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SARASWATHI

SARASWATHI

LA VOZ DEL SILENCIO

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Cuando las circunscripciones son destruidas llegamos a la plenitud o Purna, en sánscrito. Plenitud es una palabra muy querida por los Maestros, porque hay un llenado después de estar ya pleno. Aunque está lleno todavía se sigue llenando. Seguir llenando, después de estar ya lleno o pleno, significa en sánscrito Purna, que representa abundancia. El trabajo de buena voluntad tiene su origen en este estado de abundancia. Hacer un trabajo de buena voluntad es una cosa; permitir que este trabajo de buena voluntad ocurra a través nuestro como si fuéramos un canal, es otra cosa. Este flujo de buena voluntad llena a otros. Esta es la magia de la Palabra y la Palabra es nuestro emerger como “el sonido zumbante”. La contemplación en este sonido nos permitirá experimentar a Dios sin forma. El sonido es la primera envoltura alrededor de AQUELLO. El color es la segunda envoltura alrededor de AQUELLO. Otras envolturas siguen. Este himno nos lleva hasta la proximidad del estado de AQUELLO.

Por este motivo, es importante escuchar el sonido no pronunciado. Nuestra invocación contiene el sonido. El Silencio es la base. Alcancemos el Silencio, la base, entonces escucharemos el Sonido del Silencio, la Voz del Silencio. Ésta habla. Nosotros escuchamos. Luego, lo exteriorizamos. Esta es la manera como los sabios videntes, no condicionados por Vritra, escuchan la Voz del Silencio y la representan. Ellos representan la Verdad. Representan la Verdad una y otra vez. Ellos se regocijan escuchando más que hablando. Se regocijan más interiorizándose y escuchando que hablando o escuchando desde la objetividad.

Ellos realizan la Palabra. Están más allá de los envolvimientos, cumplen y dejan fluir la Verdad como actos de buena voluntad.

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