LEYENDAS CHANCHAMAYO

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DEDICATORIA: El presente trabajo está dedicado a Dios por iluminar nuestro camino al andar. A nuestros padres, quienes con sus sabios consejos nos han orientado por el buen camino del progreso y el éxito. También a aquellas personas que nos han apoyado en el relato oral y escrito de los cuentos y leyendas de nuestra majestuosa “Selva Central”.


LA LEYENDA DE BOCA TIGRE Antiguamente,

en

los

lugares

aledaños, en donde actualmente es Boca Tigre, existía un tigre que había bajado de la luna y se llamaba “Impokiromara”, este animal podía convertirse en diferentes animales pequeños, tales como pulga, hormiga, piojo, etc., para ingresar a las casas de los pobladores y así poderlos devorar para saciar tu hambre. Cada día desaparecían más y más

pobladores.

La

gente

muy

cansada de los ataques del tigre “Impokiromara” decidieron traer de lejos a un curandero “Shiripiari”, quien cada vez que consumía su tabaco se quedaba profundamente dormido y su espíritu

tenía

la

propiedad

de

convertirse en un tigre justiciero. El Shiripari, apaciguó la furia de los pobladores, diciéndoles que él iba a matar al tigre y que dejaran todo en sus manos. Un día, el Shiripiari buscó al tigre Impokiromara, para hacerle un reto. Esto consistía en cazar la mayor cantidad de animales de la selva. El tigre aceptó rápidamente, porque sabía dentro de sí mismo, que era muy veloz y que con sus transformaciones podía cazar cualquier animal que se le antoje. Pasaron varias semanas y llegó el día pactado. Ambos combatientes se alistaron desde muy temprano, afilaron sus garras y colmillos, ya ninguno quería perder. En cuanto se dio la partida, ambos corrieron a lo largo de la selva Chanchamaina, subieron los inmensos cerros y saltaron los profundos y tenebrosos acantilados en busca de sus mejores presas.


El

Shiripiari,

quien

ya

había

planificado matar al tigre, hizo que éste lo siga hasta un gigante cerro, en cuyo centro se abrió en forma de una boca. Con sus poderes mágicos hizo que haya muchos animales

de

la

selva,

cuyos

sonidos

onomatopéyicos, intrigaban al tigre. El Shiripiari ingresó rápidamente, disimulando su trama, hizo que dentro del cerro suenen rayos y relámpagos, luego salió con un grande sajino entre sus dientes, provocando al tigre para que ingrese y diciéndole que adentro habían más animales apetitosos. El tigre no se quiso quedar atrás, entonces ingresó de un solo salto. Ya adentro se dio cuenta de que había sido engañado porque no había ningún animal. Trató de salir velozmente, pero el Shiripiari ordenó con sus poderes a que se cierre el cerro. Este aplastó al tigre y lo mató. Los pobladores agradecieron mucho al Shiripiari. Al fin iban a vivir en paz, libre de todo peligro. Desde entonces, aquel lugar en donde murió el tigre fue llamado Boca Tigre, para recordar a aquel animal que había matado a muchos pobladores. Actualmente, cuando pasamos por este lugar, podemos ver la parte de la espalda del tigre aplastado por el cerro.

Leyenda recopilada por Rosa Violeta Camacho Fernandez.


“GRAN MIRADOR CERRO LA CRUZ” Cuentan los aldeanos de la zona que, un 24 de septiembre del año 1869 se fundó el pueblo de La Merced, algunos años posterior a la fundación empezaron a llegar a la colonia más importante a esta parte del país, la colonización italiana. Cuenta una leyenda que para celebrarse el aniversario del pueblo, todos se reunían, llegaban personas de todos los anexos, por qué las fiestas eran tan lindas que llamaban a las personas desde los lugares más lejanos, a continuación contaremos el caso de cuatro jóvenes que llegaron hasta La Merced para su aniversario y se quedaron impactado por la belleza del lugar, más aún se sorprendieron al ver a los aldeanos del lugar bastante amables, y se quedaron sin palabras más aún por las señoritas con piel blanca y unos ojos tan claros para ser exactos eran de colores tan azules como el cielo y otras señoritas tenían los ojos tan verdes como las montañas que los rodean. Había una sobre todo que resaltaba su belleza traslucía sobre las demás, su nombre era Loretta. Los jóvenes se acercaron a ellas y estás señoritas bastante alegres los invitados a pasear por el pueblo y disfrutar de las festividades. Ya de noche Loretta decidió retornar a su casa, uno de los jóvenes (el cual estaba atrapado por su belleza) decidió acompañarla, ella le respondió que no era necesario además que vivía bastante lejos, después de un momento y de tanta insistencia, Loretta acepto. Empezaron a caminar y la conversación durante el camino se hizo bastante divertida, los acompañaba la luz de la luna llena, finalmente estaban en la última curva antes de llegar a la casa de Loretta, ella le dijo al joven " solo llegamos hasta aquí", el joven agachó la cabeza, pero en un último intento trato darle un beso, Loretta se asustó, dio un paso hacia atrás pero no encontró el piso y cayó al vacío. El joven aterrado se acercó hacía el borde y vio que la caída había sido fatal, empezó a correr y huyó junto a sus amigos sin decir nada.


A la mañana siguiente la familia empezó una búsqueda ya que Loretta no había llegado a casa, buscaron durante todo un día y nadie la encontró, finalmente alguien encontró el cuerpo ya sin vida. Los padres estaban tan desconsolados y tristes que decidieron dejar su casa e irse hacia algún lugar donde puedan pasar su pena y dolor. Desde aquel día, dicen los pobladores locales que en las noches de luna llena se aprecia a una señorita de rubios cabellos caminando por el camino antiguo hacia la cima de las montañas hacia la cruz, está desaparece tras un fuerte grito en la última curva hacia la cruz. Años después construyeron la "Gran cruz de Chanchamayo ", desde entonces muchas personas suben hasta esté lugar y de manera misteriosa terminan su relación, posterior a su visita a este lindo mirador, dice que solo aquellas personas que tienen sentimientos sinceros (ambos) logran perdurar en su relación. Dicen que Loretta cuida a todas las parejas de sentimientos sinceros.

Lissette Karolina Yance Mendoza


Chanchamayo o “Chancho en mayo”

Los tarumás, al descubrir que rio abajo del cauce del Tarma o Palca, descendiendo quebradas, cañones, existía un paraíso cubierto de mucha vegetación de plantas exóticas, de un suelo ubérrimo y de gran variedad de animales salvajes. Los lugareños organizaron viajes de exploración, que en algunas épocas era una odisea para los aventureros, de todo el grupo que viajaba a las tierras calurosas retornaba en algunos casos la mitad y la otra parte fallecía en el camino por los resbalones a los profundos abismo, a caer a los torrentes del rio, por picaduras de serpientes, tarántulas y por enfermedades endémicas de la zona. Los furtivos viajeros comentarios comentaban que, al llegar al interior de la selva, degustaban de una ovípara comida a base de chancho de monte o sajino, que abundaba en la zona, que servía para el preparado de pachamancas, chicharrones y otros potajes, así mismo llevaban la exquisita carne para sus familiares que esperaban ansioso de devorar los preciados potajes a base de la carne de chancho del monte.


