HISTORIA DE UN CARRILERO Según:
Agustín Fernández Bruno Pecini Gastón Soneyra Gonzalo López Gadano Jesús Fernandez Nicolás Guala Sebastián Soneyra Juan Manuel Tartaglia Joaquín Gómez Aubone
Al carril izquierdo, el Ăşnico que lo supo contener
LO QUE DIJERON LOS GRANDES AL RESPECTO
“Orden, Serenidad y Respeto, no tengo mas nada que agregar.” Ratón Ayala "Ver a Rodrigo jugando al futbol semana a semana me da fuerzas a mi para seguir" Pupi Zanetti "Jugador de mi paladar" Checho Batista "Una lástima el tema de la edad... con lo que necesita carrileros la Argentina" Diego La Torre "Otro de los mios: le pega mejor de rabona que con la derecha" Claudio Borghi “Durante toda mi carrera sólo intente emular a Rodrigo López Gadano.... Espero haber estado a la altura de las circunstancias.” Roberto Carlos "Miro muchos videos de Rodrigo para imitar su salida tranquila y elegante" Clemente Rodriguez “Siempre me causaron envidia los que le pegan igual con las dos piernas" Enzo Francescoli
INDICE PROLOGO RODRIGO Y UN LLAMADO A LA REFLEXION Por Agustín Fernández BIEN PARADO Por Bruno Pecini ES AMIGO Y TIENE QUE JUGAR... Por Gastón Soneyra IMAGEN MOVIMIENTO, EL ÚLTIMO ESTETA Y SU PROPIO MARTIR Por Gonzalo López Gadano RO, UNA MENTIRA DEL FÚTBOL Por Jesús Fernández LO ELIJO EN EL PAN Y QUESO Por Nicolás Guala FUKUSHIMA ES DE ARGENTINA Por Sebastián Soneyra THE TRUE HOLLYWOOD STORY – RODRIGO: LA ESTRELLA QUE NUNCA FUE Por Juan Manuel Tartaglia LOS BOLUDOS DE ATRÁS Por Joaquín Gómez Aubone EPILOGO
PROLOGO DEL COMPILADOR
Entender a un jugador como Rodrigo es, quizás, un desafío consagratorio para un observador del futbol. Una tarea casi tan difícil como llegar a entender el mal. Por momentos, viéndolo correr en la cancha, parecería necesario para contenerlo dentro del marco de la comprensión el armado de un andamiaje futbolístico-filosófico completamente nuevo que pueda sí abarcarlo sin dejar de lado ninguna de sus infinitas facetas. Ningún gajo en el camino, esa es la intención de este libro. Pero tarea difícil nos propusimos al querer alejarnos del daltonismo analítico que impide ver los matices que tamaña empresa nos imprime. Nos exige. Obviamente, en los textos que hemos compilado están presentes los lugares comunes, y era imposible que no estuviesen. Una posición determinada en el campo de juego implica una función específica, un género que trae consigo una historia contra la cual se rivaliza, nombres que anteceden y delimitan un corpus contra el que es imposible no comparar, y porque salirse de ese lugar solo pueden hacerlo unos pocos, y no es el caso de Rodrigo, sino más bien el de Messi, es que nos fue inevitable no caer en todo lo que conlleva escribir sobre un carrilero, un número tres, un clásico. Quienes plantean este índice variado de aristas son los mas calificados para hacerlo. Quienes se tomaron el tiempo y la molestia, y porque sentían también que era un honor haber sido convocados para hacerlo, son personas que han discurrido hombro a hombro la carrera futbolística junto a el zurdo en cuestión. Gente idónea para el arduo trabajo que fue pensar en retrospectiva y terminar por esgrimir un juicio definitivo que pretende determinar qué lugar se ha construido Rodrigo en nuestra historia futbolera. La conclusión a la que se llega es nítida, para nada ambigua por ser una sola, y por sobretodo, es, a los ojos de todos quienes participamos en este estudio académico, inequívoca.
Ahora, adelantarla en el prologo, quitarles a ustedes la posibilidad de llegar allĂ donde creemos haber llegado al momento de haberle puesto el Ăşltimo punto a este compendio de voces, serĂa, honestamente, una picardĂa.
