermedades endémicas3. A esto se unen una serie de oleadas chichimecas en los siglos VIII y IX que asolaron la ciudad. Después de esto, los propios invasores se acomodaron en la ciudad fundiéndose con los supervivientes y formando lo que más tarde sería conocido como el imperio tolteca.
A mediados del siglo VII, en Teotihuacán empieza a manifestarse una pérdida de población considerable, reducida a 70 m1l para el año 700 d.C.; su expansión a otras regiones convertidas bajo su influencia en nuevos polos de desarrollo parece haber provocado un desplazamiento demográfico hacia aquellos sitios cuyo crecimiento entro en competencia con el poder central de la metrópoli y Teotihuacán sucumbió ante el poderío de sus antiguas colicoloníass: Cholula, Xochicalco, Tula y Teotenanco. La ciudad fue destruida, incendiada y saqueada; sus antiguos dirigentes la abandonaron y se dispersaron por las tierras del norte del altiplano, donde levantaron nuevas construcciones administrativas. Es el momento que marca el fin de Teotihuacán y el principio de la hegemonía d la ciudad de Tula, cuya época de esplendor corresponde al periodo Posclásico.
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Era tan basta que existía la fuerza para la defensa y la seguridad sin que aparezca necesariamente representada sino que son más bien los jefes civiles, los sacerdotes, vestidos como los dioses, quienes aparentemente rigen los destinos de la ciudad. Cuando la situación se agrava y se vuelve incierta como en TULA o en TENOCHTITLAN, el guerrero se vuelve indispensable en primera línea. Se han indicado además ciertas consideraciones de orden general que tienden a reforzar la idea de que Teotihuacán también tuvo su aspecto militar. Todo parece indicar que en Teotihuacán fue escaso el prestigio militar y de sus actividades, es posible que ideas religiosas hayan dado a la guerra una “causa justa” y que el prestigio de las victorias fuera propiedad del sacerdote, ya que las ganaba el dios. Teotihuacán exportaba a sus dioses, sacerdocio o sus ceremonias, sin que esto significara dominación política. Por otro lado, si Teotihuacán se hubiera mantenido cuando menos 800 años como ciudad predominante sin ningún poderío militar, esta paz sería un caso único en la historia. Figura 4: Detalle de un entierro colectivo de sacrificados como parte de los ritos de consagración de la pirámide de la Serpiente Emplumada. En este caso, todos los cuerpos sepultados tenían las manos atadas tras la espalda. El collar está hecho de piezas que simulan mandíbulas humanas, pero otros sujetos enterrados con éste portaban collares de mandíbulas auténticas.
En Teotihuacán realizaban sacrificios humanos, al menos durante las primeras fases de su desarrollo histórico, pues principalmente en dos edificios, las pirámides de Quetzalcóatl y de la luna, se encontraron esqueletos humanos con evidencias de haber sido víctimas del sacrificio. Estos hallazgos permiten desechar la idea de que Teotihuacán era una “teocracia pacífica”, generalmente son prisioneros de guerra (como es común en Mesoamérica), ya que estos son más valiosos y no es posible tener prisioneros de guerra ci no ha habido expediciones militares. Teotihuacán, más que ningún otro estado mesoamericano, tiene una permanencia, una seguridad y una fuerza que indican una situación perfectamente controlada en la que no es necesario hacer gala de un militarismo ruidoso.
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La ciudad de Teotihuacán fue el centro urbano más complejo y poblado en la época entre el siglo III y el siglo VI - una verdadera “superpotencia” cultural y económica. La dominante posición cultural de Teotihuacán llegó a su fin en el siglo VII. Grandes áreas de la ciudad fueron devastadas por el fuego. Las causas son aún poco claras. Es probable que la destrucción haya sido la consecuencia de alguna invasión o rebelión interna. Después de este trauma la ciudad quedó habitada todavía durante un siglo, luego del cual el lugar fue definitivamente abandonado. 1.1.1.1. Sociedad Teotihuacán estaba dividida en dos grandes áreas que fueron: la ceremonial y a residencial en la periférica. La primera se caracterizaba por su arquitectura monumental, fue la sede del gobierno y de las actividades religiosas y políticas; la segunda estaba dividida en barrios, cada uno de los cuales cumplía con funciones específicas dentro de la organización urbana.
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Teotihuacán fue una organización estatal pública y administrativa como artesanales y agrícolas. Se manifestó desde muy temprana como un gran centro religioso y cultural, es aquí donde nace el Quinto Sol, el que alumbra al hombre creado por Quetzalcóatl. Los Teotihuacanos conocieron un sistema de escritura que les permitió llevar libros para facilitar las labores administrativas y rituales; también conocieron un sistema de numeración a base de puntos y rayas, y tuvieron un calendario religiosos de 260 días, realizaron observaciones astronómicas; también practicaron la astrología y la medicina herbolaria y destacaron en las artes, la urbanización e ingeniería. La sociedad Teotihuacana, altamente estratificada, marcó las diferencias de a posición social del individuo a través de la vestimenta y la ornamentación. En las figurillas elaboradas en cerámica existe una muestra representativa de la población que habitó la ciudad. La clase baja se conformaba por campesinos así como artesanos de diferentes ramas productivas como la alfarería, textil, carpinteros, talladores de piedra, entre otros. La manera de vestir de un grupo trabajador era un simple taparrabo, estaban descalzos y no llevaban ornamentos. 1.1.1.2. Economía Teotihuacán ofrecía un potencial agrícola superior a otras regiones vecinas, gracias a sus recursos acuíferos que permitieron llevar a cabo un exitoso proyecto agro-hidráulico desde fechas tempranas de su historia. Las plantas cultivadas eran: el maíz en tres de sus variedades, el frijol negro, varias especies de calabaza, el chile, el tomate, los quelites y la tuna. Las actividades recolectoras se centraban en la papa silvestre, tule, verdolaga y huizache. Los animales más aprovechados, además de a fauna lacustre propia de la región, eran el venado cola blanca, el conejo y la liebre, además del perro y, en menor cantidad, el guajolote. En el carácter urbano, de Teotihuacán, a economía se diversifico hacia otras actividades no agrícolas. Desde los primeros años, la ciudad controlo las minas de obsidiana de un cerro situado en la sierra de Pachuca y utilizo esa primera
materia prima en el desarrollo de una importante industria que atendía a una demanda variada de utensilios y armas fabricados con ese material. La enorme riqueza de Teotihuacán se basaba sobre todo en su monopolio de la obsidiana4. En las cercanías de la ciudad se encuentran los yacimientos de obsidiana más importantes de Mesoamérica. Otro valioso producto de exportación era la cerámica, en especial las espléndidas vasijas cilíndricas de tres patas. Con una extensa red comercial y un monopolio del comercio a distancia, la concertación de contactos políticos, además de las invasiones militares dieron como resultado que Teotihuacán expandiera su poder y esfera de influencia mas allá del Altiplano central a otras regiones de Mesoamérica. El estado teotihuacano tenia además bajo a su control los yacimientos de cal, de cinabrio, de piedras verdes semipreciosas y de algunos metales. La cerámica debió de ser también una industria importante, ya que se encontraron cerca de 150 departamentos habitados por personas dedicadas a esa actividad, productores de la cerámica doméstica, como de objetos de santuarios y ceremoniales. La economía teotihuacana estaba basada en la extracción de la obsidiana de las numerosas minas existentes y en el comercio con los productos derivados de esta. Pronto se hizo necesario la expansión, por lo que se consiguieron contactos y alianzas con ciudades, algunas incluso en la zona de Guatemala. También era importante la agricultura, debido a la gran cantidad de manantiales que existían en la zona.
Figura 5: Navajillas prismáticas, figurillas antropomorfas, puntas de proyectil y cuchillos miniatura. Todos estos objetos de obsidiana fueron encontrados en Teotihuacan y son muestra del frecuente uso de ese material en esa gran ciudad.
Obsidiana4 Llamada a veces vidrio volcánico, es una roca ígnea volcánica perteneciente al grupo de los silicatos. La obsidiana no es un mineral, porque no posee una composición química bien definida. Su color es negro, aunque puede variar según la composición de las impurezas del verde muy oscuro al claro, al rojizo y estar veteada en blanco, negro y rojo. El hierro y el magnesio la colorean de verde oscuro a marrón oscuro. Tiene la cualidad de cambiar su color según la manera de cortarse. Las culturas de mesoamérica la usaron para crear herramientas y ornamentos. También la utilizaron para elaborar armas, como el temible macuahuitl o macana y puntas de venablos y flechas porque, al ser muy filosa, perforaba y tajaba la piel y la carne con facilidad.
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1.1.1.3. Religión y teocracia Durante el desarrollo de la sociedad Teotihuacana evolucionan paralelamente los conocimientos científicos y las manifestaciones plásticas. La religión ocupaba un papel preponderante en el control ideológico de la población e influyo en todas las actividades cotidianas de la sociedad, tanto en el área ceremonial como en la residencial. Con respecto a la religión, decir que existieron varios periodos, aunque los cultos más importantes fueron los de Quetzalcóatl, representado por el planeta Venus y el de Tláloc, dios/diosa (no se sabe con seguridad su condición) de la lluvia y de la agricultura, y gobernador del paraíso teotihuacano, el Tlalocán. Otras deidades son Xiuhtecuhtli (“el señor con el brasero en la cabeza”), dios del fuego; Xipe, dios de la primavera y de los ciclos de las plantas. Quetzalcóatl fue el dios creador civilizador y sostenedor que presidía las artes y las ciencias y se representaba como una serpiente emplumada; los Teotihuacanos también veneraban a Huehueteotl que es el dios viejo y señor del fuego; su nombre se deriva del náhuatl: Huehue, que significa viejo y Teotl que significa Dios, estaba representado por un anciano desdentado y arrugado en posición sedente, con un enorme brasero5 en la cabeza a manera de sombrero y su edad significaba la sabiduría y experiencia. Así como Xipe totec Dios de la juventud, de la primavera, de la fecundidad del cambio y de la renovación a través de la muerte para seguir viviendo; este representaba también la renovación de la tierra y participaba en la acción que realizaban la semilla, el agua y el sol. Tláloc era el dios de la lluvia y de la fertilidad y tenía bajo su poder todas las fuerzas de la naturaleza como son las aguas terrestres, del mar y del cielo, el rayo, las nubes, el reino animal y toda la vegetación; los Teotihuacanos también veneraban a Chalchiutlicue que era la compañera de Tláloc; el dios Tláloc vivía en una mansión llamado el “Tlalocan”, donde moraban los muertos a causa del agua.
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Acerca de la cultura, decir que sus habitantes hablaban la lengua nahua, muy parecida al resto de lenguas de la zona. Tenían un calendario de 200 días que estaba sensiblemente menos desarrollado que el maya. Los hombres usaban bragueros, taparrabos, camisas, mantas y capas, mientras que las mujeres faldillas, fajas, huipiles y huaraches.
Figura 6: Ce-Acatl Topiltzin Quetzalcóatl, Còdice Borbónico, lámina 22. Brasero5 En Mesoamérica, incensario donde se quemaba copal, durante las ceremonias.
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con forma de talud inclinado. Esto influenció la arquitectura de muchas regiones de México.
Figura 7: Tláloc, representando el diluvio según la Cosmogonía Náhuatl previo al Quinto Sol en el Códice Borgia.
Kaminaljuyú6 Kaminaljuyú (también escrito Kaminal Juyú) es un lugar arqueológico prehispánico maya ubicado en las tierras altas de Guatemala, dentro del área de la actual capital de dicho país. Aunque de etimología desconocida, su nombre proviene del idioma quiché, en el cual significa “colina del muerto”.
La vestimenta de los sacerdotes cambiaba considerablemente: tenían grandes tocados de plumas, cascos de pieles, túnicas. Por otra parte, se mutilaban los dientes, se perforaban el lóbulo y el tabique nasal y se rapaban la cabeza, esto lo hacían como muestra de belleza. En su dimensión urbana y rural, la sociedad teotihuacana no se limitó geográficamente ni al valle de Teotihuacán ni al valle de México; en el ámbito de cultura material se conocen sus influencias hasta Guatemala por el sur, hasta Nayarit al noroeste, y hasta la zona huasteca de Tamaulipas en el noreste; asimismo es de particular importancia la presencia teotihuacana en Guerrero y en Veracruz. La influencia de Teotihuacán se refleja sobre todo en las artes y en la arquitectura de Mesoamérica. Es en Teotihuacán donde se desarrolló el estilo talud-tablero en la construcción de las pirámides, que consiste en la colocación alternada de una plataforma o tablero, sobre la cima de una pared
Hay indicios arqueológicos que indican que los teotihuacanos impusieron sus influencias en la región Maya: En el siglo IV se hicieron cargo del gobierno en Kaminaljuyú6, y en Tikal hasta llegaron a fundar una dinastía propia. También en otras regiones mayas hay indicios concretos de que tuvieron ingerencia en los acontecimientos políticos. Los esfuerzos expansivos fueron sólo parte de un fenómeno mayor, que no se limitaba a las regiones de los mayas sino que puede verse también en Monte Albán, la capital de los poderosos zapotecas. Los teotihuacanos mantenían intensas relaciones con los zapotecas y es posible incluso que gobernaran en Monte Albán durante un determinado tiempo. La teocracia es un gobierno ejercido directamente por un dios o sometido a las leyes divinas a través de sus ministros o representantes, como el de los antiguos hebreos, y en este caso los grupos indígenas. La teocracia representa el repliegue, el abandono de toda idea de expansión y, en cierto modo, es la fosilización de situaciones anteriores. En Teotihuacán, la forma de gobierno desde su creación fue la teocracia. La ciudad estaba dirigida por los sacerdotes, que estaban apoyados por el ejército, este ejército era la razón por la que numerosas ciudades aceptaron aliarse con los teotihuacanos. 1.1.2.
Migraciones después del colapso
Coyotlatelco7 Es un estilo, es decir, que se trata de la expresión material de acciones intencionales —que se desarrollan en un espacio y tiempo dados— para producir artefactos con una forma genérica y con proporciones determinadas, con ciertas clases de apéndices particulares,en muchos casos con combinaciones cromáticas específicas así como según patronesdecorativos establecidos. Aun cuando la definición de lo que es un estilo depende de la posición teórica, en términos generales puedeplantearse que es un aspecto de la variabilidad de losartefactos, está determinado por aspectos socioeconómicos y técnicos, es una vía para el intercambio de información por tratarse de una expresión simbólica, y es parte de los elementos de identidad y exclusivos de grupos particulares, o bien de distintos grupos queinteractúan (cf. Renfrew y Bahn 2000).
Aunque el origen e identidad de los grupos portadores de la cerámica Coyotlatelco7son motivo de debate, existe consenso en torno al hecho de 21
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que su presencia está relacionada con el declive de la ciudad. La situación de Teotihuacán estuvo acompañada por el abandono masivo de la ciudad, que inició alrededor del año 500 de la era común, de acuerdo con la evidencia arqueológica en el norte de Morelos que muestra la presencia de grupos teotihuacanos que se fusionaron con pobladores locales y perdieron su identidad cultural, probablemente como una estrategia para escapar de la opresión del régimen teotihuacano. La diáspora teotihuacana se estableció en lugares que estaban fuera del dominio de Teotihuacán durante la fase Metepec (550-650 d. C.). En esta época, la metrópoli dominó en el norte de la cuenca de México, pero los pueblos localizados al sur y al poniente de la región se encontraban fuera de su esfera de influencia, como muestra el hecho de que haya pocos indicadores materiales de contacto con Teotihuacán por esos rumbos. Por ello, el oriente del Anáhuac, el norte de Morelos, el valle de Tlaxcala y el valle de Toluca absorbieron partes importantes de los grupos que abandonaron Teotihuacán. Con la salida de los grupos portadores de la cultura teotihuacana, en la cuenca de México se observa un reacomodo demográfico y la difusión de la cerámica de Coyotlatelco. Entre Azcapotzalco y Ecatepec se encuentra un grupo de poblaciones con ese tipo de cerámica que intervino en su difusión hacia el valle de Toluca. Otro grupo corresponde a la cuenca de Chalco-Xochimilco. El tercero se concentra en torno a Portezuelo, que debió ser uno de los mayores asentamientos de la cuenca de México durante el Epiclásico (c. 650-900).
Un último grupo Coyotlatelco corresponde al que permaneció en Teotihuacán, donde ocuparon los conjuntos residenciales arruinados. Tula, Cacaxtla, Cholula y Xochitécatl son puntos fuera de la cuenca de México donde también se ha encontrado cerámica Coyotlatelco, aunque en menor proporción. Su medio ambiente se caracterizó por la presencia de manantiales, ríos cercanos y recursos forestales, además de la cercanía con el Lago de Texcoco, permitió a los teotihuacanos obtener una serie de recursos naturales que se ven manifiestos en todas sus actividades cotidianas. Algunos de los recursos locales del valle son: • Agua proveniente del rio San
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Figura 8 (izquierda): Vaso de cerámica del Clásico Tardío 600- 900 d.C. Fases Coyotlatelco y Texcalac. Figura 9 (derecha): Vaso con representación pictórica en cerámica del período Clásico Tardío. Fases Coyotlatelco y Texcalac. Período Clásico 600- 900 d.C.
Migrando hacia el olvido.
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Juan, San Lorenzo y Huixulco, que permitieron el riego para la agricultura y el abastecimiento del agua potable. Flora, Fauna y Recursos lacustres del Lago de Texcoco. Recursos forestales extraídos de los cerros del vale que contaban con pino, encino, entre otras especies. Obsidiana proveniente del cerro Soltepec. Rocas de origen volcánico como: tezontle, basalto y tobas, como materia prima para la construcción y manufactura de herramientas. Arcilla para la creación de cerámica. Pigmentos de origen mineral para la decoración de cerámica y pintura de mural.
con un largo lateral de 225 metros y la Pirámide de la Luna, de 40 metros de altura en el límite norte de la Calzada de los Muertos, de 2 km de largo. En el extremo sur del predio, del cual sólo fue excavada e investigada una parte, domina el Templo de la Serpiente Emplumada, Quetzalcóatl y del Dios de la Lluvia, Tláloc, decorado con 365 cabezas de estos dioses.
El Valle de Teotihuacán se ubica en el noreste de un gran lacustre de más de 14 mil km2 de superficie, dentro de los límites que actualmente corresponden a estado de México. Su altitud va desde los 2240 msnm a los 3200 en la cúspide del cerro Gordo. En la zona de monumentos arqueológicos la altitud es de 2300 msnm. El valle está limitado al norte por los cerros: Gordo, Malínalco y Colorado; al sur por la sierra de Patlachique, con elevaciones superiores de 2600 msnm; y hacia el oriente termina en las inmediaciones de Otumba y los cerros aledaños. Al suroeste del Valle se localiza el cerro Chiconautla, cerca de la antigua desembocadura de rio San Juan. El cerro Tonalá, al poniente, marca la separación entre el valle de Teotihuacán y la llanura aluvial donde se encuentra Tecámac y Zumpango. Teotihuacán estaba estructurado por amplias calzadas y poseía una eficiente provisión de agua y sistema de desagüe. Las pirámides, los templos y palacios estaban recubiertos de estuco y adornados con murales de colores vivos. Había edificios públicos y administrativos y diversos barrios residenciales. Teotihuacán fue una ciudad cosmopolita que hospedaba una cantidad considerable de extranjeros. Los grupos de las regiones Maya, Oaxaca y la Costa del Golfo vivían en barrios separados de la ciudad. Si bien residían lejos de sus tierras de origen, conservaban muchos elementos de la propia cultura. Las pirámides más importantes son la Pirámide del Sol, de 63 metros de altura,
Figura 10: Pirámide del Sol en Teotihuacan.
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2. CIUDADES DEL POSCLÁSICO EN MÉXICO Mexicas8 Los mexicas también son llamados aztecas en la historiografía tradicional. Es un pueblo amerindio de filiación nahua que fundó MéxicoTenochtitlan y hacia el siglo XV en el periodo posclásico tardío
El Posclásico es el contexto histórico en el que florecieron pueblos como los mexicas8 y toltecas en el Centro; los mixtecos en Oaxaca; los tarascos en el Occidente; los huastecos en el norte de la llanura del Golfo de México; los mayas en la península de Yucatán y el altiplano occidental de Guatemala y los pipiles en América Central. El periodo posclásico temprano está conformado por muchas migraciones desde el Norte de Mesoamérica mejor conocidos como los chichimecas. Han surgido nuevas civilizaciones y algunas se han mantenido después de los teotihuacanos que son: • Los tlaxcaltecas, conocidos por su gran rivalidad contra los aztecas. • Los mixtecos que abarcan en los estados de Oaxaca, Puebla y Guerrero. • Los toltecas que abarcan el estado de Hidalgo y su ciudad más importante fue Tula. El periodo posclásico tardío conformaba dos culturas importantes: • Los tarascos o purépechas que se desarrollaron en la región de Michoacán. • Los mexicas aztecas que ocuparon muchos territorios en Mesoamérica y el más importante en este periodo.
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Los principales centros de grandes poblaciones: • Cholula • Huexotla • Coatlinchan • Culhuacan • Iztapalapa • Chalco • Xochimilco • Tacuba • Atzcapotzalco • Tenayuca • Xaltocan
Las principales ciudades de México son: • Tula • Chichen Itzá • Mayapán • Uxmal • Tenochtitlan • Tulum • Utatlán • Iximehe
Figura 11: Pirámide del Adivino, Uxmal.
Migrando hacia el olvido.
2.1.
Zona Puuc
El Puuc es una región de la península de Yucatán donde se sitúa un conjunto de yacimientos arqueológicos que comparten un estilo arquitectónico al que también se denomina puuc. Este estilo fue durante el Período Clásico (Siglo II IX d. C.) en lo que ahora se conoce como el suroeste de Yucatán y el noreste de Campeche. El estilo puuc es uno de los cinco estilos de la arquitectura maya. La palabra “puuc” esta en idioma Maya Yucateco y significa: “sierra” o “cordillera de cerros bajos”. La zona así designada se extiende desde Maxcanú hasta el sur de Peto llegando, hacia el sudoeste hasta Campeche. Como dice su nombre, es una zona de pequeñas colinas, que no tiene ríos y con pocos cenotes, pero con una buena cantidad de tierra fértil. Esta zona no significa que ahí sean los límites del estilo Puuc ya que hay muestras de este estilo en otros lugares de la península del Yucatán. Las ciudades mayas más relevantes que se encuadran en esta región son Uxmal, Kabáh, Nohpat, Sayil y Labná. Entre ellas hay calzadas que las unen llamadas sacbeob9.
Sacbeob9 Plural de sacbé (también sakbé), es un camino recto, elevado, sin desniveles y pavimentado construido por los mayas prehispánicos.
Figura 13: Imagen satelital de la Península de Yucatán, México. Imagen proporcionada por la NASA.
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para separar los espacios y las puertas de acceso así como las escalinatas, las bóvedas ovaladas y en triángulo trunco. Los edificios están decorados con mascarones10, muchos de ellos en representación del dios de la lluvia Chaac, con su gran y característica nariz que evoca los rayos; columnillas, que evocan las cañas de las paredes de la chozas; grecas de serpientes onduladas. Así como los paneles con jeroglíficos y altas cresterías.
Figura 12: Mascarones Chaac, Kabah, Yucatán. Detalle de la fachada del templo de los mascarones en la ciudad maya de Kabah.
El asentamiento de los mayas en la región del Puuc se realizó hacia el final del período clásico, a partir del año 600 (el período clásico se extendió entre los años 325 y 925) donde se edificarón las ciudades utilizando el estilo arquitectónico que hoy se conoce como Puuc. Este estilo reúne elementos de otras épocas que se mezclan con rasgos originales y procedentes del propio medio ambiente del lugar. Los restos que se hallan en la actualidad sobresalen por su belleza y magnificencia. Características de la arquitectura Puuc Muros lisos verticales en la parte inferior con frisos que decoran la parte superior rematados por cornisas planas y grecas. El uso de las columnas
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Entre las regiones de Campeche11 y Yucatán12 se aprecian algunas diferencias; en Campeche hay más uso de muros verticales rematados con frisos, columnas en entradas y arcos en escalera, se recubren las obras con piedras bien cortadas y se decoran con mosaicos de piedra y jeroglíficos. En Yucatán los muros verticales están rematados con frisos mucho más ornamentados y la ornamentación se vuelve más abstracta.Este estilo reúne elementos de otras épocas que se mezclan con rasgos originales y procedentes del propio medio ambiente del lugar. Los restos que se hallan en la actualidad sobresalen por su belleza y magnificencia. También se aprecia en algunas ciudades influencias de origen nahua y el seguimiento del culto a Quetzalcóatl que se integraron con las bases originales de la tradición Puuc. A esto se le ha dado en llamar Puuc modificado. Como rasgo característico de este estilo son los mascarones que representan a Quetzalcóatl. La dependencia de la lluvia que los habitantes de la zona Puuc era grande al carecer de otras fuentes de agua, y esa es la explicación para la existencia del enorme número de mascarones dedicados al dios de la lluvia, Chaac.
Mascarones10 En arquitectura, se llama mascarón a la cara de piedra o de otra materia que se coloca en las fuentes o en otras obras de arquitectura como bajo los entablamentos, bajo los balcones, en la clave de las racadas, en la abertura de las grutas, etc. Se les da indistintamente un carácter serio o grotesco. Por lo común son rostros de faunos, sabios, náyades, etc. Campeche11 Es uno de los 31 estados que, junto con el Distrito Federal, conforman las 32 entidades federativas de México. Se localiza al sureste de la República Mexicana y al oeste de la península de Yucatán, entre los paralelos 17°49’ y 20°51’ de latitud norte y los meridianos 89°06’ y 92°27’ de longitud oeste. Colinda al noreste con el estado de Yucatán, al este con el estado de Quintana Roo, al sureste con Belice, al sur con la República de Guatemala, al suroeste con el estado de Tabasco y al oeste con el golfo de México. Yucatán12 Es uno de los treinta y un estados que, junto con el Distrito Federal, conforman las treinta y dos entidades federativas de México. El estado se localiza en el sureste de México y en el norte de la península de Yucatán. Se encuentra limitado al norte por el golfo de México, al sureste por el estado de Quintana Roo y al suroeste por el estado de Campeche.
Migrando hacia el olvido.
Piedemonte13 Piedmont o pie de monte es el nombre técnico usado para indicar el punto donde nace una montaña, así como a la llanura formada al pie de un macizo montañoso por los conos de aluviones. En Aragón (España) se conoce a estas zonas como somontanos. Se expresa en metros sobre el nivel del mar (msnm). El pie de monte también puede definir la zona donde comienza la ocupación del suelo y el asentamiento de una población humana.
Hay que destacar que las cresterías y los edificios estaban pintados de brillantes colores. La ciudad representativa de la zona Puuc es Uxmal. Uxmal se localiza a 62 kilómetros al sur de Mérida y desde siempre ha sido la ciudad referente de esta región maya. 2.1.1. Península de Yucatán (Altiplano central de México) Las tierras bajas mesoamericanas comprenden aquellas regiones por debajo de 1000 metros sobre el nivel del mar. Se trata en general de las llanuras costeras y los piedemontes13 de las montañas que bajan al litoral. Se caracterizan por su temperatura cálida, aunque otras condiciones geográficas puedan variar. En lo general la fachada atlántica posee una humedad mayor y una vegetación más exuberante que la costa del Pacífico. En las estribaciones de la Sierra Madre Oriental los regímenes de lluvia son elevados y los ríos que bajan al golfo de México en vertientes pronunciadas denominadas aluviones se desbordan con frecuencia, como la llanura tabasqueña, una extensa planicie de aluvión en donde se localiza la cuenca hidrológica más importante de México formada por los ríos Grijalva y Usumacinta. En la misma situación se encuentra la sierra de los Tuxtlas, en el centro del actual estado de Veracruz (México). La península de Yucatán —que es una gran planicie calcárea a poca altura sobre el nivel del mar— comparte con Honduras una temporada de lluvias con mayores precipitaciones entre mayo y diciembre.
El agua es tan abundante en la vertiente atlántica mesoamericana que los humedales fueron una parte importante del paisaje hasta que comenzaron a ser devastados por la acción humana. Los pantanos de Centla en Tabasco, son una muestra, aunque no única, de los ecosistemas nativos de las costas atlánticas de la región. Los huracanes golpean las costas de Mesoamérica cada año. La temperatura no presenta contrastes considerables, es cálida durante todo el año y la diferencia entre temperaturas máximas y mínimas es relativamente pequeña. El océano Pacífico baña las costas occidentales de Mesoamérica. A diferencia de la vertiente atlántica, en el Pacífico las cadenas montañosas condicionan una llanura costera sumamente angosta. Algunas regiones de Nayarit y Sinaloa poseen muestras de humedales que como en el Atlántico han sido depredadas por los seres humanos. Las regiones tropicales de Mesoamérica han sido modificadas intensamente desde la llegada de los españoles. El fenómeno, sin embargo, tiene inicio en la época prehispánica. Los mayas talaron enormes extensiones de selva para construir sus ciudades en el Petén, así como en la región que actualmente corresponde a los estados mexicanos de Chiapas y Campeche, mismas que la propia selva volvió a cubrir años después de ser abandonadas por sus habitantes. En las costas de Tabascolos indígenas olmecas se vieron precisados a desarrollar técnicas de cultivo que consistieron en drenar el agua y llevar tierra a donde sólo había lodo. Aunque parezca inverosímil, cultivos que hoy son tan típicos y característicos en esta zona como el plátano y la caña de azúcar, no existían en Mesoamérica antes de la llegada de los españoles. Entre otras especies vegetales comunes de estos ecosistemas se encuentra el cacao, de vital importancia para la economía, la gastronomía y aún la subsistencia indígena y actual; el mangle y la ceiba, árbol sagrado en la cosmogonía mesoamericana pero particularmente en la maya. Varios de los animales de mayor significado para los mesoamericanos eran comunes en las zonas tropicales, por ejemplo, el jaguar, la guacamaya, el lagarto, los monos, el quetzal y el faisán. 27
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Chichén Itzá14 Es uno de los principales sitios arqueológicos de la península de Yucatán, en México, ubicado en el municipio de Tinum, en el estado de Yucatán. Es una ciudad que se desarrolló durante la época de la declinación de la propia cultura maya denominada por los arqueólogos como el período posclásico. Tzompantli Práctica entre los antiguos mesoamericanos de decapitar a las víctimas de los sacrificios humanos y conservar sus cráneos en una especie de empalizada de madera. 15
El tzompantli era un altar donde se empalaban ante la vista pública las cabezas aún sanguinolentas de los cautivos sacrificados con el fin de honrar a los dioses.
2.1.1.1.
Chichen Itzá
En las tierras bajas del norte se dio un florecimiento tardío de la civilización: Chichén Itzá14 surgió en el siglo IX como un centro político y económico importante en el norte de la península de Yucatán. Poco a poco llegó a dominar la región. El poder del asentamiento se basó en el tributo y en el control de la producción y distribución de productos costeros como la sal y el algodón, al igual que los bienes exóticos como la obsidiana, el jade y la turquesa.
relieve; figuras atlantes16 que apoyaban dinteles17 o pabellones; y representaciones de guerreros con sus insignias de águilas y jaguares que se asemejan a las de las órdenes militares posteriores de los aztecas. Tula se convierte en capital del estado tolteca, desarrollándose en el centro de México. En esta ciudad estaba asentado el principal poder político de los valles de México y Puebla-Tlaxcala entre los siglos X y XII. Su nivel de influencia fue elevado, pues alcanzaron lugares tan distantes como la península de Yucatán, El Salvador y Nicaragua.
Atlantes16 Atlantes son monumentos monolíticos pertenecientes a la Cultura tolteca. Estos monolitos pueden medir poco más de 4,5 metros de altura, labrados en piedra basáltica, son representaciones de guerreros, es muy característica de las representaciones guerreras de la cultura tolteca. Dinteteles17 Elemento estructural horizontal que salva a un espacio entre dos apoyos. Es el elemento superior que permite crear vanos en los muros para conformar puertas, ventanas o pórticos.
Su papel como centro económico se explica en gran parte por la reorganización, durante el posclásico temprano (900-1200 d.C.), de las rutas de intercambio y la nueva importancia del comercio marítimo alrededor de la península y a lo largo de la costa del Caribe que terminó conectando la costa del golfo de México con Yucatán y Centroamérica. El grupo dominante de Chichén Itzá, los itzáes, una rama de los mayas putunes de la región del golfo de México, fueron famosos por su destreza marinera y sus habilidades comercial y militar. Chichén Itzá estuvo íntimamente ligado también con Tula, Hidalgo, el legendario Tollán de los toltecas, en el altiplano central de México. Ambos centros comparten la mayoría de sus rasgos iconográficos y arquitectónicos específicos, incluyendo: el uso de la decoración talud-tablero; templos redondos; tzompantli15, o plataformas con una planta en forma de T, encima de la cual se armaron astilleros con calaveras humanas, víctimas de sacrificio; columnatas de filas de columnas, generalmente esculpidas en bajo 28
Figura 13: Atlantes de Tula, escultura Tolteca en México.
Migrando hacia el olvido.
En Chichén Itzá y en Tula se destacan imágenes de Tlaloc, el dios de la lluvia del México central; Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, dios principal y héroe cultural de los toltecas; y el llamado Chac Mool, monumentos de piedra que representan una figura humana recostada con un recipiente en las manos para recibir ofrendas.
y recursos para explotar. Entre los grupos que se vieron obligados a buscar espacios nuevos estaban los de habla náhuat que emigraron de México a Centroamérica, donde fueron conocidos como los pipiles. El nombre se deriva del náhuat pipiltin que significa “noble”, lo que sugiere que las migraciones fueron organizadas en base a los linajes nobles.
