la escena lista para coleccionar
La Colecci贸n
Tetediciones
Prólogo
Cuando te g�sta algo y te g�sta tanto... es maravilloso conver�irlo en t� for�a de vida, y mantenerlo cueste lo que cueste. Por suer�e, las escenas mods y six�ies tienen TANTO, como para no ter�inar de descubrir cosas... pero tan impor�ante es esa ex�ensa f�ente de cult�ra, como la continuación que necesita para mantenerse viva. De esta manera, y a una idea como la de Alber�o Navar�o, “Los croMODS, la escena lista para coleccionar”, solo puedo decir g�acias y... ¡lo quiero! Ante respuestas como la mía, no puede menos que llevar a cabo el proyecto y a la vez que empieza a pensar en las ilust�aciones, busca un nar�ador capaz de resumir en breves epíg�afes la historia de la escena, encont�ando en Ag�stí Rocamora a un perfecto y cercano aliado. Los ing�edientes están decididos, en mi opinión el resultado es mucho más que apetecible y consecuentemente adictivo. Poder tener t� álbum, que de for�a breve y concreta ex�lica la historia de la escena, desde sus inicios hasta hoy en día, lleno de datos y referencias, con sus cromos, 32 ilust�aciones que a t�avés de imágenes imprescindibles de la escena, llenas de color, emocionan al ex�er�o y contex��alizan al que no lo es. Una maravilla para disfr�tar, coleccionar y compar�ir... no se puede pedir más.
Vanessa Cases
The Kinks
Inglater�a en los años 50 Esta historia t�ata de un movimiento juvenil muy especial, de su música, sus bailes, su for�a de vestir y su manera de entender la vida. Ar�anca a mediados de los años cincuenta en Londres, la capital del Reino Unido, una ciudad aún en reconst��cción t�as los bombardeos sufridos por la aviación alemana durante la seg�nda g�an g�er�a. Un país t�iste y con complejo de inferioridad t�as haber perdido la hegemonía mundial en favor de Estados Unidos, un lugar g�is y feo, en el que no había g�an cosa que hacer en el tiempo libre salvo ir al cine, a alg�nas salas de baile, o al pub del bar�io, y en el que la clase obrera no se preocupaba por su aspecto, teniendo sólo un "t�aje de los domingos", que debía durar toda la vida.
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El Trad-Jazz y el Skiffle
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Los adolescentes no eran tenidos en cuenta como público consumidor diferente, se pasaba directamente del niño al adulto, pero como hay t�abajo de sobra, los adolescentes se incor�oran a la vida laboral, y por primera vez disponen de dinero y de la posibilidad de gastarlo en sí mismos. El país, como todo Occidente, vive un proceso cult�ral de "americanización", si cabe aún más acent�ado por el hecho de compar�ir idioma. En el Soho, el bar�io bohemio de la ciudad, jóvenes inconfor�istas llamados "Beats" escuchan Trad-Jazz, de orquestas del momento como la de Chris Barber, t�atando de sonar lo más parecido posible, a como ellos creían que debió sonar el Jazz original de Nueva Orleans. En 1956 ir��mpe un género llamado Skiffle, estilo que sólo necesita de una g�itar�a, un cont�abajo y una tabla de lavar que se rasca como percusión. El primer éxito de este nuevo estilo lo t�vo ese año Lonnie Donegan con la canción "Rock Island Line".
Los Teddy Boys Los marinos desembarcaban en las islas g�andes cantidades de discos t�aídos de Estados Unidos, con los nuevos rit�os del Rock and Roll, que se convier�e en la música predilecta de los llamados Teddy Boys, aunque estos ya existían desde principios de la década. Los Teddy Boys for�aban pandillas de jóvenes, llamados así por sus largas levitas de tipo "eduardiano", de colores llamativos, y sus pantalones de t�bo con raya lateral. Son los primeros que se desmarcan estéticamente de la sociedad con sus vistosos ropajes. También se harían t�istemente famosos por su violencia, especialmente a par�ir del est�eno en las islas de la película “Blackboard jungle” (Semilla de maldad), la primera en la que aparece música de Rock and Roll, y por su racismo hacia los inmig�antes de color, sobre todo antillanos, que acabó de estallar en los dist�rbios del bar�io de Notting Hill, en el verano de 1958.
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Los Primeros Moder�istas A finales de los cincuenta, muy lentamente, en pequeños números y de for�a imperceptible para el resto de la sociedad, comienzan a surgir ot�o tipo de chavales. Odian el arcaísmo del Trad-Jazz, el provincianismo del Skiffle, la violencia “bar�io bajera” y el nauseabundo racismo de los Teds, la monotonía de un país soso y g�is, y la vida que llevan sus padres, encer�ados en un bucle sin fin del t�abajo al pub, de este a casa a cenar, ver la tele y dor�ir, y vuelta a empezar al día sig�iente y así todos los días de su vida. Son muy pocos, un puñado de adolescentes, alg�nos de ellos judíos, de clase media o t�abajadores con dinero para estar siempre a la última, procedentes sobre todo de las zonas de Stanford Hill y Tottenham, que se reúnen en los coffees del Soho, en lugares como la Bastille o el Two I's, y como los nuevos Dandis que son, se sientan y se admiran unos a ot�os. En aquella época, ni la prensa ni nadie excepto ellos mismos sabían de su existencia. Son distintos, moder�os, y se empiezan a autodenominar Moder�istas.
