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Somos una revista que busca, mostrar aspectos relevantes de las comunidades indígenas venezolanas en la construcción de nuestra sociedad y el reconocimiento que se les brinda actualmente en el país a través del estamento legal; así como también, las características de sociedad autosuficiente de las culturas que poblaron a América. En esta edición, traemos una serie de artículos que tratan sobre poblamiento del territorio venezolano; características sociales, políticas, religiosas, económicas, culturales del grupo indígena venezolano Guaiqueries; análisis de artículos de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela relacionados con los derechos de los pueblos indígenas y su situación actual; los Chibchas, reflejo de una sociedad autosuficiente, así como también conclusiones.
EDITORIAL
Diseño: Silvia Adames/ Nataly Fornerino Suscripción en ISSUU: Nataly Fornerino Ayesta. Ensamble: Klarytza Charama/Nataly Fornerino/SIlvia Adames Facilitador Cátedra Historia Socioeconómica Venezuela: Prof. Leonardo Castillo
Universidad Yacambú, BarquisimetoVenezuela, Estudios a
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Los Chibchas reflejo de una sociedad autosuficiente
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Poblamiento del territorio venezolano - Guaiqueries
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Los Chibchas
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Derecho de los Pueblos IndĂgenas en Venezuela
13
Conclusiones
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LOS CHIBCHAS, REFLEJO DE UNA SOCIEDAD AUTOSUFICIENTE Las características de las grandes culturas americanas que las identifican como sociedades autosuficientes, son aquellos elementos que demuestran que fueron capaces de valerse por sí mismas al producir sus propios alimentos, bienes, servicios, cultura y organización social y política entre otros. Al revisar el poblamiento precolombino de América, se observan culturas muy avanzadas, cuyos legados perduran hasta nuestros tiempos, como la cultura Maya, Azteca e Incas. Otras, donde los vestigios arqueológicos demuestran menos avance, formaron sociedades autosuficientes, siendo el caso de los Chibchas, civilización desarrollada en la meseta de Cundinamarca, en la actual Colombia, entre la rama oriental de los Andes y el río Magdalena, presenta entre sus principales características de sociedad autosuficiente, una estructura social piramidal, marcada por la estratificación. El estrato más alto jerárquicamente hablando, lo ocupaba a nobleza quienes desempañaban cargos políticos y religiosos, gozando de los mayores privilegios. El nivel medio conformado por comerciantes y
artesanos, al pueblo, base de la pirámide de la sociedad, dedicado principalmente a generar el sustento alimenticio de toda la tribu a través de la agricultura, con cultivos como maíz, papa, ají coca y más, y con el algodón confeccionaban los productos textiles.
La semejanza cultural e idiomática le daba la cohesión en comunidades hermanas que políticamente conformaban confederacion es de tribus, donde cada tribu era gobernada por grandes jefes o caciques independientes, las cuales mantenían su propia soberanía. La Confederación no era un reino, ya que no había monarca absoluto, tampoco era un imperio, porque no sometieron culturas diferentes a su organización política y social. Los caciques desarrollaban su comercio entre tribus vecinas, intercambiabando excedentes de su producción agrícola, mineral y piedras preciosas como oro, esmeraldas, cobre, sal e insumos utilitarios: textiles, utensilios de cerámica y los ornamentos de metal. Pese a existir, la estratificación de la sociedad y su organización política 4
de confederaciones, esta sociedad mantenía una distribución colectiva de su producción y la igualdad entre sus tribus; en ningún caso se impuso la monopolización de grupos privilegiados que contribuyera a crear diferencias sociales o económicas. Lamentablemente, los Chibchas y todas los aborígenes de América no pudieron detener a los conquistadores ni a sus procesos de transculturización, cuya evolución a través del tiempo ha procurado disipar toda memoria ancestral de su cultura, perdiéndose la visión colectiva de sus comercios, y su capacidad de aprovechamiento de la riqueza natural para su producción - consumo (autoabastecimiento); de esta manera, se dio paso a una cultura dependiente sumergida en modelos hegemónicos imperialistas, que acrecientan día a día el empobrecimiento de sus sociedades.
Bibliografía consultada:
Vicente Restrepo, Los Chibchas antes de la Conquista española. BOGOTA (COLOMBIA) Imprenta de L A T/UZ, nalle 13, número lOO, APAltTADO 100 http://cilturasprecolombinasciv ia.blogspot.com/2013/04/cultu ra-chibcha.html
Autor: Silvia Matilde Adames Arriaga C.I. 7.377360
La transculturización y la pérdida de la memoria de nuestras raíces indígenas permitieron la instauración de la llamada cultura tercer mundista, proveniente de las diferencias entre los países industrializados y el resto del mundo que establece la globalización.
