Paisajes
del
País Vasco
Peñas de Aya
1 Paisajes del País Vasco
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Paisajes
del
País Vasco
Peñas de Aya
7 Introducción 9 Peñas de Aya. Introducción a su formación e historia. Peñas de Aya se forma con las rocas más antiguas que podemos encontrar en Guipúzcoa. Además, es una de las primeras tierras emergidas del País Vasco. 13 Formación del batolito granítico. El relieve actual de Peñas de Aya-Bianditz está configurado, fruto de un largo proceso erosivo y de una serie de hechos geológicos muy particulares. 14
Rocas metamórficas y filonianas. Metamorfismo y la recristalización de las rocas sedimentarias.
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El triásico, el jurásico y cretácico. En el periodo jurásico, hace unos 180 millones de años, la mayor parte del actual valle de Oiartzun se encontraba sumergido bajo el mar.
19 Oarsoaldea emerge de las aguas. El valle de Oiartzun y la comarca de Oarsoaldea quedaron definitivamente fuera de las aguas del mar hace más de 35 millones de años. 23 Prehistoria de Peñas de Aya. Durante el último millón de años, las montañas y riveras de Oarsoaldea fueron habitadas por animales tan variados como los mamuts, rinocerontes lanudos, bisontes, renos, osos o hienas, como lo atestiguan algunos restos descubiertos en las terrazas ciaternarias del río Oiartzun. 24
La minería en Peñas de Aya. Un paseo desde la minería romana y la minería medieval hasta la minería moderna.
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Entrevista a René Méndez. Conocido alpinista que para iniciarse en la escalada primero tuvo que superar su
principal temor: las alturas.
A su izquierda: Cascada de Peñas de Aya. Fotografía de Naiara Alonso Duque. Paisajes del País Vasco
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Peñas
de
Aya
Introducción
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eñas de Aya, en cuanto a geología se refiere, es uno de los enclaves más interesantes del País Vasco, pues es aquí donde encontramos las rocas más viejas de Guipúzcoa y algunas de las más antiguas de la geografía vasca. Peñas de Aya es el único macizo granítico existente en el País Vasco y forma parte del núcleo de la zona continental más antigua existente en nuestro país, emergida de las aguas marinas hace unos 280 millones de años.
Asimismo, la intensa actividad humana relacionada con el aprovechamiento y la explotación de los recursos minerales existentes en la zona, ha dejado su huella en los últimos milenios. Desde la prehistoria, hasta la activa presencia romana en Arditurri. Desde la Edad Media hasta la actualidad, constituyendo un hito importante en nuestra historia más reciente. ◊
Peñas de Aya. Fotografía de Naiara Alonso Duque. Paisajes del País Vasco
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Cascada de Peñas de Aya. Fotografía de Naiara Alonso Duque.
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Peñas de Aya Introducción a su formación e historia Luberri - Oiartzungo Ikasgune Geologikoa
Peñas de Aya se forma con las rocas más antiguas que podemos encontrar en Guipúzcoa. Además, es una de las primeras tierras emergidas del País Vasco.
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as rocas más antiguas del Valle de Oiartzun y alrededores aparecen rodeando el plutón granítico de Peñas de AyaBianditz. Son rocas sedimentarias de aspecto pizarroso, que se formaron bajo el mar que cubría la totalidad de Euskal Herria en la Era Primaria o Paleozoico. El único yacimiento fosilífero encontrado hasta el momento lo encontramos junto a la carretera que une Oiartzun e Irún. Esta incluido en una serie de pizarras gris-azuladas que reposan sobre unas calizas del mismo tono. Los fósiles allí descubiertos pertenecen a restos de tallos de crinoideos (lirios de mar) y braquiópodos que nos remontan al período Devónico, hace unos 380 millones de años, siendo los vestigios de vida más antiguos descubiertos en toda Gipuzkoa. Las primeras tierras emergidas del País Vasco Durante el período Carbonífero, hace unos 300 millones de años, se produjeron una serie de movimientos de la corteza terrestre que hicieron salir desde el fondo marino las primeras
zonas continentales del País Vasco. Fue la denominada Orogenia Hercínica la causante de la formación de unos islotes que serían las primeras tierras emergidas de nuestra geografía. El más occidental de estos islotes estaría situado sobre la zona en la que actualmente se encuentra el macizo de Peñas de Aya-Bianditz (testigo residual de aquella primitiva masa continental) extendiéndose hacia el este, hacia los vecinos territorios de Lesaka y Vera de Bidasoa. El fin de aquella etapa tectónica trajo consigo la emersión de los denominados Macizos Hercínicos (Peñas de AyaBianditz, Bortziri, Baztan y Aldudes-Kinto Real). Las rocas que encontramos alrededor del macizo granítico de Peñas de Aya-Bianditz se formaron durante los períodos Devónico y Carbonífero (entre 380 a 280 millones de años). ◊
Buitres en Peñas de Aya. Fotografía de Naiara Alonso Duque. Paisajes del País Vasco
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Túnel de Peñas de Aya. Fotografía de Naiara Alonso Duque.