En las tertulias de las noches frígidas de Tarma los aventureros llegaron a la conclusión que los viajes se deben realizar en los meses de mayo, cuando ya culminaba las temporadas de lluvias, porque en esa fecha ya bajaba el caudal de los ríos y se podía caminar por las orillas y las playas, como si la naturaleza limpiaba o despejaba el camino para la enmarañada selva. Pero como la carne de chancho era solicitado por las familias de Tarma, degustar en las festividades del mes de mayo, surgió como un reguero de pólvora la frase vamos a cazar “Chancho en mayo”, bajo ese lema se formaban grupos de viajeros para ir a la selva y cazar chancho del monte para trasladar la ciudad y venderlo. En el mes de mayo los puercos salían en grandes manadas a las orillas del rio a buscar algunos residuos o resto de frutas maduras y verde para alimentarse, haciendo de esta forma fácil su captura, pasando los años donde la frase “Chancho en mayo” era común para los tarumás, luego la zona donde cazaban los sajinos se hizo popular con el nombre “Chancho en mayo” algunos visitantes pronunciaron Chanchamayo a esta ubérrima tierra del café y de la gran variedad de exquisitas frutas exóticas.



EL CHULLACHAQUI EN CHANCHAMAYO En los montes o bosques más profundos de Chanchamayo, habita un enano demoniaco, recibe el nombre de Chullachaqui., es de baja estatura que usa una capucha y que, para algunos lugareños, es el responsable de la desaparición de muchas personas. El Chullachaqui o duende de los bosques, tiene la habilidad de transformarse en cualquier persona o ser querido de la víctima y así atraparla; pero lo que este ser no puede ocultar con facilidad es su pata de cabra, que es la única forma que los pobladores tienen para reconocerlo. Los padres educan a sus hijos desde pequeños que, si están por los caminos montañosos, solos y se les aparece un amigo, familiar o algún conocido y los llama, no deben obedecerle, pues si no caerán en la trampa del Chullachaqui. Este enano de un pie deforme, acostumbra aparecerse a personas solitarias o aquellas que se pierden dentro de los montes de selva virgen. Se les aparece adoptando la figura de un amigo o familiar cercano a ellos y los llama, las personas creyendo que son sus conocidos lo siguen, el Chullachaqui los sigue llamando, haciéndolos avanzar hasta conducirlos a un abismo, dando muerte a las incautas personas. La forma de librarse del Chullaqui es reconociendo su pie deforme, usualmente él lo mantiene escondido, al verse descubierto el chullachaqui desaparece

rápidamente entre

los

caminos

montañosos y no volverá por esos caminos.

. RECOPILADO POR DANTE DIAZ


El Ayaymama

El Ayaymama es un pájaro pequeño de la selva

cuyo

nombre

onomatopéyico

(una

palabra que suena como lo

que

significa)

proviene del sonido que hace que es similar al grito extraño de un niño joven llamando "ay-ay mama.” Según la leyenda de Satipo, la Ayaymama se originó de dos niños cuya madre falleció y que su padre se casó con una mujer fría de corazón que miraba a los niños como obstáculos a su felicidad. La mala madrastra convenció a su marido para abandonar a los niños. Por consiguiente, un día se fueron al campo para una excursión, cuyo propósito real fue abandonar a los niños y dejarles para mantenerse solos. Durante la noche, las niñas mágicamente se pusieron alas y pudieron volar y regresaron a su casa y tristemente cantaron, "Ay-Ay Mama Huischuhuarca." que significa "Nuestra madre se ha muerto y nos abandonó."

Otra versión de la leyenda dice

ese

indígena

una

madre

amazónica,

queriendo salvar a sus niños de una epidemia que mataban en gran número su pueblo, los trajo lejos de su pueblo natal para el interior del bosque y los dejó en un


lugar seguro al lado de una quebrada con muchos árboles frutas a la redonda. Ellos comieron y jugaron durante el día, pero al atardecer, comenzaron a extrañar a su madre. Para encontrar a su madre, ellos salieron del refugio que su madre había hecho para ellos y quedaron perdidos profundo en la mitad del bosque. El espíritu del bosque estaba triste cuando el los vio llorando y los cambió en aves. Los niños luego volaron para su pueblo, pero todo el mundo había muerto y hasta hoy día, pueden oírse por todo el bosque gritando su canción de “Ay-Ay Mama.” RECOPILADO POR: TORREJÓN ROSARIO RICHARD RENZO


EL CURA QUE PERDIO LA CABEZA POR UN RABO EN SAN LUIS Una mañana calurosa del Mes de Junio, una hermosa tsinane de una comunidad Indígena Yanesha se bañaba en las orillas del Río Paucartambo, al frente donde actualmente es el Pueblo de San Luis de Shuaro, de nombre Luis, quien por su juventud

era

más

inquieto

que

el

Franciscano Salas. A lo lejos San Luis ve que algo se movía en las aguas cristalinas del Río Paucartambo. En esos años llenos de peces que alimentaban a los aborígenes; abriéndose paso entre la maleza y los árboles que conducen hacia el río. Donde iba caminando, rodó su mirada y observó a una bella tsinane que se bañaba muy sensual y tranquila luciendo su encantadora belleza tal y como vino al mundo, que muy pocos mortales tienen la dicha de contemplar. Mientras que el Padre Francisco Salas muy ocupado diseñando las calles del pueblo San Luis que acababa de fundar. Por su parte el Padre Luis, quería llegar hasta donde se encontraba la joven Yanesha. En esos precisos momentos sale de la espesura un fantasma quede pone a luchar con el Sacerdote Luis por el amor de la muchacha que solo ellos podían verla se estaban quitando la uchavi un órgano sexual femenino de la tsinane. Como la pelea de los dos era a muerte, uno de ellos tenía que perder, así el Sacerdote Luis se llevó la peor parte, ya que el fantasma le arrancó la cabeza y este malvado se marchó para siempre con la hermosa joven Yanesha con rumbo desconocido y sin vista. El cura sin cabeza sigue desde entonces detrás de las huellas de su amada, penando por las orillas del turbulento Río Paurcartambo.


Muchos pescadores lo han visto con su sotana color café oscuro y sin cabeza, para muchos de los comuneros grita como un mono y aúlla como un lobo de río; haciendo asustar a todos aquellos que depredan los recursos hidrobiológicos. Hace algunos meses un camionero de Río Seco lo llevó desde San Luis a Puente Paucartambo cuando el cura se bajó no tenía cabeza, esto parece que afectó al camionero y al poco tiempo se murió. Sus familiares del chofer camionero cuentan que al mes de su entierro el chofer desapareció de su tumba y cuando sus familiares fueron al cementerio no encontraron ni el ataúd, tampoco el cadáver. Los sanluisanos creen que el padre lo habría llevado para que le ayude a pelear con el fantasma que le quitó así bella tsinane, porque por ella ha perdido la cabeza; ¡dicen también, a quienes se lleva el cura sin cabeza son a las autoridades corruptas! ¡Cuidado Alcalde con tu alma que puede estar caminando por el río Paurcartambo, de manos del cura sin cabeza!, Y dicen el principal candidato sería el Alcalde del centro Poblado de Sanchirio Gonzalo Yalico.