Al nivel simbólico, quizás, el vínculo más importante entre Chichén Itzá y Tula es el mito confundido de Quetzalcóatl. Según la tradición, un gobernador de Tollán con este nombre fue destronado y echado de la capital tolteca durante el siglo X. Huyó con sus seguidores a Yucatán donde asumió su nombre maya: Kukulkán, y estableció una dinastía de reyes extranjeros en Chichén Itzá. La interpretación más generalizada de las múltiples similitudes y las conexiones mitológicas entre Tula y Chichén Itzá ha puesto mayor énfasis en los nexos entre los itzáes y los toltecas, la huida mitológica de Quetzalcóatl y la imposición del dominio tolteca en Yucatán.
Las primeras migraciones de grupos de habla náhuat en México probablemente se dieron durante el clásico tardío (700-900 d.C.), tal y como sugieren Lehmann, Thompson y Jiménez Moreno. La evidencia histórico-lingüística indica un período activo de divergencia del nahua (idioma materno del náhuat) fechado alrededor de 650-850 d.C. Esta divergencia involucró a los dialectos de la región del golfo de México y los de Centroamérica. Sin embargo, hasta ahora no hay evidencias arqueológicas de asentamientos de los pipiles en Centroamérica correspondientes a este período. Asimismo, no hay ningún indicio arqueológico de la presencia de los pipiles en El Salvador durante el clásico tardío.
Desde una perspectiva más amplia, vemos una interacción de larga duración entre las sociedades mayas de Yucatán y las sociedades mexicanas del México central y el golfo de México. El factor principal en las fuertes semejanzas entre Tula y Chichén Itzá probablemente fue la fusión sistemática de las economías de estos dos Estados. El posclásico temprano fue una época de confusión. Como resultado de los muchos cambios económicos y realineaciones políticas que se dieron durante la época de los toltecas, muchos grupos étnicos emigraron en búsqueda de territorio para habitar
Las primeras migraciones pipiles que llegaron a Centroamérica ocurrieron durante el período posclásico temprano (900-1200 d.C.). Estas estaban íntimamente vinculadas con el fenómeno tolteca en México. La evidencia histórico-lingüística indica otro episodio activo de divergencia en el nahua entre 900 y 1100 d.C., mientras la evidencia arqueológica indica que grupos de origen mexicano llegaron a El Salvador durante este período. En la primera parte del posclásico temprano fueron habitados los sitios de Cihuatán y Santa María, 29
SALVADOREÑOS POSCLÁSICOS
Efigie13 Es una personificación, representación de algo real o ideal.
en la cuenca de El Paraíso de la región Cerrón Grande. Estos dos sitios emparentados tienen un complejo cultural fuertemente asociado con los de Tula. Efectivamente, es difícil señalar algún rasgo cultural de Cihuatán que no tuviera su origen en el altiplano central o la costa del golfo de México. Especialmente llamativos son el patrón de asentamiento muy semejante al de Tula; la arquitectura de estilo tolteca en la cual se destaca el uso de la decoración talud-tablero; los incensarios grandes bicónicos con adornos modelados en forma de espigas o caras de deidades nahuas, especialmente Tlaloc; las efigies13 en tamaño natural de cerámica modelada que representan a deidades nahuas, especialmente Tlaloc, Xipe Totec y Mictlantecuhtli; figurillas con ruedas y figurillas del estilo Mazapán, una de las últimas al parecer, procedente directamente de Tula; un complejo de cerámica que destaca formas y técnicas decorativas del complejo Mazapán en el México central, y que incluye los tipos exóticos de plomiza y policromo Nicoya; y un complejo de piedra tallada en que se destacan las formas bifaciales muy semejantes a las del México central. Chalchuapa fue abandonado al final del clásico tardío y, según parece, repoblado por un grupo de origen mexicano en el posclásico temprano. En esta época, el sitio ya muestra rasgos mexicanos como la arquitectura con decoración talud-tablero, un templo redondo, una efigie en barro del dios mexicano Xipe Totec, dos esculturas de piedra de Chac Mool y obsidiana verde que podrían ser evidencia de la presencia de un grupo de pipiles o influencia de tal grupo en una región cercana. La efigie de Xipe Totec, hallada cerca de Tazumal en
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1943, es casi idéntica al famoso ejemplo descubierto por Sigvald Linné en la sección de Tlamimilolpa de Teotihuacán, que se fecha al posclásico temprano. Todavía es difícil distinguir entre los grupos que llegaron a El Salvador durante el posclásico temprano y los que llegaron durante el posclásico tardío. Aunque se suele decir que la “diáspora” de los toltecas, o sea, el colapso de Tula, fue responsable de la última serie de migraciones pipiles, y especialmente la llegada de los pipiles nonoalcas a El Salvador, carecemos de evidencias arqueológicas que confirmen la hipótesis de la migración de los nonoalcas a Centroamérica. La evidencia principal que apoya esta tradición es toponímica; consiste de algunos paralelos llamativos entre la región de Nonohualco, en el sur de Puebla, y las zonas central y occidental de El Salvador. Paul Kirchhoff reconstruyó las migraciones de los nonoalcas de Tula hasta la región de Nonohualco; de allí supuestamente siguieron la misma ruta por las regiones del golfo de México y el Pacífico que habían atravesado los migrantes anteriores, hasta llegar a Centroamérica. Mientras estos paralelos son intrigantes, es igualmente posible que los antecesores de los grupos pipiles que los españoles encontraron en El Salvador en el siglo XVI habían estado ahí desde el posclásico temprano. Sin embargo, no descartamos la posibilidad de que los nonoalcas penetraron al territorio de El Salvador en el siglo XIII. Es posible que Cuscatlán, uno de los Estados más poderosos en la periferia sureste de Mesoamérica, fuera un centro de los nonoalcas. En su reconocimiento de la zona de Antiguo Cuscatlán, Paul Amaroli encontró restos de asentamiento fechados al posclásico tardío, pero
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ninguna evidencia de ocupación fechada al período anterior. 2.1.1.2. Uxmal Uxmal es una antigua ciudad maya del periodo clásico. En la actualidad es una de las capitales mayas más sobresalientes de la península de Yucatán y uno de los más importantes yacimientos arqueológicos de la cultura maya, junto con los de Chichén Itza y Tikal. Se encuentra en el Municipio de Santa Elena, Estado de Yucatán, México. En lo que hoy se considera la Zona Puuc. El nombre actual parece derivar de Oxmal que quiere decir: “tres veces edificada”, y posiblemente hace referencia a su antigüedad y las veces que tuvo que reedificarse. De estas hipótesis no hay comprobación alguna. Se considera que es amurallada y contó, en su esplendor, con unos 25,000 habitantes. Las referencias más antiguas son las recogidas en los Chilam Balam de Chumayel, que es considerado uno de los documentos más importantes de la cultura maya yucateca. Con esta base, y con las interpretaciones de las inscripciones de los anillos de la cancha del juego de pelota, se estima que Uxmal fue fundada en el siglo VII, durante la primera ocupación, en el periodo clásico. También está registrada en Chilam Balam de Chumayel la segunda edificación de Uxmal, ocurrida en el siglo X realizada por emigrantes procedentes del Altiplano Central de la etnia tutul xiúes. De este periodo hay huella en las edificaciones. Los anales en lengua maya fechan la llegada de los xiúes a Uxmal entre el año 987 y el 1007. Este grupo introdujo las componente nahuas
y con ellas el culto a Tláloc y Quetzalcóatl. El dios de la lluvia Chaac está presente desde antes de la venida de los nahuas y por la gran dependencia de la lluvia que tenían los habitantes de toda la zona Puuc. El estilo chenes se refleja en las fachadas de los edificios, así como en representaciones de la serpiente emplumada de estilo tolteca y en rastros hallados en otras esculturas con características mexicas y olmecas, manifestándose rasgos teotihuacanos en algunos de los mascarones que representan al dios Chaac. Xiues Los tutul xiues (“los que rebozan virtud”) fueron un grupo maya que constituyeron el último cacicazgo en llegar a la península de Yucatán antes de la llegada de los españoles y que ocuparon una porción central de la península que incluía los enclaves de Uxmal, Maní y Mayapán. Se cree que fue Ah Suytok Tutul Xiu (también se le conoce por su apodo o coco kaba “Hun Uitzil Chaac” o “la única montaña de Chac”), quién fundó la ciudad de Uxmal en el siglo VII. Chilam Balam Es el nombre de varios libros que relatan hechos y circunstancias históricas de la civilización maya. Escritos en lengua maya, por personajes anónimos, durante los siglos XVI y XVII, en la península de Yucatán. A ese nombre se le agrega el nombre de la población en donde fueron escritos, por ejemplo: Chilam Balam de Chumayel. Los Chilam Balam son fuente importante para el conocimiento de: 31
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religión, historia, folklore, medicina y astronomía maya precolombina. Listado de Libros: • Chilam Balam de Kaua, que formó parte de la colección de William E. Gates. • Chilam Balam de Ixil • Chilam Balam de Maní • Chilam Balam de Nah (en el municipio de Teabo). Contiene datos sobre herbolaria maya. Es parecido al de Kaua y junto con él formó parte de la colección de William E. Gates. Contiene material médico que fue traducido por Ralph L. Roys al inglés y publicado en 1931. • Chilam Balam de Tekax • Chilam Balam de Tizimín • Chilam Balam de Tusik • Chilam Balam de Yaxkukul Los libros del Chilam Balam fueron redactados después de la conquista de los españoles, se presunta que estos textos fueron propiciados por los europeos, por lo que en su redacción se nota ya la influencia de la cultura española, sobre todo en materia religiosa. Durante la época colonial, la mayor parte de los escritos y vestigios de la religión maya fueron destruidos por los misioneros católicos españoles, al considerar que tales vestigios representaban influencias paganas y por tanto nocivas para la catequización de los mayas. En 1573 el religioso español fray Diego de Landa visita la ciudad, ya abandonada, de Uxmal. Con la información que recopiló fray Antonio de Ciudad Real realizó los primeros datos documentados que hay sobre la ciudad en 1588. En ellos se explica que 32
los habitantes de la zona no sabían el origen de las construcciones y que según lo investigado estas se habían realizado unos 900 años antes. En el siglo XIX se desarrolló el interés por la investigación arqueológica de las culturas precolombinas. Dados estos sucesos en 1834 visitó Uxmal el austriaco Jean Frederic Waldeck que hizo una serie de dibujos y atribuyó influencias orientales a los restos arqueológicos que visitó. Con la información recogida realizó el libro “Viaje pintoresco y arqueológico en la provincia de Yucatán” que se publicó en 1838 y fue la primera difusión del arte y cultura mayas. Atraídos por la publicación de Waldeck llega en 1841 a Uxmal un equipo compuesto por John Lloyd Stephens, Frederick Catherwood y Samuel Cabot. Stephens se dedicaba a tomar apuntes sobre los edificios y la cultura, Cartherwood a realizar ilustraciones y Cabot a estudiar la fauna. Sus intenciones eran las de realizar un estudio amplio de toda la zona del Yucatán y comenzaron por las ruinas de Uxmal que ya habían sido documentadas y su información publicada. Durante su tercer viaje, el equipo encuentra el Trono del jaguar que llevaron a Estados Unidos y que fue un acicate en sus investigaciones. En las visitas anteriores se habían realizado planes y esquemas como ellos habría podido ser empleado para construir una reproducción de la ciudad antigua (desgraciadamente la mayoría de los esquemas se perdió). En 1950 se comenzó la restauración de Uxmal
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para la cual hubo que limpiar la zona y realizar un profundo estudio. Se encargó de estas labores el grupo formado por Rafael Orellana, Amalia Cardós, César Sánchez y Alberto Ruz. De estos estudios se llegó a la conclusión que el abandono de la ciudad de Uxmal se había producido en el siglo XIII y no en el XV, como se creía. Hasta ese momento se pensaba que Uxmal había sido abandonada después de la destrucción de Mayapán cuando en realidad se había abandonado al final del periodo tolteca. En 1658 otro monje, fray Diego López de Cogolludo, visitó la zona e imaginó los usos que podían tener los edificios que veía. Fue él quien les dio el nombre que aún hoy en día conservan. Entre 1929 y 1930, Franz Bloom realizó el primer plano de Uxmal. 2.1.1.3.
Mayapán
Se trata de un yacimiento junto a la ciudad de mismo nombre, a unos 60 km. al sureste de Mérida, México. El sitio es muy curioso, ya que parece un Chichen itza en miniatura. Pertenecen al mismo periodo del postclásico tardío, con construcciones que recuerdan bastante a las de Chichen, con la diferencia de ser más pequeñas. Destaca la pirámide de Kukulkán, curiosamente con las escaleras construidas de manera asimétrica, y un edificio cilíndrico sobre un zócalo (muy parecido al Caracol de Chichen), en cuyo interior se puede ver una bóveda curva muy chula. El yacimiento no es muy grande, y se puede ver en una horita sin cansarse ni caminar demasiado. Desde lo alto de la pirámide se abarca toda la zona excavada y la
panorámica es muy fotogénica. Se conservan bastante bien algunos relieves en partes excavadas de los muros de la pirámide, con figuras antropomorfas muy chulas. Lo que más destaca del yacimiento son las pinturas murales que se han conservado en algunos edificios. Desafortunadamente no se han conservado restos pintados en buen estado de conservación en muchos sitios, y las pinturas de Mayapan bien valen una visita, porque son muy originales. La mas impresionante muestra una vista submarina, con iguanas, peces y fauna marina variada, además de un personaje buceando. Nunca habíamos visto nada igual... Mayapán, el sitio arqueológico, fue una ciudad maya del período posclásico. Se localiza en el norponiente del estado de Yucatán, en el municipio de Tecoh, a unos 40 kilómetros de distancia de la ciudad de Mérida, la capital del estado. Con la derrota del grupo itzá en Chichen Itzá y con su eliminación en el control de Izamal y Hunac Ceel, los itzaes de Mayapán obtienen el control del norte de Yucatán y lo gobiernan de 1200 a 1450 d.C. La población alcanzó, en su tiempo de mayor apogeo, una población de 12 mil habitantes, según estimaciones arqueológicas. Fue fundada por el grupo cocom, a quienes los expertos asocian con los portadores de lo que se ha dado en llamar cultura Maya-Tolteca. Mayapán fue sede de la Liga de Mayapán, una 33
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confederación que reunía a los caciques de Uxmal y Chichén Itzá. Las disputas por el control de la confederación terminaron con la derrota de los itzáes que gobernaban Chichén, y su huida hacia el Petén, donde fundaron la ciudad de Tayasal. La hegemonía de la liga fue ejercida a partir de ese momento (final del siglo XIII) por los cocomes de Mayapán, aunque con fuerte oposición de los habitantes de los otros reinos mayas de la península. La Liga de Mayapán parece haber sido disuelta hacia el año 1440, cuando los cocomes abandonaron la plaza y se asentaron en Sotuta.
Yucatanense, la antigüa ciudad maya denominada Mayapán, cuyo nombre significa “El pendón de la maya.”
La ciudad de Mayapán fue construida a semejanza de Chichén Itzá. Sus principales edificios son una copia de la capital de los itzáes. El estilo constructivo incorporaba elementos propios de la arquitectura del centro de México, combinados con rasgos heredados de las antiguas ciudades mayas. Sin embargo, con la caída de Chichén Itzá, Mayapán habría de desarrollar un estilo propio orientado hacia la reelaboración de las formas antiguas. El principal edificio de Mayapán lleva el nombre de Castillo dedicado al dios Kukulcán, y se trata de un basamento piramidal de nueve cuerpos con una altura de quince metros. Forman parte de la zona arqueológica numerosas plataformas.
En el siglo XIX, Mayapán fue visitado por distintos viajeros como John L. Stephens y Frederick Catherwood. El primer estudio de Mayapán fue elaborado por Lawrence Roys en 1936 y ha sido objeto de investigaciones por parte de la Carnegie Institution, la Universidad de Tulane. Desde 1996, está vigente el proyecto dedicado a su exploración y conservación, a cargo del arqueólogo Carlos Peraza, del centro INAH Yucatán, en el cual colaboran investigadores de la Universidad de Nueva York en Albany.
Mayapán es la cabecera del municipio de Mayapán, uno de los 106 que configuran el estado de Yucatán en México ZONA ARQUEOLÓGICA DE MAYAPÁN Orígenes : De acuerdo con datos recabados en la Enciclopedia 34
Las evidencias arqueológicas indican que Mayapán estuvo ocupado des de antes de la era cristiana y hasta su abandono alrededor del año 1450 d.C. Su apogeo correspondió precisamente al Posclásico, entre el lapso comprendido entre 1200 y 1450 d.C., periodo en que se convirtió en la gran capital de las provincias del centro-Norte y Norte de la Península de Yucatán.
La ciudad está rodeada por una muralla oval que delimita un área de 4.2 kilómetros cuadrados donde se encuentran más de 4000 estructuras. En la parte central del asentamiento se encuentran los edificios más importantes como las residencias de la clase gobernante, así como los templos, plataformas y plazas destinadas a las actividades rituales y religiosas de carácter masivo. Aquí sobresale el llamado Castillo de Kukulcán ubicado en el costado Sur de la Plaza central de Mayapán, el cual está rematado con un templo cuyo pórtico está
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delimitado con columnas decoradas con serpientes. El Crematorio es la segunda pirámide más alta de Mayapán, se encuentra en la costa Oriental de la Plaza central. Esta estructura está coronada con un templo de tres accesos, en cuyo fondo se encuentra un santuario, donde se localizó una tumba. En la parte Oeste de esta misma plaza se encuentra el Templo Redondo, cuya planta y conformación arquitectónica recuerda al denominado observatorio de Chichén Itzá. Existen otros edificios importantes como el Templo de los Nichos Pintados, en la parte Sur de la Plaza Norte. Asimismo, hay otros edificios importantes como el Templo del Pescador, la Sala de los Mascarones, la Sala de los Símbolos Solares, la Sala de los Reyes, el Templo de los Guerreros y el Templo de Venus.
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3. EL POSCLÁSICO EN GUATEMALA Estela# Es una laja de piedra tallada, a menudo esculpida con figuras y glifos. Figura 14.1 (izquierda): Estela 31, con la imagen esculpida de Siyaj Chan K’awiil II. Figura 14.2 (derecha): Ilustración frontal de la estela 31, Tikal. Copyright © 1999 por John Montgomery.
Los primeros pobladores del área de Mesoamérica trabajaron en la transformación de su medio natural y social, apoyándose en los conocimientos matemáticos astronómicos adquiridos mediante la práctica de la observación y la interpretación inventaron la escritura por medio de jeroglíficos. Llamados gráficos mayas. Desarrollaron su propia ciencia matemática con el uso del cero. Mantuvieron relación con otros pueblos cercanos al área maya, no solo para intercambio de ideas religiosas y sociales. Las tierras bajas de él Peten y la península de Yucatán. Fueron el asentamiento principal de la civilización maya. La primera estela# maya encontrada apareció en Tikal y lleva una inscripción que representa el año de 292 D.C las estelas mayas tienen gran importancia ya que reflejan cómo estaba ordenado la sociedad en aquellos momentos y las características de algunos de sus líderes. Los mayas usaban glifos para descartar a alguna unidad política importante familias y ciudades.
La sociedad de esa época estaba conformada por un grupo pequeño de miembros de la clase alta, sectores intermedios de artesanos u comerciantes, y de un amplio grupo de campesinos dedicados a trabajo de subsistencia. Alrededor de los años 550 al 600 se registra una primera crisis que detuvo la construcción de monumentos y de estelas fechadas, lo que hace decaer el arte escultórico, pero en el año 600 se produjo un nuevo auge y desarrollo de toda la región, lo que reflejan la dominación de unos grupos por otros, aunque generalmente apuntan hacia la igualdad cultural, lo que se demuestra con el uso del calendario lunar en la mayor partes dela tierras bajas y lo parecido del modo de vida, la forma de los asentamientos o ciudades y escritura social de los mismos. En Tikal, en 682, se establece una poderosa familia de reyes, cuyo primer gobernante fue conocido como Kal Cacabil, a quien se debe la construcción de varios monumentos y la unidad de las dos principales familias que habían gobernado el Tikal, la que venía de la antigua tradición maya y la más cercana a las tradiciones de Teotihuacán. Kal Cacabil fue sustituido a su muerte, en el año 731, por hijo Yax Hin, que logro que la ciudad alcanzara la mayor fuerza y amplio el poder de su gobierno mediante alianzas matrimonios o militares con otros centros. Este rey murió en el año 768, se calcula que para el año 869 sucedió la definitiva decadencia de esta ciudad. 37
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Cuando los grupos mayas del sur Vivian su mayor esplendor, cuando las grandes ciudades se encontraron en el punto más alto de su desarrollo, cuando las artes y la tecnología habían logrado niveles superiores, se produjo una interrupción y después un retroceso cuyas causas aún se desconocen. Esto se sabe por qué cesaron de construirse los grandes templos, así como la inscripción de jeroglíficos en los monumentos en los 40 años siguientes esta situación se extendió a todo su territorio maya. La población comenzó a bajar en número y a abandonar las principales ciudades rápidamente. Se interrumpieron las rutas comerciales a larga distancia y siguió un deterioro del conocimiento intelectual, artístico y artesano. En el año 900, el principal centro poblacional era Chichén Itzá, en el norte de lo que hoy se conoce como Yucatán, que agrega a la tradición maya elementos de la zona del altiplano central mexicano. En el año 987 llegan a Chichén Itzá grupos procedentes de la ciudad de Tula que estaban dirigidos por un líder conocido como QuetzalcóatlKukulcán# (Serpiente Emplumada). Hacia el año 1100 se fundó cerca de Chichén Itzá, una ciudad de pequeño tamaño conocida como Mayapán, que poco a poco logró superar en importancia a la antigua ciudad y esto obligó a los itzá a moverse hacia el sur hasta llegar al Petén. Figura 15: Ilustración POSIBLE REVIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIISAAAAAR
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En Mayapán se produjo una mezcla de las culturas que venían del centro de México con la cultura
Kukulkán# Kukulkán es el nombre maya de Quetzalcóatl, personaje importante en el período posclásico de los mayas, en el libro sagrado Popol Vuh se le conoce como “Gukumatz”.
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Popol Vuh# Es una recopilación de narraciones míticas, legendarias e históricas del pueblo k’iche’, el pueblo maya guatemalteco con mayor cantidad de población. Se compone de una serie de relatos que tratan de explicar el origen del mundo, de la civilización, de diversos fenómenos que ocurren en la naturaleza, etc.
puramente maya.
Los jefes que encabezaron la primera asistencia fueron:
En 1441, una revuelta contra los Cocom o jefes que dominaban Mayapán, hace que la gente abandone la ciudad, formándose otras de pequeño tamaño, que combatían entre ellas para dominarse unas a otras. Esto se mantiene así hasta la llegada de los es-pañoles.
• Primero la superioridad de los españoles, tanto en armamento, como en el uso de la caballería y la pólvora. • Segundo, la división existente a la llegada de los españoles entre los distintos pueblos indígenas, fue lo que permitió que tuvieran aliados locales que conocían el terreno y las costumbres de los otros. • Tercero, las enfermedades traídas por los españoles diezmaron a la población indígena que no tenía protección contra ellas. • Cuarto, el poder de fuego que representaban los cañoneos de los barcos españoles sobre los poblados indígenas, facilitando la ofensiva de los invasores. • Quinto, las diferencias entre las reglas tradicionales de guerra entre uno y otro bando. Por ejemplo, los españoles, en lugar de hacer prisioneros mataban a todos los guerreros que se ponían a su alcance, mientras los indígenas concebían la guerra como un acto de honor y no de traición. Destruyeron sus símbolos y sus creencias, destruyeron sus instituciones políticas, torturaron a sus reyes para arrancar los te-soros de las ciudades y marca-ron con herrajes a los cautivos.
Según el Popol Vuh#, los kaqchikeles vivían sin problemas con los K’iche’s, hasta la muerte del rey K’ikab’, cuando empezaron las luchas por el poder y una serie de guerras que duraron once años. Como resultado de estas guerras se debilitaron los k’iche’s y se fortaleció el reino kaqchikel en la ciudad de Iximché. En Guate-mala los kaqchikeles pelearon al lado de los españoles contra sus viejos enemigos, los k’ichés, al igual que lo habían hecho en México los tlaxcaltecas, al unirse a Hernán Cortés contra los aztecas.
3.1. Ciudades La resistencia maya comenzó desde un inicio de la llegada de los españoles. Se sabe de enfrentamientos desde Marzo de 1517 en Yucatán donde guerreros mayas impiden el desembarco de las tropas españolas. En abril de 1518, en Yucatán nuevamente, impiden el desembarco de tropas españolas. En Marzo de 1519 en Tabasco, guerreros mayas causan 70 heridos a las tropas españolas. En 1524 Chiapanecos y Chamullas combaten contra los españoles, y cuando no pueden detenerlos, se lanzan hacia un barranco para no ser capturados.
Dos de las ciudades más relevantes han sido retomadas para ser descritas y analizadas. 3.1.1. Cotzumalhuapa Cotzumalhuapa (también Cotzumalguapa), es la denominación de una zona arqueológica maya precolombina que data del periodo preclásico mesoamericano ubicada en el departamento de Escuintla en el suroeste de Guatemala. La región se extendió hasta El Salvador, en donde el yacimiento de Cara Sucia marcó el límite de la zona de influencia de Cotzumalhuapa. En el periodo clásico mesoamericano Cotzumalhuapa representó una potencia importante en la región. Su arquitectura, artefactos y jeroglifos determinaron un estilo conocido como el Estilo Cotzumalhuapa. En términos 39
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Figura 16: Estelas en Guatemala en sitio arqueológico El Baúl. A la derecha Estela 1.
jeroglíficos quedan aún por descifrar una serie de combinaciones de números y signos figurativos de esta subcultura maya. Artefactos con el estilo de Cotzumalhuapa han sido encontrados a lo largo de la costa del Océano Pacífico de Guatemala, en El Salvador, y en Nicaragua, y aún en la costa oeste de Chiapas, en México, testimoniando la importancia de la ciudad y de su extensa red de comunicaciones. El estilo de Cotzumalhuapa se reconoce particularmente en figurines de cerámica de corte realista, con frecuencia representando figuras de mujer y de animales. También es posible encontrar el estilo en artefactos de piedra de basalto. El yacimiento de Cotzumalhuapa se extiende en más de diez kilómetros cuadrados e incluye los yacimientos de El Baúl y Bilbao, así como El Castillo. La famosa estela número 1 (Figura 16) de El Baúl tiene una de las inscripciones más antiguas
de Mesoamérica y posiblemente el calendario maya legible más temprano que se conoce (37 a. C.). 3.1.2.
Tikal
Tikal es reconocido por ser uno de los yacimientos arqueológicos y centros urbanos que se localizaban en la civilización maya precolombina; tiene como ubicación Peten en el territorio de Guatemala y que también forma parte del parque Nacional Tikal que fue declarado patrimonio en la actualidad. Tikal fue la capital de un estado beligerante; a tal grado que se convirtió en uno de los reinos con mayor poder de los antiguos mayas; alcanza su mayor relevancia en el periodo clásico, entre los años 200 y 900 d. C. tuvo mayor influencia en dominar las áreas cercanas en el ámbito político, militar y económico; alcanzando un mayor nivel a lo largo de Mesoamérica, e inclusive en la metrópoli de Teotihuacán. Después del periodo clásico tardío no tuvo mayor relevancia, tampoco hubieron construcciones de monumentos mayores, algunos palacios conformados por la elite fueron quemados y de esta manera fue como poco a poco fue decayendo, hasta se abandonada a finales del siglo X. El nombre Tikal es procedente del idioma maya yucateco lo que significa “en el pozo de agua”; se le considera así debido a los cazadores y a los viajeros de la región y se refería a las diferentes reservas de agua que se encontraban en los alrededores. Otra de las teorías que se le aplica, es que también puede proceder del idioma maya Itzá y que tiene como significado “el lugar de las voces”. Sin embargo este no es el antiguo nombre que el lugar poseía; mejor dicho el nombre se adoptó poco después de su redescubrimiento en la década de 1840. Siendo este el caso, las escrituras graficas hacen referencia a este lugar como Yax Mutul o Yax Mutal lo cual significa “el primer mutal”; se estima que Tikal se le denomino así, para ser diferenciada de dos pilas que poseían el mismo emblema, sin embargo el reino en conjunto se llamaba Mutul. En la ubicación exacta de este sitio es aproximadamente 64 km al noreste de Flores y Santa Elena y entre 303 km al norte de la ciudad de Guatemala; la
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Vista a茅rea del centro de la ciudad de Tikal. Ubicaci贸n: aproximadamente 303 km al norte de la ciudad de Guatemala, Guatemala. 41
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ciudad se encuentra a 19 km al sur de la antigua ciudad maya Uaxactún, a 30 km al noroeste de Yaxha, a 100 km al sureste de Calakmul que era su mayor competencia en el periodo clásico y a 85 km al noroeste de El Caracol que ahora es Belice. El total de este territorio alcanza más de 16 km2 incluyendo de esta forma alrededor de 3000 estructuras.
Figura 18: El estilo talud-tablero teotihuacano básico, presente también en las pirámides mesoamericanas. Talud-Tablero# Estilo arquitectónico mesoamericano, empleado a menudo en la construcción de pirámides. Consiste en la colocación sucesiva de una plataforma, o tablero, sobre la cima de un muro pétreo inclinado con forma de talud.
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Las ruinas de esta gran ciudad se encuentran en medio de la selva tropical en la cuenca de Peten que formo la cuna de la civilización maya en las tierras bajas de Mesoamérica. Sin embargo Tikal a pesar de ser una de las mayores ciudades mayas del clásico, no tenía otras fuentes de agua más que la del agua de las lluvias, que se almacenaban en embalses; es por eso que la falta de ríos y lagos en las cercanías de este lugar, ponían en relieve el hecho de una construcción de una gran ciudad, prosperar en técnicas de agricultura intensiva; que era está más avanzada que los métodos de tala y quema; por lo tanto la dependencia de las lluvias estacionales constituyo una vulnerabilidad ante las sequias lo cual los llevo a un papel en el colapso maya. En cuanto a su población tuvo un aumento continuo desde el periodo preclásico hasta el clásico tardío; las estimaciones de población de la ciudad varia de 10,000 hasta 90,000 habitantes, en cuanto a su desarrollo tenían un bajo contenido en la sal de la dieta maya; se estima que tenía que importar 131 toneladas de sal cada año con base en una estimación conservadora de una población de 45,000 habitantes.
A este sitio se le conoce como el mundo perdido; conocido también por tener una gran complejo ceremonial del preclásico en esta antigua ciudad que está ubicada en el norte de Guatemala. El complejo de este lugar fue organizado como un mayor complejo astronómico y se compone sobre todo de una pirámide alineada con una plataforma hacia el este que forma la base para tres templos. Con el pasar de los tiempos; lo que se tiene conocimiento es que fue construida varias veces; entre los años del 250 y 300 d. C.; el estilo que esta ciudad poseía estaba influenciado sobre todo en la metrópoli de Teotihuacán en el valle de México e inclusive el estilo del Talud-tablero. En el periodo clásico temprano; entre los años del 250 al 600 este mundo perdido se convirtió en uno de los dos focos de la ciudad; siendo el otro el Acrópolis Norte.
La gran plaza que estaba centrada en la pirámide del Mundo Perdido y la plataforma ceremonial hacia el oeste; se dividían en dos grandes zonas las cuales se conocían como la Plaza alta que era el área que se ubicaban alrededor de la pirámide y que solamente ocho estructuras adyacentes la separaban de la Plaza de los Siete templos hacia el este y otras series de estructuras pequeñas que se encuentran en los alrededores; y la Plaza baja que está delimitada por el Templo de Talud-Tablero# (Figura 18) que es considerada como la segunda estructura más grande de toda esta organización; siendo de 60.000 m2 la superficie de este complejo aproximadamente. Durante el preclásico paso por seis fases de construcción; cuatro que se dieron en el propio preclásico y dos de ellas que sucedieron en el Clásico. Cada una de estas fases de construcción produjo una serie de nuevas versiones; se remontan sobre todo en los primeros años de ocupación de Tikal en el preclásico medio alrededor de los años 600 a. C. cuando se empezó a añadir estructuras en superficies artificiales de manera nivelada. En cuanto al periodo clásico temprano el gobierno era un régimen común entre los habitantes mayas de las tierras bajas; fue arraigado en Tikal según los registró glíficos, la dinastía fue creada por Yax-moch-xoc, se presume en el siglo III. En cuanto al poder, al inicio de este periodo fue en donde tuvo mayor poder y hubo una mayor concentración tanto en Tikal como en Calakmul.
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Calakmul# Yacimiento arqueológico prehispánico maya situado en el sureste del estado mexicano de Campeche, en la región del Petén campechano, en el núcleo de la reserva de la biosfera de Calakmul de más de 700.000 ha, municipio del mismo nombre y a pocos kilómetros de la frontera con Guatemala. El Caracol# Sitio arqueológico maya precolombino localizado en el distrito Cayo en Belice. La ciudad, que tuvo su apogeo en el periodo clásico, fue posiblemente el centro político más importante de los mayas dentro del actual territorio de Belice. El nombre antiguo en lengua maya del yacimiento es Oxhuitzá.