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Seta de Peñas de Aya. Fotografía de Naiara Alonso Duque.
Formación del batolito granítico de Peñas de Aya Luberri - Oiartzungo Ikasgune Geologikoa
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os sedimentos marinos depositados en la zona durante los períodos Devónico y Carbonífero, se encuentran en posición horizontal en el fondo del mar y no han sido plegados ni levantados del mismo. Las últimas capas marinas de esta fase, conservadas hoy en día, tienen cerca de 350 millones de años y nos indican que la región se encontraba totalmente sumergida. La Orogenia Hercínica, sucedida hace unos 300 millones de años, afecta a las capas marinas, plegándolas y levantándolas. Las montañas que surgen son las primeras zonas continentales del País Vasco. La erosión comienza a desgastar el relieve continental, rebajándolo. Mientras tanto, desde las zonas profundas de la corteza terrestre, comienza a ascender una masa magmática con temperaturas del orden de los 600 º C, que va atravesando los estratos ya plegados por la Orogenia Hercínica. El ascenso forzado del magma granítico repercute en una deformación del relieve externo y los montes se elevan nuevamente, empujados desde abajo. Este fenómeno tenía lugar en el período Pérmico, hace 280 millones de años. La ascensión del magma ha cesado y este se ha enfriado dando origen a las rocas graníticas que adoptan una
disposición masiva que recibe el nombre de batolito, plutón o stock granítico. Como puede verse en el dibujo, la masa granítica queda totalmente incluida en el interior del macizo de Peñas de Aya-Bianditz, formando su núcleo y no asomando todavía por ninguna parte al exterior. Se encuentra recubierto por los primitivos sedimentos marinos que ahora, por la presión y temperaturas a las que se han visto sometidos por la intrusión del magma, han pasado de ser rocas sedimentarias a ser rocas metamórficas. Durante el proceso de intrusión, fenómenos hidrotermales originan soluciones metálicas que atraviesan las rocas, formando filones metalíferos que darán lugar a los cotos mineros de Arditurri, con sus criaderos de minerales de plomo, cinc, hierro, cobre y plata. El relieve exterior ha sido erosionado y nivelado en parte. El dibujo correspondería al período Triásico, hace 220 millones de años. La constante erosión del macizo tiende a rebajar su altura y de esta forma podemos calcular que, a finales del período Cretácico, hace 70 millones de años, los primeros asomos graníticos comienzan tímidamente a manifestarse. Al ser el granito una roca muy compacta y resistente, es más difícilmente atacado que las rocas metamórficas que lo cubren y rodean, quedando de esta forma aislado y sobresaliente. Comienza a perfilarse el relieve actual de Peñas de Aya. La edad de este bloque-diagrama es de hace unos 15 millones de años, edad muy posterior a la Orogenia Alpina (sucedida hace 40 millones de años) que levantó el resto de los macizos montañosos del País Vasco, ayudando a emerger el granito en nuestra zona. El relieve actual de Peñas de Aya-Bianditz está configurado, fruto de un largo proceso erosivo y de una serie de hechos geológicos muy particulares. ◊
Túneles de Peñas de Aya. Fotografía de Naiara Alonso Duque. Paisajes del País Vasco
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Rocas metamórficas y filonianas
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a alteración causada por la irrupción de las rocas ígneas desde el interior de la corteza terrestre, hace unos 280 millones de años, atravesando los sedimentos marinos anteriormente depositados, afectó notablemente a dichas rocas. Esta alteración es la causante del metamorfismo y la recristalización de las rocas sedimentarias (con fósiles), trasformándolas en otras rocas metamórficas que no conservan ningún tipo de fósiles en su interior. Durante el proceso de intrusión del granito y otras rocas ígneas, fenómenos hidrotermales hicieron ascender desde las profundidades de la corteza terrestre potentes masas de agua cargadas con metales que fueron rellenando grietas y formando los filones metalíferos que darían lugar a las minas de Arditurri, Arlepo, Zorrola (Oiartzun), y Meazuri, Meaka y San Narciso en la vertiente irunesa. ◊
Cascada de Peñas de Aya. Fotografía de Naiara Alonso Duque.
