INTENTANDO
ESCRIBIR: OBRAS INDISPENSABLES UNAS, ESENCIALES OTRAS, PERO TODAS FASCINANTES.
IVÁN SAMIR PULPA SALVAJE DE PARLA INSULAR
NEVERMIND BOOKS
CAPÍTULO ÚNICO VARIOS PASAJES
Desde infante gocé con la ALEGRÍA DE LEER contagiada por Evangelista Quintana, enardecido cada mañana que abría la cartilla de NACHO LEE en mi casa o en la escuela. Fue así como intentando leer, escribí mis propias historias. Desaparecí por primera vez en las páginas tupidas por el verdor inmenso de LA VORÁGINE de José Eustaquio Rivera, y por arte y gracia del realismo mágico, llegué como los gitanos al Macondo de Gabo. Sobreviví inerme sin papel ni lápiz LA MALA HORA, los CIEN AÑOS DE SOLEDAD, EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA, la CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA, e incluso a LOS FUNERALES DE LA MAMA GRANDE, y al RELATO DE UN NÁUFRAGO, para ser por 15 minutos primicia como en la NOTICIA DE UN SECUESTRO.
Luego me fui obsesionado por el amor romántico y platónico con la MARIA de Jorge Isaacs, conquistando su SEXO Y SAXOFÓN como Gonzalo Arango, navegando en veleros de jazz al amanecer. Habité en silencio LA CASA DE LAS DOS PALMAS de Manuel Mejía Vallejo y luego me mudé sin dejarme ver a LA CASA GRANDE de Álvaro Cepeda Samudio. Estando ahí, empecé a transitar el universo prosístico completo y personalísimo de los autores y sus obras, con mis VARIACIONES ALREDEDOR DE LA NADA como León de Greiff, hasta que junté LOS ELEMENTOS DEL DESASTRE a lo Álvaro Mutis y me instalé sin permiso en LA MANSIÓN DE ARAUCAIMA ilusionándome cuando ILONA LLEGA CON LA LLUVIA. Instalado en este viejo nuevo mundo de las letras como CHANGÓ, EL GRAN PUTAS de Manuel Zapata Olivella; me miré al espejo y vi EL CRISTO DE ESPALDAS escoltado por LA VIRGEN DE LOS SICARIOS armando LA OTRA RAYA DEL TIGRE, en el sempiterno periodo de LA VIOLENCIA EN COLOMBIA por Fals Borda. Busqué exorcizarme reconstruyendo una a una mis experiencias vitales al leer EL LIBRO DE LOS VERSOS de José Asunción Silva, cuando
me paso por encima LA VIDA COTIDIANA y me fui volviendo poema de Cote Lamus, en trayecto hacia esa MORADA AL SUR Y OTROS POEMAS de Aurelio Arturo. Pero yo sabía que CONDORES NO ENTIERRAN TODOS LOS DÍAS de Gustavo Álvarez Gardeazabal, pues LOS AMIGOS MÍOS SE VIVEN MURIENDO por MÁS TAREAS HECHAS que las de Luis Miguel Rivas. No fue algo tan notable y memorable como el veto impuesto para AURA O LAS VIOLETAS de Vargas Vila con su narrativa de la extinta Confederación Granadina. De repente se me aparecieron LOS EJÉRCITOS empujando LA CARROZA DE BOLÍVAR con Evelio Rosero a la vanguardia y gritando esa consigna que reza LEER ES RESISTIR de Mario Mendoza, más aún, si está ESCRITO EN LA PIEL DEL JAGUAR de Sara Jaramillo Klinkert, como MEMORIAS DE UN SINVERGÜENZA DE SIETE SUELAS de Ángela Becerra, y todos LOS HECHOS CASUALES de Juan Carlos Botero, bajo EL ASEDIO ANIMAL de Vanessa Londoño López. Regresé de mi irrealidad con LOS PARIENTES DE ESTER de Luis Fayad, veníamos desde EL FIN DEL OCÉANO PACIFICO con Tomás González vociferando emocionado como el
propio Andrés Caicedo exultante a los cuatro vientos ¡QUE VIVA LA MÚSICA! La del siglo pasado, escuchada por Rinrín EL RENACUAJO PASEADOR que, en presente, las cosas con él son un DELIRIO de Laura Restrepo. Y ni que me salga SATANÁS de Mario Mendoza me voy a asustar ni podré olvidar EL OLVIDO QUE SEREMOS de Héctor Abad Faciolince. Yo que he tirado piedras al mar y monedas al piso, sé que no es lo mismo EL RUIDO DE LAS COSAS AL CAER. Pues LO QUE NO APRENDÍ, lo aprendí de Margarita García Robayo en LA ENCOMIENDA que nunca me llegó. Hasta pude entender LO QUE NO TIENE NOMBRE de Piedad Bonnett. Entonces, me decidí a prender EL FUEGO DE LOS DIOSES de Antonio Mora Vélez, para escapar por primera vez al LP de EL FLECHA y EL PACHANGA con la voz falseada de David Sánchez Juliao. Al girar del vinilo, me senté a compartir un café con Don Tomás Carrasquilla y Doña Barbara Caballero LA MARQUESA DE YOLOMBÓ, cuando llegó Fernando Soto-Aparicio, a soltar LA REBELIÓN DE LAS RATAS, y se vino el agua sin paraguas en MIENTRAS LLUEVE, mientras afuera llueve pasé un SOFOCO con Laura Ortiz.
