Exposici贸n fotogr谩fica:
Cuidadoras fotograf铆as de: Associaci贸 Formes i Emma Espejo
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Cuidadoras A menudo nos hemos sorprendido al ver cómo personas que no tienen mucho, lo dan todo. Como personas con situaciones difíciles se entregan sin reservas, y se ofrecen dando lo mejor de sí mismas. En tiempos difíciles las prioridades varían, pero el contacto humano sigue siendo una necesidad inherente en todas las personas: nadie desea la soledad, al menos durante un largo período. Sin embargo, la tercera edad de este país no recibe de la Administración un trato coherente con el esfuerzo y dedicación demostrado durante toda una vida. Nuestros padres y abuelos requieren de cuidados, necesitan del calor humano que a menudo, y por desgracia, sus propios hijos no pueden proporcionarles por culpa de una estructura social mal concebida. La sociedad envejece y si fuera por la Administración pública, lo harían en soledad. Sobre esta base de cultivo surgen las empresas privadas, que ofrecen una ayuda que de otra forma sería inviable para muchas famílias. La vida de estas personas no es sencilla: reciben una remuneración por regla general baja, trabajan muchas horas al día y a menudo no tienen vacaciones. Suelen encontrar barreras interculturales, idiomáticas, laborales y legales. Pero eso no las frena. Ellas, con su frescura y vitalidad hacen lo que la sociedad, con su burocrácia y torpeza no es capaz: ofrecen compañia, comprensión y amor. Ellas están allí. fotografías: Associació Formes / Emma Espejo
“Curs cuidadores de persones amb dependència” realitzat al Poble Sec per l’Associació Formes. El curso constaba de clases prácticas y teóricas, sobretodo centradas en el cuidado de personas de la tercera edad que tengan algún tipo de dependencia.
Las usuarias prestan atención y toman notas sobre las explicaciones teóricas de la técnica
LOURDES:
“Primero cuidé a mis cinco hermanos pequeños. Luego, con 16 años, me fui a Málaga a trabajar en una casa de interna. Estuve un año cuidando cinco niños. Después me fui a Madrid, también de interna, y estuve seis meses cuidando a cuatro niños. Volví a Barcelona y trabajé de carnicera, de peluquera i en una fábrica. Cuando tenía 19 años me fui a Alicante a cuidar de una señora mayor durante dos años, también de interna. Después en Lleida, cuidando a otra señora mayor durante siete años. Cuando volví otra vez a Barcelona estuve cuidando a una señora y a dos señores, pero ya no estaba interna. Los cuidé a hasta que murieron. Un señor murió delante de mío. La última señora que cuidé duró dos años y medio. Entre tanto me casé y tuve una niña (cuando estaba en Alicante). Al principio me la llevé y la cuidaba yo, pero después se la dejé a mis padres. No podía cuidar a la señora y a la niña a al vez. Ah! también cuidé de mis padres cuando ya estaban muy mayores. Yo no había estudiado nada sobre el cuidado de personas mayores. Decidí trabajar en esto porque me gusta cuidar, a mayores y a niños. Me gustaría seguir trabajando de esto, pero mejor en una residencia, porque te dan vacaciones… El trabajo de interna es muy duro, no tienes vacaciones, ni días de fiesta, ni descansos… Además tienes que hacer las tareas de la casa, cocinar, comprar… Cuidar significa estar con la persona, tratarla, hasta hacer amistad con ella. Después a veces la relación continúa con la familia. ¿Por qué cuidan las mujeres? Porque a los hombres no les gusta cuidar, les da vergüenza, no sé… Creo que el trabajo estaría peor hecho, aunque hagan lo mismo que una mujer. Si lo hacen es porque no tienen otra cosa, en la familia también.”
ROSA:
“Soy de Ecuador. Llegué a España en el 2001. El primer trabajo que hice fue cuidando a una señora mayor de interna. Que feo es cuando llegas de otro país y la necesidad te hace hacerlo. No tenía papeles y demás traía deudas de mi país. Tenía que cuidar a la señora, hacer las tareas de casa, acompañarla al hospital en ambulancia… Se ponía tan mala que me hacía asustar… Se hacía las necesidades encima… Me costó mucho. No tenía ninguna experiencia y además las costumbres son diferentes (yo no sabía cocinar la comida de aquí). Pero no me costó mucho adaptarme porque vas aprendiendo. Yo estaba acostumbrada a otro trabajo, en Ecuador servía en una casa, pero solo hacía la limpieza. Además en nuestro país los abuelos los cuida la familia. Nunca pensé en estudiar sobre eso, yo decía ¿para qué? El curso del Casal lo hice porque quería aprender, porque en casa haces lo que tú sabes, porque yo tengo un hijo y he cuidado de él, pero aprendes a cuidar mayores por medio del trabajo. Además ahora van a venir mis padres, que ya son mayores, y me tocará cuidarlos también. He trabajado cuidando niños y en empresas de limpieza. Me gustaría seguir cuidando porque no se puede estar sin trabajar y ahora se encuentra trabajo de esto. Pero se viven situaciones muy duras, sobretodo si no tienes papeles. A mi me pagaban 500€ al mes por estar de interna. Ahora me pagan 400€ por tres horas al día, gano poco, pero por suerte vivo con mis hermanos que me ayudan. Mis tres hermanas también trabajan como cuidadoras, pero mi hermano no. De interna no me gustaría trabajar más. Es muy esclavo. Cuando trabajaba de interna hasta me enfermé de los nervios. Además si te quedas sin trabajo no tienes paro ni nada. Los sábados, por la noche… si te toca trabajar nadie te lo paga. Mejor trabajar por una empresa.