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Geología
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El triásico, el jurásico y cretácico Luberri - Oiartzungo Ikasgune Geologikoa
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on el batolito (macizo granítico) consolidado y el resto de los macizos paleozoicos emergidos se inicia una importante fase erosiva de las áreas continentales. A excepción de dichas áreas emergidas, el resto de lo que hoy conocemos como Valle de Oiartzun, así como la mayor parte del País Vasco seguían sumergidos bajo las aguas marinas. Algunos testimonios de la antigua línea costera del período Triásico (hace unos 225 millones de años...) son visibles en distintos puntos de Oiartzun (Pagolarre, Leungo Harkaitzak, Urkullu,...), Irún (San Marcial), Bera de Bidasoa, Larrun, Mendaur, Baztan, Urdaburu, Adarra, Leitzaran, etc. A finales del período Triásico, hace unos 190 millones de años, se producen fenómenos volcánicos que van a dar lugar a la formación de las ofitas que afloran en algunos puntos como Karrika, donde se ha venido explotando una cantera de esta dura roca volcánica.
En el periodo jurásico, hace unos 180 millones de años, la mayor parte del actual valle de Oiartzun se encontraba sumergido bajo el mar
El mar jurásico En el periodo jurásico, hace unos 180 millones de años, la mayor parte del actual valle de Oiartzun se encontraba sumergido bajo el mar. Algunas de las rocas jurásicas son extremadamente ricas en fósiles de diferentes moluscos e invertebrados marinos. De entre ellos los más destacables son los ammonites y los belemnites, antepasados de los actuales cefalópodos (calamares, pulpos o nautilus). Restos de sus conchas aparecen con frecuencia en las rocas jurásicas. Las calizas y margas del Jurásico son de colores oscuros y grisazulados, aflorando en diferentes puntos del valle (variantes de Elizalde, Iturriotz y túneles del Bidegorri). Costas cretácicas Al comenzar el periodo Cretácico la mayor parte del actual valle de Oiartzun así como la mayor parte del País Vasco continúan sumergidos bajo las aguas marinas. Hace unos 130 millones de años la cuenca Vasco-Cantábrica pierde profundidad y un mar cálido de limpias y agitadas aguas ocupa la mayor parte de la geografía vasca.
Bosque de Peñas de Aya. Fotog
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En el Cretácico inferior (hace unos 120 millones de años) el climaes de tipo tropical y, por ello, se forman enormes arrecifes de coral a lo largo de todo el País Vasco. En la parte oriental de Guipúzcoa los primeros arrecifes de esta extensa barrera coralina aparecen en Oiartzun (Karrika), Errenteria (Txoritokieta y San Marcos), Donostia (altos de Loiola) y Hernani (Santa Bárbara). Las áreas ccontinentales (macizos paleozoicos de Peñas de Aya, Bortziri, Baztan, Aldudes-Kinto Real) continúan erosionándose y aportando sedimentos a las zonas costeras. En diferentes lugares de Oiartzun, como Urkabe, Arkale, Arraskularre o Egiar, podemos ver llamativos estratos de conglomerados y areniscas blancas, sedimentados a lo largo de la línea costea de hace 110 millones de años. El Flysch cretácico En el Cretácico superior (hace 199 millones de años) se produce el hundimiento de la cuenca sedimentaria que afecta a las zonas media y baja del actual valle de Oiartzun.
