MUSEO DE LAS INTERVENCIONES Los usos y la historia del inmueble
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Los usos y la historia del inmueble El recorrido conventual comienza desde la misma entrada al Ex convento, cada uno de sus espacios arquitectónicos van marcando una lectura que tiene al mismo tiempo, una funcionalidad en la lógica del viejo convento de Nuestra Señora de los Ángeles. Para poder explicar en su conjunto el inmueble, tenemos que considerar los siguientes puntos: El hoy establecimiento de Churubusco es el resultado de la historia del país, es decir, cada uno de los periodos de la historia de México, han impactado de una u otra forma al sitio, y por supuesto están presentes en él. El poblado de Churubusco se remonta por lo menos al año 700 de nuestra era, desde el periodo Epiclásico. Huitzilopochco fue una de las regiones más ricas del Valle de México por sus variados recursos naturales, agente activo durante todo el periodo prehispánico, alcanzando su mayor apogeo durante la dominación mexica, entre el 1453 y 1521, gracias a su pujante comercio y por ser la puerta de entrada a la capital del Imperio mexica. Al llevarse a cabo la conquista y colonización de la Mesoamérica por parte de los españoles, la importancia del poblado fue suplantada por el vecino Coyoacán, asiento del Marquesado del Valle fundado por Hernán Cortés. Al comenzar la Conquista espiritual en 1524, a su paso por el lugar, los primeros 12 franciscanos decidieron fundar en Huitzilopochco un eremitorio, casa de descanso y retiro para los frailes franciscanos, lugar dedicado a la advocación de Nuestra Señora de los Ángeles en recuerdo del primer convento franciscano organizado por Francisco de Asís en Italia, en el siglo XIII. Aquella primera construcción no debió de ser ni muy grande ni muy elaborada, tal vez sólo una pequeña casa habitación de adobes techada con paja y una enramada que servía como improvisado templo. Es a partir de 1528, cuando el establecimiento comienza su primera etapa constructiva. Sin embargo, no hay datos de cuánto ni cómo fue su crecimiento,
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pero para mediados del siglo XVI, la casa franciscana estaba abandonada y amenazaba con desplomarse. En el año de 1580, por Cédula Real de Felipe II, ratificada por el virrey Lorenzo Suárez de Mendoza, Conde de la Coruña (1580–1583), fue cedida la casa de Churubusco a la Orden franciscana de la más estricta observancia, franciscanos descalzos, de la Orden de San Diego o dieguinos, para que sirviera de casa y colegio de formación para misioneros que evangelizarían las Islas Filipinas, China y Japón. De la casa de Churubusco salieron misioneros para el Lejano Oriente, como fray Martín de la Ascensión, quien sirvió en Churubusco como maestro de novicios. En Japón, fray Martín alcanzó el martirio al lado de otros dieguinos, como fray Felipe de Jesús de las Casas, protomártir y primer santo mexicano: San Felipe de Jesús. Por su ubicación al sur del Valle de México, el ex convento de Churubusco convivió con el medio lacustre de la cuenca. Fundado en terrenos cenagosos, la vida de sus moradores no debió de ser muy cómoda, como lo expresa fray Baltasar de Medina en la Crónica de San Diego de México. El ex convento fue una fundación rural, por lo que era óptimo para la preparación de los jóvenes novicios y coristas, así como para propiciar en los ya ordenados el apego a la Regla del fundador, por ser un lugar que permitía desarrollar el misticismo entre sus habitantes. El control de los recursos acuíferos a partir de las obras de acopio del ex convento, está presente en los aljibes o cajas de agua del huerto. Debido a los materiales con que fue construido y las condiciones del terreno, para la primera mitad del siglo XVII, los daños y deterioros del recinto eran evidentes, por lo que el matrimonio de Diego del Castillo y Elena de