Sentado en una acera de la calle pensé: PONDRÉ MI OÍDO EN LA PIEDRA HASTA QUE HABLE de William Ospina, y como EL BUEN SALVAJE de Eduardo Caballero Calderón, en una playa de mi imaginario AL OTRO LADO DEL MAR, junto a María Cristina Restrepo me sumergí en LOS MARES DE LA LUNA de Juan Fernando Merino hasta caer a LOS ABISMOS de Pilar Quintana, la COLECCIONISTA DE POLVOS RAROS que me reventó con su verbo literal hasta llevándome nuevamente a la calle para mi REBUSQUE MAYOR con Alfredo Molano. Así, SIN REMEDIO de Antonio Caballero, y pendiente del invierno porqué EN DICIEMBRE LLEGABAN LAS BRISAS con Marvel Moreno, que me soplarían hasta LAS PUERTAS DEL INFIERNO de José Luis Diaz Granados, al cruzar el umbral quedé PERDIDO EN EL AMAZONAS, y se me dio por pasar sin documentos ni sellos por EL HUECO con German Castro Caicedo, en esa ruta me crucé con Jorge Franco y su ROSARIO TIJERAS en pleno alucine del PARAÍSO TRAVEL. Un VIAJE A PIE hasta Otraparte, con MI COMPADRE de Fernando González, para examinar sus CARTAS A SIMÓN, remitidas
desde La Cueva custodiadas por el Grupo de Barranquilla: los Fuenmayor, Alfonso y José Félix, Vinyes, Cepeda Samudio, Vargas, Julio Mario, Figurita, Obregón, Porras y el entrañable Gabo, con quienes floto a vuelo de pájaro sobre la arena blanquísima de BAHÍA SONORA, donde el mar hace música permanentemente con ritmo de calipso en la mandolina de Sandino y el crujir del jawbone de Besthand, exorcizando con un SONIDO SECO de Diana Ospina Obando a LOS PAÑAMANES de Fanny Buitrago, para la que pido un trago, mientras yo inhalo una alta dosis de OPIO EN LAS NUBES con la Amarilla y el Pink Tomate de Chaparro Madiedo, viendo que LAS ESTRELLAS SON NEGRAS de Arnoldo Palacios, bajo la sombra de LA CEIBA DE LA MEMORIA de Burgos Cantor. Nada mejor que instruirme con Lenito Robinson-Bent, SOBRE NUPCIAS Y AUSENCIAS Y OTROS CUENTOS. Voy directo a EL DESBARRANCADERO de la mano de LA PUTA DE BABILONIA y LOS DÍAS AZULES de Fernando Vallejo. Sabiéndome un perdido por no querer entender que PERDER ES CUESTIÓN DE MÉTODO para Santiago Gamboa, cuando SUENAN TIMBRES en la casa de Luis Vidales y Gómez Jattín se adelanta a la apertura del milenio
liberando EL LIBRO DE LA LOCURA, por sus POSTURAS DIFÍCILES, VERSOS inmensos y POR EL ATAJO del Tuerto López flotando en el puerto. ENTRE LA LIBERTAD Y EL MIEDO de Germán Arciniegas, observo atento a la distancia una bella doncella que me lleva de su mano por EL RASTRO DE LA ARENA y ANTE EL MAR de Barba Jacob. Y ahí voy yo, otra vez entrometido como un bandido y forajido, soñando EL PENÚLTIMO SUEÑO de Ángela Becerra y EL SUEÑO DE LAS ESCALINATAS de Jorge Zalamea, sobre todo CUANDO NADA CONCUERDA ante LA INSTANCIA DEL ERROR de Eduardo Escobar. Para quién permuto MI REINO POR ESTE MUNDO, donde X SE ESCRIBE CON JOTA en las CARTAS de Jota Mario Arbeláez. Sigo siendo mi propio y verdadero adversario ante el papel en blanco y la pluma con tinta en la mano, en un mundo entrelazado por LA TEJEDORA DE CORONAS de Germán Espinoza. Como colombiano vivo obsesionado con EL PAÍS DE LA CANELA, UN PAÍS SECRETO para el CIUDADANO DE LA NOCHE, que se pasea observando esa lejana LUNA DE CIEGOS mal habida y negociada por LOS LADRONES
