Desde el primer día caminamos con determinación, reafirmando en cada paso la urgencia de nuestras acciones.
Sin quejarnos, sin perder el tiempo mirando al pasado, sin excusas, ni culpables; miramos al futuro con la certeza que solo se encuentra en la
sonrisa de nuestros hijos.
Es por ellos, quienes son el futuro de Riobamba, que nuestros esfuerzos no encontraron descanso y que nuestra palabra de trabajar hasta el último día de nuestro mandato, la asumimos con la valentía y la nobleza, de los hombres y mujeres que, a través de la historia, planificaron el destino de
Riobamba.
3.288 días de fe inquebrantable, de determinación absoluta, de perseverancia infinita y de humildad genuina de riobambeños que, sin pausas y sin miedos, construimos un legado para Riobamba.