Cruz, otorgan la cantidad de 60 mil pesos, dedicando la construcción el 2 de mayo de 1678, quedando ellos como patronos o donantes del establecimiento. A partir del siglo XVII, el inmueble fue constantemente reconstruido, agregando espacios y anulando otros. Al fondo del refectorio, y gracias a los trabajos arqueológicos del 2004-2005, fueron encontradas dos crujías, que bien podrían ser la cocina original y una alacena. Por otra parte, y gracias a los trabajos de restauración, recuperación e investigación arqueológica en el claustro de novicios y caballerizas, se puede decir que hacia la parte poniente del inmueble fueran desalojadas las aguas negras. Hacia la parte sudoriental del claustro de novicios, se encontraba el desfogue de los comunes, el deposito donde se acumulaban las aguas negras provenientes de las letrinas que estaban en la planta alta. A través de dos ventanas arqueológicas ubicadas en el refectorio, es posible ver los pisos, los poyos, así como restos de la pintura mural del guardapolvo y muros, un sistema de drenaje y el cajete donde se ubicó el lavamanos primigenio del refectorio. Todo ellos pertenecientes al siglo XVII. 2
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Tal vez la iglesia adjunta siga las proporciones y forma del templo original: construcción de una sola nave, con altos y gruesos muros, cuerpo estrecho, techada a dos aguas con viguería y teja de barro. El cimborrio y la bóveda, fueron construidas a mediados del siglo XVIII. El templo presenta actualmente una planta de cruz latina. En el brazo sur del crucero es posible ver el Coro de los donantes, con una celosía de madera. El altar mayor es original del espacio, mientras que los altares laterales provienen del derruido exconvento de La Piedad. Sobre el atrio, y del lado derecho del templo, se abre un portal de peregrinos y la portería que da acceso al convento. La torre del campanario data de fines del siglo XVIII. Durante ese mismo periodo, sobre el atrio, junto a la torre y portería, es construida la Capilla de San Antonio, dotándola con una cúpula cubierta de mosaicos de Talavera. En algún momento del siglo XIX, este espacio fue adaptado como bautisterio. La barda perimetral es construida en 1733. En los ángulos que forman sus esquinas, fueron colocadas hornacinas –nichos–, con esculturas en piedra que representan tal vez a santos de la orden o de la Iglesia Católica. En el muro poniente a la altura del jardín menor, por su parte externa, se observan una serie de monogramas elaborados con pequeñas piedras adosadas a la pared sobre un enlucido fino de cal y arena, las cuales podrían marcar las estaciones o misterios del Rosario. Hacia 1801, es reubicado y reconstruido el baño de los placeres, donde antes se localizaba la lavandería. En el Capítulo Provincial de mayo de 1802 son redactadas y aprobadas las Constituciones del Colegio de Churubusco, documento que reglamenta la vida al interior del Exconvento. El 26 de agosto de 1806, el poblado de Churubusco sufre una tremenda inundación, la cual afecta al ex convento. Todo el inmueble es renivelado, subiendo su nivel más de vara y media (150 cm). Toda el ala sur del inmueble es modificada, acercándose mucho a su apariencia actual. Durante la primera mitad del siglo XIX, es remodelado y ampliado el inmueble. En este mismo periodo, dentro del convento se establece una escuela de primeras letras, sin que se tenga mayor noticia sobre la ubicación de sus aulas. Entre el mes de julio y principios de agosto de 1847, el ex convento es fortificado y adecuado para enfrentar al ejército invasor norteamericano: frente al portón de campo se levanta un parapeto, ensanchándose un foso para la defensa del sitio. Sobre la barda perimetral, se levanta otro parapeto y un paso de guardia con tablones. Los frailes que habitaban el lugar, tienen que abandonar su casa ante el inminente ataque norteamericano.