 Recopilado por Rosangelica Orihuela Salvador


EL TATÚ TIENE NOCHE Y NOSOTROS NO Cuentan los abuelos de los abuelos de mis abuelos que sus abuelos les contaron que hace mucho tiempo, thunupa el dios creador de todo, ser había olvidado hace la noche en la selva del Perú. por eso, los aimaras gritaban al cielo diciendo: - Padre Thunupa queremos tener noche Pero el creador no les respondía y seguían sufriendo las inclemencias del sol, que caía todo el tiempo sobre ellos sin permitirles descansar bien. Como eran inteligentes, algunos tejieron hamacas y las colgaron bajo de la sombra de los árboles, otros construyeron tupidos techos hechos de paja, y así se echaban a descansar; pero pronto venia el viento, movía las hojas de los árboles, hacia volar la paja de los techos y la luz del sol les caía en el rostro despuntándolos Entonces los hombres de la tribu se quejaban: - Nuestra ocupación es cazar y pescar y la cumplimos. ¿Cuándo podemos sentarnos junto al fuego a conversar antes de dormir? Las mujeres también se quejaban: - Nosotras cocinamos sin descanso porque, como no hay noche, los hombres y los niños sienten hambre a cada momento Un día, un niño observo pasar a un ratoncito con un pedazo de carne en el hocico, lo siguió y lo siguió hasta que lo vio entrar en su pequeña cueva. el niño se agacho y distinguió como el ratón se devoraba la carne y luego se echaba a dormir feliz, envuelto en su larga cola. De pronto, se percató de que la cuevita del ratón estaba oscura y comenzó a llamar a todos de la tribu diciendo: - El ratón tiene noche y nosotros no. El jefe de las tribus, los hombres y las mujeres se tiraron al suelo también y cuando vieron la cueva del ratón comenzaron a protestar. - El ratón tiene noche y nosotros no, el ratón tiene noche y notros no, el ratón tiene noche y nosotros no – repetían sin para, hasta que el niño dijo:


Ya se le pediré al ratón que nos preste su noche Todos guardaron silencio mientras el niño convencía al ratón: - Ay ratón, ratoncito, préstanos tu noche. Mira tú tienes noche y nosotros no. - Mmm…- pensó el ratón -NO-Respondió - Entonces la madre del niño prometió: - Si nos presta tu noche te dejaremos comida en la puerta de tu cueva nunca más tendrás que corretear por ella. -Si es así les prestó mi noche. Todos los de la tribu corrieron a echarse en sus hamacas y de las orejas del ratón comenzó a salir humo negro que cubrió todo el cielo. Apenas habían cerrado los ojos, paso un viento fuerte que despejo el humo y la luz del sol les cayo nuevamente en el rostro. - La noche del ratón es muy corta -dijo el jefe de la tribu -. Devuélvanle su noche al ratón – ordenó. En otra ocasión, unos cazadores iban persiguiendo un tapir; ya le apuntaban con sus flechas y lanzas cuando el animal se dio cuenta y comenzó a correr y correr hasta

esconderse

cueva,

en

entre

su

unos

matorrales. Pero como era grande y gordo, no corrió lo suficiente

rápido

y

los

cazadores llegaron hasta su escondite, y viendo que la cueva del tapir estaba oscura comenzaron a llamar A los demás diciendo: - El tapir tiene noche y nosotros no, el tapir tiene noche y nosotros no


El jefe de la tribu, los

hombres

mujeres

y

las

llegaron

al

lugar, y cuando vieron la cueva

del

tapir

comenzaron a protestar - El tapir tiene noche y nosotros no, el tapir tiene noche y nosotros no, el tapir

tiene

noche

y

nosotros -repetían nuevamente sin parar, hasta que un cazador le dijo al tapir: - Si nos prestas tu noche te perdonamos la vida. Y como el tapir quería vivir aun por mucho tiempo, les prestó su noche. De sus orejas y de su trompa comenzó a salir humo negro y espeso que cubrió rápidamente el cielo Todos los hombres de la tribu corrieron a encender fogatas y se a conversar antes de dormir, esperando que llegara el sueño como tanto había deseado. Las mujeres guardaron las ollas y se sentaron junto a ellos hasta que todos se quedaron profundamente dormidos. Durmieron, durmieron y durmieron, y siguieron durmiendo durante horas y horas, días y días, algunos dicen que meses y meses. Y cuando por fin despertaron después de tanto dormir, vieron que la maleza y los matorrales habían crecido tanto que habían cubierto sus sembrados, sus utensilios, sus armas y destruido su aldea. Las enredaderas habían trepado hasta sus hamacas techos - La noche del tapir es muy larga -dijo el jefe de la tribu molesto-. tendremos que hacer todo nuevamente; las siembra, las casas y hasta las vasijas de cuero y paja para las mujeres; devuélvanle su noche al tapir- ordeno. Pero a pesar de las malas experiencias tanto con la noche del ratón como con la noche del tapir, los aimaras no perdían las esperanzas de tener una noche


que los complaciera; por eso, la esposa del jefe salió a pasear por el monte buscando un animalito más grande que el ratón, pero no tanto como el tapir - Si la noche del ratón fue muy la noche del tapir muy largo tengo que encontrar un animal que tenga una noche que nos convenga -meditativa mientras buscaba. Se fijo en el venado, en las serpientes, en algunos pájaros; pero cuando vio el tatú, inmediatamente se le abrieron los ojos con entusiasmo y comenzó a pensar: -Este quirquincho tatú, cava agujeros en el suelo con sus uñas delanteras, escaba grandes cuevas, seguro que su noche debe ser muy buena Y espero verlo dentro de su madriguera durmiendo para llamar todos los de su tribu gritando con mucha fuerza: - El tatú tiene noche y nosotros no El jefe de la tribu, los hombres y las mujeres llegaron al lugar, y cuando vieron la cueva del tatú comenzaron a protestar una vez mas - El tatú tiene noche y nosotros no, el tatú tiene noche y nosotros no, el tatú tiene noche y n ostros no – repetían sin para, hasta que la mujer empezó a despertar al animal - ¡Tatú quirquincho despierta! - ¿Qué quieres mujer? -Quiero que nos prestes tu noche – manifestó ella


Pero

el

animal

peludo, protegido por su armadura, también

por se

lo le

que llama

armadillo, ni se movió. La mujer le hizo cosquillas entre los anillos de su coraza, al tatú le dio risa y asomo su afilada cabecita. -Préstanos

tu

noche,

préstanos tu noche - robó entonces la mujer Y cómo el tatú es aimara, pues tiene buen corazón, Sólo por eso respondió a la mujer. -Te presto una sola noche - y de sus orejitas y sus anillos comenzó a salir lentamente un humo negro que cubrió todo el cielo. Todos los hombres de la tribu corrieron a encender fogatas y se sentaron a conversar antes de ir a dormir esperando a que llegara el sueño como tanto lo habían deseado. Las mujeres guardaban las Ollas y se sentaron junto a ellos hasta que todos se quedaron profundamente dormidos. Cuando despertaron luego de dormir 8 horas se dieron cuenta de que se sentían muy bien saludables y descansados y que la vegetación no había crecido haciendo daño a su aldea. - ¡Esta es la noche que nos conviene! - dijo el jefe de la tribu-. Nos quedaremos con ella -ordenó.