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La Imagen
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Para los primeros Moder�istas, así como para los que vinieron después, la imagen era lo más impor�ante. Al principio, sin g��pos organizados, era una simple cuestión de at�evimiento y narcisismo, poco más tarde empezaron a llevarse los t�ajes romanos, mucho más est�echos de lo que se habían llevado hasta entonces, de t�es botones y faldón cor�o. Al desar�ollarse de for�a individualista y hacerse los t�ajes a medida, cada chico iba incor�orando detalles que había visto a ot�os o que había ideado él, que ot�os iban a su vez a copiar o hacer distintos. El color predominante era el azul en sus distintos tonos; la tela, el Mohair. Camisas de solapas abotonadas Ben Sher�an, polos Fred Per��, corbatas est�echas de ganchillo "Nar�ow Knitted", zapatos de puntera (winklepicker) o con tacón cubano, Levi's 501 de brag�eta abotonada... Las chicas, en número mucho menor al principio, faldas siempre por debajo de las rodillas, camisas masculinas, pelo cor�o y liso a lo Juliette Greco, peinado bob-cut, ojos más maquillados que labios, cada vez menos tacón. Hay que decir que, por las características mismas del Moder�ismo, ning�na estética f�e definitiva, cambiando detalles continuamente cada pocas semanas.
Las Scooters Los primeros Moder�istas estaban tan obsesionados con su look que a veces los revisores de los autobuses los echaban por negarse a sentarse en sus sucios bancos; además, el met�o no f�ncionaba de noche, Londres era una ciudad enor�e, ya lo era entonces, y las distancias muy largas. Las Scooters... baratas, cómodas y no manchan la ropa. De esta for�a surgen g��pos de scooteristas. Las favoritas son las italianas, Vespas y Lambrettas, y lo que empieza como una necesidad acaba siendo ot�a seña más de identidad y auto-afir�ación, lo que les lleva a personalizar sus máquinas añadiéndoles faros, espejos, banderines, el propio nombre serig�afiado, etc. Las parkas o "parker coats", no eran consideradas "cool", pero hacía demasiado frío en Londres para pasear en scooter sin ellas y cubrían la ropa para evitar mancharla si se pisaba un charco de aceite o cualquier ot�a cosa, así que comienzan a usarse chaquetones de la OTAN o de la RAF. Ent�e el vehículo, la parka y la ropa, ya tenemos el aspecto tipo del Mod, que ha per�anecido hasta hoy.
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La Música
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La música siempre ha sido el nexo de unión ent�e jóvenes que buscan compar�ir intereses comunes. Para los Mods -poco a poco se toma cost�mbre de ir acor�ando el vocablo-, la música no puede ser ot�a que la más moder�a, y la inspiración les llega, como tantas veces sucede, del ot�o lado del Atlántico: Jazz, pero no el anticuado Jazz que escuchan los Beats, sino el del momento. Así, los originadores del Moder�ismo escuchaban tanto el Jazz de la costa Oeste, de Ger�� Mulligan o Chico Hamilton, como el "Cool Jazz" de Lee Konitz o Lennie Tristano, y el "Hard Bop", de Ar� Blakey and the Jazz Messengers, Cannonball Adderley, Miles Davis, John Colt�ane... música elegante para chicos elegantes. Cuando la escena se orientó hacia el baile, los Mods conser�aron para siempre el g�sto por las músicas de raíz afroamericana, tanto estadounidense, como antillana, y en menor medida, latina.
Los Lugares
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Al principio los Moder�istas se reunían en cafés como el t�o I's (que en inglés se lee "dos ojos") y a par�ir de 1960, sobre todo en el pub The Bull's Head, más cent�ado en el Moder� Jazz, donde solía act�ar Tubby Hayes, el g�an pionero del Mod Jazz en Londres. Desde 1959 se les había visto también, siempre en pequeño número, en las All Jazz, sesiones de toda la noche en el Flamingo, y también en act�aciones del Ronnie Scott's club. En 1962 descubren el Roaring Twenties, con su público Jamaicano, y empiezan a aficionarse a la música y estética de estos (t�ajes neg�os, Pork-pie hats, ska conocido en las islas como Blue Beat...)- Cuando lo Mod se hizo g�ande, clubs previamente existentes como el Marquee, el Crawdaddy o el 100, empezaron a adecuar su prog�amación para ellos. Ot�os como el Scene, con el DJ Guy Stevens, que entonces poseía la mayor colección de música neg�a de las islas, surgen específicamente para un público Mod. Aún estaban lejos clubs como el Tiles y su descarada comercialización de todo el asunto. .
Cine y Literat�ra
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Los Mods preferían el cine de la Nouvelle Vag�e francesa de autores como François Tr�ffaut, Jean Luc Goddard, Ag�es Varda o Louis Malle, y en menor medida el italiano y continental: Antonioni, Fellini, Polanski. Los chicos admiraban a Alain Delon y Jean Paul Belmondo, las chicas querían ser como Jean Seberg o Anna Karina. En cuanto a sus lect�ras, los que leían, preferían autores franceses como Jean Paul Sar��e o Alber� Camus, g�stos que les emparentaban con los "exis" continentales, aunque ellos eran mucho más hedonistas que sus vecinos. En aquel momento, en Inglater�a estaba teniendo lugar la revolución del Free Cinema (Karel Reisz, Jack Clay�on, Tony Richardson, muchas de cuyas películas estaban basadas en las novelas de la generación ang�� young men, todo muy contemporáneo), y una maravillosa novela, "Absolute Beginners" de Colin McInnes, ret�ataba de for�a involuntaria pero brillante el nacimiento de la escena Mod misma, aunque los verdaderos Mods apenas se enteraron, ocupados como estaban en investigar f�era de su país. El Mod no era anti-británico pero desde luego, siempre miraba al ex�erior en busca de referencias.
