Los 50 de 2014

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Un anuario de @Mr_Chon


A los que, como ellos, juegan cada dĂ­a el partido de su vida. Que su lucha, les inspire

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Prefacio a la Edición 2014 La paradoja Río A mediados del siglo XVIII, el barón de Montesquieu formuló una teoría en la que abogaba por dividir el poder del estado en tres organismos independientes: poder legislativo, poder ejecutivo y poder judicial. De aquella obra “El espíritu de la ley” queda muy poco en nuestros días, en los que precisamente el espíritu de la ley pasa por hacer todo lo posible por obviar al ensayista francés. Hace cierto tiempo, osé dividir el poder deportivo en tres poderes desiguales: deporte mayoritario, deporte minoritario, y una tercera acepción hecha a medida, deporte “ningunitario”. El deporte mayoritario es el que copa el 99% de la información deportiva en este país, y dentro de ese 99%, otro 99% versa sobre dos equipos. La economía de consumo es el pretexto bajo el que mucha prensa escuda sus propias vergüenzas. El deporte minoritario es el aquel goza de cierto seguimiento, pero sólo interesa si tenemos a uno de nuestros deportistas en la contienda. Baloncesto, tenis, ciclismo, o los deportes de motor, ocupan un segundo plano, e incluso cuando han sido motivo de alegría, se han visto, en ocasiones relegados en favor de intereses tan nimios como actos publicitarios de los llamados ases del balón. El deporte “ningunitario” es el que no interesa a nadie. El de deportistas anónimos que sacrifican los mejores años de su vida para entrenar a jornada completa y, al mismo tiempo, buscar alguna manera con la que poder ganarse la vida. El que ha sufrido en sus carnes la losa del recorte de subvenciones; por el que ningún empresario descuelga un teléfono y aporta un céntimo. Al que se le exige la gloria cada cuatro años, y que cuando ésta llega, no pasa de una entrevista en la puerta de “Llegadas internacionales” de Barajas. Si 2013 fue el año donde el deporte español femenino asumió un protagonismo tan importante como el masculino, este 2014 que estamos a las puertas de despedir, ha sido para nuestro deporte el de la “paradoja Río” un término que acuñé junto con mi amigo Javi Amado. Brasil fue el escenario, de la capitulación de la que, por su importancia cualitativa, ha

sido el mayor éxito de la historia deportiva de nuestro país: la selección de fútbol que consiguió ganar tres títulos internacionales entre 2008 y 2012, entre ellos, la Copa Mundial de 2010. Sobre este fracaso, ha pivotado el particular Waterloo del deporte mayoritario y minoritario. De esta manera, Rafa Nadal perdía el liderato mundial del tenis, Alberto Contador no podía lograr un Tour que parecía que tenía en las piernas… ¿Quién no ha maldecido a Orenga por el fracaso en el mundial de baloncesto del que éramos anfitriones? Y, sí, mi coche también corre más que el Ferrari de Fernando Alonso. Frente al derrumbe del starsystem patrio, sobre los mismos rescoldos humeantes de la batalla perdida por los oficiales, la milicia “ningunitaria” apunta de manera esperanzadora a Río. Los hombres y mujeres que no tienen rostro, comienzan a ser nombres más conocidos para el aficionado medio gracias, principalmente, al empuje de las redes sociales. A nombres que ya se han erigido en referentes como Mireia Belmonte, las chicas del waterpolo o la gimnasia rítmica, Javier Gómez-Noya, se han sumado otros como Carolina Marín, Eva Calvo, la selección femenina de baloncesto, Garbriñe Muguruza, Borja Vivas, Vero Boquete, Pablo Carrera, y un largo etcétera con el trasfondo de la ilusión. Mi compañero Javi Amado y yo coincidimos en que Río 2016 tiene los cimientos para convertirse en los mejores juegos de la historia del olimpismo español, y quien sabe si el primer paso para un cambio en la cultura deportiva que puede estar necesitada de referentes ante un horizonte de ocaso de la época dorada. Bajo ese espíritu nació hace diez años este anuario, para reconocer a los mejores atletas en el espectro más polideportivo posible. Como ellos, he puesto horas de entrenamiento e ilusión, aunque cuento con la ventaja de que la lectura por su parte me sacará del ninguneo. Confío en que sea de su agrado, y le transmito mis mejores deseos para este 2015 que vamos a comenzar muy pronto. El autor : J.J Muruzábal @ Mr_Chon

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50 Javier Tebas

@Tebasjavier

Una plaga bíblica Toda película tiene su villano, cada libro su antihéroe, y este recopilatorio debía presentar en su preludio a su malvado sátrapa. El faraón Tebas ha construido su pirámide de fama, erigida junto a Kefrén y Micerinos, tomando como esclavos a los aficiondos, turistas que acuden a ver el fútbol cada fin de semana. Su creación es lo contrario a una maravilla del mundo antiguo, o moderno. Antes de hacerse con el control del imperio del fútbol, su más ilustre vinculación con el balompié fue la defensa legal del “honrado ciudadano” Dimitry Piterman. Con esos antecedentes, no es sorprendente que le cedieran el cetro del deporte rey. Si Cleopatra tenía obsesión con los baños en leche de cabra, al faraón Tebas le agradan los baños de masas, la obsesión por los medios. Desde los púlpitos se vanagloria de ser un rey cabal, e inicia la lucha contra causas perdidas, aunque para ser ducho en leyes su concepto de justicia sea más que discutible. El enemigo es la deuda, saneemos los clubes… Y el damnificado es el Murcia -apenas llega al 0,1% de la deuda total- mientras a otros clubes sólo se les muestra una tarjeta amarilla, o lo que es peor aún, se desciende a clubes como el Guadalajara que estaba al día con hacienda y empleados. El enemigo es el despilfarro, tope salarial… Y el damnificado es Pedro León que se queda tres meses sin jugar porque se notifica a su club con el mercado de fichajes cerrado que ha excedido dicho límite. Las plagas las sufren los ciudadanos. La peste bubónica de los horarios, con partidos de Copa a las diez de la noche en víspera de día labo-

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rable, equipos que juegan de local cinco lunes seguidos… Las medidas para terminar con la violencia en la que dejan sin fútbol a un hombre que introduce una lata de refresco, mientras los tornos siguen abriéndose al paso de lo que los platenses llaman “barrabrava”, criminales organizados con delitos graves a cuestas. Se vanagloria de abanderar la lucha contra el amaño de partidos, cuando no tiene competencias, y si organiza una entrega de premios, admite, y casi diría que presume, de que estaba arreglada de antemano. ¿Queda alguien por importunar? Clubes grandes, clubes chicos, aficionados, jugadores, el CSD… Hasta la Agencia Tributaria, el organismo más antipopular del país, ha emprendido acciones judiciales contra él. La gran pregunta no es conocer al aqueménide que terminará con este imperio del terror, sino qué dios ampara a este megalómano faraón; quién entre sus delatores le apoya y le protege. Con un oligarca eterno, con un Villar, estamos servidos. A ver si te vas de una vez , Tebas.


Imagen: Telepress

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Mundiales en casa Café para todo... el planeta

En 2013, balonmano y natación; en 2014, baloncesto, tiro, vela y ciclismo. El año languidece, y con él dejamos atrás un bienio en el que la España del monoteísmo deportivo ha sido anfitriona de varios Campeonatos del Mundo en los deportes que pocos veneran. ¿Hemos sido buenos anfitriones? Empecemos, por seguir el orden cronológico, por el balonmano. Campeón del mundo en casa equivale a éxito rotundo… ¿O no? La elección de sedes “se subastó”, y entre las ciudades con tradición balonmanística sólo Granollers tuvo partidos en directo -dejando Barcelona al margen- de ahí que las gradas estuvieran semivacías en la mayoría de los encuentros. Tampoco parece que haya aprovechado el tirón de su victoria en la captación de jugadores. En 2013, según datos del I.N.E. el número de federados fue de 92.000, y la federación ha admitido que el dato de 2014 va a ser muy similar. El ejemplo del balonmano, contrasta con la natación. La sede fue Barcelona, una ciudad muy vinculada históricamente a este deporte, y la respuesta del público fue notable. Cuatro llenos absolutos, y una asistencia que superó en un 25% las previsiones iniciales. En términos globales, el número de federados en natación se ha elevado en este 2014 un 4% espoleados por el “efecto Mireia” y por las chicas del waterpolo. El Mundial de vela en Santander ofreció unos resultados discretos para la delegación anfitriona, pero tuvo una buena acogida de público, aunque las cifras oficiales de 700.000 espectadores son un brindis al sol. Del campeonato de tiro olímpico vamos a hacer referencia más adelante. En el caso del ciclismo, Ponferrada recibió la semana arco iris del calendario U.C.I. y sólo se vio respuesta social en las pruebas del fin de semana, sobre todo en élite masculina, aunque lejos de otras sedes europeas. Por su relevancia, el Campeonato del Mundo de baloncesto fue el gran evento de este bien-

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io. Fue la antítesis del balonmano; fracaso en lo deportivo, y cuando menos un notable alto en el plano organizativo. La importancia en la elección de sedes se resumen en este dato: el partido con más asistencia fue un Nueva Zelanda-Finlandia con 15.000 asistentes en Bilbao. El aforo medio en todo el torneo fue del 80%. Antes de hacer cuentas, hay que destacar un aspecto casi común a todos los deportes, y que considero un gran acierto. Me refiero al papel capital de la televisión, uno de los pocos errores que cometió la federación de baloncesto. El resto de competiciones fueron retransmitidas o respaldas por el ente público que ayuda a la difusión del deporte, y al retorno de la inversión publicitaria de los patrocinadores. He aquí, otro punto a favor para el Gobierno. Las ventajas fiscales, por no decir exención, al capital privado que llegó a los organizadores. En un contexto de economía de supervivencia, hay que tener una absoluta certeza de que es dinero bien invertido y, como mínimo no habrá pérdidas para el Estado. Y es aquí donde nos damos de bruces con la realidad. Todos los datos oficiales son aportados por quienes han organizado los eventos, federaciones, ayuntamientos y autonomías, que no son precisamente un dechado de sinceridad. Bajo la trampa del “impacto económico” se oculta un déficit indecoroso (balonmano), presupuestos en algún caso cuadriplicados (vela) o subvenciones sangrantes (ciclismo). Sólo el baloncesto consiguió 32 millones de beneficio – según informe de Deloitte. No volvamos a pretender pagar la fiesta en mi casa con el dinero de otros, mientras el presupuesto no alcanza para áreas clave, o nuestros propios deportistas subsisten como pueden. El pan, antes que el circo.


Voluntarios en la sede de Bilbao en el Mundobasket’14. Imagen: bilbao.net

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Fátima Gálvez María Quintanal Eva María Clemente @tiraora @MariaQuintanal @EClementePodium

Jara y metal Sólo nuestro país podría concebir la genialidad de celebrar un Campeonato Mundial de Tiro en una instalación denominada “Centro Juan Carlos I”. Supongo que era demasiado pedir, un elefante como mascota del evento. Dejando la sorna a un lado, organizar este evento no era ningún chiste. Cuatro mil participantes, mil jueces-árbitro, y más de cien naciones representadas para un total de 55 pruebas. En términos cuantitativos es el Mundial que más efectivos ha desplazado, entre los organizados en nuestro país en el último tiempo. Estos requerimientos logísticos hacen que, a diferencia de la mayoría de los deportes olímpicos, esta cita intercontinental se dispute cada cuatro años. Nuestra delegación no pudo sacar demasiado provecho a la condición de anfitrión, y el balance general era francamente pobre. Con los fiascos en pistola –Franquet 6º en diez metros fue lo más destacado-, las esperanzas quedaban depositadas en la modalidad de foso olímpico o trap, donde veníamos cazando buenos trofeos de unos años a esta parte. Nos encomendamos a Fátima Gálvez para no quedarnos vírgenes de medallas. La cordobesa competía en lo que casí podríamos denominar su coto privado, pues allí es donde se entrena a lo largo del año. La final individual se desarrolló en dos rondas de quince platos. En la ronda uno, Fátima consiguió un asombroso pleno: quince disparos, quince impactos, con el que se aseguró como mínimo la plata y un desempate por el oro con

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la alemana Quoos. En esta ronda definitiva, sobre idéntico número de blancos, el oro se le escapó por la mínima: 13-12. Un metal que cayó del cielo para una necesitado equipo español. Si en la primera medalla contamos con Fátima, para la segunda necesitó asociarse con la hija pródiga. En 2005, María Quintanal, que venía de ganar una plata en Atenas –última medalla del tiro español hasta hoy- rompió con el entrenador que le impuso la federación. Desairada, se mudó la República Dominicana y tras cumplir con los reglamentarios cinco años de espera comenzó a competir bajo bandera del país centroamericano supervisada por su suegro. El tiro pareció salirle por la culata, y en 2013 regresó a Canarias, arrepentida. Este Mundial sería su primer gran campeonato en su regreso a la competición representando a España. Para completar la suma de 209 puntos con los que nuestras tiradoras consiguieron el bronce en el foso olímpico por equipos, nos queda por añadir la contribución de Eva María Clemente. Una joven alcarreña -23 años- , que se mostró muy regular, consiguiendo puesto de finalista, y quedándose muy cerca de poder pelear por el bronce individual. El tiro español tiene que estar agradecido a estas deportistas que nos sacaron del foso en nuestros mundiales. Ojalá en Río’16 sus disparos sean correspondidos con salvas en su honor.


De arriba a abajo: Gรกlvez, Quintanal y Clemente. Imagen: R.F.E.T.O

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Carlos Sainz Jr. @carlosainz

En el nombre del padre; en el nombre de la leyenda El deporte no ha sido ajeno al nepotismo, y convendrá conmigo, que el factor decisivo en ser repudiado o adorado por una sociedad iconoclasta como la nuestra, es la estrella que brilla en el pecho tu familiar. Si tu padre es Carles Busquets, y además eres capaz de ganar todos los títulos habidos en tu deporte, lo tienes algo más fácil que si tu padre es Ángel Nieto, o no digamos ya Eddy Merckx. Casos como el de Paolo Maldini, demuestra que en el deporte no basta con fichar a las ocho, aquí “la casta” cae por su propio peso. La Fórmula Uno, y el motor en términos más extensos, tiende al nepotismo por su propia idiosincrasia: pocas licencias, costes que conlleva, etc… Muchos son los llamados: Brabhmam, Fittipaldi, Andretti, Piquet entre muchos otros; pocos vástagos exitosos: Hill o Rosberg; e incluso hay quien lo consiguió en memoria de su padre, como Jaques Villeneuve. Esa naturaleza a la que recientemente aludía, ha impedido a nuestros pilotos ponerse tras los volantes de sus sueños. El circuito ha aprovechado más el tirón de Fernando Alonso de lo que lo hizo el rally con Carlos Sainz. Así en el último quinquenio con Alguersuari, Merhi y Juncadella, el motor español ha conquistado muchas de las competiciones que preceden a la Fórmula Uno, como la Fórmula 3 británica, la Fórmula 3 europea en sus diferentes formatos, o la carrera anual de Macao. A rebufo de esta nómina de jóvenes pilotos se coloca Carlos Sainz Jr. que recientemente ha conquistado la Series Mundiales Renault en la máxima categoría (motores de 3,5 litros)

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Si todo hombre viene del mono, prácticamente todo piloto viene del karting, y el caso de Sainz para deducirlo no hay que viajar a la isla de Pascua, basta con conducir por la M-50. En 2010, con 16 años, se enrola en las filas de la “academia Fama” del motor, el programa Red Bull para jóvenes pilotos. Bajo el protectorado del equipo número uno, participa en toda clase de competencias: Fórmula BMW, Fórmula Renault dos litros, y fundamentalmente, Fórmula 3. Muestra una gran consistencia y regularidad, obteniendo buenos resultados parciales. En 2013, alterna la F-Renault 3,5 l con la GP3, y no termina de despuntar en la general de ninguna de las dos competencias. A finales de ese año, McLaren anuncia como piloto oficial a Kevin Magnussen, último campeón de la F-Renault 3,5 l, y el equipo DAMS cede su volante a Sainz Jr. El madrileño no desaprovecha la oportunidad en el mejor equipo de la categoría, y se proclama campeón con un botín de siete victorias, seis poles y cinco vuelta rápidas, en pugna con Roberto Merhi, ganador de tres carreras. En 2015, la Fórmula Uno pasa de ser ambición a objetivo… como el de otros tantos pilotos. Tras semanas de negociaciones Toro Rosso le concede una butaca para entrar al Gran Circo. Allí , o tienes buenas manos o eres pasto de las fieras. El primer paso deben ser los puntos, y superar a su compañero de equipo , el asombroso Verstappen . Eso sí, que no se olvide de arrancarlo.


Imagen: www.carlossainz.es

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San Lorenzo de Almagro @Sanlorenzo

Jugando por un sueño En la penúltima jornada del torneo Clausura 2001, San Lorenzo y River peleaban el título. Se daba la irónica coincidencia de que el destino de ambos clubes quedaba en manos de su eterno rival, ya que el calendario había diagramado para dicha fecha un San Lorenzo-Boca y un River-Huracán. Boca no ofreció resistencia a San Lorenzo, perjudicando así a River. Sin embargo Huracán, que peleaba clasificar a la Copa Mercosur, fue al frente y ganó 3-2 a River, aún a expensas de brindarle el torneo a su clásico rival. Al día siguiente en el diario “Clarín” fue publicado un afiche a doble página, pagado por el patrocinador de Huracán, en el que se leía “De nada cuervo. Un grande siempre sale a ganar” Ni ese San Lorenzo de Pellegrini ni tampoco el legendario equipo de Los Matadores, pudo levantar la Copa Libertadores, y hasta este año era el único de los llamados “cinco grandes del fútbol argentino” que no contaba con el máximo título del continente americano en su haber. Hace menos de cuatro temporadas, San Lorenzo disputaba una promoción de permanencia en Primera. El club se encontraba en una situación financiera precaria, tras las pésimas gestiones de las directivas presididas por Abdo y Savino. En 2012, con el equipo todavía en posición de descenso directo, Matías Lammens se hace con el poder. Este joven empresario no es más que el hombre de paja del presentador de televisión Marcelo Tinelli, cuyo programa “Bailando por un sueño” (el equivalente de “Mira Quien Baila”) cosecha una audiencia media superior al 40% en Argentina. El equipo azulgrana evita seguir el mismo camino de River, y en la siguiente temporada, el nuevo equipo directivo apuesta por Juan Antonio Pizzi para remontar el rumbo. El Lagarto arma un equipo con jugadores de las categorías Los

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inferiores y futbolistas con un perfil que entonces distaba mucho del que tenían otros equipos argentinos. Tras unos inicios difíciles, los cuervos entran en la pelea por el Campeonato Final de 2013, en pugna con Lanús, Newells y Vélez. En la última jornada, San Lorenzo empató con Vélez en Liniers, y el resultado les permitía dar la vuelta olímpica siete temporadas después. Del infierno al cielo en algo más de doce meses. Pizzi hizo el petate rumbo a Valencia, y Tinelli pensó en el patón Bauzá, un técnico de reconocido prestigio en Sudamérica, para timonear al Ciclón en la Copa Libertadores. Cuatro postales en el álbum del San Lorenzo campeón. En una aparece el portero Torrico deteniendo dos penalties en la tanda ante Gremio, en la ronda de octavos. Debajo de ésta, encontramos la imagen de Nacho Piatti anticipando el “Mineirazo” unos meses, con su gol en cuartos frente a Cruzeiro. En la penúltima postal, el Gasómetro patas arriba, con una goleada por 5-0 que puso fin al sueño copero del Bolívar de Xabier Azkargorta, en semifinales. Nacional de Asunción separaba al pueblo cuervo de su objetivo histórico. Esta postal la remiten con estampa dorada. Ortigoza marcó de penalti en el primer tiempo, y los azulgranas supieron defender el gol que desnivelaba la eliminatoria. Carnaval en Boedo en pleno mes de Julio. Pipi Romagnoli, levantaba la Copa Libertadores. El máximo ídolo de la centenaria historia del club, cumplía el sueño de su carrera. Para poder conseguirlo, no dudó en romper un precontrato millonario con el Bahía de Brasil. Escoltado por Piatti, la perla Correa, Mercier, Matos y compañía, obraron el primer milagro del papa Francisco. Santo súbito.