Cuentan los abuelos de los abuelos de mis abuelos que sus abuelos les contaron que por eso el tatú hasta el día de hoy, duerme de día y por la noche corre por toda la selva, porque está buscando a los hombres para que le devuelvan su noche. Pero las abuelas de las abuelas de mis abuelas cuentan que sus abuelas les contaron que la historia no termina así. Dicen que el tatú se hizo bolita y a rebotar, rebotar y rebotar tanto rebotó que llegó hasta el cielo y buscó al Dios Thunupa y le dijo: - ¡Oh, Dios Thunupa, dios creador de todas las cosas, ¡con todo respeto y veneración te informo que te olvidaste de hacer la noche en la selva del Perú! -No, no me he olvidado - respondió Thunupa-. Me he demorado un poquito porque Estaba preparando la noche más hermosa de toda la creación. El Dios Thunupa estiró su brazo poderoso sobre la selva peruana; el tatú recuperó su noche, y a partir de ese día, los hombres vieron por primera vez las estrellas y se llenaron de admiración de admiración. Y hasta el día de hoy, si alguien quiere conocer la noche más hermosa de toda la creación, sólo tiene que venir a verla a la selva del Perú.

Recopilado por Kathya Edith Ramos Aguilar


LA PEÑA DEL DIABLO EN SAN RAMÓN La peña del diablo un cerro que está ubicado en la puerta de Oro de la Selva Central, San Ramon. En esa peña habita el demonio de dos cabezas, que solo abre la puerta de la selva central cada vez está de buen humor o si la persona viene con buenas intenciones, cuando lo hace de mala fe o con fines de depredar sus bosques, produce derrumbes,

choques

impidiéndoles

el

ingreso

o

quitándoles la vida al instante. En la peña del diablo muchos arrieros que llegaban de Tarma, antes de pasar por ahí tenían que quedarse a dormir en San Ramón, porque si lo hacían de noche, sus acémilas desaparecían. En la peña del diablo cuentan las historias, que a la luz de luna. El diablo de dos cabezas salía a bailar, pero no lo hacía solo, sino con todos sus demonios y organizaban una fiesta durante la noche, los lugareños que vivían cerca de esta peña, podían escuchar ruidos desde el centro de la roca, y que al compás de la música se escuchaban voces de alegría y regocijo. Por otra parte, las personas que escuchaban esto sentían temor en sus corazones al saber que allí habitaban los demonios.

RECOPILADO POR DANTE DIAZ ORELLANA


De la peña del diablo también está la historia que el jefe demonio poseía una gran riqueza en el centro de la roca y que por las noches se podía ver un particular brillo, parecido al oro, muchos entusiastas quería obtener este tesoro pero no lo lograban, ya que al llegar a la roca les entraba un gran temor, según cuentan hubo alguien que si llego a entrar, y vio un gran tesoro, pero al darse cuenta de que estaba custodiado por los demonios, decidió hacer un pacto con ellos, y darles su alma a cambio de un poco de oro, y los demonios aceptaron. Al poco tiempo esta persona se hizo muy rica por el oro obtenido y se convirtió en un gran hacendado, pero llego el día que debía pagar con su alma, los demonios lo citaron a la gran peña, pero él no fue solo, fue con su ayudante de hacienda, pero el hombre entro solo a la roca. Es así que su ayudante, al poco rato de ver entrar a su jefe, escuchó un grito fuerte de dolor y luego vino un silencio total. Posterior a esto el ayudante se retiró sabiendo que había perdido a su Señor. Es así que por las madrugadas en la Peña del diablo, hay veces que se escuchan música de fiesta y en otras ocasiones se escuchan una voz con gran dolor, ya que se dice que el alma del hombre este sellado en la roca y este sigue sufriendo vez tras vez.

RECOPILADO POR DANTE DIAZ


LA SIRENA ENCANTADORA Cuenta el abuelo Máximo, que hace mucho tiempo cuando aún era joven le gustaba ir casi todo los días ir a pescar acompañado de su perro Cuto. Él siempre pescaba zúngaros, doncellas, barbones, etc. Un día, antes de ir a pescar por la noche, tuvo un presentimiento muy raro. Su corazón se exaltaba cada segundo que pasaba, sentía que le faltaba aire, su cuerpo temblaba como si un intenso frío entrara a su alma. Pero nada le intimidaría al abuelo, así muy decidido, se fue ir al río con su perro Cuto. Al llegar al río, ya muy noche, comenzó a

alistar su

atarraya. Sacó un poco de su coca y se puso a chacchar (masticar) muy plácidamente. Pasaron las horas y no pescaba nada, hasta que escuchó un hermoso canto celestial, lo cual lo atrapó en su mirada. Frente al río estaba una hermosa sirena sentada encima de una gran roca, peinándose sus finos y dorados cabellos. Tal hermosura deslumbraba en la inmensa oscuridad de la noche y su encantadora voz atraía a cualquiera que la escuche. El abuelo Máximo, atrapado en el encanto

de

la

sirena,

comenzó

a

adentrarse lentamente al río. Cuto, desesperado, al ver a su amo no reaccionar, empezó a ladrar con toda su fuerza, pero el abuelo Máximo no le hacía caso. Cada vez el abuelo estaba más y más en el hondo del río. Cuto no dudó, así que se lanzó al río y con sus patas flacas y ligeras nadó hacia el abuelo. Ya a su costado del abuelo siguió ladrando hasta que lo mordió con tanta fuerza que


el abuelo reaccionó y salió a la orilla nadando junto a su perro. El abuelo Máximo, todo asustado, vio a la sirena que se sumergió en lo profundo del río Perené. El abuelo comenzó a correr con su perro hasta llegar a su casa. Su familia, al verlo que llegaba gritando, le dio alcance y le preguntó qué había pasado, entonces el abuelo Máximo les contó todo lo sucedido. Abrazó fuertemente a su perro Cuto, su héroe, pues lo había salvado del gran encanto de la sirena.

Cuento recopilado por Cesar Valencia.


LA MUJER Y EL ARCOÍRIS Hace muchísimos años, en una comunidad nativa se había enchozado a una señorita. La costumbre de los ashaninkas era que cuando su hija menstruaba por primera vez, los padres le construían una choza para que ahí se quede por un espacio de tres meses a base de una alimentación a pura dieta, la cual consistía comer yuca sin sal ni azúcar. Es así que a una tsinane (señorita) la habían enchozado. Dentro de su choza tenía un petate para dormir. Al pasar los meses, la tsinane salió de su choza. Ella tenía muchas ganas de ir al río a bañarse, pero nuevamente estaba en sus días de menstruación, por lo que su mamá le prohibió ir porque según la creencia la boa o el arcoíris podrían embarazarla. La mamá le encargó cocinar a la tsinane y se fue a la chacra a traer yuca. La tsinane al ver a su mamá que se había ido a la chacra y

que

se

demoraría,

se

fue

corriendo al río. Ahí se sentó en una grande roca y se sacó su vincha, collares

y

cushma.