La progresiva erosión de la zona emergida de Peñas de Aya favorece la enorme acumulación de sedimentos finos en lo que se denomina facies Flysch. Esta serie características del Cretácico superior de Guipúzcoa y Vizcaya es visible en diferentes puntos de Oiartzun así como en la variante de Errenteria, Txirrita-Maleo, Lezo, etc. Esta serie del Flysch se presenta como una alternancia de calizas, margas y areniscas, bien estratificadas en capas de escaso grosor y tonos grises, blancos o rosáceos. La formación de esta potente serie sedimentaria se originó a gran profundidad, bajo el talud de la plataforma continental. En sus estratos son frecuentes las “pistas fósiles” de organismos que dejaron plasmado las marcas de su paso por los antiguos fondos marinos. También aparecen algunos equinodermos (erizos de mar), moluscos y los últimos ammonites que vivieron en nuestro mar, antes de extinguirse, hace 65 millones de años. El límite K-T que marca el contacto entre las Eras Secundaria y Terciaria, se encuentra presente en la zona Altamira (Lezo). ◊
grafía de Naiara Alonso Duque.
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Oarsoaldea emerge de las aguas Luberri - Oiartzungo Ikasgune Geologikoa
Los estratos de la Era Terciaria están bien representados en Oarsoaldea. Son de tipo Flysch y se formaron en las mismas condiciones que las del Cretácico. Aparecen en la zona de Lezo, Pasajes y en las laderas de Jaizkibel y Ulía. Como en las anteriores, son frecuentes en ellas las pistas fósiles. La serie del Flysch terciario culmina con la formación de Jaizkibel, caracterizada por una potente sucesión de areniscas amarillas, algunos de cuyos estratos llegan a alcanzar varios metros de espesor y forman una barrera natural frente a los embates del Cantábrico. Podemos contemplarlos en Jaizkibel, Pasai Donibane, San Pedro, Ulía, etc. Esta serie fue depositada en una región submarina situada a gran profundidad, durante el periodo Eoceno (entre 55 y 42 millones de años). Son las últimas rocas marinas sedimentarias antes de la emersión definitiva del País Vasco, hace unos 40 millones de años, a causa de la Orogenia Alpina. A finales del periodo Eoceno, hace unos 40 millones de años se producen unos intensos movimiento de la corteza terrestre como consecuencia del choque entre las placas tectónicas Ibérica y Euroasiática, una vez finalizada la etapa de deriva y apertura del golfo de Vizcaya. Estos movimientos constituyen le denominada Orogenia Alpina que, en su fase pirenaica, pliega los fondos marinos y hace emerger de las aguas el conjunto de los montes vascos y la cadena de los Pirineos. De esta forma, el valle de Oiartzun y la comarca de Oarsoaldea quedaron definitivamente fuera de las aguas del mar hace más de 35 millones de años, iniciándose un largo proceso erosivo que ha llevado a modelar el paisaje que actualmente conocemos. ◊
A su izquierda: Bahía de Txingudi tomada desde Erlaitz, Peñas de Aya. Fotografía de Naiara Alonso Duque.
