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Urano

URANO EL ALQUIMISTA DE LA NUEVA ERA

PENSAR APARTE DEL CEREBRO (7)

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El trabajo con los principios de Marte nos dirige a encontrar la luz en nosotros mismos. Cuando uno ha llegado a la mente buddhica, que es la mente superior, entonces el siguiente paso es alcanzar la supermente; es decir, Urano. Sri Aurobindo también habla de esto como el estado supramental. Para que la energía de Urano descienda, tiene que coger la misma ruta a través de Mercurio y Marte. Nosotros ascendemos al encuentro de la energía de Urano vía Marte y Mercurio; entonces Urano encuentra su camino de descenso a través de Mercurio y Marte. Así es el trabajo dirigido por Urano vía Mercurio. Este es el motivo por el que en las vidas de aquellos que toman el sendero del discipulado hay frecuentes y repentinos cambios. Esto se debería aceptar. Uno ha de estar preparado para cambios repentinos en su vida y saber darles la consideración de un avance. Hoy el eslogan es “permanece abierto a lo inesperado”. También de forma paupérrima se dice: “espera lo inesperado”. ¿Cómo se puede esperar lo inesperado? Estando abierto. Estando abierto a todas las posibilidades. A través de este sendero de Mercurio-Marte, Urano ha inaugurado trabajos de larga duración en el planeta. Urano es quien nos ha brindado esta inauguración. Mercurio lo está traduciendo en acciones y Marte está dirigiendo eficientemente tales acciones.

Otra afirmación relacionada con Urano es: “Urano inaugura trabajos de larga duración en sintonía con el plan”. Mientras Mercurio puede ser bueno traduciéndolos (es decir, haciendo de intérprete), Marte produce la efectividad física. Para que nosotros podamos alcanzar la energía de Urano, necesitamos trabajar con Marte y Mercurio, y capacitarnos para experimentar las energías de Urano.

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