Experta Carmen Muñoz: Hormigón: expectativa v/s realidad

Construcción con Hormigón

HORMIGÓN: EXPECTATIVA v/s realidad

Carmen Muñoz

Constructor Civil de la Universidad Federico Santa María y Magíster en Dirección y Administración de Proyectos Inmobiliarios de la Universidad de Chile. Actualmente es Directora de la carrera de Ingeniería en Construcción de la Universidad Andrés Bello (UNAB) y docente de la cátedra de Tecnología del Hormigón en esa casa de estudios y en la Universidad de Chile Es un hecho que el hormigón es el material más usado por la humanidad después del agua, y en Chile no es distinto, porque se construye cerca del 70% de las viviendas con este producto; y las muestras tomadas antes de la colocación del material nos permiten realizar el control que será la base de su aceptación.

A saber, la norma NCh1998 de evaluación estadística establece que el muestreo debe ser al azar, y que las muestras deben ser extraídas de acuerdo a la norma NCh171, moldeadas y conservadas de acuerdo a como indica la NCh1017 y ensayadas según la NCh1037. De haber alguna desviación de estas normas, podemos establecer que: las muestras no son representativas del hormigón colocado, y deben ser consideradas muestras especiales que solo servirán para establecer alguna condición particular, ya sea durante el curado o el periodo de desarrollo de resistencia, y que entregan información relacionada al proceso, más no al producto.

Gracias a lo anterior podemos establecer que la resistencia controlada bajo las normas antes mencionadas será, en términos simples, nuestra expectativa. Y la resistencia base para la comparación con la resistencia especificada por el calculista. En paralelo, la realidad debe considerar que podría existir alguna deficiencia en cualquier etapa del proceso de descarga, colocación, compactación o curado. La NCh1171/1 define como resistencia real la que es determinada mediante testigos, pero hoy contamos con tecnología para estimarla en beneficio del avance físico, y, por consiguiente, del constructor. Es necesario entonces avanzar en la implementación de la estimación de resistencia real. Por ejemplo, a través del método de madurez, que relaciona la temperatura del hormigón con su resistencia, bajo un proceso normado por la NCh35652018 y que podría informar respecto de: el desarrollo de resistencia para desmolde, periodos de curado, apertura a tránsito, tensado, entre otros procesos que se especifican por resistencia, y que pueden estar vinculados a condiciones ambientales cambiantes a las que está expuesto el hormigón. Estas mediciones entregan certezas que aportan al avance físico del proyecto y a la seguridad de los colaboradores.

Con todo lo anterior, y destacando el aporte que el control por madurez puede generar dentro de una obra, se debe considerar que no es posible reemplazar las muestras de resistencia potencial (o expectativa) por el control de resistencia real por madurez (o realidad), y la faena de hormigón se debe centrar en que nuestra expectativa sea una realidad. N&C

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