Es relevante mencionar que Tikal fue beneficiado tras la caída de varios imperios del periodo preclásico y que se pudo desarrollar rápidamente debido a eso. Uno de los hechos importantes es que esta gran ciudad; casi siempre se encontraba en guerra con otros estados mayas como Uaxactún, El Caracol, Naranjo y Calakmul pero en uno de esos enfrentamientos Tikal fue derrotada por El Caracol que luego paso a sustituirlo como principal centro de poder en las tierras bajas del sur. Relación entre Tikal y Teotihuacán El decimocuarto rey de Tikal llamado Chak Tok, reconocido como el “señor del occidente”; construyo un palacio que era especialmente conservado por los gobernantes de la acrópolis central. Se estima que fue probablemente un general extranjero que servía a un glifo atípico para los mayas, este estaba compuesto por una lanza dardos combinado con un búho; este era muy reconocido en el imperio de Teotihuacán. Se dice que este búho pudo incluso haber sido el gobernante de esta región; existen una serie de eventos que llevan a los arqueólogos a pensar que este lidero una invasión de parte de Teotihuacán, la cual derroto al rey que en esos momentos estaba en Tikal, el cual fue capturado y ejecutado rápidamente. Dentro de un año el hijo del búho lanza dardos tomo el control y llego a ser el décimo rey de Tikal mientras aún se encontraba pequeño; su reino duro 47 años.
Tuvo bastantes gobiernos extranjeros Tikal, sin embargo llego a convertirse en un aliado y socio comercial de Teotihuacán en las zonas bajas mayas; después de que fue conquistada Teotihuacán, Tikal domino el norte y el este del Peten. Relación entre Tikal y Copan. En el siglo V, este gran imperio se expandió hacia el sur de Copan conocido como “el señor del oeste”, cuyo fundador tenía vínculos con Tikal. En el siglo VI surgió una gran rivalidad entre Tikal y Calakmul# y la guerra que hubo entre ellos, fue de bastante duración. A mediados del siglo VI; El Caracol# y Calakmul se aliaron para destruir completamente a Tikal, fue de esta manera como se cerró el clásico temprano. En la segunda mitad del siglo VI, la ciudad fue afectada gravemente por una crisis que quedó inconclusa durante mucho tiempo, hasta que se determinó por unos epigráficos. En si Tikal; a pesar de todos los enfrentamientos que tuvo y las guerras con ciudades vecinas; no fue saqueado; ya que su poder e influencias fueron quebrados. En cuanto a sus estructuras arquitectónica, tiene una gran variedad, y aun en la actualidad solo una pequeña parte de ella se a descubierto; entre los edificios más importantes se tiene la construcción de seis pirámides lo suficientemente grandes para sostener la estructura de un templo en la parte superior; algunas de ellas constan de una altura de 60 metros. Posee diferentes templos entre ellos se pueden 43
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encontrar el Templo del Gran Jaguar, el Templo de las Máscaras, el Templo del Gran Sacerdote, el Templo de la serpiente Bicéfala, templo de las inscripciones; entre otros que son de mucha importancia pero que se localizan en los alrededores de este sitio. Posee además el juego de pelota que se encuentra en la gran Plaza, tienen también dinteles que son vigas talladas y hechas de madera y las estelas que son propias de esta región las cuales son lajas de piedras talladas, esculpidas con pinturas y glifos.
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4. POSCLÁSICO EN EL SALVADOR “NUESTROS ANCESTROS” Pipiles# Reciben el nombre pipiles durante la época colonial los pobladores nahuas que se asentaron en el occidente de El Salvador.
La cultura del que ahora es territorio salvadoreño, durante el periodo posclásico, destaca un gran número de rasgos nahuas que debe su presencia a las migraciones procedente del centro y el sur de México tras el colapso del gran imperio. La evidencia arqueológica sugiere que las primeras migraciones pipiles2 a El Salvador se dieron entre 900-1200, durante lo que se ha llamado el periodo posclásico temprano. En este período se dieron las migraciones pipiles y las áreas que presentan una fuerte evidencia de ocupación pipil son: • El valle de Chalchuapa • La parte superior de la cuenca del río Acelhuate • El valle de Sonsonate • La porción central de El Salvador • La región de Metapán y del Lago de Güija • La planicie costera alrededor de Acajutla • La Costa del Bálsamo Todos estos lugares presentan sin excepción fuerte evidencia de ocupación de grupos nahuas identificados en El Salvador como pipiles. Las ciudades principales fueron: • • • •
Las ciudades principales fueron: Cihuatán Las Marías (en la zona central) Sitio arqueológico Nuevo Tazumal (Chalchuapa) • Igualtepeque (en la zona occidental) • Loma China 46
• Asanyamba (en la zona oriental) Las principales ciudades del occidente y centro del territorio fueron grandemente influenciados por la cultura tolteca principalmente Cihuatán y Chalchuapa, mientras que la zona oriental se fragmentó internamente tras el abandono de Quelepa y La Laguneta lo cual es evidenciado en la cerámica; la mayoría de asentamientos estaban fortificados y situados en lugares altos. 4.1. Ciudades Fue una nación pipil del período posclásico tardío de la prehispánica fundamentada en lo que se conoce como régimen Zuyuano (el cual era una estructura ideológica que sustenta que para que los gobiernos de ese período). Su territorio abarcaba la mayor parte de las zonas occidental y central de El Salvador), cubriendo un territorio de aproximadamente 10 mil km². Estaba dividido en 74 provincias tributarias denominadas como kalpishkayu (náhuatl: calpixcayotl ‘cosas del calpixqui o mayordomo’), también llamados atepet (náhuatl: altepetl ‘cerro de agua’) o techantakutun (techan ‘pueblo’, takutun ‘parte’, parte de un pueblo. Este es un neologismo utilizado actualmente en el vocabulario pipil para designar a este tipo de entidades así como municipios y entidades similares). Las principales eran: el propio Cuzcatlán (en la actualidad Antiguo Cuscatlán), Izalco (el cual fue dividido a principios de la época colonial en Tecpán Izalco, el
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actual Izalco, y Caluco Izalco, el presente Caluco), Tacuzcalco (el actual Nahulingo y las ruinas de Tacuzcalco), Cojutepeque, Nonualco (actuales Santiago Nonualco y San Juan Nonualco), Tecoluca y Purulapa (actuales San Martín, San Pedro Perulapán y San Bartolomé Perulapía). De estas Nonualco, Izalco, Cojutepeque y Cuscatlán eran las que tenían más población y pudieron haber sido sedes de un taketzakayu (náhuatl: tlahtohcayotl ‘cosas del hablador o tlahtoani, reino o región dominada por un linaje principal’) o taltakutun (tal ‘tierra’, takutun ‘parte’), estando las demás provincias repartidas entre estos aketza kayu. Mientras que Purulapa, Tacuzcalco y Tecoluca pudieron ser pendones de guerra o regiones dependientes llamados kawaw taketzkayu (náhuatl: cuauh tlatocayotl, otro nombre para estas en náhuatl clásico era tlahuallinalpan) de alguno de los taketzakayu. Cada provincia tributaria al weytechan (capital) de un aketza kayu era gobernada por un tekutaketzani (náhuatl: teuctlahtoani ‘señor orador’) también llamado wey kalpiani (náhuatl: huey calpixqui ‘el gran poseedor de casas’) que tenían bajo su disposición a los recaudadores o recolectores de tributos llamados kalpiani (nahuat: calpixque ‘el que posee casas’) o tepiani (nahuat: tepixqui ‘el que posee gentes’). Mientras que el gobernante respectivo de la weytechan de un taketzakayu recibía el título de “Taketzani” (‘el que habla, orador’), de estos el Taketzani de Kuscatan llevaba el título de “Takateku” (‘jefe de los hombres’) o “Wey Taketzani” (náhuatl: Huey Tlahtoani ‘gran orador’) y era su vez el gobernante de la nación.
El principal motor económico de las provincias era el maíz, el cual era cultivado en la mayoría de las provincias que no estaban en la costa o cerca del lago de Ilopango. Este era seguido por el cultivo de cacao que era cosechado principalmente en las poblaciones ubicadas en los actuales departamentos salvadoreños de Sonsonate y Ahuachapán. Además de Atehuan (la actual Ateos), Ciguateguacan (actual Santa Ana), Chalchuapa y Zinacantan (esta última es una población extinta), mientras que la recolección de sal y/o la pesca principalmente de Olominas era el motor económico de las provincias costeras y cercanas del lago de Ilopango. Nuestra región fue muy habitada por pueblos indígenas entre los cuales podemos mencionar los lencas, chortis, incas, kakawiras, chorotegas, pocomames, y pipiles, todos ellos pertenecientes al área cultural mesoamericana. De estas etnias o pueblos los más extensos eran los pipiles y los lencas salvadoreños, los primeros habitaban desde el río paz hasta el río lempa, cubriendo gran parte del occidente y centro de El Salvador; mientras que los lencas se encontraban distribuidos en la mayor parte de la zona oriental, el departamento de Cabañas y en parte de los departamentos de Chalatenango y San Vicente. Los demás pueblos se distribuían de la siguiente forma: los mayas chortis habitan en la mayor parte del departamento de Chalatenango y en partes del municipio de Metapán en el departamento de Santa Ana; los mayas pocomames vivían al lado de los pipiles en las poblaciones de Chalchuapa, Atiquizaya y Ahuachapán; los incas habitaron en el pueblo de Mopicalco (pueblo extinto ubicado cerca de la frontera con Guatemala); los kakawiras o cacaoperas 47
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vivían en dos enclaves dentro del territorio de los potones, específicamente en los departamentos de San Miguel, Morazán y La Unión; por último los chorotegas vivían en el pueblo de Nico Mongoya (pueblo extinto ubicado cerca de la frontera con Honduras). 4.1.1. Cihuatán Ubicado 5 kilómetros al norte de la ciudad de Aguilares, en San Salvador. Se considera como uno de los sitios arqueológicos con mayor territorio en El Salvador. Según las investigaciones realizadas hasta el momento, Cihuatán fue fundada por el año de 900 d.C. en el transcurso de los años que siguieron al Colapso Maya, por grupos nahua nativos del territorio central de México o la Costa del Golfo, un fenómeno todavía enigmático que constituye uno de los temas más discutidos en la arqueología mesoamericana. Cihuatán y sus centros satélites surgen en el panorama de este desastre general, estableciéndose como una ciudad pipil definido por sus elementos culturales. La cultura material de Cihuatán (arquitectura, cerámica y otros artefactos) refleja fuertes nexos con el centro de México. Actualmente existen tres teorías sobre los pobladores de Cihuatán. La primera teoría es que la ciudad fue establecida por un grupo mexicano diferente y que su destrucción se debió a otra oleada de inmigrantes. La segunda propuesta es que eran de un grupo étnico local que experimentó fuertes cambios en su forma de vida hacia principios del siglo IX d.C. por 48
influencia “mexicana”. La tercera es que eran los antepasados de los pipiles históricos, quienes, para tiempos de la Conquista española, ocuparon esta región. Sin embargo se considera una cuarta, la cual es apoyada por el arqueólogo Paul Amaroli, que sugiere que Cihuatán se formó con grupos migrantes de la zona central y sur de México tras la caída de las ciudades Mayas, en la búsqueda de territorios para dominar. Podemos referirnos a la cultura de Cihuatán como “Guazapa” (nombre dado por los arqueólogos a la cultura, o fase, representada en el sitio). Se ha descubierto otro gran asentamiento “Guazapa” que fue establecido en la misma región, y hay una docena de centros menores conocidos en diferentes partes del centro y occidente del país (Las Marías, Santa María, Mucuyo, Monte Redondo, La Esmeralda, etc.). Durante las diferentes excavaciones en el sitio arqueológico se han encontrado varias efigies de cerámica en forma de biznagas5, las cuales eran usadas según la tradición plasmada en las representaciones de la Tira de la Peregrinación6, como una base para colocar a los indígenas que serían sacrificados. Aunque según la ubicación de estas efigies sugieren que fueron elementos arquitectónicos en importantes estructuras, como los oratorios; el hallazgo de estos objetos revela un vínculo impalpable entre Cihuatán y la tierra chichimeca.
Biznagas# Hace referencia a diferentes especies vegetales cactáceas, entre ellas la echinocactus. Caracterizadas por su cuerpo esférico, con espinas y costillas verticales bien definidas; es endémico del norte de México. Tira de la Peregrinación# También llamado “Códice Boturini” o “Tira del Museo” es uno de los documentos antiguos más conocidos de la cultura náhuatl, que justifica el asentamiento de los mexicas en el Valle de México, con gran elegancia recupera creencias originarias y ancestrales. Recibe el nombre de Tira por su formato alargado y doblado en forma de biombo que marca 21 páginas y media de tamaños desiguales; y de la Peregrinación por su temática acerca del arduo recorrido de los grupos nahuas-chichimecas desde su tierra de origen. Se presume que puede ser una copia de un documento prehispánico original. En las 21 láminas se cuenta la historia desde que los mexicas salieron de Aztlán (Tierra de la blancura o Lugar de las garzas) hasta que llegaron al valle de México, donde fundaron su ciudad capital Tenochtitlan. Ya que el documento perteneció originalmente a la colección del italiano Lorenzo Boturini Benaducci (1702-1751), la “pintura” adquirió el nombre de “Códice Boturini”.
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Otro decorado utilizado en importantes estructuras, en este caso los palacios, eran la almena. Es un elemento arquitectónico típico de la arquitectura militar medieval. Consistían en salientes verticales y rectangulares o con formas geométricas complejas, dispuestas a intervalos regulares en lo alto de los palacios. Están eran elaboradas con arcilla y cubiertas de estuco. Simbolizaban estatus de los gobernantes y de las elites nahuas del posclásico. En Cihuatán se encontraron almenas en un palacio de gran tamaño, lo que significa que seguramente perteneció a una elite. La ciudad de Cihuatán terminó con fuego y quema general, según las investigaciones en los templos y casas, donde se han encontrado escombros quemados que cayeron sobre el contenido de las estructuras. Además se han descubierto puntas de flecha y lanza entre los escombros, lo que indican una posible lucha. Fechas de radiocarbono apuntan que esto ocurrió por el año de 1100 d.C. Por el momento se desconoce certeramente cual fue el fin de Cihuatán. Las investigaciones futuras podrán resolver ésta y otras incógnitas sobre el sitio arqueológico. Por el momento se conocen dos versiones: La primera dice que Cihuatán era una ciudad poderosa y próspera. Pero un día en el siglo X d.C., no más que un siglo después de su fundación, se destruyó la ciudad totalmente. Especulando que la tragedia ocurrió durante los meses secos
(probablemente en enero o febrero) cuando las milpas y los cerros se encuentran cubiertas con vegetación seca y cuando son comunes los vientos fuertes. Se quemó totalmente la ciudad con tan rapidez que la gente dejó todas sus posesiones en los pisos de sus casas y patios. La segunda teoría supone que Cihuatán fue destruido posiblemente por otras civilizaciones a causa de una invasión ya que en los fragmentos encontrados en el 2013 se puede analizar que fueron quebradas intencionalmente, posiblemente por golpes o macanazos, es decir no se quebraron limpiamente, los regaron, y se excavó un hoyo de 2 metros de profundidad para enterrarlos, con la muy evidente intención de destruir todo rastro. En las mismas excavaciones del 2013 también se han encontrado los fragmentos de dos incensarios que al igual que las esculturas felinas habían sido destruidos a propósito lo cual evidencia, para Paul Amaroli, los últimos días de Cihuatán, en sus palabras: “destruyeron lo que era importante para los antiguos cihuatecos”. En conclusión es difícil definir en concreto cual fue el motivo principal de la caída de Cihuatán, con solos fragmentos que no dejan más que sacar conclusiones por los últimos hallazgos que se han obtenido. Se desconocen quiénes eran los invasores, solamente es evidente que tuvieron un gran éxito. Cihuatán se abandonó y la selva regresó para tragar los restos de la ciudad. No se ha encontrado 49
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evidencia de que alguna vez se volvió a ocupar la ciudad destruida. Para tiempos de la Conquista, Cihuatán ya llevaba unos cuatro siglos de abandono. 4.1.2.
Las Marias
El sitio Las Marías, situado en el valle de Zapotitlán, el cual posee entre unos 120 Hectáreas equivalentes a unas 170 manzanas en el lugar, Las Marías se considera como una parte primordial de lo que conocemos como Cihuatán. Según diversos estudios El lugar fue descubierto en 1978 por Manuel López, el cual se encontraba en esos momentos como empleado del Museo Nacional de El Salvador. Donde el descubre la pirámide principal que se encontraba cubierto por diversas plantas en ese entonces. En los años 70’s y 80´s el lugar fue quemado por el ejército, para poder descubrir donde la guerrilla se escondía o que puntos estratégicos ellos habían tomado, donde al final esto ocasiono que se revelara unos de los principales sitios arqueológicos conocidos en El Salvador. El sitio principal (Las Marías) se encuentra ubicado en una terraza que pasa encima de la llanura encontrada principalmente en el Río Sucio; que cubre la terraza. El sitio se compone de una serie de partes básicamente rectangulares de paredes o plataformas bajas con una mayor pirámide en una posición central. Ubicándonos al norte de la pirámide encontramos un juego de pelota. Lo que caracteriza o posee Las Marías es una larga avenida que conduce desde el lado oeste de la plaza 50
principal a lo largo del borde de la terraza a la zona residencial. Estas Los diversas formas de construir las superficies en las Marías indican que es perteneciente a Guazapa.los diferentes artefactos son unos sapos encontrados con materiales de cerámica, del mismo modo incensarios y los pies de las estatuas de pies felinas incluyendo ollas que se encontraron en el sitio y todo el territorio de las marías incluyendo como una parte a Cihuatán. Los materiales de superficie indican claramente que Las Marías es un sitio de la Fase Guazapa. El artefacto más notable se encontró que hay una serie de sapos de cerámica, incensarios Tlaloc, los pies de las estatuas felinas, y grandes ollas se han encontrado en el sitio incluyendo que las Marías poseen características que se unen o que están atadas estrechamente a Cihuatán y otros sitios de la Fase Guazapa. 4.1.3. Carranza La nueva escultura de Xipe Tótec fue encontrada en el sitio arqueológico Carranza, el cual está a aproximadamente un kilómetro al sur del sitio arqueológico Cihuatán. Carranza es uno de varios sitios identificados por el Proyecto Cihuatán – Las Marías en el reconocimiento que se efectúa alrededor de Cihuatán. Este proyecto es de la Fundación Nacional de Arqueología de El Salvador (FUNDAR), y se realiza en cooperación con el Consejo Nacional para la Cultura y el Arte (CONCULTURA) y la Universidad Estatal de San Francisco, California.
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El sitio arqueológico Carranza está en la amplia planicie del río Acelhuate y ha sido muy dañado por el cultivo de caña de azúcar. Hay evidencia de varias plataformas que han sido casi arrasadas. Dos estructuras persistían como montículos pequeños de poco menos de 1 m de altura y alrededor de 15 m en diámetro, y fueron designadas como las Estructuras 1 y 2. En la primera visita al sitio en julio, 2001, el Dr. Rodrigo Brito (Presidente de FUNDAR) identificó varios tiestos de una escultura de Xipe Tótec sobre la Estructura 1. Otros materiales, incluyendo Plomizo Tohil, sugerían un fechamiento al Posclásico Temprano. A raíz de la identificación de restos de una escultura de Xipe Tótec, FUNDAR planificó una excavación de rescate en la Estructura 1 para después de la zafra y antes de la próxima temporada de cultivo, ya que este sector de cañal pronto será subsueleado. La planificación contó con la colaboración de la Arq. María Isaura Aráuz y el Lic. Roberto Gallardo, ambos de CONCULTURA y el Sr. Antonio Peña Pinto, el propietario del sitio quien muy generosamente concedió acceso para reconocimiento y excavación. En la primera visita breve al sitio Carranza el día 12 de julio, 2001, cuando el lugar estaba parcialmente cubierto por caña, el Dr. Brito encontró un tiesto sobre una de las dos plataformas, el cual tentativamente identificó como de una estatua grande del dios Xipe Tótec, “Nuestro Señor el Desollado”. Con mayor revisión ese día se encontraron dos tiestos similares. El primero de febrero, 2002, después de la zafra, se realizó
otra visita y gracias a las condiciones despejadas pudimos localizar cinco tiestos adicionales del mismo tipo, siempre encima de la misma plataforma (ahora denominada como la Estructura 1). Se procedió a una revisión de la literatura sobre esculturas de Xipe Tótec, y se determinó que estos tiestos efectivamente eran de por lo menos una estatua grande de Xipe. Los tiestos de cerámica Plomiza Tohil y Policromo Nicoya planteaban que el sitio databa al Postclásico Temprano. La identificación de una estatua de Xipe Tótec es un hallazgo significativo. Hay seis esculturas cerámicas de Xipe Tótec que se atribuyen al territorio salvadoreño, pero todas fueron encontradas por saqueadores y por lo tanto carecen de datos arqueológicos. El sitio Carranza presentaba la oportunidad no solo de recuperar parte importante de otra estatua de este dios, sino también de documentar por primera vez su contexto arqueológico y fecharlo. 4.1.4.
Nuevo Tazumal
La ciudad de Chalchuapa está ubicada en el departamento de Santa Ana. Dentro de esta región se encuentra un conjunto de ruinas llamadas Tazumal, un sitio histórico de cuando El Salvador aún se llamaba el territorio de “Cuscatlán”. Era la capital pipil de un cacicazgo complejo que tenía bajo su control varios asentamientos, en su mayoría ubicados en el occidente del actual territorio salvadoreño. Aunque hasta la fecha no se ha presentado evidencia contundente, es muy posible que Cuscatlán está ubicado donde actualmente se encuentra la ciudad de antiguo Cuscatlán. 51
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La evidencia arqueológica ha confirmado que este lugar fue ocupado por las primeras migraciones pipiles durante el periodo posclásico temprano en los años (900-1,250) El estilo constructivo de tablero-talud, la escultura cerámica de Xipe Totec, el juego de pelota en forma de I mayúscula y los Chacmool que se han encontrado, así como la presencia de obsidiana verde procedente del centro de México y cerámicas asociadas al comercio, son indicadores de una fuerte influencia nahua. Todos estos pueblos entregaban tributo como impuestos a los gobernantes que radicaban en esta capital.
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ceniza volcánica, y por una serie de monumentos del Preclásico Tardío quebrados y mutilados a consecuencia de este desastre, es lógico suponer un desplome agrícola grande y una serie de migraciones como consecuencia de esta lluvia de cenizas; puede que estos eventos causaron la desaparición de la población (XILE), quedando el valle dramáticamente despoblado. Puede ser que en Chalchuapa se obtengan los indicios del por qué la declinación de los mayas en las tierras altas, por la erupción de Ilopango. 4.1.5.
Loma China
Los últimos siglos de la población de Tazumal fueron los más productivos, ya que la mayor parte de las estructuras y edificaciones que se encuentran hoy en Tazumal provienen de este periodo. El último indicio de vida en esta región es del 1200 d.C., sin embargo, gracias al esmero de los arqueólogos y a pesar de los 800 años que nos separan de ellos, hoy en día es posible seguir el rastro e imaginar cómo vivían los antiguos pobladores que hicieron de Tazumal el maravilloso y mítico lugar que es.
En Oriente, los sitios tipo Conjuntos Arquitectónicos mejor conocidos son Quelepa y Los Llanitos. Especialmente Quelepa es representativo de una ciudad que contiene grandes plataformas escalonadas, plazas, juego de pelota y otras estructuras cívicas. Además de estos sitios, se actualizaron 10 sitios adicionales que corresponden a esta clasificación. Estos sitios son: Asanyamba, Loma China, El Astillero, El Jocotal, El Tejal, El Espinal y San Idelfonso.
El Período Preclásico (0-200 d.C.), en el cual la evidencia del desarrollo cultural en Chalchuapa termina a causa de un desastre natural masivo, que resultó de una erupción volcánica en Ilopango, volcán (hoy lago) que está situado a unos 95 Kms., al Este. Esta erupción o una serie de erupciones cubrieron la superficie de la unidad y su valle de sostenimiento. Dicho evento se puede observar en la evidencia cronológica de Casa Blanca y El Tazumal, por las actividades constructivas y ceremoniales interrumpidas por la capa de
El sitio Loma China se encuentra actualmente inundado por el embalse de la presa San Lorenzo. De acuerdo al Registro Nacional, el sitio estuvo conformado por 4 montículos. Previo a la inundación del sitio se llevó a cabo un rescate arqueológico, que logró recuperar materiales culturales, así como realizar un levantamiento arquitectónico del mismo. Además de su interesante arquitectura designada, por el arqueólogo Paul Amaroli, como urbanista durante la excavación del sitio se encontraron importantes artefactos
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cerámicos, que demuestran una importante colección de marcadores del Posclásico Temprano en El Salvador incluyendo: Vasijas Tohil Plomizo, Nicoya Policromo y tres discos que incluye un delicado trabajo con pirita y turquesa, que denota a un guerrero con escudo y lanza que han sido asociados a un origen del Centro de México que demuestra la influencia foránea en El Salvador. En Loma China se encontró varios entierros que habían sido colocados en una plataforma pequeña, asociados con ofrendas de navajas prismáticas de obsidiana verde y un total de 9 vasijas “Nicoya”, cinco de Plomiza Tohil y una de Anaranjado fino Silho. El entierro central (los demás individuos posiblemente habían sido sacrificados como ofrendas) estaba acompañado por tres mosaicos formados de P, turquesa, jade y concha, y Por lo menos dos de ellos mostraban el motivo de un guerrero tolteca (con los característicos casco, escudo, chaqueta y sandalias) quien sostenía un escudo en una mano-. Mientras que la otra alcanzaba hacia una serpiente emplumada que volaba arriba. Estos extraordinarios artefactos debían de haber sido fabricados en algún centro tolteca (es decir, un centro contemporáneo y relacionado). Sería razonable proponer que servían como insignias para su dueño (presumiblemente el individuo que acompañaban), quizás para advertir una relación especial con la esfera de influencia tolteca. Centenares de placas muy pequeñas de turquesa también se hallaron asociadas con el entierro
principal, y estaban esparcidas en la región de su cráneo. Pueden haber sido parte de una máscara mosaico que cubría su cara. La única fuente de obsidiana verde conocida en Mesoamérica está ubicada en Pachuca, dentro de México central. La producción y exportación de obsidiana de Pachuca parecen haber sido controladas por los toltecas en el períbolo bajo discusión. Los sitios de Chalchuapa y Loma china disponían de una abundancia de obsidiana procedente de fuentes mucho más cercanas (especialmente Ixtepeque, en la jurisdicción de Asunción Mita, Guatemala), y sería difícil explicar la importación de obsidiana desde una fuente tan lejana como Pachuca puramente para finalidades utilitarias. Se puede especular que la función de la obsidiana verde de Pachuca, cuya apariencia hubiera sido muy llamativa entre gente acostumbrada a ver las obsidianas grises y negras locales, para para simbolizar un fuerte vínculo entre sus poseedores y México central. La evidencia de relaciones entre los dos sitios y México central no es unilateral “ Excavaciones en el sitio de la antigua capital tolteca de Tula (o Tollan) revelaron cantidades sorprendentes de cerámica Plomiza Tohil, y de la misma variedad de Policromo Nicoya encontrada en Chalchuapa, Loma China y otras procedencias salvadoreñas. La identificación del Polícromo Nicoya conocida en Nicaragua y Costa Rica, ha sido negada 53
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recientemente; los ejemplos que ilustran estos autores son idénticos a los especímenes completos de Loma China.
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5. DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA En este sentido, la ocupación completa del espacio físico europeo y la extraversión a otros continentes sería la verdadera fecha que serviría de bisagra. La transición se operaría así durante la época de los descubrimientos y frente a 1453 sería más oportuno adoptar la fecha de 1492, que señala el protagonismo de Europa en un hecho trascendental de la historia de la humanidad: la apertura de la comunicación entre los cinco continentes, el surgimiento de un solo mundo, la aparición de una verdadera historia universal. El más conocido y más influyente de todos los viajeros medievales fue sin duda el veneciano Marco Polo. Incorporado a la segunda expedición comercial emprendida por su padre Niccolò y por su tío Maffeo (mercaderes venecianos instalados en Constantinopla que entre 1260 y 1269 habían seguido la ruta de caravanas de Asia central llegando a Pekín), Marco Polo no solo anduvo durante veinte años por las rutas del mundo dominado por los mongoles (entre 1271 y 1291), sino que permaneció durante mucho de este tiempo en la propia corte de Kubilai Khan en Cambalic (la actual Pekín, donde se había trasladado la capitalidad desde Karakórum), antes de emprender el regreso y alcanzar Venecia en 1296.
Figura 1: Representación del asedio a Constantinopla.
5.1. Contexto La caída de Constantinopla en poder de los turcos otomanos ha sido una de las fechas tradicionalmente manejadas para poner fin a la Edad Media. Sin embargo, también se ha considerado la importancia del papel jugado por la expansión de Europa fuera de sus fronteras como una mayoría de edad que realmente señala el comienzo de los tiempos modernos.
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Su experiencia no solo fue importante por sí misma, sino sobre todo porque la dejó reflejada por escrito, dictando el relato de sus aventuras a su compañero de celda en las cárceles genovesas, Rustichello de Pisa, y permitiendo así que el texto en francés, el “Livre des merveilles du monde” (también conocido como Il mi-lione), fuera rápidamente difundido por toda Europa y contribuyera a divulgar la imagen del fabuloso y lejano país de Catay (la China del norte para los mongoles) entre sus coetáneos y entre muchas generaciones posteriores, convirtiéndose en un incentivo para futuros exploradores de otros mundos. La primera expansión europea fuera de sus fronteras fue en buena medida el fruto de una expansión interna anterior en el tiempo. En efecto, a partir de los años centrales del siglo XV todos los indicadores coinciden en señalar, especialmente para la Europa occidental, el comienzo de un proceso de crecimiento que se mantendrá constante a lo largo de más de una centuria, el
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primer esbozo de una coyuntura favorable. El impulso provendría, en primer lugar, del aumento de la población, que olvidadas las terribles consecuencias de la peste negra y cerrado un periodo de guerras interminables, como la de los Cien Años entre Francia e Inglaterra (1337-1453), volvería a ocupar los territorios abandonados en lo más profundo de la crisis y a protagonizar un vigoroso salto adelante que reconstruiría el tejido constituido por la sucesión de los numerosos núcleos rurales y jalonado por la presencia de unas ciudades que también aumentan sus efectivos a la par que multiplican y diversifican sus funciones como dispensadoras de servicios económicos, políticos, administrativos o culturales. El crecimiento de la economía empieza en el campo, donde se produce un proceso de recuperación de la superficie cultivada, un proceso de reconquista del suelo para una agricultura que garantiza la subsistencia de la población. La abundancia de las cosechas potencia el sector industrial, especialmente la manufactura textil, pero también toda otra serie de artesanías tradicionales, desde el vidrio al cuero, desde el papel a la cerámica, hasta llegar a la metalurgia: del hierro y del cobre o también del oro y la plata. Los intercambios conocen un progreso extraordinario, que estimulan las innovaciones en el sector de los transportes y de los instrumentos mercantiles (seguros, compañías, contabilidad, corresponsalías) y financieros (letras de cambio, instituciones bancarias), así como potencian nuevas rutas, como la que intercambia lana contra tejidos en el Atlántico o lana contra productos orientales en el Mediterráneo o la que atraviesa el Sund para verter trigo en los mercados de la Europa occidental. Finalmente, este auge del tráfico mercantil exige para evitar su estrangulamiento la multiplicación de los medios de pagos, fomentando la minería de la plata, con la puesta en explotación de nuevos yacimientos en el Tirol, en Bohemia, en Sajonia. Yacimientos que no bastan, haciendo preciso el drenaje del oro africano, así como la búsqueda de nuevas fuentes de metal precioso. De este modo, la expansión interior crea las necesidades que exigen la expansión exterior.
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5.2. Viajes Todo lo relativo a las gestiones de Colón en España está plagado de dudas y contradicciones, siendo muy difícil adquirir algunas nociones fidedignas al respecto, pero se dice que con el fin de proteger la propiedad de las tierras de Colón, los reyes de Castilla y Aragón pidieron al papa Alejandro VI que les concediera como españoles los territorios ubicados al otro lado del océano. Portugal haría lo mismo con las tierras descubiertas y, especialmente, con las rutas que había abierto para el comercio con Oriente bordeando África. De tres pequeñas carabelas se componía la armada: la “Santa María”, que venía dragoneando de “buque insignia”; la “Pinta”, que traía por capitán a Martín Alonso Pinzón y por piloto a su hermano Francisco Martín, y la “Niña”, mandada por Vicente Yáñez, trayendo por maestre a Juan Niño, dueño de la nave. El barco almirante (la Santa María) apenas era de 26 metros de largo y de tres palos con cinco velas; la Pinta medía 20 metros y la Niña 17. La tripulación total ascendía según algunos historiadores a 120 hombres entre civiles y marineros; mas otros la reducen a 90 individuos. Al cabo de setenta días de viaje (pero no de navegación, pues en Canarias demoraron alrededor de un mes reparando averías) y después de miles de incidentes, la noche del 11 de octubre, Colón mismo descubrió una lumbre en las costas de una isla. Cuatro horas después, alrededor de las dos de la mañana del viernes 12, un marinero de la Pinta, llamado por Rodrigo Sánchez de Triana, dio el 58
grito de “tierra”, y disparó un cañonazo, que era la señal convenida. Ésta última es la fecha que generalmente se asigna al descubrimiento del Nuevo Mundo: 12 de octubre del año 1492 de la era cristiana, según el calendario juliano, a la razón en uso, la cual fecha corresponde al día 21, retrotrayendo el calendario gregoriano que fue establecido noventa años después. La tierra descubierta y en que desembarcaron el día 12, pertenecía a una de las Bahamas, denominada Guanahani por los indígenas y bautizada por Colón con el nombre de San Salvador. En el primer viaje descubrió Colón la isla de Cuba, a la que llamó Fernandina; la de Haití (Santo Domingo), a la que denominó Isabela o La Española, y otras de menor importancia. Colón creyó (y lo que es peor, jamás salió de ese error) que las tierras que había descubierto eran las regiones de la India. El almirantes fue bien recibido por los indios de las islas en que tocó, más bien pronto él y sus secuaces preludiaron la conquista con actos de injustificable dureza. Después de haber perdido la Santa María en las costas de Haití y de haber estado separado un instante de la Pinta, entró Colón en el puerto de Palos, con las dos naves que le quedaban, el 15 de marzo de 1493. La Corte y el público en general le hicieron en Barcelona un fastuoso y entusiasta recibimiento. El 25 de septiembre de 1493, emprendió Colón un segundo viaje, trayendo 17 navíos y como 1,500
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personas a bordo de ellos, entre los cuales figuraba su hermano Diego, Alonso de Hojeda, Juan Ponce de León y Juan de la Costa. La travesía no duró más de tres semanas a partir de Canarias.
puerto de Cádiz. Se detuvo por dos semanas en las islas Canarias para abastecerse. Cruzó el Océano Occidental (Atlántico) arribando la isla caribeña de Martinica el 15 de Junio.