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(actualmente llamadas Coche y Cubagua)
la
divisó
Cristóbal
Colon (1480-1530) el 15 de Agosto Poblamiento del territorio
de 1498 durante su tercer viaje. En
venezolano – Indígenas
ese viaje el Almirante descubre también
Venezolanos
a
la
tierra
firme
Venezuela. Los
“guaiqueríes”
los
Colón bautizó a la Paraguachoa
primitivos pobladores de la Isla de
con el nombre de La Asunción por
Margarita.
haber
Ellos
Margarita término
fueron llamaban
a
“PARAGUACHOA” que
descubierta
en
la
fecha religiosa de la Virgen que
algunos
lleva ese nombre. Es al siguiente
investigadores quiere decir “peces
año 1499 cuando rebautiza la isla
en abundancia” y para otros
con el nombre de La margarita en
quiere decir “gente de mar”.
honor a la Infanta de Austria que
Según Juan Montenegro (1983) la
se encontraba de visita en España
voz significa “La Gente del Mar”.
y
Nombre
Príncipe Don Juan, hijos de los
que
para
sido
proviene
del
que
Cumanagoto PARAGUA: mar y
Reyes
CHOA: gente o pueblo. En Síntesis
Isabel.
debía
casarse
Católicos
con
Fernando
el e
significa entonces “El Pueblo del Mar”
Según algunos especialistas los guaqueríes son de origen guarao; pero la mayoría se inclina por encontrarles un origen arhuaco (Los
arhuacos
son
un
grupo
indígena ubicados en el macizo de la Sierra Nevada en Santa A la Paraguachoa junto con otras
Marta Colombia, sucesores de los
dos islas pequeñas bajas y áridas
indios
tairona
quienes
fueron 6
considerados
los
primeros
Fueron pequeños agricultores, se
pobladores de América y la etnia
aprovechaban de la fertilidad de
más avanzada de la historia). Eran
los valles para realizar sus cultivos,
pacíficos y dóciles y aunque de
se mantenían de los productos del
raza viril y muy fuertes no hicieron
mar,
oposición a los conquistadores; al
marinos,
contrario
mucha
piraguas el Orinoco y todas las
recompensa,
costas de Oriente y Centro de
les
brindaron
hospitalidad.
En
fueron
además
alcanzando
en
Venezuela
de España como vasallos libres, lo
trueque. Su gobierno era regido
que legalmente les impedía ser
por Caciques como el Charaima,
esclavizados.
Nunca
fueron
nativo de la Isla y quien dio su
sometidos
régimen
de
la
nombre al Morro de Charaima,
de
hoy conocido como Porlamar, y al
encomienda
ni
al
pago
tributos.
operaciones
sus
fueron considerados por los Reyes
al
en
diestros
de
Valle de Charaima conocido en la actualidad como el Valle del
Sin embargo, La llegada de los
Espíritu Santo.
conquistadores a Margarita trajo como
consecuencia
que
los
guaiqueríes fueran despojados de sus mejores tierras, así como de los riachuelos
que
las
regaban.
También los obligaron a extraer miles de toneladas de ostras que proporcionaron Española
una
a
la
jugosa
Corona renta,
convirtiendo a Margarita en una joya. La Perla del Caribe.
Autor: Klarytza Charama Cedula: V-10.536.500 Fuente Consultada: http://www.playatirano.com/pueblo_es p/laisla.php 7
Los chibcha La Cultura CHIBCHA Muisca es el pueblo indígena que habitó el Altiplano Cundiboyacense, por lo menos desde el siglo VI ad.C. Hasta la conquista española en el siglo XVI, miles de cuyos descendientes aún viven en localidades del distrito de Bogotá como Suba y Bosa, y en municipios vecinos como Cota, Chía y Sesquilé. El idioma muisca (muysk kubun) era parte de la familia lingüística Chibcha. Cultivaban maíz, papa, quinua y algodón, entre otros. Excelentes orfebres, practicaban el trueque de mantas, sal, cerámicas, coca y esmeraldas con pueblos vecinos y de las riberas del Río Magdalena.