Imagen: Terra

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2005

2006

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2011

2012

2008

2009

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7º 4º 12 3º

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2º 32 46 2º

45 Rafael Nadal Conversaciones Hola Rafa.

Hola Lo primero ¿Cómo te encuentras de la espalda? << Bien. No es nada que no se supiera. He sufrido en distintos momentos de la temporada, como en Roland Garros y en otros torneos en los que no estaba perfecto. Aprovecho ahora para ver si consigo curarme del todo >> [1] Este 2014, comenzó con una final ante Stanislas Wawrinka en Australia, donde sufriste tus primeros problemas de espalda << Lo que me pasaba en la espalda es que me dolía mucho los primeros días. Pero nunca pensé que me iba a quedar clavado. Me molestaba y me limitó bastante tanto el segundo como el tercer partido. Cuando me lesioné después de llegar a la final de un Grand Slam, pues me quedé un poco tocado >> [2] En Roland Garros, 14º Grand Slam. Sólo estas a tres de Federer << No sé si es imposible o no sumar los mismos que él, pero es algo que no me preocupa ahora mismo. Lo único que me preocupa es seguir e intentar estar por aquí el mayor tiempo posible, siendo competitivo, y luego se verá. No es algo que me plantee nunca. El hecho de ganar 10 años seguidos un Grand Slam es algo muy complicado de hacer. Tiene mérito >> [2] Novak Djokovic fue un rival realmente exigente << Desde el punto de vista físico, esta sí ha sido la final de Roland Garros más dura de todas. Sinceramente, no sé lo que hubiera podido pasar en un quinto set. Pero es que Djokovic y yo jugamos siempre al límite, por metas muy elevadas y con todos los medios posibles por parte de cada uno. ‘Al límite’ quiere decir que el desgaste mental es alto y la exigencia, más que máxima >> [3] En Wimbledon, fuiste eliminado a manos del australiano Kyrgios, 144º del ranking ATP… << El deporte es muchas veces una parte mental. Él tiene cosas, cosas positivas, para ser capaz de ser un buen jugador. Pero al final, todo es más fácil cuando estás llegando. Todo es nuevo. No hay nada que perder. Todo es bueno. Todo es positivo >> [4] ¿Crees que puedes volver alguna vez a repetir tu 2013 mágico, donde regresaste triunfal tras 10 meses alejado de la pista? << No, 2013 fue mágico e irrepetible. 2013 no vuelve >> [6] Has ganado un Grand Slam cada año en la última década. ¿Podrás seguir esa línea? << Diez años seguidos ganando un Grand Slam no lo ha conseguido nadie, es muchísimo. No sé si seré capaz... pero tampoco me lo planteo. Lo que debo hacer es jugar bien, prepararme, y cuando llegue el momento, darme oportunidades >> [7]

¿Para el año que viene seguimos apostando por Djokovic, Federer y Nadal? << Nunca se sabe lo que puede pasar. Esto no es eterno. Creo que Federer ha terminado muy bien el año, igual que Djokovic. Ellos van a empezar fuerte de nuevo y yo un poco de cero, con más problemas. Tengo que recuperar lo que perdí durante los últimos seis meses >> [7] Gracias Rafa. Mis mejores deseos, y ojalá puedas aparecer por undécimo año consecutivo en este ranking. [1] Entrevista de Jaime Martínez para El Mundo [2] Entrevista de Joan Solsona para MARCA [3] Entrevista de Alejandro Delmás para Diario AS [4] Rueda de prensa en Wimbledon. Julio de 2014 [6] Comparecencia durante acto de colocación de la primera piedra de la academia Nadal, en Noviembre 2014 [7] Comparecencia durante acto de proclamación como “Hijo predilecto de Mallorca” en Diciembre 2014

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Imagen: A.P.

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El récord de la hora La hora de la verdad En la Edad Media, las villas rivalizaban entre sí para construir el campanario más alto, con la intención de acercarse a la divinidad, una fútil alegoría que pretendía unir lo material con lo esotérico. Sobre el dominio del bien intangible más preciado, el tiempo, se han cimentado las mayores rivalidades de la historia del deporte. Durante los felices noventa para el ciclismo, este deporte se adentró en una apasionante pelea por dominar el continúo espacio-tiempo sobre un velódromo. El récord de la hora se convirtió en el objeto de deseo de todos los ases del pelotón, y en nuestro país, este desafío tuvo gran repercusión mediática gracias a Indurain. Al fin las plegarias al cielo de los aficionados de la vieja escuela, han sido escuchadas sin necesidad de levantar majestuosos minaretes. Una conjunción de circunstancias han facilitado la vuelta de la fiebre por la hora, más allá del cambio reglamentario, que por supuesto, ha sido clave. Por encima de todos, el poder creciente que los fabricantes de bicicletas han ido adquiriendo en el pelotón profesional, pasando de ser meros proveedores, a participar de manera directa en la gestión de los equipos. Un factor vital asociado ha sido el poder de las redes sociales, y de las nuevas tecnologías. Sin embargo, no debemos olvidar que estas “espadas” deben ser blandidas por valientes guerreros. El ciclismo contemporáneo es una Roma senatorial, que no necesita puñaladas por la espalda porque tiende a la automutilación. Por ello, no se me ocurre nadie mejor que un ídolo sin ateos para relanzar la carrera por el récord. Jens Voigt, se ha despedido con un regalo de jubilación para sí mismo, y para los aficionados. El fiel escudero, paradigma de integridad

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y amor por este deporte, abordó en septiembre el registro de Onrej Sosenka, obtenido bajo la reglamentación antigua – con bicleta “convencional” - en 2005. El formidable ciclista alemán elevó la marca en casi una milla, y con 51,110 kilómetros, encendió la mecha para futuras tentativas. Era plenamente consciente de que no era un resultado estratosférico, y podría ser batido, pero era importante que una figura de su talla, libre de pecado, tirara la primera piedra. El austriaco Brandle, algo más de un mes después, estableció la que todavía a fecha de hoy es la plusmarca vigente (51,882 Km) Lo logró, dicho sea de paso, en medio de un total anonimato. Al parecer nos encontramos en una fase de tanteo, y los grandes nombres están dejando que corredores de un “escalón inferior”, actúen como esas liebres del atletismo, y progresivamente aumenten la distancia. Cuando escribo estas líneas, hora punta en los velódromos. Se han planificado tres asaltos casi inmediatos en menos de un mes, entre finales de Enero y Febrero, a cargo de anglosajones: Jack Bobridge, Rohan Dennis y Alex Dowsett. Para presenciar el duelo sobre el peralte entre los especialistas en contrarreloj tendremos que esperar al verano. Bradley Wiggins ya ha manifestado que tiene prevista una intentona, y a Cancellara también le fascina la idea, siempre que pueda compatibilizarlo con otros objetivos. El tercer nombre en la mente de los fanáticos del ciclismo es el de Tony Martin que completa un trío de passistas con el que evocar aquellos duelos con Boardman, Rominger, Indurain u Obree. En ciclismo, de nuevo, una hora menos, es una hora más.


Imagen: Ulf Schiller

@Mr_Chon


2008

2013

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Equipo Español de piragüismo @ Saul_craviotto @setebenavides @MarcusWaltz

Cachitos de plata y bronce En el ecuador de la olimpiada, es tiempo de revisar el archivo del deporte español con el objetivo de adelantarnos a los acontecimientos, y poder presentarle, aunque sea a pinceladas, el retrato de algún atleta que aspira a convertirse en canción del verano en la cuna de la samba. En esta entrada en lista, nos subimos al cayuco. No tenga miedo, que surcaremos ríos de agua tranquila. Este policía no necesita hacerse el gracioso a través de las redes sociales, porque hace tiempo que cayó en gracia. En Pekín 2008, Saúl Craviotto, compartiendo embarcación con Pérez Rial, tocó el cielo olímpico con un oro inesperado. La máxima condecoración del piragüismo no le sirvió para ir por los campeonatos mostrando la chapa. Su capacidad de sacrificio, y la pasión para compatibilizar su oficio con su deporte, ha servido como aliento a una nueva generación de palistas que viene a dar el turno de relevo. En el Campeonato del Mundo, en las aguas del moscovita –e impronunciable- canal de Krylatskoye, el capitán del piragüismo español seguía de guardia. En el K-1 200m, la prueba donde ha encontrado su sitio, fue imposible distinguir a simple vista quien había cruzado la meta en tercera posición. Ni siquiera el ordenador pudo hacerlo. Craviotto subió a un podio de cuatro plazas, compartiendo bronce con el campeón olímpico, el británico McKeever. Su decimotercera medalla en un gran campeonato. Diecinueve años, once menos que Craviotto, contemplan a Marcus Cooper. Mallorquín de padre inglés y madre alemana, en este Campeonato del Mundo tuvo ante sí el primer test de su carrera con los profesion-

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ales, luego de coleccionar varios metales en las pruebas junior y juveniles. En la final del K-1 500m, atesoró la ambición del joven, y el tesón del veterano, todo ello en una distancia de medio kilómetro. Lideró en el ecuador de la carrera, para posteriormente hundirse, y en el sprint final conseguir un pírrico bronce. Nos quedamos sin el Oro de Moscú, pero dos bronces es un botín nada desdeñable teniendo en cuenta las circunstancias. El equipo del K-4 1000m que marchaba cercando las posiciones de podio, sufrió una dramática rotura del mástil de su embarcación, en un hecho casi sin precedentes. A ello hay que sumar alguna ausencia, como la del embajador del kayak español, el gallego David Cal, que a sus 32 años dosifica su calendario para no llegar a Río con excesivo castigo. En piragüismo, los campeonatos continentales y del Mundo se celebran anualmente. El Europeo se disputó en las aguas del lago Beetzee (Brandenburgo, Alemania) el Éufrates para los palistas teutones. En sus aguas pescó una plata el Sete que pilota una canoa en lugar de una moto. Alfonso Sete Benavides sigue cumpliendo su estadística de medalla por temporada, desde que pasó a profesionales, en 2011. Fue subcampeón europeo en C-1 500 m. En Londres 2012, con 21 años, se trajo esa medalla de chocolate que nadie quiere probar, y de ahí que el Lagoa, el lago situado a los pies del Cristo del Corcovado, sea una ambición persistente. Con varios pasajes ya asegurados para los JJ.OO. sólo queda cruzar los dedos para que sean ellos, y no otros, los que peguen los golpes de remo.


De arriba a abajo: Craviotto, Cooper y Benavides. Imagen: R.F.E.P

@M @Mr_Chon Mr_Chon


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S.D Eibar @sd_eibar

Hijo, el fútbol era esto A principios de los noventa, Moncloa estaba ocupada, como decía la canción de moda, por “los de siempre”. Al igual que sucede en nuestros días, el Gobierno contemplaba impotente sus propias honras funerarias durante la crisis económica. Se sacaron de la manga la Ley del Deporte, que obligaba a los clubes a su conversión en sociedades anónimas deportivas. De esta manera no murieron solos, en su agonía trasladaron al deporte, especialmente al fútbol. De las cenizas del deporte, surge el circo conocido como “fútbol moderno”. El de los cortijos, el de la ruina, el que mercantiliza una pasión. La Sociedad Deportiva Eibar se ha ganado el cariño de la mayoría de los aficionados al fútbol al encarnar los valores del fútbol de antes. Un estadio de portal de Belén, en el que se siente a la grada, sin fastuosidades, con lo mínimo que exige el reglamento. Apuesta por el bloque que ha logrado los éxitos, desde el timonel en el banquillo, al campo y volviendo al banco de suplentes. La máxima eficiencia con los mínimos recursos, en la era donde encontrar esta receta es, tristemente, una utópica necesidad. << Se necesita tener esa capacidad de buey para esperar una carta durante quince años >>. El coronel de García Márquez esperaba paciente su epístola, y el Eibar aguardó más de quince años la epifanía del ascenso a Primera. Fueron 18 temporadas consecutivas en Segunda – récord histórico – a las que puso fin con la cuerda rompiéndose por el extremo débil de la manera más cruel. Con Mendilíbar en el banquillo, el equipo armero se queda a las puertas del ascenso la 2004/05. En ese equipo la figura indiscutible era un joven canario cedido por el Valencia, David Silva. Tras ese año de ensueño, la plantilla armera se desarma, y el Eibar puso fin a esa racha con un descenso como colista Los

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de la categoría de plata la temporada 2005/06. En la última década, el ascensor funcionó bien al principio, hasta que quedó parado en el bajo de la Segunda División B. Varios entrenadores llegaron intentando repararlo, hasta que Gaizka Garitano propuso algo menos cómodo: subir por las escaleras. Si el viaje era pesado, era mejor hacer fuerza entre todos, y confeccionó un plantel del que todavía hoy existen varios miembros. Volvieron a Segunda, con el menor presupuesto de la categoría – 4 millones de euros - y preocupados por no caerse. Con el optimismo narcisista de los vizcaínos, el míster convidó a sus jugadores a preguntarles si conocían el piso de arriba. No sólo logran el histórico ascenso, finalizan el campeonato en primera posición. Un éxito dentro y fuera del césped; la directiva tiene la economía al día, paga a sus empleados en tiempo y forma. El deporte eibarrés había sufrido recientemente la desaparición del histórico Arrate, su club de balonmano, por una deuda que no pudo afrontar, y era una lección aprendida. Sin embargo, la burocracia del fútbol moderno, y la peor comunidad de vecinos, la LFP, les exigía una ampliación de capital, o los devolverían al piso bajo por la ventana. Eludieron el descenso a Segunda B, entre otros factores, gracias a una campaña de cuestación por redes sociales, el cada vez más famoso crowfunding Se adaptaron pronto a la Primera División. A sus estrellas de millones de euros, a la prensa mamporrera, a los árbitros temerosos, en definitiva, a la historia. El Eibar termina el año 2014, como el primer equipo vasco clasificado en Primera División, y casi la mitad de los puntos necesarios para cumplir su objetivo. ¿Seguro que no hay nada en el piso de arriba?


Imagen: El Diario Vasco

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Tom Kristensen Resistiré

El prólogo de la célebre rivalidad entre Häkkinen y Schumacher (*), aconteció durante la carrera que clausuraba el campeonato alemán de Fórmula 3 de 1990 en el legendario, y todavía forestal, Hockenheim. Al káiser no pareció incomodarle quedar segundo ante aquel debutante, ya que tenía el campeonato asegurado. Al piloto más ganador de la Fórmula Uno le iba a suceder en el palmarés de aquel certamen, el piloto más ganador de la historia de las 24 horas de Le Mans. Antes de que Tom Kristensen se especializara en las carreras de resistencia, fue campeón en la mencionada F3 alemana, así como en la japonesa –coetáneo del también campeón Pedro Martínez de la Rosa- y tal y como han realizado otros pilotos más recientemente, compatibilizó su labor de piloto de pruebas de Fórmula 1, con las carreras de turismos y resistencia a finales de los años 90. Aunque, claro está, no todos con el mismo éxito. El debut de Kristensen en las 24 horas de Le Mans tuvo lugar en 1997 en el equipo Joest Racing, que actualmente se conoce por antonomasia como Audi. Aquel año, los vehículos de la estructura eran Porsche WSC-95s, sin apoyo de fábrica, que se aprovecharon de los problemas de fiabilidad de los McLaren-BMW para cruzar la meta con una vuelta de ventaja. “Sólo” una veintena pilotos han sido capaces de ganar en su bautismo de fuego en La Sarthe. En el año 2000, después de dos ediciones sin éxito con BMW, el destinó reunió bajo los cuatro aros de Audi, el talento de Kristensen con el liderazgo en el garaje de Wolfgang Ullrich; y cambió la historia. El prototipo R8 consiguió tres triunfos consecutivos entre 2000 y 2002 con Kristensen-Biela-Pirro relevándose al volante. Y al cuarto año, Audi descansó. Abandonó Le

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Mans, pero dejó atrás sus chasis para que su mesias ganara en su nombre en 2004 y 2005. En esta edición, el danés heredó del inolvidable Jacky Ickx el título de “Moinseur Le Mans”, al establecer un nuevo récord de victorias. Previamente, en 2003, Kristensen cumplió los deseos de Bentley, y la marca británica amplió su exclusivo pedigrí en la meca de los indestructibles. Audi volvió a cruzar la frontera con las alforjas llenas de diésel. Otros tres baños en champagne consecutivos, y el octavo personal para Kristensen en 2008. Peugeot asestó un duro golpe en 2009, y la carrera recuperó las rivalidades entre fábricas, inéditas durante los últimos años. En 2013, Le Mans agitó banderas por última vez en honor de su ídolo, aunque en su alma ondeaban a media asta. Allí, en el templo de su gloria, había perdido la víspera de su noveno triunfo a un amigo, Allan Simonsen. No quiso celebrar más allá de lo protocolario. Por ello en 2014 quería retirarse brindándose a sí mismo, a Audi, a Ullrich, una última victoria. Sin embargo, aquí no hubo décima buena. Si los años ochenta, y comienzo de los noventa, fue la era donde el motor alcanzó la excelencia del espectáculo, este nuevo siglo ha supuesto la excelencia en los campeones, y los últimos cinco años, el ocaso de esos hombres récord: Rossi en motociclismo, Schumacher en Fórmula Uno, Löeb en el rally, y -en menor medida- Peterhansel en el Dakar… Y en este club selecto sumamos al único latifundista de la ribera del Loira que regenta un circuito en lugar de un castillo. *

Fuerza para Michael Schumacher y Jules Bianchi


Imagen: Claus Søndberg

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Novak Djokovic @DjokerNole

La sonrisa del Djoker En las postrimerías de 2014 conocimos que el actor Jack Nicholson, el Joker original en la saga Batman, padecía el mal de Alzheimer, una de las noticias culturales más tristes que arroja este año. Pasando al universo deportivo, nada puede borrar la sonrisa de la cara al hombre de las mil bromas. Novak Djokovic ha finalizado la temporada como número uno del mundo. No ha sido su campaña profesional más destacada – su 2011 le supuso, entre otros reconocimientos, encabezar este ranking – pero sí que ha sido su año inolvidable en el plano personal con matrimonio y paternidad en menos de tres meses. Djokovic comenzó a jugar al tenis por casualidad. En Kopaonik, donde sus padres regentaban un pequeño bar próximo a la estación de esquí, el gobierno yugoslavo construyó una pista de tenis, y con cinco años de Edad, Nole probó fortuna en un deporte nada arraigado en Serbia. Jelena Gencic, entrenadora de Mónica Seles, detectó su talento y le animó a seguir compitiendo. Hasta que poco tiempo después la O.T.A.N. bombardeó Belgrado. Entonces, Djokovic entrenaba en las pistas de aquellos lugares víctimas de los bombardeos, confiando en que no volverían a ser atacados. Al dispararse las sirenas antiaéreas, su familia corría a buscar refugio a búnker, emulando a los londinenses durante la Batalla de Inglaterra. En Londres, en Wimbledon, ha encontrado su torneo fetiche. En 2011, cuando derrotó en la final a Rafa Nadal, arrancó un trozo de pasto y se lo llevó a la boca según sus propias palabras << para comprobar a qué sabía >> En este 2014, esa hierba tenía sabor a victoria, y

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aroma a redención. A finales de 2013, incorpora a otro genio excéntrico, Boris Becker, a su equipo de entrenadores. Los resultados parecían no llegar, por lo menos en los Grand Slam. En Australia sorprendente derrota a manos de Wawrinka en cuartos de final. Encadena tres victorias en los Masters 1000, dos de ellos sobre tierra batida, alimentando la posibilidad de romper la racha de Nadal en Roland Garros. Por primera vez en sus duelos directos, Nadal remonta un partido en el que el serbio había ganado el primer set, y le aleja del único grande que se le resiste. En las pistas del All England Tennis Club, Djokovic saca a relucir lo más granado de su repertorio: poderoso resto al servicio, y ante todo, la capacidad de convertir un golpe defensivo en ganador. Roger Federer llevó la final al quinto set a base de saque-volea. En esa manga Djokovic admitió haberse encontrado a sí mismo tras un largo periplo. No hay forma más placentera de curar las heridas que ganando un Grand Slam, el séptimo de su carrera. << Gracias por dejarme ganar, Roger >> comentaba en tono jocoso antes de recibir el trofeo. Bien podría haber pronunciado las mismas palabras meses después, de nuevo en Londres. Federer acudía en ropa de sport al escenario de la final del torneo de Maestros. Su espalda también acusaba las exigencias de la temporada, por lo que Djokovic fue campeón sin desenfundar la raqueta. Descolorido epílogo a una temporada con siete torneos en su haber. Poca broma.