Luego

se

sumergió en el río, bañándose a su gusto. De pronto, apareció por unos segundos, un arcoíris que brilló muy fuerte en todo el río hasta desapareció. La tsinane, regreso corriendo a su casa. Estaba muy asustada, entonces recordó las palabras de madre: “No vayas al río porque la boa o el arcoíris te pueden embarazar” Pasaron los meses y la barriga de la tsinane empezaba a crecer. La mamá al darse cuenta, le preguntó a su hija quién era el padre de su bebé, pero la tsinane

no

quiso

desconsoladamente.

decir

nada,

solo

agachaba

la

cabeza

y

lloraba


Al llegar a su noveno mes, la tsinane sintió muchos dolores en su vientre. Su mamá trajo unas hierbas naturales para que de un parto normal y sin complicaciones, y así fue, la tsinane había dado a luz a un niño gringuito, con ojos verdes y piel blanca. La mamá se asombró porque en la comunidad nadie podría ser el padre del bebé, puesto que ninguno era gringo ni blanco y menos tenían ojos verdes. Un día la tsinane se fue a la chacra a traer yuca para cocinar y decide encargar a su mamá para que cuide a su bebé, diciéndole que si llora le bañe solo con agua fría, pero nunca con agua caliente. Pasaron los minutos, el bebé despertó y se puso a llorar a no parar. La mamá desesperada buscó hierbas de la selva para bañar al bebé y así no sea llorón. Así que puso a hervir agua con las hierbas naturales, luego las enfrió un poco y comenzó a bañar al bebé. Éste al contacto con el agua caliente, empezó a descuartizarse por completo y murió. En ese momento la tsinane llegó. Al ver a su hijo descuartizado y muerto, lloró y gritó a su mamá, y se fue corriendo rumbo al río. Ahí llamó al arcoíris, quien apareció al instante y se fue con él. La tsinane desapareció ante la presencia de su madre, quien se dio cuenta de que el bebé era del acoiris.

Cuento recopilado por Cesar Valencia.


(CATARATA) LAS TRES REINAS Cuenta la historia que en 1847 llegaron los invasores a nuestra Selva Central y fundaron el fuerte militar San Ramón, desde allí los soldados iniciaron una lucha por avanzar hasta la tierra de Los Siritskis (La Merced) después de haber colonizado estas tierras empezaron a hurgar en los alrededores, un grupo de soldados llegaron hasta el río Kabur, allí se dieron cuenta de que en la arena con los fuertes rayos del sol brillaban unos puntos de color dorado, la codiciada se apoderó de su mente y dijeron ORO. Rápidamente fueron río arriba para encontrar la beta del deseado mineral, pero se toparon con un grupo de salvajes que vivían en las alturas de estas montañas, la mayoría de los soldados murieron y quiénes sobrevivieron por su codicia no dijeron que pasaba, pero avisaron a sus compañeros y fueron con muchas armas en busca del oro. Se inició una batalla, los Ashaninkas lucharon brutalmente, pero fueron superados por las armas de fuego, cuando todos los nativos murieron, las Ashaninkas (mujeres) seguían luchando, pero finalmente, hirieron a la Reyna y sus dos hijas, la llevaron al frente al chamán de la comunidad, ella en su agonía pidió a Dios Para que no lo permita morir ni a ella ni a sus dos hijas, Pasa que es un Dios de bondad utilizó sus poderes y convirtió a estas mujeres en tres hermosas caídas de agua. Los soldados avanzaron hasta la tercera caída de agua y hasta allí pudieron avanzar, se pusieron a recoger todo el oro que pudieron y después viajaron hasta la capital dejando todo para vender su oro, pero todo el mundo se empezó a reír de ellos porque lo que habían llevado se llama Pirita conocida como el oro del tonto", estos fueron echados del ejército y misteriosamente todos estos hombres fueron muriendo uno a uno. Se cree que por tanta avaricia les cayó una maldición.



CATARATA VELO DE NOVIA En el departamento de Junín provincia de Chanchamayo a una hora aproximadamente de la merced Cuentan la historia los nativos y pobladores que viven por la zona años atrás vivía una hermosa joven que vivía con sus padres pero un trágico accidente hizo que sus padres fallecieran y la hermosa mujer estaba enamorada de un chico blanco, por su puesto ella fue correspondida pero como todo ser humano tenia debilidades y cometió muchos errores y otra mujer de su misma condición económica del joven y también de la ciudad estaba locamente enamorada de el y ella no podía entender como un hombre tan educado y de la ciudad podía fijarse en una mujer indígena obviamente esta mujer sentía mucha envidia de la muchacha indígena, hizo hasta lo imposible para separarlos con sus mentiras, pero nunca funciono esa estrategia, entonces ella decidió darle un brebaje para poder dormirlo y ella aprovechó eso y se acostó con él. La muchacha indígena al ver que su amado no llegaba a la boda decidió ir a ver que sucedía en eso se dio con la sorpresa de verlos juntos fue tanta su desdicha que lo único que hizo fue salir corriendo hacia la cascada desesperada y con mucho dolor en el corazón, era tanta su decepción que vio el abismo de la cascada y tomo la decisión de salta al vacío, en eso su hermoso velo se quedo atorada en medio de la cascada. Al ver esta catastrófica escena su amado también tomo la decisión de quitarse la vida. Desde entones los pobladores lo llaman a la cascada “EL VELO DE LA NOVIA”.


CERRO MONO

Esta leyenda comienza con la historia de los amueshas, primitivos nativos de la selva peruana bajo pichanaqui, estos nativos se encontraban ocultos en la tupida vegetación del Cerro Mono, cuenta la leyenda que cuando los españoles llegaron allí trajeron armas poderosas y desconocidas para los pobladores, mas al contrario los Amueshas contaban con bestias domadas para el cuidado de la selva. Cuenta la leyenda que cierto día soleado un indígena, que era el vigilante de la aldea, aprecio como a lo lejos se acercaban los españoles y de la manera mas apresurada, al estilo Usain Bolt corrió a su aldea y llamaron al gorila guardián para que cuidara la entrada a la tribu mientras los aldeanos preparaban sus armas artesanales para hacer frente a los forasteros, ya listos y preparados estos esperaron ansiosos la llegada de los invasores pasaban horas y no llegaban, pasaron tres días aun así no veían aproximarse a los invasores ya el gorila se sentía agotado hambriento y sediento con signos de querer retirarse y dejar a la intemperie la entrada a la tribu acto que hizo enojar al jefe de la aldea y promulgó un decreto que decía:


Kong estás encargado de la entrada y del bienestar de los aldeanos, si te duermes o abandonas la entrada, te convertirás en roca por toda la eternidad.

