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Jorge Manríquez: La promesa política de un Mi nisterio de la Industria

LA PROMESA POLÍTICA DE UN MINISTERIO de la Industria

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Jorge Manríquez

Le suena el Ministerio de la Industria? No debiera, porque este ministerio en Chile no existe. Y a pesar de que la industria manufacturera representa el 11% del Producto Interno Bruto del país y el 10% de la fuerza laboral, no se cuenta con una institución que se encargue de fomentar, orientar o coordinar la actividad manufacturera. Sin embargo, sí se tiene un Ministerio de Minería que representa el mismo 11% del PIB. Se cuenta también con un Ministerio de Agricultura, de la Vivienda y otro de Obras Públicas y los tres en conjunto, signifi can para la actividad económica menos del 10% del PIB.

Pero esto podría cambiar porque a fi nes de agosto pasado, dos de los candidatos presidenciales - Boric y Sichel – anunciaron en el Foro Anual de ASIMET 2021, que sería parte del programa gubernamental de ambos, la creación de esta nueva institución. El anuncio no es menor, considerando los enormes desafíos que el país debe enfrentar en el mediano y largo plazo. Por esa razón, que al sector manufacturero se le empiece a reconocer, desde el mundo político, una importancia estratégica para lograr el ansiado desarrollo, es muy signifi cativo. Se recoge entonces, desde miradas opuestas, las mejoras que deben hacerse al modelo.

Si se compara la situación con los países OCDE, la industria manufacturera está presente en un ministerio, incluso en países latinoamericanos como Colombia, Brasil y México, donde también está considerada su existencia, porque en todos ellos se identifi ca su valor económico y palanca de progreso social. En cambio, acá, se ha preferido por décadas la comodidad del mero observador de la manufactura, alejado de la administración del Estado, sin tener un rol más activo. ¿Para qué aumentar el tamaño del Estado?

Cuando entramos en detalles de las bases económicas que sustentan el desarrollo del país, aparecen los temas de fondo, donde un Ministerio de la Industria ayudaría a resolver. Solamente como ejemplo de los próximos desafíos, considere el plan de largo plazo que el Ministerio de Minería acaba de presentar en el documento “Política Nacional Minera 2050”. Se muestra allí un extenso diagnóstico previendo las difi cultades que la industria minera tendrá, si no se encaran los desafíos sociales y ambientales que arrastramos. Se necesitará mayor productividad, mayor innovación y mejor gestión advierte, ya no sólo de las actividades mineras sino también para las empresas manufactureras y proveedoras de la minería.

El valor sostenible de la minería, no se dará “automáticamente” por los actores de un mercado o una industria en particular. Aquí, los sectores como el metalúrgico y metalmecánico local, entre los que está la producción de acero, serán claves para responder competitivamente a este desafío. Y en este punto, la idea de avanzar en la promesa de un Ministerio de la Industria por dos de los postulantes a la presidencia, demuestra que hay señales de refl exión y sensatez en la dirección correcta.

Esperemos que esta promesa se cumpla. Amén por eso. N&C

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Jorge Manríquez es Ingeniero Metalúrgico y Civil Industrial de la Universidad Federico Santa María

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