G.L.G 13 de abril, Buenos Aires Argentina
RODRIGO Y UN LLAMADO A LA REFLEXION Por Agustín Fernández
Con todo respeto me dirijo a ustedes con la mera intensión de generar una nueva y acertada opinión sobre una de las mayores leyendas que dio el Manolete F.C. y que hoy luego de 13 años (increíblemente) sigue pisando las canchas cada sábado porteño. Quiero antes que nada destacar su enorme capacidad cerebral, estratega y oportunista que lo llevo a superar cada etapa como "un campeón". Una cabeza que supo traducir un mal momento futbolístico en una nueva oportunidad de juego. Si me remoto al pasado y analizo el minuto a minuto de su carrera, en mi primer recuerdo lo encuentro levantando la medalla que se le otorgo por ser el mejor mediocampista de un torneo irlandés; luego simplemente se lo ve como un mediocampista mas ya radicado en su país natal. Continuando el recorrido puedo observarlo levantando la mano cuando nadie quería defender ganándose así un puestito asegurado en el fondo. Y más adelante fue desplazado del fondo y así TOCÓ FONDO y llego al arco. Cómo llegó al arco? fácil, nadie quería atajar y él levantó la manito y se gano nuevamente la titularidad en el equipo. Y así un día se le dislocó el hombro. Claro, uno veía por aquellos años esta secuencia, lo proyectaba para el 2010 y se lo imaginaba en una entrega de premios de fin de año, adjudicándole el premio "compresor" a Rodrigo López Gadano en honor a su labor de infla pelotas de cada partido del Manolete, donde a cambio lo dejarían ingresar los últimos 4 minutos cuando el partido ya estaba definido. Pero esta cabeza ligera observó la jugada desde un lugar diferente y comenzó a organizar los partiditos del sábado. Con
este poder tendría las mismas posibilidades de ser titular que el mismísimo dueño de la pelota!! Gracias a este ingenio es que hoy pasado el verano 2011, este titular indiscutido (indiscutido por causas ajenas al futbol) se lo sigue observando los 60 minutos dentro del rectángulo más famoso del mundo. Imágenes suyas en mi cabeza tengo muchas: "Mucho huevo turco!!", me gritaba desde el banco; "Alguien quiere salir?", decía tímido mientras elongaba con las piernas bien abiertas y llegando con las palmas al piso dando a entender que se sentía preparado; "Nico dejate de joder, arruinas el partido, siempre lo mismo", exclamaba enfurecido pisando la línea lateral y con medio botín adentro. Y así puedo seguir todo el día, pero lo que hay que admitir de este Gancedo resfriado es la gran perseverancia. Todos hablan de Palermo que a los 38 años sigue jugando...y Rodrigo?? cuánto hace que lucha por 5 minutitos en la cancha? Cuanto hace que deja entrar por decisión propia a otro jugador porque lo ve en mejores condiciones? cuántos pesos tuvo que pagar en la mirage por jugar solo unos minutos, simplemente porque el total se dividía por los jugadores que habían ido? Uno es egoísta y hasta a veces cruel cuando recuerda la inexplicable rabona en la mitad de la cancha que genero el aplauso cerrado de la hinchada rival, y como no recordarlo!! También es cruel cuando recuerda el disloque de hombro contra Roxy cuando nos íbamos con el tarta mano a mano contra el arquero en el partido más sufrido de nuestra historia. Más cruel aun cuando señala las malas salidas del fondo queriendo gambetear siendo último hombre intentando romper con las frases más viejas del futbol. Uno es muy cruel, y si está entre amigos peor, pero en esta ocasión quiero proponer por un minuto nomas que nos pongamos en el lugar del jugador luchador y consciente de su paupérrimo nivel futbolístico. Analicemos:
¿Cómo no va a tirar esa rabona en el torneo si le dan 5 minutos para que demuestre que sabe hacer? ¿Cómo no va a querer gambetear al delantero si no sabe si poseerá nuevamente el balón en sus pies hasta el próximo sábado?, ¿Cómo no va a rebolear su brazo para dejarnos mano a mano si quizás en la próxima jugada será reemplazado por un jugador mejor? En su historia todos han permanecido en la vereda de enfrente. En la vereda del buen jugar, en la vereda del poco esfuerzo por un lugar entre los 5. En todos estos años nadie tuvo esa empatía de preguntarse por qué este muchacho entra tan descolocado a los partidos y hace esas jugadas inexplicables. Nadie se preguntó que pasa por esa cabeza el segundo previo a semejantes papelones. Nunca nadie estuvo en su lugar volviendo a su casa luego de una "tarde de futbol" y lo vio sacándose los botines sin cuidado porque sabía que no caería ninguna gomita negra a la alfombra porque esa tarde tampoco le toco pisar el césped sintético. Yo formo esa imagen y solo me queda pedir perdón. Perdón por tanta maldad, por tanto egoísmo y por tanta impunidad. Sintiendo que ya este Gancedo del interior está por entrar en otra etapa de su vida familiar, si fuera Cristina convocaría para el 26 de Marzo de 2011 a las 19hs (horario habitual del fulbito de los sábados) un minuto de aplausos sinceros para un guerrero, para un perseverante, para un desplazado, para un incomprendido, que “con sus actitudes fuera de la cancha siempre busco lo mejor para su equipo y que dentro solo quiso dejar plasmado en la memoria de todos que ESE SABADO, ÉL TAMBIÉN FORMÓ PARTE DEL ESPECTACULO!!!