Una noche después de tanta espera mientras estaban desprevenidos los españoles entraron a esta aldea, Kong se dio cuenta muy tarde de la acción el gorila comenzaba ya a petrificarse dejándolo inmóvil e impotente ante las perversas acciones de los españoles que comenzaron a capturar a las mujeres y asesinar a quien se resistía, ese día fue cuando cayó debatido la tribu a manos de los forasteros. La culpa que sentía Kong era inmensa que hasta el día de hoy el gorila sigue petrificado en la entrada de su aldea a la espera y vigilante de cualquier invasor, cuenta la leyenda que nadie puede ingresar a esta aldea ya que Kong hecha vientos huracanados y lluvias torrenciales para expulsar a cualquiera que intente ingresar a su aldea. Hasta la fecha solo hubo un poblador que por su persistencia pudo llegar allí por primera vez y vio una aldea de piedra, una laguna cercana, unas escaleras de piedras casas y parque fabricadas únicamente con rocas, el visitante cuenta maravillado que pudo apreciar hermosos animales inexistentes en otros ecosistemas, animales que solo vemos en sueños, también observó serpientes gigantes y una gran cantidad de panteras negras que impiden el paso hacia una cueva donde hay mucho oro guardado por los aldeanos de ese entonces. Sin duda un gran lugar paradisiaco y de adrenalina que no se debe dejar pasar para hacer turismo ya que cuenta con hermosas cataratas a sus alrededores.

Leyenda recopilado por Collazos Lobaton Gerson


LEYENDA DEL CAFÉ Cuentan los antiguos pobladores que, en la selva central, Chanchamayo, había una gran hacienda donde una familia criaba toda clase de animales para poder sobrevivir y así alimentarse no solo la familia, sino también todos los empleados que trabajaban en ese lugar. Los trabajadores de aquel lugar, trabajan noche y día, día y noche. Ellos hacían turnos, y los que trabajan por la noche, muchas veces se quedaban dormidos por el cansancio. Una de esas noches se armó un gran alboroto en la hacienda, se despertaron los

que

dormían,

“los

chanchos se han vuelto locos”, gritaba uno de los trabajadores, “les ha dado el mal de la luna”. Y parecía que era cierto, pues esa noche

se

corriendo,

la

pasaron

gritando

y

persiguiéndose entre ellos, mientras los trabajadores, sin poder dormir, los contemplaban asombrados. Después de unas semanas, el acontecimiento volvió a repetirse, y los trabajadores pensaban que sus chanchos estaban realmente enfermos, pero

uno

de

los

trabajadores

observó

atentamente y se dio cuenta de que esto pasaba cada vez que dejaban salir a los chanchos y ellos se iban al monte, detrás de la hacienda. Entonces, los siguió y vio que los chanchos comían de las ramas de unos pequeños arbustos


parecidos al laurel, que tenían frutos rojos, se percató de que cada vez que los chanchos se alimentaban de esas plantas, se ponían como locas.

Aquel trabajador, tomo algunos de esos frutos y los llevo a la hacienda, en donde uno de los cocineros lo arrojo al fuego porque no sabía lo que eran y, para su sorpresa, un perfume maravilloso comenzó a llenar todo el lugar, “trae más”, pidió al trabajador, quien cuidaba a los animales y ya no dejaba que los chanchos comieran de esa planta, a partir de eso momento, el cocinero empezó a dorar los granos para perfumar el ambiente. Un día se le ocurrió ponerlos en agua hirviendo e hizo una infusión tan aromática que le provoco tomar un poco; bebió y se fue a escribir los pedidos de alimentos, pues por la madrugada, sus patrones saldrían para hacer las compras, y grande fue su sorpresa al darse cuenta que todos los trabajadores del turno noche dormían, mientras el permanecía muy despierto. Desde ese día preparaba la maravillosa bebida que hacía tomar a todos los trabajadores del turno noche. De esa manera ellos por las noches empezaban a cantar y hasta bailar llenos de alegría, no solo lo tomaban porque no permitía que duerman por las noches, sino también por el delicioso aroma y sabor que tenía los frutos rojos de aquella planta llamada café.


LEYENDA DEL HOMBRE CON COLA DEL RIO CHANCHAMAYO

Cuenta la leyenda que en el valle Chanchamayo se encuentra el río del mismo nombre, era un río muy grande

y

personas

profundo iban

a

donde

las

bañarse,

las

mujeres a lavar sus ropas, los niños nadaban y jugaban en las arenas. cruzando el río había unas rocas enormes que estaban pegadas a la montaña, no todas las personas podían cruzar el río, algunas personas tenían temor porque muchas veces vieron como el río se llevaba a las personas y fallecían ahogados. Las personas se conocían entre todos porque en ese entonces no había mucha población, es por eso que se percataron de una mujer recién

llegada

a

Chanchamayo, ella había llegado sola, no tenía familia aparentemente y casi no hablaba con nadie su condición económica era muy humilde y no se le conocía trabajo alguno. Cuentan los antiguos pobladores, los cuales iban siempre a nadar al rio Chanchamayo, que la joven era muy hermosa y que la veían todos los días en el río, cuentan que ella podía cruzar con facilidad y que le gustaba siempre echarse en una roca, los pobladores

pensaban

que

se

quedaba dormida en la roca, pues pasaba horas de horas y ella no se


movía, era la última en irse del río ya cuando todo estaba oscuro ella se iba a su humilde casa. De pronto vieron que su barriga crecía y crecía, ella estaba embarazada, todos se preguntaban quién podía ser el padre de la criatura que esperaban, pero ella nunca respondía nada, solo escapaba de toda persona que se acercaba; ella empezó a construir una lujosa casa y cambiar sus ropas viejas por ropas costosas y también empezó a usar accesorios de oro, por lo que los pobladores chanchamaínos quedaban con más preguntas sobre el cambio de la muchacha. Los pobladores quedaron en ver porque salía a oscuras del río y se escondieron para poder verla, al verla ellos se quedaron sorprendidos, ella estaba en besos y abrazos con un hombre que tenía una larga cola; los pobladores estaban asustados y temían la presencia de aquel hombre con cola larga que salía de las rocas, temían por sus mujeres y por sus hijos, por lo cual empezaron a reunirse para ver la manera de como atrapar al hombre con cola y matarlo.


A la mañana siguiente apresaron a la muchacha y ella les conto que había hecho un trato con el hombre que salía de la roca, él le daría todo el oro que ella quería, a cambio de que ella mantenga una relación amorosa con él. Los pobladores la convencieron de prepararle una trampa para atraparlo y así fue, ella fue a verlo como todos los días por la noche y todos los pobladores salieron a atraparlo, pero la muchacha enamorada del hombre con cola le confeso lo que querían hacer con él y antes de cogerlos ellos desaparecieron en la roca y los vecinos con sus armamentos empezaron a destruir la roca, todos enfadados cortaron las rocas hasta mas no poder y todas las noches salían a ver si los encontraban, nunca más los volvieron a ver, la población volvió a ser la misma, iban al río como siempre y disfrutaban en familia.