El Rhy�hm & Blues Británico
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A principios de los sesenta los chicos del Skiffle y ot�os más jóvenes, procedentes de las Ar� Schools, vista la creciente pasión de los chavales por las músicas afroamericanas, se deciden a dirigir por ahí sus pasos musicales, decantándose por la más fácil de inter�retar: el Rhy�hm and Blues. A diferencia del Jazz, proporciona reper�orio y actit�d a muchachos que apenas saben tocar. Los padrinos del R&B británico son Cy�il Davies y, sobre todo, Alexis Kor�er. Este, parisino con sang�e g�iega y afincado en Londres desde 1939, establece su base de operaciones en el Marquee, y su g��po, Blues Incor�orated, resulta una verdadera academia por la que pasan muchas de las f�t�ras est�ellas inglesas del R&B y del Pop. Surgen incontables g��pos, ya no sólo en la capital sino por todo el país: Animals, Spencer Davis Group, Manfred Mann, Ar��oods, Birds, Rolling Stones, Yardbirds, Prett� Things, Paramounts... pero la mayoría se limitan a versionar a los ar�istas americanos o a adaptar el naciente Soul a su reper�orio, y por supuesto, los Mods siempre prefieren el producto original.
Marc Feld y la Revista Town En 1962, en la revista Town aparece un ar�ículo-ent�evista sobre el dandismo de esta nueva juvent�d, y cogen para la ocasión a t�es jóvenes representativos de la misma: Pete Sugar, Michael Simmonds y Marc Feld (de sólo quince años y f�t�ra est�ella del Glam conocida como Marc Bolan, diez años después). Hablan reiteradamente sobre ropa, "lo más impor�ante del mundo para ellos", zapatos, t�ajes, sast�es, ar�ogancia, diferencia, padres, chicas, ot�os chicos, discotecas, problemas con los Teds: "Es porque somos diferentes"; conf�sas ideas políticas: "Soy conser�ador, los conser�adores están con los ricos y todo el mundo quiere ser rico ¿no?", dice Sugar; "Si, como él dice, están con los ricos, yo estoy con ellos", dice Feld, "Por supuesto, yo no entiendo mucho de eso" remata Sugar. En la ent�evista nunca se habla de Mods, sino de "Faces" pero supone el inicio del interés de los medios de comunicación en ellos, que hasta ahora habían per�anecido en el anonimato y en el más puro "underg�ound". Sólo los Mods conocían la existencia de los Mods.
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La Escena Crece Ent�e 1962 y 1963 la presencia de Mods en el Soho y en las calles adyacentes ha dejado de causar ex��añeza. Del Trad y del Skiffle sólo queda el recuerdo, apenas hay ya Teddy Boys, aunque sí Rockers, sus "primos her�anos", nostálgicos del Rock and Roll primigenio, enf�ndados en cuero y llevando motos de g�an cilindrada, que serán muy impor�antes en esta historia. Con los nuevos sonidos de la "joven América" de la Motown y ot�os sellos, el Rhy�hm and Blues y el primer Soul invadiéndolo todo, se encuent�an Mods por todos los bar�ios, en cada uno de ellos uno o varios "Faces" (los Mods punteros, los que siempre van un paso por delante en cuestión de modas, actit�des y músicas) ex�lican a los demás donde encargar zapatos a medida, t�ajes de Mohair, cromados o accesorios para la Scooter, o donde peinarse a la última moda en Wardour St�eet. No hay duda, un Mod necesita mucho dinero para salir y estar siempre a la última, pero estamos en la Inglater�a del casi pleno empleo, también para los adolescentes, así que el Moder�ismo se encuent�a con un caldo de cultivo adecuado para su rápido crecimiento.
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Música Americana Una vez superado el inicial ent�siasmo por el Moder� Jazz más esotérico, los Mods se volcaron en las más sencillas y aptas para el baile, músicas afroamericanas del momento. Así, al Soul-Jazz de organistas como Jimmy Smith, Jimmy McGriff o Brother Jack McDuff le sig�ieron los rit�os del Soul y el Rhy�hm & Blues, en un altísimo porcentaje de ar�istas neg�os, con honrosas excepciones como las de Mose Allison o Georgie Fame, los sonidos antillanos de Ska Kings, The May�als, Prince Buster o By�on Lee and the Dragonaires, alg�nos sonidos latinos como el celebér�imo "el Wat�si" de Ray Bar�eto, y algo de los g��pos blancos americanos que hoy en día se conocen como "de Garage", como el Louie Louie de the Kingsmen.
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Los Bailes
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Que se sepa, el Moder�ismo f�e la primera cont�acult�ra contemporánea en la que se impuso el baile suelto ent�e sus acólitos. A diferencia de estilos anteriores como el Rock and Roll clásico o el Swing, el hombre no "llevaba" a la mujer en el baile, sino que dejaba que esta hiciera lo que quisiera con su cuer�o, y con sus movimientos. Esta actit�d ent�oncaba directamente con las direct�ices individualistas e inconscientemente anti-machistas que habían adoptado los Mods. En las salas de baile no había parejas, sino simples individuos, chicas y chicos dejándose llevar, a su aire. Como todo lo relacionado con lo Mod, los bailes cambiaban casi cada semana. Habit�almente empezaban en el club "the Scene", y de ahí daban el salto al prog�ama televisivo "Ready, Steady, Go", donde ya podían verlos, seg�irlos y aprenderlos la juvent�d de todo el país, aunque no est�vieran todo el día metidos en los clubs del Soho o no vivieran en Londres. Alg�nos de los más conocidos f�eron el Twist, el Block, el Hitch Hike, el Shake, el Boogaloo, el Dog, el Ska... siempre muy sencillos, para aprender en una sola sesión.
