Las Islas Malvinas son argentinas by nelson colque

LUNES 2 DE ABRIL DE 2012

SUPLEMENTO ESPECIAL H El Tribuno

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Las islas Malvinas son

A 30 AÑOSDELAGUERRA

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MALVINAS entre el recuerdo y la esperanza Hoy se cumplen 30 años del desembarco argentino en las islas. El conflicto duró 74 días y hubo centenares de muertos.

l archipiélago de las Malvinas fue descubierto en 1520 por Fernando de Magallanes. Tras pasar por manos españolas, francesas y argentinas, en 1833 fueron invadidas por los ingleses. Desde entonces la soberanía sobre la zona fue foco de tensiones diplomáticas entre el Reino Unido y Argentina. Quince días antes del inicio de la guerra, en marzo de 1982, un grupo de obreros argentinos desembarcó e izaron su bandera en las Georgias del Sur, islas cercanas a las Malvinas y también bajo soberanía británica. Inmediatamente los ingleses amenazaron con expulsarlos. Estallido del conflicto El 2 de abril, el Ejército argentino invadió el archipiélago de las Malvinas. Ese mismo día el Reino Unido puso en alerta a sus tropas y el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió para tratar el tema. Argentina, gobernada por Leopoldo Fortunato Galtieri, anunció que las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur quedan bajo su soberanía. Ese mismo día el Reino Unido rompió relaciones diplomáticas con Argentina y anunció el en-

El alto al fuego El 14 de junio los generales Jeremy Moore (comandante británico) y Mario Menéndez (gobernador militar de las islas) firmaron el alto el fuego y la capitulación argentina. En Buenos Aires hubo manifestaciones contra la rendición que terminaron con graves enfrentamientos.Durante los 74 días que duró la guerra murieron más de 600 argentinos y cerca de 300 británicos.Por otra parte,la batalla por Puerto Argentino dejó a más de 150 soldados argentinos y británicos muertos. De acuerdo al autor británico Nicholas van der Bijl,el Batallón de Infantería de Marina 5 a órdenes del capitán de fragata Carlos Hugo Robacio,peleó bien en la batalla de Monte Tumbledown y luego se replegó a Sapper Hill, donde Robacio junto con la Compañía B del Regimiento de Infantería 6 del mayor Oscar Ramón Jaimet tenían planeado continuar resistiendo.Eran cerca de las 8 de la mañana cuando Robacio estaba organizando un contraataque cuando le fue ordenado el repliegue.

vío de tropas. Perú envió aviones y armas para ayudar a Argentina; mientras que Chile apoyó a Inglaterra. Hechos principales El 5 de abril las tropas británicas partieron hacia las Malvinas desde Portsmouth y Plymouth. El 1 y 2 de mayo atacaron por mar y aire Puerto Argentino y Puerto Darwin. El 6 de mayo murieron 323 marineros del buque argentino General Belgrano, hundido por el submarino atómico Conqueror. El 6 de mayo la ONU propuso el retiro de las fuerzas de ambos países y la administración de las islas por parte de las Naciones Unidas mientras duraran las negociaciones. El gobierno de Margaret Tatcher rechazó el plan. El 12 de mayo partieron desde Southampton, a bordo del transatlántico Queen Elizabeth, 3.000 soldados británicos, entre ellos un regimiento de “gurkas”. En los días posteriores se intensificaron los combates. El 1 de junio el Ejército británico tomó el Monte Kent, a 20 kilómetros de Puerto Argentino. Sucesivas victorias permitieron a los ingleses ocupar las posiciones argentinas.

Júbilo. Los soldados, en una de las primeras jornadas en las islas Malvinas.

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ENTREVISTA

MARTIN BALZA, exjefe del Ejército, excombatiente de Malvinas y actual embajador en Costa Rica

“Es el mejor momento para negociar la soberanía”

Chatarra. Restos de un tanque argentino destruido durante el conflicto.

ras realizar la mayor autocrítica interna que se recuerde sobre las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura militar, Martín Balza se convirtió, sin duda, en el general más renombrado de los últimos tiempos. Estuvo ocho años al frente del Ejército, promovió la eliminación del servicio militar obligatorio e impulsó con fuerza las misiones de paz en el mundo. Se llama a sí mismo “un veterano más” de la guerra de Malvinas y asegura que ese conflicto armado fue “improvisado” al extremo. En una extensa entrevista con El Tribuno, el actual embajador en Costa Rica señaló que “nadie odia más a la guerra que aquel que la conoció” y agregó que “Argentina jamás va a recurrir a la violencia para recuperar algo legítimamente suyo. No veo una escalada grande (entre Argentina y el Reino Unido), ha habido una serie de declaraciones y algunas de ellas fueron lamentables”, concluyó. BEl aniversario de Malvinas viene marcado por una particular coyuntura entre Argentina y Gran Bretaña, ¿cómo lo vive usted? CTomo este aniversario como lo toman todos los argentinos. Malvinas fue siempre un sentimiento nacional. Es una causa nacional, es una razón de Estado y, como tal, todos los argentinos tenemos que estar aglutinados en eso sin distinción partidista ni ideológica de ningún tipo. Malvinas es un sentimiento. B¿Cuán cerca cree que está el país de sentarse a negociar con Gran Bretaña? CNo puedo apreciar cuán cerca estamos. Pero creo yo que nunca hemos estado en mejores condiciones de las que estamos actualmente, nunca. Cuando estoy en Argentina o afuera, leo en los diarios nacionales posiciones diversas al respecto y las respeto a todas. También debemos respetarnos mutuamente en los disensos. Repito: nunca estuvimos en mejores condiciones que hoy. B¿Por qué dice eso? CDesde hace más de 30 años Argentina tiene una plena vigencia democrática. En 1982 una desprestigiada, genocida y terrorista dictadura militar, sin consenso internacional, producto de las violaciones a los derechos humanos, nos llevó a esta aventura de una guerra jamás planificada. Ahora tenemos gobiernos democráticos. Hay distintos organismos que no existían antes de 1982. Hay varios ejemplos: el Mercosur, el Grupo Río y la Unión Sudamericana de Naciones, entre otros. Estos organismos siguen apoyando la postura argentina ante la OEA y ante la ONU. B¿Considera que la postura argentina en el conflicto por las Malvinas es la correcta? CCreo que la posición del Gobierno, que la comparto, no solo es prudente sino que hace hincapié en los incuestionables argumentos históricos, geográficos y jurídicos de que las Malvinas son

que no compraba un avión nuevo. Ante un eventual conflicto armado, ¿en qué posición estamos? CArgentina no va a recurrir jamás a un conflicto armado ni con el Reino Unido ni con ningún otro país. Gran Bretaña puede opinar lo que quiera, pero Argentina no es una país bélico ni va a recurrir jamás a la violencia para recuperar algo legítimamente suyo. BMuchos creen que aquí la causa Malvinas es usada para política interna, ¿qué piensa usted? CNo. Creo que no porque los argumentos argentinos han sido valorados aún por la propia oposición de nuestro país.