La Confederación Chibcha era la forma político-administrativa que conformaba la Cultura Muisca tal como fue encontrada al momento de la llegada de los conquistadores en 1537. La conformación confederal presupuso el predominio de los psihiqua, jefes o caciques, dentro de cada comunidad. El origen y parte de la explicación de unidades políticas que trascendían la comunidad debe buscarse en los lazos de parentesco, como los que existían entre los caciques de Bacatá y Chía, Tunja y Ramifiqué o Duitama y Tobasía. Aunque la necesidad de unirse para ejecutar obras o comerciar o de aliarse temporalmente durante las guerras, haya desempeñado también un papel en la articulación confederal, entre los Muiscas la tendencia 8
preponderante llegó a ser la sujeción de las comunidades más débiles por las más fuertes, por medios militares. El cacique dominante dentro de una confederación respetaba el gobierno autónomo de los caciques subordinados y mantenía la territorialidad de las respectivas comunidades, pero se convertía en el máximo jefe militar y además el detentador final y principal beneficiario de un sistema de tributos comunitarios que ha sido documentado. Operaba una superposición de estructuras de caciques y comunidades dominantes, subdominantes y dominados, a la que le correspondían caciques de jerarquía diferente, que los españoles denominaron "señores" (zipa), "caciques" (uzake, eran convocados a los consejos), "capitanes" (sybintiba) y "capitanes menores" (utatiba). Se heredaba el cargo por línea materna. Las confederaciones hermanas, ubicadas en el Altiplano Cundiboyacense, área central de la Cordillera Oriental de los andes colombianos, comprendían un territorio de aproximadamente 46.972 km2 (área un poco mayor que la de Suiza: 41.285 km2), desde el norte de Boyacá hasta el Páramo de Sumapaz, y desde las cimas hasta las faldas de la cordillera en la Cundinamarca oriental, limitando con los Panches y Pijaos, tenía una población de aproximadamente un millón de habitantes. Pero el área de influencia de la cultura muisca es
mayor, comprendiendo parte de Centroamérica. Las confederaciones conservan la soberanía, luego es inexacto hablar de un "Reino Chibcha" y mucho menos de un "Imperio Chibcha". El caso del "reino" no se cumple porque no existía un monarca absoluto y no se cumple el caso del "imperio" porque los muiscas no sometieron pueblos no-muiscas a su régimen político. En este sentido las Confederaciones Chibchas no pueden ser comparadas al Imperio Azteca o al Imperio Inca que le eran contemporáneos. La importancia política de la Confederación Chibcha es que fue la más grande y la más organizada confederación de tribus del continente. Cada comunidad estaba regida por su jefe o cacique, tenía su autonomía y se sentían parte de su confederación. Los Muiscas no trataron de agregar a esas confederaciones a otras etnias, sino que sus jefes se batían entre ellos para unirse en torno al vencedor. La confederación, además de ser entre tribus hermanas, de la misma cultura e idioma, garantizaba el trueque y la defensa común ante enemigos externos. Por esta razón el ejército dependía directamente del máximo jefe de la confederación (Zipa o Zaque) conformado por los güeches, los tradicionales guerreros muiscas.
La legislación muisca estaba basada en la consuetudine, es decir, en la fuerza de la tradición. Un determinado comportamiento más o 9
menos aceptado por el común y aprobado por la máxima autoridad (Zipa o Zaque), era entendido por todos como fuerza de ley. En tal sentido dicha manera de legislar corresponde naturalmente al modo organizativo de una confederación y de esta manera la normatividad muisca tenía un admirable nivel administrativo. Los recursos naturales no podían ser privatizados. Bosques, lagunas, páramos, ríos y recursos naturales en general pertenecían al bien de todos. Economía
Esmeraldas: aún hoy Colombia es el primer productor mundial de esmeraldas y son tenidas entre las más preciadas del planeta. Estas vienen del territorio que constituía la Confederación Chibcha. Las minas de cobre. Carbón: tanto vegetal como mineral. Hoy todavía se siguen explotando minas de carbón, por ejemplo en Zipaquirá y en este producto Colombia es una de las principales reservas mundiales de carbón en el mundo. Sal: las minas de sal de Nemocón, Zipaquirá y Tausa. Oro: el oro era importado y llegó a ser tan abundante que fue material principal para la artesanía muisca (orfebrería) con fines religiosos. Este material dentro del territorio de la Confederación más la tradición de Guatavita crearían el mito de El Dorado.