Batallas Juveniles
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De repente, durante la primavera y verano de 1964, los medios de comunicación empiezan a hacerse eco de su existencia de for�a masiva, debido a lo que estos andan buscando siempre, el sensacionalismo. Los Mods no f�eron noticia hasta que empezaron las batallas ent�e Mods y Rockers en las playas de Brighton, Clacton, Margate o Hastings. Antes parecían no existir, ahora eran primera página continua en el Mir�or, el Herald o el Sketch. Es difícil precisar por qué empezaron estas luchas, pero todo apunta a que no hubo más motivo que el de la simple competencia ent�e ambos bandos. Los Rockers consideraban a los Mods como unos afeminados, con su interés por los t�apitos y su moda siempre a la última; para estos, los Rockers no eran más que macar�as anticuados de ropas de cuero sucias y g�asientas. Además, los Rockers eran por lo general algo mayores que ellos, y muchos venían rebotados de las legiones ex��anjeras del ejército, por lo que estaban habit�ados a la violencia. Hasta entonces, alg�nos habían sido vecinos o amigos e incluso g�ardaban scooters y motos de g�an cilindrada en el mismo garaje.
Estimulantes Las drogas también cont�ibuyeron lo suyo a este nuevo ambiente enrarecido, estimulantes que al principio se usaban para ag�antar un fin de semana entero de bailes, paseos en vespa, quizás peleas, y compras de ropa en Car�aby st�eet los sábados por la mañana, a menudo sin haber dor�ido la noche anterior... La favorita era el Drinamyl, anfetaminas popular�ente conocidas como "Dexis" -por dexedrina- o "Pur�le Hear�s", que no eran precisamente el mejor combustible para la paz y el "buen rollo", de hecho, alg�nas de las reuniones en las que eran protagonistas, acababan con violencia incluso ent�e amigos. La mayoría de estos estimulantes eran legales con receta, así que los robos noct�r�os en far�acias aumentaron ex�onencialmente. Ent�e la violencia absurda con los Rockers, y el abuso de estimulantes, la historia comenzaba a dejar de ser elegante e inofensiva. Alg�nos perdían su t�abajo por quedarse dor�idos o no asistir t�as un fin de semana entero de juerga, o tenían problemas en casa con sus padres cuando las multas por escándalo público o vandalismo llegaban al buzón, o ambas cosas. Un halo desag�adable y siniest�o se iba apoderando de lo que una vez f�e puro e inocente.
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Primeros Abandonos
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Se popularizaron nuevos tér�inos, casi todos ellos despectivos: Seven and sixers, por las camisetas de ese precio; Staters, los que vistiendo unos Levi's y un Fred Per�� ya se consideraban Mods, sin prof�ndizar mucho más; Tickets y Numbers, "del montón", imitadores de los Faces que no añadían nada de su propia personalidad. Los originadores del Moder�ismo, los de 1958, abominaron de estos nuevos Mods violentos y sin estilo, los consideraron Rockers con indumentaria Mod (Vaqueros y polos o camisetas en lugar de t�ajes romanos entallados con corbatas de seda o de ganchillo, ¡qué poco exclusivo!, pelearse en las playas de la costa sur, de g�ijar�os, est�opeando así unos preciosos zapatos o un t�aje nuevo... ¡hor�iblemente inapropiado!) y comenzaron a desmarcarse de la escena, -¡Nunca más per�enecer a algo que acabara masificándose!- autodenominándose "Individualistas", dejando de salir por unos ambientes ya ex��años para ellos, dedicándose de nuevo al Jazz, a la cafeína y a las lect�ras de Sar��e, o descubriendo alg�nos de ellos, pocos años más tarde, la nueva escena del LSD y la psicodelia más pacífica..
Gr�pos de Mods para Mods Era cuestión de tiempo que de la propia escena surgieran g��pos de chavales dispuestos a emular a sus héroes musicales, y esto no tardó en producirse. Los primeros f�eron The Who, anterior�ente conocidos como the High Numbers, y que en realidad no habían sido previamente Mods sino que habían sido conver�idos a la causa por mediación de su manager, Pete Meaden, quien sí lo era de pies a cabeza. A pesar de eso, su g�itar�ista Pete Townsend supo componer un puñado de mag�íficas canciones, que reflejaban a la perfección la ira y la fr�st�ación juvenil del momento, con éxitos inmor�ales como "My generation", "I can't ex�lain", "The kids are allright" y muchas más. Empezaba a hablarse de "Maximum R&B" y de "Pop Ar�". Pete lanzaba “puazos” f�riosos sobre su g�itar�a, mient�as el batería Keith Moon golpeaba a una velocidad de vér�igo, el cantante Roger Dalt�ey saltaba, y cogía el micro del cable como si f�era un lazo vaquero, mient�as su bajista, John Ent�istle les miraba impasible, y todos excepto John acababan dest�ozando sus inst��mentos. Fue a The Small Faces a quienes cor�espondió el equívoco honor de la "autenticidad", ellos sí eran auténticos muchachitos Mods antes de for�ar la banda, pero sus maravillosas canciones y la voz neg�oide de su cantante Steve Mar�iott hace que hoy sean recordados como una de las mejores bandas de todos los tiempos, tal vez la mejor. Ot�as bandas Mods del momento f�eron The Action, The Eyes, The Creation, St. Louis Union...