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Prehistoria de Peñas de Aya Luberri - Oiartzungo Ikasgune Geologikoa
A lo largo de los últimos millones de años el nivel del mar ha venido sufriendo diferentes fluctuaciones hasta alcanzar el nivel que actualmentes conocemos. Durante la última glaciación (Würm, entre 70.000 y 20.000 años) parte del agua de los oceános se encontraba congelada, formando extensos casquetes polares. El mar Cantábrico presentaba un nivel por debajo del actual, con la línea costera situada a varios kilómetros de distancia de la costa que conocemos hoy en día. El río Oiartzun discurría por la parte baja del valle, donde hoy en día se encuentran Errenteria, Lezo y Pasajes, sin estar inundada todavía su bahía, atravesando las laderas de Jaizkibel y Ulía y siguiendo su curso, hasta desemborcar a unos 13 kilómetros de las costa actual. Durante el último millón de años, las montañas y riveras de Oarsoaldea fueron habitadas por animales tan variados como los mamuts, rinocerontes lanudos, bisontes, renos, osos o hienas, como lo atestiguan algunos restos descubiertos en las terrazas ciaternarias del río Oiartzun. Las rocas calizas de nuestras montañas, permitieron la formación de galerías y cavidades que sirvieron de refugio a muchos de estos animales. Y también como lugar de habitación y culto a nuestros más remotos antepasados. Algunas de estas cavernas, como las de Aizpitarte en Errenteria o Torresko koba en Oiartzun tienen una gran importancia para el conocimiento de la prehistoria vasca. En Torresko koba, se descubrieron restos de diferentes animales, instrumentos líticos y el importante hueso de Torre. Un fragmento de hueso de albatros, con numerosas figuras talladas por manos humanas hace 12.000 años (Magdaleniense). ◊
Bahía de Txingudi. Peñas de Aya. Fotografía de Naiara Alonso Duque.
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La minería en Peñas de Aya Luberri - Oiartzungo Ikasgune Geologikoa
Minería romana Las minas de Arditurri eran ya conocidas y explotadas desde el siglo I. a. C. Así lo atestiguan las decenas de kilómetros de galerías realizadas por los romanos y sus esclavos, extrayendo mineral de hierro, plomo y plata. En 1804, el ingeniero de minas Juan Guillermo Thalacker contaba la existencia de 46 galerías y 82 pozos en la superficie exterior, además de innumerables excavaciones en el interior. Los pozos romanos eran siempre inclinados y de sección elíptica, con paredes cuidadosamente labradas y con espacios preparados para colocar lucernas de iluminación. Algunos descubrimientos monetarios, restos de lucernas (lámparas de aceite) con las que se iluminaban en el interior de las galerías, restos de cerámica, picos y herramientas así como molinos para triturar alimentos y mineral, completan los vestigios encontrados
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El 30 de noviembre de 1984, quedaron definitivamente abandonadas las labores mineras que habían venido sucediéndose con diferentes ritmos de intensidad a lo largo de más de dos mil años Minería medieval A lo largo del río Oiartzun y sus afluentes se fueron creando una serie de ferrerías que con la ayuda del agua y el carbón obtenido de los montes de la zona, se encargarían de transformar en hierro el mineral extraído de las minas del valle. Estas ferrerías pertenecieron a las principales familias y por ello propietarios y ferrones prevalecieron en puestos importantes del concejo hasta el primer cuarto del siglo XVI. Las ferrerías del valle de Oiartzun aparecen reflejadas en algunos documentos históricos como el Fuero de Ferrerías,
Puente viejo de Peñas de Aya. Fotografía de Naiara Alonso Duque.
otorgado por el rey Alfonso XI, en el año 1328, a los ferrones de Irún-Uranzu y Oyarzun y que puede ser considerado como el primer código minero de la provincia de Gipuzkoa. Minería moderna A lo largo de los siglos XVIII, XIX y XX, diferentes concesiones a particulares, entidades y compañías de la más diversa procedencia, han venido explotando, con mayor o menor acierto los yacimientos minerales de Arditurri y las inmediaciones del macizo de Peñas de Aya. El pasado siglo XX supuso el momento más activo de las labores extractivas de los cotos mineros. Chavarri Hermanos,
Compañía de Minas de Arditurri, Compañía Minera de Oyarzun, Real Compañia Asturiana de Minas y finalmente Asturiana de Zinc, fueron algunas de las compañías que extrajeron mineral de plomo, hierro, zinc y plata de las 32 concesiones que llegaron a ser explotadas en el coto de Arditurri. El 30 de noviembre de 1984, quedaron definitivamente abandonadas las labores mineras que habían venido sucediéndose con diferentes ritmos de intensidad a lo largo de más de dos mil años. ◊
Hornos de Ibarla, en Peñas de Aya. Fotografía de Naiara Alonso Duque.