Imagen: Getty Images

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2013

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39 Javier Fernández @javierfernandez

Del amor.. al desengaño Ni las nuevas tecnologías, ni tampoco la retransmisión por parte de TVE, han conseguido que los JJ.OO. de Invierno calen en nuestro país. Uno de los aspectos que no escapó al tono mordaz de las redes sociales fue el atuendo de la delegación española en la ceremonia inaugural, con nuestro abanderado Javier Fernández, ataviado como un boina verde. El deber llamaba en Sochi’14, y nuestras unidades eran tan escasas que casi podríamos denominarlos cuerpos de élite. Su hoja de servicios en los meses precedentes invitaba al optimismo. En el patinaje artístico se compite en dos programas. En el programa corto cada participante debe realizar las ocho figuras obligatorias en un tiempo inferior a tres minutos. En el programa libre, el patinador tiene la posibilidad de elegir los elementos que va a introducir en su ejercicio, que no puede durar más de cuatro minutos y medio. Conviene aclarar esto al principio, por si es neófito en la materia como yo. Por seguir el orden de los acontecimientos, el año de Javier arrancó en los Europeos de Budapest, la ciudad talismán para el deporte español en este 2014. También lo iba a ser para el patinaje, y con música de la filmografía de Chaplin culminó la defensa de su título continental de 2013. Un inicio que nos dejaba sin palabras En Sochi, Javier Fernández no tuvo buenas vibraciones desde el principio. En el programa corto, la ausencia por lesión del local Plushenko, iba en su beneficio. Sin embargo, su ejercicio fue de mera supervivencia, completar las figuras lo mejor que pudiera y confiar en que la cosa podría mejorar en el libre. Su ter-

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cera puntuación en el global, era un gran resultado teniendo en cuenta las circunstancias. El día de San Valentín, competía en la final del programa libre bajo los compases del tema de la serie “Peter Gunn”. Con las puntuaciones, a todos se nos rompía el corazón. Los jueces nos obsequiaron con chocolate en un día tan señalado. Para los que vimos en televisión, sobre todo sin conocer la idiosincrasia del sistema de puntaje, el ejercicio nos pareció casi perfecto. Al parecer, no era así. Javier fue acumulando pequeños errores de ejecución que le fueron restando méritos hasta quedarse a algo más de un punto de entrar en la medalla. Su rostro recordaba al de ese joven que se queda sin poder estudiar la carrera de su vida por unas décimas. Del desengaño… al amor. En los campeonatos del Mundo, Javier se calzó los patines con el ímpetu que le abandonó en los JJ.OO. Tras el programa corto, el madrileño ocupaba la segunda posición, escoltando a los poderosos japoneses, con la puntuación más alta obtenida nunca por un patinador europeo en esta primera parte de la competición. En el desenlace del programa libre, los asiáticos obtuvieron notas estratosféricas, pero con el bronce, amén de reeditar su papel de 2013 en este campeonato, su orgullo encontraba un bálsamo. No guarda los patines demasiado lejos, porque pronto tendrá que afilarlos. Comienza nueva temporada, con cambios en su vestuario y temática, pero mismos retos. Que no caiga en el desamor.


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Serena Williams 38 @serenawilliams

El fracaso de ser la mejor Entre las notas que voy anotando en un cuaderno, al estilo de los viejos almaceneros, que me ayudan para confeccionar el recopilatorio, destaco un artículo del diario “USA Today”, el de mayor tirada en Estados Unidos, titulado “¿Fue el 2014 de Serena Williams un éxito o un fracaso?”. Fue publicado, al término de la temporada, con la jugadora de Michigan como número uno del circuito femenino, y un Grand Slam en su haber. Lo sacó a colación porque viene a certificar que son las expectativas lo que definen la grandeza de un deportista. Sólo bajo este prisma podría explicarse que un experto califique como fracaso una temporada con un invicto de 52-8, y siete torneos ganados sobre dieciséis participaciones en el cuadro individual.

Tampoco encontró consuelo en Wimbledon, y su derrota en la da –ante Cornet – fue su peor el All England Tennis Club en

la hierba de tercera ronresultado en nueve años.

Un “ahora o nunca” en casa, en las pistas del Flushing Meadows, el templo desde donde había dado catecismo tenístico los últimos dos años. A cuestas, la responsabilidad de salvar el año, y el premio añadido de igualar a Chris Evert como la mujer con más victorias en el Abierto Estadounidense en la “Era Open”. La número uno del mundo volvió a comerse a mordiscos la Gran Manzana, sin ceder más de tres juegos en cada manga del torneo, y alzó la copa de ganador, la única que no es conocida por ningún nombre en particular, y que bien podría ser bautizada como “Copa Evert-Williams”.

Esa relativa sensación de decepción puede justificarse con la comparativa con su temporada 2013, la mejor en una década, y por su discreto rendimiento en los torneos del Grand Slam. En el otro lado de la balanza, hay que ponderar que haya ganado todas las finales que ha disputado este 2014, y que pese a su fortaleza física envidiable superada la treintena, ha sido víctima de lesiones en el muslo y la muñeca.

El equivalente femenino del Torneo de Maestros se disputó en Singapur. Serena se coronó por tercer año consecutivo como la maestra suprema entre las mejores raquetas femeninas, y rubricó su liderato en el circuito mundial del tenis femenino, superando las 200 semanas como número uno. Sólo cinco jugadores lo han logrado antes en la era Open.

En el grande que prácticamente da el pistoletazo de salida a la temporada, el Abierto de Australia, la menor de las hermanas Williams se mostró muy solvente en las tres primeras rondas, pero fue derrotada en octavos de final por la serbia Ivanović. Sobre la arcilla del Bois de Boulogne parisino, Serena fue ajusticiada en algo más una hora a manos de nuestra estrella emergente, Garbiñe Muguruza, en su segundo encuentro del cuadro.

La pregunta más adecuada debería versar sobre los límites de esta jugadora. Nadie antes pudo mantener este nivel de juego en el cuadro individual con 33 años. Si en sus inicios, la potencia física de las hermanas era la base de su dominio del circuito, es digno de elogio ver cómo mientras Venus no pudo mantener esa forma, Serena sigue dominando el tenis con empuñadura de hierro. Al otro lado de la red, ya sólo resta la historia.

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2011

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Selección francesa de balonmano Irreductibles galos

El drama social y económico del cual la sociedad es testigo ha suscitado una revolución social, más allá de las siglas políticas, que ha tenido como un frente de batalla el contraste entre una juventud cualificada y desprovista de oportunidades, frente a una veteranía a veces categorizada como acomodada e inmóvil. El deporte ha demostrado que el liderazgo no es una cuestión etaria, y algunos próceres de los banquillos han logrado sus logros próximos o ya cumplido los sesenta. Luis Aragonés, nos dejó en este 2014, pero entre su legado aprendimos que desde una situación límite se puede construir un equipo campeón y un estilo. El balonmano francés tiene en Claude Onesta -57 años- la figura que siguiendo la tradición de diseñadores de su país, ha trazado las líneas maestras de un equipo que ha dominado este deporte. No sólo lo ha hecho desde el juego, como aquella selección de rugby de la década de los sesenta, sino también desde el palmarés. El mismo seleccionador que tuvo la capacidad para construir uno de los mejores equipos del último lustro, en términos polideportivos, supo restañarle las heridas en dos ocasiones. En Enero de 2012, Francia terminó en undécima posición el europeo; en Agosto, se colgó el oro olímpico. En nuestro Mundial, el de 2013, les bleus perdieron en cuartos de final ante Croacia; un año después, volvieron a ganar el Europeo en Dinamarca. Onesta supo intercambiar piezas y promocionar peones, con la astucia de un maestro ajedrecista. No desterró a héroes veteranos como Jerôme Fernández, Narcisse, Guigou u Omeyer, simplemente los dosificó y les encomendó la

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tutela de los nuevos jugadores. Parecía imposible encontrar otro Luc Abaló, y Nyokas apunta maneras. Dinart y Bertrand Guille no parecía tener sustitutos, y Francia encontró en Soirhando y en un Karabatic mucho más entonado, a su eje central defensivo. Accambray ya no es aquel gigante bonachón, y suelta el brazo para decidir partidos. La renovación del equipo ha ido pareja a la renovación táctica. Francia ha comenzado a utilizar esquemas defensivos abiertos, con excelente resultado. Tras ser nuestros verdugos en semifinales, Karabatic se vistió de Obdulio y enmudeció Herning. Los anfitriones daneses olvidaron aquella máxima de Luis “las finales no se juegan, se ganan”. Otro papelón en una final, aumentando su particular maleficio, pues la del europeo es la tercera final perdida de las últimas cuatro disputadas. Revivieron el drama del Palau ante España, con sus dos referentes Mikkel Hansen y el portero Landin, desdibujados, y los defensores del título no llegaron ni a ser comparsa de Francia. El eterno solsticio del balonmano francés no es casual. Su liga sigue experimentando un crecimiento paulatino sabiendo importar jugadores de ligas en retroceso, a la vez que la preparación de sus jóvenes jugadores está mucho más orientada al balonmano internacional que otras naciones como la mayoría de las centroeuropeas. De ahí que no nos sorprenderemos sin en Mundial de Catar, que comienza en quince días, estos galos sguen resistiendo heroicamente al invasor ¡Por Karabatix!


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36 Einar Bjoerndalen Santo y carpintero Esos planos de televisión que muestran a los biatletas apostados en paralelo sobre la nieve apuntando a sus objetivos, evocan las postales de la Guerra de Invierno de 1940. El ejército de Finlandia, resistió la aplastante superioridad numérica del Ejército Rojo, merced al dominio que los soldados finlandeses tenían sobre los esquís. Si declararan otra guerra sobre nieve, yo elegiría el bando de Ole Einar Bjoerndalen. Mientras la mayoría de sus rivales en el biatlón requieren dos respiraciones entre cada disparo, la leyenda sólo necesita una bocanada antes de apretar el gatillo. Afortunadamente, el bautizado por la prensa como el “Phelps de hielo”, no sólo tiene un carácter nada beligerante, sino también es abstemio, lo cual es una gran ventaja cuando uno pasea por las ferias ambulantes con la puntería de un francotirador.

las cuatro pruebas en las que participó en el biatlón. En su plenitud deportiva, Bjoerndalen lustró el honor de unos Juegos para olvidar. En Turín 2006, el cazador ártico padeció de fiebre, y se tuvo que conformar con dos platas y un bronce. Se apagó la llama en Vancouver 2010, con otro oro y una plata que sumar, que elevaron la cuenta global hasta once.

En Sochi 2014, Bjoerndalen – 40 años - ha superado a su amigo y compatriota Bjorn Daehlie, como el deportista olímpico más laureado en la historia de los JJ.OO. de invierno. Para encontrar sus trece medallas olímpicas, no podríamos fiarnos de nuestro teléfono de última generación. Cuando no está compitiendo, el rey del biatlón, se desempeña como carpintero en la granja donde reside en el corazón de Noruega. En 2011, a punto estuvo de ver truncada su carrera en el deporte por una lesión de espalda que se produjo mientras descargaba unos troncos. Un carácter discreto y campechano, que recuerda al de uno de nuestros iconos deportivos, Miguel Indurain.

La prensa noruega, se apresuró en preguntarle por una posible decimotercera medalla en el relevo mixto. La potencia de invierno, no pasaba por su mejor momento en Sochi, tras el fiasco del esquí de fondo. No era el mejor escenario para una carrera homenaje, y Bjoerndalen era consciente. En la prueba mixta de relevos, las mujeres realizan los dos primeros relevos sobre seis kilómetros de distancia, y los hombres los dos últimos sobre diez. Las chicas hicieron su trabajo a medias; tenían el liderato, pero con margen ajustado por los errores con el arma. Bjoerndalen tomó el relevo y consolidó la diferencia para que Svendsen rematara el trabajo. El trece fue el número de la mejor suerte.

Corrupción, escándalos de dopaje… La mancha de Saint Lake City 2002 no clarea ni con el mejor aguarrás. España descubría que antes del “Pequeño Nicolás” tuvimos al “Pequeño Johan”; por su parte Noruega vitoreaba con “Ole” al hombre que se colgó cuatro oros en

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del deporte

Con la estación de Krásnaya Poliana como sede, su primera opción para acechar las doce medallas de Daehlie llegaría en el sprint 10 kilómetros, cuya esencia podríamos equiparar al de una contrarreloj ciclista. Bjoerndalen empezó cediendo tiempo en los primeros parciales, e incluso cometiendo un error con el rifle, aunque finalmente su tiempo le valió para ganar la prueba y completar su hercúlea gesta de doce metales.

Celebró el triunfo con una efusividad nórdica. Sólo pareció emocionado cuando recibió la felicitación del “damnificado”, su buen amigo Daehlie. La madera del campeón, es de roble macizo.


Imagen: A.P

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Floyd Mayweather @FloydMayweather

Libra por libra, dólar por dólar James Figg puede ser al boxeo, lo que James Naismith al baloncesto. A comienzos del siglo XVIII, abrió en Londres un gimnasio para la práctica del boxeo a puño limpio. Junto con Jack Broughton, colaboró en la confección del primer reglamento del boxeo “London Prize Ring Rules”, introdujeron el guante, y acuñaron el término “noble arte” para referirse al boxeo. La leyenda negra ha hecho que cada vez quede menos nobleza, y para muchos tiene poco de arte. En España el boxeo ha pasado de ser cuna de campeones, a la semiclandestinidad; de las revistas del papel cuché, a los papeles A2 de las tiendas de ultramarinos. La mala publicidad ha sido proporcional a la fidelidad mostrada por sus seguidores, circunstancia común a otros deportes que también han sido mediáticamente castigados. Sin embargo, el boxeo sigue siendo una industria rentable fuera de nuestras fronteras, y el paladar de su exquisito público ha optado por peleas de peso medio, con más agilidad, en detrimento de los clásicos pesos pesados. El objetivo común desde la época del boxeo victoriano hasta hoy, sea en un gimnasio o al abrigo de una mesa de blackjack, es el invicto. Son varios los campeones del mundo que se retiraron sin contemplar impotentes el brazo en alto de su rival: Ottke, Valero, Leu, Marsh, Barry… aunque el caso más célebre es el de Rocky Marciano. La Roca colgó los guantes –y el cinturón de campeón- a punto de cumplir 33 años, con un registro de 490, 43 de ellas por K.O. Sus andanzas le valieron reportajes en la revista “Time”, pero

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este “Rocky 0” nunca salió en “Forbes”. La publicación económica reconoce a Floyd Mayweather como el deportista mejor pagado de 2014, con 100 millones de dólares netos en su haber. Sin embargo, este no es el ranking de Forbes, y la presencia del campeón del mundo se debe a que su invicto (47-0) acecha el registro histórico de Marciano. Al Pacino inmortalizó el “pulgada a pulgada”, y en el caso de Mayweather sería más apropiado afirmar “libra por libra”. A lo largo de su carrera –que incluye un bronce olímpico en Atlanta- Money ha sido campeón del mundo en cinco categorías: superpluma, ligero, superligero, welter y superwelter. En 2014, sólo se subió al ring en dos ocasiones, ante el mismo contendiente, el argentino Marcos Chino Maidana. En el primer combate, la victoria del púgil de Michigan fue muy polémica: de los tres jueces, uno determinó empate y los otros dos, estadounidenses, dieron la victoria ajustada a Mayweather. En la revancha, sólo tres meses después, el margen de puntos fue más amplio en favor del campeón. En una entrevista concedida entre sus dos combates de este año, Mayweather dejó entrever una retirada en un futuro próximo, aunque admitió que el 50-0 es su gran objetivo. No quiso hablar sobre el considerado como “combate del siglo” un eventual enfrentamiento ante Manny Pacquiao, que sería el mayor evento en ganancias de la historia del boxeo. Parece que el campeón pretende ser el primer humano en superar a un marciano.


@Mr_Chon


2006

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Sevilla F.C Valencia Basket

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@valenciabasket @sevillafc

Dulce condena En esta entrada hemos apostado por una fórmula de fusión de sabores contrapuestos, que espero que me sirva para agradarle y quién sabe si para seducir alguna presentadora. Fútbol y baloncesto comparten instalaciones polideportivas en aparente armonía. Igualmente, clubes de fútbol han dado abrigo a secciones de baloncesto. Este año hemos visto a un anfitrión de un Mundial de fútbol perder dolorosamente ante su hinchada, y… En fin, ustedes ya me entienden. No sólo las coincidencias iban a ser fatídicas. Dos equipos españoles han ganado las segundas competiciones continentales en relevancia de fútbol y baloncesto. En la final de la Liga Europa de la UEFA, el Sevilla tuvo que encomendarse a Béla Guttmann porque la virgen Macarena había cumplido con su tarea en las semifinales. Antes fue el cabezazo de M’Bia que el de Ramos, y el minuto 95 que el 93. Previamente, en octavos, habían dejado en la otra orilla del Guadalquivir a su archienemigo verdiblanco, en otra eliminatoria peleada hasta la última posesión, y que se decidió en los lanzamientos de penalties. En el partido contra el Benfica tocaba arrebato en las gradas y en el césped. Voluntarioso Sevilla, que mereció romper la igualada más que los halcones. Construido sobre el alamabre, el cuadro hispalense cuajó una segunda mitad de temporada formidable, sustentado en el equilibrio, en el dominio del tiempo desde el espacio. La lotería de los penalties fue más una cuestión de tino que de fortuna. Beto fue el héroe bajo los palos, y estoy convencido que su penal parado a Rodrigo, fue celebrado especialmente en algún penal.

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Por tercera vez en menos de una década, el Sevilla ganaba la “Champions de los pobres” Albelda encontró consuelo en las canastas. El Valencia Basket también consiguió alzar su tercer título de la Eurocup, la segunda competición del baloncesto continental. Nadie hubiera apostado por este desenlace meses atrás, habida cuenta de los problemas de los valencianistas en la fase de grupos. Tras una clasificación pírrica, los naranjas encontraron en el estadounidense Doellman a un salvavidas sobre la pintura en los duelos directos. El Unics Kazán les aguardaba en la final, que por primera vez en varios años no se disputó bajo el formato de final four. Esto parecía ser teóricamente un factor desfavorable para el Valencia Basket, ya que la vuelta se disputaría en los Urales. La Fontenta llevó en volandas al equipo, pero la renta de 13 puntos podía hacer peligrar el título. Los inicos de cuartos fueron la clave en el partido disputado en Rusia, y con Doellman liderando el capítulo de anotación, y Sato asegurando los valiosos rebotes, los pupilos de Velimir Perasovic embarcaron la copa de vuelta a la costa levantina. El destino unió dos ciudades separadas por un partido. La Europa de los modestos, tiene más que nunca su sede en España.


Imagen: A.P (arriba) www.pamesa.com (abajo)

@M @Mr_Chon Mr_Chon


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Duane da Rocha @Du_daRocha

Menina que nada Antônio Carlos Jobim, uno de los más celebres cantautores en lengua portuguesa, compuso en colaboración con el poeta Vinícius de Morales, la eterna canción “La Chica de Ipanema”. Jobim relató que ambos discutían bajo la brisa de la playa de Ipanema sobre cómo enmendar la letra, hasta que pasó ante sus ojos una mujer –Helô Pinheiroque les inspiró para rescribir toda la letra, y ofrecernos una pieza para la posteridad. La natación española ha encontrado en la especialista en espalda Duane Da Rocha a su “chica de cuerpo dorado”, aunque sus baños de mar no han sido en la bucólica playa de su país de origen. Nacida en Brasilia, los padres de Duane se mudaron a Mijas cuando ella contaba con apenas un año de vida. Allí discucurrió su infancia hasta que con 16 años, se muda para integrar los distintos centros de alto rendimiento, a la búsqueda de nuevos horizontes, tal y como sus padres hicieron por ella. En aquel entonces, año 2004, el programa de desarrollo de nadadores de la residencia Blume detectó en Da Rocha un enorme potencial y era vista como una apuesta firme de futuro. En 2012, cuando ni tan siquiera pudo acceder a la final de Londres, mientras se agasajaba a Mireia Belmonte, probablemente pensó que el deporte le había dado la espalda para siempre. En 2013, fue liberada de su contrato por el club Canoe debido a recortes de personal, y decidió volver a sus orígenes, regresar al club de natación de Mijas. Una medida desesperada.

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del deporte

En 2014, diez años después del inicio del que parecía un viaje a ninguna parte, sale el sol por Antequera… o por Mijas. En los campeonatos de Europa de natación de Berlín, compite en los 200 metros espalda. Reditar el bronce obtenido dos años atrás, supondría igualar el mayor logro de su carrera en piscina larga. En semifinales logra rebajar por centésimas el récord de España de la prueba que, curiosamente, poseía desde 2002 otra española de origen foráneo –y también afincada en Málaga- Nina Zhivanevskaya. Diría que fue premonitorio de no ser porque tras el paso por el cien metros de la gran final, Duane ocuapaba la octava posición. En el último giro, remontó hasta la quinta plaza, y en el último largo, sin referencias claras por la propia naturaleza de la disciplina, fue ganando posiciones hasta que la televisión nos sacó de dudas; había ganado el primer oro para nuestra natación en Berlín. En el último largo necesitó menos brazadas que sus rivales por el podio. Ya lo dijo Jobim, “su balanceo parece un poema” Esta remontada sirve como metáfora de su filosofía en sus últimos años: poner la espalda para dar la cara. Con 26 años, que para un nadador es la antesala de una tercera edad deportiva, Da Rocha ha dado un testimonio de perseverancia y fe. El próximo viaje tiene billete de vuelta a sus orígenes, ilusionada por el reencuentro con su familia, y ojalá que algo que celebrar… bajo la brisa de Ipanema


Imagen: Agencia EFE

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2011

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Kilian Jornet @kilianj

Sin límite Con Kilian Jornet cometo la injusticia de relegarle a una posición distante de los puestos de mayor privilegio, que confío en que perdone cuando la compare con el lugar donde le relega la mayor parte de la prensa deportiva. Si ha sido capaz de escalar el planeta, escalar puestos en este recopilatorio será un juego de niños para él. Un niño que jugaba a subir picos, y que con cinco años hizo cima en el Aneto en compañía de su padre, que regentaba un refugio de montaña. ¿Se imaginan la cara de su profesor de la escuela? “Niños, este es el pico más alto de los Pirineos” y Kilian contestando al maestro “Sí, profe, yo ya lo he subido a pie”.

net ha conseguido ganar la Copa del Mundo de trail running en las tres disciplinas dentro de la misma temporada, algo jamás conseguido por ningún atleta. En su blog - que puede leerse en castellano y catalán (www.Kilianjornet. cat) – realizaba una lectura de su temporada acorde con la filosofía de su deporte <<Me gusta haber podido participar en carreras tan diferentes, en lugares con paisajes increíbles y donde he conocido a mucha gente. Al final esto es la esencia del trail running y lo que me empuja a seguir compitiendo>>.