Era una sociedad agrícola que tenía un complejo sistema de regadíos. Otras actividades económicas fundamentales eran la orfebrería y la cerámica. Se conservan piezas únicas del arte precolombino muisca de figuras de extraordinaria fineza. El mercado era sitio obligado de la economía de las comunidades, que practicaban la compra-venta y aún más el trueque. Allí se cambiaban productos de primera necesidad como el maíz, la sal, miel, frutas, granos y mantas e incluso artículos de lujo como plumas de pájaro, cobre, algodón, coca y caracoles marinos importados desde el territorio Tayronas. Bacatá, Chocontá Pacho y Hunza tenían los más grandes mercados de todo el territorio. La moneda general eran unos "tejuelos" redondos de oro, aunque esmeraldas, sal, coca y mantas de algodón también fueron usadas como equivalentes monetarios o para facilitar el trueque. Idioma El chibchano, muysca cubun o muisk kubun, pertenece a la familia lingüística Chibcha que se extendió por varias regiones de Centroamérica y el norte de Suramérica. Los tayrona y los U'wa, que pertenecen a la misma familia muisca, hablan un idioma relacionado, lo que permitió que los tres pueblos establecieran fuertes nexos de intercambio económico y espiritual Cultura Los muiscas constituían y constituyen una sociedad agro-cerámica y 10
manufacturera perteneciente a la región andina del norte de Suramérica. La manera de organización política ya descrita los hacía una unidad cultural compacta y disciplinada. Los aportes de los muiscas a la identidad nacional colombiana hoy son incuestionables, más aún porque la Confederación Chibcha no era otra cosa que la máxima representación políticoorganizativa de una cultura y una familia lingüística mayor. El estudio de la cultura muisca es motivo de permanente investigación y ello contribuye en parte a entender la identidad del colombiano.
Religión Los sacerdotes se formaban desde la infancia y eran los responsables de dirigir las principales ceremonias religiosas. Nadie más que los sacerdotes podía entrar al interior del templo. La religión muisca contemplaba los sacrificios humanos, pero es probable que a la llegada de los españoles estos hubieran desaparecido tiempo antes y los relatos de sacrificios humanos entre los muiscas sean historias transmitidas por tradición oral, pues no existe un testimonio de primera mano que mencione un sacrificio humano contemporáneo a la presencia de los españoles. En todo caso las fuentes coinciden en que cada familia debía ofrecer un hijo a los sacerdotes, el cual era criado por ellos como persona sagrada y a los 15 años era
sacrificado a Sué, lo que constituía un honor para la familia y para la víctima. Junto a las actividades religiosas, los sacerdotes participaban de la vida de la comunidad con recomendaciones acerca de la agricultura o mediando en casos de conflicto entre los líderes políticos.
Culto Solar Si bien no era un calendario muy preciso, los muiscas conocían el solsticio de verano (el día más largo del año) (21 de junio). Esa era la fecha indicada para rendir culto al Dios Sol, Xué. El templo de Sué estaba en Sogamoso, la ciudad más sagrada del sol y sede del Iraca (sacerdote). De ese culto viene el nombre de la ciudad: Suamox o Sugamuxi. Una procesión de la corte del Zipa se dirigía a la templo del sol y el día era motivo de gran fiesta y alegría entre el pueblo que se pintaban y se embriagaban con chicha. Ofrendas eran presentadas a Sué para pedir por la bendición de las cosechas anuales. También era el único día en el cual la gente podía ver al Zipa.
Poblamiento muisca En la actualidad los estudiosos coinciden en que el grupo humano muisca inmigró hacia el Altiplano Cundiboyacense en una época comprendida entre el 5500 adC y el 1000 adC, es decir, durante el periodo preclásico por las numerosas evidencias arqueológicas encontradas en sitios como 11
Aguazuque y Soacha. Como todas las culturas del preclásico, los mismos estaban en una transición entre cazadores y agrícolas. Desde 1.500 adC arribaron a la región grupos de agricultores portadores de tradiciones cerámicas incisas provenientes de las tierras bajas que inician la ocupación a través de los valles de vertiente. Estos grupos tienen viviendas permanentes y campamentos estacionales. Entre sus actividades económicas se destaca la explotación de fuentes de aguasal. En el sitio de Zipacón son reconocibles las evidencias de agricultura y alfarería más antiguas de la altiplanicie, y datan del año 1.270 adC. Entre el 500 adC y el año 800, llegó una nueva oleada de pobladores al Altiplano Cundiboyacense cuya presencia está indicada por cerámica pintada y por obras de adecuación agrícola y de vivienda. Estos grupos permanecen hasta la época de la conquista española y han dejado abundantes huellas de su ocupación mediante las cuales y con la ayuda de los testimonios escritos del siglo XVI se puede reconstruir en forma detallada su modo de vida y organización sociopolítica. Al parecer los muiscas se integraron a la población que estaba antes que ellos, pero fueron los muiscas los que definieron el perfil cultural y la lengua estrechamente relacionada con la de los pueblos de la Sierra Nevada de Santa Marta (Kogui, Ijka, Wiwa y Kankuamo) y la vertiente de la Sierra Nevada del Cocuy (U'wa).