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Entrevista a René Méndez Roberto Ramírez
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ené Méndez es un alpinista, que para iniciarse en la escalada, primero tuvo que superar su principal temor: el miedo a las alturas. Con un profundo espíritu nos contesta a esta entrevista. René tiene el perfil adecuado de un buen montañista y sería dificíl concluir si esto lo trae de nacimiento o se lo ha dado su convivencia con las montañas. Al contestar nuestras preguntas nos transporta al mundo de las alturas con su helada belleza y a la vez nos advierte de lo peligroso que puede ser encumbrarse sin tener antes la experiencia necesaria. Más allá de ostentar las cimas a las que ha ascendido, René Méndez trasnmite una filosofía de vida a partir de sus experiencias alpinas que buenas o malas las ha capitalizado siempre para su crecimiento personal.
¿Qué es para ti el montañismo? Es el arte de avanzar apesar de la adversidad, de la gravedad, del viento, del frio. Es el arte de buscar dentro de ti la fuerza necesaria para dar un paso más cuando crees que ya lo has dado todo. Es el arte de controlar tus temores internos y dominarte a ti mismo. Es soñar y luchar por hacer tus sueños realidad aunque estos se encuentren en el límite de lo imposible. Es esforzarte por alcanzar la cima de la montaña más importante: la montaña de la vida. ¿Cómo describes la cima de una montaña? La cima de la montaña ha sido para muchas culturas el lugar donde habitan los dioses, un místico lugar donde el espíritu humano se acerca al cosmos que lo formo. Para los occidentales es el símbolo del reto máximo. Para mí es el lugar donde no hay nada más por andar, donde te das cuenta de que todo el sacrificio y esfuerzo valió la pena, donde entiendes que lo que parecía imposible se hizo posible, donde la adrenalina llega a su máximo nivel y explota en un profundo éxtasis de emoción. Es solo ahí donde tu mirada puede volar libre, sin restricciones para perderse en el horizonte donde el cielo y la tierra se unen. En ese pequeño espacio puedes llegar a sentir emociones tan intensas y diferentes en pocos minutos que van desde una profunda emoción que recorre tus venas y acelera tu corazón hasta la paz y humildad ante la grandeza de la naturaleza.
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¿Qué es para ti la montaña? Los seres humanos somos los únicos seres vivos capaces de escalar montañas y no por que seamos los más fuertes, o resistentes a las condiciones naturales, sino por que contamos con una conciencia, un espíritu libre y una fuerza de voluntad. Escalamos por que la montaña nos llama, nos invita, nos reta. Comencé en el alpinismo por aceptar el reto de vencer mi profundo temor a la altura y combatir la inseguridad. Soñaba con conquistar montañas, pero con el tiempo me di cuenta que ellas me conquistaron a mí. Cuando comencé a escalar pensaba que viajaba a los lugares más recónditos del planeta sin darme cuenta que había comenzado un viaje dentro de mí mismo. Un viaje de autodescubrimiento y autorealización. Por ello la montaña se convirtió para mí en un lugar espiritual, un templo natural cuya cúpula es el cielo y las paredes el infinito, un lugar donde uno comulga con la grandeza del cosmos. ¿Qué o quién te inicio en el alpinismo? Lo qué me inicio en el alpinismo fue el deseo de vencer mi profundo temor a la altura, en mi primer curso de escalada en roca impartido por Sport City mi instructor Andrés Shiffer me tuvo que bajar temblando cuando solo habíamos ascendido ¡ocho metros!. Me aterraba la idea de caer, me preocupaba lo difícil que se veía el camino cuesta arriba, en como iba a bajar después, en el vacío que dejaba detrás, en lo que pasaría si me caía. Pero Andrés me tuvo paciencia y al otro día me
Himalaya. Foto de Tiscar.
