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¿QUÉ ES LA HUELLA HIDRICA?
La huella hídrica es un indicador que define el volumen total de agua dulce usado para producir los bienes y servicios fabricados por una empresa, o consumidos por un individuo o comunidad. Mide en el volumen de agua consumida, evaporada o contaminada a lo largo de la cadena de suministro, ya sea por unidad de tiempo para individuos y comunidades, o por unidad producida para una empresa.
El total de la huella hídrica de un individuo o un producto descompone en tres elementos:
Azul: Es el volumen de agua dulce extraída de un cuerpo de agua superficial o subterránea y que es evaporada en el proceso productivo o incorporada en un producto. La podemos encontrar en ríos, lagos, acuíferos.
Verde: Es el volumen de agua de precipitación que es evaporada en el proceso productivo o incorporada en un producto.
Gris: Es el volumen de agua contaminada, que puede ser cuantificada como el volumen de agua requerida para diluir los contaminantes hasta el punto en que la calidad del agua esté sobre los estándares aceptables.
El agua es fuente de vida y salud. El agua es indispensable para la vida. Su calidad está íntimamente relacionada con el nivel de vida y con el nivel sanitario de un país. El agua de consumo puede considerarse de buena calidad cuando es salubre y limpia; es decir, cuando no contiene microorganismos patógenos ni contaminantes a niveles capaces de afectar adversamente la salud de los consumidores.
Nuestro país cuenta con abastecimientos de alta calidad y rigurosos sistemas de vigilancia y de control analítico, que permiten que el agua llegue en buenas condiciones a nuestros hogares y sea consumida con seguridad. Para ello, el agua se somete previamente a un tratamiento de potabilización y a diversos controles sanitarios.
… La gestión del agua presenta gran complejidad, por lo que normalmente intervienen diversos agentes, como los municipios, las empresas abastecedoras, los laboratorios de control y las administraciones sanitarias. Todos ellos velan por que el suministro de agua de consumo humano sea buena calidad, sin riesgos para la salud, fácilmente accesible y en la cantidad requerida.
La problemática de los recursos del agua
Al menos 80 países áridos y semiáridos, en donde vive casi el 40% de la población mundial, experimentas ciclos de sequía que pueden durar varios años.
Durante la década de 1970, las sequias de consideración afectaron a un promedio de 24.4 millones de personas al año, y crearon grandes números de “refugiados por el ambiente”, tendencia que continuo en las décadas de 1980 y 1990.
Una de cada cuatro personas en el mundo no tiene acceso a agua limpia.
Demasiada escases de agua, de acuerdo con la cruz roja internacional, las sequias causan mayor daño económico y perjudican a un mayor número de personas en todo el mundo, que cualquier otro factor natural de riesgo, en un momento dado, hasta una quinta parte del área total de tierra en el mundo se ve afligida por una sequía severa.
ECOSISTEMA
Los factores químicos que tienen efecto sobre el ecosistema son: nivel de agua, aire, concentración de oxígeno de un área, nivel de nutrientes de un suelo.
Los ecosistemas de agua dulce son cuerpos de agua como ríos, lagos, pantanos. Se diferencian de los ecosistemas marinos porque éstos tienen una alta concentración de sales.
El montante, variaciones y regularidad de las aguas de un río son de gran importancia para las plantas, animales y personas que viven a lo largo de su curso. Los ecosistemas de agua dulce pueden ser clasificados en base a estas diferencias.
Componentes abióticos y bióticos de los ecosistemas. Todo ecosistema está compuesto de componentes vivos (bióticos) y no vivos (abióticos). Los componentes abióticos de un ecosistema incluyen los factores físicos y químicos del mismo ecosistema. Los factores físicos que tiene efecto sobre el ecosistema son: luz solar, temperatura, precipitación, viento, altitud, longitud, corrientes de agua.
En zonas con escases de agua, muchas mujeres y niĂąos tienen que caminar largas distancias todos los dĂas, cargando pesadas vasijas o cantaros, para llevar a sus familias una marga cantidad de agua, a veces contaminada.
1. FISICAS
El agua es un líquido inodoro e insípido. Tiene un cierto color azul cuando se concentra en grandes masas. A la presión atmosférica (760 mm de mercurio), el punto de fusión del agua pura es de 0ºC y el punto de ebullición es de 100ºC, cristaliza en el sistema hexagonal, llamándose nieve o hielo según se presente de forma esponjosa o compacta, se expande al congelarse, es decir aumenta de volumen, de ahí que la densidad del hielo sea menor que la del agua y por ello el hielo flota en el agua líquida. El agua alcanza su densidad máxima a una temperatura de 4ºC, que es de 1g/cc.
