Natalia Peña Ortiz 1ºBachillerato
MUSEO JUDÍO DE BERLÍN Y DANIEL LIBESKIND El Museo Judío está ubicado en la ciudad de Berlín, y es uno de los mayores museos judíos de Europa. Muestra, a través de obras artísticas y objetos de la vida cotidiana, la historia de los judíos que viven y vivieron en Alemania durante los últimos dos mil años. El edificio que alberga el museo está diseñado por el arquitecto polaco Daniel Libeskind y fue inaugurado en 1999. El inmueble tiene las fachadas metálicas, ventanas con caprichosas formas y orientaciones, y la planta con forma de rayo. La idea principal que transmite el edificio es el vacío que han dejado los judíos berlineses desaparecidos durante el Holocausto. La Torre del Holocausto y el Jardín del Exilio son otras dos construcciones pertenecientes al museo. La planta del edificio parte de una línea picuda con forma de rayo. Esta línea quebrada podía haber sido continuada en cualquier dirección porque parece no terminar. Existe otra línea recta oculta en la planta del museo que atraviesa todo el edificio y desde la cual se articula el “rayo”. La forma de picuda que tiene la planta hace que esta línea recta esté interrumpida a trozos. Estas dos son las bases fundamentales del diseño. La maqueta del proyecto tiene tres diferencias con el edificio construido. Una de ellas es que las fachadas de la maqueta están inclinadas de manera similar a las Torres KIO de Madrid, mientras que las del edificio son perpendiculares. La segunda diferencia es que en el proyecto había tres pequeñas torres exteriores al edificio principal, las cuales se han agrupado en una. La tercera diferencia es que hay un hueco exterior formado por la maqueta y que está suavizado en el edificio. La entrada principal al Museo Judío estaba originariamente en una pequeña torre situada junto al edificio antiguo del Museo de Berlín pero finalmente cabo integrándose en el.
Daniel Libeskind pretende que nos pongamos en la piel de los que sufrieron en aquella época y lo consigue. Los pasillos inclinados que hay que recorrer provocan la sensación de asfixia, inestabilidad y angustia que los judíos sintieron en esa Alemania que era para ellos un laberinto sin salida. Las grietas que cruzan la fachada parecen querer denunciar esa parte de la historia que dejó cicatrices reales en todo un pueblo. Penetrar en la Torre del Holocausto y encontrarse en una estrecha habitación a oscuras por la que sólo entra una débil luz por la parte superior crispa los nervios de cualquiera. Pasear sobre las caras de hierro que chirrían bajo nuestros pies es aterrador a la parte que inevitable… Pero si algo destaca en este museo por encima del resto es el vacío, la ausencia que todos esos judíos berlineses desaparecidos dejaron en la ciudad. De hecho, durante los primeros años este museo estuvo abierto al público completamente vacío, sin exhibir ninguno de
los contenidos que años más tarde llenan sus salas y es que el propio edificio cuenta lo que ese museo quiere contar.
DANIEL LIBESKIN
Es un arquitecto estadounidense de origen judeo-polaco. Nació en la Polonia de la post-guerra. Estudió música en Israel y en Nueva York y llegó a ser un intérprete virtuoso. No obstante, decidió abandonar la música y dedicarse a la arquitectura. Estudió primero en la Cooper Union for the Advancement of Science and Art en Nueva York, y obtuvo posteriormente un título de postgraduado en la Universidad de Essex, en Inglaterra. A los 21 años Libeskind adquirió la nacionalidad norteamericana. Libeskind es un arquitecto de prestigio internacional, apreciado por sus proyectos de edificios y por sus planteamientos urbanísticos. Ha introducido en la arquitectura nuevos conceptos, que han provocado intensas discusiones dentro de la profesión. También se caracteriza por abordar los proyectos de forma multi-disciplinaria, es decir, resolviendo todos los aspectos en su propio diseño. En 1990 estableció su estudio en Berlín al ser el ganador del concurso convocado para diseñar el Museo Judío. Desde entonces, el despacho ha realizado proyectos de grandes museos, centros culturales y edificios comerciales alrededor del mundo. Libeskind ha dado clases y seminarios en numerosas universidades de diferentes países, entre ellas las de Pennsylvania, Karlsruhe y Toronto. Ha recibido varios premios y distinciones importantes, y ha sido nombrado doctor honoris causa por diversas universidades, entre ellas las de Berlín, Edimburgo y Chicago. En 2003 Libeskind, con su Torre de la Libertad, resultó ganador del concurso convocado para diseñar el plan de reconstrucción de la llamada "Zona 0" en Nueva York, lugar donde se encontraban las dos Torres Gemelas que quedaron destruidas en septiembre de 2001. El diseño original sufrió modificaciones por razones de seguridad.
Obras representativas: Museo Judío Danés (Copenhague) Ampliación del Museo de Arte (Denver, Colorado) Ampliación del Museo Victoria and Albert (Londres) Museo Felix Nussbaum (Osnabrück, Alemania) Museo Imperial de la Guerra (Manchester) Museo Alarsaca (San Francisco) Centro de Post-Graduados, Universidad Metropolitana (Londres) Centro de Convenciones Maurice Wohl, Universidad Bar-Ilan (Tel Aviv, Israel) Estudio Weil, Galería Privada (Port Andratx, Mallorca) Museo Judío (Berlín)
Centro Comercial WestSide (Berna, Suiza) Ampliación del Museo Real de Ontario (Toronto, Canadá) Sala de Conciertos de la Filarmónica (Bremen, Alemania) Rediseño de la plaza Alexanderplatz (Berlín) Rediseño de la plaza Potsdamer Platz (Berlín) The Chrystals (Las Vegas, Estados Unidos) OPINIÓN PERSONAL Tras ver este conmovedor documental sobre el Museo Judío de Berlín lo que más se me pasa por la cabeza es la intención conseguida de Libeskind de que todos tengamos, por lo menos, una pequeña idea de lo difícil que fueron esos tiempos para los judíos. La manera en la que consigue diseñarlo todo para transmitir sensaciones de cualquier tipo es fascinante, todo perfectamente calculado y meditado para que los visitantes consigan ponerse en la piel de todas aquellas personas. Creo que la arquitectura es una arte, una forma de ver la vida a tu manera, de transmitirlo a los demás a base de construcciones y que cuando la gente lo vea, sienta aquello que tu querías transmitir, ya sea malo o bueno, pero siempre con un fin, con una inspiración. Creo que Libeskind en este Museo separa cada parte del Holocausto y en cada zona consigue dejar una sensación diferente. A mi, la parte del video que más me gusta, es cuando te explica la zona del museo llena de escaleras oscuras que ascienden, y al final de cientos de escaleras encuentras un ventanal lleno de luz natural. Me encanta como te hace vivir el cansancio y el sufrimiento de los judíos día a día, en la oscuridad, siempre sufriendo y poco a poco ir viendo más y más luz y llenarte de emociona cuando por fin consigues llegar a arriba del todo, que para ellos es como el escape de los campos de concentración, la luz pura y natural del día interpretando la libertad de esos millones de personas que consiguen, o no, aquello que desean. Creo que con este edificio nos conciencia a todos y nos abre los ojos de lo duro que fue aquella época en la que los judíos sufrieron el azote de los nazis que destruyeron además de sus vidas, todos su antepasados, su cultura, obras de arte, etc. Este es el menor reconocimiento a la raza judía, de la que los nazis hicieron una de las mayores y más crueles matanzas de toda la historia.