BIEN PARADO Por Bruno Pecini
Cuando me siento para escribir sobre Ro y el futbol, no deja de cruzarme la mente el famoso video que maliciosamente crearon dos amigos sobre las virtudes futbolísticas de Ro. Fácil y obvio es detectar la mano invisible de los editores del video quienes no solo tomaron lo peor de nuestro antihéroe sino que además supieron remarcar sus virtudes. Sin embargo es sabido que un gran jugador no solo se hace por sus jugadas o la habilidad en sus piernas, sino también por su temperamento, su convicción, honestidad en las jugadas, tranquilidad para jugar y organizar el equipo, y por sobre todas las cosas sus sanas intenciones de divertirse y no tomar al deporte como mas de lo que realmente es, una excusa para encontrarnos y compartir un rato juntos. Y en esto ro, no solo es un gran jugador sino también un excelente organizador, promotor de estos partidos. Cuantas veces y hasta el cansancio nos llamo para intentar juntar 10, esperando hasta último momento para ver si Juani y el Gachi se dignaban a aparecer (algo que ignoro el porqué pero siguen haciendo). Excepto por Nico L. no recuerdo una discusión de Ro con ningún miembro del equipo, compañeros o rivales, será por su marcada vocación de Diplomático que nunca deja salir una puteada de su boca, o un reproche a ningún compañero, esto sin duda alguna lo hace un excelente compañero, un motivador innato, siempre con palabras de aliento y cuando ya no queda aire, al menos unas sanadoras palmadas en la espalda. Y fue esa vocación la que poco a poco fue marcando su futuro y hoy Ro será aquel que tenga la difícil tarea de demostrar que si bien no todos los Argentinos somos Messi o Maradona, no tengo dudas que va a dejar bien parado al país, quizás no por
sus rabonas al lateral, ni por sus cambios de frente al alambrado, pero si como remarqué antes, por sus virtudes como jugador y como persona, y quien dice la zurda cada tanto se llenara de magia y meterá un pase Bochinesco, haciendo honor a su gran equipo Independiente.
ES AMIGO Y TIENE QUE JUGAR... Por Gastón Soneyra
Corría el año 2000, la nueva generación del fútbol pisaba el suelo de la capital para reforzar un equipo que venia devastado por resultados poco favorables. Se empezaba hablar de un equipo distinto, que según dicen era casi invencible, un equipo que combinaba la picardía del barrio, el toque del potrero y la humildad del interior. Se decía que tenia pasta de campeón, al que todos querían ganar y que sólo pudieron hacerlo unos pocos. Dicen que se conocían tan bien, que el wing izquierdo: Nicolás ¨Zurda¨ Mágica López, corría con pelota dominada, el dueño y señor de la mitad del campo: Juan Manuel ¨Firulete¨ Tartaglia, ya estaba en posición, apoyándose en el inside Nicolás ¨La Brujita¨ Guala esperando el centro para rematar, pero no a la portería, sino al win derecho: Sebastian ¨Chones Gumps¨ Soneyra, que entraba picando por detrás para el desconcierto de todos. En el fondo, dos centrales de prestigio, el libero Agustín ¨El Tuquito¨ Fernandez y el stopper Gastón ¨Kchiporra¨ Soneyra, que hacían los relevos con solo mirarse, subían y bajaban por los laterales como si fuera una carretera despejada y que al momento de recuperar abrían a las puntas para asociarse con Gonzalo ¨Gatuso¨ Gadano, o Jesús ¨El Tecla¨ Fernández, dependiendo de quién fuese titular. Complementaban esta plantilla Braulio ¨Piernas de Gacela¨ Petrocelli y Bruno ¨El Tanque¨ Pecini. Esta sociedad, tenía nombre y apellido: ¨El Manolo¨. Jugaban religiosamente todos los domingos en la Mirage, una canchita debajo de la autopista, en el barrio de Constitución. Era un 2-1-2; con un arquero de pequeña estatura, pero muy ágil para la época, Rodrigo Gadano, al que sus amigos le decían “La Chancha”, no porque lo fuera, sino por el recordado pantalón de independiente que abrazaba esa silueta
