Autoría: Rosa Elena Pogo Romero
Mamá, ¿yo puedo volar? ¿Volar? Pero qué ocurrido eres hijo. Son los pájaros los que vuelan para deslizarse por el cielo y llegar a su nido.
mundo en el día y regresar al anochecer.
Son las gaviotas las que viajan sobre los mares amenazando a las grandes olas.
Qué pena, yo que soñaba con poder volar.
Vuelan los murciélagos, para divertirse asustando a la noche. Pero mamá, yo tengo dos brazos y si les pongo plumas, ¿podría volar? -No, no. Así los llenes de plumas, lo único que conseguirías es llenarlas de pegamento y no podrías volar. Aunque… ¡podrías hacerlo en avión! No, no, eso no es lo mismo, porque ¿quién podría así, disfrutar de los paisajes? Quisiera tener alas, para elevarme y conocer la cima de las montañas.
Soñar, ¡pero claro!, has dicho la palabra mágica ¡SOÑAR! Pero cómo no se me ocurrió antes, si todos podemos soñar, todos podemos volar. ¿Qué te parece si volamos juntos? Visitaremos la cima de las montañas. Soñaremos a ser gaviotas que viajan sobre el mar. Nos convertiremos en murciélagos para asustar a la noche, y llegaremos a la luna y a las estrellas para juguetear con ellas. Volaremos y planearemos sobre miles de ciudades atrapando sus sorprendentes paisajes.
Tener alas para alcanzar la luna y acompañarla durante la noche.
Volaremos y volaremos hasta el cansancio y luego descansaremos esperando un nuevo día.
Alas para alcanzar las estrellas y traer algunas prestadas para adornar nuestra casaVolar para recorrer el
Hijo, ¿sabes qué? ¡MUCHAS GRACIAS! ¿Por qué mamá? Por invitarme a volar contigo.
Cromos mundialito