Clase práctica. Ejercicios para mover a personas con movilidad reducida. Explicando el especial cuidado que hay que tener con los movimientos cervicales.
Aquí tenemos que trabajar con los derechos de aquí, venimos para mejorar. Somos extranjeras y se aprovechan de nosotras, pero a los españoles también les pasa.”
Clase práctica. Ejercicios para mover a personas con movilidad reducida. Como levantar a una persona de una silla con el mínimo esfuerzo por ambas partes.
KARIMA
FATIMA
Empecé a trabajar en un restaurante, sólo por la tarde. Estuve un año y en las vacaciones fui a trabajar a otro restaurante en Cubelles. La señora del restaurante me ofreció trabajar por las mañanas en 3 casas y por la tarde en el restaurante de Barcelona. En las casas sólo hacía limpieza, pero eran muy grandes y a veces los niños no me dejaban trabajar.
Después un chico español me dijo que se quería casar conmigo. Y nos casamos. Así que tengo la nacionalidad. Pero este chico volvió con su novia anterior, con la que tenía 2 hijos, y lo dejé. Pasé siete meses sin trabajo, me ayudaba un amigo.
“Llegué a España en el 2005. Salí de Marruecos el 14 de diciembre y cada año hago algo especial para recordar esta fecha. Primero fui a Murcia y luego fui a vivir con mi hermano, pero su mujer estaba embarazada y no me quería, me trataba mal, y me tuve que ir. Estaba triste porque no conocía a nadie. Me apunté al colegio para aprender a hablar, además no tenía papeles.
Aguanté trabajando mucho porque me decían que que me iban a arreglar los papeles. Al final me hicieron contrato, pero el jefe no pagaba la seguridad social que debía. Me pagaban 800€ y yo tenía que pagar la seguridad social. Sólo me dieron 18 días de vacaciones (mis compañeras hicieron más) y me fui a Marruecos. Llevaba tres años y medio sin ir. Una abogada me explicó mis derechos y le pedí al jefe las nóminas y el recibo del banco de los pagos de la seguridad social. Aguanté cuatro meses más, porque para mi era como mi padre, pero el día de Noche Vieja de 2009 me quería echar y no me quería pagar, decía que era una “baja voluntaria”. Al final denuncié y cobré 5.000€. Ahora trabajo sin seguridad social y no he podido renovar los papeles y sin contrato. Cuido a una persona mayor por las noches, casi 15h, de 6 de la tarde a 9 de la mañana. Cobro 800€. Quiero estudiar, leer, escribir, para que no me pase más, porque vine aquí a mejorar. Me gustaría trabajar de limpieza más que cuidando a una persona mayor. Hice el curso para mejorar mi currículum, también porque si no tengo nada más, tengo que hacer de cuidadora. Antes cuidaba con nervios, ahora después de hacer el curso, estoy más relajada, he cambiado el sistema. Yo cuido a esta mujer como a mi yaya, con el corazón, no sólo es trabajo, para que no esté sola, que vea que la chica que la cuida también le da alegría.”
“Vine España en el 2008, vine de turista a Granada. En Marruecos tenía una tienda de ropa. Un chico de mi pueblo me dijo que e España todo era mejor, que me quedara. Trabajé en un almacén de frutas dos meses. Pero se me pasaron los 3 meses de visado y ya no pude volver a Marruecos, porque no me dejarían volver a España. Lo perdí todo, aunque mi hermana podrá llevar la tienda.
Encontré a una señora que me dio trabajo para 3 meses en Barcelona, pero tenía que hacer una prueba de una semana. Me hicieron limpiar una casa que estaba muy sucia, abandonada, y cuidar de una persona mayor a ala vez. Estuve marzo, abril y mayo cuidando de un señor mayor. Luego el sobrino de este señor me dijo que fuera Granada a cuidar también de sus padres (la madre tiene Alzheimer), de interna, cobrando 900€. Pasaron dos meses y como el señor prefiere tener una chica cuidando de tres personas se los trajo a los 3 a Barcelona y desde octubre del año pasado cuido de ellos. Llevo 8 meses cuidando de 3 personas mayores, vivo con ellos en su casa. Tengo un día y medio de fiesta a la semana y algunos días de vacaciones, pero no tengo ningún día festivo. También tengo libres 2 horas al día para ir a las clases de castellano. No paro en todo el día, pero prefiero hacer las cosas rápido para tener tiempo para mi. El fin de semana también duermo allí y, aunque son mis días libres, me despiertan por la mañana y también tengo que ayudarles. Son buenas personas, pero cobro poco y no tengo días de fiesta. También tengo que limpiar, comprar, planchar… Me gusta cuidar a la gente, pero solo de día, sin vivir en la casa. Quiero trabajar, pero con mis derechos. ahora guanto porque no hay nada más y tengo que traer a mi hija de Marruecos, tendré que cuidarla y si esto interna no podré.”
Clase prĂĄctica. Ejercicios para mover a personas con movilidad reducida. CĂłmo mover a una persona encamada con el mĂnimo esfuerzo por ambas partes.
Clase prĂĄctica. Ejercicios para mover a personas con movilidad reducida. CĂłmo mover a una persona encamada con el mĂnimo esfuerzo por ambas partes.
Foto de grup. Primeres usuàries d’un curs fet per l’Associació Formes.