escultural haciendo de el un verdadero hot pants. Este arquerazo adelantado a su tiempo, suplía su estatura con una técnica envidiable en su pierna izquierda, pegada seca como pocos que conservó durante años en los memorables partidos de viejos contra pibes, luego solteros y casados y actualmente ñoquis y tallarines. Eran tiempos inolvidables para este gran jugador, que venia carrera en ascenso, nombrado mejor jugador de la liga irlandesa, mejor jugador del Domingo Savio y mejor jugador del torneo aquel que disputaron estando en 7mo grado. Con el tiempo, como en toda sociedad, empezaron los problemas. Logros insignificantes, resultados desfavorables, lesiones y reproches que caían siempre en las espaldas de este gran portero que de a poco empezaba a mostrar sus limitaciones. Llego fin de año y se hizo entrega de los premios Pampa 1730. Un triunfo contundente, prácticamente sin competencia. El trofeo del fracaso futbolístico caía por primera vez en sus manos. La prensa que tanto lo había ponderado a fines de los 90 hoy le daba la espalda. El equipo se empezaba a desmoronar, y en un llamado casi de urgencia se pidieron nuevos refuerzos. Primero, el indiscutido Juan Ignacio ¨Garrincha¨ Romero, hacedor de los tres palos se iba a encargar de ocupar ese lugar tan criticado por años. Esa misma temporada llega desde la ciudad de las diagonales Joaquin ¨Aquiles¨ Gomez Aubone, en su mejor momento, un jugador que forjo sus bases de hormigón a base de garra y corazón. Ese futbol ¨Champagne¨ que lo caracterizo por años al Manolete empezaba a perder sus burbujas. Esa orquesta sinfónica de toques, caños, tacos, desbordes y gambetas, ya solo tocaba de oído. Se acercaba el comienzo del torneo Village Cabildo y existía una sola salvación. Lograr en una semana la restructuración. Y ahí estaba el, factor común de todas las criticas, la chanca Gadano. Era el momento y había que repartir las gloriosas albinegras. Muy generoso el grupo, decide darle una nueva
oportunidad dentro de los 6 titulares que debían salir a ganar. Que podemos decir, pases sin destino, salidas poco claras, una rabona al lateral, un taco al corner, dos vueltas en el lugar, dislocación de hombro derecho, emergencia y al hospital. No se daba cuenta que su fin estaba por llegar. Un año mas tarde, recuperado de la lesión que supo mantenerlo alejado de las canchas y que a mi parecer le hizo un gran favor, decidió volver, pero ya desde otro lugar, desde la organización. Ingenioso y audaz, siempre se las rebuscaba para estar. Pasaba el tiempo, y el plantel necesitaba un cambio, había que reorganizar la sociedad. Se trato de buscarle la posición más adecuada a su estilo, viéndolo hoy a la distancia, la tarea más difícil que tuvo que afrontar el equipo. Nos preguntábamos todos los sábados, mientras corría esa fresca amiga rubia de creciente espuma ¿Donde lo ponemos?... Gran incógnita que se respondía siempre con un tenebroso silencio hasta que alguien se animo a decir, lo que todos pensaban: ¨se tiene que retirar¨. Pero una noche, mientras brindábamos por la ceremonia de casamiento de esta gran estrella que perdió la noche porteña, llegamos a la única conclusión posible que era un amigo y tenia que jugar…
IMAGEN MOVIMIENTO, EL ÚLTIMO ESTETA Y SU PROPIO MARTIR Por Gonzalo López Gadano
No es que sea peor jugador de lo que él se cree, o al contrario, que supere aquella imagen que el mismo se forma de sus actuaciones en el campo de juego. En mi opinión, el problema que sufre Rodrigo es estrictamente estético, casi cinematográfico pues puede ser sintetizado en el eterno dilema entre la imagen y el movimiento, (o la falta de, en este caso). El dilema puede ser resumido en una imagen que creo todos los que compartimos cancha con RodriGo podemos citar de memoria: Rodrigo recibe la pelota libre sobre el sector izquierda de la cancha, está solo todavía, con ese tiempo a su favor levanta la cabeza inflando al mismo tiempo el pecho e irguiendo la espalda. Todo esto lo hace quizás demasiado lento, el movimiento es técnicamente correcto, pero este ejercicio le ha dado tiempo a un delantero que ahora ya está cerca suyo para presionarlo. Ante éste, su eterno dilema, que es el de resolver la salida desde el fondo de su equipo, Rodrigo lleva hacia atrás su pierna izquierda, adelanta un paso la derecha y luego, ante la inminente presencia del rival, y creyendo ver, o creyéndose capaz de proyectar los movimientos venideros de todos los jugadores en la cancha, ordena a su zurda un golpe que es ejecutado por una punta interna del botín que se clava seca debajo del balón. El balón se eleva cansino, llevado por pura inercia. La curva que describe es de un ratio perfecto, de una amplitud que termina describiendo exactamente un semicírculo. La pierna izquierda de Rodrigo continua mínimamente su recorrido, después de haber impactado la pelota continua unos centímetros más como si fuera un golpe de tenis, o de golf el que está practicando: como si eso que sucede después que la suerte
