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BLACKHEARTH
ANTES DE FINALIZAR ESTE PECULIAR 2021, NOS LLEGA A LA REDACCIÓN DE NECROMANCE MAGAZINE UNO DE LOS MEJORES ÁLBUMES DE HEAVY METAL NACIONAL, BLACKHEARTH Y SU “THE WRATH OF GOD” Y POR SUPUESTO TENÍAMOS QUE PONERNOS EN CONTACTO CON ELLOS PARA CONOCER UN POCO MÁS SU HISTORIA Y ESTE TRABAJO.
Primero de todo daros las gracias por atender a esta entrevista. ¿Cómo presentaríais a vuestra banda, BLACKHEARTH? Gracias a vosotros. Pues Blackhearth somos una banda que empezó su andadura allá por 2010, y desde entonces Asier (batería) y yo hemos sido los principales directores de orquesta de este proyecto. Tenemos dos trabajos de estudio hasta la fecha, y esperamos seguir desarrollándonos como banda muchos años más.
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Después de vuestro debut homónimo volvéis a la palestra con un segundo LP en el que el salto de calidad es más que apreciable. ¿Cuándo y cómo comienza a gestarse este «The Wrath Of God»? Más o menos empezamos a darle forma allá por junio de 2020, después de la cuarentena. Había varias ideas rondando desde hacía tiempo y decidimos darles forma. En realidad fue algo sencillo y muy natural, sin pretensión de encajar en ningún tipo de moda o tendencia, simplemente siendo nosotros mismos, lo cual nos llevó a aventurarnos con sonidos más gruesos y oscuros.
Sobretodo el cambio de sonido es brutal, definido, limpio y cada instrumento en su sitio, sin estridencias ni volúmenes exagerados. ¿Cómo ha evolucionado vuestro sonido?, ¿Cómo ha sido el proceso de composición y resurgir de nuevo durante la pandemia? El nuevo trabajo sigue la estela del disco anterior, pero con una vuelta de tuerca en cuanto a progresión, sonido y producción. Para este disco hemos contado con la batuta ecualizadora de Pedro J. Monge, quien ha elevado nuestro sonido a niveles que no hubiéramos podido imaginar hace unos años. Todo esto, sumado al hecho de que nosotros mismos hemos mejorado considerablemente como intérpretes, ha hecho que el nuevo disco suene mucho más consistente. Desde luego hemos trabajado minuciosamente todos y cada uno de los compases de este disco.
Vuestro artwork mantiene la estética de vuestro anterior álbum, pero con un toque oscuro y malévolo, también reflejado en vuestra música y esas atmósferas ¿Qué hay tras el nombre del álbum? ¿Y qué tiene que ver con vuestro artwork? Por cierto, ¿Quién lo ha realizado? The Wrath Of God habla sobre el fanatismo en cualquiera de sus formas, aunque más especialmente en el religioso y sobre el peligro que conlleva llevar esas creencias al extremo. Es un concepto difícil de llevar a un lienzo, de modo que hablamos con Juan Azurmendi (Aerografía Kurutziaga), quien ya trabajó con nosotros en el primer disco, le dimos algunas ideas y captó la idea al momento. Es importante que exista una coherencia entre el arte gráfico y la música, y Juan desarrolló todo el concepto a la perfección. Además, la portada define muy bien el sonido general del disco.
Para la grabación, habéis contado con un seguro de vida, Pedro J. Monge y los Estudios Chromacity, incluso ha grabado el solo de guitarra de “Betrayal”, por cierto un temazo ¿Cómo ha sido este proceso de grabación? ¿Alguna anécdota que nos puedas contar, ya que siempre hay alguna? Trabajar con Pedro ha sido una de las experiencias más gratificantes que hemos tenido en años. A pesar de ser una persona exigente que no te deja pasar ni una, te ofrece muchas facilidades para que el trabajo en el estudio sea lo más cómoda posible. Colaboró con un solo de guitarra en la canción «Betrayal», aportando una buena dosis de Heavy Metal. Todo un lujo para nosotros teniendo en cuenta que siempre hemos sido seguidores de su carrera. Por lo demás, no recuerdo ninguna anécdota en especial, o por lo menos no ninguna que fuera divertida.