2. QUÍMICAS
El agua es el compuesto químico más familiar para nosotros, el más abundante y el de mayor significación para nuestra vida. Su excepcional importancia, desde el punto de vista químico, reside en que casi la totalidad de los procesos químicos que ocurren en la naturaleza, no solo en organismos vivos, sino también en la superficie no organizada de la tierra, así como los que se llevan a cabo en el laboratorio y en la industria, tienen lugar entre sustancias disueltas en agua, esto es en disolución. Normalmente se dice que el agua es el disolvente universal, puesto que todas las sustancias son de alguna manera solubles en ella.
Los recursos hídricos son los cuerpos de agua que existen en el planeta, desde los océanos hasta los ríos pasando por los lagos, los arroyos y las lagunas. Estos recursos deben preservarse y utilizarse de forma racional ya que son indispensables para la existencia de la vida.
El problema es que, aunque en su mayoría son recursos renovables, la sobreexplotación y la contaminación que provocan diversas actividades humanas hacen que los recursos hídricos estén en riesgo. Su capacidad de regeneración muchas veces no resulta suficiente ante el ritmo de uso.
Una de las grandes dificultades que enfrenta la Humanidad es la falta de agua dulce. Más del 97% del agua de la Tierra es agua salada, cuyo aprovechamiento es complejo. Por eso el agua dulce, que se utiliza para el consumo humano y un sinfín de actividades, es tan importante.
La construcción de presas y el tratamiento de aguas residuales son algunas de las estrategias que se llevan a cabo para obtener recursos hídricos que puedan aprovecharse. El desafío es que todo aquello que se realiza para conservar el agua dulce resulte suficiente para contrarrestar el abuso y la eliminación de ésta.
La huella de agua de un producto es la cantidad de agua que se consume y se contamina en todas las etapas de procesamiento de su producción. Una huella de agua del producto nos dice cuánta presión ejerce ese producto sobre los recursos de agua dulce. Se puede medir en metros cúbicos de agua por tonelada de producción, litros por kilogramo, o galones por libra.
El aumento proyectado en la producción y el consumo de productos de origen animal es probable que ejerza una mayor presión sobre los recursos de agua dulce del mundo. El tamaño y las características de la huella del agua varían según los tipos de animales y los sistemas de producción. Por tonelada de producto, los productos animales generalmente tienen una huella de agua más grande que los productos de la cosecha. Lo mismo es cierto cuando miramos la huella de agua por caloría. La huella promedio de agua por caloría para la carne es veinte veces mayor que para los cereales y las raíces almidonadas. Cuando observamos los requerimientos de agua para proteínas, se ha encontrado que la huella de agua por gramo de proteína para la leche, los huevos y la carne de pollo es aproximadamente 1,5 veces mayor que para las legumbres. Para la carne de vacuno, la huella de agua por gramo de proteína es 6 veces mayor que para los legumbres. En el caso de la grasa, la mantequilla tiene una huella de agua relativamente pequeña por gramo de grasa, incluso más baja que para los cultivos oleaginosos. Todos los demás productos animales, sin embargo, tienen una huella de agua más grande por gramo de grasa en comparación con los cultivos oleaginosos. Desde una perspectiva de recursos de agua dulce, es más eficiente para obtener calorías.
PRODUCTOS DE CONSUMO MASIVO Y SU HUELLA HIDRICA Pasta (seca) La huella de agua promedio global del trigo es de 1827 litros / kg. Alrededor del 80% de esta cantidad se asigna a la harina que se deriva del trigo; El resto se atribuye a los grĂĄnulos de trigo, el subproducto. Un kilogramo de trigo da aproximadamente 790 gramos de pasta, de modo que la huella de agua de la pasta es de aproximadamente 1850 litros / kg. Este es un promedio global; La huella exacta del agua de la pasta depende del origen del trigo. Una pasta hecha de trigo italiano tiene una huella de agua de 1410 litros / kg y pasta hecha de trigo francĂŠs tiene una huella de agua de 590 litros / kg.
Mantequilla La huella promedio global de agua de la leche de vaca entera es de aproximadamente 940 litros / kg. Alrededor del 28% de esta cantidad se asigna a la mantequilla que se deriva de la leche entera y el 72% restante a la leche descremada. Un kilogramo de leche entera da unos 50 gramos de mantequilla, de modo que la huella de agua de la mantequilla es de 5550 litros / kg (Mekonnen y Hoekstra, 2010, 2012). Suponiendo un contenido de grasa en la mantequilla de 872 gramos / kg, esto significa que la huella hĂdrica de la mantequilla es de 6,4 litros de agua por gramo de grasa, lo que es bajo en comparaciĂłn con otros productos de origen animal.