los isleños, pero ellos casi argentinas. Todos sabeno pueden ver a la Armos que fueron usurpagentina, ¿cómo lo comdas en 1833 y que contipatibiliza? núan bajo el dominio del Explicó que en Malvinas no hubo ley CLos isleños saben que duReino Unido, pero la forde movilización, porque fue una rante la guerra se los respema de recuperarlas es la guerra jamás planificada. “El 2 de tó. No hubo ningún acto que decidió este Gobierabril me enteré de que habíamos por parte de la Argentina no y los anteriores en derecuperado las islas. El 7 me dijeron que haya atentado contra mocracia: la vía del diáloque debía marchar al sur. Me sus vidas. No hubo denungo y la negociación. La embarqué el 9 de abril y el 13 estaba cia de violaciones de ningún guerra no es una obra de en Malvinas. Todo eso muestra la tipo. Tampoco hubo víctiDios, no nos conduce a improvisación que existió”, recordó el mas isleñas en la guerra por nada y es inútil. Hay que exjefe del Ejército. fuego argentino, hubo tres hacer prevalecer nuestros isleños fallecidos pero por argumentos respetando la forma de vida y los intereses de los isleños, pe- fuego británico y ellos lo reconocieron. Yo no ro obviamente no los deseos. Es que así lo esta- creo que no nos puedan ver. Ellos no deben teblece desde 1965 una resolución de las Naciones ner dudas de que Argentina respetará sus intereUnidas, que dice que en las Malvinas no rige el ses y su forma de vida. derecho de autodeterminación de los pueblos. Porque ese derecho rige para los pueblos origi- B¿En cuánto afecta a la vía diplomática la narios y este no es el caso. Hay dos partes para escalada que hubo los últimos meses? negociar, dice la ONU y la comunidad internacio- CPersonalmente tengo una opinión distinta a la nal, y resalto en ese contexto lo que dijeron los que usted menciona. No veo una escalada granEstados Unidos. Las dos partes son la Argentina y de, hubo una serie de declaraciones y algunas de el Reino Unido. Obviamente no pueden ser una ellas fueron lamentables. Sobre todo la del priparte los 2.000 isleños, porque además son bri- mer ministro David Cameron, quien dijo que la tánicos. Esto lo enfatizó recientemente Washing- de Argentina es una actitud colonialista. Las islas ton. Lo que está en juego es la soberanía, y esa Malvinas son un ejemplo de un anacrónico coloes la posición de nuestro Gobierno: una posición nialismo. Argentina es un país abierto. Argentina seria, madura, prudente y que rechaza todo acto jamás va a recurrir a la fuerza, pero sí va a respede violencia. Nadie odia más a la guerra que tar sus incuestionables argumentos. aquel que la conoció. BLondres dijo que Argentina no era una BUsted habla de respetar los intereses de amenaza para ellos porque hace 40 años

Balza

B¿La guerra tuvo un fuerte apoyo civil o fue simplemente una locura del gobierno militar? CEl golpe fue cívico-militar. No hay que olvidar que entonces el ministro de Economía era un civil. Como en todos los golpes militares desde el ‘55 en adelante, hubo apoyo civil. El 16 de junio de ese año se instaló la impunidad en el país, se bombardeó la Ciudad de Buenos Aires y hubo más de 300 muertos. Tres meses después, esos que bombardearon fueron recibidos como libertadores y los que atentaban contra el orden constitucional nunca sufrieron nada, todo era gratis. Esa impunidad finalizó con la decisión de Néstor Kirchner de juzgar a los responsables. CB¿Cómo analiza que a 30 años de la guerra los soldados que quedaron en el continente reclamen al Estado que los reconozcan como excombatientes? CAprecio las protestas. Mi unidad, el Grupo de Artillería 3 Asiento de Paz Paso de los Libres, por distintas circunstancias de transporte no pudo cruzar completo en personal. En el monumento que tenemos en Paso de los Libres están los nombres de quienes combatieron en Malvinas. Los que quedaron por falta de transporte no figuran. Yo le doy mi definición de lo que es un veterano de guerra. Puede ser un militar o un civil movilizado que prestó servicios durante el conflicto en la zona de Malvinas, Georgias, Sandwich del Sur o en la zona de exclusión fijada por el Reino Unido. También los que estuvieron sobre la superficie aérea de la zona de Malvinas o fuera de la zona de exclusión, si se hubiesen producido combates con los británicos. Es el caso del crucero General Belgrano. Los que estuvieron en esas situaciones son los veteranos de guerra para mí. Hay que recordar que en Malvinas no se decretó una orden de movilización. B¿Qué mensaje quiere darles en un día tan especial a los excombatientes? CHoy recordamos treinta años. Yo quisiera aprovechar a través de este importante diario para mandarle un gran abrazo a todos mis litoraleños. Quiero reconocerles todo lo que dieron, dispararon hasta último momento. Nunca me voy a olvidar de ellos.

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Ultimos días. Soldados argentinos resisten con valor y patriotismo el avance británico.

Las dos Argentinas

“Es la causa que nos permite recuperar nuestra identidad” El exmayor Hugo Reinaldo Abete (52) fue comando, paracaidista y montañés.

n principio, y para fijar posiciones, recalco el término gesta, puesto que para los argentinos que sentimos la Patria en nuestras entrañas. Malvinas fue mucho más que una Guerra, por el significado profundo que tuvo, tiene y tendrá para el futuro de la Argentina. Es la gran causa nacional a partir de la cual los argentinos vamos a encontrar nuestra verdadera identidad y la unión nacional. El gran patriota y héroe de Malvinas que fue el coronel Mohamed Alí Seineldín -y que tuve el honor de estar a sus órdenes en las luchas por la dignificación de las Fuerzas Armadas-, cuando hablaba de Malvinas, siempre hacía la comparación con un iceberg. Y en tal sentido, exhortaba a no quedarse con lo que se ve en la superficie, sino que había que sumergirse hasta lo profundo para encontrar el verdadero valor que esas islas tienen para los argentinos. Al cumplirse el 30 aniversario de la gesta, un marcado espíritu “malvinero” parece apoderarse de repente de políticos, medios de prensa, artistas, comunicadores sociales, representantes de la cultura y otros que jamás, desde 1982, habían emitido opinión sobre el tema. Es decir, hoy todos opinan sobre Malvinas. Y esto, indudablemente, nos llama a reflexionar. ¿Está bien que hoy todos opinen sobre Malvinas? Categóricamente afirmo que sí, que está muy bien. El problema está en los fundamentos de las opiniones y en el espíritu patriótico que contengan. Y en tal sentido, la primera reflexión que a uno le surge es que hoy todos opi-

nan porque en 1982 se libró una guerra que instaló a Malvinas en el corazón de los argentinos. Es la sangre de nuestros muertos la que selló ese sentimiento. De no haber existido la guerra en 1982, eso no hubiera ocurrido y Malvinas sería la misma cosa difusa que fue durante 150 años para la mayoría de los argentinos. Tengo dicho y escrito que si algún día los argentinos recuperamos las islas, sin duda será por lo que se hizo en 1982. Desde aquella fecha al día de hoy no ha pasado un solo día en que en los diarios o revistas no se mencionara la palabra Malvinas. Ahora bien, es innegable que el sentido heroico de la vida no es lo que caracteriza al mundo moderno, más bien toda una corriente pacifista, antimilitar y anticristiana es lo que predomina y desde hace ya tiempo se ha a instalado en las mentes de muchos compatriotas. Valiéndose de la ideología que colocan por encima del Patriotismo, quieren hoy reivindicar Malvinas desde lo político partidista, lo utilitario y lo material. Y ya lo dije, Malvinas está metida como nunca en el corazón de los argentinos. Nunca jamás se puede levantar una bandera que no tenga sus bases en la verdad y, les guste o no a los representantes de la antipatria, Malvinas son sus héroes, son sus valientes soldados, son los oficiales y suboficiales del Ejército y la Armada, son sus intrépidos pilotos y somos los millones de argentinos que no pudimos estar en la primera línea, pero que apoyamos con todo nuestro corazón a nuestros hermanos.

El mayor Hugo Abete expresó a El Tribuno que existen dos Argentinas: la del 2 de Abril y la del 14 de junio. La primera es la de pie, la Nación grande y soberana, la que asombró al mundo al enfrentarse a la potencias más poderosas del planeta, a quienes desenmascaró. Es la Argentina valiente y viril que realizó una operación militar que fue ejemplo en el mundo al no provocar un solo herido enemigo y ofrendar la sangre del héroe nacional, el capitán Pedro Edgardo Giachino. Es el país de la unión nacional, del rezo del Santo Rosario que penetra cada noche en las trincheras y alienta a nuestros combatientes. En síntesis, es la Argentina de la Patria misma. Por el otro lado está la del 14 de junio, la de lo peor de la guerra y no porque se haya perdido, pues hay derrotas que honran a los pueblos, sino por la vergüenza que muchos argentinos sintieron por la derrota, que hizo que escondieran a nuestros combatientes como leprosos y no honráramos a nuestros muertos. Es la Argentina de rodillas, en la que todo estuvo mal, la que desconoce a los héroes, a los muertos y a los soldados.

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Homenaje a los héroes que dejaron allí la vida Juan Carlos Romero, senador nacional por Salta

Alta en el cielo. La tropa argentina, en un breve descanso luego de izar la bandera Nacional.

