Título: patear París (2014) Fecha de edición: octubre de 2014 Copyright de las fotos y diseño: © 2014 Manuel Navarro Forcada Copyright del texto: © 2014 Julio César Cano
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LA GRAN DAMA Reviso las fotografías de Manuel Navarro. Me deleito en un sinfín de detalles que en cada nueva visualización se me aparecen de distintas formas. Escucho a Serge Gainsbourg y casi puedo oler el humo del tabaco negro. Siempre tuve un vínculo especial con Francia, y cuando no lo tuve, me lo inventé. Estudiábamos francés en el colegio, la señorita De Febrer, el verbo Être, las erres guturales, las palabras acentuadas en la última silaba, los Voilà... No recuerdo con exactitud cuándo caí rendido a sus pies. Acabó la escuela y el tren que partía de la barcelonesa estación de Francia me dejó al otro lado de la frontera. Olía a manzanas, a pan recién hecho, a mostaza, a jambon de París. Visité muchos lugares del país vecino antes que del mío propio. Quizás por eso soy tan poco patriota, o quizás no, qué más da ahora. Conocí a Laurent, a James, a sus familias. Poco después vinieron las giras: Montpellier, Nimes, Lyon, Valence, Vilafranche Sur Saone, París… Tres meses en un estudio de grabación de Toulouse bastaron para empaparme de todo lo que me apetecía. Allí grabaron sus majestades The Rolling Stones. La ciudad rosa me presentó a Nicolas, a Valerie, a Patrick, a Patrice, a Thierry, a Frederic y a algunos hijos de republicanos españoles, exiliados en la ciudad que baña La Garonne, el río, aunque allí, los ríos, son femeninos. Aprendí letras maravillosas en las canciones de Serge Gainsbourg, desmenucé los poemas rapeados de MC Solaar y bailé los ritmos de Mylène Farmer. No hacíamos fotografías en aquella época, fumábamos Gitanes y bebíamos Pastis, reíamos y caminábamos pisando fuerte los adoquines, pero no tomábamos fotografías. ¿Para que queríamos una cámara? Lo que importaba era inmortalizar aquello en el mismo instante, como si no hubiera un mañana, como si no tuviéramos la certeza absoluta de que años después quisiéramos ver todo aquello que habíamos visto y vivido. Con la madurez volví al país vecino: Bourgogne, Normandie, Bretagne, Ardèche, Belfort, Alsace... y París, como una dama excelsa, como una gran señora, como la reina de la luz. Rememoré mis vivencias. Pateamos París: del Arc de Triomphe a la Place des
Vosges, del Cemetière de Montparnasse a Montmatre, de St-Germain des Prés a Belleville. Y entonces hice fotos, instantáneas, pequeños recuerdos en forma de fotografías que al ser reveladas habían olvidado por el camino lo que quise interpretar en el momento del clic. Quizás se perdieron por el camino, quizás la magia de París desaparece al dejar atrás Le Bois de Boulogne, quizás lo que quise fotografiar quedó olvidado en un banco del aeropuerto de Orly. Ahora, Manuel Navarro nos regala esta serie de fotografías que me han devuelto a aquellos días allá por el final de los años ochenta. Manuel ha desmenuzado una ciudad verdadera, un paisaje urbano y humano de carne y hueso, con pies y cabeza, con los pies en el suelo. Esta es la Francia que siempre traté de contar a mis amigos a través de las fotografías y nunca pude. Quizás por eso empecé a escribir, a contar con palabras lo que había visto. A Manuel le basta con su ojo visceral, con su punto de vista peculiar y descarado. Quién si no él puede ofrecernos la visión de los personajes que aparecen en sus fotos, verdaderos protagonistas de una novela que, pese a no tener una sola palabra escrita, cuenta mucho más de lo estrictamente necesario. Este es el París que vi, y que no había vuelto a ver hasta que me mostró esta serie de imágenes que ahora estáis a punto de disfrutar. Merci Beacoup, Manuel, por tu visión de esta hermosa ciudad, por retratar la belleza de los pequeños detalles de la Gran Dama de las ciudades europeas. No en vano, la escritora británica Angela Carter, escribió: “Las ciudades tienen sexo: Londres es un hombre, París un mujer”. Julio César Cano Julio César Cano fue músico en diferentes grupos de Rock & Roll, entre ellos, Gatos Locos. Actualmente escritor de libros de gastronomía y novelas de reciente éxito, entre las que destacan “Asesinato en la Plaza de la Farola” y “Hojas de Otoño”.
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