Durante este viaje reconoció Colón varias de las pequeñas Antillas (Dominicana, Mari galante, Guadalupe) y Puerto Rico; exploró la costa sur de Cuba; más en ninguna parte encontró oro en abundancia. Tras varias expediciones y trabajos, regresó a Cádiz el 11 de junio de 1495. Como fueron poco halagüeños los resultados positivos de los viajes anteriores, se enfrió un poco el entusiasmo, no se dieron a Colón más que seis navíos para su tercer viaje, que lo emprendió en mayo de 1498. La ruta que siguió esta vez es poco conocida.
Ante la necesidad de cambiar una de las naves, Colón se dirige a la Española, isla donde tenía prohibida la entrada. Una tormenta se avecinaba pero el comendador Ovando no autoriza el desembarco ni entiende la advertencia que le enviaría el Almirante sobre la inminencia de la tempestad. Antes bien, despachaba una flota de 28 barcos cargados de oro, con destino a España, la cual es hundida por la furia de tormenta ya convertida en huracán. En ella aparece la mayor parte de la tripulación incluyendo el ex gobernador Francisco de Bobadilla acérrimo enemigo de Colón.
La misión de Cristóbal Colón, en 1502 a diferencia de los viajes y descubrimientos anteriores tenía como propósito tocar tierra firme y buscar un pasaje marino, el estrecho dudoso, llamado así por los historiadores, le permitía seguir adelante para alcanzar las codiciadas Islas de la Especiería, llegar a China y pasar a la India tal como lo había hecho dos siglos antes el veneciano Marco Polo cuando regresó a Europa siguiendo otro rumbo. Para este entonces Colon ignoraba la existencia de un nuevo continente que se interponía entre el occidente de Europa y el oriente de Asia y que el océano de Asia no pasaba por las playas por las que en los viajes anteriores había pasado. El 11 de Mayo de 1502 la flotilla compuesta de cuatro carabelas: Capitana, Santiago de palos, Gallega y Vizcaína, con 150tripulantes, salió del
Las carabelas de Colón lograron refugiarse en la costa del sur de Santo Domingo, de donde partieron rumbo al oeste rumbo a Jamaica. Las corrientes empujaron a las naves más allá, hasta alcanzar los Jardines de la Reina, Archipiélago ubicado en el sur de la costa de Cuba. Desde este punto Colón decide comenzar su exploración, poniendo proa al sur oeste hasta tocar tierra firme, lo más alejado posible del golfo de Paria (Venezuela) descubierto durante su tercer viaje y de las costas de Urabá y Darién ya expedicionadas por Ojeda y Bastidas. La Travesía del mar Caribe, se inicia el 37 de Julio con corrientes y vientos favorables, de modo que al cabo de tres días las carabelas alcanzan las islas de la bahía (Honduras). Arriman a la isla Guanaja que Colón bautiza como Isla de los Pinos. 59
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6. CONQUISTA DE MESOAMÉRICA “UN NUEVO MUNDO” 6.1. Conquista de los Españoles en México “Explorando lo desconocido” (Por agregar)
6.1.2.
Primera expedición (Por agregar)
6.1.1.
6.1.2.1.
Ekab
Francisco Hernández de Córdoba
Nació en Granada, España en el Año 1475 y fallece en León, Nicaragua en 1526 es un conquistador español y la ambición de obtener poder lo llevo a su muerte. Hernández de Córdoba fundo la ciudad de Bruselas, en el golfo de Nicoya. Posteriormente, estableció Granada y León y las dotó de fortificaciones para la defensa militar, en caso de ataques por parte de los indios, y de edificios civiles y religiosos. Hernández descubrió la península de Yucatán y arribaron al Cabo Catoche, donde encontraron una ciudad maya, donde es ciudad más poblada y civilizada en América y la llamaron Gran Cairo. Por falta de agua en Yucatán se ven forzados arribar hacia Campeche, donde fueron lógicamente mal recibidos por los mayas se dirigen a Potonchán y de igual manera fueron rechazados por el cacique Moxcoboc y se libró un sangriento combate donde muere la mitad españoles donde Hernández queda herido en batalla. Regresan Alamino a la Florida, deseoso de explorar el Seno mexicano; allí sufrieron otra batalla indígena y no tuvieron más remedio que volver a Cuba, desembarcando en el puerto de Carenas, quizás en abril del mismo año. Hernández de Córdoba fallece en la Habanna a los pocos días en Sancti Spiritus. 60
Las principales poblaciones de los españoles en la Península de Yucatán fueron: • Ecab • Isla Mujeres • Cozumel • Tihosuco • Sacalaca • Sabán • Uaymax • K’an K’ab Ch’en Tituk. Ekab o Ecab (en idioma maya: ek cab, ‘negro-tierra’ ‘Tierra negra’) fue una de las jurisdicciones mayas de la península de Yucatán que ocupaba la región de la costa noreste en el Caribe mexicano en el período posclásico mesoamericano. Después de la desintegración total de la Liga de Mayapán a partir del año 1194 la península de Yucatán se fragmentó en 16 jurisdicciones independientes llamadas. La jurisdicción de Ekab, se ubicaba en la zona noreste de la península de Yucatán dentro de lo que ahora corresponde al territorio del estado de Quintana Roo, al oriente colindaba con el mar Caribe, al norte con el Golfo de México, al occidente con las jurisdicciones de Chikinchel, Tazes, Kupul y Cochuah, al sur con Uaymil. Los navegantes y comerciantes mayas desde el
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período clásico, circunnavegaban la ruta marítima desde la Laguna de Términos, hasta Honduras esta clase social de navegantes y comerciantes era considerada parte de la nobleza, pues se hacían acompañar de esclavos y mantenían informados a los gobernantes en turno. A pesar de la desaparición de los ancestros Mayas, en el siglo XVI Ekab fue numerosamente poblada una vez más. Los primeros registros de desembarcos españoles en tierras del Continente Americano fueron en Quintana Roo. Aunque los españoles llegaron a América en 1492, fue hasta 1551, por causas de una tormenta, que un grupo de ellos toco tierra en el área maya, luego de que sus embarcaciones encallaran en el Arrecife Los Alacranes. En 1511 veinte náufragos llegaron a la costa de Ecab en el norte de quinta roo, pero solo sobrevivieron fray Jerónimo de Aguilar y el marino Gonzalo Guerrero, Guerrero y Aguilar fueron los únicos sobrevivientes de un grupo de españoles que llegaron a Xcaret donde fueron capturados por los nativos. Aguilar fue recatado por los españoles, pero guerrero se quedó con los mayas, pues se había casado con la hija del cacique Nachancan, con la que procreo varios hijos. Se considera que este matrimonio dio origen al mestizaje. En 1513, Ponce de León llegó a las costas al oeste de Cabo Catoche, pero regresó a Cuba sin saber dónde había estado. El descubrimiento oficial de la Península de Yucatán (y México) es atribuido a Francisco Hernández de Córdoba, quien desembarcó en Boca Iglesia en
1517. Fue éste el sitio de Ekab, el principal poblado de la provincia de Ekab, el cual se extendía hasta el sur de Tulum. 15 nativos fueron asesinados y 15 soldados Españoles heridos. Los españoles tomaron 2 prisioneros. Cuando Cortés llegó en 1519, Aguilar se volvió su intérprete, pero Guerrero, quien se había casado con una noble de familia Maya, no quiso ser rescatado y más tarde luchó contra los españoles. Se ha comentado que Guerrero tal vez construyó algunos muros alrededor de Tulum como defensa en contra de las invasiones, sin embargo algunos historiadores han afirmado que Tulum fue un observatorio hacia el mar, con su edificio principal y espacios públicos orientados hacia el oeste. Algunas veces es conocida como la Ciudad del Sol Naciente pero es más bien la Ciudad de la Puesta del Sol. Uno de los soldados de Cortés, Bernal Díaz, escribió más tarde que la ciudad de Ekab era más populosa que Sevilla. Él dijo que los españoles la llamaban la Gran Cairo. Otros registros históricos cuentan de la existencia de bodegas llenas de ropa de fino algodón y de carretes de hilo de mejor calidad que los de Europa. Aunque las escrituras Mayas se perdieron, muchos escritos Aztecas sobrevivieron. Estos muestran una abundancia de bienes. No fue sino hasta después de la Segunda Guerra Mundial que la comida y producción de algodón Mexicano sobrepasó estos niveles. Durante los años siguientes a la Conquista la mayoría de los mayas quienes eran ya millones, 61
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murieron por enfermedades y hambruna. Después de varias expediciones, la familia Montejo derrotó a los mayas en 1541 y construyó la ciudad de Mérida. Una porción de Quintana Roo fue retenida por los mayas hasta 1545, en Bacalar, cerca de Chetumal, actualmente capital del estado. Otro grupo de mayas huyeron a Guatemala, donde fueron finalmente subyugados en el siglo XVII. 6.1.3.
Segunda expedición (Por Agregar)
6.1.4.
Tercera expedición (Por Agregar)
6.1.5.
Hernán Cortés y Pedro de Alvarado
En 1519 Hernán Cortés salió de Cuba al mando de una expedición a tierra firme. Este año señala un cambio dramático en la vida de Cortés. La expedición recorrió Cozumel, la costa de Yucatán, para seguir a la costa del golfo de México hasta llegar a Tabasco. Al llegar ahí, Cortés ya dejó ver claras sus intenciones de asentarse en el continente. En lugar de limitarse a comercializar con los indígenas, como había estipulado con Velázquez, Cortés buscó desde el principio la manera de someterlos a la corona real mediante una flexible combinación de poderío militar y diplomacia. Para llevar a cabo este proyecto se requería romper formalmente los vínculos establecidos con Velázquez, y con esa finalidad Cortés orquestó una brillante e inusual maniobra político-legal: la creación del municipio de Veracruz, mediante la cual los expedicionarios se constituían en 62
comunidad independiente sometida directamente a la corona. Éste es el principio de las llamadas Cartas de relación, largos informes oficiales dirigidos al emperador Carlos V para que éste sancionara la legalidad de la empresa conquistadora, tratando de ganar la partida contra Velázquez, quien igualmente se dirigía al monarca denunciando la rebeldía de Cortés. Cortés debía, así mismo, dar puntual descripción de las nuevas tierras y de sus habitantes, así como explicar las alianzas, guerras y demás sucesos políticos y militares de la campaña conquistadora. Las cinco relaciones fueron escritas entre 1519 y 1526, años de máxima actividad en la vida de Cortés en los cuales tiene lugar la formación de Nueva España, de la que Cortés fue nombrado primer gobernador en 1522. Mucho se ha discutido sobre la altura intelectual de Cortés. Los datos relativos a su formación en Extremadura y Salamanca son escasos y aun contradictorios. Por ellos podría fácilmente conjeturar que Cortés era hombre más inclinado a las armas que a las letras, más a la acción que a la reflexión. Las Cartas de relación, sin embargo, distan mucho de ser un mero relato circunstancial de los acontecimientos políticos y militares ocurridos durante la conquista de México. Cortés no sólo describe la realidad, sino que la analiza e interpreta en todas sus dimensiones. Al enriquecer el relato lineal de los hechos con numerosas explicaciones,
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ideas y propuestas, el discurso de Cortés se caracteriza, por la inseparable unidad con que en él se entremezclan lo narrativo y lo argumentativo. Carlos V, conocía someramente la lengua española, por lo que necesitó de un intérprete para conocer el contenido de las misivas. 6.1.6. Tlaxcaltecas La cultura Tlaxcalteca fue un pueblo indígena mesoamericano de etnia nahuatl. Los tlaxcaltecas formaron el reino de Tlaxcala ubicado en el actual estado de Tlaxcala, México. El termino Tlaxcala significaría “el lugar de las tortillas de maíz”. La cultura precolombina Tlaxcalteca se desarrolló más o menos al mismo tiempo que otros pueblos nahuas, como los mexicas que iniciaron la construcción del gran imperio azteca con su capital en Tenochtitlan. Los tlaxcaltecas eran originalmente un conglomerado de tres distintas étnicos o grupos que hablaban náhuatl, otomí y Pinome. Con el tiempo, los hablantes de náhuatl se convirtieron en el grupo étnico dominante en la cultura Tlaxcalteca. La nación tlaxcalteca se convertiría en una confederación de cuatro sub-estados llamados Tepectipac, Ocotelulco, Tizatlán y Quiahuixtlán. Los tlaxcaltecas fundaron la ciudad de Tlaxcala alrededor del año 1208 y luego comenzó a someter a los pueblos a su alrededor. Desde el siglo XIV, los tlaxcaltecas y los aztecas se encontraban en constantes guerras. Sin embargo, a pesar de que los aztecas lograron construir
el imperio más grande de Mesoamérica, nunca pudieron conquistar la región de Tlaxcala. A la llegada de los españoles en el siglo XVI, la ciudad de Tlaxcala era un enclave independiente, rodeado casi totalmente por los territorios del Imperio Azteca. Los Tlaxcaltecas se hallaban económicamente aislados. Esto y la guerra constante con los pobladores de la cultura Azteca les darían a los tlaxcaltecas razones para aliarse con los españoles. Los tlaxcaltecas nunca fueron conquistados por los aztecas. De hecho, los aztecas les permitieron mantener su independencia para que puedan participar con ellos en los rituales de guerra (las guerras floridas, cuyo objetivo era la captura de prisioneros que eran después sacrificados). Cuando Hernán Cortés y los españoles desembarcaron en la costa de Veracruz, México fueron recibidos por los habitantes de la cultura Totonaca, que eran un pueblo sometido de los aztecas, estos vieron a los españoles como una forma de liberarse del dominio de Tenochtitlan. Se aliaron con los españoles, y cuando Cortés decidió ir al hacia la capital de los aztecas, Tenochtitlan, los totonacas le ayudaron a entrar en contacto con otros pueblos sometidos que estarían dispuestos a aliarse con ellos, sobre todo con los tlaxcaltecas. Sin embargo, después de entrar en territorio tlaxcalteca, los españoles fueron recibidos por una fuerza hostil de 30.000 indios tlaxcaltecas. Los tlaxcaltecas lucharon contra los españoles y sus aliados indios en una serie de batallas, que causo enormes bajas entre los tlaxcaltecas a pesar de su superioridad numérica. 63
SALVADOREÑOS POSCLÁSICOS
La destreza y superioridad tecnológica de los españoles en la batalla impresionó al rey Tlaxcalteca Xicoténcatl Axayacatzin, que entonces no sólo permitió a los españoles pasar por su territorio, sino que también los invitó a la ciudad capital de los tlaxcaltecas, Tlaxcala. Hernán Cortés se quedó en la ciudad de Tlaxcala alrededor de 20 días y forjó una alianza con los tlaxcaltecas para invadir la ciudad capital azteca, Tenochtitlán. Los tlaxcaltecas se convirtieron en aliados de los europeos, habiendo desempeñado un papel clave en la invasión de la capital del imperio azteca, Tenochtitlan, ayudando a los españoles a llegar al valle de Anáhuac y proporcionarle un contingente militar aborigen como fuerza de invasión. A pesar del recibimiento cordial, pronto se sembró la intriga y el consiguiente asedio de la capital azteca, el ejército español junto al tlaxcalteca no pudo derrotar al ejército de Moctezuma II debido a la férrea resistencia de sus soldados. El ejército español mal herido de Hernán Cortés regreso al territorio tlaxcalteca. El rey tlaxcalteca dio el refugio español y le prometió más ayuda en la conquista de Tenochtitlan sólo bajo ciertas condiciones como la exención del tributo perpetuo de cualquier tipo, parte del botín de guerra, y el control de dos provincias limítrofes al reino de Tlaxcala. Cortés estuvo de acuerdo. El ejército conquistador español y los tlaxcaltecas regresaron a la ciudad capital azteca Tenochtitlán, en diciembre de 1520. Después de muchas batallas, incluyendo combates calle por calle en 64
Tenochtitlán, el imperio azteca cayó en agosto del año 1521. Hernán Cortés en reunión con los mensajeros Tlaxcaltecas. Su conversación es traducida por La Malinche. Debido a su alianza con la corona española durante la conquista de México, los tlaxcaltecas obtuvieron algunos privilegios que los distinguen de otros pueblos indígenas, que incluía el derecho a portar armas de fuego, el uso de caballos, los títulos nobiliarios y el auto gobierno de sus pueblos. En su mayor parte, los españoles mantuvieron su promesa a los tlaxcaltecas. A diferencia de Tenochtitlán y otras ciudades, Tlaxcala no fue destruida después de la Conquista. También permitió a muchos tlaxcaltecas conservar sus nombres indígenas. Durante 300 años de virreinato colonial de la Nueva España, los españoles en su mayoría mantuvieron las mismas condiciones hacia la cultura tlaxcalteca que prometieron en el año 1520. Una de las intervenciones culturales más importantes, sin embargo, fue la evangelización de la región de Tlaxcala. Los frailes franciscanos llegaron en el año 1524. Ellos construyeron monasterios e iglesias y renombraron la ciudad de Tlaxcala como “Nuestra Señora de la Asunción”. El primer arzobispado de la Nueva España se estableció aquí. La mayoría de las obras de evangelización se llevaron a cabo entre 1530 y 1535, la ciudad de Tlaxcala recibió su escudo de armas del rey de España. A diferencia del resto de México, el territorio de la cultura Tlaxcalteca se encontró bajo la protección
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directa de la corona española, como parte de su recompensa por su apoyo en la conquista de México. Esto protegió a los tlaxcaltecas de las peores opresiones que sufrieron otros pueblos originarios, que alcanzó su punto álgido en la década de 1530. De hecho, la lealtad tlaxcalteca a los españoles se convirtió en una sociedad duradera. Las fuerzas tlaxcaltecas se unieron a las fuerzas españolas para sofocar revueltas, como la rebelión del Mixtón y también acompañaron la conquista de lugares como Guatemala y noroeste de México. Los tlaxcaltecas fueron utilizados no sólo para combatir sino también para establecer poblaciones en los pueblos nómadas mexicanos. En el siglo XVI, los tlaxcaltecas cristianizados y sedentarios fueron reclutados para asentarse y pacificar a los chichimecas, en lo que hoy es el noreste de México. Por lo tanto, fueron trasladados a las zonas habitadas por tribus guerreras y nómadas (conocidas como chichimecas) para servir de ejemplo para los grupos indígenas locales, como grupo sedentario de súbditos modelos de la corona española, así como para trabajar en minas y haciendas. Las colonias de la cultura tlaxcalteca en la región chichimeca incluyen asentamientos en los actuales estados mexicanos de San Luis Potosí, Zacatecas, Durango, Coahuila y Nuevo León. Además de Nueva Tlaxcala de Nuestra Señora de Guadalupe de Horcasistas, hoy conocida como Guadalupe, y Santiago de las Sabinas, actualmente llamado como Sabinas Hidalgo y Jalisco (Villa de Nueva Tlaxcala de Quiahuistlán, ahora llamado Colotlán).
Más de 400 familias tlaxcaltecas se movieron hacia el norte, pero solo cuando se negoció y obtuvo concesiones especiales de los españoles. Entre ellos órdenes llamados “mandamientos de amparo” para asegurarse de que los herederos de estas familias no perdieran las tierras que estaban siendo otorgados a ellos. También incluyó la liberación de tributos, impuestos y servicio personalizado a perpetuidad. Estos colonos fueron decisivos en la pacificación de esta parte de México, y aunque estas familias con el tiempo se mezclaron con los chichimecas, nunca perdieron por completo su identidad tlaxcalteca. En 1585, cuando el territorio de Tlaxcala se estableció formalmente, más o menos tenía las mismas fronteras que el antiguo reino de Tlaxcala. La ciudad de Tlaxcala se mantuvo autogobernada hasta la Independencia de México en 1821. Después de la victoria en la Guerra de Independencia de México y el fin del Primer Imperio Mexicano, con la Constitución de 1824 de México, el 24 de noviembre de 1824, Tlaxcala fue declarado territorio federal mexicano, el territorio de Tlaxcala. El estado de Tlaxcala se divide en cinco provincias, pero disminuyo en sus dimensiones. Más tarde, el Estado fue capaz de recuperar parte de ese territorio perdido cuando la región conocida como Calpulalpan se reunió en la década de 1860. Una nota interesante es que el estado era gobernado desde 1885 hasta 1911 por Próspero Cahuantzi, uno de los pocos mexicanos de origen indígena que llego a ser gobernador. 65
SALVADOREÑOS POSCLÁSICOS
6.1.6.1. Lienzo de Tlaxcala Los tlaxcaltecas es el gentilicio del estado de Tlaxcala, México. En los siglos XIV y XV, Tlaxcala floreció como un importante señorío unido por 21 pequeñas Ciudades-Estado. Además, fue uno de los pocos pueblos que el Imperio azteca nunca pudo someter totalmente. A la llegada de los españoles, se unieron a ellos para poder derrotar al imperio Azteca, el cual mantenía en sitio constantemente a la altepetl de Tlaxcallan. Su alianza con los españoles para la toma de Tenochtitlan convirtió a los tlaxcaltecas en los principales aliados de los conquistadores, acompañándolos en la mayoría de campañas militares que llevaron a cabo para conquistar a distintos pueblos, por muy diversas regiones de Mesoamérica y Aridoamérica, gracias a lo cual siempre tuvieron buenas relaciones con la corona española. Por su buena relación con los colonos españoles, los tlaxcaltecas disfrutaron de privilegios y participaron ampliamente en el establecimiento de varias comunidades en el noreste de la Nueva España. Algunas de las misiones y pueblos que ayudaron a fundar los tlaxcaltecas en el actual territorio del Estado de Nuevo León fueron: • San Miguel de Aguayo (hoy Bustamante), • Pueblo de la Nueva Tlaxcala de Nuestra Señora de Guadalupe de Horcasitas (que previamente se llamaba Misión de Nuestra Señora de Guadalupe, y hoy es el municipio de Guadalupe) 66
• Santiago de las Sabinas (hoy Sabinas Hidalgo • San Pedro de Boca de Leones (hoy Villaldama) y muchas otras, algunas de las cuales no perduraron. Los Nahuas de Tlaxcala, emparentados un poco con los otomíes [colocar cita], han llegado a desarrollarse y mantener su organización en los pueblos de la falda occidental del volcán la Malintzin, primordialmente en las poblaciones de: • Acxotla del Monte • San Pedro Tlalcuapan • San Pedro Muñoztla • San Felipe Cuauhtenco • San Miguel Xaltipan • Guadalupe Tlachco • San Isidro Buen suceso • San Pablo del Monte • San Cosme Mazatecochco • San Bartolomé Cuahuixmatlac • San Rafael Tepatlaxco Allí existe aún la Identidad de los Nahuas de Tlaxcala, que resistieron el embiste Azteca y fueron fieles compañeros de armas de las tropas de Hernán Cortés, participando en la creación del futuro México. Los argumentos que mantienen los defensores a ultranza de la leyenda negra antiespañola está esa idea tan utilizada por los indigenistas (que no indígenas) de que los españoles, conquistadores, exploradores y colonizadores eran enemigos de los nativos americanos, nunca fueron amigos. Según ellos durante la conquista fueron enemigos
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por lo que los mataban y durante la colonización y el periodo posterior simplemente eran esclavos de los señores españoles los cuales disponían de ellos a su gusto para sojuzgarlos, torturarlos, violarlos y muchas otras injusticias inimaginables. La conquista y colonización de América por parte de los españoles habría sido imposible sin la ayuda de los nativos americanos porque a lo largo de la conquista y colonización del nuevo continente las alianzas entre nativos y españoles fueron constantes y muy habituales. Aparte de la pericia y la inteligencia del conquistador, hecho innegable, esto fue posible gracias a que detrás de esa “pandilla” de españoles había alianzas con otras naciones nativas que proporcionaban apoyo de todo tipo, entregando y disponiendo de otras decenas de miles de guerreros pero, esta vez, aliados. El mismísimo Cristóbal Colón, que llegó a las nuevas tierras allá por finales del siglo XV con la consigna clarísima de que había que entablar contacto con los nativos de forma amistosa, saludarlos, darles regalos y preguntarles por las rutas y productos existentes. Durante el primer viaje de Descubrimiento las relaciones con los nativos siempre fueron amistosas y sin mayores problemas, excepto alguna flecha lanzada desde la playa que no pasó a mayores. Las primeras peleas comenzaron cuando algunas tribus nativas, años después, vieron con preocupación que los extranjeros llegaban para quedarse y no simplemente para buscar algo,
encontrarlo y llevárselo. Como ocurrió en las islas antillanas con las rebeliones taínas, pero en la mayoría de ellas siempre había tribus aliadas con los españoles como la del cacique Guacanagarix en la isla Española y Agueybana y Caguax en la isla de San Juan (actual Puerto Rico). Poco después de la conquista de los mexicas, Pedro de Alvarado, uno de los capitanes de Cortés, partió hacia el sur a la conquista de Guatemala llevándose en su ejército tlaxcaltecas y otros mesoamericanos. Una vez en territorio guatemalteco se alió con los cakchiqueles para derrotar a los quichés, los zutuhiles y los pipiles. Y pasado un tiempo los quichés se unieron a los españoles para vencer a los cakchiqueles. El interés circunstancial estaba a la orden del día y no una supuesta lucha racial entre los nativos y los recién llegados. Igualmente, Francisco Pizarro tras capturar a Atahualpa no dio por finalizada la guerra ya que quedaron plenamente operativos los ejércitos incaicos de los generales Quizquiz y Rumiñahui, con los que tuvo que enfrentarse en Cuzco y en Quito, y a los que venció gracias a las alianzas que acordó con los pueblos chachapoyas, huancas y cañaris. Estos pueblos habían sido previamente invadidos y sometidos por los incas durante el período de expansión de su imperio. Los cañaris también se unieron a las huestes de Sebastián de Benalcázar en su conquista del reino de Quito. A pesar de no conocer el paradero de los tres posibles originales que se elaboraron en el siglo XVI, poseemos información sobre el contenido 67
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de esta importante pictografía gracias a los testimonios provenientes de varias fuentes y, muy particularmente, a las copias que se elaboraron desde época temprana. Este memorial ilustrado de los servicios de los nobles tlaxcaltecas a la corona española se inicia en la parte superior con una escena múltiple que involucra tanto a nobles nativos como autoridades españolas, ubicados alrededor de los símbolos de la refundación colonial de la “ciudad y provincia” de Tlaxcala, bajo la protección del emperador Carlos I de España, aquí simbólicamente representado por su escudo de armas con el águila bicéfala. 6.1.7. Tenochtitlán “La Ciudad Conquistada - Aztecas / Mexicas” A pesar del recibimiento cordial, pronto se sembró la intriga y el consiguiente asedio de la capital azteca, el ejército español junto al tlaxcalteca no pudo derrotar al ejército de Moctezuma II debido a la férrea resistencia de sus soldados. El ejército español mal herido de Hernán Cortés regresó al territorio tlaxcalteca. El rey tlaxcalteca dio el refugio español y le prometió más ayuda en la conquista de Tenochtitlan sólo bajo ciertas condiciones como la exención del tributo perpetuo de cualquier tipo, parte del botín de guerra, y el control de dos provincias limítrofes al reino de Tlaxcala. Cortés estuvo de acuerdo. El ejército conquistador español y los tlaxcaltecas regresaron a la ciudad capital azteca Tenochtitlán, en diciembre de 1520. Después de muchas batallas, incluyendo combates calle por calle en Tenochtitlán, el imperio azteca cayó en agosto 68
del año 1521. Hernán Cortés en reunión con los mensajeros Tlaxcaltecas. Su conversación es traducida por La Malinche. Debido a su alianza con la corona española durante la conquista de México, los tlaxcaltecas obtuvieron algunos privilegios que los distinguen de otros pueblos indígenas, que incluía el derecho a portar armas de fuego, el uso de caballos, los títulos nobiliarios y el autogobierno de sus pueblos. 6.1.7.1.