El fin de la guerra: dos meses y más de 900 muertos El 14 de junio de 1982, a las 23.15 horas, Margaret Thatcher compareció ante la Cámara de los Comunes para informar de un repentino desenlace: el general Menéndez se había rendido y la Guerra de las Malvinas había, por fin, acabado. La intervención de la “dama de hierro” en el Parlamento inglés fue retransmitida por radio y televisión. La Junta Militar estaba obligada a aceptar las durísimas condiciones de Londres si no quería provocar una nueva masacre.“Londres no desea más muertes y Buenos Aires no quiere sacrificar más vidas”. En los poco más de dos meses que había durado la guerra, habían muerto 655 argentinos por 255 británicos. Los corresponsales ingleses describían escenas

de pavor, desconcierto y confusión extremas. La destrucción del crucero argentino Belgrano, donde murieron cerca de 200 personas, y después la del destructor británico Sheffield, donde fallecieron 30, puso de manifiesto que aquella guerra fue un pequeño “campo de pruebas para la industria militar”. Galtieri, tercer presidente de la dictadura, vivió durante su gestión una dura depresión económica y, para desviar la atención, embarcó al país en una guerra contra una de las principales potencias militares del mundo. En 1984 fue condenado a 12 años de prisión por “negligencia en la conducción de la guerra”. Mientras tanto, Margaret Thatcher salió triunfal y la guerra la ayudó a lograr su reelección en 1983.

oy es un día propicio para rendir homenaje a los hombres que cayeron durante la guerra del Atlántico Sur. Dieron su vida por la Patria, embarcados por una causa noble, en una guerra que nunca debió estallar. La reivindicación de la soberanía argentina en las islas Malvinas es una de las pocas cosas en las que, a lo largo de nuestra historia, hemos logrado un consenso unánime. Es la política, coherente y consistente, con continuidad a través de las décadas, el rumbo a seguir para recuperarlas. El camino de las armas, por el cual se intentó recuperar el archipiélago en 1982, es el que eligen los países que cuentan con superioridad de fuerzas. Si se aplica la ley del más fuerte, perdemos, pero si impera la razón, ganaremos. Nadie, ni siquiera las autoridades británicas, dudan de que las islas Malvinas, de acuerdo al Derecho, son argentinas. Están en nuestro territorio marítimo, fueron pobladas por los descubridores españoles y fueron invadidas violentamente en 1833 por fuerzas británicas. La acción política es, entonces, el camino adecuado para la efectiva recuperación de esos territorios estratégicos. No hablo de prolongados discursos, declaraciones estridentes o meros pronunciamientos de solidaridad de parte de vecinos y aliados. Necesitamos una política diplomática seria, de la que carecemos. La Argentina siempre reclamó la devolución de las islas Malvinas por diversas vías diplomáticas y las estrategias fueron muchas y variadas. Hoy se percibe un reconocimiento explícito en gran parte del mundo sobre los derechos argentinos en el Atlántico Sur. Ese escenario debería ser una plataforma, para que con diplomacia, desde la Cancillería se logren apoyos sostenidos que incomoden la posición británica y generen las condiciones para que sea perentorio un diálogo maduro entre las dos naciones. Mas allá de las consideraciones políticas y diplomáticas, quiero expresar mi reconocimiento a los caídos en esa dolorosa guerra de 1982; quiero estar junto a sus familiares, cuyo dolor comparto y no puede mitigarse con el consuelo que supone pensar que se sacrificaron por la Patria.

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La razón y el derecho sobre las islas Juan Agustín Pérez Alsina, senador de la Nación, realizó un análisis del inicio del conflicto entre Argentina y Gran Bretaña por la soberanía sobre el archipiélago.

a República Argentina ha declarado reiteradamente su voluntad de reintegrar las islas Malvinas a su legítima soberanía, fundando su reclamo en títulos irrefutables, tales como numerosos hechos tanto jurídicos, como históricos, políticos y geográficos que acreditan su jurisdicción sobre dicho archipiélago y el mar continental aledaño a las mismas. Las Malvinas fueron avistadas por miembros de la expedición de Fernando de Magallanes al servicio del rey de España. Así podemos afirmar que el descubridor del archipiélago fue Esteban Gómez, piloto de la nave San Antón o San Antonio, cuyo nombre dio origen al de las islas. De las bulas papales, por las cuales se formalizó la delimitación de tierras entre España y Portugal, surge que estas islas pertenecían a España. Luego, en 1764, se produce una ocupación por parte de los franceses al mando de Luis de Bougainville, quien fundó el puerto de San Luis en la isla oriental. Los franceses llamaron a las islas “Malouines”, porque ese era el nombre dado a los nacidos en Saint Maló, el puerto francés de donde procedían. Ante este acontecimiento España reclamó a Francia, que reconoció los derechos ibéricos y se retiró de las islas. Los españoles obtuvieron el puerto de San Luis y transformaron Malouines en Malvinas. En 1765, una expedición inglesa llegó a las islas y las denominó Falkland Islands. En 1770 España reclamó la soberanía de las islas por vía diplomática y en consecuencia

las fuerzas de ocupación inglesas fueron retiradas. Luego de la creación del Virreinato del Río de La Plata, las Malvinas pasaron a depender de la gobernación de Buenos Aires y desde 1774 hasta 1810, España nombró sucesivos gobernadores para el archipiélago. Así en el año 1776, las islas Malvinas se encuadraron dentro del territorio de la gobernación de Buenos Aires. Posteriormente con la Revolución de Mayo de 1810, las islas siguieron bajo esa jurisdicción, y en 1820, la fragata Argentina La Heroína fue enviada a Malvinas para tomar posesión definitiva de las islas. En 1825 Gran Bretaña reconoció la independencia argentina y no reclamó las islas. Tampoco lo hizo cuando firmó el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación del 2 de febrero de 1825. En 1828, el Gobierno de Buenos Aires, haciendo uso de su jurisdicción sobre el archipiélago, otorgó a Luis Vernet, en concesión, el Puerto Soledad para que construyera una colonia y, en ese año, Inglaterra hizo un reclamo. En 1833, esa nación tomó las Malvinas bajo su dominio, expulsando a las autoridades criollas y, desde ese momento, la Argentina no ha dejado nunca de reclamar su soberanía sobre el archipiélago. Esta invasión fue ilegal ante el Derecho de Gentes y violó el artículo 4º de la Primera Convención de Nutka, firmada el 28 de octubre de 1790. Violó también otros tratados firmados por Gran Bretaña que reconocían a España sus derechos en América del Sur.

Un eterno reclamo “Tras la llegada de la democracia se realizaron protestas formales y el mantenimiento en todo foro internacional del reclamo de soberanía sobre las Malvinas como territorio argentino. Este derrotero de hechos históricos nos muestra que el derecho, sin duda, ha estado siempre a favor de nuestro país”, dijo Pérez Alsina.

Reflexión de la senadora Sonia Escudero La usurpación británica de las Malvinas se produjo en 1833 a través de un típico acto imperialista: la limpieza étnica. Obligaron a sus habitantes a abandonar las islas y se instaló una población implantada. Desde entonces, el reclamo argentino por la soberanía del archipiélago fue permanente y fundado en el principio de integridad territorial. Las islas Malvinas, Sándwich del Sur y Georgias del Sur se sitúan en la plataforma continental argentina y, habiendo formado parte del Virreinato del Río de la Plata fueron administradas por las Provincias Unidas desde la Revolución de Mayo. La legitimidad del reclamo argentino, y la actual entidad de territorio colonial, son incluso reconocidas por la ONU. Por su parte, que haya un militar cada tres habitantes en Malvinas muestra que la relevancia del enclave es para el Reino Unido eminentemente estratégica: las islas Malvinas son hoy la plataforma a las zonas más prístinas y biodiversas del planeta: la cuenca rioplatense, la Patagonia y la Antártida, donde se encuentran los reservorios de agua más importantes del mundo y un área con alto potencial hidrocarburífero.

Malvinas, una cuestión de Estado Sonia Escudero señaló que los ejercicios militares y la posible presencia de armas nucleares en el Atlántico Sur vulneran la premisa que Latinoamérica sea una región de paz. La memoria de los que combatieron o fueron movilizados y de sus familias exige que la recuperación de las Islas sea una política de Estado sustentada en la paz.

