CH ILE Y EL CÁ ÑA MO
Una relación intima y desconocida...
Una relación intima y desconocida... Junto con la llegada de los conquistadores españoles, sus costumbres, enfermedades y hábitos, se vivió una diversificación agrícola con el fin de introducir en estos suelos especies cultivadas en el resto del mundo y aprovechada por los hispanos. La difícil situación entre Mapuches y Españoles, hizo complicada la aclimatación de los cultivos y sería cuatro años mas tarde cuando el momento del Cáñamo fue aprovechado por el genovés Juan Bautista Pastene, quien en Curacaví, instaló su fábrica de frazadas y jarcias, y con ello dio inicio a una industria resistida en nuestros tiempos, pero con un pasado glorioso, lleno de identidad socio-cultural para los agricultores del Valle Central.
CÁÑAMO INDUSTRIALCHILENO
Los invitamos a conocer un poco más de nuestra historia, una historia perdida, poco rescatada, pero que aún se mantiene con vida. CÁÑ AMO IN DUST RIA L CHILENO
Nelson Rivas Fonseca. Historiador, Gestor Cultural.
Correo: nelrivas4@gmail.com Twitter: @humosconstantes
Santiago de Chile, 2013.
EL CÁÑAMO CHILE NO A TRAVÉS DE LOS AÑOS
¿Serías capaz de imaginar nuestros valles, y sus poblados agrícolas plagados de plantas de cannabis creciendo de forma silvestre y en perfecta armonía con el entorno? Pues deberías comenzar a hacerlo, y revivir los siglos donde el cáñamo era amo y señor del campo chileno, donde a partir de comienzos del siglo XVII, se masificó su cultivo, especialmente en el Valle de Aconcagua, lugar que se transformaría a lo largo de este siglo y el XVIII en el sitio idóneo para el cultivo y beneficio del cáñamo, y donde sus habitantes eran los principales beneficiados de esto, ya que vivían de lo que les dejaba la venta de la fibra y de productos elaborados como las Jarcias de amarre (hilos de cáñamo para atar palos de los barcos) y las Frazadas. Con el correr de los años, tanto mercaderes españoles, como capitalistas ingleses contemplaron maravillados el calibre y calidad que el cáñamo chileno les ofrecía, a un costo conveniente, que lo transformaron en las últimas décadas del siglo XIX y primeras del siglo XX en el tercer productor mundial de cáñamo a nivel mundial tras el cáñamo Ruso e Italiano respectivamente, contra la producción rusa era casi imposible competir, lo mismo para el caso italiano, pero si podía competir en calidad y en este aspecto superaba por mucho a sus “rivales” europeos.
VALLE DE “ACONCANNABIS” Sin queremos hablar de producción cañamera cualitativa y cuantitativa, el Valle de Aconcagua es sin lugar a dudas nuestro lugar. Poseedor de un clima envidiable (Mediterráneo Continentalizado, propio de las regiones con clima Mediterráneo pero alejados del borde costero), la vida agrícola en el Aconcagua se tornó beneficiosa desde el punto de vista económico , ya que gran parte de los dueños de la tierra tenían al cáñamo dentro de los cultivos preferidos. Los agricultores participaban en la siembra y cosecha, mientras que otro grupo de trabajadores se encargaba de las labores de extracción de la fibra, y por último en las fabricas familiares pequeñas e industrias grandes se trabajaba en los productos que eran comercializados tanto en Chile como en el extranjero.
EL CÁÑAMO EN NUESTROS DÍAS El escenario del cáñamo industrial a nivel mundial está dominado por el mercado chino y canadiense, seguido por mercados europeos (Alemania, Inglaterra por ejemplo) y otros asiáticos que se suman como Japón y Corea del Sur, en nuestra región el único país que está presente en las mediciones es Chile, por su pasado reciente en la industria cañamera. Los Estados Unidos, anualmente desembolsan
aproximadamente 2 billones de dólares importando productos de cáñamo como aceite y fibras. Chile, como Estado, debiese adoptar medidas frente al tema, puesto que sería económicamente atractivo, volver a retomar el cultivo y beneficio del cáñamo (como se hacía en la primera mitad del siglo XX) y así incentivar al sector agrícola e industrial para posicionar nuestro cáñamo en el sitial que le merece: entre la elite mundial. Esto sería beneficioso para cultivadores y activistas, ya que sentaría un precedente tanto para Chile, como para el continente entero en materia económica y social, acercándonos un paso más para llegar a la DEPENALIZACIÓN DEL AUTO CULTIVO DE CANNABIS.
BIBLIOGRAFÍA: Benjamín Vicuña Mackenna: “Los Lisperguer y la Quintrala”, Impresiones de “El Mercurio”, Valparaíso, Chile, 1877. Carlos Keller: “Los Orígenes de Quillota”, Apartado del Boletín de la Academia de la Historia Nº 61, Santiago de Chile, 1960. Claude Gay: “Historia Física y Política de Chile: Agricultura”, v.1, Impreso en casa del autor, París, Francia, 1862. Francisco Solano Pérez: “Memoria sobre el cultivo y beneficio del lino y el cáñamo en Chile”, Imprenta Nacional, Santiago de Chile, 1833. Guillermo Garat: “Marihuana y otras yerbas, prohibición, regulación y uso de drogas en Uruguay”, Editorial Debate, Montevideo, Uruguay, 2012. José Bengoa: “Historia Social de la Agricultura Chilena” v.2, Editorial SUR, Santiago de Chile, 1988-1990.