está echada influyera en lo que la pelota hará en la posteridad. Toda esta segunda parte del golpe es un ejercicio meramente estético. Y creer que no tiene consecuencias es entender bastante poco. Entender esto es entender un poquito mejor a Rodrigo jugador. Mi particular posición frente a este hecho es que quien tiene este gesto técnico para con la pelota es alguien que entiende de futbol. Y todos sabemos que el mundo se puede dividir entre gente que entiende el futbol y gente que no. Rodrigo lo entiende. Todo esto me habla de un pasado de espectador, de una niñez con pelota, con avidez por imitar a los que, a sus ojos y en aquella época, eran grandes jugadores: ídolos. Todos sabemos que Rodrigo hace años que se alejo de esta faceta, que el futbol más allá de los mundiales no existe para él. Pero yo registro los resabios, es mi función como observador. Y quizás la mayor consecuencia que tiene esta cultura futbolística que mamó Rodrigo es que hoy, esa carga se ha vuelto demasiado pesada. La disociación entre lo que uno puede hacer y lo que quiere, imaginariamente, llevar adelante, con el paso de los años, debe ser objetivamente revisado por el jugador si pretende mantenerse alejado del ridículo. Volviendo a esa jugada ilustrada anteriormente, el problema allí radica a que es un movimiento de cancha grande. De televisión. La imagen esta bien construida, pero tanto en el contexto de la velocidad a la que se juega en futbol 5, la tornan obsoleta y hasta criticable. Hace años que sólo se juega en futbol 5, y que esta disociación persista habla de una falta de aggiornamiento, o una apelación a un clasicismo que se vuelve rancio a la luz de los resultados. Una tosquedad mental que resiste aristocráticamente ante la inclemencia de los comentarios que llueven a baldes. Rodrigo termina siendo el mártir de ese gesto técnico que insiste en utilizar, con la condición sin ecua non de todo mártir que es, el hacerse cargo de las consecuencias.
Es curioso pensar como su condición de diplomático le impidió dejar en nuestra memoria una patada digna de un jugador cuya función es, o debería ser, prioritariamente, la de defender. Rodrigo es, y ha sido siempre, un defensor sin maldad, impúdicamente correcto, un moralista de la banda izquierda. Y eso también debe serle reconocido. Pero, por lo menos en mí, dejó más que ninguna otra imagen aquella donde una pierna zurda acompaña una pelota que ya la ha abandonado y ahora busca su destino; una mirada altiva y convencida del destino que le ha otorgado a ese ente volador que ahora se desplaza en el espacio y en el tiempo en busca de un delantero lo suficientemente inteligente para saber donde ubicarse; un convencimiento absoluto de que ése era el pase necesario en aquel preciso momento del partido. Ese pequeño gesto que retorna una y otra vez cuando vemos a Rodrigo pisar la cancha, eso es lo que me llevo. Y por ese gesto yo lo califico como un muy particular esteta del futbol y su propio y valeroso mártir.
RO, UNA MENTIRA DEL FÚTBOL Por Jesús Fernández
Si dijera que me acuerdo del primer día que entré al jardín y me quedé como un tonto viendo a un rubiecito corte taza q hacía jueguitos con la tapa de una boligoma estaría mintiendo. Tengo pocos recuerdos de esa época: -llevarme al Tío Agustín a casa por haberme portado bien (un muñeco de bigotes disfrazado de mozo con boina negra), -gonzi de un año en los brazos de Lali, -ir a dormir a la casa de la tía Adriana. Mentiría también diciendo que esperaba ansioso el final de cada partido de Argentina en Italia 90, para después cruzarnos con Ro al canalito y ver las delicias que él sí hacia con la pelota. Mentira importante también sería decir que nos pintaba la cara en el patio de la Nana, tanto a los chicos como a los grandes (Adalberto Marito Nico y el tio Pablo). Que, fuera de la cancha, con un joy-stick en las manos, era invencible, es una mentira increíble. Un charlatán diría que era de esas personas que son buenas para todos los deportes: descollaba en tae kwon do, enduro, tenis, rugby, mountain bike, kayak, marathon, natación, ping-pong, meditación; pero que en el fútbol......era de otro planeta, lástima lo del hombro. Que las autoridades del Deportivo Roca no lo ponían a jugar el mundialito porque no querían que los dirigentes de los clubes grandes lo vieran y se lo llevaran, es una de las mejores mentiras que se me podrían haber ocurrido.
Seguiría mintiendo (ya a un nivel muy alto de mitomanía) si dijera que como parte de una extensa investigación encontré el siguiente informe enviado por el agente encubierto Juan Burger del A.La.Ba.Ma (Alzando La Bandera Maradoniana), conocida organización busca talentos zurdos ligada a los grandes clubes europeos.