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El Beat y El Garage Paralelamente a todo esto, se produjo en Inglater�a el fenómeno de la Beatle-manía, poco apreciado por los Mods pero inevitable de reseñar aquí. Los Beatles, originariamente una banda de "Mersey Beat" de Liver�ool, estilo llamado así por el nombre del río que surca la ciudad, obt�vieron, merced a la incuestionable calidad de sus canciones y a ot�os factores, un éxito descomunal, desconocido hasta entonces en el negocio del mundo musical, dando inicio a lo que aún hoy en día se conoce como "la edad de oro del Pop". A raíz de lo que se llamó "British Invasión", surgieron, cientos de miles de bandas en todo el mundo, incluso en lugares tan insospechados como el bloque comunista, el África neg�a o los países musulmanes más laicos. Aún se está descubriendo todo lo que entonces llegó a g�abarse. Lógicamente, allí donde había nacido el Rock and Roll, en los Estados Unidos, el impacto f�e inmenso, y esas miles de bandas americanas -Sonics, Remains, Count V, Barbarians, por mencionar unas pocas...- f�ndaron involuntariamente un nuevo género, el Garage, de imitación de bandas británicas (Que a su vez bebían de las f�entes americanas, en un curioso fenómeno de rebote que sig�e produciéndose hasta hoy), de sonido mucho más cr�do y ag�esivo, en un principio destinado a ser efímero, pero que ha llegado hasta la act�alidad con su frescura intacta, g�acias a los cientos de recopilatorios que se han editado de aquella música de Garage y a los g��pos que la sig�en practicando, con miles de aficionados en todo el mundo..
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El Swingin' London En 1966 Londres parece a punto de reventar de ebullición y creatividad. Un nuevo tipo de aristocracia con talento, dinero y origen proletario se consolidaba. Fotóg�afos como David Bailey, pintores como Peter Blake, dramat�rgos como Joe Or�on, cineastas ex��anjeros como Antonioni, los Beatles y los Rolling Stones, la televisiva Cathy McGowan del RSG... se vestían en Car�aby St�eet y King's Road con ropas cada vez más ex�berantes y coloristas, antes de que esas boutiques perdieran su carácter exclusivo. Por las noches, en locales como el Speakeasy, el Scotch of St James o el Ad Lib ,se comentaban las subidas y bajadas del Hit parade, las últimas adquisiciones en moda, vehículos, o el último disco recibido de Estados Unidos. También se susur�aban al oído cosas acerca de nuevas substancias que estaban descubriendo y que hacían ex�andir la mente. Había un sentimiento de camaradería genuino ent�e músicos, cineastas, modistos, modelos y creadores de todo tipo, que compar�ían el ideal juvenil. El mundo entero bailaba y par�icipaba de tal frenesí. Hubiera sido perfecto mantenerse así para siempre, pero tanta y tan ver�iginosa energía tenía que derivar inevitablemente en un nuevo estado de cosas, en un nuevo orden, y para los Mods f�e el principio del fin.
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La Psicodelia
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Jimi Hendrix ir��mpiendo salvajemente en el panorama musical, provocando un f�er�e sentimiento de inferioridad ent�e el resto de g�itar�istas que, de repente, querían ser como él; el deseo de los músicos de ir siempre un paso más allá, no estancándose en lo que ya saben; el cambio de las anfetaminas por el LSD, una substancia de efectos tan diferentes como impredecibles; la televisión most�ando al mundo la g�er�a del Viet�am en toda su cr�deza y los hor�ores de una década no tan feliz; los Beatles asombrando al mundo con su "Sg�. Peppers lonely hear�s club band"; la vang�ardia de nuevas for�aciones como Pink Floyd o Soſt Machine; las antig�as adaptándose rápidamente a los nuevos tiempos como the Prett� Things o Zoot Money -reconver�ido ahora en "Dantalian's Chariot”; el cent�o del universo t�asladado de Londres a San Francisco, seg�n Nor�an Mailer y varios factores más, pusieron punto y final a la escena tal y como había sido originalmente, a pesar de bandas fidedig�as a los viejos conceptos como Geno Washing�on and the Ram Jam Band. Los Mods vieron anonadados como la elegancia se t�ansfor�aba en dejadez, la energía en filosofía y el individualismo en colectivismo. Una nueva sensibilidad había nacido, menos práctica, más utópica. La palabra "amor" era la nueva consig�a, que flotaba de boca en boca. Hacia 1968, apenas quedaba ya nada del espírit� original..
Hard-Mods Los pocos que quedaron se sig�ieron llamando Mods, aunque la historia los haya rebautizado como Hard Mods. En respuesta a la nueva psicodelia y a su ideal de hippy melenudo, floreado y campest�e, ellos acent�aron su estética urbana y de bar�io, acor�aron aún más sus cabellos, y llevaban ropajes que por momentos parecían unifor�es: abrigos Crombie, camisas de cuadros, botas militares... se ref�giaron en la música jamaicana, única que hasta entonces había mantenido un pat�ón rít�ico simple, es decir, que no se había "psicodelizado", aunque esto no tardaría en suceder con la aparición del Dub. Toots Hiber�, produjo y publicó en 1968 un tema llamado "Do the Reggay". Un nuevo estilo había nacido. Estos Mods o Hard Mods f�eron el ger�en de los que, un año después, en 1969, comenzarían a llamarse a sí mismos "Skin Heads", mucho antes de que elementos del BNP se int�odujeran ent�e sus filas y ar�ast�aran a muchos de ellos a un lamentable fascismo y xenofobia, a ellos, a quienes una vez habían sido paladines y defensores de una Inglater�a mestiza y t�opical, pero esa es ot�a historia... *BNP, siglas del British National Par��, par�ido político británico de ex��ema derecha, filofascista y supremacista
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El Nor�her� Soul
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Nor�her� Soul es un tér�ino que utilizó por primera vez el eminente crítico e investigador Dave Godin para la revista Blues & Soul en junio de 1970, para referirse a la emergente escena de las indust�iales y obreras Midlands y Nor�e inglesas, mucho menos pendientes de las modas que Londres y su área de influencia, for�ada por adolescentes que sencillamente querían seg�ir escuchando su música favorita, el Soul, ajenos a lo que quisiera venderles la prensa oficialista tipo NME o Melody Maker, y que no tardaron en hacer suya dicha etiqueta. Se desar�olló en lugares hoy míticos como el Wigan Casino, el Twisted Wheel o el Blackpool Mecca, no cultivaron más estética que una cier�a ropa ancha y cómoda para bailar, y acabó inter�acionalizándose a par�ir de los ochenta, siempre desde el más absoluto her�etismo y underg�ound, y hasta la act�alidad. Aún for�ando una escena estanca y distinta, la escena Mod act�al le debe mucho: Fueron los únicos que sig�ieron escuchando 60's Soul en una época en la que nadie más lo hacía, cientos de temas f�eron "t�asvasados" con los años de una escena a ot�a, y f�eron los primeros en dedicarse a la búsqueda de singles antig�os, por ex��emadamente raros y poco conocidos que hubieran sido en su momento, actit�d que a posteriori sería el leit-motiv de la renacida escena Mod.