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l 8 de junio de 1982, tres pilotos de la Fuerza Aérea Argentina atacaron el desembarco inglés. Ese día para los ingleses, la Task Force perdió una fragata, un avión y dos buques de apoyo, mientras que nosotros perdimos tres aviones. Los responsables de la hazaña fueron el brigadier Amilcar Cimatti, los comodoros Leonardo Carmona y el salteño Daniel Gálvez. En 1982, nuestro comprovinciano Gálvez era teniente, piloto de A4B y estaba con su escuadrilla en Villa Reynolds, San Luis. Jamás olvidará aquellos días de guerra:“Me trasladaron de Río Gallegos a los tres días del nacimiento de mi hija, y la volví a ver cuando tenía tres meses y medio”. A todo esto, la maniobra de desembarco de los británicos en Bahía Agradable, en las inmediaciones de Fitz Roy, habían comenzado entre el 5 y 6 de junio. Obedecía a la necesidad de establecer una cabeza de puente al sudeste de Puerto Argentino para completar el bloqueo. La operación contemplaba el desembarco de paracaidistas, una compañía del regimiento Príncipe de Gales con apoyo de Guardias Galeses, y también la descarga de munición, explosivos, una unidad sanitaria y equipos de comunicaciones llevados en buques logísticos para no arriesgar naves de asalto anfibio. En esas condiciones, el desembarco era lento, y tenía la cobertura de una fragata tipo Rothesay y varios helicópteros. La magnitud de la operación hizo que no se pudiera mantener en secreto y las primeras informaciones de que algo estaba pasando en Bahía Agradable llegaron del continente a media mañana. Para el 8 de junio, Gálvez estaba viviendo con una veintena de pilotos de Skyhawk en un

El salteño que amargó el día a la Task Force El comodoro Daniel Gálvez relató el desembarco de los ingleses, día en el que perdieron una fragata, un avión y dos buques.

Ataque aéreo. Un navío británico se hunde luego de ser atacado por la aviación argentina el 8 de junio de 1982.

bungalow de madera dentro de la Base Río Gallegos. Lo llamaban la “Casita Bariloche”, y allí, las pérdidas de compañeros se evidenciaba de una manera cruda:“Cada tanto, en la mañana, alguna cámara aparecía vacía”, recordó Gálvez Como las operaciones eran solo diurnas contó el salteño-, nos levantábamos a las 7 y entrábamos en alerta automático. Nos vestíamos con el traje antiexposición, por si teníamos que eyectarnos durante el vuelo, y quedábamos en condiciones de salir a los diez minutos de la orden de operación”. “Aquella mañana, cuando sonó el teléfono supimos que nos tocaba a nosotros. No sabíamos exactamente que estaba pasando ni imaginábamos lo que íbamos a encontrar”, destacó. El primero de los tres ataques sobre Bahía Agradable, el 8 de junio, fue a las 12.40 y corrió por cuenta de los A4B Skyhawk, que llegaron desde el sudeste y dejaron caer sus bombas de 250 kilos sobre los buques Sir Tristram y Sir Galahad. Divididos en dos alas de combate, tres Dogos y dos Mastines, los cinco aviones iniciaron el ataque e hiriendo mortalmente al Galahad. El primero de los Dogos impactó en el centro del buque, el segundo no pudo desprender sus bombas y el tercero acabó en la playa causando un daño en los materiales y vehículos ya desembarcados por los ingleses. Después llegaron los Mastines, uno de ellos piloteado por Gálvez, y al ver que el Galahad ya había sido alcanzado, arremetieron contra el Tristram. Esta vez las bombas impactaron en la línea de flotación de popa, y el buque quedó inutilizado. Mientras tanto el Galahad ardía en medio de explosiones y las aguas de la bahía se convirtieron en un infierno.

“No vaya a ser que me quieran cobrar”

Premio Persona de la Fundación Canal 11

El segundo ataque estuvo a cargo del brigadier Amilcar Cimatti. Y del tercero, que ocurrió a las 16.30 del 8 de junio, participaron ocho aviones A4B y A4C, de los cuales tres fueron derribados. El día había sido negro para la flota británica. El 8 de junio, a seis días de terminar la guerra los ingleses la pasaron muy mal. Y para orgullo local, entre sus responsables estaba un salteño: Daniel Gálvez, que desde Córdoba recomendó a El Tribuno: “No hagan bulla, no vaya a ser que los ingleses me quieran cobrar el Sir Galahad”.

En 1993 la Fundación de Canal 11 de Salta otorgó el “Premio Persona al entonces capitán salteño Daniel Gálvez por su valiente desempeño durante el desarrollo de la guerra de Malvinas. El aviador fue el que atacó al buque inglés Tristram produciéndole daños de tal magnitud que la prensa inglesa calificó ese día “como uno de los más tristes que le tocó vivir durante el conflicto”. Gálvez fue condecorado por el Congreso de la Nación con la medalla “Valor en Combate”.

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El General Belgrano,

Se incorporó

la nave más emblemática de la Argentina

a la Armada en 1951

Perteneció en un principio a la flota estadounidense que fue atacada por los japoneses en la Bahía de Pearl Harbor. n 1929 la Armada norteamericana autorizó deado en la Bahía de Pearl Harbor cuando se la construcción de siete cruceros livianos co- produjo el ataque japonés, que significó la entramo contrapartida de los “Mogami” japone- da de los EEUU a la Segunda Guerra Mundial. ses. Pertenecían a la clase USS Brooklyn (por Pese a la eficacia del ataque, el crucero salió inel buque cabeza de serie) de 10.800 toneladas de demne. Luego de Pear Harbor fue enviado al sur del Pacífico, escoltando por transportes próxidesplazamiento. Además del USS Brooklyn, se construyeron el mos a Australia. Tras la batalla de Midway el USS Phoenix particiUSS Philadelphia, el USS Savannah, el USS Nashvipó como apoyo de artillería del desembarco en lle, el USS Phoenix, el USS Boise y el USS Honolulu. Guadalcanal. Su primer acción de importancia fue Estaban armados con 5 torres triples de cañones en 1943 con la destrucción de las instalaciones en de 6 pulgadas, con un alcance de 20 kilómetros, 8 cañones de 5 pulgadas y 25 calibres (4 por banda), 4 Nueva Bretaña, usando su artillería principal. Al año siguiente efectuó apomontajes cuádruples y 6 dobles yo en los desembarcos en Nueva de 40 mm y varios montajes de El gobierno de Juan Guinea y en mayo de 1944 lo hiametralladoras de 12,7 mm y 20 Domingo Perón, por zo en los desembarcos en la Isla mm, modernizados en 1943 con de Biak, destruyendo una batenuevos radares. decreto secreto 222 ría costera. Participó también en La construcción del USS Phodel 11 de enero de 1951, la Batalla del Golfo de Leyte, enix, luego denominado 17 de donde hundió al acorazado FuOctubre y finalmente General compró los cruceros so. Belgrano, fue autorizada el 13 de Phoenix y Boise. En 1944, mientras patrullaba febrero de 1929, se inició el 15 de la zona junto a otros buques, fue abril de 1935 y fue botado el 12 víctima del ataque de diez aviode marzo de 1938 en el astillero New York Shipbuilnes torpederos “Aichi”. En esa oportunidad el Phoeding Co. Entró en servicio en la Armada de Estados nix derribó dos aviones. Luego de la invasión a FiliUnidos el 18 de marzo de 1939 y fue destinado a la base naval de Pearl Harbor, en Honolulu. Y hacia pinas participó en Corregidor, Bataan y Balik Paallí partió en un viaje cuyo derrotero fue a través del pan. Como reconocimiento a sus logros recibió Estrecho de Magallanes, pasando por Brasil, Río de nueve estrellas de plata. Finalmente, en marzo de 1946, el crucero fue desafectado del servicio activo y Janeiro, hasta llegar a la Argentina. amarrado en la Base Naval de Filadelfia, donde se lo Pearl Harbor conservó con un tratamiento anticorrosivo para el El 7 de diciembre de 1941, el crucero estaba fon- caso de ser usado nuevamente.

El buque arribó a la Base Naval de Puerto Belgrano el 5 de diciembre de 1951. Desde entonces pasó a integrar la División Cruceros, por entonces la más poderosa de Sudamérica.

