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HISTÓRICO
01 ANÁLISIS HISTÓRICO
Definición
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CENTRO ESTÉTICO: Se encuentran comprendidos dentro del sector de Bienestar e imagen personal que abarca todos los servicios relacionados con la mejora o modificación del aspecto físico y su incidencia sobre la salud del cuerpo y de la mente.
COSMETOLOGÍA: La palabra cosmetología proviene del griego Kosmetos que significa belleza y logos que significa tratado. Las primeras referencias de la historia está asociada con la medicina y las prácticas religiosas o simplemente a la higiene y el embellecimiento, finalidades actuales
Historia del Desde siempre, el ser humano ha tenido un gran interés por mejorar su imagen, utilizando procedimientos más o menos intervencionistas sobre su cara y cuerpo, cuidado personal con el objetivo de conseguir un aspecto lo más parecido a lo que se consideraba en ese momento, bello. Algunos de estos primeros métodos de tratamiento de belleza se remontan a la y la cosmética época de los egipcios. En particular puede observar que los egipcios tenían su propia manera de usar los tratamientos para embellecer su piel y la apariencia. Los egipcios también han dado el crédito de ser el primero en desarrollar métodos de extracción de los ingredientes importantes de los recursos naturales. Es muy conocida la mítica belleza de las reinas del antiguo Egipto y cómo los egipcios embalsamaban a sus faraones. Estos dos factores impulsaron un gran culto a la belleza y a la cosmética, principalmente en las cortes faraónicas.
EGIPTO: Los antiguos egipcios empezaron a generalizar el uso del maquillaje. Así, por ejemplo, fueron los primeros en pintarse los labios, mediante compuestos con óxido de hierro y ocre rojo. Las mujeres egipcias, por lo general, utilizaban cremas que mantenían la dermis fina y tersa y la protegían de la sequedad propia del clima de la zona. También frotaban su piel con arena del desierto: de alguna manera practicaban la dermoabrasión.
Las dos reinas Egipcias que resaltaban por su belleza y sus secretos de estética fueron Nefertiti y Cleopatra.
De Nefertiti se recuerda aún su estilizada silueta, a pesar de haber tenido seis hijos, siendo ella quien extendió la moda del color verde en los párpados. El hermoso busto de esta reina, esposa del faraón Amenhotep IV se conserva en magnifico estado en un museo de Berlín.
De Cleopatra se cuenta que fue la mujer que reunió más secretos sobre el cuidado de su belleza; sus mascarillas, su maquillaje y sus baños de leche de burra con miel pasaron a la historia.
También existían productos de belleza para eliminar el mal olor corporal, para embellecer, para reafirmar los músculos y para combatir las manchas y los granos en la cara.
Uno de los primeros cosméticos de la historia fue el aceite de oliva. Las civilizaciones mediterráneas usaban el oro líquido como base para ungüentos, para hidratar la piel, abrillantar cabellos y realizar masajes terapéuticos. En cuanto a maquillaje se refiere, la estrella de la época, por así decirlo, era el kohl, una máscara a base antimonio y hollín, que las egipcias aplicaban en los ojos. Según los cánones estéticos de la época, los ojos debían ir pintados de color negro y verde. También se marcaban con el azul las venas de la frente y de las manos. Para disimular las arrugas, se empleaban cremas con pulpa de albaricoque, polvo de harina y productos a base de conchas de caracoles. En el antiguo Egipto el cuidado de uno mismo era una práctica común y para nada elitista. La cosmética era un
hábito extendido a todas las clases. Además, servía para protegerse del sol y de las infecciones.
Los aceites naturales o cosméticos con ingredientes naturales, no se limita sólo a los egipcios. Tales elementos de belleza se observaron también en Grecia y Roma.