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El 20 de agosto de 1847, a las 11 horas, comienza la batalla. El hecho bélico dura unas tres horas, las fuerzas mexicanas apoyadas por el Batallón irlandés de San Patricio, tienen que entregar el inmueble por falta de parque. Después de la batalla, el ex convento es ocupado por las fuerzas norteamericanas, quienes se dedican al saqueó de los bienes del inmueble. Los frailes regresan a los pocos días, comenzando la reparación de su hogar, al tiempo que dirigen al gobierno de la República cartas y memoriales de agravios, denunciando el pillaje tanto de norteamericano como de las fuerzas mexicanas, y exigiendo el pago por los destrozos y la restauración del sitio. El 20 de agosto de 1856, el Presidente de la República, Ignacio Comonfort, inaugura un monumento conmemorativo frente al portón de campo, dedicado a los héroes que defendieron el sitio durante la intervención norteamericana de 1846 – 1848. El ex convento vive un largo periodo de deterioro y abandono. Los frailes son enclaustrados en 1861, de acuerdo a las Leyes de Reforma. Sin embargo, el gobierno de la República, permite que el templo continué abierto al culto y que los frailes ocupen parte del ala norte y oriente del inmueble, haciendo algunas modificaciones necesarias para que los frailes puedan continuar con su vida cotidiana. La distribución de espacios entre los frailes y el gobierno, quedan consignadas en un plano del inmueble que contiene los siguientes datos: Plano del Convento de Churubusco, Mejico, Julio 10 de 1866. Levantado y lavado por el Capitán 1° de Ing. Andrés L. Tapia, Escala 0,004 por metro. Por medio de una línea amarilla se divide el espacio entre el poder civil y la orden franciscana. En este documento, también se señalan los cultivos y espacios de ocupación del huerto. En el año de 1869, el Presidente de la República Benito Juárez declara al ex convento como monumento nacional, en recuerdo de la batalla del 20 de agosto del 47. Durante el porfiriato (1876-1877), se hacen una serie de adecuaciones para que la parte del inmueble que quedó en poder del gobierno de la República, sirviera como Hospital Militar de Enfermos Infectocontagiosos. Es a partir de estos años que el inmueble sufre su mayor deterioro y modificaciones. En 1919 se lleva a cabo la declaratoria del gobierno de la República para instalar en el inmueble de Churubusco el Museo Histórico, que recuerde la batalla del 20 de agosto de 1847. A partir del año 1929 se inicia una serie de trabajos de restauración y adecuaciones que alterarán y transformarán la fisonomía original del inmueble. Entre 1924 y 1929, funciona aquí la Escuela de Pintura al Aire Libre, alcanzando importantes frutos, pues los alumnos participantes montan una exposición temporal, primero en el Palacio de Minería de la Ciudad de México, para después llevarla a Berlín, Alemania; París, Francia y Madrid, España. Entre las décadas de los años 30 y 50 funciona dentro del recinto conventual el Museo del Transporte, así como distintas dependencias del INAH. 4
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Entre los años 30–70, en el jardín exterior oriente se establece un asentamiento irregular, el cual es desalojado a fines de la última década, liberando así el hoy espacio jardinado. El 13 de septiembre de 1981, es inaugurado el Museo Nacional de las Intervenciones, suprimiendo así todos los contenidos de la historia conventual de Churubusco. Detalles más, detalles menos, todos ellos forman parte de la historia del inmueble. Recorridos museográficos Establecimiento conventual Planta baja El establecimiento conventual de los dieguinos, que va desde el siglo XVI hasta el XIX. a. Portón de campo y Portal de peregrinos El recorrido comienza en el portón de campo, que da acceso al portal de peregrinos. En este espacio se puede observar un retablo tallado en madera, estofado, policromo y con hoja de oro que representa a La Redención de las Ánimas del Purgatorio. Este espacio es importante porque en él se guarecían los comerciantes y viajeros que venían de los territorios sureños del virreinato de Nueva España e iban rumbo a la Ciudad de México con sus recuas de acémilas cargadas con los productos a