DE CARACTER URGENTE 14 de Noviembre de 1995, Gral. Roca
Estimado Sr. Blatter, Hoy sábado, en el 1er. entrenamiento en el destino Gral.Roca (Ruta22, Padre A. Stefenelli) ví a un muchacho (Lopez Gadano, Rodrigo) que hizo replantearme la elección del joven Cambiasso como mi "talento" de esta temporada, como bien decía mi anterior informe. El joven Lopez Gadano (de características similares a las del joven Cambiasso, pero heterosexual declarado) me deslumbró con su orientación, pique, visión, igual pegada con ambas piernas, liderazgo dentro y fuera de la cancha, cabezazo, regate, velocidad final, rabona, y una jugada de su autoria, "el mareadito", muy dificil de poner en palabras.
Dos puntos desequilibrantes en la decisión:
-al parecer , gracias a sus "dotes"(en estos días los confirmo personalmente), no tendría los problemas de inseguridad que aquejan al joven Cambiasso ante sus compañeros de vestuario.... en criollo "se afirmaría con 2 piernas para patear con la zurda". -simpatiza con el Independiente de Avellaneda, lo cual acusa su paladar fino y su naturalidad frente a las copas.
Esta semana estaré definiendo mi "talento" de esta temporada entre el joven López Gadano y el joven Cambiasso, pero creo que el joven López Gadano corre con ventaja.
PD: Antes de dejar Rosario ví a un niño prodigio, Messi Lionel, pero es muy chico todavía, apenas 7 años. Mediante la presente lo reservo como MI próximo talento.
Saludos
Juan Burger
Decoraría esta magnífica mentira siguiendo con mentiras: que sus comentarios habían llegado a oídos de un enojado Cambiasso y que este informe nunca había salido del correo de Roca...opacando el futuro de Juan Burger (que perdía a joven Cambiasso joven Lopez Gadano y joven Messi) y
también el de Rodrigo; y dando paso a la explosiva carrera del "Cuchurrumín".
Mensaje final y fin de las mentiras: Es uno mas del montón Jugador del silencio, celador del carril izquierdo, zurda envidiable por los 10....tros, Ro, en breve vuelvo al ruedo y te veo, en la cancha (que es la única verdad).
LO ELIJO EN EL PAN Y QUESO Por Nicolás Guala
Como asiduo espectador y amante del fútbol, y aunque estoy seguro que muchos de ustedes aprovecharan este espacio para resaltar los defectos futbolísticos de nuestro amigo, intentando ridiculizarlo, me propuse destacar las virtudes del señor en cuestión que como verán a continuación son muchas: - Excelente remate de media distancia, realizador de hermosos goles. - Cambio de frente preciso cuando la jugada se lo exige. - 10 puntos en actitud durante todo el partido. - Jugador silencioso y conciliador, no critica a los compañeros e intenta solucionar los problemas que se originan dentro de la cancha. - Jugador grupal que busca el beneficio del colectivo sacrificando lucimiento personal. Pero las virtudes más importantes las dejo para el final, no hay nada más valioso para un futbolista que reconocer sus propias limitaciones, y Ro las conoce a la perfección, lo que lo transforma en un jugador sabio dentro del terreno de juego. Nunca intenta hacer lo que no puede y eso le da una gran ventaja sobre otros players carentes de esa virtud. De todas formas la virtud mas envidiada se la dio la naturaleza, y es la zurda…ese hecho lo transforma en alguien distinto…le da clase….distinción….valor agradado…..por todo eso…. lo elijo en el pan y queso.