Inglater�a a Mediados de los Setenta
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Los Mods, el Pop, la moda juvenil elegante, el frenesí de Car�aby St�eet... todo se había esf�mado, ar�ast�ado por los vientos del tiempo. Hacía tan sólo 7/8 años de aquello, pero la impresión que daba era la de ser algo mucho más lejano, de ot�a época. La antig�a Psicodelia se había dividido en diversas ver�ientes: los que, como Deep Pur�le y Led Zeppelin buscaban ex�rimir al máximo las posibilidades de los inst��mentos, sobre todo de la g�itar�a, f�ndaron el Hard-Rock, ger�en del Heavy Metal. Aquellos que quisieron ex�lorar los mundos oníricos que la propia Psicodelia había sugerido, como Pink Floyd o King Crimson, dieron paso al Rock Prog�esivo; Exagerando esa vía, convir�ieron en plomizo y abur�ido, aún peor, desconectado de la realidad, lo que una vez había sido excitante, alejándolo para siempre de lo que se suponía era el Rock and Roll: fresco e inmediato. Por último, de los que acent�aron la faceta Pop de la misma, como David Bowie y Marc Bolan, surgió el Glam, pintoresco y est�ambótico hasta el ex��emo. Estaba el Pub-Rock, pero no dejaba de ser música de circunstancias, apta para ver tomándote unas pintas en el Pub de la esquina y poco más. Estaba la Disco Funk, pero salvo honrosas excepciones, esta era soberanamente frívola, cuando tan prof�ndo había sido su her�ano mayor, el Soul...
El Punk-Rock Un panorama desolador se avecina, empeorado por el hecho de que los practicantes de los estilos del momento eran en g�an par�e, los mismos individuos de los 60's, millonarios ahora, encer�ados en sus palacios de már�ol y cristal, olvidados de lo que suponía ser joven y estar lleno de fr�st�ación, ira y de ganas de ex�resarlas. A la vez se había acabado la era del pleno empleo, en plena crisis económica y del pet�óleo, cientos de adolescentes vagaban por las g�andes ciudades sin r�mbo fijo, y sin saber que hacer para matar el tiempo. El tedio y no ot�a cosa, motivó la aparición del Punk Rock, y, aún provisionalmente, le devolvió al Rock el eco de la calle, mediante desquiciados mensajes negativos, g�itados más que cantados, sobre un fondo caótico de bajos ret�mbantes, g�itar�as sat�radas y baterías mar�illeantes. Los Punks recordaron que es más impor�ante lo que se dice que cómo se dice, recuperaron el for�ato del single, las canciones de dos minutos, los pelos cor�os y la ropa est�echa, y devolvieron el negocio, siquiera momentáneamente, a los jóvenes. el Punk pretendió ser el punto y final de la historia del rock, pero en realidad supuso un nuevo inicio. El Punk, visto el yer�o cult�ral en que se había conver�ido el Rock, f�e, digámoslo sin rodeos, necesario.
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The Jam
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Ent�e toda aquella t�opa de rabiosos insurgentes nihilistas, comandada por los Sex Pistols, hubo un buen montón de jóvenes, que no querían tanto romper con el pasado como recuperar lo mejor de él: Las melodías chispeantes, los solos de g�itar�a breves y memorables, las canciones para cantar en lugar de ber�ear... hasta los propios punks, acabaron dándose cuenta de que incluso el chaval más díscolo, alberga ot�os sentimientos distintos de la ira, la fr�st�ación y el odio. Ha llegado la New Wave, y con ella un nuevo renacer. Para la historia que a nosot�os nos interesa, f�eron the Jam, de Woking, al sur de Londres, liderados por Paul Weller (g�itar�ista, 1958), secundado por Br�ce Fox�on (bajista, 1955) y Rick Buckler (batería, 1955), quienes dieron un impulso, a caballo ent�e la insurgencia juvenil del momento y el vitalismo propio de las bandas Mods de los 60, a un renacimiento en toda regla del fenómeno Mod, cuando este no era ya más que un recuerdo del pasado. Posiblemente nada hubiera sucedido, o no hubiera tenido el mismo calado, de no haber tenido the Jam la calidad suficiente, pero en el t�anscurso de apenas seis años publicaron ot�os tantos LP's y un buen puñado de singles sencillamente prodigiosos, su buen hacer, así como su actit�d y honestidad, ar�ast�aron e inspiraron a muchos ot�os. El Moder�ismo, la escena, todo el asunto, iba a reg�esar, y esta vez para no marcharse.