La construcción del USS Phoenix, luego denominado 17 de Octubre y finalmente General Belgrano, fue autorizada el 13 de febrero de 1929, se inició el 15 de abril de 1935 y fue botado el 12 de marzo de 1938 en el astillero New York Shipbuilding Co.

El 7 de diciembre de 1941, el crucero estaba fondeado en la Bahía de Pearl Harbor cuando se produjo el sorpresivo ataque de los japoneses. Esto significó que Estados Unidos ingresara inmediatamente a la Segunda Guerra Mundial.

El 12 de abril de 1951, en Philadelphia, el Phoenix y el Boise fueron entregados a la Argentina, donde fueron bautizados como 17 de Octubre y 9 de Julio. Ese día, en amabas naves flameó por primera vez el pabellón nacional.

El 17 de Octubre zarpó de EEUU el 16 de noviembre de 1951 y arribó a la Argentina el 5 de diciembre. Desde entonces pasó a integrar la División Cruceros como buque insignia. Constituyendo con otros cuatro cruceros, la flota más poderosa de América del Sur.

Herido de muerte. El crucero se unde en el mar del Atlántico Sur, luego del ataque del submarino nuclear Conqueror.

Su intervención en la guerra de Malvinas A principios de marzo de 1982, el crucero entró en fase de mantenimiento naval y a mediados de ese mismo mes, debido a los incidentes ocurridos en las isla Georgias del Sur entre Argentina e Inglaterra, se ordenó el alistamiento de todos los buques. El 28 de marzo el grueso de la flota zarpó para llevar a cabo el desembarco en las islas Malvinas, el 2 de abril de 1982. El crucero no participó de esta misión, por estar en reparaciones, pero quedó operativo en la primera semana de abril. El 16, el Belgrano zarpó hacia el teatro de operaciones con una tripulación de 1.093 hombres, al mando del capitán de navío Héctor Elías Bonzo. Cabe destacar la lealtad al buque que expresaron los dos cantineros, los cuales decidieron seguir en el buque a pesar de no tener la obligación de permanecer a bordo en caso de guerra (los hermanos Avila murieron en el buque). El hundimiento del Belgrano se produjo el domingo 2 de mayo, por el ataque del submarino nuclear británico HMS Conqueror.

El 24 de octubre de 1952, en el puerto de Buenos Aires el crucero Phoenix fue bautizado 17 de Octubre y recibió del Ministerio de Aeronáutica el pabellón de guerra que lo acompañó por el resto de su vida activa y que aún hoy lo hace en el fondo del mar. El 16 de septiembre de 1955 zarpó de Puerto Belgrano hacia el río de la Plata. Junto a otras naves integró la poderosa flota naval que bombardeó la destilería de Mar del Plata y amenazó con hacer lo mismo con la destilería de YPF en La Plata, si Juan Domingo Perón no renunciaba a la presidencia de la Nación. Dos días después la flota llegó a Buenos Aires y Rojas enarboló su insignia a bordo del ARA 17 de Octubre. Las acciones se desarrollaron en frentes navales y terrestres y el ultimátum de bombardeo a la destilería de La Plata, decidió al Gobierno a negociar el cese de hostilidades faltando pocos minutos para iniciar el tiro naval por el crucero. El 20 de septiembre en la cámara del comandante del 17 de Octubre se consumó el derrocamiento del gobierno constitucional de Perón. El 22, se dispuso el cambio de nombre del crucero 17 de Octubre por el de General Belgrano. En 1959 ganó todos los concursos de tiro del año naval. En 1965 y 1967 junto a su gemelo el 9 de Julio participó de las revistas navales frente a la ciudad de

El Gral. Belgrano, en plena acción de guerra durante un ejercicio naval.

Mar del Plata, que no se hacían desde 1956 y no volverían a repetirse hasta 2001. Luego, a fin de modernizar su poder antiaéreo en 1968, le fueron instalados dos montajes cuádruples de misiles “Sea Cat”uno por banda. El 4 de noviembre de ese año se hicieron las primeras pruebas quedando el sistema plenamente operativo, convirtiéndose en la primera nave de la Armada Argentina en estar equipada con misiles. Desde mediados de la década del setenta el crucero General Belgrano comenzó a embarcar regularmente cadetes de la Escuela Naval Militar para su instrucción. El año 1981 marcó un hito importante en la vida del crucero al cumplirse el 30 aniversario de su incorporación a la Armada Argentina. En enero de 1982 el C4 zarpó de viaje de instrucción de cadetes navales argentinos y extranjeros. Después de Puerto Madryn siguió hasta arribar a Ushuaia para luego de unos días iniciar el viaje hacia el norte, con destino a Punta del Este, donde permaneció dos días. El viaje de regreso marcó la fase final del adiestramiento durante el cual los ejercicios de tiro con todos los calibres fueron un excelente corolario de 22 días de navegación y 500 millas recorridas, arribando a Puerto Belgrano el 12 de febrero de 1982.

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La muerte

El sepelio

Patricio Guanca murió el 3 de abril, mientras la corbeta Guerrica apoyaba el desembarco en las Georgias. Una ráfaga de artillería terminó con su vida.

Los restos de Patricio Guanca llegaron a Cerrillos una semana después de su muerte. Fue un recibimiento multitudinario, nunca visto en el Valle de Lerma.

Patricio Guanca, el joven cerrillano que nunca regresó A mediados de marzo de 1982 le dijo a su novia que volvería en 10 días porque tenía maniobras militares en alta mar, pero nunca regresó.

l cabo primero Patricio Alfredo Guanca estaba a punto de casarse el año que estalló la guerra. Se fue a la Armada porque ya no quería trabajar en el campo y buscaba forjar un futuro más próspero. A mediados de marzo de 1982 le dijo a su novia que volvería en 10 días, porque tenía maniobras militares en alta mar, en la corbeta Guerrico. En realidad, fue rumbo a la guerra. El joven cerrillano cumpliría mañana 54 años. Quizá hubiera estado casado con Angélica, su novia, la misma joven que a mediados de marzo lo despidió cuando se marchó para siempre. Patricio había recorrido el mundo a bordo de la Fragata Libertad en 1981. Su familia contó que entonces, a su paso por el puerto británico de Portsmouth, al sur de Londres, el joven salteño se sintió intimidado por los ingleses cuando una manifestación escrachó a la Fragata, reclamando por las islas. Pasaron cuatro meses y el cabo regresó a Cerrillos, a su casa paterna de Villa Los Tarcos. Eran días de descanso y festejo a la vez. Como todo joven del interior, su licencia la aprovechaba para visitar a su familia y Dolor. Los restos del cabo de mar Patricio Guanca arriban al aeropuerto Gral. Güemes de Salta.

de paso enharinarse en los bailes de carnaval. Con Angélica tenían todo listo para casarse y formar una familia.“El insinuó que se quería casar en diciembre de 1982. Esas vacaciones de febrero fueron las últimas. Nunca más lo vimos. Para nuestra familia fue terrible verlo regresar en un ataúd cerrado. No supimos nada acerca de cómo murió, hasta hace unos dos años, cuando se publicaron los detalles del día en que lo mataron en las Georgias”, recordó su hermana Amelia. Por su parte Ana, otra de sus hermanas, contó que “apenas terminó la escuela se fue a los 16 años a la Armada. Tenía muchos sueños que había comenzado a cumplir. hasta que vino la guerra y se lo llevó”. Ana y Amelia aseguraron que no tienen resentimiento, pero en estas fechas recuerdan con mucho dolor a su hermano Patricio.“La vida de mi hermanito hubiera sido otra de no haber sido por la guerra. Los recuerdos nos apenan. No puedo borrar de mi cabeza el día que llegó a tocar la puerta de nuestra casa el director del Liceo Militar de Salta. Era un sábado a la noche. La noticia me la dieron a mí primero. Pensábamos que era un error. Al otro día lo confirmamos”, relató Amelia.

