00
00
Coaching somático El cuerpo en movimiento, como eje de transformación Puedes estar en tu oficina, en una plaza o en tu casa, pero ciertamente estás comenzando a leer este artículo. Ahora bien: ¿eres consciente de la manera en que estás sentado? ¿tienes las piernas cruzadas? ¿tu peso corporal está balanceado? ¿dónde tienes los hombros? ¿cuál es la posición de tu cabeza? ¿cuál es el ritmo de tu respiración? ¿cómo se expresa tu lenguaje no verbal? Todos estos interrogantes te han llevado a reparar en acciones que habitualmente haces, pero que no analizas cómo las haces. Nuestra vida se expresa a través del movimiento y a través del movimiento, convertimos cada intención en acción. Te sorprenderá entonces saber, que aprendiendo a gestionar esos movimientos eficazmente, lograrás grandes beneficios para tu calidad de vida personal y profesional.
Al efecto, el coaching somático es un proceso de aprendizaje y desarrollo que permite identificar y modificar esos patrones habituales disfuncionales, para dar paso a nuevos recursos y habilidades. Desarrollando la conciencia somática, accedemos a nuestra interioridad y operamos transformaciones profundas en la estructura de nuestro ser, influyendo en la expresión y eficiencia de nuestros pensamientos, emociones, sensaciones y acciones.
Vivimos en una situación de constante aceleración y respondemos a tal inmediatez con reiteradas acciones y posturas que provocan alteraciones en el sistema nervioso. Ello provoca un conflicto en nuestro organismo que a la vez se traduce por cansancio, dolores, estrés, desinterés y falta de concentración. Sin embargo, existe la posibilidad de revertir este proceso, con un enfoque somático del cuidado del cuerpo y de – la relación cuerpo-mente -. Las posturas y las emociones negativas que surgen de tal situación, pueden convertirse en placer, vitalidad, motivación, creatividad, comunicación e implicación.
Se trata de enriquecer el gesto y rehabilitar el equilibrio de la persona a través de su propia corporeidad, para que pueda generar cambios sustanciales, no sólo en el aspecto físico sino también en el mental, emocional y sensitivo. Con la integración de estos diferentes sistemas, es posible generar nuevos recursos tales como la vitalidad, el bienestar, la salud y por añadidura la creatividad, la comunicación y el compromiso.
El coaching somático facilita la toma de conciencia de inhibiciones o limitaciones somáticas existentes en cada uno, para desaprenderlas.
Cada individuo conectado a su propia experiencia somática puede rehabilitar emociones placenteras y desarrollar su potencial de acción y de expresión. Por ello, enfocando su realidad somática, el individuo aprende a reconocer sus sensaciones y emociones y liberar recursos físicos, para poco a poco recuperar su estado
vital, su concentración y aprender a centrarse en los aspectos somáticos que tiene que mejorar para desarrollar más talento, más eficiencia y más potencial.
Conciencia por el movimiento Una de los objetivos que plantea en coaching somático, es aprender a percibirnos en movimiento para recuperar la capacidad de re-educarse. En este sentido, el Método Feldenkrais®, que participa en este proceso, nos ofrece la oportunidad de hacer aquello que ya sabemos de diferentes maneras o hacer cosas nuevas, con menor esfuerzo y mayor calidad, de aprender a aprender y de reorganizar nuestros patrones de acción. Para ser representativos, podríamos comparar el proceso de aprendizaje como similar al que en las primeras etapas de la vida nos llevó a descubrir cómo caminar y hablar. Utiliza al movimiento como instrumento esencial de aprendizaje y a nuestro cuerpo como educador. El individuo aprende a aprender, aprende a innovar, aprende a reconocer su manera única de expresarse, matizar y diversificar sus acciones. Susana Ramón es bailarina, pedagoga corporal, educadora somática, coach titulada y profesora del Método Feldenkrais® de Educación Somática. Respaldada por sus conocimientos, ha creado una formación para mejorar la postura y los gestos de las personas en su ambiente profesional. Esta formación permite a los colaboradores de la empresa desarrollar su potencial y mejorar el funcionamiento gracias a un mejor equilibrio somático. Su trabajo permite tomar conciencia y mejorar y gestionar las posturas para la prevención de los trastornos músculo esqueléticos (TME), la adaptación al estrés y la mejora de la comunicación y de las habilidades relacionales.
Susana asegura que el coaching somático ayuda especialmente a los directivos, equipos y organizaciones a cumplir con sus objetivos y compromisos con mayor eficiencia, a diferenciar sus comportamientos, a relacionarse más hábilmente y a optimizar sus acciones. Gracias al desarrollo de las capacidades perceptivas del lenguaje no verbal, aprenden nuevas estrategias y formas de acción. Algunos de los beneficios para los directivos, equipos y organizaciones son: • • • • • • •
Conocerse mejor. Gestionar el estrés, recuperarse e incrementar la vitalidad. Reanudar con sus emociones y sensaciones. Desarrollar recursos, competencias y el potencial (mental, emocional, físico). Enriquecer la imagen personal. Desarrollar las habilidades relacionales (con la aportación del lenguaje no verbal). Transformar la intención en acción.
Advierte además, que a diferencia de una terapia o de un sistema de ejercicios, el coaching somático aporta soluciones a la empresa actual en lo que se refiere al desarrollo y salud del mundo laboral: la eficiencia del gesto, la creatividad, la autonomía y la responsabilidad. Trabajar de forma más placentera y eficaz solo será posible con la emergencia de emociones placenteras.
Tel. 670 34 36 27 www.susanaramon.com susanaramon@susanaramon.com
“La vida es movimiento. La vida es un proceso. Incrementa la calidad de ese proceso e incrementarás la calidad de la vida misma”. Moisés Feldenkrais
CH