Si las luces de ciudad le deslumbran, el gran foco es fuego en su retina. La soledad de la montaña es una compañera donde no hay recoveco para la animosidad. No sólo es un hombre que corre. Desde el corazón de la montaña sus palabras emanan respeto por la naturaleza, espíritu de superación, coraje en la agonía. En sus dos libros - que aprovecho para recomendarle encarecidamente – hay dosis de aventura, de drama, de intriga, y en “La frontera invisible” se alcanza una experiencia casi mística.

Fuera del ámbito de estas competiciones, ha preservado en el mismo empeño que ha enamorado a tantos deportistas, corredores o escaladores: el dominio de la montaña, bajo el proyecto “Summits of my life”. Antes del comienzo de este año poseía el récord en ascenso/descenso en las cumbres más altas de África, el Kilimanjaro (fue batido este año) y de Europa, el Mont Blanc. Era el momento de probar otro coloso, y casi al cierre de esta edición, en Nochebuena, conseguía el mejor registro en el Aconcagua, la cima más alta de América. No hay techo que se le resista.

Este 2014 ha sido su mejor temporada como atleta de montaña. El trail running consta de tres modalidades principales. En el skyrunning, los atletas realizan carrera a una altitud superior a 2.000 metros, por terrenos escarpados. El ultrarunning, tiene el añadido de que la distancia a recorrer es elevada, con el componente extra de la resistencia. Del fondo a la explosividad, en el kilómetro vertical, el objetivo consiste en ascender un desnivel de mil metros sobre un recorrido que no exceda una longitud de cinco kilómetros. Kilian Jor-

Sólo el miedo le aleja de su pasión por la montaña. En 2012, durante la disputa de la Travesía del Mont Blanc, fue testigo directo de la falta de piedad de la montaña. Su compañero de viaje, Stephane Brosse fallecía tras ceder una cornisa que estaba cubierta por nieve. Kilian siempre lo recuerda afectuosamente en cada entrevista. Sin embargo, el peligro es el peaje que hay que pagar por poder disfrutar de un deporte en el que cada día es una nueva aventura física y sensorial, y que tiene en Kilian Jornet, a su rey de la montaña.

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Imagen: Markus Berger

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2005

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San Antonio Spurs @spurs

Raíces profundas << El joven conoce las reglas, pero el viejo conoce las excepciones >>. Esta cita es atribuida al que podría considerar como mi alter ego, el Dr. Oliver Wendell Holmes, médico de profesión, cuya celebridad se debe a su legado como… escritor. San Antonio Spurs ha conseguido su quinto título de campeón de la NBA con sus jugadores franquicia pasados la treintena (35 años de media entre DuncanParker-Ginóbili), a expensas de un plantel, el de los Miami Heats, en la edad de la plenitud.

mantenido fiel: sacrificio en defensa e impulso colectivo en ataque. Destacó como patrón de cabotaje, con pocos recursos, fiándolo todo a su Almirante y a su joven recluta, y cuando ha dispuesto de una armada invencible, también supo conducirla a buen puerto. Del parquet, al despacho. Allí Popovich no acostumbra a cometer demasiados errores en sus fichajes, y casi todas las apuestas, sobre todo las llegadas del extranjero, han terminado funcionándole. En el anuario de 2013 mencionábamos el sexto partido de las finales de dicha temporada. San Antonio llevó con el gancho a los Heats, que necesitaban ganar forzar el séptimo partido. A falta de 26 segundos los campeones del Oeste ganaban por cinco puntos. Kawhi Leonard falló un tiro libre para poner a los Spurs cuatro arriba con prácticamente una posesión por jugar. Bosh encestó un triple sobre la bocina para forzar la prórroga, y el desenlace es bien conocido por usted.

En el draft las diferentes franquicias se ponen el traje de agente de bolsa y salen a un mercado de jugadores universitarios en el que es complicado saber qué es blue chip y qué es acción de a centavo. Las dos ocasiones que San Antonio hizo sonar la campana, y escogió en primer lugar rompieron los índices. En 1987 su elección fue David Robinson, y en 1997, Tim Duncan. En ese momento la mano de la franquicia tejana no lucía sortijas; menos de veinte años después, un anillo corona cada uno de sus dedos. Duncan ha sido el jugador más relevante de la NBA en este siglo. Sobre su figura han pivotado las dos generaciones de campeones en San Antonio: las Torres Gemelas en la pintura del período 99-03, y el Big Three del oeste, motor de los títulos de 2007 y 2014. Más allá de sus estadísticas de ensueño, resulta increíble como estando próximo a los cuarenta años sigue manteniendo su capacidad para aportar un notable alto en cualquier faceta del juego.

Doce meses después, con la final empatada a uno, Kawhi Leonard, no fallaba los tiros clave, los encestaba todo. A los tres tenores de San Antonio se les sumó este joven alero que firmó dobles figuras en los dos últimos partidos, lo que le sirvió para ser condecorado como MVP de las finales. En los Heats, LeBron James recordaría aquella final de 2007, defendiendo sus actuales colores de Cleveland. Circunstancias paralelas; se peleó sólo contra el planeta, y terminó desquiciado en su despedida del Estado del Sol.

<< En mi equipo da igual el talento que tengas, si no eres solidario te sientas en el banquillo >>. En boca de Gregg Popovich es algo más que un aforismo. Sin apenas mimbres, construyó el San Antonio del inicio de siglo cimentado en unas señas de identidad a las que se ha

San Antonio persigue una tercera final consecutiva sin tocar el bloque del año pasado, como canonización de su baloncesto eterno. La santidad del trabajo colectivo; la divinidad iconoclasta.Al igual que en los árboles, por sus anillos les conoceréis.

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Imagen: Nathaniel S. Butler

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2010

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Vincenzo Nibali 30 @vincenzonibali

Un tiburón en memoria del pirata En Mayo de 2011, el Giro de Italia, la grande de los puristas, volvía a hacer cima en el Etna, más de veinte años después de la última llegada (1989, da Silva). Vincenzo Nibali, oriundo de la isla de Sicilia, recordaba entre sonrisas un berrinche de su niñez. Cierto día, cuando tenía diez años, se enfrentó a las rampas del volcán integrando el pelotón de entrenamiento de su padre. Sin embargo, aquel esfuerzo era titánico para un infante, y entre sollozos, se subió al coche que custodiaba a la grupetta, conducido por su madre. No pudo dedicarle la victoria a papá, pues el ganador de la mencionada etapa, y de la general de aquella edición de la corsa rosa, fue Alberto Contador. Nibali terminó ese Giro 2011 en la tercera posición del podio, y casi le cae de rebote la victoria, tras la papelonesca sanción a Contador. Hubiera sido un sacrilegio que usted no habría sabido perdonarme si no ilustro esta semblanza del ciclista de Messina, con una imagen de la etapa por antonomasia de este 2014. La organización del Tour se maneja con la destreza del equilibrista, y la agilidad del prestidigitador para darnos gato por liebre en el recorrido, situando una etapa con tramos adoquinados en el escenario de la legendaria París-Roubaix. Lo que no tenía previto era que tras más de una década de secano en primavera, en pleno mes de Julio se pusiera a llover, y el barro fuera se colara entre la caravana sin invitación. La etapa se convirtió en una lotería para tahúres en la que Nibali supo elegir piedra. Fue uno de las pocas jornadas donde su equipo, el Astana, se manejó con marcialidad, y llegado el momento, il Squalo, enseñó los dientes hasta llegar a distanciar hasta a los especialistas

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sobre el pavé. La etapa fue a parar a manos de Lars Boom, pero el mordisco que había dado a sus rivales trascendía las diferencias de tiempo. En el paso por los Vosgos, se quedó sólo en la pecera. Primero abandonó Froome el día del infierno del norte, y en la víspera del primer día de descanso, Contador sufría una caída que le obligaba a echar pie a tierra. Otro corredor en su situación se hubiera limitado a administrar su cuantiosa ventaja. Nibali, en cambio, apostó el resto intentando ganar el mayor número posible de etapas de montaña. Sólo en la última semana, con la general a salvo, mostró algún leve signo de debilidad. Cuando los Campos Eliseos se vistieron de Chanel para rendir tributo al primer ganador italiano del Tour de Francia desde Marco Pantani, el balance general fue de cuatro victorias de etapa, y un reconocimiento unánime del mundo ciclista. Nibali había sido el más fuerte entre los presentes y los ausentes. Con sus enemigos subyugados, en plena paz de invierno, Nibali fue cercado por el fuego amigo. El conjunto Astana acumulaba seis controles antidopaje positivos entre su equipo World Tour, y su “filial” continental. Su licencia en la máxima categoría corría peligro, y de manera indirecta, Nibali vio mancillada su reputación. << También hay mafia en Sicilia y no todos los sicilianos somos mafiosos >> se defendía ante la prensa. Por el momento Astana mantiene su estatus, aunque será examinado bajo lupa por la U.C.I. En 2015, Nibali tiene planeado defender su jersey amarillo. Sus rivales, a los que sojuzgó in absentia o en presencia, claman por una palabra que le resultará familiar: Vendetta


Imagen: Christophe Ena (A.P)

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2013

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Sébastian Ogier @SebOgier

Das champion Si en los circuitos se ha producido un relevo por partida doble, al cambiar de manos el título de pilotos y constructores, en los rallyes este año ha significado la confirmación del nacimiento de una nueva era, tras la revolución del pasado año. Sébastien Ogier y Volkswagen han defendido con éxito los dos títulos casi sin necesidad de engranar la segunda marcha. El Volkswagen Polo WRC ha sido el más rápido en doce de las trece pruebas del calendario, una efectividad que le sitúa junto a coches de época como el Lancia Delta (ganó 10 pruebas de 11 en 1988) o el Citröen Xsara (14 victorias sobre 15 en 2008) Aquella máxima latina divide et impera, fue más beneficiosa que nunca para la casa germana, que si bien encontró mayor número de competidores con la entrada de Hyundai, sobre el terreno la ventaja sobre sus rivales fue aplastane. Si la estructura de Volkswagen ha consolidado su proyecto, Ogier demostró mayor entereza y regularidad que su su compañero de garaje, Jari-Matti Latvala a lo largo de todo el campeonato. La diferencia de edad entre ambos no es significativa – Latvala es dos años más joven – aunque sí que es llamativa la diferencia en el tipo de pilotaje. Tras el volante, Ogier parece haber alcanzado la madurez y es infrecuente verle cometer errores como el desliz sobre la nieve de Suecia. Esto conLos

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trasta con la fogosidad con la que compite el finlandés, que recuerda a los inicios del inolvidable Colin McRae, y que en el caso del malogrado escocés, supo canalizar para lograr convertirse en campeón del mundo. Los grandes números muestran un total de ocho victorias parciales en el haber del bicampeón, por cuatro triunfos para su rival y coequipier. Sin embargo, la cifra de victorias en el total de tramos cronometrados en 2014 es mucho más ajustada – 93 para Ogier por los 86 de Latvala – lo que vendría a avalar el buen rendimiento en el kilómetro a kilómetro del aspirante al título, y el potencial que esconde tras sus guantes. Volkswagen ultima una nueva versión del Polo WRC para este 2015 puesto a punto por Markus Gronholm, que vista la falta de iniciativa en las casas oficiales, y la diferencia de recursos con los equipos privados, tiene visos de volver a hacer morder, y tragar, el polvo a sus rivales. Entre ellos no estará un campeón sin corona, Mikko Hirvonen, que aparcó su carrera a finales de esta temporada. Si Ogier no quiere desviarse de las huellas dejadas por su compatriota Löeb, deberá que superar a la competencia menos leal, la que te vigila desde cerca.


Imagen: www.ausmotive.com

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2009

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Brian O’Driscoll 28 @brianodriscoll

Rugby de arte y ensayo Isabel II de Inglaterra olvidó su habitual flema cuando saludó a quien gobierna en el pedacito de islas que escapa a su dominio. << Señor O’Driscoll, tiene usted la cara en mejor estado que señor Tindall >> bromeó con su mejor media sonrisa. La leyenda del oval sonrío con cortesía, aunque bien podría haber obsequiado a la reina con una rosa marchita como irónica respuesta. En un deporte de villanos practicado por caballeros, O’Driscoll ha sido el Lord que se vestía de verde trébol. Hombre de un club, el Leinster, y de una selección, Irlanda. A ambas las capitaneó hacia la gloria en el mejor momento de su trayectoria. En 2008 la máxima competición continental de clubes, la Heineken Cup, viajaba a Leinster por primera vez, y O’Driscoll contribuyó con récord de ensayos en el torneo. En los sucesivos tres años, obtuvieron otros dos entorchados pasando en menos de un lustro de la nada, a cercar el récord de cuatro triunfos que regenta Toulouse en esta relativamente joven competición. La leyenda de B.O.’D. indudablemente se forjó en la selección. El rugby es uno de los pocos deportes en los que las dos naciones que conforman la isla de Irlanda compiten juntas. La figura de O’Driscoll ha sido también la de unidad en medio de las históricas rencillas, que a veces han salpicado al propio equipo. El mayor éxito de su carrera con el trébol llegó en 2008, cuando Irlanda ganó el Grand Slam en el torneo de las Seis Naciones, tras una espera de sesenta años. Aroma a redención tras una Copa del Mundo 2007 muy decepcionante para el oval verde. Llegó la hora de ir renovando ese histórico equipo del “O’rgullo” y quizá por ello Irlanda quedó fuera de la pelea en los Seis Naciones de

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esta década. Eso sí, la posición del centro de la tres cuartos quedaba al margen de cualquier relevo. Tal vez ya no poseía quizá la capacidad de romper las líneas del pasado, pero su capacidad de entender el juego, permitía al seleccionado irlandés tener casi un “segundo apertura” sobre el campo. En el Seis Naciones 2011, O’Driscoll conseguía su vigésimo quinto ensayo en este torneo, superando un récord que databa de 1933. Este mismo año, batió a George Gregan como el jugador con más internacionalidades absolutas con 141 caps entre Irlanda y los B&I Lions. En el partido donde igualó a Gregan, el trébol perdió en Twickenham ante Inglaterra y además de decir adiós a otro posible Grand Slam –y a la Triple Corona- dejó el torneo abierto con opciones para ingleses, y sus rivales en la última jornada, los franceses. Irlanda tenía que ganar a domicilio al quince del gallo, que sacó los guantes de pelea en la despedida internacional de Brian O’Driscoll. El partido se movió prácticamente con ambos conjuntos a tiro de ensayo. Francia anotaba, Irlanda respondía; otra vez Francia ensayaba… e Irlanda toma nueve puntos de ventaja… pero Francia consigue otro ensayo. Con 20-22 en la última jugada, Mancheaud posa el oval en la zona de marca próxima a la esquina; Francia había ganado el partido e Inglaterra el torneo. O no… Entre las muchas virtudes que distinguen al rugby de otros deportes, figura el juez de televisión. El gran hermano, determinó con el vídeo que Mancheaud recibió el último pase adelantado, por lo que el ensayo fue revocado. San Patricio llegaba con dos días de adelanto al corazón de Dublín; el resultado no se movió. Un grito unánime al chocar las pintas de cerveza: “B.O.’D. bless Ireland”


Imagen: AFP

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Miguel Ángel López @MA_LopezNicolas

Marcha nupcial Nuestro atletismo ha vuelto a irse de marcha este 2014. Esta disciplina nos ha brindado la porción mayoritaria del botín logrado por el atletismo en los grandes campeonatos. Llopart primero, y poco después Marín y Mari Cruz Díaz, pusieron la semilla. A partir de entonces tuvimos diversos hitos destacables: el oro olímpico de Plaza en Barcelona’92, victorias en ambas distancias en los mundiales de Stuttgart de 1993 con Massana y García Bragado – todavía irreductible - , María Vasco en el podio en Sidney… El escándalo protagonizado por Paquillo, dejó a la marcha atlética un tanto tocada. En 2014, al fin sale del purgatorio con buenas noticias. En féminas, Julia Takacs ha conseguido un nuevo récord de España en los 10.000 m en pista, y en Berlín pasamos de la marcha a la juerga. Miguel Ángel López lleva una vida prácticamente anónima en Llano de Brujas, una pedanía murciana. Algo más de cien vecinos acudieron al campo de fútbol del municipio para saludar su medalla de oro conseguida en los Campeonatos de Europa, el primer título continental conseguido por un atleta murciano. Esta cifra de asistentes contrasta con las más de cinco mil personas que se congregaron apenas un par de semanas más tarde para protestar por el descenso administrativo del Real Murcia. Ante sus vecinos, Superlópez pronuncia unas palabras que derrochan categoría: << No sé si merezco este homenaje porque al fin y al cabo lo único que he hecho es cumplir con mi obligación de quedar lo mejor que he podido >>. Siempre sin levantar los pies del suelo. El bronce que obtuvo el año pasado en el

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Campeonato del Mundo, alteró su rutina: actos oficiales, reconocimientos, entrevistas... Para muchos deportistas, es un trance mayor que la propia competición. Murió de éxito, y perdió la ilusión por su deporte. El antiguo medallista Juanma Molina, paisano y referente, le transmitió coraje para volver a entrenar y competir, y tras el invierno volvió a calzarse las zapatillas. Lo que perdió en preparación, lo ganó en frescura con vistas al viaje a la cita del atletismo continental. Sobre las catenarias del tranvía de Berlín, uno de los símbolos de la unión de la ciudad tras la caída del Telón de Acero, cuatro hombres disputaban el último kilómetro más agónico del Europeo de atletismo. La agonía de tener que esprintar sin correr, de decidir si es mejor tirar o esperar. Miguel Ángel López lo intentó con un ataque previo a la última recta, pero el campeón del Mundo, el ruso Ivanov, arrastraba consigo al resto del cuarteto. En los últimos metros, al paso por la zona de hidratación, el murciano pega el arreón de la victoria. Se hizo justicia a lo visto durante la carrera, ya que el atleta español hizo la selección y en ningún momento se amedrentó pese a la superioridad numérica de los rusos durante toda la prueba. Ya en el estadio, se escuchan los compases de la “Marcha Real”. Nunca un himno sin letra dijo tanto. Ahora que ya conoce el mundo real del deporte, Superlópez debe perfeccionar sus superpoderes pensando en el bienio clave de su carrera: Mundial en 2015, en Pekín, y Juegos en Río. Que no se fíe de esos petisos carambanales.


Imagen: Getty Images

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Mo Farah @Mo_Farah

El lugar de Mo El maratón ha vuelto este año a acaparar portadas por méritos deportivos y ha olvidado un aciago y trágico 2013. Dennis Kimetto, flamante plusmarquista mundial, atrasó la aguja del minutero y ya sólo pasan dos minutos de las dos horas. Un grupo de trabajo sitúa en 2019, la fecha en que la hombre bajará de la barrera de las dos horas. Quizá sea Mo Farah el elegido, quizá entonces esté listo. En este 2014, hizo caso omiso de la voz de la experiencia personificada en Haile Gebresselasie, que le aconsejó que siguiera centrado en la pista. En la carrera anual de Londres, detuvo el crono en 2:08:21, lo que le valió una posición entre los diez primeros clasificados. Cierto sabor agridulce, ya que si bien el resultado es alentador para dar el salto a la distancia suprema, las expectativas del público, acostumbrado a verle pasar el rodillo sobre el tartán, eran superiores. Con la curiosidad satisfecha, Farah retomó su agenda para este 2014, año sin Campeonato Mundial, pero dos citas importantes de naturaleza diferente. Los Juegos de la Commonwealth poseen valor sentimental en Reino Unido, hasta el punto que “The Times” realizó una espectacular portada doble para el evento. No obstante, el gran evento del año del atletismo era el Campeonato de Europa de Zúrich en donde el prodigio de Mogadiscio volvería a doblar las dos distancias de fondo disputadas en el estadio. Y a punto estuvo de quedarse sin el pan y sin las tortas. Problemas estomacales le privaron de viajar a Glasgow y participar en los juegos en honor de su majestad. El susto mayor llegaría apenas un mes después. Cuando se vestia para salir a entrenar en su casa de Utah, sufría un desvanecimiento. La angustia inicial dejo paso a lo que

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2013

parecía un simple “golpe de calor”. Se le practicó un ecocardiograma donde se le detectó un pequeño derrame cardíaco debido a una infección en una muela que le traía por la calle de la amargura. Se recuperó en breve plazo, lo que le permitió jugar al despiste en Zúrich acerca de su estado real de forma, especialmente con el formato de final directa, sin clasificación. El farol se destapó casi con las cartas sin repartir. El diez mil metros era la única prueba en la que no ostentaba la triple corona: Olímpica, Mundial y Europea, y era un desafío por el que había mostrado especial predilección en los días previos. Los turcos hicieron la guerra por separado, y bajo el toque de campana Farah no hace prisioneros. Kaya pagó la osadía de seguir el ritmo del diablo, y quedó fuera de un podio sobre el que Mo puso la pica que le faltaba. Aún restaba el otro as de la baraja en el mazo, la prueba de los cinco mil metros. Antes de 2010, sólo la leche de cabra de Lasse Virén, había conseguido el prodigioso doblete en las dos pruebas del fondo dentro de un mismo campeonato. Farah lo logró en Barcelona, y no dejó escapar la oportunidad de repetir en Zurich. El azerbaiyano Ismailov aguantó con gran entereza el brutal cambio de ritmo del británico... hasta la recta de meta. Quinto título de campeón Europeo, segundo doble-doble en su poder, y duodécima medalla continental. Galardones que le sirven para ser reconocido como el mejor atleta de la historia de los Europeos, y que además, colaboraron en que Reino Unido liderara el medallero por tercera vez en su historia.