Mexicas
Llamada también cultura Azteca o Mexicas, fueron un pueblo de cultura nahuat, de la zona de Mesoamerica, que se desarrollaron desde el siglo XIV hasta el siglo XVI. La cultura Azteca creó un gran imperio con capital en la ciudad de Tenochtitlan, sobre una isla del lago de Texcoco (actualmente la ciudad de Mexico). Los aztecas hablaban la lengua nahuatl que expandieron por toda la región. Es una cultura con mucha antigüedad, la cual, tiene dos caras: una mítica y científica. El mito nos dice que los mexicas se originaron en Aztlán, una isla desde la cual partieron por designios divinos para civilizar a los cercanos. Por eso también se les llamó aztecas, o “los que vienen de Aztlán”, aunque muchos prefieran llamarlos mexicas simplemente, que quiere decir “hijos de la luna”. Este mito contado en el códice de Boturini, se forjó durante el apogeo de los mexicas y según investigadores respectivos se asocia a la idea de que la misma Tenochtitlán se forjase sobre un islote, dándole verosimilitud al lugar donde se estableció tan poderosa urbe,
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quizá para concordar con la parte mítica, que amedrentaba a los pueblos vecinos sometidos. De la legendaria Aztlán, saldrían siete grupos o calpultin, siendo el más poderoso el de los Huitznahuaque, quienes estaban guiados por su dios Huitzilopochtli, una clase sacerdotal sabia, con bultos sagrados llamados tlaquimilollis, que al parecer causaban impresión en todo aquel que lo veía por ser desconocidos o maravillosos. Todo esto resulta muy agradable al oído y en su respectivo momento, causó el efecto necesario, tanto en la población mexica como en los pueblos vasallos para mantenerlos a raya, cumpliendo estos grupos sus funciones en la sociedad y otorgando los tributos respectivos. Pero por otro lado, tenemos la versión científica. Tal parece que los mexicas inmigraron desde los terrenos áridos del norte de México buscando mejores tierras. Entre los siglos XII y XIII, los pueblos que inmigraban y buscaban nuevos asentamientos eran tantos, ya sea que estén solos o aliados, que resulta algo complicado para los arqueólogos determinar sus pasos. Uno de los grupos más fuertes, fueron los Chalco-Amaquemecan, los cuales instauraron alrededor de doce señoríos y al menos unos dieciocho grupos étnicos. Tal parece que los mexicas fueron uno de los grupos finales en llegar, sino los últimos, llegando a la zona de Chapultepec, y allí fueron expulsados. Marcharon a Tizapan y más tarde hacia Texcoco, y en dicho lago fundaron la ciudad de Tenochtitlán. Encontraron otros pueblos anteriores, que bien o no fueron hostiles o fueron sometidos. Se admite el año
1325 como fecha de fundación de esta urbe y según la mitología mexica, fue porque sus dioses le habían indicado a este pueblo que el lugar apto para erigir la urbe sería donde se halle un águila devorando a una serpiente sobre una tuna. Pero dichos lares eran pertenencia de los tepanecas, de los cuales los mexicas fueron siervos o al menos pagaron tributo un tiempo, hasta que después de haber aprendido lo suficiente, asimilado características culturales indispensables, aprendido sobre la geografía y habiéndose hecho lo suficientemente fuertes, se rebelaron contra sus dominadores. Ya sabían del modo de gobernar y hacer la guerra, por tanto esto fue lo que motivo el inicio de la construcción de un gran reino. La influencia de los Olmecas sobre la cultura de los Mexicas fue muy grande, sobretodo porque ellos vivían, en tiempos diferentes, básicamente en la misma región. Después de la hegemonía olmeca, la región sufrió varias invasiones de pueblos venidos de América del Norte. Los primeros pobladores procedentes del Norte, de la región de los Nahua (familia lingüística Nahuatl), construyeron, entre el año 500 - 600 d.c, basados en tradiciones olmecas, una gran ciudad, Teotihuacan, con gigantescas pirámides en honor al Sol, la Luna y sus dios mayor, Quetzalcóatl. En ese centro urbano desarrollaron una sociedad azteca sobre la cual, infelizmente, tenemos pocas informaciones. Los Toltecas, una de las tribus nahuas del norte, llegaron a América Central entre el año 850 - 900 D.C. y hayan sometidos a los sacerdotes de Teotihuacan, 69
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pues dieron continuidad a la construcción y manutención a la ciudad de Teotihuacan. Debido a lo gigantesco de las construcciones en la ciudad de Teotihuacan, muchos pueblos mesoamericanos consideraban que había sido construida por gigantes, antes de la llegada de los hombres a la región. Los toltecas organizaron un fuerte Estado y una rica civilizacion, que, después de disputas internas, guerras externas e invasiones, llego a su fin en el 1194 D.C. El pueblo Mexica, más conocido como azteca, es originario de la región de Aztlán (de ahí el origen de la palabra azteca), al sur de América del Sur. Ellos se establecieron en el valle de México (específicamente en las islas del lago Texcoco), junto con otros pueblos mesomericanos en el año 1168 D.C. En el año 1325, los aztecas comenzaron a construir la ciudad de Tenochtitlán, que en el siglo XV sería una de las mayores ciudades del mundo. Formación del imperio de los Mexicas (Aztecas) La formación del imperio azteca se basó en una alianza de tres grandes ciudades: Texcoco, Tlacopán y Tenochtitlán. Los aztecas extendieron su poder por toda la región de Mesoamérica. Las relaciones políticas que se establecieron entre los aztecas y las regiones que controlaban aun no son muy claras, pero podemos afirmar que no era una estructura rigurosamente centralizada, como la edificada por los Incas en Sudamérica. En la Confederación Azteca convivieron innumerables comunidades con idiomas, 70
costumbres y culturas diferentes (zapotecas, mixtecas, totonacas, etc.) La unidad entre ellas se daba en torno a aspectos religiosos y, principalmente, a través de la centralización militar de los aztecas y la contribución obligatoria de impuestos de los pueblos mesoamericanos sometidos al Imperio Azteca. Las diversas provincias de la región de Mesoamérica, además de los tributos, debían proporcionar contingentes militares y someterse a la justicia de los tribunales de la capital azteca, Tenochtitlán. La civilización Azteca alcanzo su apogeo entre los años 1440 y 1520, cuando fue internamente destruida por los conquistadores españoles liderados por Hernán Cortez, después de diversas incursiones colonizadoras, en agosto de 1521, el Imperio Azteca fue conquistado. Diversas razones llevaron a la derrota azteca y la primera es propiamente militar: la guerra, para los aztecas, tenía como objetivo la dominación política-militar, para los españoles la guerra era de conquista y exterminio. Además de eso las estrategias militares y, principalmente, el armamento bélico de los colonizadores eran más avanzados tecnológicamente. Otro motivo importante fue la proliferación entre los aztecas de varias enfermedades y epidemias traídas por los europeos (la más fuerte fue la viruela). Un factor adicional que contribuyo mucho a la derrota azteca fue la alianza establecida entre algunos pueblos de la región de Mesoamérica, descontentos con la dominación del imperio Azteca (tlaxcaltecas, totonacas, etc.), con los españoles. La intención inmediata de esos pueblos mesoamericanos era destruir la hegemonía de
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los aztecas en la región, y vieron en los españoles fuertes aliados para alcanzar ese objetivo. Sin embargo, ellos no podían predecir lo que sucedería después de la derrota azteca, como la consolidación de la colonización europea. Organización Política de los Mexicas (Aztecas) El pueblo de los mexicas, parece ser una sociedad fundada en aspectos religiosos y militares, aquellos que tenían más poder eran los SACERDOTES, seguidos de los jefes MILITARES (los nobles “pipiltin” eran parte de la elite militar y religiosa, y dentro de ellos salían elegidos los emperadores aztecas Tlatoani ), luego seguían los altos funcionarios del imperio. Los ALTOS FUNCIONARIOS administrativos y militares recibían la denominación de tecuhtli (dignatario), eran escogidos por el SOBERANO AZTECA (Tlatoani) y tenían una serie de privilegios, no pagaban impuestos y vivían en grandes residencias. Más abajo se hallaban los “calpullec” administradores, de una especie de barrios (calpulli). Inicialmente fueron elegidos por los habitantes de los barrios, pero con el tiempo empezó a ser indicado por el soberano. El comercio externo era realizado por poderosas corporaciones de COMERCIANTES, los pochtecas, que gozaban de gran prestigio en el imperio Azteca por sus actividades económicas pero también por proporcionar información al emperador azteca, tlatoani, de otros pueblos mesoamericanos. El comercio de objetos lujosos era monopolizado por ellos. Debido al rápido enriquecimiento de ese sector
de la sociedad, fueron ganando gradualmente poder y distinción. Los pochtecas vivían en sus propios barrios o calpulli, y se diferenciaban de los mercaderes comunes o tlacemananqui. La mayoría de los ARTESANOS trabajaba vinculado a algún señor (tecuhtli), y muchos se establecieron sus talleres en palacios y templos. El impuesto de los artesanos era pagado con objetos de su especialidad y no eran obligados al trabajo colectivo. La mayor parte de la población la conformaban los HOMBRES LIBRES (macehualli) con derechos a cultivar un pedazo de tierra para la sobrevivencia de su familia, sin embargo, eran obligados a pagar impuestos en mercaderías, prestar el servicio militar y trabajo colectivo (construir, conservar y limpiar carreteras, puentes y templos). Economía de los Mexicas (Aztecas) La economía de la civilización azteca se basaba justamente en el pago de tributos, en mercancías, de los pueblos de Mesoamérica sometidos a ellos. Los aztecas al no destruir las ciudades sometidas y apoyar el mantenimiento relativo del poder local obtuvieron gran recaudación de tributos. Se estima que al final del Imperio Azteca la ciudad de Tenochtitlán recibía toneladas de maíz, frijol, cacao, chile seco, centenares de litros de miel, millares de fardos de algodón, manufacturas textiles, cerámicas, armas, además de animales, aves, perfumes, papel, etc. La producción agrícola de la cultura Azteca estaba basada esencialmente en la producción de cereales, 71
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sobretodo de maíz que, en verdad, fue la base de la alimentación de las civilizaciones precolombinas. Es muy probable que esas sociedades no se hubieran desarrollado sin el maíz, pues ellos sustentaban y posibilitaban el crecimiento de su población en ese cereal. La posesión de tierras tenía una característica muy interesante: el Estado azteca era propietario de todas las tierras y las distribuía a los templos, ciudades y barrios (calpulli). En las ciudades y barrios, la explotación de las tierras tenía un carácter colectivo, todo hombre adulto tenía derecho de cultivar un pedazo de tierra para su sobrevivencia. En la fase final del imperio Azteca, esa relación fue modificándose, pues los sacerdotes y jefes militares se eximieron del trabajo en la tierra, creando una forma de diferenciación social.
Las actividades artísticas de los aztecas fueron muy influenciadas por las tradiciones olmecas y toltecas. Las esculturas en jade y las grandes construcciones son ejemplos claros de esas influencias. La arquitectura estaba vinculada a la vida religiosa, la forma más frecuentemente utilizada era la pirámide con escaleras, que culminaba con un santuario en la parte superior. Los frescos coloridos y las pinturas murales también destacaron en las artes aztecas. El escriba ostentaba el título de pintor, pues los jeroglíficos eran acompañados por una serie de cuadros cuidadosamente diseñados. La música y la poesía estaban íntimamente vinculadas. Casi siempre acompañadas por instrumentos, danzas y escenarios, las músicas tenían carácter religioso.
Religión de la civilización Azteca o Mexicas La arquitectura de los Mexicas (Aztecas) La cultura azteca o mexica es considerada como el pueblo más religioso de la región de Mesoamérica. Su religión era esencialmente astral, esto es, basada en los astros. Los aztecas adoraban a sus dioses, practicaban ritos y rendían culto en los templos sacerdotales. Uno de sus dioses más importante fue Huitzilopochtli, dios azteca de la guerra, representaba al sol. El dios Quetzalcóatl “serpiente emplumada” también era un ser divino ampliamente adorado por otros pueblos mexicanos como mayas, toltecas, chichimecas, etc. Manifestaciones culturales de los pueblos Mexicas (Aztecas) 72
El hecho de que la actual capital de México cobra, en la práctica, la antigua México-Tenochtitlan, impide que tengamos una visión completa de las estructuras arquitectónicas y, sobre todo, de la organización del espacio en los centros ceremoniales, o la relación entre estructuras templarías y las construcciones de carácter habitacional. De hecho, nuestro conocimiento de esta zona se limita a algunos sectores en los que pudieron hacerse excavaciones de carácter restringido o donde se produjeron hallazgos casuales. Así la llamada Plaza de las Tres Culturas, en el corazón de México-Tlatelolco; las excavaciones en el Templo Mayor, en el subsuelo de la Catedral Metropolitana, o en los trabajos para
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la construcción del Metro, más algunos templos aislados, como los de Tenayuca o Santa Cecilia Acatitlán, que nos proporcionan una idea de cómo fueron los templos en la zona central del valle de México. A esto debemos añadir algunos otros asentamientos, como los de Malinalco, Zempoala, Teopanzolco o Calixtlahuaca, en los que se han descubierto importantes estructuras mexicas. Los códices mexicas, como la mayoría de los códices mesoamericanos, están elaborados con un papel especial hecho de corteza de árbol: el amate. Fueron realizados por artistas de la élite llamados tlacuilos con convenciones de las distintas tradiciones pictóricas de Mesoamérica. Por ejemplo, los caminos andados están representados por pequeñas huellas de pies. Las palabras habladas están simbolizadas con una voluta. Los realizaron con tintas variadas, que permitían lograr una viva y hermosa policromía. Representaban a los dioses, hombres notables, animales o plantas y también hechos de la vida real. En esta modalidad lograron un nivel artístico muy alto y se prolongó muchos años después de la conquista. 6.1.8. Hernán Cortés nuevo emperador de México “Un nuevo líder” Hernán Cortés se quedó en la ciudad de Tlaxcala alrededor de 20 días y forjó una alianza con los tlaxcaltecas para invadir la ciudad capital azteca, Tenochtitlán. Los tlaxcaltecas se convirtieron en aliados de los europeos, habiendo desempeñado un papel clave en la invasión de la capital del imperio
azteca, Tenochtitlan, ayudando a los españoles a llegar al valle de Anahuac y proporcionarle un contingente militar aborigen como fuerza de invasión. Cuando Hernán Cortés y los españoles desembarcaron en la costa de Veracruz, México fueron recibidos por los habitantes de la cultura Totonaca, que eran un pueblo sometido de los aztecas, estos vieron a los españoles como una forma de liberarse del dominio de Tenochtitlan. Se aliaron con los españoles, y cuando Cortés decidió ir al hacia la capital de los aztecas, Tenochtitlan, los totonacas le ayudaron a entrar en contacto con otros pueblos sometidos que estarían dispuestos a aliarse con ellos, sobre todo con los tlaxcaltecas. Sin embargo, después de entrar en territorio tlaxcalteca, los españoles fueron recibidos por una fuerza hostil de 30.000 indios tlaxcaltecas. Los tlaxcaltecas lucharon contra los españoles y sus aliados indios en una serie de batallas, que causó enormes bajas entre los tlaxcaltecas a pesar de su superioridad numérica. La destreza y superioridad tecnológica de los españoles en la batalla impresionó al rey tlaxcalteca Xicohténcatl Axayacatzin, que entonces no sólo permitió a los españoles pasar por su territorio, sino que también los invitó a la ciudad capital de los tlaxcaltecas, Tlaxcala. Los españoles añadieron 6.000 guerreros Tlaxcaltecas a su ejército y emprendieron rumbo a la ciudad de Tenochtitlán, llegaron en noviembre de 1519. Fueron recibidos por el emperador azteca, Moctezuma II, quien comprendió el peligro potencial de una alianza española-tlaxcalteca. 73
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6.2.
Conquista de Guatemala
La conquista de Guatemala y El Salvador, en contraste con la región suroriental centroamericana, no presenta con función ni involucrada tal cantidad de actores; fue relativamente rápida, aunque si hubo resistencia en la zona Cachiquel hasta 1530. El contacto de Cortez con los Cakchiqueles. El conquistador había tenido noticias de las ricas tierras más allá de las fronteras bajo control azteca y quiso extender su dominio. Casi simultáneamente, hasta 1522, después de saber de la caída de los aztecas, los dos grupos mayas, en un esfuerzo por retardar o evitar los acontecimientos, mandaron representantes ante Cortez declarando ser favorable al rey español. Los delegados fueron bien recibidos por cortés, y luego regresaron a Guatemala con regalos para sus líderes. A pesar de esas negociaciones, en una carta al rey, Cortez informó que los indígenas de Guatemala hostigaban a sus aliados indios de soconusco. Los Cakchiqueles negaron esto, descargando la culpa en otros. Sin embargo, molesto por estos informes, y decidido a expandir su dominio hacia el sur, Cortez envió, por tierra a Guatemala, a su capitán pedro de Alvarado, vía la costa del pacifico. Al mismo tiempo, mando a Cristóbal de Olid, por ruta marítima, a la región de honduras; este como se recordara, lo traiciono. Alvarado no fue desleal, pero era un personaje problemático por su desmedida ambición y pación por las conquista de tierras desconocidas. Antes de iniciar la conquista de Guatemala, 74
pedro de Alvarado es tuvo en soconusco, donde tuvo en soconusco, donde tuvo comunicación con mensajeros Cakchiqueles que llegaron con “proporciones de paz”. La respuesta de Alvarado fue una propuesta de alianza con el rey cachiquel belehe Qat, quien la acepto y envió cinco mil esclavos a soconusco, cargados con “riquezas de la tierra “, por valor de 20.000 pesos. Desconocemos los motivos Cakchiqueles para enviar esta impresionante cantidad de regalos. ¿Acaso se trataba de una especie de soborno o tributo para que los intrusos los dejaran en paz, sin trastornar su mundo? ¿O es que los líderes Cakchiqueles buscaban un aliado poderoso en su continua lucha contra sus enemigos quiches? Tal vez nunca sepamos la verdad, pero es necesario que tomemos en cuenta estas y otras hipótesis. Pero si es seguro que Alvarado tuvo más interés en Guatemala después de recibir dicho botín. Impresionado por las “muestras de buena voluntad y opulencia” cachiquel, Alvarado regreso a México, a preparar su ejército para la invasión de Guatemala. Alvarado y un ejército de ciento veinte soldados de caballería, trescientos de infantería, donde se incluían ciento treinta ballesteros y arcabuceros, varias cientos de aliados mexicanos de Cholula y Tlaxcala y cuatro piezas de artillería, bastante pólvora y balas, salieron de México el 6 de diciembre de 1523. Entre los españoles venían tres hermanos de Alvarado: Jorge, Gonzalo y Gomes de Alvarado, sus primos Hernando y diego de Alvarado y su brazo derecho, don pedro Portocarrero. Este círculo de hombres de confianza, especialmente Jorge de Alvarado, desempeñaría un papel importante en las primeras dos décadas inestables del dominio
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español en Guatemala. La conquista de Guatemala se inició con la entrada de pedro de Alvarado y su ejército español – mexicano en territorio guatemalteco, en febrero de mil 1524. Llevaba ordenes de verificar las noticias sobre la existencia de: “muchas y muy ricas y extrañas tierras y de muchas y muy diferentes gestes” a su paso por las costa del pacifico no encontró casi ninguna resistencia. Después de subir con dificultades la empinada cuesta cerca de santa maría de Jesús, “tan agro q apenas podían subir los caballos”, las fuerzas españolas entraron finalmente al altiplano de Guatemala donde encontraron una aposición finalmente al altiplano de Guatemala donde encontraron una oposición tenaz. El enfrentamiento más decisivo tuvo lugar a principios de1524, cuando los invasores tuvieron que lidiar con los guerreros de la nación quiche, en la llanura donde está situada actualmente la ciudad Quezaltenango (Xelaju). Los quiches, inútilmente, había intentado forjar una alianza con los Cakchiqueles y los zutujiles para presentar una oposición unida a los españoles. La negativa de los dos antiguos enemigos significo que tuvieran que enfrentar a los invasores con un ejército formado solo por su propia gente. A pesar del rechazo de la alianza, los quiches tenían una ventaja numérica considerable, pero la combinación de tácticas astutas y un aparato militar superior de una victoria tajante a los españoles el impacto físico y psicológico que tuvo la caballería en un pueblo que nunca había visto en acción un caballo y su jinete, fue tan arrollador como la superioridad del acero y de las armas de
fuego contra el arco y la flecha. Después de una larga y sangrienta batalla, en la que dice que el propio Alvarado mato al príncipe quiche Tecun Umán en un combate cuerpo a cuerpo, los quiches se rindieron. Los quiches, luego de deponer las armas, invitaron a los españoles a su capital, en Gumarcah, supuestamente para discutir términos de la rendición. En Gumarcah, llamada Utatlán por los indígenas mexicanos y conquistadores, los quiches hicieron un último y desesperado esfuerzo por evitar la derrota. Se maquino una conspiración, en la que los españoles serian atraídos a los confines de la capital. Una vez ahí se destruirían la alcanzada artificial que formaba la principal vía de acceso a la ciudad, atrapando así a Alvarado, a sus soldados y a los tan temidos caballeros, después se quemaría la ciudad con el enemigo adentro. Al entrar en Utatlán, la cual según Alvarado “más parece casa de ladrones que no de pobladores”, los españoles presintieron una conspiración y retrocedieron rápidamente hacia un lugar seguro. Las sospechas del complot quedaron confirmadas cuando los guerreros indígenas que se habían quedado afuera reanudaron las hostilidades. Alvarado ordeno a sus soldados que no tuvieran piedad para con los quiches. El conquistador relata el acto de venganza que tomo: “determine de quemar a los señores, los cueles dijeron al tiempo que los quería quemar, como parecerá por sus confesiones, que ellos eran los que me habían mandado dar la guerra a los q la hacían”. La ciudad y sus gobernantes corrieron la misma suerte. En un estado de confusión total, la nación 75
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quiche se derrumbó. Se había cumplido, con una brutalidad legendaria, la primera fase de la conquista española. En ese momento, Alvarado dirigió su atención hacia los Cakchiqueles, pidiéndoles que vinieran para prestar ayuda a los españoles en contra de los quiches. Anteriormente los Cakchiqueles habían jurado lealtad a cortes, así, el astuto Alvarado tuvo doble motivo para llamar los: conocer sus verdaderas intenciones hacia él y “para atemorizar la tierra”. Ambas tácticas ya habían sido utilizadas en la conquista de México, con resultados favorables para los españoles. En esta ocasión los Cakchiqueles, enemigos ancestrales de los quiches, respondieron con prontitud a la convocatoria de Alvarado y enviaron dos mil guerreros ¬-Alvarado relata que enviaron cuatro mil- para ayudar a los españoles en el sometiendo del territorio quiche.
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En los alrededores de Utatlán el pueblo quiche permanecía en armas, pero en una semana el ejército reforzado de Alvarado venció a los quiches, matando y esclavizando indiscriminadamente. A las autoridades sobrevivientes que prometieron obedecer y pagar el atributo, se les perdono la vida y se les permitió regresar a sus tierras y casas en las afueras de Utatlán; Alvarado, además, nombro como gobernantes a dos hijos de los señores inmolados en el enfrentamiento. Una fuente documental quiche relata la caída de Utatlán:
1524, Alvarado partió de la región queche hacia Iximche, la capital de sus aliados Cakchiqueles, a donde llego el 12 del mismo mes. Según Alvarado, él y su gente fueron recibidos con cortesía por los reyes Cakchiqueles, pero los autores del memorial de Sololá observaron: “de verdad infundían miedo cuando llegaron. Sus caras eran extrañas. Los señores los tomaron por dioses “un día después de su arribo a iximche, Alvarado tuvo una reunión con sus aliados. “Luego pregunto Tonatiuh a los reyes que enemigos tenían. Los reyes contestaron: - dos son nuestros enemigos ¡Oh Dios! Los zutujiles; y panatacat” los primeros con su capital, cerca de los que es hoy Santiago Atitlan, en la orilla meridional del lago de Atitlan; los segundos, los pipiles, de izquintecpec o escuintla, solicitando ayuda de los Cakchiqueles y zutujiles, los primeros respondieron con el envió de dos mil guerreros, mientras que los segundos mataron a los mensajeros. Los cronistas Cakchiqueles informan que Alvarado partió de iximche, con un ejército compuesto de caballería e infantería española, justo con un grupo numeroso de guerreros Cakchiqueles; con una rapidez casi mítica: “el día 7 camey [18 de abril de 1524] fueron destruidos. El régimen colonial (15241750) los zutujiles por Tonatiuh”. Según Alvarado, los zutujiles se rindieron después de un breve enfrentamiento. El conquistador les describió como un pueblo pacífico; después de su conquista, los castellanos regresaron a iximche.
En la cuaresma el capitán Tonaría vino a hacer la guerra aquí al quiche. El pueblo fue quemado, se apoderaron del reino y del tributo. Ya no vinieron los pueblos a pagar tributo a nuestros pueblos y padres al quiche en los primeros días de abril del
Durante su estancia en icimche, Alvarado fue visitado, a finales de abril, por señores de la provincia de la costa del pacifico. Vinieron con ofertas de paz y quejas de que los de izquintepec (panatact) y otros señores les había bloqueado
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el camino, cuando se dirigía al encuentro con los castellanos. Como respuesta, y como el pretexto que eran enemigos declarados de los señores de iximche, Alvarado salió el 6 de mayo de 1524 hacia la costa del sur, con caballería e infantería española, reforzada por los aliados indígenas. Antes de llegar a izquintepec, viajaron durante tres días por tierras “despobladas” o abandonadas. Después de un ataque inesperado de las fuerzas de Alvarado, los pipiles resistieron por un tiempo y causaron algunas bajas a los agresores; retirándose prudentemente hacia el bosque tropical cercano. Frustrados por la lluvia y el denso bosque, luego españoles se concentraron con quemar las casas del pueblo y apresar a algunas mujeres que no habían logrado escapar. Alvarado mando varios mensajeros para conminar a los que huyeron a que se rindieran, para evitar una mayor destrucción de su tierra. Los izquienteecos capitularon y aceptaron ser vasallos del rey español. Durante unos días de descanso en izquintepec, Alvarado recibió a representantes de otros pueblos y provincias, quienes llegaron para manifestar sus intenciones pacíficas. En un periodo de dos meses Alvarado y sus soldados dominaban ya tres de las regiones mayas más importantes: la del quiche, la cachiquel u la zutujil, además de los pipiles de izquintepec y algunos de sus vecinos de la costa del pacifico, hacia la actual frontera con el salvador. Pero sería engañoso concluir, por lo dicho, que la conquista de Guatemala fue fácil y rápida. Aun después de estas campañas relámpago quedaron muchos territorios y pueblos por conquistar, especialmente en las regiones periféricas hacia el oriente de Guatemala.
Un caso ilustrativo sobre el carácter tardío de la conquista y dimensión de la resistencia indígena fue la campaña militar castellana en la sierra de los cuchumatanes. Brevemente, según el cronista criollo fuentes y Guzmán, entre 1525 y 1530 los españoles organizaron, en la sierra de los cuchumatanes, tres campañas dirigidas principalmente controles mames de Malacatan y Zaculec, los Ixiles de Nebaj y Chajul y el pueblo quiche de Uspantán. Estas operaciones generaron por lo menos siete batallas importantes, además de otras contiendas. Durante un enfrentamiento, entre los españoles y uspantecos, en 1529, los invasores sufrieron una tremenda derrota. Solo después de una resistencia prolongada, los indígenas de la sierra de los cuchumatanes se sometieron al dominio de los españoles. Mientras aún se libra la lucha maya-española en los cuchumatanes, los Cakchiqueles se rebelaron contra los invasores, por el tratamiento brutal de que eran objeto. Hasta hace poco el conquistador de la encomienda temprana guatemalteca (entre 1524 y finales de la década de 1540) era casi nulo. El punto de partida para la historia de la encomienda eran las tasaciones de 1548-1549, pero últimamente se ha descubierto que existente una riqueza de datos anteriores a esa fecha. Abordaremos dicho dato en forma general y, posteriormente, realizaremos un análisis más detallado de la evolución del sistema de encontraremos un análisis más detallado de la evolución del sistema de encomiendas, antes de la década de 1550, basándonos en el estudio de las encomiendas de Huehuetenango. 77
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En los estudios sobre la conquista de Guatemala, se ha destacado primordialmente el papel el papel de pedro Alvarado, ignorándose la función desempeñada por otros conquistadores y gobernantes. Últimamente, en torno a la investigación de la encomienda de primeros años, se ha señalado que si bien Alvarado fue el amo de Guatemala entre 1524 y 1541, estuvo ausente del país durante la mayor parte de ese periodo. Sin duda, como estrategia básica de pacificación, el propio Alvarado hacia las primeras concesiones de encomiendas en 1524-1525. Como se indica en el cuadro 1.1 en forma resumida. Aunque Alvarado indico el repartimiento de encomiendas, y quito y volvió a asignar un número importante de pueblos de indios a otros españoles cuando estuvo en el poder, existieron otro gobernantes, principalmente su hermano Jorge entre 1527 y 1529, que también asignaron, quitaron y reasignaron encomiendas, es decir, estos conquistadores construyeron, asimismo, a la evolución de la naciente encomienda. Pedro y Jorge Alvarado fueron los que repartieron mayor cantidad de encomiendas; pero de los dos, el segundo hizo la distribución más grande e importante de Guatemala, en 1528, conocida como el “repartimiento general”. Consistió en la concesión de encomiendas a hombres que arribaron con él, y otros que llegaron anteriormente, a quienes su hermano no había encomendado pueblos. A diferencia de los repartimientos en otras jurisdicciones, y de posteriores hechos en Guatemala, en el “general”, de 1528, existen pocos casos de conquistadores que perdieran sus antiguas 78
encomiendas, a consecuencia del nuevo reparto. De estos casos, algunos salieron camino a la provincia de Chiapas, donde Jorge de Alvarado les concedió nuevas encomiendas, mientras que otros se encontraban ausentes durante el “repartimiento general”, entre los que estaban los acompañantes de pedro de Alvarado en su viaje a España. Hubo grandes diferentes en la política de los dos hermanos. Cuando pedro de Alvarado retomo el mando en 1530, concedió nuevas encomiendas y realizo gran cantidad de cambios. Casi tan numerosos como los que su hermano. Pedro esta vez el propósito no fue fortalecer el control español en Guatemala, sino satisfacen sus necesidades financieras y la de sus hombres, antes de salir en una expedición destroza hacia el Perú, así como acomodar un nuevo grupo de hombres recién llagado a Guatemala. Como lo indica el cuadro mencionado, el mando de la colonia a Guatemala. Como lo indica el cuadro mencionado, el mando de la colonia cambio de manos diez veces entre mediados de la década de 1520 y principios de la de 1540, demostró que Guatemala no era más que punto de paso para la mayoría de los españoles que arribaban En el mapa se indica la situación geográfica aproximada de ciento tres pueblos concedidos en encomienda. Mucho de ellos más (de cuarenta), repartidos durante esas fechas, no están incluidos debido a la dificultad, su inclusión en el mapa no cambiarían mucho el patrón general de distribución de los pueblos repartidos. Casi la mitad de ellos se encontraba en el altiplano y en la boca costa, al este del lago de Atitlan o alrededor y al oeste del
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lago de Amatitlán. Había otras agrupaciones de pueblos, más reducidas en números, en la parte baja del altiplano suroriental del Guatemala y en el distrito cacaotero de Sonsonate, en lo que hoy día es El Salvador. 6.2.1. 6.2.1. Alianza Cakchiqueles con españoles Los Cakchiqueles convivieron en buena armonía con los quiches hasta mediados del siglo XV. Cooperaron en la conquista del rey Quikab; pero cuando este monarca fue destronado, como se ha dicho anteriormente, a consecuencia de una revuelta encabezada por sus propios hijos, la nación cakchiquel se estableció por separado en el territorio que se extiende desde el lago de atitlan has los volcanes de agua y de fuego y hasta las montañas del norte que los indios llamaban Nimaque, o arboles grandes, alusión los corpulentos cipreses y abetos que allí crecen. Al pie de dichas montañas corre el caudalosa Rio motagua (Nima-ya, o rio grande). Los cakchiqueles fundaron su capital en el monte Ratzamut y la llamaron Yximche, nombre del árbol conocido actualmente con el nombre de ramón. Declarada la rivalidad entre los pueblos, se sucedió una serie de guerras que duro once años, como resultados de las cuales se debilitaron los quiches y se consolido el reino cakchiquel. En 1510 el emperador Moctezuma II envió una embajada a la corte de Yximche, probablemente para comunicar a los reyes que abrigada por la presencia de los españoles en la islas de las Antillas.
El autor del Memorial refiere haber presenciado la llegada de los mensajeros mexicanos. Algunos años después los cakchiqueles, seguramente bien informados de ña fuerza y poder militar español, e impresionado por la conquista de México, buscaron la amistad de Hernán Cortes y le enviaron una embajada ofreciéndole acatar la soberanía de España. El hecho quedo consignado en la carta de Cortes al emperador Carlos V, fechada en 15 de octubre de 1524, en la cual el conquistador de México relata varios acontecimientos ocurridos hasta entonces. Refiere Cortes que regresando de la provincia de panuco, en una ciudad llamada tuzapan, encontró con dos españoles que había enviado en unión de algunos naturales de Tenuxtitlan (México) y otros de la provincia de soconusco “a unas ciudades de que muchos días había que yo tenía noticia, que se llaman ucatlan y Guatemala y esta desta provincia de soconusco otras sesenta leguas. Y agrega: “con los cuales dichos españoles vinieron hasta cien personas de los naturales de aquellas ciudades, por mandato de los señores delas, ofreciéndose por vasallos súbditos de vuestra cesárea majestad.” El hecho parece indudable, pero a juzgar por los acontecimientos ulteriores no deben tomado parte en la embajada los quiches de Utatlán, que poco después resistieron denodadamente la invasión española. Es probable que hayan sido solo los cakchiqueles de Iximque, ya desde entonces llamada Guatemala, los que ofrecieron de paz a los castellanos. Es bien sabido y el libro de Sololá lo explica 79
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claramente que los cakchiqueles continuaron e mostrando sus sentimientos amistosos hacia los españoles, hasta que las exigencias de estos y el trato duro que daban a los indios sometidos, los obligaron a levantarse en armas en la gran insurrección general que se inició el mismo año de 1524 en que dios principio la conquista los propios españoles acusaron a Alvarado por las axacciones y actos de violencia que había cometido con los indios, y ese fue el origen del proceso instruido en México en 1529 contra conquistador de Guatemala. Entre los cargos que entonces se le hicieron figura el de que había pedido a los reyes cakchiqueles que le dieran mil hojas de oro de a quince pesos cada hoja de lo cual le entregaron una parte por el temor del vieron por las crueldades que le vieron hacer e porque avía tomado la señora mujer del cacique para la traer por su manceba e porque lo tenía por hombre codicioso e cruel, se alzaron de guerra e publicaban los señores naturales que mientras el dichoso pedro de Alvarado fuera capitán no estarían en paz con los cristianos aunque muriera en la guerra. Aclarado negó tomado por la fuerza a la mujer del cacique; declaro haberse apoderado de una india vieja que llamaban Suchill porque esta sabía los secretos de la tierra que los señores se negaban a revelarle y que sea mujer le sirvió de guía para marchar a la conquista de Cuscatlán (el salvado). El memorial dice solamente acerca de este asunto que cuando tunatiuh volvió (de Cuscatlán) pidió una hija del rey cakchiquel y que los señores se la dieron.
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6.2.1.1.