FUKUSHIMA ES DE ARGENTINA Por Sebastián Soneyra
Transcurría el año 98 y un grupo de jóvenes del prestigioso colegio Domingo Savio dejaban su ciudad natal para comenzar sus estudios universitarios en Buenos Aires. En aquel grupo de notables, un muchachito llamado Rodrigo tomó un protagonismo inusitado durante el primer año de vida de este grupo. No solo porque la pequeña covacha que compartía con el músico Fernández se convirtió rápidamente en el centro de reuniones y bunker de las caravanas porteñas, sino también porque durante aquellas noches sus rasgos faciales comenzaron a mutar a medida que aumentaba su ingesta de alcohol. Y un día nació “Fukushima”, un extraño yapanise de blondos cabellos claros dentro de nuestro querido amigo Rodrigo. Este personaje de historieta hizo sus primeras apariciones los fines de semana cuando el copete y la música corrían en las noches de Pueyrredón 1717. Los párpados o persianas bajas abrían el telón para que “Fuku” entrara en escena. En este breve relato he querido recordar a modo de homenaje algunos momentos inolvidables de su basto repertorio. Como olvidar cuando los reactores dejaban de funcionar y el yapanise obligaba a Rodrigo silenciosamente a dormirse una eterna siesta, de la que hoy todavía los muchachos del Manolo se preguntan si ya se despertó; o los problemas que tuvo con algunos desayunos cuando a la salida del Manolo tiró una hamburguesa en frente del parrillero porque no tenía el mismo sabor que la que hacía Lali, o cuando compró un pancho que terminó estampando en el vidrio del Mc Donalds
porque no lo dejaron entrar. Acaso me pregunto…por qué no tiraste la toalla cuando no tenias lugar en el equipo y jugabas porque eras amigo? Recuerdo también las habilidades deportivas de este héroe cuando tuvo que poner en práctica sus dotes maratónicos a la salida de Gallery, donde terminó estampillado contra unas bolsas de basura pidiendo por favor que le tuvieran piedad. No me cabe ninguna duda que su dignidad y la destreza física se fueron esa noche con la basura. Lo único que le quedó fueron las ojotas y una salida por la banda tímida e insegura. Como jugador de futbol lo recuerdo como un excelente organizador de partidos, de buen corazón, excelente compañero de equipo y muy puntual. Desde que se fue a vivir en pareja, Fukushima se fue a dormir y nunca más nos visitó. Me pareció verlo nuevamente en Las Grutas y en el final del casamiento. Ojalá algún día nos sorprenda y vuelva a aparecer. El equipo y la noche lo necesitan…
THE TRUE HOLLYWOOD STORY – RODRIGO: LA ESTRELLA QUE NUNCA FUE Por Juan Manuel Tartaglia
Antes de empezar a escribir estas líneas, se me ocurrió trazar un paralelismo entre el personaje en cuestión y los pequeños grandes prodigios del cine. Porque Rodrigo, en su adolescencia, pintaba para niño prodigio del fútbol. Sin embargo, todas las estrellas juveniles de la gran pantalla en algún momento desvían su camino y terminan sus carreras aún antes de empezar. Ahí es donde se acaba el paralelismo. Rodrigo en ningún momento se desvió del camino de los carcks y sin embargo estuvo lejos de ser uno. Escarbando en mi memoria, recuerdo el momento en el que lo conocí, sin ser formalmente presentados. Se iniciaba el año 1996 y yo había sido invitado a participar de un rejunte de jugadores con la idea de armar un equipo, dirigido por un personaje cuyas credenciales eran atender un local de hamburguesas llamado “Alabama” y una serie de anécdotas de difícil comprobación fáctica. En este equipo, Rodrigo era la figura del equipo aún antes de pisar el pasto y ver cómo impactaba el balón. Siempre me llamó la atención el hecho de que fuera puesto de ejemplo de cómo debía resolverse cada jugada, de cómo se debía tener una visión completa de la jugada, de cómo un simple pase podía resolver un partido. Eran cuestiones que, desde mi punto de vista, no se condecían con la realidad. Apelando a mi escaso conocimiento táctico, intentaba ver en este desconocido, un arsenal de virtudes que en ese corto período, que duró un verano, nunca pude descubrir. Para mi sorpresa, al ingresar en el Domingo Savio, aquella joven promesa, sería mi compañero de curso. En el transcurso de dos años, podría nutrirme de conocimientos futbolísticos, que no había podido aprender en tan sólo dos meses. No fue
así. En el primer año compartimos sólo un par de partidos, de los cuáles no recuerdo ni siquiera una simple jugada digna de admiración. “Será el año que viene” pensé. Tampoco fue así. La joven promesa emigró ese año a tierras neocelandesas y no tuvimos el placer de contarlo en nuestros picados. A su regreso, ostentaba el título de “mejor jugador lateral derecho de la liga juvenil”. Todos mis conceptos de lo que el fútbol era, fueron puestos en duda. Evidentemente, el viejo gay de Alabama no se equivocaba y todos los halagos hacia Rodrigo no tenían dobles intenciones como pensé en ese momento. No, evidentemente, era un crack nutrido de condiciones que yo no podía apreciar. El mismo verano que volvió, nos fuimos a Las Grutas. En el fútbol playero no tuvo un gran desempeño, pero, en honor a la verdad, ni siquiera Romario lo hubiera tenido con el ritmo nocturno que tuvimos durante 15 días seguidos. Con paciencia e intriga, tuve que esperar hasta los primeros picados de Buenos Aires para poder descubrir la estrella y, en ese caso, observar y aprender. Aquella joven figura, que se desempeñaba con soltura en el medio campo, en el equipo de Capital, empezó de defensor. Por solidaridad, pensé en ese momento: hay escasez de defensores y el que sabe, puede jugar en cualquier puesto. Con el transcurso de los partidos y observando su desempeño, empecé a darme cuenta de que jugaba como juega un defensor, y no como juega un volante que juega de defensor. Con el paso del tiempo y los minutos en cancha, mi gran amigo y proyecto de figura ya no era más defensor, sino un consolidado arquero con un poco consolidado hombro. Tuvo que ingresar un arquero verdadero para poder volver a disfrutar a Rodrigo como jugador de cancha. El poco tiempo bajo los tres palos hizo estragos en sus piernas y su habilidad. Apenas quedaban vestigios de aquella joven promesa que a los 15 años era puesto de ejemplo frete a 25 jugadores de cómo debía resolverse una jugada.