comerciar, o bien los que partían de la ciudad hacia el sur. b. Patio de servicio, caballerizas, chiqueros y Patio menor o de novicios Estos lugares son importantes para los frailes pues prácticamente son espacios públicos, la comunidad de religiosos tienen a través de ellos el contacto con personas que viven en las cercanías del convento, así como con los comerciantes y viajeros. El patio de servicio sirvió a los frailes para que en él llevaran a cabo algunas labores relacionadas con la preparación de alimentos en la cocina del convento. Asimismo, es paso obligado a la huerta. En el caso del patio menor o de los novicios, era un espacio para la meditación y retiro de los frailes y estudiantes que se formaban en el Colegio de Churubusco, además, en él se encontraban algunos juegos honestos al aire libre como los aros, la bocha y la tejoleta, para el recreo de la comunidad. c. Claustro de los novicios y caballerizas Este espacio hoy es ocupado por la Biblioteca y Salón de usos múltiples “Pfr. Gastón García Cantú”. Al centro del patio se levantaba un aljibe y unos lavaderos, por lo que este patio era un espacio de trabajo. d. Huerto y aljibe Aquí la comunidad dieguina conseguía en buena medida los bastimentos necesarios para su alimentación, pues en la huerta sembraban hortalizas y cultivaban árboles frutales. Asimismo, en él eran sembradas y cultivadas una gran variedad de plantas medicinales, necesarias para conseguir la salud y bienestar del cuerpo. En este mismo lugar estaba el aljibe, fuente de aprovisionamiento de agua 5
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potable para la comunidad de frailes y sus vecinos. El agua para el riego y el abastecimiento de otras áreas del propio convento partían de este espacio. Los dieguinos controlaron, también el abastecimiento de agua para toda la comunidad de Churubusco, a través de un acueducto y canales, por lo que la relación del convento con la comunidad circundante es más que evidente. e. Cocina, despensa, alacena, anterefectorio, refectorio y baño de los placeres Todos estos espacios guardan íntima relación con los anteriores, pues es a través de la combinación de ambos que la comunidad de frailes preparaba y consumía sus alimentos, así como tenían un espacio dedicado a la conservación de la salud del cuerpo. En el anterefectorio es posible observar pintura mural al fresco seco, en grisallas, que recrea algunos actividades de la vida cotidiana, así como un poyo adosado a muro. Toda esta área del ex convento era pública, pues los laicos tenían acceso a ellas. f. Claustro bajo, la antesacristía, portería y sala de profundis Estos espacios – sobre todo el claustro bajo, la antesacristía y la portería – continúan siendo públicos, pues la vida de la comunidad se continuaba hasta el interior del propio convento. No así en el salón de profundis, donde los frailes se daban cita para llevar a cabo una parte de su vida religiosa y de gobierno de la propia orden. La exposición permanente en la portería, claustro bajo y antesacristía, es una pequeña muestra del arte sacro del periodo novohispano, consistente en pinturas y esculturas. Piezas destacadas expuestas en estos espacios son dos cristos de pasta de caña de maíz, obras del siglo XVI. Recorridos museográficos Museo Nacional de las Intervenciones Planta alta En la planta alta se encuentra ubicado el Museo Nacional de las Intervenciones, espacio que a través de su exposición recorre la historia nacional desde el inicio de la lucha independentista hasta principios del siglo XX, poniendo énfasis en las distintas intervenciones extranjeras que sufrió México a partir de su independencia. 1. Sala de Introducción En ésta, mediante diversos objetos, se reconstruyen las formas de resistencia mexicana sostenida contra las intervenciones extranjeras, y de acuerdo con un orden cronológico se explican los orígenes del expansionismo norteamericano. 2. El nacimiento de la nación: la independencia Aquí se muestra el proceso por el cual Nueva España consigue su independencia política con respecto de la Corona española. Asimismo, se muestra la formación de la República mexicana y el gobierno del general Guadalupe Victoria. 6