Quiches
Los antiguos quichés (k’iche’s) dominaron las mismas zonas que en la actualidad ocupan sus descendientes: una región que incluye la mayor parte de los Departamentos de Quiché, Baja Verapaz, Totonicapán, Sololá y Quetzaltenango. Sin embargo, el vocablo ’quiché’ se refiere a una división lingüística y talvez cultural. Los pueblos de idioma quiché nunca formaron una sola entidad política; en el momento de la conquista española existió la confederación encabezada por los grupos de Gumarcaaj-Utatlán, Ismachí e Ilocab, que controlaba la mayor parte del territorio ocupado por los hablantes de esa lengua. Según sus propias crónicas, los antiguos quichés no pretendían ser originarios de los territorios que les pertenecían inmediatamente antes de la conquista española, ya que declaraban haber inmigrado desde lejos, y que conquistaron sus dominios en Los Altos de Guatemala, donde desalojaron o incorporaron a los grupos indígenas que allí encontraron. Sin embargo, la migración y el conflicto con grupos nativos forman parte de un complejo mítico de muchos grupos mesoamericanos. Este hecho hace necesario examinar las crónicas indígenas, las cuales constituyen la fuente más importante de nuestros datos sobre los quichés. Orígenes Carmack y varios de sus discípulos opinan que los quichés antiguos eran originarios de una región de la Costa del Golfo de México, situada poco más o menos a la altura de la desembocadura del Río Usumacinta, y que de allí emigraron a Los Altos de Guatemala, al final del Período Clásico o principios del Postclásico Temprano. Tal
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hipótesis parece basarse en la interpretación del viaje realizado por los primeros quichés, desde la legendaria Tula o Tollan, a donde fueron para recibir la investidura como líderes de su pueblo y el permiso para establecerse finalmente en Los Altos de Guatemala. En principio, aquí se estima que la pretendida emigración de los quichés, desde otra parte de Mesoamérica, debiera apoyarse en discontinuidades en la Arqueología de la región quiché, durante el final del Clásico y principios del Postclásico. Sin embargo, el arqueólogo estadounidense Kenneth Brown, de acuerdo con un reconocimiento detallado de la zona quiché central, sostiene que no se aprecian grandes cambios en el patrón de asentamiento de las poblaciones, ni en la arquitectura ni en la cerámica, sino hasta tiempos muy tardíos, por ejemplo, desde 1350 DC. Es más probable, según dicho investigador, que los quichés fueran de origen local, y que posiblemente procedían de la cuenca de Chujuyub. La premisa anterior induce a pensar que el lugar de origen y la ruta de migración, según las crónicas quichés, se subordinaron a las exigencias de la mitología y cosmología tradicionales. Es cierto que existen muchos sitios arqueológicos en la región quiché, y que varios de ellos todavía tienen los nombres que corresponden a los lugares mencionados en las crónicas. De tales sitios, sin embargo, son pocos los que han sido estudiados intensivamente por arqueólogos competentes, y en su mayoría pertenecen al período más tardío de la época prehispánica. Casi todos los sitios identificados como lugares ’visitados’ o ’fundados’
por los quichés a lo largo de sus peregrinaciones, no han sido suficientemente estudiados como para afirmar que pertenecieron a los quichés más antiguos, y que corresponden con certeza a un período determinado. El hecho de que un lugar tenga un nombre que figura en las crónicas, no prueba que ese sea un lugar en el que estuvieron, o donde fundaron un poblado, los antiguos quichés. Es muy posible que tales lugares hubieran recibido su nombre después del establecimiento de los quichés en el Altiplano de Guatemala, lo cual pudiera haber sido parte de un proceso de apropiación del territorio. La adjudicación de un nombre, por lo tanto, parece haber sido un hecho a la vez simbólico y político. Tanto la secuencia ’histórica’ de las crónicas, como el Popol Vuh, parecen reflejar la misma preocupación, por su ’legitimidad’ política, que manifestaron los grupos de lengua nahua, sucesores de los verdaderos toltecas, en el valle de México. En sus propias historias, estos grupos siempre intentaron enlazar a sus líderes con una línea de las ’familias reales’ de Tollan. Pero los nahuas, por lo menos, vivían cerca del verdadero Tollan, lo que no ocurría con los quichés y sus aliados (los cakchiqueles), que vivían muy lejos de dicho centro. Por lo tanto, no tenían derecho al poder político por la vía de la descendencia, y sólo podían esgrimir un derecho de instalación en las posiciones de mando por el ’rey’ de los toltecas, quien posteriormente habría ordenado a los quichés que buscaran sus propios territorios. Este episodio ’histórico’ no parece ser sino un esfuerzo para justificar y legitimar la dominación 81
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política que los quichés lograron después. La anterior interpretación tiene cierto apoyo en la Arqueología, ya que hasta el momento no ha sido posible identificar a los quichés con un complejo arqueológico (de arquitectura, de cerámica, o de otra clase) anterior al Postclásico Tardío. Carmack ha opinado que los quichés estaban bastante mexicanizados, es decir, muy influidos culturalmente por los grupos del centro de México. Esto lo presenta como prueba de que el origen de los quichés se localiza en la Costa del Golfo. Sin embargo, en un estudio cuidadoso de los datos arqueológicos relativos a los quichés, la arqueóloga guatemalteca Matilde Ivic de Monterroso no pudo identificar más que unas pocas características mexicanas, y éstas son de tan amplia distribución en Mesoamérica que no es posible decir que sean de origen mexicano. Es importante señalar que, aunque se aprecian semejanzas entre los quichés y los aztecas, ello no significa que un rasgo o creencia determinados se hayan originado en el territorio azteca, sino que ambos pueblos compartían aspectos comunes a muchos grupos de la antigua Mesoamérica. También es preciso notar que, hasta el presente, no se han encontrado en otras partes sitios con restos semejantes a los de los quichés de Los Altos, como tampoco se han localizado en la cuenca del Usumacinta, o en la Costa del Golfo. Otro dato en contra de la interpretación de Carmack proviene de la historia cultural de la región. No está probado que la cuenca del Río Usumacinta fuera alguna vez una vía de migración en los tiempos prehispánicos más remotos o tardíos. La 82
ruta más usada fue la Costa Sur o del Pacífico. Por allí entró Alvarado en 1524, y anteriormente lo habían hecho los pipiles, que migraron y fundaron poblaciones importantes en Escuintla y, más al oriente, en El Salvador. Los datos conocidos sugieren que la influencia olmeca también siguió la ruta del Pacífico, después de cruzar el Istmo de Tehuantepec. Si los quichés procedían de otra parte, sus restos arqueológicos más antiguos debieran buscarse quizás en la Costa Sur de Chiapas, de Guatemala o de El Salvador, y no en la Costa del Golfo de México. Es posible que la influencia mexicana se deba a la presencia de los pipiles en la Costa del Pacífico o a las relaciones de intercambio con el valle de Oaxaca, y no a un contacto directo con el centro de México. 6.2.2. Relación entre Hernán Cortez y Pedro de Alvarado De los capitanes que acompañaron a cortes en la conquista de México Alonso de Ávila. Cristóbal de Olid, diego de Ordas, gózalos de Sandoval y francisco de Montejo. Ninguno adquirió la fama, poder y riqueza de pedro de Alvarado. Apenas conquistaba Guatemala y encontrándose en México, camino a su primer viaje de España, ya se había convertido en un personaje popular, tal como indica remesal: “en lo temporal las pláticas comunes por casas, calles y plazas, eran las proezas y hazañas de capitán pedro de Alvarado”. La relación entre Alvarado y cortes comenzó en la española, a donde Alvarado había llegado en 1510 en la compañía de varios hermanos suyos. En 1511 Alvarado se enrolo en la expedición de
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diego de Velásquez para la conquista de cuba, en la que participo también cortes, obteniendo el grado de capitán y una encomienda. En 1519, al mando de la nao san Sebastián con 60 hombres, marcan a la orden de cortes, a la conquista de México. A partir de este momento, la suerte de Alvarado queda unida a la de cortes, convirtiéndose en colaborador leal y uno de sus principales capitanes, guardando “amistad y buena ley a cortes”. Cortes según testimonio de Bernal días del castillo, elogio a su capitán Alvarado ante el emperador, de quien decía que “además de ser esforzado, tenía gracia así en su persona y parecer y razonamiento para hacer gente de guerra”. Cortes y Alvarado, actuaron muy unidos vicisitudes por las que pasaron en la conquista de México, convirtiéndose el capitán Alvarado en pieza fundamental de la conquista. Las relaciones fueron buenas y no hay constancias de desavenencias entre ambos, fuera de las represiones que cortes hizo a Alvarado con motivo de robo que sus soldados hicieron en la isla de Cozumel así como la energética condena por la matanza de Tlatelolco (“y de aquellos cortes oyó, les dijo muy enojado que era muy mal hecho y gran desatino”). En 1523 decide cortes enviar Alvarado como si teniente capitán general de la conquista de los reinos de Guatemala. La razón que alegra en su carta de relación del 15 de octubre de 1524 es de que los reinos de Utatlán y Guatemala, que anteriormente habían venido a ofrecer vasallaje mediante sus caciques, de hecho lo estaban negando, por lo que envía a su capitán pedro de Alvarado al frente de una nutrida expedición, en la que se enrolo de lo
más granado de México para obtener el visaje de grado o por la fuerza. Podemos suponer que la solución que Cortés ofreció a Alvarado fue aceptada con gusto por éste, pues era el mejor camino de colmar sus ambiciones y deseos de honor, fama y riquezas, características en la personalidad de Alvarado. Los días 11 de abril y 24 de julio de 1324, Alvarado escribió desde Utatlán e Iximché, respectivamente, dos cartas de Relación a Cortés, dándole cuenta de sus conquistas en Guatemala. En este mismo año, Cristóbal de Olid toma la desgraciada decisión de rebelarse contra Cortés en la expedición que había encabezado a la conquista de las provincias de Hibueras-Honduras. Esta insurrección provocó la temeraria expedición que realizó Cortés por tierra desde México a las Ni bueras y que motivó el Asesinato de Olid en Naco, poco antes de la llegada de Cortés. La falta de noticias de la larga expedición de Cortés y el temor de que le hubiera sucedido alguna desgracia en las peligrosas y desconocidas selvas del norte de Guatemala dio pie a una entrada de Alvarado en búsqueda de Cortés, sin éxito, y a otros dos entradas de capitanes suyos con el mismo resultado. Así aparece en carta de Alvarado, escrita desde Santiago el 5 de junio de 1525, a los tenientes gobernadores de la ciudad de México y en la que alarde: “y yo estoy esperando de cada día esta ciudad de Santiago Cortés, después de tan accidentado viaje, llegó a las Hibueras en 1323 y desde allí recabó Ia ayuda de Alvarado, que no llegó a su destino 83
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al tener que salir precipitadamente Cortes de las Hibueras para atender los graves asuntos que se estaban desarrollando en México. Alvarado no deseaba 1a visita de Cortés ni encontrarse con él por temor a que pudiera condenar su duro comportamiento con los indígenas, de lo cual ya había sido informado. Cortés estaba disgustado con el proceder de Alvarado, que había. Originados levantamientos de indígenas en Guatemala. En carta a su Majestad del 3 de septiembre de 1326, escrita en Temuxtitlán (en la Xuevit España), dice que su deseo hubiera sido acudir a aquellas provincias hasta Nicaragua, “mayormente aquellas de Utatlán y Guatemala, donde siempre ha residido Pedro de Alvarado, que, después que se rebelaron por cierto mal tratamiento, jamás se han apaciguar a pesar del malestar de Cortés, no hay indicio alguno de que las relaciones de amistad entre Alvarado y Cortés se hubieran deteriorado. El 18 de diciembre de 1527, el emperador nombra a Alvarado gobernador y Capitán General de Guatemala, y el 20 de diciembre del mismo año le concede e1 ansiado título de adelantad. A partir de este momento deja Alvarado de depender de fa gobernación y capitanía general de México y de cualquier posible jurisdicción de Cortés y comienza a actuar con toda libertad. En 1527, no a causa de estos nombramientos sino por otras razones, va a dar comienzo el distanciamiento entre Cortés y Alvarado. Alvarado había hecho promesa a Cortés de casarse con su prima hermana Cecilia Vázquez, compromiso que no cumplió al contraer matrimonio con doña Francisca de la Cueva, emparentada con la poderosa casa del 84
Albuquerque y sobrina del influyente secretario del emperador, Francisco de los Cobos, de quien “fueron bien menester todas sus buenas partes y los demás intereses recibidos, que ordenaron a este fin, para trocarla Pedro de Alvarado por Cecilia Vázquez, prima de don Fernando Cortés, con quien Alvarado, por los Bienes y honras que de su primo había recibido, está concertado casarse. El avispado Alvarado no dudó en emparentar con familia tan notable como los Albuquerque y persona de tan enorme influencia como don Francisco de los Cobos, con quien mantuvo una buena y rentable amistad y cuyos buenos oficios de tanto le sirvieron en ciertos pleitos que mantuvo y en conseguir el favor del Emperador en las expediciones que organizó. Cortés, como es lógico, sintió mucho el desaire que le hizo Alvarado, quien tanto le debía; de tal manera que, estando Alvarado con su esposa en Sevilla los meses de abril y mayo de 1528 a la espera de embarcar hacia México, Cortés, quien acababa de Llegar a Sevilla desde México, como de largo “porque no dejara de haber alguna pesadumbre entre los dos, por el sentimiento que don Fernando Cortés mostró que don Pedro de Alvarado le faltase la palabra que le dio de casarse con su prima, por casarse con doña Francisca de la Cueva, que estaba allí en Sevilla para embarcarse con él”. “Tenemos noticia de un Pleito entre Alvarado y Cortés acerca de una cantidad de dinero, pero este tipo de cuestión es difícil hacer consecuencias para las relaciones de ambos, pues se trataba de asuntos bastantes habituales entre conquistadores.
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Otro de los motivos de discordia entre Cortés y Alvarado fue el referente a las codiciadas expediciones de conquista de las islas y tierras del Mar del Sur que escondían las ansiadas islas de la Especiería. Todos aquellos conquistadores que se creían con derechos pugnaban en la Corte por obtener capitulaciones favorables. Apenas conquistada y pacificada Guatemala, Alvarado ya pensaba en nuevas expediciones y en ampliar sus Conquistas por encima de los límites de su gobernación. Lo dice Itemesal que “como don Pedro era hombre de ánimo orgulloso y levantado y deseoso de cosas grandes, respondía que aquella gobernación era poco para él y que quería ir a buscar otra mayor. El 5 de agosto de 1332 capitula Pedro de Alvarado con el emperador una expedición para el descubrimiento, conquista y población de cualesquiera islas y tierras hacia el poniente del Mar del Sur que no haya sido descubierto por otros. Expresamente, Alvarado rechazó la compañía de Cortés para esta gran expedición, tal como aparece en su carta del 10 de Septiembre de 1532, escrita al emperador desde Guatemala: “me requirió el Marqués del Valle hiciese compañía con él en Tierra Firme, ofreciéndome mucho lo que con V. XI. Tenía capitulado; y como mi intención sea en lo que es servir a V. M. no tener compañero, no quise venir en su concierto, antes lo desconfié de él”. En esta misma carta Alvarado acusa a Cortés de haber instigado a la Audiencia de México para negarle la licencia para la salida de la expedición. Remesal hace eco de estos problemas para afirmar que Alvarado no sólo se niega a concertar con
Cortés, sino que desconfía de él, señal de que las relaciones entre ambos andaban bastante deterioradas, “quejándose Alvarado del marqués del Valle porque sospechó que a contemplación la Audiencia le impedía una jornada en que le parecía que tanto interesaba de honra y provecho el resultado negativo de la primera expedición del adelantado (1332- 1535), que acabó con grandes dificultades en el Perú, no fue óbice para que el 16 de abrí1 de 1538 éste -quien se encontraba en España- consiguiera nueva capitulación para el descubrimiento, conquista y población de las islas y provincias en la Mar del Sur y cuya finalidad última era llegar a las ansiadas islas de la Especiería le fue fácil a Alvarado la obtención de la expedición en exclusiva, pues había otros personajes con mérito y medios suficientes para organizarla. De estos pleitos y problemas se hacen eco dos importantes documentos de dos años 1540 y 1541. El primero hace referencia al pleito sostenido ante el fiscal del Consejo de Indias por el marqués del Valle, Nuño y Diego de Guzmán, Hernando de Soto y Alvarado sobre el descubrimiento en Nueva Galicia y en el Mar del Sur. El segundo, el más importante, es el proceso del marqués del Valle, Nuño de Guzmán y los adelantados Soto y Alvarado sobre el descubrimiento de la tierra nueva en la mar del Sur y en el que cada una de las partes alega méritos y servicios a su Majestad a su favor. ‘‘Lo que más interesa resaltar es que Alvarado pugna con Cortés para la obtención de la capitulación, con resultado positivo para el primero. En la capitulación se le otorgan a Alvarado algunos privilegios y mercedes y se le promueve el título de conde en las tierras a descubrir. 85
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Alvarado pedía que se le concediera un título “como el del marqués del Valle”, lo que es señal evidente de que sus aspiraciones eran el llegar tan lejos como Cortés, a lo que la Corona responde que “os prometemos daros un título y vasallos en la provincia de Guatemala, pero antes tenemos que ver el resultado del juicio de vuestra residencia*, la cual le había sido hecha por el juez Maldonado en 1537 y de la que fue eximido. A principios de 1540 zarpó de las costas de Guatemala una lúcida y bien pertrechada armada, con no menos de doce navíos --caso insólito en la época en que nos ocupamos- construida en Guatemala y pronto llegó al puerto de la Purificación en la provincia de Jalisco. El virrey, don Antonio De Mendoza, quedó impresionado por el poder y fortaleza de la armada de Alvarado y comenzó a negociar con el adelantado su participación en la misma, a la que se creía con derechos por haber su enviado, fray Marcos de Xiza, descubierto la legendaria región de Síbola. El 20 de noviembre de 1540 se hizo el correspondiente asiento y capitulación entre Mendoza y Alvarado. El concierto provocó un gran escándalo, tal como indica Remesal: “concertase con el Virrey para ir a Síbola con gran murmuración De todos, porque a nadie pareció bien que el Adelantado no guardase el respeto que era justo al marqués del Valle, a quien debía el ser que de estos problemas ya había hablado el obispo de Guatemala don Francisco Marroquín en carta al emperador del 20 de noviembre de 1539: “Parece ser que el Visorrey quiere tomar la empresa, el Marqués del Valle por otra parte pretende tener derecho... el 86
Adelantado Pedro de Alvarado está muy a pique de ser embarcar”. Marroquín propone que los tres tomen parte en la expedición: “el visorrey... es poderoso con el cargo y favor de V. Al marqués es rico para proveer todo lo necesario; el Adelantado tiene al presente mucha pujanza de gente y navíos y municiones, y su persona Valerosa para tener y tomar cargo de la empresa. Es de destacar el empeño de Alvarado en no asociar a su empresa a su antiguo amigo y protector Hernán Cortés. Tenemos la impresión de que por estos años las relaciones con el marqués se encontraban en un punto muy bajo. El 23 de marzo de 1541 escribe a su majestad una carta la última que poseemos del adelantado Alvarado, que cayó herido mortalmente ante el cercano peño de Nochistlán, en donde se habían hecho fuertes los sublevados indígenas cacanes. Muerto el adelantado, la expedición tan cuidadosamente preparada se deshizo en pocos días. El 10 de noviembre de 1542 salió del puerto de Juan Gallego una expedición de tres navíos, al mando de Ruy López de Villalobos, en dirección a las islas de la Especiería. Había sido organizada por el virrey Mendoza, aprovechando los restos de Alvarado. Lograron llegar al archipiélago, al que pusieron por nombre de Filipinas. También Cortés, con desigual suerte, había organizado seis expediciones de descubrimiento hacia las costas de California y las islas de la Especiería en la Mar del Sur entre los años de 1527 a 1539. No pudieron realizar sus deseos de encontrar el buscado camino de ida y vuelta a la Especiería las dos expediciones organizadas con tal fin: la de Álvaro
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Saavedra Cerón del 30 de diciembre de 1527, que aunque arribó a las islas del Maluco e intentó por todos los medios la vuelta a la Nueva España no lo pudo conseguir, y la de Hernando de Grijalva del 30 de octubre de 1533, la cual, aunque pudo volver a Acapulco, se tuvo que conformar con la modesta meta del descubrimiento de las islas de Revilla Gigedo, nunca pudo el adelantado Pedro de Alvarado cumplir el sueño que tantos empeños y sacrificios le costó de descubrir, conquistar y poblar las islas tierra firme de la mar del Sur. 6.2.3.
Lienzo de Quauhquechollan
El Lienzo de Quauhquechollan es una pintura náhuatl del siglo XVI, en la que los indígenas quauhquecholtecas dejaron plasmada su visión de la conquista española. En 1520 los habitantes de la comunidad náhuatl de Quauhquechollan se aliaron con Hernán Cortés y participaron después como co-conquistadores en las campañas militares de los españoles, a cambio de ser liberados de la opresión mexica. Se dice que falta una tercera pieza. El término lienzo se utiliza para definir un tipo de pintura en tela que utilizaban los indígenas de Mesoamérica para transmitir información. Formaba parte de un sistema que combinaba narraciones orales con imágenes pictográficas. Los símbolos estilizados eran estándares acordados y comprendidos por los habitantes de las distintas sociedades. El lienzo original se halla en el Museo Casa del Alfeñique, en Puebla, México; y la investigación sobre el contenido del mismo se debe a Florine
Asselbergs, de la Universidad de Leiden, Holanda. La misma muestra la ruta que recorrieron los quauhquecholtecas, al mando de Jorge de Alvarado, durante la conquista de los reinos que había en lo que ahora se conoce como Guatemala. Este manuscrito es el primer mapa con descripciones realistas de dicha rebelión. La ruta que recorrieron los quauhquecholtecas, al mando de Jorge de Alvarado, durante la conquista de Guatemala, puede ser revivida por medio de la historia narrada en el Lienzo de Quauhquechollan cuya restauración digital fue emprendida por la Universidad Francisco Marroquín, de Guatemala. 6.3. Conquista de El Salvador La conquista de El Salvador en su inicio es una fase, o mejor dicho, un episodio de la de Guatemala, al salir de izquintepec, rumbo al sur-este, en la dirección a la costa del pacifico, Alvarado llevo a cabo una campaña de tierra arrasada, quemando pueblos y esclavizando a la población. Entre los españoles y sus aliados indios, que formaban la gran mayoría de su fuerza, el ejército de Alvarado contaba con unos seis mil hombres en dicha campaña. Es posible que muchas poblaciones huyeran al recibir noticias de su llegada, tanto por temor, como para evitar ser forzadas a proporcionar alimentos a los invasores. Cerca de Acajutla, Alvarado y su ejército se enfrentaron con guerreros protegidos con armaduras hechas de algodón. Para aprovechar la mayor movilidad de su caballería en llano abierto, Alvarado fingió una retirada para que los guerreros pipiles lo persiguieran y no podrían buscar la protección del bosque. La treta resulto exitosa, los guerreros indígenas, con si incomoda y pesada 87
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armadura, sufrieron una desastrosa derrota. Pese a ellos. Los españoles sufrieron muchas bajas, incluyendo al mismo Alvarado, quien fue herido seriamente en una pierna. Los españoles permanecieron cinco días al noreste, al pueblo de Tacuzcalco. Al igual que en Acajutla. Los guerreros de este pueblo presentaron resistencia a los invasores. La batalla, que fue dirigida en esta ocasión por los hermanos del herido pedro de Alvarado, fue también un desastre para los de Tacuzcalco. En seguida, el ejército español llego al pueblo de miaguaclam (azacualpa), que ya había sido abandonado por los indios. De allí marcharon atenúan (ateos), lugar a donde llegaron mensajeros de los señores de Cuscatlán, la capital pipil, ofreciéndose como vasallos del rey español. Sin embargo, cuando los españoles llegaron a la capital, la mayoría parte de los habitantes la había abandonado. Alvarado se imaginó que, mientras su ejército preparaba el campamento, los indios que habían permanecido también huirían a los cerros. Como solía hacerlo el mañoso conquistador. Omitió ciertos detalles en la descripción de los hechos que hizo a cortes, los que tal vez explicarían la curiosa reacción de los hechos que hizo cortes, los que tal vez explicarían la curiosidad creación de los cuzcatlecos. Según los resultados de una sentencia, hecha a Alvarado, sobre su comportamiento durante la conquista, los caciques indígenas salieron a recibirlo en la entrada del pueblo, donde colocaron cantidades de comida. Después de estar cómodamente alojados en Cuscatlán, Alvarado mando a su soldados que apresaran a tantos indios como fuera posible, 88
incluyendo a los señores, y los herraron a todos como esclavos. Durante estas primeras irrupciones, Alvarado no encontró nada que se aproximara a las grandes cantidades de oro robadas a los aztecas, o a lo llevado por gil Gonzales y Hernández de córdoba de Nicaragua. Esta frustración, y la feroz resistencia indígena, hicieron que Alvarado adoptara una actitud aún más cruel, durante la conquista de Cuscatlán. Cuando regreso a la capital Cakchiqueles, hacia finales de julio de 1524, seguramente mantuvo el mismo comportamiento brutal, con los nativos que le habían ayudado en la conquista del occidente de El Salvador. El resultado fue la rebelión de los Cakchiqueles. La historia de la conquista española de El Salvador, especialmente la del distrito al este del rio lempa, esta aun por hacerse. Alvarado regreso a El Salvador en 1525 con otro ejército y fundo el primer asentamiento permanente español, la ciudad de san salvador. La parte occidental fue gradualmente pacificada, aunque no se venció la última resistencia armada, en la región alrededor de Jicalapa, en el altiplano de la costa del pacifico, sino hasta 1533. Después de esa incursión de soldados españoles desde honduras, en 1529 un ejército español penetro al oriente del rio lempa, tras una rebelión de los indígenas del lugar. Un buen indicador de la debilidad española, en la región oriental salvadoreña, es que no fundo el asentamiento de san miguel de la frontera sino hasta el 1520. Como lo indica el nombre, la región oriental salvadoreña
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se caracterizó como una zona fronteriza en dos sentidos: 1) se encontraba en un área de disputas entre conquistadores procedentes de México y panamá y; 2) debido a este status, el control económico-político no estaba bien definido, dejando a la población indígena con cierta libertas, pero también incertidumbre, presa de distintos intereses. La fundación de Guatemala, después de haber expulsado a los españoles de Nicaragua “con el fin de enviar que se repitieran las pretensiones de Pedrarias”. 6.3.1.
Batalla en Acajutla
El nombre Acajutla proviene del náhuatl y significa “donde abundan las cañas quemadas” o “donde brota abundantemente el carrizo”. El historiador Jorge Lardé y Larín asegura que el nombre exacto es “Acayutla”. Por su etimología, el significado sería “lugar de tortugas y matas”. La “Batalla de Acaxual”, ocurrida el 8 de junio de 1524. Lardé y Larín narra en su libro “El Salvador: Historia de sus pueblos, villas y ciudades” que el ejército español -comandado por Pedro de Alvarado- se tomó las llanuras de la costa de Acajutla. De esa batalla surge una pequeña anécdota del conquistador español. El príncipe Atonal o “sol de agua” lanzó una flecha contra Pedro de Alvarado. Por la herida, Alvarado quedó cojo para toda su vida. Esta batalla ha sido calificada como la batalla más sangrienta de la conquista. En las proximidades de Acajutla, el ejército pipil fue completamente
aniquilado bajo las manos de Pedro de Alvarado quien a su vez era comandado por Hernán Cortés quienes anteriormente habían conquistado México y Guatemala. El 8 de junio de 1524 penetró en Xochicalco el ejército español que capitaneaba don Pedro de Alvarado; el 7, ocupó sin resistencia alguna el abandonado pueblo de Acate peque; y el 8, en las llanuras de la costa, en Acajutla, contempló el numeroso ejército indígena destinado a ofrecer la primera resistencia de los pueblos yaquis o pipiles a los invasores iberos. El jefe español, en carta de 28 de julio de 1524, informó a Hernán Cortés que en las llanuras de Acaxual, “vio los campos llenos de gente de guerra en él, con sus plumas y divisas, y con armas ofensivas y defensivas, en la mitad de un llano”; pero que como había un monte próximo, en donde los soldados indígenas podían refugiarse y hacer nugatoria la acción de la caballería la más poderosa arma de la conquista-, dispuso retirarse en busca de un paraje más propicio para entablar la batalla. Esa estratégica retirada de Alvarado fue tomada por los indios como sinónimo de debilidad y miedo, pues ¿qué podían hacer 100 jinetes y 150 infantes blancos, más 5 ó 6 mil indios auxiliares, contra los millares de soldados nativos, invictos otrora en mil combates? “Fue tan grande el placer que hubieron desde que me vieron retraer -dice Alvarado a Cortés- que me vinieron siguiendo hasta llegar a las colas de los caballos y las flechas que echaban pasaban en los delanteros”. Alejados los aborígenes del monte cercano a Acaxual, el feroz Tonatiuh -que tal nombre daban los indios al jefe español dio órdenes de dar media vuelta y atacar despiadadamente al adversario. “Di vuelta 89
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sobre ellos con toda mi gente dice y rompimos por ellos, y fue tan grande el destrozo que en ellos hicimos que en poco tiempo no había ninguno de todos los que salieron vivos”. La victoria de las armas españolas, sin embargo, no fue fácil. Los defensores del suelo nativo mataron infinidad de soldados indígenas auxiliares, hirieron a un considerable número de combatientes españoles y el propio don Pedro de Alvarado recibió un flechazo en el muslo de la pierna izquierda, que se incrustó en la silla, herida que lo dejó cojo para toda la vida, teniendo que usar, para no parecerlo tanto, una suela de cuatro dedos de corcho. Refiere la leyenda que fue el príncipe Atonal o “Sol de agua”, jefe de los ejércitos de Acaxual, el que lanzó el tremendo flechazo contra don Pedro de Alvarado. Por espacio de ocho meses, hasta mediados de febrero de 1525, el jefe español estuvo en trances de muerte a causa de dicha herida. En Acajutla, curándose de las heridas sufridas, permanecieron los españoles por el término de cinco días, al cabo de los cuales partieron rumbo a Tacuzcalco. Se puede decir que esta batalla fue como una derrota de para os españoles, por las consecuencias que esta batalla trajo a Pedro de Alvarado. 6.3.2.
Llegada al Señorío de Cuscatlán
Alvarado cruza el Río Paz y se detiene en su estuario para admirar la caza de los lagartos y la pericia de los indios para ello, después de este descanso continúa el camino y llega al poblado de Mushitzalcu (Mujicalco) de donde unos emisarios fueron enviados a Paxaco con ofertas de paz; mas no había tal promesa, porque cuando a él llegaron 90
relata que no hallaron persona viva y que al encontrarlo desolado emprendió la marcha hacia adelante. Para no entrar en debates y conjeturas estériles y mejor conocimiento de esta ruta hasta llegar a Cuscatlán donde tomó asiento y acampó la invasión, copió a la letra la Carta del Adelantado don Pedro de Alvarado, a Hernán Cortés, suscrita en la Ciudad de Utatlán, Capital del Señorío Kiche de Guatemala el 11 de abril de 1524. La copia es del fragmento concerniente a lo que llamamos “La Conquista de Cuscatlán”, la cual en lo referente a nuestro dice así: “y ya que entrara por el pueblo (de Paxaco) vi que ciertos yndios estavan haziendo cuartos un perro a manera de sacrificio: y dentro en el dicho pueblo dieron una grita y vimos mucha multitud de gente de tierra y entramos por ellos rompiendo en ellos hasta que los echamos del pueblo y seguimos el alcance todo lo que se pudo seguir; y de allí me partí a otro pueblo que se dice Mopicalco y fuy muy recebido ni más ni menos que de los otros; y cuando llegué e donde no halle a nadie antes estava todo despoblado. E siguiendo mi propósito que era de calar las dichas cien leguas me partí a otro pueblo que se dice Acaxual donde bate la mar del sur en el y ya que llegava a media legua del dicho pueblo vi los campos llenos de gente de guerra del con sus plumajes y divisas y con sus armas ofensivas y defensivas en mitad de un llano que me estavan esperando ¡y llegue de ellos hasta un tiro de ballesta y allí me estuve quedo hasta que acabo de llegar mi gente / y desque la tuve junta me fuy obra de medio tiro de ballesta hasta la gente de guerra y en ellos no alio ningun movimiento nialteración a lo que yo conosci; y paresciome
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que estavan algo cerca de un monte donde se me podrían acoger I y mande que se retraxese toda mi gente que eramos ciento de cavalio y ciento y cincuenta peones y otra de cinco o seis mil indios amigos nuestros/ y assi nos ivamos retrayendo/ y yo me quedé en la rezaga haziendo retraer la gente: y fue tan grande el plazer que uvieron desque me vieron retraer que me vinieron siguiendo hasta llegar a las colas de los caballos y las flechas que se echavan pasavan en los delanteros: y todo aquesto era en un llano que para ellos ni para nosotros auía donde entropezar. Ya guando me vi retraydo un cuarto de legua donde a cada uno le auía de valer las manos y el huir di vuelta sobre ellos con toda la gente y rompimos por ellos/ y fue tan grande el destrozo que en ellos hizimos que en poco tiempo no auía ninguno de todos los que salieron vivos/ porque venían tan armados que el que ya caya en el suelo no se podía levantar y son sus armas unos cosetes de tres dedos de algodón y hasta en los pies y flechas y lanzas largas/ y en cayendo la gente de pie las matava todos. Aquí en este reencuentro me hirieron muchos españoles y ami con ellos que me dieron un flechazo que pasaron la pierna y entro la flecha por la silla/ de la cual herida quedo lisiado que me quedo la una pierna mas corta que la otra bien cuatro dedos!: y en este pueblo me fue forzado estar cinco dias por curamos, y al cabo dellos me partí para otro pueblo llamado Tacuzcalco adonde émbie por corredores del campo a don Pedro y otros compañeros los quales prendieron dos espiar que dixeron como adelante estava mucha gente de guerra del dicho pueblo y de otros sus comarcanos esperandonos: y para más certificar llegaron hasta ver la dicha gente y vieron mucha multitud della: y a la sazon llego Gonzalo de Alvarado con
cuarenta de cavallo que llevava la delantera/ por que yo venia como hecho malo de la herida: y hizo cuerpo hasta tanto que llegamos todos/ y llegados y recogida toda la gente cavalgue en un cavailo como pude por mejor y poder dar orden corno se acometiessen: y vi que avia un cuerpo de gente de guerra toda hecha una batalla de enemigos/ y embie a. Gómez de Alvarado que acometiese por la mano izquierda con veyte de caballo y Gonzalo de Alvarado por la mano derecha con treynta de cavallo; y Jorge de Alvarado rompiese con todos los demás por la gente que venia desde lexos era para espantar porque tenian todos los ma lanzas de treynta palmos todas enarboladas; y yo me puse en un cerro por ver bien como se hazla y vi que llegaron todos los españoles hasta un juego de herron de los yordios/ y que ni los yndios huyan ni los españoles acometian/ que yo estuve espantado de los yndios que assi osaron esperar. Los españoles no los avian acometido porque pensavan que un prado que se hazla en medio de los unos y de los otros era ciénaga y despues que vieron que estava teso y bueno rompieron por los yndios y desbarataronlos y fueron siguiendo el alcance por el pueblo mas de una legua y aqui se hizo muy gran matanza y castigo; y como los pueblos de adelante vieron que en campo los desbaratamos determinaron de alzarse y dexarnos los pueblos y en este pueblo holgue dos dias; y al cabo dellos me parti para un pueblo que se dite Miaguaclaw y tambien se fueron al monte como los otros. E de al me parti para otro pueblo que se ize Atehuaw: y alli me embiaron los señores de Cuxcaclan sus mensajes para que diesen la obediencia a sus majestades y a dezir que ellos querian ser sus vasallos y ser buenos; y assi la dieron a mi en su nombre; y yo les recebi pensando 91
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que no me mentirian como los otros: y llegando que llegue a esta ciudad de Cuxcaclan halle muchos yndios della que me recibieron y todo el pueblo alzado y mientras nos aposentamos no quedo hombre dellos en el pueblo que todos se fueron a las sierras. E como vi esto yo embié mis mensajes a los señores de alli a decirles que no fuessen malos y que mirassen que avían dado la obediencia. 6.3.3. Primera Capital (Señorío de Cuscatlán) El 6 de mayo de 1525 celebra sesión el cabildo de la ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala, expresándose en él Pedro de Alvarado en los términos que de este modo recoge el acta correspondiente: “que por cuanto él, en nombre de sus majestades, ha hecho elección en esta ciudad de alcaldes y regidores, entre los cuales eligió por regidor a Diego Holguín, el cual se fue de esta ciudad a vivir y permanecer en la vía de San Salvador de la cual es alcalde, que al presente no hay aquí más de un regidor. Y porque hay necesidad de proveer algunas cosas cumplideras al servicio de sus majestades, y a la buena gobernación y regimiento de esta ciudad, y al caso de no haber aquí más de un regidor no se puede tener cabildo. Por tanto, que él en el dicho nombre, el lugar de dicho Diego Holguín, elegía a nombrado por regidor de esta dicha ciudad a Francisco de Arévalo, el cual lo acepto, y el dicho Sr. Capitán recibió de él, el juramento y solemnidad que en tal caso se requería, testigos Baltasar de Mendoza y Fernando de Arévalo”. He aquí la primera alusión hasta ahora conocida que existe acerca de la villa de San Salvador, siendo 92
fuera de ella muy escaso lo que se sabe por desgracia a propósito de su establecimiento. El resto lo da el juicio de residencia que en 1529 se siguió a México al mismo Alvarado y se limita a estas preguntas de interrogatorio: Usted sabe que el dicho Pedro Alvarado pobló en las dichas provincias, una villa que se dice San Salvador y después de acá siempre ha estado poblada y en servicio de su majestad Usted sabe que estando el dicho Doc. Pedro de Alvarado en la dicha ciudad que pobló en la dicha provincia de Guatemala, partió de allí en demanda de la provincia de Cuscatlán, la cual hallo que era buena y fértil y tomo la posesión de la majestad, después devuelto a la dicha provincia hizo y pobló una villa que se dice San Salvador, la cual estaba poblada de españoles en servicio de su majestad y así mismo las provincias a ella comarcanas. Lo anterior, aunque importante, no aclara sino algunos aspectos de la cuestión dejando en la penumbra otros del máximo interés. Sabemos por los fragmentos citados que Pedro de Alvarado estando en Guatemala envío una expedición para establecer en Cuscatlán una villa que recibe el nombre de San Salvador, la cual ya existía el 6 de mayo de 1525, teniendo por alcalde o mejor dicho por uno de sus alcaldes ordinarios a Diego Holguín. Queda por averiguar a quién se confió el mando de la empresa fundadora así como los datos a esta; donde y cuando se hizo fundación exactamente por qué se dio a la nueva localidad el nombre que lleva es decir cuanto pueda aclarar lo relacionado con sus comienzos. De conformidad con deducciones sustentadas
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en firmes puntos de apoyo, puede precisarse que la expedición que se adentra en Cuscatlán probablemente al mando de un Alvarado establece la villa de San Salvador hacia la mitad del mes de abril del citado año 1525, en las proximidades del pueblo indígena de Xochitototl en un paraje que más tarde tomo el nombre de La Bermuda, dándole nombre su primer alcalde Diego Holguín, en recuerdo de San Salvador de Bayamo en la isla Fernandina de donde fue próspero vecino.
de haber dilucidado antes que nadie este este punto; pero como su obra permaneció inédita más tiempo que el propio libro de actas del cabildo de Guatemala, su eficacia no paso del escaso número de personas q pudieron consultar el manuscrito, Brasseur entre ellas. No obstante, guarda una primacía que no debe escatimársele. He aquí sus propias palabras, pertenecientes al capítulo que expresamente dedico a la fundación de san salvador:
Bien es verdad que nada de esto concuerda con la versión tradicional que la supone fundada por Diego de Alvarado, por orden de su primo Jorge, el año 1528 y teniendo el nombre de San Salvador en conmemoración de una batalla ganada a los indios el 6 de agosto de 1526 pero no es menos cierto que esta versión que pasa de Remesal y Vázquez a sus seguidores, fue sólidamente desvirtuada por Brasseur de Bourbourg, que tuvo oportunidad de manejar los documentos citados descubiertos o mejor dicho publicados mediada la última centuria. Antes que Brasseur Ximénez había reparado en el error en que se encontraban los cronistas que le precedieron y defino con harto sentimiento de su parte se vio obligado a poner de manifiesto la equivoción de Remesal, quedándole como único consuelo el hecho de que Vázquez incurriera también en ella, pues escribía no solo como historiador, sino también como polemista tratando de librar a Remesal dominico como él de los ataques de Vásquez franciscano procurando sacar a la luz los errores de éste y paliar los de aquél.