El Revival Mod Lo que sucedió a continuación, se ha contado tantas veces que ha adquirido tintes de leyenda: The Jam, la película Quadrophenia de la que luego hablaremos, el seminal libro "Mods" de Richard Bar�es, "padre" de todos los que vinieron después, con montones de fotos de la época original, el recopilatorio "Mods Mayday 79", que para ser sinceros no quedó todo lo bien que hubiera sido deseable, y el propio hastío de los jóvenes ante el monolitismo y monocordismo del Punk, y su filosofía "No Fut�re", provocaron la aparición, hacia 1979, de docenas de bandas encuadradas en lo que se llamó "Revival Mod". De repente, volvía a haber Mods por todas par�es. En honor a la verdad, alg�nas bandas, como Pur�le Hear�s o The Chords, ya existían independientemente de los factores antes mencionados. La estética no estaba tan log�ada como quince años at�ás, no podía estarlo con la galopante crisis económica, con tantos chavales en el paro, ni la música, demasiado deudora en un principio del Punk (más que un "Revival" se t�ató de un "Renewal", porque la música era diferente), pero ahí han quedado para la historia bandas como Secret Affair, Lambrettas, Squire, Amber Squad, Cigar�ettes, Circles, Killer�etters, Letters, Long Tall Shor��, Mer�on Parkas, Mods, Pleasers, Rage, Scooters, Vapors y muchísimas más. Todas, excepto los propios Jam, Secret Affair y Squire, f�eron efímeras, pero la herencia más impor�ante que dejaron ya se dijo en el anterior epíg�afe: A par�ir de ellos, la escena ya no volvió a desaparecer.
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Quadrophenia, The Kids Are Alright
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1979 f�e también el año en que t�as alg�nos LP's insubstanciales para el que esto suscribe y la muer�e de su batería Keith Moon, los Who quisieron volver a enarbolar la bandera moder�ista como para recordar a los nuevos Mods quién había estado ahí antes, y lo hicieron con el documental "The kids are alright", para desag�ado de los chicos, más cent�ado en su etapa Woodstock y posterior que en sus inicios, y produciendo la película "Quadrophenia", dirigida por Franc Roddam e inspirada en su doble LP homónimo de 1973, a su vez basado en los años Mods. Resulta difícil verla hoy en día sin sonreir: fig�rantes Mods que parecen estibadores de puer�o, por mucho que Townsend dijera "no fabricamos un solo Mod, ellos ya estaban allí", tipos que se par�en de risa mient�as les golpean, brazos que desaparecen -cosas aún más patéticamente evidentes viendo fotog�amas detenidos- llaves de Lambretta que encienden Vespas, una historia mucho más pendiente de la violencia y los estimulantes que de lo que había hecho de lo Mod algo fascinante, el estilismo y la música... pero cumplió de sobras su f�nción catalizadora, para miles de chavales que descubrieron en aquello "lo suyo", y esta vez no solo en el Reino Unido, sino en toda Europa y en menor medida, USA, Aust�alia y resto del mundo occidental, a donde llegaban mucho más apagados los ecos del Revival, subsumido en el "todo" de la New Wave.
Mient�as tanto, en un lugar llamado España... En España, la New Wave y todos los demás estilos derivados pillaron a la sociedad en plena t�ansición, con una ilusión inmensa hacia lo que estaba por venir, y con una juvent�d que ardía en deseos de ex�resarse y "hacer". La revista STAR, la más moder�a que jamás se había publicado por estos lares, adalid primero del "Rrollo" (así lo llamaban) y luego de la New Wave, sufrió los últimos -y duros- coletazos de la censura, pero aún así, la versión autóctona de la Nueva Ola salió adelante, ¡y de que manera!. Madrid adelantó a Barcelona por primera vez en muchas décadas en cuanto a moder�idad y europeismo, y así surgió la "Movida Madrileña", hoy mítica, pero que nadie lo dude, sucedió realmente. Aún con toda la precariedad de una indust�ia endeble, pero con el apoyo de prensa, TV y la naciente FM, surgieron cientos de bandas, y se editaron, mejor o peor tocadas y producidas, una cantidad apabullante de buenas canciones. Es posible que anterior�ente, en los 60, ot�os chavales hubieran vivido aquí bajo los cánones de "la vida total Mod", pero en estas nuevas condiciones, lo Mod obt�vo por primera vez verdadera car�a de identidad, y cientos de chavales, en Madrid, Barcelona y por todo el Estado, lo f�eron con todas las consecuencias, muchos de ellos, como se ha demost�ado a posteriori, para siempre. Alg�nos g��pos Mods: en Madrid, los Noct�r�os, los Escándalos, Pánico Speed;en el área de Barcelona, Brighton 64, Teleg�ama, Kamember�; Valencia, Scooters; Donostia, Los Scooters (ot�os); Jerez de la Frontera, Ser�icios a Domicilio, etc...
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Los Ochenta Colosal melting-pot, todos los estilos del pasado volvieron para quedarse, hubieron muchas voces que clamaron cont�a la muer�e vir��al del Pop como ente auto-renovable, que no había nada nuevo, que todo era neo 50's, 60's o 70's, y no f�e así en absoluto, al menos, no todavía... Así, el Garage y la Psicodelia reg�esaron con f�erzas renovadas. Por lo que respecta a los Mods, los que no emig�aron a estos estilos, que f�eron muchos, ni tampoco desaparecieron cuando la f�erza cent�íf�ga del Revival se apagó -al fín y al cabo, la juvent�d es un estado breve-, se orientaron, bien sea como Gilles Peterson y Eddie Piller hacia la música neg�a bailable del momento -como unos originales act�alizados-, bien sea en clubs como el Sneakers, hacia una ref�ndación de los pat�ones clásicos, Moder� Jazz y Rhy�hm & Blues clásicos, -como unos originales... originales-, alcanzando de paso cotas de exquisitez que voces autorizadas afir�an, incluso superaron las primigenias, bif�rcando la escena en diferentes vías, lo que ya era una seña de identidad más, nor�al por ot�a par�e en gentes tan individualistas. Paul Weller creaba, con su nuevo proyecto the St�le Council, una música log�adamente elegante y atemporal, y en España se vivió una ref�ndación similar -t�aumática por la muer�e de un joven Rocker en una pelea ent�e Mods y Rockers, en Madrid-. Se publicaron los primeros LP's de calado (Fuzz Face de Sex Museum y Piknik Caleidoscópico, de los Negativos, este último magist�al) y surgió el, en opinión de muchísimos, más impor�ante g��po que ha dado en España esta historia: Los Flechazos, de León.
