UN CUENTO POR NAVIDAD UNA CARTA A PAPÁ NOEL
Esta historia la narró mi abuela y siempre decía que ocurrió en la vida real. Nora Isabel, era una niña muy linda de mirada inteligente, amiga de los libros de aventuras de Santa Claus y perfecta discípula de su madre, Deicy Adela, en cuanto a organizar las fiestas navideñas; colocaba campanitas en los rincones donde pudieran hacer ruido y descubrir a Papá Noel cuando visite su casa. Las ventanas adornaba con hermosas guirnaldas de estrellas y campanas color plata, que relucían con el brillo de la luna, todos los rincones de la casa llenos de figuritas navideñas, coronas navideñas y el precioso árbol con su inseparable estrella de Belén. Nora Isabel lo único que deseaba en estas fiestas era que su padre cene con ellas en estas fiestas ya que en los años anteriores, no había ocurrido suceso tan agradable. Su padre disfrutaba colocando los angelitos, los trineos y los elfos. Jamás se cansaba de contarle a su hija cuántos regalos recibía de niño, por ser muy obediente, buen estudiante y deportista. Nora escribió su carta con antelación para que Santa Claus alcance a leerla, pero ya llegaba el día señalado y parecía que no alcanzaría su regalo, su padre jamás prometía nada. Viajaba en alta mar y es muy difícil volver a tierra pronto, decía. El día deseado llegó, pasó deprisa preparando todo y muy bellas en la mesa se dispuso su madre a dar gracias a Jesús por llegar a iluminar su corazón y su vida en ese momento apareció su padre; fue la noche más feliz de su vida, para Nora Isabel.
Por: Edgar Felipe Carpio Gil Mln de Jln