Editorial Sobre trenes que pasan

Sobre trenes que pasan

Foto: Messe Düsseldorf, Constanze Tillmann.

La figura de los trenes que pasan a lo largo de nuestras vidas, y a los que podemos subirnos como símbolo de las oportunidades que se nos presentan, y de la toma de decisiones al respecto, es una imagen recurrente. Y por eso nos van a perdonar si la utilizamos para referirnos a este año y a la celebración de la feria K de Düsseldorf, la más importante de nuestro querido sector del plástico, como ese tren que pasa cada tres años y al que merece la pena, ni siquiera, echarle un vistazo.

Y es que, si lo pensamos bien, la edición de la K2022 será diferente. Primero, porque si echamos la vista atrás en el tiempo, a la edición de 2019, desde entonces hasta ahora han pasado tantas cosas y tan fuertes, que nadie podría haberlas ni tan siquiera imaginado por aquel lejano octubre de 2019 en la anterior edición de la feria, previa a la pandemia.

Si ya la periodicidad del salón es lo suficientemente amplia como para que pasen cosas y la feria resulte interesante porque hay novedades y nuevos desarrollos que ver, la de 2022 tiene un componente especial que cobra todo su sentido por el importante valor de las relaciones humanas. Encontrarse cara a cara con proveedores, clientes y, por qué no, también competidores, siempre aporta, pero más, después de todo lo sufrido.

Con un tren, el de la vida, que cada vez pasa más deprisa, la parada de la k este año nos parece especialmente atractiva y enriquecedora. A los que acudan, los mejores resultados, y el deseo de podernos saludar personalmente en Düsseldorf.

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