Farah ha aprendido que todavía le queda trabajo que hacer en la pista. 2019, queda algo lejos.


Imagen: Oliver Morin (AFP)

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Alberto Contador @albercontador

¡Alberto y cierra, España! Las crónicas que en el siglo IX mencionaban a Matamoros no eran marcianas, aunque sí que respondían a un grito de “Sálvame”. La leyenda cuenta que Ramiro I para defender la vida de cien doncellas del invasor musulmán, invocó la ayuda del apóstol Santiago –Matamoros- que durante una aparición le insta combatir al invasor en su nombre. El apóstol peregrino fue representado blandiendo una espada a lomos de un corcel blanco, mientras ajusticiaba al invasor bereber. En un año donde la estrella que guía el deporte español parece haberse atenuado, Alberto Contador ha conseguido salvarse a sí mismo al final de un camino no exento de descabalgos. Digna de inspirar alguna leyenda popular fue su primera exhibición del año, en la Tirreno-Adriático. Lanzó un ataque a treinta kilómetros de meta, sobre las rampas del Passo Lanciano, al que sólo respondió otro de los mejores corredores de 2014, Nairo Quintana. El suyo estaba destinado a ser un camino espiritual. Quintana no pudo seguir su ritmo, y allá donde no moran ni los ermitaños, en las rampas del 30% del final en Guardiagrele, rubricó la mayor obra del año ciclista en un prematuro mes de Marzo. Llegar, y abrazar el santo. Con un balance de cuatro victorias en primavera, y con las miras puestas en ganar el Jubileo en los Campos Eliseos, el Critérium del Dauphiné (antes del Dauphiné Liberé) describió con exactitud enciclopédica el concepto de “victoria moral”. No ganó la general, tampoco consiguió “disparar” bajo la pancarta de meta, pero asestó un enorme varapalo a su principal rival en la Grande Boucle,

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Chris Froome. En la última etapa de la carrera, camino de Courchevel, luchó contra una superioridad táctica del equipo Sky, y contra una situación de carrera poco favorable bajo el espíritu aventurero que dominó su victoria meses atrás en la Tirreno. La general no pudo ser porque Talansky confundió jacobeo con jacobino, y se reveló contra los reyes del pelotón logrando una agónica victoria. En el Tour de Francia el camino fue a la perdición. La etapa del pavé en Arenberg fue el fangoso preludio de una retirada que nos privó de asistir a un duelo con Nibali, si bien para muchos el italiano corría contra la sombra del pinteño. Con la tibia fracturada, la Vuelta a España estaba en el aire. Sin embargo, y a diferencia del caminito del tango de Corsini, este sí que volvió. Un milagro jacobeo, permitió a Alberto Contador tener en la Vuelta “el desquite del desquite”. Ancares ofreció en Septiembre el duelo que parecía destinado a darse bajo la canícula de Julio. Froome realizó un alarde de pundonor intentando buscar el punto de no retorno en Contador. Sin lugar para la caridad cristiana, Contador atacó con todo y se erigió en icono en la casa del santo. En definitiva, una temporada donde el palmarés, como la lencería de encaje, muestra todo menos lo más interesante. Salve, al patrón del ciclismo.


Imagen: Javier Lizon

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Simone Biles @Simone_Biles

Néctar de brezos Con apenas 17 años, y el bachillerato por completar, puede que los únicos juegos olímpicos que la gimnasta estadounidense Simone Biles sea capaz de recordar hayan sido los de Londres 2012. Como toda gimnasta habrá visto la actuación de Nadia Comaneci en Montreal’76, probablemente uno de los mayores hitos en la historia del deporte femenino. Ni siquiera había nacido cuando las “Siete magníficas de Atlanta” consiguieron el oro olímpico por conjuntos en 1996 para las barras y estrellas, por delante de Rusia y Rumanía, en lo que se considera el mayor logro de la artística estadounidense… hasta este 2014. Una abeja oculta en uno de los ramos de flores que se entregan en el podio fue lo único que asustó a la nueva musa de la artística. Con el botín logrado en el Campeonato del Mundo de Nanning –cuatro oros y una platahizo historia como la primera mujer en lograr cinco metales en una misma edición de este certamen. Uno de los concursos más completos desde que Vitali Shcherbo rubricara en el Palau Sant Jordi su obra de arte. Y si como yo, es profano en este deporte, no piense que la aparición de nombres como Shcherbo o Comaneci responden a un mero afán tremendista. Una de las particularidades que tiene la gimnasia trasciende a la bizantina discusión sobre jueces y notas, que dejaremos a un lado; me refiero a que no sólo hay que ejecutar un ejercicio con precisión sino que además debe “venderse” el ejercicio a un jurado. Y en Simone Biles, se ve a una atleta que cree y disfruta con lo que hace, y que así lo transmite. En la victoria, y también en la derrota, como en la

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final de salto, donde fue superada por la norcoreana Hong. Entre sus cuatro oros -conjuntos, concurso completo, barra de equilibrio, y suelo- hay que destacar el ejercicio en suelo, por su complejidad, y el del concurso completo, por el gran mérito que tiene conseguir revalidar el título mundial en esta disciplina. En la gimnasia la voz crítica es un aliado forzoso cuando la perfección es la regla, y sobre sus éxitos recientes se ha abierto un debate sobre el estilo. Su complexión es más atlética, y fibrosa respecto a los cánones de las gimnastas de la Europa del Este, y un sector de la prensa especializada teme que se pierda cierta mística, en favor del poderío físico. Un debate que suena rancio, y que quizá le resulte familiar porque se ha usado contra el tenis de las hermanas Williams. Habladurías y polémicas al margen, la nueva sensación de la gimnasia ha asegurado su formación superior al firmar con la UCLA donde compartirá entrenamiento, entre otras, con la campeona olímpica Jordyn Wieber. Río puede ser una cita que ella jamás olvidará, y quien sabe si nosotros, tampoco.


Imagen: Reuters

@Mr_Chon


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Rory McIlroy @McIllroyRory

(i’m in heaven when i’m drive) << Cuando me siento cómodo con mi drive, me siento feliz >> Rory McIlroy… dijo (1). El golfista pasea la cruz de gules por el mundo con el mismo ímpetu que su compatriota Van Morrison. Superado un 2013 en el que no logró salir del bunker, este año ha encontrado el lado iluminado de la calle del campo. Y, desafortunadamente para nuestro golf, ha tenido en Sergio García a su víctima preferida; de los cuatro torneos ganados por el norirlandés este año, en dos mejoró por estrecho margen la tarjeta de nuestro Niño.

En Mayo, cuajó una gran remontada en el BMW Championship del circuito PGA, recortando siete golpes en la última jornada al líder Thomas Bjorn. Esta victoria ponía fina a una racha casi dos años sin ganar un torneo de los principales circuitos del golf profesional. Ya en Julio, cruzó el mar de Irlanda para disputar el decano de los torneos, el abierto Británico. Tras tres jornadas muy consistentes, Rors rubricaba la mejor tarjeta de los participantes, con siete golpes de ventaja sobre Sergio García, y seis sobre Fowler. Nada hacía presagiar que tendríamos un emocionante desenlace el último día. McIlroy realizó varios boogeys y García en cambio, respondía con birdies, y la diferencia llegó a reducirse a tres golpes en el hoyo 15. Allí, el jugador castellonense envió su bola al bunker y fue el fin. El prodigio norirlandés brindó con su primera Jarra de Clarete, a los 25 años. Sólo los dos más grandes: Woods y Nicklaus, ganaron el Abierto Británico tan prematuramente. Pocas semanas después, mismos protago-

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nistas, sólo que en situación inversa durante el WGC-Bridgestone Invitational. En esta ocasión, era Sergio García quien llegaba con ventaja en el último recorrido. McIlroy recortó los tres golpes de desventaja con los que partía tras nueve hoyos, y Sergio García no aguantó el mano a mano. Cinco días más tarde, comenzaba el PGA Championship, último grande (major) de la temporada, en el campo de Valhala, con Rory McIlroy como flamante líder del circuito profesional. La pelea con Phil Mickelson en medio del crepúsculo fue apasionante. El jugador estadounidense arrebató el liderato a su oponente a mitad del recorrido del decisivo domingo, gracias a cuatro birdies, y una errática tarjeta del número uno. No hubo cuartel y McIlroy necesitó su mejor drive para obtener un eagle y tres birdies en el último tramo y asegurar la victoria por un golpe de diferencia. Se alzaba con su cuarto grande, y repetía la gloria de 2012 en Valhala. Jack Nicklaus, al que antes mencionábamos, situó el techo de McIlroy en quince o veinte majors. No sabemos si la bola llegará a alcanzar tanto vuelo, pero si, tal y como ha declarado recientemente, ha encontrado una mayor estabilidad anímica, no es descabellado pensar que en un corto plazo sea capaz de ganar en Augusta y así completar el Grand Slam en la carrera –sólo seis jugadores lo han logrado. Él mismo despejó la incógnita, en su futuro piensa en verde. (1) “Rory McIlroy play great this year” Golf Digest, Abril 2014


Imagen: Stuart Franklin

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Tito Rabat @Titorabat

La joya de la familia Otra jornada de entrenamiento matutino para Esteve Rabat en el circuito levantado en medio del desierto de Tabernas. El otrora escenario de las piezas cumbres del spaghetti western, servía ahora como pista de rodaje para pilotos. En el reloj de bolsillo del piloto de la cilindrada intermedia, al compás del carrillón, ka foto de una mujer, su madre, que el destino arrebató de su lado en el mejor momento de su carrera como piloto. Por ella se sube a su montura, y se bate en duelo a lo largo del globo. La ventaja de ser un cazarrecompensas que viaja sobre una moto, es que si pierdes un duelo, siempre puedes volver a intentarlo el año siguiente. Tito Rabat aprendió la lección de su derrota a manos de su compañero de equipo Pol Espargaró en el campeonato del mundo de 2013. Emprendió camino hacia otra morada, dejando atrás el equipo Pons, y fichando por el conjunto belga propiedad de Marc van der Straten, bajo idéntico chasis Kalex. En el extranjero le suministraron más apoyo logístico, y esta sensación de ser el único líder del equipo ha tenido mucho que ver en una mejora en su pilotaje y rendimiento, muy especialmente en el capítulo de puesta a punto –vital en un campeonato con un suministrador de motores único- y preparación de las sesiones de entrenamiento. Los sábados ha sembrado lo que ha recolectado los domingos. Sus once posiciones de pole logradas en esta temporada superando el registro histórico que compartían Tony Mang y Jorge Lorenzo. Hijo de una familia de joyeros, pronto cambió las lupas y los tornos por otras máquinas

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más veloces. No tuvo una carrera tan destacada en las cilindradas “de juguete” al estilo de algunos de sus coetáneos como Espargaró, o Marc Márquez – este último más joven- pero su crecimiento como piloto se produjo en el seno del campeonato del Mundo, donde habitualmente los pilotos llegados del CEV y otros certámenes suelen tener más dificultad para aclimatarse. En su segunda temporada en 125cc, la primera completa, consiguió subir al podio en China. Tres años después, en 2010, fue sexto en el Mundial del octavo de litro, y dio el salto a la cilindrada intermedia El récord de poles obtenido en el último segundo de la clasificación en Valencia, fue el diamante que corona el sello que ha impreso en todos los asfaltos del campeonato. Siete victorias, y otras siete presencias más en el podio de los elegidos. Sumó puntos en todas las carreras; lejos queda aquel joven piloto irregular y que tenía tendencia a besar el suelo. El experimentado Mika Kallio no pudo ni tomarle el rebufo en este viaje. Los 346 puntos acumulados durante el año significan otro récord, aunque todo sea dicho, éste más circunstancial dado que ha sido el campeonato con más grandes premios de la historia. Eli Wallach, el eterno “Tuco” nos enseñó que había dos clases de personas el mundo: víctimas y verdugos. En MotoGP sobran víctimas y victimismo. Por ello Tito no quiere apresusarse en dar el salto a la cilindrada reina, si puede seguir siendo vergudo en Moto2. Quedan récords por asaltar ahí fuera.


Imagen: Stuart Franklin

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21 Dafne Schippers

@dafneschipper

Versátil y veloz En los ochenta, mientras Europa bailaba al ritmo de los antillanos Boney M, una compatriota llegada de otra de las colonias neerlandesas –Surinam- competía en la era donde las velocistas se movían en el oscurantismo como Ma Baker. Nelli Cooman dominó la extinta prueba de los sesenta metros lisos, con dos títulos mundiales, y seis europeos, cinco de ellos consecutivos. Aún más atrás en el tiempo, Franzina Elsje Blankers-Koen, conocida como “la holandesa voladora”, fue no sólo la mejor atleta de la historia de los Países Bajos, sino también una de las mejores de la primera mitad del siglo XX. En nuestros días, Dafne Schippers, ha vuelto a teñir de oranje la velocidad europea. Si esta Dafne hubiera sido la protagonista del relato mitológico, Eros habría sido incapaz de acertar con sus flechas. Schippers, de tan sólo 22 años, saltó a la palestra del atletismo tras su medalla de bronce en la prueba de heptatlon de los mundiales de Moscú. Fue su primera medalla individual en un gran evento senior, puesto que fue campeona mundial junior, y consiguió una plata en los europeos de 2012 con el relevo corto de los Países Bajos. En una decisión llamativa la joven Dafne se centró en las pruebas de velocidad para su temporada 2014. Arriesgado, si bien sus marcas invitaban a apostar la parte por el todo. No es tan excepcional que algunas atletas del heptatlon prueben fortuna con alguna de las pruebas individuales por citar quizá el caso más célebre –y exitoso- ,Jackie Joyner-Kersee en Seúl’88. No es tan habitual ver este hecho en prubeas de velocidad,

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por lo que la apuesta de Schippers era muy sugerente para la comunidad del atletismo. Pocas semanas de pisar el tartán de Zúrich, en la reunión de Glasgow, batió los récords nacionales de 100 y 200 metros, demostrando que su planificación no era fruto de un capricho. En el hectómetro, la francesa Myriam Soumaré sería su rival. En la final, y tal y como ella declararía posteriormente, se quedó en los tacos y tuvo que remontar desde atrás. Sólo lideró la prueba en los últimos veinte metros, pero fue suficiente para obtener su primer oro. Los 200m es una prueba donde tradicionalmente ha obtenido mejores resultados, aunque no tendría margen de descanso tras el cien. Las británicas Asher-Smith y Williams, representaban la principal amenaza, y venían de brillar en los juegos de la Commonwealth. Esta vez sin penalizar en la salida, la “ambición rubia” pudo saborear el doblete. La décima mujer que lo consigue, y la segunda neerlandesa, tras Else Blankers-Koen en Bruselas 1950. Ironías del destino, puede que tras alejarse de la combinada, la reina de los últimos europeos vuelva de nuevo a probarse en las siete pruebas para este 2014. Desde luego que en velocidad le van a sobrar puntos. Esta ninfa del atletismo, a diferencia de la mitológica, no necesita que Peneo convierta su cuerpo en un árbol de laurel, porque el laurel ya lo lleva en la cabeza.


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Imagen: Ian Walton (Getty)

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2008

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Equipo español de Balonmano Femenino En el amor y en la guerra

El balonmano femenino español ha vuelto al punto de partida de su romance con la gloria, una plata europea. En 2008, no eran guerreras, no eran mediáticas e iban ligeras de equipaje. Hoy cargan en sus alforjas las ilusiones de muchos aficionados cautivados por su espíritu indomable. Si nuestro balonmano masculino superó una década de penurias en Túnez, aquella plata que obtuvieron las chicas en Macedonia, con participación de algunas jugadoras de este equipo, demostró que podíamos pelear con las mejores selecciones. He encontrado curiosas semejanzas entre las características de juego de aquel equipo masculino que obtuvo el oro mundial en 2005, y nuestras guerreras. Marta Mangué es una de las jugadoras más veteranas del grupo, y lidia con la incomodidad de desempeñarse en lateral derecho siendo zurda, un problema que no tenía Mateo Garralda, con quien comparte el equilibrio entre las dos fases del juego y la tenacidad en el uno contra uno. Si Juancho Pérez era un estandarte en el pivote y el centro defensivo, Eli Chávez, es la autoridad en las dos áreas. Nerea Pena dinamita la portería local con la misma potencia con la que solía hacerlo Iker Romero. Alexandrina Sandy Barbosa, es nuestra bendita perla negra que lleva a buen puerto los ataques donde no hay botín para rascar. En un extremo, Eli Pinedo marca goles decisivos saltando con el pie cambiado, y en el otro ala, la mejor extremo derecho del torneo, Carmen Martín, define con fantasía cada pelota que cae en sus manos. En un equipo que ha basado su éxito en encajar pocos goles, Lara González tiene el don de la ubicuidad, y en mi opinión ha sido una de las mejores especialistas defensivas del campeonato. Esos premios son subjetivos, y si en balonmano

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existiera un sistema de valoración numérico como en baloncesto, Macarena Aguilar coleccionaría puntos con su aportación en ataque. Y si hay navarros en minúsculas como un servidor, hay Navarro con mayúsculas. La mujer que ha sido gran artífice, otro torneo más, de que España haya tocado chapa. En el partido de semifinales, España consiguió la victoria pese a permanecer más de doce minutos sin anotar cerca del ecuador del segundo tiempo, donde se deciden la mayoría de los encuentros de balonmano. Silvia Navarro silenció Montenegro con un descomunal e inédito recital de paradas desde todas las posiciones. Recuerdo que un rechace se dirigió hacia la línea de nueve metros y amagó con salir a recogerlo, como si tratara de abandonar la portería y probar suerte a ver si metía ella los goles que necesitábamos en esos momentos de zozobra. En la final, hicimos lo más complicado, aguantar a la apisonadora noruega en la salida del partido, allí donde fracasamos en 2008. Es complicado en qué punto del camino nos perdimos, en qué momento no supimos dar respuesta al ritmo que impusieron las nórdicas. Pasamos de ser halcones a ser la presa, y pese al zarpazo final y tener varias posesiones de empate, Noruega se llevó la victoria. El luto no duró más que un suspiro, había mucho más que celebrar. Este equipo se levantó después de un nefasto partido ante Rumanía para ganar dos duelos consecutivos con el sello de calidad de los campeones. También ha sabido renovar posiciones clave, como el centro defensivo en este ciclo olímpico. Ese viaje que empezamos en Macedonia, tiene en Río su estación final, y el destino está en sus manos. Son más que nunca “Dueñas” de su destino.