En los años siguientes, se empezó a elogiar su capacidad para organizar un partido, la motivación que generaba en el grupo antes del partido, el hecho de encontrar siempre equipos rivales. Poco y nada se hablaba ya de su desempeño como jugador. Poco y nada hasta que se filtró un video casero con duras declaraciones de un compañero de equipo: “Ro es amigo y TIENE que jugar”. Ya no se discutía si era distinto o igual a los demás, si veía cosas que el resto no. Ahora se discutía si debía jugar o no. Demasiado para el crack. Han pasado ya 16 años de la primera vez que lo vi pisar el césped y el entusiasmo sigue estando intacto. Quizás fui yo el que no supo apreciar sus virtudes cuando eran destacadas, quizás fue un incomprendido como muchas veces suele ocurrir. Sin embargo, haber compartido y seguir compartiendo un partido con él, es y seguirá siendo para mi, un inconmensurable honor, porque el fútbol con amigos no empieza ni termina en los 60 minutos que dura el partido. El fútbol entre amigos tiene un tiempo previo y un tiempo extra en el que el balón no es protagonista y es ahí donde los grandes jugadores también se destacan. Agradezco al fútbol, pero más a la vida, por haberme dado la posibilidad de conocer al joven proyecto de figura, porque si bien nunca entendí el por qué de la admiración de algunos dentro de una cancha de fútbol, sí entendí el por qué de la admiración de todos fuera de ella.
LOS BOLUDOS DE ATRÁS Por Joaquín Gómez Aubone
Creo que los más fácil para comenzar un texto que describa amistad está relacionado con el futbol, ese motivo tan lindo para juntarnos una o 2 veces al mes desde hace ya mucho tiempo, al menos el grupo capitalino y yo desde un tiempo que ya vivo aquí, pero me gustaría encararlo desde otro lado, desde otra perspectiva, ni de la historia ni de las glorias Es muy fácil describir lo pata dura que sos, es fácil decir que los tomuer jugamos atrás, o que el gordito va al arco… es muy fácil echarle la culpa al pata dura de Rodrigo o al muerto de Jo cuando nos cagan a golazos. También es muy fácil criticar a los boludos de atrás cuando un partido se pierde y en cuando nos vamos en auto decir: Ro esta para el retiro… jejeje. Pero no es este el motivo del texto. Quiero reivindicar otras cosas, quiero agradecerte por llegar cuando me quede sin aire, quiero agradecerte por bancar a tras cuando nadie baja, cuando todos que quieren hacer los goles miran de lejos viendo como salvamos las papas de fuego… y con una mano en el corazón: aguanta esa zurda ovaladora de pelotas querido!! Porque creo que ahí es donde se ve la esencia, ahí es donde como un luchador dejas todo por un equipo, que en definitiva somos un grupo de amigos, ahí en la solidaridad es donde te pongo como amigo, ayudando y asistiendo, disfrutando y compartiendo, asi te entiendo yo como amigo. Y como bien te dije esa noche que no sabíamos ni como nos llamábamos, que lo único que recuerdo es al Chone con la frase: “onda mata billetera”, surfeando por Palermo para que no nos agarre controles de alcoholemia y haciendo puntería para entrar el auto en un diminuto lugar que se hace llamar garaje. Quizá no he compartido todas las cosas que han compartido ustedes desde que están porque si bien estaba cerca estudie en
otra ciudad y a fuerza de tren y bondi venia visitarlos cuando podía y desde que estoy viviendo acá he tenido ese grupo de gente que cuando necesite algo siempre estuvo, a esos yo los llamo amigos, y quizá no hace falta juntarse ni hablar todos los días, creo que una mirada lo define todo, ahí es donde también te pongo yo. Ro, te deseo lo mejor como amigo en tu nueva etapa, y seguí entrenando esa zurda de mierda porque el Manolete volvió reloaded y al parecer bastante peludo esta.
EPILOGO Por Mario López Vassallo Gonzi, ¿te jode que me abstenga como hermano? Sería muy duro poner algo así, como que cuando los entrené para un intercolegial allá por los 90 su titularidad se debía solo a la suerte de ser el "hermanito del entrenador". Abrazo