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Germán González Bernal

Germán González Bernal

CEO de Maison Kayser y Presidente de la CANIRAC

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CEO of Maison Kayser and President of CANIRAC

El exitoso empresario restaurantero nos habla de sus marcas, sus objetivos al frente de CANIRAC y sus estrategias hacia una industria responsable con la sociedad y el medio ambiente, alineadas con una nueva consciencia.

The successful restaurant entrepreneur speaks about his brands, goals at the forefront of CANIRAC, and strategies toward an industry with social and environmental responsibility, in alignment with a new awareness.

Hoy en día, las preferencias de los consumidores han hecho que las empresas pongan mayor atención en las prácticas sustentables. De ser sólo un término de moda, hoy en día la responsabilidad ambiental se ha convertido en un elemento que impacta en la preferencia del público. En Maison Kayser aportamos nuestro “granito de harina” desde varios frentes; por ejemplo, los empaques para los servicios a domicilio, algunos productos desechables que hemos dejado de utilizar, como popotes, y el manejo de desperdicios sólidos.

Nuestras marcas son Carmela y Sal y Vuelve Carmela, dos proyectos en conjunto con la chef Gabriela Ruiz; Tzuco, un restaurante mexicano en Chicago en colaboración con el chef Carlos Gaytán, y nuestra marca insignia, Maison Kayser, un concepto originario de Francia del que hoy contamos con más de 40 sucursales en México y seis en España. La Maison se enfoca en la elaboración de pan artesanal de la más alta calidad, y una oferta de platillos de la gastronomía tradicional francesa, clásicos mexicanos, cafetería, postres y servicio de catering.

Este es mi segundo año en la presidencia de CANIRAC. La cámara tiene tres funciones principales, representar y defender los intereses del gremio, difundir los valores, generar conocimiento y promover programas de capacitación para la fuerza laboral. Un factor que marca la diferencia y que me he encargado de promover como presidente es el trato al personal y las oportunidades que les proporcionas para que puedan desarrollarse, crecer y tener una vida más digna.

Desde mi punto de vista, el lujo tiene que ver con una calidad y una planeación que se reflejan en el producto final, un servicio de excelencia y las condiciones ideales. De igual manera, lujo es crear espacios para estar con uno mismo y contar con tiempo libre, en una palabra, equilibrio. En años recientes, la vida nos ha enseñado que todo puede cambiar en cualquier momento, y la lección que nos ha quedado es saber adaptarnos a las situaciones inesperadas, tomar pausas y reflexionar sobre lo que realmente importa.

Today, consumers’ preferences have made corporations focus more on sustainable practices. Environmental responsibility has evolved from a fashionable word to an element that defines customers’ preferences. Maison Kayser contributes with its “grain of flour” from different fronts. One of them is the packages we use for delivery service, and some disposables we stopped using, such as straws and solid waste management.

Our brands are Carmela y Sal, Vuelve Carmela with Chef Gabriela Ruiz; Tzuco, a restaurant in Chicago in collaboration with Chef Carlos Gaytán and Maison Kayser, our flagship brand, a concept born in France of which we have more than 40 branches in Mexico and six in Spain. The Maison specializes in homemade bread of the highest quality, a menu of traditional French dishes, Mexican classics, coffee, desserts, and catering.

This is my second year as president of CANIRAC. The chamber has three main purposes, representing and standing for the guild’s interests, communicating our values, generating knowledge, and promoting training programs for workers. An element that makes a difference that I have supported as president is how we treat our staff and the opportunities we provide so they can develop, grow and have a better life.

From my point of view, luxury has to do with quality and planning that reflect on the final product, excellent service, and top conditions. Likewise, luxury is creating spaces for yourself and having free time, in one word, balance. In recent years, life has taught us that everything can change at any time, and the lesson we learned from these experiences is that we must know how to adapt to unexpected situations. We have also learned to take pauses and think about what really matters.

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