Cuero (bovino) Un animal de la especie bovina al final de su vida tiene una huella promedio de agua de 1.890.000 litros. La fracción principal (83%) de la huella hídrica del animal se atribuye a la carne de vacuno derivada, mientras que, en promedio, el 5,5% se atribuye al cuero bovino (y las fracciones restantes a otros productos). Una vaca de ganado vacuno de 250 kg producirá 6 kg de cuero, de manera que la huella hídrica del cuero bovino sea de 17.000 litros / kg (Mekonnen y Hoekstra, 2010). Obviamente, existen grandes variaciones para la huella hídrica del cuero, dependiendo del lugar y del sistema de producción en que se cría el animal.
1709Lts/kg 93% verde, 4% azul, 3% gris.
Sin embargo, las causas principales de la problemática de la mayoría de las cuencas altas son de orden estructural, las cuales dan lugar a un rápido agotamiento de los recursos y por ende a un bajo nivel de rendimiento. Al respecto, es importante reconocer la influencia que sobre esta situación tiene el modelo de desarrollo prevaleciente, que persigue la maximización de los beneficios económicos, aún en detrimento de los recursos y valores del ambiente.
Son notorias las condiciones socio-económicas precarias que caracterizan a la mayor parte de la población de dichas cuencas, con alto grado de analfabetismo, problemas graves de salubridad y de seguridad social, mientras persisten las fallas en la atención y apoyo que deben recibir de los organismos del Estado. Existe además una situación indeseable por la inobservancia e incumplimiento de la normativa legal vigente en materia ambiental, como consecuencia de la débil penalización del daño ecológico, el inefectivo ejercicio de mecanismos de vigilancia y control, la venalidad que se observa en el otorgamiento de permisos.
Como consecuencia evidente de lo antes expuesto encontramos una serie de problemas los cuales son comunes a muchas cuencas altas de nuestro país:
Remoción indiscriminada de la cobertura vegetal Avance incontrolado de la frontera agrícola
Sobreutilización de los suelos
No aplicación de prácticas conservacionistas en suelos de áreas vulnerables
Concentraciones inadecuadas de población y actividades económicas
Explotación de minerales metálicos y no metálicos con técnicas objetables desde el punto de vista ambiental
Muchas personas dicen que el futuro es incierto, pero científicamente podemos predecir cómo será el mundo dentro de unos años, no es muy arriesgado aventurarnos en decir que el planeta está cambiando a una gran velocidad y la mayoría de estos cambios nos van a traer desastres medioambientales de dimensiones nunca vistas hasta la fecha. Los expertos llevan mucho tiempo avisando que el clima es cada vez más inestable, las temperaturas están subiendo, los polos glaciares se están deshaciendo, millones de especies animales están desapareciendo y los recursos naturales se están agotando debido al consumo humano descontrolado. ¿No son suficientes motivos para actuar? Este es el mundo que nos espera. ¿Estamos a tiempo de evitarlo? La crisis climática está a punto de llegar y según las previsiones creará más pobreza e inestabilidad social que la actual crisis económica. ¿Estamos preparados? Me temo que no.
El consumo de agua en Colombia corresponde a la agricultura 61 por ciento; seguido por el doméstico, con un 26 por ciento; y el industrial, con un 9 por ciento. La lista la cierran el sector pecuario y el de servicios, con un 3 y un 1 por ciento. Colombia es un país que tiene agua de sobra, el problema son los problemas de distribución, calidad y administración del recurso.
Nuestro país es uno de los pocos con mayor riqueza hídrica del mundo. De acuerdo con cifras del Ministerio de Ambiente y del Ideam, la oferta de agua superficial es casi 100 veces mayor que la demanda. Además, se estima que el beneficio que representa el recurso hídrico para el desarrollo del país equivale al 9.99 por ciento de PIB.
Se requiere invertir en mantenimiento de plantas de tratamiento de aguas residuales, que las empresas inviertan en la conservación de cuencas. Y todo apunta a que es la única forma de evitar que no se haga realidad los pronósticos de un reciente informe de la Contraloría Delegada para el Medio Ambiente, donde advierte que pese al alto volumen de lluvias y la abundancia de fuentes hídricas, el país pudiera enfrentar graves problemas para garantizar la sostenibilidad del agua, al punto que en el año 2015 el 66% de los colombianos pudiera estar en riesgo de desabastecimiento en tiempos secos.