El dolor aún embarga a sus familiares La familia de Patricio Guanca admitió que con los años se dieron cuenta de que se trató de una gesta innecesaria, que terminó con la vida de muchos jóvenes. Amelia expresó que “lo peor fue el olvido, hasta el aislamiento en muchos casos. Mis padres, por ejemplo, recién hace unos ocho años cobraron la pensión de mi hermano. En la actualidad muchos chicos no saben que hubo gente que murió por defender las islas Malvinas. Solo recuerdan esos días cuando se cumple un nuevo aniversario, luego todo queda en el olvido”. Los recuerdos persisten La hermana de Patricio contó que “hasta ahora quedamos desconcertados cuando se habla de la guerra. Yo me tapo los oídos cuando escucho sobre ese tema que aún me atormenta, porque los recuerdos de mi hermano muerto van y vienen y no se irán jamás”. La comunidad de Cerrillos acuñó el nombre de Patricio Guanca a una plaza ubicada enfrente del barrio donde el joven vivió y donde todavía reside su familia. Se trata del héroe del pueblo, de los salteños, de los argentinos, que pagó con su vida la defensa de la soberanía nacional.

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El metanense que estuvo prisionero Carlos Bruno Delgadillo combatió en la guerra de Malvinas. En su casa se respira un aire impregnado de patriotismo.

l veterano de guerra vive junto a su familia en el barrio San Martín de Metán. Al ingresar a la casa se observa una bandera Argentina que cuelga de la puerta principal y decenas de cuadros con diplomas de reconocimientos y fotografías de su carrera militar, que cubren las paredes. En la vivienda de Carlos Bruno Delgadillo se respira un aire patriótico.“Volvería a combatir en la guerra de Malvinas porque amo a mi país y esas islas son argentinas”, dijo al iniciar la charla con El Tribuno. Tiene 56 años, nació en San José de Metán y actualmente es uno de los referentes y vocero de los excombatientes del sur de la provincia. Se incorporó al Ejército en 1975, cuando tenía 20 años. Su primer destino fue Esquel, Chubut.

Cuando estalló el conflicto en abril de 1982 se encontraba en Chajarí, Entre Ríos, en el Regimiento de Caballería Tanque 7, con el grado de cabo primero. A mediados de mayo Delgadillo recibió la orden del Estado Mayor de presentarse de inmediato en la escuela de Infantería para formar parte de las fuerzas especiales de la Compañía de Comandos 602, que en ese momento estaba a cargo del mayor Aldo Rico. “Recuerdo como si fuera hoy que un 25 de mayo viajamos a Malvinas. Eramos 45 soldados, entre los que había otro salteño de apellido Blas, quien murió en combate”, relató con el rostro muy serio y mirada melancólica. Cuando el grupo de combate llegó a las islas el 28 de mayo, se instalaron en Puerto Argentino.

Detalles

de la batalla Delgadillo contó que ya en las islas, se refugiaron en la casa de un colono. El 31 de mayo de 1982, a las 8, el teniente Espinoza de la sección dio un alerta porque había visto brillar un objeto sospechoso en el campo. Relató que se trataba de los soldados ingleses que los habían rodeado.“Cuando los descubrimos sentimos una gran explosión en la parte superior del inmueble. Había impactado una bomba incendiaria”, dijo Delgadillo. Pero lograron salir y combatieron durante 45 minutos, hasta quedar sin municiones. “El inmueble se incendió y en su interior quedó el cuerpo calcinado de nuestro teniente Ernesto Espinosa, que fue alcanzado por la explosión”, recordó. Luego, el jefe de la sección, el teniente coronel José Vercesi, dio la orden de rendición y los británicos redujeron a los soldados argentinos.“En ese momento no hubo agresión, porque eran combatientes profesionales”, detalló Delgadillo y prosiguió:“Nos encapucharon y nos llevaron prisioneros a una bahía.Allí nos practicaron simulacros de fusilamiento cuando nos interrogaban”. Después de 10 días de permanecer prisioneros los entregaron en Uruguay a la Cruz Roja Internacional.

Prisionero. El soldado de Metán, Carlos Bruno Delgadillo, es bajado de un helicóptero inglés con la cabeza encapuchada.

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ENTREVISTA

» En la guerra, Carlos “Querubín” Sosa se desempeñaba como maquinista del ARA Destructor Py Maquinista. Carlos Sosa (derecha), sobre un submarino en el Atlántico Sur. A la izquierda, con un soldado en las playas de las islas Malvinas.

“El amor por Malvinas lo tuve desde la escuela” BA pesar de haber sido un militar de carrera, ¿se imaginó alguna vez ser protagonista de una guerra? CLa verdad que no. Y eso que cumplí los 15 años de edad en la Armada, porque empecé desde muy chico. Hasta el 2 de abril, mi trabajo fue custodiar la frontera. Nos ocupábamos de controlar el ingreso de barcos pesqueros en aguas territoriales. Si bien ya había estado en situaciones tensas, como en los años 67 y 68 en el conflicto con Chile por Laguna del Desierto y luego, en el 78, cuando la situación con el país trasandino llegó a su punto extremo con las disputa por el Canal de Beagle, en ninguna de las dos oportunidades las cosas pasaron a más hasta que sucedió lo de las Islas Malvinas. B¿Cuál fue su primera sensación al enterarse de que estábamos en pie de guerra? CY, fue una mezcla de euforia y miedo. Nos avisaron a las 12 de la noche que se iban a tomar las islas, yo navegaba en el Destructor Py y estábamos cerca del lugar. Nuestro barco era escolta de portaaviones. Recuerdo patente cómo se reflejaba el miedo en los rostros de mis compañeros. Vivíamos en un clima de constante tensión esperando las órdenes de los superiores. Luego nos enteramos de los primeros caídos, como por ejemplo de la muerte del cerrillano Patricio Guanca y de un enfermero que había estado en nuestro barco, entre otros. CEn 45 días solo entramos dos veces a puerto. En nuestros días en altamar nos tuvieron engañados respecto al curso de la guerra. Hubiéramos preferido que nos digan la verdad, aunque en el fondo sabíamos que no teníamos con qué enfrentarnos a la tecnología de los ingleses. Y esas sospechas se materializaron cuando los británicos dispararon contra el ARA General Belgrano, el Bouchard y el Piedrabuena, que iban de escoltas. CLos dos últimos pudieron evitar los ataques, pero el Belgrano, por su envergadura, no lo pudo hacer. Cuando comenzó a hundirse acudimos a ayudar a nuestros compañeros. Me acuerdo que

el mar estaba embravecido. Ese día murieron 329 de los más de 1.000 tripulantes. Muchos de ellos eran amigos míos. BEs decir que vio la muerte de cerca. CSí. La vi y la palpé también cuando nos mandaron un aviso con una insignia que fue bombardeada por los helicópteros ingleses. Lo que quedó fue solo una estructura en forma de lanchón. Ese día yo bajé hasta ese tipo de barcaza y vi cómo se juntaban en bolsas los pedazos de cadáveres. Luego, nuestro barco continuó patrullando hasta el fin de la guerra, el 10 de junio. BEn ese momento, ¿qué pasó por su cabeza? CSentí una tristeza profunda. Fue el principio del fin de mi carrera militar, al igual que para muchos de mi generación. Me sentí decepcionado, aunque en el fondo sabía que no podíamos ganar esa guerra, porque no estábamos preparados. Nosotros teníamos solo una flota de barcos de la Segunda Guerra Mundial. B¿Cambió, después de la guerra, su percepción acerca de Malvinas? CYo creo que no, porque desde chico había cultivado el amor por las islas y me crié en la plena convicción de que son argentinas. Ya en la escuelita de Campo Quijano, cuando era un niño, cantábamos con amor “las Malvinas son argentinas”. Ese sentimiento lo llevábamos muy profundo en medio de la Quebrada del Toro, en el otro extremo del país. Por supuesto que la guerra generó sentimientos de otras características. BY, ¿qué siente hoy? CSiento orgullo de haber estado en esa guerra, aunque aún me duele lo que pasó. Siempre pensé que las cosas pudieron arreglarse por la vía diplomática. Ese año, el embajador estadounidense Alexander Haig había planteado resolver la cuestión vía ONU. CHasta se llegó a vislumbrar la posibilidad de izar las tres banderas en las islas, la de Argentina, la de Malvinas y la de Inglaterra. Pero este hombrecito, Galtieri, arruinó cualquier posibilidad de negociación.