GRECIA Y ROMA: Grecia fue la civilización de la belleza. Ha sido tal su influencia en las culturas occidentales posteriores que su cultura y su arte han configurado el llamado ideal clásico de belleza. Todos los niveles de la sociedad compartían esta inquietud por la estética. Hasta tal extremo llevaron este gusto por la belleza, en uno de sus libros, Apolonio de Herófila explica que “en Atenas no había mujeres viejas ni feas”. De hecho, fueron los griegos quienes difundieron por Europa gran cantidad de productos de belleza, de fórmulas de cosmética, así como el culto al cuerpo y los baños; en resumen el concepto de la estética.
Tanto en Roma como en Grecia la cosmética mantenía un lugar preferente. Se consideraba un negocio como tal y tanto hombres como mujeres daban una gran importancia a su aspecto, cuidando desde el maquillaje hasta el peinado. Se utilizaba mucho la lanolina, una sustancia grasa de color amarillo que se obtiene de la lana del cordero o de los caballos. En nuestros días, esta sustancia también se utiliza en cosmética y en la industria farmacéutica.
Los cánones de la belleza romana aconsejaban a la mujer una piel luminosa, sonrosada y, sobre todo, blanca y lisa. Para mantener la piel cuidada y hermosa, tanto del rostro como del resto del cuerpo, las mujeres romanas utilizaban por la noche una mascarilla, que al día siguiente se retiraban con leche; exfoliaban su cuerpo embadurnándose en aceite de oliva y aplicaban después sosa natural (carbonato cálcico) o piedra pómez, lo que les dejaba la piel suave y sin impurezas. Finalmente se aclaraban con agua corriente o con aceites aromatizados a base de distintas esencias naturales como la azucena, el azafrán, las violetas, las rosas o el jazmín.
Las mujeres romanas para blanquear el rostro, utilizaban una mezcla a base de yeso, harina de habas, sulfato de calcio y albayalde. Para aclarar el rostro también se empleaba una base de maquillaje elaborada con vinagre, miel y aceite de oliva,
así como las raíces secas del melón aplicadas como una cataplasma y los excrementos de cocodrilo. Otros ingredientes utilizados como blanqueadores fueron la cera de abeja, el aceite de oliva, el agua de rosas, el aceite de almendra, el azafrán, el pepino, el eneldo, las setas, las amapolas, la raíz del lirio y el huevo.
Con el mismo propósito, se decía que las mujeres ingerían cominos en gran cantidad. Para dotar a la piel de una mayor luminosidad se usaban los polvos de mica. También existían mascarillas faciales para anular el acné. Maquillarse y cuidar la piel requería, pues, una buena dosis de tiempo y habilidad. Pero si algo marcó el cuidado del cuerpo y la belleza en Roma fueron los baños termales, que permitían cuidar la higiene, el aspecto y relajarse, además de ser lugar de reunión y en el que tejer relaciones personales y alianzas.
HISTORIA DE LOS CENTROS ESTÉTICOS: Primeramente en el antiguo Egipto se cuidaba mucho la apariencia física pero no se tenía un lugar específico para practicar sus actividades tales como: los baños de leche, exfoliaciones de la piel, manicura, los cortes de cabello, entre otras cosas más simbólicas de la época. Por lo que se inició la costumbre de tener esclavas dedicadas exclusivamente al cultivo de la belleza de sus amas. Esta costumbre se acentuó en la época romana y las esclavas se especializaron en temas concretos: baños, maquillaje, tocados, etc. La popularización del baño, llegó al extremo de edificar, en Roma, los conocidos baños de Caracalla, con capacidad para mil seiscientos bañistas, o los aún mayores baños termales de Diocleciano que podían acoger simultáneamente a tres mil bañistas. Sólo en el siglo IV había en Roma novecientos establecimientos de baños termales.