La familia lingüística Chibcha comprende un amplio grupo de idiomas hablados por los pueblos chibchas, cuyo territorio tradicional comprende Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia y Venezuela
Situación Aunque varias lenguas chibchas están extinguidas en la actualidad, especialmente en los centros de mayor actividad social y política de los conquistadores españoles, en otros casos las lenguas han subsistido y son hoy motivo de estudio y enseñanza. De algunas lenguas extintas como la de los muiscas, quedaron textos, diccionarios y gramáticas que también permiten su estudio y comparación. El elemento cultural chibcha se distingue por su cerámica, su organización social y sus tradiciones, aunque no necesariamente coincide con la familia lingüística. AUTOR: CHARAMA KLARYTZA Cedula: V-10.536.500
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DERECHO DE LOS PUEBLOS INDIGENAS EN VENEZUELA Existen en Venezuela y parte del continente Americano pueblos que remontan la llegada de los conquistadores españoles, pueblos llamados indígenas, cuyos habitantes aun luchan por hacer valer su existencia como pueblo, como dueños de una cultura, sociedad, religión, economía, idioma y autonomía, creadas estas por sus antepasados que lucharon desde el periodo de conquista quienes a su vez fueron aprovechados para el trabajo y explotación, lucha que se mantiene hasta la actualidad.
Motivo por el cual a partir de la reforma de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en el Año 1999 liderada por el Presidente fallecido Hugo Chávez Frías, fue incluido en esta el Derecho de los Pueblos Indígenas, como la
propia palabra lo dice el derecho de estos también pobladores y responsables de la mayoría de nuestras costumbres, mezcla de razas entre otras; tienen como parte de la sociedad venezolana en donde el estado reconoce la existencia de sus costumbres, vestimenta, tradiciones, religiones, cultura, idiomas, organización política, económica y social. Así como también les garantiza el derecho a la propiedad colectiva de sus tierras ancestrales. (Art. 119 CRBV). Sin embargo podemos resaltar que nuestros Indígenas han sido tradicionalmente agricultores pero fueron despojados de sus tierras durante siglos, repartida por los españoles durante la colonia y luego a los terratenientes criollos, también declaradas como reservas forestales del estado o patrimonio cultural por lo que muy difícilmente en esta época se sepa a ciencia cierta a cuales pertenecía cada tribu o grupo indígena venezolano y en general sus tierras no están totalmente amparadas por las leyes. Asimismo la constitución de la República Bolivariana de Venezuela (Art. 121, 123 CRBV) plantea que el estado garantiza un derecho a educación propia que viene desde la concepción de la madre y va más allá de la muerte y un régimen de carácter cultural y bilingüe, sin embargo fuera de sus comunidades los indígenas por la escasa preparación cultural y educativa 13
difícilmente puedan optar por empleos bien pagados en caso de su entrada a la comunidad nacional, vivimos siglos más tarde tristemente secuelas de la colonización.
Haber ejercido un cargo de autoridad tradicional en su comunidad. Tener conocida trayectoria en la lucha social en pro del conocimiento de su identidad cultural. Haber realizado acciones en beneficios de los pueblos y comunidades indígenas. Pertenecer a una organización constituida con un mínimo de 3 años de funcionamiento.
También se reconoce su medicina tradicional según sus culturas como principios bioéticos (Art. 122 CRBV).
Autor: Nataly Fornerino Cedula: 16.273.939 Podemos manifestar de la misma manera la importancia de la participación en la Asamblea Nacional de las comunidades indígenas lo cual se encuentra amparado de igual forma en esta nuestra carta magna (Art. 125 CRBV), donde los pueblos indígenas tienen derecho a participar con 3 diputados según (Art. 186 CRBV), y pueden ser elegidos por los electores que conforman estas tres circunscripciones indígenas, y deben tener los siguientes requisitos:
Web-grafía consultada: www.monografias.com www.aporrea.org www.wordpress.com Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) Constitución de la República de Venezuela (1961)
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Como conclusión, se puede decir que el legado de nuestros indígenas Gauiqueries a nuestra sociedad actual al igual que la cultura de los Chibchas en América, es de sociedades autosuficientes e igualitarias con modos de producción que garantizaban el abastecimiento de su núcleo social y excedentes para el intercambio con tribus vecinas. Actualmente, la población indígena en nuestro país goza del reconocimiento constitucional como etnia, cultura, tradiciones, al igual que se les garantizan los derechos a la educación y asuntos políticos; sin embargo, la realidad es que aún viven bajo las secuelas de la colonización, con escasa formación educativa y limitaciones a condiciones de trabajo de salarios dignos.
REDACCION DE CONCLUSION SILVIA ADAMES
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