EL CHULLACHAQUI

El chullachaqui se dice que es el guardian de la selva, protector de la fauna silvestre la persona que auyenta a las personas que van a destruir la selva y a deforestar la selva El Chullachaqui es un enano o un demonio del rainforest cuyo nombre proviene de los términos quechuas para "disímil" (Chulla) y "pie" (Chaqui), esto es “los pies disímiles.” Según la leyenda de Iquitos, este enano del bosque tiene la habilidad para transformarse en cualquier otra persona que él desea para engañar visitantes o las personas locales viviendo en la selva. Él puede aparecer como un miembro de la familia o un amigo, conduciéndoselos hacia caminos equivocados, yendo más profundo y más profundo en la selva y luego dejándolos allí, perdiós. Para un niño, el Chullachaqui muchas veces aparecerá como otro niño u otro compañero de juego. En este disfraz, el Chullachaqui malvado tratará de atraer con engaño al niño en el bosque para ponerse perdido. La única forma para descubrir la identidad verdadera de Chullachaqui es mirar a sus pies, como uno de sus pies es deformado. Consecuentemente, él tratará de esconder sus pies. Estando descubierto, el Chullachaqui escapará en la selva.

Según esta leyenda de La Merced ( Kimiri) , un muchacho fue con sus padres para la selva para recoger leña. Los padres dejaron el niño solo por un momento para recoger algo de leña y él jugaba en un espacio abierto cuando él vio qué apareció ser otro niño de la


misma edad en un árbol distante. El niño en el árbol le llamó por señas para venir, pero el niño no salió

del

prestando

espacio atención

abierto, a

la

advertencia de sus padres que no deambular por fuera en el bosque. Cuando

los

padres

del

niño

regresaron, el niño contó a sus padres sobre el niño en el árbol. Los padres supieron que nadie vivió en el área y fue en busca del niño en el árbol, sino no encontró ninguna cosa, justamente las huellas extrañas que pareció haber estado hecha por un enano con un pie deformado. Cuenta la leyenda que toda persona que ingresa a la selva y se encuentra con un ser extraño, debe de volver por el mismo camino por el cual ingreso, dado que si caes su provocación sufrirá demasiado en la selva solitaria.

RECOPILADO POR: TORREJON ROSARIO RICHARD RENZO


LEYENDA DEL NATIVO DORMIDO EN VAQUERIA – CHANCHAMAYO

Cuenta la leyenda en una

comunidad

que

se

dedicaban a la agricultura y ganadería,

que

existían

haciendas

inmensas

de

agricultura que explotaban a las personas, en dicho lugar vivió un

joven

esclavo

llamado

antami que escapó de su amo por los continuos maltratos que recibía y se perdió entre los bosques. para alimentarse pescaba en el río Chanchamayo y también comía frutas de la selva, hasta que encontró su hogar, un día divisó a una hija de español, que caminaba lentamente (parecía cansada) al borde del río. Cuando antami le está observando la joven hermosa de pronto se resbalo y por ende cayo al rio, donde antami fue su héroe porque la salvó y la llevó a su comunidad.

Pensó que al llegar a la comunidad todo iba estar bien al estar protegidos pero fue lo contrario aquel día todo cambio para este muchacho porque el jefe que era llamado curaca desterró a antami y a la joven pues consideraban una abominación la mezcla de su raza con la blanca. sin embargo, antami se había enamorado de la joven y no quiso separarse por ningún motivo y así el Curaca les desterró en los frondosos bosques, donde pasaron momentos fuertes ya que tenían que sobrevivir en el inmenso bosque y solo se tenían una al otro buscaron la manera de alimentarse, buscar abrigo, defenderse de las animales salvajes e hicieron una pequeña cabaña y así demoraron cerca de dos años en salir.

Al pasar el tiempo esta joven pareja se enamoró ya que convivían y pasaban todo el momento juntos, antami se convirtió en el protector de la muchacha y prometieron casarse ante los ojos del dios de la selva. el dios dijo: “antes de la noche de luna llena encontradme en este cerro, por cuanto me habéis invocado, debéis cumplir vuestra promesa. ”


La joven pareja se alejó por un tiempo pues la española deseaba ver a su familia de nuevo, ya que mas de dos años no tenia comunicación con ellos, también quería contarles que estaba casada y muy feliz con su esposo así pues, pasó una noche, luego dos, y la última noche, de luna llena, antami esperaba a su amada, pero no llegaba. Pero la muchacha no contaba con la reacción de su familia, por su parte había sido retenida por su familia en cuanto supo que quería casarse con un indígena. cuando en la noche de luna llena, al fin logró escapar, pero nunca llegó a tiempo. la pareja no cumplió la promesa con el dios

de

la

selva.

no

imponía castigos, pero era

solemne

en

sus

decisiones y mandatos.

Sucedió cuerpo

de

petrificó

que

el

antami

se

y

hoy

observamos su perfil en las colinas en forma de un “nativo dormido” se encuentra actualmente a 10 min.

De la Merced y el cuerpo de la muchacha española lo

observamos como la “bella durmiente” en tingo maría. Es así a que el espíritu de la joven española tuvo su morada en la flor y el de antami, en el colibrí. por ello es que el colibrí siempre acompaña a la flor.

Recopilada por Kathya Ramos Aguilar.


EL RELATO SOBRE YOMPOR SANTO, EL EMISARIO DIVINO

Yompor Santo, Nuestro Padre Santo, apareció primero en Lima. Los hombres blancos lo capturaron y lo metieron preso, pero él desapareció de su celda. Varias veces lo capturaron camino a nuestra tierra, y varias veces desapareció de su celda milagrosamente. También fue capturado en Tarma antes de llegar a Metraro. Por aquel tiempo, un viejo de nombre Llopsayayeñ tenía su centro ceremonial en Metraro. Había pocos yaneshas entonces, pues todos se habían vuelto como los hombres blancos. Era como en la actualidad: la gente no sabía nuestra lengua y ya no usaba cushma. Llopsayayeñ, en cambio, se había consagrado al servicio de Nuestro Padre y solía decir: “¿Por qué nos hemos olvidado de Nuestro

Padre?”.

Por aquel entonces,

los

hombres blancos habían ocupado la mayor parte de nuestra tierra. Fue entonces que llegó Yompor Santo. Yato’ Yos, la divinidad suprema, sabía que nuestro pueblo estaba desapareciendo, y fue por esto que envió a su hijo Yompor Santo para hacernos inmortales como los espíritus mellañoteñ. Llopsayayeñ estaba consagrado a Nuestro Padre; era el único que tenía flautas de pan y tambores para ejecutar música sagrada coshamñats. Él solía decir a sus hijas: “Si alguien viene mientras estoy trabajando en mi huerto, golpeen el tambor para que me entere y regrese a casa”. Así, un día llegó a su casa un hombre blanco. Las hijas tocaron el tambor y su padre regresó del huerto y saludó al visitante, quien, a pesar de ser muy rubio,

hablaba

nuestra

lengua

perfectamente. Llopsayayeñ ofreció al visitante comida y masato y después le invitó a tocar con él la música sagrada de flauta de pan y de tambor. Cuando terminaron y estaban descansando, el visitante le dijo: “Has estado preparado para mi visita. Ahora ya no serás mortal. Mi padre me ha enviado a esta tierra”. Cuando Yompor Santo llegó, hizo que nuestro pueblo se multiplicase rápidamente. Aquellos que aún vivían entre los hombres blancos vinieron donde él a Metraro, el centro del mundo. Construyeron muchas casas y levantaron una muy grande para Yompor Santo. Yato’ Yos depositó en esta casa una túnica blanca resplandeciente,