Baños de caracalla Baños termanles de Diocleciano
Fue hasta en la Antigua Grecia cuando los salones de belleza comenzaron a tener un lugar en la sociedad, donde solo se peinaban las cabezas más selectas. Esto comenzó a partir del nacimiento de las expresiones artísticas y la vanidad adquirida gracias a las que se empezó a utilizar grasa animal y mezclas de hierbas que recolectaban para crear cremas y maquillajes que eran exclusivos de la clase alta para embellecerse un poco más, dando pauta a todo tipo de soluciones, peinados, joyas, vestimenta, etc. El moderno concepto de salón de belleza femenina fue desarrollado por una canadiense, Martha Matilde Harper (1857-1950), quien de alguna manera inventó también el concepto actual de franquicias en los negocios.
EL MASAJE EN LA HISTORIA: El masaje es considerado como la más antigua herramienta terapéutica utilizada por el ser humano. En sus inicios, fue concebido como un recurso para evitar el dolor, pero paulatinamente su uso se fue extiendo hacia otras vertientes.Las pruebas arqueológicas que evidencian la existencia del masaje, en numerosas civilizaciones antiguas, son innegables. China y Egipto, Grecia y Roma… todos los pueblos han sucumbido a los beneficios del masaje
El descubrimiento del masaje en Egipto: A través de papiros y grabados, se ha podido comprobar como los masajes formaban parte de la vida cotidiana de los faraones. Prueba de ello es el “Papiro Smith”, un documento de 4000 años que retrata la utilización del masaje en el tratamiento de enfermos con fracturas y afecciones óseas. Otra importante muestra, data del 2330 a. C. en Saqqara (Egipto). Se sitúa concretamente en la Tumba del Akmanthor (también conocida como la Tumba del Médico). Se trata de una pintura que representa a dos hombres que realizan un trabajo sobre los pies y las manos de sus supuestos pacientes.
Papiro Smith La tumba del medico
El Libro Nei Ching en China: En China el papel del masajista tenía tal peso que era una de las cuatro profesiones capacitadas para practicar la medicina. Las otras tres eran la medicina, la acupuntura y el exorcismo. En el año 2.698 a.C. el libro del Kong Fou recoge cuestiones relativas a la higiene del cuerpo entre las que figura el masaje. Por otro lado, un escrito oriental, el libro Nei Ching (año 1000 a. de C.), muestra el masaje como una técnica eficaz para tratar diversas dolencias.
El masaje en las Culturas Clásicas: En Grecia y Roma, en parte debido a sus famosas Olimpiadas, el masaje era valorado por sus beneficios terapéuticos entre los atletas. Los autores Hipócrates y Galeano sentaron las bases de su estudio. También en las Termas la práctica del masaje era de uso habitual, aunque estaban más orientadas al erotismo y el culto al cuerpo procesado por los romanos.
El Ayur-Veda en la India: Hacia el 1800 a. de C. se publica en la India su primer libro sobre Medicina: el Ayur-Veda. En esta obra además de hacerse referencia al masaje se introducen términos, que luego serían muy conocidos por los terapuetas, como lo son la fricción y la frotación.
El renacer del masaje: Con la Edad Media llega un tiempo oscuro para el masaje. Esta terapia es concebida en la época como una técnica lasciva, lujuriosa… y su práctica se frena, a consecuencia del fervor religioso. No es hasta la llegada del Renacimiento cuando se recuperan los antiguos escritos y el masaje recobra su importancia, alcanzado su máximo auge en el s. XIX, con trabajos como los de Ling (creador del masaje sueco) o de Mezguer (su discípulo, considerado como la figura más importante del masaje actual).
Los avances tecnológicos y el masaje: Con el s. XX llegan los avances tecnológicos y se incorporan las terapias con aparatología en la recuperación muscular. Aunque en un primer momento las terapias manuales son descartadas y sustituidas por éstas, pronto resurgirán nuevas escuelas y tendencias que las traerán de vuelta. La profesionalización del masaje En el último tiempo, el masaje ha cobrado un importante papel tanto en el campo de la salud, como en el de la relajación o la belleza.