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3. Sala de Intervención Española de 1829 En ella se hace énfasis en los factores que propiciaron la expedición peninsular y su intento por recuperar el territorio mexicano, a partir del desembarco de fuerzas armadas españolas en las costas de Tampico, así como la resistencia sostenida por las milicias cívicas y el triunfo obtenido por el ejército mexicano al expulsar a los invasores. 4. Sala de Intervención Francesa o Guerra de los Pasteles de 1838-1839 En esta sala se explica cómo Francia intenta por medios diplomáticos y el bloqueo armado a Veracruz, imponer a nuestro país un tratado comercial desventajoso. Se destaca la capacidad de negociación de los representantes mexicanos para resolver el conflicto, quienes utilizaron los mismo argumentos que la potencia interventora: el derecho internacional. 5.Sala de Intervención Norteamericana de 1846-1848 Presenta en primer término las razones por las que se perdió Texas, que al ser anexada a Estados unidos propició el inició de la guerra México–norteamericana. Se explica que la resistencia fue sostenida fundamentalmente por el Ejército mexicano y las guardias cívicas, en los frentes norte, oeste y centro del país y que una vez derrotadas, la guerra concluyó con la firma del tratado de paz por el que México perdió más de la mitad de su territorio original. Al finalizar la sala, se expone la venta de la Mesilla, última mutilación del territorio mexicano. 6. Sala de Intervención Francesa y Segundo Imperio, 1862-1867 En sus espacios se hace hincapié en la lucha liberal-conservadora que posibilitó la presencia armada de las potencias acreedoras y después la intervención formal de las fuerzas francesa que invadieron la mayor parte del país. La exposición destaca la figura del Presidente Benito Juárez como símbolo de la defensa de la soberanía nacional ante los intereses del imperio francés, empeñado en imponer un protectorado en México encabeza por un príncipe europeo: Maximiliano de Habsburgo. La sala concluye con la explicación de la resistencia presentada por los republicanos en sus diferentes fases –sustentado en contingentes de extracción popular–, más las condiciones que impidieron la supervivencia del segundo imperio y que determinaron el triunfo de la República. 7. República restaurada Esta sala no expone ninguna intervención armada. Su objetivo es mostrar cómo, a partir del establecimiento del discurso liberal, México es intervenido mediante las inversiones extranjeras. Los recursos naturales son sólo materias primas que alimentan a las grandes industrias de los países que son potencias industrializadas. Por lo que México entra en la esfera de la modernización económica, insertándose en el mercado internacional como un país productor de materias primas. Se subraya en esta sala el rezago de la modernización política para explicar la eclosión social de 1910.
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8. Porfiriato La consolidación de las políticas económicas y sociales que hacen que México se integre al discurso modernizador, tienen su punto más alto durante el régimen de Porfirio Díaz. Los 30 años que el general Díaz gobierna al país, quedan marcados con su propio nombre. Al recorrer esta sala, es posible acercarse al mundo de principios del siglo XX, y entender los antecedentes que dieron origen al levantamiento armado de 1910. 9. Revolución El proceso de la Revolución Mexicana, con su estallido social de 1910, es el punto central de esta sala. Asimismo, las distintas medidas que se adoptaron sobre las relaciones de los distintos grupos revolucionarios y el exterior. 10. Intervención norteamericana (1914-1916) A raíz de la Revolución Mexicana los intereses norteamericanos (económicos y políticos) se vieron afectados por lo que aquella nación primero apoya el golpe de Estado de Victoriano Huerta, para después intervenir militarmente y bloquear los puertos de Tampico y Veracruz, en un supuesto apoyo al gobierno de Venustiano Carranza. Por otra parte, se muestra la Expedición punitiva, organizada por el gobierno estadunidense después del ataque villista a la población fronteriza de Columbus. (NOTA: ESTA SALA ESTA CERRADA POR ESTAR EN REMODELACIÓN)
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