Si tuviera que quedarme con algún o algunos temas de vuestro álbum, sin duda elegiría el apoteósico inicio con “Betrayal”, “My Bornless Child” y “The Wrath Of God” en la que colabora todo un crack, Tim Ripper Owens. ¿Qué historia guarda en su interior cada uno de estos temas? ¿Cuál ha sido el más difícil de componer? «Betrayal» habla sobre la traición llegada desde un entorno cercano, y sobre lo despreciable que es este tipo de comportamientos. «My Bornless Child» es una despedida a ese hijo no nacido. Y «The Wrath Of God» aborda el tema del fanatismo religioso en una época marcada por el miedo y las supersticiones. En cuanto a la dificultad de cada una… pues no sabría decirte, porque en todo momento nos hemos dejado llevar por lo que nos pedía el cuerpo, centrándonos en hacer canciones en lugar de hacer riffs rebuscados, por lo que el proceso de escritura ha sido bastante sencillo en general a pesar de la variedad del disco.
Por cierto he leído por la Red, que la colaboración con Ripper Owens surgió como una broma ¿fue muy complicado contactar y contar con él para vuestro proyecto? Inicialmente no teníamos intención de contar con nadie para este disco, pero alguien ya lo sugirió para el primero y lo volvió a sugerir para éste. Siempre tuvimos claro que si contábamos con alguien externo a la banda tendría que ser alguien que diera que hablar. Contacté con él una tarde de lluvia vía email, le expliqué el proyecto y cómo lo queríamos hacer, y sencillamente le atrajo la idea. Es una de las personas más profesionales con las que he tenido el placer de trabajar, mandó todas sus pistas de voz desde Estados Unidos en menos de 24 horas.
Ahora que cada vez se van levantando muy lentamente las restricciones para los directos ¿tenéis fechas listas para el próximo 2022? ¿Cuáles son vuestros planes de futuro, mientras tanto? La fecha más cercana que tenemos ahora mismo es la del día 15 de enero en el Kafe Antzokia de Bilbao abriendo para Vhäldemar. Para nosotros es una fecha muy importante porque nos va a dar la posibilidad de abrirnos a un público más amplio. Nuestra intención es poder entrar no sólo en una fecha en Bilbao en un concierto de este tipo, sino poder tener una proyección de la banda en eventos del mismo nivel. De momento estamos planificando nuevas fechas de cara a presentar nuestro último trabajo siempre en la dirección que el proyecto demanda.
Imagino que como músicos aún apreciáis la música en formato físico, en una época en que lo digital y el streaming está de moda. ¿Cuáles son los últimos CD físicos que habéis comprado? ¿Y qué opináis de la moda vintage del vinilo, que ha resurgido con fuerza? Recientemente he comprado el último disco de Lords Of Black, precisamente en vinilo. Creo que al verdadero melómano le gusta oír la música en la mejor calidad posible, y aunque aún soy un completo neófito en este formato, creo que el vinilo es la mejor manera de escuchar un buen disco. El hecho de tener un vinilo o un CD en la estantería para mí tiene un valor ritual que nada tiene que ver con el mp3 o Spotify.
Podríais decirnos 3 grupos nacionales/internacionales a descubrir o que queráis recomendarnos. Recomendaría sobre todo a Orion Child, Vhäldemar y Dormanth, todas ellas de Bizkaia, porque creo que forman parte de ese pequeño porcentaje de bandas que realmente tienen algo que decir. Hoy en día hay tal saturación de bandas que resulta difícil encontrar algo que realmente destaque. Creo que éstas tres son de lo mejor que hay en el panorama actual.
Un placer poder hablar con vosotros, desde Necromance Magazine, las últimas palabras son vuestras. Muchas gracias por todo el apoyo que se nos está brindando. Esperamos poder justificar todo este apoyo sobre el escenario. ¡Nos vemos!