‘’...hasta entonces trataron de fundar la Ciudad que les había dado orden Pedro de Alvarado que fundasen con título de San Salvador y se fundó al año siguiente de 1525, como parece por el libro 1 de Cabildo de Guatemala, en que el 6 de mayo de dicho año dice don Pedro de Alvarado en Cabildo por que Diego Holguín, que era Regidor de la Ciudad de Guatemala, es ido a la vía de San Salvador, a donde es Alcalde que nombra en su lugar de Regidor a Francisco de Arévalo en que conocidamente padeció un error nuestro Remesal cuando dice que se fundó en el año de 1528 y lo mismo el Padre Vásquez cuando dice que el 16 de agosto del año 1526 fue la última Victoria que tuvieron los de San Salvador y que en memoria de ese día que es la Trasfiguración del Señor, se dedicó a la iglesia al Salvador y que por eso se saca el Perdón Real ese día; pues al 6 de mayo de 1525 se halla ya fundada la Vía y con Alcalde a Diego Holguín, como consta del instrumento citado que no puede ser más auténtico, y también consta que Don Pedro de Alvarado no ganó aquella Provincia si no sus Capitanes...’’
Cronológicamente, cabe a Ximénez el mérito
La tradicional versión de Remesal, Vázquez y sus 93
SALVADOREÑOS POSCLÁSICOS
seguidores incluido el último cronista de la Colonia, Domingo Juarros respecto a la fundación de 1528, ha tratado de conciliarse con la auténtica de tres años antes e incluso el mismo lo ha intentado en otro lugar pues siempre lo ha presentado aquellos aspectos de tal interés que obligan a no tenerla como un simple error. Más adelante expone el significado que ahora puede darse en hipótesis establecida a la luz de nuevas aportaciones documentales a esa fundación de 1528. La discordancia que existió entre los autores antiguos con relación al año en que fue establecida la villa de San Salvador, no se produjo en cuanto al sitio escogido para asentarlo y tanto quienes creyeron en la fundación desde 1528 (Remesal, Vásquez y Juarros), como quien aclaró este punto (Ximénez), concuerdan en que fue en la Bermuda, lo cual corroboraron, además y además de manera fehaciente los restos arqueológicos. En efecto, el hecho de que San Salvador, antes de existir en su ubicación actual tuvo su asiento en los aledaños de Xochitototl, no puede ponerse en duda; pero habría que determinar desde cuándo o más concretamente si en abril de 1525 se estableció allí. Para Ximénez el asunto no se plantea siquiera, exponiéndolo en estos términos: “El asiento que escogieron para el asiento de la Villa fue el que llaman de la Bermuda, donde estuvo asentada desde aquel año de 1525 hasta el 15 en que pasó sitio en que está hoy, más de lenguas de distante de lo que está y el otro que dejaron...” Sin duda alguna, tanto Remesal como Vázquez, Ximénes y Juarros es decir los cronistas dela 94
Colonia al aceptar el dato transmitido por la tradición en La Bermuda, trasladándose después al emplazamiento donde está en nuestros días, lo hicieron en el supuesto de que lo fue desde un principio, y así, quienes atendieron como Ximénez que se fundó en 1525, la tienen por instalada en el mencionado lugar desde tal año y quienes creyeron que fue después a partir d e1528. Moderadamente, Jorge Lardé ha sostenido la tesis de que la villa se fundó en la misma capital de los pipiles, es decir, cerca de donde está ahora. “Las necesidades de la conquista y colonización hacían que los españoles buscaran para establecer sus colonias las inmediaciones de los grandes núcleos indianos (México, Guatemala, Cuscatlán...) y eso confirma la presunción de que Cuscatlán fue el asiento primitivo de San Salvador. Cuscatlán era un recio pueblo de indios, una gran ciudad de casas dispersas que se extendía entre los lugares hoy llamados San Jacinto y Santa Tecla.” Pero como se ve obligado a justificar el establecimiento de La Bermuda contra cuya realidad no existen objeciones, hace que la villa de San Salvador se halle “sin asiento fijo en los años de 1526 a 1528” para finalmente arraigar en aquel sitio, retornando unos años después al que supone su primitivo asiento... Hasta ahora, lo cierto es que ningún apoyo documental favorece la tesis de Lardé, y antes ven existe un texto acreditativo de que nunca estuvo la villa en sus orígenes en las cercanías del poblado indígena de Cuscatlán, el cual fue afortuna mente aducido por Brasseur. Si Guatemala se fundó
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primeramente como “ciudad portátil”, según la aguda expresión de Ximénez, en las inmediaciones de Iximché, fue precisamente porque se buscaba el apoyo de los aborígenes amigos, cuya era tal ciudad; pero en el caso de San Salvador la situación era por entero diversa, pues, como se había visto, los cuscatlecos no fueron precisamente de los que se mostraron dóciles en ayudar a los conquistadores. Los otros aspectos relativos a la fundación de San Salvador no están en nuestros días en condiciones de determinarse con la misma claridad que los expuestos, debiendo quedar dentro de un terreno conjetura, capaz de admitir siempre que tengan un punto de apoyo estimable, contradictorias hipótesis. Tal en lo relacionado con el jefe de la expedición a la cual debió su establecimiento, es decir, el fundador material de la villa, la causa de dársele el nombre que lleva y cómo se desenvolvieron los primeros momentos de su vida. Sobre el primer punto, las investigaciones personalmente realizadas con posterioridad la publicación de su libro La Población de El Salvador no le han aclarado nada al respecto, pues en cuantos documentos e informaciones de conquistadores ha podido ver incluso los del mismo Diego Holguín, no ha tropezado nunca con la más leve alusión al establecimiento de 1525. A tal extremo ello es desconcertante, que de no existir los testimonios contenidos en el acta del 6 de mayo de 1525 del Cabildo Guatemalteco, así como en el juicio de residencia de Pedro de Alvarado, sería para tener como insustentable que San Salvador se fundó en 1528, según lo expuesto en la versión original que escogieron los cronistas Remesal, Vázquez y Juarros. Mas el modo como
se apoyan ambas alusiones las del acta y las del juicio de residencia, demuestran a las claras que San Salvador existía ya el 6 de mayo de 1925, y que Diego Holguín era uno de sus alcaldes. Pero lo cierto es que los testimonios coetáneos hablan siempre de la fundación de Diego de Alvarado por mandato de su hermano Jorge, es decir, la de 1528 sin mencionar ni de paso ninguna precedente. Ello me ha demostrado hallarse falta de base documental una hipótesis que con las necesarias reservas, aceptó en su obra mencionada: la de que fuera Diego de Alvarado el jefe de la expedición de 1525, sin que ello signifique que no pudiera serlo. De todos modos, creé que es muy probable que fuera un Alvarado, dada la solidaridad del grupo familiar y lo que sobre esto enseña su historia posterior. En cuanto al segundo punto el relacionado con el nombre dado a la villa, entiende que los datos recogidos después dar a las prensas su obra citada, abonan la tesis allí expuesta que puede mantener lícitamente su vigencia. En suma, si no es mucho lo que se sabe acerca de la fundación de lavía, siquiera lo más principal de lo conocido es claro, se encuentra documentalmente bien apoyado y resulta lógicamente aceptable. Así puede escribirse con verdad que se estableció por orden directa de Pedro de Alvarado, estando éste en Guatemala, hacia la mitad de abril de 1525 en territorio de Cuscatlán, no lejos del pueblo indígena de Xochitototl, en un sitio después denominase de La Bermuda, donde quedan sus huellas, conociéndose de su primer Ayuntamiento el nombre del alcalde ordinario Diego Holguín. La partida de nacimiento de San Salvador, aunque incompleta, cuenta al 95
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menos con los datos esenciales. 6.3.3.1. Diego de Holguín Hasta ahora, de Diego Holguín apenas si se ha tenido otra noticia que la muy escueta de su nombre, pues los datos que le conciernen han sido tan limitados y confusos. EL acta del cabildo d Guatemala del 12 de agosto de 1524 le cita solamente por el apellido entre los que fueron recibidos por vecinos en esa fecha; la del 8 de enero del año siguiente le menciona entre los cuatro regidores designados por Pedro de Alvarado para la ciudad de Santiago; la del6 de mayo de ese año según hemos visto nos revela su calidad de alcalde de San Salvador y la del 21 de noviembre de 1527 le trae nuevamente entre los vecinos de Santiago de Guatemala... Remesal le alude varias veces como conquistador y poblador de Chiapa, en tanto que Fuentes y Guzmán le hace equivocadamente pasar al Perú, quedarse allí y dejar su descendencia en Guayaquil, dando así una pista falsa que han seguido algunos actores modernos. Añádase que no es el único que lleva tal nombre, para complicar el asunto. Debido a tal confusión originada principalmente por la multiplicidad onomástica, podría aplicarse a un Diego Holguín lo correspondiente a otro, con lo cual llegaría a componer una vida fantástica, elaborada con retazos de varias, y llena por lo tanto, de irreconciliables contradicciones. El Diego Holguín que figura varias veces citado en la colección de Documentos inéditos, no es siempre el mismo individuo... De tal forma a reserva de hallar documentos fidedignos, resultaba más que facultosa la tarea de reconstruir la vida del primer 96
alcalde de San Salvador a base de emplear las fuentes conocidas. Por mi parte, en la población de El Salvador utilicé y publiqué un documento que poseo el cual he considerado corresponde al que nos interesa y que pueda su vecindad en San Salvador de Bayamo, en la isla Fernandina, punto ratificado por unas valiosísimas que le atañen en mi obra mencionada las cuales aclaran casi todo los aspectos de su vida. A base de los datos en ella contenidos, con los contemporáneos de crónicas e historiadores, el hasta ahora inexpresivo Diego Holguín, fácilmente confundible con sus homónimos, y del que los actores salvadoreños, a quienes primordialmente interesa, no dan apenas noticia, puede incorporarse a la historia con acusados perfiles. Así, tenemos a nuestro personaje plantado en la isla de Santo Domingo el año 1506, donde toma parte en muchos descubrimientos y conquistas, con sus armas, caballos, mozos, y criados, es decir, como un caballero principal. Durante el gobierno del con memorado de Lares , Nicolás de Ovando, se halló en las conquistas de Xaragua, Puerto Real y Ciudad de la Vega, así como en las de La Yaguana, Santiago de los Caballeros, Puerto de Plata, Monte Cristi y Azua, es decir en los más señalados hechos de armas que tuvieron por escenario la isla antillana portándose con denotado valor y pasando los peligros y necesidades que fueron moneda corriente en las conquistas indianas, gastando incluso expediciones el caudal que llevo de España, de donde nos salió desprovisto de recursos. Sustituido Ovando por don Diego Colón, hijo
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del descubridor del Nuevo Mundo quien pasó a gobernar las Indias con Título de virrey organizó éste la conquista de la isla de Cuba, bojeada en 1508 por Sebastián de Ocampo. La expedición compuesta de cuatro embarcaciones la puso bajo el mando de Diego Velázquez, zarpando de Salvatierra de la Sabana a fines de 1511. En ella figura un grupo de soldados que andando el tiempo ilustrará la fama. En ese momento, no obstante, todos tienen ante sí las mismas posibilidades ignorando quiénes han de encumbrarse cuáles han de obscurecerse en la anónima misión del soldado y cuántos darán fin a sus ambiciones bajo unos palmos de tierra extraña. Un modesto escribano de Azua, de nombre Hernán Cortez asiste como secretario al jefe de la expedición; un hidalgo extremeño que tuvo poco antes de embarcar y penoso incidente con el virrey, por llevar oculta una venera de Santiago que no le corresponde, muestra la gallardía de su porte que ben se compagina con la eufonía de su nombre: Pedro de Alvarado. Otros llamasen Juan Grijalva, Bernal Díaz de Castillo, Diego de Ordaz. El destino daría a uno de ellos el privilegio de descubrir las tierras fabulosas del imperio azteca; a otro, el de dominarlas y a los demás servir en la conquista o más tarde capitanear a su vez nuevas empresas que ensancharían el dominio de los reyes de Castilla. Y no faltó quien sin ser nada menos ni nada más que un buen soldado, alcanzó también el mismo de la fama por contar de llana manera las expediciones en que anduvo, mientras ya anciano ostenta un pacífico regimiento en una de las lejanas ciudades que para entonces su mente ni sospechaba que pudiera llegar a existir...
En tal compañía pasa a Cuba, como simple número entre trecientos compañeros nuestro Diego Holguín, a quien de efijo no alcanzaría la notoriedad que hoy rodea su nombre de no darse la circunstancia, por él apenas valorada como más adelante veremos, de haber ostentado la primera alcaldía de una villa recién instituida, andando el tiempo por orden de uno de los que en esta ocasión apenas si es otro obscuro pero ambicioso camarada. Sirve Holguín en la conquista de Cuba también con sus armas, caballos, mozos y criados, y la buena memoria de su compañero Bernal Díaz del Castillo, morador más que septuagésimo de Santiago de los Caballeros de Guatemala, atestigua en 1570 que le conoció el año 1515 siendo aquél “el vecino del isla de Cuba en una villa que se dice San Salvador, que está poblada de españoles”. Y así es, en efecto. Todavía en 1517 está Diego Holguín en San Salvador de Bayamo fundado por Diego Velázquez en 1513, después de haber suplicado el cacique Hatuey, pues el 1 de junio de aquel año 1517 reconoce el veedor Rodrigo de Villarroel deberle 300 pesos de oro, que Holguín hubo de prestarle por “hacer placer en buena obra” Pero no es el único de este apellido que tiene vecindad en el San Salvador de la isla Fernandina, pues en 1515 figura como alcalde de esta población García de Holguín acaso su pariente. Pero mientras nuestro personaje hace vida de poblador y sin duda también de encomendero, Francisco Hernández de Córdoba ha salido de Cuba rumbo a tierras desconocidas y toca el 3 de marzo de 1517 en la que fue bautizada con el nombre de Cabo Catoche. Bordea la Península de Yucatán y tras múltiples desventuras regresa a la 97
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isla con su maltrecho ejército. Pero lo importante es que ha visto nuevos parajes de los que cuenta maravillas. He aquí un renovado acicate para los espíritus aventureros, y Diego Velázquez proyecta otra expedición, que sale bajo el mando de Juan de Grijalva, quien lleva como capitanes a Pedro de Alvarado, Alonso Dávila y Francisco de Montejo. Si el viaje de Hernández de Córdoba inquietó las ya de por si alborotadas imaginaciones de los pobladores de la isla, éste de Grijalva, por las noticias que de él trajo Pedro de Alvarado del cual fue afortunado heraldo las puso al rojo vivo en cadenas de expediciones vino por fin, como eslabón obligado, la que se hizo a la vela con sorpresa del mismo Velázquez, el 8 de noviembre de 1518 bajo el mando de aquel escribano de Azua, Hernán Cortés que iniciaba a su vez el vuelo audaz hacia la gloria. Holguín como tantos otros sentiría la desazón de comprometer el bienestar presente por la soñada riqueza futura, máxime cuando muchos de los que con él pasaron de la isla Española a la de Cuba se habían ya enganchado bajo el estandarte de Cortés, a la sombra del cual hallábase dispuestos a tentar de nuevo la suerte. Iban los Alvarado en compacto haz familiar, así como Cristóbal Colón de Olid, Alonso Dávila, Juan Velázquez de León, pariente del gobernador, Alonso Hernández Puerto carrero y tantos más. Mientras éstos descubren, conquistan, padecen y triunfan en increíbles jornadas que se jalonan de estupendos hechos de armas hacen realidad el mito dorado que encandilaba sus imaginaciones al entrar en la Gran Tenochtitlán, el burlado Gobernador Diego Velázquez organiza otra expedición que 98
será al par conquistadora y punitiva pues con ella pretende sujetar los territorios por dónde anda la gente de Cortés y castigar a éste rebeldía. Busca un hombre capaz de mandarla y lo halla en la persona de Pánfilo de Narváez a quien describe Bernal Díaz con estas sagaces palabras: “de parecer de obra de cuarenta años el alto de cuerpo y de recios miembros, él tenía el rostro largo y la barba rubia y agradable presencia, el platica y voz muy entonada, como que salía de bóveda; era buen jinete y decían que era forzado. Este es quien había de disputar su presa al águila de Medellín. La expedición que deja la costa de Cuba a principios de marzo de 1520 es lucida y numerosa. Consta de dieciocho naves en las que embarcan novecientos españoles y más de mil indios isleños. Entre aquellos va Holguín, salido de su calma de poblador y de cierto entusiasmo como los demás con la idea de un triunfo seguro. Los de Narváez se hacían cuentas galanas y no dudaban en enviar como primer presente el gobernador Diego Velázquez al propio Hernán Cortés cargado de cadenas. Pero sabido es el resto, y cómo las tornas se volvieron consiguiendo la habilidad de éste derrotar y aprisionar a su presunto aprehensor, haciéndose además con su gente. Y aquí tenemos a nuestro Diego de Holguín, junto con sus compañeros sirviendo bajo las banderas del rebelde a quien fue a combatir. Vino luego la entrada en México, donde los soldados de Narváez llegaron en el peor momento para ellos pues a poco sobrevino la sublevación general que trajo consecuencia la expulsión de los españoles en la noche triste. Holguín está presente en todas
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las desventuras y lucha como los buenos. Sigue la retirada general dándose por contento con haber salvado la vida donde tantos de sus camaradas la perdieron. Sobreviene la compensación de Otumba y después de un año largo de su salida y después de un año largo de su salida de Cuba, el 13 de agosto de 1521, entra con sus compañeros en la gran Tenochtitlán después de un penoso cerco. Después de la toma de la Gran Tenochtitlán, fleta Diego Holguín a su costa un barco y junto con otros expedicionarios retorna a Cuba donde informa de los acontecimientos e que se ha sido actor al virrey. El 13 de septiembre de 1521 aparece otorgando un poder en San Salvador de Bayamo a favor de Juan Escribano lo cual traspasa la suma que le adeudaba el veedor Villarroel. Y cuanto la espléndida flota que ha tomado Francisco de Garay en su gobierno de Jamaica toca a fines de junio de 1523 en el ancón cubano de Xagua, nuestro Diego Holguín se incorpora a ella, por expresa indicación del virrey y la Audiencia, junto con otros muchos caballeros y soldados. Por segunda vez pasa Holguín a la nueva España y nuevamente lo hace en el bando enemigo de Cortés pues la expedición de Garay cuenta con el apoyo de Diego Velázquez y del propio virrey Diego Colón. No se trata ya de disputarle todo el territorio conquistado, sino únicamente la región de Pánuco a la cual Garay se cree con el derecho. Desembarcada en el río de Las Palmas el día de Santiago comienza la puesta de Garay su lucha contra los aborígenes, que se defienden tesoneramente,
causándole grandes quebrantos. Al propio tiempo Cortés avisado de cómo Garay amenaza a sus conquistas, se adelanta enviando a Pedro de Alvarado y otros Capitanes a la región de Pánuco, con pretexto de sujetar a los señores huastecos que habiéndole jurado obediencia desconocieron más tarde su autoridad. Los resultados de Cortez no se hicieron esperar: los enviados de Cortés triunfar donde pusieron la planta y Garay anduvo con sus gentes de descalabro en descalabro. Cuando Holguín retorna a la capital de la Nueva España, los dos jefes de sus expediciones se encuentran allí: Narváez como prisionero de Cortés y Garay como amigo suyo y futuro consuegro. Y el propio Holguín es soldado de Cortés por repetido imperativo del destino. En resumidas cuentas viniera por quien viniere, cierto es que le ha servido en la toma de La Gran Tenochtitlán y en la Pacificación de Pánuco, y en todo ello a su costa, como caballero hijodalgo que es, siempre con sus mozos, criados y caballeros, siendo esto de las cabalguras de tomar muy en cuenta, pues no baja de 500 pesos de ro de minas el precio de cada una de ellas. Cortés está en el deber de tomar en cuenta sus servicios y de hacerle por ellos alguna merced. Y de este modo Diego Holguín, más antiguo en Indias, que aquel mozalbete pelirrojo apodado el Comendador, irá ahora bajo sus órdenes. Si con sus últimos Capitanes Narváez y Garay, no ha tenido suerte espera que las cosas serán diferentes con Alvarado ya que gira en la órbita del tan encumbrado escribano de Azua. Y los hechos han demostrados que no se le tuercen tan fácilmente las cosas. 99
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6.3.4. Segunda Capital (La Bermuda, Suchitoto) 6.3.4.1.
Contexto
Que la conquista se realizaría en dos años y que en ella se pasó, mucho trabajo y necesidades por el espíritu guerrero de los indios y que después se poblaba Villa que hasta 1528 vivieron zozobrando en sus campamentos, se fundó en 1525 y pasaron dos años y en 1527 se pobló la villa. 1527: El 20 de Marzo don Jorge de Alvarado tomó posesión del Cargo de Teniente de Justicia Mayor y Capitán General del Reino de Guatemala según consta en el Acta del Cabildo del libro Viejo celebrada ese día. He aquí uno de sus párrafos: “Este dicho día estando juntos en su cabildo los dichosos don Pedro Portocarrero Y Hernán Carrillo, alcaldes ordinarios y Hernando de Alvarado, Diego de Monroy, Francisco de Arévalo, Jorge de Acuña, regidores dicha ciudad, pareció el presente el Noble Sr. Jorge de Alvarado, e hizo presentación de una provisión firmada del Sr. Marcos de Aguilar , Justicia mayor de la nueva España, e refrenda de Alonso Lucas, escribano y pidió a los dichos alcaldes regidores que obedeciesen y cumpliesen”. En el transcurso de su mandato ordenó a su primo Diego Teniente de Gobernador, el de tener sujeta y de paz la Provincia de Cuscatlán. Don Jorge llego al poder por un viaje repentino de su hermano Pedro a España en busca de merced del Rey Carlos I. Indudablemente tanto ir y venir de noticias 100
tardías y cambio de autoridad gubernamental indujeron al bamboleo de la población incapaz de sostener y mantenerse de su conocimiento agrícolas artesanales bloqueando el desarrollo de una sólida arquitectura colonial que sumadas a hostilidad permanente los indígenas impedía la estancia perpetua en la tierra escogida. Por estos tiempos de 1527 en las cuales la villa estaba sentada en el molino ocurrió la separación de la capitanía general de Guatemala de la hegemonía de la Gobernación de Nueva España; el abandono de la Alcaldía en los últimos días del año por don Diego de Holguín quien pidió, mejor ser vencido de la ciudad de Santiago junto con 22 coterráneos allá por el 26 de noviembre de 1527 y don Diego y era residente en la misma ciudad y hasta parece que siendo regidor acompañó al capitán general en su viaje de descargos a la Nueva España. No se debe olvidar también que este año fatal de 1527 el Señor tesorero real de Nueva España pidió el destierro de Hernán Cortés lo cual logró y entonces el rey para evitarse más trabajos en la Gobernación. Mejicano se nombró a don Nuño de Guzmán acre enemigo de Alvarado en situación de Cortes y al adelantado en Guatemala lo devolvió al cargo de Capitán General más adelante hablaré de estos trabajos y líos de Nuño de Guzmán en contra de los Alvarado. Haciendo un poco de memoria: la reinstalación de Holguín con los refuerzos que don Pedro de Alvarado Roque proporcionarle su regreso de Choluteca Malalácat con Luis Marin y Bernal Díaz
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Del Castillo y su respectivo efectivos militares pudo continuar su resistencia contra la agresión patriótica de los pipiles hasta llegar al nuevo ciento de ladillas en el caserío El Molino donde transcurre un año de quebrantos e inestabilidad en los mandos superiores hasta que al fin deciros abandonan Ciudad Vieja en la postrimerías de tan aciago año y ácidos de sus bártulos llenos de esperanza y con la brújula con su aguja al rumbo sur prosiguiendo su peregrinación siempre bajo la riqueza ecológica del Valle de Ketzalcuatitan llegan a uno de sus mejores recodos Alaya 9 del Zapote donde encontraron el Chito propició que más tarde se reconoció como ya no de la bermuda ya cuando don Diego de Alvarado Diego de León y Diego de Usagre en busca de mejor destino pidieran avecindarse en la ciudad de Santiago de Guatemala donde a la sazón residía don Jorge de Alvarado quien en lugar del alcalde Holguín hombro alcalde don Antonio de Salazar y don Juan de Aguilar al ordenar el traslado del molino o ciudad vieja mandando a repoblar el nuevo asiento tal vez el primero de abril de 1528 según algunos historiadores quienes cuentan que en el lugar abandonado logran celebrar con solemnidad las magna fiesta católica de la Semana Santa y el Corpus Christi El Cronista remansa y en su obra advierte que los primeros pobladores fueron Juan de Quintanilla Guinness Muñoz Francisco De León Jorge Robledo Pedro Cerón Juan de Molina y Manuel Hernández quienes ocuparon cargos de funcionarios Por mandato de don Jorge parece que don Luis De Luna fue encargado de engorroso traslado y la misión de de repoblar con lo que había jurado vecindad, juramento expresado con la siguiente frase:
“De manera que ni Ágora ningún tiempo se vayan e ausentar de esta Villa, ni dejen la vecindad por el llamado de capitán alguna ni de otra persona que sea ni ser pueda”. Los vecinos de El Molino en Ciudad Vieja se aprestan al cumplimiento por mucha presión de los éxodos el penúltimo en los últimos días de marzo grano en desbandada desesperados sino que en espera de compañeros nuevos vecinos que abandonando comodidades en Guatemala acompañaron a don Diego de Alvarado cumpliendo la orden de su primo Jorge para repoblar la villa trayendo a don Luis de lunar encargado de la traslación ya que alguien trataba de Vecindario en Santiago donde estaba presente. Entre el séquito de Don Diego con teniente capitán general y Justicia Mayor venían los funcionarios que sustituirían a los anteriores designados por el gobernador y capitán general del Reino guatemalteco a condición de Cabañeros según las leyes de Indias. 6.3.4.2.