dio un consejo que aún recuerdo “concéntrate solo en dos metros a la redonda, resuélvelos y luego sigue con los otros dos”. Reflexione mucho sobre eso y sobre su trascendencia en la vida cotidiana. Me pregunte cuantas veces en la vida no me preocupo demasiado por el futuro un futuro que muchas veces no llega y cuantas otras vivo atormentado por el pasado en lugar de disfrutar el presente. Persevere, y por fin llego el día en que “de dos en dos” hice mi primera cima en “El Chico Hidalgo”, “El Fistol”. En alta montaña inicie con uno de los más grandes alpinistas de nuestro país: Andrés Delgado. Bajo su guía alcance la cima del Pico de Orizaba y ahí tuve la oportunidad de aprender un poco de su gran experiencia.
explota su talento y conocimientos? Bueno yo no vivo del alpinismo sino que encuentro en él una razón más para vivir, trabajo en Banco Bilbao Vizcaya, así es que yo me gano la vida en un escritorio, pero la vivo y disfruto en lo alto de la montaña. Para mis expediciones he conseguido patrocinio por parte de mi Club Sport City a cambio de fotos de cima con la marca de la empresa interesada. También me han pedido dar platicas de motivación, toma de decisiones y trabajo en equipo ya que en la montaña estos temas se desarrollan mucho. Hay otros alpinistas que ofrecen sus servicios como guias de montaña o tienen sus empresas de actividades extremas lo cual esta muy de moda.
¿Cuáles, y a qué montañas han sido tus mayores ascensos? He tenido la oportunidad de escalar prácticamente todas las altas montañas de nuestro país y en el ámbito internacional mi mayor ascenso fue el Island Peak o Imja Tse en la cordillera de los Himalayas, lo bonito de este ascenso es que, por las difíciles condiciones de la montaña en este año, tuvimos que abrir una nueva ruta que requirió escalar una pared de hielo muy complicada. Pero al hacerlo nos convertimos en la primera expedición del milenio en hacer cima en esta montaña.
¿Cómo puede predecir un buen alpinista los repentinos cambios en las condiciones climatológicas? La forma más “segura” de predicción es a través de fotografía de satélite, afortunadamente hoy día gracias a los medios electrónicos como Internet y a los dispositivos móviles (LapTop´s, Palm, PDA´s) que llevan a la red a cualquier lugar del mundo, se pueden conocer las condiciones de la atmósfera de una forma un poco más precisa. Digo un poco por que a alturas extremas (más de 20,000 pies) el viento viaja a gran velocidad y puede traer consigo sorpresas muy desagradables. Otra ayuda importante es el barómetro que indica los cambios atmosféricos de presión, que ayudan a predecir tormentas. Si el alpinista carece de estos medios, debe de estar atento a la velocidad del viento y a las nubes en el horizonte pues son ellos los que pueden traer una tormenta en cualquier momento. Al final no hay un método seguro de predicción por lo que la montaña siempre tiene la última palabra.
¿En qué momento se debe desistir de hacer cumbre en montañas peligrosas? Primeramente en el momento en que tu capacidad física y mental te lo indique ya que no puedes darte el lujo, como en el atletismo, de llegar dando todo a la meta (la cima) pues cuando llegas aún necesitas energía para bajar, por eso debes de monitorear tu condición física y no dejarte llevar por la “fiebre de cima” que te invita a seguir a pesar de haberlo dado todo. Es por ello que la mayoría de los accidentes suceden al bajar. Hay que aprender a conocer cuando tu cuerpo esta cansado pero puede continuar y cuando esta aproximándose a su límite, para retirarse a tiempo. Otro factor importante es el tiempo, en la mayoría de las montañas de altitud extrema (más de 20,000 pies o 6,000 mts.) hay un tiempo recomendable de retorno (alrededor de las 2:00 p.m.), ya que conforme transcurre la tarde las condiciones empeoran muchisimo en lo alto de la montaña. También cuando las condiciones climatológicas no sean las optimas, es decir que haya peligro de tormenta o ventisca. Un buen indicador es el viento ya que en caso de soplar muy fuerte puede traer nubes y corrientes frías en cualquier momento. ¿Cómo se gana la vida un alpinista profesional? ¿Cómo
Para ti, ¿quién es el mejor alpinista que ha existido en México? Sin lugar a dudas por “records y marcas”, si es que podemos hablar de esto en una actividad tan profunda y espiritual como el alpinismo, el mejor es Carlos Carsolio, pues ha escalado todo lo escalable en este mundo y su nombre aparece en los registros junto con los más grandes alpinistas de la Historia. Sin embargo hay otros que no han tenido la suerte de tener tanta promoción y difusión pero que son igual de grandes: Andrés Delgado y Héctor Ponce, dos grandes montañistas cuyo espíritu indomable, trabajo en equipo y capacidad física y técnica los ha llevado a intentar retos increíbles como el de esta temporada en el K2. Ellos trataron de llegar a la cima de la montaña más peligrosa del mundo por la cara más difícil y al más puro estilo alpino (sin ayuda de sherpas y sin oxigeno). Ahí ante la adversidad del inclemente clima pudieron sobrevivir al cobijo de esta montaña asesina ¡durante casi dos meses!. Estos tres sin duda son los más grandes.
