ANTHONY BROWNE
Sim贸n era un ni帽o muy preocup贸n.
Sim贸n se preocupaba por las nubes
Se preocupaba por los rel谩mpagos
Y por los pรกjaros enormes
Una noche Simón no podía conciliar el sueño. Estaba demasiado preocupado. Aunque se sintió un poco tonto, se levantó a contárselo a su familia.
- No te preocupes, hijo – Le decía su padre – Esas cosas solo suceden en tu imaginación.
Su mamá también lo tranquilizaba: - No te angusties, mi amor – Le decía – No permitiremos que nada te suceda.
- No te preocupes, cariño – Le decía su abuelaCuando yo tenía tu edad también me preocupaba por todo, solo debes tranquilizarte un poco.
Sim贸n se tranquiliz贸 y durmi贸 como un Lir贸n.
La noche siguiente, Sim贸n durmi贸 muy bien, y la siguiente, tambi茅n.
Desde entonces, Sim贸n ya no es Tan preocup贸n.