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Los Noventa
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Hacia el cambio de década sí se obser�ó un claro agotamiento del modelo t�adicional del Pop, con la prensa británica buscando desesperada y absurdamente a los nuevos Beatles e inventándose nuevos movimientos de rimbombantes nombres como Scallydellia, Shoegazing, New Wave of the New Wave, Brit... pero los Mods llevaban ya mucho tiempo olvidándose de los vaivenes de la indust�ia, y de estos g��pos nunca se hablaba en sus fiestas, sólo de los adscritos a la escena -y no demasiado, lo impor�ante eran las allnighters-. Alg�nos nombres de ent�e cientos: the Aardvarks, the Clique, St�pid Baboons, los Imposibles. Fueron años de especialización ex��ema, con sellos discog�áficos Mod-oriented como Detour o Animal, reediciones de prácticamente todo lo hecho en el pasado, por oscuro que hubiera sido, volcados en el cuidado de la estética de la ropa, la scooter, y la búsqueda de viejos singles cada vez más raros. Como mucha gente, por primera vez en la historia, no abandonó al madurar, la escena dejó de ser juvenil, y con muchas car�eras universitarias finalizadas y buenos oficios, también dejó de ser exclusivamente de clase obrera. Con posibles para viajar, se inter�acionalizó: toda Europa viajó a las fiestas de toda Europa, y así, se llegaron a cotas de calidad nunca antes vistas f�era de UK, por ejemplo en España con fiestas medianas como las de la Sociedad Soul de Madrid o el Aut�mn Mod de Valencia, y g�andes como el Pur�le Weekend de León o el Euro Yeyé de Gijón, con Dj's y ar�istas de primera fila. Sin embargo, hacia 1998, mucho de ello, esta vez afor��nadamente no todo, se desplomó. Digamos que la escena sufrió una evidente "minorización".
El Siglo XXI
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Las nuevas tecnologías nos han cambiado la vida, creo sinceramente que para mejor. El que quiere -la mayoría- está vir��almente conectado con todos los demás, en las redes sociales conviven sin problemas gentes de los cinco continentes, chicos de 14 años con venerables y encantadoras señoras de casi 70 que f�eron "faces" en 1962. Conocer las novedades discog�áficas en tiempo real, escuchar el último single de ese g��po de Per�h antes de que salga, enterar�e de fiestas que se harán en Denver, Johannesburgo o a 30 kms. de casa, e incluso de las vicisit�des personales de gente a la que apenas o nunca ves. Puedes crear un blog para dar infor�ación o t� visión del asunto, o darlas en los foros. En YouTube tienes casi todo lo g�abado, sobre todo en el ámbito anglosajón; esto, que podría crear cier�a apatía buscadora por tenerlo todo a mano, ha provocado sin embargo un aumento de interés por el producto real, ese single que en ebay puede alcanzar precios ast�onómicos, o casi nada, dependiendo del capricho de los pujantes. En la vida real la escena sig�e su curso, con cambios solo perceptibles para los que la vivimos desde dent�o. Es preocupante la falta de gente joven, pocas veces antes iba saliendo tan poca, pero no parece que esto vaya a desaparecer a cor�o plazo, y lo elitista nunca f�e cuestión de cantidad. En la década en curso, nuest�a cont�acult�ra cumplirá 60 años; pienso que tanta longevidad se debe a haberse sabido adaptar a cada momento histórico, y a no haber llevado jamás una moda demasiado ex��avagante, que hubiera envejecido peor. No, esto tiene un pasado tan at�activo, como esperanzador es el f�t�ro, así que...¡Nos vemos en la próxima allnighter!
Tex�os: Ag�stí Rocamora Nací durante el verano del amor, calculen ustedes si quieren, en Elx, enor�e pueblecito del sur valenciano. Allí sigo. La música Pop me apasiona desde que tengo memoria de mi mismo. Est�diando no pasé del bachiller. Soy un chico working class. He publicado un libro de poemas (Porfirogeneta, 2006) y escrito canciones para g��pos de mi zona y de Barcelona. Hice un fanzine. He hecho algo de radio. He viajado mucho y conocido a mucha gente. Pincho viejos discos de vinilo donde y cuando me dejan. En la act�alidad me dedico al existencialismo, a escuchar discos sobre todo de los sesenta, leer libros desde el Romanticismo hasta 2013, visitar Gijón una o dos veces al año, y mantener un aspecto lo más juvenil y elegante posible.
Ag�stí Rocamora
Ilust�acionesy diseño: Alber�o Navar�o Soy Ilust�ador, nacido en Orihuela y amante del ar�e y de la cult�ra en general. Llevo dibujando toda la vida y he hecho varias ex�osiciones de diferentes estilos. Intento conectar todo lo que me g�sta y nar�ar mis ex�eriencias mediante los dibujos. Mi act�al acercamiento a la escena Mod y 60's ha hecho que me resultara interesante apor�ar algo a la misma. De esta manera y t�as est�diar Ilust�ación, me avent�ro en el mundo editorial con este proyecto.
Alber�o Navar�o