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¿Cuál es el mayor peligro que un alpinista debe enfrentar? En la montaña hay muchos peligros, la gravedad tiene muchas formas de matarte: con avalanchas, caídas o piedras que caen. Las condiciones del clima como el viento, las ventiscas, nevadas y por supuesto el frió que traen consigo un peligro continúo. Pero creo que el factor más peligroso es uno mismo. Si pierdes la concentración hay muchas formas de cometer errores: el temor, la angustia, el fervor, la desesperación y la emoción, son sentimientos que te pueden matar. Por otro lado un mal aseguramiento, un mal anclaje, la confianza excesiva, una mala planeación en la ruta, o una mala decisión pueden terminar contigo. En la montaña hay suficientes peligros como para agregar más por nosotros mismos, el alpinista debe de tener un dominio total de si mismo y un máximo de concentración para esperar a tener la suerte de que la montaña decida a su favor. Algunos alpinistas han quedado sepultados para siempre en la cordillera de los Himalayas, ¿Cómo manejas este riesgo que todo alpinista corre durante los ascensos? El miedo está presente en mi todo el tiempo, es una herencia de nuestro pasado evolutivo que da testimonio de nuestro profundo amor por la vida. En cada ascenso la batalla contra mí mismo por controlar el miedo es constante y trato de dejar solo aquel miedo que te invita a ser prudente. En mi último ascenso por la pared sureste del Island Peak, tuve miedo de caer, de no volver, de perderme como una simple gota en las profundidades de ese inmenso océano de agua congelada… Por una parte pensé en el posible dolor de mis seres queridos pero también entiendo que todos los hombres hemos de morir y que de escoger me gustaría morir así cansado, desecho, maltrecho, luchando por un sueño para que cuando la muerte llegue no tenga que llevarse más que los restos de una vida vivida con intensidad. Además el morir sepultado en un glaciar es lo más parecido a la eternidad. ¿Cuál es tu máxima aspiración como alpinista? Alcanzar la cima más alta posible, la de la autorrealización. Escalo por una búsqueda interna por seguir conociéndome más a mí mismo, por saber de lo que soy capaz ante el reto y la adversidad de la montaña, para sobreponerme a mis debilidades y potenciar mis talentos. Al hacerlo espero expandir mis límites para crecer cada día en forma continua, esa es mi meta más anhelada. No sé si ello lo he de alcanzar en el Everest, en el Cho Oyu, en el K2 o tal vez en el Ajúsco, pero me esforzare por hacerlo con cada montaña que escale. Cada montaña por pequeña que sea tiene siempre una enseñanza que darnos, una forma de sorprendernos y cambiar nuestro entendimiento de la vida. La vida misma es para mí nuestra gran montaña y es deber de cada ser humano el esforzarse al máximo en su conquista, si al final de nuestras vidas llegamos a la conclusión de que dimos lo mejor de nosotros mismos en este intento sin importar en que parte de esta “montaña” nos encontremos nos sentiremos muy satisfechos y ese será nuestro mayor éxito. ◊
A su derecha: Himalaya. Foto de Tiscar.
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