Llegada la bermuda
La orden extendida a Diego por el gobernador don Jorge estipula que era soguzgar a una de las provincias más ricas de la región haciéndose en ello una población de españoles a la cual dio por nombre Villa de San Salvador dejando al albedrío voluntad de los oficiales que enviaba a la elección del sitio que conviniera para el lugar el nuevo asiento junto con las garantías pertinentes para las personas voluntarias quienes por primera vez venían a esta tierra no vista ni conocida así llegaron al sitio 101
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predilecto del Vallecito de El Zapote contenido al sur del extenso valle del Ketzalcuatitan en los llanos bautizados más tarde, hacienda la Bermuda. A la llegada del lugar escogido tardaron 15 días en hacer orar y jueves a las 10 y 6 del mismo mes de abril Luis Hurtado procurador de la villa pidió solares para los vecinos concluyendo que se le respondió de conformidad además dejó escrito: “El primer día de abril de 1528 edificadas algunas casas hicieron forma de comunidad y República hilo oficial es del Nombrados por Jorge de Alvarado ejercitaron oficio este mismo día todos juntos unánimes y conformes dieron advocación a la Iglesia y la dedicaron a la Santísima Trinidad Padre Hijo y Espíritu Santo tres personas en una esencia pareciéndole es que estos tenían inmediatamente a Dios por protector y Amparo tenemos otra cita del hidalgo don Bernal Díaz del Castillo.” Por el año 1528 los vecinos de la villa de San Salvador con Diego de parado por capitán pacificar con los indios pipiles que son lengua de México Costa Adelante 20 lenguas Asia Guatemala y repartieron entre ellos 20 de julio de 1538. Fray Francisco Vázquez en su crónica del dulcísimo nombre de Jesús de Guatemala para algunas críticas a sus contemporáneos pero no da otra datos sobre la repoblamiento señalado sólo al año de 1528 el primer sacerdote electo fue el padre Pedro Giménez quien repartir su estipendio de 170 pesos entre los vecinos. Pero en 1529, con un aumento fue despedido por 102
el Cabildo en héroe de Zinacatan Don Bartolomé Bermúdez había sido nombrado el 13 de mayo de 1528 el primer mayordomo de la Iglesia como un compañero del reverendo Pedro Ximénez que el ser despedido le sustituyó el clericó Francisco Hernández habiéndole recibido la villa como su legítimo el ejército hasta el 17 de junio de 1530 en el cual el acta de Cabildo expresó: en presencia de mí el dicho escribano el dicho Cabildo y congregados los señores teniente capitán y regidores de Lizza Villa juntos y congregados unánimes y confort me dijeron que para cuando ellos han visto y les fue presentando un nombramiento y provisional o por el Padre Fray Domingo de batenazos a ellos enviado para que admitan o regional padre Antonio González Lozano como cura de dicha villa en que por ellos la demanda de pena excomunión portal le reciban con él que aconsejan todos ellos con el dicho señor capitán que le recibían que están prestos de dar favor y ayuda para ello necesitan haya y le admitan y admitieron en todo cuando derecho podrían y beben y no más el Allende y el dicho señor capitán dijo que lo recibía y recibió portal lo admitió y asimismo al dicho oficio y todos le pidieron que por fe testimonio y firmaron sus nombres por mandato de los bicho señores yo el dicho escribano notifique a Francisco Hernández se diese por despedido de cura de la dicha villa Luis de Moscoso y los regidores. A este cura Antonio González Lozano le recibieron por vecino de la Villa Solar de 7 de diciembre de 1531. Siguiendo con historia de remansa lo copiamos relatos de: Llegaron Cuscatlán los españoles que
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envió Jorge de Alvarado a fundar la referida Villa que todos eran la primera nobleza de Guatemala a fines de marzo de 1528 y escogido el sitio para plantar la población del día primero de abril de 18 año establecieron y fundaron la villa de San Salvador tomando posesión de sus empleos oficiales nombrados por Jorge de Alvarado: Diego de Alvarado: Justicia Mayor y teniente de capitán general en toda la provincia; Antonio Salazar Y Juan de Aguilar: alcaldes ordinarios; Pedro Núñez de Guzmán: regidores; Alguacil Mayor encargado del mantenimiento del orden público y ejecutar las prisiones ordenadas por justicia Gonzalo Ortiz; visitadores de las provincias Caspar de Cepeda y Francisco de Quirós; tenedor de bienes de difuntos Antonio Bermúdez y procurador de la villa Luis Hurtado. Tardaron quince días en trazar las calles plaza iglesia de la villa, quién hacer algunas casas en que moral y jueves a las diez y seis del mismo mes de abril Luis Hurtado procurador de la villa pidió solares para los vecinos y les he respondido que era muy bien hijos de sus demandas. Video a sí mismo ante los dichos señores que los reales de signos y morado se afianza y su vecindad... Vidio asimismo el dicho procurador que ninguno de los vecinos de moradores de la dicha villa ni de otra cualquiera que sea posiciones de la Tierra Luna ejidos ni se entremetan halo tomar porque podría ser esta causa llamarse posesión de hasta que tanto los dichos señores tenientes de alcalde justicia y regidores de la dicha villa se lo den y señal en el Cabildo y costumbre de los dar a los palets vecinos y moradores se afiancen y fue en
vecindad de manera que ni pidió por testimonio el juego mandaron que los vecinos se hacen y 10 sin fianza de su vecindad andando el año de 1528 la villa fue con movida por el mes de julio al saber que la muerte de Doña Leonor de la cueva esposa del fundador de la primigenia Villa El adelanto tarot don Pedro de Alvarado quién sino al desembarcar el puerto de Veracruz cuando venían casados de España. Hoy en día La Bermuda es un valle del cantón del mismo nombre situada 16 km sur de la ciudad de Suchitoto donde restos arqueológicos como las ruinas de un convento con vello artesanado que construyeron los frailes dominicos los cuales son el testimonio secular de la villa de San Salvador que refundar a don Diego de Alvarado y Chávez el primero de abril de 1528. En español bermuda es equivalente a la planta camalote o grama. 6.3.5. Tercera Capital (Villa San Salvador, la actual) Por diversos motivos, principalmente por mejorar la comercialización la capital de El Salvador se traslada. 6.3.5.1. El Primer alcalde de la villa de San Salvador. La recomendación de Holguín pudo hacer Cortes a Alvarado no iría más allá de lo concerniente a certificar su valor personal, de lo cual es probable tuviera ya este noticia. Desde el momento en que el capitán general de la Nueva España no podía lógicamente contarle entre sus parciales. 103
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Pero los hombres buenos para la guerra no eran de desperdiciar, y menos aquellos que contaban para hacerlo a su costa, aportando algo más que si hidalga persona, como era el caso de nuestro personaje, que siempre según asevera el mismo y corroboran los testigos en sus informaciones llevo armas, caballos, mozos y criados.
aquella pléyade extraordinaria, al hacer propia y circunstanciada relación de méritos habría empleado términos donde se dejara entrever con menos usura la magnitud de aquellos; pero Holguín, en sus probanzas, sigue la práctica usual, en la que apenas si se destaca en conjunto de la actuación, en palabras tan sencillas con escasas.
La expedición, que en diciembre de 1523 dejo la meseta del Anáhuac bajo el mando de Tonatiuh, contaba como hemos visto con excelentes jefes y tropa tan aguerrida como veterana, de manera que distinguirse entre tales significaba acreditar cualidades no comunes. Y se asegura en una de las informaciones que le conciernen, que en las conquistas de Soconusco, Guatemala, Cuscatlán y Chiapa, “fue uno de los más principales y señalados en ellas”.
Lástima es que por no haber pasado a la Nueva España con la gente de Cortes, sino con la de Pánfilo de Narváez, no nos dejara Bernal Díaz del Castillo que lo conoció, como queda antes dicho, desde cuando era vecino de San Salvador de Bayamo la breve descripción de su persona, como hizo con gran número de sus compañeros , y que tanto por este motivo, como por no decirlo él ni su hijo en las informaciones que le afectan, permanezca sin llenar esta laguna, como otras relativas a su existencia.
Tanto por lo que pidiera influir la recomendación de Cortés como por lo que al propio mérito correspondiente en las conquistas señaladas, lo cierto es que Holguín desempeño los cargos militares de cuadrillero es decir, cabo de una escuadra, maestre de campo y más tarde como veremos, de capitán general.
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Conocido con detalles el periplo alvaradino, es de suponer que Holguín sirviera en aquellas empresas con el celo y valor de que blasona, pero siempre dentro de ese discreto al par que magnifico segundo plano de los soldados de la Conquista que pasma por lo que indica de medida proporcional para los que lograron situarse en el primero.
Ahora bien a partir de la situación que se hace de Diego Holguín en el cabildo tenido en Guatemala el 6 de Mayo de 1525 no volvemos a encontrar su nombre hasta comienzos de 1527, año en el que aparece entre los conquistadores de Chiapa que fueron en la segunda expedición del capitán Diego de Mazariegos. Existe por lo tanto en la vida de nuestro personaje otro periodo del que no hay indicación alguna, abarcando casi dos años, y que justamente sería de gran interés de conocerse para aclarar uno de los puntos de su existencia íntimamente ligado con la historia de la villa de San Salvador, pues en él se sitúa su actuación como alcalde de la misma.
Cualquier
Y es preciso señalar que en sus informaciones
hombre
que
no
perteneciera
a
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no hace Holguín mención explícita de tal cargo al que, por paradoja, debe su celebridad actual, si bien tampoco incluye la de otros que desempeño. En la probanza que hizo en ciudad real de Chiapa el 10 de julio de 1547, pone en la pregunta VLL del interrogatorio para los testigos, después de enumerar someramente sus empleos militares, que “después acá he tenido otros cargos de Justicia e de Regimiento y de todos ellos he dado muy buena cuenta como servidor de su Majestad”. En estos “cargos de Justicia e Regimiento” están comprendidos los de regidor de Santiago y alcalde ordinario de San Salvador en 1525, según consta en las actas del cabildo guatemalense, así como los repetidamente desempeñados, también de alcalde ordinario y regidor en Cuidad Real de Chiapa, más tarde, de conformidad con lo que claramente afirman algunos de los testigos de sus informaciones. Poco más o menos en los que dice en la probanza hecha en Guatemala el 26 de junio de 1555, y en la que recibió en la misma cuidad a petición de su hijo del mismo nombre el 17 de julio de 1570, apenas si se habla de “otros oficio y cargos de Justicia honrosos”. Y es que lo importante, en realidad, era exponer los métodos los méritos como conquistador aunque fuera del modo escueto que he apuntado antes ya que los otros apenas si podían reforzar aquellos en el sentido de demostrar el aprecio y confianza que su conducta merecía a superiores y compañeros. ¿Qué es lo que ocurrido entre el 6 de mayo de 1525 y los comienzos de 1527? Lo más probable es que Diego Holguín desempeñas durante lo restante del año 1525 su cargo de alcalde ordinario de la villa de San Salvador y que en los comienzos de
1526 fuera sustituido, según costumbre, por otros. En este año hizo Pedro de Alvarado su viaje a Choluteca para entrevistarse con Cortez lo que no pudo lograr por haber que al aquel embarcado rumbo a la Nueva España y que está dentro de lo posible que al regreso de aquel a Guatemala se le incorporaran algunos soldados de los que estuvieran en San Salvador, deseosos de mudar una vez más la vida relativamente quieta del colono por la siempre azarosa, pero más sugestiva pero más para ellos, del conquistador. De este modo Holguín se nuevamente en Guatemala bajo la disciplina de don Pedro, y es también, que después del 26 de agosto de tal año. En que reorganiza el Ayuntamiento con motivo de su inmediato viaje a nuestro personaje formara parte de la escolta que lo acompañó. De este modo ‘el camino de retorno al punto de partida de años antes. Sabido es cómo fue Alvarado recibido en Méjico en aquella ocasión. Y manera sus hazañas fueron no sólo celebradas, sino exageradas. En parte por disminuir de este modo los méritos de Cortes. Que tenía tantos malquerientes, participando sus conmilitones, como es natural. De la que rodeaba ‘a su jefe. Como la fuerza que siguió a Tonatiuh no otro objeto que el de custodiarlo durante el viaje desde Guatemala a es lo más seguro que estuviera reclutada entre individuos que alimentaran el propósito de quedarse en esta última ciudad o de probar nuevamente fortuna en otras empresas. De todas formas, como don Pedro había de embarcar para España, como lo hizo en febrero de 1527. La misión los individuos de su guardia quedaba terminada al finalizar el viaje. ¿Hallándose en libertad de engancharse con quien quisieran? Y es de este modo como al formarse la segunda expedición de Diego de Mazariegos, lo 105
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cual sería a principios de 1527. Pues Remesal dice categóricamente que las noticias de haberse sublevado nuevamente las chiapanecas llegaron a Méjico a fines de 1526. El propio Cortes le recomendó algunos de sus componentes y entre ellos al veterano Diego Holguín. Entre los expedicionarios figuran también Pedro Moreno— de los conquistadores de Cuscatlán y otros muchos que habrían de quedarse a vivir en Chiapas y testificar en las informaciones de Holguín años después. E La campaña fue dura, pues los chiapanecas se defendieron bravamente en sus peñoles, terminando con el numantino gesto de despeñarse los = últimos combatientes. Junto con sus mujeres e hijos. Para no someterse Poder extranjero. Pacificada la provincia. Es probable que algunos de los soldados de Mazariegos, y entre ellos Diego Holguín. Pasaran a Guatemala _ con cualquier motivo. Como Holguín era vecino de esta ciudad desde sus comienzos. Tuvo oportunidad de participar al encontrarse de nuevo en ella. ¿En el debatido asunto de su traslado? Lo cual se trató en cabildo que tuvo lugar el 25 de noviembre de ese año 1527. Pero el sino de Holguín era el de la movilidad. Y no tarda mucho en _ reincorporarse a la tropa de Mazariegos, hallándose presente en la fundación de Villarreal el 1° de marzo de 15287’. ¡Cuántas fundaciones no había presenciado ya el veterano conquistador desde los lejanos tiempos o en que acompañó al comendador Ovando en la isla Española! Si realmente - no existiera el testimonio propio de haber estado en tantas conquistas. _v el de sus contemporáneos —como se verá más adelante- de no haber ido a 1 aquellas tierras del Sur otro de su nombre, seria para pensar que se 106
interfería cualquiera de sus homónimos. ‘- —_ Sin embargo. Esta fundación de Villarreal sería la última a que asistiría. Posando por fin la planta del colono. Aunque sin dejar por ello enmohecer las armas, ni menos aquietar la imaginación. Pendiente siempre de las grandes empresas aventureras. Avecindado en Villarreal‘. Ostenta la jefatura de una expedición militar. Lo cual indica hasta dónde son ya apreciadas su bravura y veteranía. En efecto, en cabildo celebrado a 27 de abril de 1529 se detención que la gente de la villa se dividiera en dos I escuadras. Quedando la una en el interior y saliendo la otra. Al mando de Diego Holguín. A buscar bastimentos de los indios. Tratando de conseguirlo por las buenas o dando guerra a éstos de no obtenerlos. De fijo. Aludiendo a tal distinción. Declara en su probanza de 1547 que tuvo “en las dichas conquistas cargos e oficios muy preeminentes”. Citando como máximo en el orden militar el de “capitán general. Que usó en esa entrada, y posiblemente volvería a ostentar en otras posteriores. Y tras los empleos castrenses vuelve a desempeñar otros de república. Corresponde a quien es ya hombre avezado a ellos. De este modo el de Guatemala y alcalde ordinario de San Salvador en 1525. El año 1531 nueva vara de autoridad municipal: la de San Cristóbal de los Llanos —-que tal es el nombre con el que se ha rebautizado primitiva Villarreal. Luego Villaviciosa y más tarde Chiapa en compañía de Cristóbal de Somontes. Para estas lechas. Ya algunos años que nuestro personaje ha aprendido a trazar su y es muy’ posible que en ocios de campamento —que otros apenas si ha tenido— adelantara hasta leer, lo cual
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no había de estorbarle. 6.3.5.2. El eslabón perdido en la historia de San Salvador El 6 de mayo de 1525 la villa de San Salvador existía y Diego Holguín era uno de sus alcaldes ordinarios. Ningún otro documento se conoce que la mencione en estos primeros tiempos. Que siquiera contenga alguna alusión utilizable. Como es natural suponer a partir de Guatemala hacia Cuscatlán la expedición fundadora. Alvarado Habría designado de antemano el Ayuntamiento completo, el cual constaría de dos alcaldes ordinarios. Seis regidores y un alguacil mayor’. Los no nombres de estas autoridades permanecen en el misterio. Y solo se ha salvado hasta ahora —por la alusión varias veces citada del libro de acuerdos del Ayuntamiento de Santiago de Guatemala—, el bien conocido de Diego Holguín. Quienes tuvieron la oportunidad de manejar los papeles del concejo de San Salvador no mientan para nada ningún acontecimiento = municipal anterior a 1528, y según se deduce de sus afirmaciones. Las primeras actas que pudieron ver eran de ese año —-que algunos tuvieron como fundacional—, o de los inmediatos. Ello ha obligado a tener por cierta la tesis de que la primitiva villa llevó vida precaria o incluso desapareció. Restaurándose el año indicado. ¿Como cuando por qué motivos? Profusas son las cábalas que se han hecho sobre este particular. Con mayor o menor base. Y entre ellas no han faltado las mías: pero de una u otra forma. Lo cierto es que a este propósito no puede moverse el historiador sino en un terreno hipotético, y
lo más cuerdo resulta dejar que el tiempo —con cuyo auxilio tantos enigmas se han aclarado. Felizmente- haga que un día. Es de esperarlo, por la alusión acaso del más impensado documento‘, se pueda verter alguna luz doble el misterio que en la actualidad se cierne sobre los años primeros de la hay capital de El Salvador. No obstante. Si se tiene en cuenta que el 1526 hubo una sublevación casi general de los indios sometidos por Alvarado en sus conquistas poniendo éstas en riesgo de perderse’, resulta atinado suponer o menos dentro de lo verosímil“. Que la villa no subsistiera. Llegando a una virtual extinción. Sin suscribir la tesis de Larde’ a este respecto. Como ya lo hice notar en otro lugar, he de reconocer que no anduvo descaminado en atribuir a dichas sublevaciones el silencio que se hace sobre los primeros años de la existencia de San Salvador’, si bien su continuidad ——siquiera legal o formulario quede patentizada claramente en las declaraciones de Pedro y Gonzalo de Alvarado. En el juicio de residencia que al primero se siguió en Méjico en lS29. Aunque siempre cabe admitir que hallándose ya para ese año restablecida. El Adelantado. Que venía de España. Entendiera como vigente la fundación que él había ordenado en 1525. Estimado innecesario aludir al episodio de su desaparición transitoria. Por 110% amenguar con este detalle la efectividad del mérito alegado de su fundación“. Al hacer en el capítulo precedente un bosquejo de la vida de Diego Holguín. He supuesto que éste regresaría a Guatemala acompañando Pedro de Alvarado el año 1526 terminada su actuación como alcalde. Para compaginar su presencia en Méjico 107
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a fines de ese año. Y su participación comprobada a principios del siguiente en la expedición de Mazariegos a Chiapa. De haber sucedido así, acaso la salida de aquél. Junto con la de otros compañeros. Iniciará el éxodo de los vecinos de la villa. No es de suponer, sin embargo. Que se despoblara con motivo del paso de Alvarado en su viaje de Choluteca a Guatemala. Pues entonces no habría declarado en su juicio de residencia que desde que la mandó fundar venía existiendo. Bernal Díaz del Castillo señala ya que la provincia de Cuscatlán se hallaba de guerra. Pero explícitamente no alude a la villa de San Salvador. Desde luego. Hoy por hoy. No existe la posibilidad de basar ninguna de estas suposiciones en documento alguno. Y, por lo tanto. Es inútil extender las hipótesis más allá de lo enunciado. Es decir. De que la villa de San Salvador. Probablemente a consecuencia del levantamiento general de los aborígenes acaecido en 1526. Se despobló total o parcialmente, al extremo de dejar de existir como núcleo urbano organizado. Personalmente, y en presencia de los documentos a que más adelante he de referirme —y que dan suficiente luz por lo que se refiere a su restauración—, me inclino a creer que la villa llegó a despoblarse del todo, abonando esta idea el hecho de que. Difícilmente resultaría factible a los que se quedaran, soportar las calamidades inherentes a vivir en territorio de atierra, siendo pocos. Así, está dentro de lo probable que al abandono de los unos siguiera el de los demás—en grupos que pudieran abrirse paso hasta Guatemala a través de las tierras sublevadas—, en etapas que cronológicamente 108
es imposible precisar, pero que serían anteriores a 1528. Y estos pobladores de San Salvador, accidentalmente trasladados a Guatemala, es posible que influyeran en el ánimo de Jorge de Alvarado. que ocupó el Gobierno a su regreso de Méjico en sustitución de Pedro Portocarrero y Hernán Carrillo, a quienes lo dejó encomendado el hermano de aquél , a fin de que se restableciese una población de capital importancia para tener sujetos los territorios de Cuscatlán, sin descartar que ello aconteciese por propia iniciativa del gobernador, consciente de tal necesidad. En el lento y duro tejer y destejer que es la Conquista, nada de lo dicho resulta inverosímil, antes bien, se atempera a lo normalmente acaecido en tantos lugares. Por lo que atañe al territorio de Cuscatlán. Los hechos demuestran que la resistencia de sus habitantes fue tenaz y constante. La expedición primera, de 1524, careció de consecuencias inmediatas, y Alvarado retornó a iximché —como hemos visto— sin alcanzar otro objetivo que el de entrar y salir de la capital de los pipiles, donde no pudo afirmar su autoridad. La segunda, al año siguiente, es indudable que logró su propósito, pues se fundó la villa de San Salvador, lo cual indica que los indios recibieron de paz a los españoles—ante el recuerdo de los reveses sufridos meses antes—, o al menos que no ofrecieron encarnizada resistencia. El hecho de que Alvarado siguiera, tanto a la ida como a la vuelta de su viaje a Choluteca, para entrevistarse con Cortés, en 1526. El camino de Cuscatlán y zona situada al Este de Lempa—lo que significa atravesar íntegramente el territorio hoy salvadoreño— obliga a suponer que estimaba, al menos en lo indispensable para tener
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cierta seguridad de tránsito, como pacificadas aquellas regiones; pero no es menos evidente que al regreso tuvo que combatir en diversos puntos, no deteniéndose en castigar a sus ofensores — como lo narra BernaI Díaz— por cuestión de tiempo”. Quién sabe si esta lenidad no contribuiría a envalentonar a aquellos aguerridos aborígenes, que considerarían propicio el momento para sublevarse, o si las escaramuzas libradas en esta oportunidad no serían el inicio de la insurrección general. Desde luego, a partir de tal momento, es evidente y comprobado que las cuscatlecas estuvieron con el arma al brazo, pues la expedición enviada posteriormente por Jorge de Alvarado así lo acredita. Y en cuanto a los habitantes de la región situada al Este del río Lempa, sí hay pruebas de que no depusieron totalmente su actitud rebelde, en chispazos sucesivos, hasta mucho tiempo después de fundada la villa de San Miguel, que se erigió en 1530 con el fin de evitar las pretensiones jurisdiccionales de los secuaces de Pedrarias Dávila. La cual no llevó vida tranquila hasta pasados muchos años después de su fundación1-. De tal manera, el estimar que San Salvador se despoblara por semejante motivo, no resulta en lo más mínimo carente de base. Añádase que si los territorios próximos a la ciudad de Guatemala hubieran permanecido en calma, fácil habría resultado enviar tropas que reforzaran la vigilancia en San Salvador, pacificando los lugares comarcanos: pero la situación de los españoles no era en Guatemala más cómoda, pues tuvieron que hacer frente a la coalición de todos sus enemigos,
entre los que se contaban ya los cachiqueles, cuyos, señores fueron los que más encarnizadamente combatieron a sus antiguos aliados”. Con todo, quede lo anterior simplemente como una cábala más entre las que se han hecho sobre tal materia, pues, como antes digo, no es improbable que más adelante pueda hallarse una base documental que dé la clave del asunto, y nos aclare —más o menos detalladamente— lo acontecido con la villa de San Salvador desde su establecimiento hasta su restauración. El relato del más insignificante de los conquistadores que solicita una merced o una encomienda, puede contener sobre ello una alusión preciosa. Unas cuantas frases del acta del Ayuntamiento de Guatemala de 6 de mayo de 1525, tuvieron la virtud de revelar la existencia de la villa de San Salvador en tal fecha, dando por tierra con una versión largamente sostenida. Por mi parte, he de confesar que a la búsqueda de tal indicio he consagrado, sin fruto, muchas jornadas de Archivo. Como, por otro lado, estimo que la historia salvadoreña ha adolecido generalmente, por lo que se refiere a las épocas de la Conquista y la Colonia, de venirse construyendo casi por entero a base de las narraciones de los cronistas, que sí tuvieron en sus manos muchos documentos, no siempre los utilizaron rectamente, dejando grandes lagunas por llenar o dando origen a erróneas apreciaciones, entiendo que resulta más ajustado a la prudencia —aparte de ser más eficaz— esclarecer aquellos puntos sobre los cuales pueda aportarse un apoyo documental incontestable, aunque queden algunos vacíos, a seguir el peligroso camino de una serie de encadenadas hipótesis, que cuanto más se 109
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alejan del asidero que puede darles consistencia, más pierden valor convincente. Ello no significa que se abandone un procedimiento siempre lícito al historiador, pero a condición de que se use con la necesaria cautela y haciendo las oportunas reservas. Queden, pues, estos tres años incompletos—del 6 de mayo de 1525 a la 1 de abril de 1528—, como el eslabón perdido en la historia de la villa de San Salvador, no sin alentar la esperanza, repito, de que más tarde o más temprano pueda darse con él. 6.3.5.3. Diego de Alvarado restaura la villa de San Salvador en 1528 Dice Remesal que Pedro de Alvarado, al abandonar Guatemala en 1526 con motivo de su viaje a España, dejó por lugarteniente suyo a su hermano Jorge, y que éste “hizo oficio de Gobernador y Capitán general, con muchas ventajas, acudiendo a todos ¡os negocios de paz y guerra, con la puntualidad que era razón y en medio de las grandes ocupaciones que en Guatemala tenía, de mudar el sitio de la ciudad de Santiago de los Caballeros, que se hizo a los 22 de Noviembre de 1527. y de partir las casas y solares para que se edificasen, y la tierra para que se labrase, que se hizo el año de 1528, siguiente y otros mil embarazos del gobierno particular de la ciudad: dio orden para tener sujeta y de paz la provincia de Cuscatlán, que era una de las más ricas y principales de la gobernación de Guatemala, que en ella se hiciese una población de españoles, la cual dio por nombre villa de San Salvador dejando a la voluntad y alvedrío de los oficiales que enviaba, la elección del sitio más conveniente que les pareciese 110
para asiento del lugar. Eran muchos y muy nobles los españoles que salieron de Guatemala para esta jornada, que la fama de las riquezas de la provincia así en frutos de la tierra como en minas, los cebó y obligó a dejar la apacible vivienda de Santiago de Guatemala, e irse a tierra no vista ni conocida, y que entonces se llamaba de guerra. Esta tierra “no vista ni conocida” lo sería, indudablemente, para los que fueran a ella por primera vez. Pero no para ninguno de los que la recorrieron en las tres memorables incursiones de 1524. 1525 / 1526. Que posiblemente irían en algún número, como entendidos de ella, incluyendo acaso a algunos de los primitivos vecinos de San Salvador. En cuanto a Jorge de Alvarado, también conocedor del terreno, pues estuvo en la expedición de 1524, a fines del año siguiente se hallaba de nuevo avecindado en Méjico, donde le menciona un acta del cabildo, de 16 de diciembre. En otra, de 29 de enero de 1526, se le alude como alcaide de las Atarazanas de aquella ciudad, y en la de 26 de junio del mismo año aparece como regidor de su Ayuntamiento17. No es sino hasta el 20 de marzo de 1527 cuando aparece nuevamente en Guatemala, donde los munícipes le reciben como teniente de Justicia Mayor y capitán general 8. Así, no “dejó don Pedro de Alvarado, cuando se fue a España el año de 1526, por lugarteniente, a Jorge de Alvarado” como pone Remesal. Sino que se hizo cargo de su tenencia casi un año después de la salida de su hermano Pedro de Guatemala, quien encomendó el gobierno, como antes queda dicho, a Pedro Portocarrero y a Hernán Carrillo, conjuntamente.
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De tal modo resulta que Jorge de Alvarado hallándose ausente de Guatemala durante el período que abarca la primera etapa de la existencia de la villa de San Salvador, y que al tomar las riendas del gobierno con provisión de las autoridades de Nueva España, se encontró con que aquel territorio, como los otros, estaba de guerra. Mas para seguir el hilo de los acontecimientos que ha de llevamos hasta la restauración de la villa de San Salvador, conviene mejor que orientarse por las afirmaciones de Remesal —que entrevera los datos comprobados con los dudosos o simplemente falsos—. Hacerlo por las de los propios actores de aquéllos, que si en determinados puntos son inconcretos —-especialmente en lo relacionado con fechas—, en otros son de transparente nitidez. Por de pronto, tenemos una Cédula expedida por la Reina gobernadora en Valladolid el 20 de julio de 1538, dirigida a don Pedro de Alvarado. como consecuencia de una exposición elevada a la Corona por los vecinos de San Salvador, Pedro Núñez de Guzmán, Sancho y Antonio de Figueroa y Antonio de Ocainpo, presentada en España por el primero de ellos, quien regresó a Indias antes de expedirse la Cédula” , y en la cual se lee lo siguiente: “...por el ynterese que dixeron que les tocaba me hizieron. Relación que puede auer onze años que los vezinos de la dicha villa [de San Salvador], conquistaron a su costa y minción los yndios que se dizen de pipeles [sic, por pipiles], que son lengua de méxico, la costa adelante, veynte leguas hazia guatimala y que llevaron por su capitán a diego de aluarado. el qual tenía poder de jorge de aluarado.
vuestro theniente de gouernador que a la sazón hera, para que pudiese conquistar los dichos yndios y poblar y Repartir la dicha tierra entre los vezinos y conquistadores de la dicha villa y que conquistada y pacificada, la repartió conforme a la ynstrucción que traía, entre los vezinos y conquistadores...”” De lo anterior se deduce que once años antes, aproximadamente, o sea. A partir del 20 de julio de 1527, los vecinos de la villa de San Salvador conquistaron, pacificaron y recibieron en reparto de encomiendas el territorio pipil, cuyo centro de resistencia ha de situarse unas veinte leguas hacia Guatemala, en una expedición mandada por Diego de Alvarado. Quien iba con poderes de su primo Jorge, gobernador de aquellos territorios’”. Concuerda lo precedente, en substancia, con los datos transmitidos por Remesal, según los cuales Jorge de Alvarado organiza la expedición pacificadora de Cuscatlán, durante su interinato, siendo su primo Diego de Alvarado el teniente de capitán general y justicia mayor que se hallaba en tal territorio en 1528 ratificado esto último por Gonzalo de Alvarado en el juicio de residencia hecho a don Pedro, al declarar que lo era todavía en 1529”. ‘Naturalmente, queda por precisar exactamente el período de la expedición, que ha de situarse, por lo que se deduce de la Cédula aludida, como posterior al 20 de junio de 1527, lo cual concuerda con el mandato de Jorge Alvarado, que, como hemos visto, tomó posesión oficial de su cargo en Guatemala el 20 de marzo de ese año. Ahora bien, como tenemos por un lado el dato impreciso de “puede auer onze años” (a contar, hacia 111
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atrás, desde 1538). Y por otro el muy concreto de ser Diego de Alvarado el jefe de la expedición, puede servimos para determinar el ámbito conjetural en lo cronológico, la permanencia de éste en Guatemala. A tal respecto, hemos de recurrir una vez más, con provecho, al irrecusable testimonio de las actas del cabildo guatemalense, las cuales señalan la presencia de Diego de Alvarado en Santiago el 21 de noviembre de 1527, y la hacen suponer el 19 de marzo de 1528’°. A partir de esta fecha, el nombre de Diego de Alvarado no vuelve a figurar sino en el acta de 22 de diciembre de 1529”. Así tenemos un período que va del 21 de noviembre de 1527 al 19 de marzo de 1528. Durante el cual pudo haber dirigido la expedición a Cuscatlán, pero este no es lo suficientemente largo para situar dentro del mismo el desarrollo de todos los episodios de conquista, pacificación, repartimiento, etc., de que habla la Cédula, más los del ejercicio de los cargos que desde 1528 hasta 1529 menciona «Remesal y que se comprueban en el juicio de residencia de don Pedro. Aunque nada impide suponer que pudiera haber salido la expedición de Diego de Alvarado con posterioridad al 21 de noviembre de 1527, trasladándose a Guatemala su jefe —con la escolta necesaria— en marzo de 1528 y retornando nuevamente a Cuscatlán, lo más cuerdo resultaría suponer que partiera después del 19 de marzo de 1528, si no fuera porque en el acta aludida de esta última fecha se dice solamente que “este dicho día los dichos Señores recibieron por vecinos de esta ciudad a los de yuso contenidos, y les dieron los solares e tierras que por sus peticiones pidieron, según e de la manera que está sentado en las 112
dichas peticiones”, lo cual permite imaginar con fundamento que se diera a Diego de Alvarado — ausente—- el solar que con anterioridad tenía solicitado. Esto último autoriza a conciliar el dato tradicional de erigirse el Ayuntamiento de San Salvador, bajo su autoridad superior como teniente de capitán general y Justicia Mayor, el 1 de abril de 1528, como asevera Remesal —lo que hubiera sido difícil estando todavía el 19 de marzo en Guatemala, pues resultan pocos días para ello—, con lo que expresa la Cédula de 1538 a que aludo de estar ya esta villa restablecida (como hay que suponer, y no fundada), once años antes es decir, después del 20 de junio de 1527. A más de lo anterior, y en su abono, me cabe la satisfacción de aportar un testimonio documental, emanado del propio Diego de Alvarado. Y que demuestra palmariamente que éste se encontraba en la villa de San Salvador el 9 de junio de 1528, cuando ya el territorio cuscatleca se hallaba al menos parcialmente pacificado. En efecto, en esta fecha concede a Miguel Díaz Peñacorba —uno de los conquistadores de cuyos hechos me ocuparé más adelante—, la encomienda del pueblo de “nao e gáleo” (Nahuizalco, actualmente), cuyo texto figura en un expediente relativo a sus méritos y servicios, conservado en el Archivo General de Indias. Cuando Diego de Alvarado, en la primera decena de junio de 1528, hace ya reparto de encomiendas (pues, como es lógico, y lo dice la Cédula de 1538, la concesión de éstas sería general), es de suponer irrecusablemente que la villa se fundaría antes y el territorio se pacificaría después. De tal modo, si el 21 de junio de 1527 está aún en
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Guatemala, como queda expuesto, y el 9 de igual mes de 1528 se ocupa ya de repartir los pueblos de indios de la jurisdicción de San Salvador, en la propia villa, cabe admitir lícitamente lo aseverado por Remesal de que ésta se restableció (él dice que se fundó, como sabemos) el 1 de abril de ese año 30, pues no vamos a suponer que la tarea de pacificación durara menos de los dos meses y nueve días que van del 1 de abril al 9 de junio. Por lo tanto, como el acta del cabildo de Guatemala de 19 de marzo del mentado año no expresa concretamente que Diego de Alvarado estuviese presente en esa ciudad. Podemos conjeturar su salida —dentro del ámbito cronológico establecido por los documentos, y que va del 21 de noviembre de 1527 al 9 de junio de 1528—.
o sea, que cuando realizaron tales conquistas eran ya vecinos de San Salvador. Otras piezas documentales, por suerte, corroboran lo enunciado y proporcionan nuevos elementos de juicio, como veremos a continuación.
En los dos primeros meses de 1528. Dejando tiempo para organizar la expedición en Guatemala y vencer la resistencia que ofrecieran los aborígenes —pues no olvidemos que el país era de guerra—, hasta llegar al valle que después se llamaría de La Bermuda. A fines de marzo, restableciendo la villa de San Salvador el primer día de abril. Además, el texto de la Cédula de 1538. Claramente da a entender que la expedición tuvo —-como resulta normal— como primer objetivo el de restaurar el centro urbano y como segundo, el de pacificar el territorio circundante, utilizando aquél como apoyo para extender poco a poco la jurisdicción de sus autoridades por los cuatro rumbos. No otra cosa se desprende de estas palabras contenidas en la Cédula de referencia: “...que los vecinos de la dicha villa conquistaron a su costa y minción los yndios que se dicen de pipeles”: 113
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