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Ruth Beitia @Ruthypeich

Prórroga con gol de oro Dos decisiones marcan la trayectoria de un deportista. A la primera se llega por inercia. Ruth Beitia decidió ser atleta cuando presenció, con trece años los JJ.OO de Barcelona’92 en los que su padre fue juez de pista sobre el tartán de Montjuic. Sin embargo, cuán complicado es saber acertar la fecha del retiro, y qué afortunado es quien puede elegir ese instante. En 2013, Ruth pensó que era más digno parar con la cabeza antes de que las piernas lo hicieran por ella. ¿Y qué dijo el corazón? Visitó a su entrenador de toda la vida, Ramón Torralbo, y entre las paredes de aquel gimnasio no pudo resistir la tentación de probarlo un año más. No podía sospechar en ese instante que esa prórroga vendría con gol de oro. Estoy seguro que durante esos paseos en patines por los bulevares de Santander, Beitia haría balance de su carrera en el salto de altura. Sus nueve medallas internacionales, los títulos continentales al aire libre y en pista cubierta, y fugazmente se lamentaría por lo alto que le dejaba el listón la competencia. Si existe una corriente de pensamiento que considera inconcebible que siga vigente el récord de Sotomayor en hombres, mi sorpresa es que no hayan sido superados los 2.09 metros de Kostadinova. Indudablemente Vlašić lo tuvo, pero más atletas estuvieron merodeándolo como Friedrich, Chicherova e incluso Bergqvist. Contra todas ellas y alguna más como Hellebaut, Veneva, o Di Martino – por no extendernos - compartió finales la cántabra de oro de nuestro atletismo. En Sopot (Polonia), en la antesala de la Primavera, Ruth Beitia encontró un bronce esclarecedor en el Europeo en pista cubierta, con la misma marca que la medalla de oro, pero más nulos acumulados. No había cabida para sinsabLos

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ores, considerando que fue la única presea que la delegación española facturó desde Polonia. Meses después, en el Campeonato de Europa al aire libre, el muro de Berlín parecía más alto que de costumbre. Su apellido impreso en trasfondo dorado, mientras las finalistas eran anunciadas. No se derrumbó pese a un desafortunado nulo sobre 1,90 m. Superó en el primer intento las alturas sucesivas, y cuando el listón se elevó un centímetro por debajo de los dos metros, sólo cuatro atletas pelearían por las tres plazas del podio: Kasprzycka, Šimić, Kuchina (las tres con concurso limpio)… y la mujer del dorsal dorado. Beitia supera a la segunda 1,99m, y ese nulo en su primer intento tenía un postre amargo: necesitaba 2,01m para aspirar a medalla. En otras circunstancias, esa película ya la habríamos visto antes. Aquella tarde sin nada que demostrarse, sin tener que ser salvapatrias, sin presión, se elevó por encima de los 2,01 con relativa solvencia. Fue su mejor salto al aire desde 2009, y medalla asegurada. Instantes después supimos que la aleación volvería a ser de oro, al derribar el listón sus tres adversarias. Se quiso dar un homenaje intentando 2,03 m el récord de España que poseía desde 2007. No lo consiguió, y qué importaba. La erigida como capitana de nuestro atletismo, había cambiado el brazalete por un colgante dorado. Durante los fastos en su gloria, recordó de donde venía y tuvo bonitas palabras para las chicas del atletismo de base. Puede que ellas también vieran un campeonato por televisión y tomaran la primera decisión; ellas quieren ser Ruth Beitia.


Imagen: Reuters

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Eva Calvo @evusa91

El paraíso es de Eva Este pasado 3 de diciembre, el deporte español recordaba la figura de Fernando Martín, en el vigésimo quinto aniversario de su fallecimiento en un accidente de circulación. No cabe duda que el pívot madrileño fue inspiración para los chicos de la ñBA, y los éxitos de la selección española. Pocos prendieron velas para recordar a otro prodigio, a otro deportista emprendedor que también nos dejó hace 25 años. En la maldita carretera, se dejaba la vida José María Sánchez Élez, primer medallista olímpico español en taekwondo en Seúl’88, en ese momento todavía como deporte de exhibición. Natural de Leganés, contribuyó a la introducción en España de este arte marcial en estrecha colaboración con su paisano –también medallista en Seúl-, José Sanabria. En poco más de 25 años, el taekwondo en España ha pasado de sonar a exótico, a contar con casi siete mil licencias, y lo que es más increíble, liderar el medallero de Londres’12. Sánchez Élez no llegó a admirar este milagro, del que ha sido artífice indirecto. Sanabria creó un club en su memoria al norte de Leganés, e inició la preparación de taekwondistas. Uno de sus discípulos, José María Xixo Martín, apostó por una niña que con quince años, acudió animada por su hermana a probar el arte marcial. No tenía una técnica depurada, pero era tremendamente ágil. Se llamaba Eva Calvo. Han pasado ocho años desde aquella primera patada, y la niña se ha hecho una campeona, hasta erigirse como una de las mejores deportistas españolas de este 2014. Esta temporada ha competido por primera vez en el Grand Prix, una suerte de series mundiales del taekwondo con tres eventos, y una gran final en el cierre de temporada. Si el protagonista de “Karate Kid” Los

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tenía a un archienemigo llamado Johnny Lawrence, Eva se enfrenta a una escocesa, Jade Jones, campeona olímpica en Londres con tan sólo 19 años. La pugna se extendió a lo largo de la campaña, y no se limitó sólo al Grand Prix. Eva consigue su victoria de mayor calado ante Jones en los Campeonatos de Europa, en el mes de Mayo, en Bakú (Azerbaiyán) Perdía por 6-9 en el ecuador del último asalto de la final, hasta que logró encadenar cinco puntos seguidos y defender la ventaja. Jones amenazó con un changui a la cabeza a falta de cinco segundos pero Calvo retrocedió a tiempo para colgarse la medalla de oro. Alegrías también en el Grand Prix. En Astana, el combate fue eterno, táctico. Eva defendió el 1-0 ante la campeona olípica con una garra que emocionaría a los amantes del catenaccio. De Astana a Manchester, donde su rival competía prácticamente como local. Otra victoria sufrida, en este caso, por 5-4, en el tanto de oro. En Querétaro, una tierra de la que nuestro deporte tiene grato recuerdo, no pudo conseguir el pleno ante su némesis, y Jones ganó la final del Grand Prix con solvencia (3-7). Una semanas antes de este combate, y en aquella ocasión con la campeona del mundo, la coreana Soo Hee, como rival, se colgó su tercera medalla de oro en esta competición, para arrojar un balance final de tres oros y una plata. Eva no había nacido cuando falleció Sánchez Élez, pero pasea al club que lleva a su nombre por el tatami de la gloria. De alguna manera ella ha seguido el camino que el gran maestro enseñó, un camino de pies y manos, lo que un coreano llamaría taekwondo.


Imagen: Reuters

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Marit Bjoergen Darya Domracheva @maritbjoergen @daryadomracheva

Figuras de hielo Pocos meses antes de que Putin encontrara en Crimea su “península Barataria”, fue capaz de derrotar a los molinos, llevando a Sochi, la ciudad más cálida de Rusia, unos Juegos Olímpicos de Invierno. En el aspecto meramente deportivo, dos mujeres han acaparado los máximos honores. Dado que no quería dejar a alguna de ellas al margen, he decidido que compartan esta posición en el ranking Darya Domracheva nació en Minsk, en la época del aperturismo en la Unión Soviética que precedió a la escisión de las repúblicas. Sus padres, arquitectos de profesión, participaron de la ampliación del ferrocarril en Siberia, por lo que la familia se mudó forzosamente al lugar más inhóspito del planeta. Darya no tuvo mucho dónde elegir, y el esquí pasó de ser un juego, a un medio de locomoción imprescindible, para posteriormente convertirse en su deporte. Comenzó a competir bajo bandera de la Federación Rusa, de ahí que no sorprenda que el público presente en las gradas de la estación de esquí de Krasnaya Polyana, celebraran sus éxitos como propios. En Bielorrusia, el hielo está asociado con los palos (sticks) de hockey más que con el biatlón. Domracheva hizo olvidar la desilusión que supuso la ausencia del equipo de hockey en los JJ.OO. y de qué manera. Obtuvo tres títulos de campeona olímpica en las tres principales disciplinas: individual, salida en línea, y persecución. Desde la inclusión del biatlón femenino en el programa olímpico de invierno en Albertville 1992, nunca ninguna mujer logró tal hazaña. Su contribución fue decisiva para que el país báltico consiguiera su mejor resultado en una cita invernal desde su independencia en 1991. En señal de tributo, fue condecorada Los

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como “Héroe de Bielorrusia”. Primer deportista que recibe esta distinción, la máxima que puede ser otorgada a un civil en dicha nación. Marit Bjoergen es un nombre de sobra conocido para los seguidores de los deporte de invierno, y que en el pasado ya copó puestos de privilegio en este recopilatorio. Su triple corona en las pruebas de esquí de fondo, modalidad sprint, recuperó parte de la reputación perdida por Noruega en los relevos largos, un duro varapalo que, medallero en mano, impidió a los nórdicos liderar la tabla de honor de Sochi’14. Ella no quiso ser menos que Bjoerndalen, y con sus tres medallas de oro, pasa a escoltar Stefania Belmondo y Raisa Smetanina, como la deportista con más preseas en unos Juegos de Invierno, y si afináramos algo más, Bjoergen sería la más laureada al tener mayor cantidad de medallas de oro. No parece muy decidida a estirar su carrera otro ciclo olímpico, para bendición de sus rivales, que en algún caso han intentado ganar con artimañas lo que han perdido sobre la nieve. La polaca Kowalczyk acusó a la campeona olímpica de un uso inapropiado de una medicación antiasma, para la que Bjoergen tenía una autorización, un caso similar al que ha vivdo el ciclista Chris Froome este mismo año. “La princesa Marit” mete tierra de por medio, y ha contestado en las pistas de la forma que mejor sabe. Coleccionando medallas. Una llama olímpica que se apaga, una bandera que cambia de manos; es el cambio de olimpiada. Una carrera que se termina en la cúspide, y otra que empieza su escalada. Esquiando por pistas paralelas.


Arriba: Marit Bjoergen (Imagen: Richard Heathcote) Debajo: Darya Domracheva (Imagen: Harry How)

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2013

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Albert Torres David Muntaner

@alberttorresb @muntanerdavid

Los guerreros del arco iris Un proverbio precolombino profetizó que la codicia del hombre blanco conduciría al agotamiento de los recursos, y la humanidad se salvaría si imperaba la fuerza de una élite que bautizó como “Los Guerreros del Arco Iris”. La precariedad en los medios del olimpismo en nuestro país poco tiene que ver con la codicia, y si tener más relación con la falta de recursos. El ciclismo en pista en España, tal y como nos hemos referido en años precedentes en este mismo recopilatorio, ha comenzado a salir del abismo que supuso la pérdida de los grandes referentes de la pasada década. Leire Olabarría o Eloy Teruel, son nombres han copado puestos de honor en esta lista. En las pruebas por equipos, el dúo Muntaner-Torres, portan nuestros estandartes, y en este 2014, este par de guerreros han hallado su particular arcoíris. El desenlace de la prueba de madison de los campeonatos del mundo, en Cali (Colombia) fue una oda al berlanguismo. Los belgas De Buyst y De Ketele, hicieron buenos los pronósticos y habían ganado la prueba al sumar más puntos en los diferentes esprines. Fueron proclamados vencedores en los marcadores del velódromo, vitoreados por el público e incluso, felicitados por nuestros dos pistards, que festejaban su medalla de plata. Instantes después, los atribulados belgas no podían más que maldecir su fortuna. Fueron desplazados a la quinta posición ya que los jueces estimaron que técnicamente no llegaron a ganar vuelta al pelotón. Una circunstancia similar privó a Albert Torres y David Muntaner de ganar el oro en el europeo de 2013. Así que el destino les devolvió el tanto, y regresaron de Colombia henchiLos

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dos con el maillot de campeón del mundo, la máxima distinción en su disciplina, excluida del programa olímpico desde 2008. Munta es el veterano de la pareja. En 2011, se escinde su exitosa sociedad con Unai Elorriaga y comienza a entrenar con Torres. Aporta el perfil más “fondista” de este tándem; su virtud es la persecución para intentar ganar vuelta a los rivales. Siete años más joven es Albert Torres, que aporta el otro elemento clave en el madison, la velocidad. Ambos son originarios de las Islas Baleares, y esta vecindad ha sido crucial en su evolución y compenetración en carrera. No sólo la posibilidad de compartir entrenamientos, sino también el hallar un marco donde competir. En este sentido, las competiciones de Seis Días, convertidas en países de Centroeuropa en eventos sociales al “estilo Nascar”, son el lugar idóneo para la competencia en una atmósfera única. En estas sociedades se guardan los mismos votos que en el matrimonio “En la salud y la enfermedad” y también han tenido que pasar por momentos difíciles. En el mes de Julio, Muntaner se pegaba un trompazo mientras surcaba los Alpes en bicicleta, fracturándose la cadera. Se esfumaban las opciones de poder obtener algún premio en la Copa del Mundo, como la medalla de oro que consiguieron en 2013 en Aguascalientes. No importaba demasiado con el arcobaleno en el armario. Habían transcurrido ocho años desde el último título mundial para la pista española, con Llaneras en 2007. Definitivamente después de la tormenta, sale el sol y el arcoíris para nuestros pistards.


Imagen: Federaci贸 de Ciclisme de Illes Balears

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2013

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Equipo español de Balocesto Femenino “Mondelo” a seguir

El baloncesto se ha sumado al tsunami rosa del deporte español, y en los éxitos de la selección femenina hemos ahogado las penas del rotundo fracaso del equipo masculino. Las chicas de Lucas Mondelo, han traído del Mundobasket de Turquía una medalla de plata que sumar al oro obtenido el año pasado en el Campeonato de Europa. Desde luego este metal no ha sido obtenido fruto del regateo en el Gran Bazar, se ha peleado sobre el parqué en cada partido. El objetivo inicial era clasificar en primer lugar en el grupo para ahorrarse una ronda de eliminatorias, y el plan discurría según lo previsto. En cuartos de final, las gigantescas chinas se durmieron en el primer tiempo, y nuestra pareja en el juego interior Nicholls-Lyttle, fueron una pesadilla en la pintura. En semifinales, nos esperaba una pasión turca, con las anfitrionas jugando ante su público. Se repetía la misma historia del último Eurobasket, y el público turco enmudeció como hiciera el francés, o como hiciera el Palacio de los Deportes. Alba Torrens, no “hizo un Verón”, y fue la verdugo de sus compañeras de club, el Galatasaray, con casi 30 puntos en su casillero. La plata ya sabía a oro, y el oro supondría una gesta casi inédita en la historia del deporte español. El emotivo discurso que apela a que “no hay rival pequeño” suele emanar de los violines de la orquesta del Titanic. La realidad es distinta. Por ejemplo, el salario medio de una jugadora de la liga profesional de baloncesto de Estados Unidos (WNBA) es, aproximadamente, de 60.000 dólares al año; en España, la liga de baloncesto es semiprofesional, y las jugadoras que tienen contrato profesional tienen un sueldo medio de 7.200

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euros por año. Derribar drones con tirachinas. La final tuvo más de Los Ángeles’84 que de Pekín’08. Las estadounidenses salieron en tromba, y el partido no duró más de un cuarto. El seleccionador Mondelo lo resumía con gran tino: << Debemos trabajar para que la próxima vez, la diferencia sea más escasa >>. Yo añadiría, que las chicas han acortado los plazos, si consideramos que al basket masculino el proceso le llevó más de veinte años. Si esta selección se bautizó en Francia, y se casó en Turquía, el equipo nació alrededor a las orillas del Tormes. Ocho de las doce jugadoras además del cuerpo técnico, pasaron por las filas del Perfumerías Avenida salmantino. Con Torrens y Lyttle – ambas en el equipo ideal del Eurobasket – en pista y el propio Mondelo tras la banda, el conjunto charro consiguió ganar la Euroliga de baloncesto. En la actualidad, Marta Xargay y Leonor Rodríguez defienden la casaca azul del Avenida. Este 2014 histórico, las buenas nuevas no han quedado sólo en el resultado histórico del equipo absoluto. Las selecciones inferiores han ganado cuatro metales en grandes eventos, destacando la plata de la sub-17 en el Mundobasket, confirmando a España como la gran potencia del baloncesto europeo femenino. Y hemos dejado para el final un premio que nos concedió la F.I.B.A. a final de año, con la concesión del Campeonato del Mundo femenino de 2018, con grandes esperanzas de que varias de estas jugadoras cierren su trayectoria internacional en casa. Sigamos soñando con que entonces no estemos cerca, sino que hayamos llegado.


@Mr_Chon


2005

2006

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Nani Roma Marc Coma @marc_coma @naniroma

Sweet home... Atacama En el Dakar, el tacómetro calla más de lo que dice. Lo que Sabine concibió en 1979 como una aventura por el desierto africano, se está convirtiendo sutilmente en una yincana por el desierto sudamericano. Diversos factores han despojado al raid más duro del mundo de su carácter mágico, pero no por ello ha dejado de ser el Dakar. Nuestros pilotos clásicamente han dado testimonio de la miseria, víctimas de una larga maldición, luchando contra los elementos, contra el poder… Arcarons cayendo en las trampas de Peterhansel, Prieto gritándole a Schlesser, Roma yaciente malherido, Coma desplomado totalmente exhausto ajusticiado por la canícula…. Y este ha de ser nuestro primer waypoint. Mirar de donde partimos para saber lo que supone haber sido capaces en 2014, colocar a dos de los nuestros en lo más alto del podio por primera vez desde que Sabine tuvo aquel delirio febril bajo el sol del Teneré. Entre el quinto clasificado –Rodrigues- y el segundo –Jordi Viladoms- de la general final de las motos, una diferencia de algo menos de veinte minutos… Entre el segundo, y el primero, algo menos de… ¡Dos horas! Diferencias “africanas” en la mayor victoria lograda por un motorista desde que en 2009, el Dakar cruzara el charco definitivamente. Marc Coma regresó a la arena tras su ausencia por lesión de 2013 con todos los honores, y atesorando que tiene el sexto sentido de los depredadores, con una magistral lectura de carrera. Resistió los envites iniciales de Joan Barreda, y salió indemne y triunfante de la terrorífica etapa cinco, un infierno de “fuera pistas” y oueds de piedra donde sufrieron penurias todos sus rivales, con imágenes dramáticas que parecían sacadas de los Dakares “ochenteros”. Su archienemigo Després, ahora con montura Los

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2010

Yamaha, sufrió una ristra de percances durante todo el raid y nunca fue una amenaza. Ni él, ni nadie. Con la ventaja cimentada, se reservó un privilegio exclusivo: poder disfrutar de las dunas de Atacama. El último día, con la complicidad del oceáno Pacífico, alzó su cuarto título en la categoría, quedándose a uno de Després, y a dos victorias del récord de triunfos de Peterhansel. << A Ettiene Lavigne le toca las narices que lidere la carrera >>. Si el Dakar de Coma fue un cuento de hadas, el de su compatriota Nani Roma, fue de telenovela, con Mini como South Fork, y Peterhansel feliz en el papel de J.R. Con los buggy despedazados por el camino, el último Dakar en coches de la era pre-Peugeot fue otra “copa Mini” con tres coches del equipo X-Raid copando las tres primeras plazas de la general, y la suerte de la carrera en manos del jefe de equipo, Sven Quandt, en una situación que recuerda a la vivida en las motos el año 2001, en donde su homólogo en KTM, Kinigadner, ordenó no poner en peligro la victoria de su marca, a pesar de que sus pilotos copaban las cinco primeras posiciones. Si en ese Dakar Arcarons fue el daminficado, aquí Roma, que lideraba la carrera, parecía beneficiado. Sin embargo, Peterhansel hizo caso omiso (o su propia lectura si somos benévolos) de las instrucciones, y en la duodécima etapa arrebató el liderato a Roma a falta de una especial para alcanzar la meta final en Valparaíso. Las puertas del Edén parecían cerradas para Roma que vivió un infierno en el que su verdugo moraba bajo el mismo lecho nocturno. Tras el ruido de sables mediático, y un ambiente de máxima hostilidad, Roma hizo valer la ventaja que suponía salir por detrás de Peterhansel y una vez le dio caza en la ruta, cayó el telón, y emocionado, ingresó en el club de ganadores en dos y cuatro ruedas, junto con Hubert Auriol, y… sí, Stéphane Peterhansel


Arriba: “Nani Roma” Debajo: Marc Coma. Imágenes: dakar.com

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Yohann Diniz

@yohanndini

Los 50... de su vida Recuerdo una breve entrevista televisiva que realizaron a Yohann Diniz en la previa del Europeo de Barcelona 2010. Li primero que me llamó poderosamente la atención fue un cierto parecido con el legendario ciclista francés Laurent Fignon: frente despejada, gafas redondas… diría que hasta sus ademanes me hacían recordar al “profesor”. En ese momento, la presencia de Diniz en la ciudad condal respondía a la necesidad de revalidar el título de campeón de Europa de los 50 Km marcha, que había obtenido cuatro años atrás en Gotemburgo. Aquella victoria fue su primer gran hito como atleta, con 28 años. En Barcelona fue capaz de repetir el oro, y descubrí su particular personalidad, que irónicamente, también me hacía recordar el carácter de Fignon: tenaz, muy inteligente en carrera, valiente a la hora de tomar la iniciativa, pero al mismo tiempo errático e histriónico, diría que rayando lo circense. Marcó el ritmo desde el comienzo de la prueba y su marchar resultó ser una trampa mortal para sus rivales. Con la carrera ya ganada, más allá del kilómetro 45, se distrajo en un avituallamiento y cayó al suelo en mala posición, chocando su cadera contra el asfalto. Se levantó como si nada, como quien tropieza por la calle, y continuó su ritmo para colgarse su segundo oro consecutivo. Ni en los Juegos Olímpicos, ni tampoco en los Mundiales, pudo conseguir buenos resultados, lo que le llevó a cambiar al entrenador que le guío hacia la gloria, Pascal Chirat, debido a que según el propio Diniz << se sentía demasiado presionado >>. Ni me imagino que habría hecho

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su entrenador si contempla el espectáculo del formidable marchador de Reims en los últimos kilómetros de la prueba de los 50 Km marcha del último europeo de atletismo en Berlín. Antes de alcanzar ese punto, otra demostración de osadía: apuesta en solitario con tiempos de paso que se antojaban imposibles de mantener con la caída de los kilómetros. El principal rival en el tramo final, no tenía colgado el dorsal a la espalda: el récord mundial de Denis Nizhegorodov. Ajeno aparentemente a la gesta en ciernes, Diniz aminoró para recoger una bandera de Francia de un aficionado; pocos metros después se paró en seco en un puesto avituallamiento sin recoger líquido. Durante un breve instante pareció como si se estuviera quejando de alguna dolencia. Pronto salimos de dudas, el virtual tricampeón de Europa había pedido una bandera de Portugal a un aficionado, para honrar de esa manera sus orígenes lusos. Y así, sosteniendo una bandera en cada mano, cruzó la meta en 3:32:33, rebajando en aproximadamente dos minutos la antigua plusmarca mundial. Fue el único récord del mundo batido durante los Campeonatos de Europa 2014. Así mismo, los tres triunfos consecutivos de Diniz suponen el mejor resultado obtenido nunca por un marchador en la historia de la prueba. Sería una descortesía que en una lista de cincuenta entradas, confeccionada por otro excéntrico, no tuviera cabida el hombre de los cincuenta kilómetros.