NOCTURNOS con SEÑAL DE CUERVOS y EL CANTO DE LAS MOSCAS de María Mercedes Carranza, yuxtapuesto por preciosura, me tapo la boca, y le recito al oído mientras se moja, poemas de Juan Manuel Roca. Ardiendo de placer hedonista como Rene Rebetez en PROVIDENCIA: EL ÚLTIMO REFUGIO, con LOS OJOS DE LA CLEPSIDRA cegada por la explosión de fotones, ciencia y sufismo en LA ODISEA DE LA LUZ, que le da cierto brillo especial a LA LECTORA de Sergio Álvarez, para ver los TRES ATAÚDES BLANCOS y las ZANAHORIAS VOLADORAS en la Bogotá de Antonio Ungar. Bajo el volumen y suena el rock and roll con los grandes éxitos de Efraín Medina Reyes explotando como sus PISTOLEROS, PUTAS Y DEMENTES, en ERASE UNA VEZ EL AMOR PERO TUVE QUE MATARLO, a mano y con las TECNICAS DE MASTURBACIÓN ENTRE BATMAN Y ROBIN, apostando la SEXUALIDAD DE LA PANTERA ROSA en el karaoke de AL DIABLO LA MALDITA PRIMAVERA de Sánchez Baute, suponiendo que ESTABA LA PÁJARA PINTA SENTADA EN EL VERDE LIMÓN de Albalucía Ángel, en frente de todos QUISIERA QUE OYERAN LA
CANCIÓN QUE YO ESCUCHO CUANDO ESCRIBO ESTO de Manuela Espinal. Y nadie me creería un farsante, cuando Andrés Ospina a medida que camina, narra y opina, de XIMÉNEZ por CHAPINERO, buscando las últimas copias de LAS CEREMONIAS DEL DESEO de Sandro Romero Rey, y Alberto Salcedo Ramos cargado como atleta olímpico con EL ORO Y LA OSCURIDAD, para la ETERNA PARRANDA. Al despertar veo LA ISLA ENCALLADA de Alberto Abello Vives, atisbando a la distancia el archipiélago ultramar fragmentado en siete colores. Tan vibrantes como los AZARES DEL CUERPO, en DOSIS IMPAR conmigo SOLO UN POCO AQUÍ de Mariana Ospina Pizano. Pero este no es el lugar DONDE CANTAN LAS BALLENAS de Sara Jaramillo Klinkert, con ESTÁ HERIDA LLENA DE PECES de Lorena Salazar Masso, que no deja de sangrar como SERIES LARGAS, NOVIOS CORTOS de Juliana Abaúnza. En aquel prolongado trayecto veo avanzando a Gilmer Mesa por LA CUADRA en LAS TRAVESÍAS por ARANJUEZ, mientras LOS DERROTADOS van contando HABITANTES y CUENTOS DE NIQUÍA en el TRÍPTICO
DE LA INFAMIA de Pablo Montoya. Por otros niveles se pasea JJ Junieles, prestando atención a EL HOMBRE QUE HABLABA DE MARLON BRANDO, en EL ÚLTIMO DUELO DEL HOMBRE PEZ de Rodolfo Celis contra EL HOMBRE QUE NO FUE JUEVES en el ¡CALCIO! de Juan Esteban Constaín. Todo eso pasó, cuando observé un AUTOGOL, y supe de la HISTORIA OFICIAL DEL AMOR, de CÓMO VIVIR EN VANO hasta CÓMO PERDERLO TODO por Ricardo Silva Romero. Sin olvidarme que en EL LIBRO DEL DUELO se manifiesta una BLANCA OSCURIDAD sin el SIMÓN TRINIDAD de Jorge Enrique Botero. Ahora bien, para empezar a terminar este