“Me dolió la indiferencia” Nelson Gutiérrez, de Rosario de Lerma, ocupó una posición estratégica durante la guerra. Junto a otros suboficiales y conscriptos custodiaron la pista de aterrizaje de Puerto Argentino. En el inicio de las hostilidades le dieron solo un fusil y dos cargadores.“Me dolió, más que la guerra, la indiferencia que sufrimos después, de parte de la sociedad”, dijo.

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Un tartagalense formó parte de una misión especial

Son 47 los héroes norteños Los 47 excombatientes del departamento San Martín se reúnen en forma constante y son invitados a actos y celebraciones para recordar la heroica gesta. General Mosconi cuenta con un héroe de guerra. Es Ricardo Armando Paz, fue un conscripto que perdió la vida a bordo del crucero ARA General Belgrano. Este año, los actos centrales se realizarán en Tartagal.

las 12 de la noche del 27 de marzo de 1982, 115 hombres pertenecientes a la compañía “C” del Regimiento de Infantería 25 de Chubut, con asiento en la localidad de Sarmiento, movilizados a bordo de varios camiones partieron desde esa unidad militar con destino a Comodoro Rivadavia, para realizar ejercicios de combate, propios de la fuerza. Luego, fueron embarcados en varias aeronaves, con destino a Bahía Blanca. El regimiento estaba encabezado por el teniente coronel Mohamed Alí Seineldín, y entre sus hombres se encontraba el tartagalense Luis Rodolfo Pérez quien, con 23 años de edad y el grado de cabo, había sido destinado un año antes a ese regimiento, luego de revestir filas en el Regimiento 28 de infantería con asiento en Tartagal. Ya a bordo de los aviones los soldados, suboficiales y oficiales comenzaron a dudar del verdadero objetivo de tantos viajes consecutivos en tan pocas horas. Unos meses antes se había producido una diferencia entre Argentina y Gran Bretaña por un incidente en las Islas Georgias del Sur, donde un empresario de origen argentino, que había arribado al lugar con el objetivo de instalar una chatarrería, había izado la bandera argentina, lo que causó la molestia de los isleños. Pero fuera de ese hecho nada les hacía presumir a los soldados cuál era el verdadero destino de la misión, quizás la más importantes de sus vidas y de la historia reciente de la Nación.

Barcos, fragatas y el Irizar Cuando arribaron a Bahía Blanca fueron llevados hacia Puerto Belgrano. Los 115 hombres entre ellos Pérez y el jefe del Regimiento, Seineldín, abordaron el buque Cabo San Antonio. El suboficial mayor Pérez recordó que en ese viaje tuvieron días de tormenta con un mar embravecido. Cuando se encontraba en altamar Seineldín les informó que la Compañía “C”del Regimiento 25 de Chubut tenía por destino las Islas Malvinas y que allí, el bajaría y debería tomar prisionero al gobernador de las Islas, en el marco de la recuperación del archipiélago. “Era una operación secreta cuyo objetivo recién se nos reveló cuando estábamos en medio del mar”, dijo Pérez. Fue así que el 1 de abril de 1982 avistaron las islas. Desembarco y recuperación A las 9.30 de ese día se inició el desembarco.“En el viaje hacia las islas se habían producido algunos cambios de planes. Las malas condiciones climáticas y las averías sufridas por dos helicópteros que iban a transportarnos hasta la casa del gobernador para cumplir la misión, quedó a cargo de otro grupo”, contó Pérez. Relató que los comandos anfibios y los buzos tácticos de la fragata Santísima Trinidad y en el submarino Santa Fe fueron los primeros en llegar a la playa.“Eran ellos los encargados de marcar la playa para facilitar el de-

sembarco. La misión al tocar las islas era tomar el cuartel de los Royal Marine, que estaba a 7 km de Puerto Argentino, un segundo grupo debía tomar la casa del gobernador y el tercero el faro”. En tanto, a los soldados del Regimiento Chubut se les asignó la misión de tomar el aeropuerto de Puerto Argentino y liberarlo de una gran cantidad de elementos que se encontraban sobre la pista, para facilitar así el arribo del resto de las aeronaves argentinas que debían aterrizar unos pocos minutos después del desembarco, explicó el tartagalense. Esa misión se concretó a la Hora H, 6 de la mañana del 2 de abril de 1982. Media hora más tarde el contingente de 25 hombres entre los cuales se encontraba Pérez se hizo cargo del aeropuerto. “Comenzamos el despeje del mismo y 45 minutos después descendieron los primeros aviones con los 600 hombres del Regimiento Chubut, al cuál pertenecíamos”, puntualizó el cabo norteño. Agregó que desde ese momento nada fue igual en las islas Malvinas, ni aún hoy. “Eran las 10 de la mañana del 2 de abril, cuando el Regimiento 25 se retiró de la pista de aterrizaje para darle lugar a la Fuerza Aérea. Los 600 soldados eran desplazados, primero hacia Puerto Argentino y una semana más tarde hacia el otro extremo de la isla, a unos 100 km del sitio del desembarco”, relató. En Darwin se estableció otra base militar con 1.200 hombres pertenecientes al Regimiento 12 de Corrientes, donde la compañía “C”estuvo hasta el 15 de mayo.

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Centinelas. Los soldados llegados del continente, de guardia, en Puerto Argentino.

Las palabras de quienes vivieron el conflicto bélico de cerca

os 74 días que duró la guerra se imprimieron para siempre en la historia argentina. Esas páginas se releen todos los días, especialmente en los hogares de las familias a las que los hechos las tocaron de cerca y dejaron marcas indelebles, como la pérdida de un hijo, un marido o un hermano. El Tribuno dialogó con familiares de caídos en Malvinas de Salta capital y con los veteranos de guerra, quienes recordaron aquellos días, a 30 años de la guerra. El excombatiente José Antonio Guzmán contó que la guerra es para él un recuerdo muy doloroso por los caídos, tanto de la Armada como de otras fuerzas y también por los familiares de quienes ya no están. “Creo que hoy más que nunca tenemos la madurez suficiente para que las islas ocupen el lugar que se merecen. También que hay gran apoyo por parte de toda la población para que las Malvinas vuelvan a ser nuestras y en que todo puede resolverse pacífica y diplomáticamente. Ese es el camino para lograrlo, a través de las diferentes cancillerías. Para eso es preciso el apoyo de la comunidad, de los políticos y de los distintos foros internacionales, para que no solo las Malvinas vuelvan a ser argentinas, sino también para que todas las colonias que no son de los británicos regresen a su lugar”, explicó el veterano de guerra. Recordó, además, que uno de los momentos más dolorosos del conflicto fue cuando se hundió el crucero General Belgrano. “Muchos camaradas que fallecieron aquel 2 de mayo eran muy cercanos a mí. Deben haber siempre homenajes a aquellos caídos, que dieron

su sangre por la gesta de Malvinas”, concluyó Guzmán. Por su parte, Nilda Gaspar de González, viuda del excombatiente Ignacio Eloy González, expresó que a ella la guerra la dejó sola, con tres niños pequeños. “Lo viví tan de cerca que hoy siento una gran responsabilidad. Siento que debo estar presente en donde me llamen para colaborar y dar mi testimonio de lo que ocurrió”. Recordó que en aquellos momentos, mientras su marido estaba en el combate, escuchaba radio todo el día, veía la televisión y leía los diarios para saber cómo estaban los soldados, para informarse sobre lo que estaba pasando en las islas. “Hoy tenemos que decir sí a la paz y no a la guerra, fundamentalmente porque fue algo terrible tanto para estos muchachos jóvenes que embarcaron en el crucero Belgrano sin saber a dónde iban, como para nosotros, los que nos quedamos aquí que vivimos un dolor inmenso, que nunca nos abandona.Es que es una herida que llevamos por dentro y que jamás cicatrizará. Pienso también que los caídos no tienen el reconocimiento que merecen y que todos los que vivimos esta guerra tan de cerca quedamos sin saber qué rumbo tomar. En Salta no hubo demasiado apoyo psicológico para los familiares ni para los excombatientes”, aseguró Nilda. Dijo sentirse orgullosa de su marido, quien fue un héroe de la patria, como muchos otros hombres que murieron por defender su tierra. “Yo gracias a Dios estoy acá y puedo dar mi testimonio. Creo que es muy importante que en las escuelas se hable de Malvinas y que todos sean conscientes de este dolor inmenso”, puntualizó.