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Imagen: Reuters

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2008

12

2010

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Atlético de Madrid @Atleti

Un equipo de verdad, entre todos campéon Dos minutos no dan para leer esta entrada, pero sobra tiempo para que te pueda cambiar la vida. Un sentimiento, una ilusión, cruza generaciones. Una familia cambia la Telefunken de tubo y el blanco y negro, por el plasma alta definición, tristemente convertido en el escudo del cobarde. El padre apenas recuerda el gol de Schwarzenbeck en el último minuto de la prórroga, mientras el abuelo, lo tiene grabado a fuego en su retina. Sentado frente a la tele, el nieto, no necesita preguntar a su padre, porque le sobran los motivos. Antes de que Luka Modric colocara la pelota en el semicírculo del córner, el Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone había obrado una de las mayores epopeyas del fútbol europeo contemporáneo, equiparable a la que José Mourinho consiguió con el Oporto en el año 2003. Sólo que en el caso que nos ocupa, el club de la ribera del Mazanares hizo frente a la mayor competencia imaginable en el torneo doméstico. Si la prensa proclama al Real Madrid actual como el mejor de la historia, si esa misma prensa contrapesa a ese equipo blanco con el actual F.C Barcelona, qué decimos de este Atlético que ha derrotado a ambos. Más que el taimado “partido a partido”, el secreto ha parecido residir en el “jugador a jugador”. Su plantilla se revalorizó tanto, que hasta las grandes sumas que obtuvieron por traspasos, estuvieron por debajo de la cotización real de esos futbolistas. Un eje central defensivo con jerarquía, y a la vez con capacidad goleadora, escoltado por dos carrileros profundos al estilo de los ochenta tardíos; mediocentros convertidos en auténticos “todocampistas”, capaces de diseñar los planos, y al mismo tiempo, verter hormigón sobre el forjado; y por

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último un portero que parece tocado por la varita de los elegidos. Capítulo aparte para Diego Costa, el gran olvidado de esta temporada futbolística junto con –irónicamente- el otro nueve del año, Luis Suárez. Cuando le vi por primera vez en el estadio Zorrilla, me pareció uno de los mejores jugadores que disfruté en directo. Le tiraban un melón al aire y bajaba una macedonia con reducción de pasas y nueces. Limpia y lima… como el jabón de Lagarto. En un equipo que ha hecho de la estrategia su estilete, no sorprende que el alirón se cantara a balón parado. El cabezazo de Godín en el Camp Nou guió al pueblo atlético hacia la libertad, al fin de una etapa lúgubre. Eran los campeones a costa de los campeones. Simeone había consagrado al equipo desde el banquillo tal y como hizo desde el terreno de juego hacía casi veinte años. Sólo quedaba poder brindarle a Luis Aragonés, la Copa de Europa que la vida le dejó a deber para siempre. No hubo milagros a caballo para Diego Costa, y el gol tomó el camino del banquillo con la familia todavía tomando asiento. Otra vez Godín erigido en héroe. El guión se repetía, hasta que Ramos echó sal en la herida cicatrizante del pupas. La peor manera de sufrir. Desde aquel gol, el Atlético se ha levantado, priorizando filosofía a jugadores. Dadas las circunstancias, no es baladí seguir vivos en las tres competiciones, teniendo en cuenta algún susto que han tenido en este primer trimestre de temporada. Año cardinal, con la meta de volver a ser un grande, y eso sólo se consigue con la regularidad en la pelea por los títulos. Neptuno, aguarda, está veces menos impaciente.


Imagen: Jon Nazca

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Equipo español de Gimnasia Rítmica A ritmo de oro

Las hojas del calendario caen al terminar el otoño, y en las ilustraciones de los diferentes meses, la actividad del país ha seguido muy pendiente de los juzgados. Las mazas de sus señorías son depositarias del último aliento de fe de una sociedad que, en términos políticos, cambia agnosticismo por ateísmo. A las mazas de las mujeres que encontramos a las puertas de las diez primeras posiciones de la tabla, nos hemos encomendado en este ciclo olímpico. El equipo español de gimnasia rítmica repite su prodigioso 2013, consolidándose como uno de los buques insignia del deporte español. Las mazas golpean el tapiz, convertido en un gigantesco cajón, al ritmo flamenco. Las cinco gimnastas españolas se enfrentan a una final sin las rusas, que cometieron un error en la clasificación, pero con Bulgaria e Italia acechando. No había cabida para un fallo, y el ejercicio sólo era interrumpido por los gritos de éxtasis del público turco. Ejecución milimétrica, que colocó a las chicas en primera posición, con una puntuación alta, que Bulgaria no consiguió superar. El título mundial estaba bien sujeto entre sus manos. Entre la nómina de deportistas que honran este recopilatorio, por estas gimnastas es por quien siento más admiración. Ofrecen los mejores años de su vida a un deporte del que no pueden vivir ni tan siquiera militando entre la élite del mundo, y que deben compatibilizar con su formación académica. << Nuestra vida no ha cambiado con los títulos >> afirma la benjamina del equipo, Lourdes Mohedano. Alejandra Quereda, es la capitana del quinteto << Tenemos que hacer siempre un poquito más, porque España no es una potencia en rítimica >> Alejandra comparte con Sandra Aguilar más de veinte medallas en su haber << El oro de España en Atlanta fue para nosotros lo más grande >> Con tono quejumbroso toma la palabra Elena López << Necesitamos que la televisión retransmita nuestros campeonatos >>. Todas estas

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declaraciones las realizaron en la gala de entrega de los premios del Diario As, en las que fueron votadas como el mejor equipo femenino del año << Hicimos campaña entre nuestras amigas >> bromea Artemi Gavezou, nuestra reina griega. Detrás de cada giro, aguantando la respiración en cada vuelo de maza, se encuentran dos mujeres. La Federación de Gimnasia repescó en 2011 a la bielorrusa Anna Baranova, para hacerse cargo de la selección de rítmica que ya asumió el cargo en la olimpiada de Pekín. Junto con Sara Bayón, campeona del mundo en 1998, han conseguido devolver a esta modalidad gimnástica parte del fuste perdido. Rondamos el podio en Londres 2012 en el concurso por equipos, y en este ciclo olímpico los resultados están llegando. No obstante, hay que realizar ciertos matices para evitar engaños. En el programa olímpico de la gimnasia rítmica sólo hay dos pruebas: concurso individual, y concurso por conjuntos, y en estas pruebas todavía no estamos en condiciones de soñar con una medalla en Río. En la prueba individual nuestra mejor clasificada en el Mundial fue Carolina Rodríguez, décima con 28 años de edad. En conjuntos, el mismo equipo de diez mazas, finalizó undécimo tras perder una pelota fuera del tapiz. 2015, el año previo a la cita cumbre del deporte, el objetivo será centrarse en los concursos olímpicos, para saber dónde estamos ubicados. Que el ritmo no pare.


Imagen: Getty Images

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Suiza

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gana la Davis Ensalada en la penúltima cena

El españolito que desayunaba en las tazas desde las que te sonreía Cobi, estaba acostumbrado a lidiar con los suizos en las cumbres alpinas, o si era un “muy honorable” en las cajas de los bancos. Antes de que ajusticiáramos a Chapuisat, Indurain hizo lo propio con la armada suiza en el Tour de Francia. Sin embargo, si Cobi le ponía ojitos, el nombre de Marc Rosset no le resultará extraño. Esta estrella fugaz del tenis helvético, nos arruinó la fiesta tras vencer en la final del torneo individual masculino a Jordi Arrese. Su gran año 1992 casi adquiere tintes históricos. Suiza alcanzó la final de la Copa Davis por primera vez, y sólo con Hlásek como compañero, se enfrentaron en Florida al otro Dream Team estadounidense del 92: Courier, Sampras, McEnroe y Agassi. Con 1-1 en la eliminatoria, forzaron el quinto set del partido de dobles, pero ahí terminó el sueño, y los estadounidenses levantaron la ensaladera (3-1). Fue el último título de John McEnroe. En 2014, Suiza accedía a la final del torneo por equipos más célebre del tenis tras 22 años de espera. En esta ocasión no presentaban al 35º y 36º del mundo; alinearon a Wawrinka, número cuatro del mundo, y a Federer, número dos, o número dios. Francia, con un equipo más numeroso, jugaría dos cartas, más efectivos y la elección de sede y superficie. Se decantaron por la tierra batida, a priori menos favorable al juego de sus vecinos, y en teoría más propicia para el perfil de Monfils y Gasquet, que junto con Tsonga, fueron los elegidos para romper una sequía de más de diez años sin alzar la copa de la triple peana.

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Nadal aplaude cariacontecido a Wawrinka, tal y como hiciera Arrese con Rosset. Era el Abierto de Australia, y el jugador de Lausana había superado un cuadro muy complicado, derrotando, entre otros a Novak Djokovic. La final fue un partido descafeinado porque la espalda de Rafa dijo basta. Hacía un lustro que un jugador fuera de los cinco mejores del ranking, derrotaba en una final Grand Slam a uno de los grandes. En el brazo derecho de Wawrinka, tatuado a fuego se puede leer “Siempre lo intenté; siempre fallé. No importa. Inténtalo de nuevo y falla mejor”. Palabra de vida. De aquel verano austral, al otoño en Calais. Federer arrodillado frente a Wawrinka, parece confesar sus pecados ante su amigo y pareja de dobles. En la víspera del partido, Mönfils le había aplastado en el segundo duelo individual, y la eliminatoria estaba igualada. Suiza se adjudicó con contundencia ese siempre psicológico punto del dobles, y la pelota volvía al campo de Federer; Gasquet aguardaba al resto. No fue el partido más brillante de su excelsa carrera, pero quizá el más importante. Lágrimas de alegría. Suiza ganaba la Davis, y a los 33 años, y con ayuda de su más fiel apóstol, Federer ascendió al cielo del tenis, si es que alguna vez llegó a abandonarlo. Terminamos, por donde empezamos, por Marc Rosset. El único suizo que ha ganado el oro olímpico individual en tenis. Espero que no le incomode compartir ese honor en un futuro no muy lejano.


Imagen: Getty Images

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Equipo español de Waterpolo Femenino Agua dulce

Si han sido buenos este año, los Reyes Magos, los que no abdican y acuden fieles a su domicilio cada 6 de Enero, irán cargados con incienso y mirra. El oro lo ponen otro año más las chicas del waterpolo que sigue añadiendo capítulos a una historia de cuento de navidad, cuyo final está por escribir. Estas princesas no iban a viajar en carrozas tiradas por unicornios. Rusia bajó a las nuestras del poyete en el primer partido, con una derrota por 10-9. La defensa, nuestro mejor baluarte, mostró un nivel muy bajo. El toque de atención hizo crecer al equipo, que recuperó sus señas de identidad. Jennifer Pareja arengaba a sus compañeras, y seguíamos contando con sus sprint al saque por posesiones ganadas. Roser Tarragó y Anni Espar desempeñaban un rol vital en ataque merced a sus disparos lejanos ante posesiones espesas y defensas cerradas. Si había una marca compleja en el equipo rival, siempre podíamos contar con que Laura López iba a hacerse cargo con solvencia. A lo largo del torneo, España se aferró a una boya para mantenerse a flote. Maica García se fajaba en la posición más compleja, la de mayor desgaste. Cargaba a las defensoras rivales de sanciones, sabía tomar la decisión correcta en décimas de segundo: lanzar, asistir… Hasta de espaldas a portería sorprendía a las porteras rivales. Su aportación fue determinante en la semifinal ante Hungría, la anfitriona, en un partido táctico, cerebral, que se decidió por pequeños detalles (9-8) en el tramo final tras un empate que parecía no romperse. Una vez escuché a Xesco Espar, padre de Anni y entrenador de balonmano, afirmar que

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las inferioridades numéricas eran el cariotipo del carácter de los equipos >>. Esta máxima del balonmano, la podemos extrapolar a su pariente acuático, y estas jugadores han mostrado una capacidad de defensa encomiable, consiguiendo que no encajar en esa situación de desventaja sea norma y no excepción. Y este hecho tuvo una importancia capital en la final ante Países Bajos. Las neerlandesas no tomaron ninguna ventaja de sus superioridades, donde se toparon con una magistral Laura Ester, el ángel que vela por todas sus compañeras, en el deporte donde probablemente los reflejos jueguen el papel más decisivo para los porteros. La final fue menos sufrida de lo esperado (10-5) y las guerreras acuáticas, consiguieron un doble título inédito en nuestro waterpolo. <<

Empapado tras el ineludible chapuzón de rigor, el seleccionador Miki Oca recibía el único título de selecciones que se le había resistido, el único campeonato que escapó de las manos aquella generación que se coronó en Atlanta’96. Sin requerir las dosis de diplomacia de las que hace gala en televisión su compañero Pedro García Aguado, Oca ha sabido ser un “hermano mayor” para estas jugadoras, la mayoría de ellas por debajo de los 25 años, hasta construir un equipo que levanta admiración en todo el país. El tiempo ha premiado con dos títulos consecutivos, su corazonada, aquella decisión de renovar la selección absoluta con casi toda la selección junior. En el Campeonato del Mundo de Kazán, la pesada carga de defender el título de 2013, y de seguir mirando con ilusión a los JJ.OO. Lo suyo no ha sido el sueño de una noche de verano


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8 Javier Gómez Noya @Jgomeznoya

Fabricado en España Necesitó ganar cuatro mundiales para poder encontrar un patrocinador en nuestro país, y además, debe sentirse afortunado. Pamesa, la empresa de cerámicas presidida por el patrón del Submarino Amarillo, Fernando Roig, saca a flote al rey del triatlón con un mecenazgo que se prolongará hasta Río’16. Ninguneado en España, durante sus visitas a Nueva Zelanda se ve obligado a rehusar alguna entrevista porque está desbordado. Otras naciones aparcan la bicicleta para iniciar el tramo a pie de su cultura deportiva, mientras nosotros seguimos nadando para morir en la orilla. Hecha la denuncia, llega el homenaje. Las Series Mundiales de Triatlón, consisten en ocho eventos disputados en los cinco continentes, que al estilo de los campeonatos del mundo de velocidad, proclaman al mejor triatleta del planeta sobre distancia olímpica. Este 2014, el campeonato llegó a su conclusión en Edmonton, Gómez Noya partía con cerca de 400 puntos de ventaja, con respecto al menor de sus “hermanos Dalton”, Jonathan Brownlee. Antes de la gran final, Gómez Noya venía realizando su mejor temporada en las Series Mundiales. En Auckland, donde es considerado un ídolo, se colgó el primer oro del año, al dejar atrás a Jonathan Browlee en el sector de carrera. Siguiendo el rumbo del meridiano alcanzó Sudáfrica, “nuestra Sudáfrica”. Idéntico rival, idéntico desenlace y las vuvuzelas sonaron de nuevo por soleás. Tres de tres en Yokohama, en un fratricida esprint final codo con codo con Mario Mola. En Londres, prueba bajo formato sprint – menos distancia a recorrer en las tres disciplinas – Mola mantuvo la hegemonía española. De allí a Chicago, y

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Gómez-Noya conseguía su cuarto triunfo en un evento de las Series Mundiales en un mismo año, algo inédito para él hasta la fecha. Ya en Edmonton, el juego de alianzas que tantas veces había sido un arma oculta jugada por los hermanos británicos, cambió de manos. Fue una carrera táctica, donde Javier manejó la calculadora para marcar de cerca a Jonathan, y dejar que su hermano menor, Ailistar se marchara por delante con otros dos rivales. En su marcaje al mayor de los Browlee, el gallego encontró en Mario Mola a un gran aliado. Cuando se asociaron para endurecer el ritmo en el tramo a pie, Jonathan claudicó. La sociedad entre nuestros dos mejores triatletas consumó la remontada. El segundo y tercer lugar en meta, significaba que además del título mundial para Javier, el joven balear Mario Mola, siete años menor que el campeón, se aupaba a la segunda plaza de la general. Imposible imaginar un desenlace mejor. Apenas unos días después, sin agasajos de ningún tipo, el recién coronado campeón del mundo en distancia olímpica agrandó su leyenda en este 2014 con la consecución del título mundial en “Medio Ironman”, mostrando cuál va a ser su futuro tras los Juegos de Río. En este 2015 que estamos a punto de estrenar, va a reducir su calendario sabedor de que la cita brasileña supondría el broche de oro a su trayectoria, al tiempo que sacar una espina que sigue teniendo clavada. Con la solidez de la loza y el valor de la fina porcelana, el molde de nuestro campeón nos hace mantener la esperanza intacta.


Imagen: www.tricat.cat

@Mr_Chon


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Mireia Belmonte @miss_belmont

Leonor, Sofía... y Mireia En “Los 50 de 2011” se podía leer en la entrada del puesto 41º, ocupado por Mireia Belmonte, lo siguiente << Sin embargo, apareció el mayor enemigo de Mireia: ella misma. Su exceso de ansiedad ante las grandes citas >>. No han pasado más de tres años desde aquella mención y Mireia hace suyos esos campeonatos. Al analizar su figura se alude a un cambio físico, mejora en el entrenamiento, y otros aspectos más tangibles. Evidentemente, todo ello es decisivo, pero para mí un factor que no podemos olvidar mencionar es una mentalidad nueva, producto de los resultados. Cuanto mayor es la responsabilidad, más decidida parece a afrontarla. Detrás de ese cambio su entrenador, el francés Fred Vergnoux, que durante una entrevista concedida al diario “El País” demuestra conocer nuestra cultura al dedillo << Mientras en Inglaterra sólo tienes dinero de premios si ganas una medalla, en España las nadadoras, y Mireia no era ajena a ello, nadan para mantener su beca. Mi objetivo inicial era romper la zona de confort >> Hay quien considera sus métodos un tanto estajanovistas, pero los resultados están ahí, y Mireia se siente privilegiada trabajando bajo sus órdenes. ¿Usted no lo estaría con seis preseas en unos Campeonatos de Europa? De Berlín, Mireia se trajo dos metales de cada aleación. Fue la apoteosis de su nuevo método de trabajo basado en un trabajo anaeróbico para poder acumular esfuerzos máximos en cortos períodos de tiempo. Una necesidad impuesta por las exigencias de la propia competición, en la que los horarios se solapan sin esperar por nadie. Dos de las medallas llegaron en un lapso de apenas quince minutos. Bronce en el 800m libres, y sin tiempo para celebraciones, preparar el 200m

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mariposa, su prueba, donde se colgó el oro, tal y como había hecho días atrás en el 1500m. Por encima de la cuenta de medallas, certificar su progresión con respecto a Barcelona en tiempos y capacidad de recuperación de los esfuerzos. La traca final llegó en Diciembre. Catar cortó la cinta de su lustro de mundiales con el Campeonato del Mundo en piscina corta. Mireia por fin tuvo a Katinka Hosszu comiendo de la palma de su mano. La nadadora de Badalona fue sirena en el desierto, con cuatro oros en las cuatro pruebas en las que participó, y dos record del mundo en el proceso (200m mariposa y 400m estilos). Pocos días más tarde, en los Campeonatos de España, conseguiría otra plusmarca mundial en piscina corta en los 1500m libres. Particularmente, y aunque el valor de la medalla sea menor, el hito más supremo del 2014 de Mireia no lo consiguió en una piscina. En los Campeonatos de Europa, se bautizó en la natación en aguas abiertas con una medalla de bronce en los cinco kilómetros contrarreloj. Alucinante. ¿Es Mireia la mejor deportista española de la historia? Probablemente ya lo sea, pero necesita una gran confirmación olímpica acorde a su palmarés, acorde a los límites que ella misma se ha impuesto con sus logros. De todos los retos que tiene ante sí el deporte español en Río, que mencionábamos en el prefacio, la coronación de Mireia, es el que más ilusiona. Su mayor enemigo que mencionábamos en 2011, ahora nada a su lado, hoy es la clave de su éxito. Ahora que parece que sobra un puesto en la línea sucesoria, nadie protestará si esa vacante se asigna a dedo a la reina de nuestro deporte.