viaje multi versal en líneas circulares y literalidad de espiral, debo reconocer que porto todas y cada una de LAS VANIDADES DE ESTE MUNDO de Estefanía Carvajal, arrastrándome con LA NOSTALGIA DEL MELÓMANO de Garay, en la PIEL DESNUDA de Juan Ramírez Dawkins, lo dejo, lo dejo TODO POR UN CIGARRILLO de Juan Campos. Un SALERO DE ENTREPIERNA, con las papilas gustativas de UMAMI de Quinny Martínez, Sergio Santana Archbold TALKIN’ BLUES, conmigo ni más ni menos que con EL
MINISTRO DEL REGGAE, con su estilo a lo LUCHO BERMUDEZ: CUMBIAS, PORROS Y VIAJES, explica que MI SALSA TIENE SANDUNGA Y OTROS INGREDIENTES, SOBRE UNA TUMBA UNA RUMBA, con el SÁLVAME, JOE LOUIS de Andrés Felipe Solano, a medida que LOS HOMBRES DE K de Luz Karime Santodomingo, arrinconados por el COMEHIERRO de John William Archbold los manda a la lona, todo un Rocky de Stallone con el CALOR RESIDUAL de Karim Ganem Maloof y la FIEBRE TROPICAL de Juli Delgado Lopera. Pero ni mierda, me pongo erguido, me levanto, tiro dos puños al aire y hago un escándalo como si fuese EL PRÍNCIPE DE ST. KATHERINE de Hazel Robinson Abrahams, y el SHARKMAN de Humberto Castañeda, surcando debajo del Lovers Lane en PROVIDENCIA, A BOOK OF POEMS de Sean Frederick Forbes. Cuando se presenta Adel Christopher y presenta DIH KRIOL MAN, como un PRISIONERO DE ESPERANZA de Garnica-Watson. Un PARAÍSO Y FRONTERA de Ranocchiari, tan cerca del TRAPECIO AL VACÍO de Claudia Aguilera Neira, entonces pienso para mis adentros ME VOY CONMIGO y Edna Rueda
Abrahams se me aparece trayendo su EMPATÍA VIRAL, y yo me pongo a recitar la PARÁBOLA DEL TIGRE ANCIANO de Jorge Muñoz, como un legado como LEGADO DE PIRATAS en el MERIDIANO 82: LA RUTA DE LA LANGOSTA que recorrió Jimmy Gordon Bull, A OSCURAS, PERO ENCENDIDO. Surge en escena un viejo marinero, que se expresa y me exhorta a publicar ENGENDROS DE XANANSHO, en coro góspel NO GIVE UP, ¡MAAN! ¡NO TE RINDAS! Miss Hazel Robinson siempre está presente en mis lecturas, reflejándome en LOS CRISTALES DE LA SAL de Cristina Bendek… Por eso he desaparecido en las profundidades del olvido de LOS HIJOS DEL PAISAJE de Mariamatilde Rodriguez, y volado ENTRE RÁFAGAS DE VIENTO huracanadas de Claudine Bancelin, cuando me sale al aire la pregunta ¿A DÓNDE HA IDO LO QUE NO VOLVERÁ? de Lina Chow Wong. Quizás a encontrase y reunirse en una mesa de Smith Channel, con Samuel, Peppa y Simón, al calor de un buen ron, con su ciencia, cultura y educación el brujo suelta su conjuro más hermoso, sin parangón ni enemigos, ya que SIN AMOR TODOS SOMOS ASESINOS…
POSDATA: Escribir con estas obras de telón, es un ejercicio de admiración y respeto. Cada una de ellas, a su manera, nos enseña algo nuevo sobre el mundo y sobre nosotros mismos. Al intentar escribir, nos sumergimos en un océano de palabras y emociones, buscando crear algo que, algún día, pueda ser considerado indispensable, esencial o, al menos, fascinante. IVÁN SAMR.