“Casi pierdo a mis dos hijos en la guerra” Regina, vecina del Valle de Lerma, es la madre del cabo Marcos Lamas muerto en el crucero General Belgrano el 2 de mayo. La mujer contó a El Tribuno que sus hijos, en esos momentos,estaban en la Armada. “Fueron días difíciles para nuestra familia. Marcos apenas tenía 16 años cuando ingresó a la Armada. Llevaba un año en la fuerza cuando lo llevaron a Malvinas en el Belgrano. En ese momento, mi otro hijo, Eduardo, hacía el servicio militar”, recordó Regina. Los dos estaban en el sur. Dijo, además, que “por esas cosas de la vida, Eduardo regresó por una licencia, pero Marcos siguió en Atlántico. Cuando estalló la guerra pidieron el retorno de mi hijo mayor.Pero en esos días nos anoticiamos de la muerte de Marcos”. La mujer expresó que el dolor fue tan grande, que ante el temor de perder al segundo de sus hijos mayores solicitó al Ejército la baja de Eduardo.“Accedieron a mi pedido sin ningún reclamo. Mi otro hijo ya estaba listo para retornar al sur.No sé que hubiera pasado con él si se marchaba.Quizás hubiera tenido el mismo destino que su hermano Marcos”. Durante muchos años la familia Lamas se mantuvo al margen de los actos en honor a Marcos,a causa de ese profundo sufrimiento. Comida. Hora de almorzar junto a los compañeros de guerra en una trinchera.

“El sacrificio de esos jóvenes es un ejemplo” Valeria Ramos, presidenta de la Asociación de Familiares de Caídos en Combate de Salta, contó a El Tribuno que su hijo Hilario, de solo 18 años, murió en el crucero Belgrano.“Era un chico lleno de sueños que se fue a luchar por su patria y nunca regresó. Recuerdo que en la última carta que me mandó decía que no se arrepentía de haber ido a Malvinas. Nos pedía a mí, a mi marido y a sus dos hermanos que no lloremos y que recemos por él”, dijo Valeria. Recordó que el joven le decía que faltaba poco para volver a estar todos juntos. “Su muerte me partió en dos mitades, pero me volví a levantar y ahora me siento con esa fortaleza de madre para hablar en las escuelas de los valores de esta patria que debemos defender. Mi otro hijo, que era muy unido a su hermano, jamás pudo superar la muerte de Hilario”. Dijo estar convencida de que todos los argentinos debemos seguir el ejemplo de quienes lucharon para defender la soberanía nacional sobre las islas. Resaltó que todavía hay muchos excombatientes que atraviesan una mala situación, porque no cuentan con el apoyo emocional adecuado, al igual que muchos familiares de caídos.

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El recuerdo y el dolor

Arribo. Tropas argentinas motorizadas ingresan a Puerto Argentino.

siguen presentes

e los salteños que defendieron la soberanía nacional en el Atlántico Sur, no se puede dejar de destacar la actuación del soldado Guillermo Sevilla, de Rosario de la Frontera, quien el 1 de mayo de 1982 derribó el primer avión inglés, un Siddeley Harrier, en Puerto Darwin. También a los que fallecieron en el ataque al crucero General Belgrano, entre ellos Omar Alfredo Madrid, nacido en El Tala en 1959. El excombatiente Julio César Rivera fue uno de los conscriptos que libraron batalla en Malvinas. Actualmente se desempeña como secretario de Obras Pública de la Municipalidad de Rosario de la Frontera. En abril de 1982, Rivera hacía el servicio militar en la Base Aeronaval Comandante Espora, con destino en Bahía Blanca. “En

ese entonces era asistente del jefe de base y voluntariamente solicité ir a Malvinas”, expresó emocionado. Prestó sus servicios en la pista de aterrizaje de Puerto Argentino. “Estuve el 1 de mayo cuando fue bombardeada la pista y fueron destruidas nuestras posiciones. Nos llevaron luego al Batallón de Infantería de Marina 5 y casi una semana antes de que finalice la guerra fui evacuado por un avión, cuando teníamos pensado restablecer el funcionamiento de un radar en un lugar llamado Bahía Elefante, que estaba frente a la cabeza de playa que tenían los ingleses”. A 30 años de aquella gesta contó a El Tribuno que “hay un cúmulo de recuerdos que afloran todos los años para esta época y a tres décadas de aquella gesta patriótica, mucho más todavía”.

También los conscriptos tuvieron fuerte presencia Martín Ernesto Luna, oriundo del paraje El Bordo, cuando fue citado para participar de la guerra se encontraba desde hacía dos meses cumpliendo el servicio militar en el barco ARA Punta Médanos (B-18), en la base naval de Puerto Belgrano.“Con poca experiencia muchos muchachos participamos de la guerra, pero lo hicimos con el orgullo de defender a nuestro país. Desde el barco abastecíamos a los hombres que estaban en tierra”, relató. Luna estuvo 64 días en el mar.“Allí recibimos a los compañeros que fueron liberados por los ingleses, al finalizar la guerra”,concluyó el excombatiente bordeño. Guillermo Sevilla comparte el desayuno con sus compañeros de guerra.

Salteños en la batalla de Ganso Verde El excombatiente Aniceto Romano, de Rosario de la Frontera, estuvo integrando uno de los batallones de combate que intentó repeler el desembarco de más de 3.000 paracaidistas ingleses en Ganso Verde, una de las batallas más duras, junto a la de Monte Longdon. Actualmente está casado y tiene cinco hijos. Vive de la pensión que le dio el Estado y que le permite dedicar su tiempo a la cría

de animales en el campo. La batalla se libró del 27 al 29 de mayo. Fue la primera que se desarrolló en tierra, antes de que las fuerzas británicas desembarcaran y consolidaran su cabecera de playa en San Carlos (isla Soledad). “No pudimos contra ellos, que contaban con tecnología de punta, como por ejemplo visores infrarrojos y bengalas con paracaí-

das que iluminaban la noche como si fuera de día y duraban una eternidad, además de armamento sofisticado”, comentó el exsoldado. En ese sentido, agregó que “tampoco podíamos operar la radio porque los ingleses nos detectaban y nos enviaban unas bolas de fuego chiquitas, que en realidad eran unos misiles antipersonales que nos ubicaban por el calor corporal. La lucha fue desigual”.

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General Güemes también aportó sus hombres

l güemense Inocencio Borquez, tenía 22 años cuando participó de la guerra. Era cabo segundo de Infantería de Marina y estaba, en aquel momento, al mando de 12 infantes, en La Plata. Inocencio contó a El Tribuno que el 24 de abril el Batallón II de la Compañía H, a la cual pertenecía, fue enviado a las islas Malvinas en un avión Hércules. “En mi grupo éramos 13, mis conscriptos sabían tirar porque pertenecíamos a un grupo de tiradores, pero me preocupaba el comportamiento que pudieran tener en una posible batalla”. En Malvinas fueron destinados a la península de Cambers, donde luego fueron constantemente bombardeados. “El ruido era ensordecedor. Por suerte no lograron impactarnos, pero cerca nuestro dieron de lleno en un grupo de soldados. Muchos murieron. El día más cruento fue el 13 de junio, cuando los británicos intentaron un desembarco. “Ellos llegaron hasta nuestro puesto y comenzó una gran balacera, y los hicimos retroceder. Fue para nosotros una victoria, no sufrimos bajas y ellos sí, pensábamos que podíamos ganar la guerra, pero desconocíamos la situación en el resto de la isla”.

Final. Fosa común y una cruz para los caídos en las islas Malvinas.

EL STAFF Coordinador: Luis Borelli Edición: Daniel Díaz Corrección: Silvina N. Cardozo Ed. fotográfica: Antonio Cabezas Diseño: Diego M. Broglio Diagramación: Marcelo Gauna. Entrevistas: Hugo Krasnobroda, Jaime Barrera, Cristina Carrazán, Pablo Sarmiento, Sergio Tapia y Adrián Quiroga. Colaboración: mayor Carlos Figueroa Foto de Tapa: La imagen del atardecer sobre las Malvinas fue obtenida por un fotógrafo de la agencia Noticias Argentinas durante el primer vuelo a las islas tras el reestablecimiento de relaciones diplomáticas con Gran Bretaña.