Imagen: Patrick Kraemer

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Real Madrid @realmadrid

De la prosa al verso Tantos años persiguiendo la décima, que el Real Madrid padece una inocua fiebre de éxito. 2014 ha concluido como el año más laureado de toda su historia, con cuatro títulos, algo que ni los hinchas más entusiastas podrían haber imaginado en el pasado mes de Enero. Desde entonces, los blancos han experimentado una metamorfosis un tanto kafkiana, en un proceso no exento de alguna situación un tanto absurda. El Real Madrid parecía a comienzos de 2014, una reunión de la Generación del 98, escribiendo bajo el teorema del mono infinito. A fuerza de pulsar las teclas aleatoriamente, iban completando capítulos. Ancelotti experimentaba sin éxito, nada que ver con el mariscal de campo en que se ha convertido hoy en día. Subsistían a base de las pinceladas de calidad de sus estrellas, y esto no era suficiente en varios duelos frente a rivales directos. El pragmatismo en el juego tenía una lectura positiva: al menos estaban en la pelea de los tres títulos. La leyenda del club de Chamartín no se ha alimenta de consuelos, y con Mayo en la hoja del calendario, el madridismo llamaba a filas a sus héroes. Si en cuartos ante el Dortmund, el reloj avanzaba a paso de tortuga para los madridistas, en semifinales con el Bayern de Guardiola ansiaban que el tiempo se detuviese. Fueron los dos mejores encuentros - y me atrevería a decir que los dos únicos – del Real Madrid en la pasada temporada frente a rivales de entidad. Accedieron a su primera final de Liga de Campeones en doce años humillando a sus dos bestias negras más recientes. El éxtasis iba a prolongarse en la final de Copa del Rey ante el Barcelona, Bale dejó atrás a Bartra en una de las imágenes de la temporada, devolviendo en cierta manera aquella histórica Los

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cola de vaca de Romario a Alkorta. El eterno rival, también hincó la rodilla. Días después, Barça y Atlético les brindaron la liga en bandeja de plata, pero el Real Madrid dejó pasar la oportunidad de un inesperado doblete. La afición castigó esa displicencia, aunque podría perdonarlo todo si Cibeles conocía a su soñada décima orejona. En Lisboa, en el minuto 92, Ancelotti temía por su futuro, y Casillas estaba pensando algún retiro dorado tras su error en el gol del Atlético… Entonces Dios contestó al Whastapp, y Ramos cabeceó a la red. La décima era eso. Irónicamente, el Real Madrid ha alcanzado en otoño la excelencia futbolística sin que ello se tradujera en tantos títulos. En la actual temporada, abandonaron la casa blanca Xabi Alonso, y el que considero, junto con Ramos, el jugador más determinante en los éxitos de la 2013-14, Ángel di María. Camino lleva de serlo en la presente campaña Toni Kroos. En torno a su figura se ha construido este Real Madrid de las victorias consecutivas, que cerró su año de gloria en Marruecos, con el Mundial de Clubes. Ancelotti pudo finalmente, compenetrar lo mejor de cada uno de sus hombres para poder escribir una novela perfecta. Perfecta… e inacabada. En el cénit de su fútbol, afrontan las tres competiciones en una situación privilegiada. La décima no ha saciado el apetito de estos futbolistas, ni tampoco de sus aficionados que ambicionan repetir el título en Europa de la pasada temporada, hecho que jamás se ha producido en el formato de Liga de Campeones. El que sí que tiene casi asegurado repetir Balón de Oro por segundo año consecutivo es su estrella, Cristiano Ronaldo, máximo goleador del año natural. Un 2014, de pleno al quince.


Imagen: A.P

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Katinka Hosszu @HosszuKatinka

Huracán Katinka El portal cibernético de la Federación Internacional de Natación (F.I.N.A) titulaba su crónica de la jornada inaugural del campeonato del mundo de piscina corta con un futbolero: “Belmonte 2 Hosszú 0”. El deporte no se ha contagiado del clima geopolítico y hemos asistido a un 2014 parco en rivalidades, de ahí que el duelo entre la musa de nuestro deporte y su oponente magiar, haya suscitado bastante interés en España. No sorprende que ambas nadadoras hayan surcado las aguas a ritmo de récord, pues la natación es uno de los pocos deportes dados al mutualismo, o en otras palabras, se puede llegar a sacar partido de la competencia para lograr beneficio personal. Katinka Hosszú – 25 años, uno más que Mireia – escala al primer cajón del podio en los Europeos de Berlín, con una de esas gorras con visera a modo de toldo, en la que se puede leer la inscripción “Dama de Hierro”. El oro lo llevaba guardado en el gorro de silicona; tres títulos del viejo continente, en los 100m mariposa – compartido con Nielsen, no hubo platay en los 200 y 400m estilos. En esta última final derrotó a Mireia en el único duelo directo que tuvieron en el certamen, y que declinó la balanza de oros en favor de la húngara. Además de estos tres oros, obtuvo dos platas en pruebas individuales y un bronce equipos, que la coronaron como la reina de la natación europea. Tomando el guante que nos lanzaba la F.I.N.A. al comienzo, si estas competiciones de dos semanas podríamos considerarlas el equivalente futbolístico de la Eurocopa, la Copa del Mundo de Natación es “la Liga”, el torneo de la regularidad, pues se disputa du-

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rante cuatro meses (agosto-noviembre). Y en esta competición, voy a permitir que los datos me faciliten la descripción de los hechos. Pleno –es decir 7 victorias en las 7 pruebas disputadas – en los 200m libres, 100m espalda, 200m espalda, 100m estilos y 200 m estilos. Del total de eventos disputados, es decir sumando las diecisiete disciplinas individuales, Hosszúganó algo menos de la mitad… Y si nos centramos sólo en los eventos en los que tomó partida, se adjudicó más del 85%. Una locura. Este mismo mes de diciembre, en Doha, en los Mundiales en piscina corta, cedió protagonismo en favor de Miss Belmonte, por quien se vio superada en los mano a mano. Más que nunca, una dulce derrota, pues su bagaje final en el emirato fue agua de Mayo en pleno noviembre: cuatro oros, tres platas y un bronce –y tres récords del mundo-, liderando el medallero individual en el principal evento organizado por la federación internacional. No dejar de resultarme curioso como en Londres’12, poseía la mejor marca de la final en los 400m estilos, y parecía su momento… hasta que la china Ye hizo la última posta en tiempos de los hombres. Se sigue resistiendo ese oro olímpico, y en medio de su plenitud, parece que Río’16, es un órdago a grande en una baraja que tiene por el momento dos reinas. Una rivalidad futbolera en la olimpíada del país del fútbol.


Imagen: Adam Pretty

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Lewis Hamilton @LewisHamilton

Déja win Rudolf Caracciola es considerado el mejor piloto alemán previo a que Michael Schumacher se proclamara káiser de la Fórmula Uno por la gracia de Ferrari. Estableció un récord de velocidad en una vía pública -432,7 Km/h-, fue dominador del Gran Premio de Alemania durante la década de los treinta, e incluso ganó la Mille Miglia una de las carreras más prestigiosas previo al nacimiento de la Fórmula Uno. Y para honra nacional, y regocijo de la propaganda, lo hizo al volante de un Mercedes. Nigel Mansell no ha sido el piloto británico más laureado, lo que no ha sido óbice para ser considerado como uno de los más populares en las islas. Su pilotaje agresivo, unido a altas dosis de carisma e histrionismo, le convirtieron en una leyenda, pese a “sólo” contar un campeonato del mundo en su palmarés, en 1992. Lewis Hamilton, como lo fue Mansell, quizá no sea el piloto más ortodoxo, más técnico o más purista, pero es el que mejor representa los primigenios ideales de las carreras de velocidad, en las que derrapaba Caracciola. Es posible que esa fogosidad le haya privado de tener un palmarés mayor; de lo que no tengo duda es que ese estilo de conducción ha sido también el secreto de sus éxitos en la Fórmula Uno. En 2014, Mercedes ha sido más que nunca sinónimo de exclusividad y hemos vuelto a tener un campeonato de una sóla marca, aunque en esta ocasión –y es muy de agradecer- de dos pilotos. La última ocasión en que dos compañeros de equipo se jugaron el título mundial en la última carrera fue en 2007, en el seno de Los

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McLaren, con Hamilton de nuevo como protagonista. Unas circunstancias antagónicas a las que enfrentó esta temporada: aquí el “novato” era su compañero de equipo, no existía ninguna amenaza de un tercer rival, y las tensiones entre los dos pilotos fueron conducidas con discreción. Nico Rosberg fue un oponente de altura dentro (y fuera) de la pista, como atesoró en las sesiones de los sábados. Triste consuelo ya que Hamilton ganó por K.O en carrera, por más que todo se reduzca una cuestión de puntos; y en ese capítulo estuvo sobrado. Su promedio de victorias en este 2014, es muy parejo al que obtuvo Nigel Mansell en 1992. En jerga del motor, el campeón del mundo ha sido capaz de “tunear” su conducción, y sin perder su línea de diseño, ha mostrado madurez en situaciones donde antaño, patinaba. Habrá que ver si a Mercedes le dura la gasolina lo mismo que a su equipo matriz, Brawn G.P, que no fue capaz de revalidar su campeonato de 2009, o si por el contrario es capaz de resistir los cambios de piezas en sus rivales, y la entrada de nuevos suministradores. Como aficionado a la Fórmula Uno con varios años de carné, sólo espero que Hamilton nunca se gradúe en la vieja escuela, que siga manteniendo ese “toque” que nos recuerde los orígenes de este certamen, esa cierta rebeldía ante los avances tecnológicos. Lo que le distingue de otros campeones del mundo, para bien o para mal. En defintiiva, que Hamilton no deje de ser Hamilton


Imagen: Clive Rose

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Carolina Marín

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Tendencia mundial El origen del bádminton sigue siendo motivo de disputa. Parece indiscutible que la paternidad del juego moderno pertenece a los colonos ingleses en India durante el siglo XIX. Sin embargo, en Japón, siglos atás, las geishas practicaban durante el día de Año Nuevo un juego llamado Hanetsuki, que podría ser el mayor ancestro de este deporte. Las palas (haogitia) eran de madera, y se golpeaba una especia de pluma (hane) por encima de una red disuasoria de insectos. Sea donde fuere, el bádminton parecía no haber seguido el mismo camino de la seda. Desde 1977, cuando se creó el campeonato del mundo, tan sólo dos títulos habían escapado de las manos de las asiáticas, y de ellos la práctica totalidad fueron ganados por jugadoras chinas. Siendo niña, una amiga invitó a Carolina Marín a cambiar las muñecas por una partida de bádminton. A diferencia de otros deportes de raqueta, no requiere una gran logística: la red es transportable, y el material es ligero y poco espacioso. Carolina pidió a sus padres compatibilizar sus clases de flamenco con ese juego que le había maravillado, hasta que con doce años, dejó de lado las bulerías por un volante que no requería licencia. Con quince, ganó su primer campeonato de España. Posteriormente títulos continentales sub-17, sub-19 y con diecinueve años, cumplió el sueño por el que una gran parte de deportistas sólo pueden suspirar, los Juegos Olímpicos. En Londres 2012, fue eliminada en primera ronda por la número uno del circuito mundial, la china Li Xuerui. Kazán, una de esas fronteras invisibles entre Europa y Asia, fue la metafórica sede elegida para los campeonatos de Europa de bádminton. En Abril, todavía Carolina Marín no era mainstream y el primer título europeo en la historia

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del bádminton español, cruzó la frontera casi en la clandestinidad mediática. Apenas unos meses después, su nombre fue tendencia mundial en las redes sociales. En el campeonato del mundo, celebrado en Copenhaghe, accedió a la final donde esperaría la “Federer del volante”, un rostro conocido para ella, la mujer que le había eliminado en Londres, Li Xueri. Carolina ha declarado que su ídolo es Rafa Nadal, y la melodía de la final nos sonaba a los duelos Rafa-Roger. La número uno del mundo ganó el primer set. Hasta ese momento no sólo no había cedido una manga, tampoco había encajado más de 17 puntos en un set –se juega sobre 21 puntos. Con el apoyo del público – su club es el Odense danés – Carol derribó esa muralla en el segundo set, y forzó un tercer set, inhóspito para su rival. Mental y físicamente agotada, la jugadora china sucumbió en los puntos clave del partido y sólo pudo aguantar hasta el empate a quince. El resto del encuentro es historia. En este frenesí de éxitos del deporte español, el de Carolina Marín es del que podemos estar más orgullosos. No sólo ha sido pionera, en este caso ha obrado una hazaña de la que sólo existen tres precedentes históricos, a costa de una de campeona casi invencible. También hemos sido partícipes directos de la gestión de ese éxito. Retransmisión televisiva en Teledeporte, y la final en La 1 de TVE, unido a la difusión a través de redes sociales; las dos paredes maestras para que estas proezas no se derrumben en el olvido, para poner la primera piedra a otros arquitectos de nuestro deporte. Ojalá entre todos ayudemos a que Carolina construya en 2016 un puente de oro al enemigo que huye sobre el Río. Aunque sea sólo gritando “¡Vamos Carol!”


Imagen: Jonathan Nackstrand

@Mr_Chon


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La Selección Alemana @DFB_Team

Desime que se siente Cuatro años antes de que Bebeto abandonara la suerte del primer SuperDepor a los pies de Djukic, el legendario Matthaus, puso el destino de la Alemania unificada en los pies de otro defensa, Andreas Brehme. Los jugadores argentinos acosaron indignados al árbitro Codesal que sancionó como penalti, un cruce de Sensini ante Völler. << Me cambié de botas, y no me sentía cómodo >> se excusó de manera un tanto ridícula Matthaus. Ante Brehme, se paraba Goicoechea, “el Romero del 90” cuyas atajadas en las tandas de penaltis habían conducido a Argentina a la final. Esta vez Goicoechea no pudo atajar la suerte suprema del fútbol, y Alemania rompió el muro argentino sin margen para la reacción.

Mientras en Sudáfrica, el ataque de España se producía sólo por el centro del tablero, la Alemania de 2014 asediaba al rival por los flancos. Ello se tradujo en este homenaje ante Brasil que demostró que se puede ser campeón con algo más que una ristra de victorias por uno a cero. La final fue distinta la del noventa, aunque Rizzioli también fue objeto de las iras de los sudamericanos, en este caso por omisión y no por acción. Argentina tuvo más oportunidades que Alemania durante el tiempo reglamentario, pero llegó físicamente fundida a la prórroga. Tal y como sucedió hace casi 25 años, el gol de Götze conduce necesariamente al K.O. cuando los de Sabella estaban otra vez vistiendo al santo Romero.

La final de Brasil fue también un choque de estilos entre mismos contendientes. Argentina llegaba al último partido con Messi de cuerpo presente desde octavos, Di María lesionado, y Agüero tocado. Lo que partíó como “el 10 y otros diez” al estilo del 86, se tornó en las eliminatorias en un equipo muy sólido línea por línea, especialmente de mediocampo para atrás. Precisamente fue Messi el que apareció muy discretamente en esos duelos directos en la competición que forja las leyendas, y es uno de los motivos –y es una opinión de la que me hago cargo- por el que nunca estará, por ahora, al nivel de Maradona o Pelé.

Joachim Löw se quita la vitola de perdedor, y corona un proyecto de largo recorrido en el mejor escaparate concebible. Si un sabio aprende de sus errores, y un genio de los errores de los otros, el seleccionador alemán ha sabido adaptar de algunas innovaciones que Guardiola quiso introducir en el Bayern, y que él ha aderezado con un toque teutón. La columna vertebral de ambos equipos por línea era común: Neuer-LahmKroos-Müller. También tomó nota del descalabro de España, y supo innovar y renovar a tiempo. Gran mérito del éxito alemán le pertenece.

Alemania ha ganado dos títulos en un mismo Mundial, algo jamás visto. El 1-7 infligido a Brasil en la semifinal es el acontecimiento deportivo más simbólico del que he sido testigo, y del cual no voy a extenderme porque estoy seguro que usted tiene un sentimiento parecido. Los alemanes no fueron fruto de un partido. Consiguieron alcanzar un nivel de juego excelso durante el torneo, liderando un grupo de gran complejidad y desplegando un fútbol basado en un toque dinámico, y una posesión creativa.

Esta película tuvo un gran final, un gran director, grandes protagonistas… y el mejor secundario de la historia de los Mundiales, Miroslav Klose. En medio de la debacle carioca, Klose anotaba su gol de rigor y superaba, con 16 dianas, el récord de goles en la Copa del Mundo que pertenecía a Ronaldo. El título en la final, luego de un subcampeonato (2002) y dos retornos en semifinales (2006 y 2010), escondía otra marca histórica, suponía su 17º partido ganado en una fase final rebasando a Cafú. Esta cuarta estrella germana, es la de Klose.

Los

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del deporte


Imagen: Radiosaw.de

@Mr_Chon


2012

2013

18 5º

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Los Márquez @alexmarquez23 @marcmarquez93

Golpean dos veces Si anteriormente en el relato hacíamos referencias a vástagos exitosos en el mundo del deporte alcanzamos lo más alto de nuestra lista con otra reunión familiar, muy propia de las fechas en las que nos encontramos. Los hermanos Gasol son los más populares en el deporte en nuestro país, al menos hasta ahora. Compartiendo vestuario en la selección española, se proclamaron campeones del mundo de baloncesto. Mismo hito lograron los hermanos Entrerríos en balonmano. En el mundo del motor, nuestro país ha dado muestra de que, como decía Senna, las carreras se llevan en la sangre. Marc y Jordi Gené, Josep María y Salvador Serviá, Pol y Aleix Espargaró, son algunos ejemplos. Fuera de nuestras fronteras, el antecedente más parecido a lo logrado esta temporada por los hermanos Márquez lo encontramos en los óvalos estadounidenses. Terry y Bobby Labonte ganaron la competición principal de la NASCAR. En casa de los Márquez el hermano pequeño no hereda un jersey de punto o un libro de matemáticas. Marc cedía a su hermano una pequeña moto de enduro, hasta que su familia no tuvo otra opción que comprarles una a cada uno. Cuando Marc contaba con ocho años de edad, Emilio Alzamora, lo toma como su protegido. En 2010, gana su primer título de 125 cc, y su hermano pequeño, Alex, invita a Alzamora a darle una oportunidad. Algo más de cuatro años después, son la única pareja de hermanos campeones del mundo de motociclismo, en los casi setenta años de antigüedad del certamen. Marc cruza la única meta del campeonato situada sobre ladrillos. El templo de la velocidad, Indianápolis, asiste a una gesta histórica. El vigente campeón del mundo ganaba su décima carrera consecutiva… de diez disputadas. Tan sólo Giacomo Agostini y Mick Doohan – casi nada - fueron capaces de lograr algo similar en una misma temporada, aunque, en honor a la verdad, no enfrentaron una competencia tan laureada.

Los

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Saliendo bien, saliendo atrás; remontando, escapándose… El promocionado como campeonato abierto, duró a lo sumo siete carreras. El tercio final de campeonato fue “la pedrea” para sus rivales, si bien no desaprovechó la oportunidad para ampliar su botín final hasta alcanzar los 12+1 triunfos en la temporada, este sí, récord absoluto. A récord por año, y con 21 años, no será la última vez que le vean en estos puestos de privilegio. Alex posa radiante de felicidad en una estampa fraternal. Mira por encima del hombro a Marc entre risas. Parecen “el punto y la i”. Alzamora reconocía que los ingenieros de Honda han tenido que realizar con Álex un trabajo inverso al de Marc, es decir, en lugar de lastrar la moto para ganar peso, aquí tratan de mejorar en la aerodinámica para hacerla más liviana. Su metro ochenta de altura puede llegar a suponer un déficit de ocho décimas por vuelta. El título mundial del pequeño Márquez en el octavo de litro fue peleado hasta la última curva del campeonato. En Cheste, colosal mano a mano, con un adversario fiero, Jack Miller, que no entendió de sutilezas. Delicia para el espectador, tortura para los pilotos. El campeonato llegó a cambiar de manos en algún momento, pero Álex viajaba en sidecar, apoyado por su equipo en la pizarra. Salió airoso del cuerpo a cuerpo, y llegado el momento abrió gas hasta la eternidad. Los hermanos Klitschko – uno de ellos famoso por su papel en el conflicto en Crimea – llegaron a poseer simultáneamente todos los títulos de los pesos pesados del boxeo. Establecieron una norma: jamás se pelearían entre ellos. La moto es menos belicosa, y los Márquez no descartan un enfrentamiento en el futuro, pero sin prisa. Puede que lo único que quieran hacer despacio. Márquez

contra Márquez, campeón contra campeón.


Imagen: MotoGP

@Mr_Chon


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