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Mujer My Bike Edi 41
from My Bike ED41
by Rivcom SAS
Mariana Gómez Peláez es una paisa de raca-mandaca, que adora el deporte y se enamoró del ciclismo hace 6 años, su vertiginoso amor por las bielas la llevó a descubrir un mundo en el cual piensa permanecer hasta el final.
Con tan solo 28 años recién cumplidos, Mari esta pasando por un gran momento de su vida, ahora vive en Santagueda, un lindo paraíso campestre ubicado en el corazón del Eje Cafetero, cerca a la ciudad de Manizales, desde allí disfruta su práctica de deportes al aire libre, en especial el ciclismo, aunque esta tenista, futbolista y también running, parece tener una batería inagotable.
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En su paso por el bachillerato disfrutó mucho más del fútbol, llegó a ser hasta Selección Antioquia, pero al terminar el grado Once, comenzó a cuestionarse por la dificultad para reunir 22 amigas en un cancha, fue algo complicado, en el fútbol ya no dependía como en el tenis, de sí misma, sino de un conjunto, ya no era solo su disciplina, su tiempo y su constancia y por eso empezó a buscar un deporte que dependiera solo de ella. Fue entonces cuando conoció el ciclismo y aquellos primeros roces del viento en la cara mientras bajaba de Las Palmas, en su amada Medellín, fueron el detonante suficiente para una explosión de euforia en su cabeza que hoy disfruta más que nunca.
En la bici Mari empezó a conocer un montón de lugares que realmente uno solo puede disfrutar de esa manera minuciosa practicando este deporte, son detalles en los que uno solo puede fijarse cuando está pedaleando, además la amabilidad de la gente es otro punto a favor: “Conozco muchas personas, porque generalmente el que va en bicicleta saluda a todo el mundo, a veces me saludan en las rutas y mi papá me pregunta y ese quién es, y yo le digo, ni idea, pero va en bici, es un mundo muy chévere”.
La ruta siempre fue su debilidad, jamás se inclinó por la montaña porque le aterran las culebras, no puede ver una ni en televisión, por eso no se animó al MTB, aunque en las últimas temporadas ha incursionado en el gravel: “Me he metido a destapada, pero no trocha, trocha y me ha encantado, en la bici de gravel me siento cómoda, no es tan aerodinámica como la de ruta, pero las dos me fascinan”.
Su zona de confort está en la competencia recreativa, pues ya hizo deporte de alto rendimiento en el tenis y fútbol, pero tienen claro que el deporte siempre fue un hobby, jamás pensó en el ciclismo como un trabajo, y ahora hace muchas cosas en bici y emplea gran parte de su tiempo en ello, pero se lo goza a fondo de una manera diferente.
Mari ha tenido épocas desde la más empeliculada del mundo, como levantarse a las 3:40 a.m., para poder ir a Palmas antes del trabajo, como la de no querer montar: “Haberme dedicado al deporte desde niña sin duda me ha llevado a saber que uno no siempre está en el mismo nivel y que eso es normal; cuando la bicicleta se hace extrañar uno quiere volver a ella, pero cuando salir se convierte en un sufrimiento, uno le coge pereza al tema”.
La paisa, es ingeniera de producción aunque solo en el diploma, pero no se arrepiente de su carrera: “Me dio unas capacidades y desarrollo mental inmenso para planificar, ser metódica y desarrollar temas logísticos, me sirve para organizar todo, la manera de entrenar, el tiempo, en muchas cosas aplico lo aprendido en la universidad”.
El tema mental también es de gran relevancia para esta pedalista, sobre todo si lo dice Merce Arango, su psicóloga de cabecera: “Ella sabe como hacerme entender las cosas, en el tema deportivo, cuando me aburro o estoy triste más deporte hago, paso mis penas en el deporte, pero todo en exceso es malo, ella es mi polo a tierra y me hace tener los niveles equilibrados, junto a mis papas, mi hermana, mi novio y los entrenadores que he tenido, forman un equipo trascendental en mi vida”.
Sus hijos perrunos también la fortalecen: Molly, March, Tai y Berlín, son fundamentales en su vida y la ayudan a canalizar sus estados de ánimo.
A pesar de haber experimentado múltiples disciplinas Mari dice que el ciclismo definitivamente es lo suyo: “Es el deporte con el que me fui, de pronto con el tiempo cambiaría la forma en que lo practico, hoy soy una maquinita de competir, me encanta entrenar, darme duro y sufrir, pero con el con el tiempo iré bajando y disfrutaré más de paseos en bici que la leña, como dicen por ahí”.
Finalmente esta incansable mujer, nos deja un mensaje para quienes apenas inician: “No se comparen con nadie, el proceso de todos es diferente, vayan a su propio ritmo, disfruten cada pedalazo, cada ruta, conocer diferentes lugares cada fin de semana, en familia o solos pero no únicamente por hacer ejercicio; cuídense en la ruta y salúdenme donde me vean, que el ciclismo sea un deporte que sigamos disfrutando todos”.
Colaboradores actuales:
Specialized, Suárez, Bliz gafas, Proyecto Nike.