una corona blanca y unos pañuelos, todo para su hijo Yompor Santo. Este enseñó a la gente cómo llevar una vida correcta y moral. Enseñó muchas cosas nuevas, como el juego ritual de saneñets, que consiste en que dos grupos de hombres se arrojan proyectiles los unos a los otros con sus hondas. Cuando Yompor Santo llegó, Shellmem lo trató como a un hermano clasificatorio. Siempre andaba con él y nunca lo dejaba solo. Cuando la gente venía a visitar a Yompor Santo, Shellmem primero los olía; si llevaban consigo incluso un pedacito de hierba mágica o de pintura roja, Shellmem los acusaba de ser hechiceros y ordenaba a la gente que les cortasen la cabeza. Incluso se atrevió a ordenar la muerte de varios sacerdotes. Shellmem siempre llevaba una bolsita tejida bajo su brazo. La gente tenía curiosidad por saber qué era y se preguntaba: “¿Por qué Shellmem da muerte a tantos de nosotros?”. Entonces, un día le dieron mucho de beber y cuando estaba borracho aprovecharon para echar un vistazo al contenido de la bolsita y encontraron un caparazón de caracol de río lleno de pintura roja hirviente. Luego metieron el caracol nuevamente en la bolsita de Shellmem, pues era su amuleto maligno. Cuando jugaban saneñets, nadie podía acertarle a Yompor Santo. Un día Shellmem dijo que si él quería, podía acertarle; entonces la gente le dijo: “Si es cierto lo que dices, ¿por qué no lo intentas?”. Shellmem pintó su rótula de vaca con la pintura roja que llevaba en su bolsita y logró golpear a Yompor Santo. Luego escapó al confín de la tierra. Yompor Santo cayó enfermo y cada día que pasaba empeoraba. Pero Yompor Santo mandó a sus seguidores a que capturasen a Shellmem, y así lo hicieron. Al día siguiente, Shellmem se arrodilló al borde del patio que rodeaba al templo. Y así lo hizo tres veces más antes de entrar a la casa de Yompor Santo, quien lo esperaba detrás de la puerta con un machete en las manos, listo para matarlo. Cuando Shellmem entró a la casa, Yompor Santo le cortó la cabeza; la cual rodó por el suelo y saltó mientras cantaba como un aseñac (el colibrí de pico curvo).


La gente también mató a la madre de Shellmem, pues este no era humano, sino hijo de un perro. Shellmem era un hechicero, y antes de él no existían los hechiceros. Después de matar a Shellmem, Yompor Santo murió, pero antes de esto le dijo a sus seguidores que

debían

mantenerse

despiertos

cuidándolo por cinco días, ya que podría resucitar. Así lo hizo: el color volvía a su rostro, pero un momento después palidecía nuevamente. Al

final

Yompor

definitivamente.

Cuando

Santo los

murió hombres

blancos se enteraron de su muerte vinieron y llevaron sus huesos a Tarma. Allí reconstruyeron su cuerpo tal como había sido cuando estaba vivo. Hicieron esto para rendir culto a su imagen, y aun hoy en día lo hacen.


LA LEYENDA DE PAKITSAPANKO, LA CASA DEL GAVILÁN Cuentan los abuelos ashaninkas, que antiguamente en un cerro de Perené existía una cueva grande en donde vivía el Pakitsa, que en lengua ashaninka significa “gavilán”, a la casa de este se le llamaba “Pakitsapanko”, que significa “Casa del gavilán”. Los ashaninkas que viajaban por el río, con su balsa hecha de huampo seco, siempre eran atrapados por las garras del Pakitsa, quien, con sus gran tamaño y velocidad, de un solo vuelo se llevaba a su mejor presa para devorarlo en su pakitsapanko. Cada día las muertes eran más constantes y atroces, algunos ashaninkas morían ahogados productos de que sus balsas se volteaban en los profundos remolinos del río Perené y otros morían desangrándose por las mutilaciones que sufrían al momento del ataque del Pakitsa. Un día, todos los ashaninkas del valle de Perené, se reunieron para hablar sobre cómo podían matar al Pakitsa. Entonces, a los demás ashaninkas se les ocurrió la idea de hacer un ashaninka robusto de barro con su indumentaria original (cushma, tsarato, flecha y corona) y llevarlo en balsa. Como al Pakitsa le gustaba elegir a su presa más grande, era de hecho que se lo iba a llevar para devorarlo. En ese momento todos aprovecharían en matar al gavilán. Llegado el día, los ashaninkas hicieron una balsa muy grande para que soporte el peso del ashaninka de barro y de los demás. Todos tenía consigo sus flechas, arcos y palos gruesos para matar al Pakitsa. Pero, más atrás venían sigilosamente más ashaninkas en sus balsas, listos para apoyar a los demás y así matar a Pakitsa.


Pasaron varios minutos, y a lo lejos empezaron a observaron que se acercaba el Pakitsa, abriendo sus poderosas alas y alistando sus mortales garras, listo y presto para llevarse a un ashaninka. Como era de esperarse, el Pakitsa fue directo a la trampa creyendo que era una persona, en cuento clavó sus enormes garras en el ashaninka de barro se dio cuenta de la trampa, quiso huir, pero la profundidad de sus garras incrustadas en el barro no lo dejó. Es ahí en donde los demás ashaninkas, dispararon sus flechas y lo golpearon con los palos gruesos que habían llevado. El refuerzo llegó con más fuerza y siguió lanzando sus flechas a no parar. Con tanto golpe, las enormes plumas negras brillantes del Pakitsa volaron por los aires, dispersadas en varias direcciones y de ahí se convirtieron en muchos gavilanes de diferentes tamaños que hoy conocemos. A partir de ahí, todos los ashaninkas pudieron vivir y navegar por el río Perené muy felices, contentos y libre del peligro del Pakitsa. Cuando los ashaninkas fueron a Pakitsapanko (la casa del gavilán), encontraron regados por los suelos muchos huesos de personas y animales, que habían sido cazados por el Pakitsa. Actualmente, pasando Puente Victoria, aún podemos observar Pakitsapanko (casa del gavilán), que hoy en día alberga a otros animales.

Leyenda recopilada por Rosa Violeta Camacho Fernandez.


EL TUCAN ENCANTADOR Antiguamente había un joven encantador que le gustaba conquistar a las señoritas. Cuando había las masateadas empezaba a fastidiar a todas las chicas, un día un hechicero estaba de cumpleaños e invito a todos sus amigos para su onomástico. El hechicero ordeno a sus hijos para que se fueran al monte cazar sachavaca y venados, a las hijas a traer yuca para preparar masato para la fiesta. Cuando llego el día de la fiesta empezaron a llegar los amigos del hechicero. Cuando termino la fiesta el joven encantador hizo escapar a una de sus hijas; al enterarse el hechicero que no había una de sus hijas ingreso a sus casa y saco tabaco empezó a soplar fuerte su hechizo mientras el joven pasaba en una quebrada por un tronco caído. Le llego la maldad y se convirtió en un ave y su hija se puso a llorar que con tantas lagrimas que salió de sus ojos empezó a formarse un riachuelo ahora el joven encantador muy triste anda cantando

en

los

arboles

de

su

amada.



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